Como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW), el Pacto Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC), la Plataforma de Acción de Beijing, el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo, así como en la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo (Consenso de Montevideo).
Las adolescencias y juventudes estamos convencidas de la importancia de promover acciones que impulsen el respeto, la protección y la garantía de los derechos sexuales y reproductivos desde las perspectivas de juventudes, género, interculturalidad e interseccionalidad. Esto en concordancia con los compromisos que a nivel internacional y regional México ha firmado y ratificado¹, desempeñando un papel fundamental para el avance y reconocimiento de estos derechos.
La falta de reconocimiento de los derechos humanos de las personas adolescentes, jóvenes, personas trans y no binaries, mujeres indígenas o afromexicanas, así como de las personas con discapacidad, con neurodivergencia o migrantes, ha generado desigualdad social y estructural. Aunado a ello, el déficit de Educación Integral en Sexualidad, el dificil acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, la violencia sexual, obstétrica y las barreras para acceder a abortos seguros han mermado el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos como la autonomía, el libre desarrollo de la personalidad, a decidir de manera libre e informada, a la igualdad, a vivir libres de discriminación, a ejercer y disfrutar la sexualidad, a la integridad, entre otros.
Estas situaciones, aunadas a la elevada tasa de fecundidad adolescente, generan que los embarazos no deseados deriven a su vez en otros problemas públicos, pues los embarazos forzados en edades tempranas limitan las oportunidades educativas, de empleo y de bienestar de las personas jóvenes, dificultando romper los ciclos de violencia y desigualdad social.
Por ello, con vínculo en el compromiso #52 Garantizar el acceso a la salud de las mujeres en todo su ciclo de vida especialmente, lo que se refiere a salud sexual y reproductiva, y con la finalidad de avanzar en medidas clave para garantizar la justicia sexual y reproductiva de las juventudes, las organizaciones firmantes exponemos las siguientes trece prioridades:
*Las organizaciones que suscribimos este documento somos organizaciones de juventudes y/o con ejes de trabajo vinculados a los derechos sexuales y reproductivos que apoyamos las demandas de las juventudes. Somos apartidistas y creemos en la pluralidad como un eje fundamental de la democracia, no buscamos favorecer a ningún partido político ni candidata/o a puestos de representación política.
Asegurar la permanencia y el avance de la Estrategia
Nacional de Prevención de Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) a través de los cambios de administración, y la continuidad de las acciones de los Grupos Estatales para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GEPEAS) para dar cumplimiento a sus metas.
Garantizar el acceso universal para las adolescencias y juventudes a servicios de salud sexual y reproductiva de calidad, en los centros de salud públicos sin importar derechohabiencia, situación migratoria, orientación sexual, identidad de género o condición de discapacidad. E implementar del Modelo de Atención Integral a la Salud Sexual y Reproductiva de Adolescentes (MAISSRA) y la permanencia de la NOM-047SSA-2015.
Mantener y fortalecer los servicios amigables para adolescentes, donde se brinde información laica y basada en evidencia científica y en derechos humanos, así como métodos antifecundativos a adolescentes y jóvenes, sin necesidad de acompañamiento de una persona adulta.
Implementar campañas informativas positivas relacionadas a la Educación Integral en Sexualidad, autocuidado en la salud sexual y reproductiva, y prevención del embarazo no deseado en adolescentes, difundidas en medios de comunicación masivos, digitales, escuelas y en espacios públicos.
Abastecer y distribuir una amplia gama de métodos antifecundativos modernos, pertinentes y de calidad, incluyendo el antifecundativo oral de emergencia e insumos para realizar procedimientos de aborto seguro. Asegurando suficiencia para la población adolescente y joven.
Capacitar a las y los prestadores de servicios de salud y funcionariado de ministerios públicos para que apliquen efectivamente la NOM-046-SSA2-2005 sobre violencia familiar, sexual y contra las mujeres, en particular sobre los procedimientos para proveer servicios de interrupción voluntaria del embarazo por la causal de violación.
Garantizar el acceso a la interrupción legal del embarazo en los servicios de salud, para salvaguardar la vida y salud de las mujeres y personas con capacidad de gestar. Impulsar la aplicación del Lineamiento Técnico para la atención del Aborto Seguro en México y la difusión y amplificación de los Servicios de aborto seguro, incluyendo a los recientemente publicados del ISSSTE. Armonizar los códigos penales acorde a los sentencias de la SCJN, eliminando el delito de aborto en los estados restantes.
Promover la corresponsabilidad masculina impulsando la participación equitativa entre hombres y mujeres en el cuidado de la salud sexual y reproductiva. Así como ampliar la gama de los métodos antifecundativos existentes para hombres y garantizar su acceso.
Impulsar que en los servicios de salud se integre el enfoque de discapacidad, de diversidad para población LGBTTIQ+ y de interculturalidad, asegurando servicios con pertinencia cultural para poblaciones indígenas y afromexicanas, e integrarlas de modo que garanticen a todas las personas acceso a la protección más amplia del derecho a la salud.
Reconocer y difundir la Cartilla de los Derechos Sexuales de Adolescentes y Jóvenes, documento impulsado por organizaciones de sociedad civil y ratificado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), como un recurso de información laica, científica y libre de discriminación para la población adolescente en los espacios que concurran.
Contar con un presupuesto suficiente y progresivo para brindar atención de manera adecuada asegurando los insumos esenciales y necesarios en los servicios de salud sexual y reproductiva, así como asegurar la transparencia y rendición de cuentas de este de forma oportuna y accesible
Fortalecer la formación docente, de orientadores educativos y personal administrativo escolar, en materia de Educación Integral en Sexualidad para que implementen el marco de la Nueva Escuela Mexicana, en todos los niveles de educación.
Fomentar la participación de adolescencias y juventudes en las políticas públicas y legislaciones a través de espacios y mecanismos en donde se tomen en cuenta nuestras demandas.
Confiamos en su compromiso para garantizar el respeto, protección, cumplimiento y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las juventudes de manera que podamos alcanzar nuestro máximo desarrollo y bienestar.