ISIDORO GIMENEZ TOMAS
EDICIONES LITERARIAS VISANI´S” 2014
PROLOGO En este exquisito poemario, el talentoso poeta español Isidoro Giménez Tomás, nos presenta una breve colección de poesías que tocan el corazón y traspasan los sentimientos desde su primer lectura. Cada uno de los versos aquí plasmados, aún en su brevedad,
descansan bajo un extenso cielo de
ilusiones, y suelen, como barca pilotada por un noble capitán, navegar en las profundas aguas de un mar de sensaciones, en donde su autor, como todo escritor dispuesto a transmitir sus sentimientos, demuestra la calidad de sus versares y la sencillez de su alma. Sin lugar a dudas BREVERIAS DEL VERSO dejará a sus lectores con un buen sabor literario, logrando tocar los palpitares profundos de los corazones romanceros. Beatríz Vielman
Libro otorgado como premio de PRIMER LUGAR en el PRIMER CERTAMEN DE POESÍA ROMÁNTICA MON AMOUR realizado exitosamente en la COMUNIDAD DE AMIGOS Y POETAS “ENTRE VUELO Y VERSOS
BREVERIAS DEL VERSO I Cuando el tiempo arrastre nuestros recuerdos olvidados, quizás pensemos que habrán quedado enterrados, mas siempre quedará el latido de estos versos de corazón eternamente enamorado que intentaron un día hacia ti llegar como ola que regresa de la arena al mar. Y no habrá tempestad ni avatar que todo ese sentimiento pueda jamás borrar…
II - Eres poema de amor al que nunca quiero darle un final, mar en océano de sensaciones que todo su agua en mí derrama, sentimientos que se pueden atrapar por no tener espinas que laceren, alma fresca y primaveral que un día se supo con la mía cruzar, encendiendo cálidas mañanas donde antes reinó la negra oscuridad…
III - Más allá del tiempo y del espacio, del mundo y sus fronteras, y del cielo y de la tierra, existe un lugar llamado corazón en el que solo habitamos tú y yo en perfecta comunión…
IV - Hoy llega hasta mis oídos el eco de tus silencios últimos, aquellos que ya no sabían a te quieros, ni sonaban a nueva canción, solo a susurros del viento moviendo el raído árbol donde antaño forjamos ilusiones y escondimos nuestras emociones…
V - Eres la blanca espuma de esa ola que rauda me transporta allá donde los sueños no se ven a través de un cristal y donde los días no duelen aunque les llegue su final…
VI Te cambio todas mis lágrimas por la ilusión de todos tus sueños, si aceptas ser el agua que disuelva mi sal y juntos llenemos todas las aguas del mar…
VII Hoy penetraré por uno de tus poros, para esconderme debajo de tu piel y así, mirando la vida desde tu cristal, sentir tal como sientes tú…
VIII Te he buscado cada día como lobo en celo, porque sabía que tú existías, y lo he hecho entre las claridades matutinas y los calores del mediodía; en las semipenumbras vespertinas, y en las insomnes noches sin luna, para al fin encontrarte llenando de luz las brumas de mis sueños olvidados…
IX Me aferro a los pliegues e tu blusa como un niño que quiere el tiempo eternizar, buscando nuestros momentos alargar; pues los instantes en ti son sueños logrados y tus ausencias, fuegos apagados…
X Me prometiste el cielo y el mar y tan solo me dejaste la sal, en noche de blanca luna llena que solo pudo por mi llorar. Y allí, en la orilla me quedé sentado, contando las olas del mar de una en una, esperando encontrar tu rostro en la cresta de alguna…
XI Hoy que nuestras alas no vuelan a la par y que tu corazón contra el mío late, no olvides que nunca llegará a tus oídos un te quiero tan sincero como el que te dije yo, pues has sido para mí el querer último y el primero…
XII Quizás aún recuerdes con nostalgia cada uno de tus momentos en mí. Quizás una lágrima corra por tu mejilla, si mi imagen vuela, engañosa, a tu retina. Quizás tus labios se llenen de sonrisa al recordar aquella broma que tanto te hizo reír. Quizás tu piel tenga añoranza de mis dedos, de los caminos que tantas veces en ella trazaron.
O, tal vez, llegó ya el día en el que mi recuerdo quedó varado para siempre en la otra orilla…
XIII Cuando mi voz te suene a rancia y mis versos vivan hacinados en el baúl de tus sueños olvidados; cogeré mi maleta y partiré hacia otra vida, allá donde no se prohíba el llanto; pero hasta que el tiempo no traiga el desencanto, a tu lado, invisible, aunque no me veas, he de seguir, pues seré para ti como el rumor del viento, ese que no puedes ver, pero que te acaricia con tiento…
XIV Ahora que tus dedos se ausentaron de mi piel en viejas caricias ya olvidadas, que se convirtieron en recuerdos ajados, dejando en la memoria un dulce regusto a miel.
Ahora es cuando te puedo recordar tal como eras; sin ese halo luminoso que yo veía a tu lado, encendiendo luciérnagas en las noches de primavera, mientras yacía, desnudo de pudor, a tu lado acurrucado.
Y hoy, desde la distancia que nos ha dado el tiempo, mi mente te siente temerosa, sensible, humana; aunque mi corazón no puede evitar que te siga sintiendo compañera, amiga y hermana….
XV Acariciaré, desafiando al tiempo, tu pelo, depositaré un beso en la cintura de tu falda y te diré adiós con la mirada nublada. Mas seguirás por siempre siendo esa bendita utopía que llevo atada a mi espalda y que llena cada espacio de mi día a día…
XVI Quiero ser tu primera fruta de invierno; esa roja y carnosa manzana a la que hincas los dientes con ganas, antes de que nos devore el infierno. Y no quiero ser tu amor primero, que ser el postrero prefiero; ese que peinará con ternura tus canas, cuando ya te hayas bebido todas tus ganas…
XVII Convertiste mi vida en un sueño y yo prendí, para ti, una estrella en el firmamento; para que cuando llegara, del adiós, su momento, al mirar al cielo, te recordara que para ti, entero fue todo mi tiempo…
XVIII Hacia otros lados mi mirada giré, cuando tu presencia, a mi lado, resplandecía y juro que nunca te quise querer, negándote una y otra vez con rebeldía.
Pero ¿Quién es capaz de detener al sol, cuando quiere prender el amanecer o intentar a su ocaso frenar cuando se hunde lentamente en el mar?...
XIX Y una vez más, desde las penumbras, apareces tú; que presta y rauda hacia mí acudes tras haber escuchado el grito desgarrado que desde mi cerrada boca ha cruzado los silencios de mi soledad.
Y me haces sentir, de súbito, el calor de tu cuerpo, ese abrazo que embriaga todos mis sentidos, y marca el ritmo de mis latidos; haciéndome todos los infinitos surcar con alas de gaviota que el vuelo vuelve a remontar…
XX Quizás llegará un día en tu vivir en el que dudes de que yo, para ti, existí y que tú a mi memoria dejes de acudir como torrente que corre con frenesí.
Será entonces y solo entonces cuando el olvido comience y podré, al fin, arrancar del pecho la pena de no poder estar junto a ti…
XXI Hoy lloraré los ecos de mi tristeza con las lágrimas hacia adentro, para que no seas espectadora de mi pesar; pues las penas solo son mías y para ti tengo guardadas todas mis alegrías…
XXII Cuando los silencios se impregnen de olvido y el aire no esté lleno de ti, quizás sea entonces el tiempo de recogida, la situación menos dolorosa, el momento de hacer mi hatillo y comenzar la partida…
XXIII Hoy desempolvé el cajón de los recuerdos olvidados y allí, dormidos, encontré a nuestros viejos sueños y a sus ilusiones; todos los besos y abrazos que nos dimos y a su calor; todas las emociones que juntos vivimos y a su esperanza; todos los momentos compartidos con fervor
y a su adiós. Y no pude evitar que una lágrima mojara ese polvo, al ser consciente de que todo aquello ya pasó y ha de volver a quedar dormido en el cajón…
XXIV Todo lo que yo te he querido, jamás podrán borrarlo el tiempo ni el olvido; del mismo modo que el sol nunca conseguirá evaporar a toda el agua del mar…
XXV Apareces de repente, como grano de sal que se mezcla con las aguas de mi mar; para luego alejarte con un adiós en los labios y en mi retina tu espalda cuando te vas, dejando en el aire siempre la duda de si otro día a mi lecho volverás…
BREVERIAS DEL VERSO
Contacto Autor: Isidoro Giménez Tomás Palma de Mallorca - España “Posada de Isidoro” https://www.facebook.com/posadadeisidoro
BIOGRAFÍA Mi nombre es Isidoro Giménez Tomás, soy español, natural de Alicante y residiendo desde hace más de 30 años en Palma de Mallorca con mi familia; tengo dos
hijas
y
soy
médico
de profesión, trabajando actualmente en una residencia geriátrica. Mi afición por la poesía viene de muy joven, aunque en esa época escribía, lo dejé durante muchos años, para retomarlo hace unos 12 años. El escribir siempre ha sido una válvula de escape para mis emociones, mis poemas no son una autobiografía de sucesos, sino de sentimientos, sensaciones y estados de ánimo. Tengo publicado un poemario llamado Amaneceres y algunos poemas en las antologías “Entre letras y Algo más”, “Luces y letras hispanas” y en revistas literarias.
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