Examen de comunicacion 4t0 cms3 2010

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UNIVERSIDAD GALILEO FACULTAD DE EDUCACIÓN COMUNICACIÓN Y EDUCACIÓN LICENCIADO ROBERTO HURTARTE

TITULO: LABORATORIO “APREHENCIÓN DEL CONOCIMIENTO”

JOSE ERNESTO CHOCOJAY VENTURA CARNET: 20042206 NUEVA GUATEMALA DE LA ASUNCION 20 DE NOVIEMBRE DEL 2010


Idealismo El idealismo dice: "La realidad es causada por las ideas de la mente humana. No hay realidad independiente de la mente humana". ¿Qué significado puede tener esto para el IS artificial? Constata que todo lo que es real para él, es decir, que toda su estructura de conceptos y todas sus reglas de actuación, son el resultado de su sentir y de su pensar. No existen conceptos ni reglas de actuación fuera de su mente. Veamos algunos de los principales procesos de sentir y de archivar experiencias dentro del SI artificial. Mediante impulsos eléctricos recibe comunicaciones desde su entorno. Dentro de aquella parte delsistema que representa el cerebro, transforma estos impulsos en números, representados por cargas eléctricas binarias. Estos números son la parte más elemental de comunicación. Luego el SI los conecta, llegando a situaciones parciales, y finalmente a la situación actual compuesta. Nótese, por favor, que el SI artificial no conoce los "árboles", las "piedras" y la "comida", que existen en el entorno (Kant lo denomina "la cosa misma"). El SI reibe información sensorial y basado en estos crea conceptos que representan esta información sensorial. Estos conceptos son rotulados por numeros (son los conceptos, las ideas, las sanscaras, de los que hablan los budistas). Es de notar que estos números no representan conceptos; ellos son los conceptos. Para que un número represente algo, ese "algo", que es representado, debe existir. Pero en el SI no hay nada más que estos números. Con esto surge la pregunta de cuáles parecen ser los requerimientos mínimos para que algo pueda ser un "concepto" Para que sea posible trabajar con conceptos, cada concepto debe diferenciarse claramente de todos los otros conceptos. También debe ser posible conectar un concepto con otros conceptos. Parecer ser que estos dos son los requerimientos mínimos. En un SI electrónico, es un número el que cumple con estos dos requerimientos. Cada número puede ser diferenciado claramente de cualquier otro número. Cada número también puede servir como dirección en la cual pueden ser archivados otro números. Es decir, que el número puede ser conectado a ciertos números, pero no a otros. Cuando utilizamos un editor de textos en una computadora, y escribimos la palabra "árbol", esta palabra solamente representa nuestro concepto, porque no hay conexión alguna dentro de la computadora entre esta palabra y "raíz", "rama" o "tronco". La conexión únicamente existe en la mente de la persona que la escribió. Cuando el SI utliza el concepto "árbol", las conexiones a los demas conceptos están dentro de la computadora. Es decir, que para el SI el número para "árbol" es un concepto; no representa un concepto. Cuando el SI artificial ha combinado las sensaciones elementales, le asigna un número a la situación parcial que nosotros llamamos, por ejemplo, una piedra. Solamente al tener la experiencia de muchas situaciones en las que aparece el número para la piedra, el SI, con el tiempo, sabe qué esperar del número para una piedra (diríamos, qué propiedades tiene una piedra, qué se puede hacer con una "piedra"). Es algo similar de lo que pasa en los humanos. Desde el entorno algo llega a nuestros órganos sensoriales, y éstos


transmiten a través de los nervios impulsos eléctricos binarios al cerebro. Allí, dentro del cerebro, estos impulsos forman las sensaciones más elementales. Parece ser, que en los humanos, los conceptos son la salida de campos neuronales. Ellos son causados por la conectividad del campo neuronal. Esta salida es de origen binario. Neuronas excitadas e inactivas son comunicaciones binarias, muy similares a los números en las computadoras, los que, como hemos visto, representan cargas eléctricas binarias. La mente humana no reconoce inmediatamente árboles, piedras y alimento, sino que recibe solamente impulsos nerviosos binarios desde distintos nervios. Y desde éstos se forman conceptos mediante procesos internos. Como lo dice el idealismo, las realidades, tales como el concepto para "silla" o "mesa", son partes de la mente. No existen conceptos algunos que sean independientes de la mente. En el SI artificial son números archivados en su mente. Tal concepto es mucho más que una representación de la forma exterior o del color. El concepto para la "silla" incluye que la silla se puede usar para sentarse en ella, o para que sea quemada para obtener calor. Es una información que no existe en la "causa de todas las sensaciones" del entorno. Existe únicamente en la mente. De manera que el idealismo tiene razón, toda realidad de los SI's artificiales es causada por sus ideas, sus conceptos. No hay realidad fuera de su mente. A pesar de que hay algo que no es un concepto y no forma parte de su mente, es decir, el "entorno".

Percepción Muchos estudios han confirmado que su base, tiene que ver con un proceso fisiológico y se define principalmente como la interpretación de la información que proviene del entorno, a través de los sentidos. Se trata de emociones, de experiencias pasadas que condicionan nuestra actitud y sobre todo de un proceso cognitivo fundamental. Sabemos que lo primordial es la capacidad de ser perturbado por el entorno y percibir los cambios en nosotros mismos. Es el proceso cognitivo mas básico, en la medida que nos permite captar lo que esta sucediendo en diferentes situaciones y contextos. El ser humano pensante, necesita de reacciones constantes para poder adaptarse y sobrevivir, esto supone la mantención de la Homeostasis (equilibrio entre el organismo y el entorno), es decir que debemos mantener el cuerpo dentro de ciertas condiciones y ante esto, es necesario actuar. La percepción se ha ido integrando con otros procesos cognitivos como la memoria, y cabe destacar que en el asunto de la biología, es totalmente dependiente de nuestra estructura de homo-sapiens sapiens. Debemos tener claro que toda percepción implica una interpretación, es decir dar un significado a lo que percibimos, como también afirmar que es un proceso dinámico, es decir en constante cambio. Ahora si nos ponemos a comparar, entre percepción y sensación, comprobaremos que las diferencias son notables. La sensación es un mero proceso receptivo, de carácter concreto, sin embargo la percepción es algo más que eso, es el conocimiento de las respuestas sensoriales a los estímulos que las excitan, gracias a ella distinguimos y diferenciamos unas cosas de otras, nuestro ser del mundo y nuestra realidad. Hay que destacar una serie de elementos que suponen la percepción:  La existencia del objeto exterior.  La combinación de un cierto número de sensaciones.


 La integración de nuevos estímulos percibidos en experiencias anteriores y acumulados en la memoria.  La selección de ciertos elementos de nuestras sensaciones y eliminación de otros. Nuestra estructura esta regida por la limitación, por Ej. Hay olores que no podemos percibir, a diferencia de los perros, que tienen el olfato mas desarrollado. Dentro de la percepción se habla del Determinismo estructural, es decir que percibimos solo lo que nuestra estructura nos permite percibir. Tiene mucho que ver con el sistema nervioso, ya que este se puede modificar y cambiar las redes neuronales, por lo tanto cambia como resultado de la experiencia, y estas a su vez modifican el sistema nervioso, por lo tanto se dice que el determinismo esta definido por la limitación biológica y las experiencias pasadas.

Racionalismo En filosofía, bajo la denominación de "racionalismo" (del lat. ratio= razón entendimiento) se comprenden las convicciones y teorías que opinan que por medio de la razón se puede entender suficientemente la realidad y, en consecuencia, obrar "razonablemente". El racionalismo se opone al empirismo (en el plano del conocimiento), al irracionalismo (en el plano del uso de la razón) y al utilitarismo y el hedonismo (en el plano de la ética). Va también contra toda religión revelada que, como se sabe, ve la fuente del conocimiento no en la razón, sino en la revelación. Las primeras manifestaciones del racionalismo occidental se advierten ya en la filosofía griega, en los presocráticos. Sin embargo, el racionalismo clásico no comienza a desarrollarse hasta Sócrates, que distingue rigurosamente entre saber auténtico, mera opinión y creencia. El conocimiento auténtico se distingue de la mera opinión porque está motivado. Su verdad está asegurada con pruebas. Según Aristóteles, se da auténtico conocimiento cuando se conocen las causas por las que algo es como es. Distingue él entre conocimiento mediato (las conclusiones lógicas deducidas de supuestos primeros) y saber inmediato (conocimiento de la verdad de los primeros principios). El ejemplo clásico de semejante ideal de conocimiento lo representa la geometría euclidiana, donde de las proposiciones supremas (axiomas o postulados) se deducen lógicamente todas las demás proposiciones. Todas las proposiciones de ese sistema se presentan seguras de su verdad: las primeras por el conociiniento inmediato, las restantes por deducción lógica. Aristóteles con su concepción dejó su impronta en la alta escolástica medieval (cf Tomás de Aquino), y su influjo puede rastrearse hasta la Edad Moderna. Pero el problema básico es y sigue siendo el conocimiento inmediato de las verdades primeras. El racionalismo de la Edad Moderna intenta encontrar una respuesta. De acuerdo con esto, presenta dos formas: como intelectualismo (Descartes, Pascal, Spinoza) y émpirismo (Bacon, Locke, Berkeley). El intelectualismo se designa comúnmente también racionalismo. Para él intelectualismo, la fuente del conocimiento inmediato es la intuición intelectual; en cambio, para el empirismo lo es la experiencia. Kant intenta una síntesis de intelectualismo y empirismo, sustituyendo el realismo anterior por el idealismo trascendental, que se basa en la interpelación trascendental: la cuestión de las condiciones de posibilidad del conocimiento. La certeza del conocimiento dice relación, según Kant, no a una realidad exterior, sino a las formas de la experiencia, que están determinadas por las estructuras de la facultad de conocer. Sin embargo, la solución kantiana ha tropezado con la crítica de la ciencia móderna, motivada por idos "descubrimientos": primero, el descubrimien;o de geometráas no euclidianas y, segundo, por la formulación de una física no newtoniana (Einstein). Del ideal del racionalismo clásico (certeza del conocimiento) se aparta el racionalismo crítico tal


como lo estableció K. Popper en los años treinta (cf Lógica de la investigación). La exigencia de un conocimiento seguro -como lo muestra Popper- es irrealizable. Por eso el racionalismo crítico renuncia a ese ideal y propugna un falibilismo consecuente: no existe ningún conocimiento absolutamente cierto, porque el hombre puede siempre equivocarse en la solución de sus problemas cognoscitivos. La certeza del conocimiento no coincide con la aspiración a la verdad. El ideal cognoscitivo de Popper se caracteriza por la tenaz aspiración a un conocimiento del contenido que en realidad sólo posee el status de presunción. En este sentido,. todo saber es "hipotético", lo que no ha de conducir al relativismo, ya que el conflicto de las teorías permite por lo menos un saber aproximativo. Por eso hay que someter a comprobación las teorías y hay que criticarlas. Así pues, en lugar de la- exigencia de fundamentación tenemos en el racionalismo crítico la exigencia del análisis crítico.. Por tanto, en el racionalismo crítico no se abandona la búsqueda de la verdad en el sentido de búsqueda de un conocimiento del contenido, ya que, a diferencia de Kant, se adhiere al "realismo": El racionalismo crítico se opone también a la tendencia del empirismo a afirmar la pura experiencia, que, según su concepción, no existe. La experiencia está ya siempre "empapada de teoría".

Empirismo Se conoce como empirismo la doctrina filosófica que se desarrolla en Inglaterra en parte del siglo XVII y el siglo XVIII, y que considera la experiencia como la única fuente válida de conocimiento, mientras que niega la posibilidad de ideas espontáneas o del pensamiento a priori.. Sólo el conocimiento sensible nos pone en contacto con la realidad. Teniendo en cuenta esta característica, los empiristas toman las ciencias naturales como el tipo ideal de ciencia, ya que se basa en hechos observables. Para esta doctrina, el origen de nuestros conocimientos no está en la razón, sino en la experiencia, ya que todo el contenido del pensamiento ha tenido que pasar primero por los sentidos. "Nuestra mente es un papel en blanco y sólo al contacto de los sentidos con las cosas empieza a grabar impresiones". No es nada fácil distinguir el empirismo del escepticismo, ya que sus fronteras son comunes. El más exigente de los empiristas modernos, David Hume, se declara escéptico. "Para el empirismo, la tesis del racionalismo, de que existen ideas innatas, es totalmente inexacta". Pues si fuera así no tendría ninguna razón de ser el aprendizaje, y todas las personas estaríamos de acuerdo en las mismas verdades. El empirismo "simultáneamente intenta reducir la razón a la sensibilidad y demostrar que el conocimiento sensible es el único conocimiento válido." Una de las actitudes que mantienen los empiristas, a pesar de sus diferencias en cada autor, es insistir en los hechos, en oposición a las utopías teóricas, así como a las fantasías y a las interpretaciones especulativas. Por parte del empirismo, el progreso ha consistido en ampliar y profundizar su base hasta encontrar en algunas experiencias una forma de llegar a la metafísica. El extremo opuesto al empirismo es el racionalismo, que cifra todo conocimiento en el puro pensar.


FENOMENOLOGÍA La fenomenología aspira al conocimiento estricto de los fenómenos. Esta última palabra puede inducir a error pues con frecuencia la utilizamos para referirnos a las apariencias sensibles de las cosas, apariencias que no coinciden con la supuesta realidad que debajo de ellas se encuentra. La fenomenología no entiende así los fenómenos, pues para esta corriente filosófica los fenómenos son, simplemente, las cosas tal y como se muestran, tal y como se ofrecen a la conciencia. El lema de este movimiento es el plegarse a las cosas mismas, el ser fiel a lo que realmente se experimenta, de ahí que propugne la intuición como instrumento funda mental de conocimiento. La intuición es la experiencia cognoscitiva en la cual el objeto conocido se nos hace presente, se nos muestra “en persona”, experiencia opuesta al mentar o referirse a un objeto con el pensamiento meramente conceptual. A diferencia de las corrientes empiristas, la fenomenología no limita la intuición al mundo perceptual sino que acepta varias formas de darse las cosas, varias formas de intuición: cada objetividad se muestra de distinto modo a la conciencia, en función de su propio ser o esencia: las cosas físicas se hacen presentes a nuestra conciencia de otro modo que los objetos matemáticos, las leyes lógicas, los valores estéticos, los valores éticos, o las propias vivencias. La virtud del buen fenomenólogo es su perfección en el mirar, el saber disponer adecuadamente su espíritu para captar cada tipo de realidad en lo que tiene de propia. Junto con esta tesis, es común al movimiento fenomenológico la idea de que en el mundo hay hechos, pero también esencias. Los hechos son las realidades contingentes, las esencias las realidades necesarias; la tarea de la fenomenología es descubrir y describir las esencias y relaciones esenciales existentes en la realidad, y ello en cada uno de los ámbitos de interés del filósofo (mundo ético, estético, religioso, lógico, antropológico, psicológico,...). Cuando el fenomenólogo describe lo que ve no se preocupa por el aspecto concreto de lo que ve, intenta captar lo esencial; así, si se preocupa por estudiar la voluntad, no intenta describir los aspectos concretos presentes en un acto voluntario real sino la esencia de la voluntad y sus relaciones esenciales con otros aspectos de la subjetividad como el conocimiento o la libertad. La fenomenología considera que además de la intuición empírica o percepción existe la intuición de las esencias o formas universales de las cosas. La intuición en la que se hace presente lo universal recibe el nombre de intuición eidética. El tema de investigación más característico de la fenomenología es la conciencia; se entiende por conciencia el ámbito en el que se hace presente o se muestra la realidad; la realidad en la medida en que se muestra o aparece a una conciencia recibe el nombre de fenómeno. La característica fundamental que la fenomenología encuentra en la conciencia es la intencionalidad en el lenguaje ordinario llamamos intencional a la conducta hecha mediante un acto de voluntad, a la conducta deliberada; en fenomenología la intencionalidad es una propiedad más básica: se refiere al hecho de que toda conciencia es conciencia de algo, todo acto de conciencia es siempre una relación con otra cosa, un referirse a algo. La conciencia no se limita al conocimiento: puedo conocer un árbol, puedo percibirlo o pensar en él, pero también puedo vincularme con él mediante otros modos de conciencia: puedo desear estar a su sombra, o imaginarlo con más hojas que las que tiene, o temer que se pueda secar, y tal vez hasta lo puedo amar u odiar. La percepción, el recuerdo, la imaginación, el pensamiento, el


amor, el odio, el deseo, el querer, son distintas formas de darse el vivir de la conciencia. Una importante tarea de la fenomenología es la descripción de los tipos distintos de vivencias, de sus géneros y especies, y de las relaciones esenciales que entre ellas se establecen. La fenomenología no es un movimiento homogéneo pues se han dado distintas interpretaciones, tanto en la caracterización del auténtico método fenomenológico como en las tesis doctrinales en las que hay que concluir; las dos variantes principales son la fenomenología realista para la que los fenómenos conocidos son reales e independientes de nuestra mente, y la fenomenología trascendental, un nuevo idealismo para el cual la realidad es una consecuencia de los distintos modos de actuación de la conciencia pura o trascendental. El fundador de este movimiento es Edmund Husserl(1859-1938), y los representantes más importantes Alexander Pfänder (18701941), Max Scheler (1874-1928), Dietrich von Hildebrand (1890-1978),Martin Heidegger (1889-1976), Jean-Paul Sartre (1905-1980) y Maurice MerleauPonty (1908-1961).

Positivismo esta palabra fue incluida en el lenguaje filosófico y científico por Augusto Compte para designar el movimiento intelectual que él creía haber iniciado. Desde el punto de vista científico el positivismo debe considerarse en dos aspectos diversos: como método y como sistema. Como método señala derroteros a la investigación científica y filosófica; como sistema comprende un conjunto de afirmaciones acerca del objeto de la ciencia. Es fácil ver la diversidad de estos aspectos; mas también se observará que deben de ser íntimas sus relaciones e influencias mutuas; y en realidad lo son, bastante más de lo que en principio y según las exigencias lógicas y científicas pudiera creerse. El verdadero fundador del positivismo es Augusto Compte. Pero a éste no le faltaron precursores. El mismo se reconoce como sucesor principalmente de Hume y secundariamente de Kant, y Hume es con su empirismo el ascendiente directo de Compte en el método positivo; y sus relaciones con Kant, si bien tardías y superficiales son claras. Era propicio para el desarrollo del positivismo el momento histórico en que Compte lo formuló. Las ideas materialista y empiristas habían ya ido infiltrándose en muchas inteligencias; el criticismo había socavado los cimientos, y las derivaciones de la metafísica idealista y panteísta no eran para conciliarle la estima de los hombres aficionados a lo material y concreta. Por otra parte los progresos en las ciencias físicas y matemáticas, la nueva afición a los estudios históricos, un ambiente intelectual verdaderamente positivo eran terreno abonado al florecimiento de una doctrina que no exigía sacrificio alguno positivo ni pedía esfuerzos intelectuales. Para Compte positivo es inseparable de relativo, de orgánico, de preciso, de cierto, de real. La filosofía positiva se contenta con las realidades apreciables por nuestro organismo, por esto es real; elimina toda inquisición sobre lo absoluto, por esto es relativo. Inclina al espíritu a lo útil, poniéndole en condiciones de poder aprovechar el curso de los acontecimientos. Quita todo lo indeterminado y vago haciéndose precisa como la ciencia matemática, cuyo método adopta; es orgánica, porque da unidad a la fenomenología y permite elevarla a sistema; exige el asentimiento porque nada avanza que no sea perfectamente demostrable y está enteramente acorde con los hechos cuyas leyes invariables descubre, y así abre un camino seguro al progreso científico. Por esto,


como Compte se complace en repetirlo, el positivismo no es otra cosa que "el sentido común generalizado y sistematizado". a) Positivismo extremado: afirma que el derecho natural no existe: se trata de una hipótesis ideológica, mediante la cual se pretende atribuir existencia objetiva a valoraciones que no existen sino subjetivamente en la mente del autor. Este positivismo crudo va siempre unido a un relativismo y escepticismo en lo que se refiere a la objetividad de la justicia y los valores jurídicos. El representante máximo contemporaneo es Hans Kelsen. Este sostiene que la creación normativa está sometida solamente a ciertas estructuras formales, pero que dentro de ellas, dicha creación es completamente libre y depende por completo del arbitrio del órgano. b) Positivismo atenuado: considera como objeto propio de su estudio en primer lugar las creaciones de los órganos de la comunidad (la ley), pero admite junto a ella y en forma complementaria la presencia del derecho natural. El derecho natural sirve de complemento al derecho positivo. Es la posición que se atribuye a Vélez Sársfield en el artículo 16 de nuestro Código Civil: "si una cuestión no pudiera resolverse ni por las palabras ni por el espíritu de la ley, se atenderá a los principios de leyes análogas; y si aún la cuestión fuere dudosa se resolverá por los principios generales del derecho".

A Priori las expresiones de origen latín a priori (en latín: previo a) y a posteriori (en latín: posterior a) se utilizan para distinguir entre dos tipos de conocimiento: el conocimiento a priori es aquel que —en algún sentido importante— es independiente de la experiencia; mientras que el conocimiento a posteriori es aquel que —en algún sentido importante— depende de la experiencia. Por ejemplo, el conocimiento de que "no todos los cisnes son blancos" es un caso de conocimiento a posteriori, pues se requirió de la observación de cisnes negros para ser establecido. En cambio, el conocimiento de que "ningún soltero es casado" no requiere de ninguna investigación para ser establecido como verdadero. Tradicionalmente, el conocimiento a priori se asocia con el conocimiento de lo universal y necesario, mientras que el conocimiento a posteriori se asocia con lo particular y contingente. Como la experiencia sensorial en la que generalmente se basan las justificaciones de las proposiciones a posteriori no siempre es confiable, estas proposiciones pueden rehazarse sin caer en contradicciones. Sin embargo, y especialmente a partir del trabajo de Saul Kripke, actualmente se debate la posibilidad del conocimiento contingente a priori y el conocimiento necesario a posteriori. En su momento esta tesis supuso una revolución, comparable a la revolución de Copérnico que trasladó el centro del universo de la Tierra al Sol. De la misma forma el conocimiento es humano, sujeto a sus condiciones trascendentales, que no puede superar e ir más allá del campo de la experiencia. La metafísica no es posible como ciencia.


En realidad lo que Kant pretende es justificar la existencia del conocimiento científico, consolidado ya como ciencia moderna con la Física de Newton. ¿Cómo es posible que podamos afirmar, con garantía de verdad universal y necesaria, las leyes científicas? Según Kant, los juicios sintéticos a priori no son posibles en la metafísica, pero sí en las matemáticas y en la parte racional de la física: el propio Kant pone los siguientes ejemplos: "4 + 3 = 7", "la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos", "la cantidad de materia del universo se mantiene invariable", "en todo movimiento acción y reacción son siempre iguales". También los juicios sintéticos tienen que ver con la lógica, ejemplo: "suba para arriba", "salga para afuera". Los juicios a posteriori se verifican recurriendo a la experiencia, son juicios empíricos, se refieren a hechos. Tienen una validez particular y contingente. Ejem plos: "los alumnos de filosofía son aplicados", "los ancianos son tranquilos".


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