CAROLINA ROMO OJEDA: Nací en Ipiales el día 10 de Julio del año 2002 y tengo 13 años. Mis padres son Celina Ojeda y Manuel Romo y mis 2 hermanos son Daniela Romo y Juan Manuel Romo de 11 y 18 años respectivamente. Mi mamá es economista y empleada en CEDENAR y mi papá es abogado independiente. Crecí en una casa del barrio Mistares y a mis 2 años entré al jardín infantil “Montessori” donde me gradué de preescolar a mis 6 años. En el año 2009 entré a estudiar a la Institución Educativa Sucre a grado Primero. Cursé toda mi primaria en el Colegio Sucre y ahora sigo en esta misma institución cursando el grado Octavo en la jornada de la mañana. En mi colegio practico baloncesto en el equipo de la institución. Siempre he sido una buena estudiante y algunas de mis materias favoritas son inglés y Matemáticas donde siempre hay algo nuevo e interesante por aprender; Cuando sea adulta quisiera viajar alrededor de todo el mundo y trabajar en diferentes partes del mundo investigando y descubriendo cosas completamente nuevas.
Dedicado a… Todas las personas que se han convertido en animales salvajes y que han abandonado la razón, la unión y el amor… Deseo que todos reflexionen en lo que nos convertimos cuando damos espacio a la ira y no al amor
Cuando la primavera llegaba todos los animales sal铆an de su hibernaci贸n y observaban el cielo azul y el verde de las plantas que llegaba con la nueva estaci贸n.
Todos los animales jugaban muy contentos por la llegada de la primavera, las mariposas volaban muy alegres; el zorro, salĂa a buscar su cena; los conejitos, saltaban y se correteaban por el verde pasto y los pajaritos cantaban dulces melodĂas mientras volaban alrededor de todo el lugar.
Las criaturitas aprovechaban la mejor estaciĂłn del aĂąo para divertirse y sobretodo alimentarse muy bien; pero no solo los animales aprovechaban esta estaciĂłn, los humanos abusaban del verde de la naturaleza y de la alegrĂa de los animales para salir de caza y acabar con toda la flora y fauna del bosque. A los animalitos aunque les gustaba la primavera, no podĂan salir con libertad y tranquilidad por el miedo a ser cazados.
Los animales no toleraban que se adueĂąaran de su hogar, asĂ que en la asamblea del bosque decidieron resistir y no rendirse ante los humanos.
Al tercer dĂa de primavera los humanos no esperaron para sacar lo que mĂĄs pudieran del bosque, llevaron toda su maquinaria y muchos hombres para empezar a saquear el bosque.
Los animales se juntaron justo en frente de la maquinaria que llegaba con todos los hombres y no se movieron por todo el dĂa, y asĂ los hombres no podĂan pasar.
Los hombres estaban furiosos porque no podían empezar a saquear el bosque, empezaron a gritar y gruñir, así que cada vez por su furia se parecían más a unas bestias animales.
Los animales, al contrario, cada vez actuaban con más sensibilidad, unión y amor, que cada vez se asemejaban más a los hombres cuando eran sensibles y tenían corazón.
Los animales resistieron y festejaron porque lograron quedarse con su hogar, los hombres no tocaron ni una sola rama de su querido bosque, no podĂan concentrarse ni comportarse bien porque se habĂan convertido en seres que nadie podĂa reconocer.
Los humanos se fueron, pero ya no molestarían en el bosque, por lo tanto, el único lugar que les quedaba era la ciudad, cuando llegaron, empezaron a hacer de las suyas, molestaban a las personas, les quitaban sus pertenencias, entraban salvajemente a las casas y se llevaban todo, otros, decían ser del gobierno pero se comportaban brutalmente y se llevaban lo que querían. La furia y los malos deseos, habían convertido en bestias y animales a los hombres, y aunque ellos no se miraban como bestias, si se comportaban como tales.
Los animales si se miraban como bestias pero actuaban unidos y con mucho amor. Así, cada día la ira se adueñaba del lugar y más bestias dañaban y hacían mal a los hombres decentes que todavía quedaban. Pero los animales cada vez se convertían en los hombres buenos que antes tenían amor, unión y un corazón puro. Algunas personas que aun poseen algo de amor solo esperan que los hombres dejen de comportarse como animales salvajes y vuelvan a ser los hombres de amor que Dios creó hace mucho tiempo. Fin…