LITERATURA DEL SIGLO XV Y RENACIMIENTO TEXTOS
Actividades: 1. Lee los siguientes textos e indica a qué géneros literarios pertenecen cada uno de ellos dentro de la literatura de finales del siglo XV y renacentista. 2. Señala cuáles son sus características según su género. 3. Una vez analizados indica a qué obra pertenecen.
Texto 1
AquĂ la envidia y mentira me tuvieron encerrado. Dichoso el humilde estado del sabio que se retira de aqueste mundo malvado, y con pobre mesa y casa en el campo deleitoso con sĂłlo Dios se compasa y a solas su vida pasa ni envidiado ni envidioso.
Escrito está en mi alma vuestro gesto y cuanto yo escribir de vos deseo: vos sola lo escribisteis, yo lo leo tan solo, que aun de vos me guardo en esto.
Texto 2
En esto estoy y estaré siempre puesto; que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fe por presupuesto.
Yo no nací sino para quereros; mi alma os ha cortado a su medida; por hábito del alma misma os quiero. Cuanto tengo confieso yo deberos; por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de vivir, y por vos muero
Texto 3
MELIBEA.- ¿Y qué tiempo ha? CELESTINA.- Podrá ser, señora, de veintitrés años; que aquí está Celestina que lo vio nacer. MELIBEA.- Ni te pregunto eso, ni tengo necesidad de saber su edad; sino qué tanto ha que tiene el mal. CELESTINA.- Señora, ocho días. Que parece que ha un año en su flaqueza. MELIBEA.- ¡Oh, cuánto me pesa con la falta de mi paciencia! Porque siendo él ignorante y tú inocente, habéis padecido las alteraciones de mi airada lengua. En pago de tu sufrimiento, quiero cumplir tu demanda y darte luego mi cordón. Y porque para escribir la oración no habrá tiempo sin que venga mi madre, si esto no bastare, ven mañana por ella muy secretamente.
Texto 4
Texto 5
-Lázaro, ahora voy a ser generoso contigo. Vamos a comer este racimo de uvas entre los dos, y quiero que sea a partes iguales. Nos lo repartiremos de esta manera: tú picas una vez y yo otra. Si me prometes no coger más de una uva a la vez, yo haré lo mismo, y así hasta que acabemos el racimo. De esta manera, no habrá engaño. Hecho así el acuerdo, comenzamos; pero ya al segundo lance, el traidor mudó de propósito y comenzó a tomar las uvas de dos en dos, considerando que yo debería hacer lo mismo. Como vi que él rompía el trato, no me contenté con ir a la par que él, sino que lo adelanté, y comí las uvas de dos en dos y de tres en tres, y como podía. Acabado el racimo, el ciego estuvo un poco con el escobajo en la mano, y meneando la cabeza dijo: -Lázaro, me has engañado. Juraré a Dios que tú has comido las uvas de tres en tres. -No las he comido así -dije yo-o Pero ¿por qué sospecháis eso? Respondió el sagacísimo ciego: -¿Sabes en qué veo que las comiste de tres en tres? En que yo las comía de dos en dos y tú callabas.
Texto 6
Cubrir los bellos ojos con la mano que ya me tiene muerto, cautela fue por cierto; que ansí doblar pensastes mis enojos. Pero de tal cautela harto mayor ha sido el bien que el daño; que el resplandor extraño del sol se puede ver mientra se cela. Así que aunque pensastes cubrir vuestra beldad, única, inmensa, yo os perdono la ofensa, pues, cubiertos, mejor verlos dejastes.
Texto 7
Textos empleados 1.
“Oda XXIII. A la salida de la cárcel” de Fray Luis de León
2.
“Soneto V” de Garcilaso de la Vega
3.
La Celestina
4.
Amadis de Gaula
5.
Lazarillo de Tormes
6.
“Cubrir los bellos ojos”de Gutierre de Cetina
7.
“Égloga I” de Garcilaso de la Vega.