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II CONCURSO ASHAJA (escribiendo) FUNDACIÓN TEICHÓN VII ENCUENTRO LITERATURA AL MAR Edita: Gámez Editorial
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7 PALABRAS DEL PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN TEICHÓN Para nosotros como fundación es un honor servir de puente a nuestros nuevos poetas y escritores guajiros, quienes empiezan a escribir la historia que caminará con el tiempo, abriendo espacios a nuestra amada Guajira, a la esperanza de seguir creciendo y tejiendo la esperanza de una guajira mágica. A nuestros poetas y escritores ganadores del II Concurso de Poesía y Cuento Ashaja y poetas invitados a nuestro VII Encuentro Internacional Literatura al Mar presentes en esta antología, agradecemos la presencia de sus personajes, quienes le dan vida y cuerpo a este trabajo educativo y cultural que seguiremos enriqueciendo a través del tiempo. Ferdinand Daza Daza Poeta y gestor cultural PALABRAS DE LA COORDINADORA, FUNDADORA DEL ENCUENTRO INTERNACIONAL LITERATURA AL MAR Y DEL CONCURSO ASHAJA A todas nuestras nuevas voces de la literatura guajira que se atrevieron a dar el primer paso, el camino está hecho, se debe seguir creciendo, plasmando ese mundo mágico que narra todo lo íntimo de nuestra majestuosa tierra, gracias por permitirnos leerlos y además permitir que sus personajes vuelen, le han dado vida al II Concurso de Poesía y Cuento Ashaja, a nuestros poetas presentes en esta Antología del VII Encuentro Internacional Literatura al Mar 2019, mil gracias por permitir que esto tome alas y viaje con ustedes. Artículamos proceso a través de todos los tiempos. Agradecemos a quien hizo esta Antología posible, a Gámez Editores, a Demis Pacheco y su esposo Ismael Fernández, por creer en lo que hacemos, por su apoyo constante a las actividades que engrandecen a nuestro departamento, mil gracias por existir y convertir nuestro sueño en una realidad. Gracias a nuestros jurados. Astrid Pedraza, poeta de Puerto Colombia, jurado general de cuento y poesía. Vicenta Siosi, escritora de La Guajira, jurado de cuento. Luz Mary López, poeta de Puerto Rico, jurado de poesía. Delia Rosa Bolaño Ipuana Poeta, escritora y gestora cultural
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PRESENTACIÓN La presente antología viene cargada de la magia guajira contada en poesía y cuentos por sus autores, quienes hoy son exaltados y además acompañados de una gama de escritores y poetas que de la misma manera nos narran sobre sus países, ciudades, esperanzas, visión del mundo y de alguna manera la tarea de todos que se conjuga en la simpleza de la existencia. Agradecemos a Gámez Editores – Sistema Cardenal por apoyar esta iniciativa y plasmarla en las páginas de este libro que hoy llega a todos ustedes. Por creer en la Fundación Teichon, en nuestro evento cultural y educativo Encuentro Internacional Literatura al Mar y el concurso de cuento y poesía Ashaja. Por respaldar mi labor como gestora y de paso estimular el trabajo de los grandes talentos de La Guajira mágica, inmensa y rica culturalmente. Los motivo y exhorto a seguir apoyando este tipo de proyectos literarios que propician esperanza, luz en el camino y que incentivan a los escritores guajiros a seguir creyendo que en La Guajira pueden encontrar el mejor tesoro de la humanidad: el conocimiento y las capacidades de aportar con su intelecto al desarrollo de la región y de sus gentes. Antología Guajira Mágica es el resultado de una incansable lucha, perseverancia, entrega y dedicación a sembrar esperanza a mi Departamento. Como guerrera, dama guajira, gestora, escritora y maestra, lucho día a día para que este evento itinerante crezca, para que en La Guajira se empiece a tejer el mañana con la semilla que se siembra en los niños y jóvenes a través de Literatura al Mar y este concurso que hoy también empieza a crecer y a abrir caminos a los nuevos talentos de este Departamento. Nuevamente reitero mis agradecimientos a Gámez Editores– Sistema Cardenal (especialmente a Ismael Fernández y Demis Pacheco) por apoyar la cultura, a los artistas y haber podido sacar adelante esta obra. Delia Rosa Bolaño Ipuana
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PRIMER PUESTO CATEGORÍA CUENTO ADULTO
IVÁN JAVIER CUESTA SIERRA
Arquitecto egresado de la Universidad Autónoma del Caribe en el año 2001, oriundo del municipio de Fonseca. Se desempeñó como secretario de Planeación e Infraestructura de Distracción en el 2007; ha sido director de Procesos Estadísticos en la Consultoría ‘Proyecto Hay Vivienda 2008’ para Cerrejón; contratista con el municipio de Fonseca y la Gobernación de La Guajira; asesor en la Secretaría de Obras Públicas departamental; diseñador y coordinador de Diseño en Magdaniel Ltda.; director de diseño en MyM Soluciones de Ingeniería. Reside en Riohacha desde el año 2008. Siempre ha sido gustoso de las letras y desde noviembre de 2018 ha escrito 27 relatos, microrelatos y cuentos para participar en certámenes internacionales, de los cuales dos han confirmado publicación y 19 se encuentran esperando fallo de jurado, actualmente se encuentra escribiendo una novela.
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MULATO Sí, como lees, fui nacido mulato y crecí a la par de la yuca que ayudé a sembrar, nunca supe leer pero desde los 8 años aprendí a fumar para matizar el trabajo, tengo músculos tiesos cubiertos de piel negra que pueden darme muchas horas sin descanso, así son mis días, puedes llamarlos monótonos pero es lo que sé hacer y lo disfruto, solo suspendo mi trabajo para ver la caravana de mariquitas del hato contiguo porque entre ellos resalta ella, tiene piel tan blanca que reluce mejor que la yuca recién partida. Hoy hace más calor que nunca y por eso este ‘negrazo’ anda sin camisa, no paso de largo para la vista de la joven vecina, cuando se encuentran nuestras miradas se siente el recorrido de la cortisona, ella mantiene la mirada, sonríe nerviosamente y obtiene su respuesta: una intensa hilera de dientes, los más blancos que jamás había visto antes, será el contraste de la piel negra, su cerebro concluye que le atrae ese hombre sudoroso y fuerte que le sonríe. Es muy blanca y débil, no creo que pueda ser la mujer para jalar cuatro matas de yuca. Es un gigante, debe verse ridículo tomando el té en una mecedora. Se aleja gallardamente, mañana volverá a pasar –pensé–. Pero no que lo haría sola y allí viene, estira un brazo, aparto la pala y voy hacia ella, de cerca es más bonita, me pide que le venda yuca fresca, de eso es que yo sé un jurgo, para ilustrar a un ignorante no hay nada mejor que otro, le estuve explicando desde cómo se pela la yuca hasta con qué se debe acompañar, vi su reacción a mi consejo de comer la yuquita con queso o suero, en su pueblo lo típico era perdiz con berenjenas, pero como es sabido que la yuca va bien con todo, le sugerí armar un plato de su perdiz con mi tubérculo; pareció salir conforme hacia su hato hasta que pasada la hora del almuerzo y en totumas de calabazo, reapareció con una porción para mí, que me zampé con gusto porque tenía buen sabor la combinación, a falta de chicha la dama me trajo una totumita con vino tinto para acompañar la comida, lástima que mi trabajo pesado aunado a mi gran talla hace que mi estómago sea capaz de comer el triple de lo que me brindó y su comida no apaciguó mi hambre. Esta no es una historia de amor, es menos que eso, no pudo satisfacer mi apetito puesto que la perdiz es un ave pequeña, bien podría comerme media docena de esas y la cantidad de yuca proporcionada fue similar a la de mis desayunos a los diez años, ella debió notar mi
13 pérdida de interés en sus conversaciones al tiempo que mi cercanía le dio oportunidad de sentir el tufo de mis sobacos, no soy culpable de tal afrenta olfativa, trabajo sudando todo el día bajo el intenso sol y polvo de mi tierra, oler bien es una tarea de difícil cumplimiento para quien está siempre absorbido por faenas del campo, ambos dejamos de lado esos pensamientos fugaces iniciales y seguimos adelante cada quien con sus vidas, yo me levanté a mi prieta caderona y ella hizo vida con un pelirrojo de amaneradas costumbres.
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SEGUNDO PUESTO CATEGORÍA CUENTO ADULTO
CARLOS FEDERICO OCHOA HERRERA
Carlos Federico Ochoa Herrera, nací en Bogotá, pero desde temprana edad mi madre, Luz María Herrera, nos llevó (a mi hermano y a mí) a vivir a su pueblo natal, Urumita. Allí me crié bajo el carácter de mi abuela Evangelina Barros, el ejemplo de mi abuelo Celso Herrera, la ternura de mi madre y la libertad de un enorme patio. Comencé a escribir, o transcribir más bien, después de la partida de cada uno de ellos, las experiencias que desde mi infancia y sentado en un taburete recibí.
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EL CARÁCTER DE EVANGELINA Mi abuela Evangelina Barros era una mujer menuda, de huesos simples, de baja estatura, como si a Dios en la creación no le hubiera alcanzado el barro para hacerla, pero lo que Dios no le dio en cuerpo, el Espíritu Santo se lo regaló en corazón, adornado con una cinta de resabio que le permitía amar y odiar con la misma fuerza y determinación. Vivió sin mayores pretensiones, solo era lo que para su familia fue: el concreto de sus cimientos y el bastión de su casa. Esa noche, aunque ahora no me acuerdo por qué se había quedado sola, puso el revólver de mi abuelo debajo de la almohada, su cama eran tres sacos de fique, cubiertos con una sábana vieja, repletos de billetes, que para la época era toda una fortuna y que eran el pago por la cosecha de café. Un dinero que era más ajeno que propio porque para los campesinos, el café es más una novela romántica que un negocio lucrativo. Se despertó cuando sintió el crujir de una rama y la caída de un peso sobre la tapa de uno de los tanques metálicos que habían quedado de la época de la marimba, donde se almacenaba la gasolina para los camiones y que ahora servía para guardar el agua que se usaba en tiempos de sequía y que estaban pegados a la pared del patio, entonces se levantó con ese sigilo que tienen los gatos a mitad de la noche, sacó de debajo de la almohada el revólver, lo montó, quitó la tranca de la puerta de madera, la abrió lo suficiente para sacar el brazo y apuntando al cielo, hizo tres tiros. Fue ahí cuando escuchó a los perros, con sus ladridos ahogados, correr tras algo que corría más rápido que ellos y que luchaba por volver a saltar la tapia. Cuando los perros dejaron de ladrar cerró la puerta, volvió a su cama, sacó los casquillos del revólver, le metió balas nuevas, lo puso debajo de la almohada y se volvió acostar. Por la mañana, la Sra. Amelia, quien colaboraba con las labores de la casa, llegó angustiada, pidiéndole a mi abuela algo de dinero y el permiso para estar con su hijo en la clínica, al parecer, el muchacho había llegado de madrugada a su casa, con la ropa rasgada y con una pierna rota, mi abuela le alcanzó algo de dinero y le dijo que tranquila, que se calmara, que fuera a ver a su hijo y que ella pasaba después por si necesitaba algo más. ‘Vange’ se bañó, se cambió mientras escuchaba las noticias en la radio, desayunó y salió para la clínica, al llegar al centro médico preguntó por el paciente y por la Sra. Amelia, con quien se encontró en el pasillo y
16 quien iba saliendo a comprar unas medicinas, le preguntó cómo estaba su hijo, le preguntó si el dinero que le había dado le alcanzaba y le preguntó en cuál habitación lo tenían, la Sra. Amelia, ya más tranquila, le respondía con la cabeza a cada pregunta que mi abuela le hacía y le señaló la puerta de la habitación antes de salir. Cuando Evangelina entró, el muchacho que estaba acostado, con una pierna enyesada y alzada, palideció, como si hubiera visto a la mismísima muerte vestida de un color salmón acercarse a su cama. Mi abuela, de pie y muy cerca al convaleciente, sacó de su bolso el revólver de mi abuelo, le apuntó a la cabeza y le dijo: “Agradece que no te mato por consideración con Amelia, pero la próxima vez...”, entonces amartilló el arma que sostenía con firmeza y lo sentenció: “Ya sabe, por mi casa no vuelvas más...”. Volvió a meter el revólver en el bolso y una mancha húmeda fue creciendo en las sábanas que cubría al paciente. Evangelina lo miró con una chispa de satisfacción y remató: “El cobarde sólo amenaza cuando está a salvo. Dígale a la enfermera que lo cambie y le dice a su mamá, que pase por la casa si necesita algo más. Que se mejore”.
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TERCER PUESTO CATEGORÍA CUENTO ADULTO
LÍA MARGARITA RODRÍGUEZ PALACIO
Nació en agosto de 1987, oriunda del municipio de Distracción. Ingeniera Industrial de la Universidad del Norte de Barranquilla con una Especialización en Estado, Políticas Públicas y Desarrollo de la Universidad de los Andes. Desde el año 2010 reside en Bogotá D.C., en donde ejerce su carrera profesional. Al encontrarse en medio del frío capitalino y de la distancia natural que imponen las personas del interior en su trato diario, decide escribir para retomar su propia voz que descubre perdida para entender los anhelos que su alma alberga. Su mamá diría que muy terca. Hija de Hernán y Loyda –dos seres increíblemente bondadosos–, y hermana de ‘Chepe’, quien bien podría ser un personaje mítico y de leyenda. Vive con los dientes resfriao’s de tanto reírse. Es una montonera de signos de exclamación, alegría desbordada y carcajada escandalosa.
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INFIERNO A veces parece mentira que sea yo sentada detrás de esta mesa, que sea una persona de carne y hueso. Hay momentos en los que parece que es alguien más viviendo en este cuerpo, como si cada una de mis experiencias las viviera de forma separada entre mi mente y la materia que la soporta. Me pregunto si no seré el personaje de algún cuento, si mi historia desbaratada tendrá algún día un final feliz. Pensándolo bien, sería más fácil ser un personaje de ficción, con una historia creada y editada al gusto de su autor. Sería más fácil contar mi historia, que los demás me conozcan, pero no, nadie me conoce, sólo me imaginan. Imaginan que soy muy divertida, descomplicada, que soy lo que ven, porque ven un personaje, una imagen parcial y desvinculada de la realidad. ¿A cuántas personas más les sucederá lo mismo? ¿Cuántas almas rotas caminan a mi lado disimulando que nada ha sucedido? ¿Me puedo comparar con ellas sabiendo que todos somos tan particulares, que cada experiencia es distinta? Ciertamente todo el mundo tiene un trabajo, tiene pareja, negocios, bailan, cantan… pero ¿se toman todos los días la taza de café con la misma tristeza con la que la hago yo ahora? ¿Se llenarán de impotencia y les dolerá la mandíbula tanto como a mí de tanto apretar los dientes por esta ansiedad acumulada? ¿Harán el ridículo con la persona que les gusta al no poder controlar el miedo? ¿Se cuestionarán, como yo, por qué nadie se detiene a preguntar por la causa de lo invisible, de aquello que aunque no ven perciben como extraño? ¿Ahogarán, como yo, la rabia y el dolor en atracones de comida y montañas de chocolates? ¡Ja! Como si uno pudiera comerse los miedos de esa forma cuando finalmente son ellos quienes me devoran desde adentro. Mi mente esconde recuerdos de mi memoria para protegerme, curiosamente es precisamente lo que la vida no ha hecho conmigo. Pero aún así, vienen a mí en esta y algunas otras noches. Me cuesta dormir; mi mente da vueltas sin poder parar y no consigo apaciguarle. Hay en mi cabeza un millón de cosas por decir, miles de libros que aún no se han escrito. El infierno soy yo, es tener que lidiar con tanta carga yo sola. Tal vez la mitad de mis 80 kilos son esas imágenes, pero las siento como un millón de toneladas de vidrios partidos en pedazos minúsculos sobre
19 mi espalda. Yo vivo en este infierno pero estoy segura que el diablo eres tú, no podría ser otro. O quién más se atrevería a vulnerar la inocencia de una niña de esa manera. Pero si todos tenemos un cielo y un infierno y tú eres el propio diablo, me pregunto cuál será tu infierno y quién será tu verdugo. Y si aún no lo tienes quisiera postularme para el cargo, de todas formas ya he pensado en un sinnúmero de maneras en las que merecerías ser toturado. De hecho, podría escribir una guía práctica al respeto, algo así como un ‘Manual para matar al diablo’. ................................ En mi mente recuerdo aquella mañana; era un día cálido, por no decir ardiente, con el típico e imponente sol que caracteriza a La Guajira. Estábamos en la casa de mi abuela con sus espacios grandes y su patio lleno de matas verdes y flores coloridas. El cielo estaba despejado, como casi siempre en este lugar que la lluvia poco visita. Es la casa con la que sueño, con una terraza tan extensa que bien podría construirse otra casa en su entrada. Estaba llena de cuartos, puertas y ventanas y por eso nos gustaba a mis hermanos y a mí para jugar a escondernos y se prestaba también para las confusiones que creaste. Ese día, como muchos otros, jugaste con nosotros; una montonera de niños chiquitos, pelaitos, jugando con un adulto, pero a nadie le despertó sospechas. La casa estaba llena de gente que iban a comprar las arepas de reconocido renombre preparadas por mi abuela, mujer hermosa de piel blanca y cabello negro, siempre de labios pintados de rojo o morado, con un regaño en la punta de la lengua listo para quien no supiera comportarse. Las arepas eran del maíz que cultivaba mi abuelo y que sus hijas molían en la madrugada, y queso de la finca del viejo ‘Lucho’, nuestro vecino. Pero el secreto estaba en la táctica de amasar y en el anís en grano que le ponía un toque perfecto de dulce. Hoy a mis 40 años y en tierras frías alejadas de mi pueblo, aún desayuno con esas arepas que luego mi madre me enseñaría a preparar. Mientras mi mamá ayudaba a atender la clientela, nosotros jugábamos y corríamos por toda la casa. No necesitábamos cuidanderos, para qué si no salíamos del lugar donde vivíamos. Julián, mi hermanito que en ese entonces tenía 5 años, era el tímido de los 5 hijos de Lucía, mi madre. Ese día sólo llevaba un calzoncillo azul y una camisetica roja sin mangas para soportar el calor y unas chancletas negras que le dio mi
20 padrino de Navidad; esos son los colores que ahora detesto. Cuando lo encontraron ya hacía un rato que había muerto. Dijeron que se había asfixiado en medio del canasto de ropa sucia cuando jugábamos al escondido. Pero yo vi cuando tú le tapaste la nariz y la boca hasta que ya no pudo más, y me dijiste que lo estabas ayudando a dormir y que no le contara nada a nadie porque lo iban a regañar. Yo tendría dos años, qué iba a saber que mi tío favorito estaba enfermo de maldad. Nadie cuestionó que fue un accidente y en un pueblo donde no llega ni el agua ni la ley, mucho menos se hacían autopsias. Mi mente enterró esos recuerdos en el lugar de las cosas que se destinan al olvido, que hacen tanto daño que es mejor creer la mentira que te impongan. Pero las imágenes fueron apareciendo poco a poco. Al principio pensé que las había captado en sueños o que eran apartes de una película que había visto en algún momento. Y me causaban angustia y miedo. ¿Es raro, no? La manera en que recuerdos de tu propia vida se ocultan a quien precisamente vivió esos momentos. Por eso creo que la mente y la memoria tienen también su propia infancia hasta que se desarrollan y comprenden su papel en la experiencia humana. Poco a poco me fueron revelando que sí, que todo eso pasó ahí frente a mí, que no era una película, mucho menos un invento. Fue así como 25 años después comprendí que nunca has sido bueno, que tus juegos no fueron para nada inocentes. Y creo que ya todos sabemos que cuando vas atendiendo la causa de un dolorcito, va naciendo otro y de ahí nació esta carga, de ver que a nadie puedo contarle. Ya para qué, si sé que sólo lastimaré a quienes más quiero, porque también entenderán, como yo, que pudieron evitarlo, que pasó en sus narices y no se percataron de los demonios que ese ser llevaba dentro. Si hablo, el mundo, mi mundo, se llenará de culpas y este dolor que ahora sólo está conmigo se multiplicará como plaga y estaremos todos enfermos de rabia, de impotencia, porque ya no podremos hacer algo para cambiar lo sucedido. Este es mi infierno. Los infiernos no deben multiplicarse. Por eso escogí esta soledad, así, autoimpuesta, para no tener que hacer parte en el fuego en el que tú como demonio quemas a otro, porque sé que este dolor es insoportable. Pero, ¡un momento!, me asalta de repente un duda; ¿seré yo el diablo de alguien? ¿Cuánto infiernos existen? Ciertamente tantos infiernos como personas hay. Todos tenemos uno y es posible que todos seamos demonios porque en esta tierra de nadie no hay ángeles.
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PRIMER FINALISTA CATEGORÍA ADULTA
YASIR ANDRÉS BUSTOS
Oriundo del municipio de Maicao. Sus estudios los compartió en la Escuela Urbana Mixta Loma Fresca, el Colegio Departamental de Bachillerato San José y el Liceo Luis A. Robles. Licenciado en Etnoeducación de la Universidad de La Guajira y actual docente de wayuúnaiki de la Institución Educativa Indígena No. 4 sede Majayutpana, en Maicao. Autor de textos para el aprendizaje del wayuúnaiki, ponente en congresos nacionales e internacionales y escritor de varios cuentos de línea indígena.
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EL AROMA DE LOS CORRALES Han pasado tres años desde su llegada, no recuerda el día que pisó por primera vez el suelo polvoriento de este lugar, ya dice ser wayuú, blanco por un pariente de su padre, aprendió wayuúnaiki y a veces echa chistes de su nacimiento en una ranchería de la Alta Guajira. Ajaa Tasipü, le dice el señor Lisa cuando lo ve hablar. Él se enamoró de nuestra lengua, comentan las doncellas. No se sabe de dónde vino, lo cierto es que llegó para quedarse, aprendió a escuchar las voces de nuestros antepasados detrás de los matorrales y a sentir sus pasos cruzando los caminos. Le gusta el monte, dicen sus amigos, cada vez demora más en verlos, no quiere salir a la ciudad, le molesta el ruido de las calles y el humo de los carros, ya lo suyo son los burros y los caminos de herradura. ¿Algún día piensas irte? –le preguntan–, él sonríe y dice sentirse tranquilo y cuidado por los dedos espinosos de las tunas y cardones. Ayer se encontró a una doncella en el jagüey, no dudó en ayudarla a llenar los cantaros de agua, yo puedo sola –comentó la dama–, pero aceptó el gentil gesto para volver rápido a casa, su padre es celoso, no le gusta verla hablando con extraños, pero eres de los nuestros –le recordó la mujer–, así decía su padre, le caes bien, dijo la hija de Lisa. Con una sonrisa la acompañó a casa mientras ella le hacía la pregunta que intranquilizaba a todos –la cual nunca respondía– ¿Por qué amas tanto nuestra cultura? Con un gesto picaresco en sus mejillas y con el ánimo de hablarle de amores le comentó su más preciado secreto, “Al sentir el aroma de los corrales, el jagüey y la inmensa sabana, la mezcla de humo destilada por los carros entristecen mi alma”. Su deseo era comprender los pensamientos del wayuú”, pues eran diferentes, quizás ocultos a la mirada del mundo. Le daba dolor ver esa tierra mágica perdida por el abandono de sus propios hijos. Ya las voces de los viejos no se escuchan en las noches de verano con frecuencia y, al perecer, toda esa hermosa tierra en algún momento se convertiría en una oscura vereda. Este lugar estupendo debemos de cuidarlo con gran celo, –decía al caminar– los animales se están acabando, los niños no les gusta pastorear y los viejos han dejado de sembrar, puedo sentir el gemido
23 del bosque llorando aquellos tiempos donde todos comían de sus cosechas. A él le habían contado que desde las primeras canciones ese territorio fue uno solo hasta Maicao, no había cercas de alambres, la mirada se perdía en los cientos de caminos de la infinita sabana. “Es triste ver las costumbres perderse, el agua acabarse y el pasto negándose a crecer, cada vez la sequía es más extensa y las aves no han vuelto jamás, parece ser que hasta Juya y Mma nos dieron la espalda. Quiero ver otra vez corriendo en las venas de los niños wayuú ese amor por la tierra que los vio nacer, la misma que muere en el olvido y el silencio”, concluyó el joven. Al enterarse la hija de Lisa de la verdad, se conmovió hasta su interior y no dudó en invitarlo a tomar café, parece que se enamoró de su cristalino pensamiento, lo llevó a encerrar los chivos y le invitó a sentarse en la fogata. Ya es de noche –dijo la doncella–, quédate en casa y mañana regresa a los tuyos. Así podrás escuchar las historias de mi abuela, son hermosas y hacen enamorar a todo aquel que las oye. Esa noche no se apartó ni un instante de la señora Rosa Amira, atento y sin parpadear, se asombraba al escuchar cuando la tierra producía a montones, la carne de caza los alimentaba y la lluvia demoraba poco en visitarlos, hablaba de aquellas dulces melodías entonadas por las aves del amanecer, con algo de nostalgia recordaba esas épocas de antaño de su niñez, esas de aquellos tiempos que no regresarán, para ella fueron años dorados de su vida. La anciana anhelaba ver escrito ese pasado con letras de oro, así sería recordada hasta que las estrellas cayeran del cielo, su sueño era escuchar en los pasillos de la eternidad esas historias de tiempos lejanos sobre Majayutpana. Impactado en su corazón, esa noche pudo caminar en sueños esos eternos caminos de épocas pasadas, no quería despertar sin tomar agua del jagüey, algo de chicha ácida y contar las estrellas del cielo oscuro. En la madrugada, al aclararse el cielo, se marchó con el corazón inflado de ilusiones, dicen que aún sigue escribiendo aquellos relatos oídos en la eterna noche de la ‘Tierra de las Señoritas’.
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SEGUNDO FINALISTA CATEGORÍA CUENTO ADULTO
JOEL PEÑUELA QUINTERO
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SERVICIO CONTRA ENTREGA DE PAQUETES A DOMICILIO Por Perol de Lata. La bonita me sonrió al verme. Yo le correspondí. Era una muchacha de veinte años más o menos. Yo tenía cuarenta y tres. Venía envuelta en una minifalda negra espectacularmente ceñida, unos zapatos de tela del color de la falda, una blusita beige, escotada, que afortunadamente permitía verle sus abundantes senos redondos mientras intentaban salirse de su montura, pelo castaño corto, cejas pobladas pero finamente depiladas, la nariz era aguileña, era lo único que no pegaba en ese marco bonito de su cara ovalada. Era delgada pero no del todo flaca. Estatura mediana. Caminaba sin prisa. Yo estaba sentado, tomando una limonada en la mejor refresquería del barrio. Después de un largo día de trabajo sentí la necesidad de hacer esta parada antes de llegar a mi casa, que no estaba lejos de allí. Había terminado como a las cinco y media de la tarde de listar todos los pedidos de verduras que debía entregar al fin de la semana. La bonita pasó a mi lado, se acercó al mostrador y pidió dos gaseosas. Tomó su pedido, pasó por delante de mí, me sonrió de nuevo, puso las dos gaseosas en una mesa al lado de la mía y acomodó todo su pertrecho sugestivo en una de las sillas. Iba a romper el hielo y conectar con ella, pero se atravesó otra muchacha, más joven pero definitivamente menos bonita. Llegó y se sentó a su lado sin ni siquiera mirarme, tomó un largo sorbo de una de las botellas y comenzó a decirle algo a su amiga. Las vi sonreír una y otra vez, la bonita me miraba de vez en cuando, pero seguía concentrada en lo que le decía su amiga. La segunda se quedaba callada mientras la bonita abría su boca en un gesto de asombro. Me di cuenta que mi hielo tendría que esperar para romperse. Alargué mi limonada lo más que pude esperando un momento propicio para ver si podía sacar algo más que esa sonrisa inicial. Todo parecía indicar que las cosas no pasarían a más, sin embargo cuando ya estaba cancelando la limonada, la bonita se acercó. ¿Me puedes dar un minuto? Preguntó como si nos conociéramos antes. Claro –dije feliz– un minuto es suficiente para comenzar. ¿Sí? Yo también pienso lo mismo. Dijo mientras me recibía el celular. Se retiró como seis pasos para lograr algo de privacidad. Miré a la segunda mujer que todavía estaba sentada. Mordisqueaba un pedazo de pudín que había dejado la bonita. “Definitivamente no se pueden comparar”, pensé mientras recibía mis vueltos. Me senté de nuevo en mi sitio, me dediqué a jugar con el agua que había dejado el vaso de mi limonada, que todavía
26 estaba en la mesa donde me había sentado. La segunda chica me miró pero me hice el desinteresado, ella leyó bien las señales y devolvió mi mensaje mirando hacia el otro lado. La del teléfono estaba como intentando convencer a alguien de algo porque se veía caprichosa y se alcanzaba a escuchar cuando decía “ay, oye, no seas malo, yo te compenso con dos catiritas después”. En ese momento supe que eran venezolanas. En aquellos días, Riohacha comenzaba a llenarse de venezolanos que a causa de la terrible situación en su país, venían a La Guajira buscando mejores opciones. Entre ese enjambre de inmigrantes llegaron muchas muchachas que comenzaron a ofrecer el servicio de entregas a domicilio. Aunque era un servicio prepago, era muy bueno, de acuerdo con los usuarios. El cliente cancelando una módica suma de dinero, ellas se encargaban de recibirle el producto, estirarlo, envolverlo y dejarlo satisfecho, en la dirección que el cliente indicara. Debido al cambio entre las monedas venezolana y colombiana, a los clientes colombianos les resultaba muy barato acceder a este servicio venezolano, al punto que algunas de las empresas ubicadas en Riohacha, decidieron despedir a algunas trabajadoras colombianas y contratar el servicio con las operarias del país vecino. Además de los precios más baratos también era importante el servicio al cliente. El producto era muy bien tratado, me contaron algunos clientes que contrataban el servicio con frecuencia. Incluso uno me dijo que si un cliente estaba muy empaquetado, podía recibir un servicio “dos por uno”, lo cual consistía en que si el cliente lo deseaba y pagaba el sobrecosto, la empresa le amarraba dos paquetes y se los enviaba como uno. También decían los usuarios que las catiritas se tomaban el tiempo para hacer las cosas sin tanto afán, pero especialmente, bien hecho. Ese día en la refresquería, al ver el visaje de las dos venezolanas, supe que me encontraba frente al servicio de entregas referido. Yo tenía algunas entregas atrasadas con la empresa vieja, porque en esos días, precisamente, me estaba mamando gallo. Unos días antes me había dejado con los paquetes en las manos, lo único que se le ocurrió decir fue: “ando sin gasolina”. Otro día le había solicitado que empacara mi paquete, pero solo me dijo: “hoy no puedo porque me llegó la supervisión”. La peor excusa fue cuando le reclamé por su demora y escuetamente me dijo: “Tenemos un problema de motor”, ¿qué es eso? –pregunté en aquel momento–, pero nada me había dicho. Sin embargo, no todo era malo con la empresa vieja, pues debido a que me había proporcionado el servicio por varios años, al final uno termina acostumbrándose y sí, en verdad estaba bastante acostumbrado. Aunque en honor a la verdad, sí, contemplé
27 la posibilidad de contratar el servicio, aquel día de la refresquería, así fuera momentáneamente, mientras evacuaba todo ese cachivachero que tenía acumulado, pero me detuvieron las condiciones del contrato con la empresa vieja. El día que había firmado el contrato con ella, yo estaba tan desconcentrado que no había leído completamente el articulado y ha sido tradicional de cualquiera de estas empresas, meter en letra menuda unas condiciones muy complicadas, así que cuando después leí el contrato con una lupa en la mano, ya estaba metido hasta el cogollo y salir de allí me salía más caro que seguir metido, así que arreglé el asunto de la mejor manera: yo asumiría mi contrato pero le sobrecargaría lo más que pudiera con mis paquetes, si no podía deshacerme de ella, le cobraría bien caro su insolencia de amarrarme a su manera. Al mirar a la operadora del servicio de contra entrega, –se llama contra entrega porque eso era así: dando y dando– me vino a la mente la compañía con la que tenía relaciones desde hacía varios años, a pesar de algunos detalles como los mencionados, sumando y restando, esta empresa se había mostrado seria en el proceso, y en estos casos pensé: “más vale vieja conocida que catirita por conocer” y desistí de inmediato. Al llegar a casa, entró una llamada desconocida. Buenas tardes –dijo un hombre al otro lado de la línea–. Sí, ¿En qué le puedo servir? “Mire… bueno… yo… mejor dicho, me dieron este número para que llamara. Necesito enviar unos paquetes, son tres y necesito tres operadoras que vengan de inmediato”. Ah, mire, creo que se equivocó de número, yo no estoy en el servicio de entregas, contesté. ¿Ah?, qué pena, disculpe –respondió–. Casi no colgaba la llamada cuando otro nuevo señor solicitaba el servicio de entregas a domicilio y luego otros y otros más. Ey, qué buen negocio es este –pensé– pero al día siguiente una llamada desde Cartagena fue la que me alborozó por completo. Señor, muy buenas tardes, –sonaba interesante, la voz parecía ser de una persona muy bien educada y hablaba con el estilo propio de los grandes negociantes–. Soy propietario de una agencia de viajes ubicada en la ciudad de Cartagena. Formamos parte del negocio de turismo todo incluido. El motivo de mi llamada es porque necesitamos un socio en La Guajira y nuestro contacto en la zona nos refirió su número. Deseamos conocer su infraestructura porque requerimos alrededor de treinta operadoras al día, con una utilidad del treinta y cinco por ciento para usted. Le recuerdo, además, que pagamos las tarifas internacionales. ¡Esto es mejor que vender repollo! –Se me vino a la cabeza–. Yo sé oler los negocios buenos. Este lo era. Una cosa es ser cliente de una empresa, otra bien distinta era ser el dueño de ella, y por cierto, el responsable
28 del control de calidad. Las cosas podían funcionar. No solo conocía bien la ciudad, sino que podía ayudar a solucionar un problema social internacional, la ciudad estaba cundida de catiritas buscando una oportunidad. Solo tenía un asunto que me devanaba los sesos: ¿Cómo incursionar en el servicio contra entrega de paquetes a domicilio, sin afectar mi vieja relación contractual?
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PRIMER PUESTO CATEGORÍA CUENTO JUVENIL
DEIBIS AMAYA PINEDO
Nací el 4 de febrero de 1985 en Riohacha. Egresado del Colegio Nacional Almirante Padilla en el año 2001. En el 2004 me trasladé a Valledupar a cursar primer semestre de Ingeniería de Sistemas en la Universidad Popular del Cesar. Desde entonces adquirí un apetito voraz por la literatura y por escribir cuanta ocurrencia atravesara por mi cabeza. Dejé de lado los algoritmos y me empeciné en la escritura como antídoto para mitigar la nostalgia que me embargaba cada noche en esa tierra desconocida para mí. Allí pertenecí al grupo de cultura Raúl Gómez Jatin en mi corta estadía universitaria. En Riohacha me descubrí nuevamente como escritor. En estos momentos curso primer semestre de Licenciatura de Etnoeducación e Interculturalidad en la Universidad de La Guajira, mientras preparo una compilación de cuentos cortos que pienso publicar a finales de octubre. ‘El sueño del palabrero’ es un relato corto que precisa la hermosura de la muerte y la capacidad que tenemos todos para recrear nuestro propio destino.
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EL SUEÑO DEL PALABRERO (PUTCHIPUÜ) Agobiado por el sueño repetitivo de los alcaravanes blancos y la fragilidad de un reposo que no lograba cuajarse completamente dentro de sus ojos, aquella mañana de octubre Francisco Epieyú se incorporó súbitamente cuando escuchó el canturreo distante de los flamencos dorados retozando de amor en los charcos de salitre. Era un wayuú milenario de mandíbula dura y manos tibias, diminuto y compacto, cuyo oficio de palabrero había heredado por un extraño cruce de coincidencias hereditarias en algún tramo ancestral del destino y no por voluntad propia, y en el cual terminó desempeñándose con ávida pasión desde que había abandonado la vergonzosa costumbre de orinarse la cama cuando cumplió los dieciocho años. Vivía en una minúscula casa de barro sin ventanas y sin jardín, incrustada en un paraje inexacto e inhóspito de Uribia, en medio del sofocante calor de una geografía olvidada por Dios y la algarabía silenciosa del mar desbocándose de felicidad contra los castillos de sal que se fabricaban por orden divina en la orilla de la playa. Tenía la piel lapidada por la inclemencia del sol y el rostro agrietado por la nostalgia infernal que aún le producía, su rotunda decisión de haberse empeñado desde muy joven en vivir una vida completamente ordinaria, sin alguna circunstancia excepcional que pudiese recordar con exactitud antes de consumirse su último halito de vida. Intentaba conciliar el sueño por enésima vez, cuando un fulgor helado se introdujo en la habitación y destruyó la disciplina de los objetos que estaban organizados con perfección geométrica dentro del dormitorio. El sombrero wayuú con las veintitrés castas bordadas en figuras incomprensibles salió disparado por el aire junto a las gafas oscuras y el collar de la inmortalidad que mantenía su memoria longeva a pesar de los siglos. Acostumbrado a la fatalidad del tiempo y al incesante resplandor de los acertijos que carecen de significado, brindó al asunto la misma importancia que atribuía a las situaciones más complejas de su rutina. Se lavó los dientes con ceniza de fuego virgen y luego se enjuagó la boca con agua de sábila cocida. Hizo gárgaras con los ojos cerrados, mientras planificaba varias de sus próximas visitas en la mente como si las estuviese describiendo en una hoja en blanco. Después desayunó en sigilo. Reposaba la digestión sentado en el chinchorro con las waireñas puestas, cuando un
31 alcaraván blanco se apareció en la puerta y desde afuera lo contempló por varios segundos sin inmutarse. Era inmenso como un pavo bien alimentado y tenía los ojos lánguidos como un muerto reciente. Se ubicó a un lado de la mesita y congeló su mirada sobre los ojos tristes de Francisco. Al cabo de varios minutos, en silencio, otros alcaravanes blancos fueron sumándose al tropel. Uno detrás de otro, formados con régimen militar, se aglomeraron y atiborraron el exterior de la casa, el establo de cabras famélicas y el pozo de medusas desconsoladas. Francisco no fue realmente consciente del imprevisto hasta que se tropezó con uno de ellos y resbaló de forma inevitable, cayendo repentinamente sobre varios alcaravanes que habían ingresado a la sala sin permiso. Los animales espantados trataron de cobrar vuelo, pero los movimientos de sus alas ciegas fueron imprecisos después de la tortuosa sacudida. Con la conciencia endeble, desde el piso de arena, observó la esencia de los objetos suspendidos en el aire y la intermitencia de su cordura apareciendo y desapareciendo en sutiles ráfagas de luz cuando cerraba los ojos una y otra vez. Como pudo logró incorporarse, sujetándose al chinchorro con la poca vehemencia que aún podían fabricar sus brazos y retiró del aire el sombrero que flotaba y rebotaba por toda la habitación. Enrolló una sábana en sus manos y trató de ahuyentar a los animales confusos, quienes corrían despavoridos por todos lados. Apretujándose con inclemencia para evacuar la casa por el mínimo espacio de la puerta, los alcaravanes blancos iban multiplicándose en mayoría astronómica justo en el momento que rozaban entre sí unos con otros. De modo que, solo fue cuestión de minutos para que hubiesen tantos animales enmarañados en el dormitorio como partículas de oxígeno en el ambiente. En ese instante, sobre el tejado de palmas agobiadas por la memoria, empezó a descender una impredecible lluvia helada que regocijó los trupíos de hierro y las iguarayas mágicas que se cultivaban desde tiempos inmemoriales en el desierto de Manaure. Cuando la llovizna cesó, los alcaravanes blancos desaparecieron y un olor a cereza silvestre brotó de la tierra cuarteada e hizo que la casa se desprendiera del suelo y empezará a flotar. Ante su asombro, la pequeña construcción de barro se elevaba lentamente mientras un inminente ruido de bisagras desprendiéndose de sí mismas le sofocaron el alma. La turbulencia del despegue a galope se le introdujo en los huesos y solo entonces pudo sentir todo el miedo acumulado que en siglos enteros había dejado de experimentar por terror a resquebrajar su propia costumbre. Francisco se apresuró y se encaramó finalmente del travesaño como un malabarista romano y se mantuvo con firmeza, incluso cuando sintió el mismo dolor afable en el pecho que lo sacudía violentamente
32 en cada uno de sus sueños de alcaravanes blancos y quiso lanzarse al precipicio de luz para hallarle sosiego absoluto a su destino. Minutos más tarde, cuando la casa tropezó con las nubes pudo contemplar el cielo azul aferrándose a lo más alto de la imaginación para evitar su caída. Vio el desierto impávido trasegando como un moribundo en aquel espacio sofocante de la península donde habría de envejecer y morir y nuevamente envejecer y morir en un ciclo eterno, hasta que sus ojos no pudieron alcanzar ningún objeto visible en la tierra porque estaba tan lejos de este mundo como la plenitud de los recuerdos que han dejado de recordarse para siempre.
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FINALISTA CATEGORÍA JUVENIL
JORGE LUIS VEGA CATAÑO
Nació el 1° de agosto del año 1986 en San Juan del Cesar, es docente y escritor. Ganador de la primera edición del Concurso Ashaja. OBRAS → En la lluvia. → Una historia de amor. → Crónicas de un apocalipsis – Epifanía de una catástrofe. → Crónicas de un apocalipsis- Después del eclipse. → Retratos de un pensador- Libro de cuentos y reflexiones.
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SUEÑO DE MEDIANOCHE Cuando te conocí estabas tan ausente, distante y presente, sumergida en la tristeza, la nostalgia sumisa que le permite al tiempo ser cruel, no podía aceptar que existiera alguien en este mundo intentando anularse a sí mismo por los problemas, alguien que ya no pudiera tomarle gusto a los sabores más llamativos de la vida y alguien que solo veía en colores grises. Cruzamos varias veces miradas y por momentos noté destellos de vida, ráfagas de una energía fulminante acapararon mi atención y fue allí, en ese preciso momento, en el que vi detrás de todo ese montón de chatarra emocional el tesoro más hermoso, unos ojos de jade, puros, con ansias de vivir, de aprender, de experimentar lo que nunca había podido al ser subyugada por la voluntad egoísta de otros. Pero la casualidad es caprichosa y el destino mezquino; esos dos ya tenían un plan, uno capaz de doblegar las creencias más férreas de hasta el héroe más valiente y dejar indefenso al guerrero más fuerte. Fue así como en cuestión de días te despojaron de esa gran armadura oxidada que usabas para protegerte o, mejor dicho, para esconderte. Poco a poco y durante dos largos meses de sorpresivos ataques, de incontables encuentros no programados y de muchas horas compartidas desde el pensamiento mismo y en la distancia, que el muro se derrumbó; fue en ese momento en el que te dejaste llevar, lo deseabas, lo anhelabas tanto como yo; pude sentir la calidez de tus labios, el calor de tu respiración agitada y el fuego que emergía desde el interior de tu alma, buscando un camino para salir incinerando prejuicios y limitaciones de tu ser, pero todo ocurría en mis sueños, noche a noche me escapaba entre espíritus, almas vagas y criaturas de la noche, para ir a verte. La exasperante penumbra diluida entre leves sonidos agónicos invadían la habitación, siluetas con formas sombrías danzaban en la oscuridad, como asechándote, buscando entre lo más profundo del subconsciente, mientras yo esperaba como quien refuerza una puerta, como quien suplica apoyo en medio de un ataque furtivo delirante, y allí parado frente a tu cama pude ver tu belleza sin igual; tu delicado cabello recreaba trazos simétricos sobre la almohada, mientras dormías o intentabas despertar de un mal sueño, fijé mi mirada en tu figura y quedé cautivado, tu cuerpo semidesnudo, tu suave y tersa piel expuesta a la vista me hipnotizó, eras como una obra de arte expuesta al público, eras el fragmento de una sonata perfecta o la representación
35 magistral del mejor artista, eras tú, ahí sobre una cama, agonizando, y yo no podía hacer nada, no podía rescatarte de tu prisión, me parecía absurdo que tu antagónica simpatía pudiera ser la razón efímera de tu desolado olvido. Lo nuestro era algo prohibido, ilegal, sin razón ni proyección, pero la melodía que toca el destino es persistente y atractiva, quiero regalarte mi memoria, mis principios, para que llenes los vacíos de tu corazón, quiero curar tus heridas, hacerte fuerte, enseñarte que sí hay motivos para vivir y para enfrentar al mundo, quiero que te sientas amada, sublime, querida y sobre todas las cosas, quiero que consideres que todo aquello cuanto vivimos, valió la pena. Pero ahora necesito que te levantes, que alces tus alas y despiertes, han pasado tres largos años desde que caíste en un profundo sueño y no soporto tener que llegar furtivo a visitarte a este horrendo hospital, no quiero reprocharte nada, sé que no fue tu culpa, confiaste en alguien más, buscaste un medio para olvidarme pero un error, una distracción y como la bella durmiente caíste en coma, ahí en esa cama atornillada a muchos aparatos que te mantienen con vida, ahí, presa en un mundo de sueños por mi culpa, porque no fui lo que esperabas, porque era media persona para ti y porque te dejaste toda en mí. No sabes cuántas cosas he tenido que hacer para verte todos estos años, si estuvieras despierta hasta reirías conmigo al decirte que me he disfrazado de médico, enfermero, me he inventado enfermedades inexistentes para poder entrar al hospital, gracias a eso he podido verte aunque confieso que me han negado la entrada. Tus familiares creen que estoy loco, pero los entiendo, ellos no saben lo que vivimos y lo que sentimos. Estoy aquí, junto a ti, sin mi cuerpo material, porque perdí el rumbo y cometí una locura, sé que al entrar en tus sueños me reprenderás pero también sé que te alegrarás mucho, no te confundas, no me he suicidado, eso no sería capaz de hacerlo, pero sí fui asaltado en un callejón, caminaba solo perdido en mis recuerdo y me resistí sin medir las consecuencias, y así dos disparos me impactaron en el pecho, fui dejado medio muerto, a esta hora mi cuerpo físico se debate entre la vida y la muerte al lado de esta habitación, solo espero que me logren estabilizar y aunque no es lo que quieres deseo permanecer dormido como tú, porque al verte sé que puedo entrar en tus sueños. Amor. Esta noche te tomaré de la mano y renaceremos juntos en una fantasía perfecta creada solo para los dos; esperame, ya voy, ya casi es medianoche.
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PRIMER PUESTO CATEGORÍA CUENTO INFANTIL
MÍA OMAIRA URIANA IPUANA Wayuú del Clan Uriana, nacida en el corregimiento de Cardón, comunidad de Martinmana, el 26 de octubre 2007. Padres José Gregorio Uriana y Malvina Ipuana Es una niña que se caracteriza por vivenciar sus usos y costumbres, ama su tierra frente al mar, es muy creativa e imaginativa, le gusta leer y escribir sobre lo que ve.
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LA ROSA QUE FLORECIÓ EN MI JARDÍN En el jardín de mi casa floreció una flor y al llegar la primavera se puso muy hermosa y con un color rojo muy intenso. Un día yo regué agua por mi jardín y encontré una rosa marchita y muy seca, me dio tristeza cuando la vi así y quise que floreciera de nuevo, como era en la primavera. Yo no podía resistir su sequedad, así que tuve que salvarle la vida. Todos los días me tocaba echarle agua, yo me asomaba a verla y un día floreció en mi jardín de nuevo y me puse feliz; arreglé mi jardín de flores, plantas, frutas y de muchas plantas mías y aprendí que hay que cuidar las cosas.
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GANADORES CONCURSO POESÍA
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PRIMER PUESTO CATEGORÍA POESÍA ADULTO
LUIS ÁNGEL GONZÁLEZ MENDOZA Nació en San Juan del Cesar un 16 de abril de 1983 y se creció en el corregimiento de Los Pondores. Se desempeñó como Supervisor de Soldadura en minas en diferentes empresas del país, entre los años 2016 a 2018; tuvo la oportunidad de ejercer como docente en un colegio rural con modalidad agropecuaria del municipio de San Vicente de Chucuri, Santander, de lo cual tiene gratas experiencias de vida que considera muy importantes para su rol como habitante del mundo. En la actualidad es casado y quiere seguir alternando su profesión con la escritura de más y mejores poemas.
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EL HAMBRE EN LOS NIÑOS Dispersos, en la soledad del desierto. Sedientos, en la angustia de su esperanza. Así es el dulce paladar inocente que hace más larga su mirada buscando la migaja que se deshace en la criada bonanza opulenta que ahoga su apetito destellante. En su suave grito deja un eco colgado en la impotencia de su melancólico protector que iracunda la prosa al desfigurado pensar. La voz sonriendo al cenit que espera que sus pasos no regresen al sonar la ocre, tierra que logra desvanecer su llanto en sus tostadas areniscas, la cual dibuja su valor y la razón de querer vivir. Y al fin se oye su último quejido, elevarse en las fauces del chulo y del voraz cielo que lo aleja de su dolor. Adiós inocente del desierto, Dios te dará la oportunidad y serás del mañana vida o presa de la alegría herida.
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SEGUNDO PUESTO POESÍA ADULTA
LUIS FERNANDO GONZÁLEZ CALDERÓN Nació en el corregimiento de Los Pondores en el año 1957, población perteneciente al municipio de San Juan del Cesar; desde muy joven, cultivó el amor por la literatura, la pintura y la música, estudió primaria en su pueblo, inició bachillerato en el Colegio El Carmelo de San Juan y culminó en el Colegio Nacional Loperena de Valledupar. Siempre inquieto participaba de todos los centros literarios y de obras teatrales, excelente jugador de fútbol y un conocedor de la política de la región, lo resalta un hecho histórico, cuando fallece el compositor Fredy Molina en Patillal, comienza a escribir canciones y a componer poemas. Posee el título de Técnico de Minas del Infotep; autor de la canción ‘Deja deja’ interpretada por Juan Carlos Ramírez y ‘Chemita’ Ramos Junior, arreglo del cantautor Felipe Peláez, poseedor de una serie de canciones y poemas, orador y autodidacta. Autor del poema ‘Tu linaje’.
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TU LINAJE Quiero sentir en tu cerco
pidiendo de Dios que llueva
esas brisas de ilusión,
para engrandecer tu linaje
esos versos de emoción
de aves que cruzan el flanco,
y el encanto de tu cuerpo.
hilan en tu fantasía
Llora el sol de tus silencios
y entonan tus melodías
en el recuerdo de esa hermosura,
en el entorno del canto.
corre el río en tus verduras vida hay en el desierto
La energía del ambiente
que retrata un buen mensaje
que mueve esas estrellas
lluvia urgida en tus paisajes
de la que brota la grosella
del encanto del momento
que engolosina el ser viviente.
IV
Dame un amago de paz,
Tan engreída y tierna
dame un dulce de tu lecho
finge tu sentir
en el aroma de los helechos
y en tu voz el gemir
que enrazan la amistad.
del quebranto de las penas. V Hermoso el plumaje lo que por dentro lleva
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PRIMER LUGAR CATEGORÍA JUVENIL
JOSÉ LÁCIDES DUARTE EPIAYÚ
De Hatonuevo, La Guajira.
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HÁLITOS DE ESPERANZA Te escribo a ti, que te denominan Nación,
¡resistan hermanos! Esto aún no acaba,
aunque te encierras en fronteras de papel y concreto,
no tenemos mucho, pero lo poco que
mis sonetos contarán tu aflicción
tenemos nos alcanza.
y también los llantos de tus hijos en secreto.
Nuestras lágrimas se envisten de silencios,
Aún tenemos vida,
nuestras sonrisas de promesas utópicas
y nos basta el corazón, para seguir día a día, luchando contra la extinción. Las manchas en la piel, cuentan nuestra historia,
para soñar despierto no hay precio más que perseguir y culminar aquello que edificas. Aún podemos seguir,
allí permanecen impolutas en las letras
somos el cultura,
nuestras decadencias y glorias
somos el cometa que señala el curso de nuestro vivir,
y también las danzas de nuestros sueños de forma perfecta. Desde las montañas de arena,
Hálito
de
nuestra
forjemos y diseñemos el valor de nuestra envoltura
hasta las olas del mar, desde las huellas de la princesa negra, hasta los cerros de sal. Prevalece la palabra, tejiendo senderos de esperanza
libres al viento, sin cadenas ni ataduras.
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POETAS INVITADOS AL
VII ENCUENTRO LITERATURA AL MAR INTERNACIONALES
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ZAIRA FRANCO DE MEXICO Cantante y compositora mexicana que gusta de musicalizar poesía, consciente de que la unión de estas dos grandes expresiones del ser humano es una poderosa arma para difundir la belleza y la reflexión. Sus estudios de Literatura Alemana siembran en ella la necesidad de contenidos poéticos en sus letras. En su primer disco titulado ‘Tumbalá’ musicalizó poesía de Octavio Paz y Jaime Sabines. Ha participado en el VI Festival de Poesía Ignacio Rodríguez Galván 2016; en el primer y segundo Festival de Poesía José María Heredia 2018 y recientemente en el Festival Internacional de Poesía de La Habana 2018. Con este concepto músico-poético se ha presentado en diversos países de Europa y América Latina. Para la creadora de la vida, nuestro más grande tesoro. Dentro de creaciones por el agua, de Fundación Helvex.
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NANDÁ: Agua, agua, agua, agua
Tikuí, el sol te renueva
Agua, agua, agua, agua
Tikuí, eres nube del cielo Tikuí, la divina presencia
Nandá, respirar de la vida
Atl, ya caes del cielo
Nandá, roció del amanecer
Atl, te absorbe la arena
Nandá, perfume de humedad
Atl, te pedimos perdón
Nandá, todo cuerpo es agua
Atl, luz de esta tierra Tikuí, fuente de vida
Nandá, nandá
Tikuí, subterránea riqueza
Nandá, nandá
Tikuí, océano del mundo Tikuí, ríos de leyendas
Nandá, humedad que da vida Nandá, tu paz llena mi alma
Ha, belleza perfecta
Nandá, suspiro al viento
Ha, un copo de nieve
Nandá, brisa marina
Ha, un cenote sagrado Ha, agua floreciente
Nandá, nandá Nandá, nandá
Nandá, nandá Nandá, nandá
Todo cuerpo intercambia su agua al viento Todo cuerpo intercambia el agua del viento
Tikuí, el viento te eleva
Todo cuerpo intercambia su agua al viento Todo cuerpo intercambia el agua del viento
50 Tikuí, limpia mi cuerpo
Agua, agua...
Tikuí, purifica mi alma
Divina presencia
Tikuí, renueva la vida
Belleza perfecta
Tikuí, manantial que alimenta Ha, Tikuí, Atl, Nandá Manantial que refresca Manantial que da vida
Ha, Tikuí, Atl, Nandá
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ALEJANDRO CAMPOS GÓMEZ DE MÉXICO
Nació en la Ciudad de México, donde cursó primaria, secundaria y llegó hasta 5° semestre del medio superior. La música fue herencia familiar, ya que su padre fue mariachi y enseñó a sus hijos mayores, los cuales a la vez le enseñaron a tocar la guitarra. Empezó a componer canciones a los 13 años por hobbie hasta los 18, cuando empezó a dedicarse a la música de investigación, yendo a las poblaciones más alejadas de la sociedad, documentando sus tipos de música, instrumentos, dialectos, deidades, costumbres, etc. Fue hasta los 23 que se dedicó de lleno a la música al reencuentro con su padre en Cancún, el cual lo indujo a tocar en la música de mariachi; teniendo inquietud por aprender a tocar otros instrumentos fue que incursionó como músico en el Ballet Folclórico Nacional de México durante 4 años, para posteriormente intervenir en varias bandas musicales como música Veracruzana, Andina, Rrío Romántico y formó una agrupación familiar llamada ‘Kimbaya’, después fue solista y hombre orquesta tocando 4 instrumentos simultáneamente, luego fue maestro de música en el Colegio de Música ‘Montes de Oca’ del 2000 al 2002, grabó su primer disco en el 2003 y posteriormente sacó otros 3 discos. Organizó el Concierto de Tierra Mestiza uniendo a más de 25 músicos y artistas de diferentes géneros, participó como artista en el Encuentro de la Hacienda de la Palabra que se llevó a cabo en Ecuador en agosto del 2018 y acaba de participar en el segundo Encuentro Internacional de Poesía y Arte que se realizó en Salta, Argentina, en marzo del 2019. Actualmente se encuentra trabajando como arpista en un hotel de la Riviera Maya por las mañanas y se hizo miembro del Consejo Ciudadano de la Casa de la Cultura de Cancún, Quintana Roo. Está por terminar su primer libro de poesía, teniendo acumulado 30 poemas y está esperando el Encuentro Internacional de Literatura al Mar 2019, que se llevará a cabo en La Guajira del 3 al 10 de Junio.
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VOLVÁMONOS (Canción) Empezamos como todo un cuento de hadas
Volver a conquistarte sin perder ningún instante
con la felicidad yo te amo, tú me amas.
inventando mil caricias que sin duda será fácil
Teníamos un mundo de ilusiones
porque existe un lazo fuerte entre los dos.
hermoso sentimiento que solía dedicarte mis canciones. Después llegaron las turbulencias tormentas de desconfianza.
celos
y
empezaron a morir mis alegrías se derrumbaba el mundo que te construí con sueño y añoranzas. Volvámonos ajenos para volver a empezar pongámonos de acuerdo y no lastimarnos más tomados de la mano, olvidando el pasado sanando las heridas que te hice por tratar de ser siempre el maduro que tenía razón. Volvámonos la risa que olvidamos tiempo atrás que el tiempo va deprisa y no es buena amistad.
Empecemos nuestras almas
desnudando
sin vulnerar la intimidades de nuestra cama te cantaré canciones al oído poniendo lo malo que nos pasó en la nave del olvido. Volvámonos ajenos para volver a empezar, etc… Volvámonos pecado sin profanar ningún lugar estando a tu lado, juntos ante la adversidad volvamos a intentarlo, volver a enamorarnos hilando nuevos sueños deteniendo el tiempo cuando estamos abrazados haciendo el amor. Volvámonos enfermos de locura y de pasión.
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MAIRA DÍAZ
CANTANTE, COMPOSITORA Y POETA MEXICANA Sus estudios de música los ha realizado en la Escuela de Música Sacra del estado de México.
POEMA Como me dueles como me juzgas como me limitas ¿Cuándo entraste en mí ser? ¿Cuándo te alimenté? ¿Cuándo te veré morir?
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JOSÉ LUIS ÍÑIGUEZ GRANDA, DE ECUADOR
De Loja, Ecuador, 1996. Gestor cultural, narrador, poeta, orador y estudiante de Derecho en la Universidad Técnica Particular de Loja. PRINCIPALES PREMIOS Y RECONOCIMIENTOS • Becado para representar a Ecuador en el II Foro de Jóvenes Líderes: Juventud y Objetivos del Desarrollo Sostenible, Argentina, 2018. • Mérito Cultural ‘Francisca Loor Arteaga’, 2018. • Mérito Literario ‘Dr. Benjamín Carrión Mora’, 2017. • Personaje de Poesía. Perú, 2013. • Orden José María Arguedas en el Grado de Gran Gestor y Promotor Cultural. Perú, 2013. • Premio Honorífico del Concejo Municipal de Newark, New Jersey, EEUU. 2012. • Campeón Provincial (2012) y Vicecampeón Nacional de Oratoria (2016). • Finalista del I Concurso Internacional de cuento breve ‘Cada loco con su tema’. México, 2013. •Triunfador del IV Concurso Provincial de Cuento, Loja 2010. PUBLICACIONES • Articulista de los diarios Crónica, La Opinión del Sur, El Mercurio y Centinela, Ecuador. • Autor de la plaqueta literaria ‘Irrupciones y disonancias’. • Publicación de narrativa y poesía en revistas y antologías de Ecuador, España, México, Chile, Perú y Argentina.
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DES/MEMORIA Eres luna morena que camina -etéreaentre mi niebla existencial. Habitas mi memoria desde que ya no tengo memoria, desde que un témpano paraliza el reloj de nosotros, y marca nuestra hora para siempre. Solo el aullido de un lobo lacerado irrumpe la niebla, la hora y esta desmemoria.
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LUZ MARÍA LÓPEZ DE PUERTO RICO
Poeta, narradora, editora, traductora y gestora cultural internacional. Autora de cinco libros de poesía. Editora y compiladora del libro ‘Voces Poéticas de Nuevo Siglo’, Kafla Intercontinental, (2016). Editora de seis antologías internacionales. Poeta publicada en la ‘Antología de Poesía Caribeña’, autores selectos de diez países (Showwe Information Co., Ltd., 2018); ‘Seis Importantes Poetas Contemporáneos del Mundo’, antología poética de seis autores premiados en La Cumbre Internacional de Poetas de Dhaka, Bangladesh (Adorn Book, 2017), otros libros de poetas selectos y múltiples antologías internacionales multilingües.Sus poemas han sido traducidos a veinte idiomas y publicados en prestigiosas revistas literarias en América, Asia y Europa. ‘Premio de Literatura Kathak’, Bangladesh (2017); ‘Shaan-E-Adab’ (Orgullo de la Literatura), XI Festival Internacional de Escritores, Udaipur, India (2016). Presidenta del Comité Académico de la Feria Internacional del Libro Eugenio María de Hostos en Mayagüez, Puerto Rico. Presidenta Honoraria del Encuentro Universal de Escritores ‘Vuelven Los Comuneros’, Colombia (2017). Participante de la Feria Internacional del Libro Ekushey - Dhaka, Bangladesh (2017); Feria Universitaria del Libro (FUL) – Toluca, México (2017); Feria Internacional del Libro del Bronx Nueva York (Lacuhe): Ponencia literaria en el Coloquio Internacional del Festival del Caribe en Santiago de Cuba. WFP- CED.
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HORAS MUERTAS Dejamos de existir
amena o discordante
y es como si hubieran amanecido ayeres
donde las palabras llevan sueños a cuestas.
amontados en las manos y los ojos
Disimulos tantos
respirando con vida
y dejamos de existir
trasnochados siempre ¡Dejamos existiendo!
de
existir
también amor del bueno
aun
pero sin rabia alguna ni el deseo de amanecer otro día juntos
porque nunca fuimos un altar sino esa pronosticando
catacumba
muerte anunciada. Dejamos de existir
porque ya vivimos tantas veces
¡aun existiendo!
estas mismas horas muertas
en la intención de hallarnos
que no caben lápidas para tanto entierro.
siempre a contratiempo.
Mejor un parto nuevo la bella posibilidad de otro olvido un amor acandilado o quizá ninguno, ninguno que me recuerde que existimos en la brevedad de los minutos cuando todo es toque de queda un cuento cualquiera una hora alquilada
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YOLANDA CASTAÑO DE ESPAÑA
Santiago de Compostela, Galicia, España, 1977. Lleva 25 años publicando poesía originalmente en gallego que posteriormente traduce al castellano. Desde entonces, sus hasta ahora seis poemarios le han valido galardones como el Premio de la Crítica Española, el Espiral Maior, el Ojo Crítico (al mejor poemario publicado por un autor/a menor de 35 años en España), el Novacaixagalicia, la distinción como ‘Autora del Año’ 2014 para las Librerías de Galicia o la de Finalista del Premio Nacional de Poesía, entre otros. Sus títulos más recientes, editados en su versión bilingüe por Visor Libros, son Libro de la Egoísta (2006), Profundidad de Campo (2009), que fue escogido por el suplemento ‘El Cultural’ como uno de los 5 mejores poemarios publicados ese año en España, y La Segunda Lengua (2014), que se quedó a las puertas del Nacional de Poesía. Fundadora y directora de su propia Residencia para Escritores/as en Galicia, así como de todo un programa de becas de creación en residencia en el extranjero; esta activa gestora cultural dirige también, desde 2009, varios proyectos estables, siempre con poetas gallegos e internacionales: un taller anual de traducción poética, un Festival Internacional de Poesía y un ciclo mensual de recitales (Premio de la Crítica Galicia mejor Iniciativa Cultural 2014). Filóloga y videocreadora, ofrece además talleres literarios, recitales, conferencias, videopoesía y otras muestras de su trabajo por toda Europa y América, además de Túnez, Marruecos, Cabo Verde, India, China o Japón. Durante años trabajó en televisión (Premio Mestre Mateo Mejor Comunicador/a de TV 2005) y publicó columnas en distintas cabeceras gallegas. Habiéndose traducido en parte a más de veinticinco lenguas distintas, y con plaquettes editadas en castellano, alemán, francés, chino, croata y macedonio, ha publicado obras también como editora, traductora de poetas contemporáneos (entre ellos Nikola Madzirov y Marko Pogačar, al español), un libro-disco en italiano, libros en macedonio, serbio e inglés, una antología personal en cómic poético y seis libros de poesía infantil. Desarrolla multitud de experiencias que fusionan la poesía con otros lenguajes creativos (música, plástica, audiovisual, danza, cómic, arquitectura… y hasta cocina), actividad por la que también ha sido premiada y que realiza bien en solitario o en colaboración con otros artistas. Ha sido distinguida con becas internacionales de creación en residencia en Rodas (Grecia), Múnich, Beijing y Edimburgo.
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POEMA DE OLGA E ELBA Son eu a muller que agora ocupa esta casa na que exististes, Olga, Elba, dende que se abriron para min cospés descalzos osseus labios de actriz que non me aman. A que non é miña, nin me terá, pero que ule a oasisextramundo, laberinto de metafetiches, o escenario do que desexo, agruta da felicidade. (O único que me tatuaría sería o olor desa casa na cara interna das miñas coxas).
E ¿qué sodesvós á vida miña? compañías presentes, mulleresantigas e presentes, dobles pálpitos de ser broslados na pel do que eu abrazo.
Somos tres e matinonas no sas figuracións idénticas, perfís repetindo o perfil da súa milimétrica idea da beleza.
Deslumbrantemente admiradas e repugnadas até a náusea.
Que o daría todo por ser por un minuto coma vós, eu,
que vos fun, tan abnegada e instintivamente. Respira o rastro das caricias vosas no que eu toco, aínda insobornable na madeira destes mobles, nos frascos que aínda están, na vosaroupa. Olga, Elba, abstractamente perfectas como mulleres anónimas, intactas, coma o que non morrerá nunca.
Aíndaquente está a pegada dos vosospés no que me acolle, e na mesa que comparto con espectrais ausencias alugo o voso espacio implacable con usura.
Que haberíamorrer por ser máiscásvosas cifras oudesexo matar o vosonome a coiteladas.
Olga, Elba, mulleres pasadas e perpétuas, eeu estúpidamente fillavosa, estúpidamente irmánunhaxenealoxía interrogante. Pantasmas divinas e feroces mentrasdurmo.
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POEMA DE OLGA Y ELBA Soy yo la mujer que ahora ocupa esta casa en la que exististeis, Olga, Elba, desde que se abrieron para mí con los pies descalzos sus labios de actriz que no me aman.
La que no es mía, ni me tendrá, pero que huele a oasis extramundo, laberinto de metafetiches, el escenario de lo que deseo, la gruta de la felicidad.
(Lo único que me tatuaría sería el olor de esa casa en la cara interna de mis muslos).
Y ¿qué sois vosotras a mi vida? compañías presentes, mujeres antiguas y presentes, dobles pálpitos de ser bordados en la piel de lo que abrazo.
Somos tres y cavilo sobre nuestras figuraciones idénticas, perfiles repitiendo el perfil de su milimétrica idea de la belleza.
que os fui, tan abnegada e instintivamente.
Respira el rastro de las caricias vuestras en lo que tocó, aún insobornable en la madera de estos muebles, en los frascos que aún están, en vuestra ropa.
Olga, Elba, abstractamente perfectas como mujeres anónimas, intactas, como lo que no morirá nunca.
Aún caliente está la huella de vuestros pies en lo que me acoge, Y en la mesa que comparto con espectrales ausencias alquilo vuestro espacio implacable con usura.
Que habría de morir por ser más que vuestras cifras o deseo matar vuestro nombre a cuchilladas.
Deslumbrantemente admiradas y repugnadas hasta la náusea.
Olga, Elba, mujeres pasadas y perpetuas, y yo estúpidamente hija vuestra, estúpidamente hermana en una genealogía interrogante.
Que lo daría todo por ser por un minuto como vosotras, yo,
Fantasmas divinas y feroces mientras duermo.
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MIGUEL ROLLON DE ESPAÑA
Navatalgordo, Ávila, España, 1963. Escritor y poeta, autor, compositor de canciones pop y rock en bandas españolas y alemanas. Abogado y funcionario de carrera de la Administración Local. Ha participado en diversos festivales Internacionales de Poesía en España, Argentina y México. Su obra literaria ha sido incluida en diversas antologías y revistas de carácter internacional. Su poemario ‘Los días que no queremos’ 2018, fue seleccionado y recomendado entre los mejores libros de poesía del año 2018 por la Asociación de Editores de Poesía y distribuido en Argentina, México, Colombia, Centroamérica y Estados Unidos, donde acaba de publicar en inglés ‘Detroit doesn´t love usany more’ (2019). Dirige y coordina la Tribu de Poetas en Madrid. Actualmente reside en Valdemoro, Madrid. La voz de Miguel Rollón está del lado de los que sienten, que podrán encontrar en el latido de estos poemas un reflejo y también un rescate. En este libro ninguna noche se parece a la siguiente y los niños caminan por las fronteras mientras los adultos comprueban que nunca fueron tan viejos como lo son hoy. La verdadera poesía nos cura, nos salva y nos une incluso (sobre todo) en los peores momentos. La poesía de Miguel Rollón guarda la autenticidad de quien ha mirado el mundo con el corazón encogido por su sufrimiento y el de los otros. Fernando Valverde
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ANSIEDAD Sólo quien lo ha sentido lo sabe.
hallar una respuesta debajo del edredón, o la manta, que el día de hoy sea sólo hoy.
Un león indomable, que no va a morderme, me acecha algunos días con su zarpa para que tenga prisa.
Aunque la guerra siga, y el león pueda despertarse, –lo sé por experiencia–, existe un mundo más allá.
Las presiones, los nervios, el ansia del que llora sin motivo, porque se siente herido.
Quizás soy una puerta que no se debe abrir.
Es un dolor que nada sabe de palabras.
Porque si estoy vivo, nadie es culpable de mi muerte, pero no es eso…
Entonces, como presa, huyo en un silencio acostumbrado a pensar en sí mismo, y espero a que la luna fantasmal, traiga el final del día intentando una tregua, la búsqueda de un pacto,
No encuentro la manera de explicarlo.
Sólo quien lo ha sentido lo sabe.
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MARIO VEGA DE ESPAÑA
Oviedo, España, 1992. Es maestro de educación primaria por la Universidad de Oviedo y tiene estudios en Lengua Española y sus Literaturas. ha colaborado con diversas publicaciones como Anáfora, Estación Poesía, Clarín o Círculo de Poesía. Es autor del libro de poemas ‘Al umbral de las horas’, Valparaíso, 2016. Combina su labor como poeta con la de editor y director de la editorial Maremágnum.
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ORACIÓN DE PENÉLOPE Toda el agua del mar para calmar la sed de los que viven más allá de la orilla.
Aquí las rocas y mi cuerpo frente a las rocas de Léucade donde suelo gozar la libertad.
Antes gozaba a plena luz del día más de cincuenta amantes –eran días como la vida largos– sin amar a ninguno.
Pero llegó la noche y con ella la muerte, la vida fue otra vez una mentira y la noche fue eterna.
Sus ojos son oscuros y su lengua ha rozado la lengua gruesa y blanca de la sombra del Érebo.
Sus manos se tiñeron del color del bronce, de la sangre y de su rostro.
Le temo, yo le temo cerradas ya las puertas de palacio donde mi cuerpo es suyo y mi voz ya nunca pide auxilio, pues los ruegos, los gritos y palabras son grilletes y a él le satisfacen.
Ya no sé qué es condena, ni qué absolución aunque las dos me atan a estas rocas
Yo vivo en una sola y gran oscuridad, mi vida tiene dueño: es un hombre y no los inmortales.
Las olas siempre vuelven a la playa, igual que el pájaro en los meses cálidos, pero no quise nunca su regreso, pedí que su camino fuera largo y ahora pido que el aire me abandone y no regrese nunca.
Que los dioses concedan mi plegaria.
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MIRIAN REYES DE ESPAÑA
Poeta, traductora y vídeocreadora. Nació en Ourense y a los ocho años emigró con sus padres a Caracas. Estudió Letras en la Universidad Central de Venezuela y Filología Hispánica en la Universitat de Barcelona. Ha publicado los libros de poesía: Espejo negro (DVD, 2001), Bella durmiente (Hiperión, 2004), Desalojos (Hiperión, 2008), Haz lo que te digo (Bartleby, 2015), Prensado en frío (Malasangre, 2016) y Sardiña (Chan da pólvora, 2018). Su obra ha sido recogida en antologías nacionales e internacionales como Feroces (DVD, 1998), 25 poetas españoles jóvenes (Hiperión, 2003), Mujeres en su tinta. Poetas españolas en el Siglo XXI (Ed. Atemporia & Unam, 2010), El poder del cuerpo (Castalia, 2009), Tras lúcidas (Bartleby, 2016), Sombras di-versas. Diecisiete poetas españolas actuales (Vaso roto, 2017) y Centros de gravedad. Poesía española en el S.XXI (Pre-textos, 2018), entre otras. Ha sido traducida al portugués, italiano, inglés, árabe y al serbo-croata. Ha editado y traducido la antología de poesía gallega Punto de ebullición (FCE, 2015), así como a poetas gallegos, catalanes y portugueses contemporáneos. Desde el año 2001 experimenta con la escritura audiovisual y el recital multimedia. Ha presentado sus video-recitales en festivales de poesía, ‘Spokenword’ y artes escénicas, como Yuxtaposiciones, Palabra y Música, BAD Bilbao o Cosmopoética.
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TE TENGO TODO MARCADO Como un yacimiento arqueológico.
No es extraer los restos de ti lo que persigo –ruinas de una ciudad tallada en la arenisca– lo que quiero es penetrarte, taladrar la piedra de tu cuerpo y este sexo cóncavo de mujer se vuelve inútil para mi deseo.
Cavo en tu ombligo para entrar por el flujo de tu sangre.
Vacío mi espíritu como aire en tu boca y te observo respirarme.
Ya sé que no necesito de piel para tocarte, no es eso, lo que yo quiero es hacerme una cueva en tu cuerpo.
Flexiono tus rodillas bajo mis axilas como los brazos de un taladro.
Las aceras que rompo son las de tu calle. Con mis pestañas barro el polvo que levanto de tu frente y no me detengo hasta que soy tú y tu sexo es el mío hasta que soy yo quien está dentro.
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JOSEP LLEIXÁ FERNÁNDEZ DE CATALUÑA
Nació en Mas de Barberans, comarca del Montsiá, Cataluña. Es Graduado Social Diplomado por la Universidad de Barcelona y Analistaprogramador Informático hasta su jubilación. Ha publicado: Haikus tankas y Colores (2013), A la Tardorpoemes (2014), Poemas d’hivern (2015), Escampa la boira (2016), 69 poemas Fifolosofoerotics a dos lenguas (2016) y La silenciosa sombra del hombre (2017). Ha participado en el poemario de rimaterrania ‘Dibujando poemas’ (2016); en la antología poética contemporánea ‘Voces poéticas del nuevo siglo’, presentado en el 11º Festival Internacional de Escritores en la Universidad Monhanlal Sukhadia, Udaipur, Rajasthan, India (2016); en la antología poética ‘Cien poetas del mundo en la capital con valor’, Toluca México; en el Festival Internacional de Poesía de La Habana, Cuba, de los años 2014 y 2016, donde presentó sus libros traducidos al castellano; en el Festival Internacional de poesía en abril en Holguin, Cuba; en el Primer Festival Internacional de Poesía Jose María Heredia 2017, Toluca, México. Es presentador del programa Bressol de Lletraferits de Ona la Torre FM 107.0, dedicado a la divulgación de la poesía (www. ona-latorre.cat).
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IMAGEN AZUL Rasgué la inmaculada imagen azul. Suave, diáfana del cielo que nos separaba, y me adentré en el mundo ignoto donde tu morabas. Te vi, nos gozamos y viví lo que nunca había soñado sentir. Entendí que no solo deseaba tu cuerpo, también tu aliento, tus miradas al acercarme a tu cálido cuerpo y mientras besaba tu cuello, el jugar a hacer trenzas con tu pelo negro y dejar que mis manos libidinosas acariciaran tus pechos. Te has ido, te quiero, te deseo. Sueño contigo, bruja.
JUNTO AL MAR He estado junto al mar, viendo en los rayos sol y en las olas tu cara. Oyendo tu voz susurrando cuando estas rompían y besaban amorosas la arena de la playa. Esperaba un mensaje tuyo que dentro de una botella llegara. Hoy no ha llegado, seguro que lo hará mañana. Alguna sirena o el Rey Neptuno celoso, la retienen esperando que te olvide. Te quiero demasiado para que desista de esperarla. Te quiero, llegará, lo sé, y si se retrasa mucho, vendré a decir que te quiero a la puerta de tu casa. Habrán mangos de bienvenida, calor, mucho calor, amor, mucho amor. Te quiero, bruja deseada.
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JOSÉ CALDERÓN DE PERÚ
Músico cantautor trujillano del departamento La Libertad, Trujillo, Perú, cuyo inicio musical fue en la etapa escolar empíricamente, teniendo como estudio la flauta dulce, impregnando después con los sonidos y aprendiendo de la Quena, la Zampoña y el Saxofón, y todo lo que tiene que ver con instrumentos andinos (quena, antara, zampoña, flauta de pan, quenacho, quenillo, basto, etc.) Sus estudios musicales la tuvieron en el Conservatorio Regional de Música ‘Carlos Valderrama’.
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VERÓNICA DELGADILLO DE BOLIVIA
Nacida en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, el 16 de agosto de 1977. Comunicadora social de profesión, poeta por vocación. Obra: Las tejas de Job (2013), Mención de Honor en el Premio Nacional de Poesía Yolanda Bedregal 2012. Ausencia del árbol (2018). Ha participado en diferentes eventos internacionales de poesía, en Chile y Bolivia. Es su primera vez en Colombia. Poema 11. Ausencia del árbol (2018).
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AUSENCIA DEL ÁRBOL Que tus dedos sean las bocas que nombran mi cuerpo, que tu mano –liberadora– dé colores como visiones, caricias como diluvio, todas las razones todos los nombres, todas las risas y los suplicios. Que la balanza se rompa que se rompa el cielo. ¿Cómo seguir? locos demonios burros pecadores hay que morir hoy, morir sin decir nada.
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POETAS COLOMBIANOS
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FEDERICO SANTODOMINGO ZÁRATE DE BARRANQUILLA
Profesor de la Universidad del Atlántico, en la cual se desempeñó como secretario de la Facultad de Educación, catedrático de las universidades del Norte, Corporación Educativa del Litoral y Universidad de la Costa. Periodista, columnista del Diario la Libertad y Zona Cero. PUBLICACIONES Publicó su primer poemario ‘Estéreo tipografía’ en la editorial ‘Puesto de Combate’, 1981. En 1986 fue incluido en la antología ‘Poetas en abril’, volumen IV, al año siguiente, en la ‘Antología Poética’ realizada por el Instituto de Cultura del departamento del Magdalena. Poemas y artículos suyos han aparecido en los más importantes diarios y revistas del país. Hay que destacar, además, que artículos suyos fueron editados por el periódico Tiedonantaja de Finlandia y la revista ‘Tiempos Nuevos’, la cual edita en más de 10 idiomas. Acaba de ser incluido en un interesante libro en la ciudad de Barranquilla, titulado Paraíso Recobrado, que incluye poemas y relatos. ‘Tiempo de fuego’, Editorial Antillas, agosto de 1989. ‘Las voces de la tierra’, ensayos; Antillas Iluminada, antología poética del Caribe colombiano. Federico Monta la Caballa, novela. Y está gestándose la edición de su próximo libro de poemas ‘Poetadas’.
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LA SALA LIMPIA DEL OLOR A RANCIO DE UNA VIEJA A Nicolasa Romero
Ahora se ve vieja y abandonada.
Sobre mi abuela Nicolasa han caído los años. Pero éstos no la han derrotado.
Las largas caminatas a Orihueca se han trocado en olvido.
Yo la comencé a recordar desde mis siete años.
Cuando mi abuelo murió yo no sé cuantos tenía. La noche que mi abuelo Gabriel, ya muerto, me sacó del rancho, cogiéndome por uno de los dedos del pie, dándome vueltas. Yo la quise más. Eran las vueltas que ella conocía de la vida.
Yo ví brotar sus primeras lágrimas. Oswaldo desapareció en su viaje a Venezuela.
Pablo, otro de mis tíos, también murió. Sus nietos entraban y salían de su casa, de todos y para todos alcanzaba. Ella era el tiempo mismo.
La ciudad que ella abandonaba por Isabelita ha herido a sus vástagos.
Nadie la quiere en su casa. La insensibilidad es la dueña de sus corazones. Prefieren el cuarto vacío para la TV a colores.
La sala limpia del olor a rancio de una vieja. La tacañería no permite rasgar el bolsillo.
Adoran la fragilidad de sus platos se estremecen por el llanto del equipo de sonido.
“Qué muera rápido”, he oído decir de la vieja Romero. Ya deben haber comprado el lote para enterrarte con floristería de primera. El carruaje suplantará la visita que esperaste un día. Poetadas.
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OSVALDO CANTILLO
DE PUERTO COLOMBIA, ATLANTICO San Marcos, Sucre. 1° de diciembre de 1960. Maestro en Artes Plástica Universidad del Atlántico, 1986 Exposiciones individuales y colectivas en Francia, Estados unidos, Venezuela y Colombia. PREMIOS: Mención de Honor Primer Salón Nacional del Bodegón. Santa Marta, 1991. Fuera de concurso Primer Salón de Jóvenes Artistas de la Costa. Barranquilla, 1991. Medalla de Oro - Olimpiadas de Bellas Artes en Londres, 2012. PUBLICACIONES: ‘Se reparan sueños rotos’. 2013 Narrativa, poesía y pintura. ‘Lo que cuenta es el cuento’. Cuentos. Inédito. ‘Poemas de identidad’. 2015 Poesía. ‘Cuentos en Parpatá’. 2016 Santa Bárbara Editores. PARTICIPACIONES POÉTICAS: Romerías de mayo. Holguín, Cuba, 2013. Con ‘Poetas del Mundo’ 2014, Festival de Declamadores en Chinú como jurado. II Festival La Poesía se Eleva. Tacabamba, Perú, 2014. XII Parlamento Nacional de Escritores de Colombia. Cartagena de Indias, 2014. Festival Internacional de Escritores, Tarija, Bolivia, 2015.
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TRÁNSITO VITAL La vi como si fuera mi espejo, peregrina en la curva descendente de nuestras vidas en común. Ataviada sobre una galopante arruga del tiempo, acompañada de un palidecido vigor. Empaqué mis dolores de huesos, mis ilusiones frustradas, y le dije: espérame, este sueño que aún persiste es de nosotros dos.
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FREDY CHAMORRO TOVAR DE SAN JACINTO, BOLÍVAR
Escritor y director del taller literario Clemente Manuel Zabala de San Jacinto, Bolívar; miembro del taller literario Generación Fallida de Cartagena y de la junta organizadora del evento literario, poético y artístico Fiesta del Pensamiento en los Montes de María. Publicaciones • El Hamakasutra o ‘Manual ilustrado de técnicas para hacer el amor en hamaca’, publicado en julio de 2011, se convirtió en un suceso literario acogido en los grandes medios de comunicación del país (El Tiempo, El Heraldo, El País, El Pilón, El Teso, Caracol Radio y TV, RCN Radio y TV) y del exterior (El Universo de Ecuador y Financial Time de Berlín, Alemania). La edición de 1.000 ejemplares se vendió en los tres primeros meses de su publicación. • Secretos eróticos de la Hamaka...sutra. • Desafiando el canto del pájaro de la muerte.
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NAIRA Eras una niña de pies descalzos y pechos al viento corriendo intrépida hacia el ventorrillo de Mayito en busca de guineos manzanos y dulce de plátano maduro mientras tu manojo de pelo azabache, flotaba despavorido sobre tus hombros cándidos. Perdí tu rastro por más de cuatro décadas hasta encontrar a una mujer otoñal, cuyo silencio se estrellaba en los barrotes de una cárcel de seda y tus grandes anhelos morían entre la oscuridad profunda. Parías hijos de humo que se incurrían entre tus manos. La soledad y la tristeza se instalaban en tu mente de hielo y el amor aparecía en tu vida, en lampazos inalcanzables. Temías escapar de tu refugio eterno para enfrentar la realidad hosca y tu miedo infinito era superior a tus fuerzas; y de un momento a otro, descubriste que eras mujer y la crisálida temerosa despertó a la libertad.
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EDWARD SANTIAGO CAMARGO DE CHÍA, CUNDINAMARCA
Nacido en el municipio de Chía, Cundinamarca, el 28 de abril de 1998, en una familia conformada por Cecilia Hernández y Bernardo Camargo, y su única hermana Hellen. Destacado por sus habilidades lingüísticas desde la infancia e influenciado por Jairo Aníbal Niño, descubre el amor por los versos; tiempo después, inclinándose por otros senderos de la literatura se encuentra con la novela policiaca británica de Arthur Conan Doyle y su personaje cumbre e ídolo Sherlock Holmes, adentrándose así al trascendental mundo de la observación objetiva. Por otro lado, la oratoria se convirtió en una habilidad fortalecida por su amor a las letras y se hizo notoria siendo tres veces campeón en el municipio de Chía, representándolo ante los demás municipios de Cundinamarca por tres años consecutivos (2012-2014). Publica su segunda antología ‘Los Versos que Brotan de la Luna’. Ávido lector, insaciable, observador y apasionado por el arte de escribir.
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POCO Solamente en la madrugada me doy cuenta de lo solo que estoy, que si despierto aún duermen y mi inquietud solo es mía. Aquí, con el hambre propia de un amanecer y el sueño puesto en el anochecer, sé más de lo que puedo pensar y digo tanto que no sé nada. Recuerdos me reprochan y memorias me reclaman, no las escucho y trato de ahogarme en el mañana, no puedo más que mi mente y mi mente lo puede todo, puede tanto que no hago nada, noto de cuanto a poco que el ser es mejor que tener y que al tenerte no fuiste para mí tanto de lo que soy para ti, nada.
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ASTRID PEDRAZA DE LA HOZ DE PUERTO COLOMBIA, ATLÁNTICO Profesional de la Química y Farmacia, profesión que estudió en la Universidad del Atlántico. Su actividad como literata la ha desarrollado como poeta, gestora cultural y escritora de cuentos infantiles. Nació en Barranquilla el 21 de enero de 1959, pero desde hace más de cinco lustros está radicada en la población de Puerto Colombia. Es autora de los libros ‘Latidos del Corazón’ y ‘Almas desnudas, cuerpos ardientes’. Relatos y poemas suyos han sido incluidos en los libros antológicos: ‘Con las manos pintadas de poemas’, ‘El rostro secreto de Eros’, ‘Los poetas van a la escuela’, ‘Mi amigo el cuento, Tomo I’, ‘Un poema a Pablo Neruda’ y ‘Corazones con Esperanza’. Pertenece a la Junta Directiva de la Fundación de Escritores Meira del Mar y al taller de escritores José Félix Fuenmayor. LOGROS Elegida mujer sobresaliente en el área de la poesía en el 2011.
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POEMA Nunca pensé dejar escapar esa lágrima de amplia sonrisa ni verla descender como ola salobre sobre mi rostro triste. No lo pensé, pero sucedió. Las alas del viento enfriaron la mirada del crepúsculo y ella descendió sola, sin gestos, con una sonrisa a cuestas.
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LUIS EDUARDO CORREA DE DUITAMA, BOYACÁ
Nacido en la hermosa Duitama, la ‘Perla de Boyacá’. Desde joven estuvo inclinado hacia las artes, primero las escénicas y posteriormente por la declamación y la poesía. Licenciado en Ciencias Sociales de la Universidad Libre, tiene una especialización en Educación Ambiental de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Esto fortalece el pensamiento humanístico que compartió durante años en instituciones educativas y la universidad. En los últimos años ha estado radicado en el municipio de Chía, donde ha encontrado nuevas oportunidades para su práctica literaria, convirtiéndose en promotor de lectura de la biblioteca municipal Hoqabiga e integrante de la Asociación de Literatura. Con un amplio sentido social y ambiental, muestra una perspectiva nueva de la realidad.
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LUNA LUNERA La luna rondante entre las dunas ardientes luna menguante recostada radiante en un chinchorro wayuú, esa que se asoma en el mar como un pescado cabeza redonda, la que flota en mi copa de vino la que cuelga entre los pechos desnudos de las turistas. A veces de oro a veces plata la luna que viajó de Chía a La Guajira a inspirar los poetas del mundo a la orilla del mar y el vallenato. Luna almanaque de mi vida para calcular mis viajes mis ausencias luna vigilante de las rancherías muda compañera del desierto nocturno infalible amiga del poema.
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DELFÍN SIERRA
DE CIÉNAGA, MAGDALENA Delfín, según la mitología clásica, otro nombre de Arión, el que negoció el matrimonio de Poseidón (Neptuno) y Anfitrite. Experto marinero, fue metamorfeado por Baco (Dionisos), en el pez que lleva su nombre y el que Apolo dio como guía a unos cretenses que iban a la Fócida. Simboliza el mar en calma. Mitonario Danielsnuevo, Diccionario Académico de Mitología Universal.
POEMAS Esta es la noche. Mi caña de millo melodiosa está prestada para tocar tu cumbia.
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