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Deuteronomio 27:1-10

La Biblia en un año: Dt. 5/ Sal. 88/ Is. 33/ Ap.3

Obedeced a la Palabra de vida

1 Moisés y los ancianos de Israel dijeron al pueblo: «Guardaréis todos los mandamientos que yo os prescribo hoy. 1 Moisés y los ancianos de Israel dieron al pueblo las siguientes órdenes: «Cumplan todo lo que hoy les he ordenado.

2 El día que pases el Jordán para entrar a la tierra que Jehová, tu Dios, te da, levantarás piedras grandes, las revocarás con cal 2 Cuando crucen el río Jordán y entren en la tierra que el Señor su Dios les va a dar, levantarán unas piedras grandes y las blanquearán con cal,

3 y escribirás en ellas todas las palabras de esta Ley, en cuanto hayas pasado para entrar en la tierra que Jehová, tu Dios, te da, tierra que fluye leche y miel, como Jehová, el Dios de tus padres, te ha dicho.

3 para escribir en ellas todas estas instrucciones que les he dado. Háganlo en cuanto entren en esa tierra donde la leche y la miel corren como el agua, y que el Señor su Dios les va a dar, tal como lo prometió a los antepasados de ustedes.

4 Cuando, pues, hayas pasado el Jordán, levantarás estas piedras que yo os mando hoy, en el monte Ebal, las revocarás con cal

4 Así que, cuando hayan cruzado el río Jordán, deberán levantar sobre el monte Ebal las piedras que les he dicho, y blanquearlas con cal.

5 y edificarás allí un altar a Jehová, tu Dios, un altar de piedras; no las labrarás con instrumentos de hierro.

Moisés le dice al pueblo de Israel que, cuando pasen el Jordán, deben levantar piedras grandes y blanquearlas con cal, para que luego escriban en ellas todas las palabras de la Ley. También les indica que en el monte Ebal tendrán que construir un altar con piedras enteras y sin labrar, para que pongan la Ley y ofrezcan holocaustos a Dios. De esta manera, se reafirma el pacto entre Dios y Su pueblo.

5-6 También deberán construir allí un altar de piedra para el Señor su Dios. Las piedras deberán ser enteras y sin labrar. Allí, en ese altar, ofrecerán al Señor su Dios holocaustos

6 De piedras enteras edificarás el altar de Jehová, tu Dios, y ofrecerás sobre él un holocausto a Jehová, tu Dios.

7 Sacrificarás ofrendas de paz, comerás allí y te alegrarás delante de Jehová, tu Dios.

7 y sacrificios de reconciliación; y allí, ante el Señor su Dios, comerán y harán fiesta.

8 Y escribirás muy claramente en las piedras todas las palabras de esta Ley.»

8 En las piedras deberán escribir con toda claridad estas instrucciones que les he dado.»

9 Después Moisés, junto con los sacerdotes levitas, habló a todo Israel y dijo: «Guarda silencio y escucha, Israel. Hoy has pasado a ser el pueblo de Jehová, tu Dios.

9 Después Moisés, acompañado de los sacerdotes levitas, dijo a los israelitas: «Guarden silencio, israelitas, y escuchen. Hoy se han convertido ustedes en el pueblo del Señor su Dios.

10 Oirás, pues, la voz de Jehová, tu Dios, y cumplirás sus mandamientos y sus estatutos que yo te ordeno hoy.» 10 Por lo tanto, deben obedecerle y poner en práctica sus mandamientos y sus leyes que yo les ordeno hoy.»

Escribirás en las piedras (27:1-5)

El objetivo de Dios era que Su ley fuera recordada y cumplida por el pueblo de pacto por generaciones. Por eso, después de proclamar toda la Ley (cap. 4-26), Moisés prepara al pueblo para el pacto que tendrá que realizar en el monte Ebal. Después de cruzar el Jordán, Israel blanqueará con cal las piedras grandes y escribirá en ellas la Ley. Esas piedras las tendrán que levantar en el monte Ebal, al norte de Siquem, para preservar la Palabra; y para que sirvan de recordatorio para las generaciones venideras. Moisés también les indica que las piedras del altar deberán estar enteras y sin labrar, porque los cananeos lo hacían de la manera contraria. El anhelo de Dios era que Israel viviera conforme a Su Palabra y no siguiera las formas de los pueblos de la época, grabando la Palabra en sus corazones y dejando que ella tomara el señorío en sus vidas.

¿Por qué Israel tendría que grabar todas las palabras de la Ley en piedras grandes, después de cruzar el Jordán? ¿Cuál es la Palabra de Dios que debo grabar en mi corazón?

El holocausto del pacto (27:6-10)

El pueblo de pacto recibe el señorío de Dios y cumple Su voluntad. Moisés le instruye al pueblo de Israel que deberá construir un altar de piedras sin labrar (Éx. 20:25), para presentarle a Dios ofrendas de paz y holocaustos. Recordemos que el holocausto era un sacrificio vertical, en el que todo el animal era quemado para Dios; mientras que la ofrenda de paz era un sacrificio horizontal, en el que se quemaba solo una parte y el resto era consumido por el adorador con otros miembros de la comunidad. De esta forma, la Ley evidencia la importancia del amor a Dios y al prójimo. La Ley debía ser legible y clara, porque en esas palabras se fundamentaba el pacto. Para conservar una posición privilegiada ante Dios, el pueblo debe conservar un corazón dispuesto a oír y a obedecer Su voluntad.

¿Cuál es la identidad de Israel, según Moisés y los sacerdotes levitas? ¿Cómo debo esforzarme para ser un pueblo santo de Dios?

Una Carta a Dios

Amado Dios, permite que la lectura de Tu Palabra y la participación en los cultos me enseñen más sobre mi identidad. Deseo grabar Tus man damientos en las tablas de mi corazón. Ayúdame a ofrecerte sacrificios de obediencia cada día con sumo gozo y así testificar que soy parte de Tu santo pueblo.

La Palabra que me protege

Durante un programa de televisión, una periodista le preguntó a una anciana de 91 años cuál era su mayor deseo, y ella respondió: “Puede que los demás me critiquen, pero mi deseo es vivir muchos años”. Curiosa, la reportera indagó: “¿Por qué quiere vivir tantos años?”. Entonces, la abuela explicó: “Para poder cuidar de mi hija”. Resulta que esta anciana, a quien ya le costaba controlar su propio cuerpo por la vejez, vivía junto a su hija de más de 70 años que padecía una discapacidad que le impedía usar bien sus piernas, al punto que no podía ni dar un paso sin la ayuda de alguien o de un caminador, incluso para ir al baño. Por eso, la anciana siempre había estado a su lado. O sea que el secreto para que ella pudiera vivir hasta los 91 años era su hija y su deber con ella. ¿Siente que la Palabra de Dios es una pesada carga para su vida? Todo aquel que así lo considere y que busque huir de ella queda expuesto al peligro. La Palabra no es negociable y el peligro comienza cuando deseamos elegir lo liviano, lo fácil, lo que no demande nuestro esfuerzo. No hay nadie que al realizar bungee jumping pida que le cambien la soga o que la corten porque la siente pesada, ya que todo el mundo sabe que se trata de un sustento vital. La Palabra es nuestro sustento vital y, a mayor incomodidad, nos da mayor seguridad. Cuanto más pesada sea, le da mayor equilibrio a nuestra fe. Por lo tanto, el fiel debe aferrarse firmemente a la Palabra y seguir el camino por donde nos guíe Dios. Esta nos protegerá, si nos esmeramos por cumplirla, ya que el esfuerzo por obedecerla es lo que protege nuestras vidas.

Quiero escuchar la respuesta de Dios, Park Myung-soo

Aplicación Personal

Junio 2020Deuteronomio 27-34, Salmos 127-135