Totolac, Tlaxcala.- Gonzalo Pérez impartirá un taller de alebrijes denominado "9 Piedritas", en el Centro Comunitario de Desarrollo, en Zaragoza, San Juan Totolac. El objetivo del taller consiste en la construcción por cada participante de una pieza de alebrije de cartón, a partir de la idea original, de su relación con el clima y en general con la agricultura; utilizando para ello el modelado en cartón con una estructura de alambre y acabado con pintura de color esmaltado. Además de que con la construcción de esta artesanía se persigue despertar el interés por los participantes para trabajar el cartón con las manos a fin de valorar una artesanía que en algunos casos puede ser sustento o contribuir a la economía familiar. Así como incentivar el interés de las personas por el arte al aprender el modelado de la forma dando volumen y textura así como la aplicación de pintura a detalle de motivos multicolores que forman parte del discurso mágico de esta artesanía. El taller está dirigido a personas mayores de nueve años, la duración del mismo será de ocho sesiones de tres horas cada una, cuatro días a la semana. Y buscará trabajar sobre figuras producto principalmente de la cosmovisión mexicana, que tenían una función dentro del ecosistema nacional donde los asistentes conocerán una leyenda del México prehispánico, la cual narra que los alebrijes jugaban un papel importante en el buen desarrollo del cultivo. Estos seres mágicos surgían de la sangre de animales como el jaguar, la serpiente y la mariposa, entre otros. De acuerdo a esta cosmovisión los alebrijes protegían la cosecha. La riqueza creativa de las manos de los mexicanos está de manifiesto en cada una de las artesanías que realizan en las diferentes regiones del territorio nacional, una de ellas, una artesanía contemporánea ha cobrado especial dimensión porque en su forma y colores está de manifiesto el realismo mágico de la gente, la cosmovisión de un mundo mágico que bien pudiera ir más allá de un sueño. A decir de Gonzalo Pérez, los alebrijes son esas criaturas mágicas presuntamente concebidas por Pedro Linares y que sin embargo en la tradición oral de algunos pueblos se cuenta de su existencia desde la época precolombina y que puede verse ya sea en alguna ave extraña pintada en un códice, hasta su materialización en una fina talla en madera hecha por las manos de algún artesano de San José del Pacífico, Oaxaca. Agrega que se sabe de alguna leyenda acerca de rituales en los que se reunía sangre de varios animales y que después de mezclarla era esparcida por los campesinos en sus parcelas para que surgiera un alebrije que tomaría la forma del animal necesario para propiciar un buen cultivo, así se transformaba en serpiente para devorar roedores, en pez para dar frescura y llamar la lluvia, en mariposa para polinizar, en jaguar para ahuyentar ladrones. Ésa es la magia del alebrije, ese ser mutante que nace a partir de lo que según dicen, él mismo quiere ser, y que va tomando forma a partir del papel que se usa y la pintura que lo cubre, afirma. En el México prehispánico, chamanes reunían diferentes animales tales como una mariposa, un jaguar, un quetzal, una serpiente, un pez, y los sacrificaban en un ritual sagrado, la sangre de estos animales era mezclada y contenida en un recipiente especial y entregada a los campesinos. La tradición oral cuenta que esa sangre era esparcida por los campesinos en los cultivos y por las noches esa sangre jugaba por el aire hasta formar un ser fantástico, mezcla de los animales sacrificados. Tal vez un ser con alas de mariposa, para polinizar el cultivo, cabeza de jaguar para ver y ahuyentar a ladrones con su rugido en la noche, cuerpo de quetzal para llamar a los dioses del clima, otra cabeza de serpiente en la cola para poder devorar a los roedores que intenten comerse el cultivo, y aletas de pez que para llenar de humedad y frescura al lugar. Era un ser que cuidaba el cultivo celosamente, y fiel a su amo, a éste y otros seres producto de esos sacrificios los llamaron en su lengua náhuatl alebrije, que era un ser de buena suerte para quien lo tuviera. Es muy común que en las primeras civilizaciones el hombre se expresara a través de la naturaleza y del entorno que le rodeaba creando seres fantásticos y divinos. Actualmente, artesanos reproducen estos animales fantásticos usando materiales como madera y papel maché, animales que podemos encontrar dentro de la cultura popular de México. El taller no tendrá costo, el horario de sesiones será de 16:00 a 19:00 horas, e inicia el próximo miércoles 13
de
octubre.