Las Cosas no son asi, están asi y las vamos a cambiar

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El Viejo Topo en

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Te invitamos a ser parte, a ser protagonista de nuestra historia como movimiento estudiantil crítico, dinámico y combativo… Las cosas no son así, están así ¡y las vamos a cambiar!

Pero… ¿qué significa para El Viejo Topo-CAUCE ser parte de la coordinación General del CECSo? ¿Qué desafíos se nos presentan? Nuevamente buscamos aportar a la construcción de un Centro de Estudiantes que sea expresión de un movimiento estudiantil crítico y organizado, que supere los meros sellos burocráticos a los que estamos acostumbradxs, que no se limite a su conducción/coordinación ocasional. El desafío será entonces, aportar a la construcción de nuestra herramienta político gremial, desde espacios que motoricen respuestas, iniciativas, demandas, en torno a nuestras necesidades como estudiantes, como trabajadorxs luchando por nuestra emancipación. Bien sabemos que nada de lo planteado hasta acá es posible si perpetuamos la aparente escisión entre lo que pensamos y lo que hacemos, entre nuestras actuales prácticas y nuestras concepciones políticas sobre la sociedad que queremos construir. De ahí entonces, que no aspiramos a ocupar cargos (como secretarías fantasmas, por ejemplo) sin movimiento por abajo que dispute y llene de contenido los mismos. Aspiramos a ir prefigurando y construyendo nuestros propios órganos de decisión, de trabajo; nuestro desafío es aportar a la construcción de nuestro propio poder como clase, que edifique los cimientos de una nueva sociedad: una sociedad sin explotadxs, sin oprimidxs.

A partir de las elecciones de Centro de Estudiantes del año pasado, El Viejo Topo-CAUCE junto con La Juntada (Socialismo Libertario, Contrahegemonía-Mella, El Andamio-Rebelión, La Mala Educación y Un Solo Grito) asumimos el desafío de ser la coordinación general de nuestra herramienta gremial.

El Viejo Topo-CAUCE es una agrupación de estudiantes, docentes, graduadxs e investigadorxs que hace quince años interviene en la vida política de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Junto a compañerxs de otras facultades conformamos la corriente CAUCE en la UBA, de forma que nuestra práctica pueda tener una lógica común entendiendo que, más allá de lo particular de cada ámbito, existe una política universitaria que sólo podemos transformar en conjunto. Estamos convencidxs de que es posible pensar y construir otra universidad: se trata de conocer para transformar y de transformar para conocer intentando, desde nuestra especificidad como cientistas sociales, empuñar nuestros conocimientos para el cambio social. En el curso de este proceso de reformulación permanente de esos conocimientos, en la medida en que los compartimos con otrxs a cada paso de nuestra formación y ejercicio profesional, buscamos pasar a ser protagonistas de nuestra historia. Es por eso que consideramos central organizarnos en espacios de participación abiertos y democráticos donde podamos decidir cómo enfrentar el ajuste presupuestario, conseguir el edificio único, cómo reformar nuestros planes de estudio para que nuestro saber no esté al servicio de los intereses de las clases dominantes, sino que pueda aportar al desarrollo de nuestra organización desde abajo, apostando al despliegue de nuevas relaciones sociales.Apostamos a construir un conocimiento crítico y comprometido con los trabajadores y trabajadoras y el pueblo, que pueda aportar a la transformación de raíz de la sociedad.

Pero… ¿y éstxs quiénes son?

Editorial

en

Este año la agenda pública del país estará atravesada por el proceso electoral que tendrá lugar en medio de una convulsionada Argentina. Desde las filas kirchneristas todos los cañones apuntan a instalar a Cristina con antelación a los comicios como la ganadora indiscutible. Mientras, la “derecha” y sectores de centroizquierda se presentan con candidaturas fragmentadas. En ese marco, todos los partidos, sindicatos, grupos, personalidades, parecen estar casi naturalmente obligados a pronunciarse a favor del Gobierno o en contra, del lado de la “izquierda” o de la “derecha”. En Sociales este panorama también tuvo su reflejo: la lucha que se desarrolló mediante la toma de las sedes por más de un mes fue, para algunxs,“funcional a la derecha”. Es que el kirchnerismo también se expresa al interior del gobierno de la Facultad ¿Pero de qué manera lo hace? Amoldándose a la miseria presupuestaria a la que está sometida nuestra unidad académica, aplicando un ranking elitista en la asignación de materias, realizando los desdoblamientos de cátedras en Comunicación para engordar su padrón electoral, entregando cargos a docentes “más cercanxs”, por tomar sólo algunos ejemplos. Resulta que es justamente en nuestro territorio, nuestra universidad, nuestra facultad, donde lejos de limitarnos a esas ásperas dicotomías podemos comenzar a dilucidar que entre el kirchnerismo y la “derecha” puede haber mucho trecho... o más bien que sólo hay un camino estrecho. Mientras que en la tele, los diarios, o incluso en muchos análisis que circulan en nuestra propia facultad vemos un ping pong de medidas progresistas del gobierno vs medidas regresivas, Sociales parece no entrar en este “nuevo modelo inclusivo” que propone el gobierno nacional. Tenemos como ejemplo el aún no terminado Edificio Único, que mucho tiene que envidiarle al flamante y rápidamente construido nuevo edificio de Económicas ¿Será que “la inclusión” en nuestra facultad admite que las becas para garantizar materiales de estudio, comida, viáticos, lleguen a aproximadamente un 5% de lxs estudiantes? ¿Qué tipo de ciencia se fomenta? ¿Con qué objetivos? ¿Que lxs docentes trabajen sin cobrar un salario es parte de ese mismo “nuevo modelo”? Así como tampoco pareciera estar en los planes del Rectorado de la UBA garantizar la finalización del Edificio en el corto plazo (mucho costó que consiguiéramos al menos la licitación del tercer pliego), o garantizar que las condiciones de trabajo de lxs docentes y trabajadorxs no docentes no sean tan precarias, o incluso no perseguir y criminalizar a lxs estudiantes que nos organizamos. Tendencias políticas que solemos ver como “oponentes”, como lo son el radicalismo –predominante en el rectorado- y el kirchnerismo –en el decanato de Sociales- en la universidad parecen encontrar muchos puntos de contacto, aunque, claro, sin por ello dejar de lado, en cada situación propicia, las disputas por la acumulación de poder propio. Las mismas se exteriorizan muchas veces cuando el decanato (Agrupación Nexo y Lucía Cullen), frente a nuestras reivindicaciones, apunta hacia el rectorado como responsable, intentando canalizar nuestras demandas hacia este actor, desligándose –hacia fuera y dentro de la facultad- de sus obligaciones y olvidándose de sus competencias Todo esto pone de relieve que la Universidad parece ser un terreno codiciado y relevante para proyectos que la trascienden. Esto nos lleva a una cuestión fundamental: el conocimiento que producimos no es neutral, y sirve a una determinada idea de sociedad. Las disputas en la Universidad tienen como centro distintos proyectos sobre las carreras, sobre la política académica más general, pero nunca deja de conformar, asimismo, un proyecto político sobre la sociedad en su conjunto.Y Sociales, en este escenario convulsionado, no es una isla. Seguramente también lo notemos en nuestras aulas, donde nos

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encontramos con mayor predisposición para debates más generales, la política ya no es tanto una mala palabra. Es que mucha agua corrió bajo del puente después del 2001 (ya 10 años...), en el que el grito más escuchado era “que se vayan todos”.Y si bien hoy “hacer política” esté probablemente mucho más legitimado, también lo están las instituciones que antes eran el centro de la crítica. Y esto también se expresa en los debates más fuertes que inundan nuestras carreras: la ciudadanía y lo público; los medios de comunicación; las políticas sociales; la reforma política; la baja de edad de imputabilidad; las retenciones agropecuarias, y una larga lista... También es más común encontrar a docentes e investigadorxs de la facultad interviniendo en debates en los medios, alineadxs algunxs con el gobierno, otrxs con los sectores hoy aglutinados bajo el rótulo de “derecha” o “centro”. Frente a estos debates, creemos necesario pensar qué tipo de prácticas nos damos desde la izquierda, en pos de la construcción colectiva de una alternativa a este (falso) binomio entre la derecha y el kirchnerismo, como los dos únicos espacios políticos en disputa en la sociedad. Muchas veces oscilamos entre dos formas de analizar la realidad (y por ende, de intervención en ella) que terminan debilitando, más que fortaleciendo, el desarrollo de esta “alternativa”. Por un lado, incurrimos en errores cuando intentamos abordar en sí mismas cada una de las medidas en discusión. Corremos el riesgo de marearnos, observando un sin fin de intervenciones estatales, pero fragmentando los procesos sociales y también las dimensiones en que se nos presenta la realidad (lo cultural, lo económico, lo político). Este tipo de análisis, propicia elaboraciones ambiguas, que relevan políticas “buenas”, “malas”, y poco o nada nos dicen sobre el carácter de un gobierno, en especial en lo que hace a su relación con las luchas de lxs de abajo. Otro modo de abordaje, también riesgoso, se da en pos de evitar esas ambigüedades, pero tiene por resultado el aislamiento… respecto de la realidad que estudiamos. Estas dicotomías tan profundas, que podrían ubicarnos del lado del que consideramos enemigo, hacen que encaremos el análisis con algunos reparos o precauciones, que finalmente inhiben nuestra capacidad de generar nuevos conocimientos y nos dejan con lo ya conocido, en nuestro punto de partida. Creemos que lo más potente como futurxs o actuales cientistas sociales es poder complejizar la lectura e identificar cuál es el proyecto político general que enmarca a dichas medidas, cuáles son los actores en disputa, sus dinámicas históricas, para reconocer allí donde de lejos sólo podemos ver medidas, leyes o decretos, el proceso de lucha que hace rodar la historia. A su vez, este tipo de ejercicio constante va en sintonía con el tipo de práctica política que nos proponemos construir: sin quedar entrampadxs en los términos del debate y de postura que nos imponen (K/izquierda o antiK/derecha), se nos hace necesario seguir avanzando y fortaleciendo nuestra organización de lxs de abajo, de lxs trabajadorxs, independiente de los patrones de turno, para seguir luchando por un proyecto de sociedad sin explotadxs ni oprimidxs.Y creemos que en esta alternativa no estamos solos, sino que existe un largo camino construido por compañerxs de las universidades y de otros territorios (barrios, sindicatos, etc.) que cotidianamente luchan y apuestan por un espacio de izquierda, anticapitalista, en el que reunirnos y juntar fuerzas. Que no te la cuenten: hagamos que nuestro conocimiento sea un arma para la transformación, sigamos organizadxs y luchando, por una alternativa desde abajo y a la izquierda. En lugar de ser apenas libres, esforcémonos para crear un estado de cosas que libere a todxs…

“Kirchnerismo”,“derecha” ¿y después...?

Coyuntura


Lo que el 2010 se llevó... ¡y lo que nos dejó para seguir profundizando! El conflicto abierto el segundo cuatrimestre de 2010 nos encontró como movimiento estudiantil de pie y en defensa de la educación pública, gratuita y de calidad, con nuestras demandas sobre el Edificio Único para Sociales, becas para lxs estudiantes, Comedor universitario, cuestionando la acreditación de las carreras a la CONEAU y exigiendo refacciones para poder cursar en MT (para no temer que se nos caiga un vidrio de nuevo, claro). Frente a canales institucionales que se mostraban impermeables a nuestras demandas e incapaces de resolverlas, nos vimos en la necesidad de tomar en nuestras manos la forma de darles curso. La toma de nuestra facultad expresó que la actual gestión CalettiClemente (las agrupaciones Nexo y Lucía Cullen respectivamente) no está dando respuestas a las precarias condiciones de enseñanza- aprendizaje, pero además puso en tela de juicio el carácter “democrático” de los mecanismos para la toma de decisiones (en fin, del gobierno de la facultad y ni hablar de la UBA), y también de las relaciones que habitamos día a día en la facultad, siendo que una gran mayoría nos veíamos excluidxs de los primeros, y silenciadxs en las segundas... Frente a que muchxs docentes reaccionaron al proceso de organización con una política decidida de vaciamiento de la facultad, lxs estudiantes comenzamos a reconocernos como sujetos activos en nuestra formación, planteando la “autoorganización” de los cursos como salida y propuesta, y discutiendo las formas tradicionales en que se produce conocimiento en la facultad. Ser protagonistas en torno a nuestras condiciones de cursada, implicó, de a poco, empezar a cuestionar la lógica que prima cotidianamente en las aulas en la que lxs docentes trasmiten de forma unidireccional el conocimiento que a lxs estudiantes nos faltaría, y que pasivamente iríamos acumulando (¡hasta que se llene el vaso!). Así como en las aulas habría profesorxs que saben y “a-lumnxs” (“sin luz”) que aprenden, en los pasillos y oficinas “lxs que saben” deciden, y “lxs que no”, acatan. A división de saberes, jerarquía de poderes: el poder de decisión queda concentrado en un grupo de profesorxs concursadxs, cuyos votos pese a ser pocos se

ponderan como la mitad del total, decidiendo por la mayoría de la comunidad académica, sobre nuestra formación. La legitimidad misma de esta estructura del cogobierno universitario y de la lógica de representatividad es de alguna forma lo que durante la toma logramos poner en cuestión, al menos de forma incipiente. En esta estructura se sobrerepresenta a lxs profesorxs, en detrimento de lxs estudiantes, graduadxs, docentes y no docentes que construimos cotidianamente la universidad. Si tenemos en cuenta las últimas elecciones realizadas en 2009, el discurso que clama por la legitimidad democrática de nuestro cogobierno parece bastante cuestionable: en el Consejo Directivo hay 4 (cuatro) representantes por 3861 personas (estudiantes) pero 12 (doce) consejerxs electxs por 1526 graduadxs y docentes. Pese a esto, durante los días de toma fueron muchas las voces que se levantaron frente a lo “violento” de la medida, con el argumento de que el conflicto (es decir, las demandas no escuchadas, las condiciones de cursada cada vez más precarias...) debía procesarse por medio de los canales institucionales...“democráticos”. Cabe profundizar entonces: ¿no será que la elección de autoridades bajo el criterio de la sobrerrepresentación del claustro de profesorxs es un límite para el ejercicio democrático en nuestra Facultad? ¿Es casual que otra de nuestras demandas como movimiento estudiantil sea democratización de los órganos de cogobierno? ¿Es casual que justamente se limite la participación de los sectores trabajadores más precarizados (docentes no concursados, por ejemplo) y al movimiento estudiantil? Sin ser la democratización la demanda que motorizó todo el proceso de discusión y organización que pudimos darnos el último cuatrimestre, el debate surgió de nuestro propio ensayo y práctica de democracia directa... y de las reacciones suscitadas. Nadie pasó por el conflicto sin quedarse calladx... de forma más o menos explícita la cuestión de la democratización empezó a recorrer la Facultad... ¡a profundizar nuestras prácticas y discusiones para que no nos encuentre desprevenidxs!

Aprendamos de la experiencia, y sigamos fortaleciendo nuestra organización En este último tiempo, avanzamos en fortalecer como herramientas legítimas de organizarnos en tanto CECSo: en las asambleas, los cursos y las comisiones de trabajo, ya sea entre nosotrxs lxs estudiantes. Nos vamos construyendo poquito a poco en un sujeto colectivo, tanto para nosotrxs, como “hacia fuera”, hacia quienes buscan interpelarnos. No sólo las autoridades de la facultad y muchxs docentes reaccionaron ante el conflicto y nuestra organización, sino que también lo hicieron las agrupaciones estudiantiles ligadas a las gestiones (de universidad, facultad, carreras...). El espectro kirchnerista y de “derecha”, hacia el inicio del conflicto, cuestionó la legitimidad de las reivindicaciones que sosteníamos y de las asambleas, pero manteniéndose al margen de las mismas, sin tener una política de participación ni influencia en el curso del proceso de organización. En la medida en que el conflicto avanzó, sin embargo, se vio forzado no sólo a reconocer nuestros espacios de autoorganización, sino a participar de los mismos para intervenir en el curso del conflicto. Lamentablemente, en estas disputas muchxs compañerxs que se acercaban por primera vez a una asamblea, movilizadxs por un cuestionamiento genuino a la medida de fuerza que se estaba sosteniendo, no pudieron expresar del todo su posición al ser catalogadxs como “antitoma”/ “antilucha”. Consideramos que el establecimiento de estas dicotomías para demarcarse de otrxs no traen una acumulación para el sujeto colectivo, sino, en el mejor de los casos, para las agrupaciones que creen demostrar, de ese modo, que su política es la única correcta y “verdadera”. Estamos convencidxs que la construcción de un CECSo dinámico, va a depender de que podamos movilizarnos por las necesidades que sentimos todos los días y de la capacidad que tengamos las distintas tendencias políticas y compañerxs no agrupadxs de debatir, de forma fraterna, para enriquecer la acción colectiva superando la mezquina búsqueda de autorreferenciación. Cuantxs más seamos discutiendo, decidiendo y organizándonos por una universidad pública, gratuita y crítica, tanto así va a crecer nuestra fuerza como movimiento capaz de obtener conquistas y avanzar por más. Pese a esto, creemos que el proceso de 2010 fue un salto, un paso adelante, en el fortalecimiento de las formas de organización

que hace años venimos construyendo como movimiento, privilegiando el trabajo de base, la democracia directa. Por eso, creemos que un gran desafío para este 2011 es la apertura de un proceso colectivo de elaboración de un Estatuto para el CECSo, que pueda institucionalizar la forma en que nuestra herramienta gremial viene funcionando, a la vez que avanzar en discutir y consolidar avances incipientes y progresivos para el movimiento. Tal proceso es parte de la necesaria apropiación colectiva de la herramienta gremial, poniendo a la misma como objeto de debate en pos de la democratización de nuestras formas de organización y de los espacios que gestiona el CECSo (apuntes, fotocopiadora, bar, comedor). El conflicto por el que pasamos el año pasado nos ha dejado la certeza de que dándonos una organización cada vez más cotidiana y democrática es posible avanzar en nuestras reivindicaciones, ya sea porque con nuestra fuerza logramos victorias (como la licitación del 3er pliego, el sistema de becas, el comedor en Constitución), así como también profundizamos el nivel de nuestras discusiones, lo cual nos permite ir por más. Nos ha demostrado que la producción de conocimiento no es “neutra” (así como tampoco nuestrxs docentes) y que la estructura de cogobierno universitario hoy no nos da las respuestas que necesitamos, al erigirse sobre relaciones que, más allá de su apariencia, se nos revelan como profundamente antidemocráticas. A la vez, esas victorias requieren que doblemos la apuesta y las tengamos a la vista para profundizar aquellas que se mostraron como incipientes (por ejemplo, la “autoorganización del conocimiento”) y para que otras realmente se concreten, y de la forma en que lo propusimos. Este 2011 lo arrancamos, gracias a la lucha del 2010 y de muchos años anteriores, con más compañerxs en el edificio de Constitución. Sigamos organizadxs por otro proyecto de Universidad: sigamos encontrándonos en nuestros cursos, en comisiones permanentes de trabajo, decidiendo en nuestras asambleas por la producción de conocimiento crítico y por condiciones de cursada que hagan realidad las consignas de educación pública, gratuita y de calidad.

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Sobre los espacios de cogobierno, democracia directa

y desafíos por delante… Ahora bien… ¿la democratización de los órganos de cogobierno y nuestro Centro de Estudiantes no tendrán algo que ver? Los debates y políticas sobre lo “académico” suelen presentársenos como ajenos a nuestros intereses como movimiento estudiantil; o peor: dudamos de tener algo para decir y decidir al respecto. Tendemos a limitar nuestra organización a lo que solemos llamar “reivindicaciones gremiales”, lo cual no es poco, pero creemos conveniente no desconocer que, como planteábamos anteriormente, las condiciones en las que estamos estudiando y trabajando son parte también de determinados proyectos políticos sobre la Universidad, en fin, sobre la orientación del conocimiento que en ésta se produce. En es relación a esta limitación que, muchas veces, lxs cargos de estudiantes ganados por fuerzas de izquierda en las juntas de carrera o el Consejo Directivo, suelen quedar sometidos a la voluntad de cada grupo, partido o agrupación sin que respondan a los mandatos, propuestas y denuncias que surjan de la dinámica del movimiento estudiantil en su conjunto, incluso sin fomentarlos. En nuestras instancias de organización del CECSO hemos aprendido a lo largo de estos años que preferimos decidir sin mediadorxs: contamos con nuestras asambleas (abiertas a todxs lxs estudiantes) para tomar resoluciones; acordamos que necesitábamos voceros- delegadxs con mandato de nuestros propios cursos, porque de alguna forma también empezamos a cuestionar la idea de representantes… (será que nos cansamos de firmar cheques en blanco cada vez que votamos en una urna, para que luego no se corresponda con lo que esperamos, queremos, necesitamos). Desde El Viejo Topo CAUCE creemos que la disputa en los espacios de cogobierno también deben ser expresión de las iniciativas y necesidades que como movimiento estudiantil visualizamos y buscamos superar.Y en este sentido qué conocimiento producimos, en qué condiciones y para qué, nos exige un debate y una práctica que pueda integrar las (falsamente) escindidas dimensiones de “lo académico” y “lo gremial”.

Democratizar es sabernos sujetos activos Desplegar nuestra potencia de discutir, decidir y organizarnos Para concretar una práctica que transforme la realidad. Sigamos discutiendo con nuestrxs compañerxs en los cursos y los pasillos, en los espacios de base, sobre nuestras condiciones de cursada y sobre el conocimiento que producimos.

Además, ElViejoTopo - CAUCE te invita a:

¡A salir de la madriguera,

que arrancó el año!

Sigamos participando de las comisiones de trabajo… Porque necesitamos profundizar nuestros debates, investigar sobre nuestras problemáticas, elaborar propuestas y dar respuesta a nuestras necesidades como movimiento estudiantil. En distintas carreras vienen funcionando diferentes espacios abiertos donde nos organizamos por diversas cuestiones que hacen a la cotidianidad de cada una: reformas de los planes de estudio, recortes de optativas, desdoblamientos de cátedras, jornadas de debate, etc. ¡Fijate en nuestros materiales por carrera qué espacios existen!

Y activxs desde los cursos... En los últimos años se dieron experiencias incipientes de discusión y organización desde los cursos que tomaron la forma, desde el año pasado, de “Cuerpo de Delegadxs”. ¡Tenemos el desafío de profundizarlas, de llenar los cursos con nuestra voz y nuestras ideas, haciendo que el conocimiento llegue a los pasillos y la discusión política inunde las aulas!

Y llenemos de contenido nuestras asambleas… Porque no son espacios de unxs pocxs, sino que son abiertas a la participación de todxs. Porque apostamos a decidir sin representantes, sino asumiendo el protagonismo colectivo en esta historia. Muchos debates quedan pendientes… ¿cómo queremos que funcione nuestro comedor en la sub sede de Constitución? ¿Y el resto de los espacios asumidos por el CECSo? ¿Cómo enfrentemos la política de criminalización de la protesta hoy? ¿Cómo logramos mejorar nuestras condiciones de cursada y de trabajo en nuestra facultad? ¿Cómo logramos superar la pasividad en nuestra formación? ¿Cómo ser parte de las decisiones?

Ciclos de cine Encuentros de debate y formación: - Charla Estudiás y Trabajás: ... - Seminario Arte,Teoría, Política: ... - Seminario movimientos sociales - Charla sobre criminalización de la pobreza y la protesta social. - Jornadas sobre Coproducción - ¿Qué ves? ¿Cómo te informás?

Grupo de Estudio sobre Estado y Políticas Públicas... Para seguir disputando la forma en que producimos conocimiento en la facultad y también su contenido. Nos preguntamos: ¿Cómo entender la intervención del Estado en una sociedad capitalista? ¿Cómo entender la "relación" entre política y economía?¿Cómo es el proceso por el cual se conforman las políticas públicas? ¿Es por Iniciativa de la clase trabajadora? ¿De la clase dominante? ¿A qué sujeto se dirige la política social? ¿Cuáles son sus efectos políticos y económicos? Nos encontramos cada 15 días, los días viernes en el horario de 17 a 19 hs., subsede Constitución.

Materiales de discusión y formación: ¡acercate a nuestra mesa a chusmear revistas temáticas, libros y materiales que la biblioteca no te muestra! En nuestro transcurso por la universidad reside la potencialidad de la producción de conocimiento crítico, y para ello es necesario la formación continua. Próximamente vas a poder encontrar nuestras revistas por carrera (todavía las estamos armando, así que si querés, podés participar con tus producciones). No te olvides de pedirnos los materiales que hicimos para cada carrera, donde vas a encontrar más iniciativas.

No te quedes afuera… que no te silencien la voz… Construyamos un Centro de Estudiantes que no nos tenga por espectadorxs, ahora es cuando.

“Quien esté vivo no diga 'jamás', lo firme no es firme, todo no seguirá igual. Cuando hayan hablado los que dominan será el turno de los dominados ¿Quién puede atreverse a decir 'jamás'? ¿De quién depende que siga la opresión ? De nosotros ¿De quién que se acabe ? De nosotros también. ¡Que se levante aquél que está abatido! ¡Aquél que está perdido, que combata! ¿Quién podrá detener a aquél que conoce su valor ? Pues los vencidos de hoy son los vencedores de mañana y el 'jamás' se convierte en 'hoy mismo'". Página 5


Marzo del 2011

a cambiar

están así

Las cosas no son así,

y las vamos n e

Propuestas para organizarnos Asambleas

¿Dónde está?

La Asamblea es el máximo órgano de toma de decisiones del gobierno del Centro que supone la participación activa y directa de los estudiantes. La democratización real que ésta asuma depende de la participación y compromiso de todos y todas en pos de una construcción colectiva. Las asambleas trazan los objetivos fundamentales y acciones que el Centro debe desarrollar durante el año, y también pueden ser convocadas toda vez que se considere necesario resolver problemas coyunturales. A su vez, en ellas se discute el trabajo en Comisiones y propuestas que provengan del Cuerpo de Delegados y el Cuerpo Colegiado, así como también, el funcionamiento de estos espacios.

Cuerpo de Delegados

Es el encargado de desarrollar la discusión entre los estudiantes rompiendo con la artificial separación que dictamina que en las aulas se estudia y se “habla de política” en los pasillos. Los delegados y delegadas (revocables y rotativos) tienen la tarea de llevar lo discutido en sus cursos a una reunión general abierta y volver a ellos con lo que allí se haya planteado. La reunión de delegados será resolutiva en base a mandatos mayoritarios.

Cuerpo Colegiado Es el espacio de representación permanente. Está compuesto por 15 miembros de diferentes listas elegidos anualmente de manera proporcional en elecciones no obligatorias. La idea es que en períodos de baja movilización garantice, en reuniones semanales, las funciones básicas del Centro de Estudiantes. Estas son: convocar a Asambleas ordinarias, llamar a elecciones del Cuerpo de Delegados y del Cuerpo Colegiado, viabilizar recursos para las Comisiones de Trabajo y garantizar que se forme una comisión abierta revisora de cuentas.

Comisiones de trabajo Son ámbitos de participación abierta a todos los estudiantes donde se discuten y garantizan actividades propuestas por las asambleas, delegados y en las mismas comisiones. Las actividades son financiadas por un presupuesto que surja de los balances sobre los ingresos obtenidos de los servicios. Además, las propuestas más importantes deben ser refrendadas por la Asamblea, así como también la creación de nuevas. Durante este año funcionaron varias comisiones: de Movimiento Estudiantil, por el Edificio Único, de Prensa, de Cultura, de Organización y Participación Estudiantil, de Situación Política, de Reforma del Plan de Estudios de Trabajo Social, de Política Educativa, de Apoyo a las Luchas Obreras, de Seguridad, entre otras. Proponemos que se incorpore una de Organización General que interrelacione comisiones que están tratando temas similares y articule las distintas acciones de las comisiones así no se superponen.

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