Pasaia 1805-2005: 200 años de unidad (Sorgiñarri 1)

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Pasaia 1805-2005 200 a単os de unidad David Zapirain Karrika




Colecci贸n dirigida por David Zapirain Karrika


Pasaia 1805-2005 200 años de unidad David Zapirain Karrika 2ª edición

Con el informe de José Vargas Ponce (Julio de 1804) transcrito y anotado por Juan Carlos Mora Afán.

2005


Imágenes: Sin otra mención, del autor del libro. Imágen de portada: Sobre una imágen de Georges Carpenter (Colección Untzi Museoa, Donostia). Euskara: BIHUR itzulpenak. bihurnet@euskalnet.net Diseño y maquetación: www.eragin.com Imprenta: Gráficas Lizarra ISBN: 84-931524-5-5 Depósito legal: SS-527/05


Aita:

Por el Pasaia que te quitaron.



Nota del autor a la segunda edición

C

omo autor principal del libro, quisiera agradecer la buena acogida con que el mismo ha sido recibido, hasta el punto de hacer necesaria esta nueva edición que presentamos ahora.

En este modesto éxito, sin duda, tiene mucho que ver el momento tan delicado que vive Pasaia 200 años después de su unificación. Es un momento en el que hay depositadas muchas esperanzas y que todos los pasaitarras sentimos como decisivo para encarar el futuro más próximo con un mínimo de garantías. Así, podemos decir que si el objetivo principal del trabajo era contribuir a que en los hogares pasaitarras hubiera una obra que explicara el oscuro nacimiento de nuestro entrañable y curioso municipio, nuestras expectativas se han cumplido con creces. Gracias por el interés y paciencia manifestados con tanto afecto en las presentaciones públicas. Junto a esto, y aunque esperados, han sido sorprendentes el eco y la polémica, a veces completamente gratuíta y sin ninguna relación con lo expuesto en el libro a no ser que se lea éste con unos anteojos ridiculamente localistas, que han acompañado al tema de los límites municipales. Evidentemente, ésta es una parte importante e inseparable de lo acordado en la fundación de Pasaia. Los datos son evidentes: el municipio pasaitarra que se crea en 1805 cuenta con unas atribuciones que, hasta lo que hoy sabemos y mientras no aparezcan datos concretos que indiquen lo contrario, no han sido derogadas por ley. Este dato ha sido ninguneado por muchos historiadores y otros expertos, que confunden el desarrollo posterior de los hechos con las disposiciones legales decretadas. Precisamente es ese desarrollo, tan marrullero como rocambolesco, lo que nosotros hemos querido resaltar, pues deja ver con toda crueldad cual ha sido el resultado tanto de la histórica inoperancia de los responsables políticos y sociales de toda la comarca que rodea al puerto, como de las rivalidades basadas en los beneficios privados de unos pocos frente al bienestar de la mayor parte de la población. Todo ello, mezclado con una buena dosis de intriga política y competencial, retraso el desarrollo económico y social de la zona, a la vez que dejaba su dirección principal fuer del mismo. Por todo esto, nos atrevemos a añadir un nuevo objetivo al anteriormente mencionado. Quisieramos que esta publicación contribuyera a ilustrar cómo no se solucionan los problemas, y, por lo tanto, ayude a encontrar soluciones que permitan a Pasaia, y toda su comarca, instalarse en el siglo veintiuno de un modo más digno y próspero al que ha sido llevado en las últimas décadas. Ya sabemos cual es el cámino erróneo. Conviene darse prisa en encontrar el bueno.

David Zapirain Karrika Octubre de 2005



Presentación

D

oscientos años. Sólo dos palabras como resumen para conmemorar que han pasado ya dos siglos desde que e1 1de junio de 1805 naciera la moderna Villa de Pasaia, pueden parecer pocas y frías y, efectivamente, lo serían si nos quedáramos sólo en la fecha sin conocer los hechos precedentes.

Esta obra, que tengo el honor de presentar, nos ofrece una magnífica visión no sólo de los hechos, de los acontecimientos históricos que desembocaron en la Real Orden de Carlos IV que promulgaba la creación de un nuevo municipio gipuzkoano, sino también de los precursores, de quienes hicieron posible lo que, durante siglos, había parecido irrealizable. Y más aún, nos permite conocer mejor y, por ende, comprender las particularidades de nuestra Villa, manifiestas desde que San Juan, ya Villa independiente de Fuenterrabia, y San Pedro, por entonces barrio de San Sebastián, se unieran en una sola jurisdicción administrativa. Particularidades que se acrecentaron con la posterior integración de Antxo, surgido por exigencias del tránsito y tráfico de mercancías por ferrocarril y por la N-1, y por el desarrollo de Trintxerpe, debido a las actividades pesqueras y la industria desarrollada a su alrededor. Sus páginas son, además, valedoras de D. José Vargas Ponce, reparadoras del inexcusable olvido en el que quedó injustamente sumido quien fuera efectivo fundador de Pasaia y tenaz defensor de sus intereses económicos y territoriales. Conocer la historia de nuestro municipio, que surgió y creció abrazando la bahía y el puerto, a cuyos vaivenes ha estado siempre sujeto, nos permitirá una mayor comprensión de su presente y trabajar para transformarlo, con ansias de renovación, de progreso, con innovadores proyectos que le permitan recuperar la prosperidad que tuvo y que merece.

Izaskun Gómez Cermeño Alcaldesa de Pasaia


Nota del autor a la segunda edición

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Prólogo

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Presentación

1. UNIÓN E INDEPENDENCIA DE PASAIA

1.1 José Vargas Ponce: unos breves apuntes sobre su vida. 1.2 Vargas y Gipuzkoa.

1.3 Características del informe de Vargas Ponce: julio de 1804.

2. HISTORIA DEL PUERTO DE PASAIA A TRAVES DE 600 ANOS DE LITIGIO Puntos 1 al 68 del informe de Vargas Ponce

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022

023 029

2.1 La población en torno al Puerto.

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2.3 Esplendor y decadencia bajo dominio donostiarra.

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2.5 Sin solución.

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2.2 Las primeras disputas sobre la posesión y el uso de la bahía. 2.4 Intentos por actualizar la sentencia de 1376.

3. RAZONES PARA EL CAMBIO. Puntos 69 a 114 del informe de Vargas Ponce 3.1 El privilegio ha caducado. 3.2 La limpieza del puerto.

3.3 1799: fin del privilegio donostiarra. 4. UN NUEVO PASAIA PARA SOLUCIONAR EL LITIGIO Puntos 115 a 133 del informe de Vargas Ponce 4.1 Propuesta de solución. 4.2 Ventajas previsibles.

5. PASAIA UNIDO E INDEPENDIENTE

5.1 Primer pleno municipal: Agosto de 1805. 5.2 novedades positivas.

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047 048 056

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077 079

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6. NUEVO MUNICIPIO, NUEVOS LÍMITES

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6.2 El pleito por los límites municipales.

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6.1 La extensión del municipio pasaitarra.

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7. RATIFICACIONES DE LAS DISPOSICIONES Y PLANOS DE VARGAS PONCE DURANTE EL SIGLO DIECINUEVE 7.1 Pérdida y reincorporación de Antxo. 7.2 Remodelación de la unión.

7.3 Nueva situación, viejos problemas.

8. LOS LÍMITES DE PASAIA EN EL SIGLO XX

8.1 Ayuntamientos franquistas: último intento anexionista 1939-1948.

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8.2 Segunda mitad del siglo veinte.

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8.4 Comienzos del siglo veintiuno.

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8.3 Durante la transición: la “Comisión de Mugas”.

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9. ALGUNAS CONCLUSIONES: PASAIA SIN PASAIA

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Notas

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Bibliografía INFORME DE VARGAS PONCE (1804)

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I-XXX



Prólogo

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ste trabajo obra del historiador pasaitarra David Zapirain que tengo el honor de presentar, es el primer fruto de un proceso de colaboración entre el Ayuntamiento de Pasaia y la Sociedad de Ciencias Aranzadi iniciado hace más de dos años a raíz del encargo que le hizo el Ayuntamiento para la realización de un Informe histórico sobre los límites jurisdiccionales entre Donostia-San Sebastian y Pasaia. Lo que tenéis entre manos es un trabajo historiográfico, serio y científico en el que de manera amena y de fácil lectura viene a resumirse un largo litigio de ocho siglos de duración sobre la jurisdicción del Puerto de Pasaia. Este trabajo viene a poner fin a una serie de parciales, sesgadas y descontextualizadas lecturas de la historia reciente de nuestro municipio que han arraigado en su memoria colectiva y que en parte explican el desconocimiento actual de ese pasado tan reciente. El objeto de este trabajo es la presentación del informe que redactó el emisario real Joseph Vargas Ponce en 1804, en el que vino a proponer, como solución al largo pleito, la creación del municipio de Pasaia con jurisdicción sobre la totalidad del puerto con la consiguiente total exclusión de Donostia-San Sebastián de sus dominios. Este informe-propuesta de resolución dio lugar a la emisión de la Real Orden de Carlos IV de 1 de junio de 1805, que constituye la auténtica carta fundacional de nuestro municipio. Por lo tanto, en estas fechas va a cumplirse el bicentenario de Pasaia como municipio unificado bajo una única Administración y dotada de unos territorios que, como es obvio, han sido discutidos y como veremos a lo largo de este trabajo, ninguneados y desconocidos. ¿Qué pasó en febrero de 2002 para que el Ayuntamiento decidiera profundizar en el estudio del litigio territorial con Donostia-San Sebastián y encargara dicha labor a la Sociedad de Ciencias Aranzadi? En aquellas fechas representantes políticos de los Ayuntamientos de Pasaia y Donostia estaban manteniendo una serie de reuniones en el seno de una Comisión Mixta creada en orden a lograr un acuerdo sobre una pequeña alteración de los respectivos términos municipales en base a un Documento de trabajo redactado por los técnicos municipales donostiarras denominado: “Alteración de los términos municipales de Pasaia y Donostia-San Sebastián y de sus límites”.

La propuesta donostiarra mantenía las actuales divisorias de las calles Eskalantegi y Azkuene, proponía la cesión recíproca de una serie de terrenos a fin de racionalizar la línea de límite en Antxo y como novedad más importante, ponía en boca de Pasaia el caramelo envenenado de unos terrenos en la zona de Molinao de difícil gestión urbanística. En lo que respecta a Trintxerpe y San Pedro, Donostia pretendía contar con salida al mar en la Bahía a la altura del Faro de la Plata, edificio por cuya mitad propone discurra la muga entre los dos municipios. Con anterioridad, en marzo de 1999, se había suscrito un denominado “Protocolo para el estudio y propuesta de compatibilización de Planeamientos entre los municipios de Donostia-San Sebastián y Pasaia en el ámbito de la Regata de Molinao y su entorno”, firmado por los Alcaldes de Pasaia (Bixen Itxaso) y Donostia (Odon Elorza) y el entonces Diputado Foral de Urbanismo (hoy concejal del Ayuntamiento de Donostia) Jorge Letamendia, que constituía un requisito previsto en las DOT (Directivas de Ordenación Territorial), que el Ayuntamiento de Donostia quería cumplimentar en vistas a los desarrollos de Landarro y en especial Auditz Akular. Creo que a nadie se le escapa que ambos procesos estaban íntimamente relacionados. No fue en este contexto, sin embargo, en el que el Ayuntamiento decide encargar un estudio histórico-jurídico sobre sus límites jurisdiccionales. Si bien parece difícil de entender tal actitud, el Ayuntamiento en el contexto de la importante negociación en la que estaba inmerso, tan siquiera solicitó del Secretario Municipal su presencia en dichas reuniones convirtiendo el asunto de límites en un asunto meramente urbanístico y residenciando el estudio de este tema en


el seno de la comisión de Urbanismo, que tiene como fuente de información las Normas Subsidiarias de Planeamiento de Pasaia que, como se explicará, desconocen la compleja realidad jurídico-histórica que se ofrece en este trabajo. Se incurría así en el error históricamente recurrente de dar por buena la situación actual sin preguntarse siquiera la legitimidad jurídica de la misma. Sin embargo, el destino interferiría en el curso de los acontecimientos. Por aquellas fechas -febrero de 2002- me encontraba preparando la contestación a la demanda formulada por el Ayuntamiento de Lezo contra el Ayuntamiento de Pasaia a cuenta del cobro del Impuesto de Actividades Económicas de la actividad de la central térmica, cuyo cobro reclamaba Lezo por entender que la mayoría de la central térmica se encontraba dentro de sus términos municipales. Como tengo por costumbre a la hora de preparar la defensa de los pleitos del Ayuntamiento o al realizar informes, solicité a la archivera municipal (la antxotarra Clara Barbier) los antecedentes que pudieran interesarme para fundamentar nuestros derechos en el asunto de la central térmica, empezando por la licencia en su día concedida. El tema se empezó a complicar, puesto que un documento me iba llevando a otro, otro a otro... y al final recuerdo que llenamos no solo la mesa sino todo el despacho con cajas, expedientes, actas, planos relativos a los límites territoriales, deslindes... Encontré antecedentes de 1958, 1959, 1965, 1969 en los que el Ayuntamiento hacía referencia a la necesidad de clarificar las mugas del municipio siempre relacionadas con los “terrenos ganados al mar” y con ocasión de obras en el dominio marítimo terrestre (hoy zona portuaria). Por un momento había dejado de lado el objeto de mi trabajo, que no era otro que el de acopiar documentación que acreditara nuestro argumento principal en el pleito de la central térmica: “que no es pacífica y ha existido litigio de antaño en relación al señalamiento de los límites municipales entre Lezo y Pasaia sin que se haya tramitado el deslinde definitivo entre las mismas”, y me vi inmerso en un apasionante viaje al pasado en el que cada descubrimiento avivaba mi interés. Había abandonado literalmente mis otras obligaciones y me centré en el estudio de esta cuestión, poniendo orden a toda la documentación que inundaba mi despacho. Todas las pesquisas me llevaban a la protocolización notarial del Auto y Plano de Vargas Ponce elevado a escritura pública ante el Notario de Andoain Francisco Ignacio Fernández Beldarrain de 29 de agosto de 1805, donde el marino gaditano daba nuevos términos a la villa en cumplimiento de la Real Orden de Carlos IV de 1 de junio de 1805. De acuerdo con los términos del Auto del Comisionado Real, Bidebieta, Gaiztarro, Montesol, Herrera y la parte de Intxaurrondo y Alza situadas en las vertientes que dan a la Bahía, son junto a otros, parte del término municipal de Pasaia. Desde ese primer momento percibí que me encontraba ante un hecho de gran trascendencia histórica – no había encontrado ningún antecedente municipal que se refiriera a este Auto- y jurídica –pues las consecuencias del cruce de este plano con las sentencias del Tribunal de lo Contencioso-Administrativo del Consejo de Estado de 21 de junio de 1890 en pleito entre Pasaia y Donostia-San Sebastián y la posterior de 1899 en pleito con Errenteria, eran extraordinarias-. Desde luego trascendía de la máxima que la memoria histórica y la tradición “administrativa” nos habían hecho llegar, según la cual “todos los terrenos ganados al mar en la Bahía pertenecen al término municipal” de Pasaia, que no es otro que el pronunciamiento del fallo de la Sentencia de 1890. Los documentos, informes y citas que había podido encontrar en el archivo municipal se ceñían al estricto contenido del fallo de las Sentencias de 1890 y 1899, que al parecer es lo único estudiado y acaso conocido, pero no existía ningún análisis sobre los fundamentos jurídicos utilizados por la defensa de Pasaia en la segunda mitad del siglo XIX –que recayó en quien llegó a ser Presidente del Gobierno del Estado español y eminente jurista Antonio Maura- y asumidas por el predecesor del Tribunal Supremo en las referidas Sentencias. Mi extrañeza era total. Todas las piezas estaban allí en el archivo municipal y nadie las había conectado. Quizás la existencia en el archivo municipal de un resumen mecanográfico que recoge únicamente el fallo de la Sentencia de 1890 tuvo la culpa de que nadie antes indagara en la trascendencia de su contenido, o quien sabe cual será la extraña razón de este “desconocimiento”.


Intenté encontrar algún documento, acuerdo o antecedente posterior que se me pudiera haber escapado que hubiera modificado o dejado sin efecto esas disposiciones reales. Nada, no había nada que restara actualidad a esos términos. Nada sustentaba jurídicamente que Donostia ejerciera la jurisdicción de hecho sobre lo que en realidad son los términos de nuestro municipio, otorgados en esa acta fundacional. A fin de poder apreciar la trascendencia y consecuencias del asunto, solicité del Arquitecto Municipal Iñaki Ormazabal que trasladara sobre un plano actual los términos otorgados en aquélla acta fundacional, que se hacía mediante la cita de caseríos de la época. Enseguida fui consciente de que los pasos siguientes habrían de tomarse con gran cautela, pues percibí inseguridad e incluso incredulidad por parte de los responsables municipales. Creí ver en su actitud la de sus predecesores en el siglo XX que, a diferencia de los del siglo anterior a aquél, no se habían mostrado tan emprendedores y decididos en defensa de los derechos del municipio. Creo que Donostia-San Sebastián, a falta de razones jurídicas, tenía ganada la batalla en el terreno sicológico. Es la capital, tiene los medios boyantes de un Ayuntamiento importante y el paso firme que le dan esos atributos, y ¡quiénes somos nosotros – un humilde y pobre municipio- para osar poner en entredicho sus designios !. Además entiendo que diera reparo decir en alto que los términos municipales otorgados por el Auto de Vargas Ponce son los límites de derecho del municipio y que ningún acto con trascendencia jurídica posterior los ha variado con posterioridad. Suena al menos irreverente y se precisaba mucha decisión y falta de prejuicios para su pública defensa en aquellas fechas. Esas circunstancias me empujaron a proponer el encargo por el Ayuntamiento de sendos estudios histórico y jurídico que confirmaran mis conclusiones y dieran cierta seguridad al Ayuntamiento. Aranzadi, y en concreto David Zapirain, realizó con gran celeridad el Dictamen Histórico precedente de esta obra para abril de ese año 2002 y los Catedráticos de Derecho Administrativo de la UPV-EHU José Manuel Castells y Demetrio Loperena se encargaron de la investigación jurídica. En cualquier caso, el Ayuntamiento de Pasaia, con el Alcalde Juan Carlos Alduntzin a su cabeza, no tardó en reaccionar. En marzo de ese mismo año se ponía fin al trabajo de la Comisión Mixta con el Ayuntamiento de Donostia-San Sebastián, al que se trasladó la necesidad de ahondar en la búsqueda de una solución definitiva al contencioso de las mugas partiendo de la realidad jurídica e histórica y desde la racionalidad socio-urbanística. Las cartas habían cambiado, y se procedía a barajar de nuevo. Pasaia había descubierto una realidad desconocida hasta ahora y que suponía un vuelco en las condiciones de negociación con Donostia en el asunto de los límites. Esta nueva realidad trastocaba además, los límites con los otros municipios limítrofes. Así, en mayo de 2002 con ocasión de la tramitación del Plan General de Ordenación de Errenteria, se insta el proceso de deslinde con dicho municipio en base a los términos concedidos a Pasaia en el acta fundacional de Vargas Ponce, pues no sólo afectan a terrenos hoy comprendidos en Donostia-San Sebastián. Ya en esta última legislatura, en julio de 2003, por orden de la Alcaldesa Izaskun Gómez, se interpone recurso contencioso-administrativo contra la Aprobación unilateral por Donostia del Plan Especial del Monte Ulia en el que se vienen a reclamar los derechos de Pasaia en la parte del monte que va desde la cala Murguita – en linea recta desde Arzakhasta la Bahía. En diciembre de ese año se inicia el procedimiento de deslinde con Lezo, procesos de deslinde, todos ellos, actualmente en tramitación. Hasta aquí he compartido con vosotros la génesis de este trabajo y la posterior evolución de los hechos hasta el día de hoy, en el que el Ayuntamiento de Pasaia con ocasión de la celebración del bicentenario va a adoptar un solemne acuerdo de reclamación de sus territorios. Sin embargo, toda esta tarea resultará estéril e inconclusa si queda reducida a la esfera de una curiosidad cultural o a la de una mera pose y no va acompañada del apasionamiento y empuje decidido de la sociedad pasaitarra y sus representantes políticos.


Como se analiza en este trabajo, el protagonismo de los vecinos y el dinamismo de su gran activo asociativo y cultural, ha sido crucial en otros hitos de este largo litigio, en sus momentos más trascendentales, como lo fueron la desesperada denuncia de los vecinos de San Juan ante el abandono del puerto en el siglo XVIII; la inquebrantable unidad y voluntad de la sociedad pasaitarra en el periodo de 1945-1948 que dio al traste con las pretensiones anexionistas de Donostia o por último, durante la transición con el resurgir de la cuestión con la constitución de las comisiones de mugas de carácter abiertamente participativo. Hoy más que nunca se hace preciso la unión de los pasaitarras en la tarea de poner fin a esta situación de provisionalidad en los límites territoriales y dar un paso definitivo hacia la consolidación de la idea de Pasaia estructurada con la extensión territorial que le corresponde, como municipio portuario territorial y socio-urbanísticamente viable y económicamente sostenible con proyección de futuro, ahora que se cumple el bicentenario de su constitución. En esa tarea resulta trascendental la decisión, coherencia, claridad de ideas y unidad de los representantes políticos, que deben de creer en las potencialidades del municipio y saber transmitir a la ciudadanía las evidentes ventajas de este proceso. Es tarea de todos ahondar en la unidad e identidad del municipio, superando la limitada y tradicional división de sus distritos que, afortunadamente, están suficientemente asentados. De mientras, solo nos queda esperar con impaciencia las futuras publicaciones que en continuidad de este trabajo se anuncian ya por el autor. En Pasaia a 25 de mayo de 2005 Joseba Belaustegi Cuesta Secretario y Letrado municipal del Ayuntamiento de Pasaia.

No quisiera acabar sin antes agradecer –en mi nombre y en el del autor del libro– la inestimable y desinteresada ayuda prestada tanto por los vecinos del pueblo como por los trabajadores y técnicos –Archivo, Secretaría, Urbanismo, Cultura y Euskara– del ayuntamiento en la realización de este trabajo.




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UNION E INDEPENDENCIA DE PASAIA


La unión e independencia de Pasaia se materializó durante el reinado de Carlos IV. FRANCISCO DE GOYA: La familia de Carlos IV (1800). Museo del Prado (Madrid).

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1 DE JUNIO DE 1805 CARLOS IV FIRMABA una Real Orden por la que se disponía la unión de San Pedro y San Juan bajo un único ayuntamiento. Ésta es, por tanto, la fecha exacta que corresponde a la fundación de Pasaia con la categoría de villa; es decir, como una entidad municipal unida, independiente y con alcalde propio.

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Evidentemente, esto no significa que hasta entonces las localidades pasaitarras hubiesen estado deshabitadas, sino que hasta ese momento no habían obtenido ni la categoría de villa, ni tampoco una administración unificada: por lo que respecta a Donibane, y a pesar de haber intentado segregarse con anterioridad, no consiguió la separación de Hondarribia hasta 1770; San Pedro, por su parte, era considerado una

aldea de Donostia; mientras que Antxo era aún una marisma; y Trintxerpe, como parte de San Pedro, una zona rural con cinco o seis caseríos. Si comparamos Pasaia con la mayoría de pueblos de Gipuzkoa, debemos decir que la adquisición tanto de la independencia como de la nueva categoría administrativa se producen tardíamente. La “refundación” de las poblaciones guipuzcoanas con categoría de “villa” había ocurrido, de modo general, a lo largo de la Edad Media, mientras que la separación de muchos de los pueblos pequeños respecto de los grandes de su comarca, tuvo su momento más álgido en el siglo XVII. Así las cosas, a principios del siglo XIX, Pasaia constituía un expediente sin solucionar dentro de la administración provincial.


Para explicar este hecho, es necesario tener en cuenta los grandes intereses creados en torno al Puerto y a la explotación del mismo. Además de los habitantes de Pasaia, también los de otros pueblos que hoy quedan algo alejados de la bahía como Rentería y Oiartzun, al igual que las grandes ciudades de Donostia y Hondarribia estaban empeñados en controlar el tráfico marítimo, los astilleros, la pesca y el comercio que tenían su centro en este puerto. Todo esto había supuesto, entre otras cosas, una larga serie de enfrentamientos entre todas las partes implicadas; enfrentamientos que habían llegado, en más de una ocasión, a verdaderas batallas armadas. Además, otra larga batalla se ventilaba en los tribunales, dando lugar a un pleito de más de seiscientos años en el que sentencias, apelaciones, denuncias, etc. se sucedían una tras otra sin ninguna solución. Por fin, a finales del siglo XVIII con el Puerto prácticamente paralizado, la Corona española dejó en manos del erudito y marino José Vargas Ponce la responsabilidad de redactar un informe para dar una salida definitiva a este farragoso asunto. El resultado de su intervención se resume en la orden, firmada por Carlos IV, que permitía reunir todo Pasaia en un único municipio.

1.1 José Vargas Ponce: unos breves apuntes sobre su vida La importancia de Vargas Ponce en la historia de Pasaia no ha evitado que éste sea un perfecto desconocido en la localidad. Pero también es cierto que esta ignorancia no se ciñe sólo a Pasaia, sino que es bastante común tanto por lo que respecta a su figura como a su obra en general. Y eso a pesar de haber estado Vargas presente en la política del Reino de España durante el siglo XIX y de haber tomado parte muy activa en el grupo de pensadores y reformadores españoles que podemos llamar Ilustrados. Los escasos datos que se han publicado sobre Vargas y su obra los debemos al profesor Fernando Durán López1. José Vargas Ponce nació en Cádiz, el 10 de junio de 1760 y murió en Madrid el 6 de febrero de 1821. Su carrera se dirigió hacia la marina militar, y aunque llegó a ostentar cargos de oficial2, el asma que padecía le obligó a dejar el servicio activo. Esto le facilitó el desarrollo de su verdadera vocación: escribir. Vargas escribe de todo y sobre todo: descripciones geográficas, biografías, historia naval, planes de enseñanza, poesía erótica y festiva, teatro, escritos anti-

taurinos, en defensa de los solterones... Una gran variedad que, como vemos, abarca desde su preocupación por el bien público a través de reformas educativas hasta escritos festivo-eróticos.

Pasai San Pedro antes de la construcción de sus muelles actuales.

Fue miembro de diversas academias y asociaciones, entre las que debemos destacar la Real Academia de la Historia, de la que llegó a ser director en dos ocasiones. Además, también fue diputado en Cortes en otras dos (1812 y 1820). Pero, por encima de todo, el citado profesor Durán López destaca de Vargas su desmedida pasión por investigar, registrar y copiar documentos y escribir proyectos, reformas y todo tipo de informes que sirvieran al bien del servicio público. También mantuvo intensa correspondencia con distintos personajes, en diversos tonos y sobre variados temas. Estas polémicas eran unas veces amistosas, y otras más áridas. Por lo que a nosotros respecta, debemos señalar la relación mantenida con personas relevantes del ámbito cultural guipuzcoano de aquel momento: con el rector de Ibarra, Pedro Ziriza, sobre demografía de nuestra provincia; con el fraile Manuel Etxeberria sobre el arte del monasterio de Arantzazu; y, especialmente, con dos de las figuras más representativas de la literatura vasca tradicional, como son Vicenta y Juan Antonio Moguel, con quienes se interesó vivamente por el euskara3. En su afán de aportar proyectos con los que renovar el Reino se encontró con obstáculos políticos relacionados con su propia ideología. Podemos decir que, en general, Vargas defendía un Estado centralizado, siguiendo las enseñanzas de la Revolución

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Vargas tuvo que desenvolverse. Al respecto, el propio Durán describe así la época que vivió Vargas Ponce: “progresiva descomposición de la marina de guerra, de la administración pública, de la moral cívica, y de la convivencia política. Cada ministro deshacía lo que emprendía el anterior, no había continuidad en la política activa, sino todo lo contrario: fueron promocionados a las más altas instancias del poder personajes manifiestamente corruptos”. Buena prueba de ello es el modo en que Vargas Ponce se hace cargo del expediente sobre Pasaia.

1.2 Vargas y Gipuzkoa Ya hemos visto como Vargas tuvo varios problemas derivados de sus opiniones políticas. Con el fin de que su presencia no resultara molesta, fue desterrado de la Corte madrileña, bien con disimulo, bien abiertamente.

El ilustrado José Vargas Ponce (1760-1821) puso las bases del Pasaia moderno. FRANCISCO DE GOYA: José Vargas Ponce. Real Academia de la Historia (Madrid).

Francesa, y que, por lo tanto, veía en las instituciones propias de los territorios, como la Diputación de Gipuzkoa o los Fueros vascos, un obstáculo al progreso. Sobre este punto volveremos en varias ocasiones más adelante. Simultáneamente, Vargas aparece como muy crítico con dos de los personajes más impopulares de la política española del siglo XIX: el secretario de Estado Godoy, y el rey Fernando VII. Por lo tanto, no nos extraña que aparezca colaborando con el gobierno de José Bonaparte en la Junta de Instrucción Pública con el fin de establecer un proyecto educativo. De todos modos, su implicación con este gobierno no debió ser absoluta y también chocó con sus ministros, sobre todo con Mazarredo4. Ante todo este trabajo se nos plantea una pregunta evidente: ¿cómo es que Vargas sigue siendo un desconocido? El propio profesor Durán nos da la respuesta. Por un lado, estarían las limitaciones de Vargas como escritor. Escribir mucho no significa escribir bien. Pero, incluso cuando acertaba en el tono y la profundidad del tema, el mérito solía recaer en otros.

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Por otro lado, y lo que es más importante, habría que tener en cuenta el panorama político en que

Precisamente en uno de esos alejamientos es comisionado para valorar el pleito sobre el puerto de Pasaia. Para Vargas, esto debió suponer un respiro, pues pudo así abandonar la redacción de una Historia de la Marina en la que se encontraba ocupado. El tema era de su agrado, pero no así el enfoque que el Secretario de Marina, Domingo de Grandallana5, quería imponerle. A la vez, para el propio Grandallana, debió suponer un verdadero alivio pasar a otro el expediente pasaitarra que, no hay que olvidar, duraba ya varios siglos. Para hacernos una idea aproximada sobre este expediente, nos basta uno de los testimonios recogidos al respecto por el mismo profesor Durán López. El pleito, en sus continuas idas y venidas entre consejos, fiscales y ministros, pasó por las manos de uno de los ilustrados y políticos de mayor prestigio de la época, Campomanes, quien, como fiscal, debía hacerse cargo del mismo6. Campomanes, al ver que para mover toda la documentación generada en esos siglos era necesario un carro entero, rechazó el expediente. Según su opinión, lo mejor hubiera sido dar fuego a aquella masa de papeles y amonestar seriamente a quienes habían promovido durante siglos semejante pleito. Parecía pues éste un trabajo a la medida de Vargas y de su pasión por escribir. Vargas recibe el encargo en 1799. Pero el Ministerio sólo le hace llegar la documentación posterior a 1739. Para una mejor comprensión del caso, Vargas se dedica a la investigación en los mismos pueblos y archivos de Gipuzkoa.


El resultado de esta investigación se plasma en un informe que Vargas remite a sus superiores y del que ahora pasamos a ocuparnos.

1.3 Características del informe de Vargas Ponce (julio de 1804) José Vargas Ponce finaliza su informe en julio de 1804. Como ya ha quedado dicho, sobre las decisiones que se tomaron a partir de su trabajo se asienta la unión e independencia de Pasaia.

centrado en el Puerto y dejando de lado otros aspectos del pasado de esta villa.

Archives du Genie. Service Historique Militaire. (Vincennes).

Ante todo, nuestro objetivo es divulgativo: hacer popular el proceso por el cual Pasaia se transforma en una villa moderna. Creemos, además, que existen razones de interés para ello. Los que conocemos Pasaia sabemos cuáles son sus peculiaridades y con este trabajo pretendemos ayudar a comprender porqué tenemos, muy a menudo, la sensación de que existen varios Pasaia, tan cerca todos del puerto pero tan distintos entre sí en otros muchos aspectos.

Lo que este libro pretende es que la comunidad de Pasaia pueda acceder de una manera fácil a ese texto. Por eso, en este trabajo vamos a presentar el escrito original, tras haberlo comparado con el borrador inicial, enriquecido con notas aclaratorias.

La formación del municipio a través de la historia tiene mucho que ver en ello. Por eso, creemos que la presentación del informe de Vargas Ponce, acompañado por las aclaraciones necesarias y completado con un estudio sobre el desarrollo posterior de su trabajo, puede arrojar algo de luz sobre algunas cosas.

Además, en este capítulo se acompaña dicho informe con un breve estudio y comentario de su contenido. De este modo, obtendremos también un resumen de la historia de Pasaia, aunque, eso sí, siempre

Algunos historiadores se han acercado a este tema achacando a Vargas Ponce un marcado antidonostiarrismo. Y, si bien es cierto que Vargas no ocultará en ningún momento que considera a los

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En este plano de 1636 se aprecian las mejoras propuestas por los ingenieros militares Gandolfo, Teixeira y Soto. Por ejemplo, la modificación de la Torre de San Pedro o el fuerte que convertiría a Santa Isabel en un gran baluarte. Además, la iglesia actual de San Pedro aún no se ha edificado. La antigua se sitúa sobre el casco, donde hoy está el cementerio. En Donibane tampoco existe la plaza, y los barcos fondean junto a las casas. Archivo Municipal de Pasaia-Pasaiako Udal Artxibategia.


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gobernantes de Donostia culpables de la penosa situación en que él encuentra Pasaia, su posicionamiento es resultado del análisis de los hechos, y no previo. Vargas no emite su parecer hasta estar bien informado y deja siempre claro que basa su opinión en el análisis de la documentación histórica, y no en un interés personal ni en ningún prejuicio contra la ciudad. Es más, durante toda su investigación, es precisamente en San Sebastián donde se aloja, y no tiene más que palabras de cariño para los amigos que allí tiene.

son miles y miles las páginas consultadas y resumidas. Como ya recordamos antes, Vargas no trabajó únicamente con la documentación que le facilitó el Ministerio, pues la misma “sólo” tenía en cuenta datos posteriores a 1739. Utilizó, además, innumerables papeles y anotaciones recogidos durante la investigación. Todo ello para, según sus palabras, “dar estable paz a seis pueblos marítimos [Pasaia, Hondarribia, Lezo, Errenteria, Oiartzun y Donostia], por sólo este objeto [es decir: por el puerto] irreconciliables desde el siglo XIII”.

Por lo tanto, nos parece que poco se puede reprochar a Vargas sobre el método de trabajo empleado. En cuanto a la intención última de su investigación creemos que el único partido que toma Vargas es el de la defensa de los intereses de la Corona.

Se hace necesario recordar también la opinión apuntada por Fermín de Lasala y Collado, Duque de Mandas, en 1895. Según él, y refiriéndose no al trabajo sobre Pasaia sino a toda la cosecha documental efectuada por Vargas, esta recopilación de documentos supone la primera colección sistemática de testimonios contrarios a Vasconia. Es decir, coloca a Vargas trabajando directamente por orden del gobierno con el fin de recabar información contraria a los fueros vascos7.

Él mismo declara qué objetivos se ha marcado con esta labor “ardua y complicada”: servir al Rey, a la Marina española y a la causa pública. Tampoco deja ninguna duda sobre sus intenciones, pues afirma que pretende acabar de una vez por todas con este litigio que, calcula, duraba por entonces seiscientos años. Anuncia también que el informe resultante de su pesquisa va a ser largo, pero, como atenuante, indica que

Aunque no podamos ser tan tajantes al colocar a Vargas dentro de una estrategia tan perfectamente planificada, tal y como se desarrollaron los hechos

Los terrenos donde hoy se levanta Trintxerpe han tenido un marcado carácter rural hasta mediados del siglo XX. 1-Ilunbe 2-Martimuño 3-Larrabide 4-Trintxer 5-Araneder 6- Calle Pescadería. KUTXA Fototeka.

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En esta presentación respetamos las tres partes que el propio José Vargas Ponce establece en su comunicado definitivo, compuesto por un total de 133 puntos numerados. Por lo tanto, cuando en este estudio recurramos a citas textuales del informe, aprovecharemos esta numeración para indicar el punto concreto del que esas frases han sido tomadas. En el primer capítulo del informe, que se prolonga desde el punto 5 al 68, encontraremos un recorrido a lo largo de la historia del puerto y de las poblaciones que se asientan a su alrededor. En la práctica, supone que Vargas nos regala un resumen de las decenas de miles de páginas que los distintos pleitos sobre Pasaia habían generado a lo largo de esos seis siglos. Vargas realiza, por lo tanto, una recopilación exhaustiva de denuncias, razones, sentencias, recursos, argucias jurídicas, datos de todo tipo, etc. Pero además de esta recopilación, Vargas analiza los argumentos que cada parte esgrimió durante ese largo periodo de tiempo, al tiempo que valora las sentencias y las consecuencias del cumplimiento, o falta de cumplimiento, de las mismas.

durante el siglo XIX es más que probable que esta documentación fuera empleada con esos fines antifueristas a los que alude el Duque de Mandas. De todos modos, estos datos nos ayudan a colocar el trabajo de Vargas en su justo tiempo y contexto. No sólo en lo que corresponde a política general, sino también en lo tocante a la propia evolución del puerto.

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En este sentido, a la hora de redactar el informe a principios del siglo XIX, Vargas se encuentra con una situación de dejadez total en el puerto. Son ya evidentes las consecuencias de todo lo acontecido durante esos seis siglos de pleitos y enfrentamientos. Y es, precisamente, desde esa ventajosa perspectiva desde dónde él nos informa.

Será, sobre todo, en estos primeros capítulos en los que Vargas Ponce se valga de la documentación que ha ido recopilando. Como decíamos, la que él recibe oficialmente arrancaba en 1739 y estaba agrupada en 25 piezas que, en palabras del mismo Vargas Ponce, “son las 25 piezas sin excepción quejas, planes e informes de cuantos jefes hubo desde entonces en aquella Provincia... que unánimes clamaron por el progresivo deterioro del Puerto, que ya toca en absoluto”. En esa época, muy reciente en tiempos de Vargas Ponce, el pleito por la bahía pasaitarra se centraba principalmente en la mala situación de la ensenada, muy poco practicable a consecuencia de los bancos de arena y de la suciedad acumulada. Esto había reducido al mínimo la navegabilidad, dejando muy escasa superficie para las maniobras8. Sin embargo, como ya hemos dicho, no limita su estudio a esto, pues en estos documentos no se abordaría todo el conflicto en su conjunto. Faltaría, precisamente, su origen. Por lo tanto, completa estos documentos con lo que él llama su propia “colección diplomática”; es decir, con una ingente cantidad de datos obtenidos en los propios archivos guipuzcoanos. A veces copiándolos y a veces haciéndose con el original. Esta base científica es reivindicada por el propio Vargas para demostrar su imparcialidad. Y, aunque, se excusa por el volumen de lo escrito, lo ve indispensable para


comprender qué ha sucedido durante 600 años en el puerto. De este modo, nos remite hasta los primeros pleitos y enfrentamientos por el canal pasaitarra, partiendo de 1180, con la fundación de Donostia como villa, en adelante. Busca los orígenes del contencioso, como único camino para entender el problema y poderlo solucionar. Podemos adelantar que, desde su punto de vista, la sentencia, o privilegio, dada por el Rey castellano Enrique II en 1376 es el principal motivo de la exagerada duración de este pleito. Y, en consecuencia, también del origen de la decadencia del puerto y poblaciones cercanas. De uno u otro modo, esa sentencia habría sido ratificada a lo largo de esos 600 años, sin que las actualizaciones o puntualizaciones que se le añadieron sirvieran para mucho. Por lo tanto, uno de los objetivos de Vargas Ponce será superar la disposición de Enrique II y adecuar a su propio siglo, el XIX, la situación del puerto pasaitarra. La segunda parte del informe ocupa desde el punto 69 al 114. Tras el repaso histórico, Vargas expone cuáles son las razones para cambiar la situación de permanente conflicto que existe en el entorno de Pasaia. Fundamentalmente, y tal como antes que él señalaron otros expertos que se ocuparon del asunto, achaca la lamentable situación del puerto y todos los pueblos de la comarca a la política de Donostia. Esta ciudad ejercería el control del puerto, pero no para impulsar un desarrollo económico del mismo, sino para evitar la competencia de otras villas. Como resultado, la bahía está impracticable. Vargas abogará por cambiar esta situación y relanzar la vida económica de la comarca. Así como el apartado anterior servía en cierta manera para conocer al Vargas Ponce historiador y su increíble capacidad de trabajo y redacción, en este otro quedan al descubierto aspectos relacionados con las ideas políticas de Vargas. Como ya adelantamos, frente a los fueros o los derechos de la Provincia, Vargas identifica el bienestar con la Corona y el Estado, y para garantizar ese bienestar, en el caso de Pasaia, el puerto debe estar limpio, accesible y abierto al comercio. En el mismo sentido, introduce en alguna ocasión comentarios con los que busca reafirmar la unión entre Gipuzkoa y la Corona castellana, aunque para ello no se atenga estrictamente a la Historia. Por ejemplo, calificando a los reyes navarros de usurpadores o hablando de la reconquista de Gipuzkoa por Castilla en el año de 1200. De igual

modo, es también muy crítico con las instituciones provinciales, a cuyas intervenciones a menudo niega legitimidad, y con los Fueros, que califica, entre otras cosas, de “monstruos quiméricos”. Finalmente, la tercera parte del informe, mucho más breve, recoge las disposiciones o providencias, que José Vargas Ponce propone para solucionar definitivamente el litigio, así como las ventajas que se derivarían de su aplicación. Será a partir de este punto que se establezca la unión administrativa de San Pedro y San Juan, separados de cualquier otra jurisdicción y con su propio ayuntamiento. Vargas se descubre aquí como un precursor en la ordenación del territorio. De hecho, su misión no se limitó a reordenar la bahía pasaitarra; también llegó hasta Txingudi, reintegrando Hondarribia e Irun a Navarra. Pasemos pues a ver con más detalle cual es el contenido de cada uno de estos grandes capítulos. De este modo, podremos ofrecer a los actuales pasaitarras un resumen de la historia de su pueblo y, quizás, comprender mejor la personalidad de un municipio tan peculiar como el que nos ocupa.

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HISTORIA DEL PUERTO DE PASAIA A TRAVES DE 600 ANOS DE LITIGIO Puntos 1 al 68 del informe de Vargas Ponce

Entre los elementos destacables en este plan se anota un “observatorio” en San Pedro. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.


P

ARA COMPRENDER MEJOR EL INTERES SOBRE EL

puerto de Pasaia, es necesario primero recurrir a la imaginación. Hoy, a principios del siglo XXI, el puerto ocupa una superficie mucho menor de la ocupada a lo largo de la historia, superficie, además, muy centrada en torno a los muelles. Sin embargo, repasando la Historia, vemos como la zona empleada como puerto, muelles o astillero ha ido evolucionando. En época romana por ejemplo, la bahía ofrecía, en un primer momento, un refugio que permitía remontar la ría hacia Oiartzun y explotar la riqueza del bosque y las minas. Más ade-

2.1 La población en torno al Puerto Entre las razones que ofrece Vargas Ponce para determinar quién debe ser favorecido con el control del puerto, encontramos un intento por establecer cuál fue la población más antigua de la comarca. Para él, la antigüedad sería, precisamente, un primer elemento a tener en cuenta a la hora de establecer la legitimidad sobre la bahía pasaitarra. En su planteamiento coloca a Oiartzun como el primer núcleo poblado: “6: Oyarzun, que por su situación debió ser habitado antes que San Sebastián, pues la población de estas playas fue como en todas, una propagación de la de tierra adentro”. En esto coincide con las actuales teorías históricas sobre la formación de Gipuzkoa. Nuestra Provincia comenzaría a formarse en la Edad Media y los núcleos de población de entonces, tras la inseguridad que siguió al final de la época romana, estarían en zonas altas, bien defendibles y seguras. De aquí, habrían ido ocupando lugares más bajos, a la altura de los ríos y en la costa10. Sin embargo, Vargas Ponce, consciente o no, hace una pequeña trampa, pues compara el pueblo de Oiartzun con la ciudad de Donostia, que entonces estaría centrada en la actual Parte Vieja. Lo lógico sería comparar todo el valle de Oiartzun con su cabecera: es decir, Orereta. Y lo mismo Donostia, con su retaguardia: es decir, Hernani y el Antiguo. Pero no dos puntos de dos zonas distintas.

A pesar de su apariencia, Pasaia puede acoger a grandes embarcaciones, lo que le ha valido ser un punto obligado del tráfico marítimo a lo largo de la Historia.

lante parece que, sin llegar aguas arriba, fuese Beraun la zona preferida, sustituyendo o complementado a otro Beraun anterior ya en desuso, el situado en Irun9. Por lo tanto, la utilidad de este puerto interior va variando en función de las necesidades de cada momento. Siglos más tarde, y continuando con esta evolución, en la parte más interior de la ensenada, fácil de defender y controlada por Orereta, se instala la villa de Villanueva de Oiarso o Rentería. Similar ubicación se busca con Molinao, donde más que muelles se pretende aprovechar la fuerza de las mareas en un molino, como su nombre indica: molino nuevo.

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Y, a medida que la bahía va ganando en importancia, Hondarribia y Donostia toman posiciones gracias a su control sobre Lezo, Donibane, Altza y San Pedro.

Aun y todo, creemos que la idea general sí sería válida y que, en el proceso arriba descrito, lo normal es llegar hasta la bahía pasaitarra desde el valle de Oiartzun, siguiendo ese “descenso” arriba indicado. A ello contribuye también la pérdida de navegabilidad del río Oiartzun. De hecho, testigo de este avance es la categoría de villa que en 1320 se otorga a Orereta. Podemos considerar a esta población como el barrio del valle de Oiartzun más cercano a la bahía. El nombre que como villa recibe en 1320, es bastante significativo: “Villa Nueva de Oyarço”. Sin embargo, este hecho no supone que el resto de barrios de Oiartzun aceptase la nueva jerarquía. Por lo tanto, se abre un largo periodo de enfrentamiento que acabará en 1453 con la separación definitiva entre lo que hoy es Oiartzun y la antigua Orereta. Episodio que, por cierto, también aparece en el informe de Vargas. Para la historia del puerto, esto supone un nuevo protagonista: la nueva villa que pronto será conocida


como La Rentería. Vargas Ponce aprovechará una frase del documento de fundación de esta villa para adjudicarle la posesión del puerto, pues allí se citan “los puertos” de la villa. A pesar de la defensa apasionada de Vargas, parece más lógico que esos “puertos” no comprendieran estrictamente la bahía, sino a todas las instalaciones que se extendieran desde, al menos, la zona de Capuchinos hasta las mismas puertas de la villa, pues el agua llegaría entonces hasta la actual alameda. Aun y todo, parece evidente que esa mención justificaría plenamente el libre uso y acceso a la bahía. A esto hay que añadir que, desde 1203, la zona oriental del puerto, en la que se situaban Donibane y Lezo, había quedado bajo control de Hondarribia; y que Donostia habría fundado o captado a las poblaciones de Altza –fundación de la iglesia de San Marcial en 1390- y San Pedro –iglesia en 145711-.

Tenemos así a todos los protagonistas de este largo y trabajoso litigio, cada uno con sus reivindicaciones y con sus alianzas. En líneas generales, podemos decir que hasta la definitiva separación de La Rentería y Oiartzun, Donostia y Oiartzun actuarán contra la primera. Hondarribia también presentará sus reivindicaciones. Y a partir del siglo XVI, será Donostia contra el resto. Más tarde, irán ganando protagonismo los actuales pueblos costeros: Donibane, San Pedro, Lezo y también Altza. Estos, además de presentar reclamaciones sobre el puerto, pedirán la independencia respecto de Hondarribia y Donostia. La propia evolución en el modo de referirse a la ensenada da cuenta de estos cambios: de Puerto de Oiartzun a Puerto de Pasaia; desde el extremo superior, hasta el canal de paso que da entrada a la bahía. Todos estos datos pueden resumirse en la siguiente tabla.

El plano de NICOLAS DE FER (1646-1720), datado en 1705, presenta el puerto de una manera esquemática. Marcadas en rojo se aprecian seis fortificaciones -“redoute”- que no se levantaron. En la plataforma de la Torre, refleja la existencia de una capilla y de una batería de cañones. El molino -“moulin”- señalado es el de Biber (o Buier) en la actual calle Pescadería. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.

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En este dibujo de 1859, el artista y cónsul francés en Donostia DIDIER PETIT DE MEURVILLE, reproduce el paso sobre la escollera que unía entonces San Pedro (a la altura de la actual escuela náutica) con la otra orilla del puerto. DIDIER PETIT DE MEURVILLE. Gipuzkoako Foru Aldundiaren BildumaColección Diputación Foral de Gipuzkoa.

CAMBIOS EN LAS CATEGORIAS DE LOS PUEBLOS COLINDANTES AL PUERTO

1180: Donostia recibe la categoría de villa. Sus límites abarcan desde Orio a Lesaka y desde la costa a Arano. No obstante, esto no significa que en este terreno no viviera nadie con anterioridad a este nombramiento. 1203: Se confirman los fueros de Hondarribia, que incluye Irun, Donibane y Lezo. Guillermo de Lazón deseca las marismas donde crecerá Lezo. 1214: Se reconoce al valle de Oiartzun como personalidad jurídica. 1320: En un extremo del valle de Oiartzun, Orereta se convierte en Villanueva de Oiarso. 1453: La Villa Nueva y el resto del valle quedan separados definitivamente.

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2.2 Las primeras disputas sobre la posesión y el uso de la bahía Entre las interminables disputas por el control de la bahía, Vargas Ponce recoge las más significativas, añadiendo, como ya hemos dicho antes, su propio análisis crítico. Así, rechaza enérgicamente el arreglo de 1339 por el que Oiartzun y Donostia acuerdan que el puerto sea de ésta segunda. Y atribuye a la situación de extrema necesidad otro acuerdo del mismo año por el cual Rentería admitía lo mismo a cambio de poder abastecerse libremente a través del puerto. Según Vargas Ponce, nada de esto sería válido, pues contradice lo dispuesto por los reyes en la fundación de Rentería y él, desde su ideología, nunca reconoce capacidad a las villas guipuzcoanas para este tipo de revisiones. Además, Vargas Ponce reconoce en esta maniobra un intento de Donostia por desalojar a Hondarribia del puerto e, indirectamente, para incidir sobre la salida del comercio navarro por mar. De hecho, estos acuerdos no sirven para acabar con los litigios, como lo prueban las sentencias de


1374 y 1376. La primera, dada por la Audiencia Real, es alabada por Vargas Ponce, quien dice: “17: esta sentencia que parece dictada por la justicia misma, y a la que antecedió tan seria discusión y tal conocimiento de causa, lejos de ser obedecida dio margen a grandes contiendas y bullicios y peleas. De donde se siguieron muchos males y daños y robos y muertes...”. Desde su punto de vista, su aplicación hubiera supuesto grandes avances. Pero dado que reconocía el carácter público de la bahía y su libre acceso, debió ser San Sebastián la desobediente a la misma. Todo ello en un clima político y social muy agitado, tanto en Gipuzkoa como en torno al monarca castellano. Como resultado, en 1376 se emite una nueva disposición. Se confirma que Rentería y Oiartzun pueden usar el puerto, pero el propio monarca ordena que San Sebastián sea privilegiada por ser la mejor villa de Gipuzkoa. Por lo tanto, los barcos que no sean para abastecimiento de las otras dos villas, deberán descargar la mitad de la mercancía en Donostia. De este modo, la ciudad sale favorecida al desviar la mayor parte del comercio hacia sus muelles. Esta sentencia será la base del futuro éxito de Donostia ante los tribunales, pero también la base de su control sobre el puerto, pues para hacerla cumplir ésta colocará en Pasaia sus propios guardas.

Uno de los muchos documentos que repasa y enumera las sentencias dadas en torno al puerto durante el siglo XVI. En este caso, la de diciembre de 1532 en el pleito que enfrentaba a Lezo y Pasaia contra Hondarribia. Archivo Municipal de PasaiaPasaiako Udal Artxibategia: B 1 1 1.

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KUTXA Fototeka.

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Precisamente a estos guardas atribuye Vargas Ponce la decadencia del comercio en Pasaia y la ruina de los barrios pasaitarras y de Rentería. Sin embargo, Vargas no hace responsable al rey Enrique de la situación, volviendo a aparecer como un gran defensor de la Corona, sino a quienes le aconsejaron favorecer a una parte en lugar de al todo. Por eso, habla de este privilegio no como un favor a Donostia, lo cual sería incluso comprensible, sino de un intento de ésta ciudad por acabar con la competencia. Algo que no puede nunca estar en los pensamiento de un monarca justo: “20:...no cabía en el generoso corazón de Enrique segundo. Es imposible no fuese una maniobra del espíritu de partido, del que sobran ejemplos en estos enredados litigios, y del que fue víctima la nación en general entonces, y cuyas desastrosas resultas se ocultaron entonces al rey. Como a nosotros [se nos oculta] ahora el móvil que le arrancó tan inoportuno privilegio”.

Tras esto, Rentería pondrá en marcha una nueva estrategia. Intentará la mediación de una nueva institución que, en aquellos momentos, aún se encontraba en formación: la Provincia de Gipuzkoa. Sin embargo, las innovaciones e interpretaciones que las Juntas Generales introducen durante todo el siglo XV siempre acabarán favoreciendo a Donostia. Vargas Ponce critica muy duramente estas instituciones, a las que no veía capacitadas para alterar las sentencias reales. Con su crítica, seguramente, no sólo quiere rebajar el valor de las instituciones de aquel siglo, sino también atacar al propio sistema foral de principios del siglo XIX, que es el tiempo en el que él escribe. De todos modos, Vargas Ponce vuelve a reflexionar sobre las causas que movieron a las instituciones


de Gipuzkoa a actuar de este modo, que él califica de parcial. En primer lugar, no entiende que las Juntas focalicen el comercio de la Provincia en la ciudad de San Sebastian, pues eso será perjudicial incluso para los futuros fueros provinciales, y es un medio para fomentar el monopolio del comercio. Así, en el punto 27 afirma: “..se hieren y barrenan con semejante estanco y privilegio los que después [Gipuzkoa] llamó sus Fueros (que semejantes quiméricos monstruos no se habían imaginado todavía)... coartada la libertad natural del comercio, el que quedase autorizado monopolista impondría a los demás voluntarios gravámenes”. Por lo tanto, Vargas Ponce busca una razón para esta actitud, y la encuentra en la inestabilidad política del siglo XV guipuzcoano. Efectivamente, para hacer frente a los Parientes Mayores, la aún no muy robusta unidad de las villas de Gipuzkoa necesitaba de todo el poder de Donostia en su Hermandad, quien por cierto sólo participaba en esa unión desde 1450. En general, se habla de un enfrentamiento armado entre las villas y los Parientes Mayores, pues éstos pretendían hacerse con el control directo de los guipuzcoanos y se nombraban a sí mismos como los únicos nobles del territorio. Precisamente, entre los gobernantes de Rentería, encontramos a la familia Ugarte, como parte de esa alianza con los Parientes Mayores. A este ambiente de inestabilidad, se añade una disposición de Enrique III por la que se permite a los comerciantes navarros usar Pasaia para sus negocios, en lugar de Donostia, a la vez que les garantiza las mismas ventajas fiscales que disfrutaban antes. El Rey indica que Pasaia es más apto que Donostia, cuyo puerto es “áspero” y “peligroso”. A raíz de esto, y sumando el conflicto político antes mencionado, se abre un periodo de enfrentamiento no ya jurídico, sino armado. Se suceden batallas, robos, quemas, asesinatos,... hasta que la Hermandad de Gipuzkoa consiga hacerse con el control del puerto y tome rehenes de cada una de las partes. En este contexto, las Juntas de Gipuzkoa, reunidas en Usarraga en 1475, nombran dos árbitros: un vecino de Donostia –Miguel Sánchez de Ugarte- y otro de Hondarribia -Juan Martínez de Rada-. Éstos, a su vez, piden el asesoramiento de dos doctores foráneos, haciendo venir de Salamanca a Juan de Villa y Gonzalo de Villadiego. Finalmente, se produce un nuevo fallo que resulta en conjunto favorable a Donostia, y que ésta reafir-

mará tres años después con un nuevo acuerdo con Oiartzun. El contenido de estos dictámenes se puede seguir fácilmente en los puntos 25 y 31 del informe de Vargas Ponce. Básicamente, Donostia refrenda su poder sobre el puerto, haciendo legales la mayoría de los impuestos que cobra, manteniendo el desvío de las cargas hacia su muelle y levantando lonja propia que puedan usar también los de Oiartzun. Para Vargas Ponce, este acuerdo resume el odio que el Valle y San Sebastián sentían hacía Rentería, pues, en realidad, Oiartzun no se había separado oficialmente de su villa y actúa contra ella.

En esta orilla, entre la iglesia y Salbio, se han asentado varios astilleros (“del rey”, “Luzuriaga”,...) a lo largo de la Historia.

Vargas Ponce ataca muy duramente todo este proceso. Lo encuentra completamente viciado. Para él, los acuerdos de 1339 no deberían tener ningún valor. Y la aplicación de la sentencia de 1374, que según él no había sido reivindicada por desconocimiento, debería bastar para dejar sin efecto las posteriores. De igual modo, la mala fe que ve manifiesta en el arreglo de 1478 resumiría el espíritu revanchista que preside todo el proceso. Dirige su crítica tanto a la manipulación de los datos (“34: Verdades dichas a medias son todavía más dañinas que los embustes manifiestos”), como a la poca preocupación de los tribunales por documentarse correctamente antes de emitir veredictos. A pesar de todo, lo cierto es que con estas disposiciones, añadidas a la de 1376, Donostia se pone a la cabeza del puerto pasaitarra, en claro detrimento de la antigua Orereta y, con el paso del tiempo, también de Oiartzun y de Hondarribia.

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RESOLUCIONES MAS SIGNIFICATIVAS SOBRE EL USO DEL PUERTO. SIGLOS XIV Y XV 1338. El rey castellano Alfonso XI declara libres de impuestos las mercadurías que transporta Rentería por el puerto. Ratificado en 1340, 1351 y 1371. Febrero de 1339. (punto 12 del informe): Acuerdo entre Donostia y Oiartzun. El Valle confiesa que el puerto es de la ciudad. Este hecho es especialmente grave pues no se tiene en cuenta para nada a la ya villa de Villanueva de Oiarso. Noviembre de 1339. Como manera de poner fin al pleito que ante la Corte trataban precisamente Rentería y San Sebastián, esta segunda propone a la primera un acuerdo amistoso a cambio de que se le reconozca la propiedad del puerto. A ello se suma la capacidad de cobrar peajes, sisas y demás impuestos. En contrapartida, Donostia reconoce que Rentería puede introducir por el puerto trigo y cereales para su abastecimiento sin tener que pagarle ningún impuesto. Y sobre el comercio de los grandes navíos que arriben al puerto, se manda que la mitad se descargue en Donostia, pagando los correspondientes gravámenes, y que la otra mitad pueda ir libre a La Rentería. 1374. (Punto 16 del informe): Con el fin de reconstruir la ciudad tras el incendio de 1361, Donostia pretende cobrar un impuesto por cada quintal de hierro o acero que se exporte por el puerto, incluyendo a Oiartzun y Rentería en esta pretensión. Estas dos localidades apelan ante los órganos de justicia reales. Los tribunales dictaminan, entre otros aspectos: que el puerto es público, que las contribuciones que se recojan corresponden a la Corona, que Donostia no prueba posesión sobre el puerto, y que los acuerdos de 1339 son nulos.

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1376. (Punto 18 del informe): Enrique II proclama que el puerto es de la Corona. Libra a Rentería y Oiartzun de cualquier obligación con Donostia por usar el puerto, aunque se les exigirá un juramento ante los guardianes donostiarras para certificar que se trata de abastecimiento propio. Y concede a Donostia la descarga de, al menos, la mitad de cualquier mercancía que los barcos transporten, mientras estos no se dirijan hacia Rentería ni Oiartzun; añadiendo que tampoco el resto de la mercancía que no se desembarque en la ciudad podrá llevarse a esos lugares. El motivo de este privilegio hacia Donostia, según palabras del Rey, es permitir que su mejor villa, San Sebastián, esté siempre bien poblada y abastecida para que pueda proteger al resto de Gipuzkoa.

1396 - 1399. (Punto 21 del informe): Donostia vence en un pleito contra Hondarribia. Se declara jurisdicción de Donostia todo lo que cubra la marea alta. Se prohíbe a Hondarribia que construya casas en Lezo y Donibane. Las multas por incumplimiento deberían ser cobradas a medias por Rentería y Donostia, pero las Juntas Generales de 1453 y 1456 despojarán a Rentería de este derecho. 1401. (Punto 22 a 24 del informe): Enrique III permite a los comerciantes navarros que contraten sus negocios en el puerto de Pasaia, con las mismas ventajas con que lo hacían en Donostia. Argumenta que el puerto de Donostia es más peligroso que el de Pasaia. A partir de aquí, el enfrentamiento por el puerto se convierte en una guerra abierta: asesinatos, batallas, quemas, venganzas,... hasta que finalmente la Hermandad de Gipuzkoa se haga con el control de la situación. 1456. Se produce otro enfrentamiento armado entre los de Rentería y los pasaitarras dependientes de Donostia. 1475. (Punto 25 del informe): Gipuzkoa nombra como árbitros a Joanes Martínez de Rada y a Miguel Sánchez de Ugarte, quienes a su vez hacen venir de Salamanca a los doctores Juan de Villa y Gonzalo de Villadiego. En su sentencia, el puerto es declarado libre, no propio de ninguna de las partes. Pero la jurisdicción, es decir la capacidad de ejercer justicia, y los impuestos quedan a cargo de los representantes de Donostia. A la vez, confirman las exenciones favorables a Rentería y Oiartzun y la sentencia de Enrique II. Las Juntas Generales de 1577 piden confirmación real de esta sentencia, que se da en 1579. El arbitraje de 1475 llega tras otra batalla, cerca de San Marcial, en la que los donostiarras fueron encerrados en el caserío Portdeplat (HerreraGaiztarro) 1478. (Punto 31 del informe): Acuerdo entre Donostia y Oiartzun. Además de concederse perdón mutuo arreglan el asunto de las descargas de la mercancía. Así, Donostia permite que la mitad no descargada en Donostia se pueda descargar en Oiartzun. Para regular este tráfico, edificarán una lonja (en San Pedro) que sirva a Oiartzun para recoger su cereal y vender su hierro. 1479. Los Reyes Católicos autorizan la construcción de una lonja en Rentería.


2.3 Esplendor y decadencia bajo dominio donostiarra Con las actuaciones recogidas hasta el momento, Donostia habría logrado afianzar definitivamente su posición predominante en el puerto, tanto físicamente como a escala organizativa. Entramos así, bajo su dirección, en el siglo XVI, considerado como uno de los momentos más espléndidos del puerto y su comarca. El crecimiento alcanza a las poblaciones situadas al final de la bocana, es decir, los actuales San Pedro y San Juan. Ambos dejarán de ser modestos asentamientos (de Donibane, por ejemplo, dice Vargas Ponce que en 1396 contaba solamente con seis casas) para ir alcanzando gran personalidad. Pesca, ballenas, bacalao, construcción de todo tipo de barcos y aún de escuadras enteras, refugio de flotas, comercio y zona de paso entre Hondarribia y Donostia. Todo ello hace que el valor del puerto interior pasaitarra permita un gran crecimiento de la zona. Sin embargo, la presión que ejerce Donostia, -unida, pensamos nosotros, a un cambio en la situación económica y política en el ámbito internacional- volverá a provocar el conflicto judicial por el Puerto. En un principio, y para no ser reiterativo, Vargas Ponce renuncia a recopilar todos los momentos de tensión vividos en esos años. “38: Como sean tantos y que nada añaden a la sustancia de este negocio, hemos creído que debemos omitirlos, aunque los tenemos leídos y extractados.” El motivo de esta renuncia es que todos los intentos de denuncia contra Donostia fracasan, pues ésta siempre se ampara en el privilegio otorgado por Enrique II: “Hízolos todos infructuosos las superiores fuerzas de San Sebastián, escudadas con la corteza del privilegio de Henrique II”. Desde luego, no somos tan temerarios como para reparar el vacío que ni siquiera Vargas Ponce se atrevió a llenar. Pero sí nos parece interesante dejar constancia de dos momentos que reflejan la tensión existente. El primero, en 1577, cuando Rentería intenta separarse de la provincia de Gipuzkoa. Entre sus razones, expone que las Juntas Generales de la Provincia no hacen caso de ninguna de sus quejas, a pesar del mucho daño que recibe por no poder cerrar tratos en el puerto debido a los impedimentos con que Donostia lo obstaculiza. El segundo, en 1587. Ese año, como consecuencia de las apelaciones anteriores de Rentería, San Sebastián logra una prohibición que impide a Rentería comerciar con hierro ajeno a la misma12.

Vargas Ponce prefiere centrarse en 1589, cuando el Ayuntamiento de Donostia coloca de forma permanente a uno de sus representantes (regidor) en San Pedro. De este modo, lo que hasta entonces habría sido un guarda-puerto, se convierte en regidor-torrero. Según la descripción de Vargas, Donostia reconvertiría al encargado de gestionar la lonja y la torre de San Pedro en un verdadero teniente de alcalde. Esto significa que además de hacerse cargo de todos los impuestos, tenía capacidad de arrestar, juzgar y condenar tanto a vecinos como a residentes. Los puntos 40 al 44 son un clamor de Vargas contra estos torreros. En primer lugar, acusa a Donostia de

Entrada al puerto. Archivo Municipal de Pasaia-Pasaiako Udal Artxibategia.

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En primer plano la calzada que comunicaba San Pedro con el camino superior que continuaba hacia Salinas. DIDIER PETIT DE MEURVILLE. Gipuzkoako Foru Aldundiaren BildumaColección Diputación Foral de Gipuzkoa.

usurpar competencias que sólo podrían ejercer los reyes. Es decir, una vez más Vargas deja claro que, en su concepción de las relaciones políticas, las instituciones están siempre subordinadas al poder de la Corona: “40: y como si hubiera nunca podido crear cargos semejantes sin consentimiento del soberano”. En segundo lugar, atribuye a estos regidores-torreros toda la responsabilidad directa sobre la inutilización del puerto. No ve en ellos otro objetivo que el de enriquecerse, sumando al sueldo que les pone la ciudad toda una serie de impuestos, con el agravante de ser ellos mismos quienes juzgan las quejas al respecto. Estos impuestos afectan a todo tipo de género, desde las avellanas hasta el hierro. A estos torreros, e indirectamente a Donostia por fomentarlos, hace también responsables del mal estado del puerto. No invierten en su limpieza y contribuyen a su encenagamiento al haber hecho cambiar el modo en que los barcos cargaban el lastre necesario para equilibrarse en la mar.

Archivo Municipal de Pasaia-Pasaiako Udal Artxibategia.

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De igual modo, en ese mal estado incluye Vargas, que no olvidemos, es un militar de carrera, la falta de fortificaciones efectivas en Pasaia o la desaparición de la cadena con la que se cerraba la bocana, tal y como apunta en el punto 45 de su informe. En estas circunstancias, no nos extrañará encontrarnos con nuevas protestas dirigidas a la ciudad donostiarra.


2.4 Intentos por actualizar la sentencia de 1376 En esta nueva fase del litigio, Donostia dejará de contar con la ayuda de Oiartzun. Sin embargo, los cambios que se producen en la organización de Gipuzkoa juegan a su favor. San Sebastián sigue conservando el apoyo de las Juntas Generales, donde desde 1614 ha aumentado el número de villas representadas. Estas nuevas villas (Elduain, Berastegi, Zegama, Beasain,...) han recuperado su soberanía tras separarse de Tolosa, Segura y Ordizia. En su camino, han contado con la ayuda de Donostia, y ahora unen sus votos con ella en todas las cuestiones provinciales. En esta situación, las quejas de Rentería y Oiartzun no tendrán ninguna fuerza en estas instituciones provinciales, si bien lograrán atraer nuevamente la atención de la Corona. Así, tanto Hernando de Ribera, representante real que en 1614 está investigando alrededor de las desanexiones arriba comentadas, como el capitán Diego de Villalobos, que en 1617 es nombrado específicamente para indagar sobre la situación del puerto, atacan en sus informes las posiciones donostiarras. Villalobos, como se puede ver en los puntos 50 y 51, es, en gran medida, un precursor directo de Vargas Ponce pues, 200 años antes que él, llegó a conclusiones muy similares. Y así lo reconoce el mismo Vargas: “50: son sus razones tan bien pensadas que hoy conservan la fuerza de entonces. Y el transcurso de dos siglos no ha hecho otra cosa que ponerlas más de manifiesto y aumentarlas... Cuanto dijo, lo ha comprobado la experiencia”. Del informe de Villalobos nos hemos ocupado con más detalle en otro lugar13. Sólo diremos aquí que su trabajo nos parece imparcial y profundo, fundado en abundante documentación y numerosas entrevistas. A través de sus informes, nos aporta datos sobre el comercio y demografía de Pasaia. Sus conclusiones, apuntan en tres direcciones para reactivar la comarca portuaria: - fortificación del puerto - garantías al comercio - administración directa de la Corona De este modo, pretende frenar las actuaciones de los torreros, relanzar la economía de la comarca, frenar la despoblación de Pasaia y tener el puerto limpio y practicable. Desgraciados hechos que iban en aumento desde, aproximadamente, 1580. En consecuencia, los órganos de gobierno reales dictaron dos resoluciones, que Vargas Ponce copia

íntegramente en el punto 51, al cual nos remitimos. En ellas, San Sebastián es ratificada en sus privilegios, pero se le añaden también unos deberes concretos relacionados con la limpieza del puerto, la fortificación o el abastecimiento de la comarca portuaria. De hecho, como consecuencia de esta intervención, en 1621 comenzó la construcción del fuerte de Santa Isabel en Donibane. Y, con ella, una nueva movilización de Donostia, obstaculizando la ejecución de las resoluciones anteriores y consiguiendo que sus alegatos fueran atendidos, según la ocasión, por distintos tribunales. Vargas Ponce, en el punto 53, detalla este recorrido, pero se detiene en el siguiente capítulo para dar una explicación al respecto.

Archivo Municipal de Pasaia-Pasaiako Udal Artxibategia.

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Plano encargado en 1617 por el Capitán Diego de Villalobos durante su inspección al puerto de Pasaia. La reproducción que presentamos está coloreada por nosotros y se basa en las publicadas en blanco y negro por la revista Euskal-Erria en 1914 (T. 71, 2º sem., p. 340) y 1916 (T. 75, 2º sem., p. 475).


Así, Vargas pone sobre la mesa todo un mundo de relaciones dominado por las principales familias de Donostia, desde la ciudad hasta la Corte. De este modo, Vargas Ponce, en su faceta de historiador, vuelve a aparecer como precursor de corrientes de investigación muy actuales que están poniendo de relieve el peso de las relaciones familiares y de amistad en las esferas de gobierno europeas.

tos, sino también los socios, aliados, clientes, criados, etc. Trabajar para la familia se convierte en favorecer la casa propia, y por extensión, también la ciudad o la provincia propia. Buena prueba de esta igualdad entre familia y política la tenemos en nuestro vocabulario. Para nosotros, patria y nación tienen un significado muy concreto. Pero siglos atrás, patria se identificaba con la casa del padre, y nación con el lugar donde uno nacía o con la comunidad que hablaba una misma lengua.

Sin ninguna duda, hoy en día calificaríamos esa manera de hacer política como caciquismo, nepotismo, mafia o términos similares que, para nosotros, denotan corrupción. Pero ello se debe a que, al menos en teoría, en la actualidad la política se organiza en elecciones y los puestos de administración se ponen en manos de funcionarios que ganan sus oposiciones. De hecho, hablamos peyorativamente de los países en los que familia y poder se mezclan y en los que unas personas cuentan con ventajas de ascenso social por pertenecer a una familia determinada.

También para Vargas Ponce esta forma de hacer política ha sido superada. No olvidemos que él escribe en el siglo XIX y que es partidario de un Estado central y moderno, al estilo del que impulsa la Revolución Francesa. Por eso, entra también a criticar severamente las maniobras que los representantes de las familias donostiarras más importantes desarrollaron a lo largo del tiempo con el fin de lograr que las decisiones contrarias a ellos mismos y a su ciudad no se llevaran nunca a cabo.

Sin embargo, en la época que estamos tratando, al igual que sigue ocurriendo en países actuales que no han desarrollado Estados libres de estas ataduras, la principal organización política era, y es, precisamente, la familia. Y en ella se incluyen no sólo los familiares direc-

En la cúspide de esta pirámide social coloca a la familia Idiakez. Se centra en la figura de Juan de Idiakez, quien hereda, y aun supera, los empleos ejercidos por su padre14. Éste, en el desempeño de sus funciones, crea una verdadera red de servidores y

A mano izquierda, bajo la ermita de Santa Ana, el palacio de los Villaviciosa, una de las principales familias de Donibane en el siglo XVI. KUTXA Fototeka.

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Mujer pasaitarra del siglo XVI. En esta época, los trajes varían según la localidad y la situación social. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.

amigos, a los que patrocina en puestos de interés o desde los que pueda informarse sobre todo tipo de asuntos delicados.

todas las demás virtudes, el mezquino paisanaje es un vicio pestilente que inficiona y mancha las mismas virtudes a que se arrima.”

Vargas describe esta red de relaciones sociales en el punto 55 de su informe, donde, igualmente, vierte su opinión contraria a estas prácticas políticas. “55: si el patriotismo es una virtud benéfica que esclarece

En cierta manera, podríamos decir que Vargas Ponce coloca la “patria” no en lo local, como habrían hecho los que él desautoriza llamando “paisanos mezquinos”, sino en otro ámbito más amplio. En su caso, sin duda, el bien público sólo podría llegar desde la patria española y con el rey a la cabeza. A esta red, amparada en el nombre de los Okendo e Idiakez15, atribuye –en los puntos 56, 62 y 63, por ejemplo- el que durante todo el siglo XVII Donostia consiga hacer llevar el pleito y las alegaciones por Pasaia a los tribunales que mejor maneja o donde menos peligro corren sus intereses. Dentro de esas mismas maniobras coloca los intentos de soborno de que fueron objeto los antes mencionados Ribera y Villalobos. Sobornos a los que, según Vargas, sí sucumbió otro enviado, Pedro Texeira, quien en 1622 hubiera podido dar continuidad a los planteamientos defendidos por los dos anteriores. La fortaleza y eficacia con que los de San Sebastián se defienden quedan demostradas en múltiples ocasiones. Vargas destaca el intento de reconstruir Rentería en Basanoaga –zona de Beraun-Don Bosco- tras haber sido incendiada la villa completamente en 1638. Este hecho bastaba para demostrar que Donostia no era garantía de defensa militar del puerto. El nuevo emplazamiento otorgaba un control mucho más eficiente sobre la bahía. Por eso, a pesar de haber preparado ya el terreno para la gran obra, esta reconstrucción no llegó a llevarse a la práctica, fundamentalmente por la oposición donostiarra a ese emplazamiento privilegiado. E incluso, en cierta manera, se demuestra también en el mismo siglo XIX, en un hecho particularmente doloroso para Vargas Ponce. Se trata de la redacción por parte de la Real Academia Española de la Historia de un diccionario sobre las provincias vascas, en el que los pueblos aparecen en relación alfabética. Pues bien, aun siendo Vargas Ponce director de la misma cuando esta obra se publica, fue el donostiarra Camino quien se encargó de informar sobre Donostia, Rentería, Oiartzun y Pasaia, dando una versión contraria a los intereses que propugnaba Vargas. De todo ello da cuenta en el punto 68. Pero volviendo al siglo XVII, Donostia tuvo que hacer frente a otra gran ofensiva contra sus intereses,


en la que tomaron parte tanto los de La Rentería como los fiscales de Castilla. La actuación de estos dos fiscales, Juan Morales Barrionuevo y Juan Bautista de Larrea, se encamina a demostrar que la sentencia de 1376, dada por Enrique II, ya no tiene ningún sentido. No en vano habían pasado ya 270 años desde su publicación. Las medidas correctores que propugnan son recogidas por Vargas en el punto 60 y vienen a confirmar todo lo apuntado por Villalobos. Es decir, el puerto y su comarca están arruinados. No se construyen barcos, ha descendido la producción de hierro y el tráfico mercantil se ha desviado a Donibane Lohitzune. De todo esto se deduce que es necesario revocar el privilegio de 1376. En este caso, Vargas Ponce atribuye a los agentes donostiarras en Corte el haber difundido rumores de levantamiento armado en nuestra Provincia justo en las vísperas de aprobarse el informe anterior. Estos rumores, coincidiendo con la rebelión catalana con-

tra los planes de uniformización política y tributaria, habrían hecho suspender la votación prevista, por lo que toda la documentación al respecto quedó archivada. Incluso es posible que todo el expediente desapareciera, algo que Vargas no puede llegar a confirmar. En cambio, sí recoge la confirmación dada por el agente de Donostia a la ciudad, quien en 1662 asegura estar este pleito “sepultado”.

Fuerte de Santa Isabel en 1719. Atlas Massé. Archives du Genie. Service Historique Militaire. (Vincennes).

2.5 Sin solución Ya hemos dicho que Vargas Ponce defiende un Estado centralista como indicador de progreso. Por eso, ha ido criticando duramente muchas de las actuaciones emprendidas por los guipuzcoanos, tanto en torno al puerto como a otros asuntos. Y por eso en su repaso histórico también celebra que en el reino de España la familia Austria sea sustituida por la de los Borbón. La política de esta dinastía no contempla el funcionamiento político como lo hacían los Austria. Con

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En este grabado de JULIO LAMBLA (1846) -versión tomada del Diccionario geográfico-estadístico-histórico... de MADOZ reeditado en 1994 por la Diputación de Gipuzkoa- destaca la Torre de San Pedro, incendiada desde 1835.

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estos, podríamos hablar de un cuerpo formado por miembros autónomos pero coordinados por una cabeza. Con los Borbón, en cambio, la cabeza y el cuerpo son todo uno. Así que Vargas apenas disimula, en el punto 65, el alivio que le supone el cambio de política. A partir de este punto, acelera notablemente en su relato. Ya no le queda nada más por demostrar. Con los datos recogidos ha actualizado plenamente los papeles que le fueron entregados, informando sobradamente a sus superiores sobre los orígenes y antecedentes del pesado y farragoso pleito por el puerto. Como ya hemos dicho, precisamente aclarar esos orígenes para hacer comprender mejor sus propuestas era la principal razón que daba Vargas Ponce para justificar este recorrido histórico. Y así lo resalta también en el último punto: “68: Tal es, señor excelentísimo, la serie de documentos y sucesos de que he juzgado preciso enterar a Vuestra Excelencia... no fuese que una siniestra o diminuta relación sorprendiere el recto juicio de Vuestra Excelencia, necesariamente dividido en la multitud de los graves asuntos de su Despacho Universal”.

Por lo tanto, para acabar con esta primera parte de su informe, se limita a dar algún dato especialmente relevante pero sin entrar en una crónica tan detallada como la realizada hasta ahora. Además, una y otra vez recalca el enorme volumen que ha alcanzado este pleito. Lo que no ha supuesto ninguna mejora en las condiciones del puerto, sino todo lo contrario. Al enredarse este asunto cada vez más en el ámbito judicial, se demora sin límite su solución: “64: Hubo, sí, muchas cédulas y disposiciones parciales sobre la limpia y conservación del puerto, cada día más precisa. Y que todas quedaron sin observancia ni éxito.” “65: Por tanto, las cédulas, encargos y comisiones para la limpia [del puerto], se sucedieron unas a otras; pero lejos de lograrse, se notaba sólo que la perdición iba adelante”. La única consecuencia jurídica reseñable para Vargas es la separación entre Donibane y Hondarribia, que en 1770 concluye con la concesión de la categoría de villa para la primera16. Pero esta independencia añade un nuevo protagonista a la contienda por el puerto, pues la villa sanjuandarra también plantea sus pretensiones sobre la bahía. En la práctica, esto acarreó una nueva investigación en


1771, cuyo responsable, en diez meses de investigación, llegó a elaborar: “65: un expediente que consta de 13 gigantescas piezas de autos, que acaso suben de 13.000 páginas”. Sin embargo, apunta Vargas que semejante volumen de documentación, no aporta nada nuevo: “Todo lo hemos leído y extractado, y no creemos haya más de lo que llevamos dicho que pueda poner a Vuestra Excelencia al cabo de tan difusos e interminables procesos”. Por si esto fuera poco, este expediente -“inmensa mole” dice Vargas- tampoco tuvo resolución judicial, lo que Vargas vuelve a atribuir a las maniobras donostiarras. En definitiva, nuestro cronista pasa a resumir, en el punto 67 de su informe, su análisis de la situación. Tal y como ha ido dejando ver a la largo de su relato, coloca en 1376, con el privilegio dado por Enrique II a Donostia, el momento en que esta ciudad se hace señora del puerto de Pasaia. Sin embargo, apunta que desde 1614 todos los comisionados para investigar este asunto (Hernando de Ribera, Diego Villalobos, el Marqués de la Hinojosa y cuatro fiscales de distintos tribunales del reino) han intentado corregir, alterar o

actualizar ese documento. Y la razón para ello ha sido constante: la mala administración realizada por Donostia como causa principal de la decadencia del puerto. De este modo, Vargas Ponce retoma el trabajo de sus antecesores y dedica la segunda parte de su informe a demostrar que las razones dadas en 1376 han dejado de tener fundamento y que es necesario superarlas para poder salvar el puerto y su comarca.

Los servicios cartográficos franceses denominan en 1707 “Roca del diablo” -“Rocher du diable”- a la Bancha del Oeste y “Cabo del diablo” -“Cap du diable”- a Arando Txiki, nombres que no parecen tener ninguna tradición en el pueblo. Se aprecia también la barra de arena formada en Ondartxo (Kondemaste), que tiene su continuación en Kalparra. Esta barra será una de las principales preocupaciones que generará el mantenimiento del puerto durante los siglos XVII y XVIII. Atlas Massé. Archives du Genie. Service Historique Militaire. (Vincennes). Pasaia 1805-2005 I 45



3

RAZONES PARA EL CAMBIO

Puntos 69 a 114 del informe de Vargas Ponce

Obras en la iglesia de Donibane en 1755. Archivo Municipal de Pasaia-Pasaiako Udal Artxibategia.


S

VARGAS apenas podía contenerse en su afán de denunciar lo injusto que era perpetuar aquella disposición de 1376, en este segundo apartado se dedica a precisar las razones concretas que le llevan a pensar así. I A LO LARGO DE LA PRIMERA PARTE

Podríamos decir que dos son los grandes temas de este capítulo. Por un lado, entre los puntos 72 y 85 del informe, razona por qué le parece caduco y erróneo mantener las cosas tal como se habían dispuesto más de 400 años atrás.

el tema de su administración. Y administración, significaba, sobre todo, capacidad de recaudación por el uso del puerto. De este modo, encontramos lógico que cuando fue comisionado para este asunto, a Vargas Ponce sólo se le remitiera documentación desde 1739 en adelante. En realidad, el problema que importaba a la Corona, no era tanto a qué ciudad o pueblo se adjudicaba el puerto, sino cómo aprovechar este rico recurso. Esta preocupación respondía a la política centralista borbónica que el propio Vargas alaba en este trabajo. Precisamente será el supremo dominio de la Corona lo que Vargas proclame al inicio de esta segunda parte. Con ello busca dar legitimidad, no tanto a su propio razonamiento sino a las medidas que más adelante propondrá adoptar. Para ello, afirma que ante las razones supremas de Estado o bien público, el Rey no sólo puede alterar privilegios, sino que debe hacerlo por ser su “sagrada obligación”. De este modo, coloca al Rey como árbitro supremo, bendecido por lo sagrado, con lo que quiere evitar posibles interferencias de terceros, como las instituciones forales de la Provincia.

Palacio de Arizabalo en 1858. DIDIER PETIT DE MEURVILLE. Gipuzkoako Foru Aldundiaren BildumaColección Diputación Foral de Gipuzkoa.

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Por otro, como muestra de que la discusión original ha sido superada y debe actualizarse, dedica largos párrafos a lo que en 1804 aparece como verdadero problema: la falta de limpieza y dragado en el puerto. Esta dejadez había inutilizado la bahía y condenaba a la miseria a los habitantes de su alrededor. En realidad, esta cuestión concreta se había erigido, a lo largo del siglo XVIII, en el punto de discusión central. Esto explica por qué Vargas, al acercase en el capítulo anterior a su propia época, prefirió acortar el relato para separar ambas cuestiones. En el largo litigio por el puerto ya no se discutía la supremacía de Donostia, sino que las demandas habían girado hacia

Consecuentemente, las disposiciones que restringen el comercio en el puerto deben ser revocadas. El trato debe ser libre, a elección de cada interesado. Esta libertad de comercio impulsará la recuperación del puerto y de la población de su entorno, cuya situación califica en más de una ocasión de “miserable”.

3.1 El privilegio ha caducado

A decir verdad ni lo público ni el interés común quedan garantizados por el famoso privilegio otorgado por Enrique II. Éste ha quedado obsoleto porque no existen ya las razones que lo impulsaron. Y, además, con la perspectiva que le da conocer la evolución de los acontecimientos, Vargas afirma que esa disposición se ha manifestado equivocada. Las razones dadas en el siglo XIV para favorecer a Donostia con el monopolio del comercio en Pasaia,


buscaban asentar a la población en esa ciudad, ofreciendo, tanto a civiles como a militares, las mejores ventajas y condiciones posibles. De este modo, se pretendía crear un punto fuerte, económica y militarmente, que defendiera toda la provincia. Vargas Ponce, que vive en la ciudad anterior al incendio de 1813, califica la Donostia que él tiene delante como: “72: el pueblo de más gentío de toda España y acaso de toda Europa. Nada hay despoblado en ella, y se ocupa con edificios de muchos cuerpos hasta el último rincón”. Y añade que su viabilidad económica está más que garantizada por sus mil caseríos cultivados como un “jardín continuo”, sus muelles y las rentas tanto de la ciudad como de sus habitantes. En cuanto a la población militar, las técnicas guerreras ya habían evolucionado lo suficiente como para que la guerra medieval que justificó el privilegio de 1376 no tuviera mucho sentido. Además, Vargas Ponce niega que Donostia hubiera impedido ninguna invasión o asedio en la costa guipuzcoana, citando un rosario de ejemplos para asegurarlo. Y que, mucho menos, hubiera conseguido poner freno al contrabando; tema éste sobre el que, literalmente, Vargas dice que da risa hablar, dado el alto nivel con que se prac-

tica. Las aportaciones de marineros, guerreros y personas de relieve a las grandes empresas patrocinadas por los monarcas castellanos, aparecen entre los puntos que Donostia argumentaba a su favor, tal y como recoge el cronista entre los puntos 79 y 82. Vargas Ponce no lo contradice totalmente, pero añade con gran pasión que tanto como aquella ciudad dieron sus barrios y aldeas, incluido Pasaia. Incluso, en ocasiones, Donostia se auto-atribuye hechos y glorias que no le corresponden. Por ello, dedica los puntos 82 a 85 a informar sobre esos grandes marinos salidos de la localidad pasaitarra. Los hechos de servicio a la Corona castellana que Vargas Ponce relata son innegables. Sin embargo, en su afán por resaltar la unión entre Rey y Provincia, que él considera inmutable y casi eterna, omite algunos detalles sobre las habituales resistencias de los guipuzcoanos a los reclutamientos, en este caso, frente a los estrictamente navales. Esta omisión no se debe a ningún descuido, pues leyendo los índices de los miles de documentos que Vargas recuperó se encuentran sin dificultad los continuos problemas derivados de los llamamientos a los marinos de Gipuzkoa a embarcarse en la Armada. Son especialmente significativas las dificultades para encontrar tripulación para la llamada

Plano de mediados del siglo XVIII. Destaca ya la zona que quedaba inutilizada para la navegación durante la bajamar. España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. (Publicado en: Documentos cartográficos históricos de Gipuzkoa. I. Cartoteca Histórica del Servicio Geográfico del Ejército. Dirección científica: Javier Gómez Piñeiro, José Luis Orella. Donostia: Aldundia, 1994).

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Plano de CARLOS AGUSTIN GIRAUD datado en 1776. Además de caseríos desaparecidos, resulta interesante comprobar la ubicación de los astilleros de la Compañía de Caracas en San Pedro. El lugar marcado con la letra “H” es, evidentemente, “Sablio”, no “Sadeu”. Continúa apareciendo el molino Buier en lo que hoy es la parte baja de la calle Pescadería en Trintxerpe. España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. (Publicado en: Documentos cartográficos históricos de Gipuzkoa en el Servicio Histórico Militar. Javier Gómez Piñeiro, Juan Antonio Sáez García. Donostia: Aldundia, 1999).


tes, ya que al comparar ese tiempo pasado con el suyo propio, nos proporciona interesantes datos sobre demografía local. De ellos, deducimos que la población pasaitarra ascendía a principios del siglo XIX a mil almas –590 en Donibane y 417 en San Pedro- distribuidas en algo menos de doscientas viviendas (caseríos, casas o pisos). Según sus cálculos, se puede decir que en Donibane, en trescientos años y a pesar del último crecimiento, la población se ha visto reducida a la mitad. Y su dedicación a la mar se ha visto truncada en idéntica proporción: “...sirviendo 120 marineros en la mar, y hoy apenas llega a 38 el total de esta clase. Entonces [siglo XVI] para sólo la jornada de Inglaterra [se refiere a la ‘ armada invencible’] fueron 5 naos grandes y 3 zabras, que sumaban 1.420 toneladas. Y hoy [siglo XIX] sólo tiene cuatro lanchas de atoar y una de pesca.” Torreatze. EUGENIO ARRUTI (1841-1889). Colección particular.

“Armada Invencible” o “Jornada de Inglaterra”. Los marineros guipuzcoanos están más preocupados por la pesca que por la guerra. Finalmente, serán los gobernantes de la provincia quienes deban implicarse en conseguir los enrolamientos, lo que se conseguirá sobre todo con el activo papel de, precisamente, los guipuzcoanos que están en la Corte y a los que Vargas tan duramente recriminó anteriormente. No cabe ninguna duda de que Vargas, además de recopilar esos documentos, hizo uso de ellos, en los mismos anotaciones suyas, con duras palabras contra las Juntas Generales por no obligar rápidamente a los guipuzcoanos a servir al Rey17. Pero Vargas no introduce estos datos en el discurso, ni siquiera para cargar contra las instituciones guipuzcoanas. Al contrario, con cierta nostalgia, llama a ese siglo XVI, “época deslumbradora”. Por nuestra parte podemos añadir que esta falta de compromiso con las grandes empresas del reino por parte de los pasaitarras, e imaginamos que del resto de pescadores y marinos de la provincia, se sigue reproduciendo en el siglo XIX. A principios de 1805, por ejemplo, se registra en acta municipal la huída de 5 jóvenes que integraban el cupo con que Pasaia (Donibane) debía contribuir a la Real Marina. Un sexto aparece con un balazo el brazo para mostrar su incapacidad. Para solucionar el problema, se detiene a las mujeres de los fugados y a la madre del único soltero. En el caso de que los huídos no regresen, se hace caer sobre todas ellas la responsabilidad de buscar marineros suplentes.

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Aun y todo, los apuntes de Vargas son interesan-

En San Pedro observa un panorama todavía peor, pues habiendo sido una población bien poblada, de corsarios y pescadores, sigue aún perdiendo habitantes: “Ninguna [embarcación] tiene la aldea de Pasages, a quien en 1551 se le comunicaban las ordenanzas de corso por el número respetable de sus corsarios. Que todavía en 1616 hacían recursos para que no viniesen chalupas de Francia, pues bastaban las suyas para barquear todo lo de Terranova. Que en 1636 tenía en el servicio de mar 40 marineros. Y que va tan aceleradamente a su exterminio que, conservando todavía en 1776 el total de 655 almas, tiene hoy [en 1804] 417. Y, en los últimos años, huyendo de las extorsiones de San Sebastián, la han abandonado 17 familias”. Aunque lo hace a lo largo de todo el informe y de toda la correspondencia oficial que mantuvo por este asunto, quizás sea en estas líneas en las que Vargas Ponce deja ver su honda preocupación por los pasaitarras y por la decadencia en que se encuentran. De hecho, asegura que tanto la miseria de los pueblos cercanos como la decadencia del puerto habían llegado con la restricción del comercio en Pasaia y que mantenerlas no acarrea nada positivo para Donostia: “85:... la imposibilidad en que están las villas de Pasages y Rentería de reanimarse y florecer, sólo porque San Sebastián, -que tiene un puerto apto para todo buque, y muelles capaces de buques de a 200 toneladas contiguos a sus murosseñoree a otro puerto distante una larga legua y que baña las calles de las otras tres poblaciones... el señorear este puerto en nada, en nada contribuye al


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Santa Isabel en 1667. España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. (Op. cit., 1999).


También en este detallado plano de 1761 se aprecia el encenagamiento del puerto. Hemos corregido los errores en la denominación de los caseríos de Trintxerpe, puesto que en el original, y en otras publicaciones anteriores, Larrabide y Martimuño son sustituidos por Trintxer e Ilunbe. También Tomasene y Kasares tienen intercambiados sus nombres. España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. (Op. cit., 1994).



situación de barcos hundidos que impedían el tráfico marítimo. Villalobos hacía recaer la responsabilidad de esta situación en los torreros, quienes no invertían en el mantenimiento del puerto nada de lo que recaudaban. Y, lo que es peor, contribuían activamente a la inutilización del puerto al vender lastres, sacados de las canteras vecinas, al pie de la torre. Tampoco impedían los vertidos de estos lastres ni de otros escombros impregnados con grasa de ballena. En definitiva, no serían sólo las causas naturales las culpables de esta decadencia. Nuevamente, Vargas Ponce atribuye a la llegada de la casa de Borbón al trono hispano la iniciativa para acabar con la dejadez en este tema. Así, en 1715 se retira a Donostia la facultad de recaudar impuestos por el uso del puerto, pasando esta labor directamente a un representante de la Corona. En este caso, al Capitán General.

Alabortza es una de las zonas por las que llegaban al agua arenas, piedras y demás sedimentos que contribuían a la formación de barras de arena en la dársena pasaitarra.

3.2 La limpieza del puerto Pero, como adelantamos líneas más arriba, el problema práctico a solucionar, la cuestión sobre la que debe organizarse la administración del puerto, es la de su limpieza. Al mismo tiempo, hay que atribuir el correspondiente control administrativo y, para hacer éste efectivo, desarrollar las pertinentes instituciones. Y aquí, desde el punto 87 al 111, Vargas vuelve a sacar toda su artillería de datos históricos para reconstruir esta parte del conflicto, que es la que él tiene más cercana. Cercana en el tiempo. Cercana en su misión, porque su trabajo debería haberse limitado a estudiar la situación desde 1739. Y cercana también en sus ideas, por cuanto encontrará en el modelo de Estado regido por el poder supremo del Rey, la solución al problema. Vargas realiza ahora un resumen de los principales momentos que atañen al puerto desde el punto de vista de la limpieza. El cegamiento del puerto es un tema presente desde 1615. Ese año, Donostia, aun no reconociendo responsabilidad alguna en la pérdida de calado en la bahía, ya anunció que pondría remedio contra el lodo que amenazaba la navegabilidad. Sin embargo, Vargas niega que se hiciera nada. Ni entonces, ni durante todo el siglo XVII, como recoge en el punto 88.

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A esto podemos añadir que ya Diego de Villalobos, en su informe de 1617, realizó un exhaustivo examen al respecto, llegando a precisar hasta la

Sin embargo, Gipuzkoa no acepta esta delegación, por interpretar que es contraria a sus leyes, o, en palabras de Vargas, “90: por el negro empeño de sostener los que llama sus fueros.” Finalmente, se busca una nueva institución que se encargue tanto de la recaudación de impuestos como de dragar y mantener útil el puerto. En 1726 se crea la Junta para la limpieza del puerto. En unos pocos y, todo hay que decirlo, nada claros párrafos, Vargas resume la evolución de esta Junta, destacando de ella que no contribuyó en nada a mejorar la navegabilidad y limpieza de la bahía. El motivo de esta desidia lo hace recaer tanto en la intromisión directa de Donostia, como en el poco interés demostrado por la Provincia cuando esta labor de limpieza y recaudación quedó en sus manos. Por lo tanto, Vargas niega que esta Junta tuviera una acción positiva en la limpieza y le acusa, entre otras cosas, de desplazar a una institución comercial, la Compañía de Caracas, que sí había demostrado interés por el mantenimiento de la bahía. En consecuencia, según él, no se realizan las obras señaladas y los bancos de arena siguen en aumento. No le consta que desde 1766 se realice ningún trabajo de draga ni contención digno de mención. Sin embargo, consideramos que los trabajos de dragado del puerto merecen algo más de atención que la que Vargas Ponce le dedica. A este respecto, y utilizando la propia documentación recogida por Vargas, conviene recordar que ya en 1686 el ingeniero militar Hércules Torrelli propuso a las Juntas Generales la venta de una máquina para acabar con el banco de arena que atravesaba la bocana del puerto, desde Kodemaste (Ondartxo) hasta la fuente de Matxingo, junto al fuerte de Santa Isabel18.


En 1788 continúa avanzando el deterioro del puerto. En este plano ni siquiera parecen accesibles los astilleros de Donibane. Entre las soluciones que se propondrán en 1799 se apunta la necesidad de diques en las orillas y de mejorar la accesibilidad al puerto, volando con pólvora la Bancha del Oeste, es decir, la gran roca exterior del lado de San Pedro. España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. (Op. cit., 1999).


El plano de VICENTE TOFINO realizado en 1788 servirá de base para futuras y numerosas reproducciones. La draga permitía mantener hábiles los canales de acceso a los astilleros de San Pedro y Bizkaia. Recoge también la permanencia del “observatorio” (remarcado en uno de los planos anteriores), así como la batería de cañones sobre Bonanza. Archivo Municipal de Pasaia-Pasaiako Udal Artxibategia

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Ondartxo era otra de las zonas receptoras de barro, piedras y arena, que caían hasta el mar desde las cuestas de Sorginarriazpi y el arroyo de esa zona. El cauce seco del arroyo (Ondartxo Erreka) se puede observar todavía hoy al pasear por la carretera del faro.

Para un intento serio de dragar el puerto de una manera continua y sistemática habrá que esperar al periodo 1747-1765. Precisamente en 1747 se destina a la limpia del puerto lo recaudado en el mismo por conceptos de “tonelaje” y “anclaje”, sumándole aportaciones de la Provincia y de la propia Compañía de Caracas. Las labores de limpieza se realizan entonces mediante un “pontón”; esta draga extraía arena y fango, que eran sacados del puerto y vertidos en alta mar por embarcaciones especialmente adaptadas para este fin: los ganguiles. Para el manejo del pontón el Intendente del puerto, Manuel de las Casas, hizo venir desde Cádiz, en 1750, a dos expertos, Antonio Martínez Briceño y su hijo, pues no había en la Provincia persona entendida en la materia. La actividad de esta draga fue, a todas luces, insuficiente. Desde la Junta se hacen sugerencias para mejorar el sistema. Por un lado, se apunta a la necesidad de aumentar el número de pontones, calculando que con 4 ó 6 máquinas se tardaría en completar el dragado 4 ó 6 años. También en el lado técnico, se aconseja que los materiales extraídos no se viertan al mar, porque vuelven a entrar al puerto, sino que sean depositados y aprovechados en la costa. Además, se solicita que el ingeniero pueda actuar libremente sin perder el tiempo dando explicaciones técnicas a los miembros de la Junta. Por otra parte, se reclama una mejor financiación, ajustando los pagos a los mencionados Martínez, que no trabajan los días de mal tiempo, y pidiendo un impuesto especial sobre el cacao.

Los pabellones modernos han ocultado el palacio Barranco. Actualmente, tras los derribos efectuados, puede contemplarse si bien en un estado ruinoso. KUTXA Fototeka.

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En esta misma línea, el Ingeniero Felipe Crame, en 1751, incide también en la necesidad de poner en marcha al menos otro pontón para dragar. Y, sobre todo, intenta atajar los vertidos de tierra al puerto, tierra que entra, principalmente, por Kodemaste y Labortza. Para ello, se proyectan dos paredones que contengan los derribos y un alcantarillado que filtre los materiales arrastrados por las errekas. Aunque se contaba con dinero para esta obra, los trabajos se alargaron hasta 1753, con tan mala fortu-


na que un tremendo temporal, ocurrido en abril de ese año, deshizo gran parte de lo levantado y dañó la misma draga19. La combinación de falta de medios con incapacidad técnica da como resultado un informe que los representantes de Donibane envían en 1757 a las autoridades provinciales, detallando el empeoramiento de la situación sufrido durante todo el siglo XVIII20. De este mismo informe se desprende que nunca hubo más de una draga en funcionamiento y que la misma llevaba más de un año y medio ocupada, únicamente, en librar el acceso a las embarcaciones que atracaban en los muelles de la Compañía de Caracas. Como remate, los operarios del pontón, los mencionados Martínez dejan de trabajar en 176521. Con ellos desaparece la draga, y esa situación se mantiene igual en 1796 (pues el ingeniero Timoteo Roch presenta entonces un presupuesto para un nuevo pontón y embarcaciones auxiliares) y aún en 1800, cuando la Compañía de Filipinas y el ingeniero José del Solar piden la construcción de dichos equipamientos22. Por todo ello, no es de extrañar que la única disposición positiva que Vargas Ponce reconoce en todo este periodo sea la entrada de Donibane en la Junta, sustituyendo a Donostia. Califica de acertada esta decisión adoptada en 1790, pero cuyo cumplimiento, de todos modos, queda retrasado por causa de la guerra.

En este caso, se trata de la Guerra de la Convención, producto del choque entre la Revolución Francesa y el rechazo a la misma en la Corona hispánica. Durante el desarrollo de la misma, las Juntas Generales de Gipuzkoa decidieron incorporarse a la República francesa, aunque los resultados no fueron los esperados.

Curiosamente, o no tanto teniendo en cuenta sus preferencias políticas, Vargas reconoce que bajo administración de la República francesa el Puerto mejoró notablemente. “(96): En tanto que fueron señores del puerto, tomaron muchas providencias para mejorar su estado” dice textualmente.

Representación del paso que unía las dos orillas del puerto, facilitando el acceso desde San Pedro a las vías de comunicación que se estaban extendiendo por la margen de Antxo. DIDIER PETIT DE MEURVILLE. Gipuzkoako Foru Aldundiaren BildumaColección Diputación Foral de Gipuzkoa.

Draga “de pisar” (1755). El fango extraído se vierte en la pequeña embarcación auxiliar que le acompaña, llamada ganguil. Archivo General de Simancas. Pasaia 1805-2005 I 61


TRAS LA ETAPA DE ADMINISTRACION FRANCESA, SE REINSTAURAN LOS PODERES TRADICIONALES, LO QUE SE REFLEJA EN EL DISCURSO DE MANUEL ARIZABALO, EN 1796, AL HACERSE CARGO DE LA ALCALDIA.

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ras pedir la intercesión de San Antonio de Padua y explicar las razones que le llevan a confiar en ese santo, Manuel de Arizabalo ofrece un discurso muy culto, con varias citas a los clásicos (San Agustín, Santo Tomás,...) y a diversos hechos históricos, tanto generales como locales, o mitológicos.

Ideas como la unión con España, el catolicismo o la valentía de los pasaitarras son presentadas como medio para superar el paréntesis francés. Arizabalo hace aparecer a la corporación municipal como continuadora de todos esos valores, siguiendo una línea que arrancaría, según la versión mítica que nos presenta de la historia de Pasaia, hace tres mil años con la colaboración de los primeros pasaitarras con el Imperio Romano y, posteriormente, con los visigodos. Incluso alude a la existencia (improbable desde nuestro punto de vista) de inscripciones en euskara y latín que así lo atestiguan. De todos modos, no es un discurso completamente original, ya que copia párrafos y datos del sermón y plegaria redactados en 1770 para festejar la separación entre Donibane y Hondarribia.

“ Jesús. Maria. Josef. Al divino San Antonio de Padua

Es introducida costumbre el buscar para Patronos a los poderosos y provados de la Tierra. Mas a mí y mis constituientes nos inspira la devoción a que nos acojamos a vuestro amparo –protector Antonio- como tan gran privado del Rey de las eternidades.

Sois divino Antonio tan poderoso para con Dios, que parece os puso el Mundo para consuelo y alivio de quantos propicios imploran vuestro asilo en sus necesidades y conflictos.

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Yo, en mi nombre, de toda la actual justicia y regimiento, y de los que en lo futuro nos sucediesen, imploro sumiso vuestro manancial patrocinio para

deis luz, felicidad y acierto a esta devota villa en sus determinaciones y acuerdos, que han de quedar archivados en este libro, a maior honra de Dios y de su Santísima imaculada madre para conservación de sus regalias y memoria a la posteridad.

Haciendo no obre sin consejo en sus mas arduos asuntos para que no se vea precipitada en la execucion de sus operaciones23, pues savemos que el governar una Republica, es la arte de las artes la mas dificultosa en aprender, y las mas peligrosa en exercitar24. Palpables pruebas tenemos para gloriarnos y lisongearnos los pasagenses de las muchas y grandes particularidades gracias que del cielo mediante vuestra interpositiva intercesión han conseguido, cantando victorias por mar y tierra sus primeros pobladores y nuestros valientes progenitores.

Vociferen los vestigios de la casa solar de Hortiz de Platain y las dos antiquísimas inscripciones que sobre los umbrales de sus puertas principales escritas la una en lengua latina y la otra en cantábrica (que decían: la primera: Hortitius Platanius Licinio invissus Palatio Charus. Y la segunda: Hortiz Plataingoa, Licinioren ezaya, Palatuoren adisquire maitea) se hallaron por blasones de dicha casa solar, cuia antigüedad, según el tiempo en que en nuestra España reino Palatuo muy caro amigo de Hortiz de Platain, (a quien siguió éste en todas sus operaciones militares), pasa de tres mil años.

Publíquelo el valor heredado de los descendientes de la misma casa de Platain, cuios dos hijos siguieron al Rey Ramiro en la Guerra que sobstuvo en defensa de la conservación de la Religión Christiana causa del denegamiento de las cien doncellas tributadas hasta entonces a los moros.

Testifíquenlo los artesones dorados de las bovedas de la Iglesia de San Pedro en Roma, que duraron


hasta el año de 1605, y la antigua inscripción que en ellos se halló y conserva la villa en sus archivos, testimoniada entre los pocos papeles antiguos que se pudieron salvar de la invasión francesa que penetró esta linea guipuzcoana en 1º de agosto del año pasado de 1794, y a la letra dice así: “inaurata aro cum aliis muneribus misso B. Petro Vicegothorum in Hispania Rege Piisimo Recaredo, adnos tandem perlato industria eximii naute Joanis, Natione Cantabri ex Pasage”. Este ínclito Juan del Pasage es quien despreciando todos los obstáculos y dificultades que no pudieron vencer los abades que el Rey Recaredo embió con la legación y dones a San Gregorio el Magno que governaba la Iglesia, tubo el honor de presentárselos y alcanzar en remuneración el renombre de Insigne Nauta de la Cantabria.

Patentícenlo finalmente los Generales Ubillos; los Admirantes Villaviciosas, y otros muchos hijos que ha procreado esta villa, cuyas heroicas hazañas y magnanimidades yo bien quisiera referir (mediante la bella ocasión que se me proporciona). Pero suspende mi pluma la misma excelencia de ellos, y me contentaré con imitar a aquel pintor a quien mandó Octaviano retratar el gran triunfo que consiguió, para que todos le tributasen aclamaciones. El que como diestro expuso solamente el divujo, dando con él a

entender hera de tanta grandeza que excedía al poder de la pintura, y que explicava más un defectuoso bosquejo que lo que podía explicar el más delicado pincel de Apetes. Con que siendo mi empeño inaccesible (pues no todo lo que se comprehende en la idea halla capacidad en la oratoria) tomo el partido de explicarlo con el silencio.

Y vos, divino Antonio, que sois el conducto por donde se ha comunicado aquel manantial de incesantes gracias a nuestros valientes progenitores, aplicadlo también a todos sus descendientes; haced que estos sigan las suaves sendas de la virtud, los recios pasos de la Justicia y las seguras huellas de la rectitud. Defendedlos piadoso. Auxiliadlos compasivo; y fortalecedlos esforzado, concededles inclito protector, salud en sus enfermedades espirituales y temporales, consuelo en sus necesidades y seguridad en sus expuestos viages de mar y tierra. Así os lo piden y así os lo suplican en nombre de todo este cavildo secular, vuestros más rendidos siervos.

En el pleito iniciado en 1758 por Juan Bautista Arizabalo contra Juan Nicolás Gilisasti se recoge este plano del barrio Bizkaia. La zona de los astilleros reales de Bizkaia aparece expresamente mencionada. Real Chancillería de Valladolid (Planos y Dibujos, nº 608).

Pasage, primero de enero de mil setecientos noventa y seis.

Lizenciado Don Manuel de Arizabalo y Noblecia. Manuel Ignacio de Aguirre. José Maria de Jauregui.”

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Esquemático plano de los lindes entre Donibane, Lezo y Hondarribia. Llama la atención el detalle con que se representan las embarcaciones. Archivo de Protocolos Históricos de OñatiOñatiko Protokolo Historikoen Artxibategia: 3-1725, 139.

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3.3 1799: fin del privilegio donostiarra Vargas relata, entre los puntos 96 y 104, el proceso a través del cual Donostia pierde su posición privilegiada en Pasaia. Quizás sean sus párrafos más duros contra Donostia. Llega a decir abiertamente que San Sebastián, a través de la Junta de Limpieza, está fingiendo cuidar el puerto para, en realidad, inutilizarlo. Las alegaciones presentadas por Donostia en este periodo de tiempo son tachadas de injuriosas y ofensivas, no sólo por Vargas, sino también, al parecer, por las instancias estatales. En consecuencia, la Cámara Real, el Tribunal Supremo de la época, dictamina que la gestión del puerto, el cobro de los derechos por su uso, la responsabilidad de su limpieza y las obras necesarias, deben correr a cargo de la “villa del Pasage”, es decir, de Donibane. Este fallo suponía el fin de los torreros donostiarras en el puerto. Vargas aprovecha para declararse partidario de esta tesis y del derecho a gozar del puerto que tienen los pueblos costeros: “112-113: Si el cargo del torrero es cuidar el puerto, y el puerto cada día va a peor y amenaza una próxima y completa ruina, claro está que aquel cargo no llena su instituto y que es preciso cambiar de método y probar otro sistema... los que administran el puerto, administran lo que en realidad es ajeno. Pasages y Rentería, que han pedido siempre la administración y que jamás la han obtenido, piden lo que la naturaleza hizo suyo. ¿Puede dudarse quién tiene mejor derecho”... Va para cinco siglos que son continuas las quejas y clamores contra la administración actual. ¿Es posible que nunca se haya tenido razón?”. Por supuesto, Donostia apela contra esta decisión. En este mismo contexto, contamos con las disposiciones para la limpieza del puerto redactadas por el mencionado Ingeniero Roch en 179925. Al igual que sus antecesores Solís y Crame, Roch ve indispensable controlar los escombros que las lluvias arrastran al puerto, mediante alcantarillado y muros de contención. Como ellos, también propone que en estos muros deberían reciclarse los fangos y materiales dragados en la bahía. Como novedad, y aunque no tiene que ver directamente con la limpieza del puerto sí con la navegabilidad del mismo, apunta la necesidad de mejorar la entrada a la ensenada picando las peñas de la Bantxa, o volarla con pólvora si fuera necesario. Reitera también de una manera destacada la necesidad de tener libre el canal del puerto no sólo de arenas y escombros, sino también de las propias embarcaciones, pues el verdadero puerto está el fondo de la bahía, tras la torre, y no antes. Para ello, además, acondicionaría como muelles todo el tramo que va desde Herrera hasta el Salbio.

Propiedades de terrenos en las inmediaciones de Santa Ana, según croquis de 1757. Archivo de Protocolos Históricos de Oñati-Oñatiko Protokolo Historikoen Artxibategia: 3-2554, 303. Primera página de la oración redactada en agradecimiento por la independencia de Donibane en 1770. Se trata de un discurso muy culto, con abundantes citas y referencias a los clásicos, que servirá de base para el de 1796, que hemos reproducido antes. No parece que recibiera autorización para su impresión. España. Ministerio de Cultura. Archivo Histórico Nacional. Sección de Consejos Suprimidos, leg. 50.664. Pasaia 1805-2005 I 65


OBRAS NECESARIAS PARA LA LIMPIEZA DEL PUERTO DE PASAIA: 1799

de las obras precisas para la limpia “ L adelejecución puerto de Pasages, consiguiendo para este medio que la canal este libre sin obstáculos que imposibiliten la entrada de las embarcaciones de cualquier parte debe hacerse en los términos siguientes:

Artículo 1°: La limpieza de la Canal no puede conseguirse de ningún modo sin que lo esté el verdadero puerto, que es desde la Torre para el Sur-Este y Oeste. Para conseguirlo, debe hacerse la excavación, y extracción de todo el fango, arena, y cascajo, hasta dejar el fondo primitivo de su constitución.

2° Estos escombros llevarlos lo más inmediato que se pueda a las orillas de donde se saca.

3° Para contener el que la mar pueda en su creciente llevárselo, se hace preciso construir un muro, de la solidez y resistencia que manifiesta el plano, contando que no solo pueda servir para el sostén del fango de la excavación, sino que debe contener la presión de las tierras labradías inmediatas y a los empujes del mar, y al peso que debe de considerarse, tanto por el transito de carros, y caballerías como de los demás efectos de descarga.

4° Como que en toda la costa hay algunos recodos de consideración que forman canales de las aguas que se desprenden de las montañas, debe hacerse unas alcantarillas con sus rastrillas de mayor a menor, para que las aguas que se precipitan por las lluvias vengan a pasar por estos peines o cedazos dejando al paso de ellos los escombros con que vienen envueltas en virtud de su velocidad, logrando que el agua salga lo mas limpia posible a fin no perjudique el fondo.

5° Para que este andén tenga en cuanto pueda las propiedades al servicio común, se reparten de distancia en distancias ramplas y escaleras, como lo manifiesta el plano, con unos pequeños pescantes de trecho en trecho preparados en términos que la embarcación que tiene que descargar se arrima á donde le convenga, guarne con sus aparejos el pescante y suspende los pesos que intentase descargar.

6° Este muelle se construirá con la economía posible y solidez, desde la Herrera hasta unirse con el astillero del Sableo. [Salbio]

7° En la costa opuesta bastará hacer, adonde lo exija, una pared de mampostería menos costosa, como que no debe servir sino a impedir el desplomo de las tierras labradías que amenacen.

66 I Pasaia 1805-2005

8° Conseguido ya el grande camino terraplenado con los escombros de su inmediación, aprovechando la infinidad de la piedra menuda que puede recogerse se

le hará un almendrado de consistencia en su superficie par su mayor duración.

9° Los escombros de la excavación que se haga hacia Basanoaga y Capuchinos, pueden igualmente conducirse a los conos inmediatos de la costa con un muro que los contenga. Para los principios de esta excavación puede valerse de unas máquinas baratas de fácil manejo que puedan llenar a marea baja las chalanas, barcas planas, etc. que han de conducir estos escombros. Pero cuando éstas no puedan manejarse, es preciso pontón. 10° El trabajo de esta excavación empezada que sea, debe activarse infinito para evitar las fuerzas del agua que hará saber el fondo removido.

11° Concluida la excavación de lo interior del puerto, debe hacerse pasar todas las embarcaciones que se hallen fondeadas en la canal a su verdadero fondeadero. Y el pontón recorrerá las orillas de la canal recogiendo el fango y arena que haya estrechado su margen, no permitiendo en la Canal, por pretexto alguno, ninguna embarcación en ella más que la que va a salir.

12° Aprovechando de los días serenos en que la mar está tranquila los meses de Junio, Julio, y Agosto, se debe quitar la bancha del Oeste que es la que incomoda más a las embarcaciones para tomar le embocadura de la canal. Cuando esta piedra no ceda a los crecidos impulsos del martinete con buenas cañas de hierro aceradas sus puntas, lo hará hacer la grande invención de la pólvora, a cuya fuerza no hay resistencia, para lo cual se harán las maquinas precisas.

Todo esto parece arduo, costoso, y de largo tiempo. Ni tiene lo uno ni lo otro. Todo es asequible y mucho mas fácil si se atiende a lo que interesa la conservación de este puerto. Estos trabajos son indispensables y con ellos puede asegurarse que dentro de pocos años no existiera. No sólo los inteligentes lo aseguran, pero los prácticos que entran y sacan las embarcaciones podrán certificar esta verdad. Los planos aclaran el por menor de la obra y Vuestras Señorías podrán añadirle en su beneficio cuanto les parezca: creyendo que por mi parte he procurado ponerme de acuerdo con las serias reflexiones que encargan los mejores autores que tratan de cuanto conviene la conservación de los puertos hechos por la naturaleza, y cuando ésta no ayuda exigen los haga el Arte, por lo que conviene al comercio y a todos en general.

San Sebastián, 27 de Marzo de 1799. Timoteo Roch.”


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La sentencia contra Donostia en favor de Donibane, el plan de Roch y el nombramiento de Vargas Ponce para estudiar todo el asunto pasaitarra son partes de una misma dinámica, pues no hay que olvidar que es en este preciso momento cuando Vargas recibe la documentación generada en este pleito desde 1739. Documentación a la que, recordamos, él va a añadir, gracias a su propia investigación, todo lo anteriormente comentado. El consejo de Vargas Ponce, tras los antecedentes históricos recopilados en el primer capítulo y la exposición hecha en esta segunda parte de su propio razonamiento, es muy claro: “113: Hace cinco centurias que se está prometiendo la enmienda y ésta jamás se verifica. Ya debe llegar la época del desengaño, a

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menos que no se espera una en que sea completamente inútil. San Sebastián ha multiplicado sus reglamentos y el puerto empeora de continuo. Luego se necesita algo más que reglamentos. ¿Qué, pues, se necesita?” La respuesta a esta pregunta la dará en el tercer apartado de su informe, pero anuncia ya que su dictamen será contrario a la presencia de Donostia en el puerto de Pasaia.

Plano levantado por JOSE DEL SOLAR en 1802. 1- Diques de la Compañía 2- Astilleros de la Compañía de Filipinas 3- Astilleros de Rey 4- Molino viejo 5- Diques de Rey 6- Astilleros de particulares. España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. (Op. cit., 1999). Pasaia 1805-2005 I 67



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UN NUEVO PASAIA PARA SOLUCIONAR EL LITIGIO

Puntos 115 a 133 del informe de Vargas Ponce

Plano del puerto en 1710, con anotaciones sobre los daĂąos causados en 1719 por las tropas francesas bajo el mando del Duque de Berwick. Atlas MassĂŠ. Archives du Genie. Service Historique Militaire. (Vincennes).


T

RAS SU MINUCIOSO RELATO DANDO CUENTA

DE todos los aspectos judiciales que se han producido en torno al puerto pasaitarra, y tras haber dejado claro qué razones le mueven a actuar, Vargas Ponce propone la puesta en marcha de tres medidas, tres providencias, que pongan fin a la lamentable situación en que se encuentra la bahía a principios del siglo XIX.

En primer lugar, y como gran novedad, propone segregar San Pedro de Donostia y unirlo con San Juan, para formar un único municipio. De ello se ocupa en los puntos 116 a 120. En segundo lugar, en consecuencia con el planteamiento expuesto a lo largo de todo su informe, equiparar el régimen del puerto con el del resto de puertos de la Corona (puntos 121 y 122). Y, por último, punto 123, establecer hasta dónde llega la jurisdicción de cada pueblo sobre el mar.

4.1 Propuesta de solución Si hasta ahora el informe nos ha permitido viajar desde el siglo XII hasta principios del XIX, a partir de este momento las propuestas lanzadas por Vargas Ponce van a marcar el futuro de Pasaia.

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Indudablemente, de las tres propuestas es la primera la que más debe llamar nuestra atención. El mismo no dedica más que unas pocas líneas a las otras dos. Vargas encierra todo el fruto de su trabajo y de su reflexión en esa primera disposición. Su objetivo principal es alejar a Donostia del puerto. Para ello, crea una especie de muro de seguridad. Aleja el puerto de los límites territoriales de la ciudad para negarle cualquier jurisdicción sobre él.

Evidentemente, no crea un muro, sino un nuevo municipio: el actual Pasaia. Para ello, une San Pedro con San Juan en una única villa. Si durante todos estos siglos la población antagonista de Donostia había resultado ser, principalmente, Rentería, en 1804 los protagonistas de la historia del puerto no se encuentran ya al fondo de la bahía, sino en su misma entrada. Vargas es consciente de que, para no reeditar los pleitos judiciales, no puede dejar el puerto repartido entre varias jurisdicciones. Rentería –y mucho más Oiartzun- queda ya alejada del núcleo portuario. Lezo se encuentra a medio camino, pero su unión con Hondarribia no le hace ser un candidato apto. No


sabemos si Vargas valoró en algún momento la opción de Altza, pero, de ser así, seguramente le pareció que no garantizaba eficientemente la separación de Donostia. Por lo tanto, ayudado por la cercanía entre ambos y su lejanía respecto de Donostia, recurre a la unión de los dos núcleos situados en la bocana. “116: Separar la aldea de Pasages [San Pedro] de la jurisdicción de San Sebastián... y unirla a la villa de Pasages [San Juan].. .que ambos pueblos constituyan una sola y única villa... incluya todo el puerto...para que San Sebastián, de todo punto, quede excluido de jurisdicción sobre sus aguas”. Para completar su misión, Vargas establece el

modo de funcionar que ha de tener el nuevo ayuntamiento. Tanto en lo civil, punto 118, como en lo eclesiástico, punto 119. En este sentido, para evitar competencias y preponderancias, propone que se turnen en los cargos municipales y que ambas poblaciones tengan la misma entidad: dos barrios de la misma villa. Frente a la gran confusión que ha presidido la vida en el puerto hasta ese momento, justifica estas medidas con las innegables ventajas que prevé si se llevan a la práctica de una manera rápida y precisa. Tema que desarrolla en los puntos finales de su informe, 127 a 133.

En este grabado de 1874 se observan ya embarcaciones a vapor. Destacan también el palacio de Salinas (izquierda) y la fábrica de porcelanas (derecha). JUAN COMBA: Recuerdos de la costa cantábrica. Archivo Municipal dePasaia-Pasaiako Udal Artxibategia.

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De esta litografía de E. DE MAL hemos querido resaltar las vestimentas de mediados del siglo XIX en Pasaia. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.

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En esta vista, ampliada, desde la carretera del faro, se aprecia un paisaje hoy desconocido, anterior al gran crecimiento urbano en las márgenes del puerto y a los muelles modernos de Donibane.

4.2 Ventajas previsibles Vargas Ponce aparece nuevamente como deudor de su predecesor Villalobos, y a las 122 ventajas que éste enumeró en 1617 se remite. Pero, dado que Vargas realiza una aportación innovadora con la idea de ese nuevo Pasaia, presenta su propuesta como un factor que va a dinamizar toda la comarca. Subraya también, en el punto 130, que el impulso de Pasaia no será, de ninguna manera, a costa de Donostia, pues ésta va a ahorrar gastos en pleitos, torreros y demás, pudiendo invertir este importe en sus propias instalaciones portuarias. Como no puede ser de otra manera, la primera ventaja que enumera Vargas es la de finalizar de una vez por todas con el origen de tanto pleito y litigio, que compara con un “manantial perenne”. Pero, en segundo lugar, destaca la oportunidad que se abre tanto a Pasaia como a Rentería. De esta segunda, dice que es una oportunidad para reanimar el “montón de escombros” en que se ha convertido. De la nueva villa pasaitarra, espera que triplique su población, no sólo por el interés de los vecinos, sino

también, como no podía ser menos viniendo de Vargas, por el del Estado: “128: hacer de dos pueblecitos miserables... una honrada y buena villa... reproducir los servicios que en otro tiempo hacía al Rey a y a la causa-pública. Su aumento será puramente marino. Y no hay que dudar que donde hoy no se hallan 50 marineros, se hallarán entonces 500. Y donde hoy vive la languidez y miseria, vivirá la industriosa alegría”. Es imposible no ver en estas previsiones una sincera simpatía ante la precaria situación en que vivían los pasaitarras de hace 200 años. Simpatía basada en la imparcialidad del estudio, como se ve obligado a asegurar al finalizar el informe, pues dice no tener ni un solo conocido en los Pasages, a los que califica de verdaderos beneficiados de esta propuesta. Pero Vargas no pierde tampoco de vista un provecho más general, ligado siempre a la Corona. Incluso se atreve a precisar más sobre esos “servicios” que espera se produzcan, dado que calcula un ahorro del 18% en la construcción naval: “132: Es decir, que se halle [el Rey] con 6 navíos por el coste de cada 5 de los que hoy se construye!”.

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Estos dos planos del barrio de Bizkaia de Donibane, nos ofrecen una completa descripción de la situación de la zona en 1832 (e incluso anterior, pues en el punto señalado con el número 26 del segundo dibujo, se alude a la existencia de un embarcadero anterior soterrado ya en la época en que se levantó el plano). El palacio Barranco aparece como sede del colegio de menores de los jesuitas, y el palacio Arizabalo, como sede del colegio de mayores. Con el nº 24 tenemos el dique que servía de astillero y con el 23 el muelle. Real Chancillería de Valladolid. Planos y Dibujos, Carpeta 31, nº 456 –457.

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Y así lo reitera en las líneas finales que cierran el informe, al resaltar que su único interés en esta actuación ha sido: “133: asegurar los derechos del Rey, el interés de la causa-pública y los aumentos de la Marina, en el grado que yo estoy seguro de la pureza y sinceridad de mis intenciones.” Hasta aquí, pues, el informe elaborado en julio de 1804 por José Vargas Ponce. A primera vista, puede parecer que su misión concluyó con el éxito más absoluto, toda vez que, efectivamente, Pasaia fue unificado y Donostia dejó de controlar el puerto. Así lo han debido de ver también los historiadores que, de una u otra manera, se han ocupado hasta ahora del asunto. Sin embargo, parece un poco ingenuo pensar que esos 600 años de litigio iban a acabarse de un solo plumazo. Además, Vargas Ponce no contaba, no al menos por el momento, con la autoridad necesaria para, por medio de unas providencias sugeridas en un informe,

dar forma jurídica a la nueva villa pasaitarra. Como él mismo recuerda, separar y unir jurisdicciones corresponde al Soberano. Por eso, Vargas Ponce pide a su inmediato superior, Domingo de Grandallana, que interceda ante el Rey en este asunto. Siempre desde el punto de vista de fomentar la Marina, pues con esa premisa le había sido encomendada esta investigación. De este modo, se abre una nueva fase en la constitución del municipio pasaitarra, fase que, en gran medida, sigue hoy en día sin cerrarse.

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RODRIGUEZ TEJERO. Archivo Municipal de Pasaia-Pasaiako Udal Artxibategia.

PASAIA UNIDO E INDEPENDIENTE


San Pedro visto desde Santa Ana.

A

SI PUES, SE ABRE UN NUEVO HORIZONTE EN

el que deberá decidirse si las propuestas lanzadas por Vargas Ponce se hacen efectivas o se rechazan. Al contrario de lo ocurrido en siglos anteriores, en esta ocasión la Corona adopta como propias las soluciones sugeridas por su delegado. De este modo, el 1 de junio de 1805, mediante una Real Orden fechada en Aranjuez, se ratifica la unión de todo Pasaia en una única villa. No sólo eso. También se ordena, literalmente, que Donostia retire todo representante municipal que tuviera en el puerto, incluyendo los torreros, y se anula toda jurisdicción que la ciudad hubiera estado ejerciendo en Pasaia.

78 I Pasaia 1805-2005

La orden de retirada de la representación donostiarra se extiende también a la Junta de limpieza, que

a partir de este momento quedará constituida por un capitán, nombrado por la Corona; un representante de Pasaia; y un representante de Rentería. Esta junta será la encargada de administrar todos los fondos monetarios del puerto, así como la limpieza y conservación del mismo. Por último, se nombra al mismísimo Vargas Ponce como encargado de hacer ejecutar correctamente todas estas disposiciones. En definitiva, se pone fin a toda una época en la que la presencia donostiarra en la bahía había regido los destinos del puerto pasaitarra. Así pues, éste es el documento fundacional del municipio de Pasaia como villa contemporánea. A partir de este momento, se van dando todos los pasos necesarios para la conformación del primer ayunta-


REAL ORDEN DE

1 DE JUNIO DE 1805 POR LA QUE SE UNE Y FUNDA

el Rey de los recursos de esa Villa acerca de su estado y “ Enterado el del puerto de Pasages, y de los que ha producido la ciudad de

San Sebastián relativamente a su uso y propiedad, se ha servido resolver, con presencia del expediente de esta materia y habiendo precedido informes de Tribunales y personas de su real confianza: reducir a una sola Villa en lo civil y eclesiástico a las dos poblaciones de Pasajes, de modo que cada uno de los dos barrios que divide el canal del puerto formen en lo sucesivo la Villa de Pasages, siendo cada uno parte integrante de ella, y disfrutando ambos los nuevos términos que Su Majestad ha venido a señalar, deseando su fomento y prosperidad. Por consecuencia, ha resuelto también Su Majestad:

- que la expresada ciudad de San Sebastián retire, desde luego, el Regidor Torrero, y los dependientes que tenga en la aldea y puerto de Pasages; cesando en el ejercicio de toda jurisdicción en ambos.

LA VILLA DE PASAIA

- que se establezca en esta Villa [Pasaia] un capitán del Puerto que nombrará Su Majestad. - que haya una Junta, compuesta de éste [capitán]y de dos sujetos; uno de Pasages y otro de Rentería. La cual [Junta], con sujeción al Reglamento que se formará al efecto, administrará los fondos del puerto, y cuidará de su limpia y conservación. - y que pase a esa Provincia el Teniente de Navío de la Real Armada Don José de Vargas Ponce para poner en ejecución la voluntad de Su Majestad, de que está instituido y autorizado como conviene. Todo lo cual comunico a Vuestra Merced de Real Orden para su inteligencia y fines correspondientes, y para su particular satisfacción. Dios guarde a Vuestra Merced muchos años. Aranjuez. 1º de Junio de 1.805.”

miento del nuevo Pasaia unificado, ayuntamiento que se celebrará el 29 de agosto de 1805.

5.1 Primer pleno municipal: Agosto de 1805 Entre esos pasos, tenemos, desde luego, los pertinentes agradecimientos que los pasaitarras, en este caso los concejales de Donibane, dirigen a las instancias que han participado en el proceso. Los agradecimientos comienzan el 19 de junio, el mismo día en que la Orden de 1 de junio se registra en las actas municipales. En concreto, se dirigen al Ministro de Marina, en este momento Francisco Gil Taboada de Lemus, y al Excelentísimo y Generalísimo Príncipe de la Paz, Manuel Godoy. Los pasaitarras expresan su satisfacción por el fin de su esclavitud; ésta es al menos, la palabra que utilizan: “era inevitable que con el tiempo se siguiera la total ruina y despoblación de esta villa...que en muchos años la ha tenido privada la esclavitud por el despotismo de San Sebastián en este puerto, despojándola de los arbitrios naturales de su comercio y utilidades...”26. Donibane desactiva los recursos judiciales que, en este caso desde 1802, mantenía contra Donostia, pero pide al grupo encargado de su seguimiento que supervise el cumplimiento de todo lo que se vaya a disponer a partir de ese momento. Este grupo estaba compuesto por tres ilustres vecinos de San Juan: Juan Bautista Arizabalo, capitán de navío retirado; Manuel Arizabalo, abogado que ejerce en el tribunal de apelación de Valladolid, la Chancillería; y Antonio Urigoitia.

Palacio Arizabalo.

Es una terna muy bien pensada. Los Arizabalo son una de las principales familias de Donibane, si no ya la más importante. Y se puede apreciar como, gracias a sus oficios, están bien situados en los ministerios pertinentes. Es decir, no sólo Donostia sabía jugar las bazas de las familias y los despachos. Por fin, el 27 de junio, con aprobación de 19 de agosto, se emite la Real Orden que aprueba el reglamento de gobierno municipal y la organización eclesiástica de la nueva villa, tal y como fue sugerido por el propio Vargas Ponce en su informe. El primer intento para constituir el pleno se fija para el 25 de agosto de 1805. Sin embargo, los vecinos de San Pedro con capacidad para integrarse en el ayuntamiento prefieren retrasar la fecha. Argumentan

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DIDIER PETIT DE MEURVILLE. Gipuzkoako Foru Aldundiaren BildumaColección Diputación Foral de Gipuzkoa.

que hasta no fijar los límites del término municipal prefieren no formar el ayuntamiento. Ignoramos si se trató de alguna maniobra de presión tras la que se encontraba Donostia, pero hay que confesar que la petición tenía su lógica. Es decir, sin conocer exactamente qué porción del territorio iba a ser agregada a la villa, ¿cómo determinar quien tiene derecho y capacidad para acudir al pleno? Hay que tener en cuenta que no todos los habitantes de un municipio tenían reconocidos derechos y deberes políticos. Había que cumplir unas condiciones relacionadas con la propiedad de la casa, con ser descendiente directo de guipuzcoanos y con la posesión justificada de un mínimo de riqueza para acceder a estos cargos y hacer frente a las obligaciones municipales27. Además, un mayor o menor número de representantes del lado de San Pedro, podría realizar más o menos presión en el ayuntamiento.

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De todos modos, y seguramente por apremio del propio Vargas Ponce, el Pleno se organiza y celebra el día 29 de agosto. Este Pleno de constitución fue dirigido y presidido por Vargas. En su discurso de apertura insta a los pasaitarras a dar gracias al Rey, por cuya voluntad ha terminado ya el tiempo de la desventura y opresión. Les anima también a superar los odios extraños “ya caducos e impotentes” y que las fuerzas y recursos que antes se encaminaban a pleitos se dirijan

ahora a embellecer y decorar la renacida villa. Celebra también que los nombres de los patrones de cada barrio, San Pedro y San Juan, vayan ganando terreno como nombres oficiales. Evidentemente estos nombres le parecen oportunos porque contribuyen a dar personalidad al lugar además de hacer caer en el olvido otras denominaciones, como “banda del este-banda del oeste” o “de San Sebastián-de Fuenterrabía”, que podrían dar pie a malentendidos o a reivindicaciones de esas ciudades. Cita también a destacados personajes pasaitarras, tanto históricos –de los que ha tenido noticia a través de la documentación que ha manejado-, como vivos –entrevistados por él en persona-, y los propone como ejemplo a seguir. Por ello y para resultar eficientes en el servicio a la Corona, pide que Ulia y Jaizkibel sean repoblados con robles para fabricar nuevas escuadras. Este discurso se puede leer tanto en las propias actas municipales de 1805, como en una versión impresa en 191328. En esta segunda, procedente de una serie de cartas entre Vargas y el Ministro de Marina, se añaden comentarios del propio marino gaditano en los que subraya la demostración de gozo que produjo la unión. Según relata, para celebrarlo, se organizó “una función de gracias en la iglesia y otra pública, a la moda del país”. Lamentablemente, no nos detalla en qué consistió esa celebración pública.


LOS

INTEGRANTES DEL PRIMER PLENO MUNICIPAL UNIFICADO

E

l “censo electoral” no estaba compuesto por todos los habitantes del municipio. A los cargos municipales sólo podían optar personas reconocidas para tal fin. Entre ellas se elegía a los cinco miembros del concejo municipal: un alcalde, un teniente de alcalde, tres regidores. Otros cargos son también: un diputado, para representar al municipio en el exterior; y un síndico, para la defensa de los intereses del concejo. En 1805 este sería el listado de “candidatos”:

- En Donibane: Manuel Ignacio Agirre, Antonio Lizaso, Joaquín Berra, José Miguel Zugasti, Luis Manuel Olarria, Juan Bautista Arizabalo, Santiago Valdespina, Sebastián Oronoz, Jacinto Urigoitia, Antonio Urigoitia, Manuel Arizabalo, José Maria Jauregi, Manuel Ignacio Zugasti, Martín Zatarain, Manuel Etxegarai, Juan José Makazaga. - En San Pedro: Manuel Maria Aizpurua, Fermín Segurola, Bernardo Bonanzategi, Ramón Aizpurua, Juan Bautista Berra, Celedonio Mutio, Juan Tomás Argote, Miguel Andrés Argiano, José Manuel Larrañaga, Ignacio Bonanzategi, Juan Cruz Bonanzategi, Manuel Bonanzategi, Ramón Elormendi, Juan Luis Illarregi,

Felipe Ezeiza, Florencio Garai, Ignacio Zialzeta. En el Pleno de 29 de agosto de 1805, a los integrantes del anterior ayuntamiento formado por los representantes de Donibane (Alcalde Manuel Ignacio Agirre; Regidores: Antonio Lizaso, Luis Manuel Olarria y José Miguel Zugasti. Síndico, Arizabalo. Diputados: Oronoz y Valdespina) se añaden Manuel Maria Aizpurua y Fermín Segurola.

Uno de los trabajos del militar THOMAS LYDE HORNBROOK dedicado a Pasaia, aproximadamente en 1837. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.

Además de la asamblea de los “vecinos concejantes”, existía otra, formada por personas que no podían ser elegidas para cargos públicos y que en Pasaia se denominaba de “vecinos moradores”: La de 1806 está compuesta por: Miguel Otalora, Juan Esteban Mariñas, Celestino Iturbe, José Iñigo, Salvador Gandarias, José Antonio Abad, Sebastián Aranburu, José Tapia, Pedro Iarzabal, Caros Sarbide, José Manuel Iriarte, Antonio Rojo, José Fuente, Esteban Isasa, José Ramón Ardenales, José Ramon Etxeberria, José Rodríguez, Bernando Añorga, Carlos Sánchez, José Basterrika, Bautista Olaberria, Juan Antonio Esperindeo, Juan José Iriarte, Marcos Gómez, José Bautista González, Pedro Argañ, Juan Roque Ferreira, Francisco Arza, Francisco Preber, José Ignacio Aristizabal, Francisco Bastidas, José Suertegarai.

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FIDEL MUGICA: Embarque de los tercios vascongados en el puerto de Pasages. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.

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Muy modestamente, Vargas no precisa que los agradecimientos de ese día 29 fueron dirigidos a su propia persona. En efecto, la primera disposición del Pleno constituido fue agradecer al capitán Vargas Ponce todas sus gestiones. La segunda disposición, en cambio, nos indica que los pasaitarras son conscientes del resbaladizo terreno que están pisando. Muestra de ello, y de que prevén un volumen de trabajo bastante alto y comprometido, es que solicitan no sólo un alcalde, sino tener dos al mismo tiempo. De este modo, asegurarían la presencia de la máxima autoridad judicial en ambos barrios, pues no olvidemos que una de las principales atribuciones de los alcaldes en esta época es la de impartir justicia. Baste recordar los problemas que se produjeron cuando los torreros ejercían la justicia para darnos cuenta de lo delicado de la situación. Por eso, aceptan que el nombramiento de alcalde corresponda cada año a un barrio y que esto se complemente con un teniente de alcalde del otro, tal y como se contempla en el documento fundacional.

Pero piden que con la mayor brevedad posible les sea concedida la facultad de tener dos alcaldes: “teniendo presentes el cúmulo de negocios que han de llover sobre la jurisdicción real con motivo de extenderse ésta al puerto y vecinos de la banda de San Pedro; y a los que Su Señoría señalase en la demarcación de límites; y, mayormente, si se fomenta, como no es dudable, el comercio.” A lo que se añade la presencia de un número variable de extranjeros en la bahía. De todos modos, y mientras se negocia ese segundo alcalde, ambos barrios pasaitarras dan muestra de querer colaborar estrechamente. Buena prueba de ello la tendremos meses más adelante, cuando con el año nuevo, y a la vez que el resto de municipios de la Provincia, toque renovar la composición del Ayuntamiento el 1 de enero de 1806. En esta sesión, los portavoces de San Pedro (Ramón Aizpurua) y San Juan (Manuel Arizabalo) despliegan toda una serie de gestos para demostrarse mutuamente sus deseos de amistad y colaboración,


destaca el afán que muestran por mirar hacia el futuro y superar el pasado.

EL

Los discursos no aparecen en su integridad, sino resumidos por el escribano que ejerció de secretario de la sesión. Aún y todo, parece que sí recogió algunos fragmentos enteros.

Regidores de San Juan, elegidos por San Pedro: Sebastián Oronoz, Martín Zatarain

Así, entre lo expuesto por Ramón Aizpurua, por el lado sanpedrotarra, tenemos: ... la gloria de ver reunidas las dos poblaciones que antes formaban diversos cuerpos... constituyendo una sola comunidad con particularidades que la hacen respetables, es hoy el grande objeto que debe llenar de satisfacción al congreso [ayuntamiento]. Sí señores, añadió, aquel absoluto despojo de los derechos más sagrados de la naturaleza y de los privilegios de su noble y libre origen, aquellas opresiones antiguas que han durado algunos siglos, aquellos efectos del más doloroso yugo que tanto les ha mortificado, el insufrible estanco [las restricciones al comercio impuestas por Donostia], que han tenido que sobrellevar en un País exento, se han transformado ya, por un efecto de la benéfica real clemencia del más digno de los soberanos, en el más dulce reposo, en la libertad más dichosa. Ya este cuerpo, que queda tan robusteado, debe perder, por su propia tranquilidad, la memoria de su pasado abatimiento y esperar impaciente a que renazca aquel antiguo floreciente estado. Que produzca, como entonces, tan sobresalientes como ilustres hijos que valerosa y honrosamente desempeñen los más distinguidos empleos y que con sus servicios reconozcan el mayor beneficio a su rey y señor. Debe pues asegurarse ciertamente de su futura opulencia ahora que se ven disipados los antiguos motivos de extorsiones, de los progresos más felices con esta mutación... este famoso puerto que en bien del publico lo ha reasumido su majestad en sí, sacando a los dos barrios de la amenaza de una evidente total ruina. Pero que para ello, y disfrutar de estas ventajas y de las que han de seguirse de su engrandecimiento, era indispensable se estrechasen, como él sinceramente lo deseaba, los vínculos de amistad, de estimación y de uniformidad entre unos y otros vecinos. A que prometía contribuir de su parte [San Pedro] con el mayor celo y amor, para que los efectos de una tan inesperada suerte sean iguales como deben ser en un vecindario ilustrado...” No menos solemne y extenso debió ser el discurso de Manuel Arizabalo, que el escribano resume aún más todavía. Esta es la versión que nos ofrece: El señor licenciado Don Manuel de Arizabalo al oír este breve discurso, por sí, y por los demás vecinos que asisten del Barrio de San Juan, manifestó igualmente el mayor júbilo de esta reunión, de que...

RESULTADO DE LA ELECCION MUNICIPAL DE FUE EL SIGUIENTE:

1806

Alcalde, sanjuandarra, elegido por San Pedro: Antonio Urigoita

Teniente de Alcalde de San Pedro elegido por San Juan: Ramón Aizpurua Regidor de San Pedro elegido por San Juan: Juan Bautista Berra. Los regidores eligen por Síndico Procurador General al señor coronel Juan Bautista Arizabalo. Los representantes de los moradores son: Sánchez, Illaregi e Isasa por San Juan. Y Juan Méndez y Evaristo Imaz, por San Pedro. Además, sospechamos que cada barrio tendría también su propio Síndico y su Procurador particular (o al menos teniente de esos cargos), pues para Donibane aparecen en estos oficios Manuel Etxegarai y Santiago Valdespina, respectivamente. Como es costumbre, la elección va seguida de un juramento. Juran “sobre la cruz de su vara real de que administrarán justicia con rectitud, y los fondos de la villa con la debida justificación, mirando por sus intereses y por la observancia de sus ejecutorias y conservación de los derechos de la república [municipio] y prometiendo hacerlo así. En señas de posesión, se entregaron a los señores alcalde y teniente electos sus respectivas varas, y todos tomaron por orden los asientos que les correspondían.”

ambos barrios den las señales que [se] está ya observando... una estrecha hermandad y benevolencia entre sí. Y no menos de que los de... San Pedro tengan los mismos sentimientos de afección, de prudencia y amistad que los del otro Barrio de San Juan, que no han conspirado ni conspiran sino a los mismos loables objetos que inspiró el Señor Aizpurua. Continuó perorando [Arizabalo]. Enseguida hizo patentes la grandeza del pueblo, de su actual muy diferente estado, [de] las inmensas utilidades que le promete su nueva constitución, [del] diverso aspecto bajo el cual ha de ser mirado en adelante el fruto que se prevé de esta incorporación, y de que se hayan removido las intolerables trabas de este puerto y su comercio que no duda vaya considerablemente fomentándose...” De este modo, entre el cruce de elogios, buenos deseos y felicitaciones que unos y otros se dedican, Arizabalo propone que sean sólo los sanpedrotarras quienes tomen parte en las elecciones. Rechazándolo con elegancia, los sanpredotarras sugieren que sean sólo los sanjuandarras quienes elijan a los cargos municipales. Estos también rechazan gentilmente la propuesta. Con lo cual, todos discuten amigablemente sobre qué decisión adoptar para las elecciones municipales de 1806. Finalmente, optan porque sean los de San Pedro quienes elijan a los representantes de Donibane, y los de San Juan quienes elijan a los electos sanpedrotarras.

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Este acondicionamiento del puerto y sus márgenes propuesto por Antonio Tahona en abril de 1820 fue rechazado en 1821 por Joaquín De la Croix Vidal. En opinión de éste, la canalización del río Oiartzun provocaría inundaciones y haría surgir una barra de arena en la bocana del puerto, lo que no ocurría hasta entonces gracias a que el río utilizaba sus propias orillas y la pendiente de su caída para librarse de los materiales más pesados que arrastraba. En consecucia, sugiere que se dé prioridad a la utilización de las dragas y a las obras de Kalaburtza y Kondemasti. Esto, además, permitiría a Tahona conocer tanto las características del puerto como las de las mareas propias del lugar. España. Ministerio de Defensa. Archivo General de la Marina “Alvaro Bazán”. Leg. 5639/42.



Bonanza, en Donibane. EUGENIO ARRUTI (1841-1889). Colección particular.

5.2 Novedades positivas Todos estos actos y discursos aportan algo más que buenas palabras. Hay que resaltar, especialmente, que esta postura optimista resulta completamente novedosa entre los representantes municipales. En efecto, un repaso a las actas de los plenos del ayuntamiento celebrados durante el siglo XVIII nos alerta sobre las grandes dificultades que la gestión municipal no había podido resolver ni siquiera tras la separación entre Donibane y Hondarribia. Estas actas, lógicamente, recogen únicamente las reuniones celebradas en San Juan, pero la situación en San Pedro debía ser similar o peor, tal y como se ha podido observar en el informe de Vargas Ponce. Los problemas se derivaban, principalmente, de las dificultades económicas en que se encontraba inmerso el ayuntamiento. El capítulo de gastos, por ejemplo, se veía agravado por las peculiaridades de la iglesia de Donibane, cuyo mantenimiento recaía por completo en la corporación municipal, ya que la parroquia no recogía ni diezmos ni primicias, lo que representaría un caso único en la provincia.

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Entre tanto, los ingresos se veían mermados por situaciones sorprendentes. Por ejemplo, nos encontramos con que las familias más “distinguidas y pudientes” se abastecían de carne en Lezo o San Pedro, con lo cual el impuesto o sisa derivado de esta compra-

venta no revertía en la tesorería propia. Otras veces, son los ganaderos foráneos quienes incumplían las condiciones de arrendamiento de pasto en Jaizkibel. Y, por supuesto, hay que contar con los obstáculos que el torrero donostiarra en San Pedro levanta en la actividad portuaria. Ante esta delicada situación, el Ayuntamiento planteó en 1802 la necesidad de edificar dos caseríos en Jaizkibel, con sus correspondientes tierras sembradías y huertas, que serían puestos en alquiler, y cuyos ingresos aliviarían la tesorería municipal. Además, son constantes los enfrentamientos con los curas (en 1805 se llega incluso a suprimir el servicio eclesiástico), el médico (desatención constante y muy caro) o el escribano (no presenta su certificado de hidalguía), por lo que la vida cotidiana en Donibane se nos antoja llena de dificultades. Como remate, no faltan las denuncias debidas a las peleas diarias, aseguradas éstas por la alta concentración de corsarios y buques de todo tipo en aguas pasaitarras. Por último, como ocurría en el resto de Gipuzkoa, los negocios e intereses de las poderosas familias locales habían ya superado el ámbito local, con lo que este tipo de servicio al pueblo les resultaba más bien una carga que un ejercicio de prestigio. Sus propias actividades comerciales o su influencia a nivel provincial o en la Corte eran más apropiadas para hacer gala de su poder.


La reducción de la zona practicable es manifiesta. Aunque siguen apareciendo astilleros en Bizkaia (letra “C”). Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.


G. ETXANIZ: “Vista del puerto de Pasages”. Se puede apreciar un campamento militar en Jaizkibel, quizas en Arrokaundieta. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.

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Todo ello había desembocado en un manifiesto desinterés por ocupar cargos municipales. No olvidemos que el sistema electoral, expuesto brevemente más arriba, sólo habilitaba a un corto número de personas para ejercer los oficios públicos. La falta de candidatos el día de la elección o la inasistencia a los plenos eran situaciones comunes. Sin ir más lejos, el mismo Manuel Arizabalo se había negado a aceptar el cargo de alcalde en 1802. E incluso en la elección de enero de 1805, antes de la unión, se registran protestas (Olarria, Zugasti) y retrasos (Oronoz) en la aceptación de los cargos. Además, hay que dar cuenta de un enfrentamiento entre las instituciones provinciales y el ayuntamiento de Donibane, pues Gipuzkoa no aceptaba la elección como alcalde en 1800 del militar retirado Juan Bautista Arizabalo, ya que esta elección entraba en contradicción con los fueros provinciales. Por lo tanto, es evidente que todo lo expresado en los discursos de agosto de 1805 obedece a una nueva

esperanza en el futuro que se abría con la unión de ambos Pasaia, el aumento del número de potenciales cargo municipales y la adjudicación de un amplio término municipal. De hecho, como muestra de esta confianza, en las sesiones de 7 y 14 de julio de 1805 -antes por lo tanto del pleno unificado pero recién registrada la Real Orden de junio-, el pleno de Donibane ya había propuesto reformas arquitectónicas en el edificio del ayuntamiento (que databa de 1736), así como la realización de un nuevo escudo y una nueva bandera. Del mismo modo, en previsión de futuras acciones relacionadas con el puerto, se plantea la necesidad de contar con dinero para financiar a los agentes en Corte. Esta financiación se lograría con un préstamo de la cofradía de pescadores (“mareantes”), que, además, se encargará de redactar un informe sobre todas las querellas que vienen sufriendo por el mal gobierno del puerto. Curiosamente, son estos pescadores los mismos que se encontraban excluidos de los cargos municipales.


Este magnífico óleo recoge una perspectiva original del puerto, del que destaca la Torre de San Pedro. La plaza de la Torre es llamada “Plaza de armas” denominación poco común. Ministerio de Cultura (España). Archivo Histórico Nacional (Sección de Consejos Suprimidos, Leg. 36.595).

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6

NUEVO MUNICIPIO, NUEVOS LÍMITES

Vargas Ponce registró el documento y el plano que recogía los límites del nuevo Pasaia ante el escribano de Andoain Fernández de Beldarrain. Gipuzkoako Artxibategi Orokorra-Archivo General de Gipuzkoa (JD SM 20-13).


Vista de Santa Isabel en 1890. HAUSER Y MENET. Koldo Mitxelena Kulturunea. Liburutegia. Fondo Gordeak (C-141 F-31).

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J

UNTO A ESTE MANIFIESTO Y RENOVADO INTERES, EL

nuevo ayuntamiento pasaitarra tiene muy claro que la pugna por el puerto va a continuar. Ya hemos apuntado cómo preparó la financiación de sus agentes en la Corte. Además, con posterioridad enumera los instrumentos y actitudes que considera básicos para que la unión resulte fructífera: evidente interés por contar con dos alcaldes, por mantener la armonía entre todos los pasaitarras, por trabajar en colaboración, por resaltar las diferencias entre antes y después de la independencia, por destacar las oportunidades que se abren en un futuro próximo,... Y el primer y gran escollo a superar se encuentra, nada más y nada menos, en el asunto de los límites territoriales del nuevo municipio. Cuestión ésta que, a pesar de todos los esfuerzos realizados por Vargas Ponce, sigue sin resolverse doscientos años después de la formación del municipio pasaitarra, y ello a pesar de la claridad con que se expresaron las autoridades pertinentes.

De este modo, nos adentramos en una nueva fase de ese largo litigio por Pasaia. No son sólo 600 años de pleito. Entre unos y otros asuntos, son ya 800 los años que se acumulan. Es cierto que los aspectos enumerados arriba por el pleno y relacionados con la gestión del puerto son bastante más amplios. Todo lo relacionado con la propia administración municipal de Pasaia va a generar también enfrentamiento entre las instituciones. Especialmente cuando, a mediados del siglo XIX, se den los pasos para ir modificando los márgenes de la ensenada, con la consiguiente construcción de los muelles modernos y la instalación de empresas. Diputación, gestores portuarios y el propio Estado se verán inmersos en sus propias discusiones judiciales. No obstante, consideramos que este asunto requiere un estudio detallado que escapa a los objetivos del presente trabajo. Por eso, preferimos centrarnos ahora en las diferentes maniobras que unos y otros realizaron bien para


conseguir llevar hasta el final las disposiciones que fundaban la nueva villa, o bien para recuperar el control sobre el puerto y sus recursos; proceso que comienza a materializarse desde el mismo año de 1805.

6.1 La extensión del municipio pasaitarra En su informe, Vargas Ponce precisaba, como es completamente lógico, que al nuevo municipio deberían asignársele unos terrenos. Entonces, adelantaba que al cortísimo espacio que ocupaban los dos barrios, habría que añadir “la parte que se estime hasta la sima del monte Ulia”, de modo que la villa tuviera una extensión conveniente y que ésta incluyera todo el puerto. Aquí, hay que señalar que la presencia en la lista de vecinos concejantes de Fermín Segurola y José Manuel Larrañaga es suficiente para asegurar que el terreno sobre el que se edificará Trintxerpe estaba incluido, sin ningún género de duda, en lo que se daba por supuesto ocupaba San Pedro, pues tenemos localizado a Segurola en el caserío Illunbe y a Larrañaga en Martinbona (o Martimuño). La propia Real Orden de 1 de junio de 1805 señalaba, igualmente, que los dos barrios debían disfrutar de “los nuevos términos que Su Majestad ha venido a señalar, deseando su fomento y prosperidad”. Esta última cita, es recogida también en los agradecimientos que remite la Villa al ministerio de Marina. Y, del mismo modo, los nuevos términos son citados en las ratificaciones de junio y agosto: “asignándola nuevos y convenientes términos”. Por lo tanto, queda fuera de toda duda que la fundación de Pasaia debía acarrear una reordenación del territorio en la comarca. Los motivos son igual de evidentes. En primer lugar, Vargas Ponce ya anunciaba que era necesario dejar a Donostia sin ninguna muga con el puerto, evitando así que pudiera realizar algún tipo de reclamación al ubicar la bahía dentro de su extensión. En segundo lugar, no hubiera servido de nada que la nueva villa fuera inviable económicamente. Por lo tanto, además de la reactivación de la economía portuaria, se hace necesario adjudicar un terreno que garantice tanto la explotación del bosque con miras a la construcción naval, como el propio sustento de los habitantes de la villa. Precisamente, como ya vimos, en estos aspectos se fundamentaba el optimismo y la nueva actitud de los representantes municipales de Pasaia.

En la correspondencia que el capitán gaditano mantiene con el Ministerio de Marina para ir dando cuenta de todos los pasos y de la perfecta resolución de su cometido como ejecutor de la voluntad real expresada en las Reales Órdenes, el propio Vargas Ponce ofrece nuevos datos del trabajo que desarrolló en este sentido29.

Las embarcaciones de gran calado siempre han tenido Pasaia como puerto de referencia en el Cantábrico. LOUIS JULIEN JACOTTET: Vue de Pasages.

Así, una vez cumplidos todos los trámites referentes a la notificación a las partes de la nueva organización de puerto y villa, Vargas Ponce hace saber al Ministro de Marina, Francisco Gil, que se ha ocupado también de la demarcación de límites del nuevo municipio, manifestando claramente cuáles deben ser estos para garantizar la viabilidad del pueblo y para evitar cualquier nueva injerencia donostiarra en las cercanías del mismo. En esta correspondencia reservada, secreta podríamos decir, Vargas Ponce explica qué pasos había dado ya: “Con la noticia que me dio el Concejo de que ya había comunicado las Reales resoluciones a todos los interesados en la nueva planta del puerto y pueblo de Pasajes, traté de perfeccionarla dando el último paso de la demarcación de límites. Como quiera que éste sea el más delicado y del que me temía más reclamaciones, me preparé con un serio estudio; y desconfiado de mis cortas luces, consulté al Teniente Coronel D. Carlos Lemor, Ingeniero destinado en San Sebastián, y al Capitán de Navío D. Juan Aguirre; aquel de la instrucción y práctica que es notoria en estas materias, y éste que ha entendido por tanto años con el acierto que es público en comisiones de esta naturaleza; y este segundo tuvo la amabilidad de

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ra de buena fe desarraigar tan ruidosos y porfiados litigios... - Segundo, para poner en condiciones el puerto: “y proporcionar todos los medios de la limpia y conservación del puerto, empresa de tanto interés para la marina Real y para toda Europa navegante”. El medio más adecuado para conseguir ambos fines es completar la unión e independencia pasaitarra con la adjudicación de unos terrenos adecuados, bien ordenados y que permitan el asentamiento y acrecentamiento de los núcleos de población. Vargas Ponce afirma que sólo la inclusión en el término municipal de Pasaia de todas las laderas que rodean al puerto puede hacer viable la regeneración de la comarca: ”Sentados estos expuestos y con el apoyo de aquellos respetables pareceres, me convencí que era preciso dar de términos a la villa de Pasajes todas las vertientes de las montañas que la rodean y arrojan sus aguas hacia el puerto... ningún resto de ésta queda a San Sebastián que sirviese de asidero para renovar sus pretensiones, y Pasajes tenía en su jurisdicción todo lo que baña al puerto, para levantar malecones, construir presas, elevar muelles y cuanto se juzgue preservativo. Lo cual no es factible siendo de otra jurisdicción, y es como imposible si a esta jurisdicción se le puede suponer interés en malograr la obra”.

Desde esta original perspectiva podemos contemplar al fondo el antiguo palacio de Salinas y la muralla que lo rodeaba. Ésta aparece en varios de los planos anteriores al siglo XIX. Lago de Pasages. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.

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acompañarme y subir conmigo a la inspección de los montes, que he visitado ahora de nuevo, a pesar de tenerlos tan andados y reconocidos”30. Se aprecia claramente el cuidado con el que Vargas Ponce prepara la culminación del expediente. Además de un estudio detenido de la cuestión y de un conocimiento exhaustivo del terreno, que visita y recorre a pesar de sus problemas asmáticos, agravados por la humedad de nuestro país, busca el asesoramiento directo de dos expertos en la materia con mayor escarmiento que él en asuntos de este tipo. Por lo tanto, actúa con pleno conocimiento de causa y tras una minuciosa preparación: - Primero, como ya sabemos, para separar a San Sebastián de todo acceso al puerto del Pasage: “Con todos estos antecedentes paré mi reflexión en los dos puntos cardinales de mi encargo, que eran separar de un todo a San Sebastián del puerto de Pasajes, providencia de que nadie puede dudar con tal que quisie-

Es decir, Pasaia debe constituirse territorialmente alejando a Donostia de la margen del puerto, tal y como ya había anunciado él mismo en ocasiones anteriores. Añade a este planteamiento inicial dos nuevas ventajas: - Abastecer la nueva villa con parajes apropiados para la cría de árboles con destino a astilleros; - Hacer viable la organización eclesiástica de Pasaia con los, al menos, 59 caseríos que va a incluir en esta villa, gracias a la producción agrícola de los mismos. Todo esto quedó ya recogido el mismo día del primer pleno pasaitarra, 29 de agosto, en un documento en el que Vargas Ponce recuerda que su autoridad proviene de la Real Orden de 27 de mayo de 1805, que lo facultaba para “señalar nuevos y convenientes límites a la Villa de Pasages”31. De este modo, los límites de Pasaia con San Sebastián quedan establecidos en el caserío Miracruz, de donde se trazaría una línea recta hacia la cala Irurdieta (Ilurgita, popularmente conocida como “rocas” en Pasaia y Bidebieta), que queda incluida


Las mugas asignadas por Vargas Ponce, no derogadas nunca, integraban en Pasaia todas las laderas de los montes que miraban al puerto y todas las tierras que tocaran la orilla del puerto. Así, alejaba definitivamente a Donostia de Pasaia. El Alto de Miracruz, parte de Intxaurrondo y gran parte de Altza quedaban asignados a Pasaia. España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. (Op. cit., 1994).

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Situándonos aproximadamente en el alto de Miracruz a mediados del siglo XIX, habríamos podido ver el puerto en toda su dimensión: el brazo de mar de la derecha es hoy el colector de Txingudi en Herrera, con las casas Zubimusu y Altunaenea (1). En Donibane se aprecia perfectamente la fábrica de cuerda (2) entre Bizkaia y Bordalaborda, que, como toda cordelería, era estrecha y alargada. También se recogen el palacio de Salinas (3) y los caseríos Trintxer y Araneder (4), Gomistegi y Azkuene (5), Guardaplata (6), Bonea el único que hoy existe(7), Santa Barbara (8), Benta Berri (9). GEORGES CARPENTER. Colección Untzi Museoa (Donostia).

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dentro del término pasaitarra. De Miracruz, la línea se alarga hasta el caserío Etxeberri, de aquí a Larrerdi que no se incluye en Pasaia-, Eguzkiza y Txurdienea (Txurdin) – éste tampoco incluido-, hasta llegar a la demarcación de Rentería y el mojón de San Jerónimo. Por lo tanto, los caseríos que quedan comprendidos en Pasaia, así como toda la zona de Herrera, Buenavista y la ensenada o marisma de Molinao, son: Mirakruz, Alapunta, Etxeberri, Arjel, Siustegi, Garro, Torrua-zahar, Julimasene, Zandardegi, Peruene, Molino o fábrica de papel, Kasares-borda, Eguzkitza, Aiete, Kastilun, Zilarginea, Txipres, Telleria, Alamoria (Alamoi), Papin, Landerro, Molinao, Sasuategi, Juanatxoenea, Akular, Barona, Miranda, Molino de Iparragirre, Eskalantegi, Berra, Etxarri, Arraskoenea, Antxo, Txoko, Erretiro, Mirabarkera, Etxeberri, Darieta, Tomasene, Kasares, Arriaga, Herrería de Altuna, Portuzar, Txontxorrenea, Zubimuzu, Altunaenea, Bentagoia, Gomistegi, Molinos de Zaldua, Guardaplata, Bonea, Ernabiro, Iparragirre, Miramar, Soraburu, Bentabea, Etxetxiki, Santa Barbara, Arraskoenetxiki.

cada e independiente en 1805. Como veremos ahora, no consta que los límites trazados por Vargas Ponce hayan sido derogados por ninguna instancia superior. Todo lo contrario. Los intentos desarrollados, principalmente por San Sebastián, para no cumplir con estas determinaciones, han sido derrotados en las instancias judiciales pertinentes.

Esta demarcación, que se extiende por parte del territorio histórico de Altza, es la original que corresponde a Pasaia desde su nacimiento como villa unifi-

Además, a raíz del nuevo empuje que recibe la zona y con la llegada de la industrialización de mediados del siglo XIX, el puerto gana en protagonis-

6.2 El pleito por los límites municipales Como no podía ser menos, durante prácticamente otros doscientos años, los dictámenes dados en 1805 son puestos en entredicho. No sólo por Donostia. También por los poderes provinciales, para quienes la intervención de la Corona puede ser una amenaza jurisdiccional. De igual modo, interviene en diversas circunstancias la población de Altza, que consigue en diferentes momentos un estatus independiente de Donostia.


mo en la economía de la provincia. Al uso pesquero y de astillero, se le añade el comercial, que nunca perdió, pero ahora desde un nuevo punto de vista. Pasaia y el puerto se convierten en foco económico y de comunicaciones de primera magnitud. La oposición de Donostia al nacimiento unificado de Pasaia y a la demarcación que se le adjudica, y que deja a la ciudad alejada de cualquier jurisdicción en el lugar, es inmediata. Su objetivo es impedir que se refrenden las disposiciones tomadas por Vargas Ponce como delegado de la Corona. Precisamente para impedir que las maniobras de la capital entorpezcan la sanción definitiva, Vargas Ponce se comunica con el ministro Gil, pidiéndole que interceda y ventile el expediente definitivamente. En carta de 1 de septiembre de 1805, Vargas Ponce da cuenta de la oposición abierta de los delegados de San Sebastián, que se negaban a dar su visto bueno al plano definitivo. Entre las razones dadas para no demorar este asunto, Vargas alude a que su permanencia en Gipuzkoa estaba siendo costeada por Pasaia y Rentería pero no por San Sebastián y, por lo tanto, se está causando un perjuicio económico a las dos primeras poblaciones.

En estas circunstancias, Vargas ordena sacar y enviar una copia de su informe sobre los límites municipales para que sea definitivamente sancionado. A esto, sigue la reclamación efectuada por el ayuntamiento de Pasaia a 1 de enero de 1806, es decir, nada más ser elegida la corporación de ese año. Los electos pasaitarras alertan sobre las maniobras de Donostia, que habría enviado una persona a la Corte con el fin de retrasar este asunto, “eternizarlo” dicen en concreto. Ante lo cual pide que se confirme la divisoria de aguas entre Donostia y Pasaia como límite entre ambas localidades: las laderas cuyos arroyos viertan agua al puerto, incluidas en Pasaia, y las que lo hagan al Urumea, para San Sebastián.

Como se aprecia en este y otros dibujos, la utilización del puerto pasaitarra por barcos bajo bandera francesa es una constante a lo largo de la Historia. DIDIER PETIT DE MEURVILLE. Gipuzkoako Foru Aldundiaren BildumaColección Diputación Foral de Gipuzkoa.

Destaca en todo momento la correspondencia mantenida directamente entre Arizabalo y Vargas Ponce, gracias a la cual éste se mantendrá informado de muchas de las acciones emprendidas por Donostia32. Pasaia se dirige también al mismo Vargas Ponce solicitando su consejo. Éste aparece tranquilo, pues le consta que los ministros a quienes compete el asunto están de acuerdo en todo. Pero, para no intranquilizar

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por destruir la obra”. Es decir, ante las nuevas embestidas de Donostia, opta por no volver a Madrid e intentar salvar todo el trabajo hecho. En septiembre vuelve a insistir sobre lo mismo y sobre los gastos que origina su presencia en Gipuzkoa. Y, sólo un mes más tarde, Vargas se ve en la obligación de señalar al Ministro cuáles son las causas y métodos por los cuales San Sebastián ha conseguido retrasar la tramitación definitiva del expediente, según es público y notorio en toda la ciudad.

En este conocido grabado de 1838, la zona de Antxo está aún sin alterar. HENRY WILKINSON. Position of Lord John Hay at Pasages.

a los representantes pasaitarras, les oculta que él mismo acababa de dirigirse por correspondencia reservada al propio Ministro de la Marina, pidiéndole la finalización de las diligencias. En esta comunicación recuerda que el único trámite pendiente es la colocación de los mojones. Y, aunque desea volver a Madrid para cumplir con su cargo de Director de la Real Academia de la Historia, anuncia su firme resolución de no abandonar su primitivo encargo, sobre todo ante “los buscados obstáculos que pasan la raya de la buena fe y son hijos del tesón y verdadero empeño con que [Donostia] cavila

Al parecer, los organismos económicos, políticos y religiosos de la Ciudad, es decir, el Consulado de Comercio, el Ayuntamiento y el cabildo eclesiástico, habían enviado a Madrid a José Sagasti, provisto de una buena cartera para gastos varios. Si bien en un principio Sagasti no pudo acceder a la Secretaría donde se ventilaba este asunto, Vargas había sido informado de que el propio Sagasti había comunicado por carta que ya había conseguido “abrir todas las puertas necesarias”33. El motivo de este cambio habría que buscarlo en la estrecha, o más que estrecha, amistad entablada entre Sagasti y el encargado de llevar el expediente de Pasaia, señor Ramón Pisón. Ambos acuden siempre juntos a todo tipo de espectáculos, cafés y paseos, a pesar de la diferencia de edad. Aunque Vargas recalca que no hay que dar mucha importancia a estas habladurías, ruega también que se evacue ya el proceso para dar fin a las mismas, pues ya se demora más de un año34.

CARTA DE VARGAS PONCE AL MINISTERIO DE LA MARINA, DENUNCIANDO QUE DONOSTIA HA PUESTO UN SENORITO DE COMPANIA AL ENCARGADO DE TRAMITAR EL EXPEDIENTE PASAITARRA.

s público y notorio en todos los corrillos de San Sebastián, y el “E asunto de sus conversaciones y lisonjeras esperanzas, así como

el temor y melancólicos anuncios en las plazas y atrios de los lugares de esta comarca, que el diputado Sagasti ha estrechado una notable e íntima amistad con D. Ramón Pisón, de suerte que son inseparables en paseos, cafés y teatros. Y por aquellos mismos conductos, y no por otro alguno, supe yo, como lo sabe todo el mundo, que el expediente de Pasajes está a informe de Pisón; y que él es la única causa de tan reparable y nociva detención que se acerca a catorce meses.

Como aquellos dos sujetos no tienen relación alguna ni vínculo anterior, Sagasti jamás estuvo en la Corte, en ella no tiene otra misión que hacer que se revoque lo mandado por Su Majestad, o al menos retardarlo... y nada hay tampoco de común entre los juveniles años de

Sagasti y la edad provecta de Pisón, ni son de una carrera, ni con otro lazo recíproco de las conveniencias de la sociedad humana, de esta unión de dos personas tan inconexas resulta un escándalo notable y hablillas que, sin duda infundadas, hacen demasiado efecto...

...ni remotamente asiento a las sospechas contra Pisón, ni es mi ánimo denigrar de modo alguno su sólida y antigua reputación, ni creer que a su discreta y pública familiaridad con Sagasti, ni en su extraña demora de despachar el expediente, haya un misterio de iniquidad... Pero al menos es cierto y sumamente dañoso haberse roto el secreto tan necesario en toda operación de esta importancia y delicadeza. A que se agrega... que en los muchos siglos que ha durado este pleito, son más de uno y más de dos los cohechos que, está probado, intentó San Sebastián, y de que alguna vez sacó el fruto de su criminal maniobra.”


De resultas de todo este enmarañado proceder, el más perjudicado será Vargas Ponce, pues el 15 de enero de 1807 se emite una Real Orden por la que se le comunica su destitución y cese. En la carta que Vargas escribe al Ministro de la Marina dándose por enterado de su cese, apenas oculta su malestar y dolor. Le acusa de cesarle en un cargo que nunca fue solicitado por él35, y de hacerle aparecer como incompetente, pues si bien el cese ha sido conocido públicamente, no lo han sido ni las felicitaciones por su labor ni las aprobaciones con que fue recibido su trabajo. Por lo tanto, pide que su buen nombre quede a salvo de toda denigración. Se trata de un fracaso personal de Vargas, pero esta destitución refleja fielmente hasta qué punto dependía la situación de Pasaia de los vaivenes de la política general del Reino. El destino de Vargas es también el del proyecto de la Ilustración, ensombrecida por la incompetencia de los gestores políticos. De hecho, desde este momento, no tenemos ninguna otra noticia que relacione a Vargas con Pasaia. Ocasiones no le faltaron, ya que como político de tendencia liberal colaboró con el gobierno de José Bonaparte y, más adelante, fue Diputado en el Congreso, como señalamos al principio de este trabajo. Incluso en 1821 debió coincidir en el Congreso

con el político pasaitarra Joaquín María Ferrer36. ¿Llegaron a conocerse y a hablar sobre Pasaia? No lo sabemos, pero no es lo más probable. Entre otras cosas porque Vargas muere en febrero de ese mismo año. La unión directa entre Vargas y Pasaia llega a su fin. Sin embargo, la influencia de su trabajo seguirá siendo determinante en las decisiones que sobre esta villa se tomen en el futuro. Efectivamente, esta Real Orden no se ocupa solamente de deshacerse de Vargas Ponce. Por el contrario, en ella se reafirman todas las medidas adoptadas por éste. En la introducción de esta Orden se realiza un repaso de la situación creada desde 1805 y se enumeran todos los avances obtenidos gracias al propio destituido.

Santa Ana ha sido uno de los lugares preferidos para retratar el puerto: la Torre, la bocana, las embarcaciones y la plaza de San Juan forman un conjunto siempre atractivo. BLANCHE HENNEBUTTE: Passages: vue prise de Ste. Anne. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.

Incluso se afirma que todas las alegaciones presentadas en contra no buscan sino perpetuar este litigio que ya duraba siglos y que la desaparición de Donostia y sus instituciones de la margen del puerto es necesaria para la conservación del mismo. Las disposiciones que se toman en este documento son, en total, siete, y de variado signo y contenido. La número siete, por ejemplo, autoriza la elección de un segundo alcalde en Pasaia, tal y como su Ayuntamiento reclamaba. Las dos primeras, en cambio, se refieren a los derechos de cobro que corres-

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sobre este tema llega ya hasta las instancias reales, las cuales pretenden imponer perpetuo silencio sobre el asunto pasaitarra de una vez por todas.

El avance de muelles, vías y carreteras sobre el agua hace irreconocible la costa en torno al puerto. Aquí, el muelle en construcción desde Antxo a Kaputxinos hace desaparecer, por ejemplo, los astilleros de Basanoaga, situados en la desembocadura de la ría. KUTXA Fototeka.

También en San Pedro han desaparecido edificios singulares a medida que se modificaba la orilla. En esta fotografía aparece Palaziotxikia, casa asociada a las posesiones de la casa Salinas (familias EngómezIdiakez (Conde de Ciudad Real)-Ferrer).

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ponden a Donostia y a las condiciones de uso de la bahía por parte de los barcos de esta ciudad. Se ocupan, por tanto, de esos otros asuntos paralelos al que nos ocupa ahora, como antes mencionamos, y que quedan fuera del alcance del presente estudio. Las cuatro restantes disposiciones, por su parte, sí hacen referencia al tema que tratamos, pues se refieren al establecimiento de unos límites definitivos e

indiscutibles. A pesar de haber sido retirado de la circulación, el plano levantado por Vargas Ponce se toma como base para ordenar al Corregidor de Gipuzkoa –representante de la Corona en la Provincia- que se asocie al Comandante de Ingenieros del Ejército, acantonado en Donostia, y al Ingeniero Ordinario de Marina, José del Solar. Entre los tres, deberán valorar ese plano original y retocarlo si lo consideran oportuno. Con esta revisión, se pretende acabar el pleito de una vez por todas. El tono de la Real Orden puede calificarse de bastante duro, y se nota en toda ella que el hastío

Por otra parte, es de resaltar que la rectificación del plano de 1805 no es obligatoria. Las hipotéticas correcciones, de darse, deberían respetar unos mínimos, pues se precisa que las laderas que miran al puerto deben mantenerse dentro de Pasaia como único medio de garantizar el porvenir del pueblo y del puerto: “...plano que ha de comprender necesariamente las vertientes de los montes del Puerto, como que sin esta circunstancia no podría asegurarse su conservación”37: Es decir, que ese plano definitivo, retocado o no, deberá garantizar siempre la exclusión de Donostia del acceso directo al puerto. El contorno de la ensenada, la vertiente de aguas y las laderas que controlan el puerto quedarán, siempre y en todo caso, adjudicadas al término municipal de Pasaia. En cierto modo, pues, podemos hablar de otro triunfo de Vargas Ponce. Aun al precio de ser apartado de la gestión del problema, lo esencial de su razonamiento sigue vigente y es inamovible. Nos consta que la revisión del plano se realizó, ya que el 21 de julio de 1807 aparece una queja de la Alcaldía de Oiartzun, debida a la presencia en su término municipal del Ingeniero Norzagarai, precisamente enfrascado en ese trabajo38. Pero, en todo caso y por las razones que exponemos a continuación, no creemos que se modificara en absoluto lo trazado por Vargas Ponce. Entre esas razones tenemos, en primer lugar, la carta de agradecimiento de Pasaia a Vargas Ponce, en la cual los representantes pasaitarras se felicitan porque el Rey ha ratificado todo lo dispuesto por el mismo Vargas, incluyendo términos y doble alcalde. Por todo ello se ponen a disposición de Vargas para lo que éste considere necesario: “en la suprema orden de 15 del corriente, que se me ha comunicado por el Ministerio de Marina, se ha dignado la real clemencia de Su Magestad confirmar todo lo obrado por Vuestra Señoría [Vargas] como comisionado regio acerca de la demarcación de términos ejecutada entre mí [Pasaia] y San Sebastián, y en los demás puntos cometidos a su notoria inteligencia e integridad... Todas estas felicidades se las debo únicamente a Vuestra Señoría [Vargas]. Estaré en esta confesión eternamente. Y tributando a Vuestra Señoría las más expresadas gracias por tan grandes beneficios que sólo caben en su noble carácter...”39 En segundo lugar, tenemos la publicación en formato de libro, en 1814, de una memoria redactada a


finales de 1807 por el Diputado de la Ciudad en la Corte. Su título completo es “Memoria de las razones con que la Ciudad y Consulado de San Sebastián, la Aldea de Altza y el clero de aquella parte de Guipuzcoa tienen reclamadas en el Ministerio de Marina y el Consejo Supremo del Almirantazgo las novedades que se han hecho en el Puerto de Pasages, y en el vecindario y territorio contiguo a sus orillas. Escrita y entregada a finales del año de 1807 por el Diputado de la Ciudad en la Corte”. Ambas fechas son muy significativas: - La que corresponde a la redacción de la memoria, finales de 1807, porque indica que no hubo rectificaciones sobre el plano de Vargas Ponce. Y si las hubo debieron ser tan insignificantes que Donostia tuvo que seguir apelando, a pesar del silencio final que pretendía aquella revisión. - La que corresponde a la publicación, 1814, coincide con el final de la ocupación napoleónica. Y es que, efectivamente, la única revocación fue la dictada en febrero de 1809, durante la invasión francesa, por José Bonaparte. Éste, el popular Pepe Botella, dejó sin efecto la Real Orden de 1 de junio de 1805. Ignoramos qué pensaría Vargas Ponce de este hecho, pues hay que recordar que él seguía vivo e implicado en ese Gobierno, colaborando con el mismo en proyectos de reforma educativa, lo que le valdrá luego acusaciones de “afrancesado” y un consiguiente juicio de depuración. Pero también en el asunto de Pasaia con la salida del gobierno francés, se retorna a la situación anterior y Donostia debe empezar de nuevo, de cero, en su reguero de peticiones40. En tercer lugar, la validez de 1805 y su confirmación de 1807 aparece también en los resoluciones dadas en 1817 y 1818 tras las protestas de Rentería y Pasaia por la intromisión de Donostia en los cobros de impuestos. En estos informes, se detalla la crítica situación del puerto, arruinado por falta de fondos con que limpiarlo. A pesar de estar claramente establecido cómo se deben cobrar e invertir diversos ingresos (impuestos por el uso, pagos de la compañía de Filipinas o pagos derivados de las alcabalas que recauda la Provincia), las irregularidades son manifiestas desde 1776. Esto queda agravado por un adelanto de dinero que la propia Corona exigió en 1816 a la junta y que todavía no ha sido devuelto. En todos los informes que ordenan y reiteran la restitución del dinero y la desaparición de Donostia en estos cobros, se citan los hechos de 1805 como inalterados, incluyendo la asignación de términos

municipales. Por último, podemos decir que este recorrido histórico que presentamos nosotros no se contradice con las versiones de otros historiadores. Es la relación de hechos que aparece también manuscrita entre los trabajos y notas históricas de Serapio Múgica, por ejemplo. E, igualmente, Banús y Aguirre, el historiador donostiarra que más se ha opuesto, a la acción de Vargas Ponce incluso con un desprecio cercano al insulto, no tiene más remedio que reconocer esta secuencia de acontecimientos41.

El investigador donostiarra BANUS, que se distinguió por las descalificaciones contra Vargas Ponce, admite, sin embargo, en este mapita la muga municipal que debería corresponder a Pasaia y que, en su propio dibujo, se acerca más a lo dispuesto por Vargas que a lo que hoy se considera muga oficial.

Ambos autores señalan 1827 como la fecha de un nuevo intento por parte de Donostia para anexionarse San Pedro y lograr así la recuperación del acceso al puerto. Este intento se basa en una concordia dada entre ambas partes –San Pedro y Donostia- en la que los sanpedrotarras estarían de acuerdo con su reincorporación a la ciudad. Pero esta reunificación no prosperó, y en una Real Orden de 23 de abril de 1828 se crea una nueva Junta de limpieza del puerto con un reglamento renovado42. Con fecha de mayo de 1829 constan los presupuestos de esta nueva Junta. Tampoco aquí se cuestionan los límites y demarcaciones, sino que se emprenden acciones concretas referentes a la limpieza del puerto. Es más, el propio Banús y Aguirre afirma que a partir de esta fecha “Ya no vuelve a plantearse más de forma oficial la cuestión de términos municipales”43. Y lo mismo Serapio Múgica, quien afirma en sus apuntes que aún en 1848 la jurisdicción pasaitarra seguía

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RATIFICACIONES DE LAS DISPOSICIONES Y PLANOS DE VARGAS PONCE DURANTE EL SIGLO XIX

Entre las notas del historiador Serapio Múgica se encuentra esta fotografía de un plano de 1787, del que no se da más detalle. Gipuzkoako Artxibategi Orokorra-Archivo General de Gipuzkoa (JD SM 20-13).


Sin duda ninguna, el tren ha supuesto un importante elemento transformador para Pasaia.

T

ODO PARECE INDICAR QUE LA SITUACION

generada en 1805 no es alterada por ninguna otra disposición, pero el enfrentamiento jurídico se reactiva en 1870, siendo los protagonistas principales Pasaia y Donostia y, en una menor, pero también significativa medida, Rentería y Altza.

Aquí, nos vemos obligados a destacar tres acontecimientos: - El primero, sin duda, es la revalorización de toda la zona de Antxo-Molinao desde mediados del siglo XIX. La reactivación del puerto pasaitarra pasa-

trata de la construcción de la carretera Irun-Madrid. El paso de esta vía de comunicación a la altura de Antxo motivó el encauzamiento de la regata de Molinao, para dirigirla hacia el puente construido al efecto. Y en la misma dinámica habría que colocar el paso del ferrocarril. Todo este movimiento acarrea la desecación de la marisma sobre la que hoy se asienta Antxo. En 1853 comienza una activa política de fomento por parte de las instancias provinciales en torno al Puerto, fomento que, en ocasiones, también es impulsado por la iniciativa privada. 1861, 1866, 1868-70,... son distintos años en los que las actas de Juntas y Diputación recogen estos proyectos. Con posterioridad, en los años 80 y 90 del siglo XIX éstas y otras obras, que han ido configurando gran parte de la fisonomía del puerto actual y su entorno, son puestas en práctica y aun superadas45. - El segundo hecho relevante está relacionado con la propia administración municipal de la villa pasaitarra. Quedó señalado más arriba cómo desde 1807 ésta contaba con dos alcaldes, que asumían plenos poderes en cada barrio. Con el paso del tiempo, esta separación administrativa se hace más marcada. Así, durante los años 60 y 70 del siglo XIX, los libros de actas municipales recogen propuestas para disolver la unión entre ambos barrios pasaitarras. De hecho, esta unión se hallaba bastante debilitada, pues todo indica que ambos contaban con administraciones separadas y con su propia tesorería.

Vargas Ponce incluyó en el territorio municipal de Pasaia todas las laderas que tocan el puerto. KUTXA Fototeka.

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ba por su readecuación al tráfico marítimo de la época, siendo necesaria la creación de nuevos muelles y la completa renovación de las infraestructuras portuarias. Unido a esto, se producen grandes transformaciones en el entorno del puerto. La primera de ellas se inicia en 1848, -precisamente la fecha señalada antes por el historiador Serapio Múgica- y se

Una de las principales razones que se argumentan para la separación es la imposibilidad que tendría San Pedro de hacer frente a los gastos administrativos que la unión conllevaba46. De ser esto cierto, podríamos decir que el desarrollo del puerto no habría dado, hasta el momento, los resultados esperados, o al menos, que no había incidido positivamente en el bienestar de los pasaitarras. De todas maneras, pensamos que el haberse impedido la aplicación de los


límites municipales diseñados por Vargas Ponce habría sido determinante en esta situación. Como hemos apuntado más arriba, el desánimo comienza a invertirse a mediados del siglo XIX. Por lo tanto, es perfectamente lógico que el desinterés por la unión sea reemplazado a partir de esa fecha por una mayor actividad política y judicial en torno al municipio y su gobierno. De todos modos, sería interesante conocer el grado de influencia que en estas decisiones tenían o dejaban de tener los intereses de los personajes pasaitarras más importantes, algunos de ellos con responsabilidades políticas de alto nivel47. Y también establecer si sus tendencias políticas, en cuanto coincidían o no con las de los gobiernos que tomaban decisiones trascendentes para Pasaia, incidían en las medidas que afectaban a la villa. - En tercer lugar, hay que destacar el proceso de desanexión emprendido por la población de Altza, ya que supone la presencia de un nuevo ente municipal que incidirá en las reclamaciones jurisdiccionales en torno al puerto. Conviene recordar que esta población era radicalmente distinta del populoso barrio que hoy conocemos, pues estaríamos hablando de un pueblo eminentemente rural con un núcleo en torno a la iglesia de San Marcial y un gran número de caseríos dispersos, gran parte de los cuales se situaban en las laderas que Vargas Ponce incluye en los nuevos

términos pasaitarras. Altza, que logró el título de Villa en 1910, se separa de Donostia en dos ocasiones. La primera, coincidiendo con el llamado Trienio Liberal, durante el periodo comprendido entre 1821 y 1823. La segunda, a partir de 1879, se prolonga hasta la instauración del gobierno golpista en Donostia tras la guerra civil. Por lo tanto, es necesario apuntar que la reestructuración administrativa del Reino de España y la convulsión política que le acompaña durante todo el siglo XIX también incidirá en las decisiones que se tomen en torno al puerto.

Uno de los últimos momentos de tranquilidad antes del gran desarrollo industrial de Pasaia. BLANCHE HENNEBUTTE: Port de Passages: vue prise du grand route. Patrimonio artístico de Kutxa-Caja Gipuzkoa San Sebastián.

De hecho, el detonante para renovar esa disputa, aplacada desde 1827-1828, lo constituye el Decreto del Ministerio de la Gobernación para el amojonamiento de todos los términos municipales del Reino de España, firmado en Madrid a 23 de diciembre de 1870 y publicado por el Boletín Oficial de nuestra Provincia el 1 de marzo de 1871. La colocación de estos mojones jamás se llevó a cabo, pues ambos municipios –Altza y Pasaia- no se pusieron de acuerdo sobre el emplazamiento correcto de los mismos, a pesar de que durante 1871 llegaron a reunirse para ello. El asunto se resuelve, otra vez más, en los tribunales. La existencia de un nuevo pleito centrado en torno a los límites del municipio de Pasaia es evidente.

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A pesar de los habituales errores a la hora de copiar los nombres de los caseríos (por ejemplo Zabaleta en lugar de Zamatete, Yrumbe por Illunbe, Amador(¿) en lugar de Trintxer,...) este plano de 1851 recoge perfectamente la fisonomía del Pasaia anterior al arranque industrial. Se puede apreciar la cordelería de Donibane en Bordalaborda o la situación del caserío Istillero (Astillero), sobre el antiguo astillero de Basanoaga en Antxo. El conjunto de Salinas aparece designado por el nombre de la poderosa familia Ferrer. Por supuesto, la bajamar continúa dejando impracticable toda la dársena interior. España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. (Op. cit., 1994).



7.1 Pérdida y reincorporación de Antxo En este contexto se desarrolla un nuevo litigio que va a durar catorce años. En esta fase del enfrentamiento, Donostia se vale de la debilidad en que la organización “peculiar” de Pasaia había dejado a los dos barrios, tal y como citamos antes.

Antxo será una zona estratégica, y fuente de litigios judiciales, desde mediados del siglo XIX. Esta fotografía ilustra la transacción de terrenos entre una finca del Duque de Mandas y terrenos del caserío Astillero (Ystillero) para la construcción de un depósito de aguas. Archivo Municipal de Pasaia-Pasaiako Udal Artxibategia.

Lo cierto es que los acontecimientos juegan en su contra, pues a medida que van acondicionándose nuevos muelles (Antxo y Berratxoko), y aumentan el transporte por ferrocarril, el tráfico marítimo, el abastecimiento de los buques y las recaudaciones por el consumo en general, los mojones siguen sin colocarse.

Tras el desacuerdo por el amojonamiento de 1871, en agosto de 1876 Donostia reivindica en Diputación las tierras ocupadas por el ferrocarril en Antxo48. Pasaia aporta datos que demuestran el ejercicio de la jurisdicción en la zona, -tales como inauguración de la vía férrea, recibimiento a la Reina de España, aplicación de órdenes sobre redes de pesca, permisos de obras, juzgado, registro civil...

Pasaia, con el fin de demostrar su legítimo derecho, extiende su investigación a los archivos estatales, mediante la colaboración, una vez más, de hijos destacados del pueblo, como el Marqués de Seoane50 o de los contactos de sus abogados, en especial de los de la familia Agirre-Miramon. En esta búsqueda, hallan el expediente original redactado por Vargas Ponce –precisamente el mismo que nosotros presentamos en este estudio- pero lamentan que no aparezca el plano original que éste levantó.

Durante el desarrollo del proceso los representantes pasaitarras inician una profunda revisión de su archivo y, entre los argumentos presentados, destaca el rechazo a cualquier deslinde que contradiga lo dispuesto por el rey Carlos IV a través de Vargas Ponce49.

En estas circunstancias, en 1884 la Diputación adjudica a Altza, ya independiente de San Sebastián, la administración de la zona portuaria acondicionada en los terrenos desecados de Antxo y Molinao. Pasaia alega contra todas las sentencias provinciales que perjudicaban sus intereses y, en 1886, contrata como abogado a Antonio Maura, el mismo que llegará a ser Presidente de Gobierno en España y, por entonces, abogado de gran prestigio51. Maura da siempre esperanzas y motivo para el optimismo a los representantes pasaitarras, en especial desde 1888, cuando finaliza el grueso de su trabajo. Los hechos le dan la razón. El proceso contencioso-administrativo, culmina con sentencia de 21 de junio 1890, por la que se declaran los lindes señalados por Vargas Ponce en 1805 como los definitivos y únicos límites del municipio pasaitarra. Por lo tanto, se revocan las sentencias anteriores y se declaran territorio pasaitarra los terrenos ganados al mar.

PRINCIPALES MOMENTOS DEL PLEITO

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- 22-VIII-1876: San Sebastián reivindica en Diputación las tierras que en la zona de Antxo ocupa el ferrocarril, denunciando lo que denomina intrusión pasaitarra en Altza: “el Ayuntamiento de San Sebastián se dirigió a la Diputación quejándose de las intrusiones que suponía cometidas por Pasages en el término de Alza; pidiendo se declarara solemnemente que los terrenos ganados al mar desde la esco-

HASTA LA SENTENCIA DE

1890:

llera de Alza en dirección al túnel de Rentería para dar paso al ferrocarril, corresponden al distrito municipal de San Sebastián en el término del mismo Alza hasta la línea de límites de Rentería.”

- 15-X-1876: Pasaia contradice esta argumentación con la exposición detallada de los actos jurisdiccionales ejercidos en el lugar hasta el momento: inaugura-


Plano de Antxo, en 1886, tras la desecación de la marisma que llegaba hasta Molinao. Gipuzkoako Artxibategi OrokorraArchivo General de Gipuzkoa (DM 23, 33).

ción de la vía férrea; recibimiento a la Reina, cumplimiento de la orden de Diputación sobre redes de pesca; ejecución y dirección de obras; vigilancia –a requerimiento de instancias gubernativas superiores–, de instalaciones férreas y telegráficas durante la guerra, intervención del juzgado municipal y del registro civil, etc.

24-IV-1884: Acuerdo de la Diputación por el que adjudica a Altza la administración de las tierras que

rodean a la bahía.

11-II-1886: Sentencia de la Comisión Provincial de Gipuzkoa, confirmando el acuerdo precedente; y alegación de Pasaia.

21-VI-1890: Sentencia del Tribunal de lo contencioso-administrativo. Confirmación de la vigencia de lo dispuesto por Vargas Ponce en 1805. Pasaia ha sido defendida en los tribunales por Antonio Maura.

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Las escasas zonas rurales de Pasaia se verán rápidamente superadas por el crecimiento industrial del siglo XX. En primer plano, el caserío Istillero (Astillero) que muchos antxotarras recuerdan como Istilu. El caserío dominaba el antiguo astillero de Basanoaga. KUTXA Fototeka.

La trascendencia de esta sentencia está fuera de toda duda. Sin embargo, cuando la misma ha sido citada no ha sido valorada en su totalidad. Habitualmente, se ha remarcado como un triunfo de Pasaia porque consigue integrar Antxo en su Ayuntamiento. Lo cierto es que los argumentos que aporta van mucho más allá. Es cierto que el asunto en discusión se refiere principalmente a la zona antxotarra, pero las consideraciones que se enumeran como base del fallo dejan bien a las claras que el deslinde efectuado por Vargas Ponce en 1805 es el hecho que permite adjudicar Antxo, o todo lo ganado al mar, a Pasaia. Y esta misma argumentación ha de ser válida para cualquier otro término objeto de discusión que se encuentre dentro de aquel plano original, porque, como dice la sentencia, ése ha sido el único deslinde realizado y no ha habido ninguna derogación posterior. No sólo el deslinde. También la argumentación del marino gaditano es recogida en su totalidad, recordando que el motivo de la unificación de Pasaia era hacer desaparecer los pleitos entre Donostia y los pueblos comarcanos por el control de la bahía. Afirma que todo esto sigue siendo válido, pues “el Gobierno no ha declarado su nulidad” y Vargas Ponce tomó estas disposiciones “ejerciendo las amplias facultades concedidas por el Rey”.

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De igual modo, esta sentencia reconoce que faltaría una última aprobación de la Corona, pero las

acciones emprendidas por Pasaia en la zona sobran para demostrar su validez y reconocimiento. Por lo tanto, se resuelve la cuestión “con el estado posesorio en que se haya el Ayuntamiento de Pasages de lo que como su término municipal le fue asignado en mil ochocientos cinco por el Delegado Regio [Vargas Ponce] comisionado al efecto”. En definitiva, en 1890, tras la enésima pugna por Pasaia y sus aledaños, es la situación ordenada en 1805 la que se toma como referencia, con rotundidad y sin vacilación. Idéntica situación se repetirá nueve años después. En esta ocasión, los litigantes son Rentería y la propia Villa de Pasaia. En este otro pleito se vuelve a poner de relieve que no existe ningún tipo de apeo que rectifique lo dispuesto en 1805. Sólo se puede constatar un deslinde realizado entre Rentería y Altza, sin concurrencia de Pasaia y aprovechando un decreto que únicamente autorizaba a renovar las piedras mojoneras. De este modo, en 1899 se asegura que Pasaia es el dueño de la zona en cuestión porque sigue en vigor lo dispuesto por Vargas Ponce. Nuevamente Pasaia es confirmada en la posesión de Molinao y Antxo gracias a la validez de la delimitación efectuada en 1805 que nunca ha sido contradicha53.


SENTENCIA DADA POR EL TRIBUNAL DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO EN 1890

onsiderando que el Rey Don Carlos IV por su “CReal Cédula de veintisiete de mayo de mil ocho-

cientos cinco, mandó separar la aldea de Pasages de San Pedro de la jurisdicción de San Sebastián, uniéndola a la inmediata villa de Pasages de San Juan, constituyendo con las dos una sola villa con el nombre de Pasages, con el fin de que desapareciese de una vez controversia que de antiguo venían sosteniendo la mencionada ciudad de San Sebastián y los pueblos que rodean el puerto de Pasages. Y a este fin decidió que se archivase el expediente, imponiendo perpetuo silencio en este negocio para no oír en lo sucesivo queja ni reclamación alguna, nombrando al Teniente de Navío Don José de Vargas y Ponce para que realizase la unión de ambos Pasages y cumpliera lo demás dispuesto en dicha Real Cédula. Considerando que las operaciones de deslinde practicadas por Vargas Ponce para señalar los límites del nuevo término municipal en virtud de la Comisión regia que le confirió la Real Cédula expresada, fueron formalizadas en instrumento público y aclarados de un modo inequívoco por el plano croquis que formó el mismo Vargas y por estas circunstancias no puede menos de apreciarse su valor atendiendo a que el Gobierno no ha declarado su nulidad y las practicó Vargas ejerciendo las amplias facultades concedidas por el Rey para que tomase por sí las providencias que estimase convenientes. Considerando que si es cierto que no consta que tales trabajos fuesen aprobados de un modo expreso por el Rey y que San Sebastián protestó contra los mismos en el acto de realizarlos contrariando lo dispuesto por aquella Soberana Disposición, no puede negarse el hecho de que fueron archivados en el Almirantazgo y entregada copia de ellos a Pasages como cosa legítima y definitiva, y desconocerse que el estado de cosas que el Comisario Regio dejó establecido, se observó y respetó sin contradicción hasta mil ochocientos setenta y uno en que con motivo de dar cumplimiento al Decreto que mandó proceder a la demarcación y deslinde de los términos municipales surgió la reclamación de Alza continuando la antigua de San Sebastián que ha sido origen del presente pleito. Considerando que si este deslinde no se ha de tomar como definitivo por no haber recibido la sanción del Monarca no puede menos de considerarse como un proyecto realizado y consentido por los pueblos interesados en el mero hecho de no haberse alterado como se ha indicado por el Gobierno y haber estado el Ayuntamiento de Pasages ejerciendo siempre su jurisdicción administrativa sobre los

terrenos litigiosos que a su termino fueron incorporados en única operación de deslinde que ha practicado realizada al nacimiento de la nueva villa de Pasages. Considerando de aquí, que examinada en la sentencia apelada la posesión de hecho para determinar a cual de los dos municipios contendientes corresponde la jurisdicción de los terrenos que se disputan, se resuelve esta cuestión con el estado posesorio en que se haya el Ayuntamiento de Pasages, de lo que como su término municipal le fue asignado en mil ochocientos cinco por el Delegado Regio comisionado al efecto, ejerciendo en él sus representantes administrativos los actos jurisdiccionales de vigilancia e inspección que son su consecuencia. Y considerando que los actos de jurisdicción que invoca el pueblo de Alza son posteriores al Real Decreto de veintitrés de Diciembre de mil ochocientos setenta, y nada pueden influir, sino por el contrario hay que resolver esta cuestión de jurisdicción a favor de los Ayuntamientos de Pasages, porque incesantemente han venido ejerciéndola, como se ha dicho en el anterior “Considerando”, y la ha continuado después de ese Real Decreto hasta reconocido ese derecho por las autoridades como se demuestra de una manera evidente por los documentos aportados al expediente gubernativo y en el juicio de primera instancia ante la Comisión Provincial de Guipúzcoa en el termino de prueba. FALLAMOS: que debemos revocar y revocamos la sentencia dictada por la Comisión Provincial de Guipúzcoa en once de febrero de mil ochocientos ochenta y seis y declarar los terrenos ganados al mar y que son objeto de este pleito pertenecen al termino municipal de las Villas de Pasages de San Pedro y Pasages de San Juan.

Así por esta nuestra Sentencia, que se publicará en la Gaceta de Madrid y se insertará en la colección legislativa, lo pronunciamos, mandamos y firmamos = Félix García Gómez = Pedro de Madrazo = Ángel M Dacairete = Dámaso de Acha = José M Valverde = Cándido Martínez = Cayo López =Publicación = Leída y publicada fue la anterior sentencia por el Excelentísimo Señor Consejero D. Cayo López, Ministro del Tribunal Contencioso-Administrativo, celebrando audiencia pública en el día de hoy, de que como Secretario de Sala, certificó en Madrid a veintiuno de junio de mil ochocientos noventa.”52

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En este plano de 1874 se recogen ya importantes cambios, como el trazado del ferrocarril junto a la costa, la desecación de parte de la marisma de Molinao o el afianzamiento de la escollera que permitía unir la zona de Buenavista con San Pedro a la altura de Salinas. Sin embargo, la zona de Altza que debía ser parte de Pasaia continúa siendo una zona de caseríos. España. Ministerio de Defensa. Archivo Cartográfico y de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército. (Op. cit., 1994).

112


7.2 Remodelación de la unión La sentencia de 1890 provoca una intensa reflexión en el municipio pasaitarra. Durante el tiempo que ha durado este contencioso Altza ha ido ingresando las correspondientes contribuciones industriales y demás impuestos debidos por las actividades desarrolladas en esta zona. Ahora queda en evidencia que no va a dar ninguna facilidad para devolver estas cantidades. Además, se forma una comisión entre varios vecinos del propio Antxo, que aboga por segregarse de Pasaia e integrarse en Altza. Ante esta situación, la necesidad de remodelar la organización de Pasaia y reforzar la unidad del Ayuntamiento por encima de la administración particular de los barrios, queda de manifiesto. Los representantes municipales pasaitarras evitan culpar a nadie en particular por la separación, señalando simplemente razones de política general para haber separados ambos barrios. Por el contrario, en las razones que se dan, para justificar los deseos de unión, en diciembre de 1890 y mayo de 1891, es difícil no ver la herencia de lo argumentado a principio de siglo por Vargas Ponce y los primeros ayuntamientos pasaitarras: armonía, felicidad, energía,... “reconociendo que para la marcha de una buena y perfecta administración que ha de hacer la felicidad de los municipios constituyendo una buena Villa con un mismo y único Ayuntamiento...”.

Algunas frases incluso están copiadas del discurso de Vargas: “Colocados ya en el edificio de nuestra felicidad, la completemos con una inalterable armonía, echando un sempiterno y generoso olvido a odios extraños ya caducos e impotentes54, estableciendo las bases de unión y constitución del Ayuntamiento de esta renaciente villa, consagrando todos nuestros esfuerzos a embellecerla y prosperarla en unión con el barrio de Ancho... Sí, los dulces efectos de la sabia y justa resolución de aquel alto Tribunal, devolviendo a Pasages, su legítimo dueño, todos los términos ganados a su importante puerto y sin los cuales era inevitable su total ruina, ha de contribuir sin género de duda, al engrandecimiento y embellecimiento de esta Noble y Leal Villa, por lo que espero de vosotros que, guiándonos los mismos sentimientos que guían al que tiene el honor de dirigiros este ruego, completareis la obra que nos proponemos, estableciendo, en esta misma reunión, con la inalterable armonía que dejo indicado, las bases de unión de esa Noble y Leal Villa de Pasages”55. Es de destacar como, en todo momento, se habla de restitución. Es decir, de recuperar lo propio. Especialmente significativa nos parece la primera frase: “colocados ya en el edificio de nuestra felicidad”. Sin duda, ese edificio sobre el que se va a asentar la felicidad, es el puerto en expansión. Pero han tenido que pasar casi 100 años56 para que todo esto se ponga en marcha y parece imposible que se hubiera conseguido sin la desecación de toda la zona de

El desarrollo de los muelles de San Pedro y Trintxerpe llevó también a la desaparición del palacio de Salinas, perteneciente como varios caseríos de la zona a la familia Ferrer, que fue sustituido por la Escuela Náutica... KUTXA Fototeka.

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Nos encontramos en una situación de repetición constante. Los representantes se reúnen pero no llegan a nada práctico. A pesar de que Diputación, en noviembre de 1890, con el objetivo de no volver a entrar en pleitos judiciales ante un hecho sentenciado tan rotundamente, desautoriza cualquier tipo de acuerdo que no cumpla estrictamente con lo dispuesto en la sentencia dada meses atrás. Lamentablemente, no parece que esto se llegara a cumplir59. Podríamos hablar de falta de visión histórica de los protagonistas, ya que estos no parecen considerarse parte de un largo pleito histórico sino “sólo” de un contencioso administrativo concreto. Las lecturas de la sentencia se limitan a recordar la coletilla de “terrenos ganados al mar”, ignorando los límites de 1805 y realizando una interpretación parcial de lo ordenado por vía judicial. Pudiera ser que el no haber encontrado el plano original de Vargas Ponce, como se indicó durante el pleito con Altza y Donostia, tuviera que ver mucho en esto. Pero tampoco podemos pasar por alto los intereses políticos de la época, en especial la gran influencia en la toma de decisiones de los grandes personajes pasaitarras.

... sólo un escudo junto a la carretera recuerda la importancia de este lugar.

Antxo-Molinao, liderada por uno de los principales magnates donostiarras: el señor Lasala57. No es de extrañar, por tanto, que sea ahora cuando renazca el espíritu de colaboración de 1805. Este espíritu se amplía de los dos primitivos barrios pasaitarras al nuevo núcleo habitado de Antxo. Para ello, se crean las bases para un nuevo funcionamiento municipal, definitivamente en marcha desde el 24 de mayo de 189158.

7. 3 Nueva situación, viejos problemas

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Como consecuencia de la sentencia de 1890, se conocen varios intentos por fijar, de una vez por todas, los lindes y mojones de Pasaia con sus vecinos. En estos intentos, intervienen en distintas combinaciones, Donostia, Pasaia y Altza.

Por todo ello, los resultados de estos deslindes, o de estos intentos de deslinde, posteriores a 1890 son muy precarios y contradictorios en sí mismos. Se entra en una dinámica permanente de reclamaciones, de desavenencias nunca arregladas, de peticiones para dar solución definitiva a un contencioso siempre abierto. Así ocurre el 11 de noviembre de 1889 y el 15 de febrero de 1928, cuando Altza y Pasaia llevan el mojón común hasta el mar, algo que nunca será aceptado por Donostia. En 1889, por ejemplo, y tras convenir Altza y Pasaia en que Donostia, a pesar de sus protestas, no linda con esta segunda en la cala de Illurgita, recogemos que: “terminada esta operación pasaron a ocuparse del deslinde por la parte Sur de Pasages por Norte de Alza o sea entre el punto de la Herrera pasando por Ancho, hasta el límite de Rentería. No habiendo límite alguno establecido de hecho ni de derecho por esta parte, que mientras Pasages de San Pedro reclama, cuando menos, todo cuanto anteriormente bañaba el mar, Alza reclama también como jurisdiccion suya todo lo robado a él con motivo de las obras del puerto; y como este asunto de suyo largo y enojoso, se encuentra pendiente de resolución en el Supremo Consejo de Estado, ambas comisiones opinaron que no procedía ni era de su incumbencia la práctica de ninguna operación en este punto”60.


Senokozuloa.

Es decir, ambas están de acuerdo en que Donostia no se extiende ya por la parte final de Ulia y Mendiola, pero no están de acuerdo en cuanto a sus propios límites. Lógicamente, encontrándonos ya en los años finales del siglo XIX, la principal discusión se genera por la zona de Antxo, que en esos momentos es la que más interés económico y social presenta, debido a sus posibilidades de desarrollo: ferrocarril, muelles, industria, desecación de las marismas, aumento de la población...

solución original: la unión entre Altza y Pasaia como remedio definitivo63, pero esta idea no tuvo ningún desarrollo posterior. Por el contrario, las fuerzas donostiarras no cejarán en su empeño de aplicar la solución tradicional como remedio final: la vuelta a los límites de época medieval y moderna a través de la anexión de Altza, del puerto y de todo el término pasaitarra64.

Ya en el siglo XX, y tras haber liquidado Donostia la independencia altzatarra, el acta de deslinde de 1939 sirve para poner en evidencia que no hay ningún arreglo sobre los límites entre Donostia y San Pedro61. La indefinición del asunto queda patente cuando se comprueba que en varios documentos no se duda al referirse a Herrera o Molinao como una zona completamente situada en Pasaia62. Desde el punto de vista de la organización del espacio, pero también con miras a impedir más pleitos, más gastos y más repeticiones, a finales de 1891 llega a proponerse desde la propia Diputación una

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8

KUTXA Fototeka.

LOS LÍMITES DE PASAIA EN EL SIGLO XX


C

OMO QUEDA DIBUJADO EN LOS PARRAFOS

anteriores, la cuestión de hasta dónde se extiende el término municipal de Pasaia ha seguido siendo objeto de debate durante el siglo XX, y ello a pesar de la existencia de documentación que aclara perfectamente cuáles debían ser esos límites. Las sentencias de 1890 y 1899, arriba citadas, no dejan lugar a dudas, y recuerdan constantemente que ante cualquier discusión, es el mapa dispuesto por Vargas Ponce en 1805 el instrumento que hay que tener en cuenta. A pesar de todo, como hoy día es evidente, esa demarcación del territorio no se respetó.

Y durante todo el siglo XX podemos asistir a numerosos intentos de poner orden en el territorio. A estas alturas, sin embargo, no podemos pensar en un proceso continuamente abierto, como ha ocurrido en otras épocas del pasado, sino en una presencia, siempre intermitente, de problemas. Problemas que expresan ese litigio aún sin cerrar y sobre el que se cierne la confusión y el desconocimiento.

obedecen a planteamientos generales que ofrezcan soluciones globales al problema existente, sino que son problemas más o menos puntuales, debidos a desacuerdos sobre lugares concretos de la geografía pasaitarra. En consecuencia, las menciones a movimientos más o menos extraños en zonas fronterizas entre Pasaia y Donostia que encontramos en las actas municipales, se producen siempre colocando esta divisoria en líneas más bajas que lo dispuesto en 1805 y, por tanto, alejadas de lo que debieran ser los límites originales pasaitarras. Podemos citar, por ejemplo, que el 15 de mayo de 1937, ante las obras realizadas en Antxo por la Junta de Obras del Puerto, el ayuntamiento destaca la necesidad de tener siempre a la vista la divisoria con Altza, por lo que el ingeniero del puerto, Señor Marquina, se avendrá a poner en marcha un estudio sobre estos límites65, asunto que, como quedó antes mencionado, sigue sin aclararse en 1939.

8.1 Ayuntamientos franquistas: último intento anexionista 1939-1948 Sin embargo, con el final de la Guerra Civil, el protagonismo de Altza será sustituido otra vez por el de Donostia, ya que una de las primeras medidas del ayuntamiento franquista será anexionarse la villa altzatarra. Se conocen diversos usos previstos para el nuevo espacio anexionado: aeropuerto, ciudad-jardín,... proyectos todos que, como es evidente, no se materializaron. Junto con la anexión de Altza y Astigarraga, las pretensiones expansionistas de Donostia incluyen el puerto de Pasaia, San Pedro, Trintxerpe, Antxo y Herrera. La negativa y oposición del ayuntamiento pasaitarra, que en abril de 1940 rechaza formar una comisión para tratar la fusión de los municipios, hacen desistir al ayuntamiento de la capital.

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Este desconcertante desconocimiento se hace más incomprensible al comprobar que durante el siglo XX ha habido intentos de aclarar la situación de la extensión jurisdiccional pasaitarra. Pero, en las reivindicaciones que se expresan en estos actos, no se plantea jamás una ejecución exacta del contenido de las sentencias emitidas en 1805 ó 1890. Tampoco

Sin embargo, San Sebastián plantea el tema una vez más en 194566. Con el cambio de alcaldía en Pasaia, y aprovechando que la anexión de Altza había colocado a Donostia con terreno propio en las inmediaciones del puerto, Donostia intenta recuperar la situación anterior a la era inaugurada por Vargas Ponce. Pero toda vez que tampoco la nueva alcaldía


La línea roja comprende el territorio agregado por Vargas Ponce a Pasaia, al que habría que añadir los terrenos de los caseríos que incluye (línea verde). La línea azul comprende el territorio que, en la práctica, se permite administrar al ayuntamiento de Pasaia. Pasaiako Udala. Hirigintza Saila.


A principios del siglo XX son ya evidentes los cambios en la forma del puerto y el avance de infraestructuras e industrias alrededor del mismo. Archivo Municipal de PasaiaPasaiako Udal Artxibategia.

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pasaitarra defiende la anexión, en lugar de proponer el tema de ayuntamiento a ayuntamiento, Donostia envía directamente su pretensión al Ministerio de la Gobernación, apoyándose en un artículo de la Ley Municipal que facultaría para este tipo de anexiones a las ciudades con más de 100.000 habitantes67. La reacción contraria a este proyecto fue total en Pasaia. Se puede hablar de una verdadera movilización social en torno a este tema, movilización liderada, en buena parte, por el alcalde y jefe local de la falange, Carlos Yarza68. En una nota, el ayuntamiento proclama: “A este fin, con el apoyo total del vecindario, se dispone a utilizar cuantos medios estén a su alcance para impedir que prospere una pretensión tan arbitraria... cuya adopción entraña el desprecio más absoluto de los sacrificios realizados por los habitantes de esta población para crear un pueblo de las actuales condiciones de Pasajes ”69.

Yarza y los técnicos municipales, en especial el Abogado-Secretario José Vicario, realizaron una gran campaña de oposición en la que implicaron a todas las “fuerzas vivas” de Pasaia: desde maestros y curas hasta el último de los vecinos; desde los sindicatos falangistas hasta empresarios y comerciantes. El Secretario se hace cargo de la redacción de informes estadísticos y presupuestarios, así como de contradecir la argumentación donostiarra. El alcalde, por su parte, aparece como impulsor de una campaña de recogida de firmas que culmina con 6.920 adhesiones en los barrios implicados y otras 112 en Buenavista y Molinao. Además, todas las fuerzas productivas y sociales hacen constar su oposición al proyecto anexionista. Incluyendo las hojas con las firmas, confeccionan un completo informe, de casi 600 páginas, y que queda terminado y firmado el 3 de junio de 1946.


Los argumentos que Donostia esgrime en este intento de anexión aluden a la necesidad que tiene la ciudad de crecer urbanísticamente. De igual modo, afirma que los pasaitarras acuden a la capital para hacer sus comprar importantes, para educación y para su ocio. Por ello, sostiene que son vecinos efectivos de San Sebastián y sólo honorarios de Pasaia. Pasaia, tras tachar de ridículas algunas de las “razones” alegadas por Donostia, niega que la ciudad tenga alguna necesidad de edificar, pues no lo ha hecho en la parte altzatarra recién anexionada, y, en todo caso, recuerda que existen otros espacios propios de Donostia que pueden ser utilizados para tal fin. Además, recoge testimonios sobre la negativa repercusión que ha tenido para Altza el haber sido integrada en la jurisdicción de la villa, previendo el mismo efecto negativo en su municipio, de materializarse la anexión.

ENTIDADES FIRMANTES CONTRA LA ANEXION

• Sección Local de la Falange, encabezada por el propio Carlos Yarza. Y Sindicato de Pesca de la Falange. • Párrocos y maestros de Pasaia. • Sindicatos: metalúrgico y de la madera y corcho. • Gremios: de actividades diversas; de comercio. • Pósito de los pescadores. • Muelles y almacenes para vapores de pesca. • Cooperativa de pesca de altura. • Luzuriaga s.l. y Astilleros Luzuriaga. • La Junta del Puerto también se manifiesta a favor de la postura del ayuntamiento de Pasaia, pero con las reservas debidas.

Los pasaitarras denuncian, así mismo, que las verdaderas intenciones del ayuntamiento donostiarra son hacerse con el control del puerto y de la actividad generada en torno al mismo. Como hemos visto más arriba, para estas fechas los pasaitarras son conscientes de haber levantado, con su esfuerzo y trabajo, un pueblo próspero, por lo que verían el intento anexionista de Donostia como un modo de hacerse con la cosecha por ellos trabajada. El escrito contrario a la anexión que firman los vecinos de Altza apoya también esta tesis. Según ellos, la anexión de Altza había sido un primer paso para reclamar todo el puerto: “la triste realidad se condensa en el hecho de que San Sebastián se ha desentendido totalmente de los problemas e intereses propios del extinguido municipio de Alza, que al perder su personalidad independiente ha pasado a ser un

arrabal de segundo orden, de igual modo que su vecindario. Esto prueba que el único interés que guiaba a San Sebastián con la anexión de Alza, era el utilizarlo de trampolín para acercarse a Pasajes y suponer la existencia de conflictos, problemas y necesidades que nunca existieron en la realidad, para, fundándose en ellos, pretender también su anexión, con objeto de obtener las ventajas e ingresos que le proporcionará el Puerto”. Sostienen, además, que las construcciones realizadas en la zona no son obra de Donostia, sino que son los propios pasaitarras quienes han ido construyendo, dando lugar, por ejemplo, al barrio de Buenavista, que no dudan en calificar como de Pasaia.

Decreto firmado por el dictador Francisco Franco por el que se rechazan definitivamente los intentos de Donostia de hacerse con el puerto y anexionar totalmente Pasaia. Otros pueblos, como Altza, tuvieron distinta suerte. Archivo Municipal de Pasaia-Pasaiako Udal Artxibategia.

En la argumentación de Pasaia, siguiendo la misma lógica, apreciamos una destacada novedad, pues afirma que las necesidades de crecimiento urbanístico no se encuentran en la capital, sino en el propio entorno de Trintxerpe y Antxo, por lo que reclama una división lógica de los municipios. El asunto terminó ventilándose en Madrid, adonde representantes de ambas villas enviaron sus delegaciones. La existencia de donostiarras en varios de los órganos de decisión madrileños hacía albergar serias dudas sobre el resultado a los representantes de Pasaia allí desplazados70. Pero tanto el 19 de enero de 1948, en el Consejo de Estado, por cinco votos contra cuatro, como luego en el Consejo de Ministros, el 2 de julio del mismo año, la petición donostiarra fue desestimada.

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El paisaje alrededor de la bahía ha sufrido varias transformaciones totales durante el siglo XX. KUTXA Fototeka.

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8.2 Segunda mitad del siglo XX Aún y todo, las diferencias entre los distintos municipios no se han cerrado nunca, si bien, como ya hemos repetido con anterioridad, éstas se desarrollan sobre puntos concretos y sin que sus protagonistas se sientan continuadores de un proceso que dura siglos. Al igual que Vicario Calvo, el nuevo secretario municipal, García Lesaga, debe hacer frente al asunto de los límites municipales nada más acceder a su puesto en 1954. En su actuación, obtiene una copia del deslinde de 1939, remitida por el Ingeniero Jefe del Cuerpo de Ingenieros Geográficos, Jefe Superior de Administración Civil y Jefe de la Sección 6ª de la Dirección General del Instituto Geográfico y Catastral. Las diferencias expresadas en 1939 se mantienen en 1955, y la sesión celebrada en el pleno municipal de 14 de julio de ese último año no puede ser más explícita: “Fijación de límites jurisdicciona-

les. Expone la Presidencia que, en unión de la Comisión de Patrimonio y Límites de este Ayuntamiento ha recorrido la línea límite de esta villa con el término municipal de San Sebastián en su distrito de Alza, observando los puntos en que se manifestó discrepancia y se dejó en suspenso el deslinde en las operaciones verificadas con asistencia de las representaciones de los Ayuntamientos de Pasajes, Rentería y Alza, hoy San Sebastián, en los años 1890 y 1939, cuyas actas obran en las oficinas municipales. Y deseando este Ayuntamiento llegar a una inteligencia definitiva con los Municipios limítrofes en tales puntos imprecisos, se acuerda por unanimidad facultar a la Presidencia para que inicie gestiones y fije el momento y forma más oportunos para realizar el deslinde del término jurisdiccional de esta Villa de Pasajes con los limítrofes”71. Es decir, que no hay ninguna novedad en cuanto a acuerdos sobre el tema. Y cuando las hay, se trata de


apropiaciones de terreno hechas por la capital, pues en diciembre de 1956, basándose en las fotografías aéreas del término municipal que han servido de base para la realización del catastro, el mismo García Lesaga traslada una observación al respecto. En concreto, señala que algunos de los contribuyentes de “la frente del monte Ulia y distrito de San Pedro” han sido eliminados de Pasaia y colocados como tributarios de la Capital, donde irían ahora a pagar sus impuestos72. Es decir, que a pesar de haber perdido en su intento de anexión, Donostia llega a apropiarse de terreno por la vía de hechos. Seis años más tarde, en 1962 e inmerso Pasaia en un pleito contra Lezo, el mismo Secretario aparece corrigiendo la aseveración, inserta en un proyecto de obras para la zona de servicio portuaria, que atribuía presencia en los lindes de los muelles a Donostia junto a Lezo, Rentería y Pasaia73. Lamentablemente, este nuevo asunto no enlaza con lo ocurrido años atrás. Y así continúa su acción porque en el mismo año, nuevamente sin ninguna apariencia de continuidad o visión de conjunto por lo que a la problemática en torno a los lindes se refiere, se propone una actuación coordinada con el ayuntamiento de San Sebastián, cuando éste expone públicamente su Plan General de Ordenación Urbana. Azkuene y Molinao son las zonas que se denominan “interdependientes”74. Por lo tanto, nos atrevemos a afirmar que las respuestas de los secretarios municipales de la época franquista ante los problemas concretos que generaba el tema de los límites municipales, no obedecen a un planteamiento genérico del asunto. Por ello, no producen una explicación integral del problema ni, mucho menos, dan lugar a un expediente global. En definitiva, sus actuaciones carecen de visión histórica y no dotan al municipio de un estudio explicativo al respecto. Además, no parece que se haya producido ninguna trasmisión de los conocimientos de un secretario a otro75. Una buena muestra de esta falta de estudio global y de transmisión de conocimientos lo tenemos en la publicación, antes citada, escrita por el nombrado Carlos Yarza y publicada dos años después de que García Lesaga abandonara su puesto de trabajo como secretario municipal. A pesar de que Yarza presidía el ayuntamiento pasaitarra durante el último intento anexionista de San Sebastián y de que su familia –tanto paterna76 como materna- ha gozado de gran protagonismo desde finales del siglo XIX en la gestión municipal, su trabajo, a pesar de estar bien documentado y contrastado en general, obvia por completo las disposiciones de 1805. Las pasa por alto incluso

cuando se refiere a la sentencia de 21 de junio de 1890. Es decir, no parece saber a qué se refiere la argumentación de esa sentencia cuando se remite a 1805. Más aún: en la única mención a 1805 que realiza Yarza demuestra desconocer que ése es el momento fundacional moderno de la villa pasaitarra. Y, sin embargo, es evidente que la sentencia de 1890 reitera una y otra vez la vigencia del deslinde marcado por Vargas Ponce en el mencionado año de 180577. El trabajo de los técnicos municipales que hubieran podido enriquecer la labor divulgativa de Yarza, presenta el mismo nivel de desconocimiento. En consecuencia, no hay una tradición historiográfica con fundamento científico sobre la que el ayuntamiento de Pasaia haya podido trabajar en los últimos treinta años a la hora de enfrentarse a los problemas que surgen en las zonas de contacto con otros municipios vecinos, zonas que, paradójicamente, estarían desde su fundación incluidas en los propios términos pasaitarras. Esta falta de rigor histórico-jurídico, de conocimiento y de transmisión ha llegado hasta nuestros días. Así lo demuestra el informe sellado en el Colegio Oficial de Arquitectos a 29 de marzo de 1983 y titulado “Udal lurraldearentzako muga berrien ikerketa – Estudio de nuevos límites para el término municipal. Pasaia, 1984’ko martxoa”78. En este informe, que ha servido de inspiración a diversos políticos municipales, el apartado justificativo se solventa en tres páginas, incluyendo las incorrecciones ya reseñadas por Yarza en su monografía histórica.

Pensamos que en este dibujo realizado en 1866 por DIDIER PETIT DE MEURVILLE, se aprecia el enlace de San Pedro con el camino que recorría el pueblo por la parte de arriba. DIDIER PETIT DE MEURVILLE. Gipuzkoako Foru Aldundiaren BildumaColección Diputación Foral de Gipuzkoa.

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8.3 Durante la transición: la “Comisión de Mugas” El malestar patente en torno a los límites municipales y su gestión, se reproduce con la configuración de nuevos ayuntamientos tras la muerte del dictador Franco. En este resurgir influye determinantemente el auge de los movimientos vecinales que reclaman una participación directa en la gestión municipal para hacer frente a los problemas existentes en los distintos pueblos y barrios. En concreto, la Corporación municipal pasaitarra retoma el asunto de los límites, una vez más, en 1979, formándose al efecto las denominadas “Comisiones de Mugas”79. El trabajo desarrollado por estas comisiones es digno de todo respeto, sobre todo teniendo en cuenta su carácter voluntario y fomentador de la participación ciudadana. No obstante, es necesario hacer unas matizaciones a su labor, ya que tampoco en esta ocasión se establece una línea continúa con los hechos de décadas anteriores y se obvian por completo las sentencias de finales del siglo XIX y las disposiciones fundacionales de la villa.

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En efecto, las comisiones derivan en grupos de trabajo surgidos de asambleas populares que se crean para resolver los problemas de los vecinos: “Como es sabido desde hace algún tiempo existe una inquietud por parte de los vecinos de las zonas de Alza colindantes con Pasaia, que hacen su vida y se sienten pasaitarras, por incorporarse al Pueblo. Como consecuencia de la asamblea que se celebró el día 7 de octubre pasado, se ha formado un grupo

de trabajo que ha iniciado el estudio de las conveniencias y posibilidades de incorporación a Pasaia”80. Evidentemente, la situación a corregir debería haber sido ordenada hace tiempo, y para ello hubiera bastado una aplicación lógica y recta de las sentencias anteriores. Pero, a pesar de contar con el apoyo de los tenientes de alcalde de sus respectivos distritos, que fomentan activamente la puesta en marcha de las comisiones, éstas no cuentan con ninguna transmisión del conocimiento anteriormente adquirido, ni con ningún soporte de tipo histórico. Soporte que, como ya hemos explicado, el ayuntamiento no se encuentra en disposición de otorgar porque no parece conocerlo. Sin embargo, la intuición de estos grupos de trabajo se demuestra exacta, y ratifica la necesidad histórica de corregir un problema que va agravándose con el tiempo. Además, –al menos en la zona de Antxo- añaden un nuevo valor que corrobora todo lo dicho: aportan la opinión del vecindario implicado mediante la realización de una encuesta. Por tanto, aunque carecen de argumentos históricos y jurídicos, desarrollan y aplican herramientas sociológicas y urbanísticas. De las 329 familias encuestadas en la zona de Eskalantegi-Buenavista, 219 se mostraban a favor de la integración en Antxo y 69 en contra, mientras que 41 encuestas se declararon nulas81. Se hace necesario señalar que el ayuntamiento de Donostia no fue ajeno a este proceso ni apareció contrario a esta posición; todo lo contrario, colaboró en


él. A pesar de todo, tampoco este procedimiento sigue adelante. Los partidos políticos locales hacen sus propuestas de “nuevos” límites y el equipo de arquitectos presenta, en 1983, el estudio antes reseñado. Pero no hay ningún avance material. Incluso cuando en 1987 el Ayuntamiento de Pasaia protesta ante las intenciones urbanísticas que Donostia abriga con respecto a Antxo, este trabajo de la “Comisión de Mugas”, entonces reciente, ni siquiera es mencionado; mucho menos las rotundas sentencias de 1805 o 1890.

8.4 Comienzos del siglo XXI Sin embargo, a partir del año 2000, coincidiendo con la llegada de un nuevo secretario municipal al ayuntamiento, y con la necesidad de fijar los derechos de Pasaia frente a las pretensiones de Lezo respecto a la situación de la central térmica en Donibane, la Secretaría municipal reabre el caso de los límites municipales, y con una novedad sustancial respecto a anteriores acciones del siglo XX.

Los servicios municipales consultan con anteriores alcaldes y con concejales actuales de larga trayectoria en el cargo; ninguno demuestra conocimiento ni del estado de la cuestión ni de los antecedentes históricos en torno a las disputas jurisdiccionales. Pero al indagar en los fondos documentales del propio ayuntamiento, y en otros que guardan información al respecto, el secretario municipal repara, con sorpresa e interés, en la verdadera dimensión de este largo y sinuoso litigio. De este modo, el tema de los límites de Pasaia es comprendido de una manera integral y se supera la intermitencia característica de las actuaciones del siglo XX a la que antes nos hemos referido.

Aunque el crecimiento urbanístico ya ha comenzado en Trintxerpe, todavía puede apreciarse el caserío Araneder. KUTXA Fototeka.

Su actuación es, pues, novedosa y de gran interés tanto desde el punto de vista historiográfico como administrativo. Fruto de todo ello es, entre otras cosas, este mismo trabajo.

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KUTXA Fototeka.

ALGUNAS CONCLUSIONES: PASAIA SIN PASAIA


KUTXA Fototeka.

E

L HECHO MAS RELEVANTE DE TODO EL PROceso aquí expuesto lo tenemos, quizás, en el incumplimiento de la Orden que daba lugar al nacimiento de Pasaia como Villa en junio de 1805.

Es cierto que el nuevo municipio sale adelante, pero lo hace poco menos que mutilado, pues el término municipal que se le adjudica no ha sido respetado. No hace falta subrayar la importancia de esta falta, pues desde un principio se considera indispensable ensanchar el terreno pasaitarra para hacer viable el pueblo y para poner fin a la presencia de Donostia y su acción, demostrada perjudicial para la comarca.

Las razones de este incumplimiento son varias y, seguramente, nos quedaremos cortos en nuestra enumeración.

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En primer lugar, tendríamos la propia figura de Vargas Ponce. Su intuición y firmeza a la hora de establecer cuál era el único marco que serviría para sacar de la miseria a los habitantes de los barrios pasaitarras fueron excepcionales. Desgraciadamente, su posición en la Corte no era lo suficientemente segura como para llevar el proceso hasta el final. Estuvo muy cerca, pero justo antes de dar el último paso fue eliminado del juego político del modo más doloroso para él: mediante maniobras oscuras, propias de un Estado

poco maduro, y ajenas al interés público. Vargas fue víctima de los caminos políticos que él se esforzó en superar. Trabajaba por un Estado fuerte y neutral, que sólo mirase al bien público, pero ese Estado no existía en el Reino de España. Los métodos que él no aprobaba, y de los que tantas veces acusó a las instituciones de nuestra provincia, fueron los que lo dejaron fuera del asunto pasaitarra; pero no en Gipuzkoa, sino en la propia Corte. Enlazando con lo anterior, tendríamos la propia configuración del Reino de España, ajena a un planteamiento global y donde, tal y como recogíamos al principio del trabajo del profesor Durán López, cada ministro deshacía lo hecho por su predecesor. Además, esta indecisión organizativa del Reino supone también fuertes enfrentamientos con las instituciones tradicionales, como la Diputación de Gipuzkoa. Por lo que la administración del puerto de Pasaia se convierte en un precedente de la lucha por las competencias entre instituciones. Si desde la Corte se hace ver que la Diputación es incapaz de mantener limpio y accesible el puerto, hay que confesar que en el desarrollo posterior del mismo la iniciativa provincial y privada, tuvo gran peso. Este desarrollo, por otra parte, no llegó de una manera tan automática como Vargas imaginaba. En realidad, la unión entre ambos barrios pasaitarras no


supone un impulso para ello. Entre otras cosas, porque los años siguientes, y todo el siglo XIX, son años de guerras casi continuas en los que poca cosa se altera en el puerto. Casi parece que ocurre al contrario: es el desarrollo de la zona desde 1850 en adelante lo que impulsa la colaboración entre las distintas realidades pasaitarras. Por otra parte, desde el propio Pasaia no se actúa con la energía y decisión necesarias. En los años en que hemos situado esta exposición, parece lógico que ese trabajo hubiera recaído en las élites que gobernaban el pueblo. Hemos visto cómo éstas se esfuerzan, pero sin mucho convencimiento. Además de sus propios negocios e intereses, suponemos que también eran parte del juego de intereses políticos de la época. El ejemplo más clamoroso, desde nuestro punto de vista, lo tenemos en la familia Ferrer. Nada sabemos sobre qué suponía para ellos la situación de Pasaia, pero no consta que actuaran para solucionarlo cuando ocuparon cargos de relevancia política. Sus miras parecen puestas en otros asuntos más generales y tampoco nos imaginamos que fueran a enfrentarse a un ayuntamiento como el donostiarra que participaba de sus mismas corrientes políticas. Por lo tanto, a los seiscientos años de pleito que se cuentan tradicionalmente hasta la época inaugurada por Vargas Ponce, deberíamos añadir los doscientos que han transcurridos desde entonces. En ellos, el desarrollo de la comarca ha ocupado ese mismo espacio que le fue concedido a Pasaia en 1805, dando lugar al, cuando menos, curioso urbanismo que ha configurado tanto este pueblo y sus alrededores como otros muchos municipios de nuestra tierra. Sin embargo, en pocos lugares encontraremos tal confusión de espacios como en Pasaia. Calles administradas por dos ayuntamientos, lo que es casi igual a que no las administre ninguno; términos municipales sin fijar; zonas de encuentro entre municipios en los que no se trabaja en común sino sin comunicación entre instituciones,... una larga historia que en Pasaia se conoce muy bien. Lo paradójico es que esos espacios habían sido segregados y adjudicados a Pasaia precisamente para evitar pleitos, riñas y desorganización. Ochocientos años después parece que haya llegado el momento definitivo de poner fin a esta interminable situación y organizar el espacio de una manera lógica y consensuada. Para ello habrá que desear un papel activo de la comunidad pasaitarra en la configuración de su futuro.

Pero no corresponde a este trabajo solucionar todo esto. Como decíamos al principio, nuestra intención era dar a conocer cómo llega a formarse Pasaia como municipio independiente a principios del siglo XIX, para tratar de comprender mejor las peculiaridades de cada uno de los distritos pasaitarras y los motivos que les llevaron a actuar conjuntamente. Por eso hemos puesto nuestro esfuerzo en contar el proceso y las dificultades por las que atravesó esa formación. En el camino, lógicamente, han aparecido más temas que no se han desarrollado aquí; y también preguntas que quedan sin contestar: - ¿Cuál era el modo de vida de la gente común en todo este tiempo? - ¿Cómo estaba organizada esa sociedad y quienes eran sus gobernantes? - ¿Cómo se organiza y evoluciona la Junta de limpieza hasta llegar a la Autoridad Portuaria actual? - ¿De dónde proceden los habitantes que se instalan en Antxo? - ¿En qué consiste exactamente el despegue industrial del siglo XIX en Pasaia? - la construcción de los muelles - la urbanización de Trintxerpe - los problemas sociales derivados de todos estos cambios y la organización de los trabajadores para hacerles frente.

El alcalde de Pasaia contrató en 1960 a Fausto Arozena para que documentase el asunto de los límites municipales pasaitarras. Gipuzkoako Artxibategi OrokorraArchivo General de Gipuzkoa (JD SM 20-13).

Son multitud de interrogantes que esperamos tengan respuesta en un futuro próximo como continuación de este trabajo y como manera de conocernos mejor a nosotros mismos. Si a ello hemos colaborado con estas líneas, nos damos por satisfechos. Pasaia 1805-2005 I 129



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DURÁN LÓPEZ, Fernando: José Vargas Ponce, 1760-1821: ensayo de una bibliografía y crítica de sus obras. Cádiz: Universidad, Servicio de Publicaciones, 1997. También: Diccionario biográfico del Trienio Liberal: DBTL. Madrid: El Museo Universal, 1991. Sobre el valor de su trabajo para la Historia de Gipuzkoa: URRUTIKOETXEA, Josetxo: “José Vargas Ponze y Guipúzcoa. Precursores de la demografía histórica”. Lurralde, 5 (1988). VARGAS PONCE, J: Estados de vitalidad y mortalidad de Guipúzcoa en el siglo XVIII. Trabajos por el teniente de navío D. José Vargas Ponze, director de la Real Academia de la Historia (1805). Madrid: [s.n.], 1982 (Gonzalo Anés, ed.) 2 Teniente de Navío y Capitán de Fragata. 3 VARGAS PONCE, José: “Misceláneas históricas. Correspondencia epistolar entre Don José Vargas y Ponce y Don Juan Antonio Moguel sobre etimologías vascongadas. Recopiladas por el Marqués de Seoane”. Euskal Erria, 65 (2-1911), 66-67 (1912). Idem: Arte en el Antiguo Aranzazu del siglo XVIII: correspondencia entre Vargas Ponce y fray Manuel Ventura de Echeverria. Tellechea Idigoras (comp.). Donostia: [s.n.], 1987. MUGICA, Serapio: “Documentos curiosos: Vargas Ponce en Guipúzcoa”. Euskalerriaren Alde, 111 (1915). 4 El bilbaíno José de Mazarredo y Salazar (1745-1812) era considerado el mejor marino de su época en la Península Ibérica. 5 Está al frente de la Secretaría de Marina de 1802 a 1805. 6 Pedro Rodríguez Campomanes: fue nombrado ministro del Consejo de Hacienda en 1760, fiscal de lo civil del Consejo de Castilla en 1762, fiscal de la Cámara de Castilla en 1767, Consejero de Castilla en 1783 y Consejero de Estado en 1792. 7 LASALA Y COLLADO, Fermín de (Duque de Mandas): La separación de Guipuzcoa y la Paz de Basilea.(Madrid: Establecimiento Tipográfico de Fortanet, 1895). Donostia: Txertoa, 1987. p. 258. Literalmente habla de: “la primera colección de documentos contrarios a Vasconia”. Utilizando Vasconia por Euskal Herria. 8 Isabel MIGUEL, por ejemplo, describe la situación de 1770 así: “estaba en tal estado que salvo el canal, y éste sólo hasta dos tercios de su longuitud, todo lo demás quedaba en seco. Únicamente el canal que la Compañía de Caracas tenía para acceder a sus gradas era de alguna utilidad más allá de los muelles de la villa”. En: El comercio hispanoamericano a través de Pasajes-San Sebastián, 1778-1795. Donostia: Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1990. 9 Barrio situado sobre la iglesia del Juncal y Santiago. Un imponente caserón lleva aún hoy el nombre de Beraun tallado en su piedra. Sobre los dos Beraun, hay unos apuntes en: BANÚS Y AGUIRRE, J.L.: “El topónimo Donostia”. Boletín de Estudios Históricos de San Sebastián, 24 (1990), p. 539-547. 10 Los interesados en conocer más sobre este proceso pueden consultar los trabajos de Elena BARRENA, tanto su tesis doctoral para Gipuzkoa en su conjunto, como otros que analizan casos locales. 11 No la actual, evidentemente, sino la que se encontraba donde está hoy situado el cementerio. 12 GOROSABEL, P.: Diccionario histórico-geográfico-descriptivo...de Guipúzcoa (1862). Bilbao: La Gran Enciclopedia Vasca, 1972. p. 405. 13 Pendiente de publicación en la revista Bilduma. 14 Llega a detentar el cargo de Secretario Real, Presidente del Consejo las Órdenes y miembro de otros consejos. 15 E incluso el Príncipe Emmanuel Filiberto de Saboya. Éste, como “Capitán general de la mar” recomienda y avala ante el Rey a Antonio de Okendo en 1617. Un año después, entre otros menesteres, aparece aconsejando al propio Okendo sobre el adecuado porte de los navíos que deben fabricarse. Así mismo, Filiberto agradece a Okendo las palas para jugar a pelota que le ha enviado. El fondo de Vargas Ponce en el Museo Naval de Madrid, está plagado de cartas, agradecimientos, pagos, consejos e intercambio de noticias entre todos estos personajes. 16 Con fecha de ese mismo año, se conserva en el Archivo Municipal de Pasaia otra denuncia de Donibane contra el torrero, al que se acusaría de encenagar activamente el puerto con el fin de favorecer al de Donostia. Archivo Municipal de Pasaia (AMP-PUA): E 6 II 2 2. 17 Este interesante asunto puede seguirse en: TELLECHEA IDIGORAS, J.I.: “Servicios de Marinería de Guipúzcoa en el siglo XV (1581-87). Algunos documentos de la colección Vargas Ponce”. Boletín de Estudios Históricos sobre San Sebastián, 21 (1987). pp. 83-144. 18 MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la Colección de documentos de Vargas Ponce que posee el Museo Naval. Madrid: Ministerio de Defensa, 1979-1996. T.8, doc.28-29, fol. 286-289. 19 MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la Colección de documentos de Vargas Ponce... T.8, doc.25, fol. 122 y ss. 20 MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la Colección de documentos de Vargas Ponce... T.8, doc.25, fol. 144-148. 21 MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la Colección de documentos de Vargas Ponce... T.8, doc.25, fol. 155-159. 22 MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la Colección de documentos de Vargas Ponce... T.8, doc.25, fol. 233-234, 277-280. 23 San Agustinus, lib. 4 cap. 13, De civitate dei. 24 D. Thom. De reg. Princip. C. 15 : “inter omnes artes vivendi, et regendi, ars amplior et superior art”. 25 MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la Colección de documentos de Vargas Ponce... T.8, doc.25, fol. 264-266. 26 AMP-PUA: Actas municipales 1805. 27 Por ejemplo, de los 600 feligreses que atribuye Vargas a Donibane, sólo entre 15 y 20 tendrían derecho a ejercer cargo municipal. 28 VARGAS PONCE, José; SEOANE, Marqués de: “Misceláneas históricas recopiladas por el Marqués de Seoane. Correspondencia reservada entre el Sr. Vargas y Ponce y el Ministro de Marina, referentes al puerto de Pasajes”. Euskal Erria (1913), pp. 51-54, 113-118, 156-157, 203206. El documento original se encontraría en el Archivo Histórico Nacional, aunque Seoane no da más localización que “Legajo del de Pasajes”. Más adelante aclararemos el origen de esta publicación. 29 VARGAS-SEOANE: op. cit. 30 Transcripción tomada de VARGAS-SEOANE: op. cit. 31 Se guardan otras tantas en diversos archivos, además de en el pasaitarra, en el municipal de Rentería, en el General de Gipuzkoa (Tolosa), fondo Serapio Mugica 20,13; o en el Servicio Geográfico del Ejército (Madrid). De esta copia hay reproducción impresa en: J. GOMEZ PINEIRO (dir.): Documentos cartográficos históricos de Gipuzkoa. I. Cartoteca Histórica del Servicio Geográfico del Ejército. Donostia: Foru Aldundia, 1994. MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la Colección de documentos de Vargas Ponce... T.8, doc.25, fol. 144-148. 32 MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la Colección de documentos de Vargas Ponce... T.8, doc.55, fol. 452-454. Por el lado de Rentería, el informante sería Gamón. 33 Ha sido el mismo Arizabalo quien le ha puesto en antecedentes. Incluso le prevenía de la existencia de un asunto sobre el queno se atrevía a comunicarse por escrito.

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El sistema de sobornos, favores de todo tipo, etc. era una práctica habitual. Por las mismas fechas se da en Bizkaia un hecho que guarda ciertos paralelismos con el que nos ocupa aquí y en el que se emplearon métodos muy similares para conseguir apoyos en la Corte madrileña. Se trata de la oposición de Bilbao a un nuevo puerto en Abando, proyecto liderado por el arratiarra Simón Bernardo de Zamakola y que finalmente desencadenó, al quedar unido a la prestación del servicio militar, el alzamiento conocido como la “zamacolada”. Pues bien, Zamakola presenta una cuenta de gastos generados durante su estancia en Madrid en la que justifica conceptos tales como: “obsequios a personajes poderosos o a sus íntimas”, “a informantes, agentes, fiadores y consejeros”, ”a la esposa de un favorecedor”, “palcos en los toros”, “para la ópera o la comedia”... De la misma red participan uno de los hermanos de Zamakola, residente en Madrid, y el abogado barakaldés Francisco de Aranguren, consultor en Corte de la Diputación de Bizkaia. Más detalles en: AGUIRRE, Ignacio F. de: “El bicentenario de la Zamacolada: Simón Bernardo I. de Zamacola, un político moderno”. Bilbao: Boletín municipal, (julio-2004ko uztaila). 36-37. Cabe recordar también lo dicho en notas anteriores sobre los Idiakez y sus influencias en siglos pasados. 35 Recordemos que Vargas se hace cargo de este asunto por delegación de Grandallana que estaba completamente atascado en él. 36 Este Ferrer llegó a ser presidente del Consejo de Ministros en 1841. Datos sobre su actividad en: DICCIONARIO biográfico de los parlamentarios de Vasconia: 1808-1876. Gasteiz: Eusko Jaurlaritza, 1993. De igual modo: DICCIONARIO biográfico del trienio liberal... op. cit. Además: ITURRIOZ TELLERIA, Fermín: Pasajes: resumen histórico. Pasaia: PYSBE, 1952 o en su reedición a cargo de la Junta del Puerto de Pasaia en 2004. También las notas biográficas del “Fondo Bernardo Estornés Lasa” a través de la dirección electrónica www.euskomedia.org. La que corresponde a Joaquín María Ferrer está redactada por Ainhoa AROZAMENA AYALA. 37 Archivo General de Gipiuzkoa (AGG-GAO): JD IM 2-13-80 y JD IM 1-18-91. 38 Idem. 39 MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la Colección de documentos de Vargas Ponce... T.8, doc.60, fol.461. 40 Idem. Y lo cierto es que tampoco habla de límites, sino de administración del puerto. 41 Por ejemplo: - BANÚS Y AGUIRRE, J.L.: “De cómo se perdió el privilegio de confirmación del Fuero de San Sebastián otorgado por el rey Enrique IV en 1457”. Boletín de Estudios Históricos de San Sebastián, 1987 (24). pp. 463-466. - Id: “El límite oriental de San Sebastián y el puerto de Pasajes”. Boletín de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, 1950 (IV). pp. 303-329. 42 AGG-GAO: JD IM 2-8-83. 43 BANUS Y AGUIRRE, J.L.: “El límite...”. op. cit. 44 AGG-GAO: 20, 13 (1), 40. Manuscrito. 45 Por supuesto, este proceso se culmina con una segunda resurrección del Puerto en el siglo XX y que lleva a transformar completamente la zona de Trintxer, dando lugar al Trintxerpe actual. 46 Un resumen de lo acontecido en AMP-PUA: Libros de actas. 9, p. 57 v. 47 Como la familia Ferrer. 48 AMP-PUA: Libros de actas. 9, p. 114 v. 49 AMP-PUA: Libros de actas. 9, p. 118 v. 50 Ramón de Seoane y Ferrer, Marqués de Seoane y Alhama, vizconde de Morata, 1858-1928. Esto aclara el origen de las publicaciones de 1913 en la revista Euskal-Erria que hemos citado más arriba. 51 Antonio Maura y Montaner, 1853 (Palma de Mallorca) – 1925 (Torrelodones). Comenzó su carrera política en 1881, en el Partido Liberal y como estrecho colaborador de Gamazo, en cuyo despacho ejercía la abogacía. En 1902 se integra en el Partido Conservador. En 1914 sus seguidores forman el grupo maurista. Ocupó diversas carteras ministeriales y fue presidente de gobierno en varias ocasiones. Entre su labor legislativa destacan la ley electoral, la de huelgas o la reforma de la administración local. Protagonista de la Semana Trágica de Barcelona en 1909 que concluye con el fusilamiento de Ferrer i Guardia. 52 Entre otras, copia en AMP-PUA: 591, 15. 53 AGG-GAO: JD SM 18, 16. AMP-PUA: 550, 5. Permite hacer un seguimiento detallado de ambos pleitos. Y otra copia en 591, 15. 54 El subrayado es nuestro para resaltar las frases copiadas literalmente del discurso de Vargas Ponce durante el primer pleno de 1805. Este discurso está recogido en el libro de actas. 55 AMP-PUA: Libros de actas. 12, p. 76; 13, p. 1. 56 No olvidemos que durante todo el siglo XIX se sucedieron diversas guerras en nuestro territorio: Napoleón, Carlistas,... 57 Precisamente, su hijo, el Duque de Mandas ya citado al principio de este trabajo, había confirmado en 1885 que todos esos terrenos fueron inscritos en el Registro de la Propiedad de Pasaia en 1846. AMP-PUA: Libros de actas. 11, p. 13. 58 Para seguir este tema se puede consultar en el archivo municipal el libro de actas 13, p. 1, antes señalado. Y también la obra de Carlos Yarza sobre Antxo: YARZA ZALA, Carlos: Pasajes Ancho. Donostia: Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1974. 59 AGG-GAO: JD AJI 3, 4. AMP-PUA: C 5 I 1 1. 60 AMP-PUA: C 5 I 1 2. 61 AMP-PUA: 592, 9. 591, 15. Ya citado. 591, 14. 1905 (Libro de actas, p. 253 v.) o el periodo 1915-1917 (Libro de actas-16, pp. 103, 126, 142 v., 179 v.-180), por ejemplo, son otros momentos en los que se recogen protestas. 62 Por ejemplo aportamos estos extractos de 1893, durante el pleito sobre la propiedad de La Herrera que sostienen la Diputación y la Sociedad General del Puerto, donde textualmente se dice: “...sostenido entre la Excelentísima Diputacion Provincial de Guipuzcoa y la Sociedad General del Puerto de Pasages sobre propiedad de los terrenos ganados al mar en la ensenada titulada de la Herrera situada en término municipal de la villa del mismo nombre [es decir: Pasaia].” Y también: “Que contra esta teoria insostenible se han verificado numerosas translaciones de dominio de espacios bañados por las aguas del mar en virtud de cesiones del Estado a corporaciones y particulares y de bentas hechas en egecucion de las leyes de desamortizacion, pudiendo citarse los terrenos del puerto llamado Molinao en Pasajes, y de la zona de esta ciudad conocida con el nombre de Amara, cuyas ventas han creado derechos perfectos y se han consignado en escrituras públicas inscriptas sin inconveniente alguno en el registro de la propiedad”. GAO: JD IT 1833. 63 AGG-GAO: JD ADI 3, 3. Acta de 17 de noviembre de 1891.


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Basta por ahora con señalar el intento frustrado de 1916, recogido en las actas municipales: Libro de actas-16, 9 y 14 de noviembre de 1916. 65 AMP-PUA: Libros de actas municipales 22, pgs. 149 y 160. La respuesta de Markina data de 10 de julio. 66 AMP-PUA: 544 y Koldo Mitxelena, Fondo Gordeak 8773. 67 Artículo 13 de la Ley Municipal de 31 de octubre de 1935, en relación con el artículo 22 del Reglamento de la Población y Términos municipales de 2 de julio de 1924. 68 YARZA ZALA, Carlos: op. cit. También se encontrará información en el archivo municipal de Pasaia, por ejemplo en el expediente 550, 4. Nota al margen en una copia, con fecha de 1955, de la sentencia de 1890. 69 AMP-PUA: caja 544. 70 Yarza, en su obra antes citada, se refiere, en concreto, al Director General de Urbanismo y al consejero Julián Lojendio Garin como dos de los donostiarras proclives a la anexión. 71 AMP-PUA: 591, 14; 591, 16; 591, 18. 72 AMP-PUA: Libros de actas munipales 26, pg, 128. 73 AMP-PUA: 591, 15. 74 AMP-PUA: Libros de actas municipales: 29, pg. 136. 75 AMP-PUA: 591, 13. Si bien a través de Diputación, en su Consejo del Plan de Ordenación urbanística y de su arquitecto jefe, contacta con el Instituto Geográfico de Madrid, donde consta un acta tocante a los límites; e inicia gestiones con el Ministerio de Marina, en concreto con la Dirección del Museo Naval en Madrid, para recuperar los informes, autos y planos de Vargas Ponce. 76 Curiosamente su padre, Jose Yarza, fue alcalde durante el intento anexionista de 1916. 77 No es nuestra intención echar por tierra su trabajo. Simplemente queremos poner de relieve las dificultades a las que Pasaia ha tenido que vencer, desde el momento de su fundación hasta nuestros días, para lograr unas mínimas condiciones que permitieran hacer este pueblo viable. 78 Sin signatura; en el departamento municipal de Urbanismo. 79 AMP-PUA: 591, 15. 591, 23. Mención expresa del art. 12 – 4, 13, y 18 – 1 de la Ley de Régimen Local de 1955; y también del art. 4 del Reglamento de Población y Demarcación Territorial de las Entidades Locales, aprobado por Decreto 17-V-1952. 80 AMP-PUA: 243. 81 Tanto los resultados como la totalidad de las encuestas se encuentran en el archivo municipal, en el mencionado expediente 243.

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Pasaia 1805-2005 I 137



Transcripción y notas, Juan Carlos Mora Afán

por

YNFORME ACERCA DEL PUERTO DE PASAGES Y TODOS SUS INCIDENTES TRABAXADO DE ORDEN DE SU MAJESTAD,

El empleo de las mayúsculas y minúsculas, donde hemos seguido las normas actuales. La puntuación del texto ha sido modificada en aras de facilitar su lectura y comprensión. No ha sido acentuado, salvo en los supuestos que pudiera llevar a confusión. Las abreviaturas han sido desarrolladas al objeto de favorecer la comprensión del texto Se ha mantenido el empleo de las dobles consonantes (principalmente l y r).

Las notas a pie de página que jalonan el texto obedecen al deseo de aclarar y añadir información a los acontecimientos, menciones, personajes o cualquier otro suceso referido por Vargas Ponce. La bibliografía que aparece en alguna de estas notas pretende orientar al lector que quiera profundizar en cualquiera de los aspectos o circunstancias expresadas.

Asimismo, se recogen las variaciones existentes entre el borrador y el texto definitivo. Los subrayados y apuntes al margen están también indicados.

El documento original no aparece paginado. Por lo tanto, se ha optado por señalar la separación entre páginas, para facilitar una posible consulta, con el siguiente signo: //. Además, se ha conservado la numeración de los epígrafes y subepígrafes realizada por Vargas Ponce.

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Al tratarse de un documento de principios del siglo XIX, la labor de trascripción no ha entrañado mayores dificultades. Se ha optado por respetar la grafía del mismo, salvo en los casos y salvedades siguientes:

E

l original del “Ynforme acerca del puerto de Pasages” redactado por José Vargas Ponce se conserva en la Biblioteca del Museo Naval de Madrid. Además de este original definitivo, existe un borrador del mismo. Aunque se ha trabajado con ambos documentos, a la hora de transcribir el informe, se ha optado por la versión definitiva.

NORMAS DE TRANSCRIPCIÓN Y CRITERIOS DE EDICIÓN



Aquello va a ser la mira de mi informe para poner a Vuestra Excelencia en situacion de conseguir esta corona. Si no me fuere dado reducir a poco papel lo voluminoso de tanto proceso, que reducidos a apuntes y extractos llenan en mi coleccion diplomatica miles de paginas7, procurare ser metodico y claro; asi como en quanto un hombre puede fiar de si mismo, creo y espero proceder exento de preocupacion y libre de parcialidad. Y cuento que a Vuestra Excelencia no parezca largo un escrito en que se ponga quanto sea// preciso para dar estable paz a seis pueblos maritimos, por solo este obgeto irreconciliables desde el siglo XIII; para reanimar y que vuelvan a florecer tres de ellos que yacen en el extremo de la miseria, solo por falta de apreciarse en este negocio su justicia; para que el mejor y casi el unico puerto que el Rey tiene en toda la costa de Cantabria, puerto en donde han surcado tantas esqüadras y capitanes reales, a vuelta de

3º. Con solo la lectura de estos documentos hay harto para convencerse de que el interes del Estado es en este asunto del primer orden y de primera magnitud, como tambien de que hasta hoy ningun arbitrio6 surtio el efecto que se pretendia. Pero no basta para conocer a fondo las causas del mal, y por consiguiente sus radicales remedios. Sin remontar al origen y seguir sin interrupcion el curso de tan enconadas y envejecidas disputas, es como imposible aclarar los titulos y derechos de tantos colitigantes, y que terminando de una vez pleitos y rensillas de seis siglos, el sello de la justicia sea seguro e inviolable.

xas, planes e informes de quantos xefes hubo desde entonces en aquella Provincia que tubiesen relaciones con el Ministerio de Marina, y de quantos yngenieros se han destinado a San Sebastian, que unanimes clamaron por el progresivo deterioro del Puerto, que ya toca en absoluto. Todos ponderan la suma importancia de su limpia y conservacion; todos reconocen la notoriedad de ser el unico en nuestra costa del norte desde el Ferrol, y aun hasta Brest; todos claman que su perdida de cada dia mas proxima (que va ya a consumarse) no tiene remplazo, y cada qual segun sus luces y ministerio, y sus pasiones tambien, dicta// reparos y obras mas o menos extensas y ninguna completa.

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Pasaia 1805-2005 I I

Ministro de Marina de España desde el 3 de abril de 1803 al 6 de febrero de 1805. En realidad, el asunto comienza tiempo atrás, tal y como Vargas Ponce indica más adelante. Algunos autores se han ocupado de analizar la larga discordia sobre el gobierno del Puerto de Pasaia entre las villas de su ribera. Así, J.L. Banús y Aguirre: “Documentos del municipio de San Sebastián referentes a los pleitos sobre Pasajes”. B.E.H.S.S, nº 19 (245-258) y “El Límite oriental de San Sebastián y el puerto de Pasajes”. BRSBAP. Homenaje a don Julio de Urquijo. Donostia, 1950. (III, 309-329); J.A. Camino y Orella: Historia civil-diplomático-eclesiástica anciana y moderna de la ciudad de San Sebastián.. Donostia: Udala, 1963; P. Fernández Albaladejo: “Renteria, Oyarzun y San Sebastián: unos comienzos conflictivos”. Historia de Rentería. Errenteria: Udala, 1996. 63-65; J.I. Gamón: Noticias históricas de Rentería. Donostia; Nueva Editorial, 1930; y finalmente, J.B. Olaechea: “Seis siglos de litigio sobre el domino del Puerto de Pasajes: Informe de Vargas Ponce sobre el asunto”. B.E.H.S.S, nº 9 (209-270). 3 José Francisco Carrillo de Albornoz y Montiel (Sevilla, 1671-Madrid, 1747) obtuvo el título de Duque de Montemar por los destacados servicios de armas prestados a Felipe V (participación en la toma de Mazalquivir y Orán, derrota a los austríacos en Bitonto). Fue Ministro de Guerra entre 1737 y 1741. Sobre Mazalquivir y Orán, veáse Juan B. Vilar: Ciudades fortificadas españolas en el Norte de Africa. Cartagena: Aforca, 2001; B. Alonso: Orán y Mazalquivir en la política norteafricana de España, 1589-1639. Madrid: Universidad Complutense, 2003 y de la misma autora Orán-Mazalquivir, 1589-1639: una sociedad española en la frontera de Berbería. Madrid: CSIC, 2000. 4 Casimiro de Uztariz Azuara (Bruselas, 1699-Madrid, 1751), hijo del economista Jerónimo de Uztariz, formó desde muy joven parte de la administración borbónica, ascendiendo desde su destino inicial en la Secretaría del Ministerio de Guerra hasta el puesto de secretario en los Consejos de Hacienda, de Estado y de la Guerra, lo que le valió el reconocimiento real por Felipe V (título de Marqués de Uztariz) y una destacada notoriedad social. 5 Zenón de Somodevilla Bengoetxea, Marqués de Ensenada, (Hervías, 1702- Medina del Campo, 1781) fue uno de los personajes claves en el siglo XVIII español, llegando a detentar numerosas Secretarías (Marina, Estado, Guerra e Indias) durante los reinados de Felipe V y Felipe VI. Fue también destacada su labor en el campo de promotor científico. Para profundizar en la interesante vida de este personaje y sus proyectos reformistas, J.L. Gómez: El proyecto reformista de Ensanada. Lleida: Milenio, 1996; F. Abad: El marqués de la Ensenada, su vida y su obra. Madrid: Naval, 1985; J.M. Delgado: Ministros de Fernando VI. Córdoba: Universidad de Córdoba, 2002. 6 Por intento de solución del problema. 7 Que en la actualidad se conserva en el Museo Naval de Madrid. El contenido de este fondo se recoge en: MUSEO NAVAL (Madrid). Catálogo de la colección de documentos de Vargas Ponce que posee el Museo Naval. Madrid: Ministerio de Defensa. Secretaría General Técnica, 1979-1996. Este catálogo será citado en más ocasiones.

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2º. Los expedientes que Vuestra Excelencia mando pasarme constan de 25 piezas causadas desde 1739 hasta este año2. Comienzan por la quexa del Duque de Montemar3 sobre el mal estado del Puerto de Pasages (harto empeorado hoy) para que se pidiesen cuentas a Guipuzcoa y San Sebastian de este descuido y de los caudales que habian recibido y no destinado para la limpia. Sigue el informe pedido por don Casimiro de Uztariz4 a don Cenon de Somodevila5, nombres los tres de tan gratos recuerdos. Y para no molestar a Vuestra Excelencia con una lista, ahora superflua, son las 25 piezas sin excepcion que-

Obedezco la real orden que me ha comunicado Vuestra Excelencia para que teniendo presente los papeles que me dirije, informe lo que hallare digno de la soberana determinacion de Su Majestad acerca de los frecuentes recursos de la Junta de Obras del Puerto de Pasages, del lugar de este nombre, del Ayuntamiento y Consulado de San Sebastian: pues por falta de antecedentes que existen en otros Ministerios y Supremos Tribunales, no pueden muchos de ellos presentarse a la resolucion del Rey. Y con el precepto que me impone Su Majestad de que me extienda, no solo en lo relativo a las obras del Puerto, sino tambien a la exposicion de los demas puntos de que tenga conocimientos y estime necesarios para que pueda el Rey dictar lo conveniente en quanto lo principal y sus incidencias, entro en esta labor autorizado como pudiera desear. Ella es tan ardua como complicada, pero asi como por mi parte la he consagrado el mas serio y reflexivo estudio de que soy capaz, asi tambien espero que, dilucidada, presente a Vuestra Excelencia una de aquellas ocasiones que tanto apetece de hacer un servicio señalado al Rey, a la Marina española y a la// causa publica.

Excelentisimo señor:

YNFORME ACERCA DEL PUERTO DE PASAGES Y TODOS SUS INCIDENTES TRABAXADO DE ORDEN DE SU MAJESTAD, COMUNICADA POR EL EXCELENTISIMO SEÑOR DON DOMINGO DE GRANDALLANA1. MADRID: AÑO DE 1804//


7. En el año de 1200, no muchos despues de la primitiva puebla de San Sebastian, fue reconquistada ella como toda la hoy provincia de Guipuzcoa por las victoriosas armas de Alfonso VIII15. Este rey, con las mismas sanas miras que Sancho el de Navarra y mayor

6. En efecto, es inmemorial el vecindario del Valle de Oyarzun, en cuyos contornos sin disputa estubo el antiguo Oeaso13, y si ahora es casi imposible asignarle su preciso asiento, esta fuera de controversia para qualquier despreocupado que no lo fue el que ocupa San Sebastian, asi como que el mismo local de este y quantas memorias existen, se oponen con igual fuerza a que jamas haya sido porcion de aquel Valle, ni su reconocida capital. Pretensiones, como tantas otras ponderadas en estos litigios, que solo convencen de lo que ciega y empeña el espiritu de partido. Oyarzun, que por su situacion debio ser habitado antes que San Sebastian, pues la poblacion de estas playas, fue como en todas, una propagacion de la de tierra adentro. Oyarzun, en cuyo territorio abunda el fierro, supremo aliciente de aquella poblacion, y al pie de sus veneras abundaron siempre los ingenios de fundirlo14 (quando San Sebastian carece// de uno y otro). Oyarzun pues, es mas que verosimil fuese el dueño primitivo de un puerto, que entonces como ahora, baña con sus aguas hasta los umbrales de aquellas oficinas. Y al verlo constantemente denominado y escrito Puerto de Oyarzun desde que hay memoria de el, y hasta el siglo XV, que es decir bastantes despues de ser San Sebastian, que nunca le ha comunicado su nombre, cobra mas vigor y probavilidad esta congetura. Pero lo cierto es que con firmeza historica no se puede asegurar cuyo fuese en aquellas eras, ni afirmar a quien estaba adjudicado hasta que centurias adelante lo fue a Renteria.

Arenga12, cabe el mar, a Arano de Navarra. Y aunque en ellos no hay expresa mencion de la cosa mas notable de todo ese territorio que es el puerto y canal en qüestion, no quedaria duda en que estaba incluso en aquellos, ya se// midan Este, Oeste, ya Norte, Sur, si no se modificase la donacion con la expresa clausula que solo era de lo realengo, esto es, de lo que no reconociese ya otro anterior usufructuario. Asi es de todo punto increible que siendo, aunque cortisimo, indudable la poblacion de esta comarca, no lo tubiese el mayor estimulo de poblarla.

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Pasaia 1805-2005 I II

Guyena. Región francesa equiparable al suroeste de Aquitania. Vargas Ponce deja ver a lo largo de todo el texto su postura partidaria de un Estado centralista y, podríamos decir, de raíz castellana. Por eso, en este caso, presenta al soberano original, el navarro, como usurpador. 10 La parte occidental de Donostia hacia el valle de Hernani, que abarcaba la zona actual del Antiguo, Ibaeta y Aiete. 11 Sobre la fundación de Donostia (1180) y la presencia gascona en la misma, consúltese V.V.A.A.: El fuero de San Sebastián y su época. Donostia: Eusko Ikaskuntza, 1982; J.L. Banús y Aguirre: “El límite oriental ...”; G. Martínez: Guipúzcoa en los albores de su historia (siglos X-XIII). Donostia: Diputación Foral de Guipúzcoa, 1975; J.Mª Roldán: “La cuenca baja del Urumea en el siglo XII: un espacio geohistórico en mutación”, Lurralde, nº 8, 1985; L. Silván: El término municipal de San Sebastián: su evolución histórica. Donostia: Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1971; Mª.S. Tena: La sociedad urbana en la Guipúzcoa costera medieval: San Sebastián, Rentería y Fuenterrabía (1200-1500). Donostia: Grupo Doctor Camino, 1997; y finalmente, V.V.A.A.: Historia de Donostia. Donostia: Nerea, 2000. 12 Pablo Gorosabel en su Diccionario Histórico-Geográfico-Descriptivo de los Pueblos, Valles, Partidos, Alcaldías y Uniones de Guipúzcoa publicado en 1862, afirma que las rocas situadas a la entrada de la bahía, Arandoaundia y Arandotxikia, fueron conocidas en la antigüedad con el nombre de Arrenga. 13 Citado por las fuentes clásicas latinas, se acepta actualmente su localización en la zona comprendida entre Peñas de Aia y el bajo Bidasoa, refiriéndose este topónimo más a una comarca que a una ciudad concreta. Sobre este tema, veáse: M. Esteban: El País Vasco atlántico en Epoca Romana. Donostia: Universidad de Deusto, 1990; C. Fernández Ochoa: De Brigantium a Oiasso: una aproximación al estudio de los enclaves marítimos cantábricos en época romana. Madrid: Foro, 1994. 14 Las conocidas ferrerías. Para una aproximación a este tema: Antxiñe Aranburu-Birjinia Etxeberria: Burdinlariak: burdingintza tradizionalari lotutako lanak Urola Garaian. Legazpi: Lenbur, 2004. Antxiñe AranburuBirjinia Etxeberria: Burdinolak Urola Garaian. Legazpi: Lenbur, 2005. Y también los trabajos clásicos de L.M. Díez de Salazar: Ferrerías de Guipúzcoa (siglos XIV-XVI). Barcelona: Universitat, Centre de Publicacions, 1992 y Ferrerías guipuzcoanas: aspectos socio-económicos, laborales y fiscales (siglos XIV-XVI). Donostia: Fundación Social y Cultural Kutxa, 1997. 15 Acerca del hecho histórico de la anexión de Gipuzkoa al Reino de Castilla, los acontecimientos no son suficientemente conocidos. Por un lado, la situación de guerra es evidente; por otro, y dado que Gipuzkoa como entidad política no estaba aún lo suficientemente desarrollada, el protagonismo de pactos y uniones con los reyes debió de corresponder no a la población sino a las cabezas de la organización social. De todos modos, los reyes castellanos prometieron, aunque no cumplieron, la devolución de estos y otros territorios a la corona navarra. Para los primeros siglos medievales, G. Martínez: Guipúzcoa en los albores...y E. Barrena: La formación histórica de Guipúzcoa. Donostia: Universidad de Deusto, 1989.

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5. Aquella ultima porcion setentrional y maritima de la Castilla que se denominara Tierra de Guipuzcoa, y que la encierran el oceano, Guiena8 y Navarra, Alava y Vizcaya, estubo usurpada por los reyes del Pirineo9 quando Don Sancho el Sabio trato de fundar su primera villa y murarla. Fue esta San Sebastian, que debio semejante existencia a los pescadores del partido de Artigas10, dependientes hasta entonces de Hernani, y que no parece dexaron sus barracas y caserios, y mayor y principalmente a los gascones que vinieron de Bearne11. A todos, despues del año de 1152, dio el fuero de Jaca, si bien, adiccionado mas ampliamente, atendida la localidad del pueblo y castas de sus nuevos colonos. Sus extensos limites cogieron al principio desde el Bidasoa al Oria, y desde

PARTE PRIMERA

4. En gracia pues de la claridad y del orden, dividire en tres partes mi informe. Contendra la primera la serie de documentos y sucesos en que se apoyan los diversos interesados, calificando aquellos y comentando estos con las notas y reflexiones que crea necesarias para fixar su valor y poner en claro la verdad. Sera la segunda el examen de los argumentos y razones alegadas, su fuerza, certidumbre y conveniencia privada y publica. Y expon//dra la tercera la serie de providencias que creo precisas, el sistema con que se deben ir plantificando, y finalmente las saludables consecuencias que produciran segun mi dictamen.

pocos años no lo surquen arados, como de no variarse de sistema va indefectiblemente a suceder; para que no falte de todo punto un plantel de marineros del que se han sacado en varias ocasiones hasta dos mil, y que es capaz de criar el doble, quando hoy no alimenta un centenar. Que de tanta monta es terminar con acierto el expediente del Puerto de Pasages.


10. Aquel consentimiento de reducirse a formar una sola villa los que habitaban derramados por el Valle, lexos de ser unanime, segun se manifiesta por todos los pasos y sucesos desde esta fecha, fue un semillero de discordias entre los de las ferrerias y demas barrios que no se movieron de sus caserios, y los de Renteria, que con violencias los querian reducir a sus muros, discordia que los desunio del modo mas escandaloso y para siempre. Desde entonces hubo una guerra abierta y un odio irreconciliable entre los tres barrios29 y su antigua cabeza, valiendose de quantos medios y artificios se le presentaban para su reciproco mal. No es de nuestra incumbencia por ahora relacionar estos sangrientos disturbios, que no tubieron fin hasta 170 años adelante por un solemne compromiso de que a consulta de su camara se hicieron jueces arbitros los mismos

9. Aumentado el gentio del Valle de Oyarzun y su trafico, al paso que los peligros en que los metian las varias y opuestas gentes de Guiana, entonces yngleses, de navarros y de guipuzcoanos, todos de los diversos señorios que los rodeaban, quisieron recogerse en Renteria y murarla, erigiendo villa el antes llamado Consejo de Oyarzun22. Supuesto pues el unanime acuerdo de los vecinos de este, y fundandose en el, la gran reyna doña Maria23, en la menor edad de su nieto, el ultimo Alfonso24, les concedio el privilegio de villazgo25 en Valladolid//, a 5 de agosto de 1320, dandoles expresamente el fuero de San Sebastian, porque tambien le supusieron que usaban de el desde Alfonso VIII, lo qual aunque no es inverosimil, no consta en privilegio alguno anterior26. En este tambien se afirma por la primera vez que les da sus puertos27, expresion que no tiene cabida en otro que el que se decia Oyarzun y hoy Pasages28.

suyo el puerto o concha del Higuer y el de Artuviaga21, que le cae en su costa, porque tambien le caia dentro de sus limites, desde Lezo al mar por la falda del Jaizquivel (donde hoy esta la villa de Pasages). Lo corto de aquellas poblaciones y lo reducido de su comercio y buques, contrapuesto a la anchura de la ensenada, hacia que hubiese para todos y que usasen de este puerto con la libertad que se usa del oceano.

Pasaia 1805-2005 I III

de disposiciones legales, bajo el amparo y la protección real, que sancionan los derechos de los habitantes de la nueva villa aforada, sometidos en adelante al derecho del Fuero que se les otorga para regular su convivencia. 17 Guillermo de Lazón es un personaje clave en la fundación de Lezo, pues todo parece indicar que gracias a sus técnicas de desecación hizo habitable el lugar donde se asentará, tomando su nombre, la población de Lezo. 18 En la documentación existente en el Archivo Municipal de Rentería las referencias al Puerto de Lanzón (Lezo) son numerosas para fechas relativamente tempranas, atestiguándose un uso intensivo de esta parte del Canal de Pasajes, en contraposición a la zona occidental (Herrera), de un aprovechamiento más tardío. 19 La etimología de la palabra es de origen románica, derivada de la palabra “renta” que alude al lugar específico donde se cobraban los impuestos o rentas. 20 Lugar primitivo de asentamiento de la comunidad que ocupaba esa parte del Valle de Oyarzun. 21 El nombre se conserva aún, y esta cala también es conocida como “playa de los frailes”. 22 Esta apreciación de Vargas Ponce nos pone sobre la pista del libre tránsito de personas entre los diferentes reinos que ocupaban el solar vasco. La imposición de fronteras, más allá de las físicas, y el control de los no naturales es un hecho que corre paralelo a la creación de los estados modernos, intentando poner fin a unas comunicaciones sumamente fluidas hasta entonces. 23 María de Molina (1260-1321). Sobre su reinado, R. del Valle: María de Molina: el soberano ejercicio de la concordia (1260-1321). Madrid: Alderabán, 2000 y L.V. Díaz Martin: María de Molina. Valladolid, C.A.P., 1984. 24 Alfonso XI el Justiciero (1312-1350). Veáse, J. Sánchez-Arcilla: Alfonso XI, 1312-1350. Palencia, Diputación, 1995. 25 Es decir, el derecho a organizarse como villa, con su administración e instituciones propias. 26 Con anterioridad se conserva el privilegio rodado otorgado por el rey Fernando III no a Rentería, logicamente, sino al concejo de Oiartzun. Mediante este documento confirma los fueros, usos, costumbres y término municipal, tal y como fueron concedidos por su abuelo Alfonso VIII. Este pergamino en latín se halla en el Archivo Municipal de Rentería: Sec. B., Ng. 1, Lib. 1., Exp. 1. Su transcripción en Fuentes Medievales del País Vasco. Colección Documental del Archivo Municipal de Rentería. Tomo 1, nº 32. 1991. pp. 1-2. Y también: J.M. Munita Loinaz: “El original más antiguo del Archivo Municipal de Rentería: el privilegio rodado de Fernando III al concejo de Oyarzun”. Bilduma, 2 (1988). pp. 67-105. 27 Subrayado en el texto original y en el borrador. 28 En el borrador se añadía: “de reducirse a formar una sola villa”, que figura en el original más adelante. 29 Barrios de Oiartzun: todo el valle excepto el territorio segregado de Orereta, convertido en Rentería. Este período de transformación en el antiguo término genérico del Valle ha sido analizado por S. Tena en Historia de Rentería. Rentería: Udala, 1996.

16 Conjunto

8. Pero su principal usufructuador, el Valle de Oyarzun, que le debe su nombre, asi por ser este puerto el extremo del mismo valle, como porque el nervio del trato era el fierro, y este en ninguna de las partes que litigan se daba ni fundia como en Oyarzun. Por eso, aunque el valle se dividia por razon de esta misma labor en quatro poblacioncitas o barrios, el principal y cabeza y donde formaba consejo, era el que estaba a la lengua del agua. Y porque en el se adeudaban los derechos de aduana y demas reales, se llamo como por igual causa otros varios de este pais, Renteria19, nombre por que es conocido hoy, habiendo este apelativo obscurecido el propio de Orereta20 y sobrevivido al de Villanueba de Oyarzun, con que se la distinguio desde su privilegio de villa. De su//erte que hasta fines del siglo XIV disfrutaban este gran puerto Oyarzun, por su Renteria, que con superiores razones y por el voto de la naturaleza le decia suyo; San Sebastian, aunque tenia su propia concha privativa y unicamente suya, porque parte de su termino hacia la Herrera por las faldas del Ulia (donde hoy esta la aldea de Pasages) tocaba al agua de este puerto, y su carta-puebla daba margen a estimarlo suyo desde la piedra de Arenga, que esta en el bocal; y Fuenterrabia, que aunque tambien tenia privativamente

oportunidad de cumplirlas, multiplico las poblaciones maritimas de toda su costa del Norte. Fuenterrabia, la primera de todas, obtubo en 1202 su carta-puebla16 con el fuero de San Sebastian, y teniendo en dote parte de los terminos de esta, pues se le asignaron desde Vera y el rio de Oyarzun al mar. El no haber pasado este rio bastaba para persuadir que ya Oyarzun existia como poblacion, si bien derramada por el Valle de su apellido, a no dejar este punto indu//dable los fueros que hay noticia positiva, concedio aquel mismo rey a sus habitantes, aunque no consta quales fuesen. En aquella cartapuebla declaro por vecino de Fuenterrabia a Guillelmo de Lanzon17, que no se puede dudar que con los suyos fuese el primitivo y mas principal poblador de la aldea de Lezo, situada en la orilla del rio de Oyarzun, por donde desemboca en la ensenada en qüestion, y de donde este sitio se llama con frecuencia en los instrumentos antiguos Puerto de Lanzon18. De aqui el creerse Fuenterrabia con derecho al de Pasages.


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La voz que emplea Vargas Ponce para referirse a “concejo”. Sin salida al mar (interior). 32 Subrayado en el original. 33 Antiguo impuesto que se cobraba sobre los alimentos y los licores. 34 Subrayado en el original.

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En 26 de febrero de aquel año entre el que se decia ya indevidamente consejo de Oyarzun y San Sebastian, se otorgo un instrumento confesando el primero era del segundo el Puerto y que le pertenecian todos los derechos de el, etc., confesion en que ya no se perjudicaba el supuesto Oyarzun, pues el puerto era de Renteria, su odioso enemigo, y contra la que para todas sus reyertas se auguraba el poderoso auxilio de San Sebastian mediante aquella confesion. Entretanto habia un litigio pendiente en la Corte Real sobre los mismos derechos y contribuciones entre San Sebastian y Renteria, y como aquella combidase a esta a hacerla libre de todos y quedar en la mayor amistad con solo que reconociese era suyo el Puerto, Renteria, por redimir su vexacion y procurarse tal aliado, vino en ello. A este efecto parece dio su poder sellado con su sello en las espaldas32 a ciertos vecinos, y juntos en San Sebastian con los procuradores de esta villa convinieron: 1º. “Que so la merced del Rey, nuestro señor, y de los Reyes donde el viene, el puerto llamado de Oyarzun fue, es y debe ser del dicho consejo de San Sebastian, con toda su propiedad y posesion, con todos los otros derechos de sisas33 e peages e costumbres usados e sin entredicho, ni en contrario dicho, etc. 2º. Que el consejo de San Sebastian, de aqui adelante para en todo tiempo, por gracia e por mera gracia, otorgaba que todo trigo e qualesquiera otra cevera de qualquier manera o naturaleza, que sean de sus vecinos de// Renteria, que vengan desde Santander a Fuenterrabia, que no hayan de pagar ni paguen por ello a San Sebastian sisa ni peage ninguno, ni otra cosa por ello, que lo

12. Entre estas dos fechas hubo lugar aquella concordia de 22 de noviembre de 1339 de que tanto se ampara San Sebastian para llamar suyo al puerto de Oyarzun. Y como el modo de obtenerla no se ha aclarado hasta ahora, y manifiesta la politica con que procuraba sacar partido de aquellas disensiones intestinas del Valle, favoreciendo ya a unos, ya a otros, para oprimir a cada qual por su contrario, es preciso manisfestar como se celebro este contrato//, y fue de la manera siguiente:

11. Este, aunque rodado y clarisimo, no parece tenia cabal exito, sin duda por efecto de aquellas reyertas, hasta que el mismo Alonso XI, convencido por una larga experiencia de quan utiles le habian sido para sus conquistas las villas litorales, con especialidad las del norte, entre otras que aumento o fundo, quiso que fuese una de ellas Renteria, dandole un nuebo privilegio rodado que se conserva aun, la confirmacion del otro, su fecha en el famoso Real sobre Algeciras, a 1º de setiembre de 1343.

Reyes Catolicos en 1490, y por el que se dividieron de todo punto los barrios y Renteria en dos consejos30 formales, con sus terminos y juridiciones separadas. Pero nos ha sido forzoso apuntar lo anterior para que se distinga desde la// epoca de 1320 la division mas de voluntades que de vecindario que resulto en el valle entre su parte interior, que siempre llamaremos como se llama en el dia, Oyarzun, y que quedo desde entonces un pueblo puramente mediterraneo31, y su antigua cabeza que siempre llamaremos Renteria, que se constituyo desde entonces en villa maritima y de cuya dependencia era el puerto de Oyarzun, por su localidad y la expresa mencion del privilegio.

Pasaia 1805-2005 I IV

14. El espiritu de estas dos concordias se echa de ver consultando las pasiones e intereses de los que las otorgaban. El Valle de Oyarzun, en odio de Renteria, por desposeerla de la alhaja que la hacia floreciente y atraerse a San Sebastian, llamando de esta un puerto que ya Oyarzun no podia mirar como propio. Renteria, obteniendo las mismas franquezas que si fuese suyo, y que antes le disfrutaba San Sebastian abusando de su poder, y con solo llamarle ageno perjudicando a su contrario el Valle de quantos frutos se sacasen de el o viandas viniesen para subsistencia suya, sucediendo por fin y remate a los dos lo que al// caballo que se dejo montar y enfrenar del hombre para vengarse del venado. Y San Sebastian, al precio de la supuesta gracia para Renteria, se enseñoreaba de todo el puerto, adquiriendo titulos contra Fuenterrabia y sus aldeas, que eran las que le hacian mas sombra, y mayormente y con mas profundas miras para dictar leyes al comercio de Navarra. Porque de este terreno (rico como ahora de cosechas propias y entonces reyno sobre si) se hacia un comercio florido, al que habian dado nuestros Reyes, como apuntaremos en breve, franquezas notables para fixarlo en sus puertos, y llamando San Sebastian suyo el de Oyarzun, aseguraba que no saliese de sus muros, y

13. Este es el famoso instrumento tantas veces citado por San Sebastian que de hecho quedo nulo porque en el de villazgo de 1320 dio el Rey el puerto// a Renteria, y esta no era arbitrara de disponer sin consentimiento real de una donacion real, y dado que hubiese dispuesto el otro privilegio rodado de 1343, concediendo con nueva real gracia el Puerto a Renteria, anulo de hecho la concordia privada sobre una cosa de dominio regio, concordia que como era preciso para que fuese licita, no aprobo el Rey. Tambien la hacía nula otro privilegio de 1340, posterior a ella, en que se declararon quitos y libres de todo peage y sisa, salvo de los derechos reales, qüanto concurriesen por mar a Renteria, privilegios que por otro que los inserta se confirmaron en las Cortes de Toro de 1371. Como la tal concordia fuese asimismo nula de derecho, lo expresa la sentencia del consejo de Henrique 2º que citaremos luego.

Esta es la sustancia de esta segunda concordia que puso de multa 30.000 maravedies, de ellos un tercio a la Camara Real, otro a la Justicia que por el Rey anduviese en la tierra y el restante al consejo agraviado. Su fecha fue la referida de 22 de noviembre de 1339, y firmola e sellola el oficial eclesiastico de San Sebastian, “e por mayor firmedumbre nos los procuradores de la dicha Villanueba (Renteria34), so la dicha obligacion contenida, otorgamos que quando en el dicho consejo de Villanueba hubiere sello autentico, aprobado e dado por estable e firme e valedero por nuestro señor el Rey, el dicho consejo lo sellara con su sello mayor pendiente”.

puedan llevar franco, libre y quito. 3º. E otrosi que vagel nin nao que Dios diere a los vecinos dende, que non paguen nin den anclage ninguno, mas que las propias naos y bageles de San Sebastian. 4º. Que de lo que viniere en bageles grandes sea preciso descargar la mitad en San Sebastian, pagando alli la sisa e derechos, e la otra mitad pueda ir libre a Renteria”.


18. Por buscar medio que no descontentase a San Sebastian, a quien por muy honrosos respetos queria tener grato Henrique segundo, aboco el Rey a si el negocio de Pasages, y dividio el uso de sus aguas de su propio motu en la manera siguiente: Declarando que el Puerto era suyo y de su señorio, quiso que lo usasen los de Renteria y Oyarzun libremente con navios suyos o fletados, no siendo forzados a descargar nada en San Sebastian. Mas si fuese en navios fletados por ellos y para su tierra, que esten obligados a jurar ellos o los maestres de los buques ante los guardas del Puerto (que ponia San Sebastian) que venian con mantenimientos para Renteria y Oyarzun. A cuyos vecinos tambien concede el libre uso de pescar y de la pesca en todo genero de barcos propios. Lo mismo concede a los de San Sebastian, sin obligarles a declaracion ni presentacion alguna. Pero por quanto (dice) “la dicha villa de San Sebastian es la mejor villa que nos avemos en el nuestro señorio de Guipuzcoa e que mas pertenecia a nuestro servicio que este bien poblada asi de compañas como bastecida de armas e todas cosas que le son menester para guarda e amparamiento de la dicha tierra de Guipuzcoa, por ende mandamos que todo buque, asi nacional como extranjero que aportaren a Pasages (exceptuados los de Renteria y Oyarzun y los fletados por estos para sus abastos) fuesen obligados a descargar al menos la mitad de su carga para San Sebastian y la otra mitad llevarla donde quisiesen, con tal que no fuese a Renteria y Oyarzun”. Finalmente quito toda contribucion municipal sobre el fierro. Y declaro (son sus palabras) “que si algun defecto asi de fecho como de derecho en esta nuestra sentencia pudiere ser por que

17. Esta sentencia que parece dictada por la// justicia misma, y a la que antecedio tan seria discusion y tal conocimiento de causa, lexos de ser obedecida, dio margen a “grandes contiendas de bollicios e peleas, de donde se siguieron muchos males e daños e robos e muertes e talamientos de viñas o de manzanales e de otros arboles” entre los dos pueblos, siendo de necesidad el agresor y desobediente San Sebastian, a cuyas causas sinrazones y violencias queria poner coto el Consejo Real. Triste recurso a la fuerza, entonces tan valido en la Europa entera, mucho mas en España, victima en aquella epoca de una guerra civil y fraticida41, y sobre todo en Guipuzcoa, entregada a la anarquia y feudalidad de sus Parientes-Mayores42.

eran libres y no tenudos contra su voluntad a descargar la mitad de sus ceveras en San Sebastian. 7º. Que las dos concordias en que esto se apoyaba por San Sebastian eran nulas de derecho. Nula la de Oyarzun porque no era consejo y el del todo el Valle residia en Renteria. Nula la de Renteria porque se echaba de ver que sus procuradores no tenian poder suficiente, y porque segun derecho no adquirian fuerza las tales posturas hasta que fuesen selladas con el sello del dicho consejo.

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Se refiere al cereal del que los pueblos de Gipuzkoa se proveían por vía marítima. Hijo de Alfonso XI y de María de Portugal, Pedro I el Cruel (1334-1369), reinó en la Corona de Castilla y León entre 1350 y 1369, en medio de una situación política turbulenta y de una profunda crisis económica. Sobre su reinado, P. García Toraño: El rey don Pedro el Cruel y su mundo. Madrid: Marcial Pons, 1996; M. Barrios: Pedro I el Cruel: la nobleza contra su rey. Madrid: Temas de Hoy, 2001 y M. de Soroa: Pedro I el Cruel: una guerra civil en Castilla. Madrid: Gráficas Espejo, 1980. 37 Del subepígrafe 14 pasa al 16. 38 Los anteriores incendios tuvieron lugar en 1278 y 1338, asolando buena parte de la estructura urbana de la ciudad al predominar la construcción en madera. 39 Peso de cien libras, o sea, de cuatro arrobas (en Castilla, cuarenta y seis kilogramos). 40 Cuerpo legal otorgado por Alfonso X el Sabio. 41 Alude a la contienda dinástica castellano-leonesa que enfrentó a Pedro I el Cruel con su hermanastro Enrique de Trastámara, a la sazón Enrique II. Estos sucesos en J. Valdeón: Pedro I el Cruel y Enrique de Trastámara: ¿la primera guerra civil española?. Madrid: Aguilar, 2002. 42 Los miembros más destacados en la organización social del territorio gipuzkoano, siendo los más principales de entre un grupo unido por relaciones de parentesco, y enfrentados primero entre sí y después a la Hermandad de las villas de la Provincia.

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16. (sic)37 Fue asi que abrasado San Sebastian por tercera vez en 136138, entre los arbitrios que entablo para su reparo, acordo el de exigir un maravedi por cada quintal39 de fierro u acero que los naturales extrajesen por el Pasages, y dos si fuesen extraido por otros. Como lo intentase cobrar asi de los de Renteria como de los de Oyarzun, baxo el pretexto que el Puerto era exclusivamente suyo, conocieron ambos su error, tan parecido al del topo que partio su madriguera con el erizo, y de la que no pudo echarle quando experimento la mala vecindad de sus puas. Para defender pues la propiedad que todos pretendian tener en aquellas aguas, empezaron enconados litigios, viendo que San Sebastian no obedecia ni aun el ultimo diploma regio dado en junio de 1374, que los libertaba de la contribucion del tal maravedi. Y estando en San Sebastian Henrique II, se querellaron de nuevo ante dos oydores de su Audiencia, y en Victoria y Miranda de Ebro ante la Audiencia plena, donde sustanciado el proceso, se libro sentencia difinitiva. Fue esta dada en Valladolid a 30 de setiembre del mismo 1374, relacionando con la mayor claridad y precision todos los privilegios que hemos citado hasta aqui, y tomando a la letra las clausulas principales, y atendidas las demas probanzas e informaciones y meritos del proceso, de que resultaron los// siguientes fallos del Supremo Tribunal de la Nacion: 1º. Que segun derecho comun y el de las Partidas40, el puerto de Oyarzun era publico. 2º. Que sus contribuciones pertenecian al Rey. 3º. Que segun todos los privilegios presentados por San Sebastian, no se probava que el Puerto fuese suyo, ni que pudiese poner tributo ni exaccion alguna sobre el fierro. 4º. Que los de Renteria y Oyarzun probaron su libertad de derechos, salvo los reales. 5º. Que por confesion de San Sebastian se probaba que el impuesto sobre el fierro era de 12 años anterior a esta sentencia, y contra la orden expresa del mismo Rey que en junio de aquel propio año mando no se exigiese, cuya prohibicion renobaban. 6º. Que lo de la media descarga de los buques grandes que prentendia San Sebastian por decir que el puerto era suyo y en termino suyo, no era debida por la doble causa de no probar los privilegios de San Sebastian que el puerto fuese suyo y probar Renteria y Oyarzun que ellos

de muchos modos, no todos licitos, se aprovechaba de aquella contratacion, sirviendole de paso la confesion de Renteria de titulo a la violencia de hacer descargar para su provecho la mitad de las caveras (sic: cevera)35 que viniesen en naos mayores; porque tal era la costumbre antigua en todos los puertos de Guipuzcoa a favor de los pueblos cuyos eran, costumbre originada sin duda por la esterilidad que entonces padecia esta tierra. Con todo, esto ultimo no comenzo a exigirlo de mano armada San Sebastian hasta los años de 1350, en que empezaron los revueltos del rey don Pedro36, a que se siguio poco adelante querer aprovechandose de la confesion de Renteria, violar el unico instrumento en que autorizaba su preten//dida propiedad.


21. Entre tanto San Sebastian, ya con tal egide44, realizaba su antigua pretension de ser el unico dueño de las aguas de Pasages, y como se las disputase Fuenterrabia, cuyos terminos bañaban en tan considerable porcion, la suscito un enconado litigio, para cuyo fenecimiento en 1396 vino el Solon45 de Guipuzcoa, don Gonzalo Moro46, entonces corregidor47 en Vizcaya. Quien fundandose en el privilegio de San Sebastian, declaro jurisdicion suya quanto el agua del mar cubria en su mayor creciente; sentencia que confirmo la Real Provision dada en Yllescas// a 7 de marzo de 1399. Como no obstante Fuenterrabia labrase mas casas dentro de aquellos limites hacia su Pasages, hubo varias sentencias de la Provincia, y finalmente la compromisaria de don Martin Garcia de Lizona48 de 20 de abril de 1455, en que confirmo la del doctor Moro. Mas para que se conozca con quanto artificio y politica procedia siempre San Sebastian, es de advertir que en la primera sentencia contra Fuenterrabia en que se la excluyo del Puerto y se mando que las casas edificadas en lo que bañaba sus crecientes pagasen cierto canon y no se edificase de nuebo sin expresa licencia, fallo la Provincia que ambas cosas fuesen por mitad de San Sebastian y Renteria. Como quiera que se pronuncio asi en la Junta General49 de 14 de junio de 1453, tenida en esta ultima villa, y presidida por su alcalde. Asi servian a sus intereses comunes dando una pesada ley al comun rival. Mas ya impuesta esta ley, en las otras dos sentencias confirmatorias de las Juntas Provinciales50 de Villafranca, a 5 de diciembre del mismo 1453, y en Deva a 27 de mayo de 1454, se enmendo la primera sentencia, declarando que el canon de los cinco maravedis se pagase solo a San Sebastian, y solo San Sebastian hubiese de dar la licencia para los nuevos edificios, reservando a Renteria su derecho a salvo si en esto// se creia agraviada. De este modo iba San Sebastian subdividiendo las acciones y completando paso a paso su proyecto en odio de su mas temible rival, odio que una justa y sabia providencia de Henrique III51 habia encrudecido a lo sumo y aunque poco conocida, es el alma de toda la conducta de aquella Ciudad en relacion al Puerto.

marineros vecinos suyos, es un monton// de escombros. Y los dos Pasages, que casi se igualaron con ella, son mas infelices todavia. Privilegio que obliga a llevar media carga de todo buque extraño a cierto pueblo y veda expresamente que la otra mitad se lleve a otro determinado, no parece tiene la sola mira de hacer floreciente al primero, mira que pudiera ser muy politica y muy sana, sino la expresa voluntad de hacer infeliz y de ruin condicion al segundo; y esta mira, en si iniqua y que no cabia en el generoso corazon de Henrrique segundo, es imposible no fuese una maniobra del espiritu de partido de que sobran exemplos en estos enrredados litigios, y de que fue victima la nacion en general entonces, y cuyas desastrosas resultas se ocultaron entonces al Rey, como a nosotros ahora el movil que le arranco tan inoportuno privilegio.

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Concesiones reales otorgadas en función de una determinada coyuntura política. Protección no material suministrada por alguien o por algo. 45 Uno de los “Siete Sabios de Atenas”. Siglo sexto antes de Cristo. 46 Gonzalo Moro desempeñó un largo período de ocupación del cargo de corregidor y veedor en tierras vascas (1394-1427), celebrándose bajo su presidencia la célebre Junta de Getaria (6-7-1397) en la que se acordó la redacción del Nuevo Cuaderno de Ordenanzas de la Hermandad de Gipuzkoa. 47 Delegado real, representa al Rey en la Provincia, tenía primera instancia judicial, así como el segundo grado de apelación en la justicia tras el fallo del alcalde. 48 Martín García de Licona fue un afamado letrado del siglo XV, destacando su papel como consejero de los reyes castellano Juan II, Enrique IV y los Reyes Católicos. Su hija, María Sanchez, fue la madre de San Ignacio de Loiola. 49 Reunión de las villas gipuzkoanas para tratar asuntos de incumbencia provincial, a celebrar de forma itinerante dos veces al año entre todas las que componían su Hermandad, durante un período aproximado de 5 días. 50 Las Juntas Generales también se denominaban de esta manera. 51 Rey de Castilla y León entre 1379 y 1406. Para conocer su reinado, F. Suárez Bilbao: Enrique III, 1390-1406. Palencia: Diputación Provincial, 1994.

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20. En efecto, sugetando el rexistro de los guardas puestos por San Sebastian, todo buque no suyo, el Puerto virtualmente quedo de San Sebastian, y este es el origen de su abandono, de que estos mismos guarda-puertos han sido, como haremos ver, los organos. Sugetando el comercio a tales trabas, todo el navarro y aragones busco progresivamente la libertad de Bayona, y por huir de Pasages prefirio San Juan de Luz y hasta Burdeos, y estas ciudades, en especial la primera, que no podian hacer florecientes muchas franquicias de sus soberanos, las ha elevado el comercio español huido de las extorsiones y tiranias que San Sebastian exercio desde entonces en Pasages, a tal grado de opulencia que no hay en nuestra peninsula nada comparable. Renteria, que llego a ser una poblacion numerosa y tan comerciante que contaba en 40 barcos mas de 400

19. He aqui el aquiles de San Sebastian, con que ha vencido tanto pleito contra personas particulares y contra los pueblos que bordan esta ensenada, llegando, segun asegura, a 40 las executorias en su favor. Analizado como es debido para informar a Su Majestad este privilegio, que llamo sentencia Henrique II, se conoce que en quanto se aparta de la verdadera sentencia de su Audiencia Real, otro tanto se aparta de la recta justicia. No en valde no menciona, ni extracta, segun lo hace la sentencia, los documentos y razones en que se funda. No en valde remata el privilegio con la salvaguardia de suplir con el poderio real los defectos de fecho o de derecho, poderio que por fortuna continüa en los monarcas subcesores de Henrique II para enderezar con su cierta sabiduria lo que este pudo desacertar. Y si en alguno de tantos pleitos hubiese presentado Renteria aquella sentencia, que original yace en su archivo desconcida de todos (de que poseemos copia integra en nuestra coleccion diplomatica) parece implosible no hubiese movido los Supremos Tribunales a una consulta a quien pudiese restituir los derechos de las partes a su justo fiel. Porque habiendo// sido, generalmente hablando, tan gravosas las mercedes43 henrriqueñas, ninguna ha tenido tan funestas resultas como la presente, que en el fondo no es otra cosa que una merced de aquellas, y asi como se les conoce un remedio legal en ciertas y determinadas circunstancias, es de buscar para esta, y con tanto mas motivo quanto en las actuales circunstancias del dia, lexos de aprovechar a individuo alguno, es una publica calamidad.

pudiese ser impugnada, nos de nuestro poderio real o de nuestra cierta sabiduria, lo suplimos e mandamos que todo aquesto que en esta nuestra sentencia es contenido sea asi guardado para siempre jamas”. La fecha de este notable privilegio fue en Sevilla, a 12 de abril de 1376, imponiendo la pena de 200 ducados al// consejo desobediente, que se extendio en 19 de noviembre de 1377 por nueva real cedula a cada yndividuo infractor.


3º. Que San Sebastian ponga cogedores cada año para los tributos del Puerto. Que no siga cobrando el de callage61, pues no tiene titulo suficiente. Que los de Renteria y Oyarzun gozen de todas sus exenciones. Que solo se cobren los derechos impuestos por los Reyes, o que los Reyes impongan, para que los extrangeros no se retraigan de venir, y que solo se// cobren los que de tiempo inmemorial estan puestos.

2º. Ser la juridicion civil y criminal y mero-mixto imperio de San Sebastian, desde el bocal hasta Molinao, y desde aqui en quanto se extiende su juridicion por tierra firme, exeptos los vecinos y naves de Renteria.

1º. Ser el Puerto libre y no propio de ninguna de las partes, y que asi ambas podian usar de el con sus naos, entrar y salir, pescar, etc..

25. En efecto, junta segun costumbre en el campo de Usarraga en 5 de mayo de 147559, convino en determinar este asunto por via de compromiso y nombro jueces a Joannes Martinez de Rada y a Miguel Sanchez de Ugarte, aquel vecino de Fuenterrabia, y este de San Sebastian; vecindad que no los constituia muy imparciales. Ellos traxeron por asesores desde Salamanca a los doctores Juan de Villa y Gonzalo de Villadiego, los quales en diversos dias, aceptado el compromiso, hicieron su juramento sobre el mismo Corpus Domini60 en la yglesia de San Bartolome de Vidania, a presencia de la Junta Provincial. Hecha vista ocular, paseado el Puerto y mar alta (¿esto para// que?) y costas del rio y tierras de los pueblos de la disputa, emplazaron ante si las partes. A cuyos procuradores, que se presentaron con los mas amplios poderes, declararon que si bien el proceso estaba concluido, pero que no habiendose guardado en el las formalidades de tratados, publicacion de probanzas, etc., si se convenian en ello todavia, pronunciarian su sentencia. Fueles concedido y pedida esta, y entonces la pronunciaron como jueces arbitros nombrados por las partes y comisarios de las Provincias, y estos fueron los fallos:

de se haber fecho e cometido entre las dichas partes infinitos y enormes robos e tomar e furtos de bienes e quemas de casas e atalamientos de heredades, e todo a causa e sobre razon de la jurisdicion del Puerto e agua e ribera de mar llamado el Pasage”. Estos atentados fueran los que pudieron dar causa a que la Hermandad se entrometiese en tal negocio como caso de que debia conocer.

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Subrayado en el original. En el borrador, Vargas Ponce escribió “Sancho el Brabo”. Se trata de Sancho IV (1258-1295), rey de Castilla y León que alcanzó el trono en 1284. Al respecto, J. Coria: Reinado de Sancho IV (1284-1295). Palencia: Aretusa, 2004; J.M. Nieto: Sancho IV, 1284-1295. Palencia: Diputación Provincial, 1994. 54 Alfonso X el Sabio (1221-1284). Para profundizar en su obra y reinado son recomendables, F. Pérez: Alfonso X, el Sabio. Madrid: Studium Generalis, 1997; J. Valdeón: Alfonso X el Sabio: la forja de la España moderna. Madrid: Temas de Hoy, 2003; M. González: Alfonso X el Sabio: historia de un reinado, 1252-1284. Burgos: La Olmeda, 1999. 55 Gravamen o carga. 56 Fernando III el Santo (1198-1252). Veáse, C. Ros: Fernando III el Santo. Sevilla: Cabildo de Capellanes Reales, 1990 y P. Celdrán: Fernando III el Santo. Madrid: Ministerio de Cultura, 1980. 57 Articulada en torno al Cuaderno de Ordenanzas de 1397, la Hermandad de Gipuzkoa supuso el agrupamiento en torno a unas leyes comunes de las villas de la provincia. Conoció graves vicisitudes en su acontecer derivadas de la complicada coyuntura política en la que estaba inmersa la Provincia (guerras de bandos, enfrentamientos entre las propias villas). 58 Enrique IV el Impotente reinó entre 1454 y 1474. Sobre su figura y su reinado, vease fundamentalmente, J. Calvo: Enrique IV el Impotente y el final de una época. Barcelona: Planeta-De Agostini, 1997. 59 Las Juntas Particulares de Gipuzkoa se reunían en las campas de Usarraga (Bidania) y de Basarte (Antzuola) con motivo de circunstancias excepcionales que aconsejaran el acuerdo y la votación de las villas representadas en Juntas, en asuntos que no podían esperar hasta la convocatoria ordinaria de las Juntas Generales. 60 Subrayado en el original. 61 Callage o mollage. Este impuesto aplicado sobre la mercancia cargada o descargada debía destinarse al mantenimiento de los muelles. (De ahí mollage; en euskara, seguramente derivado del gascón, kaia; de ahí callage. En francés: quai). Para conocer la totalidad de los impuestos pedidos en el Puerto de Pasaia, Gipuzkoako Artxibo Orokorra- Archivo General de Gipuzkoa, JD SM 20,13, en el que Serapio Mujika realiza una copia de la “Relación de las rentas que San Sebastián cobraba en el Puerto de Pasajes a principios del siglo XVII”.

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24. Guipuzcoa, con el loable fin de cortarlos, pudo conseguir seqüestrar el Puerto y tomar rehenes de todos, “mas antes ovieron de morir en poco tiempo de entre amas partes fasta numero de cien hombres principales de las dichas villas e provincias, allende

23. En estos apuros, y no hallando Renteria medio legal para salvaguardar sus derechos y hacer valer su razon, amancillo esta y no aclaro el otro, valiendose de la viva fuerza y de no licitos auxilios que le atrajo por entonces, otro poderoso enemigo en la naciente provincia de Guipuzcoa, al modo que la dureza con que habia tratado a sus extramurales, la creo en sus antiguos vecinos unos irreconciliables contrarios. De aqui aquellos alborotos y sangrientas lides, los ayuntamientos de gentes hasta de las naciones aledañas y el invocar a los Parientes Mayores y solariegos (a quienes convenia en gran manera estos bullicios), y de aqui el llegar casi a romperse la naciente Hermandad de Guipuzcoa57 por la impunidad que semejantes excesos se prometian en los ultimos y procelosos años de Henrrique IV58.//

22. Este memorable soberano por un privilegio dado en Segovia a 2 de agosto de 1401, permitio que los comerciantes navarros pudiesen hacer su contratacion desde Renteria y el Puerto de Pasages (que repetidas veces llama de esta villa) con las propias franquezas que lo hacian desde San Sebastian, cuyo puerto era aspero y peligroso en muchas maneras, y en el que habian recibido muy grandes daños52, providencia equitativa a la par que politica, pero que menoscababa mucho los intereses de San Sebastian. Porque en virtud de varios diplomas, desde el primero de don Sancho53, espedido en Palencia a 8 de diciembre de 1286, estaba radicado exclusivamente este comercio en San Sebastian, dispensandolo en sus propias mercaderias del derecho de aduana (diezmo viejo) que introduxo Alonso el Sabio54, y de todas las otras gabelas55 que fuesen posteriores a San Fernando56, por separarlo de Bayona y reconcentrarlo en Castilla. Y como por el asiento de Renteria y la superior bondad de su puerto y mayor proximidad a Navarra, viese San Sebastian que la reciente ampliacion de aquella gracia iba a domiciliar y fixar en su rival tan importante trato, puso en accion todas sus maniobras para despojarla del Puerto, y multiplico por el organo de los guardas de este y con la salvaguardia del privilegio de Henrique segundo, las vexaciones que apuntaremos oportunamente, para que sobrepujando aquellas ventajas hiciesen preferibles sus muros en donde no se padecian.


30. Ya esta descubierta la clabe del favor de Guipuzcoa contra Renteria: porque necesitaba de San Sebastian como el mas poderoso contra los Parientes-Mayores, cuya sugecion era el principal y acaso unico obgeto de su instituto. Y en consideracion a esto, desde este dia tubo el primer voto y lugar en las Juntas, con todo de ser de los ultimos pueblos que se hermanaron. Y porque Renteria, a trueque de conservar su derecho y en

29. Entonces mismo era tal la prepotencia de los Parientes-Mayores que balanceaban, quando menos, las debiles fuerzas de la naciente Provincia, necesitandola a buscarse valedores. Ninguno estaba en proporcion de serlo como San Sebastian, pueblo el mas antiguo de Guipuzcoa, asi como el primero en opulencia y recursos, pueblo murado y con un fuero municipal muy completo y en completa observancia desde mediados del siglo XII. Pero de esto mismo nacian las dificultades de que se prestase a ser de la Hermandad. Pues si por sus muros y valer no temia como los demas el poderio de los Pariente-Mayores, por capitulo expreso de sus fueros le concedieron los Reyes la gracia de no abandonar aquellos sus muros, ni ir en hueste ni cavalgada. Para que lo renunciase voluntariamente y diese auxilio a la Hermandad, procuraba esta contentarle, y no lo consiguio completamente hasta el// 15 de abril de 1459, epoca de la verdadera incorporacion de San Sebastian64. Entonces vinieron diputados desde la Junta de Tolosa con el celebre Domenjon Gonzalez de Andia65 y pactaron que se diesen reciproco socorro, no lo consintiendo San Sebastian sino por espacio de 20 años y teniendolo Guipuzcoa por gran dicha y obligandose al tanto no embargante la clausula del quaderno (derogacion ilegal, y solo licita al Rey que promulgo estas ordenanzas) ni otro uso y costumbre66.

pingües llanuras de Andalucia, miraba estas esteriles tierras, la tenian sojuzgada miserablemente. Y si en la Europa entera por lo barbaro del sistema feudal, y en España por las turbulencias casi no interrumpidas desde don Sancho el Brabo, abundan aquellas campañias de hombres de fierro que vivian derramando la sangre de los otros; en Guipuzcoa casi exclusivamente no habia otra poblacion que la da estos pequeños despotas, estimados nobles porque desdeñaban el noble cultivo de la tierra. Henrrique IV quebro, si no apuro sus fuerzas, trabajando loablemente para que unos tiranos tan subalternos no llegasen a cobrar los brios de los que por demasiado poderosos ya no alcanzaba a sugetar en las otras provincias de Castilla. Modo conducente para el fomento de Guipuzcoa, cuya maritima y tal qual poblacion interna empezaban a figurar. Mas lo que completo obra tan grande// y la mayor que en ella sucediera fue la consolidacion de su Hermandad, de la Hermandad, aquel utilisimo establecimiento que desde 1300 estaba recomendado por los monarcas castellanos para todos sus pueblos, y que desde 1397 Henrrique III quiso introducir en Guipuzcoa con una constitucion muy sensata, pero que hasta los ultimos años de Henrique IV no se pudo llamar establecida y fixa de una vez.

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Cereales. Ver nota 35. En este punto muestra Vargas Ponce su radical oposición al sistema foral, y su enconada defensa del libre comercio por encima de cualquier control monopolista de la actividad económica. 64 Se refiere a la incorporación de Donostia a la Hermandad de Gipuzkoa, organización política que, como hemos dicho, comenzaba a articular territorialmente el espacio provincial. 65 Nacido en Tolosa a principios del siglo XV, destacó entre sus coetáneos por sus destacados servicios a favor de la legalidad de la Hermandad de Gipuzkoa frente a los desmanes banderizos. Fue nombrado escribano mayor de Juntas, muriendo en su villa natal en 1489. 66 Subrayado en el original.

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28. Varias pues, fueron las urgentes causas de aquella predileccion. En esta epoca era Guipuzcoa presa de la mas completa y desastrosa anarquia. Su escasa poblacion y el cortisimo numero de sus pequeñas villas estaban de continuo expuestas a las violencias de sus Parientes Mayores, que a la sombra de sus casas fuerte, de sus pobres riquezas, y del abandono con que la nacion, llamada habia dos siglos a las ricas conquistas de las

27. Es digno de aclarar qual fuese el espiritu que movio a la naciente Provincia para declararse por San Sebastian, quando es indudable que circunscribiendo el trato a un solo punto, era ella muy perjudicada. No porque se hiriesen, como en efecto se hieren y barrenan con semejante estanco y privilegio los que despues llamo sus Fueros (que semejantes quimericos monstruos no se habian imaginado todavia), sino porque, coartada la libertad natural del comercio, el que quedase autorizado monopolista impondria a los demas voluntarios gravamenes63.//

26. De aquellos que interpretaron de propia autoridad y restringieron y ampliaron los privilegios reales, se conoce su apasionado proceder con solo la irritante clausula de la media descarga, en que Renteria unicamente quedaba de peor y servil condicion. Y para convencerse de que eran inutiles tan repetidas declaraciones de ser el Puerto de solo el Rey, y su entrada y pesca libre, etc., basta reflexionar que poniendo los guardias San Sebastian, exerciendo esta la jurisdicion y siendo sus satelites los que debian calificar la lexitimidad y suficiencia de los papeles,// de hecho el puerto quedaba de San Sebastian y San Sebastian en proporcion de repetir las nunca interrumpidas, aunque siempre prohividas exacciones, a pesar de esta y de todas las anteriores sentencias. No en valde las consintio esta Ciudad, al paso que Renteria apelo, y en tanto los desastres continuaron con el rigor de antes. Lo qual dio margen a que en 1477, a 8 de mayo, la provincia de Guipuzcoa junta en Vergara, escribiese a los nuevos Reyes Catolicos una sentida carta en que relaciona aquellos males, y piden no se oyesen los recursos interpuestos por Renteria en su Audiencia Real, no les valiese lo que pudiesen tener impetrado; antes bien, que se llebase a puro y debido efecto el fallo de los doctores de Salamanca.

Tal fue la substancia de lo mandado, absolviendo al consejo de San Sebastian de responder por los casos que daban motivo a las quexas, y que Renteria repitiese en juicio contra los particulares, y en quanto los jueces no pronunciaron, dexando a salvo el derecho de las partes.

4º. Confirmaron en quanto a ceveras62 el privilegio de Henrrique II, cuyas condiciones de manifestacion, juramento e instrumentos publicos habian de hacer constar los de Renteria ante los guarda-puertos nombrados por San Sebastian. Pero que la prohivicion de llebar la media carga de los buques extrangeros a Renteria, no se entendiese con Oyarzun, a donde les quedaba libertad de poderla conducir y vender.


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35. Hacia la epoca del compromiso de Astigarraga, y sin genero de duda por efecto en mucha parte de este mismo compromiso, se puede considerar el acrecentamiento ya algo notable de los dos nuevos pretendientes al famoso Puerto en qüestion, es decir, ambos pueblos de Pasages. El de la banda de Fuenterrabia (hoy villa de Pasages67), que en 1396 solo tenia seis casas, por la abundancia y lucrosa pesca y el comercio las fue aumentando; y mas que todo le acrecento el ser por aqui la ruta a Francia y// el continuo transito para San Sebastian (de todo tiempo el pueblo mas comerciante y rico de Guipuzcoa) desde Fuenterrabia, donde se fixo por los Reyes Catolicos la residencia de la nueva dignidad de Capitan General de la Provincia, en atencion a que tanto antes era la principal fuerza encomendada a su Merino-Mayor. El Pasages de la banda de San Sebastian68, todavia aldea suya, porque alli empezaron a estar sus guardas-puertos, y desde aquella famosa lonja que se puso en su casa torre69(entonces edificada), se empezaron a repartir terrenos y huertecitas (que muy luego dieron margen a terribles violen-

34. Documento tal ha figurado en todos los pleitos sucesivos, fiandose sin duda los que lo exhibian en que para conocer su mente era necesario estar en todo lo anterior, y en la poca conocida historia de estos pueblecitos, y en lo que encierran sus no visitados archivos. De haber podido tener este previo conocimiento los Tribunales Supremos, es muy posible que no hubiera obtenido tantas executorias la Ciudad, pues este instrumento presentado por ella, mirado a su verdadera luz, contra ella milita. Como la no presentada y primitiva concordia de Oyarzun de 1339, aclara el lexitimo valor de la que tanto se pondera, otorgada aquel mismo año con// Renteria, y que tantas veces se ha querido hacer valer en los tribunales despues de haberla declarado nula de derecho el Supremo de la nacion, y como la sentencia del Consejo de Henrique II de 1374, no conocida hasta hoy, marca el peso que en la balanza del legislador debe tener el privilegio de 1376. Verdades dichas a medias son todavia mas dañinas que los embustes manifiestos. Tal es, por lo mismo, la executoria presentada en estos autos para que los de Oyarzun fuesen vecinos de San Sebastian, pues por otras posteriores esta declarado varias veces la equivocacion en que se incurrio, y que lo fueron siempre de Renteria, en lo que se les ordena que continuen. Quien litiga con tantas arterias pretende confundir a los jueces y no esta muy satisfecho de la justicia de su causa.

33. Pero la condicion 4ª es la que descubre y patentiza el espiritu de todas las otras, y el de tan amplias franquicias a que se prestaba San Sebastian. Uno de los litigios mas empeñados entre Renteria y// Oyarzun se cifraba en obligar a este que hubiese de pesar y contratar en la lonja de Renteria. Haciendo pues, otra comun con San Sebastian y en terreno suyo, no solo quedaban ilusorias todas las cedulas y provisiones reales que habia ganado Renteria para que no tubiesen lonja propia los del Valle, sino tambien y principalmente su comercio disminuia en la proporcion misma que se aumentaba el de San Sebastian; y aquella penada y unica franqueza que disfrutaba Renteria para los barcos y generos propios, quedaba reducida a solo sus vecinos intramurales, puesto que se estimaban como no suyos los de sus barrios.

Pasai Donibane. Pasai San Pedro. 69 Torre situada sobre el actual embarcadero de San Pedro, reconocible aún en los nombres de Torrea y Torre-Atze.

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32. Este solo documento, analizado con justa critica, prueba quan torcidos eran los fines de los celebrantes. Hecho con parte no lexitima y parte rebelde contra su lexitima cabeza, favorecia una desmembracion que perjudicaba a Renteria, aumentaba el poder de sus contrarios. Por la condicion 2ª se concede a Oyarzun la misma gracia que con tanto teson se denegaba a la otra, la misma (si se puede llamar gracia la franqueza natural del trafico) de que el privilegio de Henrrique II la despojo, dando una causal que, si existia, era mucho menos de derogar a favor de Oyarzun; y si no existia, era tanto mas injusta y contra la ingenuidad de Renteria.

4º. “Otrosi acordaron e afirmaron que los dichos consejos hayan de facer e edificar una casa e lonja sobre el dicho Puerto de Pasages en la ribera de la parte e juridicion de San Sebastian, a donde por la voz de los dichos consejos se ordenare, para que se pueda descargar la mitad de la dicha cevera, que los extrangeros querran descargar para la// dicha tierra de Oyarzun, y el fierro que de la dicha tierra viniere e de otras qualesquier partes, e que los dichos derechos e provechos que de la dicha casa e lonja provinieren, hayan de ser e sean a medias para los dichos consejos, quedando la propiedad e señorio e juridicion al dicho consejo de San Sebastian, salvo siempre las personas e bienes de los vecinos e moradores de Oyarzun”.

3º. Que durante los doce primeros dias del arribo del buque extranjero pudiesen hacer la media descarga primero en Oyarzun.

2º. Que loan y aprueban lo de la media descarga, con tal que la otra mitad se pueda llevar a Oyarzun (pacto que patentiza la enemiga comun contra Renteria y como procuraba San Sebastian apropiarse de lo que no era suyo; y Oyarzun verse igualado con San Sebastian y de tanta mejor condicion que la cabeza que no queria reconocer).

1º. Un reciproco perdon y olvido de todos los desaguisados y que se obtuviese del Rey a costa de ambas partes.

31. El de la Ciudad logro otro documento que prueba mas y mas lo que hemos observado de quanta era su ansia de vejar a Renteria para exterminar su comercio. Estando sin vigor quan//tos actos judiciales llevamos relacionados, en 10 de septiembre de 1478 en la yglesia de Santa Maria de Astigarraga celebro otro compromiso con el supuesto consejo de Oyarzun, representado por toda su justicia no lexitima. En su cabeza, despues de los amplisimos poderes, se relacionan los males, muertes, quemas, robos y otros daños que habian cinco años que no cesaban, y enseguida esta lo convenido, que se reduce a lo siguiente:

inveterado odio contra el rival que se lo usurpaba, se alio con aquellos odiosos Parientes-Mayores. Asi todos extraviandose de los limpios senderos de la justicia, sembraban nocivas espinas en los de su proceder.


40. Desde que hay memoria del canal de Pasages, parece mantenia San Sebastian hacia su banda81 quien cuidase de la policia de los buques que aportaban alli y señalase el ancladero en donde por antiguos privilegios eran libres de derechos reales lo que entraban por fortunas de mar. Acaso el mismo cobraba los varios otros que se adeudaban en este como en los restantes puertos de Castilla. En lo sucesivo, quando de propia autoridad impuso San Sebastian las sisas y gavelas, tantas veces prohibidas, este agente suyo era mas necesario, y de todo punto legal quando por los privilegios que dexamos referidos se debia hacer ante el la exibicion de los documentos de pertenencia y destino de las cargazones. Al convenir el doloroso compromiso de Astigarraga en la ereccion de lonja comun, tubo este dependiente de San Sebastian mas amplias funciones, y domicilio respetable desde que se levanto la casa-torre en los primeros años de los Reyes// Catolicos. Hasta aqui y hasta que lo remplazaron los cargo-habientes de San Sebastian fue conocido con la modesta y propio apellido de Guarda-puerto82, y el hombre llano que lo era disfrutaba del jornal de tres reales. Las creces del comercio, el engrandecer-

39. Pero no es de omitir que a fines de// este siglo fue el establecimiento de los Regidores, Alcaydes Torreros80. Y como a nuestro modo de ver sean la principal causa de la ruina a que corre precipitadamente este Puerto, ruina tan sensible desde que se encargaron de su conservacion, se hace necesario tomar las cosas desde su origen y unir en este lugar lo que acerca de ellos debo informar al soberano.

38. Casi se puede asegurar no hubiera sucedido semejante daño de haber logrado desposeerlo en alguno de tantos litigios que durante su prosperidad le suscitaron, quando coligados, quando de por si, todos los pueblos que le bordan y que pretendian revindicar su derecho a aquellas aguas. Hizolos todos infructuosos las superiores fuerzas de San Sebastian, escudadas con la corteza del privilegio de Henrrique II. Como sean tantos y que nada añaden a la sustancia de este negocio, hemos creido que debemos omitirlos, aunque los tenemos leidos y extractados.

reciendo por el descuido que en conservarlo tenia San Sebastian; siendo asi que pedia mayor esmero la naturaleza de aquel trafico por las muchas zahorras79 y escombros que ocasiona.

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Unidad de longitud usada en marina, igual a 6 pies, equivalente a 1,6719 metros. Subrayado en el original. La etimología de la palabra ‘Pasajes’ derivaría de la acción de pasar; en este caso, de pasar por el canal hacia la bahía. Sobre su origen: Elortegi Bilbao: “Pasaiako toponimia. Bilbo: Euskaltzaindia, 1992. Especialmente pgs. 49-50. 72 Parece tratarse del ilustre marinero extremeño a quien las crónicas históricas atribuyen la conquista de la actual isla de Jamaica. 73 Subrayado en el original. Se refiere a uno de sus trabajos incompletos. Un análisis de sus obras y proyectos se encuentra en F. Durán: José Vargas Ponce (1760-1821): ensayo de una bibliografía y crítica de sus obras. Cádiz: Universidad de Cádiz, 1997. 74 Fecha en la que Pasai Donibane adquirió la independencia total judicial y administrativa de Hondarribia, hasta entonces cabeza de su jurisdicción. 75 Por San Pedro. 76 Años del reinado: 1518-1556. 77 Su reinado transcurrió entre 1556 y 1598. La bibliografía sobre estos dos reyes es sumamente abundante. Sobre los aspectos relacionados con su política marítima, veáse F. López de Gomara: “Guerras de mar” del emperador Carlos V. Madrid: Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000 y Congreso Internacional Las Sociedades Ibéricas y el Mar a finales del siglo XVI. Madrid: Sociedad Estatal Lisboa’98, 1998. 78 Lapurdi. 79 Lastres. Es algo conocido el carácter vascófilo de Vargas Ponce, puesto una y otra vez de manifiesto en los trabajos que abordan aspectos relacionados con temática vasca. 80 Subrayado en el original. Su función es detallada por Vargas Ponce en las líneas siguientes. Sobre este cargos y sus funciones en el Puerto, Celia Aparicio: Poder municipal, economía y sociedad en la ciudad de San Sebastián (1813-1855). Donostia: Instituto Doctor Camino, 1991 (33-34); Serapio Mujika: Curiosidades históricas de San Sebastián. Donostia: 1970 (39-42). 81 San Pedro. 82 Subrayado en el original.

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37. Largo proceso fuera y, aunque muy curioso e interesante, no necesario relacionar todos los sucesos del Puerto de Pasages durante nuestro siglo XVI. Dedicada la nacion a navegaciones y conquistas de ultramar y habiendo contribuido para ellas tanto las provincias setentrionales, y siendo en las de Cantabria unico aquel puerto, quantas expediciones se formaron en los gloriosos// reynados de Carlos V76 y Felipe II77, otras tantas recibieron al menos numerosos refuerzos desde Pasages. El trato de Terranoba que empezo desde el y que empleaba de buques nacionales como 40 al año, y hasta 50, que a veces concurrian a esta pesca desde la provincia de Labort78 (que tampoco tiene puertos seguros), todo se habilitaba en Pasages y la mayor parte descargaba sus grasas y abadejo o invernaba en el. Embidiable proporcion que hacia tan florecientes quantos pueblos lo bordaban, y que entonces solo tenia de perjudicial lo que el Puerto iba desme-

36. El lucroso y continuo trato de grasas y bacallaos, la numerosa construccion de todo genero de buques que no cesaba en el, las esquadras que tan de ordinario se formaron o havilitaron alli por todo el siglo XVI desde la de don Pedro de Bobadilla72, les hicieron florecientes y ricos, como con la// debida extension apuntaremos en los articulos que les correspondan de nuestra Guipuzcoa73. Pero los celos de sus matrices, siempre temorosas de las ventajas de su situacion, y la dura tutela en que por ello los tenian, unido a las propias desgracias de estas poblaciones, hizo pasagera aquella prosperidad. Y si bien el Pasages de Allende logro en 177074 sacudir el pesado yugo, ya fue demasiado tarde; y el solo privilegio de villazgo no basta para el restablecimiento de que es tan capaz mientras no tenga puerto suyo que se lo facilite. Y la aldea de Pasages75, mientras dependa del despiadado dueño que le oprime en un modo dificil de creer en quien no lo haya palpado, en quien no haya leido siquiera las duras leyes con que han oprimido hasta su pesca y que de litigios le costara el uso natural de esta industria; lexos de restablecerse, camina como el Puerto y por igual causa a su aniquilacion total.

cias de parte de la Ciudad). Y como ambos pueblos estubiesen uno enfrente del otro y en lo mas estrecho del canal, que por aqui solo tiene 80 brazas70, y donde por comodidad se pasaba incesantemente de una a otra banda: de aqui su nombre de Pasages71, nombre que han comunicado a todo el Puerto y con que ya es exclusivamente conocido, como antes con el de Oyarzun.


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45. Desde entonces se empezo a clamar por todos los generales que venian a la Provincia por su fortificacion a causa del engrandecimiento maritimo y terrestre de los enemigos de España, o mas bien de la Casa de Austria. Pero San Sebastian no desistia de su general empeño, oponiendose a esto como a quanto pudiese dar consideracion a un puerto cuya juridicion tanto le convenia no partir con otro. Ya en el reynado de Carlos V vino a el el prior de la Valeta y otros capitanes platicos90 que resolvieron se debia construir un cubo en la entrada. Mas si bien entonces se fortifico mucho la misma San Sebastian, este cubo tan necesario no llego a efectuarse. Ni a subsistir la cadena que en 1590, para defensa de la esquadra real que construia, puso en su entrada el capitan Agustin de Ojeda91, receloso de invasion enemiga, a causa que San Sebastian consumo

44. Asi duro mientras duro el trato de ballenas, y aunque habiendo cesado se apago la codicia de ser regidor torrero, como subsiste el interes de la Ciudad de mantenerse en el exclusivo dominio de el Puerto para que no le disfruten otros, que solo en el cifran su bienestar, continua el cargo concejil y la obligacion de alternar en la residencia de Pasages por espacio de dos meses los regidores. Obligacion que eluden de ordinario los pudientes por no condernarse a aquella soledad, y la ceden a el menos acomodado, las mas veces algun menestral87, que con solo esta mira intriga con ahinco ser de la justicia. Este pasa la mayor parte de su año en el Pasages, disfrutando los 10 reales diarios, aprovechandose de los no pequeños lucros que en ocasiones produce el lastre por mas que le este vedado desde el reglamento de 31 de diciembre de 1618, regalandose con el platillo88 de pescado fresco que indevidamente exige de los pobres pescadores (mal grado la misma prohivicion) y contorneando una vara de justicia que sienta quan pesadamente puede sobre la misera aldea de Pasages y sobre quantos su sugetan a tan poco definida jurisdicion. Tal ha sido la serie de funciones de los hoy regidores-alcaydes-torreros89. Volvamos al Puerto tomando la serie de los sucesos// principales en la epoca que la cortamos.

43. Es facil de concebir quanto se hayan multiplicado desde entonces las quexas de los individuos de las provincias circunvecinas, y aun de los reynos limitrofes, ya a Guipuzcoa, ya a los jueces venidos en comision, ya a los tribunales; mas el resultado era negar San Sebastian el hecho y quando no podia evadir la claridad y convencimiento de las pruebas, achacar la culpa sobre el regidor torrero, conminarlos con penas y castigos, de que no hay un solo exemplar, y repetir las instrucciones, que por mas sensatas que fuesen, como en efecto lo son muchas, eran tan inobservadas como las que adiccionaban o corregian; y el Puerto continuaba en su perdicion y el torrero en su indebidos lucros.//

Monopolio. Prohibición del curso libre de una mercancía, reservando su venta o explotación a alguien. Pesos para equilibrar las embarcaciones. Su venta libre fue acaparada por los alcaldes-torreros. 85 Recubrimiento de la estructura de una embarcación. También la parte sumergida de una nave. 86 Embarcación para el transporte del mineral de hierro. 87 Persona que trabaja en un oficio manual. 88 Subrayado en el original. 89 Subrayado en el original. 90 Personas comisionadas para tratar sobre ese asunto. 91 Militar gipuzkoano natural de Orio, alcanzó el grado de capitán de infantería. Encargado de la fábrica de galeones en Bizkaia desde 1594, falleció en combate contra los flamencos.

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42. Tambien consta que desde la epoca de estos intrusos jueces, el Puerto, unica y verdadera encomienda suya, va por su culpa dexando de ser puerto. Porque no contentos con el salario que les señalo la Ciudad, hoy 10 reales diarios y 3 cada uno de los 2 guardas, hicieron estanco83 en provecho suyo de los lastres84, obligando a depositar el que traian los buques al pie de la torre, y (obligando) a que se lo comprasen alli los que lo han de menester; y aun a que lo conduzcan las barqueras que ellos señalan quando no bastan las tri//pulaciones de los buques que se lastran. Se apropiaron tambien la asistencia a carenas85, el señalamiento de surgideros y otros arbitrios, a que unidos los derechos municipales, que de propia autoridad exigia San Sebastian de la sal, de los venaqueros86 y de quanto no era de Guipuzcoa, so color de que sirviese para la limpia del Puerto, limpia que jamas hubo lugar, ha sido no la menor causa de arredrar mas y mas el poco comercio que iba quedando y que las poblaciones de esta ensenada consumasen su miseria presente.

41. Lo que si consta con indudable certidumbre es que desde que hay regidor torrero, la aldea de Pasages, que siempre ha ido viniendo a menos, no goza de un dia de paz, merced a las vexaciones que de continuo sufre por las preheminencias que se abroga, y el mando casi tiranico que sobre este lugar exerce, dando desde entonces motivos a tristes querellas y recursos incesantes y que se reproducen cada dia, asi como de cada dia se va haciendo mas lastimosa y de bulto la desolacion de esta aldea.

se los dos Pasages y el vehemente deseo de ponerles freno, pues crecian a mucho mas de lo conveniente a San Sebastian, y el pretexto de auxiliar cierta esquadra que se alistaba alli por los años de 1589, dio margen a la providencia de la Ciudad de que residiese siempre en Pasages un rexidor suyo. Y como habia tanta disparidad en los lucros que se apropiaron, segun las estaciones de salidas y entradas de las flotas de Terranova, sorteaban entre si los regidores los precisos meses de su residencia. No consta ninguna aprobacion regia de novedad tan grande, ni tampoco la de alguna de tantas autoridades como se atribuyeron, ni la del uso continuo de vara alta de justicia, que ha dado desde entonces pie para decir que San Sebastian tiene tres alcaldes. Pero desde entonces hubo lugar la transformacion del simple guarda-puerto en regidor-torrero, y la hueca y campanuda denominacion de alcaydes de la fortaleza que tiene San Sebastian en su puerto de Pasages, segun que con indecible afectacion le llama siempre, como si no estubiese tantas veces declarado lo contrario y como si no fuera inutil semejante declaracion.// Como si pudiese haber fortaleza en el reyno que no dependiese del Rey, ni alcayde en la actualidad sin nombramiento suyo, y como si hubiera nunca podido crear cargos semejante sin consentimiento del soberano.


48. San Sebastian tenia muy urgentes motivos para oponersele desde que vio no solo trataba de librar a Pasages del doble yugo de las dos (hoy ciudades) que la oprimian, sino que en virtud de Real Cedula de 1º de julio de 1614 averiguaba los indebidos impuestos del Ayuntamiento, las mas indebidas extorsiones de los torreros y la sucesiva perdida del Puerto. Para evitar las resultas, emprendio ganarse de quantos modos supo aquel juez y doblegarle a su favor. Quanto lo tubo dentro de sus muros, tento una y otra vez sobornarle por intermedio de guardian del convento de la rigorosa observancia de San Francisco95, recien fundado en su arenal, quien le presento quantia de doblones y le prometio mas para en adelante. Hemos visto con horror los actos juridicos de este cohecho, y ponemos por nota la respuesta de Hernando de Rivera porque propositos tan honrados estan bien repetidos con qualquiera oportunidad96. Viendo frustado la Ciudad recurso tan iniquo como solapado, echo mano a otros mas violentos y por ciertas etiquetas sobre lugar en un entierro97, dio a Rivera tantas pesadumbres que le obligo a abandonar sus murallas. Mas aunque indevidamente recusado y calumniado hasta suponerle que en lo de Pasages obraba sin comision, el la completo con actividad y justicia// y el resultado con informes del mayor tino y pulso, y doctrinas tan solidas com seguras indagaciones lo dirijio al Consejo de Hacienda. Estos informes abrazan tambien en cumplidas probanzas las extorsiones de los torreros y la enorme desigualdad de poner precio de 6 reales a la pesca hecha por franceses en el mismo dia que igual cantidad se obligaba la vendiesen a 2 los de Pasages. Todo esto, con razones de conveniencia y justicia de habilitar el canal para los pueblos de la ensenada, se vio en el Consejo, cuyo fiscal hizo causa con Renteria saliendo a este pleito de oficio y engrosandole con juiciosisimos escritos y razones a favor del libre trato a qualquiera despreocupado parecer sin replica.

correr. No obstante, a este licenciado debe Guipuzcoa mucha parte de la prosperidad que goza; y despues de la paz que la procuro el doctor Gonzalo Moro con sus sabias ordenanzas, nadie le hizo servicio tan notable como el de haber sacado en tan reducida comarca 16 pueblos de la opresion de aldeas a las comodidades y respiracion de villas. La Provincia llego a conocer esto y confesarlo adelante; pero por entonces y en algunos años solo trato de recusarlo y manchar la limpia fama de// tan benemerito magistrado.

Pasaia 1805-2005 I XII

92 Tiburcio Spannochi (1541-1606) fue ingeniero militar jefe de Felipe III, siendo el primero que de manera oficial logró el título de Ingeniero Mayor de los Reinos de España. De origen noble, estuvo emparentado con el Papa Pablo V. Entre sus construcciones militares destacan las fortificaciones de Hondarribia, Donostia y la Ciudadela de Jaca. También fue el constructor del Palacio de Arbelaitz en Irun. Jerónimo de Soto por su parte, también ingeniero y militar, fue su discípulo y continuador de las obras de la fortificación de Hondarribia. 93 Comisionado por el Consejo de Hacienda en 1614, debía concluir la investigación iniciada por el Corregidor sobre las exenciones de varias aldeas de las principales villas de la Provincia (Ordizia, Segura, Tolosa y fiscalizar las cuentas de Donostia). 94 Y que además suponían un número de fuegos/votos importante a la hora de las votaciones que se realizaban en las Juntas Generales antes aludidas, por lo que estas villas estuvieron siempre muy interesadas en impedir los intentos de desanexión llevados a cabo por los lugares de sus respectivas jurisdicciones. Sobre este particular, es imprescindible la obra de S. Truchuelo: La representación de las corporaciones locales guipuzcoanas en el entramado político provincial, siglos XVI-XVII. Donostia: Foru Aldundia, 1997. 95 El convento de San Francisco estaba situado en el solar actual del colegio Zuhaizti (Atotxa-Donostia). Fundado en 1606, fue suprimido en 1836 y convertido en Casa de Misericordia y cuartel de ingenieros. 96 Al margen: “Padre, muchos guantes son esos. Para hacer yo justicia a esta villa y no traspasar los limites de la razon no he menester yo nada. Vuestra Paternidad se lleve su dinero que sin el le guardare su justicia y asi se lo asegure a la villa... Padre, yo no lo dexo por eso, sino por mi mismo, y mi conciencia son mil testigos y basta que lo sepa yo solo. Tengo la cara muy delgada para ladron que me paro luego colorado. Bien pudiera meter con eso una hija monja, pero Dios dara para meterla. Y no se yo como Vuestra Paternidad se viene con eso. Vuestra Paternidad se modere y mire que ofende a mi autoridad y su religion, que esos doscientos doblones de a quatro, y esos doscientos doblones que dice que me han de dar despues, ni la mina de Potosi y el Rio de la Plata es poco para cohecharme a mi y para que yo haga cosa mal hecha. Ya esto replico el fraile: en verdad señor que lo puede llevar con buena conciencia. Y el juez dixo: Padre, no habra libro que tal diga y no me trate Vuestra Paternidad mas de eso, que me ofende y me hace injuria.” 97 Bien pudiera tratarse del entierro de don Juan de Idiakez, fallecido ese mismo año en Segovia, desde donde fue trasladado su cadáver a Donostia. Las exequias de este personaje supusieron una gran movilización popular. Al respecto, F.Mínguez: Don Juan de Idiáquez. R.S.B.A.P. (1933), - en varios números-.

47. Por este conjunto de causas aquel juez, modelo de integridad como de luces y prudencia, encontro una posicion inexplicable de parte de Guipuzcoa y de sus miembros. Los memoriales presentados contra el a la persona real por manos tan poderosas como banderizas, son un texido de falsedades y de noticias o mentidas o ponderadas o truncadas, que causa admiracion tanto su exito como el que impunemente se dexasen

46. Desaparecida, como de Pasages, la prosperidad de la monarquia española, y tan apurado su erario desde Felipe III, uno de los tristes medios para socorrerlo fue la enagenacion y venta de los empleos de Republica; asi como tambien el justo y laudable de eximir las aldeas capaces de tener juridicion sobre si. Para uno y otro traxo comision a Guipuzcoa, emanada del Consejo de Hacienda, el licenciado Hernando de Rivera93. Lo primero era a la verdad doloroso para el comun, asi de Guipuzcoa como de todas las provincias, aunque ninguna tenga titulo especial para ser privilegiada, pues no dexandoles elejir sus representantes, justicias y cargo habientes, veian vincularse exclusivamente estos empleos de la confianza publica en ciertas familias y en sus primogenitos, fuesen de la indole y crianza que fuesen. Pero entonces ya heria esta providencia en lo mas vivo del in//teres de Guipuzcoa, porque ya veia casi no disputados los que llama sus fueros, y aun trabajaba con grandes valedores en ponerles la corona, haciendo valida en los tribunales y carreras su pretendida nobleza originaria. Tambien entonces sus mas poderosas villas San Sebastian, Fuenterrabia, Tolosa, Segura y otras, tenian fortisimo empeño en que no se les eximiesen sus aldeas, sobre las que cargaban todos los pechos consejiles y satisfacian la ambicion de mandar94.

el atentado de quebrantarla y romperla, porque sin su licencia se puso en un puerto suyo. Estrechando con todo los motivos y a pesar de su repetida y formal contradiccion con que acudio al Rey en 1589, 1591 y 1596 con diputados y memoriales ponderando la inutilidad, costo y desproposito de la obra, mando Su Majestad en 24 de agosto de 1609 executar la traza y parecer// que dieron los celebres yngenieros de aquella edad, Tiburcio Spanoqui y Geronimo de Soto92, trazas que unian la fortificacion a la ventaja del comercio y limpia del canal. Todo debia tener de costo 34.000 ducados de los que pondria San Sebastian 10.000. Nada se llebava a efecto y solo las aguas se disminuian quando necesidades mas generales hicieron fijar los ojos sobre esta.


9º. Que las mercaderias necesarias para Renteria y lugares circunvecinos puedan venderse y despacharse en el mismo puerto de Pasages, pero sin que cause ningun perjuicio a San Sebastian en quanto a los derechos que conforme a sus privilegios, executorias y concordias puede y suele llevar en los tales lugares.

8º. Que siendo necesario, se eche un nuevo impuesto// sobre los extrangeros...

7º. Que para las otras cosas necesarias y para ayuda a la conservacion del Puerto, se podran aplicar los derechos que San Sebastian hubiere llevado sin titulo, no los habiendo pedido para si las partes agraviadas.

6º. Que para la fabrica de la torre ayude San Sebastian con los 10.000 ducados que ha ofrecido aunque fue para otro efecto.

5º. Que se ponga en ella una de las dos compañias de San Sebastian y el capitan sirva de alcalde.

4º. Que se haga la torre para este fin en la parte que en la dicha consulta se señala.

3º. Que el Puerto se limpie, y pues San Sebastian ha llebado hasta ahora los derechos de lo que ha entrado y asimismo los ha de llebar, el gasto de lo que en esto se hiciese sea a costa de la dicha villa o al menos haya de ayudar con alguna gran parte para este efecto.

2º. Que si se excedio por si o sus ministros en llebar derechos que no le pertenecian, se le mande que no lo haga y se ponga remedio.

1º. Que a San Sebastian se le guarden los privilegios, concordias y executorias, y sea dueño y señor del trato y comercio como hasta aqui.

51. En vista de todo, por consultas del Consejo de Guerra, de justicia de 28 de setiembre de 1618 y 20 de febrero de 1619, se tomaron por Su Majestad las once resoluciones que siguen:

como de sofocar el buen olor de su fama. Pero solo esta probado en los mismos autores que formo Villalobos que la Ciudad amenazaba y amedrentaba los testigos para que no depusiesen ante el, y luego trataba de cohecharlos para sonsacar sus declaraciones.//

Pasaia 1805-2005 I XIII

98 En este caso la mano amiga a la que alude Vargas Ponce pudiera ser algún miembro del clan Arostegi (Martín o Antonio), secretarios reales, y personas que frecuentemente trataban de los asuntos provinciales que se debían ventilar en Corte. En concreto: Antonio de Arostegi, nacido en Bergara a mediados del siglo XVI, sirvió a la Corona Castellana en Italia como miembro del Consejo de Estado. Falleció en Madrid en 1623. Su hermano Martín de Arostegi (1544-1631) fue secretario de Felipe III y Felipe IV, siendo Coronel de Gipuzkoa el año de 1625, teniendo bajo su mando una tropa de 4.000 hombres en el Bidasoa. Sobre los favores particulares a Donostia, no deja de ser ilustrativa la petición hecha al Rey por el procurador donostiarra Juan de Prado, cuando, alrededor de 1620, solicita en el pleito que trataban con Rentería que los asuntos del comercio de Pasaia pasaran por el despacho de Martín de Arostegi y no por el de Bartolomé de Amaya y Villanueva. Catálogo de la Colección de Documentos de Vargas Ponce que posee el Museo Naval. Madrid: . Vol. I, T. III, Doc. 57. 99 Don Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, valido del rey Felipe III, alcanzó elevadas cotas de poder en el desempeño del servicio real. Por estas labores recibió el título de Duque de Lerma en 1599. 100 De escribano en Aragón pasó a ser uno de los más destacados juriconsultos del Consejo de Castilla, hasta convertirse en señor de varios pueblos de Madrid. 101 Personaje al que se debe el ejemplar informe sobre la situación del Puerto de Pasaia anexado al documento original presentado por Vargas Ponce. En la actualidad, D. Zapirain y J.C. Mora están llevando a cabo un estudio sobre este documento que en breve verá la luz. D.Zapirain, J.C. Mora: Informe sobre el Puerto de Pasaia del capitán Diego de Villalobos (1617).

50. Con todo, a Renteria, aunque tantas veces vencida en juicio, clamaba la voz de la naturaleza buscase su antigua prosperidad en el puerto que la bañaba, y mas crecia la urgencia mientras con mas presuroso paso se alexaban las aguas, y en vez de los buques de 800 toneladas que construia en su misma plaza, ya los barcos sin cubierta tenian que esperar las crecientes para atracarse en ella. Por eso, en el mismo 1616 se presento en el Consejo de Guerra haciendo ver con sus pretensiones propias la necesidad desatendida de fortificar el Puerto y la mayor de limpiarle en bien publico, y que todo contradicho con empeño por San Sebastian, causador de estos males, como materias de Estado y Guerra tocaban a este supremo Tribunal. En el presento lo actuado por el licenciado Rivera y lo acompaño con un escrito lleno de poderosas razones en que pedia se formase una junta de ministros de estos Consejos que lo viesen y determinasen. Con presencia de todo, hecha consulta al Rey y oido el parecer del famoso licenciado Melchor de Molina100, fue comisionado en 25 de abril de 1617 el capitan don Diego de Villalobos101, sugeto que llenaba la regia confianza por lo bien que habia servido en los estados de Flandes y otras// partes, dando, en muchas ocasiones de pelear y gobernar gente, muy buena cuenta de si. Mandosele que viniese a inspeccionar los sitios, a oir las partes, y con pleno conocimiento informar a Su Majestad. Hizolo todo a maravilla. El esmero de sus indagaciones y su oportunidad, lo imparcial y atinado de sus juicios y lo justo de su dictamen e informe, nos obliga a que acompañe al nuestro con la sensata instruccion que aquel Supremo Consejo dio a este digno militar. Son sus razones tan bien pensadas que hoy conservan la fuerza de entonces; y el trascurso de dos siglos no ha hecho otra cosa que ponerlas mas de manifiesto y aumentarla, como lo especificamos en nuestras notas. Quanto dixo lo ha comprobado la experiencia y hecho ver como puso a sus trabajos el sello de la verdad. De la verdad que le costo sufrir tanta calumnia del enconado San Sebastian que ante el Rey y sus primeros tribunales se quexo del honrado Villalobos como de juez apasionado, y trato por todos los medios posibles de obscurecer el merito de su trabaxo

49. No obstante en quanto a Pasages nada llego a granar, porque San Sebastian por el conducto de una mano amiga que presento al Rey largos memoriales98, en donde por ventura no hay un renglon sin necesidad de comento, tan enmascarada esta en ellos la poca verdad que contienen, logro varios billetes del Duque de Lerma99, con fecha de 25 de enero y de 9 de mayo de 1615, en que se mandaba que los asuntos de aquella Ciudad solo se ventilasen en el Consejo de Estado. Y enseguida logro tambien, en 20 de setiembre del mismo 1615 y 20 de mayo de año siguiente, cedulas y sobre-cedulas reales para que en quanto a las aldeas, privilegios y ordenanzas// municipales no se hiciese novedad sin que se la oyese en este Consejo, mandandolo asi al de Justicia, Camara y Hacienda.


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Pasaia 1805-2005 I XIV

Títulos de los gobernadores de algunos territorios que gobiernan en representación del Rey. Hijo de Iñigo López de Mendoza, Marqués de Mondejar, amén de los cargos y títulos citados, Juan de Mendoza fue sexto Duque del Infantado, y miembro destacado en la administración periférica de los Austrias por sus dotes de mando militar. 104 Martín de Arostegi. Veáse nota nº 98. 105 Subrayado en el original. 106 Propuesta su construcción por Tiburcio Spannochi en 1598, no será hasta 1620 cuando se tome en serio su construcción, que será encargada al capitán Francisco Lupecio y a Julio Oviedo. Las diferentes propuestas sobre su forma y las dificultades de su financiación, retrasaron considerablemente el inicio de las obras. Fue utilizado como baluarte defensivo hasta 1867. Al respecto, veáse J. A. Saéz: Gotorlekuak Gipuzkoan, XVIXIX. mendeak. Donostia: Gipuzkoako Foru Aldundia, 2002; Idem: Viejas piedras. Fortificaciones guipuzcoanas. Donostia: Michelena, 2000. 107 El clan de los Idiakez, asentados desde principios del XVI en la gobernación de la Corona de Castilla como secretarios y consejeros reales, eran originarios de la casa Idiakaiz en Anoeta. Prontamente aparecen domiciliados en Donostia merced a sus enlaces matrimoniales. Desde los elevados puestos que desempeñaron en la administración de los Austrias, llevaron a cabo una decidida política a favor de su patria gipuzkoana y en especial de la villa donostiarra. En esta ciudad fundaron el Monasterio de San Telmo y el Convento de San Sebastián del Antiguo. De hecho, la potente familia Idiakez se encuentra bien pronto situada en el puerto de Pasaia y en sus inmediaciones. Suyos eran, por ejemplo, los caseríos de Zamatete y Ernabiro. 108 Subrayado en el original. 109 Subrayado en el original. 110 Desde el cargo de administrador de los bienes de los Idiakez en Donostia, alcanzó altos puestos en la Corte castellana gracias al amparo y protección prestado por esta familia. La ciudad de Donostia no descuidó las relaciones con ambos en Corte (Idiakez y Etxeberri), no dudando en acudir a solicitar sus favores cuando la ocasión lo requería. 111 Natural de Azkoitia, fue secretario de Felipe III y Felipe IV. Nombrado Caballero de Santiago en 1624. 112 Veáse nota nº 98. 113 Otro poderoso clan vasco, de origen urretxuarra, asentado en Corte y con gran notoriedad en el desempeño de sus cargos. Dada su posición, se les requirió frecuentemente para la solicitud de favores e intermediación en la resolución de asuntos.

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53. Empezo esta por representarle en varios memoriales y discursos lo inutil de la fortificacion con las mismas razones y argumentos que no hicieron fuerza en la superioridad. Se nego a contribuir con los 10.000 ducados baxo cien pretextos, y en una palabra, a no obedecer y cumplir quanto no le era enteramente favorable de los derechos de arriba. Pretendio tambien se interpretase el 9º de manera que lo dexaba sin vigor alguno para Renteria y consortes. Como el virrey no accediese a ninguna de tanta voluntariedad y cumpliendo su comision, segun sus obligaciones, consultase al Consejo acerca de esta duda. San Sebastian, temerosa de la justa aclaracion, obtubo otra Real Cedula en 11 de julio de 1622 que inhivia al virrey y al Consejo mismo de conocer en este asunto y que se ventilase en el Supremo de Castilla. ¡Sospechosa y rara conducta de esta Ciudad!. Huyendo del Consejo de Hacienda, de los informes del licenciado Rivera, de los alegatos del fiscal, procuro ser solo juzgada en el de Estado, con inhibicion del de

55. Tubo San Sebastian la fortuna de dos ilustres vecinos en dos Alfonsos de Ydiaquez, ministros muy favorecidos de Carlos V y Felipe 2º. Heredo los empleos y favor de padre y abuelo don Juan de Ydiaquez107, que aunque nacio en Madrid lo supone San Sebastian hijo suyo, y en efecto lo fue en sus obras, porque mucha parte de su gran valimiento lo empleo siempre en// patrocinar todo genero de pretensiones de Guipuzcoa y señaladamente de San Sebastian, en donde su familia habia escogido plantificar su casa. Fue este ministro tan feliz en criados y en proporcionarselos a otros trayendo todos del Pays108, que vio los mas de ellos en las secretarias del Despacho y Consejos. Uno de los mas queridos, y que por causas que no son de este lugar no hizo tan brillante carrera, aunque murio de secretario del rey, cuidaba en San Sebastian la hacienda de su amo con quien tenia una fina y tirada correspondencia, asi como con todos los que fueron sus compañeros y a quienes daba el tratamientos de hermanos109 y para quien cobraba las frecuentes ayudas de costa que se les libraban de ordinario sobre los descaminos y demas maravedises de San Sebastian. Este Domingo Echeverri110 fue el que ella escogio en estas coyunturas para enviarlo de nuncio y agente suyo a la Corte y Supremos Tribunales. Hospedado por Juan de Ynsausti111, su antiguo compañero, y con el trato mas familiar con Martin y Antonio de Arostegui112 y con los Ypeñarrietas113 y restantes

54. En Castilla pues, empezo de nuevo el 29 de agosto de 1622 un proceso verdaderamente interminable, puesto que en el no se ha pronunciado todavia la ultima sentencia. Pero antes de dar de esta nueva instancia la corta razon que conduzga, es preciso darla de la contrariedad que se manifiesta entre lo que pedia la justicia y lo que tan repetidas veces lograba San Sebastian. Alzaremos solo aquella parte del velo que sea preciso para la integridad de nuestro informe, dexando lo mas de el corrido sobre uno de tantos dechados de la miseria humana.

52. Por cedula de 21 de diciembre de 1620 se comisiono al nuebo virrey102 de Navarra que llebase a efecto estas resoluciones, expresandole quantas tocaban al Consejo de Hacienda (derechos y contribuciones) y quales al de Guerra (todo lo de fortificacion y limpia). Era este virrey don Juan de Mendoza103, marques de la Hinojosa, del Consejo de la Guerra, gentil-hombre de la Camara, Capitan General de la artilleria, que governo el estado de Milan y a quien por sus creditos y servicios venia estrecho aquel virreynato, unida a el la Capitania General de Guipuzcoa, y asi costo que lo admitiese. Vino en fin muy hablado de los valedores de San Sebastian y muy empeñado por ella su secretario104, que era del Pays105. Visito el Pasages en junio de 1621,// puso la primera piedra para su castillo de Santa Ysabel106 y procedio en toda su comision con tanta actitud como acierto, viendose por lo mismo sitiado de las quexas de la siempre recelosa Ciudad.

11º. Que en esta conformidad se execute todo lo arriba dicho.

Hacienda, Camara y Real. Y quando en el de Estado y Guerra tenia los infor//mes de Villalobos y las consultas del virrey de Navarra, ganaba cedulas para solo ser juzgada en Castilla. Luego veremos hasta que punto haya desconfiado de tan recto tribunal, y las multas y consultas y acordadas a que la ha hecho acreedora su contumacia.

10º. Que sera bien que algunas veces se envie persona que visite este puerto para conservar las cosas tocantes y pertenecientes a la torre y contratacion.


58. Antes habia precedido la visita que hizo desde 7 de julio de 1639 el celebre yngeniero don Antonio Gandolfo, Teniente de Maese de Campo General120, que recorrio toda la frontera del Pirineo y demarco el sitio de Basanoaga en presencia del Marques de los Velez, a la sazon virrey de Navarra121, y de todos los cabos que fueran en la derrota del Principe de Conde, y que convinieron en lo oportuno y preciso de tal fortificacion. En consecuencia se talaron en todo el ambito que debia ocupar los castaños, nogales y robles que le ocupaban, tanto concejiles como de particulares, quedando estos materiales apilados para la obra de que tiro Gandolfo las primeras lineas. Las que de todo punto dexaron trazadas en 26 de marzo de 1643 don Diego de Ysasi Sarmiento122, del Consejo de Guerra, por comision especial que tubo para esta traslacion, ayudado de su pariente y famoso yngeniero el jesuita// Francisco Ysasi123 y del acreditado arquitec-

torias mal acotadas y falsificadas, en especial los de San Sebastian; y en los documentos, no bien entendidos, que no son otros que los// puestos en su verdadera luz en este informe, es mas de nuestro proposito recordar los sucesos del año de 1638116 que abrieron, aunque tarde, los ojos del Gobierno y dictaron remedios para Pasages, que por desgracia no fueran aplicados como se recetaran y eran de necesidad. Mientras tanto que Fuenterrabia se inmortalizo con la heroica defensa que opuso a su sitiador, el Principe de Conde117, el exercito de este se apodero de los Pasages y de quantos buques estaban surtos alli, y entrego a las llamas a Renteria, ya por iguales causas enseñada a otros infortunios semejantes. Sangrienta y no unica demostracion fue esta de que San Sebastian no era el antemural de Guipuzcoa, como tantas veces habia vociferado para obtener el dominio del Puerto, y que sus fortificaciones no alcanzaban para la defensa de el como entonces mismo no cesaba de escribir. Derrotado enteramente el exercito frances por el castellano, a consulta del Consejo de la Guerra, del nuevo que tan oportunamente se establecio por entonces en Vitoria y se llamo de Cantabria, y oido el parecer de tres juntas particulares para solo este intento, y ultimamente el de Maestre de Campo, general don Juan de Garay118, y el de la Junta de Guerra de España, se trato seriamente de erigir un fuerte respetable que defendiese este// gran Puerto y tubiese a raya a el frances, convencidos todos los inteligentes de que ni para uno ni para otro alcanzaba San Sebastian. El alto de Basanoaga119, no distante de Renteria, fue el que se eligio, debiendose de trasladar dentro de los nuevos muros los habitantes de esta, entonces destruida, y asi se la previno por Real Cedula de 8 de febrero de 1643.

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Pasaia 1805-2005 I XV

Luis Gudiel y Peralta en razón de su formación de letrado alcanzó un puesto de ministro en el Consejo Real. de la Audiencia Real que tiene su origen en el Ordenamiento de Segovia de 1390, en la cual se interponía recurso por causa grave en un plazo máximo de 20 días. El recurrente debía consignar mil y quinientas doblas, que las perdía si era desestimado el recurso. 116 Se refiere al sitio de Hondarribia por las tropas francesas del Cardenal Richelieu (1638-1639), episodio relacionado con la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), que tuvo gran repercusión en el conjunto provincial así como en la Corona Castellana. El suceso acabó con la victoria de las tropas castellanas. 117 Enrique de Borbón, cuarto Príncipe de Conde, rival de Richelieu en la corte de los reyes Luis XIII y Luis XIV, ya que aspiraban ambos a desempeñar el papel de favorito del rey. Enrique de Borbón fue gobernador de Baiona. 118 De origen vasco, Juan de Garay y Rada (1586-1650) tomó parte en este asunto como Gobernador de Gipuzkoa. Más tarde sería nombrado Virrey de Cataluña. 119 Aunque este proyecto no llegó a realizarse, existe en el Archivo Municipal de Errenteria un informe en el que se detalla este intento de translación y fortificación, con los pareceres del citado Joan de Garai y la demostración de las razones políticas y militares que existían para fortificar y poblar luego Basanoaga (zona de Beraun), tal y cómo lo concibió el licenciado Miguel de Alduntzin en 1641. 120 Su parecer también se encuentra inserto en el legajo arriba aludido. 121 Pedro Fajardo de Zuñiga y Requesens, fue virrey entre 1638 y 1640. Su formación militar fue determinante para que después fuera nombrado Virrey de Aragón y Cataluña para sofocar la rebelión catalana contra el Conde-Duque de Olivares. 122 Natural de Eibar, por su cargo de Maestre de Campo intervino en varias ocasiones contra el ejército francés, llegando a ser Coronel de los Tercios de Gipuzkoa en 1636. 123 Autor de las trazas de varias iglesias y capillas, su preparación técnica le llevó a dirigir varias obras de ingeniería destinadas a romper el cerco del ejército francés a lo largo de la década de los 30 del siglo XVII.

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57. En vez de las repeticiones que serian indispensables si hubieramos de engolfarnos en los alegatos presentados, que tanto superabundan de hechos mal definidos y de his-

56. El pleito de nuevo entablado en el Consejo continuo con harta pausa y tal profusion de alegatos, presentacion de documentos (¡y quantos de todo puntos impertinentes!) y de probanzas, que basta para indice apuntar que el memorial del hecho que tenemos a la vista y se imprimio en Madrid en 1627, trabajado por el relator Cortes con todo esmero y sin superfluidades, sube a 426 paginas en folio. La primera// sentencia de 17 de marzo de 1631 en quanto al estanco del Puerto fue del todo favorable a San Sebastian. En 29 de mayo de 1632, el fiscal don Luis de Gudiel114 salio a este pleito por el fisco y bien universal y publicos de estos reynos, y alego y pidio lo mismo que Renteria porque no encontraba causa alguna lexitima para que este Puerto no se sugetase a las leyes del Derecho de Gentes y Nacionales, y emprendio su libertad como lo habia hecho el fiscal del Consejo de Hacienda. En 26 de noviembre de 1640, por sentencia de revista se enmendo en mucha parte la primera permitiendo a los de Renteria y Oyarzun pesca libre en navios propios y agenos, extraccion de sidras, leña, madera y demas cosechas de su termino. Y aunque esto no remediase todavia los males en su raiz, ni restituyere a aquellos pueblos su natural libertad, apelo San Sebastian para las Mil y Quinientas115, donde, como veremos, se estanco el curso de este descomunal proceso.

miembros de Felipe 3 (III), que hubo epoca en que solo lo fueron los guipuzcoanos, supo con sus manejos que todo saliese favorable si no a la causa publica, si no a la conservacion del puerto de Pasages, si no al claro derecho// de los pueblos que lo rodean, si a la Ciudad, su mandataria. De no tener nosotros en nuestro poder y a la vista las cartas originales que entre tales sugetos se versaron acerca de estos negocios, de no poseer la minuta de la Real Orden que ultimamente inhibio al celoso virrey de Navarra, escrita de letra del apoderado de San Sebastian y con enmiendas suyas para hacer mas determinantes y sin replica la real resolucion, no osariamos venciendo mucha repugnancia descubrir estos misterios. Empero, apuntandolos solo nos damos priesa a dexar caer el velo, debaxo del qual ocultamos mil clasicos testimonios, si bien no necesarios, de que si el patriotismo es una virtud benefica que esclarece todas las demas virtudes, el mezquino paisanage es un vicio pestilente que inficiona y mancha las mismas virtudes a que se arrima.


62. Lo seguro es que el agente de la Ciudad la escribia en 6 de marzo de 1662 ponderando sus servicios “y en atencion a esto y a lo que siempre he procurado servir a Vuestra Señoria y en particular en haber hecho sepultar el pleito que traia con Renteria128 del peso y cuidado que es notorio, suplico a Vuestra Señoria se sirva de hacerme merced de la ayuda de costa que fuere servido”. El archivo de San Sebastian// esta empachado de semejantes testimonios, y tales maneras de hacer valer sus pretensiones de verdad no le favorecen. Para ellas servian de alegatos y probanzas hasta los mismos regalados salmones de su rio Urumea por lo que escribia a su habil nuncio Echeverri129 en 1º de enero de 1622: “Y porque tambien se acuda al sustento y fomentacion de la causa... previniendo desde ahora de lo que hay para el principio, medio y fin de la Quaresma... estara Vuestra Merced advertido de avisarme desde ahora lo que para entonces de pescado puedo disponer, y el regalo que mas pueda obrar y de los generos y cantidad que ha de ser... para que este año se pueda colmar la seguridad de ellas (varias pretesiones) con los apoyos que tengo y el que confio tener en el señor Miguel de Ypeñarrieta130, etc.”.

61. Dicese que estando en 1645 señalado ya el dia para votar este ruidoso expediente y anteviendo San Sebastian la disposicion de los jueces y del presidente del Consejo, logro esparcir y sembrar tales especies, infundiendo miedos en el Ministerio en aquella actualidad muy sobresaltado con la rebelion de Cataluña127, que temiendose cosa semejante en el otro extremo de la frontera, baxo orden para suspender la vista y votacion y que en el estado en que estaban se archivaron los autos. Los quales dicen tambien (e ignoro con que certeza) que han desaparecido de las oficinas del Consejo.

co de granos en un solo punto, y de alli su ruina y carestia. 5º. Y por haber obligado a los navarros y aragoneses a pasar el trato de sus lanas, metales y mercaderias a San Juan de Luz, puerto de Francia, y proveerse alli de las pescas y mayor parte de quanto reciben por mar, y haber quitado a nuestros naturales toda la pesqueria, navegacion y contratacion de este puerto y dadolo a los de San Juan de Luz y costa de Francia por las compañias y asociaciones que con ellos tienen los de San Sebastian, que es causa que aquellos hayan aumentado en tanto la fuerza de su frontera con mas de 4.000 marineros, en gran suma de navios que invernan, aprestan y sustentan en Pasages, aumentando y enrriqueciendo a los franceses y enflaqueciendo a Guipuzcoa y exponiendola a los mayores peligros”. Todas estas razones las comprobo ampliamente// por lo alegado y deducido en el litigio y de cada una y de todas ellas juntas concluyo con multitud de doctrinas legales que el citado privilegio era perjudicial y contra la causa publica, y por lo mismo de anular y revocar.

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Pasaia 1805-2005 I XVI

Este personaje, de origen berastegiarra, debido a la labor desarrollada en las obras de ingeniería en las ferrerías del Leizaran alcanzó renombre como arquitecto. Este jurisconsulto de origen vasco publicó varias obras de temática procesal. Fue ministro del Consejo Supremo de Castilla. 126 Denominación popular de la ciudad de Madrid. 127 La anteriormente aludida revuelta catalana contra los planes del Conde-Duque de Olivares de uniformización cultural y tributaria (1640-1652). La bibliografía sobre este punto es abundante. Veáse, J.H. Elliot: La rebelión de los catalanes: un estudio sobre la decadencia de España (1598-1640). Madrid: siglo XXI, 1986; F. Manuel de Melo: Historia de los movimientos, separación y guerra de Cataluña en tiempo de Felipe IV. Valencia: Librerías Paris-Valencia, 1994; R. García Cárcel (coord..): Historia de España siglos XVI y XVII: La España de los Austrias. Madrid: Cátedra, 2003. 128 Subrayado en el borrador, pero no en el original. 129 Domingo de Etxeberri, anteriormente citado, a la sazón su agente en Corte. 130 Vinculado al anteriormente citado clan de los Ipeñarrieta, Miguel de Ipeñarrieta fue secretario de Felipe IV y miembro del Consejo de Hacienda.

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60. Como quiera que el segundo de estos magistrados conociese que toda la defensa de San Sebastian, que tantas veces le valio en el Foro126, se fundaba sobre el privilegio henrriqueño, llamado sentencia (la verdadera y anterior sentencia desconocida por todos y hasta hoy), en su alegacion fiscal, que se imprimio en 1644 y que, siendo uno de sus muchos meritos el laconismo, tiene con todo 175 paginas en folio, se propuso con loable intento probar que debia revocarse y anularse aquel privilegio como perjudicial a la causa publica. Esto lo consiguio demostrar por las cinco validisimas razones siguientes: 1ª. Porque por consecuencia suya y la exclusion del trato, de que estaba apoderado San Sebastian, habia cesado la construccion de galeones e impedidose su fabrica, daños que probo ser publicos y superlativos. 2ª. Por haberse consumido los 2.000 marineros y 40 navios que solia haber y sustentaba Renteria con los fletes y contratacion navegando a Yrlanda, Ynglaterra, Flandes, Francia y Levante con practica de sus puertos y conocimiento de las costas y mares// de aquellos reynos...”que hoy no hay un navio, piloto ni persona que lo tenga; y las armadas de Su Majestad, que tenian todas las comodidades referidas, hoy por falta de naturales se sirven de forasteros padeciendo los daños que son notorios. 3º. Por haber destruido en Oyarzun y sus contornos muchas ferrerias y dexando la fundicion y labor del fierro en daño de la provincia, de estos reynos y de sus rentas reales y en ruina de aquellas poblaciones. 4º. Por el estan-

59. Algun mas fruto se prometieron entonces en los Tribunales. Porque aguijonados de tan costosas experiencias los fiscales de Castilla, don Juan de Morales Barnuebo y don Juan Bautista de Larrea125, que sucedieron al doctor Gudiel en defender los derechos del fisco, con los de Renteria multiplicaron sus convincentes alegaciones contra San Sebastian en que demuestran no deber continuar en el señorio del Puerto tan importante “por haber usurpado todo el uso del dicho puerto contra el tenor de sus mismos privilegios y por las violencias y agravios que hace hoy a los demas lugares, y por los derechos ilicitos que exigian sus oficiales con quexas de todas las naciones contra las expresas disposiciones y apercebimientos y sentencias que ella misma presenta, y por haber dexado segar y perder mucha parte del Puerto// y no haberle querido limpiar, y por la falta de custodia que ha tenido y tiene en su guarda y en la entrada y salida de las cosas prohividas”.

to Christoval Zumarrista124, presenciandolo varios generales y ministros del Consejo. Pero lo basto de la empresa y la cadena de infortunios que desde esta fecha se eslabonaron en la Monarquia no dejaron consumar una obra tan grande, no menos util que necesaria. No pasando adelante se fue consumando el menoscabo del Puerto y el abandono de sus poblaciones.


67. Deducese pues de tan larga narracion que hasta el privilegio de Henrrique II, San Sebastian por la misma sentencia de su Audiencia Real no tenia titulo alguno para llamar suyo al Puerto ni ser privilegiada en su trato. Que estas ventajas, por las causales que el apunto y hemos copiado, se las concedio el citado privilegio de 1376. Que como su letra sea tan clara y favorable a San Sebastian, quantas veces se ha ventilado en tela de juicio, o ya en casos particulares o ya con las republicas vecinas, otras tantas hasta el año de 1640, ha hecho valer y ha executoriado al fin la terminante letra de aquella gracia. Pero quantos sugetos se han creido autorizados para sondar los motivos de su concesion y, como pura y mera gracia que es y en materia de buen govierno que no admite prescripcion y que puede y debe alterarse siempre y quando que lo exija la conveniencia publica, ver si era de alterar o anular; todos lo han creido asi desde 1614 hasta el presente. Los sugetos que tal han informado y sentido, han sido// de rara perspicacia

66. Tampoco en este ultimo se fallo definitivamente, pues pende todavia en la Real Camara, y por ventura su inmensa mole lo tiene sin movimiento mas que lo que se dice de haber sido por manejos de San Sebastian, que entonces prometio verificar el magnifico proyecto de una darsena en su Concha capaz de toda// clase de buques, pero tan dispendiosa que solo este obstaculo basta para hacerla, como desde luego se echo de ver, impracticable.

Guipuzcoa y vencidos los debilitados obstaculos, logro en 1770 la merced de villazgo138. Como era consiguiente entablo de nuevo sus pretensiones a la jurisdicion y uso del puerto, y de consuno Oyarzun y Renteria, renovando sus quexas, la manifestacion de los agravios siempre incesantes,// y lo que era mas claro y patente todavia, la aniquilacion a que apresuradamente caminaba entre las manos de los regidores torreros. La Ciudad por su parte lo defendio con el teson de siempre. Para poner a la Camara de Castilla, donde esto se ventilaba de orden del Rey, en estado de pesar las razones de todos, se comisiono por ella en 1771 a don Ygnacio de Azcona y Carrillo, oydor de Navarra, que instructivamente oyese a las partes. Este ministro, deteniendose diez meses en Guipuzcoa, nutrio un expediente que consta de 13 gigantescas piezas de autos, que acaso suben de 13.000 paginas, como que cada interesado presento quanto creia que aclaraba su derecho o debilitaba el de otros; y San Sebastian de solo sus papeles en derecho exibio impresos quatro tomos en folio. Todo lo hemos leido y extractado, y no creemos haya mas de lo que llebamos dicho que pueda poner a Vuestra Excelencia al cabo de tan difusos e interminables procesos.

Pasaia 1805-2005 I XVII

131 Famoso geógrafo portugués del siglo XVII (1595-1662), de personalidad controvertida, pues fue tanto ingeniero militar, cartógrafo y cosmógrafo, como espía y corsario al servicio de la Corte de Felipe IV, para quien confeccionó su principal obra “El Atlas del Rey Planeta”. 132 Subrayado en el original. 133 Tras el final de la Guerra de Sucesión (1705-1714), será el candidato borbónico Felipe de Anjou (futuro Felipe V) quien instaure una nueva dinastía que romperá el equilibrio entre las comunidades forales y la Monarquía. De ahí el respeto mostrado por Vargas Ponce, también antiforalista. 134 El conocido cardenal Richelieu, en realidad Armand Jean du Plessis (1585-1642), fue el político y estadista francés más destacado del siglo XVII. Perteneciente a la alta nobleza, logró ascender desde el modesto puesto de obispo a la categoría de primer ministro, gracias a la implantación de nuevos métodos de hacer política (hábiles colaboradores, utilización de la propaganda y la información...). 135 Este prelado francés (1595-1662) fue también un destacado político (Consejero del Bearn, Presidente del Parlamento de Navarra, ministro de Estado), pero en especial destacó por su ministerio religioso (Obispo de Couserans y Arzobispo de Toulouse y Paris). Asimismo notable historiador. 136 Conocido como el Rey Sol, a este soberano francés (1638-1715) se le considera el ejemplo paradigmático del Absolutismo por su forma totalitaria de ejercer el poder real. 137 Tratado de Utrech (1713) que supuso un reordenamiento del orden político europeo con motivo de la Guerra de Sucesión española entre Inglaterra y Francia, favorable a los intereses de la primera. 138 Si bien el decreto de exención de Pasai Donibane de la jurisdicción de Hondarribia tiene por fecha 27 de abril de 1767, habrá que esperar hasta la providencia dictada en 3 de abril de 1770 y la Real Cédula confirmándola el 10 del mismo mes para que se hiciera efectivo el título de villazgo; título logrado a cambio de 3.120 ducados correspondientes a los 150 vecinos de la nueva villa.

65. Con la augusta Casa de Borbon133 mejoro el aspecto de España, que fixo su atencion sobre una ensenada, blanco de la ambicion del profundo politico el cardenal Richelieu134, obgeto de los sofismas y negociaciones del sabio arzobispo Pedro de Marca135 y casi lo unico que se reservo para si el gran Luis XIV136 en el famoso tratado de particion137. Por tanto, las cedulas, encargos y comisiones para la limpia se succedieron unas a otras; pero lejos de lograrse se notaba solo que la perdicion iba adelante. De todas estas cedulas daremos razon en breve con la de la nulidad de su exito. Y para concluir la de los actos judiciales, solo resta apuntar que buelto algun tanto en si el Pasages de Allende, por seqüela de la prosperidad que en todo el ultimo siglo disfruto

64. Desde la fecha de este pleito, todavia por cerrar, no hubo otro acerca del trato de Pasages y juridiccion en sus aguas mientras continüo la dinastia austriaca. La multitud de causas para ello se presentan en tropel al que considere la de haberlo paralisado y sepa los sucesos y desgracias de esta monarquia en aquellas tristes eras y conozca quales fueron los intereses de// Guipuzcoa. Hubo si muchas cedulas y disposiciones parciales sobre la limpia y conservacion del Puerto, cada dia mas precisa, y que todas quedaron sin observancia ni exito.

63. En el mismo año de 1622 llego a San Sebastian el geografo don Pedro Texeyra131, que viajaba de orden del Ministerio para hacer la descripcion de España. Mientras la Provincia decretaba se le diesen con tiento las noticias que solo la conviniesen, San Sebastian le aloxo con magnificiencia, le hizo la costa a el, sus criados y caballerias, le dio varios convites en Pasages, recomendando mucho su obsequio al alcalde torrero, y determino darle una joya por despedida. Menos escrupuloso// aquel portugues que el licenciado Rivera, lo admitio todo; y el espiritu de esta generosidad, harto patente en el diario original de este cosmografo que poseemos, esta de bulto en el acuerdo de 8 de octubre en que uno de los regidores encargados de su cortejo dice recibio la cadena de oro del regalo “y ofrecio con muy grandes veras de poner todo lo tocante a esta villa y en particular todo lo de la canal de Pasages, de forma que Su Majestad entienda de quan gran importancia es a su real servicio esta villa y su conservacion, etc.132”. Pudiendose acinar los capitulos y clausulas y acuerdos parecidos a los antecedentes, no he visto ninguno de su jaez ni en los autos, ni en los archivos de los otros pueblos que litigan. Ante si razones obvias, tan concluyentes y fundadas en el derecho natural, en el escrito de estos reynos y en los mismos llamados fueros, que bien se conoce el aliciente de no escasear el poderoso contrario tales arterias y desaguisados.


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Pasaia 1805-2005 I XVIII

70. No entraremos en discusion ventilando las reciprocas ventajas que cada una de las partes atribuye a su propia localidad, y las nulidades que se figuran en la de su contrario para fixar el trato mercantil; porque ademas de que las ponderaciones e hiperboles son tambien reciprocas, nada influyen en el fondo de la qüestion. Restituido el trato a su natural libertad, cada uno podra elegir (y es como imposible que se engañe) el puerto y pueblo que mas se acomode a sus intereses y ventaja peculiar; y de la suma de estas ventajas individuales resulta el bienestar comun. Lo contrario seria llevar adelante el espiritu de tutela que tanto apoca el espiritu publico y que de tantos modos nos ha sido dañoso y de ruina. Solo no podemos omitir que San Sebastian es quien pretende la exclusiva para si, y que los demas, dexandole quantas proporciones superiores cree poseher, se ciñen a pedir el uso de aquellas, tales quales sean, con que les brinda la naturaleza.

69. Tiempo es ya de ventilar las razones existentes y que son de tener en consideracion para proponer las providencias del dia. Sirva a ellas de supuesto inegable que se trata de un puerto del dominio real, que solo al Rey toca dictar leyes en el y conceder o restringir su contratacion. Dado que fuese claro, incontrovertido, inmemorial y con mil executorias un privilegio de qualquiera de los colitigantes acerca de esta contratacion, si por razones de estado o de conveniencia publica fuese hoy dañoso o dejase de ser util, Su Majestad no solo puede, sino que tambien esta en la sagrada obligacion de escuchar estas razones, y si ellas lo piden, de modificarle// o anularle, pues aqui como en todo, la salud del pueblo es la suprema ley.

PARTE SEGUNDA

fe, trabajo aquellos apasionadisimos articulos. La sabia Academia los adopto con tan buen deseo como recto fin estando yo ausente y sin tener noticia de su contenido, que de tenerlo no hay duda que se hubieran enmendado, porque era el unico que podia desengañarla; y ahora fiado en el apoyo de quanto llevo expuesto a Vuestra Excelencia, no dudo en afirmar que distan de lo seguro recto y verda//dero quanto se apartan de lo que contiene este ynforme. Y sabiendo que actualmente se vale San Sebastian de la autoridad de cuerpo tan respetable y de obra tan clasica para llebar adelante sus pretensiones, me he creido obligado a concluir con esta advertencia, pospuesto todo respeto de gratitud y amistad, por el honor de la verdad y justicia, y solo mirando a par de ellas el mejor servicio del Rey.

Consejo en el que se tramitaban y despachaban los asuntos de orden internacional, asociado frecuentemente al Consejo o Ministerio de Indias. Publicado en 1802, se tituló “Diccionario geográfico de Navarra y Provincias Vascongadas”. 141 Vargas Ponce ingresó en la Real Academia de la Historia en 1786, llegando a ser director de la misma en 1804, coincidiendo con la publicación de la obra arriba aludida. 142 Sobre la autoría de los artículos a los que alude Vargas Ponce, parece fuera de toda duda que fueron redactados por el Doctor Camino, a la sazón archivero de Donostia.

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68. Tal es, señor excelentisimo, la serie de documentos y sucesos de que he juzgado preciso enterar a Vuestra Excelencia antes de pasar a ventilar las razones que se deban pesar y calibrar para las providencias del dia, no fuese que una siniestra o diminuta relacion sorprehendiese el recto juicio de Vuestra Excelencia, necesariamente dividido en la multitud de los graves asuntos de su Despacho Universal139; sorpresa tanto mas de temer en negocio tan complicado y que parece que de proposito se ha tirado a obscurecer con la multitud de hechos y raciocinios apasionadamente presentados. Y sorpresa en el dia muy facil y al primer aspecto sin visos de malicia, porque la ultima narracion de estas pretensiones que se acabo de imprimir con particular laconismo y todas las gracias del buen decir, y que suena como formada por literatos exentos de toda pasion y sospecha, esta tan diminuta como favorable a San Sebastian. Hablo de los articulos que de esta Ciudad, Renteria, Oyarzun y Pasages se insertaron en el Diccionario Geografico recien impreso por la Real Academia de la Historia140. Sabe Vuestra Excelencia quanto me honrro con ser ya de los yndividuos mas// antiguos de este ilustre cuerpo, del que no he cesado de recivir los 20 años a esta parte multiplicados favores141. Pero no es esta la unica situacion de este informe en que he procurado se verifique en mi que la verdad es mas amiga mia que Platon. Todos aquellos articulos, como otros muchos que no hay de que tacharlos, no solo son obra de un hijo de San Sebastian142, sino precisamente del que ayudo mas que otro alguno a las defensas y alegaciones de esta Ciudad quando el ultimo expediente de Azcona; como que tiene escrita historia de ella, que interrumpe para introducir una disertacion sobre esta materia, disertacion que es lo unico que sirvio para los articulos del Diccionario. Fue aquel sugeto tambien quien con laborioso empeño coordino el archivo de su Ciudad, y quizas por esta circunstancia, y no habiendo visto los de los otros pueblos, ni el general de la provincia, preocupado por el natural amor a su cuna, y procediendo por errados principios, pero sin duda de buena

y de probada rectitud y de mayor exencion, como el licenciado Hernando de Rivera, el capitan Diego de Villalobos, el virrey Marques de la Hinojosa, y quatro fiscales distintos de los Tribunales Supremos de Hacienda y Castilla. Luego leera Vuestra Excelencia como opino la Real Camara apoyando las razones de estos. Que de todos los procesos resulta que siempre se han justificado las quexas contra la mala administracion de San Sebastian y se le ha mandado repararlas y precaverlas para lo succesivo, lo qual jamas se ha conseguido, pues las querellas contra sus torreros son siempre las mismas o mayores, como es de cada dia mayor el detrimento del Puerto que administran. Que en cada sentencia se ha ido restringiendo algo el privilegio, ampliandole a favor de los varios pueblos de esta ensenada con el fin de restablecerlos, y a pesar de todo, ellos van cada dia a menos, porque subsiste en el fondo su dependencia contra el derecho natural, la exclusiva de San Sebastian en el dominio de la canal contra las leyes del reyno y la desigualdad de constitucion contra las ordenanzas provinciales que llama Fueros Guipuzcoa. Y finalmente que desde que el fiscal// de Su Majestad salio a esta causa ventilando los derechos del fisco, no tiene San Sebastian a su favor la exencion de cosa juzgada; pues uno y otro expediente han quedado suspensos y sin completarse los fallos judiciales.


75. Por el contrario, de la observancia de aquel fatal privilegio depende en la mayor parte el misero estado de los pueblos que bordan el Puerto de Pasages y la perdicion de este Puerto: estado que cambiara indudablemente quanto se les permita una contratacion semejante a los de San Sebastian y restante Guipuzcoa. Ni se repita lo que tantas veces alego y alega San Sebastian que con esto ella se arruinaria y que el comercio subdivido no aprovechara a Renteria y Pasages. Lo primero ya esta visto que no es asi. ¿Y se puede creer piadoso desvelo procurar lo segundo quando hemos hecho ver, omitiendo muchisimo, el termino de estos oficios de tutela y prevision? Ya, gracias a Dios, no admite dudas ni opiniones que mientras mas se subdivide el trato mas florece y hace floreciente la nacion. Los comerciantes, como los arboles estrechados en un vivero, sin medrar se perjudican// unos a otros; plantados a sus ensanches extienden sus raices y sus ramas, y adquieren quanta proceridad y lozania son capaces de adquirir. Respecto a Vizcaya, cuyo exemplo alegaba con tanto cuidado San Sebastian, se hizo ya lugar esta saludable y benefica maxima, y si Bilbao era una especie de San Sebastian, muchisimas mas razones y harto mas trascendentales asisten para que Pasages disfrute de la justa libertad que ya disfruta Portugalete151.

74. Y finalmente si el privilegio se concedio en 1376 creyendo a San Sebastian guarda y amparamiento de toda la tierra144, la experiencia constante y nunca desmentida desde entonces ha manifestado lo completo de la equivocacion. A pesar de la buena voluntad de San Sebastian, el enemigo ha entrado en Guipuzcoa quantas veces lo intento sin que aquella Ciudad haya sido ni podido ser parte para impedirselo. Entro en 1512145 y no salio compelido de San Sebastian. Entro en 1521146 y estubo apoderado años enteros de Fuenterrabia, y quemo todos los pueblos comarcanos; y ni San Sebastian impidio la entrada, ni fue el agente de la salida. Entro en 1638147 e hizo daños parecidos a los anteriores, y San Sebastian ni estorbo el ingreso, ni le obligo a la fuga. Entro en 1719148 y muy luego se le entrego el mismo San Sebastian lejos de rebatirlo; y con mucha mas acelerada precipitacion todavia quando entro en 1793149, siendo estas las dos unicas ocaciones que desde el amago de 1512 fue sitiada. No ha sido pues San Sebastian guarda y amparamiento de Guipuzcoa150. Y como Vuestra Excelencia conoce tambien el sistema de la guerra del dia y que variaciones haya sufrido desde el de// escudo y lanza, que privaba en los de Henrrique II, y sabe el estado y situacion y recursos de aquella plaza, es ocioso que yo me detenga en circustanciar si ella es apta para escudo de la Provincia en lo sucesivo. Para lo qual sabe Vuestra Excelencia tanto mejor que yo los planes, inspecciones y votos respetables que estan en la alta noticia de Su Majestad desde 1796 en que vino al intento una brigada de generales.

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Pasaia 1805-2005 I XIX

Subrayado en el original. Por compañía, ejército. Subrayado en el original. 145 Con motivo de conquista de Navarra por las tropas castellanas bajo el mando del Duque de Alba. 146 Episodio relacionado con el intento de reconquistar la Navarra peninsular. 147 Ver nota nº 116. 148 Entrada de las tropas francesas en Gipuzkoa al mando del Duque de Berwick, con motivo de las operaciones que la Cuádruple Alianza realizaron contra Felipe V, en el marco del nuevo equilibrio de fuerzas europeo entre Francia e Inglaterra. En el transcurso de estas operaciones bélicas, Hondarribia fue sitiada y bombardeada, tomando las tropas francesas de Berwick toda la Provincia. 149 Con motivo de la Guerra de la Convención (1793-1795), episodio en el que las tropas francesas ocuparon toda la Provincia, llegando incluso hasta cerca de Miranda de Ebro. En estas fechas, Gipuzkoa pasó a formar parte de la República francesa durante un breve periodo de tiempo. 150 Subrayado en el original. 151 En razón de la carta de fundación de esta villa (1322) y de los privilegios posteriores que había ido logrando en sucesivos pleitos con Bilbao y otros lugares circunvecinos por el aprovechamiento de la Ría de Bilbao.

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73. Si el privilegio se concedio para que San Sebastian estubiese provisto de compañas143 porque convenia asi para el real servicio, esto es, para tiempos de guerra y casos de sitio, esta causal desaparecio por el nuevo y arreglado sistema militar. Tiene esta plaza competente guarnicion veterana, asoldada y mantenida por Su Majestad, y en ella exclusivamente estriva su defensa. Dado que la multitud y bullicio de su vecindario se tome en consideracion, supuesto un sitio, no puede ser sino como estorvo y para aligerar la plaza de tantos inutiles consumidores, mayormente comerciantes y propie//tarios tan pegados a sus peculiares intereses como la experiencia hizo notorio.

72. Si porque San Sebastian era la mejor poblacion de Guipuzcoa y convenia poblarla se la acordo aquella gracia: poblada está y tanto que respectivamente es el pueblo de mas gentio de toda España y acaso de toda Europa. Nada hay despoblado en ella, y se ocupa con edificios de muchos cuerpos hasta el ultimo rincon. El alegre bullicio de sus calles es mas para visto que para descrito. Y lo mismo sus terminos, que con sus mil caserios, cultivados de una manera pasmosa, constituyen toda aquella comarca un jardin continuo y una continuada poblacion. Asi esta y no dexara de estarlo aunque cese el privilegio, porque este opulentisimo y risueño aspecto en// nada depende de aquella gracia, ni del gravamen de tener rexidores torreros que hagan alcaldadas en Pasages. Pende de si de sus propios muelles (de que carecia quando se le concedio el privilegio), muelles no solo capaces para el comercio de la Ciudad, sino por desgracia muy sobrantes para todo el de la provincia mientras tanto que esta cierre los ojos a la luz que la guia al compemento de su prosperidad. Pende de sus haciendas tan admirablemente labradas, y del seguro y pronto consumo de sus cosechas que tambien son prontas y seguras. Y pende de sus caudales propios, de sus antiguas y radicadas relaciones mercantiles. Nada de todo esto estriba ya en aquel privilegio, ni faltara aunque este falte.

71. Ventilando pues las razones que parecen tienen una influencia general, y son en las que debe entender el Govierno quando trata de lo que es publico e interes de todos, empezamos// por sentir que en este caso no estan ningunas de aquellas en que expresamente fundo Henrrique II su privilegio, y que este no debe subsistir: 1º Porque ya estan cumplidas sus intenciones y ya no pende del privilegio la permanencia de aquel buen exito que se propuso al concederlo. 2º Porque sus principales causas han desaparecido, y no es de presumir que se vuelvan a presentar. 3º Y porque partieron de un principio equivocado del que desengañaron las mas claras luces de nuestros tiempos y la luminosa experiencia de largos 400 años. He aqui las convincentes pruebas de estos tres asertos.


81. Cuenta San Sebastian el socorro dado a Fuenterrabia quando en 1521 la tomo el frances. Pero este socorro y sus naves, capitanes y cabo de todos fue hazaña de su aldea Pasages, segun refieren los papeles y certificados del tiempo y el doctor Ysasti159 y otros

80. Hace San Sebastián justa estimacion de su// lealtad hacia Carlos V quando, comunera casi toda la provincia de Guipuzcoa157, ella acogio en sus muros al perseguido y profugo corregidor158. Sin muros Renteria fue tambien de las pocas leales, y para sostenerlo asoldo 600 hombres que dentro de sus calles la precaviesen de la ruina y asolamiento que sufrio en sus caserios y haciendas.

79. Hace San Sebastian justa estimacion del servicio de haber quemado 156 casas de su arrabal porque no se alojase en ellas el frances que la quiso sitiar en 1512. Pero en esta misma ocasion quemo aquel enemigo a toda Renteria, su yglesia y hospital, estando la mayor parte de sus vecinos con sus naos de armada en la expedicion en que conduxo don Pedro Bovadilla a los yngleses del Bearne, y fue la quema tan completa que solo restaron en pie 3 de sus 300 casas, de manera que segun informacion juridica perdio mas de 200.000 ducados. Ya era el segundo sacrificio semejante, pues en 1476 fue del todo abrasada quando solo sitio el frances a su rival. Y no ha sido el ultimo, porque en 1638 padecio por el mismo motivo igual incendio, habiendo quedado ileso aquel rival. Los premios dados a San Sebastian por la primitiva hazaña de arriba, constan en los diplomas de su archivo y en las historias: el de Renteria no lo hemos podido encontrar, siendo asi que no ha buelto a su anterior decoro desde su ultima y gloriosa quema, pues de las 149 casas a que esta hoy reducida, las 39, es decir mucho mas de la quarta parte, estan de todo punto arruinadas, quando en San Sebastian solo un suelo, porque pende de un litigio, esta sin edificar.

78. Pero a estos mismos servicios han contribuido en mucho sus aldeas156, y ella no procediendo de buena fe se lo apropia todo. Y sus aldeas por si han hecho otros servicios y sufrido grandes sacrificios, que son muy dignos de que Su Majestad los remunere; y por los que piden privilegios no exclusivos, sino los justos gozes del derecho natural, e igual amparo en las// leyes del reyno.

Sebastian en estos mismos servicios y esquadras ha tenido parte tan considerable qual era de esperar de la primera y mas opulenta y mas numerosa poblacion de esta comarca.

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Político y escritor romano (234-149 a.C.), célebre por su austera moral. J.L. Banús y Aguirre: “La cadena del Pasaje”, B.E.H.S.S., nº 21, 1997 (475-477). 154 La agregación de Gipuzkoa a la Corona Castellana queda reflejada en la intitulación que hacen los propios monarcas castellanos al denominarse “señores de la provincia de Guipúzcoa”. 155 Obra que parece no llegó a realizar. Nuevamente veáse, F. Durán: José Vargas Ponce (1760-1821)... 156 Estas aldeas a las que alude Vargas Ponce eran Pasai San Pedro, Altza, Ibaeta e Igeldo por un lado, como las más cercanas al cuerpo de la Ciudad, y Aduna, Alkiza, Astigarraga, Lasarte y Zubieta. 157 Alude a la revuelta comunera que se vivió en la Corona de Castilla entre 1520 y 1521, motivada por una serie de factores políticos (marcha de Carlos V al extranjero, administración en manos de flamencos...) y económicos (crisis por pésimas cosechas, nuevos impuestos...), que también tuvo incidencia en Gipuzkoa. Consúltese para Gipuzkoa, fundamentalmente L. Fernández Martín: La contienda civil de Guipúzcoa y las comunidades castellanas. Donostia: Grupo Doctor Camino, 1981. Sobre la revuelta en Castilla, veánse En torno a las Comunidades de Castilla: actas del Congreso Internacional “Poder, Conflicto y Revuelta en la España de Carlos I”. Cuenca: Universidad de Castilla-La Mancha, 2002; J. Pérez: Los comuneros. Barcelona: Círculo de Lectores, 2002; P. Sánchez León: Absolutismo y comunidad: los orígenes sociales de la guerra de los comuneros de Castilla. Madrid: Siglo XXI, 1998. 158 Se refiere a Cristóbal Vázquez de Acuña, nombrado corregidor con el apoyo del bando encabezado por Donostia en 1520, sustituido en el invierno de 1521 por el licenciado Pedro Sarmiento, ahora bajo consenso provincial. Ver nota anterior. 159 Lope Martínez de Isasti, nacido en Lezo a finales del siglo XVI, fue el autor del famoso Compendio Historial de Guipúzcoa en 1625, obra en la que se recogen multitud de testimonios referentes a la historia pasada de la Provincia, algunos de difícil comprobación.

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77. Otra razon dignisima de ser atendida y que seguramente hace gran fuerza en el espiritu de Vuestra Excelencia, como en el del Rey, nuestro señor, es la que exornan todos los pretendientes al Puerto de Pasages de sus servicios a la Magestad y al Estado. Muy lexos de la ruin mira, que no hay motivo racional de suponerme, de disminuir su merito, puedo como pocos informar de esta materia por la pausada inspeccion que hice de todos los archivos de sus glorias. Si Guipuzcoa por su fragosidad natural y por haber tenido tan escasa poblacion hasta el siglo XIV no figura en las cronicas ni historia de España como las restantes// provincias, si de solo el pendon de Burgos o Toledo, de Sevilla o de Cordova hay serie mucho mas complida de grandes servicios hechos a la causa comun y a los Reyes que de toda Guipuzcoa, es sin genero de duda que desde doña Ysabel la Catolica154 en que empezo a ser en realidad un miembro de por si, y dexo de ser bosques poco poblados y breñas dependientes de las merindades de Castilla, ha contribuido gloriosamente, segun lo permitian sus circunstancias, al esplendor de la Corona. Como es asi mismo evidente que ha sido siempre remunerada con larga mano qual ninguna otra provincia de la Monarquia. Desde el siglo XVI son muy notables los servicios de las esquadras de Guipuzcoa, de que algun dia espero dar amplia relacion para los que no esten tan enterados como Vuestra Excelencia155. Y San

76. Otra razon sumamente ponderada por San Sebastian es la del contrabando que de mil modos pinta como inherente a Pasages. Funesta pelota que han rebotado sus colitigantes, no descuidandose en amontonar raciocinios y pruebas para que lastime y hiera a su adversario tan capcioso tiro. Lo cierto, para el que haya hecho detenida y reflexiba estancia en esta provincia y conozca a fondo sus manejos y estado actual, es que al oir estas reciprocas acusaciones no puede menos de hallar en si la admiracion que ocupaba a Caton152 de que pudiesen al mirarse los augures unos a otros contener la risa. Los medios, los habitos, las proporciones son las mismas en todos estos pueblos. La distancia al deposito del contrabando fuerte, que es la plata, tan corta en todos ellos que sobra la obscuridad de una noche de verano.// Solo hay esta diferencia: el muelle de San Sebastian no se cierra, como que esta fuera de sus muros y puertas, y su puerto no sufre cadena. Los muelles de Renteria y Pasages pueden quedar facilisimamente cerrados por una cadena153, que si se quiere guardar, no permitira salida a un chinchorro. Cadena que tubo varias veces, que se le volvio a poner en 1653, y que siempre de propia autoridad ha desecho y vendido San Sebastian. Sentada esta verdad y esta unica diferencia, y en el supuesto de ser posible baxo la constitucion actual cortar aqui el contrabando, vease en qual de los dos puertos es mas de esperar que se consiga.


86. Finalmente, la ultima razon y la mas poderosa de todas y la que hiciera desatendible qualquiera otra privada y particular, porque dice relacion a la causa-publica, y relacion de mucho momento, es averiguar a quien deba fiarse la limpia del casi cegado Puerto de Pasages, quien esta en positura de hacerlo con mas exito, con mas comodidad, sin que esta limpia pugne con sus intereses, y si es posible siendo su verdadero interes. Para venir// en este conocimiento y resolver con el, se hace preciso recapitular lo que hasta aqui se ha obrado o pretendido obrar en tan importante negocio, en cuya recapitulacion procederemos quan sumariamente nos fuere dado.

85. Resulta pues, que por el justisimo titulo de los servicios al estado no le tiene preferente San Sebastian. Supuesto que pudieran jamas cohonestarse con los servicios la opresion en que mantiene a la aldea de Pasages, y la imposibilidad en que estan las villas de Pasages y Renteria de reanimarse y florecer, solo porque San Sebastian, que tiene un puerto apto para todo buque y muelles capaces de buques de a 200 toneladas contiguos a sus muros, señoree a otro puerto distante una larga legua y que baña las calles de las otras tres poblaciones. ¡Y quanto sube de punto esta consideracion, sabiendo (y es de eterna verdad) que el señorear este puerto en nada, en nada contribuye hoy dia al bienestar de San Sebastian!.

84. Hasta la ocasion oportuna de publicar ordenadamente la serie de aquellas glorias, omitimos quanto contribuyeron los de Pasages y Renteria en las expediciones al (sic) Magallanes, en las de Menendez Valdes165 y en las restantes a la America, quanto en las del norte de la Europa. Que parte tan principal tubieron en los famosos corsos desde 1553, que en contados meses hicieron los guipuzcoanos 1500 presas, y solo el capitan Miguel de Yturain166, hijo de Pasages, traxo a el 20 de una salida contra los armadores de Terranova, cuya pesca destruyo casi toda el solo en uno de aquellos años. Y omitimos tambien los pasos progresivos con que han venido a su decadencia actual. Pero no podemos dexar de escribir que es irregular y dura cosa que San Sebastian se apropie el todo de aquellos buenos servi//cios en sus representaciones y alegatos, y se olvide hasta el punto de alegarlos en contra de aquellos mismos que fueron parte tan considerable en su logro.

almas, tiene hoy solo 417, y en los ultimos años, huyendo de las extorsiones de San Sebastian, le han abandonado 17 familias.

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160 Este marino guipuzcoano también tomó parte en otros hechos de armas en el ejército de Felipe II. Así en la batalla naval en la desembocadura del Garona contra los franceses o en otras luchas navales frente a los holandeses en Flandes, bajo el mando de De la Cueva. 161 En efecto, Miguel de Okendo, general de la Armada Castellana desde 1577, contribuyó a la anexión de Portugal en 1580 con el auxilio de sus naves, así como en la expedición contra el Prior de Crato en julio de 1582, combates ambos en los que fue destacada la participación de sus naos. Más noticias sobre este personaje y su linaje en I. de Arzamendi: El almirante D. Antonio de Oquendo. San Sebastián: Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1981; J. Ignacio Tellechea: “Victoria naval de Don Antonio de Oquendo en la bahía de Todos los Santos y Socorro de Pernambuco (1631)”, B.E.H.S.S., nº 3, 1969 (245-249), “Miguel de Oquendo, Caballero de Santiago (1584). Un episodio social en la vida donostiarra”, B.E.H.S.S., nº 1, 1967 (33-77), “Miguel de Oquendo, general de mar en “la invencible” (1588)”, B..H.S.S., nº 20, 1986 (107-180). 162 El propio Miguel de Okendo junto a otro destacado marino vasco, Juan Martínez de Rekalde, tomó parte con 14 navíos en la jornada de la Invencible (1588), resultando su nave “La Capitana” incendiada en su vuelta al Puerto de Pasaia. Veáse nota anterior. 163 Barco de dos palos, de cruz, que se usaba en las costas de vascas. 164 Persecución y saqueo de naves llevados a cabo no como acción de guerra, pero sí por barcos autorizados por su gobierno, estando reglamentadas las actividades a realizar, así como el reparto de la carga aprendida. 165 En una de las pocas llamadas al margen en el borrador del informe, Vargas Ponce escribe “Ojo si es Mendez Aviles”. Fueron varios miembros de la familia Menéndez, asentada en Avilés, los que tomaron parte en la conquista de América. 166 La gesta de este marino pasaitarra (1586-1640) fue reconocida en los memoriales de la época. También en el Archivo del Museo Naval de Madrid puede consultarse documentación acerca de sus gestas. Catálogo de la Colección de Documentos de Vargas Ponce que posee el Museo Naval (voz Iturain, Miguel). Madrid: Ministerio de Defensa. Secretaría General Técnica, 1996.

83. De los Pasages que, teniendo yo listas cui//dadosamente sacadas de quantos marinos de pro ha criado Guipuzcoa, que son muchos y muy famosos, exceden en numeros los de alli hasta al mismo San Sebastian. De Pasages, que solo la declaracion que a los 90 años de su edad dio en el de 1588 Domingo Austegui, marinero de su vecindad, y que se lee en una de las muchas piezas de autos de entonces, basta para admirar los servicios de este pueblo. Es esta deposicion como la historia marinera de Cantabria en su glorioso siglo; la de los distinguidos servicios de aquella aldea, y tambien la de los sacrificios y desastres que le costaron hasta tocar en su desolacion. De Pasages que presento en 1590 la triste lista de 109 viudas que perdieron sus maridos en el servicio de mar en solo los diez años anteriores; en aquella epoca deslumbradora en que, a poder de glorias y proezas, quedamos arruinados y sin nervio ni sustancia. Sus esfuerzos la apuraron de manera que, a pesar de lo que mejoro el aspecto de Guipuzcoa en la ultima centuria, solo cuenta hoy la villa de Pasages 590 almas en las 100 casas que tiene, quando de aldea a mediados del siglo XVI tenia 300 vecinos. De ellos en ocasiones sirviendo 120 marineros en la mar, y hoy apenas llega a 38 el total de esta clase. Entonces para solo la jornada de Ynglaterra fueron 5 naos grandes y 3 zabras163 que sumaban 1420 toneladas; y hoy solo tiene quatro lanchas de atoar y una de pesca. Ninguna absolutamente// tiene la aldea de Pasages a aquien en 1551 se le comunicaban las ordenanzas de corso164 por el numero respetable de sus corsarios, que todavia en 1616 hacian recursos para que no viniesen chalupas de Francia, pues bastaban las suyas para barquear todo lo de Terranova; que en 1636 tenia en el servicio de mar 40 marineros, y que va tan aceleradamente a su exterminio que, conservando todavia en 1776 el total de 655

82. Numera tambien las diez naos gruesas que en 1576 envio con su ilustre Miguel de Oquendo para la reduccion de Portugal, las 14 que fueron en 1583 a la armada que combatio la del Prior de Ocrato161, y las 11 con que contribuyo para la mal hadada Invencible162. Pero calla que en todas estas ocasiones fueron comprehendidas 5 o 6 de solo Pasages, con expertos capitanes hijos de Pasages, con diestrisima marineria de Pasages.

historiadores del pais. Lo mismo la esquadrilla de zabras mandada por el famoso marino Pedro de Zubiaurre160 que tanto contribuyo a la quema de San Juan de Luz, executada por el exercito castellano al mano de don Beltran de la Cueba y no obstante San Sebastian la numera entre sus servicios especiales.


93. A pesar de esta victoria, la morosidad de esta Provincia dio nueva margen para que se le reprehendiese en 14 de julio de 1749 por no haber comenzado tan urgentes obras. Ella, que no ha//bia querido dar su tan famoso como mal entendido uso174 (pase) a la primera orden que no la acomodo, ni aun habia pasado todavia copia de la que le fue tan favorable, disculpose con la falta de fondos. Pero el yntendente don Manuel de las

92. Desde entonces contribuyo la reciente Compañia de Caracas (hoy refundida en la de Filipinas173), con mil reales mensuales para aquel destino, por lo que a ella se le encomendo la inversion. Resintiose de esto la Provincia, y de resultas de los recursos que entablo (cuyo analisis si bien fueran muy necesarios para otros respetos, no es de este lugar) se la devolvio este encargo, del que se quito toda la anterior intervencion al Capitan General, y se declaro que San Sebastian podia enviar su torrero, pero no comisionado para la limpia. Tan sospechoso fue siempre en semejante comision.

91. En 1726 se creo una Junta para entender unicamente en la limpia de aquel Puerto, y se prorrogaron por 30 años todos los arbitrios concedidos. No executandose otra cosa que cobrarlos, hubo lugar en 1739 la quexa del duque de Montemar (primer documento de los que me ha comunicado Vuestra Excelencia, siendo todos los antecedentes de mi coleccion diplomatica172) pidiendo se tomasen// cuentas a Guipuzcoa y a San Sebastian. Y como nada conducen por ahora ni referir las circustancias de los planos presentados al rey en 1744 y 46, levantados por el yngeniero don Vicente Giner, ni del siguiente año de don Juan Bernardo Frosne, porque no se executaron, recordaremos solo que en 28 de julio de 1747 se prorrogaron por otros 30 años los arbitrios de la limpia, que los nuevos bancos de arena hacian cada vez mas precisa.

90. Opusose la Provincia a esta orden soberana por el negro empeño de sostener los que llama sus fueros, y mientras el general Gastañeta170, tan habil marino como acerrimo guipuzcoano, en su patria y en la Corte entendia con calor en este negocio, la inesperada guerra de 1719 y la entrega de San Sebastian y la Provincia al enemigo, no dexo ver los efectos de tan saludable providencia. Solo la hizo mas y mas urgente lo que perdio el Puerto con la quema que el 26 de mayo executo el Duque de Berwik171, instigado del ministro de Ynglaterra Stampes, director oculto de esta campaña, de los 6 navios del rey que se construian a la sazon alli.

168 Ingeniero

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Codo común o geométrico. Medida de longitud equivalente a 418 milímetros. y arquitecto italiano del siglo XVIII, en las fechas a las que alude Vargas Ponce se hallaba realizando el proyecto de Plaza Nueva, Ayuntamiento y Consulado de Donostia, a la sazón destruidos en el incendio de 1813. 169 Luis Rigio y Branciforte fue un destacado militar en el primer cuarto del Setecientos, llegando a alcanzar la dignidad de Grande de España. 170 Antonio de Gaztañeta (Mutriku, 1656- Madrid, 1728) ingresó en la marina real en 1684, adquiriendo el título de Almirante por los destacados servicios desempeñados en Nápoles frente a la escuadra francesa. Destacó también por sus conocimientos técnicos, que le llevaron a escribir la famosa obra “Norte de navegación hallado por el cuadrante de reducciones”. Sobre este personaje, Antonio de Gaztañeta, 1656-1728. Donostia: Untzi Museoa, 1992. 171 Jacobo Fitz James, duque de Berwick (1670-1734), como gobernador de la Guyena, entró en Gipuzkoa en 1719 dentro de las operaciones de la Cuádripe Alianza contra el soberano español Felipe V, a quien antes había ayudado en la Guerra de Sucesión. Sus descendientes acumularon títulos de nobleza en el País Vasco (Duques de Berwick y Beragua). Ver nota nº 148. 172 Ver nota nº 7. 173 Fundada la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas en 1728 por Cédula Real, tenía como objetivo el control del comercio del cacao en Venezuela, hasta entonces en manos del contrabando holandés. En 1785 terminaría fundiéndose en la Real Compañía de Filipinas. A este respecto, veánse M. Garate: La Real Compañía Guipuzcoana de Caracas. Donostia: Sociedad Guipuzcoana de Ediciones y Publicaciones, 1988; R. Hussey: La Compañía de Caracas, 1728-1784. Caracas: Banco Central de Venezuela, 1962; La Real Compañía de Filipinas. Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1965. 174 Subrayado en el original. El uso o pase foral era una figura jurídica existente en el derecho público de los territorios vascos peninsulares, con el objetivo de corregir y salvaguardarse de los posibles contrafueros dictados por el poder hispano.

167

89. Entro con el siglo ultimo la Real Familia y Casa de Borbon a sacar a España de un letargo, y una de las mudanzas que se ensayaron en Guipuzcoa fue domiciliarse en San Sebastian su Capitanes Generales que antes residian en Fuenterrabia. Asi mas frecuente la inspeccion del Puerto de Pasages, lo fueron por consecuencia las quexas de los xefes por el abandono que notaban. Esto dio margen a la notable cedula de 13 de mayo de 1715 que dice: “Teniendo el Rey evidentes noticias de lo atrasado que se halla el Puerto de Pasages por el descuido que ha habido en limpiarle, extrañando semejante dejo en tan principal importancia, a vista de haberse mirado y considerado como tal siempre, como lo acredita haberse concedido a la ciudad de San Sebastian diferentes arbritrios...// ha resuelto Su Majestad que la Ciudad cese en la exaccion... dando la cuenta de ellos desde que se concedieron y entregando el dinero que hubiere a disposicion del Capitan General, Principe de Campo-Florido169, a cuyo cuidado ha puesto Su Majestad la limpia del Puerto...”.

88. Los escombros que disminuian lo fondable del Puerto, de que hace circustanciada relacion el capitan Villalobos, se aumentaron con los otros buques que echo en el a pique y quemo el frances en 1638; y siendo tan palpable la di(s)minucion del fondo, empezo la serie de cedulas (que por ociosas omitimos) reprehendiendo a San Sebastian este descuido. Y desde 19 de agosto de 1677 otra// de concesiones a peticion de la Provincia concediendo medios y gavelas para lograr la limpia. Ninguno tenia el empleo deseado, y ya en 1686 se descubrio un banco de arena que atrebasaba en la misma canal todo el Puerto, dexando 8 codos167 de agua en baxa mar. Ofreciose a desembarazarlo el yngeniero don Hercules Torrelli168, que por estos años hacia obras de mucha consideracion en San Sebastian, y aunque el presupuesto de esta solo era de 3.000 duros, la Ciudad al cabo no vino en ello.

87. Desde 1615 propuso San Sebastian que “para dar satisfaccion a Su Majestad y al mundo de la culpa que se la ha querido atribuir, se dispondra y animara a la limpia, aunque sea valiendose de la ayuda de sus vecinos... y pide se vea si en esta Corte se halla persona, o se haga venir de Italia o Flandes... o se comunique a un criado de Su Majestad que sirve en la Guardia de los Archeros, llamado Alberto, que dice ser practico en esta materia, el qual lo vaya a ver y ordenar lo que convenga”. Nada de esto se verifico, quanto San Sebastian salio de lo que la apuraban los jueces y comisionados de entonces.


98. Pero como en tal dilatado tiempo acreditase la experiencia que lo menos en que pensaban era la composicion del Puerto, se excitaron// varias quexas que, elevadas al trono, dieron margen a que la Camara entendiese en ellas y se nombrase con especial comision a un ministro de Navarra, que pasado a la ciudad de San Sebastian oyo en el discurso de diez meses a la referida Junta y a los pueblos del Pasage, Renteria y Oyarzun quanto difusamente le propusieron en hecho y en derecho, haciendo reconocimientos, pruebas y justificaciones de unas y otras partes.

97. La acordada de tan grave y supremo Tribunal del 25 de setiembre de 1799, que dirigio al Rey por el ministerio de Vuestra Excelencia y Vuestra Excelencia me ha comunicado, basta para conocer y distinguir sin velos el espiritu de todas estas representaciones que se le pasaron, y el estado del negocio que desentraña y expone con la claridad y pulso que estan de asiento en magistrados tan respetables. Si por su necesaria// extension de 56 paginas en folio no la copiamos aqui integra, ni la ponemos en apendice a este ynforme, pues Vuestra Excelencia la tiene original en su Secretaria, no podemos dexar de copiar de ella los siguientes parrafos: “El Rey, padre de Vuestra Majestad, remitio a la consulta de la Camara por la primera Secretaria de Estado, una representacion de la ciudad de San Sebastian oponiendose al libre comercio y navegacion solicitada por la villa (de Pasages181); y conforme a su resultado y lo expuesto difusamente por el fiscal sobre las diversas especies tocadas en ella con ofensa de los ministros del Consejo y de la Camara, fue de dictamen, en consulta de 23 de mayo de 1778, que Su Majestad se sirviese mandar manifestar a la Ciudad haber sido de su real desagrado su ultimo recurso, que se la acordase la moderacion y respeto con que debia exponer en adelante sus quexas, y que por las que contenia el memorial presentado a Su Majestad, se exigiesen mil ducados a los 10 regidores que le firmaron, mancomunados para su pago y de sus propios bienes. Y la resolucion de Su Majestad, publicada en la Camara en 9 de noviembre de propio año de 1778, y cumplida despues en todas sus partes fue: “Me conformo y encargo a la Camara que lo execute asi182”.

las ordenanzas de la Armada, y de matriculas que o no vienen al caso o militan con la misma fuerza contra la ciudad de San Sebastian que contra la villa de Pasages, a que solo querian contraerse. Llevose el empeño hasta suponer a la villa de Pasages en territorio de Francia, porque para distinguirla del otro Pasages que esta enfrente y del lado de aca del canal, se le suele llamar de la banda de Francia179. Frase que repetida con malicia y presentada con el arte que lo demas, hizo que el señor don Juan de Langara180 mandase suspender las reales ordenes de 1790 y 1797 y consultar para nueva y final resolucion la Real Camara.

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Quién llegó a ser Caballero de las Ordenes de Santiago y de la de Carlos III. Este hecho puede servir para comprobar la jerarquía social que llegaron a ocupar gran parte de los personajes que van desfilando a lo largo de las páginas del informe. 176 Draga. 177 Subrayado en el original. 178 Se refiere al episodio de la Guerra de la Convención (1793-1795) anteriormente aludido. 179 Subrayado en el original. 180 De origen vasco, nació en A Coruña en 1736. Su formación naval y militar le permitió tomar parte en diferentes actos bélicos, alcanzando la Secretaría de Estado y el Despacho Universal de Marina en 1796. Director de la Armada en 1798-1799, falleció en Madrid en 1806. 181 Subrayado en el original. 182 Subrayado en el original.

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96. En siete años no se le dio cumplimiento a orden tan justa por los sucesos que son notorios de la ultima entrega de San Sebastian y casi toda la provincia de Guipuzcoa a los franceses178, los quales en tanto que fueron señores del Puerto tomaron muchas providencias para mejorar su estado. Y como en 10 de octubre de 1797 se renovase aquella misma orden real por el Ministerio de Vuestra Excelencia, llovieron representaciones contra ella de la Ciudad, del yntendente Apodaca, del yngeniero encargado de la obra y de la Junta encomendada de la limpia para que no tubiese su debido efecto. La Ciudad repetia lo de siempre de su dominio y propiedad, aparentando celo y ponderando agravios. El yntendente ponderaba la herida de su honor personal, como si en variar el Rey de conductos e intermedios para fines convenientes a su servicio pudiera nadie darse por agraviado. En esta// misma incunvencia no se dio por ofendido todo un Capitan General de la Provincia de verse remplazado por un Ministro de Matricula de San Sebastian; y el Ministro de Matricula creyo era desdoro y mancha suya lo reemplazase una villa entera. Las demas representaciones son aun mas capciosas citando articulos de

95. Nada digno de consideracion se// habia hecho hasta 1790 que en 9 de enero, a consulta de la Junta de Ministros, que hacian Consejo de Estado, y oida la Real Camara, la qual tubo presente el vasto pleito que pendia en ella de resultas de la comision de Azcona de 1771, se prorrogaron por otros 30 años los mismos arbitrios. Pero convencidos por tan larga y costosa experiencia, se dispuso y mando que el percibo y distribucion de los impuestos para la limpia interviniese la villa de Pasages y no la ciudad de San Sebastian.

94. Hasta el año de 1766 se trabaxo algo por la Junta, y andubo pausadamente un ponton176 con grandes dispendios, y con mayores se executaron dos murallones para contener las tierras de dos barrancos. Y como Pasages, que estaba a la vista de estas obras y notaba sus desperdicios, representase que se le dexara intervenir en ellas, pues era el lexitimo y mas cercano interesado, se le hizo notable oposicion, y el ministro de Marina de San Sebastian, don Juan Nuñez, salio a la defensa de esta Ciudad ponderando sus servicios y desdoro que resultaba a su propia persona que un village que acabava de salir de aldea pedanea177 quisiese intervenir en los dispendios que autorizaba un ministro del Rey. Razones que entonces fueron capaces de detener toda resolucion; pero tambien se detubo de las obras quanto no era cobrar los impuestos para ellas.

Casas175 descubrio paladinamente que eran los verdaderos motivos celos de la Provincia por sus llamados fueros, y haberse comido su secretario mucha parte de los fondos.


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104. Fue parte la Ciudad para el nombramiento de regidores, cada tres meses, destinados a cobrar de las naves los derechos de entrada, anclage y toneladas, los derechos de alcavalas184 de Guipuzcoa y mil reales mensuales de la Compañia de Filipinas; fue parte para adoptar un proyecto de arancel de los referidos derechos sin aprobacion del

103. El cuidado puntual que han tenido en la percepcion de intereses de anclage y toneladas, no sirve de otra cosa que de acreditar su exactitud en// el recobro; pero no obstante de ser tan escasos que no han pasado, segun el calculo formado por la misma Ciudad en quatro quinquenios de tres mil reales por año, entre los quatro regidores han sufrido sus respectibos tres meses fuera de su casa y en una torre, sin atencion a otra cosa ni mas destino para su precisa subsistencia; de modo que este trabajo, a que la Ciudad ha contribuido tan francamente por medio de sus regidores para el percibo de aquellos derechos, fuera un singular merito y un testimonio si correspondieran los efectos de la obra (nunca empezada) con el esmero de no perder punto en la cobranza en tan dilatados años, dexandola al arbitrio de sus regidores mensuales, sin otra formalidad que pasar el producto calculado de tres mil reales al depositario de la Compañia de Filipinas en fin de cada año; y quando la Junta y la Ciudad se vieran ofendidas en dicha real cedula ¿no es capaz ni poderoso el Supremo Tribunal de la Camara, que entiende en el asunto, para desagraviarles? ¿Acaso les son sospechosos los sabios ministros que lo componen y su fiscal, tanto que sea necesario el recurso que forman a la Real Persona para que se nombre otro tribunal a donde deban acudir? La Camara entendera este modo de producirse los que representan, injurioso y ofensivo a su autoridad y acreditado celo, para dexar sin escarmentar// a los autores de semejantes escritos, al paso que ellos mismos se desacreditan y manifiestan que su obgeto no es el pretendido de desagravio en otro tribunal, sino proporcionar una nueva confusion y enrredo para entorpecer la limpieza y composicion del Puerto, dexar ilusoria la real orden y convertir sus caudales en agenos destinos.

102. Las nuevas representaciones, vestidas de acrimonia183 con apariencia de sumision, no son otra cosa que detall(e) de un aire dominante con que volviendo a su tema resisten con empeño la observancia del real decreto y de la real cedula de la Camara, suponiendose ofendidos en su honor por algun torcido informe, debiendo entender que el verdadero honor consiste en la sumisa reverente obediencia a los preceptos superiores; en el activo celo por el bien del Estado y en el desinteres y rectitud de las operaciones de que es capaz una junta de sugetos condecorados en quienes Su Majestad habia depositado su confianza a pesar de haberles esperado tantos años sin corresponder el efecto con el deseo.

ducido otro efecto que el desengaño de la negligencia// y olvido de aquella Junta siempre firme en no obedecer ni sucumbir a la composicion del Puerto, al mismo tiempo que elevando aquella Ciudad sus quexas al trono y sindicando a los sabios ministros de la Camara y a la rectitud del fiscal que afeaba la conducta de diez regidores de aquella Ciudad por la libertad de sus escritos, experimentaron por sus arrojados atrevimientos la pena bursaria de mil ducados.

Acritud. Carácter agrio. Impuesto real a repartir entre todos los pueblos de la Provincia, que desde principios del siglo XVI Gipuzkoa logra fijar en una cantidad invariable.

101. Con efecto, asi la ciudad de San Sebastian como el ministro y un yngeniero de Marina y un diputado de la Compañia de Filipinas (que componen la Junta) convienen en la grande utilidad que resultaria a la patria, al comercio y a las naciones, de la composicion y limpieza de dicho// Puerto por ser el unico en aquellas costas capaz de servir de asilo a naves de grueso porte, y para carenar, formar astillero y demas necesario a su seguridad. Todos convienen tambien en la necesidad por no haber otro en todas las costas de Cantabria que pueda servir de abrigo en el formidable batiente de aguas del oceano por aquellas partes; pero esta misma utilidad y necesidad se ha mirado como poco favorable a la ciudad de San Sebastian, que puesta la mira (a lo que parece) en los particulares intereses de su comercio, ha abusado no solo de la real confianza, sino de la franqueza del real animo en fiarles la recaudacion de caudales que han invertido (segun se halla expuesto y arroja de si el expediente) en cegar e inutilizar cada dia mas el Puerto del Pasage, queriendo con inutiles quexas, no solo sindicar la justa providencia del Soberano y el fundado concepto de la Camara, si tambien aparentar un celo que no hay, y es punible culpa, tantas veces y en el discurso de tantos años, molestados el Consejo de Castilla, el de Guerra, el ministerio de Estado, el de Marina, y el Supremo de la Camara y la Real Persona, uniendo todas sus providencias y su celo para que tubiesen debido cumplimiento las piadosas intenciones del Soberano; no han pro-

100. No menos que siete años se hallan de vacio que carecieron de esta noticia el Corregidor de la Provincia y la villa del Pasage, segun lo expone esta en su representacion de 6 de noviembre de 1797, y en este silencio han continuado los de la Junta en el percibo de los expresados derechos que nuevamente se han prorrogado; de cuyas resultas se han quexado nuevamente a Su Majestad la Junta establecida de la ciudad de San Sebastian para entender en la limpia del canal y Puerto// del Pasage, del agravio que se le hace en la real cedula expedida por la Camara en 28 de julio del año proximo pasado a favor de la villa del Pasage; y ha resuelto Su Majestad en su vista que no haciendose novedad por ahora en la recaudacion de los arbitrios que le estan concedidos, custodia y distribucion que ha estado siempre a cargo de la expresada Junta, examine la Camara las representaciones de la Junta, del ministro de Marina de San Sebastian y de la Ciudad, informando de las ventajas que se seguiran al .publico privando a la misma Junta de estas facultades y fiandolas solo a la villa del Pasage; y halla el fiscal que basta reconocer el resultado de los antecedentes y la actual constitucion de aquel Puerto para venir en conocimiento de que el espiritu que agita a los que representan no es ciertamente el de contribuir, ni aun pensar en su composicion, si bien mantenerse en la misma inaccion como han hecho en tantos años, dexando que se inutilice cada dia mas, autorizados al mismo tiempo para la recaudacion y manejo de caudales.

99. Este interesante asunto remitido a la Camara, despues de evacuada la comision y oido al fiscal, acordo se consultase a Su Majestad lo importante que seria el que se confierese la facultad de percibir aquellos derechos y atender a la limpieza y composicion del Puerto, a la persona que fuese de su real agrado; y Su Majestad tubo a bien tomar la resolucion del real decreto de 9 de enero de 1790.


185

Pago a que se obliga a los ciudadanos con el fin de arbitrar recursos para los gastos públicos.

109. Ya en fin, examinada y conocida bien la verdad, por resolucion de Vuestra Majestad a consulta de la Camara publicada en 13 de enero de 1790, se sirvio Vuestra Majestad prorrogar los arbitrios insinuados por treinta años mas para la limpia del canal del Puerto de Pasage, y que esta villa y no la provincia de Guipuzcoa corriese con la recaudacion del caudal y execucion de la referida limpia con preciso acuerdo del Corregidor.//

108. Atribuyese la causa, no es poca parte, a los regidores de San Sebastian, emulos de la prosperidad que se procura para el Puerto del Pasage, descubierto bien su interes en la vehemencia con que han seguido y siguen tantos recursos y en la destemplanza, y aun atrevimiento de sus escritos, por lo que por resolucion real a consulta de la Camara en el año de 1778 fueron multados y pagaron mil ducados.

107. Muy continuos han sido los recursos, ya para la continuacion de los arbitrios185, ya para me//jorar el govierno economico y adelantamientos de las obras, haciendo supuesto siempre de la importancia y necesidad de estas, resultando que no solo no se adelantaba en ellas, sino imposibilitandose mas el Puerto hasta el estado miserable en que hoy se halla, despues de consumidos tantos caudales, ignorandose hasta ahora su lexitima inversion despues de ciento y ochenta años.

106. La Camara, señor, hace presente a Vuestra Majestad que desde el año de 1617 se empezo a conceder arbitrios para limpieza y mejora del Puerto del Pasage, uno de los mas importantes de las costas del mar Cantabrico; constando ya entonces el descuido de conservar aquel Puerto, las quiebras que iba sufriendo y la necesidad de reparos y mejoras.

105. En cuyos fundados supuestos entiende el fiscal que corresponde que la Camara, en obsequio del bien publico y de su acreditado celo, acuerde la consulta a Su Majestad para que se observe y cumpla el real decreto de 9 de enero de 1790 y la real cedula de 28 de julio de 1798; añadiendo como precisa circuns//tancia, para evitar toda corrupcion, fraude o mala inversion de caudales, se arrienden en publica subasta en la forma ordinaria los derechos de entrada, anclage y toneladas de las naves que arrivaren al Puerto del Pasage, debiendo hacerse dicho arriendo anualmente por la diferencia que puede mediar en tiempo de paz o de guerra y en el estado de estar limpio el Puerto; y por lo respectivo a la obra, que esta se haga por la direccion de un yngeniero de Marina a satisfaccion de la villa del Pasage e intervencion del corregidor de la Provincia: depositandose los caudales destinados para ella en sugeto de arraigo y dandose los libramientos con la debida y formal cuenta y razon, principiando la obra a la mayor brevedad e informando a la Camara cada tres meses de su estado y adelantamientos, para poder este Supremo Tribunal consultar a Su Majestad segun las ocurrencias lo demas que tenga por conveniente.

Soberano; fue tambien parte para nombrar a sus regidores, cada tres meses, jueces del Puerto; y solo no lo es para sincerarse de la inversion de aquellos caudales, y de hallarse sin efecto las intenciones del Soberano; este modo de disculparse no es correspondiente a una ciudad y mas la acrimina que disculpa.

Pasaia 1805-2005 I XXV

113. Ello es que los que ahora administran el Puerto, administran lo que en realidad es ageno. Pasages y Renteria, que han pedido siempre la administracion y que jamas la han obtenido, piden lo que la naturaleza hizo suyo. ¿Puede dudarse quien tiene mejor derecho?. Los que ahora lo tienen, no tienen un interes personal en conservarlo (aun dado que solo sea sospecha el que se les supone en destruirlo, sospecha a que ellos han dado tanto cuerpo); los que lo solicitan tienen un interes el mas intimo en conservarlo. ¿Puede dudarse en quales de estos administradores estara mejor?. Los que ahora lo manejan viven de el el limitado tiempo que lo manejan, y mientras mas disimulen mas les vale; los que lo piden han de deber en todo tiempo su existencia y bienestar a su esmerada conservacion. ¿Quien se desvelara mas por conservarlo?. Va para cinco siglos que son continuas las quexas y clamores contra la administracion actual. ¿ Es posible que nunca se haya tenido razon?. Lo contrario se prueba de mil modos; pues ya es tiempo de mudar

112. ¿Que puede añadir particular alguno al fundado voto de Tribunal tan supremo y tan radicalmente impuesto en la materia?. Si el cargo del torrero es cuidar el Puerto, y el Puerto de cada dia va a peor y amenaza una proxima y// completa ruina, claro esta que aquel cargo no llena su instituto, y que es preciso cambiar de metodo y probar otro sistema.

111. Por estos fundamentos, señor, la Camara es de parecer que Vuestra Majestad, siendo servido, se digne mandar que se cumpla y execute con el mayor celo y actividad la resolucion citada de Vuestra Majestad, publicada en 13 de enero de 1790, y real cedula que en su consecuencia se expidio que, para evitar todo fraude y mala versacion de caudales, se arrienden anualmente en publica subasta los derechos de toneladas y anclage; que las obras del Puerto// se executen con la direccion de un yngeniero de Marina a satisfaccion de la villa del Pasage, e intervencion del Corregidor de la provincia de Guipuzcoa, depositandose los caudales en una persona de arraigo, y que se de principio a las obras con toda la posible brevedad, continuandose sin intervencion con actividad y economia, librando el Corregidor con la debida formalidad las cantidades necesarias segun se fuesen causando los gastos, y sin el menor disimulo se daran cuentas anualmente y aviso a la Camara cada tres meses de lo que se fuese adelantando, y anualmente de las cuentas. El mismo Corregidor dispondra se le presenten las generales de todo lo percivido para estas obras y de lo invertido legitimamente en ellas, poniendo en noticia de la Camara todo lo que sobre ello fuese ocurriendo y mereciese su atencion para los efectos convenientes. Y reservara la Camara acordar lo que estime justo, en quanto a lo que resulte de las ultimas representaciones contra su decoro y autoridad.

110. Esta real resolucion de Vuestra Majestad es la que ha excitado los ultimos recursos de la ciudad de San Sebastian, del ministro de Marina, de la Junta a quien se confio este importante asunto desde el año de 1747 y del yngeniero de Marina; todos al fin de que no se haga novedad. El contenido de sus recursos esta reducido a pocas proposiciones: la importancia de habilitar aquel Puerto; el estado infeliz en que se halla; que se han gastado crecidos caudales, y el Puerto cada vez en peor estado, sin que resulten cuentas legitimas y aprobadas (en la Camara) de su inversion; y clamar altamente por su honor de no continuar en su inaccion, desentendiendose de lo que es verdadero honor, que consiste solo en desempeñar con celo los encargos que a cada uno se confian.


187

Medida itineraria equivalente aproximadamente a cinco kilómetros y medio. Cargo eclesiástico que se encarga de ayudar en los servicios religiosos de una comunidad al vicario o párroco principal. 188 Del latín, quid, qué cosa. Alude al punto más importante o porqué de un asunto. 189 Granero. 190 Prerrogativa.

186

Pasaia 1805-2005 I XXVI

120. Bien se me alcanza que asi como indudable que el separar y unir juridicciones es regalia190 del Soberano, tambien que estos asuntos no entran en la providencia confiada por el Soberano a Vuestra Excelencia. Pero se que el Rey es uno y tiene Su Majestad varias veces declarado que puede explicar su voluntad por el organo que elixa. Se que Vuestra Excelencia, convencido de la necesidad de esta providencia, y que de// ella redundara el remover mil obstaculos y procurar mil beneficios que miran directamente al fomento de la marina, que esta exclusivamente encomendada a Vuestra Excelencia, tratara con quien corresponda para el logro de esta providencia; sin la qual serian vanas

116. Primera providencia. Separar la aldea de Pasages de la jurisdicion de San Sebastian, de que dista una legua186 de camino de monte y mar, y unirla a la villa de Pasages que esta enfrente de ella en distancia de 80 brazas de canal, de suerte que ambos pueblos constituyan una sola y unica villa. Que a esta se le dé de termino el cortisimo que en la actualidad tiene, con mas la parte que se estime hasta la sima del monte Ulia, en cuya falda esta situada la hoy aldea; de modo que quede con un termino conveniente, el qual incluya todo el Puerto de Pasages que hoy llama San Sebastian suyo, para que San Sebastian de todo punto quede excluido de jurisdicion sobre sus aguas.

TERCERA PARTE

115. Tres providencias, Señor Excelentisimo, creo solo necesarias en el dia, suficientes a atajar tantos males y a producir otros tantos bienes. Ni son peregrinas, ni costosas, ni aun nueva(s) sino en cierto modo la que voy a proponer la primera, porque la estimo llave de las demas y, omitida, cuantas se imaginen seran, como hasta aqui, inutiles e infructuosas.

118. Para esta primera providencia se debe establecer en lo civil: 1.° Que ambos pueblos formen un solo ayuntamiento. 2° Que este se componga de un alcalde y su teniente y tres regidores. 3.° Y respeto que los dos pueblos son casi iguales en vecindario y demas, que haya una alternativa rigorosa para que un año sea el alcalde de los vecinos de la hoy villa, y al siguiente de los vecinos de la hoy aldea. 4.° Y que el teniente se nombre de aquel de los dos barrios (que asi se deben llamar en lo sucesivo las hoy llamadas villa y aldea) que no le toque nombrar alcalde. Y que este teniente resida en el barrio de su eleccion para los actos urgentes de aprehensiones y otros executivos de justicia; los quales practicados dara cuenta al alcalde. 5.° Los regidores se nombraran indistintamente de los barrios en los sugetos que merezcan la confianza publica. 6.° Pero un regidor al menos debe ser de los vecinos de la hoy aldea. 7.° Tambien estas elecciones se han de hacer alternativamente en las dos casas consistoriales que hoy existen, de modo que quando toque sacar alcalde de la hoy villa, se elija en la casa consistorial del hoy lugar, y al contrario. 8.° Los ayuntamientos y remates y escrituras de publicos abastos se hagan alternativamente uno en una casa y plaza, y el siguiente en las otras. Disposiciones todas que aseguran la igualdad, remo//viendo qualquier linage de competencia, y quitando todo asidero a preponderancias.

117. Debo expresar aqui para noticia de Vuestra Excelencia que el termino de la ciudad de San Sebastian tiene mas de 7 leguas de circuito, y es una de las causales de no poder atender a sus montes, hoy descuidadisimos, y que cuidados son capaces de los muchos millones// de arboles que antes criaron.

119. Para lo eclesiastico se debe providenciar: 1.° Que ambos barrios formen un solo cavildo compuesto del vicario y los dos beneficiados187 de la hoy villa, y del vicario y beneficiado del hoy lugar. 2.° Que sea cabeza ahora y en lo succesivo el mas antiguo de los dos vicarios. 3.° Pero en las funciones parroquiales sean independientes los respectivos curas, quedando por feligresia de cada parroquia su actual poblado. 4.° Que los respices188 y demas percances de cada una de las dos parroquias sean para los respectivos servidores. 5.° Que los frutos decimales y las primicias sean comunes haciendo un solo horreo189 que se distribuya segun lo establecido en Guipuzcoa y esta comarca. 6.° Y que todas las congregaciones y juntas del clero se hagan en aquella de las dos parroquias que tenga el vicario a la sazon mas antiguo y sea por esto cabeza del cabildo.

114. Y como las que se oponen del privilegio quedan tan desvanecidas; las de evitar el contrabando militen con igual valor en auxilio o en contra de los litigantes; y lo que esta balanza se inclina es a favor de Pasages; y la razon de los apreciables servicios de todos, no hagan de mejor condicion a San Sebastian. Ya debemos apresurarnos a proponer por remate de informe tan prolixo las providencias que atajen y remedien los perjuicios que se experimentan.//

de administrador. Hace cinco centurias// que se esta prometiendo la enmienda y esta jamas se verifica. Ya debe llegar la epoca del desengaño, a menos que no se espere una en que sea completamente inutil. San Sebastian ha multiplicado sus reglamentos y el Puerto empeora de continuo: luego se necesita algo mas que reglamentos. ¿Que pues se necesita? Su observancia, el celo. ¿ Y quien de ello es capaz, los que con tenerlo tienen segura su felicidad, o los que entibiandose logran un lucro momentaneo y una prepotencia segura?. Razones son todas que a mis ojos ponen fuera de dudas, disputas y opiniones, quienes deban ser los que intervengan en la necesaria limpia del Puerto y en su interesantisima manutencion.


129. Ventaja semejante lograra la villa de la Renteria, hoy un monton de escombros, y con solo estas providencias reanimada de nuevo. Quando Guipuzcoa apenas contenia

128. Otra ventaja muy considerable es hacer de dos pueblecitos miserables, y que cada dia se apocan como sucede a los dos Pasages, una honrrada y buena villa, que se duplique o triplique en bien suyo, de la Marina y del Estado en contadas generaciones. Pues dexando la aldea de Pasages de conocer y sufrir quatro alcaldes distintos cada año, ninguno vecino suyo, y todos, en el supuesto mas favorable, indiferentes sobre su felicidad, dilataran sus comprimidos pechos y respiracion. Y la// villa de Pasages, duplicada con sola esta providencia, se pondra en estado por su comercio, navegacion y pesca, de duplicarse de nuevo y reproducir los servicios que en otro tiempo hacia al Rey y a la causa-publica. Su aumento sera puramente marino; y no hay dudar que donde hoy no se hallan 50 marineros, se hallaran entonces 500; y donde hoy vive la languidez y miseria, vivira la industriosa alegria.

127. Ventajas notables de estas providencias. Permitame Vuestra Excelencia empieze esta enumeracion por la inestimable ventaja de agotar de una vez tal manantial perenne de litigios, de venalidades, de manejos obscuros y provocaciones a injusticias. Arrancar y desquajar el que govierna la raiz de tanta inmoralidad es evitar sus funestos y indefectibles frutos que son los transtornos civiles, y de aqui las plagas publicas.

126. Entonces, empleados con esta economica constitucion todos los caudales del Puerto en el Puerto mismo, cobrada con exactitud la alcabala de la Provincia que le esta asignada y los atrasos de lo que debe contribuir la Compañia de Filipinas, porque ya no habran lugar las justas disculpas con que ahora se niega, en breve se vera qual es el ingreso (que no dexa de ser considerable) con que se pueda contar, y si es necesario arbitrar otros sobre los pueblos y buques verdaderamente interesados en esta limpia. Entonces Renteria, que no escasea de propios, y cuyos famosos montes estan poblados como ninguno de la Provincia, y tan bien cuidados como los mejores de Europa, y que van estando en sazon, es natural se preste a algun servicio que ha de redundar en su inmediato provecho restituyendola al pasado esplendor de que esta tan lexos y desesperanzada191.// Y con todos estos antecedentes se vera entonces que generos de maquinas son las adaptables para conseguir una limpia facil en si como la de Barcelona y Cartagena y tantas otras mas arduas que se han conseguido en nuestros dias; y que tambien lo estubiera esta de haberse invertido en ella tanto caudal malgastado en pleytos, cohechos y pasiones.

derechos destinados para ella, que depositara por meses en el arca de tres llaves, de que sera custode, teniendo los otros dos sugetos las otras dos llaves. El vocal de uno de los dos pueblos hara las funciones de distribuidor, llevando la cuenta y razon de las salidas y dispendios que determinare la Junta, y el otro hara las diligencias de la recaudacion de los otros arbitrios que no se cobren en el Puerto mismo. Y en el tiempo que Vuestra Excelencia asignare, y al// xefe que se les mande, daran cuenta de lo cobrado, invertido y existente.

Pasaia 1805-2005 I XXVII

191 En nota en el original: “Consta que Renteria dio en pocos años desde el de 1593 maderamen para 29 galeones grandes que se fabricaron alli por Agustin de Oxeda. Hoy tiene sus montes en disposicion que dentro de pocos años puede dar 2000 robles bravos anualmente, y aunque no plantase mas (lo que Dios no permita) continuar dandolos por espacio de 60 años. Aquello ceso por haberle quitado su puerto, y esto quedara inutil sino se le da”. En el borrador aparece esta anotación. A pesar de la exactitud y meticulosidad con que Olaechea realizó su transcripción, no recoge este apunte.

125. Verificado esto, debe la misma persona escoger una de Renteria y otra de Pasages para que, propuestas a Vuestra Excelencia y con la regia aprobacion, formen con el Capitan del Puerto la Junta que entienda en su limpia. El capitan recaudara todos los

124. Para plantear estas beneficas providencias de un modo firme, expedito y qual conviene, no dando cabida a ninguno de tanto subterfugio como hasta hoy han entorpecido otras semejantes, se debe nombrar una persona de la aprobacion de Su Majestad que vaya a Pasages con la autoridad necesaria, y las haga executar luego, y dé cuenta a Su Majestad de haberlo hecho; y ponga en posesion al nuebo Capitan de Puerto de su oficio, y a los respectivos pueblos de los terminos bien demarcados de sus juridiciones.

123. Tercera y ultima providencia. Devuelto de hecho y en la realidad el Puerto de Pasages al dominio y administracion del Rey, se debe dividir la jurisdicion de sus aguas entre los pueblos de sus orillas, componiendo uno ambos Pasages como queda supuesto, teniendo en consideracion lo que corresponda a Lezo, y adjudicando lo demas a Renteria. Excepto lo tocante a la policia del Puerto y demas funciones de su Capitan, que este no dividira con nadie, la jurisdicion de estos pueblos sera privativa sobre sus propios baxeles, y preventiva en los casos urgentes en los que esten en sus propios terminos hasta entregarlos a las propias justicias. Solas la de Pasages y Renteria, segun los limites que se les demarquen, la tendran sobre todo buque no de las villas del Puerto que lo frecuenten. Y el Puerto quedara por ahora en un todo con igual// franqueza y constitucion que los restantes de Guipuzcoa.

122. Y como nada se adelantaria en declararlo asi, como tantas otras veces, si no se cercenasen los abusos que hasta el dia lo dexan como virtualmente enagenado de la Corona, esta declaracion se ha de acompañar y sostener con las disposiciones que lo manifiesten de una vez y para siempre. Esto es, sugetandolo a toda la policia de todos los restantes puertos de los dominios de Su Majestad nombrado un Capitan de Puerto, individuo de la Marina Real que en el exerza todas las funciones de su empleo. Pues cierto es tan extraño como dañosisimo al servicio del Rey que sean sugetos// criados en la Marina los que estan encargados de los puertecitos de Motrico, Deva, Guetaria, Orio y San Sebastian, y el puerto de mas consideracion, el principal y el unico por mejor decir de toda la costa de Cantabria, el suspirado asilo de los navegantes en tan procelosos y duros mares, este confiado a un imperito particular que se muda de dos en dos meses y cuya insuficiencia es tan notoria, como opinable y dudosisimo el recto uso de las facultades que se han usurpado.

121. Segunda providencia. Volver a declarar que el Puerto de Pasajes corresponde unicamente a Su Majestad.

e inutiles, como lo han sido por tantos siglos las restantes. Y se finalmente que en la Secretaria de Gracia y Justicia esta pendiente este recurso, porque se conoce que es un asunto maritimo y seria mucho dolor que estas reciprocas consideraciones impidiesen tanto beneficio y siguiesen causando tantos males.


Excelentisimo Señor: JOSEPH DE VARGAS Y PONZE (rubricado).//

Madrid, 21 de julio de 1804.

133. De cosas tan grandes y de tanto momento me es fuerza descender al cerrar este informe a cosa tan fastidiosa y pequeña como hablar de mi mismo. Juzgo preciso protestar a Vuestra Excelencia otra vez mi imparcialidad195 hacia una provincia que dista de la de mi cuna el diametro entero de la peninsula y en la que no tengo interes alguno de carne y sangre y mucho menos de aversion o agravio. En los Pasages, que son los que van a ganar tanto, si logra la real aprobacion lo que propongo, no tengo un solo conocido. Casi puedo decir lo propio de Renteria; y habiendo frecuentado mucho estos sitios para imponerme de su localidad, ni una sala vez pernocte en ellos, habiendo hecho la inspeccion de sus archivos y el acopio de mis papeles en San Sebastian. En San Sebastian, que es quien malogra su obstinado tema, si que he residido largos años; y tanto a la Ciudad, como a todos sus vecinos, cuya dulzura de trato es encantadora, les mereci diesen quantas atenciones y auxilias eran posibles a mi comision y a mi persona. Con tantos motivos para la gratitud, que les conservo y conservare siempre, no tube ni el mas leve para la mas leve quexa; antes adquiri caros amigos con quienes deseo practicar todos los oficios de la amistad. Estoy firmemente persuadido que ellos y su pueblo van a ganar tambien muchisimo con estas provi//dencias; asi como creo que el teson con que ahora se oponen solo procede de una preocupacion heredada y que por melancolicas resultas de tan inveterada pasion ya no estan habiles para analisar a sangre fria. Aun quando por desgracia asi no fuese, he informado a Vuestra Excelencia, cumpliendo la orden de Su Majestad, lo que estimo tan conducente y provechoso a su real servicio, como de rigurosa y debida justicia. Y me estimare feliz si con este informe asegura Vuestra Excelencia los derechos del Rey, el interes de la causa-publica y los aumentos de la Marina en el grado que yo estoy seguro de la pureza y sinceridad de mis intenciones.

Pasages en estado de que en solo la construccion// de sus buques ahorre el Rey como 18%! Es decir, que se halle con 6 navios por el coste de cada 5 de los que hoy construye!

193

Pasaia 1805-2005 I XXVIII

Igeldo. Destacado ingeniero naval y arquitecto de la segunda mitad del siglo XVIII, realizó importantes obras de ingeniería militar y de arquitectura civil (astilleros de Cádiz, arsenal de Cartagena, ayuntamiento de Lugo y fachada de la catedral de esa ciudad). 194 Bajío. Elevación del fondo en los mares, ríos y lagos. 195 Imparcialidad negada por Juan B. Olaechea y J.L. Banús en los trabajos citados en notas anteriores. Para otro punto de vista nos remitimos al estudio que acompaña a esta edición.

192

132. De proposito y con todo estudio me he ceñido a presentar las ventajas de las providencias que propongo, considerando el sistema actual de Guipuzcoa. Suben muchisimo de punto si se considera el que puede y debe tener quando ella y la superioridad conozcan los verdaderos intereses de esta provincia con respecto a si misma y con relacion al todo de la nacion. Quando llegue este feliz dia ¡que no importara tener el Puerto de

131. Pero la ventaja incalculable, omitiendo otras muchas, pues en el informe adjunto del capitan Villalobos vera Vuestra Excelencia 122 numeradas, y las mas subsisten hoy dia, de solo dar el trato a este Puerto; la ventaja incalculable, decia, hija// de las providencias que propongo es la de tener un puerto como el que la naturaleza labro en Pasages. De continuar como esta desaparece muy luego. Si no debe ya estimarse desaparecido un puerto que no hace 150 años tenia a flote en baxa mar los navios a quatro hiladas por banda, y hoy no puede hacer cabeza en el una fragata de la Real Armada. Vuestra Excelencia, tan practico en el oficio y que ha surcado tantas veces estos mares, conoce de que apuros puede salvar este unico puerto en una travesia, en ellos tan frequentes y tan duras. ¡Y que cargo y deber tan estrechos sean para los que tienen en su mano el timon de la marina que los timones que la constituyen no hallen nuebos peligros, nuebos bagios194 y naufragios por falta de unas providencias tan justas como hacederas, donde la naturaleza misma presento un refugio y amparo segurisimo contra las amargas fortunas del mar!

130. ¿Y San Sebastian? Lejos de perjudicarse en cosa alguna de sustancia, en cosa que no sea un tema heredado y envejecido, logra con estas providencias, tomado en cuerpo que es como se debe considerar todo pueblo, muchos beneficios. Se le libra, cortando estos procesos, del mas considerable de sus gastos, lima continua y sorda que come sus pingues propios. Cesa en el desembolso// anual de buenos 8000 reales que le cuestan sus regidores torreros, los guardas y los repartos de la torre, lanchas, cables y demas que mantiene o debe mantener en Pasages. El Pasages de donde no saca ni abastos, ni auxilio el mas minimo, ni nada de que penda la subsistencia suya, o su bienestar. Al contrario, si destinase solo aquel gasto fixo que ahorrara, a cerrar con un dique de piedra seca y perdida la corta boca que hay en su Concha, entre la isla de Santa Clara y el monte de la linterna192, boca que es un arrecife continuado que se descubre en baxa mar, segun y como se lo propuso con plano y coste el celebre don Julian Sanchez Bort193 en 1770, y es un genero de obras hidraulicas en el dia tan conocido y hacedero, entonces tendria San Sebastian, ademas de sus comodos muelles, un surgidero abrigado, capaz de una docena de los mayores buques, y el Rey ese resguardo mas para los nervios de su Real Armada. Por manera que en vez de un puerto que va desapareciendo, se tendrian dos muy apreciables.

el tercio de su poblacion actual, Renteria contenia en sus muros 400 marineros hijos suyos. ¿Quantos no podra criar y ocupar disfrutando de la justa libertad que los otros, hoy que el comercio se entiende tanto mejor y que sus relaciones se multiplican?




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