SEPTIEMBRE / 2011 Nº: 455 / 5,65 €
La Sagrada Familia de Gaudí EL ALMA DE UN MÍSTICO
133307
SUMARIO IMÁGENES DE LA FE Septiembre 2011 N.º 455
AUTOR Armand Puig i Tàrrech
Dirección editorial: Juan Rubio Redacción: Marina de Miguel Maquetación: Amparo Hernández Secretario de redacción: Ignacio Virgillito Publicidad: Javier González Tel.: 91 422 64 02 Suscripciones: Ana Blasco Tel.: 91 422 62 40
Presbítero, doctor en Ciencias Bíblicas y decano-presidente de la Facultad de Teología de Cataluña. Para el curso 2011-2012 ha sido elegido presidente de la “Studiorum Novi Testamenti Societas”. Ha escrito numerosos libros y artículos sobre temática bíblica.
Pórtico La Sagrada Familia: El alma de un místico
4
Juan Rubio, director de ‘Imágenes de la fe’
Comprender un símbolo Un sueño convertido en la ‘catedral de Europa’
6
Edita: PPC, S.A Director general: Aurelio Matos C/ Impresores 2 Urb. Prado del Espino 28660 Boadilla del Monte (Madrid) Tel.: 91 422 62 55 Fax: 91 422 61 18 www.ppc-editorial.com imagenesdelafe@ppc-editorial.com Depósito legal: M-15368-1968 Imprime: Grefol. S. A. Precio número: 5,65 e Suscripción anual (10 números): España: 48,50 e Otros países: 51 e
FOTOGRAFÍA: Yolanda Álvarez / ARCHIVO SM; Pep Daudé / Basílica de la Sagrada Familia, Junta Constructora del Temple Expiatori de la Sagrada Familia, Eloi Bonjoch / Basílica de la Sagrada Familia; INGIMAGE; THINKSTOCK
“Suma admirable de técnica, de arte y de fe”. Con estas palabras Benedicto XVI elogiaba la majestuosidad de la Sagrada Familia durante la dedicación del templo como basílica, el pasado 7 noviembre de 2010. Gaudí había alcanzado su mayor anhelo.
El libro de la naturaleza Anuncio y expresión de la gloria de Dios 12
La pequeña finca rústica del mas de la Calderera, el mar contemplado desde el puerto de Barcelona… La huella del Creador en el mundo era recogida por el arquitecto como referente especial de su obra. El primer paso era la contemplación del entorno.
El libro de la fe y de la liturgia “El Señor la iluminará”
27
El libro de la Escritura Iglesia de tierra: reflejo y anticipación de la nueva Jerusalén 18
La Sagrada Familia es un tratado de teología. Una suma de las grandes verdades de la fe cristiana, dispuesta como construcción y como espacio donde reina la belleza, y una “traducción” de aquellas verdades al lenguaje del símbolo.
Gaudí no concibe una iglesia-museo, las piedras de la construcción están vivas en la medida en que la celebración litúrgica da sentido y provoca el movimiento de toda la construcción. Otras claves de esta vitalidad son la luz y la música.
Para saber más
34
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
3
PÓRTICO
La Sagrada Familia: el alma de un místico [JUAN RUBIO. Director de ‘Imágenes de la fe’]
E
n un humilde y gozoso acto de fe, levantamos una inmensa mole de materia, fruto de la naturaleza y de un inconmensurable esfuerzo de la inteligencia humana constructora de esta obra de arte. Ella “es un signo visible del Dios invisible”. Con estas palabras, Benedicto XVI definió la Sagrada Familia durante su consagración como basílica, el pasado 7 de noviembre de 2010. El sueño de Antoni Gaudí se convirtió entonces en la “catedral de Europa”. Meses después, podemos volver a deslumbrarnos por esta “suma maravillosa de técnica, de arte y de fe”, como la definió el Santo Padre en su bella homilía de dedicación, de la mano de Armand Puig i Tàrrech, decano-presidente de la Facultad de Teología de Cataluña y autor de este número de Imágenes de la fe. Como afirma en el prólogo de su libro, La Sagrada Familia según Gaudí (publicado recientemente en castellano por El Aleph Editores), desde hacía bastante tiempo sentía grandes deseos de acercarse al universo del célebre arquitecto catalán, a través de su grandiosa obra, y “así comprender la profundidad de sus símbolos, la osadía de una idea y la fuerza de un proyecto largamente meditado que quería ser una ‘nueva arquitectura’, un canto a la vida en todas sus dimensiones”. “Pero lo que más me ha cautivado –confiesa en otro momento del libro– ha sido vislumbrar el alma de un místico. He podido escuchar el lenguaje de las piedras y del arte, de la luz y de la forma, una arquitectura traspasada por la belleza del misterio cristiano”. Por esa razón, no es de extrañar que cuando se refiere Gaudí lo haga como “un recreador de la naturaleza y del hombre, un creyente que cincela en piedra el Evangelio”. “No puede haber nada superfluo en una edificación que se eleva hacia el cielo y que, como una madre, abre sus brazos a todo el mundo. Ver la Sagrada Familia es sentir la Iglesia y sentir con la Iglesia, esta madre que, como santa María, se nutre de la palabra del Hijo de Dios”, continúa alabando la majestuosidad con la que corona Barcelona.
Esta gran admiración también se percibe en las siguientes páginas de este monográfico que, además de beber del mencionado libro, nace de otros estudios, artículos e intervenciones realizados por el teólogo, como la conferencia que pronunció en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Monserrat de Roma, el pasado 19 de noviembre de 2010.
Suscita la oración
A través de este número, se podrá comprobar, como dice su autor, que “la Sagrada Familia emociona, eleva, suscita la oración, comunica una sacralidad parecida a la del Horeb o Sinaí, la montaña de Dios. Y al mismo tiempo es un espacio de humanidad, de afecto concreto, que hace que se comprenda la grandeza de la encarnación del Hijo de Dios”. De este modo, el lector se convertirá, aunque sólo sea de forma virtual, en uno más de la multitud heterogénea, de diversas lenguas, edades y etnias, que con el vestido típico del turista y con la cámara en la mano soportan todos los días largas colas para poder pasear por esta basílica y descubrir todos sus secretos. ¿Por qué se sienten atraídos? ¿Qué les mueve a visitar este templo, cuando algunos parecen indiferentes a la religión y otros ni siquiera son cristianos? Es bien cierto que Antoni Gaudí ya adelantó que acudirían gente de todo el mundo a contemplar la iglesia que estaba construyendo, pero, ¿cuál es el motivo?. “Sabía que estaba levantando algo singular, no por su rareza u ‘originalidad’, sino por su profundidad, por su capacidad de emocionar y hablar con unos registros plásticos arquitectónicamente innovadores y espiritualmente densos. Era la innovación al servicio de la idea, la recreación en función del símbolo”, apunta Armand Puig i Tàrrech. Gracias a los capítulos que componen el monográfico que ahora tiene en sus manos, ilustrado mayoritariamente con las bellas imágenes cedidas por el archivo fotográfico del propio templo, es posible profundizar más en este misterio. IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
5
Comprender un símbolo
Un sueño convertido en la ‘catedral de Europa’ El arte sacro es teología, lectura teológica del misterio cristiano, por lo que el análisis de la estructura y contenidos no puede quedar solo en manos de los profesionales de la historia del arte. [Armand Puig i Tàrrech. Decano-Presidente de la Facultad de Teología de Cataluña] 6
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
Impresionante panorámica interior de la basílica, “suma admirable de técnica, de arte y de fe”, según Benedicto XVI
L
a basílica de la Sagrada Familia es una de las construcciones más emblemáticas de Barcelona, de Cataluña y, por ende, de España entera. Y, situados en el prisma de la arquitectura religiosa, parece incontestable que nos encontramos, en palabras de Andrea Riccardi, ante “el monumento religioso más importante de la Europa contemporánea” (Il Corriere della Sera, 8 de noviembre de 2010). La recentísima dedicación de la Sagrada Familia por Benedicto XVI y la grandiosa liturgia que se desarrolló en la nueva basílica, dan razón de algo que se iba intuyendo a medida que se configuraba su impresionante interior. La “gran iglesia” de Barcelona se ha convertido en un icono arquitectónico de una Europa cuyas raíces son naturalmente cristianas. Lo
formulaba el cardenal Antonio Cañizares a propósito del viaje apostólico del Papa a España: “El rasgo más firme de nuestra identidad (como católicos españoles) es que no rompamos nuestras raíces cristianas, que nos apoyemos hoy en el fundamento más firme de lo que somos” (La Razón, 10 de noviembre de 2010). Mientras el cardenal Lluís Martínez Sistach comentaba así lo que representa para Barcelona: “(La basílica) es un icono de nuestra ciudad” (La Vanguardia, 9 de noviembre de 2010). Efectivamente, es la demostración de que el cristianismo es capaz, en plena modernidad, de plasmar en una arquitectura sublime algo que es aún más sublime: el misterio del Dios creador y encarnado, del Hijo redentor y exaltado, del Espíritu santificador de la Iglesia y del mundo.
Y es a este monumento transido de cristianismo por todas partes que he dedicado un obra reciente, titulada La Sagrada Família segons Gaudí. Comprendre un símbol. Salió a la luz en octubre de 2010, editada en Barcelona por Edicions Pòrtic, del Grup 62. Existen versiones en castellano (El Aleph Editores) e italiano (Edizioni San Paolo). En este número de Imágenes de la fe tengo la oportunidad de mostrar las principales conclusiones de mi estudio. Lo voy a hacer subrayando la dimensión heurística de mi trabajo, es decir, mostrando como la teología cristiana necesita el discurso de la belleza que está presente en las grandes realizaciones del arte religioso surgido en la historia de este antiguo continente. Mi aportación va a centrarse en la Sagrada Familia, pero se puede IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
7
Comprender un símbolo
Extraordinario resultado El templo es fruto de tres libros: el libro de la naturaleza, el libro de la Sagrada Escritura y el libro de la liturgia
8
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
trasladar a otras realizaciones del arte europeo y español. España posee una riqueza artística extraordinaria, que reclama, particularmente de los teólogos españoles, una atención mayor de lo que hasta ahora se le ha prestado. El arte sacro es teología, es lectura teológica del misterio cristiano, y en consecuencia, el análisis de su estructura y contenidos no puede quedar en manos tan solo de los profesionales de la historia del arte. Debemos ser los teólogos quienes procuremos hacer teología explicando y desarrollando la teología que los artistas de los siglos pasados y del tiempo presente han insertado en sus creaciones. De esta forma se hará justicia a la dimensión última de unas obras que, en última instancia, han surgido para gloria y alabanza de Dios. Desearía que las palabras del Santo Padre, pastor y teólogo, pronunciadas en la magnífica homilía de la liturgia de dedicación de la basílica de la Sagrada Familia, fueran el pórtico y el eje de estas páginas. Realizó tres afirmaciones fundamentales de precisas resonancias teológicas, que son válidas para cualquier aproximación a una lectura teológica del arte cristiano. Ante todo, que es una “suma admirable de técnica, de arte y de fe”, surgida de un arquitecto genial, en quien la antorcha de la fe quemó hasta el fin de sus días. En segundo lugar, que la basílica de Gaudí, “signo visible del Dios invisible”, supera la escisión entre “belleza de las cosas y Dios como belleza” y ayuda a comprender que “Dios es la verdadera medida del hombre”. En tercer lugar, que la Sagrada Familia es el extraordinario resultado de tres libros: “el libro de la naturaleza, el libro de la Sagrada Escritura y el libro de la liturgia”. Estos tres libros se abrieron ante el mundo, expectante y atónito, el 7 de noviembre, mientras las impresionantes imágenes televisivas
recorrían los itinerarios de una celebración litúrgica de gran calado. El sueño de Gaudí se había cumplido. La basílica de la Sagrada Familia pasaba a ser la catedral de Europa.
nórdica de la naturaleza desencadenada y bravía, sino la naturaleza armónica, mesurada, mediterránea. Tenía cerca, en Tarragona, la playa del Miracle, donde, afirmaba, la luz es la mejor que existe, y sus ojos El mundo de Gaudí podían vislumbrar las doradas muComo antesala a los siguientes ca- rallas romanas de Tárraco y, en el pítulos, me permito reproducir un punto más elevado del castrum de fragmento de mi artículo La Sagrada los Escipiones, admiraba “la más Família encarnación del misterio cris- bonita de nuestras catedrales”, la tiano, de la revista Vanguardia Gran- seo primada de Tarragona. des Temas Nº 5 (noviembre 2010). Bajo sus pies, el Mediterráneo, el En el Camp de Tarragona los in- mare nostrum, el camino natural haviernos acostumbran a ser suaves, cia Grecia, la cuna de la proporción pero cuando sopla el viento llegan a y de la belleza, sede de la sabiduría ser temibles. Entonces, las frágiles constructiva, que lleva a Constantiramas de los avellanos y de los árbo- nopla y Santa Sofía, la Santa Sabiles frutales se yerguen bajo la fuer- duría, la basílica de Justiniano con za del mestral y la su cimborrio de 55 hojarasca se acum de diámetro. Fue hombre de fidemula por doquier. Este es el mundo Pero aun cuando lidad y de profundi- de Gaudí, concreestá sometida a to y universal, que un cierto descon- dad. Todo lo que llegó consigue efectuar trol, la naturaleza a comprender fue el la síntesis entre la muestra su razón rama de almendro interna: está viva resultado de una ob- o la copa de palmey transmite vida y ra de su comarca servación atenta. dinamismo. Luego, natal, abierta al en verano los huermar, y el arte plástos se convierten en jardines, y las tico de la Hélade, sublimado por la frutas se mecen sabrosas y apetito- fuerza del Evangelio y de sus símsas en las ramas inclinadas por tan- bolos. En Gaudí no existe la antíteto peso, y van llegando las cosechas: sis patria-mundo. Él nunca echó por melocotones, ciruelas, cerezas, gra- la borda sus raíces, ni las menosnadas... Y en setiembre, como una preció. Fue hombre de fidelidad y tronada reusense, las avellanas y de profundidad. Todo lo que llegó a el vino constituyen la culminación comprender fue el resultado de una de un don más que abundante, un observación atenta, de una curiosiverdadero canto a la generosidad dad intelectual y humana persevedel Creador. El que suscribe, natu- rante, de una lucidez extrema soral de la Selva del Camp, puede dar bre sí mismo y sobre su obra, de un fe de esta sobreabundancia, exter- proceso interior no exento de comna e interna. bates que le llevó a una experienLa tierra conforma a los hombres, cia de Dios de gran calado. Entre el y éstos, cuando la conocen, se im- Gaudí joven que se divierte trazando buyen de su misterio. Antoni Gaudí los planos de la Cooperativa Matai Cornet conoció a la naturaleza, su ronense a escala 1:66 (véase Apogran maestra, en el mas de la Cal- calipsis 13) y el Gaudí maduro que derera, término municipal de Riu- idea una Sagrada Familia en base doms. Allí descubrió, no la fuerza al 12, número de la nueva Jerusalén
Antoni Gaudí esperaba que los corazones indiferentes se conmovieran al visitar el templo
La “catedral de Europa” Esta expresión posee un evidente sentido analógico. Intenta simplemente condensar en una fórmula breve la relación que existe entre la nueva basílica y la historia cultural y religiosa europea. Por lo que respecta al término “basílica”, su significado debe ser buscado en el marco del uso que hace el cristianismo de los edificios paganos de tipo basilical. Es evidente que para el cristianismo el único rey es Jesucristo, señor del cosmos y de la historia. Benedicto XVI comenta el significado de “basílica” como “l’aula delle udienze del vero Re”. Más información en J. Ratzinger, Opera omnia. XI: Teologia della Liturgia, edición a cargo de G. L. Müller. Roma, 2010. Libreria Editrice Vaticana, p. 520. IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
9
Comprender un símbolo
(véase Apocalipsis 21), media toda una vida en la que hay una búsqueda de la perfección, de la belleza, de la síntesis entre contrarios, del símbolo como expresión necesaria del misterio cristiano. El sueño de Gaudí fue tan intenso que explicaba la Sagrada Família a los que la visitaban como si ya
estuviera terminada. Por aquí, les decía, va a entrar la procesión, en medio de cánticos e incienso. En la nave de esta gran iglesia, el pueblo, a una sola voz, va a elevar sus plegarias. En las torres, los tres tipos de campanas van a inundar la ciudad de tañidos de fiesta. Gaudí imagina una Barcelona sensible a
la belleza de la fe cristiana, llena de alegría que acude a su santuario atraída por la santidad humilde y por el fervor sincero. Gaudí ve a su gran iglesia como un antídoto contra la tristeza y la desesperanza, la violencia y el rencor. Quiere poner en medio de la plana costera, entonces casi sin edificios, una luz
Cronología de la Sagrada Familia Orígenes: 1866-1882 1866: Josep M. Bocabella funda la Asociación de Devotos de San José, que será la promotora del Templo. 1874: Se publica por primera vez la idea de construcción de un templo a “El Propagador de la Devoción a San José”. 1881: Gracias a varios donativos, la Asociación compra una parcela de terreno de 12.800 metros cuadrados entre las calles de Marina, Provença, Sardenya y Mallorca para construir allí el templo. 1882: El 19 de marzo, festividad de san José, se coloca la primera piedra. Primer proyecto a cargo del arquitecto Francesa de Paula del Villar.
Inicios: 1883-1913 1883: Antoni Gaudí i Cornet pasa a ser el arquitecto del Templo. 1889: Terminación de la cripta. 1890: Dibujo de la primera solución de conjunto. 1892: Se inicia la fachada del Nacimiento. “Si en vez de hacer esta fachada decorada, ornamentada y turgente, hubiera empezado por la de la Pasión, dura, pelada y hecha como de huesos, la gente se habría retraído”, afirma Gaudí. 1894: Se concluye la fachada del ábside. 1899: Finalización del portal del Rosario al claustro del Nacimiento. 1909: Construcción de las Escuelas Provisionales de la Sagrada Familia, destinadas a los hijos de los trabajadores del templo y a los niños del barrio que forma parte de su parroquia.
1885
10
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
1910: Exposición en París de la maqueta de la fachada del Nacimiento.
Gaudí: 1914-1926 1914: Desde este año, Gaudí se dedica exclusivamente a construir este proyecto, lo que explica que no haya otros trabajos suyos importantes en los últimos años de su vida. Su implicación es tan absoluta que en los últimos meses llega a residir junto a su obrador. 1917: Proyecto de la fachada de la Pasión, con el monumento al obispo Torres i Bages. 1923: Solución definitiva de las naves y cubiertas del templo en modelos de yeso a escala 1:10 y 1:25. 1925: 30 de noviembre. Terminación del primer campanario (san Bernabé) de 100 mts. de altura de la fachada del Nacimiento. Es el único que ve construido. 1926: Antoni Gaudí muere el 10 de junio, tres días después de ser atropellado por un tranvía. El 12 es enterrado en la capilla del Carmen de la cripta del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, donde aún hoy descansan sus restos.
Traspaso: 1927-1938 1930: Terminación de los cuatro campanarios de la fachada del Nacimiento. 1933: Quedan finalizados el portal de la fe y el ciprés central. 1936:Guerra Civil. Profanación y destrozos del Templo. Destrucción del estudio de Gaudí. Se pierden los planos, los dibujos y las fotografías originales, además de algunas maquetas de yeso a escala.
1904
1908
1925
que irradie las bases de una convivencia que supere las clases sociales y las ideologías, las enemistades y las indiferencias. Gaudí sabe que el Evangelio es la respuesta y que la paz debe ser el objetivo común. Está convencido de que hasta los corazones indiferentes se moverán. Gaudí no practica el nacional-
catolicismo. Es un apóstol pero no un doctrinario. Construye una gran iglesia, algo que debe perdurar porque, por su misma naturaleza, la fe requiere edificios bellos y estables, vitales y únicos, donde el espíritu pueda elevarse a Dios y el alma encuentre la paz. Por otra parte, Gaudí comprendió que no construía su
Reanudación: 1939-1985 1940: Restauración de la cripta y de los modelos en yeso. 1952: Se construye la escalinata del Nacimiento y se procede por primera vez a la iluminación de la fachada, que desde 1964 será permanente por voluntad del Ayuntamiento. 1954: Inicio de la fachada de la Pasión. 1955: Se lleva a cabo la primera colecta: un día entero dedicado a recoger fondos para pagar las obras. 1958: El 19 de marzo, festividad de san José, se coloca el conjunto escultórico que representa a la Sagrada Familia, realizado por Jaume Busquets, en la fachada del Nacimiento. 1977: Terminación de los cuatro campanarios de la fachada de la Pasión. 1978: Se empiezan a construir los cimientos de la nave y el crucero, y se levantan las columnas, las bóvedas y las fachadas de la nave principal y los transeptos.
Presente: 1986-2010 1986-1990: Cimentación de las naves. Primeras esculturas de la fachada de la Pasión, realizadas por el escultor Josep Maria Subirachs. 1993: Construcción de las cantorias de las naves laterales. 1996: Construcción de las bóvedas de las naves laterales. 2000: Construcción de las bóvedas de la nave central, bóvedas del transepto y cimentación de la fachada de la Gloria. Con ocasión del cambio de milenio, se
obra maestra, que le daría prestigio y fama. Cuando en 1883 –a los 31 años– se le confió la Sagrada Família pensó que en diez años la podía concluir y hacerse así un nombre conocido allende las fronteras. Después, superó la tentación de la arrogancia y concluyó que no iba a ver su iglesia terminada.
celebra una misa en el interior del templo que permite apreciar la grandiosidad de la obra. 2001: Construcción del ventanal central de la fachada de la Pasión, vidriera de la Resurrección, obra de Joan Vila-Grau y las cuatro columnas del centro del crucero. 2002: Restauración y traslado del edificio de las escuelas parroquiales. El Ayuntamiento de Barcelona impulsa el Año Internacional de Gaudí, con motivo del 150º aniversario de su nacimiento. También en este período Subirachs realiza el proyecto del muro de los patriarcas y los profetas que Gaudí sitúa en el porche de la fachada de la Pasión. 2003: Construcción del claustro de la Mare de Déu de la Mercè. 2004-2005: Construcción de las bóvedas de los evangelistas Mateo, Juan y vidriera superior del ventanal principal de la fachada del Nacimiento. En 2005 se coloca la escultura de la Ascensión entre las torres de la fachada de la Pasión. 2006: Construcción de la cantoria de la fachada de la Gloria, según los modelos de Gaudí. 2007: Bóvedas del deambulatorio del ábside (en proceso). 2008-2009: Bóvedas del crucero y del ábside (en proceso) 2010: Cubrimiento de la nave central. Con ello ha concluido una etapa importante de la construcción de la iglesia, según estableció Gaudí. El 7 de noviembre de 2010 Benedicto XVI dedicó las naves de la Sagrada Familia y le concedió la categoría de Basílica.
En adelante Para terminar el edificio faltan las cinco torres centrales, la torre del ábside, las cuatro construcciones situadas en las cuatro esquinas del conjunto (dos sacristías en el lado norte, y el baptisterio y la capilla del Santísimo y de la Penitencia en el lado sur), terminar el claustro y el pórtico de la fachada de la Pasión, y construir la fachada principal o de la Gloria.
1933
1960 Fuente: Templo Expiatorio de la Sagrada Familia IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
11
El libro de la naturaleza
Anuncio y expresión de la gloria de Dios Para Gaudí, el primer acto para captar y comprender la huella de Dios en el cosmos es la observación de la naturaleza, a la que considera
Pináculo de una de las torres de los apóstoles simbolizando los atributos episcopales
“su maestra”. A ella recurre ya desde pequeño.
12
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
Para Gaudí, la geometría es el correlato humano del libro de la naturaleza, el cual es fruto de la revelación divina
L
a fuerza de la Sagrada Familia reside en la convicción de que el arte debe ponerse al servicio de la fe y, por lo tanto, la arquitectura no puede quedar disociada del símbolo. Una arquitectura reducida a pura mecánica de fuerzas y cargas, una plástica concebida como solución a las tensiones con que las masas de un gran edificio empujan hacia el suelo y hacia los lados, no satisface las exigencias de construcción de la “gran iglesia”. Ya en el llamado Manuscrito de Reus (1878), escrito por un joven Antoni Gaudí de veintiséis años, recién titulado en la Escuela Superior de Arquitectura de Barcelona, se afirma que “la religión está tutelada por el arte, una idea profana”, que, además, se nutre de referentes de épocas pasadas (el neogótico es, en su opinión, un simple revival del gótico sin ningún interés, incapaz de emocionar). El texto castellano ori-
ginal del Manuscrito de Reus ha sido editado recientemente. (Véase Laura Mercader (ed.), Antoni Gaudí. Escritos y documentos, Barcelona, 2002. El Acantilado). En consecuencia, urge imaginar una “nueva arquitectura”, que muestre la idea de la Divinidad que se revela, es decir, “las cualidades propias de un Dios terrible, que se sacrifica por la creatura” (la cruz) en la grandeza de un “sacrificio incruento” (la eucaristía como memorial del sacrificio del calvario). Y esta idea debe vehicularse mediante un arte que exprese la fuerza divina presente “en los misterios de la santa religión”, es decir, que recupere el símbolo como elemento fundante del espacio que la arquitectura crea. Es imposible diseñar un espacio sacro, apto para la contemplación del misterio, al margen de la densidad de los symbola fidei, sin tener en cuenta la estruc-
tura simbólica que surge del misterio cristiano. Solo así, mediante el símbolo, recogido de la Tradición y sujeto a nuevas reinterpretaciones, la arquitectura no solo brillará por sus eficaces innovaciones técnicas, sino por el elemento fundante que las justifica y las hace trascender a si mismas. Entonces, en un espacio organizado desde la fe, donde las relaciones internas remiten al paso de Dios por la historia, cobra sentido el universo de la obra arquitectónica. Esta se convierte así en un conjunto simbólico en el que se despliega el misterio cristiano.
El paraboloide
Gaudí se propone realizar una obra donde cobren vida las tres dimensiones de la realidad (altura, anchura y profundidad) y estas estén presentes en todos y cada uno de los elementos de su construcción. La figura geométrica básica de su IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
13
El libro de la naturaleza El interior es un auténtico bosque de 36 columnas exentas, que miden entre 22,50 m y 11,20 m
Dios tres veces santo: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Fachada de la Pasión
Predomina la convicción de que el arte debe estar dispuesto al servicio de la fe
arquitectura es el paraboloide: dos rectas infinitas y una tercera recta, generatriz e infinita, que las une. Ve en la estructura del paraboloide una simbología netamente trinitaria: “el Padre y el Hijo, relacionados por el Espíritu Santo, las tres igualmente infinitas, las tres una sola cosa”. Del paraboloide surgen las superficies onduladas (‘enguerxides’, en catalán), ni rectilíneas ni curvas, que caracterizan a la Sagrada Familia. Iba cada domingo al puerto de Barcelona para ver el mar en movimiento y captar en su retina las tres dimensiones, y más que con planos, trabajaba con maquetas o modelos, por su carácter tridimensional. La geometría, pues, que es la base de la arquitectura, es triádica en su forma esencial (el paraboloide) y, por consiguiente, es una óptima expresión del misterio trinitario. Precisamente, el paraboloide se complementa con el hiperboloide (dos 14
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
líneas generatrices alrededor de un eje que mantienen el ángulo constante). La unión de ambos constituye el paraboloide hiperbólico, que es la figura geométrica central de su arquitectura. Notemos pues que la geometría es el correlato humano del libro de la naturaleza, el cual es fruto de la revelación divina. En efecto, para Gaudí el primer acto para captar y comprender la huella de Dios en el
cosmos es la observación de la naturaleza. Desde su infancia, Gaudí, en la pequeña finca rústica del mas de la Calderera, término municipal de Riudoms, cerca de Reus, observa la naturaleza, a quien llama “mi maestra”. La dimensión contemplativa sostiene la elaboración creativa: no hay creación sin contemplación, no hay inicio sin memoria, no hay arte sin evocación, no hay novedad sin experiencia. Hay un vínculo constante entre la historia personal y la arquitectura del artista –como existe entre el novelista y su pasado, o entre el músico y su imaginario vital–. Pero, la naturaleza no es producto de un vitalismo de tonos panteístas, a la moda del romanticismo alemán o inglés (Pugin y Ruskin). La naturaleza es huella del Creador, y por lo tanto, su paso por el mundo debe ser recogido como referente esencial para quien decide recrear la
obra divina. No se trata de copiar la obra de Dios, sino de convertirla en fuente y modelo de la propia obra. La genialidad no se desliza hacia la pura extroversión, sino que se fragua en la contemplación creativa. En la Sagrada Familia dominan la armonía y la proporción, elementos esenciales para el nacimiento de la belleza. Y en la gran basílica, la belleza de las formas, presentes en la naturaleza, se pone al servicio de la Belleza que es Dios. El Papa insistía, en su homilía del 7 de noviembre de 2010 en Barcelona, sobre la necesidad de no disociar el arte y la fe, negando que la belleza pueda existir al margen de la verdad. Esta afirmación también forma parte del pensamiento de Antoni Gaudí. El arquitecto, en sintonía con las concepciones de raigambre platónica y lidad del espíritu. Quiere construir agustiniana, subraya que “la belle- una gran iglesia que sea reflejo de la za es el resplandor de la verdad” majestad de Dios y a la vez de su mi(Véase Puig-Boada, El pensament de sericordia, no de un Dios sin nombre, sino del Dios que es Padre de NuesGaudí, números 25 y 126). En consecuencia, la belleza es tro Señor Jesucristo. Su basílica es verdad y es camino hacia la Ver- confesante, su arquitectura no se dad. Cuenta Gaudí, viendo termi- mueve en un vago espiritualismo, sinada la primera torre-campanario no que es directamente espiritual, es de la Sagrada Familia, que, cuan- decir, se apoya en la mística cristiana, que es radicaldo los marineros se mente cristológica: acerquen al puerto Su basílica es confenacimiento del Sede Barcelona, verán la torre y darán sante, su arquitectu- ñor Jesús (fachada de la Natividad), su gloria a Dios. La basílica de la Sagra- ra no se mueve en un muerte y resurrecda Familia sorpren- vago espiritualismo, ción (fachada de la Pasión) y su juicio de porque toda ella es anuncio y expre- sino que es directa- con la promesa de la bienaventuranza sión de la gloria de mente espiritual. eterna (fachada de Dios. Las palabras la Gloria). inscritas en las toPor esta razón, la basílica gaudirres (‘Sanctus’, ‘amen’, ‘alleluia’, ‘in excelsis’) son invitaciones para que niana es un marco perfecto para la todos, ya desde el exterior y des- liturgia cristiana, la cual, en palabras de la lejanía, den gloria al Altísimo. del Papa, lleva a cabo “un culto conLa arquitectura de la Sagrada Fa- forme al Logos”, y en ella “il Logos milia no se encuentra en el registro della creazione, il Logos nell’uomo, de una espiritualidad difusa, domi- e il vero, eterno Logos fatto uomo... nada por el vacío y por formas que vengono ad incontrarsi” (J. Ratzinconducirían a una simple tranqui- ger, Opera omnia, XI, 60-61. Se ree-
Dos imágenes procedentes del archivo histórico de la basílica, datadas en 1953 (izquierda) y 1972 (derecha)
La naturaleza, “mi maestra” Gaudí ensaya diversas soluciones para la nave central de la Sagrada Familia y ninguna le satisface, hasta que experimenta a partir de la observación de los árboles. Un árbol, a diferencia de una columna clásica, no tiene base (arranca directamente del suelo), el tronco no es lineal como el fuste de una columna, y en vez de capitel tiene las bifurcaciones progresivas de las ramas. Pues bien, en el “bosque” de columnas que son la nave, el crucero y el presbiterio de la Sagrada Familia, no imita solo a las palmeras –como en tantas salas capitulares góticas– sino a los cerezos y a otros árboles de las huertas y masías que había observado tantas veces en la propiedad familiar de Riudoms. IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
15
El libro de la naturaleza
La luz es fundamental, transforma la materia en aglo vivo, la espiritualiza
Vista aérea de la Sagrada Familia, símbolo de Barcelona y visible desde cualquier punto
dita aquí, en las pp. 23-217 la conocida obra Der Geist der Liturgie. Eine Einführung, Freibug i. Br., Herder, 2000). Huelga decir que el mundo entero pudo mirar y admirar el espíritu y el gesto con el que el Santo Padre presidió la celebración de la misa de la dedicación de la Sagrada Familia. En ella, el culto litúrgico llegó a plasmar de forma claramente reconocible este encuentro entre Dios y el hombre, entre Cristo y la humanidad.
Amor a la verdad
El pensamiento y la presencia de Dios determinan el arte y la belleza. Y no hay belleza sin amor a la verdad, que debe ser el que está “por encima de cualquier otro”. El artista actúa, pues, desde el amor, que es Dios, y crea con amor, ya que este el instrumento más propio para que el espíritu humano lleve a término una creación. Así pues, no es la competencia profesional lo que hace surgir la belleza sino el amor, a Dios y a las cosas, comprendidas en su calidad de obra creada. Gaudí sentencia: “Primero, el amor; después, la técnica” (Puig-Boada, El pensament de Gaudí, número 251). O, si se quiere, la técnica, supeditada al amor. La síntesis entre el 16
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
Gaudí arquitecto (técnica) y el Gaudí místico (amor) se convertirá en un arte sin igual. El fuego del arte empieza a arder cuando se frotan entre si las ambas piedras: el amor y la técnica. Este es el secreto de la fascinación que ejerce la Sagrada Familia de Gaudí, también sobre los miles de visitantes que no son cristianos. Allí se encuentran conjuntadas la pasión, divina, y los conocimientos, humanos. Y la primacía es, netamente, del espíritu, no de la materia. Expresémoslo de otra forma. A Gaudí le gustaba decir que la Sagrada Familia era griega, porque la proyectaba y la soñaba con la calidad esencial de la cultura helénica que es la armonía. Y la armonía es el resultado de la luz, de la claridad (¡la claritas de Tomás de Aquino!), que rodea al objeto y que, en cierto modo, lo constituye, le da vida y movimiento. La luz es fundamental, ya que, mediante el juego de cóncavos y convexos en las superficies, la materia se transforma en algo vivo: gracias a la luz, sobre todo la mediterránea, la arquitectura consigue la transformación de la materia, la espiritualiza. Por otra parte, la cultura helénica es proporción. Y en la Sagrada Familia la proporción se expresa con la coherencia interna de las medidas y de los elementos, la relación y las gradaciones precisas entre cada uno de ellos, la unidad de visión del conjunto y de las partes: la grandiosidad y las perspectivas se ponen al servicio del hombre, que debe transformarse gracias a un edificio que está pensado para que los pecadores encuentren la gracia y el perdón, que está construido sobre la simbología del misterio cristiano. Por esta razón, como afirma, la Sagrada Familia es griega, es bella como el Partenón, pero su analogatum princeps está a medio camino entre la armonía de Santa Sofía de Constantinopla y las
proporciones de las catedrales de Reims y Tarragona. El espíritu domina la materia porque gracias a la armonía y la proporción, gracias a la luz y a la cohesión del conjunto, la Sagrada Familia posee una unidad interna impresionante, y se convierte, casi sin querer, en una expresión del misterio de Dios, que es Belleza.
7 y el 8. Además, según la simbólica judeocristiana, el número 7 es la perfección (humana) mientras que el número 8 es la plenitud (divina): los siete días corresponden a la creación del mundo, mientras que el día octavo es el día en que fue creado el paraíso. El 7 es número perfecto pero terrenal, mientras que el 8 se refiere a las realidades escatoSímbolo y arquitectura lógicas, definitivas. Gaudí busca la El símbolo es una de las dos perfección máxima en este mundo coordenadas esenciales en la Sa- (7 y ½ más), pero no es un insensagrada Familia. La otra coordenada to que quisiera usurpar la plenitud, es la arquitectura. Por consiguiente, algo que pertenece solo a Dios. El las proporciones y las medidas de la misterio de Dios, fascinans et treSagrada Familia forman un entra- mendum, no debe quedar al albemado matemático y geométrico per- drío de la creatura. fectamente ensamblado, que posee Las conexiones entre arquiuna gran potencia tectura y teoloarquitectónica y gía permeabilizan simbólica. Expon- El misterio de Dios se la basílica, que se go unos ejemplos encuentra en el cora- proyecta mediante desarrollados en el la búsqueda de la libro La Sagrada Fa- zón del mundo: Dios totalidad expresiva mília segons Gaudí, es, para Gaudí, “miste- y simbólica, la que pp. 71-82. fluye mediante las Trabaja con tres rio del mundo”, afirma lecciones sacadas números esencia- Eberhard Jüngel. del libro de la natules: el 7.5 (base de raleza. El misterio las medidas), el 12 de Dios se encuen(base de las proporciones, número tra en el corazón del mundo: Dios es, de claras resonancias bíblicas) y el para Gaudí, “misterio del mundo”, 35 (base de la serie aritmética que en frase del teólogo alemán Eberexplica el diámetro interior de las hard Jüngel, es decir, explicación columnas, resultado de la multipli- suficiente de este mundo y a la vez cación de los números primos 5 y 7, origen y razón de ser de un mundo el cuarto y el quinto). que él mismo lleva a sus espaldas. Tomemos la cifra 7.5. Desde di- La Belleza debe ser descubierta y versos sistemas de cálculo (egip- encontrada en los mil y un rostros cios y griegos), llega a la conclu- de una naturaleza exuberante que sión de que la unidad de medida invita a la recreación de lo creado. debe situarse entre el 7 y el 8. En El arte brota allí donde se produce el caso egipcio, la sección de las pi- una comprensión, reducida o extenrámides da un triángulo rectángu- sa, del misterio de Dios como crealo de medidas 3-4-5. Ahora bien, dor del cosmos, que es una obra de 3+4 = 7, mientras que 3+5 = 8, es amor –según la definición de John decir, estamos entre el 7 y el 8. En Polkinghorne y Jürgen Moltmann–. el caso griego, en la figura humana (Véase J. Polkinghorne (ed.), La obra establece una relación ideal con la del amor. La creación como kénosis cabeza de proporción 1/7 o 1/8. Por (Teología y ciencias 3), Estella 2008. lo tanto, estamos otra vez entre el Verbo Divino).
Expresión del misterio cristiano La simbología de la Sagrada Familia como expresión del misterio cristiano se despliega de modo completo en la fachada principal o de la Gloria, aún por construir. Aquí encontramos, según la doctrina tradicional de los cuatro sentidos de la Escritura, el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo (la ‘letra’, los ‘gesta’, focalizada en las bienaventuranzas, resumen de aquel), la doctrina que es objeto de la confesión de fe (la ‘alegoría’, ‘quid credas’, el dogma, es decir el Credo, concretamente el Símbolo de los Apóstoles), la moral católica (la vida cristiana, ‘quid agas’, los dones del Espíritu Santo, las virtudes y los pecados, las obras de misericordia, el trabajo manual) conjuntamente con la oración (el Padrenuestro), y la vida eterna (la anagogía, ‘quid speres’, el cielo, conjuntamente con el purgatorio, pero también la muerte, el juicio y el infierno). En las otras dos fachadas, las de la Natividad y de la Pasión, los sentidos quedan reducidos a dos: el primero o literal (es decir, el relato evangélico) y el segundo o alegórico (es decir, la lectura teológica). Aludo aquí al famoso dístico de Agustín de Dacia, desarrollado en la admirable obra de H. de Lubac sobre los sentidos de la Escritura. Véase mi artículo Els sentits del text bíblic, en A. Puig i Tàrrech (coord.), Claus de lectura de la Bíblia. Qüestions preliminars (Cristianisme i cultura 66), Barcelona 2010, Cruïlla – Fundació Joan Maragall, pp. 137-155. IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
17
El libro de la Escritura
La verticalidad es la característica fundamental de la basílica soñada por Gaudí 18
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
Iglesia de la tierra: reflejo y anticipación de la nueva Jerusalén Como en la tradición de la arquitectura religiosa, Gaudí bebe del Apocalipsis de Juan. Evoca una ciudad celestial que baja del cielo construyendo una basílica-ciudad que sube a las alturas.
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
19
El libro de la Escritura
C
omo es habitual en las cate- de la Penitencia y convertir así esdrales románicas y góticas, el ta Capilla también en la Capilla del libro bíblico que constituye la Santísimo. Indudablemente, estas clave de interpretación del conjun- opciones se enmarcan en el movito del edificio de la Sagrada Familia miento litúrgico, que tuvo un moes el Apocalipsis de Juan, el último mento culminante en el I Congrelibro del Nuevo Testamento. Antoni so Litúrgico de Montserrat (1915) y Gaudí, que era un buen conocedor en actividades colaterales, como un de la historia de la arquitectura, fue cursillo de canto gregoriano imparpenetrando paulatinamente en la tido por el benedictino P. Suñol, en liturgia de la Iglesia. Este proceso el que Gaudí participó activamente. quedó marcado por sus contactos Es significativo que, en el momenpersonales con los obispos de As- to del atropello que sufrió (7 de jutorga, Grau i Vallespinosa, natural nio de 1926) y que le llevaría a la de Reus, y de Mallorca, Campins i muerte el 10 del mismo mes, a los Barceló, para quienes trabajó y con 73 años, se le encontrara en el bollos cuales trabó una amistad fructí- sillo de la americana un ejemplar de fera que comportó, para él, una ver- los Evangelios, muy probablemente dadera introducción en la liturgia de la traducción de Mn. Serra i Esturí, la Iglesia y en su historia. Conocía el publicada por primera vez en 1913 Cerimoniale Episcoporum y utilizaba por el Foment de Pietat Catalana. el Misal Romano (con atención espeHechas estas consideraciones, es cial al ritual de dedicación de igle- obvio que no era ajeno en absoluto sias) así como la obra L’année litur- a los textos bíblicos, ya sea por la gique de Dom Próspero Guéranger, presencia masiva de estos en la liabad de Solesmes, y, naturalmente, turgia, ya sea por las lecturas de la la Sagrada Escritura. Con este ba- Sagrada Escritura que había realigaje, personal y literario, y con una zado de forma personal. La familiaintuición especial para captar todo ridad con la Biblia y la liturgia, los lo relativo a los misterios cristianos, dos grandes libros de la Ecclesia se fue convirtiendo en un hombre de orans, es un dato decisivo para comafinada sensibilidad prender cómo sulitúrgica y bíblica, po profundizar en Se fue convirtiendo en que conocía admialgo que no había rablemente bien lo un hombre de afinada podido estudiar de que la Iglesia cree forma reglada. La sensibilidad litúrgica Sagrada Familia es y celebra. Podemos afir- y bíblica, que conocía un tratado de teomar, sin temor a logía, una suma de equivocarnos, que bien lo que la Iglesia las grandes verdafue uno de los pre- cree y celebra. des de la fe cristiacursores del Conna, dispuesta como cilio Vaticano II, y construcción y coque en la Sagrada Familia resulta mo espacio donde reina la belleza, y relativamente fácil descubrir cier- una “traducción” de aquellas verdatos elementos que anticipan riguro- des al lenguaje del símbolo, conversamente este Concilio. Me refiero, tido en la escritura más eficaz para por ejemplo, al hecho de proyectar vehicular y celebrar los contenidos un único altar, colocado en la boca de la fe. En este sentido, escribe Bedel presbiterio y exento, como en nedicto XVI: “La teologia della liturlas antiguas basílicas romanas, o gia è in modo particolare ‘teologia bien situar el sagrario en la Capilla simbolica’, teologia dei simboli che
20
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
ci collegano con ciò che insieme è nascosto e presente” (J. Ratzinger, Opera omnia, XI, 68).
Esposa celestial
El símbolo de base de la basílica de la Sagrada Familia es el habitual en cualquier edificio de este tipo: la iglesia de la tierra como reflejo y anticipación de la Jerusalén celestial, de la nueva Jerusalén, la esposa que baja del cielo engalanada para los desposorios con su esposo, el Cordero-Jesucristo. Es la ciudad de Dios que crece en medio de los hombres, que se levanta en el corazón de la ciudad secular como signo de lo invisible. Gaudí construye un edificio de belleza singular y única, visible desde toda Barcelona, para que toda la ciudad pueda acceder a lo que es invisible, es decir, al misterio de Dios, que es Belleza (per visibilia ad invisibilia). La simbología de la nueva Jerusalén que baja de Dios, tal como aparece desarrollada en el libro del Apocalipsis, recibe, sin embargo, una relectura sorprendente: Gaudí evoca la ciudad que baja del cielo cons-
Todo preparado
truyendo una basílica-ciudad que sube a las alturas, con sus dieciocho torres apuntando directamente hacia arriba, todas ellas coronadas por símbolos. La Sagrada Familia es el triunfo de la verticalidad, la victoria de masas enormes de materia que parecen ser livianas y que no necesitan apoyos externos (contrafuertes, botareles, capillas laterales). La nave de la Sagrada Familia compartimenta su peso en pequeñas secciones, de forma que no necesita soportes exteriores. Cada elemento se sostiene por si mismo y esta característica arquitectónica contribuye decisivamente al triunfo de la verticalidad, la cual se formula conceptualmente en constantes formas piramidales que procuran a la vez estabilidad y esbeltez. Allí todo apunta hacia arriba. El mundo del hombre se acerca al mundo de Dios. En consecuencia, la urbs Jerusalem beata del ritual de dedicación de iglesias y la “nueva Jerusalén” del libro del Apocalipsis (capítulos 2022) se entrelazan de forma estrecha en la concepción de Gaudí. El
arquitecto coloca debajo del cimborrio central un “magnífico lampadario de cristal simbolizando la celestial Jerusalén, según descripción del Apocalipsis” (referencia a 21,11-12.16.18-19). Pero el estudio del conjunto de la Sagrada Familia muestra que Gaudí también ha tenido en cuenta los capítulos 4-5 del mismo libro del Apocalipsis y, en general, todo este libro, así como algunos textos del Antiguo Testamento (sobre todo Isaías 6, Ezequiel 1, 10 y 40-48) que se relacionan con él. Así pues, el cambio más sustantivo efectuado por Gaudí a la estructura simbólica del interior de su gran iglesia es de tipo teológico. En el gótico, la simbología estrictamente cristológica definía el espacio de la planta que tenía forma de cruz latina. La iglesia era el cuerpo de Cristo crucificado: la cabeza, el presbiterio; los brazos, el crucero; el cuerpo, la nave. Por el contrario, en la Sagrada Familia, desde el punto de vista simbólico, la cristología queda concentrada en el altar con su baldaquino (y con el ambón, lugar de la Palabra, no previsto por
La colocación del baldaquino fue uno de los retoques que se dieron para recibir al Papa
La madre del mesías El ábside del templo se caracteriza por siete absidiolas con las siete antífonas de la O, que llevan grabadas las primeras palabras de cada antífona (“O Emmnauel”, en el absidiola central). La relación conceptual de las antífonas con el resto del ábside y presbiterio, dedicado a María, da a entender como Gaudí subraya la relación entre la figura de esta y la figura de Jesús: María, madre del Mesías, es el tema dominante. La mariología va “cargada” de cristología. Nótese que, además, las siete absidiolas están también dedicadas a los gozos y dolores de san José, el padre adoptivo del Mesías. IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
21
El libro de la Escritura
Gaudí) y en las fachadas exteriores de la basílica: encarnación (Natividad), redención (Pasión) y parusía (Gloria). Cristo está presente en la celebración de la Eucaristía, como Palabra y como Sacramento, y en el anuncio a la ciudad de su vida terrenal y eterna. En cambio, el interior de la basílica adopta más bien una connotación eclesiológica y escatológica, vinculada con la nueva Jerusalén, directamente representada en el gran lampadario (aún no construido), que debe quedar suspendido de la cúpula central en el crucero. Ahora bien, esta cúpula central se inscribe en el símbolo del trono de Dios y del Cordero –el trono que se encuentra en el centro de la nueva Jerusalén– y se complementa con la cúpula del Dios creador, por lo cual se mantienen la referencias teologales y cristológicas.
Visión global
Encuentro En la Sagrada Familia, el mundo del hombre se acerca al mundo de Dios
22
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
Para Gaudí es muy importante que el visitante de la Sagrada Familia, una vez haya entrado en ella, desde la puerta principal, tenga una visión global del conjunto de la edificación. Para el arquitecto, hombre de la síntesis, nunca las partes deben impedir percibir el todo. Esta es la razón última que explica las dimensiones de la planta de la basílica (90 m de largo por 60 m de ancho), las cuales se encuentran a medio camino entre lo que sería la cruz griega (de brazos iguales) y la cruz latina (con un brazo vertical que dobla el brazo horizontal). Por su parte, la gran altura de la cúpula del ábside (75 m) y la altura menor de la cúpula del crucero (60 m) están pensadas con el mismo fin. El ojo del observador debe percibir, de abajo hacia arriba, prácticamente todo el espacio construido. Este sentido holístico del espacio favorece el impacto visual y proporciona al conjunto una luminosidad extraordinaria, ni hiriente
ni apagada. Y, por encima de todo, propicia una concepción del acto de fe como visión interior y total, que tiene por objeto el misterio del Dios trinitario e implica la persona en su totalidad, no solo una parte de ella. Además, es fácil observar que las dimensiones de la basílica se consiguen multiplicando los dos números fundamentales de la Sagrada Familia: el 7.5 (unidad de los lados del cuadrado que forma el intercolumnado) y el 12 (unidad de proporción). Así, 90 = 7.5 × 12; 75 = 7.5 ×10; 60 = 7.5 × 8. Y así sucesivamente. La nave central tiene una altura de 45 m (7.5 × 6), y esta es también la anchura de las cinco naves. La anchura del crucero es de 30 m (7.5 × 4), y lo mismo miden en altura las naves laterales. La nave central mide 15 m (7.5 × 2), y esta es la altura donde empiezan los coros laterales y de la entrada. El intercolumnado en las naves es de 7.5 m, y en el ábside es de 3.75, la mitad de la cifra anterior. Por lo tanto, las medidas de la basílica se establecen a partir de las subdivisiones de la cifra 12 en fracciones de 7.5. ¡La nueva Jerusalén es la ciudad “in se compacta tota” del Salmo 122! Las dimensiones interiores de la Sagrada Familia son excepcionales pero no únicas. Gaudí no se propone llevar a cabo una construcción prometeica, sino armónica y fundada en la nueva Jerusalén, la cual según Apocalipsis 21,16 debe ser cúbica, con un lado que mida 12.000 estadios. Esta cifra, fabulosa, indica a la vez la proporción y la grandiosidad de la Jerusalén de Dios, de la cual es prefiguración la Jerusalén de los hombres y, concretamente, la basílica de Gaudí. Por esta razón, en la Sagrada Familia, cuando esté terminada, dominará la verticalidad, será pura verticalidad, no osadía constructiva, sino ascensión del espíritu. Si ya el interior está pensado como ascensión hacia lo alto,
el exterior solo se comprende como expresión redoblada de esta finalidad. Si el interior es un bosque de 36 columnas exentas (12 × 3), el exterior es una cordillera de 18 torres (12 × 1.5). Si las columnas del interior miden entre 22,50 m (7.5 × 3) y 11,20 m (7.5 × 1.5), las torres exteriores deberán medir entre 180 m (7.5 × 24) y 97.5 m (7.5 × 13). Es decir, la longitud de la basílica (90 m), superpuesta dos veces, da 180 m, la altura de la torre más elevada. El conjunto de la edificación es de una armonía completa.
Por otra parte, cada una de estas 16 columnas (4 evangelios y 12 apóstoles) tiene su referente externo en forma de torre. Los cuatro evangelios / evangelistas se expresan en el exterior con cuatro torres-cimborrio de unos 127.5 m que se encuentran aproximadamente en la vertical de las columnas interiores. Su orden es: Mateo, Juan, Marcos, Lucas. Cada una de las doce columnas de apóstoles tiene su referente en las doce torres-campanario, las cuales se ubican en las tres fachadas, según un orden inspirado en Mateo 10,2-4 y el cánon romano. Este orSimbólica cristiana den, determinado por la importanSin embargo, esta estructura, ar- cia del apóstol, se manifiesta en las quitectónicamente entrelazada y diversas alturas a las que llegan las proporcional, no es un puro juego torres (entre 97.5 y 116.25 m). Así, matemático. Las opciones de Gau- en la fachada mayor o de la Gloria, dí, como ya se ha ido comproban- las torres son las pertenecientes a do, responden a la simbólica cris- Pedro, Pablo, Andrés y Santiago (el tiana, particularmente al libro del Mayor). En la segunda fachada por Apocalipsis. En consecuencia, cada importancia, la de la Pasión, las toelemento sustentador (columna) y rres llevan el nombre de Bartolocada elemento vertical (torre) fun- mé, Tomás, Santiago (el Menor) y ciona en relación a un dato cristiano Felipe. En la tercera fachada, la de fundamental, de forma que todo lo la Natividad, las cuatro torres son que se encuentra dentro de la ba- atribuidas a Tadeo, Simón, Matías sílica se encuentra y Bernabé. también fuera. En Nótese que Gauel caso del bosque Las doce torres de los dí ha introducido, de columnas, se di- apóstoles son corona- como apóstoles, bujan dos cuadralos nombres de dos centrados en das por un pináculo de Matías (véase Herelación a la inter- 25 metros de altura chos de los Apóssección del crucero toles 1,15-26) y de con las naves-pres- que representa los Bernabé (véase Hebiterio: hay un cua- símbolos episcopales. chos de los Apósdrado central, fortoles 14,4.14), para mado por cuatro no doblar a Mateo columnas de pórfiro con 12 puntas y a Juan, que estos ya poseen una de base, correspondiente a los cua- torre en su condición de evangelistro evangelios / evangelistas, y hay, tas. Las doce torres de los apóstoles alrededor de este primer cuadrado, son coronadas por un pináculo de un segundo cuadrado mayor, de do- unos 25 m de altura que represence columnas de basalto, correspon- ta los símbolos episcopales: la midiente a los doce apóstoles, con ocho tra lobulada con una cruz, el báculo columnas de basalto con 10 puntas (torcido en forma de cayado) y el de base, y cuatro columnas de gra- anillo. Esta solución, de gran rigor nito con 8 puntas de base. teológico, subraya la continuidad IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
23
El libro de la Escritura
entre el colegio apostólico y el colegio episcopal. Faltan dos torres por comentar: la de la virgen María y la de Jesucristo. Estas dos torres descansan, respectivamente, en el cimborrio situado encima del presbiterio, tocando al ábside, y en el cimborrio central, el del crucero o transepto.
una virginidad perpetua, sin sombra ni mancha, como indican las tres estrellas que aparecen en las iconografías de su manto). El correlato interior de las torres de Jesucristo y de la virgen María no son, evidentemente, dos columnas, sino diversos elementos de gran importancia. En el caso de Jesucristo, el elemento central es el altar, símGran intuición bolo de su sepultura y, por lo tanto, teológica de su resurrección, en el cual se reaGaudí, con gran intuición teológica liza el sacrificio de la cruz, memorial y contra lo que sería más acorde de la cena del Señor y anticipación con la sensibilidad de su época, da del banquete celestial. Siguiendo a la torre de santa María una altu- las pautas de la solución desplegara inferior (120 m) a la de los cuatro da anteriormente en la catedral de evangelios / evangelistas: la Palabra Mallorca, propone que, encima del de Dios, el Evangelio, no puede es- altar, se construya un baldaquino, tar sino por encima de la más san- sobre el cual haya un calvario con las ta de las creaturas. Por su parte, la figuras de Jesucristo en la cruz, Matorre de Jesucristo, que, en mi opi- ría y Juan. Desde la cruz debe bronión, debería llegar a los 180 m (90 tar una parra, símbolo de la unión × 2), sobrepasa con creces a todas de la vid y los sarmientos, que llelas demás torres – y a los grandes gará hasta un lampadario con cinedificios religiosos de la cristiandad, cuenta lámparas (como en el anticomo son la cúpula de San Pedro del guo altar de San Juan del Laterano), Vaticano (137 m) o las dos agujas que evocarán Pentecostés: la parra de la Catedral de Colonia (157 m). y las lámparas significan la Iglesia La torre de Jesucristo va corona- que está unida a Cristo mediante el da por una cruz de cuatro brazos sacramento de la Eucaristía y que y de 15 m de altura, para que sea recibe el don del Espíritu. visible desde todos Por lo que reslos ángulos, y lleva pecta a la virgen en las interseccio- La torre de Jesucristo, María, Gaudí afirnes de los brazos que debería llegar a ma que el ábside sendas representaes el espacio del los 180 m, sobrepasa ciones del Cordero Magníficat, con místico. Las torres a las demás torres y a sus diez columnas de los evangelios / que representan evangelistas culmi- los grandes edificios los diez versícunan con los cuatro de la cristiantidad los del cántico de símbolos tradicioMaría. Ahora bien, nales alados (véase María, madre del Ezequiel 1,4-14; Apocalipsis 4,6-8): Emmanuel, entona el Magníficat el hombre (Mateo), el águila (Juan), como respuesta, no solo a la bienel león (Marcos), el toro (Lucas). La aventuranza que le dirige Isabel, sino torre de santa María termina con una como alabanza y acción de gracias gran estrella, que indica la mater- al anuncio de Gabriel, y la anuncianidad virginal de María: madre del ción es, precisamente, el motivo de Mesías (cuyo símbolo es la estrella, la extraordinaria clave de bóveda de según Mateo 2,1-12) y virgen (con la cripta, en la vertical precisa de la 24
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
torre-cimborrio de María. La cripta es un espacio diverso de la basílica, y está dominada por las figuras de la santa familia de Nazaret (Jesús, María y José). Es aquí donde se aprecia mejor el carácter expiatorio de la Sagrada Familia, iglesia que debe construirse con los donativos que son fruto del sacrificio de quien los ofrece. Los donativos que provienen de la generosidad representan, en frase de Gaudí, “la disminución del “yo”, sin ningún tipo de compensación” (Puig-Boada, El pensament de Gaudí, número 403). La cripta es un himno a la devoción a la familia de Jesús, que testimonia las intervenciones personales de Gaudí por todos los lados, a pesar de la destrucción que sufrió en 1936. Los elementos más significativos son la clave de bóveda con la anunciación a María, el bajorrelieve del altar mayor dedicado a la sagrada familia de Nazaret, el altar de san José (el primero en terminarse) y el sepulcro de Gaudí a los pies de la imagen de la virgen del Carmen. Por otra parte, entre la clave de bóveda y la estrella que culmina
Gaudí diseñó su obra para que el visitante, una vez en el interior, pudiera comteplar la totalidad del templo
la torre de la Virgen, Gaudí propone colocar un gran lampadario con los siete dones del Espíritu Santo (“los siete espíritus de Dios”, Apocalipsis 4,5). El Espíritu ha bajado hasta las entrañas de María y con él ha descendido la fuerza del Altísimo (véase Lucas 1,35), culminando la obra creadora (véase Génesis 1,2) con la encarnación corporal del Hijo de Dios. En este sentido, Benedicto XVI afirma: “La peculiarità del cristianesimo consiste nel fatto che la spiritualizzazione cristiana è insieme un’incarnazione”. Y continúa, citando a 2 Cor 3,7: “El Espíritu... es el cuerpo de Cristo” (J. Ratzinger, Opera omnia, XI, 526). Por esta razón, en la majestuosa bóveda del ábside se representa el manto del Dios creador, poderoso y tres veces santo (véase Isaías 6). A su vez, existe una relación estrecha entre el lampadario del Espíritu y el altar donde este es invocado durante la celebración eucarística, para que su fuerza transformadora actúe sobre los santos dones. Gaudí nos ha legado una síntesis teológica de gran densidad, que vamos descubriendo en la medida que com-
prendemos las relaciones existentes entre los diversos elementos que la forman.
Libro del Apocalipsis
Volvamos a la imagen de la nueva Jerusalén y a la “traducción” que de ella hace Gaudí en el entramado arquitectónico-simbólico de esta iglesia fascinante que es la Sagrada Familia. Las referencias anteriores a los apóstoles y a los vivientes nos han transportado al mundo del libro del Apocalipsis, el texto que durante siglos ha servido para que el arte cristiano tratara de representar a la nueva Jerusalén en cada una de las iglesias que construía, sobre todo, evidentemente, en las grandes iglesias. Gaudí ha utilizado intensamente las virtualidades simbólicas de la gran revelación concedida al vidente de Patmos. Los capítulos 4-5 y 1922 son los más emblemáticos, pero de hecho las evocaciones del libro del Apocalipsis aparecen en diversas partes de la basílica gaudiniana. Concretamente, la perspectiva de una historia que ha sido salvada del pecado y que se convierte en camino de salvación para los que
El legado del maestro Gaudí no escribió prácticamente nada después de los treinta años, ni dictó habitualmente ninguna conferencia. Fueron sus discípulos quienes recogieron las palabras del arquitecto y las pusieron por escrito después de su muerte. El mejor florilegio de sus palabras, entresacadas de las publicaciones de sus discípulos, lo constituye un libro del arquitecto Isidre Puig-Boada, quien, recién salido de la Escuela de Arquitectura, iba a la Sagrada Familia para colaborar en su construcción. El libro se titula El pensament de Gaudí. Compilació de textos i comentaris, Barcelona, 1981, Col·legi d’Arquitectes de Catalunya (aquí números 76 y 377). Es básico para cualquier investigación sobre Gaudí. IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
25
El libro de la Escritura
La Sagrada Familia es un himno a Cristo, muerto y resucitado, encarnado y redentor, y al Padre
El baldaquino colgante es un heptágono metálico de unos cinco metros de diámetro
26
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
la recorren, se aprecia en el tema hiperbólico que cierra y abre al misdel Alfa y la Omega, el cual se apli- mo tiempo la cúpula y el cimborrio. ca por igual a Dios (Apocalipsis 1,8) Se trata de un complejo arquitectóy a Jesús (Apocalipsis 1,17; 22,13). nico de unos 90 m de altura, en el En efecto, la Sagrada Familia es, que deben incluirse las cuatro cocomo el libro bíblico que lo inspira, lumnas de los evangelios / evangeun himno a Cristo, muerto y resu- listas, que son como las patas de un citado, encarnado y redentor, y al enorme trono. Pues bien, este es el Padre, aquel que está sentado en trono de Dios, y sobre él se levanta el trono con el Cordero a su lado. la torre que es Jesucristo. Gaudí ha La arquitectura de la Sagrada Fa- encontrado una solución “exegética” milia, obra de Antoni Gaudí i Cornet, formidable a la dificultad planteaexpresa de forma sublime –como lo da por el libro del Apocalipsis, seexpresa la música del oratorio El Me- gún el cual “el que se sienta en el sías de Georg Friedrich Händel, o lo trono” lo comparte con el Cordero. representa la pintura de MichelanAlrededor del trono, se encuengelo Buonarroti en el juicio final de tran, siguiendo Apocalipsis 4 y 5, la Capilla Sixtina– la grandeza de Je- los “cuatro vivientes” (4,6), represucristo, el Cordero degollado y vi- sentados por las columnas y las viente, cuyo nombre es “Palabra de torres, el nimbo o “círculo de luz” Dios” (Apocalipsis (4,3), indicado por 19,13), Alfa y Omela cerámica dorada ga, “piedra angu- Manto y trono consti- que reviste el paralar” que culmina un tuyen los dos elemen- boloide hiperbóliedificio construico, y los “veinticuatos descriptivos de do sobre un “funtro ancianos” (4,4), damento” que son la identidad de Dios, representados por “los doce apósto24 aberturas alreles” (Apocalipsis situados al prinicpio dedor de aquel. En 21,14). reinterpretación y al fin de la historia. la Por otra parte, la que ha desarrollaSagrada Familia es do Jordi Bonet, el una alabanza al Dios creador y sal- arquitecto sucesor de Gaudí, hay una vador, que ha mandado a su Hijo al vinculación plástica, muy acertada, mundo para que todo quedara re- mediante la cerámica veneciana, encapitulado en Él y para Él, hasta el tre el “manto” divino del ábside y el punto de hacerle partícipe de su se- nimbo o “círculo de luz” que conforñorío universal y darle la autoridad ma el “trono” de Dios en el crucero. misericordiosa de quien se ha hecho Así pues, manto y trono constituyen solidario de todos los hombres. Para los dos elementos descriptivos de la Gaudí, la relación entre el Padre y el identidad de Dios, situados al prinHijo, tal como la plantea el libro del cipio y al fin de la historia: creación Apocalipsis, pasa por el tema de la y nueva Jerusalén, tiempo primorpresencia de Dios en medio de una dial y tiempo final. La Sagrada Fahumanidad que se ha convertido en milia pretende asumir la historia de ciudadana de la Jerusalén celestial. la salvación, desde la llamada divina Y la presencia de Dios se refleja en a la existencia hasta la cohabitación su “trono”, el trono que Dios com- de Dios y del Cordero en la nueva parte con el Cordero. Jerusalén, la ciudad que no necesiEl centro matemático del crucero, ta templo, “porque su templo es el en la intersección con la nave, coin- Señor, Dios del universo, junto con cide con la vertical del paraboloide el Cordero” (Apocalipsis 21,22).
“El Señor la iluminará” La iglesia que soñó Gaudí está dispuesta de tal forma que el creyente reconoce en ella lo que cree, y quien no cree, puede conocer, y acaso encontrar, la fe cristiana. Es una arquitectura evangelizadora.
E
n su bella homilía de la dedicación de la nueva basílica, Benedicto XVI subrayó que en la Sagrada Familia aparecía abierto el libro de la liturgia. Y es cierto que el sueño de Antonio Gaudí pasaba por la celebración de los santos misterios en la gran iglesia que había empezado a construir. Sin embargo, este sueño iba precedido de una mistagogía, de una introducción al misterio cristiano. Por esta razón, dispone la iglesia de tal forma que el creyente reconoce en ella lo que cree, y quien no cree, puede conocer, y acaso encontrar, la fe cristiana. La Sagrada Familia es una arquitectura evangelizadora a través del arte y de la liturgia. La comunicación de la fe entra a través de la celebración litúrgica celebrada en un marco de referentes cristianos esenciales, derivados del núcleo de la confesión de fe, es decir, del Credo. Esta opción será bien visible, una vez se construya la fachada de la Gloria, el acceso mayor a la Sagrada Familia. La fachada de la Gloria tendrá un aspecto sorprendente. Según la maqueta dejada por Gaudí, la fachada contiene un pórtico, con una cara exterior de 16 enormes linternas, una especie de chimeneas colocadas en dos series, una de 9 unidaIMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
27
El libro de la fe y de la liturgia
En el punto más superior de la fachada de la Natividad se encuentra la paloma, símbolo del Espíritu Santo
28
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
des y otra de 7, que se van alternan- jo del hombre, realizado sobre toda do en orden descendiente hacia los la humanidad allí convocada, desde lados. Las nueve linternas, las más Adán y Eva, incluyendo, naturalmenaltas, representan las nueve jerar- te, los hijos de Israel y de la Iglesia. quías angélicas según el orden y Por otra parte, la Trinidad culmina la denominación clásica, que, co- otras estructuras conceptuales de mo es sabido, fue difundida por los la Sagrada Familia (por ejemplo, la escritos, pseudónimos, de Dionisio fachada de la Natividad), pero por el Areopagita. La única excepción, encima de todo articula el texto lamuy significativa, es que los tronos tino del Símbolo de los Apóstoles, están colocados en el centro, entre que debe escribirse, según Gaudí, los querubines y los serafines. Pa- en letras grandes y luminosas, virece que este cambio obedece a la sibles de día y de noche, sobre unas concepción del trono de Dios, la que bandas irregulares que cubrirán las identificábamos en el centro del cru- linternas mencionadas por su cara cero, siguiendo la simbólica judeo- exterior. De esta forma, cuando el cristiana que también se encuen- visitante se acerque a la Sagrada tra en el libro del Apocalipsis. Por Familia podrá leer el Símbolo de lo que respecta a las otras siete lin- los Apóstoles, mientras verá a mano izquierda, ante la ternas, seis reprecapilla del Bautissentan los días de En definitiva, la Trinimo, una gran fuenla creación, mientras que la linterna dad Santísima (según te, con cuatro chorros de agua hacia central, la que hace siete, está reserva- el orden Padre, Espíri- lo alto, símbolo de cuatro ríos del da para el rosetón tu e Hijo) determina el los paraíso, mientras con el vitral sobre el cual se dibuja- pórtico de la fachada que a mano derecha, ante la capilla rá el Espíritu Sande la Gloria. de la Penitencia y to, representado en de la reserva eucaforma de paloma. Por encima de él, coincidiendo con rística (o Santísimo), se levantará la linterna de los tronos debe haber un gran pebetero con tres antoruna “representación” de Dios (¿un chas de fuego, símbolo de la puritrono?), y por debajo de él Jesucris- ficación necesaria para quien haya to, con los atributos de la pasión, cometido pecado después de recicomo juez misericordioso, y en el bir las aguas bautismales. Sin demismo nivel siete ángeles con una jar la entrada mayor de la basílica, trompeta cada uno (Apocalipsis 8,2) Gaudí propone relacionar los siete para convocar al juicio del Hijo del sacramentos con las siete puertas hombre (véase Mateo 24,31; 25, 31- de la basílica (la puerta central es la 46). Por debajo de Jesucristo, se re- dedicada a la Eucaristía), y también presenta la virgen María presidiendo relaciona con estas siete puertas las la asamblea de los bienaventurados siete invocaciones del Padrenuestro y las catorce obras de miserien el cielo, ángeles y santos. En definitiva, la Trinidad Santí- cordia. Además, sitúa allí las ocho sima (según el orden Padre, Espí- bienaventuranzas (una para cada ritu e Hijo) determina el pórtico de una de las ocho columnas que dela fachada de la Gloria, que quiere ben sostener una parte del pórtico). El hecho de que el texto del Creser una representación de la contemplación beatífica de Dios, pero do (Símbolo de los Apóstoles), retambién del juicio de Jesucristo, Hi- sumen del misterio cristiano, figu-
re en la fachada revela que Gaudí ha concebido la Sagrada Familia como una explicación de este misterio, en su dimensión de confesión de fe y en su dimensión de acción y celebración litúrgica. La liturgia es lo que, en última instancia, integra los diversos elementos. Gaudí no piensa en una iglesia-museo. Para él, las piedras deben ser y estar vivas. Las piedras vivas son los que creen y oran juntos (véase Primera carta de Pedro 2,5, y Oficio de la dedicación de iglesias). Las piedras de la construcción están vivas en la medida en que la celebración litúrgica da sentido y provoca el “movimiento” de toda la construcción, la cual, por sí misma, ya ha sido concebida dinámicamente.
Claves de la vitalidad
A la “vitalidad” de todo el edificio contribuyen dos factores claves: la luz y la música. La luz, como ya hemos comentado, es básica en el proyecto de Gaudí. Él es el arquitecto de la luz, de la combinación entre lo luminoso y lo tenue (no lo oscuro u opaco). La luz parece emerger de la misma construcción, lateralmente (los ventanales con vitrales de colores o blancos, en los muros o en el interior de las fachadas) y zenitalmente (las linternas de los techos arborescentes y de las dos cúpulas). Se dice de la nueva Jerusalén, en el libro del Apocalispis (21,23), que “la gloria de Dios la llena de claridad y el Cordero es su lámpara”. Y más adelante: “la noche en ella no existirá” (21,25). También será así en la Sagrada Familia: los focos de las torres orientados hacia el cielo, hacia la torre de Jesucristo y hacia el suelo crearán una atmósfera de luz perpetua alrededor de la basílica y dentro de ella. Se cumplirá lo que se lee en Apocalipsis 22,5: “el Señor Dios la iluminará”. Por otra parte, la luz que envuelve y que penetra, que se encuen-
Templo vivo Las piedras de la construcción están vivas en la medida en que la celebración litúrgica da sentido y provoca el “movimiento” de la construcción
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
29
El libro de la fe y de la liturgia
tra en el exterior y en el interior, encuentra un complemento en la música, que también es exterior e interior. La vista (luz) y el oído (música), conjuntamente con el olfato (incienso), se ponen en movimiento cuando empieza la acción litúrgica, que integra palabras y gestos aptos para la realidad presente pero que apuntan hacia las realidades superiores y definitivas, aquellas que se unen a la liturgia de la tierra. Así pues, “el sentido de la gloria”, del que hablaba Gaudí, es la visión y la visión de Dios, iniciada aquí y culminada en el momento de la visión “cara a cara” (Apocalipsis 22,4). La Sagrada Familia, orientada hacia el sur-oeste, siguiendo la retícula urbana de Barcelona, posee una luz interior que cambia con el paso del día y que provoca cambios bellísimos en las superficies onduladas de la basílica, gracias también a los vitrales donde los nombres de los santos evocan la luz de la santidad que ilumina la tierra. Una cosa parecida puede decirse de la música. Gaudí coloca hasta seis ángeles con instrumentos y nueve ángeles cantores en la fachada de la Natividad, y concibe las doce torres de los apóstoles como enormes campanarios con los muros llenos de agujeros con viseras para que el sonido de las campanas se divulgue por toda la ciudad. La riqueza de sonidos exteriores es impresionante –aunque, desgraciadamente, los estudios de Gaudí sobre el particular fueron destruidos durante la quema de su taller, el día 20 de julio de 1936–. Hay campanas tubulares, accionadas por martillos, capaces de reproducir todas las notas. Hay campanas afinadas en mi, sol, do, y hay campanas convencionales o comunes. Nótese que las campanas no están pensadas solo para convocar al pueblo, sino sobre todo para dar gloria a Dios –de ahí las grandes 30
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
inscripciones latinas en los muros exteriores de las torres–. El correlato interior de las campanas son los órganos (habrá dos) y los coros de cantores (hay cuatro), de manera que toda la basílica, con una acústica altamente fiel, quede impregnada del canto de los cantores y del pueblo. En plena sintonía con el Concilio Vaticano II, Gaudí insistió siempre que el pueblo debía cantar durante las celebraciones (Puig-Boada, El pensament de Gaudí, números 163 y 387). En realidad, “traduce” una vez más el modelo procedente del libro del Apocalipsis, referido a la liturgia celestial, y en el que un cántico grandioso va aumentando e incluyendo a los vivientes y a los ancianos (5,810), a los ángeles que rodean el trono (5,11-12) y a todo el cosmos (5,13).
Las fachadas laterales
Por lo que respecta a las dos fachadas laterales, la de la Natividad y la de la Pasión, ambas están concebidas de forma parecida: el registro inferior corresponde al relato evan-
gélico, mientras que en el registro superior se desarrolla la lectura histórico-teológica. En la fachada de la Natividad la separación entre los dos registros se efectúa gracias a los anagramas de Jesús (portal de la caridad, central), de María (portal de la fe, a la derecha del observador) y de José (portal de la esperanza, a la izquierda), que están en correlación con la scriptura plena de los nombres de los mismos personajes que aparecen en las tres columnas-palmera inferiores. En la fachada de la Pasión, los dos registros se distinguen por un frontón o galería cerrada por 18 grandes huesos que representa el hades o reino de la muerte. Esta galería está delimitada por un “triángulo” de tres símbolos: la gran cruz victoriosa en el centro, un cordero en el acroterio de la derecha y un león en el de la izquierda, ambos símbolos de Jesucristo salvador y vencedor de la muerte. Por debajo de la galería se encuentra el relato evangélico de la pasión de Jesús, mientras que el sepulcro vacío y el vitral
Antoni Gaudí y Ramon Llull
de la resurrección están colocados miento de Jesús, la estrella del Meen el fondo de la galería, es decir, sías, la anunciación y la coronación en el registro histórico-teológico de María. Ya en el registro históricode la fachada. teológico, se encuentran sucesivaLas dos fachadas desarrollan una mente el anagrama de Jesús con la línea vertical central, perfectamente cruz, incensado por ángeles como visible en la fachada de la Natividad. símbolo de salvación, el pelícano En esta, y entre el punto más supe- como donación de vida con dos ánrior y el más inferior, constatamos geles que distribuyen la Eucaristía, una contraposición entre la paloma, las escaleras de la santidad para assímbolo del Espíricender al árbol de tu Santo, y la serla vida, el árbol de La paloma, símbolo la vida con 21 papiente del paraíso, símbolo del Malig- del Espíritu Santo, re- lomas que son los no, la cual va acomsalvados por Jesupañada, en ambos posa sobre una cruz cristo y el símbolo extremos, de dos (el Hijo), abrazada por de la Trinidad. En tortugas y dos cala fachada de la Pados bandas (el abrazo maleones, animasión, la línea vertiles con las bocas del Padre). cal se inicia con la abiertas y mirando flagelación (aportahacia abajo, símboción conceptual de lo de la fealdad y la ambigüedad Subirachs) y continua con el rostro (cualidades contrapuestas a la be- de Jesús impreso en el lienzo de la lleza y a la claridad). La paloma re- Verónica (igualmente aportación de posa sobre una cruz (el Hijo), abra- Subirachs), la crucifixión, la resuzada por dos bandas (el abrazo del rrección (vitral dentro del frontón), Padre). Entremedio, y de abajo arri- la cruz victoriosa llevada por ángeba, tenemos el árbol de Jesé, el naci- les, el Espíritu Santo cuya fuerza ha
Me gustaría hacer una comparación entre dos figuras alejadas en el tiempo pero próximas en su proyecto: Antoni Gaudí y Ramon Llull (Raimundo Lulio). Siete siglos los separan, pero los une una percepción parecida sobre las aspiraciones humanas en su relación con Dios. Ambos han captado el sentido del amor incondicional y exclusivo hacia el Amado. Ambos han recibido una luz interior que se ha desbordado en una obra, arquitectónica o literaria, que admira y eleva el espíritu hacia Aquel que les ha guiado. Ambos han pasado de una vida débil espiritualmente a una vida llena de fuego espiritual y de servicio a Dios. Ambos han sufrido tribulaciones, ataques e incomprensiones, y en ciertos momentos, la memoria de su obra se ha tambaleado, por malicia o por ignorancia. Ambos han vivido y expresado la totalidad y la síntesis del misterio cristiano buscando un acceso interpretativo al misterio de Dios – por esto les pertenece justamente el epíteto de “místicos” – mediante dos grandes obras: la Sagrada Familia y la Ars Magna. Ambos han muerto después de vivir austeramente y de pasar por situaciones personales extremas (Llull ha conocido la persecución martirial, y Gaudí ha muerto en el hospital de los pobres). Ambos merecen un lugar en la historia espiritual y cultural de Cataluña, de España y de Europa. IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
31
El libro de la fe y de la liturgia
Belleza interior y exterior A la izquierda y a la derecha, dos detalles de la fachada de la Pasión. En el centro, celebración de la misa del Domingo de Ramos
resucitado a Jesús de la muerte y la ascensión y entronización de Jesús en la gloria.
Tres itinerarios
Llegados a este punto, es imprescindible desarrollar una afirmación sobre la hermenéutica teológica subyacente a todo lo dicho hasta aquí, que revestía un carácter decididamente exegético. La afirmación es la siguiente: la basílica de la Sagrada Familia es una auténtica síntesis arquitectónica del misterio cristiano. Analizada según la planta, es decir, horizontalmente, se ponen de manifiesto en ella tres vías o itinerarios teológicos y espirituales, las cuales incluyen, indirectamente, todo lo que se detecta en la verticalidad exterior de las dieciocho torres. Las tres vías son la vía de la humanidad (la vía del Padre, quien crea y recapitula), la vía de Jesucristo (la vía del Hijo, quien redime y salva con su nacimiento, muerte y resurrección) y la vía de la Iglesia y del Espíritu Santo (quien hace comprender la palabra del Evangelio y transforma el pan y el vino de la Eucaristía en el cuerpo y la sangre de Cristo). Formulado brevemente, la humanidad recorre la vía de la creación, en Jesucristo domina la vía de la redención, la Iglesia guiada por el Espíritu transita por la vía de la santificación. La humanidad está llamada a la existencia (ábside) y a la comunión sin reservas con Dios (fachada de la Gloria). La vía de la humanidad se yuxtapone pues a la vía sacra de la 32
IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
basílica, ya que su itinerario va desde la fachada principal hasta el ábside. Allí está representado el Dios creador, el Dios de la creación del cosmos y del hombre, aquel que llama las cosas a la existencia. Pero Dios lleva la historia humana a su culminación mediante la nueva creación, que es el cuerpo de Cristo, Palabra encarnada, nacido de María virgen. El nuevo Adán, el Hombre que no conoce el pecado, ocupa el lugar de juez misericordioso de una humanidad que se enfrenta a la pregunta sobre su propia misericordia, en el momento en que el Padre lo recapitula todo y se divisa nítidamente la posibilidad de acceso a la bienaventuranza celestial. La segunda vía es la de Jesucristo, que va desde la fachada de la Natividad hasta la fachada de la Pasión, atravesando la basílica por el crucero. Jesús, el Cristo, la Palabra eterna de Dios, entra en el mundo (encarnación) y vuelve al Padre (muerte, resurrección y ascensión). Jesucristo se manifiesta en Belén y en el Calvario. En Belén se revela como el Salvador, anunciado por los profetas, convertido en carne de nuestra propia carne en las entrañas virginales de María, madre y reina,
y nos abre el camino hacia el árbol de la vida, la plenitud de Dios, con su nombre que alimenta y salva. En el Calvario, el Hijo no duda en ponerse en manos de la injusticia y la violencia, para que su cruz, instrumento de amor, libere al mundo del pecado y de la muerte, y la humanidad participe de su resurrección luminosa y de su ascensión celestial. La vía de la Iglesia y del Espíritu es doble: por una parte, resigue la nave y el deambulatorio y, por otra, recorre el claustro que rodea el perímetro de la basílica. Se trata pues de una vía circular que integra de hecho las dos vías precedentes, la de la humanidad y la de Jesucristo. El camino de la Iglesia es el de la nave, el espacio de la iluminación, mientras que el claustro es el ámbito de la peregrinación. La Iglesia es la asamblea de los creados por Dios y redimidos por la sangre de Jesús que han recibido la iluminación del bautismo, el sacramento de la fe y la luz en virtud del cual se han configurado a Jesús muerto y resucitado, y que pueden restaurar el don bautismal gracias al sacramento de la penitencia. Estos, hijos de Dios y discípulos, siguen la Palabra, el Evangelio de Jesús, y
se alimentan de la Eucaristía (altar) mientras caminan en la oración y el amor a los pobres, pero necesitan ser consolados. Conforman su vida a la de Jesús, Verbo encarnado, nacido en Belén (fachada de la Natividad), y Siervo sufriente, muerto por nuestra salvación y resucitado para hacernos justos (fachada de la Pasión). Son pueblo de Dios, llamado a ser robusto y a florecer en la santidad (árboles de la nave), y llamado a dar fruto abundante, un fruto que dure para siempre (las doce cestas de las cubiertas, llenas de frutos, una para cada mes del año según Apocalipsis 22,2). La Iglesia, por otro lado, es la multitud de los que caminan como peregrinos en el mundo y dentro del mundo. Su peregrinaje no les aísla de los demás hombres, sino que los acerca a ellos, les inmerge en la vida contrastada y contradictoria de la ciudad secular, y es la oración la que los protege de caer en la tentación y de desfallecer en la fe y en el amor. El claustro es espacio de oración de los que peregrinan, y está situado entre el edificio y la ciudad. Forma parte de la basílica, pero sus ventanas se abren a la vida concreta de los hombres y mujeres. El claus-
tro es un deambulatorio entre la Pasión según san Juan de Bach, orciudad y la basílica, entre la ciudad ganizada a partir de un coral cende los hombres y la casa del Espí- tral, o bien el cuadro de Rembrandt ritu. La Iglesia camina pues por el sobre el Hijo Pródigo, focalizado en mundo y su oración no olvida a na- la figura del padre. La teología cadie, su intercesión abraza a todos, en tólica puede y debe desarrollar esparticular a los pobres, los amigos ta “cartografía del Espíritu”, ya que de Dios. María es figura de la Igle- en ella va a encontrar no pocos ejes sia, y por esta razón el claustro es que articulan los diversos tratados mariano (hay en él hasta cinco ca- teológicos (misterio de Dios, cristopillas, dedicadas a logía, antropología, la Asunción y a las escatología, eclevírgenes del Rosa- La Sagrada Familia es siología y sacrario, Montserrat, los mentos), tratados una especie de ‘SumDolores y la Merde forma nueva. El ced), y por esto es ma Theologica’ del si- interés teológico eclesial y litúrgico, de una obra como glo xxi, no en papel, la Sagrada Familia ya que sus cuatro ángulos evocan las sino en arquitectura reside en su capacuatro témporas. El cidad de síntesis. claustro señala el y en plástica. Antoni Gaudí ha paso del tiempo, el creado un inabartiempo de Dios, por cable universo prola vida de los creyentes, mientras pio, que, en última instancia, es una que la nave refuerza el sentido de “traducción plástica” del Credo, del la eternidad, ya que la Eucaristía es Símbolo de la Fe. Personalmente, prefiguración y pregustación. considero que la grandeza de su En resumen, la Sagrada Familia aportación se descubre a medida es una especie de Summa Theologi- que se encajan los diversos elemenca del siglo xxi, no en papel sino en tos de esta “traducción” y va aparearquitectura y en plástica, en arte ciendo una concepción profunda y y en belleza. Es una construcción atrayente del misterio cristiano, no potente y sugerente como lo son la exenta de novedad. IMÁGENES DE LA FE / SEPTIEMBRE 2011
33
PARA SABER MÁS
Bassegoda Nonell, Juan. El gran Gaudí. Sabadell, 1989, AUSA (castellano). Bonet i Armengol, Josep. L’ultim Gaudí. El modulat gomètric del Temple de la Sagrada Famìlia. Barcelona, 2001, Pòrtic. Genís i Terri, Jaume. Gaudí, entre l’ artquitectura cristiana i l’art contemporani. Barcelona 2009. Publicacions de l’ Abadia de Monserrat. Lahuerta, Juan J. Antoni Gaudí. Arquitectura, ideología y política. Madrid, 1993. Electa.
Matamala, Juan. Antoni Gaudí: mi itinerario con el arquitecto. Barcelona, 1999. Claret.
Puig i Tàrrech, Armand. La Sagrada Familia según Gaudí. Comprender un símbolo. 2011, Ediciones Aleph.
Mercarder, Laura (ed). Antoni Gaudí. Escritos y documentos. Barcelona, 2002. El Acantilado.
Ràfols, Joseph F. Gaudí. Barcelona, 1928, Canosa.
Pla, Josep. Dalí, Gaudí, Nonell: tres artistas catalanes. Madrid, 1986. Alianza, cop. Polkinghorne, John (ed.), La obra del amor. La creación como kénosis (Teología y ciencias 3). Estella, 2008. Verbo Divino. Puig-Boada, Isidre. El pensament de Gaudí. Compilació de textos i comentaris , Barcelona, 1981. Col·legi d’Arquitectes de Catalunya.
Artículos Puig i Tàrrech, Armand. ‘Els sentits del text bíblic’, en A. Puig i Tàrrech (coord.), Claus de lectura de la Bíblia. Qüestions preliminars (Cristianisme i cultura 66), Barcelona 2010. Cruïlla – Fundació Joan Maragall, pp. 137155.
Ratzinger, Joseph. Opera omnia. XI: Teologia della Liturgia, edición a cargo de G. L. Müller, Roma 2010, Libreria Editrice Vaticana 2010
‘ La Sagrada Familia: encarnación del misterio cristiano’, en Vanguardia Grandes Temas, Nº 5. Noviembre de 2010.
Torrents, Ricard. Art, poder i religiò. La Sagrada Famìlia en Verdaguer i en Gaudí. Barcelona, 2006, Proa.
l Temple E de la Sagrada Famìlia. Barcelona, 1986. Nou Art Thor.
últimos títulos publicados: 2010: Diciembre: Los padres de la Iglesia: Raíces del cristianismo. 2011: Enero: La Transmisión de la fe hoy. Febrero: JMJ 2011 Madrid. Toda la iglesia peregrina con los jóvenes. Marzo: Cuaresma. 40 días por la salud de los últimos. Abril: Juan Pablo II. El “atleta de Dios” camina hacia los altares Mayo: El camino de la belleza. Vía privilegiada de evangelización Junio: Donde está la sociedad está el derecho. Imágenes de la fe
b o l e t í n
d e
s u s c r i p c i ó n
Deseo recibir ............ suscripciones de Imágenes de la fe Tlf.: 914 226 240
Fax: 914 226 117
10 números al año
a n u a l
Precio de la suscripción anual: España 48,50 E / Otros países 51 E magenesdelafe@ppc-editorial.com
www.ppc-editorial.com
Nombre y Apellidos: Dirección:
CP.:
Población: CIF/NIF (DNI):
Provincia:
País:
E-mail:
Adjunto cheque bancario a nombre de PPC, S.A.
Teléfono: Entidad
Entidad
DC
Número de Cuenta
Domiciliación bancaria (rellenar los siguientes datos) C/ Impresores 2 Urb. Prado del Espino 28660 Boadilla del Monte, Madrid Tel.: 914 226 240 Fax: 914 226 118 Correo electrónico: ppcedit@ppc-editorial.com
Nombre y Apellidos del titular de la cuenta:
Le informamos que sus datos serán incorporados con fines mercantiles al fichero de Clientes del que es responsable PPC, Editorial y Distribuidora, S. A., C/ Impresores 2 Urb. Prado del Espino 28660 Boadilla del Monte, Madrid. Los datos que nos facilite podrán ser cedidos con fines comerciales incluida publicidad por medios electrónicos, a las empresas de nuestro Grupo que constan en la siguiente URL: http://www. grupo-sm.com; si usted no lo desea, por favor, comuníquenoslo.
Banco o Caja: Firma y fecha: