Penélope y Ulises Capítulo 1: “La espera de Penélope” Dándole la espalda a sus pretendientes, Penélope tejía, con la mirada perdida en horizonte .A veces, se le escapa un largo suspiro. Se la pasaba pensando en su esposo Ulises quien partió hace veinte años atrás por la guerra, y pensaba Penélope: - Esposo mío ¿Cuándo volverás? Cada tanto, se dirigía así al que seguía amando... Eurímaco: -¡Penélope! Tienes que elegir a uno de nosotros, sabes perfectamente que Ulises debe estar muerto. Penélope no le creía. Diez años antes, se había enterado de que gracias a su marido, la ciudad de Troya, había sido tomada y devastada ... Eurímaco: -Ítaca necesita un rey ¿Cuándo volverás a casarte? Penélope: -¿Debo volver a repetírtelo? (Suavemente) Cuando termine mi labor me casaré. Antineo -¡Esa mortaja la estas tejiendo hace tres años! Estas tejiendo muy lentamente (Muy Enojado).
Día a día, los pretendientes al trono se inquietaban .Su hijo Telémaco, había partido para buscar a su padre. Penélope, sola, le costaba cada vez más contener la impaciencia de todos esos pretendientes que querían desposarla para tomar el poder. Esperando el regreso, la reina había perdido la juventud, pero no las esperanzas. Se retiró a sus aposentos sin dirigir siquiera una sola mirada hacia esos hombres codiciosos .El amanecer aún no estaba ni cerca, pero Penélope se levantó silenciosamente y se dirigió a la gran sala del palacio, acercándose a la mortaja, empezó a tirar del hilo que sobresalía ,y empezó a destejer lo tejido . Por esta razón nunca terminaba su trabajo. Siempre, en las noches, iba a destejer sus trabajos. De repente oyó un ruido, dio la vuelta y reconoció a su sirvienta, Euríclea, que sorprendida observaba la maniobra de su arma Penélope: -¡Espera!-Exclamó Penélope ¡No te vallas, voy a explicarte!...
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