EDITORIAL
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| Segunda quincena de Julio 2014 | El Visor Boliviano
DESDE LAS MISMAS TRINCHERAS Definitivamente los tiempos van cambiando, por suerte. Peleado, con pasos para adelante, con alguno para atrás, pero definitivamente cambia, cambiamos. Nadie se imaginaria estar en un tiempo así, hace una década atrás era impensado que un campesino llegue a ser presidente, unas mujeres manejen los países más poderosos de América, un militar aclamado por las clases más pobres, un presidente que inicie los juicios a los militares que encabezaron una dictadura. No, definitivamente no. Para cada uno de esos países significaron cambios importantes, simbólicos, estructurales, dogmáticos, y cada uno pudo concretarlos de la manera que supo nivelar las distintas tensiones que despiertan de sectores que, acostumbrados a recibir los favores para sostenerse y crecer alimentada por la miseria que el pueblo tenía que soportar. Esas tensiones son distintas en cada país, en algunas más arraigadas que en otras, algunas con mayores complicidades que otras, pero sin duda difíciles de “hacerles frente”. Ese “hacerles frente” implica una planificación, voluntad y contexto. Aunque parezca mentira, el contexto es importante para que se pueda llegar a concretar los avances, claro, podemos discutir mucho sobre qué significa para cada uno avances, ya que algunos solo son capaces de entenderlo en la parte económica, pero sin restarle importancia, se ponen en juego muchas otras opciones de esos avances. El contexto también tiene que ver con los tiempos de las sociedades, entenderlos, aprovecharlos o hasta empujarlos, son decisiones que cada gobernante tiene que tomar. Ya que su rol, en las sociedades es limitado, no es lo mismo que el gobierno chileno plantee el derecho al aborto que lo haga el gobierno argentino. Son distintos tiempos de procesos sociales. El pueblo chileno con más de una década vivida en un gobierno militar, se entiende de otra forma, tal vez más conservadora- quiero hacer aquí una aclaración sobre las generalidades, ya que si bien no son justas para leer correctamente los comportamientos sociales, facilita el desarrollo de la idea que intentamos contar- que la sociedad argentina que viene del proceso judicial a gran parte de los militares que participaron en el último golpe de estado. ¿Será por eso que Argentina es uno de los primeros países que se im-
plementa el casamiento entre personas del mismo sexo? ¿O será que es el primer gobierno que toma esa decisión? La verdad es que se pueden hacer miles de lecturas de esa situación, cada uno hace la que le interese más, los oficialistas, los opositores, los anti. Pero para entender esos procesos también tenemos que leer esas tensiones que las sociedades suelen tener ante medidas que un gobierno decide adoptar. Muchas personas y organizaciones salieron a mostrar su oposición a una ley como esa, incluyendo las cartas que por entonces arzobispo Bergoglio aduciendo que “es una movida del Diablo”. Sin embargo un estado había tomado la decisión de llevarla adelante, reconociendo o aprovechando, según como cada uno lo quiera interpretar, la lucha de muchas organizaciones sociales de diversidad sexual sostuvieron y difundieron con un gran trabajo de base. Esas luchas son importantísimas a la hora de marcar agenda, claro que esa agenda tiene que ver mucho con la voluntad política del gobierno de turno, dudo que un político con una tendencia más conservadora siquiera atienda esa agenda. Pero también son medidas, leyes, que marcan un paso al desarrollo de la sociedad. Evidentemente era impensado hace una década siquiera. Bolivia viene teniendo otro desarrollo, o mejor dicho, está en otro momento de ese desarrollo. Con un desarrollo económico importante, pero con luchas inter-
nas muy intensas. El desarrollo de su clase media, la nueva composición y la experiencia con las luchas sociales de hace más de una década atrás, hacen que sea difícil su comprensión. Cada vez son más las organizaciones que plantean cuestiones similares en distintos ámbitos. Recientemente se promulgó la ley que permite el trabajo infantil en Bolivia y tuvo miles y distintas repercusiones en la sociedad. ¿Qué significa que un gobierno con un desarrollo tan importante como éste, implemente una ley como esta? Para algunos solo es la muestra de un gobierno que va en contra de su discurso, para otros en la legalización del trabajo infantil, para otros la posibilidad de que las empresas puedan utilizar mano de obra precaria y los otros, el reconocimiento del gobierno que no se puede hacer cargo de la erradicación de esa forma de trabajo. Sin embargo en la confección de dicha ley participaron organizaciones de niños trabajadores. Entonces, de parte del Estado, ¿no significa el escuchar a un sector?. Claro que ese interés político por escuchar a las organizaciones las tenemos que entender que varía, fluctúa, según los intereses que pongan en juego y el poder que tienen los sectores en las tensiones que generan. Nadie quiere que en un año, momento, electoral una institución grande como la iglesia.
Es por eso que las organizaciones de diversidad sexual en Bolivia tienen otros retos, otros tiempos en los cuales tener/ buscar esos protagonismos que los partidos políticos saben muy bien cómo aprovechar. Prueba de ello es el nuevo es el nuevo código de familias recientemente promulgado en Bolivia, que desconoce otras formas de composición de las familias. También las omisiones que se hicieron ante las declaraciones de un diputado ante una intervención de Mujeres Creando. Son tiempos en los cuales a este tipo de organizaciones les toca seguir luchando en las mismas condiciones que hace más de una década, con un gobierno más arrimado hacia la izquierda, pero no por ello dispuesto a avanzar con esos derechos que, como en otros tiempos, no son parte de los pasos pensados, por lo menos en unos cuantos años. Al gobierno argentino en lugar de costarle votos, que que fue planteado antes de las elecciones, la Ley de Matrimonio Igualitario le significó la sumatoria de muchos votos de parte de sectores impensados. Diferente es la situación en estos lados, donde recientemente se cumplieron cuatro años de la promulgación e implementación del matrimonio entre personas del mismo sexo, resistido por sectores fuertes de la sociedad, pero era clara la decisión de llevarla adelante.
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