Cuando fumas, el olor a tabaco se adhiere a tu ropa, tu piel, tus manos, tu aliento. Para combatirlo, no te olvides de ventilar tu ropa con frecuencia (además de lavarla, claro), lavarte las manos y los dientes más a menudo y mantener la higiene en general a raya. ¿en qué te podemos ayudar nosotros?
• En tu ropa: usa sobres perfumados para tu armario para que tu ropa tenga una fragancia fresca. Hace unos días ya te hablamos de los ambientadores de armario. Si fumas, son aún más importantes.
• En tus manos: además de lavártelas con frecuencia, otra idea es darles una fragancia única con una buena crema de manos. Y de paso combatirás las manos secas y agrietadas, como te contamos hace un tiempo.