Autores: Almudena Vega - Poesía Miguel Ángel Emérico - Diseño e ilustración
Blog del libro - http://dirtygeneration.wordpress.com
Índice:
- Biografías
Página 03 - 04
- Prólogo
Página 07 - 08
- La realidad duda
Página 09 - 10
- Dirty Generation
Página 11 - 12
Almudena Vega, nace en Málaga. Es flautista, escritora y traductora. Actualmente reside en Londres, donde está terminando su Master en Trinity College of Music. Como flautista toca por Europa en distintas orquestas y grupos de cámara. Ha publicado Corvus Corax, premio Alea Blanca 2008. Aparecerá en Sangrantes, la antología seleccionada por Luna Miguel próximamente. http://ladisonanciadelospajaros.blogspot.com
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Miguel Ángel Emérico, nace en Las Palmas de Gran Canaria. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Granada. Actualmente vive en Madrid. Como artista realiza exposiciones y desarrolla proyectos culturales para diferentes entidades. Artista visual, calígrafo e ilustrador. De él mismo dice que siempre ha disfrutado “manchándose” y lo seguirá haciendo.
www.emerico.es
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“Los niños soportan el mundo que los adultos han construido para ellos, intentan adaptarse a él lo mejor que pueden; lo más normal es que al final lo reproduzcan.” Michel Houllebecq
Prólogo
UNA ESTRELLA, UNA JAULA, UNA CALLE, UNA VENTANA
El libro de Almudena Vega es el libro de un viaje, un viaje sin retorno, un viaje que no intenta toparse con un destino. Ella es tú, ella es ellos, ella es nosotros. Nos ofrece lugares comunes, una estrella, una jaula, una calle, una ventana. Mira hacia atrás y hacia adentro con ojos que han visto demasiado, busca la infancia entre palabras de las que apenas quedan sus huesos, como esas estrellas que se deshacen de tiza en el suelo, como ese suicidio que pende sobre la idea de sobrevivirnos a cada instante, para acabar escribiendo encerrada en su estómago. Porque la garganta es una jaula de la que no tratamos de hallar salida, nos conformamos con ser aquello que los otros dicen que ven o lo que escupe un espejo –pero los espejos siempre han sido lugares sucios, como esa generación de la que habla, pienso. Y esa realidad que convierte la imaginación en un producto, dice, un producto dispuesto para ser consumido, siempre desde la duda que ofrece la posibilidad de elegir, cuando elegir supone 07
un salto al vacío. Y esa añoranza de una luna blanda, ahora que la luna muerde la mano que le da de comer, lejos de aquella tranquilizadora canción de cuna. Pero ella no podía traducir la carne –¿quién puede?–, y se entrega, dócil por momentos, a la súbita tranquilidad de la simetría. El libro de Almudena Vega es el libro de un viaje. Un viaje por calles que recorre con pies propios y ajenos, calles que son inhóspitas, allí, aquí, porque la distancia no las hace tan diferentes. Calles que desembocan en el cuarto donde quiso ensuciar con su generación a esos chicos más jóvenes que ella –¿acaso por ello más limpios? Calles que la dirigen con miedo aunque decidida hacia el recuerdo de su padre, hacia las drogas que evitan el choque con un yo maleducado, un yo que arrastra nostalgia y dolor a partes iguales. Calles que Miguel Ángel Emérico nos muestra desde sus ojos, a veces amables, a veces bruscas, hirientes, donde hay elegantes hombres de traje, pájaros, sexo, bebés, serpientes, gente sombría, dudosa, todo eso que las imágenes de Almudena vierten en forma de palabras, igual que las líneas que traza sobre el papel y que la llevan de vuelta a Rilke, a imaginarlo como su amante, a escribir desde ese vientre que, como dice, es una ventana rota, para terminar con su particular aullido, ella que tiene la impresión de llegar tarde permanentemente, pero tarde a dónde, me pregunto, si este viaje no es, como dije, un viaje sin retorno, un viaje que no intenta toparse con un destino.
Juan Bello Sánchez 08
La realidad duda Mi realidad es un suicidio frágil. La realidad es un nido construido de pelo y lagrimales. Mi realidad es como el mimbre si fuese suave. La realidad, que convierte la imaginación en un producto. Mi realidad es algo que estalla dejando muy pocas posibilidades. La realidad es la piel de la simetría. Mi realidad es un sorbete de píxeles. La realidad es estar de espaldas. Mi realidad es una piel cetácea. La realidad es una diana de jabón bajo la lluvia. La realidad eyacula sobre mi realidad y luego duda.
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Dirty generation La nuca cae sobre el apellido y nada. Sigue sin ocurrir nada. Quisimos destrozar un acto simple, hacer del sol neurosis o esperar que el horizonte reventase en nuestra nuca para arrancar la esquizofrenia de ser vertebrados. Ah el horizonte...su palabra lineal es promesa, una ruina; el hueso y la memoria se devoran. Sí, demasiado plural para que compense lo sé, años ochenta, somos la imaginería de vuestro tedio. Lo que ocurre sigue sin ocurrir, nada es todavía y aún...aún es sobredosis; qué haremos del aullido ante un vacío imaginario, madres: otra promesa, sollozan vuestras tripas macilentas evocando un jardín de infancia; los muchachos eternos esperan como pozos manchados del número como un atlas: "usted se encuentra en este punto " y no es más que un punto rojo sobre el mapa genealógico.
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G moja
GeneraciĂłn pĂxel; una pantalla encendida para
ver el arcoĂris