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«Hay una gran turbación en este momento en el mundo y en la Iglesia, y lo que está en cuestión es la Fe...». S.S Pablo VI. «Los tiempos de florecimiento o colapso dentro de la historia de la Iglesia siempre fueron asociados con el manejo de la Santa Eucaristía». Mártir y Santo Cardenal John Fisher, † 1535 «¡Si un Ángel del Cielo viniera a anunciar un evangelio distinto del que por mí se os ha anunciado, sea anatema!... No es que exista otro evangelio, sino que son herejes quienes pretenden alterar la verdad». San Pablo - Carta a los Hebreos
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ÍNDICE Introducción.........................................................................................................................................5 Para recordar: Milagro Eucarístico ....................................................................................................6 Razón I: Por el desconocimiento del Dogma de la Transubstanciación........................................7 Gráfico sobre la importancia de los Fragmentos Eucarísticos ........................................................14 Razón II: Por los Fragmentos que quedan en la mano y que no se pueden ver .........................24 Razón III: Por el olvido de la bandeja de la Comunión...................................................................29 Razón IV: Por la purificación que no se realiza al tocar la Santa Hostia......................................36 Razón V: Porque es una autocomunión..........................................................................................64 Razón VI: Porque la Iglesia y los Santos están en contra de esta costumbre.............................65 Catecismos......................................................................................................................................65 Concilios y Sínodos.........................................................................................................................67 Santos .............................................................................................................................................69 Sumos Pontífices ............................................................................................................................73 Santo Tomás de Aquino..................................................................................................................79 Razón VII: Porque no hay urgente necesidad de tocar el Sacramento ........................................81 Razón VIII: Por la oposición de los Obispos a esta costumbre ....................................................83 Razón IX: Por ser fruto de una rebeldía minoritaria.......................................................................90 Razón X: Porque se desobedece a DIOS ........................................................................................91 Obediencia indiscreta......................................................................................................................96 Razón XI: Por ser costumbre protestante .......................................................................................98 Razón XII: Por la duda de la cita de San Cirilo de Jerusalén que aprueba la “comunión en la mano” ...............................................................................................................................................101 Razón XIII: Porque antes no era igual que como es hoy la Comunión en la mano...................103 Razón XIV: Por ser una práctica desusada de ya mucho tiempo ...............................................108 Razón XV: Porque favorece profanaciones y sacrilegios............................................................110 Condena de DIOS por la negligencia en su obra de parte de sus siervos, y gracia para los que son fieles en las cosas pequeñas ........................................................................................................116 Razón XVI: Porque el Sacerdote necesita tocar el Sacramento para Consagrar y distribuirlo, el Laico en cambio, no........................................................................................................................118 Razón XVII: Porque tocar encierra cierta expresión de dominio sobre la Santa Hostia. ..........119 Razón XVIII: Porque no se toca cualquier cosa, sino al mismo DIOS ........................................120 Razón XIX: Porque no existen fundamentos Bíblicos para justificar el rito de la “comunión en la mano”, sino más bien para denegarlo.......................................................................................121 Razón XX: Porque la “comunión en la mano” de hoy es excesivamente informal ...................125 Razón XXI: Porque es una osadía tremenda.................................................................................126
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Razón XXII: Por la dignidad del Sacramento ................................................................................127 Razón XXIII: Porque no se profana una imagen o un objeto, sino al mismo CRISTO...............128 Razón XXIV: Por ser una idea masónica .......................................................................................130 Razón XXV: Porque el Cielo no aprueba esta costumbre ...........................................................133 Razón XXVI: Porque la ceremonia se prolongaría excesivamente si se “comulga en la mano” ..........................................................................................................................................................137 Razón XXVII: Por sus frutos ..........................................................................................................138 Razón XXVIII: Porque no se piensa en dar la adoración requerida para con JESÚS ...............140 Razón XXIX: Por ser una de las causas de la crisis en la Iglesia ...............................................144 Objeciones más comunes de los que apoyan la “comunión en la mano”.................................146 Conclusión a manera de Razón XXX: Por JESÚS ........................................................................151 Anexos .............................................................................................................................................153 Bibliografía.......................................................................................................................................156
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INTRODUCCIÓN La crisis de fe por la que pasa la Iglesia en estos momentos, nos hace pensar e inquietarnos frecuentemente: ¿por qué la Iglesia tiene que pasar por todo esto? ¿qué es lo que hace perder la fe de muchos católicos? ¿por qué las Iglesias se han vaciado? ¿por qué la falta de amor y reverencia para con los ritos Sagrados? ¿cuál es la razón de toda esta desacralización?, etc, etc. Por una parte, podríamos responder que son los mismos miembros de la Iglesia los causantes de esta crisis de fe. Pero vale preguntarnos: ¿qué hacemos para frenar esta crisis, para abolirla? Muchos no hacen nada, talvez se quedan contemplando el triste panorama y esperando para que alguien haga algo o el que está arriba de la orden, o el que está en el error recapacite. Pero no debe esperarse eso para que las cosas cambien, sino que se debería empezar el cambio desde cada miembro, cada comunidad, con gestos sencillos y concretos. Uno de estos gestos es el de frenar y abolir esta costumbre protestante-desacralizadora que se ha introducido abusiva y clandestinamente en la Iglesia: La comunión en la mano. He recopilado los esfuerzos de hermanos que creen sin dudas en la transubstanciación y que conocen lo dañino de esta nueva práctica, que, como veremos a continuación, no tiene nada de semejante con el pasado. Esfuerzos, que de uno u otro modo los he conocido en la internet, y que han servido para reunir las muchas razones por las que se debe abolir esta práctica lo más pronto posible. Consideré oportuno colocar la imagen de portada de este libro a CRISTO sufriente y dividido en miles de partes, pues representa de manera más fiel lo que sucede al darse la comunión en la mano y negligentemente dejar caer partículas de CRISTO vivo sin observarse las normas prescritas por la Iglesia para el cuidado de las mismas, una de las razones principales por las que debe finalizar ya esta profanación al Cuerpo de CRISTO. Espero que estas treinta razones para dejar de dar y recibir la comunión en la mano puedan servir a los que la apoyan: Sacerdotes o fieles, inconsciente o conscientemente sepan de lo que en realidad sucede al efectuarse, consideren pues, abolir o frenar esta costumbre, y, si lo desean, promover y mantener la tradición apostólica sobre el cuidado que en todos estos siglos la Iglesia ha tenido para con el manejo de la Santa Eucaristía, esto es: la comunión en la boca y de rodillas.
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Para recordar: Uno de muchos milagros Eucarísticos. Milagro Eucarístico en Lanciano, Italia En el siglo VIII, un monje de la Orden Basiliana, mientras celebraba la Santa Misa en la Iglesia de los Santos Legonziano e Domiziano en Lanciano, dudando de la consagración, asistió con gran asombro junto a los feligreses presentes, a la trasformación de la hostia en Carne y del vino en Sangre. Después de varias investigaciones hoy el Milagro Eucarístico se conserva en la Iglesia de San Francesco, en un precioso relicario de plata. En particular, la Carne tiene una forma redondeada, con un diámetro de entre 55 y 60 mm., de un color entre amarillo oscuro y marrón. La lámina de tejido se presenta sutilizada y ampliamente lacerada en la parte central, debido a su retiro hacia el borde externo, donde se encuentra levantada en pliegues. Es evidente que se trata de un órgano con cavidad, visto en sección trasversal, histológicamente reconocido como corazón. La parte inferior, más espesa, puede ser identificada como ventrículo izquierdo; la parte superior, más delgada como es habitual, puede ser identificada como el ventrículo derecho. A lo largo de los siglos, la Carne milagrosa ha sido objeto de manipulaciones reiteradas que han llevado a la pérdida de partes centrales como la pared interventricular, de la cual sólo han quedado rastros en la base, entre los dos ventrículos. Además, la única cavidad actual fue perdiendo agua, con la consiguiente momificación y reducción de dimensiones. La Sangre del Milagro Eucarístico, contenida dentro de un antiguo cáliz de vidrio, se presenta bajo el aspecto de 5 fragmentos del peso total de 15.18 gramos, de color amarillo-marrón y de consistencia uniformemente dura. En 1574 se hicieron pruebas de la Carne y la Sangre y se descubrió un fenómeno inexplicable. Las cinco bolitas de Sangre coagulada son de diferentes tamaños y formas. Pero cualquier combinación pesa en total lo mismo. En otras palabras, 1 pesa lo mismo que 2, 2 pesan lo mismo que 3, y 3 pesan lo mismo que 5. Este resultado está marcado en una tabla de mármol en la Iglesia. A través de los años se han hecho diversas investigaciones. Nuestro Señor se ha permitido ser pinchado, cortado, examinado a través de microscopio y fotografiado. A las distintas investigaciones eclesiásticas siguieron las científicas, llevadas a cabo desde 1574, en 1970-71 y en 1981. En estas últimas, el eminente científico Profesor Odoardo Linoli docente en Anatomía e Histología Patológica y en Química y Microscopía Clínica, con la colaboración del Profesor Ruggero Bertelli de la Universidad de Sena, utilizó los instrumentos científicos más modernos disponibles. Los análisis, realizados con absoluto rigor científico y documentados por una serie de fotografías al microscopio, dieron los siguientes resultados: *La Carne es verdadera Carne. La Sangre es verdadera Sangre. *La Carne y la Sangre pertenecen a la especie humana. *La Carne está constituida por el tejido muscular del corazón. En la Carne están presentes, en secciones, el miocardio, el endocardio, el nervio vago y, por el relevante espesor del miocardio, el ventrículo cardiaco izquierdo. *La Carne es un CORAZÓN completo en su estructura esencial. *La Carne y la Sangre tienen el mismo grupo sanguíneo (AB). *En la Sangre se encontraron las proteínas normalmente fraccionadas, con la proporción en porcentaje, correspondiente al cuadro Sero- proteico de la sangre fresca normal. *En la Sangre también se encontraron estos minerales: Cloruro, fósforo, magnesio, potasio, sodio y calcio. *La conservación de la Carne y de la Sangre, dejadas al estado natural por espacio de 12 siglos y expuestas a la acción de agentes atmosféricos y biológicos, es de por sí un fenómeno extraordinario. Fuente: Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y María. El milagro Eucarístico de Lanciano.
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RAZONES PARA NO DAR NI RECIBIR LA “COMUNIÓN EN LA MANO” RAZÓN I: POR EL DESCONOCIMIENTO DEL DOGMA DE LA TRANSUBSTANCIACIÓN “Comulgar en la mano” sin que a alguien le importe o ignore sobre las partículas que quedan en su mano, estaría cometiendo un verdadero Sacrilegio y negando el dogma de la “transubstanciación”, tanto de la partícula completa como de sus fragmentos como la Iglesia enseña. Esto de la “comunión en la mano” es claramente un gesto contra el dogma de la “transubstanciación” y sobre la doctrina infalible de la Iglesia sobre la presencia real de CRISTO en los fragmentos más minúsculos de la Santa Hostia, veamos lo que nos dice la doctrina dogmática de la Iglesia sobre la Transubstanciación: El Concilio de Florencia
“La forma de este sacramento son las palabras con que el Salvador consagró este sacramento, pues el sacerdote consagra este sacramento hablando en persona de Cristo. Porque en virtud de las mismas palabras, se convierten la sustancia del pan en el cuerpo y la sustancia del vino en la sangre de Cristo; de modo, sin embargo, que TODO CRISTO SE CONTIENE BAJO LA ESPECIE DE PAN Y TODO BAJO LA ESPECIE DE VINO. TAMBIÉN BAJO CUALQUIER PARTE DE LA HOSTIA CONSAGRADA Y DEL VINO CONSAGRADO, HECHA LA SEPARACIÓN, ESTÁ CRISTO ENTERO. El efecto que este sacramento obra en el alma del que dignamente lo recibe, es la unión del hombre con Cristo.1
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Cfr. D-698, Denzinger, Barcelona, Editorial Herder, 1963.
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Concilio de Trento Cánones sobre el santísimo sacramento de la Eucaristía:
«Si alguno dijera que en el sacrosanto Sacramento de la Eucaristía permanece la substancia del pan y del vino junto al cuerpo y la sangre de N. S. J. C., y negara esa admirable y singular conversión DE TODA la substancia del pan en el cuerpo y de toda la substancia del vino en la sangre, permaneciendo solamente las especies del pan y del vino, conversión que la Iglesia católica llama “Transubstanciación”, ¡SEA EXCOMULGADO!». 2 «Si alguno afirma que en el admirable Sacramento de la Eucaristía no está el Cuerpo y la Sangre de N. S. J. C. apenas hecha la consagración, sino solamente en el momento del uso, mientras es recibido, y no ya antes o después, y que, en las hostias o partículas consagradas, que después de la Comunión sean reservadas, no permanece el verdadero cuerpo del Señor, ¡SEA EXCOMULGADO!»3. ¡No basta! El Sacrosanto Concilio de Trento agrega una vez más: «Si alguno NEGARA… QUE JESUCRISTO SE ENCUENTRA TOTALMENTE BAJO LAS PARTES INDIVIDUALES DE CADA UNA DE LAS ESPECIES, PRODUCIDA LA SEPARACIÓN, ¡SEA EXCOMULGADO!» 4
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Ibid. D-884, Ibid. D-886. Ibid D-885.
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Ahora, es un dogma de fe, el hecho de creer en la presencia real de CRISTO en la partícula consagrada, aún en las más nimias que estas fueran hechas la separación. Pero, si la Iglesia claramente nos da a entender que CRISTO está hasta en la partícula más pequeña de la Santa Hostia, ¿por qué ha tolerado y permitido que los fieles la “reciban en la mano” y que los Sacerdotes y Obispos la den? Como veremos luego, la Iglesia con dolor tuvo que tolerar esto, pero nunca lo ha aprobado, y nunca ha dejado de aceptar hasta el último canon de los que vimos y demás, sobre la presencia Eucarística de CRISTO en la más nimia partícula.
Pero, vale preguntarnos ahora, ¿por qué a muchos Sacerdotes les da igual las partículas que se desprenden de una Hostia “de tamaño normal” y aún los Laicos cuando reciben “la comunión en la mano” no revisan sus manos para ver si quedó o no fragmentos?
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Es un misterio ¿o no? El Pbro. Dr. Luigi Villa, director de la revista Chiesa Viva, nos explica sobre los errores de los que ponen en duda el magisterio infalible de la Iglesia sobre esta materia, en su libro: ¿Comunión en la mano? ¡NO! ¡es Sacrilegio!, de la cual recomiendo vivamente su lectura: Los pseudo-teólogos de hoy no se refieren ya a un “concepto físico”, sino a un “concepto antropológico”5, por el cual, según sus Autores, «nadie llama más pan a un trozo triturado y reducido a polvo»6; de aquí el descuido de los “minúsculos fragmentos” de pan que permanecen en el mantel y en la píxide, (esto es lo mismo que decir que nadie llama más “agua” a una “gotita” de 1 mm y que casi ni se ve; cabe señalar que esto dicen hoy en día muchos Sacerdotes Católicos en lo referente a los Fragmentos minúsculos, algunos se justifican diciendo que observar esto: “es escrúpulo”) porque, para los teólogos del “Catecismo holandés”, «no son presencia de Cristo»7 aun si, por el contrario, el solemne Magisterio de la Iglesia enseña que la «presencia de Cristo es verdadera, real y substancial bajo cada parte individual del pan consagrado; justamente porque cada “parte”, por pequeña que sea, como lo había ya definido el Concilio de Florencia (1439-1445), hablando de la “transubstanciación” y de la “substancia”, afirmando que «en cada parte” del “pan consagrado”, sean cuales fueran las dimensiones, «totus Christus continetur sub specie panis et totus sub specie vini. Sub qualibet quoque parte hostiae consecrate et vini consecrati, separatione facta, totus est Christus»8. Como también el Concilio de Trento lo repitió, luego, en otros términos, con la misma fórmula: «Totus enim et integer Christus sub panis specie et sub quavis ipsius specie parte…»9«… Et sub singulis cuiusque speciei partibus…»10.
En su “Profesión de fe” (30 de junio de 1968) ¡Pablo VI confirma aún la doctrina de la transubstanciación! Por lo tanto, es errado lo que sostienen los teólogos (?!) del “Catecismo holandés” que «Cristo está presente hasta tanto subsista lo que el “buen Cfr. “Catecismo Holandés”, p. 417. Ibid. 7 Ibid. 8 Cfr. D-698, Denzinger, Barcelona, Editorial Herder, 1963. 9 Ibid D-876. 10 Ibid D-885. 5 6
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sentido puede llamar todavía pan”»; y que «nadie llama ya pan a un trozo triturado y reducido a polvo», por lo cual los “minúsculos fragmentos” que permanecen sobre el mantel del altar no son (…) presencia de Cristo»11.
Ahora estos, sin embargo, son argumentos insostenibles, porque: - El Magisterio de la Iglesia enseña que la presencia de Cristo es “verdadera, real y substancial”12 y no “ut in signo vel figura, aut virtute”, sino que el Sacramento Eucarístico contiene a Cristo total: ¡Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad!13 en cada parte individual del pan consagrado. Del resto, aun científicamente, cada “parte”, en cuanto minúscula, es y permanece verdaderamente “pan”: «…sub qualibet quoque parte hostiae consecratae…», como afirmaba ya el Concilio de Florencia, y reconfirmado, luego, por el Concilio de Trento: «… totus enim et integer Christus sub pane specie et sub quavis ipsius speciei parte…» 14, «… et sub singulis cuiusque speciei partibus…»15, justamente porque «Cristo está presente, en este Sacramento, a la manera de las substancias, ósea de la misma manera en que la substancia está presente bajo las propias dimensiones; es decir (de modo indiviso e indivisible) no a la manera en que la cantidad extensa de un cuerpo está en la cantidad extensa del espacio. Entonces está claro que la naturaleza de una substancia está toda en todas las partes de las dimensiones que la contienen. En todas las partes del aire, por ejemplo, está toda la naturaleza del aire, y en todas las partes de un pan está toda la naturaleza del pan…»16. Entonces, las especies del Pan y del Vino, bajo cuyos velos se oculta JESUCRISTO en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, permanecen en los “fragmentos” por el hecho de que conservan la apariencia del pan, o para decirlo mejor: «rationem panis servant». Aun el ojo, por ejemplo, los distingue de los fragmentos de la madera o de la piedra caliza, mientras que el electro-microscopio nos los presenta en la plena estructura del pan con la secuencia molecular de todos sus hidratos, de donde tenemos, hoy, una razón más para reconocer la santa reverencia de las Cfr. “Il Nuovo Catechismo Olandese”, Elle Di Ci, Torino Leumann, 1969, p. 417. Cfr. D-883, Denzinger, Barcelona Editorial Herder 1963. 13 Ibid D-874, 876, 883. 14 Ibid D-876. 15 Ibid D-885 Canon 3. 16 Cfr. Sto. Tomás de Aquino, Summa Th., III, q. 11 12
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seculares prescripciones eclesiásticas acerca del respeto debido a los santos “fragmentos”. “Si Jesucristo se hallara presente en la Eucaristía con las condiciones de un cuerpo mortal, desde luego se concebiría la imposibilidad de su presencia: pero hallándose de un modo sobrenatural y milagroso, no puede haber lugar a la expresada duda. Se nos objetará ¿cómo es posible que Jesucristo esté en una hostia tan pequeña como es la que consagra el sacerdote, y que divididas las especies se contenga todo Cristo en tantas partículas como se hayan separado de la hostia? La contestación es tan sencilla y a la vez satisfactoria, basta la evidencia la posibilidad del misterio. Nuestro Señor Jesucristo se pone bajo las especies de pan y vino, no a manera de cuerpo extenso, sino a manera de sustancia; y así como toda la sustancia de pan existe en cuantas partes este se divida, sin que haya sido un obstáculo para ello, los distintos accidentes de extensión, peso etc.; así también es indispensable que todo el cuerpo de Jesucristo se halle en toda la hostia y en cualquiera parle de ella, hecha la separación. La única objeción que nos pueden presentar es, que repugna exista un cuerpo sin las condiciones ordinarias que afectan a la sensibilidad humana, y a la vez unos accidentes sin sustancia a la cual se unan. No tenemos inconveniente alguno en conceder a nuestros adversarios que todo esto no puede suceder de un modo natural; pero no por esto repugna a la recta razón; porque entre las muchas manifestaciones con que los cuerpos se presentan a nuestros sentidos, vemos que estos varían en sus accidentes, pero sin embargo conocemos que existen en ellos ciertas circunstancias inmutables, las cuales se presentan a nuestros sentidos por medio de caracteres externos. Ahora bien: ¿no será posible al que ha creado la naturaleza presentar los accidentes que producen la sensación en nosotros sin sustancia, y a la vez un cuerpo sin estar sujeto a nuestros sentidos? Conociendo nosotros de una manera palpable que los accidentes no son la misma sustancia, es incuestionable que lo podrá efectuar el que ha criado la naturaleza”.17 «El cuerpo de Cristo se halla en este sacramento por modo de sustancia, esto es, por el modo con que la sustancia está sujeta a la dimensión: mas no por aquel modo de dimensión con que la cantidad conmensurable de algún cuerpo, está sujeta a la cantidad conmensurable de lugar. Es así que la naturaleza de una sustancia está toda en la más insignificante parte de las dimensiones en las que se contiene, así como en cualquier parte del aire está toda la naturaleza del aire, y en cualquier parte del pan toda la naturaleza del pan, y esto indiferentemente, ya sean las dimensiones prácticamente divisibles, (como se divide el aire y el pan se parte) ya también indivisibles en la práctica, pero divisibles en potencia; luego Cristo en su totalidad se halla en cualquier parte de las especies de pan no solo cuando la Hostia se parte, sino cuando queda integra.»18
D. Juan Juseu y Castanera, Catedrático de teología dogmática en el seminario conciliar de Barbastro, Refutación analítica de la obra escrita en francés por Mr. Ernesto Renan, Titulada “Vida de Jesús”, Madrid: imprenta de la viuda de D J. C. De la Peña, calle de atocha, num, 149. 1863, Capítulo XVIII. Instituciones de Jesús. p. 340-341. 18 Santo Tomás de Aquino, Quest. 76, art. º3. 17
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Por ello, admitida la “transubstanciación”, se vuelve sacrilegio la dilapidación de los “fragmentos”. Y se hace herético el decir que el «pan, cuando está pulverizado (o lo que YO ya no lo considere como pan…) no subsiste ya como signo indicador del Cuerpo de Cristo…»19. Y entonces, ¿por qué se ha llegado al “permiso” de dar y de recibir la “Comunión en la mano” si, como hemos visto, es claramente un gesto contra el dogma de la “transubstanciación”, tanto de la partícula completa como de sus fragmentos? ¿Cómo pueden excusarse los Obispos que han querido este cambio de rito, cuando la doctrina católica siempre ha querido y sostenido y defendido la Comunión en la boca, por estar más inspirada en la fe en el Misterio eucarístico? ¿Quizá no se dieron cuenta de que obligaban el “pueblo de Dios” a exponerse a peligros gravísimos para el culto y para la ortodoxia? Desafortunadamente, los “hechos” ¡como ahora veremos! - han ya demostrado más que abundantemente la validez de los temores que los más iluminados y ricos en la fe eucarística habían largamente previsto y preanunciado y con autoridad! “Después enseñarán que CRISTO SEÑOR nuestro no está en el Sacramento, como en lugar. Porque el lugar se ajusta con las cosas, según que son grandes o pequeñas. Y no decimos que CRISTO SEÑOR nuestro está en el Sacramento, como grande o pequeño, que es lo que pertenece a la cantidad; sino según que es sustancia. Porque la sustancia del pan se convierte, no en la cantidad chica o grande de CRISTO, sino en su sustancia. Y nadie duda que la sustancia igualmente se halla en un espacio chico, que en un grande. Como la sustancia del aire, y toda su naturaleza tan entera está en una parte pequeña, como en otra mayor: como también toda la sustancia del agua no menos se salva en una ampollita, que en un rio. Convirtiéndose pues la sustancia del pan en cuerpo de CRISTO SEÑOR nuestro, es preciso decir que enteramente está en el Sacramento en aquel mismo modo que estaba la sustancia de pan antes de la consagración: y que esto sea en grande o en chica cantidad es fuera del propósito.”20
Bien hace NUESTRO SEÑOR en su Divina Palabra una referencia un tanto implícita frente al cuidado de lo más pequeño, tratándolo como si fuera grande o muy importante: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis." Mateo 25:40 19
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EL Pbro. Luigi Villa denuncia esto en su libro: Así afirma ese Anónimo de la Queriniana (¡y tantos otros con él!) que hemos ya denunciado: iv. p. 23.
Catecismo del Santo Concilio de Trento, de S.S. Pío V, pág. 139, capítulo IV sobre el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
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Para evitar que las Partículas de la Hostia caigan al suelo y para evitar toda clases de profanaciones involuntarias o voluntarias, la Santa Iglesia ha sido constante en la enseñanza por medio de las rúbricas para cuidar y celebrar digna y santamente el Sacramento, citaremos unos cuantos ejemplos que en la razón número IV desarrollaremos a profundidad. El Sacerdote mantiene unidos sus pulgares e índices para que la partícula más mínima que se haya adherido a los dedos durante la Consagración, y luego de distribuir la Santa Comunión, no caiga al suelo ni sufra la más mínima profanación. El sentido de esto no es el escrúpulo, sino el hecho de que creemos en la Transubstanciación de todas las especies del pan y vino a las sustancias del Cuerpo y Sangre del SEÑOR: Instrucción sobre las rúbricas generales del Misal, de la Sagrada Congregación de Ritos, 9na Edición, 1853 “…Desde la consagración hasta la sunción inclusive, no se separan los dedos pólices de los índices” … “…Y sobre la patena se purificará los dedos al aire, por si en ellos se hubiese pegado alguna Partícula…” Luego de la reforma Litúrgica del Concilio Vaticano II, la Iglesia continúa sin descuidar este cuidado, entonces vale preguntarnos ¿por qué lo descuidan gran cantidad de Sacerdotes? Instrucción General del Misal Romano, Nº 278 sobre las purificaciones, 2007
Sagrada Congregación para el culto divino: Carta "En respuesta a la petición", para aquellos presidentes de las Conferencias de Obispos que solicitaron permiso para entregar la comunión en la mano, 29 de mayo de 1969: AAS 61 (1969) 546-547; Not 5 (1969) 351-353. Numeral 5 “Se debe poner especial cuidado, en no permitir que partículas del pan Eucarístico, caigan al suelo o sean desparramadas…”
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Tertuliano “Por lo cual, por el sacramento del pan y del cáliz, ya hemos probado en el evangelio la verdad del cuerpo y la sangre del Señor en contra del fantasma (propagado) por Marción». «Siendo la Eucaristía algo sagrado, se tiene cuidado, de que nada caiga por tierra: Sufrimos ansiedad si cae al suelo algo de nuestro cáliz o también de nuestro pan». Orígenes «Conocéis vosotros, los que soléis asistir a los Divinos Misterios, cómo, cuándo recibís el cuerpo del Señor, lo guardáis con toda cautela y veneración, para que no se caiga ni un poco de él, ni desaparezca algo del don consagrado. Pues os creéis reos, y rectamente, por cierto, si se pierde algo de él por negligencia. Y si empleáis, y con razón, tanta cautela para conservar su cuerpo, ¿cómo juzgáis cosa menos impía haber descuidado su palabra que su cuerpo?» Redemptionis Sacramentum, Nº 180 “La bandeja para la Comunión de los fieles se debe mantener, para evitar el peligro de que caiga la hostia sagrada o algún fragmento”. Congregación para la Doctrina de la Fe, "De Particulis et frag-mentis hostiarum reverenter conservandis vel sumendis", 2-mayo-1972 «No sólo las hostias que quedan, y las partículas de hostia que se han desprendido de ellas, Y QUE CONSERVAN EL ASPECTO EXTERIOR DEL PAN deben ser conservadas o consumidas respetuosamente, a causa del respeto debido a la presencia eucarística de Cristo, sino que también para los otros fragmentos... Se debe observar lo prescrito sobre la purificación de la patena y el cáliz en las Normas Generales del Misal Romano.» El Cuerpo de Nuestro SEÑOR está contenido completo e íntegramente hasta en la más mínima partícula de las apariencias del pan. Por lo tanto, debe tenerse gran reverencia, respeto y cuidado con estas partículas. Puesto que de esto se trata, ¿por qué habríamos de multiplicar el número de personas que manipulan la Sagrada Hostia, algunas de las cuales son torpes, o no ven bien, o no se preocupan, o no saben, etc., etc.? Para aquellos que creen con una fe viva, la siguiente pregunta bastaría para poner fin a la práctica de la “comunión en la mano”: ¿Qué pasa con las Partículas?
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Por ende estas Sagradas Partículas en donde se encuentra CRISTO entero, se exponen a un gran riesgo de profanación, puesto que, al quedar en la mano del fiel, luego caerán al piso, o con el contacto de otro objeto o persona en donde se quedarán. Y puesto que no se trata de una desgracia, sino de un acto voluntariamente causado, por ser conocido y previsto, ¡ESTO SE CONVIERTE EN UN VERDADERO Y PROPIO “SACRILEGIO” como dirá en este apartado el Pbro. Dr. Luigi Villa: ¿Comunión en la mano? ¡NO! ¡es Sacrilegio!, Cap. El pensamiento de la Iglesia p. 50-51: “Por esto, decimos nuevamente: es teológicamente obligatorio negar la “Comunión en la mano”, porque constituye “sacrilegio”21 la dispersión y la consiguiente profanación de las Sagradas Especies, aun bajo la forma de pequeñísimos fragmentos, ¡pero que son también el Cuerpo santísimo de N. S. Jesucristo! El “sacrilegio” consiste justamente en esto: en el hecho de que, en el dar y recibir la santa Comunión, se desprenden de la Hostia, muy frecuentemente, “fragmentos”, los cuales, mientras con la Comunión dada en la boca se usa (o se usaba) el “platillo” sobre el cual caen — ¡y que luego son recuperados! - con la “Comunión en la mano”, en cambio, los fragmentos que caen se dispersan por el suelo y, en consecuencia, son pisados o arrastrados y, por tanto, ¡inevitablemente profanados! Y como no se trata de una desgracia, sino de un acto que es voluntariamente causado, por conocido y previsto, resulta, por ello, ¡un verdadero y propio “sacrilegio”! De hecho, para el Derecho Canónico, el “sacrilegio” consiste en la «profanación de “personas”, cosas y lugares sagrados o consagrados con rito religioso»22. Y bien, Jesús en el SS. Sacramento ¿no es, quizá una “Persona”? (¡Y qué “Persona”!.. “Hijo de Dios” y DIOS mismo!). Luego, de las “profanaciones” que recibe en el SS. Sacramento, esta es la más grave, porque Su presencia, aun en los fragmentos, está íntegra - ¡Cuerpo, Sangre, Divinidad! - como fue definido por el Concilio de Trento “de fide”, por lo cual quien no cree o desatiende a ello - porque los “fragmentos” acaban inevitablemente en el suelo donde son pisados o arrastrados para terminar en la basura – se convierte en “anatema”, es decir, “¡excomunión”! Por lo cual decimos: es posible que «Condenándonos, vosotros condenáis a todos vuestros antepasados. Porque ¿qué hemos enseñado nosotros que ellos no enseñaran?». (San Edmundo Campion).
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Cfr. Concilio de Trento, Sess. XIII, “De Eucharistia”, c. VIII - Denz. Enchiridium, ed. 33, a, n. 1648. Cfr. «Diccionario jurídico-canónico del “Código de Derecho Canónico”», p. 1126.
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El episcopado, que ha concedido el “nuevo rito” de la “Comunión en la mano”, ¿que no conozca esta “verdad” de fe, declarada solemnemente por dos Concilios como “de fide”? («Si alguno negara… que Jesucristo se encuentra bajo las partes individuales de cada una de las especies, producida la separación, ¡SEA EXCOMULGADO!» 23). ¿Y que no sepan que el Señor permanece realmente presente en el Pan consagrado (y, por lo tanto, ¡incluso en los fragmentos!) también después de la celebración eucarística? («Si alguno dijera que… el Cuerpo y la Sangre de N. S. Jesucristo… está presente sólo hasta el momento de la Comunión… y no más, y que en las Hostias consagradas (no consumidas) después de la Comunión no permanece el verdadero Cuerpo del Señor, ¡SEA EXCOMULGADO!»)24. ¿Y entonces? cuáles eran las deducciones que los señores Obispos debían hacer? ¿Debían, tal vez, aceptar las “herejías” del “Nuevo Catecismo Holandés”, en el cual se niega justamente la permanencia de la “Presencia real” en los fragmentos minúsculos del Pan consagrado? ¡Porque es sólo negando la “transubstanciación” y el carácter sacrificial de la Misa que el fiel puede tomar la partícula en sus manos y ponérsela en la boca por sí mismo! Porque es sólo así que se comprende cómo las “migajas” que caen de las Hostias consagradas puedan ser arrojadas con tanta indiferencia, ¡como se hace con los “restos” de una “cena”! De aquí, por tanto, nuestra seguridad para denunciar como “sacrílego” este permiso de dar la “Comunión en la mano”, justamente porque los “fragmentos”, que aún contienen la “Persona de Cristo entero”, son arrojados inevitablemente a la basura y, en consecuencia, y nuevamente decimos ¡se realiza un verdadero y propio “sacrilegio”! “Se debe poner especial cuidado, en no permitir que partículas del pan Eucarístico, caigan al suelo o sean desparramadas…” 25 Según S.S Pablo VI al “comulgar en la mano” existe el Riesgo DE PROFANAR LAS ESPECIES EUCARÍSTICAS. Lo que no ocurre al comulgar en la boca: «Con esta manera tradicional (de comulgar en la boca y de rodillas), se asegura más eficazmente que la Sagrada Comunión sea distribuida con la reverencia, el decoro y la dignidad que le son debidas, DE MODO QUE SE EVITE TODO PELIGRO DE PROFANAR LAS SAGRADAS ESPECIES EUCARÍSTICAS, en las que "de modo singular está presente todo y entero CRISTO, DIOS y hombre, de manera substancial y permanente.»26
Denz. 885 Denz. 886-9. 25 SAGRADA CONGREGACION PARA EL CULTO DIVINO Carta "En respuesta a la petición", para aquellos presidentes de las Conferencias de Obispos que solicitaron permiso para entregar la comunión en la mano, 29 de mayo de 1969: AAS 61 (1969) 546-547; Not 5 (1969) 351-353. Numeral 5. 26 Instrucción Memoriale Domine, 1278. 23 24
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AL DECIR "TODO PELIGRO DE PROFANAR" SE REFIERE TAMBIÉN A LOS SACRILEGIOS MATERIALES QUE SE PRODUCIRÍAN CON LA CAÍDA DE LAS FORMAS O DE LOS FRAGMENTOS. Los testimonios antiguos en este sentido son múltiples: Tertuliano, por ejemplo, dice: "CUIDAMOS ESCRUPULOSAMENTE QUE ALGO DEL CÁLIZ O DEL PAN PUEDA CAER A TIERRA". 27
San Alfonso María de Ligorio y San Juan Evangelista: “Bastaba para redimirnos una sola gota de su preciosísima Sangre 28… y era suficiente para rescatar el mundo, e infinitos mundos que hubiese 29…”
¿Porqué, pues, despreciamos esa gota que está presente en la partícula más pequeña de su SANTÍSIMO CUERPO en el riesgo de dejar caer un fragmento diminuto del Cuerpo y la Sangre de CRISTO al “comulgar en la mano”? San Hipólito recomienda: "Cada uno esté atento... que ningún fragmento caiga y se pierda, porque es el Cuerpo de Cristo que DEBE SER COMIDO POR LOS FIELES Y NO DESPRECIADO" 30
De corona, 3 PL 2, 99. San Alfonso María de Ligorio, Preparación para la muerte, sobre el Amor de DIOS. 29 1 Juan 2:2. 30 Trad. Ap. 32. 27 28
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San Efrén: "Comed este pan y no piséis sus migas... una partícula de sus migas puede santificar a miles de miles y es suficiente para dar vida a todos los que la comen"31
Orígenes: "Con qué precaución y veneración, cuando recibís el Cuerpo del Señor lo conserváis, de manera que no caiga nada o se pierda algo del don consagrado. OS CONSIDERARÍAIS JUSTAMENTE CULPABLES SI CAYESE ALGO EN TIERRA POR NEGLIGENCIA VUESTRA"32
El 18 de abril del 2008 el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, declaró al portal Petrus: “La dejadez de muchos sacerdotes ha ridiculizado el valor de la Eucaristía a los ojos de los católicos. Creo personalmente que el mejor modo de administrar la comunión es en la lengua, tanto que en mi diócesis he prohibido partículas en las manos. En las misas con gran afluencia de fieles HEMOS ENCONTRADO EN EL PASADO PARTÍCULAS PERDIDAS EN EL SUELO DE LA IGLESIA”.
La dispersión inevitable de los “fragmentos” constituye la más grave y dogmática dificultad para el sacerdote y el fiel que verdaderamente cree en la “Presencia Real” de Cristo, por lo cual, en consecuencia, debe sentirse obligado, en conciencia, a no distribuir la “Comunión en la mano”, siendo un acto “formalmente sacrílego”, después de lo que hemos observado. Si una partícula por minúscula que sea cae al piso es exactamente igual que se cayera la hostia entera.
31 32
Serm. in hebd. s., 4, 4. In Exod. Hom., hom. XIII, 3, Migne, PG 12, 391.
21
“Y sí caen partículas al suelo hay que creer dogmáticamente que es el mismo JESUCRISTO con su cuerpo y sangre, alma y divinidad en el suelo.
Representación gráfica de cómo se vería en realidad las incontables partículas del Cuerpo de CRISTO que caen en el piso por la negligencia de los fieles o de los Sacerdotes. Renueva una pasión silenciosa de JESÚS, al no hacer la debida purificación de sus manos que han tocado el Sacramento. CRISTO entero se encuentra en cada partícula, la división de los fragmentos no constituye la pérdida de la Sustancia.
Por lo que sí pisamos esas partículas estamos pisando al mismo CRISTO y lo estamos haciendo por nuestra culpa colaboración o complicidad no por un accidente incontrolado. Habrá quien diga que exagero que de todas formas se desprenden partículas y es cierto que puede haberlas, pero una cosa es que humanamente no se pueda controlar una micro partícula vuele inadvertida ante nuestros ojos y otra muy diferente es que caiga por nuestra culpa o negligencia, cobardía y o forma de comulgar. Es verdad que comulgando de rodillas y sin bandeja también puede pasar, pero infinitamente menos que si sometemos la hostia a la fricción del contacto con las manos
22
Siempre hay partículas que quedan en la mano. El solo hecho de depositarla y volver a coger para comulgar la conlleva a un desprendimiento inevitable. Eso significará en la práctica cientos de partículas profanadas y pisoteadas por nuestra culpa. Todo esto es más doloroso al ver cómo se promociona activamente esta práctica en el mundo entero, llevándose incluso a obligar a niños para ser la primera “comunión en la mano” como ocurre en la parroquia de mi comunidad en el pleno silencio y pasividad del arzobispado de España. (Y no solo allí, sino en muchas otras diócesis del mundo entero).33 “Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la “Comunión en la mano”34 Hemos visto pues, que constituye un riesgo de profanación o incluso Sacrilegio al darse así la comunión, se debe pues, cumplir con lo que pronunció Redentionis Sacramentum. Al comulgar en la boca evitamos la preocupación especialmente de que no caiga partícula alguna de la hostia, o que se quede alguna en la mano por el sudor natural de la misma. Con estas observaciones que hemos hecho, ¿no son suficientes peligros de profanar la Sagrada Forma, es decir, a CRISTO y dejar de recibirla o darla en la mano? Pero continuemos con más si talvez esta razón no fue necesaria… “Si el que menosprecia la ley de Moisés, sin misericordia es condenado a muerte sobre la palabra de dos o tres testigos, ¿en cuánto mayor castigo pensáis que será digno el que pisotea al Hijo de Dios y trata como profana la sangre de la Alianza en la que fue sacrificado e insulta al Espíritu de la gracia?” Hebreos 10, 28-29: “¡Maldito al que ejecute fraudulenta o negligentemente la obra de Dios!”. Jeremías 48,10 “El que teme a DIOS, nada descuida” Eclesiastés 7, 19 “El que desprecia lo poco, poco a poco se precipitara”. Eclesiástico 19, 1 “El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que en lo poco es infiel, también es infiel en lo mucho”. Lucas 16,10
33 34
COMUNIÓN EN LA MANO: El suelo teñido de Sangre, Miguel Ángel Yáñez, director de la página web: Adelante la Fe. Redemptionis Sacramentum, Nº 92.
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RAZÓN II: POR LOS FRAGMENTOS QUE QUEDAN EN LA MANO Y QUE NO SE PUEDEN VER Porque el que “comulga en la mano” (que en realidad se debería llamar auto-comunión y un abuso, como veremos luego, por eso mi énfasis en las “comillas”), debido al sudor natural que genera la mano del fiel, al recibirla es inevitable que no se queden partículas en las mismas, porque aun si se revisara para ver si hayan quedado algunas partículas, siempre habrá tan diminutas que son casi imposibles de ver al ojo humano, a menos que lamba con su lengua el lugar donde fue depositada la Sagrada forma, para entender mejor veamos la imagen:
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Observe: Cuando el Sacerdote da la Sagrada Comunión al fiel, este la recibe con la izquierda.
Después de retirar la Sagrada Forma y comulgar, debido al sudor natural que genera la mano del fiel, al recibirla es inevitable que no se queden partículas en las mismas, aun si se revisara para ver si hayan quedado algunas partículas, siempre habrá tan diminutas que son casi imposibles de ver al ojo humano, a menos que lamba con su lengua el lugar donde fue depositada la Sagrada forma, y eso sin excluir luego las que quedarán en el dedo índice que usa para cogerla y comulgar entonces.
Imagen ampliada para ver si quedaron fragmentos.
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Si analizamos la costumbre de colocar la Sagrada Hostia en la mano del que comulga, inmediatamente nos viene a la mente un dogma de la Iglesia: la presencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración y perdura mientras permanezcan las especies eucarísticas. “Cristo está presente completo e íntegramente en cada una de las especies y en cada uno de sus fragmentos, de modo tal que partir el pan no fragmenta a Cristo.”35 El Catecismo romano lo establece de esta forma: “Cristo, completo e íntegramente, está contenido no solamente en cada una de las especies, sino también en cada una de las partículas de ambas especies.” “Cada uno -afirma San Agustín-, recibe a Cristo, el Señor, y a Él completo en cada porción. ÉL no disminuye al ser dado a muchos, sino que se da completo e íntegramente a cada uno” …
¿Porqué entonces, habría de seguirse dando la Sagrada Comunión en la mano, si constituye peligro de profanación “involuntaria” o sacrilegio?
35
[Nota 205: Cf. Concilio de Trento: DS 1641.] (CCC, 1377).
28
RAZÓN III: POR EL OLVIDO DE LA BANDEJA DE LA COMUNIÓN Porque si “comulgo en la mano” ya no tendría sentido el uso de la bandeja de la comunión, cuyo objetivo es recoger las partículas del Cuerpo de CRISTO que pueden caer al darse la comunión en la boca: La bandeja para la Comunión de los fieles se debe mantener, para evitar el peligro de que caiga la hostia sagrada o algún fragmento 36 Del libro: ¿Comunión en la mano? ¡NO! ¡es Sacrilegio!, Cap. “¿Pero por qué entonces la nueva praxis?” p. 16-17: La “Institutio generalis” de la última edición del “Nuevo Misal Romano”, promulgada el 26 de marzo de 1970, reestablecía expresamente la práctica de la Comunión tradicional con dos precisiones que figuran en los artículos 80 y 117. En el artículo 80, en efecto, entre los objetos que se deben preparar para la celebración de la Misa, está el “platillo”, (“patena para la comunión de los fieles”) y, en el artículo 117 se describe el modo con el cual se debe realizar la Comunión; es decir: “el sacerdote presenta la Hostia al fiel, diciendo: “El Cuerpo de Cristo” (Corpus Christi), y el fiel responde: “amen!”; y, «teniendo el platillo bajo su rostro, recibe el Sacramento» («et tenens patinam sub ore, Sacramentum accipit»).
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REDEMPTIONIS SACRAMENTUM, Nº 180
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“El que teme a DIOS, nada descuida” Eclesiastés 7, 19
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“El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que en lo poco es infiel, también es infiel en lo mucho”. Lucas 16,10 Ahora, la Iglesia prescribe el uso de la bandeja de Comunión o patena, para evitar que algún fragmento de la Hostia consagrada caiga en tierra (Cf. Missale Romanum, Institutio generalis, n.18; Redemptionis Sacramentum, n.93) Y QUE EL OBISPO Y SACERDOTE SE LAVE LAS MANOS DESPUÉS DE LA DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNIÓN 37. En el caso de la distribución de la “Comunión en la mano”, frecuentemente se desprenden de la Hostia pequeños fragmentos los cuales, o caen en tierra o quedan adheridos a la palma y a los dedos del comulgante. (Lo que por cierto he visto que pocos Sacerdotes observan esto de purificar sus dedos luego de tocar la Santa Hostia, esto no se ha abolido con la reforma litúrgica, antes está dicho en el Misal Romano [2007] y lo mencionamos nuevamente:) “Siempre que algún fragmento de la Hostia se haya adherido a los dedos, sobre todo después de la fracción o de la Comunión de los fieles, EL SACERDOTE DEBE LIMPIAR LOS DEDOS sobre la patena y, o según la necesidad, lavarlos. Del mismo modo, deben recogerse los fragmentos que hubiera fuera de la patena.”38
37 38
Cf. Ceremoniale episcoporum, n.166. Instrucción General del Misal Romano 2007, Nº 278 sobre las purificaciones.
31
Nótese lo que aclara Heidl en el libro del monje benedictino Pbro. D. Bernardo Sala, acerca de las precauciones que debe uno tener al repartir la Sagrada Comunión y el uso de la patena: 5)" Que al dar a cada uno la sagrada hostia, la acompañe en cuanto buenamente pueda con la patena o el copón, A FIN DE QUE NO CAIGA NINGÚN FRAGMENTO EN EL SUELO O EN LA ROPA; PERO NO LO ACERQUE TANTO A LAS PERSONAS QUE CON EL HÁLITO PUEDAN HACER VOLAR LAS PARTÍCULAS.
8) Que, no obstante, si los dedos llegan a humedecerse mucho, puede observar si hay en ellos pagado algún fragmento y echarlo en el copón o patena, y caso de no haber ninguno pueda enjugarlo con el purificador, pero CON MUCHA PRECAUCIÓN Y SIN DESUNIR EL PULGAR E ÍNDICE (puesto que el ministro que da la Comunión tiene partículas en sus dedos que se unen al momento del rose), lo que no puede hacerse sino volviendo al altar Y PURIFICÁNDOLOS en el vaso preparado al efecto. 39 “Se debe poner especial cuidado, en no permitir que partículas del pan Eucarístico, caigan al suelo o sean desparramadas…”40 Peligro de no usar la Bandeja de la Comunión: (Mucho cuidado Sacerdotes): Damos un suficiente número de ejemplos que se han precedentemente publicado en la Revista “Chiesa viva” (noviembre de 1971), donde decíamos que los “hechos” Memorandum litúrgico-teológico, para uso de los párrocos y demás ministros Sagrados por el Presbítero D. Bernardo Sala Monje Benedictino de Monserrat. Imprenta y Librera de Jaime Valls, plaza mayor, núm. 30, págs. 216-217. 1867. 40 SAGRADA CONGREGACION PARA EL CULTO DIVINO Carta "En respuesta a la petición", para aquellos presidentes de las Conferencias de Obispos que solicitaron permiso para entregar la comunión en la mano, 29 de mayo de 1969: AAS 61 (1969) 546-547; Not 5 (1969) 351-353. Numeral 5. 39
32
reportados «se pueden comprobar con el Editor del folleto original, en lengua alemana, en el cual han sido colocadas las cartas originales, munidas de fecha, indicación del lugar y firma de los testigos en conocimiento de los hechos:41 "Como sacerdote, fui obligado a distribuir la “Comunión en la mano” y ahí observé que, de las hostias, hechas de pan común, cayeron a tierra fragmentos del tamaño de una uña del meñique y, que naturalmente, fueron llevados a la calle por los zapatos sucios de los comulgantes... Durante la distribución de la Sagrada Comunión a los muchachos, un alumno arrojó de las manos de otro el Cuerpo del Señor y el sacerdote que distribuía la comunión la pisó encima, hasta que logré rescatar la Hostia Santa de debajo de los zapatos de este señor". "Durante otra suplencia, cayó a tierra un fragmento considerable de la Hostia Consagrada y se la buscó inútilmente entre las baldosas del piso. Ciertamente se lo habrá llevado el agua, al limpiar el piso". Testimonio: el Párroco.
“– «Desde hacía algún tiempo, observaba, muchas veces, durante la S. Comunión, que, en los almohadoncillos de los reclinatorios, habían pequeños puntos blancos. La cosa me parecía sospechosa y, aprovechando una visita al SS. Sacramento, observé atentamente estos almohadoncillos. Con mi gran estupor debí constatar que había un gran número de pequeñas y pequeñísimas partículas de Hostia e incluso de fragmentos más grandes de alrededor del doble de la cabeza de un alfiler. No conté los fragmentos, pero calculé que eran al menos una treintena. Eran todos de color blanco. Ellos no podían, ciertamente, haber caído ni de las flores ni de los vestidos de los comulgantes, porque, en esa época, no había flores blancas en la iglesia, y en sus almohadoncillos no se podían encontrar partes de otro color. Debí, entonces, lógicamente deducir que se trataba de “fragmentos consagrados”, caídos en los almohadoncillos y seguramente también en tierra, durante la distribución de la “Comunión en la mano”. No puedo resignarme a pensar que Dios deba estar en el pavimento de Su casa y que Él sea pisoteado por gente tan culpablemente descuidada; porque, según la enseñanza irrevocable de la Iglesia (Concilio de Trento) 41
Pbro. Dr. Luigi Villa, ¿Comunión en la mano? ¡NO! ¡es Sacrilegio!, , Zurich, CH 9029, C.P. 187. Editrice Civiltà – Brescia, págs. 33-42.
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Cristo está completamente presente, como hombre y como Dios, también en los “fragmentos” más pequeños de la hostia consagrada» (19 de octubre de 1970).” J. H. a M. – «El 11 de enero de 1971 me encontraba en la Iglesia de R., en M., para asistir a la santa Misa. Delante de mí pasó una señora que recibió la Hostia en la mano. Después de haberla consumido, se frotó las manos para hacer caer a tierra las “migajas”, con un gesto similar al que se hace después de un trabajo cumplido. Las personas que siguieron, pisotearon estas “migajas” … ¡y nadie se preocupó de los “fragmentos consagrados”, caídos a tierra…»! J. K. a M. (Esto no pasa sólo en Alemania, sino en casi todas las diócesis del mundo entero, por la “comunión en la mano” y no usar la bandeja de la Comunión). “Recuerdo muy bien, un domingo en Chile, cuando con un colaborador apostólico argentino visitábamos una parroquia rural, donde funcionaba un consejo de la Legión de María con varios grupos esparcidos por las aldeas del extenso territorio. Ya en el pueblo, asistimos a la Misa. El párroco -un buen y santo sacerdote- tenía una visible invalidez que no le permitía desplazarse ciertamente. Llegado el momento de la comunión, la religiosa que actuaba de ministra de la comunión sostenía en una mano el copón, mientras que a su vez partía las sagradas formas para administrarlas. En acercarnos a recibir el Cuerpo del Señor, y cada que partía las hostias se veían caer al piso fragmentos no tan pequeños, hecho del cual la religiosa parecía no percatarse. Terminada la Santa Misa, los dos foráneos, sin habernos puesto de acuerdo, rápidamente fuimos a arrodillarnos ante los muchos fragmentos visibles esparcidos, y humedeciendo los dedos los consumimos. Algunos años después supe que, por hechos similares frecuentemente repetidos, ¡han surgido grupos de laicos cuya única responsabilidad es la de recoger fragmentos de las Hostias Consagradas que se han caído después de dar la comunión en la mano.!”42 Ritual y pontifical Romano, 1831, Advertencias para la comunión, sobre el lienzo que se usa para el cuidado durante la distribución de la Santa Comunión:
Mazuelo, G. (8 de abril de 2013). El diablo no tiene rodillas. Recuperado de: http://infocatolica.com/blog/contracorr.php/1304080215-el-diablono-tiene-rodillas 42
34
¿Qué ha pasado con el cuidado de las Santas Partículas por parte de los Sacerdotes y Laicos?
35
RAZÓN IV: POR LA PURIFICACIÓN QUE NO SE REALIZA AL TOCAR LA SANTA HOSTIA
Porque si “comulgamos en la mano” no nos purificamos debidamente como lo haría un Sacerdote al finalizar la Misa (Lo que incluso he visto que muchos ya no lo hacen ahora, [como lo dije antes], de acuerdo a las rúbricas de la Santa Misa Tridentina y de la reforma con el nuevo Misal Romano, como veremos aquí): “Desde el momento en que son pronunciadas las palabras de la consagración sobre la Sagrada Hostia, ÉL MANTIENE UNIDOS LOS DEDOS PULGAR E ÍNDICE POR SUS YEMAS, y ya sea que esté elevando el cáliz, cambie la página del misal o abra el tabernáculo, SUS DEDOS PULGAR E ÍNDICE NO TOCAN NADA EXCEPTO LA SAGRADA HOSTIA. Es útil notar también que no dejará descuidada la Sagrada Hostia sobre el altar para bajar por sus gradas, especialmente después de que sus dedos han sido purificados, para estrechar manos con otras personas en una torpe muestra de forzada cordialidad. Al final de la Misa, el sacerdote raspa el corporal con la patena, lo hace sobre el cáliz de tal manera que, si ha quedado hasta una mínima parte de la hostia, será recogida allí y consumida con reverencia. LAS MANOS DEL SACERDOTE SON LAVADAS SOBRE EL CÁLIZ DESPUÉS DEL MOMENTO DE LA COMUNIÓN CON AGUA Y VINO, LOS CUALES SON REVERENTEMENTE CONSUMIDOS POR ÉL, PARA ASEGURARSE QUE LA MÍNIMA PARTÍCULA NO SEA SUSCEPTIBLE DE PROFANACIÓN.”43 “…Desde la consagración hasta la sunción inclusive, no se separan los dedos pólices de los índices” …44
43 44
Missale Romanum Ex Decreto Concilii Tridentini Restitutum: Rúbricas generales de la Santa Misa. Instrucción sobre las rúbricas generales del Misal, de la Sagrada Congregación de Ritos, 9na Edición, 1853.
36
En otros libros litúrgicos, como en el de Memorandum litúrgico-teológico, para uso de los párrocos y demás ministros Sagrados por el Presbítero D. Bernardo Sala Monje Benedictino de Monserrat, 1867, encontramos:
37
Nótese cómo el Sacerdote mantiene unidos sus pulgares e índices para que la partícula más mínima que se haya adherido a los dedos no caiga al suelo ni sufra la más mínima profanación al caer al suelo:
38
Nótese cómo el Sacerdote mantiene unidos sus pulgares e índices para que la partícula más mínima que se haya adherido a los dedos no caiga al suelo ni sufra la más mínima profanación:
39
40
Instrucción sobre las rúbricas generales del Misal, de la Sagrada Congregación de Ritos, 9na Edición, 1853: “...Sin sacar los dedos fuera del Corporal, sin separar los pólices de los índices; lo que observará hasta la segunda ablución, si no es que haya de tomar la Hostia con ellos…”
41
Nótese cómo el Sacerdote mantiene unidos sus pulgares e índices para que la partícula más mínima que se haya adherido a los dedos no caiga al suelo ni sufra la más mínima profanación:
42
Nótese como después de dar la Sagrada Comunión a los fieles, el Sacerdote sigue manteniendo sus dedos unidos:
“El que teme a DIOS, nada descuida” Eclesiastés 7, 19
43
Ritual y Pontifical Romano 1831 (Manual de Pรกrrocos, para administrar Los Santos Sacramentos):
44
Nรณtese: NO SEPARA LOS DEDOS:
45
Nótese aquí en breve, que el Sacerdote después de dar la Sagrada Comunión hace la respectiva ablución o purificación de sus dedos en el mismo Cáliz, lo que no sucede (o lo que no observan) cuando los Laicos, Religiosos e incluso Sacerdotes (especialmente cuando es una Concelebración) lo reciben en la mano ¿Y cuál era el sentido de esto?
Que el Sacerdote no deje que la más mínima partícula sufra de profanación, puesto que es unánime el testimonio de los Santos en los primeros siglos, que cuidaban que nada del Sagrado Cuerpo de CRISTO caiga al piso:
Ultima Comunión con JESÚS Sacramentado de San Jerónimo
“El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que en lo poco es infiel, también es infiel en lo mucho”. Lucas 16,10
46
Tertuliano (160-220): "Cuidamos escrupulosamente que algo del cáliz o del pan pueda caer a tierra" 45
Orígenes: (185-254): "Con qué precaución y veneración, cuando recibís el Cuerpo del Señor lo conserváis, de manera que no caiga nada o se pierda algo del don consagrado. Os consideraríais justamente culpables si cayese algo en tierra por negligencia vuestra". 46
45 46
De corona, 3 PL 2, 99. In Exod. Hom., hom. XIII, 3, Migne, PG 12, 391.
47
Nótese aquí la purificación o ablución que se hace al finalizar de dar la Santa Comunión, primero con vino que pone en el Cáliz, y luego purificando los dedos con los que tocó la SANTÍSIMA HOSTIA (es decir los pólices e índices, los que mantuvo unidos después de la Consagración) con agua:
48
«"Consta que los fieles creían y con razón, que pecaban, según recuerda Orígenes, si, habiendo recibido el cuerpo del Señor, y conservándolo con todo cuidado y veneración, algún fragmento caía por negligencia". 47
San Cirilo: (315-387): "...Recíbela cuidando que nada de ella se pierda, porque dime: si alguno te diese unas limaduras de oro ¿no las guardarías con toda diligencia procurando no perder nada de ellas? ¿No procurarás, pues, con mucha más diligencia que no se te caiga ninguna migaja de lo que es más precioso que el oro y las piedras preciosas?”. Nótese como hace la ablución de sus dedos:
47
S.S Pablo VI, Mysterium Fidei, 32.
49
San Efrén: (306-373): "Comed este pan y no piséis sus migas... una partícula de sus migas puede santificar a miles de miles y es suficiente para dar vida a todos los que la comen".48
Veamos lo que dice San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia, sobre la purificación de los dedos en la Santa Misa: «En seguida, bajadas las manos, dice en secreto: Quid retribuam Domino pro ómnibus que. Retribuit mihi? y entre tanto descubre el Cáliz, hace genuflexión, se levanta, toma la patena, mira el corporal, RECOGE CON LA PATENA LOS FRAGMENTOS, si los hay en él, limpia también con diligencia la patena con el pulgar e índice de la mano derecha sobre el cáliz, Y LOS MISMOS DEDOS, A FIN DE QUE NO QUEDE EN ELLA ALGÚN FRAGMENTO.»
48
Serm. in hebd. s., 4, 4.
50
“El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que en lo poco es infiel, también es infiel en lo mucho”. Lucas 16,10
“Si hay otras hostias consagradas puestas sobre el corporal, que se han de conservar para otro tiempo, hecha antes una genuflexión, las pone en el vaso destinado al efecto, Y OBSERVA CON DILIGENCIA QUE NO QUEDE SOBRE EL CORPORAL FRAGMENTO ALGUNO, AUNQUE MÍNIMO.”
51
Nótese como purifica el corporal con la patena:
“Después de limpiar la patena, unidos los pulgares e índices, toma con la mano derecha el cáliz por debajo del nudo de la copa, y con la izquierda la patena, diciendo: Calicem salutaris, etc. Y signándose con el cáliz, dice; Sanguis Domini nostri, y poniendo con la mano izquierda la patena debajo del cáliz, estando derecho toma con reverencia todo el sanguis con la partícula que está en el cáliz; todo lo que sumido, dice en secreto: Quod ore sumpsimus, ele”.
Y alarga sobre el altar el cáliz al ayudante hacia el lado de la Epístola, y se purifica con el vino, que le echa; EN SEGUIDA PURIFICA LOS PULGARES E ÍNDICES SOBRE
52
EL CÁLIZ que enjuga con el purificador, diciendo entretanto: Corpus tuum. Domine, quod sumpsi, etc. Toma la ablución y limpia la boca y el cáliz con el purificador; luego después extiende el purificador sobre el cáliz y encima de él pone la patena y sobre esta la pequeña palia; y doblado el corporal, que vuelve a poner en la bolsa, cubre el cáliz con el velo, y pone encima la bolsa y lo coloca en medio del altar, como al principio de la misa.” 49 Ritual y pontifical Romano, 1831:
Pbro. D. Bernardo Sala, monje Benedictino, Memorandum Litúrgico-teológico para uso de los párrocos y demás Ministros, Imprenta y Librería de Jaime Valls, plaza mayor, núm. 30, 1867. Págs: 209 y siguientes (Comentario que hace D. Bernardo sobre lo que dice San Alfonso al referirse de las purificaciones y cuidados en la Sagrada Eucaristía). 49
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“El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que en lo poco es infiel, también es infiel en lo mucho”. Lucas 16,10
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Catecismo litúrgico, ordenado y dispuesto para instrucción de jóvenes Eclesiásticos, sobre la Administración de la Eucaristía, 1799:
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Al terminar las abluciones, el Sacerdote bebe las mismas que se hicieron con vino y agua:
“El que teme a DIOS, nada descuida�
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Eclesiastés 7, 19
San Hipólito (170-235): "...Cada uno esté atento... que ningún fragmento caiga y se pierda, porque es el Cuerpo de Cristo que debe ser comido por los fieles y no despreciado" 50
50
Trad. Ap. 32.
60
En fin, la Iglesia nunca ha descuidado y siempre ha tenido como prioritaria la misión de cuidar las Santas Partículas por medio de rúbricas convenientes, poniendo en práctica siempre el dogma de la Transubstanciación: “… si el Sacerdote, consumida la ablución, observa QUE HAN QUEDADO ALGUNAS RELIQUIAS CONSAGRADAS, dice la rúbrica (lit. 6. n. %.) que las tome, ORA SEAN PEQUEÑAS, ORA GRANDES…” “Suma el Sanguis con cuidado que nada quede en el cáliz ... 2. Deje luego el cáliz sobre el corporal, y cubierta con la hijuela y dicho con las manos juntas: Quod ore... PURIFÍQUESE LOS DEDOS.”51 “…lava y enjuga los dedos que han tocado el santo sacramento” ... “Siempre que algún fragmento de la Hostia se haya adherido a los dedos, sobre todo después de la fracción o de la Comunión de los fieles, EL SACERDOTE DEBE LIMPIAR LOS DEDOS sobre la patena y, o según la necesidad, lavarlos. Del mismo modo, deben recogerse los fragmentos que hubiera fuera de la patena.”52 Ahora, si alguien “comulga en la mano”, conocemos que la SANTA PARTÍCULA es depositada en la mano izquierda del fiel, en el centro, (vimos anteriormente que el Sacerdote purifica solo sus dedos, que, si utilizaría el centro de su mano para comulgar, también se purificaría toda su mano), así que, para evitar el riesgo de que una partícula caiga al piso o sufra profanación “involuntaria”, el fiel debería: o bien hacer la ablución como hace el Sacerdote y sumir esta ablución, o lamber la mano en donde recibió la comunión, ahora nuevamente, vale preguntarnos: ¿Hacen esto los que comulgan en la mano? ¿Creen de verdad en la transubstanciación?
51 52
Sagrada Congregación de Ritos, 11 de Marzo de 1858. Instrucción General del Misal Romano 2007, Nº 278 sobre las purificaciones.
61
“El que desprecia lo poco, poco a poco se precipitara”. Eclesiástico 19, 1
“¡Maldito al que ejecute fraudulenta o negligentemente la obra de Dios!”. Jeremías 48,10
62
Ojalá no seamos como los herejes protestantes que niegan la presencia de JESÚS con todo su Ser en la partícula más nimia de la Santa Hostia…
63
RAZÓN V: PORQUE ES UNA AUTOCOMUNIÓN Hasta decir “La comunión en la mano” es un término erróneo. Colocar la Sagrada Hostia en la mano de una persona no es darle la Santa Comunión. El sacramento de la Santa Comunión consiste en comer el Pan de Vida. En realidad, lo que sucede aquí es que cada persona que recibe la Sagrada Hostia en su mano, se está administrando a sí misma la Santa Comunión. Veamos lo que dice el Misal Romano (2007) en los números 244 y 287 sobre recibir la comunión de manos del Sacerdote y autocomulgar, que propiamente lo pueden hacer sólo ellos (los Sacerdotes): AUTOCOMUNIÓN
244. En seguida, el celebrante principal, vuelto hacia el altar, dice en secreto: El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna, y come reverentemente el Cuerpo de Cristo. Del mismo modo hacen los concelebrantes, DÁNDOSE ELLOS MISMOS LA COMUNIÓN. Después de ellos, el diácono recibe del celebrante principal el Cuerpo y la Sangre del Señor. RECIBIR LA COMUNIÓN
287. Si la Comunión del cáliz se hace por intinción, quien va a comulgar, teniendo la patena debajo de la boca, se acerca al sacerdote, quien sostiene el vaso con las sagradas partículas y a cuyo lado se sitúa el ministro que sostiene el cáliz. El sacerdote toma la Hostia, moja parte de ella en el cáliz y, mostrándola, dice: El Cuerpo y la Sangre de Cristo; quien va a comulgar responde: Amén, RECIBE DEL SACERDOTE EL SACRAMENTO EN LA BOCA, y en seguida se retira.
En el caso de la “comunión en la mano” cada persona se constituye en su propio ministro de la Comunión (lo excepcional pasa a ser la regla). De este modo, el ministerio de los sacerdotes (y de los diáconos) o incluso el de los legítimos ministros extraordinarios de la Santa Comunión, queda eclipsado o incluso anulado. Se ha sugerido que esta práctica debería ser rebautizada como “auto-comunión manual ordinaria”.
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RAZÓN VI: PORQUE LA IGLESIA Y LOS SANTOS ESTÁN EN CONTRA DE ESTA COSTUMBRE Los Sumos Pontífices, los Santos, los Catecismos y los Sagrados Concilios están en contra de la “comunión en la mano”, debido al respeto y veneración que se debe tener para con las Sagradas especies y hablan teológicamente de cómo sólo el Sacerdote es aquel que lo puede tocar. Catecismos: Catecismo Del Santo Concilio De Trento Para Los Párrocos: “Y atendiendo en el modo posible a la dignidad de tan augusto Sacramento, no solamente fue dada a solos los Sacerdotes la potestad de administrarle; sino que también se prohibió por ley de la Iglesia, que ninguno sin estar consagrado, se atreviese a manejar o tocar los vasos sagrados, lienzos, y demás utensilios necesarios para el Sacrificio, si no ocurría grave necesidad”53
“A fin de salvaguardar en todo lo posible la dignidad de sacramento tan augusto, no sólo es el poder de su administración conferido exclusivamente a sacerdotes, pero LA IGLESIA TAMBIÉN HA PROHIBIDO A LAS PERSONAS NO CONSAGRADAS, A MENOS QUE POR ALGÚN CASO DE GRAN NECESIDAD SE REQUIERA SU INTERVENCIÓN, DE ATREVERSE A MANIPULAR O TOCAR LOS VASOS SAGRADOS, la ropa u otros instrumentos necesarios para la Consagración. Los sacerdotes mismos y el resto de los fieles pueden por lo tanto comprender cuán grande debe ser la piedad y la santidad de los que se acercan a consagrar, administran o reciben la Eucaristía”.54
Catecismo Del Santo Concilio De Trento Para Los Párrocos, segunda impresión 1761. Traducido en lengua castellana por el p. Fr. Agustin zorita, religioso dominico, pag. 147 sobre la Eucaristía 53
54
Catecismo del Concilio de Trento.
65
SUMA MORAL PARA EXAMEN DE CURAS X. CONFESSORES: A la luz de Santo Tomás de Aquino, de Fr. San Vicente Ferrer:
P. Los Legos, y mujeres, ¿pueden tocar inmediatamente el Cáliz, Patena, y Corporales? R. Que no. Porque, si actu contienen el Sacramento, nadie, sino el Sacerdote (y a lo más, el Diácono) puede tocarles sin pecar mortalmente, sino es que excuse la necesidad, o inadvertencia. Y si no contienen actu las especies consagradas; solo les pueden tocar (según el Derecho Común) Sacrati, Dominoque dicati homines, esto es, los ordenados in sacris, y por privilegio los otros ordenados, y los Sacristanes, aunque sean Legos. Y así el tocarles los demás, es pecado, aunque no mortal, secluso contemptu. Y por ello dispone el Derecho, que el primer lavatorio de los Corporales, y Purificadores, debe hacerle el Sacerdote, o Diácono; y el Concilio Remense supone, que puede hacerlo el Subdiácono. Y lo misino se colige de S. Isidoro, é S.S Inocencio. III. Pero después del primer lavatorio, pueden lavarles y aderezarles, sin ningún escrúpulo, las Monjas, y demás mujeres, por haber motivo razonable. Y esta es la praxis universal.55 Fr. San Vicente Ferrer, SUMA MORAL PARA EXAMEN DE CURAS X. CONFESSORES. A la luz de Santo Tomás de Aquino, VALENCIA, Oficina de Joseph Thomas Lucas, en la Plazuela de Sent-Vult, 1736. Tratado IV Sobre la Eucaristía, p. 92. 55
66
Compendio moral salmanticense según la mente del Angélico Doctor: P. ¿Pueden los Legos tocar lícitamente los vasos sagrados, corporales y vestiduras benditas? R. Que, aunque por derecho antiguo estuviese prohibido a los legos tocar las vestiduras sagradas benditas por el Obispo, al presente pueden, según el uso común, tocarlas las personas legas de ambos sexos, especialmente para lavarlas, remendarlas, o componerlas. Los vasos consagrados, como el cáliz, la patena, aunque estén vacíos, no pueden tocarlos inmediatamente los legos, y pecarán venialmente si los tocaren. Lo mismo decimos de las aras y corporales. Los Religiosos legos que sirven a la sacristía, pueden tocar estas cosas inmediatamente, por privilegio concedido a los legos de los Menores que otros participan. En la prohibición dicha no están incluidos los iniciados de prima tonsura.56
Vemos que, si se prohibía tocar los Vasos Sagrados con las Sacras Especies dentro, ¡Con cuánta mayor razón de tocar el venerable Sacramento sin necesidad! Concilios y Sínodos: El Consejo de Rouen (alrededor del año 650): prohibió al ministro de la Eucaristía colocar las sagradas especies en la mano de los comulgantes laicos. ‘El que lo haga, habrá transgredido estas normas, desprecia a Dios Todopoderoso y, al hacerlo, se han deshonrado a sí mismos y deben ser retirados del altar’.57 «Nulla autem laico aut feminae Eucaresthiam in manibus ponat, sed tantum in os eius»58. También el Concilio de Constantinopla, “in Trullo” (692), prohibirá a los fieles recibir la Eucaristía en la mano; y amenazó incluso con la excomunión, durante una semana, a quien lo hiciera, así se tratase de un obispo, un sacerdote o un diácono59. No está permitido tocar el cáliz ni los vasos sagrados a las mujeres ni a los legos, según el Canon 70 del Concilio de Agda: Non oportet insacratos ministros contingere vasa Domini.
Compendio moral salmanticense según la mente del Angélico Doctor. Pamplona 1805, tomo 1, páginas 282-283 PG, vol. X, coll. 1099-1100. 58 Cfr. Acta Conciliorum Rothmagen-se, c. II, p. 8. 59 Cfr. Mansi, XI, 969. 56 57
67
Concilio de Braga:
Sínodo de Londres, en 1138, declaró que el laico podía llevar la Comunión a un moribundo sólo en caso de necesidad60. Sínodo de York, en 1195, lo consentía al diácono, pero aún eso sólo en caso de necesidad61. El concilio de Zaragoza 380: ex comulga a cualquiera que se atreva a recibir la sagrada comunión en la mano. Esto fue confirmado por el sínodo de Toledo. En el Sínodo de Roma del año 404, celebrado bajo el Papa Inocencio I (401-417) se impone el rito de la Comunión en la lengua62. En el Sínodo de Rouen (649-653), siguiendo la línea observada en Roma, se prohíbe Comulgar en la mano, y se amenaza a los sacerdotes que no cumplan estas disposiciones63. Además, condena la “comunión en la mano” para detener los abusos generalizados que se produjeron a partir de esta práctica, y como salvaguarda contra sacrilegios. En el VI Concilio Ecuménico de Constantinopla (680-681) se prohíbe a los fieles que comulguen por sí mismos, y se amenaza con la Excomunión A LOS QUE TENGAN LA OSADÍA DE HACERLO.64 Las siguientes prohibiciones son mantenidas por el Concilio de Trento (1545-1563) de carácter dogmático. Sacrosanto Concilio de Trento 1545 – 1565 dispuso: “Siempre ha sido costumbre de la Iglesia de Dios, en la Comunión Sacramental, que los laicos tomen la comunión de manos de los sacerdotes, y que LOS SACERDOTES celebrantes COMULGUEN POR SÍ MISMOS; costumbre que por razón y justicia DEBE MANTENERSE por provenir de la Tradición Apostólica” …el hecho de que SÓLO EL SACERDOTE DA LA SAGRADA COMUNIÓN CON SUS MANOS CONSAGRADAS, ES UNA TRADICIÓN APOSTÓLICA” 65
Can. 2, Mansi, XXI, 511 Can. 4, Mansi, XXII, 553. 62 Mansi X, 49,15. 63 Mansi X, 1199-1200. 64 Mansi XI, 969. 65 11 de octubre de 1551, (ses. XIII, c.8). 60 61
68
El texto se refiere a la comunión en la boca, pues hacía ya muchos siglos que había sido prohibida en la mano.
Los Santos:
Tertuliano: (160-220)
"...Cuidamos escrupulosamente que algo del cáliz o del pan pueda caer a tierra". 66
San Hipólito: (170-235)
"...Cada uno esté atento... que ningún fragmento caiga y se pierda, porque es el Cuerpo de Cristo que debe ser comido por los fieles y no despreciado". 67
San Cirilo de Jerusalén: (315-387) "...Recíbela cuidando que nada de ella se pierda, porque dime: si alguno te diese unas limaduras de oro ¿no las guardarías con toda diligencia procurando no perder nada de ellas? ¿No procurarás, pues, con mucha más diligencia que no se te caiga ninguna migaja de lo que es más precioso que el oro y las piedras preciosas?". 68
66 67 68
De corona, 3 PL 2, 99Trad. Ap. 32. Catequesis Mystagogicas, V, 21ss
69
San Efrén: (306-373) "Comed este pan y no piséis sus migas... UNA PARTÍCULA DE SUS MIGAS puede santificar a miles de miles y es suficiente para dar vida a todos los que la comen". 69
San Basilio el Grande: (330-379) afirma claramente que sólo está permitido recibir la “Comunión en la mano” en tiempos de persecución o, como era el caso de los monjes en el desierto, cuando no hubiera un diácono o un sacerdote que pudiera distribuirla: "No hace falta demostrar que no constituye una falta grave para una persona comulgar con su propia mano en épocas de persecución cuando no hay sacerdote o diácono". 70 Lo que implica que recibirla en la mano en otras circunstancias, fuera de persecución, será una grave falta.
S. Agustín de Hipona: (354-430) “Sería locura insolente, el discutir qué se ha de hacer cuando toda la Iglesia Universal tiene ya una práctica establecida”. 71
Serm. in hebd. s., 4, 4. Carta 93. 71 Carta 54,6; a Jenaro. 69 70
70
S. Francisco de Asís: (1182-1226) “Sólo ellos, (los sacerdotes), deben administrarlo, y no otros”.72
Obispo Juan Rodolfo Laise de San Luis OFMCap, 1997: 7.66
"En cuanto a la ‘Comunión en la mano’, SE REQUERIRÍA UN MILAGRO DURANTE CADA DISTRIBUCIÓN DE LA COMUNIÓN PARA EVITAR QUE ALGUNAS PARTÍCULAS CAYESEN AL PISO O PERMANECIESEN EN LAS MANOS DE LOS FIELES... HABLEMOS CLARAMENTE: quien recibe la Comunión en la boca no solo sigue exactamente la tradición transmitida sino también el deseo expresado por los últimos Papas y así evita colocarse a sí mismo en la ocasión de cometer un pecado al negligentemente dejar caer un fragmento del Cuerpo de Cristo.”
Padre John Hardon, S.J, 1 de noviembre, 1997 Llamado a (participar) en un panel de discusión de la Conferencia Santa en Detroit, Michigan: "Mientras concelebrábamos una Misa con el Santo Padre, se nos prohibió terminantemente dar la Comunión en las manos. La Comunión en la mano, se inició con la publicación del Catecismo holandés sin permiso de nadie excepto de los obispos – de hecho, en principio ellos se separaron en sí de la Santa Sede-. Entonces un país tras otro comenzó a pedir permiso, lo cual los obispos holandeses
72
Carta 2ª, a todos los fieles, 35.
71
nunca pidieron, para recibir la Comunión en la mano. La Conferencia Episcopal (de los EEUU) me pidió que escribiera una defensa de la Comunión en la lengua, y yo pudiera hablar durante horas sobre esto. En la muy, muy temprana Iglesia, la Comunión fue dada en las manos. Sin embargo, a medida que la Fe de los Cristianos se fue debilitando, para los siglos 5 y 6, la Comunión en la lengua llegó a ser mandataria – y permaneció mandataria hasta el siglo actual. DETRÁS DE LA COMUNIÓN EN LA MANO – DESEO REPETIR Y EXPLICARLO TAN CLARAMENTE COMO PUEDA – HAY UN DEBILITAMIENTO, ENERVAMIENTO, CONSCIENTE, DE LA FE EN LA PRESENCIA1REAL. Y la Jerarquía americana tomó la mayoría – tres veces, los que querían la Comunión en la mano seguían insistiendo e insistiendo en ello –. Finalmente, mientras tanto, el vicepresidente de la Conferencia Católica de Obispos me pidió que defendiera la Comunión en la lengua, lo cual hice…Cualquier cosa que usted puede hacer para detener la Comunión en la mano será bendecida por Dios.” Dietrich von Hildebrand, llamado un “doctor de la Iglesia del siglo 20” por el Papa Pío XII, en un artículo titulado "La Comunión en la Mano debe de ser Rechazada," 9 de noviembre, 1973: "No puede haber duda alguna que la ‘Comunión en la mano’’ es una expresión de la tendencia hacia la desacralización dentro de la Iglesia en general y especialmente de la irreverencia al acercarse a la Eucaristía... ¿POR QUÉ—POR EL BIEN DE DIOS—SI LA ‘COMUNIÓN EN LA MANO’ LLEGASE A SER INTRODUCIDA EN NUESTRAS IGLESIAS CUANDO ES EVIDENTEMENTE NOCIVA DESDE UN PUNTO DE VISTA PASTORAL, CUANDO CIERTAMENTE NO AUMENTA NUESTRA REVERENCIA, Y CUANDO EXPONE A LA EUCARISTÍA A LOS MÁS TERRIBLES ABUSOS DIABÓLICOS? REALMENTE NO HAY ARGUMENTOS SERIOS PARA RECIBIR LA “COMUNIÓN EN LA MANO”. PERO SÍ HAY LAS MÁS SERIAS Y GRAVES CLASES DE ARGUMENTOS EN CONTRA DE ELLO."
72
San Jerónimo: (347-420), secretario del Papa San Dámaso, aplica la Doctrina Bíblica (Ex 19,5; ISam 21,5) para descalificar la “Comunión en la mano”: “Si quienes habían estado con sus esposas no podían comer los panes de la Proposición… ¿Cuánto menos podrá ser violado y tocado por ellos aquel Pan que bajó del Cielo?”.73
Orígenes: (185-254) "Con qué precaución y veneración, cuando recibís el Cuerpo del Señor lo conserváis, de manera que no caiga nada o se pierda algo del don consagrado. OS CONSIDERARÍAIS JUSTAMENTE CULPABLES SI CAYESE ALGO EN TIERRA POR NEGLIGENCIA VUESTRA". 74
Sumos Pontífices: S.S Pablo VI comenta así este último texto de Orígenes: "Consta que los fieles creían y con razón, que pecaban, según recuerda Orígenes, si, habiendo recibido el cuerpo del Señor, y conservándolo con todo cuidado y veneración, algún fragmento caía por negligencia".75
73
C. de Panm., 49,15.
74
In Exod. Hom., hom. XIII, 3, Migne, PG 12, 391. Mysterium Fidei, 32.
75
73
Peligros de continuar con la “comunión en la mano”, según S.S Pablo VI: “El que se llegue a una menor reverencia hacia el augusto Sacramento del altar, ya a la profanación del mismo Sacramento, ya a la alteración de la recta doctrina”. 76 S.S Pablo VI: El texto original de la ya mencionada consulta a los Obispos sobre la “comunión en la mano”, decía: “En nombre y por encargo del Santo Padre, me es grato comunicar...” Al leerlo, el Papa dijo al encargado de redactar la carta: - ¿Grato? ¡No me es grato para nada! Y corrigió el texto de la siguiente forma: “En nombre y por encargo del Santo Padre, es mi deber comunicar...” En esa misma carta el Papa corrigió otra frase añadiendo de su puño y letra lo que está en negritas: “Por mandato explícito del Santo Padre que no puede dejar de considerar la eventual innovación con evidente aprensión ...”
San Sixto I, Papa (a.115) "Las Sagradas Especies no son para ser manipuladas por otros que no estén consagrados al Señor". Ya San Sixto I, Papa (115-125) prohíbe a los laicos tocar los vasos sagrados.77 Con mayor razón hubo de prohibir la “Comunión en la mano”.
76 77
Memoriale Domini: 1279, de S.S Pablo VI Mansi 1, 653.
74
En la época de San Justino (100-166) sólo los diáconos dan la Comunión a los fieles.78Este uso es confirmado por la Didajé79 y por S. Ignacio de Antioquia (+107).
Papa San Eutiquiano (275-283) "Prohíban a los creyentes tomar la Sagrada Hostia en la mano". De 275 a 283 D.C., para que los laicos no toquen las sagradas especies con sus manos, les prohibió llevar el Santísimo Sacramento a los enfermos: “Nullus praesumat tradere communionem laico vel femminae anuncio deferendum infirmo” (Que ninguno se atreva a consignar la Sagrada Comunión a un hombre o una mujer para que la lleven a los enfermos) 80 El Papa San León Magno (440-461), ya en el s. V, es un testigo inicial de la práctica tradicional. En sus comentarios sobre el capítulo sexto del Evangelio según San Juan se refiere a la comunión en la boca como el uso habitual: “Se recibe en la boca lo que se cree por la fe” (“Hoc enim ore sumiter quod fide creditur”).81 "Enérgicamente defendemos y requerimos a los creyentes obediencia en cuanto a1 la práctica de administrar la Sagrada Comunión en la lengua del creyente".
El Papa no habla como si se refiriera a una novedad, sino como de un hecho bien establecido.
Apología 1, 65,5. 15,1 80 PL V, coll.163-168 81 Serm. 91.3. 78 79
75
Papa San Gregorio: También llamado Magno, entre 590 y 604, en sus Diálogos82 relata cómo el Papa San Agapito obró un milagro durante la Misa, después de haber colocado la Hostia en la lengua de una persona. También Juan el Diácono nos habla acerca de esta manera de distribuir la Santa Comunión por ese Pontífice.
San Pío X: "Cuando se recibe la Comunión es necesario estar arrodillado, tener la cabeza ligeramente humillada, los ojos modestamente vueltos hacia la Sagrada Hostia, la boca suficientemente abierta y la lengua un poco fuera de la boca reposando sobre el labio inferior". 83 Y Contestando a quienes le pedían autorización para comulgar de pie alegando que: los israelitas comieron de pie el cordero pascual les dijo: "El Cordero Pascual era tipo (símbolo, figura o promesa) de la Eucaristía. Pues bien, los símbolos y promesas se reciben de pie, MAS LA REALIDAD SE RECIBE DE RODILLAS y con amor".
82
83
Roman 3, c 3
Catecismo de San Pío X.
76
Cuando estaba este Santo Pontífice en su lecho de muerte, en agosto de 1914, y se le administró la Sagrada Comunión como Viático, no la recibió en la mano, y no le estaba permitido: la recibió en la lengua de acuerdo a la ley y a la práctica de la Iglesia Católica. Si Él que, siendo el mismo sucesor de San Pedro y Sacerdote, con todo el poder de las llaves, pudo más que nadie AUTOCOMULGAR es decir “comulgar en la mano” y no lo hizo, es por el simple hecho de su HUMILDAD y del hecho de que no se toca la Sagrada Hostia INNECESARIAMENTE.
S.S El Papa Benedicto XVI recordando las palabras de San Agustín “nemo autem illam carnem manducat, nisi prius adoraverit; peccemus non adorando”,84 subraya que “recibir la Eucaristía significa ponerse en actitud de adoración hacia aquel que recibimos (...) sólo en la adoración puede madurar una acogida profunda y verdadera”. 85 Dijo, además, luego de restaurar la Santa Misa Tridentina (que por cierto nunca fue abrogada) el 16 de junio del 2008:
'"Estoy convencido de la urgencia de dar de nuevo la hostia en la boca a los fieles, sin que la toquen, y de volver a la genuflexión como signo de respeto"
84 85
Enarrationes in Psalmos 89, 9 ; CCLXXXIX,1385. Sacramentum Caritatis, 66.
77
San Juan Pablo II no estuvo a favor de que se comulgue en la mano invocando el indulto, cuando se le entrevistó en Alemania haciendo alegoría sobre la “comunión en la mano”: Periodista: - Santo Padre, ¿Cuál es su opinión sobre la “comunión en la mano”? A lo que el Papa responde: - Hay una carta apostólica sobre un permiso especial válido para esto. Pero yo le digo a Ud. que NO ESTOY A FAVOR DE ESTA PRÁCTICA, NI TAMPOCO LA RECOMIENDO. EL PERMISO FUE OTORGADO DEBIDO A LA INSISTENCIA DE ALGUNOS OBISPOS DIOCESANOS.86
Y para que nadie interpretase de otra forma estas palabras, tres meses después, ante las cámaras de la televisión francesa, negaba la “Comunión en la mano” a la esposa del primer ministro Giscard d’Estaing.
86
Entrevistado por la revista Stimme des glaubens durante su visita a Fulda (Alemania) en Noviembre de 1980.
78
En su Carta “Domenica Cenæ”, de 24 de febrero de 1980, el Papa S. Juan Pablo II dice: “El tocar las Sagradas Especies y su distribución con las propias manos, es un privilegio de los ordenados”. En la Instrucción “Inestimabile Donum” de la Congregación para el Culto Divino, sancionada el día 17 de abril del mismo año de 1980, el Papa reitera: “No se admite que los fieles tomen por sí mismos (auto-comunión) el pan consagrado y el cáliz sagrado” … Como suplemento a todo esto, la enseñanza de Santo Tomás de Aquino, en su gran Summa Teológica, lo confirma. Así lo explica: “La administración del Cuerpo de Cristo corresponde al sacerdote por tres razones.” “Primera, porque él consagra en la persona de Cristo. Pero como Cristo consagró Su Cuerpo en la (Ultima) Cena, así también ÉL lo dio a otros para ser compartido con ellos. En consecuencia, como la consagración del Cuerpo de Cristo corresponde al sacerdote, igualmente su distribución corresponde a él. “Segunda, porque el sacerdote es el intermediario designado entre Dios y el pueblo, por lo tanto, corresponde a él ofrecer los dones del pueblo a Dios. Así, corresponde a él distribuir al pueblo los dones consagrados. “Tercera, porque por reverencia a este Sacramento, nada lo toca sino lo que está consagrado, ya que el corporal y el cáliz están consagrados, e igualmente las manos del sacerdote para tocar este Sacramento. Por lo tanto, no es lícito para nadie más tocarlo, excepto por necesidad, por ejemplo, si hubiera caído en tierra o también el algún otro caso de urgencia”.87 Santo Tomás de Aquino ya había definido la Sagrada Eucaristía: “latens Deitas”. La fe en la presencia real de Cristo bajo las especies eucarísticas, pertenecía ya entonces a la esencia de la fe de la Iglesia Católica y era parte intrínseca de la identidad de ella. Era evidente que 87
Summa, III, Q. 82, Art. 13.
79
no se podía edificar la Iglesia si esa fe fuese mínimamente menoscabada. Por lo tanto, la Eucaristía, Cuerpo de Sangre de Cristo, Dios en medio de nosotros, debía ser acogida con estupor, máxima reverencia y actitud de humilde adoración. Conclusión. Santo Tomás de Aquino junto con gran cantidad de Santos, Sumos Pontífices, Concilios, y Catecismos de la Iglesia Católica, nos recuerdan que la veneración debida requiere que el Santísimo Sacramento sólo sea tocado por lo que ha sido consagrado. El cristiano, mediante el bautismo, ha sido consagrado para recibir al Señor en la Santa Comunión, pero no para distribuir la Sagrada Hostia a otros ni para tocarla si no hay necesidad.
“Tocar las sagradas especies y distribuirlas con sus propias manos es un privilegio del que ha sido ordenado”.88
88
S. Juan Pablo II, “Dominicae Coenae”, 11.
80
RAZÓN VII: PORQUE NO HAY URGENTE NECESIDAD DE TOCAR EL SACRAMENTO Es de unánime opinión de los teólogos y de San Alfonso María de Ligorio, que SÓLO PODÍAN ADMINISTRARSE A SÍ MISMO LA COMUNIÓN, es decir, como vimos antes, “comulgar con la mano” o “en la mano” sólo en caso de extrema necesidad, en tiempo de persecución, en riesgo de muerte, o cuando no haya Sacerdote: Para resumir, la práctica era que se podía tocar la Hostia cuando no hacerlo equivalía a quedar privado del Sacramento. Pero cuando había un sacerdote, no se la recibía en la mano. Así, San Basilio (330-379) afirma claramente que sólo está permitido recibir la “Comunión en la mano” en tiempos de persecución o, como era el caso de los monjes en el desierto, cuando no hubiera un diácono o un sacerdote que pudiera distribuirla: “No hace falta demostrar que no constituye una falta grave para una persona comulgar con su propia mano en épocas de persecución cuando no hay sacerdote o diácono” 89 El Santo basa su opinión en la costumbre de los monjes solitarios, que reservaban el Santísimo en sus celdas, y en ausencia de sacerdote o diácono, se daban a sí mismos la Comunión. San Basilio el Grande consideraba la “Comunión en la mano” tan irregular que no vaciló en considerarla una grave falta. Habiendo cesado las persecuciones y la emergencia de la falta de lugares de culto y de material litúrgico que imponían la administración de la Comunión no en la Iglesia, he aquí que nacen las “casas de Dios”, el altar y la atención a no perder los fragmentos eucarísticos. Veamos lo que dice San Alfonso María de Ligorio, y otros teólogos sobre el ministro ordinario y extraordinario de la comunión: § 7. — Ministro de la distribución de la Eucaristía. “El sacerdote es el ministro ordinario de la distribución de la Eucaristía: «Semper in Ecclesia Dei mos fuit (dice el Tridentino) ut laici a sacerdotibus commimionem acciperent, sacerdotes autem celebrantes se ipsos coramunicarent; qui mos tanquam ex traditione apostolica descendens retineri debet.» (Sess. 23, cap. 8).” “Los diáconos son también ministros de la comunión; PERO SOLO MINISTROS EXTRAORDINARIOS, en cuanto se les puede cometer por el obispo, y, a veces, por el párroco, la facultad de administrarla, no solo en extrema, sino también en grave necesidad.” 89
Carta 93.
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“Algunos teólogos citados por S. Alfonso Ligorio90opinan, que no solo el diácono sino el subdiácono, el clérigo inferior y hasta el lego (considérese como lego al hermano religioso que no forma parte del Clero), A FALTA DE CLÉRIGO, podría ministrar la comunión a los fieles EN CASO DE EXTREMA NECESIDAD. Menester, es decir, sin embargo, que la antigua disciplina, que esos teólogos invocan en su apoyo, dejó de existir hace siglos, y que, atendida la contraria práctica, hoy día universalmente vigente, SERIA MENOS MAL PERMITIR QUE MURIERA EL ENFERMO SIN LA COMUNION, cuya efectiva recepción no es de absoluta necesidad para salvarse, QUE EL ADMINISTRARLA DE UNA MANERA QUE PUDIERA COMPROMETER A LOS OJOS DE LOS FIELES, EL RESPETO DEBIDO AL MAS AUGUSTO Y SANTO DE TODOS LOS SACRAMENTOS.” (Nótese que antes se prefería la muerte del enfermo a faltar el respeto debido al más Augusto y Santo de los Sacramentos). Memorandum litúrgico-teológico, para uso de los párrocos y demás ministros Sagrados por el Presbítero D. Bernardo Sala Monje Benedictino de Monserrat, 1867:
Habla en este Diccionario teológico, también sobre el hecho de tocar el Santo Sacramento sólo en suma necesidad: “¿Puede alguno comulgarse a sí mismo en caso de necesidad? - EN CUANTO AL SACERDOTE, sienten generalmente los teólogos, que NO PUDIENDO CELEBRAR Y FALTANDO OTRO SACERDOTE, podría COMULGARSE A SÍ MISMO, no solo en caso de necesidad, sino también por devoción; cuidando, empero, de precaver EL ESCÁNDALO O ADMIRACION DE LOS FIELES; DERECHO QUE MUCHOS CONCEDEN TAMBIEN AL DIÁCONO. Y en efecto, no se le habría de negar, al menos, en caso de grave necesidad, Y FALTANDO EL MINISTERIO DEL SACERDOTE; porque si en un caso semejante PUEDE DAR LA COMUNION A OTROS ¿por qué no podría también comulgarse a sí mismo? Esos derechos también le tengan, en caso de grave necesidad, no solo los clérigos inferiores al diácono, sino hasta los legos; pues que por una parte urge, EN PELIGRO DE MUERTE, el precepto divino de la comunión…”91 Lib. 6, n. 237. S.E.R Mons. Justo Donoso, “Diccionario Teológico, canónico, jurídico, litúrgico, Bíblico, etc”. TOMO SEGUNDO. VALPARAlSO: Imprenta y librería del Mercurio, 1856. Página: 244-245. 90 91
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RAZÓN VIII: POR LA OPOSICIÓN DE LOS OBISPOS A ESTA COSTUMBRE La gran mayoría de Obispos encuestados por S.S Pablo VI para ver si se debía permitir la “comunión en la mano” estuvieron en total desacuerdo, según Memoriale Domini de S.S Pablo VI, por ende no es correcto decir que la Iglesia “lo ha aprobado” del todo.:…………………………………………………………..………………….……………… Fueron propuestas a los Obispos tres cuestiones, a las que, hasta el día 12 del mes de marzo último, respondieron del modo siguiente: 1. ¿Se ha de acoger el deseo de que, además del modo tradicional, se permita también el rito de recibir la sagrada “comunión en la mano”? Placet (Sí): 567; Non placet (No): 1.233; Placet iuxta modum (Sí bajo condición): 315; Votos inválidos: 20. 2. ¿Place que se hagan antes experimentos de este nuevo rito en pequeñas comunidades, con el consentimiento del Ordinario del lugar? Placet: 751; Non placet: 1.215; Votos inválidos: 70. 3. ¿Piensa que los fieles, después de una preparación catequética bien ordenada, han de recibir de buen grado este nuevo rito? Placet: 835; Non placet: 1.185; Votos inválidos: 128. Entonces el mismo Papa Pablo VI PROHIBE LA COMUNIÓN EN LA MANO EL CUAL LO CONSIDERA UN CAMBIO OFENSIVO, luego de hacer una encuesta a todos los Obispos del mundo, que: «Sobre 2.136 votantes sólo el 26,6% votó a favor...» 92de comulgar en la mano. Veamos la historia: Es bien conocido que la “comunión en la mano” comenzó a difundirse durante el comienzo de la década de 1960 en los círculos católicos de Holanda. Porque la “comunión en la mano” se la vio como un arqueologismo. Entonces comenzó como un remedo del uso protestante o, lo que parece más probable, como un falso “arqueologismo”, esto es, como una idolatría 92
Monseñor Juan Rodolfo Laise, Obispo de San Luis, Argentina, Comunión en la Mano, p. 72.
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de supuestas costumbres de la Iglesia antigua. Esto implicó un olvido (¡o una negación!) de la verdad y de la aclaración de la doctrina de la Eucaristía Católica hacia una forma más inteligible e inequívoca. Implicó un rechazo de lo que, en realidad, nos había sido legado con la evolución natural de la Liturgia. Se trató de un caso de flagrante desafío y desobediencia a la autoridad eclesiástica y a su ley. El deseo de esta costumbre no procedió de la autoridad suprema de la Iglesia, que se oponía a ella, ni tampoco de las filas de los fieles de Cristo (quienes, por definición, mantienen su fe en el dogma de la transubstanciación) que jamás solicitaron semejante práctica. Monseñor Juan Rodolfo Laise OFMCap, Obispo de San Luis, Argentina, comenta en su libro: Comunión en la Mano, sobre lo que sucedió en realidad con el indulto y esta costumbre: EL PAPA DECIDE NO PERMITIR LA “COMUNIÓN EN LA MANO Advertencia sobre los peligros que conlleva el cambio Memoriale Domini: 1277.- «Este modo de distribuir la santa Comunión, (en la boca), considerado el estado actual de la Iglesia en su conjunto, debe ser conservado no solamente porque se apoya en un uso transmitido por una tradición de muchos siglos, sino principalmente, porque significa la reverencia de los fieles cristianos hacia la Eucaristía.» 93
Y continúa Su Santidad:
93
Memoriale Domini.,1277; C.M., pp. 21, 23.
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1278.- «Con esta manera tradicional, se asegura más eficazmente que la Sagrada Comunión sea distribuida con la reverencia, el decoro y la dignidad que le son debidas, de modo que se evite todo peligro de profanar las sagradas Especies Eucarísticas, en las que "de modo singular está presente todo y entero Cristo, Dios y hombre, de manera substancial y permanente.94 Por último, se asegura que el esmero diligente sobre los fragmentos del pan consagrado que la Iglesia siempre ha recomendado: "Pues lo que has dejado caer, considéralo como imputado de tus propios miembros"95 1279 Pues, UN CAMBIO EN UN ASUNTO DE TANTA IMPORTANCIA que se apoya en una antiquísima y venerable tradición, además de lo que toca a la disciplina, puede traer consigo también peligros, que se teme que quizá surjan del nuevo modo de administrar la Sagrada Comunión, a saber: el que se llegue ya a una menor reverencia hacia el augusto Sacramento del Altar, ya a la profanación del mismo Sacramento, ya a la adulteración de la recta doctrina... 1280... Consiguientemente, a partir de las respuestas dadas, es evidente que LA INMENSA MAYORÍA DE LOS OBISPOS estima que de ninguna manera se debe cambiar la disciplina actual; más aún, si se cambiara, este cambio sería ofensivo, tanto para la sensibilidad como para la espiritualidad de estos mismos obispos y de la mayoría de los fieles. Decisión definitiva del Papa 1281 Así, pues, teniendo en cuenta las advertencias y los consejos de aquellos a quienes el ESPÍRITU SANTO ha puesto como obispos para regir la Iglesias, en razón de la gravedad del asunto y la fuerza de los argumentos aducidos, AL SUMO PONTÍFICE NO LE PARECE OPORTUNO MUDAR EL MODO HACE MUCHO TIEMPO RECIBIDO DE ADMINISTRAR A LOS FIELES LA SAGRADA COMUNION" Esto es, en síntesis, lo que la Instrucción Memoriale Domini quiere comunicar, es decir, “EL FIN DEL DOCUMENTO"»96comenta Mons. Laise, la ratificación y vigencia en todo su vigor como ley universal dentro de la Iglesia de comulgar en la boca.
94 95 96
Instruction Eucharisticum Mysterium n. 9. San Cirilo de Jerusalén, Catequesis Mistagógica V:21. Monseñor Juan Rodolfo Laise, Obispo de San Luis, Argentina. Comunión en la Mano, p. 75.
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Se debe destacar que la legislación pertinente de S.S Pablo VI nos “urge y exhorta enfáticamente” a todos a recibir la comunión en la forma tradicional, denominada oficialmente como “la más reverente”. E incluso el C. Vaticano II nos ofrece doctrina para descalificar la práctica a la que nos referimos: “Aunque cada uno de los Prelados, por sí solo, no posea la prerrogativa de la Infalibilidad, sin embargo, si todos ellos, aun estando dispersos por el mundo, pero manteniendo el vínculo de comunión entre sí y con el Sucesor de Pedro, convienen en un mismo parecer como Maestros auténticos que exponen como definitiva una Doctrina, en las cosas de la Fe y de costumbres, en ese caso, anuncian infaliblemente la Doctrina de Cristo”. 97 Y la mayoría de Obispos convino en que la Comunión en la mano iba a ser perjudicial para la Iglesia. Se ha roto, pues, con la Tradición, uno de los Pilares de la Iglesia. Pero, el daño ya estaba hecho, la “comunión en la mano” se había difundido, a pesar de los intentos del Papa por evitarlo, por eso, «la Carta enviada por el Consilium en nombre del Papa a todos los obispos junto con la ficha de votación decía: «"En los países y en las regiones donde la nueva práctica de poner la partícula en la mano se ha introducido parece cada vez más difícil, si no directamente imposible, impedirla". El mismo Pablo VI, en el apunte autógrafo en el que propuso el esquema de MD, dice: "ha de tenerse presente que el uso o el abuso de la distribución de la sagrada “comunión [en la mano”] está ya ampliamente difundido en algunos países y que los obispos [por ejemplo el Cardenal Suenens, etc.] no cree posible reprimirlo”. También el Cardenal Gut, el Prefecto de la Congregación del Culto Divino que firmó MD, en una entrevista publicada el 20 de julio de 1969, da testimonio de aquellos tiempos difíciles: "Hasta el presente se había permitido a los obispos autorizar experiencias, pero con frecuencia se han franqueado los límites de esta autorización y muchos sacerdotes han simplemente hecho lo que han querido. En ese caso, lo que ha ocurrido algunas veces es que ellos se han impuesto. Estas iniciativas, tomadas sin autorización, con frecuencia no podían ser detenidas porque se habían expandido demasiado lejos. Con su gran bondad y prudencia, 97
Lumen Gentium, 5.
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el Santo Padre ha con frecuencia cedido, y muchas veces lo ha hecho contra su voluntad."»98 Y es así que el Papa concede la posibilidad del INDULTO para las situaciones irregulares, que obviamente no significa cambiar la comunión en la boca por recibirla en la mano: Actitud ante las situaciones irregulares 1282. Pero si en alguna parte el uso contrario, es decir, el de poner la Santa Comunión en las manos, hubiera arraigado ya, la misma Sede Apostólica, con el fin de ayudar a las Conferencias Episcopales a cumplir su oficio pastoral, con frecuencia más difícil que nunca por la situación actual, confía a estas mismas conferencias la carga y el oficio de sopesar las circunstancias peculiares, si las hay, con la condición, sin embargo, tanto de prevenir todo peligro de que penetren en los espíritus la falta de reverencia o falsas opiniones sobre la Santísima Eucaristía, como también que se quiten con todo cuidado otros inconvenientes.99 En 1969 la Instrucción Memoriale Domini estableció que, donde lo creyeran conveniente las Conferencias Episcopales, por más de dos tercios de votos de sus Obispos, se podía dejar a los fieles la libertad de recibir la “comunión en la mano". Decir que "más de un tercio veía la posibilidad con buenos ojos", cuando Memoriale Domini dice "a partir de las respuestas dadas, es evidente que la inmensa mayoría de los obispos estima que de ninguna manera se debe cambiar la disciplina actual", es desvirtuar la realidad histórica y el pensamiento de Pablo VI; pero afirmar que "dicha instrucción estableció que, donde lo creyeran conveniente las Conferencias Episcopales, por más de dos tercios de votos de sus Obispos, se podía dejar a los fieles la libertad de recibir la “comunión en la mano", es faltar a la verdad; lo que la MD estableció es que la ley que determinaba que la comunión debía darse solamente en la boca del fiel continuaba vigente y sin cambios. Concedió, es cierto, un indulto, pero no "donde lo creyeran conveniente la Conferencias Episcopales" sino donde el uso "hubiera arraigado ya" (año 1969), poniendo serias condiciones.»100 ¿Por qué el Papa concede el indulto si sabe las consecuencias? Con el indulto no se busca derogar la comunión en la boca. «No se concede un bien sino algo de suyo MUCHO MÁS IMPERFECTO “comunión en la mano” que la ley general en vigor comunión en la boca. Esta concesión se debe a la decisión prudencial de TOLERAR un uso peligroso para evitar un mal mayor (la desobediencia generalizada)» 101 Monseñor Juan Rodolfo Laise, Obispo de San Luis, Argentina. Comunión en la Mano, p. 78-79. Memoriale Domini, 1282. De S.S Pablo VI. 100 Monseñor Juan Rodolfo Laise, Obispo de San Luis, Argentina, Comunión en la Mano, p. 74. 101 Ibid p. 126. 98 99
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«Es más, la solución deseada hubiera sido cerrar la puerta a toda concesión, pero se la adoptó temiendo "una reacción violenta en algunas zonas y una desobediencia más difundida donde el uso ya esté introducido”» 102
A pesar que aquella solución hubiera tenido «el apoyo de la mayoría absoluta, evitaría las consecuencias negativas, temidas a causa del uso de la “comunión en la mano” y tendría el apoyo de amplia parte del clero y de los fieles». 103Considerando todo esto el indulto fue aceptado, pero «cuya concesión fue fruto de la política del "hecho consumado"». 104Y el 2 de octubre de 1968 hubo una reunión de los secretarios de los dicasterios involucrados y la situación, con respecto a la “comunión en la mano”, es que «el uso está ya introducido y es difícil impedirlo, sin embargo, parece preferible regularlo; no toca el dogma sino sólo la disciplina. Los peligros: coexistencia de dos modos de distribuir la comunión, debilitamiento del culto hacia la Eucaristía, peligro de profanaciones, ceder a una imposición venida de abajo.»105 Conclusión: La “comunión en la mano” se introdujo sin autorización. Vemos que los mismos Obispos, como sucesores de los Apóstoles en cuanto a jurisdicción de la Santa Iglesia a quienes "el Espíritu Santo ha puesto como obispos para regir la Iglesias”, en razón de la gravedad del asunto y la fuerza de los argumentos aducidos, AL SUMO PONTÍFICE NO LE PARECE OPORTUNO MUDAR EL MODO HACE MUCHO TIEMPO RECIBIDO DE ADMINISTRAR A LOS FIELES LA SAGRADA COMUNION. S.S Pablo VI se opuso tenazmente a permitirla, pero decidió otorgar un indulto sólo donde el uso estaba ya arraigado y esto con el propósito de "ayudar a las Conferencias Episcopales a
Ibid p. 134 p. 114. 104 Ibid. p. 137. 105 Ibid p. 102 102
103Ibid
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cumplir su oficio pastoral, con frecuencia más difícil que nunca a causa de la situación actual"»106 En fin, comenta Mons. Laise: “La introducción de este uso ha sido ILEGAL y ABUSIVA»107«En realidad el fin de MD no fue instrumentar la adopción de la “comunión en la mano” sino mantener su prohibición».108 *Monseñor Juan Rodolfo Laise decidió no acogerse al indulto (permiso para dar la “comunión en la mano”), en la diócesis de San Luis, Argentina. Allí está prohibido comulgar en la mano. Él mismo lo ha demostrado porqué. Nos dice: «La carta pastoral por la cual se concede el indulto no da la facultad de aplicarlo a la Conferencia Episcopal, sino a cada obispo para su diócesis. Además: Si el obispo no lo hace, queda vigente la ley universal que prohíbe la comunión en la mano. Por lo tanto, cuando en una diócesis no se adopta el indulto, no es el obispo quien prohíbe la comunión en la mano, sino el Papa.» 109
Ibid p. 118. Ibid p. 55. 108 Ibid p. 136. 109 Ibid p. 97-98. 106 107
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RAZÓN IX: POR SER FRUTO DE UNA REBELDÍA MINORITARIA La “comunión en la mano” es fruto de la desobediencia de algunos Obispos como vimos en el punto anterior, por lo que no pecamos diferente de los que desobedecieron al Papa sus intentos de terminar con esta práctica. «Conociendo la historia de este rito REINTRODUCIDO CLANDESTINAMENTE, DIFUNDIDO EN BASE A EQUÍVOCOS Y CONFIRMADO POR MEDIO DE DESOBEDIENCIAS INQUEBRANTABLES... imponiendo a lo largo de veintisiete años un uso al que el Papa no quería autorizar por considerarlo peligroso para el bien de la Iglesia, hasta que lograron finalmente que se extendiera por casi todo el mundo.»110 La “comunión en la mano” surge de la desobediencia a las leyes de la Iglesia, en la persona del Papa S.S Pablo VI. Debemos tener siempre presente que es ley vigente en la Iglesia comulgar en la boca y que la “comunión en la mano” es "solamente un indulto", un permiso extraordinario, introducido para no dejar fuera de la Iglesia a quienes abusivamente iniciaron esta desacralizadora costumbre contrariando las normas de la Iglesia, como explicó el cardenal Gut. Lamentablemente esto trajo una inaudita novedad: introducir el principio de la desobediencia como fuente de ley. La “nueva disposición” no ha emanado de la Santa Sede, ¡sino de un Episcopado progresista! La “concesión” de dar la “Comunión en la mano” no ha sido ni recomendada por la Santa Sede y tampoco justificada, por lo cual no comporta ningún deber para nadie. Porque, concediendo esta “posibilidad”, la Santa Sede no ha conferido a los fieles ningún derecho, en el sentido jurídico del término, ¡ni ningún deber de hacerlo por parte del sacerdote! ¡Por cierto! ¿Cómo va a ser bueno practicar una excepción que introdujo la rebelión como fuente de ley y como una concesión a la rebelión desacralizadora?
110
Ibid p. 133.
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RAZÓN X: PORQUE SE DESOBEDECE A DIOS Debemos obedecer a DIOS antes que a los hombres: ¿Y la “obediencia” al Obispo? Se responde: no siempre es “obediencia” la ejecución material de una orden; como no siempre es “desobediencia” el rechazo de seguir materialmente una orden. Depende de la legitimidad que la misma contiene o no. En verdad, San Roberto Belarmino, Suárez y Torquemada enseñan unánimemente la obligación de resistir a una orden que sea contraria al bien común de la Iglesia. 111
Vitoria: Obras, págs. 486-487; Suárez: De Fide, disp. X, sec. VI, nº 16; San Roberto Belarmino: de Rom. Pont., Libro 2, Cap. 29; Cornelius a Lapide: ad Gal. 2, 11, etc. 111
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Enseña San Tomás de Aquino que tenemos el derecho, y aun el deber, de desobedecer a ciertas órdenes de los superiores de la Iglesia, por las mismas razones que no debemos obedecer a los dirigentes políticos en todas las cosas. Él afirma que hay dos casos de FALSA OBEDIENCIA u obediencia ilícita, o sea, donde no se debe obedecer. Éste se da cuando justamente el mandato del superior contradice claramente un mandato de orden superior, sobre todo de Dios. Sería el caso de una autoridad que obligara a cometer pecado. Allí se aplicaría el principio expresado en el libro de los Hechos: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5,29). Los Sacerdotes que al dar la “comunión en la mano” dicen estar obedeciendo al Obispo, en realidad lo que hacen es desobedecer a DIOS, puesto que DIOS prohíbe la profanación de las Sagradas Especies. Además, como vimos en la razón Nº VI, los Sumos Pontífices, quienes representan al mismo DIOS, han pedido que se sometieran a la tradición de la comunión en la boca (Desde San Sixto I, Pablo VI, hasta Benedicto XVI).
San Juan Pablo II negando la “Comunión en la mano” a la esposa del primer ministro Giscard d’Estaing.
Por eso los Sacerdotes y Obispos que NO dan la comunión en la mano, obedecen al Papa y a DIOS antes que, a los hombres (modernistas), un gran ejemplo de estos es Monseñor Juan Rodolfo Laise, OFMCap, que decidió no acogerse al indulto (permiso para dar la “comunión en la mano”), en su diócesis de San Luis, allí está prohibido comulgar en la mano, así también el Obispo de la Diócesis de Oruro, Bolivia, Monseñor Cristóbal Bialasik 112, y Mons. Athanasius Schneider, obispo de Kazajistán (que por cierto nos da una clara explicación sobre porqué el llamado: “Camino Neocatecumenal” es un caballo de troya
Mazuelo, G. (18 de agosto de 2015). EXCLUSIVA: El Obispo de Oruro prohíbe la comunión en la mano en su diócesis. Recuperado de: http://adelantelafe.com/exclusiva-el-obispo-de-oruro-prohibe-la-comunion-en-la-mano-en-su-diocesis/ 112
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introducido en la Iglesia113, con apariencia de “vuelta a las fuentes”, por su liturgia que contradice la Venerable Tradición de la Iglesia y pone en duda si creen en el Canon Nº3 del Concilio de Trento, Sobre la presencia absoluta de CRISTO en cada fragmento Eucarístico114, por su manera deplorable de “comulgar ¡sentados! y en la mano” y otros errores litúrgicos). Al ver a Hermanos del “Camino Neocatecumenal” “comulgando” sentados y “en la mano”, uno se pregunta si de verdad aman a la Iglesia y su tradición, porque se ve claramente que desoyen su voz y sus mandatos por seguir arqueologismos: Sagrada congregación para el Culto Divino: “Se debe poner especial cuidado, en no permitir que partículas del pan Eucarístico, caigan al suelo o sean desparramadas…”115
“El que teme a DIOS, nada descuida” Eclesiastés 7, 19
Rorate Caeli (25 de abril de 2016). EXCLUSIVA Mons. Schneider: Los Neocatecumenales son un movimiento judío-protestante, un caballo de troya. Recuperado de: http://adelantelafe.com/exclusiva-entrevista-obispo-athanasius-schneider/ 114 Concilio de Trento, sobre la Eucaristía: “Si alguno negare que en el venerable sacramento de la Eucaristía se contiene Cristo entero bajo cada una de las especies y bajo cada una de las partes de cualquiera de las especies hecha la separación, sea anatema.” 115 SAGRADA CONGREGACION PARA EL CULTO DIVINO, Carta "En respuesta a la petición", para aquellos presidentes de las Conferencias de Obispos que solicitaron permiso para entregar la comunión en la mano, 29 de mayo de 1969: AAS 61 (1969) 546-547; Not 5 (1969) 351-353. Numeral 5. 113
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“El que desprecia lo poco, poco a poco se precipitara”. Eclesiástico 19, 1
Pbro. Dr. Luigi Villa en su libro: ¿Comunión en la mano? ¡NO! ¡es Sacrilegio!, Conclusiones, p.53: Entre las razones que hacen ilegítima una orden, está aquella de ser contrastante e incompatible con la Ley de Dios y de lo que de ella deriva. Por ejemplo: la Ley de Dios no veta explícitamente el aborto, pero condena expresamente el homicidio: Porque no es posible abortar sin matar, ¡el aborto es condenado por la Ley de Dios! Por lo tanto, quien ordena abortar, da una orden ilegítima, porque va contra la Ley de Dios. Ahora, esto vale también - ¡y mucho más! - para el delito de quien profana las Sacras Especies, como se hace ciertamente con la “Comunión en la mano”. También aquí el razonamiento es idéntico: la Ley de Dios no prohíbe explícitamente la “Comunión en la mano”, pero prohíbe, sin embargo, la profanación de las Sagradas Especies. Y porque no es posible dar la “Comunión en la mano” sin causar, antes o después, la dispersión de los fragmentos Eucarísticos y, entonces, causar la profanación de las Sagradas Especies, resulta que ¡la “Comunión en la mano” es prohibida por la Ley de Dios! Y ¿cómo puede un superior mandar lo que Dios no quiere? * Una tal orden humana, en contraste con una orden divina, no puede y no debe ser seguida, porque hay que «¡obedecer a Dios antes que a los hombres! 116 * Hemos visto en sí que la más grande autoridad en la Iglesia y el mundo, el Papa, está en contra de esta práctica, y sólo lo p ermitió como un indulto en los lugares donde hubiese arraigado ya esta costumbre, y terminó pidiendo se sometan a la tradición de c omulgar en la boca, lo que significa que debemos obedecer a DIOS por medio del Papa, antes que a los hombres, es decir, a los Prelado s modernistas que introdujeron esta costumbre (y no correctamente) del pasado. 116 Hechos 5,29; 4,19.
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Luego, en primer lugar, la “Caridad”, dice San Tomás de Aquino, “es una virtud mayor que la obediencia”117. La mayor caridad es la salvación de las almas. Dijo Nuestra Señora en Fátima: “Si hicieran lo que os voy a decir, se salvarán muchas almas y tendrán paz”.118 Ella más que nadie busca la salvación de las almas, porque es la más ley más importante, puesto que es para la eternidad. Y, como la Santa Iglesia enseña y profesa, la salvación de las almas es su primera ley.119
Aquí está en juego el alma de los que “comulgan en la mano” y la dan, porque prefieren la “obediencia” de un indulto que en realidad sirvió para no causar un cisma u otra desobediencia al Santo Padre Pablo VI de los Prelados Modernistas que promovían esta costumbre120, que salvar su alma, es decir, OBEDECER a lo que los Papas, Santos, Concilios y DIOS mismo, que han tratado sobre la comunión en la mano: “Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí”.121 En segundo lugar, es materia de sentido común – y nadie tiene más sentido común que Santo Tomás de Aquino-. Ninguna autoridad de la Iglesia puede pedir obediencia a las órdenes injustas y contrarias al bien común de la Iglesia o a la Ley divina misma, o a un simple bien humano si de ello resultase un mal indebido. Por ejemplo, hasta si el Papa diese orden para todos los católicos que durmiesen en el suelo durante el resto de la vida como penitencia, podríamos rechazar a obedecer a una tal orden, por representar una carga indebida sobre el bien humano y la necesidad del sueño.
Summa Theologicae, II-II, Q. 104, Art. 3. Sor Lucía, “Cuarta Memoria”, Memorias de la Hermana Lucía (Vice-Postulação, Fátima, 3ª edición 1988) pág. 165. Ver también Frère Michel de la Sainte Trinité, The Whole Truth About Fatima - Vol. I: Science and the Facts (Buffalo: Immaculate Heart Publications, 1989), pág. 182. 119 Canon Nº 1752. 120 Confer. razón Nº IX. 121 1ra Corintios 11:29. 117 118
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“Toda voluntad – dice el Doctor Angélico- debe obedecer al imperio divino”122 Por esto: “hay que obedecer primero a Dios que a los hombres”123, “pues puede suceder que los preceptos (órdenes) de los prelados (superiores) sean contra Dios.”124 En tercer lugar, como enseña San Tomás de Aquino, puede distinguirse tres clases de obediencia: una suficiente para la salvación, que consiste en obedecer a lo que se está obligado; otra perfecta, la cual obedece en todas las cosas lícitas; otra indiscreta que obedece también en las cosas ilícitas125. La obediencia indiscreta es contraria a la ley de Dios y, consecuentemente, es un tipo de obediencia que nosotros nunca debemos prestar. La obediencia indiscreta es, pura y simplemente, un pecado. Esta última es una falsa obediencia y obediencia viciosa, o anti-obediencia, anti-virtud. Se puede dar el caso así, de leyes humanas que no son la expresión de la ley eterna, que sean en consecuencia injustas. Según Santo Tomás una ley puede ser injusta de dos maneras: uno por ser contrario al bien humano; otro por ser contraria al bien divino (por ejemplo: ley del tirano induciendo a la idolatría o cualquier cosa que sea contraria a la ley de Dios). La comunión en la mano es una clara injusticia contra el bien divino, porque se profana “involuntariamente” el Santo Sacramento como vimos antes.
S. Th. II q.II-a.104-ad.4. Hech. 5, 29. 124 S. Th. II II-q.104-a.5 Sed Contra. 125 S. Th. II II-q.104-a.5-ad.3. 122 123
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La obediencia como parte de la justicia (subordinada a la justicia) 126 exige que toda ley (que manda y que debe ser obedecida, debe ser una ley justa, únicamente la ley justa obliga en conciencia (interiormente). Según Santo Tomás, la ley para que sea justa y debe obedecérsele en conciencia requiere tres cosas: que sea justa cuanto al fin, es decir cuando está ordenada al bien común, (¿es un bien común la comunión en la mano para la Iglesia?) el que sea justa en cuanto al autor, cuando la ley no excede la potestad conferida, (este indulto es un abuso de poder por parte de los que promovieron esta costumbre contra la voluntad del Papa como vimos antes) y que sea justa cuanto a la forma, es decir, cuando hay una igualdad proporcional entre lo oneroso (gravedad) de lo impuesto al súbdito y el bien común al que se ordena. 127 (La comunión en la mano no ha sido impuesta en la Iglesia, sino tolerada para no causar un mal mayor: cisma o desobediencia en masa 128). Conclusión: La comunión en la mano no obliga en conciencia ni al Sacerdote que “la puede dar” ni al que la quiere recibir así. Porque como explicó Santo Tomás, y como deducimos, NO es una ley justa. Nadie, repito, nadie debe arriesgar el Cuerpo de Cristo a ser pisoteado y profanado, y eso se hace dando UNA SOLA “comunión en la mano”. ¿Podría haber alguna ley que obligara a un hijo a exponer a su madre a ser pisoteada, ultrajada y vejada? Incluso en caso de que existiera, ¿alguien con un mínimo de sentido común podría sostener que esa persona tiene obligación moral de seguir dicha ley?… Pues tanto más si hablamos de JESUCRISTO, nuestro Señor y Creador. Algunos objetan: ¿Por qué algunos Obispos han “impuesto” la “Comunión en la mano” con la motivación de tener así “uniformidad” entre el clero? Desafortunadamente, algunos Obispos han impuesto el “nuevo rito” justamente por presuntas razones de “¡uniformidad”! ¿Pero con qué autoridad han hecho esto, cuando la misma Santa Sede ha dejado “libres” a los fieles para elegir, permitiendo a todos el poder continuar recibiendo la Eucaristía en la lengua, precisamente porque es el “modo… del todo conveniente”? ¿Y no sabían estos Obispos (“progresistas”) que el mismo Pablo VI había sostenido este “derecho” del pueblo, condenando justamente a ciertos miembros del episcopado y del clero que fueran a violarlo? Repitámoslo, entonces: «… Sucede también que, a veces, no es tenida en cuenta la “libre elección y voluntad” de aquellos que, aún donde ha sido autorizada la distribución de la Comunión en la mano, prefieren atenerse al uso de recibirla en la boca»129. Entonces, es bueno que recordemos a estos Obispos que el querer imponer el dar y recibir la “Comunión en la mano” significa querer, o al menos consentir que ocurran las profanaciones, aun si esto es pecado grave de “sacrilegio”, ¡como lo hemos ya demostrado, citando la definición de “sacrilegio”!130
126“De
la caridad surge la obediencia.” dice Santo Tomás (In Mt. cap. 24). S. Th. I q.II-a.96-ad.4. 128 Monseñor Juan Rodolfo Laise, Obispo de San Luis, Argentina. Comunión en la Mano, p. 126. 129 Cfr. “Dominicae Cenae” n. 11. 130Pbro. Dr. Luigi Villa, ¿Comunión en la mano? ¡NO! ¡es Sacrilegio!, Respuestas a las principales objeciones p. 61, , Editrice Civiltà – Brescia. 127
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RAZÓN XI: POR SER COSTUMBRE PROTESTANTE Porque la “Comunión en la mano” “no nos acerca a las fuentes de la Iglesia primitiva, sino al protestantismo, y a desviaciones doctrinales actuales.» 131 ¡¡Tiene origen calvinista!! Según Monseñor Athanasius Schneider, la práctica que hoy conocemos de la “comunión en la mano” nació en el siglo XVII entre los calvinistas, que no creían en la presencia real de Jesucristo en la eucaristía. "Ni Lutero", que sí creía en ella, aunque no en la transustanciación, "lo habría hecho", dijo el Obispo kazajo: "De hecho, hasta hace relativamente poco los luteranos comulgaban de rodillas y en la boca, y todavía hoy algunos lo hacen así en los países escandinavos", Mons. Schneider comenta así:
“Aun así, se abandonó aquel rito (de la “comunión en la mano”) por la administración directa del sacerdote en la boca, un cambio que tuvo lugar "instintiva y pacíficamente" en toda la Iglesia. A partir del siglo V, en Oriente, y en Occidente un poco después. El Papa San Gregorio Magno en el siglo VII ya lo hacía así, y los sínodos franceses y españoles de los siglos VIII y IX sancionaban a quien tocase la Sagrada Forma.”
Martin Bucer, que desarrolló luego la doctrina calvinista (que no creía en la presencia real de JESÚS en el Sacramento) y que por supuesto aprobó la “comunión en la mano”:
131
Monseñor Juan Rodolfo Laise, Obispo de San Luis, Argentina, Comunión en la Mano, p. 128.
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"No hay dudas de que el uso de no poner estos sacramentos en la mano de los fieles se debe a dos supersticiones… en primer lugar: el honor falso que pretenden tributar a este sacramento… y, en segundo lugar: la perversa arrogancia de los sacerdotes que presumen tener mayor santidad que el Pueblo de Cristo, a causa del crisma de la consagración.”»
Los protestantes no creen en la presencia real de Cristo en la Eucaristía, Martin Bucer llama a la Sagrada Hostia "símbolo": «... Y dado debe detestarse toda superstición del Anticristo Romano, y retomarse la simplicidad de Cristo, de los apóstoles y de las antiguas iglesias... Quiero que se mande a los pastores y maestros del pueblo, que enseñen que es supersticioso y malicioso pensar que las manos ... son menos puras que sus bocas, o que las manos de los ministros son más santas que las manos de los laicos. De tal manera que fuera malo, o menos correcto, como el pueblo sencillo creía, que los laicos recibieran esos sacramentos en la mano.»
¡Martin Bucer afirma exactamente lo contrario de lo que el Papa Pablo VI nos enseña en la Instrucción Memoriale Domine!, p.1280, donde se dice: "ESTE CAMBIO SERÍA OFENSIVO". Y prosigue la doctrina de Martin Bucer: «Las buenas gentes serán fácilmente conducidas a recibir los "símbolos sagrados" en la mano. Se mantendrá la uniformidad. ... ... Y si bien por un tiempo puede hacerse una concesión a aquéllos cuya fe es débil, dándoles la libertad de recibir los sacramentos en la boca si lo desean, cuidadosamente instruidos, pronto se pondrán en consonancia con el resto de la Iglesia y tomarán el Sacramento en la mano.»132
Citado por D. Harrison, "The First and Second Prayer Books of Edward VI." London, 1968, p.392. Cf. E.C. Whitaker, Martin Bucer and the book of Common Prayer, London, 1974." (C.M., p. 61,62.) 132
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¡Esto es algo que en aquel tiempo Martín Bucer y otros protestantes soñaban con tener! ¡Y he aquí que se ha cumplido! ¡Qué gozo sería para él si en este tiempo siguiera viviendo y ver esta desacralización en la Santa Iglesia!
¡Fue en efecto desde el tiempo de los Arrianos, que ya “comulgaban en la mano” y estando de pie! Pero ESTOS NEGABAN LA DIVINDAD DE JESUCRISTO Y, EN LA EUCARISTÍA, NO VEÍAN MÁS QUE UN SIMPLE SÍMBOLO DE UNIÓN y, entonces, ¡un símbolo que se podía tomar y manipular al propio gusto! 133 El mismo principal innovador de la Liturgia, A. Bugnini, escribía: «¿No es para temer, además, un acentuarse las profanaciones e irreverencias por parte de personas mal intencionadas o de poca fe? “El pueblo mal preparado y poco instruido recibiendo el pan eucarístico en la mano ¿no terminará por equipararlo al pan ordinario o al pan simplemente bendito?” 134
En el Camino Neocatecumenal, se recibe la Sagrada Comunión sentados y en la mano, esto, como en el pasado, estrecha una relación con los Arrianos y protestantes, que niegan la Divinidad de CRISTO y la adoración de cuerpo y alma que merece por ser DIOS. Lamentablemente esto, se ha extendido en toda la Iglesia.
Filipenses 2, 10 “Para que, ante ese nombre concedido a JESÚS, DOBLEN TODOS LAS RODILLAS en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra”
133 134
Sobre esta “apostasía arriana” léase San Atanasio de Alejandría (295-373): P.G., tomo XXVI, col. 9 ss. Cfr. A. Bugnini, op. cit. p. 628
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RAZÓN XII: POR LA DUDA DE LA CITA DE SAN CIRILO DE JERUSALÉN QUE APRUEBA LA “COMUNIÓN EN LA MANO” La cita de San Cirilo de Jerusalén que citan para aprobar la comunión en la mano es de origen dudoso. Los que “comulgan en la mano” dicen que en la Iglesia primitiva se comulgaba en la mano y por ende ellos también: Utilizan constantemente el texto atribuido a San Cirilo de Jerusalén, quien vivió en el siglo IV, al mismo tiempo que San Basilio. El Dr. Henri Leclercq resume las cosas como sigue: “San Cirilo de Jerusalén recomendaba a los fieles que cuando se presentaran a recibir la Comunión, debían tener la mano derecha extendida, con los dedos unidos, sostenida por la mano izquierda, con la palma en forma cóncava; y que en el momento en que el Cuerpo de Cristo era depositado en su mano, el comulgante debía decir: “Amén”. Pero el texto continúa. También propone lo siguiente: “Santifica tus ojos con el contacto del Cuerpo Sagrado … Cuando tus labios estén todavía húmedos, lleva tu mano a tus labios, y pasa tu mano sobre tus ojos, tu frente y tus otros sentidos, para santificarlos”. Esta recomendación bastante original (¿o más bien supersticiosa? ¿irreverente?) llevó a los eruditos a cuestionar la autenticidad de dicho texto. Algunos piensan que tal vez hubo una interpolación, o que fue el sucesor del santo quien escribió tal cosa. No es imposible que este texto fuera realmente del Patriarca Juan, quien sucedió a Cirilo en Jerusalén. Pero este Juan era de dudosa ortodoxia. Sabemos todo esto por la correspondencia de San Epifanio, San Jerónimo y San Agustín. Por lo tanto, a favor de la “Comunión en la mano” tenemos un texto de origen dudoso y de contenido cuestionable. Y por el otro lado, tenemos testigos confiables, incluyendo a dos grandes papas, de que colocar la Sagrada Hostia en la boca del comulgante ya era común y ordinario en el siglo V: En la época de San Justino (100-166) sólo los diáconos dan la Comunión a los fieles.135 Este uso es confirmado por la Didajé (15,1) y por S. Ignacio de Antioquia (+107).
135
Apología 1, 65,5.
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El Papa San León Magno (440-461) Doctor de la Iglesia, ya en el siglo V136, es un testigo inicial de la práctica tradicional. En sus comentarios sobre el capítulo sexto del Evangelio según San Juan se refiere a la comunión en la boca como el uso habitual: “Se recibe en la boca lo que se cree por la fe” (“Hoc enim ore sumiter quod fide creditur” 137.
El Papa no habla como si se refiriera a una novedad, sino como de un hecho bien establecido. -"Enérgicamente defendemos y requerimos a los creyentes obediencia en cuanto a la práctica de administrar la Sagrada Comunión en la lengua del creyente". Sermón V: “El Santísimo Sacramento es recibido en la lengua”. 138
Cfr. C. Testore, “Comunione Eucaristica”, XIV - Rito, in “Enciclopledia Cattolica”, 1950, vol. IV, c. 142. Serm. 91.3 138 Patrología Latina, 54, 1385. 136
137
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RAZÓN XIII: PORQUE ANTES NO ERA IGUAL QUE COMO ES HOY LA “COMUNIÓN EN LA MANO” La “comunión en la mano” de hoy día, no es para nada parecida que la del pasado, veamos un poco de historia: 13 de Agosto del 2011, tomado de religiónenlibertad.com: Mons. Athanasius Schneider tiene 50 años, es ucraniano y desde 2006 ha ejercido como obispo auxiliar en dos diócesis de Kazajistán, una ex república soviética con un 26% de población cristiana, mayoritariamente ortodoxa pero con una pujante comunidad católica. Recientemente, Schneider, que es experto en Patrística e Iglesia primitiva, explicó en la emisora de Radio María en el sur del Tirol las diferencias entre la forma de comulgar en la Iglesia primitiva y la actual práctica de la “comunión en la mano”. Según afirmó, esta costumbre es "completamente nueva" tras el Concilio Vaticano II y no hunde sus raíces en los tiempos de los primeros cristianos, como se ha sostenido con frecuencia. “EN LA IGLESIA PRIMITIVA HABÍA QUE PURIFICAR LAS MANOS ANTES Y DESPUÉS DEL RITO, y LA MANO ESTABA CUBIERTA CON UN CORPORAL, DE DONDE SE TOMABA LA FORMA DIRECTAMENTE CON LA LENGUA”: "ERA MÁS UNA COMUNIÓN EN LA BOCA QUE EN LA MANO", afirmó Schneider. De hecho, tras sumir la Sagrada Hostia el fiel debía recoger de la mano con la lengua cualquier mínima partícula consagrada. Un diácono supervisaba esta operación. Jamás se tocaba con los dedos: "El gesto de la ‘comunión en la mano’ tal como lo conocemos hoy era completamente desconocido" entre los primeros cristianos. Monseñor Juan Rodolfo Laise, comenta que primitivamente, en los primeros tiempos de la Iglesia se comulgaba en la mano, pero esto es «un evidente anacronismo: los antiguos no conocían otro modo de comulgar»139«pero la comunión en la boca es el modo que hubieran deseado tener».140«Sin embargo, las prescripciones de la Iglesia y los documentos de los Padres manifiestan con abundancia la máxima reverencia y la suma prudencia tenidas para con la Sagrada Eucaristía. Porque "nadie... come aquella carne a no ser que previamente la haya adorado", y al sumirla cada uno es amonestado: "...recíbela cuidando que nada de ella se pierda": "Porque es el Cuerpo de Cristo"».141Además, un Diácono siempre estaba donde se repartía la comunión revisando que el fiel comiese todas las partículas.
139 140 141
Íbid p.69. Íbid p.68. Íbid p.19. / Memoriale Domini, 1275.
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“Para recibir la sagrada comunión en el pasado los fieles venían con sus manos en cruz y las cubrirían con un velo blanco y no os he tocarían la sagrada forma con las manos, sino que inclinaría su cabeza y recibiría la sagrada comunión, usted nunca tocaba el Santo sacramento.”142
Voris, Michael. (9 de marzo de 2016). NO COMMUNION IN THE HAND. Recuperado de: http://www.churchmilitant.com/video/episode/communion-in-the-hand 142
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San Alejandro Sauli, Obispo, 1592 recibiendo la Santa Comunión durante su profesión religiosa de manos de su superior general Fr. Besozzi.
“El que teme a DIOS, nada descuida” Eclesiastés 7, 19
Note la reverencia y amor para CRISTO JESÚS en el Venerable Sacramento, y el velo blanco de tela de lino sobre las manos de los comulgantes.
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“El que teme a DIOS, nada descuida” Eclesiastés 7, 19
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RAZÓN XIV: POR SER UNA PRÁCTICA DESUSADA DE YA MUCHO TIEMPO Porque la “comunión en la mano” es una práctica superada y desechada por la Iglesia que, guiada por el Espíritu Santo, camina a su perfección. El cambio del uso primitivo y sus razones La “Comunión en la mano” es hoy más que un anacronismo (error de confusión de épocas): produce una ruinosa involución, con un agravante: cuando se utilizaba esta práctica no se comprendía con tanta profundidad el Misterio Eucarístico. Así lo confirma el Documento de legalización: 1276 ...Andando el tiempo, después de que la verdad del misterio eucarístico, su eficacia y la presencia de Cristo en el mismo fueron escrutadas más profundamente, por urgirlo ya el sentido de la reverencia hacia este Santísimo Sacramento, ya el sentido de la humildad con la que es preciso que éste sea recibido, se introdujo la costumbre de que el ministro pusiese por sí mismo la partícula de pan consagrado en la lengua de los que recibían la comunión.143 La “comunión en la mano”, que comenzó a difundirse durante el comienzo de la década de 1960 en los círculos católicos de Holanda y que es un tipo de arqueologismo, comenzó como un remedo del uso protestante o, lo que parece más probable, como un falso “arqueologismo”, esto es, como una idolatría de supuestas costumbres de la Iglesia antigua. Esto implicó un olvido (¡o una negación!) de la verdad y de la aclaración de la doctrina de la Eucaristía Católica hacia una forma más inteligible e inequívoca. Implicó un rechazo de lo que, en realidad, nos había sido legado con la evolución natural de la Liturgia. Se trató de un caso de flagrante desafío y desobediencia a la autoridad eclesiástica y a su ley. El deseo de esta costumbre no procedió de la autoridad suprema de la Iglesia, que se oponía a ella, ni tampoco de las filas de los fieles de Cristo (quienes, por definición, mantienen su fe en el dogma de la transubstanciación) que jamás solicitaron semejante práctica. Algunos partidarios de la “comunión en la mano” objetan: “Para los antiguos cristianos, comulgar en la mano no significaba menos respeto que comulgar en la boca”. 143
Memoriale Domini: 1276, S.S Pablo VI.
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Para algunos sí. La comparación no es válida si los Cristianos a que se hace referencia, no conocían otro modo de hacerlo. y la predicación de los Santos Padres, ya desde el S. II, exhortando a “Comulgar con temor y temblor”, y prohibiendo tocar el cáliz e incluso el altar, como hemos visto en las sentencias de los Sagrados Concilios, los Sumos Pontífices y los Santos.
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RAZÓN XV: PORQUE FAVORECE PROFANACIONES Y SACRILEGIOS Esta práctica ha mostrado que permite el robo de formas consagradas por parte de grupos satanistas que las ocupan para su profanación, aspecto que ha sido denunciado por la misma Roma. Además, propicia sacrilegios como los que leeremos ahora: “Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la ‘Comunión en la mano”144 El Pbro. Dr. Luigi Villa Director de la Revista Chiesa Viva, en su libro: ¿Comunión en la mano? ¡NO! ¡es Sacrilegio! Narra sobre esta terrible realidad, y no solo Él, sino también el Clero, muchos Laicos e incluso La Sede Apostólica, lamenta todo el sufrimiento que ha pasado CRISTO al permitirse la Comunión en la mano: De hecho, fue justamente el acentuarse las profanaciones, las irreverencias y los sacrilegios, desde el inicio de la Iglesia145 que, pasado el período de las persecuciones, sugirieron a la Jerarquía todas esas reformas sobre el uso de la Eucaristía que condujeron a la abolición definitiva. Lo reconocen, además, también los más fanáticos sostenedores de la “nueva praxis” litúrgica, que tampoco ignoraban la “mens” de Pablo VI, en su “Memoriale Domini”, donde se lee: «… hac agendi ratione (…) efficacius cavetur (…) ut quodvis paericulum arceatur species eucharisticas profanandi…». ¡Pero sin embargo! Las Conferencias episcopales del norte de Europa, primero, y luego las otras, (¡comprendida la CEI!), con ingenua o pérfida voluntad han obligado a la Santa Sede a repetir nuevamente las mortificantes experiencias de los primeros tiempos (¡empapados también de graves sacrilegios respecto de la Eucaristía!), por lo cual la misma “Revista litúrgica” (62, 1975, p. 272) pudo escribir: «…los abusos, finalmente, comienzan a ser difícilmente controlables». Un fracaso del “nuevo rito”, entonces, que fue documentado también por el mismo Juan Pablo II en una Carta: “Sobre el Misterio y el culto de la SS. Eucaristía” (del 24 de febrero de 1980) en la cual dice: «Oigo voces acerca de casos de deplorables faltas de respeto en referencia a las Especies eucarísticas; faltas que pesan no solamente sobre las personas culpables de tales comportamientos, sino sobre los Pastores de la Iglesia que hubiesen sido menos vigilantes sobre el comportamiento de los fieles hacia la Eucaristía…».«También sucede que, a veces, no es tenida en cuenta la libre elección y voluntad de aquellos que, aun donde ha sido autorizada la distribución de la “Comunión en la mano”, prefieren atenerse al uso de recibirla en la boca».
Redemptionis Sacramentum 92. aquí un ejemplo que tomamos del “De lapsis” de S. Cipriano (siglo III), c. 26, PL 4, 486 ss. En él, el Santo obispo cuenta la historia de una mujer que, abriendo con sus manos sucias el armario, donde estaba guardada la Eucaristía, vio salir fuego, por lo cual no osó tocarla: «Et cum quaedam arcam suam, in qua Domini sanctum fuit, manibus indignis tentasset aperire, igne inde surgente deterrita est ne auderet attingere…». 144
145He
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Y el Papa concluye pidiendo “perdón”, en nombre propio y de todo el Episcopado: «Por todo lo que por cualquier motivo y por cualquier humana debilidad, impaciencia, negligencia, posteriormente a la aplicación a veces parcial, unilateral, errónea de las prescripciones del Concilio Vaticano II, pueda haber suscitado escándalo y malestar acerca de la interpretación de la doctrina y la veneración debida a este gran Sacramento. Y ruego al Señor Jesús para que en el futuro se evite, en nuestro modo de tratar este sacro Misterio, lo que pueda debilitar o desorientar de cualquier manera el sentido de reverencia y de amor en nuestros fieles»146 En la Carta “Dominicae Cenae”, Juan Pablo II lamenta todavía que, en muchos lugares, donde se da la “Comunión en la mano”, sucedan “fenómenos dolorosos”, acusando, también aquí, “¡las responsabilidades de los Pastores”! Ahora, desafortunadamente, estos episodios desconcertantes han ido aumentando desmesuradamente, ¡diabólicamente! Actualmente, ¡es una verdadera catarata de “sacrilegios”! Aquí, damos un suficiente número de ejemplos que hemos ya precedentemente publicado en nuestra Revista “Chiesa viva” (noviembre de 1971), donde decíamos que los “hechos” reportados «se pueden comprobar con el Editor del folleto original, en lengua alemana, en el cual han sido colocadas las cartas originales, munidas de fecha, indicación del lugar y firma de los testigos en conocimiento de los hechos» (es decir: Zurich, CH 9029, C.P. 187).
He aquí los “hechos”:
146
Cfr. A. Bugnini, “La Riforma liturgica” (1948-1975), Edizioni liturgiche, Roma 1983, pp. 623-624.
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“El párroco H. de S. B. ha confirmado que un niño había llevado a casa una Hostia y la había dado de comer… ¡al perro!”.147 "Habría grave peligro de profanaciones": Los del Continente africano podían informar que "ciertos hechiceros tienen empeño en poseer cosas sagradas"; por lo cual la “Comunión en la mano” habría favorecido sus manejos supersticiosos. Y precisamente desde el otoño de 1969 los sacrilegios comenzaron.” "En un restaurante, un joven desmenuzó una Hostia con una tijera, para comprobar si sangraba, y desilusionado la arrojó al retrete. El hecho es relatado por el mismo dueño del comercio, de religión protestante”148 “Mientras se distribuía la Comunión, sucedió (...) que algunos jóvenes podían recibir la Hostia solamente en la mano izquierda, porque, en la derecha, tenían el cigarrillo encendido. Uno de ellos, con la Hostia en la mano, dijo: “¡ahora voy a otro sacerdote que me dará una segunda!”. ¿Una segunda Hostia consagrada? ¿Por qué?». Termina aquí el lector de Bremen... El otro lector - un estudiante - se queja amargamente «de la actitud de los jóvenes presentes que fumaban antes y después de la S. Comunión y asistían a la Misa acostados en el suelo, ¡sin dar señales de comprender el carácter sacro de la Misa y de la Eucaristía!».”
147 148
D. E. a H. Noviembre de 1969, Toggenburg, S. Gallo.
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"En un Hospital de Alemania del sur, se encontraron, en un baño, tres Hostias, casi en descomposición, robo de un muchacho asignado a la cocina, que las había tomado con la mano. Se hallaron el 22 de diciembre de 1969". "En un lavadero público, se encontró una Hostia consagrada en los pantalones de un chico. El mismo niño declaró que la tomó al comulgar en la mano, sucedió el 10 de enero de 1970". Testimonio dicho por el dueño de la lavandería. "Cierto grupo de jóvenes estudiantes, tenían un floreciente comercio de venta de Hostias consagradas, que se procuraban fácilmente, desde la introducción de la “Comunión en la mano”. ¡Las Hostias fueron reunidas y clavadas en la pared, como mariposas de colección, estado en el que se hallaron alrededor de (doscientas)!". Testimonio: el Deán de la Iglesia.
Pamplona, uno de los recientes Sacrilegios.
"Una señora que asistía diariamente a dos Misas, observó a un hombre que asistía también en las dos iglesias a la Santa Misa que ella frecuentaba y comulgaba en la mano, por lo tanto ¡dos veces al día! La señora informó de esto al Vicario General, a quien conocía muy bien. El hombre fue observado por varios días por la policía. Se descubrió su dirección. Un día fue detenido a la salida de su casa. Se le quitó el paquete que llevaba. ¡Contenía un estuche con hostias! ¡Cuando se le preguntó la
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razón, dio el nombre del destinatario que le garantizaba (cincuenta) francos por cada Hostia!". Testimonio de un Padre Dominico. "Como sacerdote, fui obligado a distribuir la “Comunión en la mano” y ahí observé que, de las hostias, hechas de pan común, cayeron a tierra fragmentos del tamaño de una uña del meñique y, que naturalmente, fueron llevados a la calle por los zapatos sucios de los comulgantes... Durante la distribución de la Sagrada Comunión a los muchachos, un alumno arrojó de las manos de otro el Cuerpo del Señor y el sacerdote que distribuía la comunión la pisó encima, hasta que logré rescatar la Hostia Santa de debajo de los zapatos de este señor". "Durante otra suplencia, cayó a tierra un fragmento considerable de la Hostia Consagrada y se la buscó inútilmente entre las baldosas del piso. Ciertamente se lo habrá llevado el agua, al limpiar el piso". Testimonio: el Párroco. "El 11 de enero de 1971, pasó frente a mí una señora, después de comulgar en la mano, se sacudió las mismas una con la otra como se hace para dejar caer migas al comer, ¡las personas que venían detrás pisaron esas ‘migas’!". «… He asistido a una escena desagradable y sacrílega: durante una Misa fúnebre, celebrada por el párroco, una mujer, notoriamente desequilibrada, ha tomado la partícula en la mano y, después de haber cerrado el puño, volvió a su lugar. El párroco la alcanzó y, luego de haber dado la Píxide a una señora, sostuvo una verdadera lucha, por más de diez minutos, entre lágrimas y gritos de la mujer; finalmente, intervino un fiel que, apretándole la muñeca, logró hacerle abrir la mano. ¡La Partícula estaba triturada! …» (Carta firmada - desde Verona).” – «Visité una Iglesia en Zurich. Vi migajas de pan, esparcidas por tierra. Pensé entre mí: No es educado comer en la iglesia. De improviso, ¡me vino la idea de que se tratase de fragmentos de Hostias! Aquí, había sido desmenuzada parte de una hostia, esparciéndola sobre el pavimento, sobre el reclinatorio y sobre el asiento. ¡Comprendí en seguida que era testigo de un sacrilegio! Se trataba, según la enseñanza impartida en las clases de catecismo, ¡del mayor de los delitos! Llamé a un sacerdote, recogimos, del mejor modo posible, las partículas, porque teníamos delante al Señor, ¡pisoteado en el fango como, en su momento, en el camino del Calvario!». A. P. a F. «El solemne Magisterio de la Iglesia enseña que la “presencia de Cristo” es verdadera, real y substancial en cada parte individual del pan consagrado». 149 – «En la Iglesia de San Antonio, en Zurich, he detenido a una señora que regresó a su lugar teniendo en la mano la Santa Comunión. Al sacerdote que, poco después, le preguntó por qué lo hizo, respondió: “La tomo en casa; antes del desayuno”. En un primer momento, se negó a devolver la hostia Consagrada, pero luego ¡tuvo que rendirse»! R. a Z.
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Concilio de Trento, Denz. - S; 1651.
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– «Un niño de alrededor de 9 años, que no conocía, se arrodilló junto a mí, durante la Santa Misa de las 7,30. Vi que recibió la S. Comunión en la mano, pero sin llevarla a la boca y regresó a su asiento con los brazos colgando y se sentó». Lugar: Iglesia de Santa María, en Davos. J. B. a F. No puedo resignarme al pensamiento que DIOS tenga, de estar en el piso de su casa, pisoteado por tanta gente descuidada; pues como lo enseña la Iglesia, en cada fragmento, aún en los más pequeños, se halla CRISTO presente, como DIOS y Hombre. «Si alguno niega... que Jesucristo se encuentra todo entero bajo las partes individuales de cada una de las especies, producida la separación, ¡sea excomulgado!». – «El 11 de enero de 1971 me encontraba en la Iglesia de R., en M., para asistir a la santa Misa. Delante de mí pasó una señora que recibió la Hostia en la mano. Después de haberla consumido, se frotó las manos para hacer caer a tierra las “migajas”, con un gesto similar al que se hace después de un trabajo cumplido. Las personas que siguieron, pisotearon estas “migajas” … ¡y nadie se preocupó de los “fragmentos consagrados”, caídos a tierra…»! J. K. a M.
Orígenes: "Con qué precaución y veneración, cuando recibís el Cuerpo del Señor lo conserváis, de manera que no caiga nada o se pierda algo del don consagrado. OS CONSIDERARÍAIS JUSTAMENTE CULPABLES SI CAYESE ALGO EN TIERRA POR NEGLIGENCIA VUESTRA" 150
“OS CONSIDERARÍAIS JUSTAMENTE CULPABLES SI CAYESE ALGO EN TIERRA POR NEGLIGENCIA VUESTRA” dice el Santo, ¡Mucho más, si por la negligencia de los Pastores, cayese el Cuerpo de CRISTO en manos que luego lo profanarán Sacrílegamente! ¡Y esto, pudiéndolo evitar! ¡Un joven rompe y pisotea una hostia consagrada y el cura le abofetea y expulsa al grito de sacrílego! El incidente se produjo en la misa de 12 del sábado, en la que participaban también los festeros de la Divina Aurora. Uno de los chicos, en la comunión, se acercó y recibió la hostia con las manos. “Yo vi que dio varios pasos hacia su sitio y no la consumía, 150
In Exod. Hom., hom. XIII, 3, Migne, PG 12, 391.
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pero enseguida llegó otro feligrés y no pude seguirle”, explicaba el religioso, muy afectado por la situación. Una vez finalizada la misa, varios testigos presenciales, entre ellos el juez de paz del municipio, informaron a Jimeno de que el chico, de 21 años, no había consumido la sagrada forma y la había arrojado al suelo. Fue entonces cuando un asistente a la misa se acercó al sacerdote con algo en la mano. “Esto no le va a gustar, Víctor”, le dijo, al tiempo que mostraba la oblea rota y pisoteada, según Jimeno. “Para mí el amor a la eucaristía es superior al que tengo a mis padres. Me entró algo en el cuerpo que no sé qué paso”, decía, tan dolido que ni siquiera pudo celebrar una de las misas de ayer. “Entonces me dirigí hacia el grupo, que estaba haciéndose fotos frente al altar (un recuerdo de la festividad) y le pregunté si había tirado la forma, a lo que respondió sonriendo”. Fue entonces cuando le dio una bofetada, a lo que el agredido respondió con otro golpe. Después agarró al joven y le expulsó de la iglesia al grito de “sacrílego”. “También le di una patada en el trasero, esa fue toda la agresión”, confesaba ayer. 151 “Recuerdo muy bien, un domingo en Chile, cuando con un colaborador apostólico argentino visitábamos una parroquia rural, donde funcionaba un consejo de la Legión de María con varios grupos esparcidos por las aldeas del extenso territorio. Ya en el pueblo, asistimos a la Misa. El párroco -un buen y santo sacerdote- tenía una visible invalidez que no le permitía desplazarse ciertamente. Llegado el momento de la comunión, la religiosa que actuaba de ministra de la comunión sostenía en una mano el copón, mientras que a su vez partía las sagradas formas para administrarlas. En acercarnos a recibir el Cuerpo del Señor, y cada que partía las hostias se veían caer al piso fragmentos no tan pequeños, hecho del cual la religiosa parecía no percatarse. Terminada la Santa Misa, los dos foráneos, sin habernos puesto de acuerdo, rápidamente fuimos a arrodillarnos ante los muchos fragmentos visibles esparcidos, y humedeciendo los dedos los consumimos. Algunos años después supe que, por hechos similares frecuentemente repetidos, ¡han surgido grupos de laicos cuya única responsabilidad es la de recoger fragmentos de las Hostias Consagradas que se han caído después de dar la comunión en la mano.!”152 ¡Cuánta negligencia de parte de los Pastores, que son los primeros que deben dar el ejemplo! ¡Bien condena Nuestro SEÑOR en la Sagrada Escritura la negligencia para con las cosas de DIOS! “¡Maldito al que ejecute fraudulenta o negligentemente la obra de Dios!”. Jeremías 48,10 “El que teme a DIOS, nada descuida” Eclesiastés 7, 19 Infocatólica.com (6 de septiembre de 2010). Un joven rompe y pisotea una hostia consagrada y el cura le abofetea y expulsa al grito de sacrílego. Recuperado de: http://infocatolica.com/nuevo/?t=noticia&cod=7189 152 Mazuelo, G. (8 de abril de 2013). El diablo no tiene rodillas. Recuperado de: http://infocatolica.com/blog/contracorr.php/1304080215-el-diablono-tiene-rodillas 151
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“El que es negligente en sus labores es hermano del que destruye”. Proverbios 18, 9 “El que desprecia lo poco, poco a poco se precipitara”. Eclesiástico 19, 1 “El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que en lo poco es infiel, también es infiel en lo mucho”. Lucas 16,10 “¡Ay de los corazones cobardes y las manos perezosas!”. Eclesiástico 2, 12 “El siervo inútil será echado en las tinieblas exteriores”. Mateo 25,30 “ Bienaventurado el que ha sido fiel en lo poco, porque será contado entre los siervos buenos y fieles y será constituido sobre lo mucho, pues sobre toda su hacienda lo pondrá EL SEÑOR”. Mateo 25,21;24,46-47 “Feliz el alma que ha sido fiel en lo poco; es aquella de la que EL divino esposo habla así: Prendiste mi corazón, Hermana, esposa, Prendiste mi corazón en una de las perlas de tu collar” Cantares 4,9 “Por lo tanto amadísimos, no seáis perezosos, ni remisos en vuestras obras; sino vigilad y pensad bien en vuestra suerte, y guardan estas palabras en vuestro corazón con toda cautela, porque son manantial de vida; y no descuidéis nada”. San Juan Eudes. Eclesiastés 3: 22, 4: 17, 5: 7 Ageo 1,7 Proverbios 4,23 “Sed fieles en las cosas pequeñas, y hacerlo todo con ánimo y buena voluntad, para que andéis de una manera digna del Señor, dando frutos de toda obra buena, ESFORZÁNDOOS POR SER GRATOS A LA DIVINA MAJESTAD EN TODO.” Lucas 16,10 2 Macabeos 1,3 ¡Reparemos en parte los Sacrilegios y profanaciones que Colosenses 1,10 se han cometido por permitir en las diócesis la “comunión 2 Corintios 5,9 en la mano” no dándola ni recibiéndola en la mano y avisando a los demás de esta grave desacralización!
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RAZÓN XVI: PORQUE EL SACERDOTE NECESITA TOCAR EL SACRAMENTO PARA CONSAGRAR Y DISTRIBUIRLO, EL LAICO EN CAMBIO, NO. Ni el Sacerdote podía tocar al Santo Sacramento a menos que sea por necesidad. ¿No es una forma de clericalismo permitir al sacerdote tocar la Hostia y prohibírselo a los fieles? De ningún modo, pues a los sacerdotes sólo les estaba permitido tocar el Santísimo Sacramento en casos de necesidad. En efecto, aparte del celebrante de la Misa, nadie que recibiera la Comunión, aunque fuera sacerdote, podía hacerlo en la mano. De tal modo que, en la práctica tradicional del Rito Romano, si un sacerdote estaba oyendo Misa (y no celebrando) y deseaba recibir la Sagrada Comunión, no lo hacía en sus propias manos: la recibía de otro sacerdote, en la lengua. Lo mismo sucedía con un Obispo. Lo mismo si se tratara de un Papa. Cuando San Pío X, por ejemplo, estaba en su lecho de muerte, en agosto de 1914, y se le administró la Sagrada Comunión como Viático, no la recibió en la mano, y no le estaba permitido: la recibió en la lengua de acuerdo a la ley y a la práctica de la Iglesia Católica. Esto confirma un punto fundamental: por principio de reverencia, la Hostia no debe tocarse innecesariamente.
Si el objetivo del Sacramento es alimentar nuestra alma ¿Por qué habría de ocuparse las manos, sino por necesidad, como lo hace el Sacerdote para Consagrar y distribuir el Santo Sacramento? ¿Acaso los laicos necesitan consagrar y distribuir la Sagrada Comunión? Y en el caso de los ministros extraordinarios, ¿son de verdad los casos en que distribuyen la Sagrada Comunión extraordinarios? Por ejemplo: edad avanzada del Sacerdote, etc. ¿O son más ordinarios que el mismo ministro ordinario? Tristemente, los hechos demuestran lo que decimos, los ministros “extraordinarios” son más ordinarios que el Sacerdote, y el Sacerdote, parece ser el Ministro extraordinario incluso para los demás Sacramentos…
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RAZÓN XVII: PORQUE TOCAR ENCIERRA CIERTA EXPRESIÓN DE DOMINIO SOBRE LA SANTA HOSTIA La Eucaristía es un regalo de DIOS, por ende, lo que hacemos al comulgar en la mano, es significar que “yo soy digno de tocarlo” que “yo merezco tener a JESÚS en mis manos”, que “yo no me diferencio en nada al Sacerdote”, etc. Nos tomamos una dignidad que le corresponde únicamente al Sacerdote, con algo de orgullo ponemos en nuestras bocas las heréticas palabras de los protestantes como Martín Bucer: «... Y dado debe detestarse toda superstición del Anticristo Romano, y retomarse la simplicidad de Cristo, de los apóstoles y de las antiguas iglesias... Quiero que se mande a los pastores y maestros del pueblo, que enseñen que es supersticioso y malicioso pensar que las manos ... son menos puras que sus bocas, o que las manos de los ministros son más santas que las manos de los laicos. De tal manera que fuera malo, o menos correcto, como el pueblo sencillo creía, que los laicos recibieran esos sacramentos en la mano.» Los que fomentan y participan de la “comunión en la mano” objetan así: “No es más santa la lengua que la mano”. No es cuestión de anatomía sino de dignidad. Se trata de una revelación litúrgica y un logro tradicional que debemos aceptar con humildad y obediencia. La Liturgia nos habla de las Santas y Venerables Manos de JESÚS. Así son las de los Sacerdotes el día de su Ordenación; pero no las de los fieles, aptas para funciones profanas. Las manos lo tocan todo, hasta lo más bajo; en la lengua se deposita sólo lo que está limpio y puro. Algunos afirman que la “boca” es menos digna que las manos, porque blasfema. Decir esto es como afirmar que el alma no es el objetivo primario de la “presencia eucarística” en nosotros, mientras lo sería el “vientre”, ¡porque por el alma sale afuera toda la malicia! Pero, ¿no es la boca, en cambio, la que profesa la Fe y, con ella, el alma, la que ama al Señor con todas sus fuerzas?153
Pbro. Dr. Luigi Villa, ¿Comunión en la mano? ¡NO! ¡es Sacrilegio!, , Zurich, Editrice Civiltà – Brescia, Respuestas a las principales objeciones p.61 153
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RAZÓN XVIII: PORQUE NO SE TOCA CUALQUIER COSA, SINO AL MISMO DIOS No estamos tocando cualquier objeto o alimento, sino al mismo autor de la vida, y ¿Quién soy yo para tener en mis manos las mismas que lo han clavado en la cruz? (No sé si los que “comulgan en la mano” se preguntan esto, no disciernen, sino que la gran mayoría lo hace por moda, o porque “se siente digno de hacer esto”). En la sagrada hostia no hay cualquier cosa, sino Alguien. “¡Él está ahí!”: así ha sintetizado el misterio eucarístico San Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars, los Santos y toda la Iglesia Universal. Porque no se trata de ningún otro, ni de ninguno más grande que el mismo Señor: “Dominus est!”154 La palabra "sagrado" significa separado, inaccesible, intocable. Sin embargo, "profano" significa lo opuesto, común para todos los humanos, manipulable, tocable. Así pues, la “Comunión en la mano” implica que se toque a Dios, Quien es digno de toda adoración y reverencia, de un modo que quizá sea impropio. La Santa Hostia no es un objeto sagrado, es la persona misma de DIOS. Entonces si lo vemos a JESÚS como objeto y no lo vemos como Persona, pues obviamente que nos dará igual recibirlo en la mano. La “Comunión en la mano” contribuye a que se pierda el sentido de lo Sagrado Un objeto es Sagrado cuando se ha segregado, separado del uso normal, para dedicarse en exclusiva al Culto Divino. Al Comulgar en la mano, el rito se hace más sensorial y la simbología recuerda mejor lo que es una comida vulgar; al someter lo Santo a los sentidos (al tacto), al humanizar lo divino, al naturalizar lo sobrenatural, se pierde el sentido de lo sagrado: se produce una DESACRALIZACIÓN en el Misterio más importante para la Fe, vaciándolo de buena parte de su contenido y eficacia. En cierto modo, al Comulgar en la mano, el rito se degrada: el Santísimo es tratado como un objeto… sagrado, pero un objeto; como una cosa… un tanto especial, entre mis cosas. Es difícil entender en ese gesto vulgar, la unión de nuestra alma con el DIOS Altísimo. ¡Qué osadía la de nuestras manos! Sin haber sido escogidas, consagradas… No es de extrañar que después de haber manoseado al Santísimo, el comulgante no comprenda ya la obligación de adorarle de rodillas, la necesidad de sentirse nada ante su Creador…, que sea incapaz de reconocer el Misterio de la Cruz actualizado en el Sacramento, y que no sienta la llamada a una entrega absoluta, en correspondencia al Infinito Amor de Dios humillado en el Sacramento para mi Salvación.
154
Mons. Atanasio Shneider, Dominus est: Reflecxiones de un Obispo de Asia Central sobre la Sagrada Comunión, 2008.
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RAZÓN XIX: PORQUE NO EXISTEN FUNDAMENTOS BÍBLICOS PARA JUSTIFICAR EL RITO DE LA “COMUNIÓN EN LA MANO”, SINO MÁS BIEN PARA DENEGARLO Consideraciones a partir de las Escrituras. ¿Sabía usted que Dios revela el contenido litúrgico en el Antiguo Testamento, de que CRISTO no viene a abolir “ni una sola tilde”? El A. Testamento es como un cliché que ha de revelarse en la era cristiana, el rito de no tocar las cosas sagradas (Núm. 4, 15; II Sam 6, 1-9; Jdt 11, 13), se hace realidad en el nuevo Testamento cuando Cristo dice a la Magdalena (Jn, 20, 17): ¡NOLI ME TANGERE! (No me toques), y se revalida cuando la Iglesia, llegada la madurez suficiente en la comprensión del misterio eucarístico, prohíbe la “Comunión en la mano”. Entonces se cumple también el Salmo 81: “Abre tu boca y YO la llenaré”, en un pasaje en que DIOS promete alimentar a sus fieles con “flor de harina y miel de la Roca”. Es la correcta interpretación de los textos sagrados en el tema, por cuanto la Iglesia prohibió esta práctica durante tantos siglos. Antiguo Testamento: En la Santa Comunión recibimos la Palabra hecha carne. Cuando Ezequiel recibió la palabra de Dios, en forma maravillosa, pero inferior a como la recibimos nosotros, fue así: “Y [el Señor] me dijo: … ‘Pero tú, hijo de hombre, escucha lo que te digo; no te rebeles como la casa rebelde; abre tu boca, y come de lo que Yo te doy’. Y cuando miré, he aquí que una mano estaba extendida a mí, ¡he aquí!, en ella, un rollo escrito … Y Él me dijo, ‘Hijo de hombre, come lo que te he ofrecido; come este rollo, y ve a hablar a la casa de Israel’. Así que abrí mi boca, y Él me dio a comer el rollo [‘Y abrí mi boca, y Él me hizo comer aquel libro’. Y me dijo, ‘Hijo de hombre, come este rollo que te doy y llena tu estómago con él. Entonces lo comí, y en mi boca supo dulce como la miel”. 155 No dice que el profeta extendiera su propia mano, sino que abrió su boca. ¿Y no es esto acaso lo adecuado, puesto que hemos de recibir la palabra como niños pequeños, sea ésta el pan de la doctrina o el Pan bajado del Cielo? En otra parte, en un salmo con evidente profecía, con alusiones a la Eucaristía y que se emplea en el oficio de Corpus Christi, el Señor nos dice: “Yo soy el Señor tu Dios, que te trajo de la tierra de Egipto. Abre bien tu boca que la llenaré … Pero Yo alimentaré a Israel con el trigo más fino y Yo la llenaré con miel de la roca”. Dice “Yo la llenaré”, y no “llenadla vosotros mismos”. Admitamos que esto no constituye una prueba, pero apunta en una dirección determinada.
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Ez. 2:1,8,9; 3:13.
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Números 4:15 “Cuando Aarón y sus hijos hayan terminado de envolver todos los objetos sagrados, y estén ya listos para ponerse en camino, podrán venir los descendientes de Quehat para transportar todas estas cosas. PERO NO DEBEN TOCAR NADA SAGRADO CON LAS MANOS, PARA QUE NO MUERAN.” De allí que la Iglesia, sabiamente, nos ha demostrado por qué no debemos tocar nada Sagrado, sino por necesidad: “Nadie, sino el Sacerdote (y a lo más, el Diácono) puede tocarles sin pecar mortalmente, sino es que excuse la necesidad, o inadvertencia… …Los vasos consagrados, como el cáliz, la patena, aunque estén vacíos, no pueden tocarlos inmediatamente los legos, y pecarán venialmente si los tocaren”156, etc, etc. 2da Samuel 1-12 “David reunió de nuevo a todos los soldados escogidos de Israel, que eran treinta mil, y partiendo de Baalá de Judá con todas las tropas que le acompañaban, se dispuso a trasladar de allí el arca de Dios, sobre el que se invoca el nombre del Señor Todopoderoso, que tiene su trono sobre los querubines. Pusieron el arca sobre una carreta nueva y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en una colina. Uzá y Ahió, hijos de Abinadab, iban guiando la carreta en que llevaban el arca de Dios, y Ahió iba delante del arca. Mientras tanto, David y todos los israelitas iban delante de Dios cantando y danzando con todas sus fuerzas, al son de la música de arpas, salterios, panderos, castañuelas y platillos. Cuando llegaron al lugar conocido como Era de Nacón, UZÁ ALARGÓ LA MANO HACIA EL ARCA DE DIOS, PARA SOSTENERLA, PORQUE HABÍAN TROPEZADO LOS BUEYES. PERO EL SEÑOR SE ENFURECIÓ CON UZÁ POR AQUEL ATREVIMIENTO, Y LE QUITÓ LA VIDA ALLÍ MISMO, CAYENDO UZÁ MUERTO JUNTO AL ARCA DE DIOS.
156
Confer. Razón Nº VI Catecismos.
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David se disgustó mucho porque el Señor le quitó la vida a Uzá, y por eso llamó a aquel lugar Peres-uzá, nombre que tiene hasta el presente. Pero ese mismo día David tuvo mucho miedo ante el Señor, y exclamó: «¡Ni pensar en llevarme el arca del Señor!» Y como ya no quiso llevarse el arca del Señor a la Ciudad de David, ordenó que lo llevaran a casa de Obed-edom, un hombre de Gat. El arca del Señor se quedó tres meses en casa de Obed-edom, y el Señor lo bendijo a él y a toda su familia.” ¿No es esto una coincidencia de lo que sucede hoy día, sobre lo que han dicho los Sumos Pontífices acerca de la “comunión en la mano”, ejemplo: S.S Pío X, Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI? Vemos que aquel que se atrevió a tocar el arca murió fulminado, en el antiguo testamento las cosas sagradas no se podían tocar. La Santa Hostia no es un objeto sagrado, es la persona misma de DIOS. Entonces si lo vemos a JESÚS como objeto y no lo vemos como Persona, pues obviamente que nos dará igual recibirlo en la mano. Judit 11:13 También han resuelto comerse los primeros frutos de la cosecha de trigo y usar el diezmo del vino y el aceite que ya habían apartado y reservado como cosa sagrada para los sacerdotes que ofician en Jerusalén ante nuestro Dios, COSAS QUE NINGUNA OTRA PERSONA DEL PUEBLO PUEDE SIQUIERA TOCAR CON LAS MANOS. Nuevo Testamento: Filipenses 2, 10 “Para que, ante ese nombre concedido a JESÚS, DOBLEN TODOS LAS RODILLAS en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra”
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“Recibir la comunión en la boca y de rodillas significa un signo del espíritu de infancia espiritual (como un niño recibir de su madre el alimento en la boca)”.157 Y hablando de esto, los que apoyan “la comunión en la mano” objetan: “No somos niños para que se nos dé el alimento en la boca”. Pero no recibimos un alimento cualquiera que deba asimilar nuestro cuerpo, sino al contrario: Al Comulgar hemos de ser transformados por Cristo, ante el que hemos de sentirnos niños para entrar en su Reino: “En verdad os digo que, si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” Mateo 18:3. Si vemos que JESÚS, pide una explicación a quien ose tocarlo: Marcos 5:30 “—¿Quién me ha tocado la ropa?” Juan 20:17 “—No me toques, porque aún no he subido a mi PADRE”.
¿Cuánto más pedirá cuenta a quienes osen tocarlo sin ser sus Ministros: Juan 20:27? Mejor seamos como el Centurión de gran fe que a dicho al SEÑOR: ¡DÓMINE, non sum dignus!
157
Mons. Atanasio Schneider en su libro: “Dominus Est”.
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RAZÓN XX: PORQUE LA “COMUNIÓN EN LA MANO” DE HOY ES EXCESIVAMENTE INFORMAL. ¿Qué clase de alimentos tomamos con las manos? A menudo, en nuestra “cultura”, lo hacemos con aquellos alimentos a los que no les prestamos atención. Comemos canguil, pan, etc. con las manos, al que no prestamos la mínima atención, mientras nuestros ojos están fijos en la pantalla del tv. Nos llevamos a la boca bocados crocantes mientras conversamos. Especialmente con los niños, pero no solamente con ellos, parece bastante necio asociar esto con la Santísima Eucaristía.
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RAZÓN XXI: PORQUE ES UNA OSADÍA TREMENDA Porque auto-comulgar con la mano sería renacer un rito desusado y no para mayor bien, sino para mayor mal: profanación, desacralización, y según dijo S.S Pío XII, es una osadía:
S.S. Pío XII:
“Hay que reprobar severamente la temeraria osadía de quienes introducen intencionadamente nuevas costumbres litúrgicas, o hacen renacer ritos ya desusados, y que no están de acuerdo con las leyes y rúbricas vigentes.” 158
Y aunque esta costumbre de “comulgar en la mano” es algo “bueno” según los que quieren renacerlo, no lo redescubren como era, es decir, con la debida preparación (corporal de lino, examinar las partículas por un diácono, debida purificación, etc) sino todo lo contrario, y antes que “renacer” el rito, es un deformar el verdadero sentido de la Sagrada Comunión y de la Eucaristía.
158
S.S Pío XII, Encíclica Mediator Dei, º17.
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RAZÓN XXII: POR LA DIGNIDAD DEL SACRAMENTO Porque ni Nuestra Gran Señora siendo la mismísima Madre de DIOS y que tuvo a JESÚS en sus brazos en su cuerpo mortal, siendo la más digna entre todos los mortales de tocarlo, no comulgó luego en la mano, sino recibiéndola de San Pedro en la boca, según la Venerable Madre María de JESÚS de Ágreda. La Comunión de Nuestra Señora. ´´Con profunda humildad y adoración -dicen estas revelaciones- se prepararon para comulgar. Y luego dijeron las mismas oraciones y salmos que Cristo Señor nuestro había dicho antes de consagrar, imitando en toda aquella acción, como la habían visto hacer a su divino Maestro. Tomó San Pedro en sus manos el pan ázimo que estaba preparado, y levantando primero los ojos al cielo con admirable reverencia, pronunció sobre el pan las palabras de la consagración del cuerpo santísimo de Cristo, como las dijo antes el mismo Señor Jesús´´. ´´Luego san Pedro consagró el cáliz y con el sagrado cuerpo y sangre hizo las mismas ceremonias que nuestro salvador, levantándolos para que todos lo adorasen. Tras de esto se comulgó el apóstol a sí mismo y luego los once apóstoles, como María Santísima se lo había prevenido. Y luego POR MANO DE SAN PEDRO comulgó la Divina Madre´´.159
Si nuestra Madre comulgaba de manos del Apóstol, yo también haré lo mismo.
159
Venerable Sor María de Jesús de Agreda, Ciudad Mística de Dios.
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RAZÓN XXIII: PORQUE NO SE PROFANA UNA IMAGEN O UN OBJETO, SINO AL MISMO CRISTO Es preferible esta terrible profanación de la fotografía, que tanto nos indigna, que a la que muchos católicos realizan al dejar caer partículas consagradas del Dios vivo - para ser luego pisoteadas y olvidadas - por seguir la demoniaca práctica de comulgar en la mano.
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Si el sacerdote celebrante sabe que “existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la “Comunión en la mano”160 ¿Y no lo hay al dar la comunión en la mano cuando el fiel (y aveces el mismo Sacerdote) no revisa la mano para ver si quedaron fragmentos Eucarísticos (el Cuerpo de CRISTO entero) que luego caerán por tierra o quedarán en otro sitio?
160 Redemptionis
Sacramentum, Nº 92/ Congregación para el culto divino notitiae marzo-abril 1999
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RAZÓN XXIV: POR SER UNA IDEA MASÓNICA La “Comunión en la mano” es parte del plan Masónico para destruir la Iglesia. En 1970 el periódico francés Vers Demain, revelaba el plan masónico, informando que al final era preciso dar el "Pan" en la mano a los comulgantes para llegar a extinguir la Fe, o sea, INDUCIR A LOS CREYENTES A PENSAR QUE LA EUCARISTÍA NO ES SINO UN SÍMBOLO DE LA CENA Y, EN DEFINITIVA, UN SÍMBOLO DE LA COMÚN FRATERNIDAD MUNDIAL.
Plan Nº 6: Alejen a los fieles del consumir en rodillas la Comunión. Díganles a las monjas que deben impedir a los niños antes y después de la Comunión de tener las manos juntas. Díganles a ellos que Dios los quiere, así como son y desea que se sientan completamente cómodos. Eliminen en la iglesia el estar de rodillas y cada genuflexión. Remuevan los reclinatorios. Digan a las personas que durante la Misa deben certificar su fe en posición erguida. Plan Nº 29: Hagan distribuir la Comunión por mujeres y laicos. Digan que éste es el tiempo de los laicos. Empiecen imponiendo la “Comunión en mano” como los protestantes, en cambio que en la boca sobre la mano. Expliquen que Cristo lo hizo del mismo modo. Recojan algunas hostias para "misas negras" en nuestros templos. Luego distribuyan en lugar de la Comunión personal una copa de hostias no consagradas que se pueden llevar consigo a casa. Expliquen que de este modo
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se pueden tomar los regalos divinos en la vida de cada día. Coloquen distribuidores automáticos de hostias para la comunión y denomínenlos Tabernáculos (que por cierto ya los están fabricando y los venden dizque para “evitar el contagio de la influenza”). Digan a la gente que se debe dar la señal de la paz. Den coraje a la gente a desplazarse en la iglesia para interrumpir la devoción y el ruego. No hagan Señales de Cruz; en lugar de ello en cambio una señal de paz. Expliquen que también Cristo se ha desplazado para saludar a los Discípulos. No permitan alguna concentración en tales momentos. Los Sacerdotes deben darle la espalda a la Eucaristía para honrar al pueblo.161 Cambiar el Sentido de la Eucaristía. ¡La Comunión de pie o en la mano! Todo propósito del Master plan es quitar en los hombres el amor a Dios, porque, razona, al final si no ama a Dios nadie va amar al prójimo; el amor al prójimo no puede existir sin una razón, el amor al prójimo es un imposible sin el amor a Dios. La Eucaristía es lo central en el catolicismo, dice el Master plan, porque, ¡nada menos! que Cristo Dios hecho Pan por amor a los hombres. No se puede quitar de una vez, porque ningún católico lo aceptaría; pero propone un plan de ataque que es exquisitamente diabólico: lo primero, quitar lo más posible todo aspecto sagrado de la Eucaristía; que la gente no se arrodille para recibir la Comunión, por ejemplo, insistiendo en que es una comida y hay que hacerla de forma natural. Coger la “Comunión con la mano” ayudaría a quitarle también ese sentido misterioso, divino, sagrado… es una comida… sólo a los niños le ponen la comida en la boca… y que se use pan corriente, sin misterios, que nada suene a sagrado, sino natural, que se coma, que se mastique… que se haga como en la Ultima Cena de Cristo. Esta primera parte está tan bien planeada que conviene a cualquiera: insistir en que se haga como lo hizo Cristo… hacerlo natural… al más bueno convence… pero el fin es tratar de quitarle el sentido sagrado, misterioso, ¡quitarle importancia a la Eucaristía! Lo más importante del Master plan, y es el segundo punto, es conseguir que CristoDios no sea el centro de la Eucaristía, sino insistir en que la Eucaristía es una cena de confraternidad, en un banquete de comunión de los cristianos, donde se reúnen para amarse. Esta segunda parte es lo esencial, insiste reiteradamente el Master plan, e
Sección «Storia» de la revista: «Teologica» n. 14 - Marzo/Aprile 1998 - páginas 22-25 Edizioni Segno - Udine - Italia EL PLAN MASÓNICO PARA LA DESTRUCCIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA. 161
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indica que es fácil de conseguir: insistir en el elemento de hermandad, de comunión, de reunión de hermanos… y continúa con ironía diciendo: ¡Dejad que los “hermanos” se reúnan y se “amen”; en cuanto les falte lo sagrado, esos “hermanos” van a terminar discutiendo, y van a terminar por pelearse “fraternalmente”!162 ¿Comunión en la mano? ¡NO! ¡es Sacrilegio!, Cap. ¿pero por qué entonces, la “nueva praxis”? p.19-20, por el Pbro. Dr. Luigi Villa encontramos: Este plan masónico: 1. De hacer recibir la Comunión de pie; 2. De hacer dar la Hostia en la mano a los comulgantes (para hacer desaparecer lentamente la Fe y la devoción a la Eucaristía); 3. De hacer creer que la Eucaristía es sólo un trozo de pan, un símbolo de la Cena, o sea un símbolo de la “común fraternidad mundial”163 ¡Se ha ejecutado completamente! ¡Era también éste el sueño de Lutero! En efecto, ya en la Navidad del 1521, Carlostadio164 había celebrado, con una comunidad, la “Misa alemana”: había leído el relato de la institución de la Eucaristía, en alemán, y había traducido el resto del Canon con la elevación. Durante aquella celebración, además, llevó puestas ropas seglares y administró la comunión bajo las dos especies, ¡poniendo en las manos de los comulgantes la hostia y el cáliz165!
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Dr. Jerónimo Domínguez Residente en NE Cork, MASTER PLAN 1973 – 2006 masonería PARA DESTRUIR LA IGLESIA CATÓLICA.
56 Cfr. “Chiesa viva”, nov. 1971; cfr. periódico francés: “Vers demain”, 1970. Carlostadio Andrea, de Carlstadt (Boemia), su ciudad natal. Fue llamado Andrea R. Bodenstein (1480-1541). Fue teólogo y reformador protestante; antes, fue maestro de Lutero, luego fue su discípulo, pero, finalmente, fue su rival. 165 Cfr. “Compendio di storia e teologia della Riforma” de Erwin Iserlok” - Morcelliana, p. 54-56. 163 164
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RAZÓN XXV: PORQUE EL CIELO NO APRUEBA ESTA COSTUMBRE ¿Sabía usted que en supuestas apariciones de Nuestro SEÑOR JESÚS y de NUESTRA SEÑORA, extendidas por todo el mundo, nos hablan de que el Cielo no acepta el rito de la “Comunión en la mano”? No es un hecho aislado, sino un fenómeno mundial. En países como: Argentina, Australia, Austria, Bélgica, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, Italia, Méjico, Polonia…, se atribuyen al Cielo revelaciones que descalifican esta forma de comulgar, y no decimos que se deben aprobar todas, porque hay revelaciones privadas que aún no han sido reconocidas por la Iglesia, pero la mayoría unánimemente nos comunican sobre lo desacralizadora y profanadora que es esta costumbre de “comulgar en la mano”.* JESÚS A SANTA BRÍGIDA DE SUECIA, + 1373 "Mira, hija mía, les obsequio cinco cosas a mis sacerdotes (...), y en quinto lugar el privilegio de TOCAR CON SUS MANOS MI CARNE SAGRADA." JESÚS, 26 de mayo 1979 "Muchos están entregando Mi Cuerpo de una manera que sólo se puede llamar blasfemia. Muchos están aceptando Mi Cuerpo en la Eucaristía de una manera que profana la Divinidad, y también promueve impiedad, paganismo e impureza de corazón y acciones durante el Santo Sacrificio de la Misa." 166 JESÚS a Giuliana Crescio “No deseo ser tomado en vuestras manos. ¡No deseo ser tomado en vuestras manos! Yo el pan vivo, la sangre viva, aquella sangre derramada por vosotros, yo soy pan, pero para vuestra alma. A los apóstoles les di el pan ¡vosotros no sois sacerdotes, no podéis tocarme!”167 NUESTRA SEÑORA, 21 de agosto 1975 "Sólo en caso extremo de muerte, un hombre - digo un hombre, no una mujer ni niño - un hombre tendrá el poder a través de un sacerdote legalmente ordenado, traer en urgencia y dar rápidamente la Hostia a un moribundo. "Este envilecimiento al Cuerpo de Mi Hijo no pasará sin castigo." 168 *El Decreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (Acta Apostolicae Sedis – A.A.S. nº 58 del 29 Dic.1966), que abroga los Cánones del Derecho Canónico 1399 y 2318, fue aprobado por Su Santidad Pablo VI el 14 de octubre de 1966; siendo posteriormente publicado por voluntad de Su Santidad Misma, por lo cual no está más prohibido divulgar sin el Imprimátur escritos relativos a nuevas apariciones, revelaciones, visiones, señales, profecías o milagros. No se pretende de ningún modo prevenir el juicio de la Santa Iglesia Católica y Apostólica Romana. 166 Fundación Misericordia Divina. (3 de mayo de 1997). Semanario de Berazategui Nº 295. Recuperado de: http://semanariobera.com/semanarios/El-Semanario-deBerazategui-0295.pdf 167 Libro La Palabra. vol. 7 año 1989-90 PAG. 145 5 DE DICIEMBRE DE 1989. 168 Fundación Misericordia Divina. (3 de mayo de 1997). Semanario de Berazategui Nº 295. Recuperado de: http://semanariobera.com/semanarios/El-Semanario-deBerazategui-0295.pdf
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JESÚS a Catalina Rivas
Vidente estigmatizada. Nihil obstat por Mons. R. Fernández, Arzobispo boliviano: “No son ni 10 ni 20 los verdugos que destrozan Mi Cuerpo, son muchísimas las manos que lastiman Mi Cuerpo recibiendo la Comunión en la mano, -el trabajo sacrílego de satanás-.”
María Simma Algunas almas del Purgatorio le dicen a María Simma (vidente de las ánimas) que el pecado por el cual tienen que sufrir más, es por haber comulgado en la mano. María explica: en condiciones normales, sólo las manos consagradas de los sacerdotes pueden distribuir la Comunión. Salvo en “circunstancias extraordinarias”. “Extraordinarias” no se refiere a la diferencia entre que los fieles deban esperar dos minutos en lugar de diez para recibir la Comunión. (Hoy laicos o sacerdotes tienen prisa para todo, muchos laicos quieren tomar el papel del Sacerdote, y el Sacerdote el de los laicos, todo esto es una confusión del Sacerdocio Ministerial de los Sacerdotes y del Sacerdocio Común). María Simma liberó a, 40 o 50 sacerdotes u obispos del Purgatorio, la mayoría por promover la Comunión en la mano u otras irreverencias. Ella llama a la Comunión en la mano “la obra del diablo”… “Muchos están por faltas de obediencia al Santo Padre, faltas de amor hacia la Santa Misa, faltas de amor a la oración y el ayuno, no haber leído el breviario, y repito, por la Comunión en la mano…” . “Las almas del Purgatorio me han dicho- dice María Simma- que ningún Papa hasta hoy ha apoyado la Comunión en la mano, rito que fue fomentado por un grupo de cardenales y obispos. “Todos los Papas, sabían muy bien que la Comunión en la mano estaba en contra de la veneración del más Sagrado de lo Sagrado”.
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¡Lo que le agrada a Lucifer! «La “partícula en la mano”, de este modo puedo pisotear a vuestro Dios, ese Dios que yo he matado; y puedo celebrar mis misas (las misas negras) con los sacerdotes que Le he robado...».169
* Anneliese Michel, † 1976 (Incorrupta) Cuando esta chica de 16 años de una piadosa familia alemana, fue repentinamente afligida por una posesión demoníaca, el demonio (durante un exorcismo ordenado por el obispo local) fue obligado por Nuestra Señora a decir lo siguiente: “La cosa (Hostia Consagrada) no se debe colocar en las manos. Los sacerdotes deben tener valor. Los laicos no deben distribuirla. Durante la distribución de esa cosa (Santa Comunión) deben arrodillarse. Por mandato de aquella (señalando una estatua de la Virgen que estaba cerca) la Comunión en la mano debe abolirse porque es obra mía. El obispo debe prohibir la Comunión en la mano, si lo puede lograr” … “...Es necesario que reciban los Sacramentos como es debido. La verdadera confesión, no sólo participar en ceremonias penitenciales y la comunión. El sacerdote debe decir 3 veces: "Señor, yo no soy digno" y no sólo una vez. Deben recibir la comunión en la boca y no en la mano. Hemos debatido largamente allí abajo (el infierno), hasta que hemos conseguido introducir la comunión en la mano. La comunión en la mano es muy buena para nosotros en el infierno, pueden creerme. Ella (la Virgen María), quiere que diga, la Gran Señora, si viviera todavía recibiría la comunión en la boca y de rodillas, y se inclinaría profundamente de esta forma (de rodillas). Debo decir que no se debe tomar la comunión en la mano. El mismo Papa da la comunión en la boca. No quiere en absoluto que se de en la mano. Esto viene de los Cardenales, después pasa a los obispos, que se figuran que se trata de obediencia. Luego pasa a los sacerdotes, que se figuran que deben someterse, porque la obediencia se escribe con mayúsculas. No se debe obedecer a los malos, hay que obedecer solamente al Papa, a Jesucristo y a la Santísima Virgen. Dios no quiere la comunión en la mano.”170
(Palabras extraídas de algunos exorcismos hechos por P. Pellegrino Ernetti con varios colaboradores y registradas en su cinta magnética. – Cfr. “La catequesis de Satanás”, Ed. Il Segno, p. 156). 170 P. Arnold Renz: “Advertencias del más allá a la Iglesia contemporánea”. Librería Fiat Voluntas Tua Inc. 169
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NUESTRA SEÑORA en la Salette, Francia, 19 de septiembre de 1846 "Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, por su mala vida, por sus irreverencias y su impiedad al celebrar los santos misterios; por su amor al dinero, a los honores y a los placeres, se han convertido en cloacas de impureza...” ¡Esto está sucediendo ahora! ¿Acaso no es una impiedad de cómo hoy muchos Sacerdotes celebran la Santa Misa como si fuera un culto protestante y sin la reverencia o adoración que merece DIOS? ¿Acaso la comunión en la mano de hoy no es un acto de gran impiedad para con JESÚS vivo y presente en cada Partícula Eucarística?
Y muchas otras más… Papa Urbano VIII, 1636. «En cuanto a las revelaciones privadas, es mejor creer que no creer en ellas; porque si crees y resultan ser verdaderas, te sentirás feliz de que creíste, porque Nuestra Santa Madre lo pidió. Y si resultan ser falsas, tú recibes todas las bendiciones como si fueran verdaderas, porque creíste que eran verdad.»
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RAZÓN XXVI: PORQUE LA CEREMONIA SE PROLONGARÍA EXCESIVAMENTE SI SE “COMULGA EN LA MANO” Así es, los que apoyan esta costumbre algunos objetan: “La Ceremonia es más rápida si se Comulga en la mano”. Todo lo contrario, los que comulgan según este modo reprobable, deberían: 1º Hacer un acto de Adoración (Misal Romano). 2º El Sacerdote observa si la mano del comulgante está limpia (Doc. 3-4-85). 3º El comulgante extiende la mano izquierda sobre la derecha. 4º El Sacerdote muestra la S. Forma diciendo “El Cuerpo de Cristo”, y espera a que el Fiel responda: “Amén”. 5º El Sacerdote deposita la S. Forma en la mano del comulgante. 6º Éste la toma con la mano derecha y la consume delante del Sacerdote. (Carta anexa a M.D.). 7º Tanto el Sacerdote como el fiel han de comprobar que no quedan Sagradas Partículas en la mano. (Sagrada Congregación Para El Culto Divino)171 ¡Tantas cosas y tanto tiempo para hacer una cosa que no está bien! Y continúan con esta objeción: “En caso de aglomeración de fieles, cualquiera puede dar la Comunión para que la ceremonia no se alargue”. Es una tentación. Cristo no entrego su Cuerpo a las multitudes del Monte de las Bienaventuranzas. Allí ofreció sólo un símbolo eucarístico, y les alimentó con el Pan de su palabra. Pero su Cuerpo y su Sangre los reservó para la intimidad del cenáculo. Por eso, una celebración multitudinaria, o se organiza bien (suficiente número de Sacerdotes, acólitos y comulgatorios) o se deja solo la celebración de la Palabra. La Ceremonia se acorta cuando los fieles se disponen arrodillados a lo largo del Comulgatorio. Pero, tampoco es cuestión de rapidez sino de dignidad; y a Dios no se le escatima el tiempo. Cuantos sacrilegios y profanaciones se cometerán a diario en el mundo cuando se recibe la “comunión en la mano” y se caen las partículas que son el mismo Cuerpo de Nuestro Señor.
SAGRADA CONGREGACION PARA EL CULTO DIVINO Carta "En respuesta a la petición", para aquellos presidentes de las Conferencias de Obispos que solicitaron permiso para entregar la comunión en la mano, 29 de mayo de 1969: AAS 61 (1969) 546-547; Not 5 (1969) 351-353. 171
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RAZÓN XXVII: POR SUS FRUTOS Porque esta práctica de la “comunión en la mano” no ha dado ni incrementado en frutos de santidad para los fieles y la Iglesia, todo lo contrario: “Por sus frutos los conoceréis…” Mateo 7:20 Debemos ser rigurosamente honestos con nosotros mismos. Esta práctica, ¿ha fortalecido y clarificado realmente nuestra fe en la Presencia Real? ¿Ha producido una mayor devoción a la oración, más amor y más caridad fraterna? ¿Mostramos un mayor temor reverente al tomar el Cuerpo de Nuestro Señor en nuestras manos? Existe por lo menos un fruto que no proviene obviamente de la introducción de esta práctica; y es un rasgo también de la reforma general más amplia de la liturgia: se ha dañado la unidad. Es también opinión del autor que, por lo menos, la “comunión en la mano” debe compartir la culpa por la pérdida de fe de los católicos en la Presencia Real de Cristo. Con razón dicen estos obispos en el Sínodo del 2005: El 5 de octubre de 2005, durante el Sínodo de los Obispos en el vaticano. S.E.R. Arzobispo Jan Pawel Lenga M.I.C., de Karaganda, Kazakhstan, recordó a los presentes la Sacralidad de la Eucaristía y discutió vías para resaltar este hecho. Él manifestó que “entre las renovaciones litúrgicas producidas en el mundo Occidental, dos en particular TIENDEN A NUBLAR EL ASPECTO VISIBLE DE LA EUCARISTÍA EN PARTICULAR, sobre todo en lo que respecta a su centralidad y santidad: la eliminación del tabernáculo del centro, Y LA DISTRIBUCIÓN DE LA ‘COMUNIÓN EN LA MANO’”. La “Comunión en la mano”, dijo, se está extendiendo e incluso prevalece como que es más fácil, como un tipo de moda… Por consiguiente, humildemente yo sugiero las siguientes proposiciones prácticas: que la Santa Sede emita una regulación universal que establezca la manera oficial de recibir la Comunión en la boca y de rodillas; con LA “COMUNIÓN EN LA MANO” QUE SEA RESERVADA EXCLUSIVAMENTE PARA EL CLERO. Él pidió igualmente, que los Obispos en los lugares donde la “Comunión en la mano” se ha introducido, trabajen con prudencia pastoral para devolver al creyente al rito oficial de Comunión, válido para todas las Iglesias locales. Así mismo el Cardenal, Janis Pujats de Riga, Latvia, fue el primero en resaltar el problema, diciendo al sínodo el 3 de octubre que Él piensa que los católicos deben recibir la Comunión en la lengua, mientras se arrodillan. “Cuando los comulgantes están de pie, dijo el Cardenal, me siento como un dentista al mirar sus bocas”.
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Los frutos que se han seguido de esta práctica es un aumento de irreverencias y sacrilegios, ya sean voluntario como involuntarios. Además del debilitamiento de los fieles frente al misterio Eucarístico. Mons. Rodolfo Laise, OFMCap, refutando las razones sin razón de aquellos responsables de la introducción de este rito en nuestro país: «Si la introducción de la “comunión en la mano” es "sin duda un signo de crecimiento de la vida eclesial"172, si "es motivo de alegría retomar esta genuina tradición" 173o si "no se puede afirmar o priorizar que un modo sea mejor que otro"174no se entiende por qué en 1968 a Pablo VI "NO LE HA PARECIDO OPORTUNO MUDAR EL MODO HACE MUCHO TIEMPO RECIBIDO DE DAR LA COMUNIÓN" y EXHORTÓ VEHEMENTEMENTE A SOMETERSE A ESTA DISPOSICIÓN; y mucho menos se entiende porqué en 1996 Juan Pablo II mantiene como norma dichas disposiciones. Si las afirmaciones de "El Pan Vivo" y los Fundamentos son ciertos, entonces Pablo VI se equivocó gravemente al no "redescubrir" las riquezas de ese rito. Es más, la prohibición estricta del siglo X, que se mantuvo casi un milenio, fue un error pues pretendió erradicar para siempre algo valioso que recién ahora podemos "redescubrir", y esto sólo gracias a un indulto.
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"El Pan Vivo", p.5 Ibid. p.16 Ibid. p.18
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RAZÓN XXVIII: PORQUE NO SE PIENSA EN DAR LA ADORACIÓN REQUERIDA PARA CON JESÚS Los que dan y reciben la “comulgan en la mano” no piensan tanto en JESÚS, sino en sí mismos. EL siguiente artículo: Comunión en la mano: El suelo teñido de Sangre, de Miguel Ángel Yánez, Director de la página de noticias y artículos católicos: Adelante la fe, con fecha 18 de marzo del 2016, explica con razón sobre porqué los que comulgan en la mano, no piensan en JESÚS, sino en ellos mismos: “Querido laico, hay que dejar de pensar en estos términos: lo que a MÍ me gusta, lo que a MÍ no me ofende, lo que YO veo normal, lo que YO veo o dejo de ver grave, lo que a MÍ me permite tener devoción, lo que YO creo, lo que YO pienso, lo que YO leí que no sé quién dijo o hacía en no sé qué siglo… es decir lo que YO, YO y más YO. Querido sacerdote que quieres dar la comunión en la mano o, incluso, no quieres, pero la das, hay que dejar de discurrir de esta forma: A MÍ me gusta más en la mano, YO creo que debo obedecer a pesar de todo, YO no quiero problemas, YO no lo veo tan grave, YO no soy quien para tomar esa decisión, YO creo que si lo hace el Papa y mi obispo YO debo hacerlo… o sea lo que YO, YO y más YO. No, queridos laicos y sacerdotes, esta perspectiva es totalmente errada, el problema no eres TÚ, lo que TÚ creas o dejes de pensar, las consecuencias que tenga para TÍ el no darla, lo que te digan, lo que hagan muchos o pocos, ni lo que haga el obispo o incluso el papa. No, no y no. Voy a detenerme y decirlo bien alto: El problema no eres tú, el problema es ÉL. No importa tu punto de vista, la razón teórica que puedas tener o dejar de tener, tus buenas intenciones, tu afán de obediencia, todos esos argumentos se desploman por su propio peso si lo vemos desde la perspectiva de ÉL, no del YO. ¿Cuál es el problema de ÉL con la comunión en la mano? Esta dogmáticamente definido en el Concilio de Trento que en cada partícula de la Sagrada Hostia está Jesucristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Por lo tanto, si una partícula por minúscula que sea cae al suelo es exactamente igual que si cayera la Hostia entera. Y si caen partículas al suelo hay que creer dogmáticamente que es el mismo Jesucristo, su Cuerpo y su Sangre, el que está en el suelo. Por lo que si pisamos esas partículas estamos pisando a Jesucristo. Sí, repitámoslo: ESTAMOS PISANDO A JESUCRISTO. Y lo estamos haciendo por nuestra culpa, colaboración o complicidad, no por un accidente incontrolado.
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Si por un momento pudiéramos contemplar la dantesca escena que se produce en nuestras iglesias quedaríamos horrorizados.
Háganse una ligera idea contemplando la fantástica ilustración de Rodrigo García. ¿Le parece cruda? Pues es exactamente lo que ocurre y no vemos. Es ahora fácil comprender el Amor que supone la Eucaristía, donde Jesús se ha expuesto a ser el más frágil, incluso a riesgo de ser pisoteado indignamente en una segunda Pasión silenciosa e invisible, pero no por ellos menos cruel. Y es fácil entender con cuánto respeto y cuidado deberíamos tratar al Jesús Eucarístico ante su posición voluntaria de fragilidad y exposición, a lo cual estamos obligados de una forma absoluta e inexcusable sin que pueda haber ningún YO que valga, nuestra única
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obligación es protegerlo a ÉL, contra todo y contra todos, incluso a costa de nuestra honra o puesto. Sé que habrá quien diga que exagero, que siempre puede haber partículas de una forma u otra, y es cierto que puede haberlas, pero una cosa es que humanamente no se pueda controlar una micropartícula que por ejemplo vuele inadvertida a nuestros ojos, y otra muy diferente es que caiga por nuestra culpa, negligencia, cobardía y/o forma de comulgar. Es verdad que comulgando de rodillas y sin bandeja también puede pasar -otra irresponsabilidad del sacerdote, pero infinitamente menos que si sometemos la Hostia a la fricción del contacto con las manos.
Imagen ampliada para observar los fragmentos
De muchas observaciones que he realizado he de decir que no he logrado nunca ver -aunque seguro hay alguien perdido que lo haga, la excepción- a ni un solo comulgante en la mano tratar de quitar de su mano partículas que pudieran quedar, ni siquiera el intento de mirar si las hay. Cualquier sacerdote que ha dado la comunión con bandeja sabe que incluso en Misa tradicional siempre hay partículas, al igual que siempre hay partículas que quedarán en la mano. El solo hecho de depositarla y volverla a coger para comulgarla conlleva a un desprendimiento inevitable. Eso significará en la práctica cientos de partículas por el suelo profanadas y pisoteadas por nuestra culpa.
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Todo esto es tanto más doloroso si pensamos por un momento como se promociona activamente esta práctica, llegándose incluso a obligar a niños a hacer la Primera Comunión en la mano, como ocurre en la parroquia de mi pequeña localidad con el pleno conocimiento, silencio y pasividad del Arzobispado de Sevilla. (Esto en realidad pasa en la gran mayoría de diócesis del mundo entero).
Nadie, repito, nadie debe arriesgar el Cuerpo de Cristo a ser pisoteado y profanado, y eso se hace dando una sola comunión en la mano. ¿Podría haber alguna ley que obligara a un hijo a exponer a su madre a ser pisoteada, ultrajada y vejada? Incluso en caso de que existiera, ¿alguien con un mínimo de sentido común podría sostener que esa persona tiene obligación moral de seguir dicha ley?… pues tanto más si hablamos de Jesucristo, nuestro Señor y Creador. No me cabe duda que la mayoría de ustedes que la reciben en la mano o la administran no lo hacen con esa intención, porque siguen analizándolo desde el YO, YO y YO. Párese un momento, reflexione y véalo desde el punto de vista de ÉL, pisoteado en el suelo o profanado por muchos “sin esa intención de hacerlo”, con la Iglesia llena de regueros de la Sangre de Nuestro Señor, y estoy seguro que ni la recibirán ni la darán nunca más. Si ha habido miles de mártires que han muerto por el hecho de no permitir ultrajar una imagen, un libro sagrado… ¿va usted a tolerar que se ultraje y pise al mismo Jesucristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad delante suya? Antes morir que Nuestro Señor esté en el suelo por mi culpa.”175
Yáñez, M. (18 de marzo de 2016). COMUNIÓN EN LA MANO: El suelo teñido de Sangre. Recuperado de: http://adelantelafe.com/comunionen-la-mano-nuestras-iglesias-tenidas-sangre/ 175
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RAZÓN XXIX: POR SER UNA DE LAS CAUSAS DE LA CRISIS EN LA IGLESIA Porque es una de las razones por las que la Iglesia Católica está en crisis y no ha sido para la gloria de DIOS, sino todo lo contrario. Puede parecer superficial puede parecer sin importancia, sin trascendencia, pero si tenemos en cuenta lo que es la Eucaristía, lo que nos dice los Concilios, lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: Que la Eucaristía es CRISTO que se inmola por nosotros y quien vive entre nosotros, NO ES UNA COSA SAGRADA ES UNA PERSONA. Una persona viva: DIOS VIVO Y VERDADERO, si no somos consecuentes con esto entonces no tiene importancia decir que toda esta crisis por la que pasa la Iglesia no sería por la forma de vivir y celebrar la Sagrada Eucaristía… ¡Obvio que estamos en crisis porque la Eucaristía es el corazón de la Iglesia!, aparentemente no tiene importancia, pero es de la máxima importancia. Si no hay Eucaristía no hay Iglesia, si no hay Iglesia no hay presencia de salvación en el mundo, sino hay presencia de salvación en el momento no hay nada. Entonces decir que este “acto de reverencia”, que empezó con una historia negra, de dar la “comunión en la mano” no es una falta grave contra la fe, estamos muy equivocados, podemos ver los frutos que siguieron con este permiso que toleró la Iglesia. Todo esto NO ha sido para edificación, según San Pablo: “…Que todo sea para edificación”.176 Tampoco ha sido esto para mayor gloria de DIOS: “Hacedlo todo para la gloria de Dios.”177, ¡Todo lo contrario! ¡Es hora de reaccionar y decir basta! ¡Lo que no sea para Gloria de DIOS debe desecharse! ¡Esto no está dando Gloria a DIOS, todo lo contrario! ¡Y afecta tanto a la Iglesia! ¡Los que “comulgan en la mano” en vez de dar Gloria a DIOS, se dan gloria a ellos mismos! Esta costumbre contribuye a disminuir la fe y la presencia Sacratísima de JESÚS en la Eucaristía, es no creer en la transubstanciación, es no creer en CRISTO vivo. Si estamos mal es porque hemos descuidado lo esencial, lo importante, lo trascendente. La razón de la crisis es que hemos maltratado a CRISTO en la Eucaristía. Lo que era un acto una prohibición se ha hecho una norma.
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1 Corintios 14,26. 1 Corintios 10, 31.
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ANTES
“El que teme a DIOS, nada descuida” Eclesiastés 7, 19
AHORA
“¡Maldito al que ejecute fraudulenta o negligentemente la obra de Dios!”. Jeremías 48,10
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Objeciones más comunes de los que apoyan la “comunión en la mano” Estas objeciones de ya algunas que hemos respondido anteriormente, de los que practican la “comunión en la mano” o autocomunión como debería llamarse: 1. “Jesús dio en el Cenáculo la ‘Comunión en la mano’ a los Apóstoles”. Esto no lo dice el Evangelio. Es sólo una suposición, pero aun cuando así fuere, los apóstoles eran Sacerdotes y Obispos. Los Laicos, por ello, deben permanecer en sus puestos de “bautizados”, de “miembros” de su Cuerpo Místico, y no de “representantes de su Cabeza”, como lo son, en cambio, los Sacerdotes, ¡ministros del culto! ¡Sólo el Sacerdote, “alter Christus”, actúa “in persona Christi”! Entonces, también su “ministerio” de distribuir el Cuerpo y la Sangre de Cristo, está contenido en esas palabras de Jesús: «tomó - dio gracias - partió - dio». Palabras y gestos, que competen sólo, como ministerio ordinario, al sacerdote, porque es el único que participa en los grados del Sacramento del Orden178. Y esto fue confirmado también por el Concilio de Trento179 2. “Lo ha aprobado la Iglesia”. En contra del parecer de la mayoría de Obispos del mundo como vimos anteriormente. ¿Y no representaban éstos a la Iglesia? Y el Papa, ¿por qué lo prohibió en la Diócesis de Roma? ¿No es Él quien mejor representa a la Iglesia? Tampoco se consultó a los laicos, que también son Iglesia. Además, cada Obispo tiene autoridad para aprobar o denegar este rito. En estas circunstancias, decir que lo ha aprobado la Iglesia no es decir toda la Verdad.
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Cfr. n. 12 de la Instrucción de la CEI: “La Comunione eucaristica” del 19 de julio de 1989. 132 Cfr. Denz.-S. 1740
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3. “En las manos es un gesto más natural”. Pero la Sagrada Eucaristía no es natural. Todo es sobrenatural. Las apariencias no nos dan la Vida. ¿Si los misterios de Dios los convertimos en cosas comunes, entonces donde queda el misterio y su grandeza? 4. “En algunas Parroquias en que, por la escasez de Sacerdotes, no tengan regularmente Misa Dominical, es bueno que algún seglar o alguna monja, celebren la Palabra y repartan la Comunión”. Nueva tentación. Si faltan Sacerdotes, hay que hacer “rogativas” para que el Dueño de la Mies envié obreros a su Mies. Y si no hay Misa, se puede organizar a los fieles para que recen el rosario y/o mediten la Palabra y hagan una Comunión Espiritual. Santa Catalina de siena -Doctora de la Iglesianos dice que, si no fuere posible comulgar, podrían recibirse las mismas Gracias en una Comunión Espiritual. 5.-"No es una práctica nueva". Pero sí superada y desechada por la Iglesia que, guiada por el Espíritu Santo, camina a su perfección. La “Comunión en la mano” es hoy más que un anacronismo: produce una ruinosa involución. Con un agravante: Cuando se utilizaba esta práctica no se comprendía con tanta profundidad el Misterio Eucarístico. Así lo confirma el Documento de legalización. 6.-"Es más higiénico Comulgar en la mano". El argumento denota muy poca Fe. JESÚS, con su Manto, que tocaban los enfermos, curó a la hemorroísa. ¿Y su Cuerpo va a transmitir enfermedades? Pues bien, en la Comunión el Manto de Cristo son las manos del Sacerdote. Aun no se tiene conocimiento en la historia de la Iglesia que alguien haya muerto por algún contagio o enfermedad por haber recibido al Señor en la boca de las manos del Sacerdote.
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Entonces, es absolutamente falso que la saliva sea, por sí misma, un vehículo de transmisión de enfermedades. Si así fuese, habría que abolir los billetes de banco, los libros, las revistas; no habría que besar más a nadie, ni siquiera a los familiares; no habría que hablar con quien rocía de saliva, ¡y así sucesivamente! Pero entonces, ¿es tal vez “higiene” dar en la mano la hostia consagrada a personas que, antes, han tocado manijas, pasamanos de casas y de negocios, tomado autobús y taxis, han apretado las manos de amigos, han manipulado dinero que también acumula millones de bacilos en las yemas de sus dedos y en sus manos? ¿Y qué “higiene” se observa dando la “Comunión en la mano” a los fieles que no tienen la conciencia de aquel a quien reciben, y que talvez no les importa ni las partículas que se desprenden de la S. Hostia?
En cambio, con la distribución de la Sagrada Comunión en la lengua, el Sacerdote, antes de celebrar, debía, todavía en la sacristía, lavarse las manos; y este gesto lo debía repetir aun al inicio de la “liturgia eucarística”, como estaba expresamente prescrito en la “Institutio Generalis”180. Además, el sacerdote, si le sucedía tocar la lengua del fiel comulgante, se lavaba en seguida los dedos con el agua de la ampolleta, siempre disponible sobre el altar. A muchos de estos hermanos les da asco recibir la comunión en la boca porque se pueden “contagiar una enfermedad con la saliva de otra persona" y luego de blasfemar contra la 180
NN. 52, 106, 222.
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Sagrada Eucaristía, cometen profanación o incluso si lo saben sacrilegio “involuntario” contra la Sagrada Eucaristía recibiendo la “comunión en la mano” Nos dice S. Hipólito: "Cada fiel procure tomar la Eucaristía ... pues si es fiel en tomarla, aunque se le dé veneno mortal, no tendrá poder sobre él"181 Son palabras que se apoyan en las de Cristo: " …Si toman un veneno, no les hará daño”182. Esto no es cuestión de higiene sino de dignidad y de Fe.
San Juan Pablo II dando la Comunión como los orientales a una Monja.
Orientales comulgando de la misma cucharilla sin temor a enfermarse. No es excusa recibir “la comunión en la mano” por miedo a “contagiarse de una enfermedad”.
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Trad. Ap. Marcos 16, 18.
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7.- “No es mi intención profanar la Santa Hostia, sólo quiero ‘tener a JESÚS en mis manos’” Los que “comulgan en la mano” se excusan diciendo esto: “No es mi intención profanar la Santa Hostia, sólo deseo tener a JESÚS en mis manos” Bueno, responderíamos que, si tu intención fuera profanar, esto sería algo diabólico. Es como cuando alguien comete un pecado x, supongamos el de adulterio, y su intención no es ofender a DIOS, simplemente, “pasar un buen momento”. Pues, de todas formas, el adulterio es pecado mortal, aunque no se tenga la intención de ofender a DIOS, ¡Mucho más si fuera con la intención de ofenderlo! ¡¡Esto sería algo diabólico!! O este otro ejemplo: “Yo manejo alcoholizado, y mi fin es llegar a casa, pero por la vía se cruzan dos personas y las atropello, pero mi intención era ir a casa y no atropellar a nadie”, así mismo sucede con la SAGRADA COMUNIÓN: No es tu intención profanar el Cuerpo de CRISTO, pero al comulgar en la mano si no consumes todas sus partículas que se encuentran allí, AL DEJARLAS PASAR POR NO PODERLAS VER estarías profanando “sin querer”, es decir, se comete un pecado grave contra el primer, segundo y cuarto mandamientos de la Sacra Ley! Puesto que profanar con intención de, como vimos antes, ¡sería algo diabólico!
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CONCLUSIÓN A MANERA DE
RAZÓN XXX PARA NO DAR NI RECIBIR LA “COMUNIÓN EN LA MANO” Por JESÚS. Todas las razones que mencionamos para dejar de dar y recibir la comunión en la mano giran en torno a ÉL. Este documento fue hecho por ÉL, la Iglesia existe gracias a ÉL y todo lo creado fue hecho por ÉL y para ÉL183. Pero la comunión en la mano de hoy, ¿fue pensada para darle gloria a ÉL? Todo lo contrario… Glorifica al hombre, que éste, trata a JESÚS como si fuera un “objeto sagrado” o un “símbolo de su Cuerpo”, pero no como lo que ES en realidad. Siendo DIOS merecedor de toda honra y adoración por parte de su creatura, ¿cómo puede la Iglesia tolerar esta costumbre protestante que no tributa a DIOS la adoración y reverencia que merece en el más sublime Sacramento? ¿Cómo puede la Iglesia seguir tolerando un acto que va en contra del 1er, 2do y 4to mandamiento, que no continúa la Tradición Apostólica como hemos visto, sino que la quebranta, la desafía y la pone en duda? Tales son los frutos de tolerar este acto profanador: indiferencia, falta de reverencia al Sacramento, abusos litúrgicos, profanaciones, sacrilegios, abandono de los Sagrarios, etc, etc. ¿Cuál fue el propósito del SEÑOR al instituir el Sacramento? ¿Qué lo toquemos o que nos alimentemos de su Cuerpo? ¿Dijo acaso el SEÑOR: “El que me toca tiene vida eterna”? ¿No dijo acaso: “Quien come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna”184? Si el objetivo del Sacramento es alimentar nuestra alma ¿Por qué habría de ocuparse las manos, sino por necesidad, como lo hace el Sacerdote para Consagrar y distribuir el Santo Sacramento? ¿De qué nos sirve tocarlo, si ÉL no quiere quedarse en nuestras manos, sino en nuestro corazón? Bien decía nuestro SEÑOR hablando infaliblemente: De nada aprovecha lo externo, lo superficial, si no aprovecha esto para el alma185. Pueden haber muchas más razones para dejar de dar y recibir la “comunión en la mano”, pero siendo esta última razón la más importante, ¿no es suficiente para no continuar y resistir con este acto, por la falta de amor, respeto, dignidad, humildad y adoración que lo constituye para con ÉL? Finalmente, exhorto con todo el corazón a los Sacerdotes, los principales responsables en la distribución del Santo Sacramento, consideren las razones que hemos visto para dejar de dar la comunión en la mano, primordialmente por los fragmentos que quedan en la mano del fiel y
Colosenses 1:16. Juan 6:54. 185 Marcos 8, 36-37. 183 184
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que este pasa desapercibido, y luego, por la purificación que no realiza al recibirla. Esto sin duda es una profanación “involuntaria” tanto del que da la comunión así, como del que la recibe, y, si conociéndose lo que se debe hacer para evitar la pérdida de fragmentos no se hace, como vimos en la primera razón, constituye verdadero Sacrilegio. Hay que recordar que, si un fiel solicita recibir la Sagrada Comunión en la mano, el Sacerdote le puede negar, por el riesgo de profanación que hay al recibirla186, ora por las razones que vimos, ora por la ignorancia que puede tener sobre los fragmentos. Junto a los Sacerdotes, uno a todos los religiosos y laicos, y os exhorto además, con todo el corazón, a que, por amor a JESÚS, luchemos para que, la tradición apostólica que evoca el amor y la reverencia con la que se debe recibir este Sacramento y que lo han mencionado los últimos Sumos Pontífices, resuene en toda la Iglesia. Que seamos los que contribuyamos a poner fin a este acto que tanto mal ha hecho a JESÚS y a su Iglesia, ya sea enseñando las razones por las que se debe abolir esta costumbre a los que la apoyan, ya sea orando para que DIOS toque el corazón de los mismos. Que DIOS bendiga a los que han leído este documento, y Nuestra Señora del Buen Suceso, nos conceda amar y conocer mejor a su Hijo, que se encuentra presente en el Sacramento del Altar, y en cada fragmento al dársenos como alimento. Apreciar esto, no significa despreciar su Palabra, que es muy importante hasta cada punto de la misma, tampoco significa despreciar a los miembros de su Cuerpo Místico, en especial los más pobres e insignificantes, puesto que, como dijo el SEÑOR: "En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis." Mateo 25:40 186
Redemptionis Sacramentum, Nº 92: “Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la Comunión en la mano”.
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ANEXOS
«El hecho de que sólo el sacerdote da la comunión con sus manos consagradas ES TRADICIÓN APOSTÓLICA». “Así como, de entre todos los sagrados misterios que el Señor nuestro Salvador nos encomendó como instrumentos certísimos de la Divina Gracia no hay ninguno que pueda compararse con el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, así también no ha de temerse de Dios castigo más grave de pecado alguno que, si cosa tan llena de toda santidad o, mejor dicho, que contiene al Autor mismo y fuente de la santidad, no es tratada santa y religiosamente por los fieles” Sacrosanto Concilio de Trento.
“Cuando se recibe la Comunión es necesario estar arrodillado, tener la cabeza ligeramente humillada, los ojos modestamente vueltos hacia la Sagrada Hostia, la boca suficientemente abierta y la lengua un poco fuera de la boca reposando sobre el labio inferior". «¡Sed fuertes! No se debe ceder donde no hay que ceder... Se debe combatir, no con términos medios, sino con coraje; no en oculto, sino en público; no a puertas cerradas, sino a cielo abierto». Santísimo Padre Pío X
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“El que teme a DIOS, nada descuida” Eclesiastés 7, 19 “El que es fiel en lo poco, también es fiel en lo mucho, y el que en lo poco es infiel, también es infiel en lo mucho”. Lucas 16,10
“Si el que menosprecia la ley de Moisés, sin misericordia es condenado a muerte sobre la palabra de dos o tres testigos, ¿en cuánto mayor castigo pensáis que será digno el que pisotea al Hijo de Dios y trata como profana la sangre de la Alianza en la que fue sacrificado e insulta al Espíritu de la gracia?” Hebreos 10, 28-29.
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El Filósofo Gilbert. K. Chesterton, refiriéndose a los liturgistas que promovían la comunión en la mano y otras desviaciones en la Sacra Liturgia: “…Ellos son culpables desde la idolatría de lo intermediario hasta el olvido de fin último” ...
“Téngase en cuenta que una ley inmoral o que facilite el sacrilegio y la profanación, no puede obligar en conciencia”.
Si ha habido miles de mártires que han muerto por el hecho de no permitir ultrajar una imagen, un libro sagrado, o perder lo más mínimo de nuestra fe… ¿va usted a tolerar que se ultraje y pise al mismo Jesucristo en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad delante suya? ¡ANTES MORIR QUE NUESTRO SEÑOR ESTÉ EN EL SUELO POR MI CULPA!
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