ENSAYO DE CRÍTICA ARQUITECTÓNICA TEMA: Estadios deportivos; Estadio BBVA BANCOMER
José Antonio Villalón Emanuel Nahum Blanco
Intoducción En este proyecto hablaremos sobre los estadios deportivos, sitios en los que la gente no solo va a pasar un buen rato y relajarse, sino a sufrir, llorar, disfrutar, gritar y demás emociones, resultado de todo lo que los deportes pueden generar en las personas. Repasaremos su historia, desde antes incluso de que los deportes modernos existieran, su evolución desde los primeros recintos hasta los que aún no se construyen, también como estos influyen para que la experiencia del aficionado y de quién participa directamente del deporte sea especial y diferente en cada estadio. Finalmente, analizaremos el recientemente construido estadio BBVA Bancomer de la ciudad de Monterrey, veremos como se relaciona con la ciudad y su repercución en el contexto inmediato.
Historia antigua: Un estadio, no es un edificio cualquiera, no es “una adición más” al catálogo de infraestructura en una ciudad, los estadios, en algunos lugares, son casi templos “religiosos” a los que la gente acude cada 15 días para ser parte de la historia de su esquipo y tratar de influir en ella. Estos lugares, tienen una importancia tremenda para la gente de cada ciudad o pueblo. Pero no siempre fueron lugares de encuentro entre equipo y aficionados, no siempre fueron la “casa” de un equipo, los deportes modernos no existían y el mismo estadio albergaba todas las competencias y atletas. Los primeros eventos deportivos en forma, de los que se tiene registro, son las olimpiadas de la Grecia antigua, que se celebraron entre los años 776 a.C. y 393 a.C., estos se celebraban cada 4 años y participaban las distintas ciudades estado de la región griega. Las competencias que se celebraban originalmente eran, lanzamiento de jabalina, lanzamiento de disco, salto de longitud y carreras. Para esto, fue necesaria la construcción de un estadio que tuviera la capacidad de albergar la cantidad de gente que acudía. Es así como se construyó el estadio de Olimpia, que tenía capacidad para 50mil personas, gradas de barro y hierba alojaban a las personas e incluso un gran altar en la cabecera norte enmarcaba el recinto. Sin embargo, este primer antecedente, era básicamente una depresión en el terreno, en torno a la cual se delimitó bien el área de competencias y a su alrededor, en la pendiente del terreno, tendrían lugar las gradas. La siguiente evolución de los estadios deportivos, quizá con mucha influencia y herencia griega, viene de los Romanos, que tomarían los modelos olímpicos de estos, para realizar sus propios recintos, mejorando incluso a sus antecesores. Los Romanos tenían tres edificios que formaban la infraestructura de “entretenimiento” del pueblo, el teatro, el anfiteatro y el circo romano. El circo romano, a diferencia de los primeros estadios griegos, se encontraba en casi todas las ciudades del imperio, y esto ayudaba a crear un efecto que se ve hasta nuestros días y es el hacer que la gente se sienta identificada con el edificio y signifique algo para ellos. En el circo romano se realizaban carreras, espectáculos y representaciones de guerras del imperio, estos recintos eran muy alargados, teniendo remates circulares en las cabeceras, al centro la arena medía entre 200 y 400 metros de longitud, dependiendo el lugar y contaban con una “espina” que la dividía en dos, para formar el “ovalo” que da lugar al circuito en el que se realizaban las carreras. Estos edificios contaban con aforos muy variados teniendo al “Circo máximo de Roma” como el mayor exponente, se dice que podía albergar hasta 300 mil espectadores.
Al mismo tiempo que en el imperio Romano se construían los circos romanos, se realizaban también los anfiteatros, que como mencionamos antes, formaban parte de los tres edificios destinados a entretener al pueblo. Estos se diferenciaban de los teatros, porque formaban un circulo completo en torno a una arena, mientras los anteriores, eran de forma semicircular. En estos recintos, no se celebraban competencias estrictamente “atléticas” o “tradicionales” ya que aquí se realizaban todo tipo de espectáculos desde lucha de gladiadores, luchas de animales, representaciones bélicas con esclavos, o básicamente, cualquier cosa que a los gobernadores se les ocurriera. Estaban formados por cuatro zonas principales, la más cercana a la arena era para los cenadores y altos cargos, la zona media para la plebe y la superior se dividía entre mujeres y personas sin derechos. Su construcción empezó siendo de piedra tallada, pero después comenzaron a utilizar los primeros concretos. Al igual que los circos romanos, había anfiteatros en muchas ciudades del imperio, lo que creaba lazos con los pobladores que acudían regularmente a los distintos eventos. El ejemplo más conocido de estos recintos era el Coliseo, que antes se conocía como “Anfiteatro Flavio”, debido a que fue durante la dinastía Flavia que este se construyó y después cambio al nombre actual debido a la gran estatua de Nerón (coloso de Nerón) que se encontraba frente a él. Fue construido entre el año 72 y el 80 después de Cristo. Tenía capacidad para albergar hasta 65mil espectadores, y en él se celebraban todo tipo de espectáculos, siendo los más impresionantes, y esto como opinión propia, las representaciones de batallas navales, si, batallas navales en un recinto del primer siglo. Para esto contaba con una tecnología con la que aún tienen dificultades los estadios hoy en día, un sistema de drenaje muy efectivo y además controlable, que permitía llenar de agua la totalidad de la arena y con profundidad suficiente para introducir barcos de guerra reales y así llevar a los Romanos un espectáculo 20 siglos adelantado a su época. Además, contaba con una techumbre ligera que brindaba sombra a los espectadores de forma nunca antes vista. Estaba formada por una estructura ligera con telares que podía desplegarse y plegarse mediante un sistema de poleas. Se sabe poco de esta estructura, pero sin duda es otra muestra más del increíble avance de este imperio. De aquí en más, los recintos deportivos y de entretenimiento avanzaron muy poco, y se dejaron un poco de lado para priorizar otros ámbitos e intereses. Incluso el Coliseo se dejaría de usar para sus fines originales tan solo 500 años después, más tarde sus materiales serían utilizados para otros edificios, además de los daños resultantes de varios terremotos y el resultado es lo que nos queda hoy en día. Daremos un salto de unos 1800 años, cuando la población volvió a interesarse por los deportes y el acudir a ellos de forma masiva, se crearon nuevos deportes y disciplinas que tomarían fuerza, pero nos centraremos principalmente en el deporte que mundialmente mueve mayor cantidad de personas y que da pie a la creación de estos nuevos edificios que volverían, después de varios siglos, a ser protagonistas en las ciudades, el futbol
Historia moderna: Nos situamos ahora a mediados del siglo XIX, en el condado de South Yorkshire, Inglaterra, en la ciudad de Sheffield. Un deporte que está tomando fuerza y relevancia entre la población, principalmente la clase trabajadora, está creciendo de forma muy rápida, los partidos jugados principalmente entre equipos de diferentes fábricas son cada vez más concurridos y, por lo tanto, la necesidad por alojar a los primeros entusiastas y curiosos es más y más grande cada año. Entonces, el que es uno de los primeros equipos del mundo, el Sheffield FC, con la ayuda del gobierno local, construyó, en 1855 el “Bramall Lane”, El estadio pertenece actualmente al Sheffield United, qué se formó unos 30 años después. En esa época, muchos otros equipos que empezaban a tener una gran base de aficionados siguieron la iniciativa del Sheffield y construyeron sus propios estadios, que, en un inicio, y durante varios años, no contaban con butacas, por lo que la gente que acudía, debía estar de pie, además, esto permitía albergar a muchas más personas. Estos primeros estadios eran muy sencillos, normalmente de madera y con techos a dos aguas, que normalmente tenían columnas del lado de la cancha por lo que estas bloqueaban la visibilidad, no contaban con mayores amenidades, y eran incómodos, sin embargo, quizá por cuestiones económicas o de tradición, aún podemos ver graderías o secciones de estadios modernos con esas características. Un gran ejemplo de esto es el estadio “Craven Cottage”, del Fulham, que juega en la primera división del futbol inglés y que mantiene la esencia de su estadio, construido en 1896 y rediseñado en 1905 por el arquitecto escoces Archibal Leitch, del que hablaremos más adelante. Actualmente cuenta con la tribuna más antigua en todas las divisiones del futbol inglés (prácticamente no ha sido remodelada, únicamente recibe mantenimiento), esta tribuna es llamada “Jhonny Haynes Stand”, y mantiene su estructura de madera y acero, así como la mayoría de sus asientos individuales. El resto de las tribunas del estadio si han sido remodeladas en diferentes épocas. Un elemento importante, es la cabaña “estilo suizo” que se encuentra en una de las esquinas del estadio, misma que alberga unos cuantos asientos exclusivos para la familia y sorprendentemente, los vestidores, que el gran arquitecto Leitch olvidó planear en el proyecto original. Esta cabaña fue construida en honor a la cabaña que existía originalmente en el terreno cuando el equipo inició la construcción del estadio. Esta cabaña, junto con la fachada de la “Jhonny Haynes Stand” están protegidas por la ley, por lo que no se pueden modificar, ayudando así a proteger este histórico edificio.
Archibald Leitch. Seguimos en Inglaterra, en gran medida porque fueron los que más temprano se desarrollaron en cuanto a infraestructura deportiva, sobre todo en cuanto a estadios de Rugby y de Futbol, pero todo este progreso no se podría entender sin el gran arquitecto escoces Archibal Leitch. Nacido en 1865, es conocido por haber diseñado una gran cantidad de estadios a lo largo de Gran Bretaña e Irlanda. Se puede decir que fue el encargado de marcar la tendencia en cuanto a este tipo de proyectos a inicios del siglo XX, el primer estadio que diseño, y con el cual empezó a forjar su reputación, fue el “Ibrox Park”, del club Rangers de Escocia, al que apoyaba desde niño. Sus estadios eran conocidos en un inicio por ser más funcionales que estéticos. La mayoría contaba con dos niveles de tribunas, teniendo la más alta un barandal de acero en “x” muy característico de este arquitecto. Las cubiertas estaban hechas de un esqueleto metálico y eran a dos aguas, dirigiendo una de ellas a la cancha y colocando, de cara al campo y arriba de esta, un frontón con algún elemento distintivo del equipo local. Su primer proyecto en Inglaterra, fue justamente una nueva tribuna para el “Bramall lane”, estadio que como mencionamos antes, es el más antiguo del mundo. Pues para 1902 ya requería aumentar su capacidad y es así que fue comisionado para construir la “Jhon Street”, que contaba con 3000 asientos y espacios para 6000 personas de pie. Leitch dañó su reputación debido al “desastre de Ibrox”, el primer estadio que construyó, en el cual 25 personas perdieron la vida a causa de un derrumbe en la estructura de madera de una de las graderías. Sin embargo, logró convencer a los dueños del club de que lo volvieran a contratar para la reconstrucción y en el proceso patento una nueva forma de fortalecer la estructura de las tribunas. De ahí en adelante tendría el reconocimiento de toda la Gran Bretaña por los próximos 40 años en los cuales participaría en la construcción y diseño de más de 20 estadios. Estos son algunos de los proyectos en los cuales participó: Anfield Road (Liverpool), Arsenal Stadium (Highbury, Arsenal), Old Trafford (Manchester United), Goodison Park (Everton), White Hart Lane (Tottenham), Villa Park (Aston Villa), Molineux (Wolverhampton. Son solo algunos de los más importantes y algunos de ellos siguen siendo utilizados por sus equipos, con varias remodelaciones posteriores en unos casos y algunos otros han sido demolidos para construir nuevos, sin embargo, la huella y el estilo que dejó en Inglaterra y su influencia para el resto de Europa y el mundo es admirable e innegable.
Siglo XX Habiendo dominado la escena mundial, el futbol inglés en la primera mitad del siglo, pasamos ahora a mediados del mismo, en el cual veremos como el fenómeno del futbol tomaba fuerza en diferentes puntos y veremos cómo en cada región se interpretaba y se llevaban a cabo los proyectos y construcción de estadios. Además del crecimiento natural de este deporte a nivel mundial, se presentaron dos eventos que impulsarían aún más la construcción de estadios, las renovadas Olimpiadas y el novedoso “mundial” de futbol, que llevarían a un solo país a varios deportistas y aunque no eran fenómenos que, como en nuestros días, arrastran enormes cantidades de aficionados de todo el mundo, sí generaban mucho interés en el aficionado local, por lo que para acoger estos eventos surgió la necesidad de contar con estadios mucho más grandes. Para el primer mundial de la historia, Uruguay 1930, se construyó un enorme estadio, el “Centenario” que para ese momento era el más grande del mundo fuera de las Islas Británicas, contaba con capacidad para 90,000 espectadores (recordando que muchas plazas eran de pie, hoy en día su capacidad se redujo a 60,000 espectadores), este estadio rompía con los estándares o los “canones” establecidos por el Arq. Leitch, ya que cambiaba totalmente la concepción de cómo debería ser un estadio de futbol. El arquitecto encargado, Juan Antonio Scasso, proyectó una planta ovalada, casi circular, dejando de lado las plantas rectangulares que, por influencia británica, se usaban en todo el mundo. Además, el estadio no tenía cubierta, en Inglaterra era mucho más necesario que la gente estuviera protegida por la cantidad de lluvias, pero al estar en Uruguay esto no parecía tan necesario. Otro punto importante, es que el “Centenario” fue construido completamente en concreto armado, dejando las estructuras de madera y sin necesidad de usar estructuras metálicas. Los otros dos estadios de este mundial ya estaban construidos desde tiempo atrás y mantenían el estilo inglés “original”, pero tampoco tenían cubiertas en las gradas. La novedosa propuesta, el diseño y la difusión del evento del que formaba parte, provocó que este estadio lograra ser una novedad de gran impacto a nivel mundial.
La propuesta y el diseño en este estadio, si bien gustó en todo el mundo, no fue muy reproducida en Europa, sin embargo, podemos ver el mismo modelo, o la misma idea reproducida a lo largo y ancho de Sudamérica durante los años siguientes. Estadios con plantas ovaladas o en algunos casos circulares, sin cubiertas (originalmente), dos niveles, con las cabeceras superiores ligeramente separadas de las tribunas centrales. Además, las butacas se encontraban lejos de la cancha, lo cual chocaba con la idea inglesa de tener al público muy cerca de los jugadores. El “Monumental” de River Plate, es un ejemplo de cómo se replicó el modelo, las mismas características generales, pero con el “plus” de incorporar una pista de atletismo, con la esperanza de poder albergar unos juegos olímpicos, cosa que no consiguieron. Inaugurado en 1938, y diseñado por los arquitectos José Aslan y Héctor Ezcurra, tenía una capacidad de 66mil espectadores, pero llegando a albergar hasta 80mil en competencias importantes, actualmente su aforo oficial es de 75 mil plazas. Otro de los ejemplos más grandes, del modelo iniciado en Uruguay es el “Maracaná”, inaugurado en 1950, diseñado por el arquitecto Miguel Feldman, entre otros. Era el estadio más grande del mundo, y lo fue por muchos años, hasta que, por renovaciones propias, y grandes estadios surgiendo en el plano internacional, fue siendo relegado de su puesto como el mayor coloso del futbol, pasó de albergar casi 200,000 personas en la final del mundial de 1950 a las 75,000 que según la FIFA pueden acceder hoy en día. Si lo analiza mos y comparamos con el “Centenario”, podemos ver la planta circular/ovalada, los dos niveles de tribunas, el gran espacio entre cancha y gradas, pero con la excepción de que el maracaná si contaba desde su inauguración con un pequeño techo en la parte superior. Originalmente contaba con 25 filas de asientos en la parte más baja, después, se encontraban las tribunas, sin butacas, y más arriba, la zona general en la que, de pie, podían entrar esas enormes cantidades de personas. Fue el primer estadio en contar con zona VIP, la cual contaba con restaurantes y Bares. Tenía varios niveles de palcos con todas las comodidades. Contaba también desde sus inicios con alojamiento para deportistas, restaurantes, lugares de esparcimiento, zona médica de gran capacidad, etc. En Europa, al mismo tiempo, se empezaban a construir grandes estadios ya que los equipos y el deporte en sí, iban cobrando mayor popularidad, en España, el Camp Nou (1957), el Bernabéu (1947), el Sanchez Pizjuan (1958), Vicente Calderón (1966), y muchas más estadios construidos o remodelados en las mismas décadas contaban con características que los hacían similares entre sí. La descripción básica o general en la que todos ellos podrían entrar es la siguiente: Cuentan con una tribuna principal de dos o más niveles, con zona de palcos y algunas otras comodidades especiales, esta tribuna está claramente diferenciada de las otras graderías y cuenta con cubierta, a diferencia del resto del estadio que está abierto. Las otras tres tribunas están unidas, y son mayormente rectas con las esquinas redondeadas, formando una especie de herradura en torno a la cancha y a la tribuna principal, estas podían tener, en el caso de los equipos pequeños, únicamente un nivel, o dos o más en el caso de los más populares. Remodelaciones posteriores, llevarían a la grada principal a ser superada en altura y niveles por el resto, como podemos ver en los estadios citados y en muchos más.
Este estilo se haría muy presente en España durante la segunda mitad del siglo y sería muy característico, manteniéndose desde equipos y estadios muy pequeños hasta los más grandes, sin embargo, hoy en día, esta morfología del estadio español se ha perdido en las nuevas propuestas y proyectos, mismos que veremos más adelante. En Italia también se daría un estilo propio, teniendo varios estadios de la época una influencia que venía de las décadas de los veinte o treinta donde el movimiento fascista utilizaba la construcción de estadios como medio de propaganda, e incluyendo en varios casos, pistas de atletismo. Pero contaran con pista o no, los elementos eran igualmente repetidos entre unos y otros. Dos tribunas paralelas al campo, rectas, y con cubierta (a veces solo una de las dos), y las cabeceras curvas y sin cubierta. El estadio “Nazionale”en Roma, el “Stadio del Littoriale” en Bologna, el “Giovanni Berta” en Florencia son ejemplos de esto. En el resto de países también contaban con tendencias locales bien establecidas, como los Alemanes, con plantas muy cuadradas cubiertas, o en Europa del este, donde daban mucha prioridad al modelo de estadio olímpico, ovalado en torno a una pista. Lo que sí es igual en cualquier caso, es que estos estadios, donde fuera que se situaran en cada ciudad, lograban ser catalizadores de la zona, llevando progreso a estas partes de la ciudad y activando la economía de las mismas.
Siglo XXl Desde finales del siglo pasado y lo que llevamos de este, es difícil ver una tendencia regional en cuanto a la construcción de estadios, debido a la globalización que se ha dado den las últimas décadas, o al poder económico que ha ido creciendo en el futbol, por ejemplo, como vimos antes, en Inglaterra casi todos los estadios tenían cubiertas, pero en otras regiones del mundo no era así, no era estrictamente necesario y era un “lujo” que se podían ahorrar los equipos, sin embargo en los últimos años, la capacidad económica ha aumentado al grado de que una cubierta o techo pasa de ser “lujo” a ser fundamental en los estadios.
Lo que queremos decir, es que los factores o características individuales o regionales que influían en el diseño de un estadio ahora no se notan tanto, permitiendo que estos sean más “piezas de arte” y que podamos tomar casi cualquiera y ponerlo en cualquier parte del mundo, quitando a aquellos que cuenten con elementos distintivos y culturales propios de la ciudad o país donde se sitúan, cosa que veremos casi únicamente en las fachadas, ya que los interiores de los estadios si mantienen su homogeneidad. Sin embargo, no todo son nuevos recintos, al nuevo siglo, llegamos con estadios con muchos años de historia pero que han sufrido remodelación tras remodelación, teniendo varias ampliaciones en diferentes épocas, provocando que en algunos casos el crecimiento de un mismo estadio se vea muy disperso en cuanto a tipos de estructuras, tamaño e inclinación de tribunas, estilo propio de las mismas, etc. Nuevamente en Inglaterra podemos ver muy buenos ejemplos al respecto de esto, casi cualquier estadio, en primera o segunda división, que siga siendo el original, tendrá 4 tribunas, y lo normal es que estas 4 hayan sido construidas en diferentes momentos conforme el equipo se podía permitir hacer una renovación, y esto se nota ya que es muy evidente la diferencia entre tribuna y tribuna. Anfield Road, estadio del Liverpool, es quizá el más importante con esta característica, ya que hasta hace dos años seguía teniendo una de las tribunas más viejas de Inglaterra y la demolió para crear una totalmente nueva, mucho más grande. También podemos ver que las otras tres tienen diferencias enormes entre sí, provocado por lo que comentamos. En muchísimos estadios de los que hablamos en un principio ocurre esto.
Siguiendo con este tema viene el aspecto urbano y el de donde situar un estadio. Sí un equipo, como está ocurriendo mucho en años recientes, se propone construir un estadio totalmente nuevo (Real Madrid, Atlético, Barcelona, Valencia, Tottenham, Roma, Chelsea), debe primero decidir, si buscar un nuevo sitio para ese estadio o demoler el actual para reconstruir en el mismo terreno. Esto es una decisión que afecta tanto a los aficionados como a los ciudadanos en general. Cuando se opta por construir en un nuevo sitio, este generalmente estará en las afueras de las ciudades, lo que afectará el traslado de los aficionados, llevando a que el nuevo proyecto no tenga el éxito deseado, como le pasa a las Chivas con su nuevo estadio. Además, como dijimos antes, los estadios son catalizadores, por lo que en donde situarlos afectará en buena medida la dirección en la que crece una ciudad por lo que deberían apegarse al plan de desarrollo correspondiente. La otra posibilidad en cuanto a terreno, es que este termine estando en un área verde dentro de la mancha urbana, pero, como pasó con los Diablos Rojos del México, de béisbol, estos predios eran áreas correspondientes a espacio público para dos delegaciones por lo que la gente no quedo muy contenta en la zona.
Cuando deciden construir el estadio en el mismo sitio, los aficionados se deben sentir satisfechos porque, a lo largo de los años ellos ya generaron fuerte arraigo con el lugar en el que se encuentra el estadio, que es parte de la “magia” del mismo. En el caso del Toluca, se presentó, esta situación, pudiendo el equipo haber decidido construir en un nuevo sitio, alejado del centro, decidieron mantener su tradición de ser un estadio muy céntrico y rodeado del verdadero sabor de ciudad, lo cual genera una fuerte conexión con el aficionado local. Otro de los ejemplos más importantes, es el nuevo “Wembley”, uno de los estadios mejor planeados y más bellos del futbol mundial, y del deporte en general. El estadio de Wembley, el original, fue construido en 1923, y era un estadio multipropósito que contaba con pista de atletismo, este estadio fue el ícono del futbol inglés, y más aún desde que Pelé la denominó “La catedral del futbol”, en el mundial de 1966. Aquí jugaba la selección de Inglaterra casi todos sus partidos y fue sede también de los juegos Olímpicos en 1948, así como de finales de copa en el plano local. Sin embargo, el recinto fue quedando obsoleto, y en 2002 se tomó la decisión de demolerlo. La idea sería crear, en el mismo sitio, una nueva “Catedral del futbol”, que con una nueva interpretación pudiera recrear ese sentimiento generado por su predecesor. El encargado de esto, sería el renombrado arquitecto Norman Foster, quién terminaría de hacer realidad este proyecto en 2007, cuando el coloso de 90,000 plazas fue inaugurado. Una de las características principales del nuevo proyecto es su arco, que atraviesa el estadio a lo largo, en referencia a la cancha y mide 315m de largo, haciendo de este el nuevo ícono, que supliría a las antiguas “Columnas de Wembley”, situadas en el acceso principal al antiguo estadio y que eran todo un símbolo. En el interior, podemos decir que todo está perfectamente bien logrado, ya que este es uno de los estadios en los que mejor visibilidad se tiene desde todas las plazas. Pero Foster no lo hizo todo el solo, trabajo en conjunto con uno de los mejores estudios arquitectónicos en cuanto a instalaciones deportivas se refiere, nos referimos a “Populous”, que han sido encargados de proyectos como el “Emirates Stadium” del Arsenal, “Estadio da Luz” del Sporting Lisboa, el Soccer City en Johanesburgo, el “Aviva stadium” en Dublin, y el estdio “BBVA Bancomer” del Monterrey. Este estudio dice que su enfoque es “La construcción de contenedores de emoción para la energía colectiva de masas apasionadas”. Y como podemos ver, son uno de los estudios responsables de la nueva generación de estadios.
Estadio BBVA Bancomer Continuando con demoliciones, estadios, nuevos, sitios, tradición, y afectaciones urbanas ya sea positivas o negativas, pasamos ahora al estadio protagonista de todo este texto, el “BBVA Bancomer” del club de Futbol Monterrey. Un estadio y un proyecto que definitivamente se encuentra en un nivel superior a sus rivales en la liga nacional, y podría tranquilamente estar situado en cualquier parte del mundo. Antecedentes Como no era de extrañarse, una construcción monumental en un contexto como lo es la república mexicana genera polémica de opiniones, y es que no podría ser de otra forma si como propuesta principal se plantea colocar el estadio dentro de una reserva territorial, reserva conocida como el Cosque de la Pastora. Un bosque digno de preservarse, que se consideraba el pulmón urbano de la zona y que pese a irregularidades del gobierno en turno sufrió su segunda reducción en cuestión de área de su historia, seguido del anuncio por parte del gobernador de la construcción del nuevo estadio del corporativo FEMSA (impulsora de carácter privado) y que buscaba en palabras del mismo gobernador; “En la medida en que a través del fútbol impulsemos el cariño para ídolos de la afición que representen valores positivos, habrá más espacios para generar mejores ciudadanos y para también contribuir al mejora miento de los valores colectivos en aspectos tan importantes como el combate a la delincuencia, a la violen cia y al crimen organizado.” (Medina, R. 2009) En el comunicado se menciona que dentro de las 25 hectáreas donadas para la construcción del estadio no se encontraba ningún bosque y que buscaría ser un catalizador urbano para el beneficio de los habitantes de Nuevo León. Inmediatamente después del anuncio manifestantes de todas las edades, ideologías y géneros se hicieron presentes con argumentos muy sólidos de por qué no se debería construir una edificación de tal magnitud dentro de una reserva territorial tan importante para la región, pero una vez más los intereses político-económicos se hicieron presentes y las manifestaciones no sirvieron de mucho. Fue así que las zona y área metropolitana de Monterrey se vio despojada de más de 15 millones de metros cuadrados de áreas verdes.
Pese a todos estos problemas como antecedentes la “pasión” por el futbol domino sobre otros intereses (o es así como lo plantearon los dueños del equipo), la ciudad recibe esta obra de infraestructura con calidad mundial y que una comunidad tan febril por este deporte se merecía, si bien se pueden cuestionar los métodos lo que nos e puede cuestionar es la calidad de la obra arquitectónica en sí. El estadio es una faena a la ingeniería y arquitectura deportiva. Fue inaugurado el 2 de agosto del 2015, y el principal responsable por el diseño del mismo, fue como se mencionó antes, el estudio “Populous”, teniendo como resultado una propuesta fenomenal y con varios elementos importantes a destacar. Analizando los ejemplos dados, como proyectos importantes de este estudio, vemos que guardan bastantes similitudes, y es esto a lo que nos referíamos al decir que, en cuanto al interior de los estadios actualmente, hay bastante homogeneidad, y se dejan un poco de lado factores climáticos propios de cada región, el estadio de monterrey, sin tomar en cuenta la fachada, podría ser sustituido por el estadio Aviva, de Dublín, y funcionarían de la misma forma. Sin embargo, esto puede ser positivo para esta firma, ya que, al hacer sus estadios de la misma forma, dejan un sello y se hacen más reconocibles para la gente.
El estadio cuenta con una capacidad para 53,500 espectadores, mide 265 metros de largo por 223 metros de ancho, y tuvo un costo de 200 millones de dólares. Tiene 324 suites, dos restaurantes, zona comercial, estacionamiento para 3500 coches. En el tema estructural, cuenta con un volado de 55 metros en su punto más largo, y una estructura de columnas en “V” que sostiene las tribunas. Un punto importante y en este caso, positivo, es que, a la hora de planear un estadio, se deben considerar cantidades adecuadas de asientos, ya que, en ocasiones, se proyectan estadios mucho más grandes de lo que se necesita cubrir, como es el caso del Puebla, pero en el caso del Monterrey, esto se llevó a cabo correctamente, aunque el recinto no se llene en cada jornada, se cuenta con una capacidad suficiente para albergar partidos oficiales de la FIFA sin llegar a los excesos.
En fachada podemos ver como si se toma en cuenta el sitio en el que se emplaza el estadio y recupera el tema de la fundidora, uno de los sitios característicos de la ciudad y lo aplica en una piel que le ganó el apodo de “el gigante de acero”, aunque esta es de aluminio ligero y policarbonatos. Otro acierto en la fachada, es el haber dispuesto las placas de aluminio de forma similar a branquias de tiburón, ya que dejan un espacio entre una placa y otra, permitiendo el paso de luz y ventilando el interior. Un aspecto que no se toma mucho en cuenta en los estadios, son las vistas, ya que lo normal es que toda la importancia recaiga en la cancha y no en lo que hay fuera, pero en este caso se dio mucha importancia a permitir que el cerro de la silla sea visto desde las tribunas del estadio, para lo cual se decidió deformar el estadio, disminuyendo la altura de una de las cabeceras de forma que esta no bloqueara la visibilidad al exterior, detalle que podría verse, de primera vista un tanto extraño desde fuera, debido a que rompe con la simetría del estadio, pero una vez que el aficionado entra al recinto, se da cuenta de la gran decisión de diseño que se tomó.
El BBVA Bancomer es el estadio más vanguardista de México y posiblemente se encuentra en los primeros del mundo, pero ¿Es suficiente para obviar los antecedentes de impacto ambiental que se evadieron? La propuesta de retorno sostenible que se plantearon es para muchos extremadamente corta y se podría apreciar como una limosna al contexto inmediato, pocas áreas públicas, uso de energías renovables, certificación leed plata y le reutilización de materiales a la hora de la construcción son algunas cosas de las que ofrece el estadio, pero por mucho que se propongan ciertas estrategias para resarcir el daño ¿Acaso no es mejor no hacer el daño en primer lugar?
ENSAYO DE CRÍTICA ARQUITECTÓNICA TEMA: Estadios deportivos; Estadio BBVA BANCOMER
José Antonio Villalón Emanuel Nahum Blanco