Si no has seguido los pasos previos y te has quemado con el sol, toma nota:
1. Date una ducha o un baño de agua fría. Hay que bajar la temperatura de la piel, y sobretodo no te frotes la piel. Si no aguantas la ducha de agua fría, utiliza unas compresas o paños empapados para refrescar la piel quemada.
2. Cuando tenemos la piel quemada por el sol suele picar, es importante no rascarse ni estirar en caso que nos estemos pelando.
3. Hidrata tu piel cada vez que esté seca. Utiliza productos adecuados para regenerar y nutrir la piel dañada. Las cremas after sun son las más adecuadas, sobre todo las que llevan Aloe Vera y vitamina E, por su efecto calmante. Prueba nuestro after sun con perfume a melón y pepino, refrescará tu piel y tus sentidos con su agradable aroma.