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MARTIN LUTHER KING EL ASESINATO DE
El 4 de abril hace 55 años fue asesinado el líder de los derechos civiles de los Estados
Unidos Martin Luther King. Tenía 39 años cuando se asomó al balcón de un hotel de Memphis, Tennessee, y recibió un disparo en el cuello. James Earl Ray fue condenado a 99 años de prisión por el crimen, pero nunca se pudo demostrar si se trató de una conspiración o de un asesino solitario.
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Nacido en Atlanta el 15 de enero de 1929, King era hijo de un pastor bautista y siguió sus pasos a comienzos de los 50, en plena segregación racial. A los 25 años se radicó en Montgomery, Alabama, uno de los estados más racistas del país, para ejercer su misión. Allí, en 1955, se produjo el boicot del autobús, en respaldo a Rosa Parks, una mujer afroamericana que se negó a cederle el asiento a un hombre blanco en un autobús, en abierta violación a las leye s segregacionistas. El boicot duró un año, hasta que la Corte Suprema declaró ilegal la segregación en lugares públicos.
A partir de ese momento King se transformó en una figura pública, vigilado por el FBI, que encabezaba Edgar Hoover y quien lo acusaba de comunista. El gobernador de Alabama, George Wallace, odiaba a King e intentó prohibir que los afroamericanos fueran a las universidades de ese estado. Mientras las campañas de King en Albany y Birmingham, en el corazón del sur racista, se convertían en actos masivos, los grupos racistas respondían con atentados y bombas.
El 28 de agosto de 1963 su movimiento organizó una multitudinaria marcha en Washington. Allí, el reverendo brindó su discurso más trascendente, durante el cual repitió varias veces “Yo tengo un sueño”. “Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su personalidad. ¡Yo tengo un sueño hoy!”, aseguró ante miles de personas. “Yo tengo el sueño de que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día, allí mismo, en Alabama, pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas”.
En 1964, el gobierno de Lyndon Johnson promulgó la Ley de los Derechos Civiles, que marcó el fin legal de la segregación. Ese año, King fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
Al año siguiente, encabezó la marcha de Selma a Montgomery, en respuesta al llamado “Domingo sangriento”. Las 25 mil personas reunidas allí acuñaron la expresión “Black Power”. Ese mismo año, Johnson promulgó la ley que garantizó el derecho al voto sin restricciones a todos los ciudadanos negros, y fue asesinado Malcolm X, el otro dirigente religioso negro que lu chaba contra el racismo desde el islam.
Más adelante, King amplió su lucha a las desigualdades sociales y se manifestó en contra de la intervención norteamericana en Vietnam. Así siguió recorriendo el país hasta su asesinato el 4 de abril.
Dos meses después, fue asesinado e l hermano de JFK, Robert Kennedy, quien en plena campaña presidencial culpó del asesinato de King a los grupos segregacionistas.
“Martin Luther King dedicó su vida al amor y la justicia entre los seres humanos. Él murió a causa de ese esfuerzo. En este día difícil, en este momento difícil para los Estados Unidos, tal vez esté bien preguntar qué clase de nación somos y en qué dirección nos queremos embarcar”.
(Con información de “Página/12”)
Cohen se declaró culpable en 2018 de mentirle al Congreso para encubrir que estaba negociando el proyecto de la Torre Trump en Moscú en nombre de Trump durante su campaña presidencial. Cohen también se declaró culpable en un caso federal paralelo de infracciones a las leyes que regulan el financiamiento de las campañas y otros cargos con relación a los pagos para acallar señalamientos de relaciones sexuales extramaritales. Después de que fiscales federales declinaron interponer cargos contra Trump en el caso de dinero para comprar silencio, un exfuncionario policial le dijo a The Associated Press que los fiscales albergaban inquietudes en torno a la confiabilidad de Cohen en su papel de testigo. Fiscales federales creían que estaba lejos de estar claro que Trump pudiese ser declarado culpable de un delito relacionado con el financiamiento de su campaña, incluso si un jurado creía los alegatos de Cohen de que el exmandatario ordenó los pagos para acallar acusaciones de relaciones sexuales extramaritales.
Trump ya ha indicado que podría intentar lograr que el caso sea trasladado fuera de Manhattan, y el martes escribió en redes sociales que debería ser procesado en Staten Island. Dijo que ese distrito — que es más conservador que el resto de la ciudad de Nueva York— es “un lugar muy imparcial y seguro”.
El exmandatario también podría alegar que la prescripción del delito —que es de cinco años para la mayor parte de los delitos graves en Nueva York— ya se cumplió porque los pagos para comprar silencio y los reembolsos a Cohen ocurrieron antes.
Hubo algunas extensiones a las prescripciones durante la pandemia de COVID-19, y la ley estatal también puede detener el reloj con respecto a la prescripción de un delito cuando un potencial demandado se encuentre continuamente fuera del estado. Trump visitó Nueva York raras veces durante los cuatro años de su presidencia y ahora vive la mayor parte del tiempo en Florida y Nueva Jersey. Sus abogados podrían cuestionar si la pausa en el cómputo del tiempo para determinar si un delito prescribió o no es aplicable a funcionarios elegidos que trabajan en Washington.
“Este caso tiene algunas cuestiones muy buenas para que la defensa litigue en torno a ellas”, dijo Duncan Levin, abogado defensor de la ciudad de Nueva York y exfiscal de Manhattan. “Bajo ninguna circunstancia es un caso sencillo”.