No te olvides de la protección solar
En invierno acostumbramos a visitar zonas montañosas, que están a altitudes más altas donde el sol agrede con más fuerza. Y no solo eso, si hay nieve, se multiplican los efectos nocivos del sol en nuestra piel. Así que en invierno más que nunca, aplícate un protector solar en las zonas expuestas, sobre todo, cara y manos.
Elige una protección alta de SPF50 o SPF30 y la fragancia que mejor vaya contigo, cremas solares para proteger tu piel del frío.