Simon Says

“Sus nombres eran soledad y vergüenza” Al final no se puede estar acompañado todo el tiempo, soledad y vergüenza eran sus nombres cada vez que alguien más los veía, pero no eran dos solo era una persona aunque cada vez que le mirabas, soledad por momentos era más fuerte que vergüenza, pero otras veces pensabas que daba más vergüenza su soledad que su cara.

Aunque para soledad y vergüenza eso no importaba vivía como podía y se levantaba cuando podía, su paso por la vida aún era pequeño. Para soledad y vergüenza no importaban los comentarios, pues sabia que la vida estaba compuesta por momentos en donde los dias bonitos podian ser perfectos para escribir o perfectos para el suicidio.

Pero no hablemos de eso, en la casa de soledad y vergüenza había mucha distancia y tristeza, lo único que los mantenía vivos era que conocían a una única persona que los hacía pensar que su vida tenía sentido que eran bien acompañados aunque esa compañía solo fuera de burlas y apodos.

Simon siempre molestaba a soledad y vergüenza con un “que onda mi tristeza, ahora si traes ganas de vivir” o “hoy te ves mas feo que ayer y ayer te veías como las ratas”.

Soledad y vergüenza no respondía porque siempre era bien ñoño y prefiere evitarse problemas, la cosa aquí es que para soledad y vergüenza, Simon era la persona más afectiva que podía llegar a tener, por fuera lo odiaba pero muy en el fondo sabía que tenían más en común que cualquier otra persona.

Simon siempre decía: haz esto y lo otro, pero soledad cuando era más presente que vergüenza, se ponía a la defensiva y de un momento a otro vergüenza salió para darle unas palmaditas en la espalda y decirle que entienda que su lugar siempre ha sido estar ahí sentada y calladita.