Bernasconi, Pablo No (es así).- 1a ed. -Ciudad Autónoma de Buenos aires: La Brujita de Papel, 2014 32 p. :il. ; 25x19 cm. ISBN 978 987 3681 01 1 1. Narrativa Infantil Argentina. 2 . Cuentos. I. Título CDD A863.9282
Dirección editoral: Mercedes Felgueras Diseño e ilustración: Pablo Bernasconi © 2014. La Brujita de Papel S.A. © Pablo Bernasconi Primera edición, abril de 2014 ISBN 978-987-3681-01-1 Impreso en Argentina Av. Córdoba 744 Buenos Aires, Argentina www.labrujitadepapel.com.ar Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723
Dedico este cuento a todos los que han descubierto que una de las cosas más importantes que no debemos perder en esta vida, es el alma de un niño.
Introducción Había una vez un niño, ni bueno ni malo, pero que siempre quería tener razón. Dejaaalo, decían. Ya se le va a pasar. Pero no se le pasaba. Hasta que un día se le ocurrió escribir su propia teoría, la fórmula para demostrar que las cosas NO eran así, porque él definitivamente tenía razón...
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Había una vez un niño, ni bueno ni malo.
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Le gustaban los juguetes y los juegos, los perros y los dinosaurios, los dibujos y todas las cosas que le gustan a los muchachos. Pero lo que a él más le gustaba... ¡era tener razón!
Para este niño, la razón era como un abrigo que lo protegía de la intemperie.
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Sin el abrigo, él se cubría con cualquier cosa.
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Dejaaalo, decían. Ya se le va a pasar... Pero no se le pasaba. Nada de nada.
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Y todos a su alrededor...
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Siempre tenían algo que decirle. Y él, a su vez, siempre tenía algo que contestarles.
Podía discutir sobre lo que sea. Lo discutía y cuestionaba todo. Refutaba, negaba y debatía. Para él no había más razón que la suya.
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Un día descubrió que la mejor manera de tener razón era estar seguro. Así que cuando una tarde se preguntó por qué caían las cosas, decidió averiguar.
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Y resulta que le pareció que estaba mal. ¡Que no era como decían! Ni sus padres... Ni el director, ni su maestra,
ni el alcalde, ni su tío,
ni Newton, Absolutamente todos, menos él, se equivocaban y lo demostraría.
ni Einstein.
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-¡Listo!- exlamó cuando, tras muchos días sumando esto y aquello, diviendo la cantidad de veces que se le cayó un vaso y multiplicándolo por cada vez que se cayó de la bici... ¡Había creado su propia fórmula para demostrarle al mundo que él tenía razón!
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Pero no fue necesario porque el mundo se dio cuenta solito. ¡Había desaparecido la ley de gravedad! Y no tardaron en llamar a su puerta ante tal desastre.
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Esta vez, todos estaban tan molestos que por fin tuvieron mucho más que decir que él.
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Y por primera vez, el niño cedió. -¡Newton (también) tenía razón!- exclamó.
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Y todo volvió a la normalidad.
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ISBN 978-987-3681-01-1
9 789873
681011