Vida y ministerio cristianos 01 2016

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VIDA Y MINISTERIO CRISTIANOS GUÍA DE ACTIVIDADES PARA LA REUNIÓN

4 - 10 ENERO

2 CRONICAS 29 – 32

Referencias

˙ Canción 114 y oración ˙ Palabras de introducción (3 mins. o menos) TESOROS DE LA BIBLIA

“Servir a Dios implica esfuerzo” (10 mins.):

2Cr 29:10-17. Ezequías restablece con decisión la adoración verdadera (2 Crónicas 29:10-17) Ahora está junto a mi corazón el celebrar un pacto con Jehová el Dios de Israel, para que su cólera ardiente se vuelva de contra nosotros. 11 Ahora, hijos míos, no se entreguen al descanso, porque ustedes son aquellos a quienes Jehová ha escogido para estar de pie delante de él para ministrarle y para continuar como sus ministros y hacedores de humo de sacrificio”. 12 Ante eso, se levantaron los levitas: Máhat hijo de Amasai y Joel hijo de Azarías de los hijos de los qohatitas; y de los hijos de Merarí: Quis hijo de Abdí y Azarías hijo de Jehalelel; y de los guersonitas: Joah hijo de Zimá y Edén hijo de Joah; 13 y de los hijos de Elizafán: Simrí y Jeuel; y de los hijos de Asaf: Zacarías y Matanías; 14 y de los hijos de Hemán: Jehiel y Simeí; y de los hijos de Jedutún: Semaya y Uziel. 15 Entonces reunieron a sus hermanos y se santificaron y vinieron conforme al mandamiento del rey en las palabras de Jehová, para limpiar la casa de Jehová. 16 Los sacerdotes ahora entraron dentro de la casa de Jehová para hacer la limpieza, y sacaron al patio de la casa de Jehová toda la inmundicia que hallaron en el templo de Jehová. A su vez, los levitas la recibieron para sacarla al valle torrencial de Cedrón, afuera. 17 Así comenzaron la santificación el [día] primero del primer mes, y el día octavo del mes llegaron al pórtico de Jehová; de modo que santificaron la casa de Jehová en ocho días, y el día dieciséis del mes primero acabaron. 2Cr 30:5, 6, 10-12. Ezequías invita a los israelitas de buen corazón a reunirse para adorar a Dios. (2 Crónicas 30:5, 6) Por lo tanto, se decidieron a hacer pasar el pregón por todo Israel, desde Beerseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar la pascua a Jehová el Dios de Israel en Jerusalén; porque no lo habían hecho como multitud conforme a lo que está escrito. 6 Por consiguiente,

los correos con las cartas de la mano del rey y de sus príncipes fueron por todo Israel y Judá, aun conforme al mandamiento del rey, diciendo: “Hijos de Israel, vuélvanse a Jehová el Dios de Abrahán, Isaac e Israel, para que él se vuelva a los que quedan de ustedes como escapados de la palma de la mano de los reyes de Asiria. (2 Crónicas 30:10-12) Así que los correos siguieron adelante, pasando de ciudad en ciudad por toda la tierra de Efraín y Manasés, aun hasta Zabulón; pero continuamente se estaba hablando de ellos con mofa y se hacía escarnio de ellos. 11 Solamente individuos de Aser y Manasés y Zabulón se humillaron de manera que vinieron a Jerusalén. 12 La mano del Dios [verdadero] resultó estar también en Judá para darles un solo corazón para que ejecutaran el mandamiento del rey y de los príncipes en el asunto de Jehová. 2Cr 32:25, 26. La humildad impide que Ezequías se convierta en una persona orgullosa (w05 15/10 pág. 25 párr. 20). (2 Crónicas 32:25, 26) Pero Ezequías no correspondió según el beneficio que se le había hecho, porque su corazón se hizo altivo, y vino a haber indignación contra él y contra Judá y Jerusalén. 26 Sin embargo, Ezequías se humilló por la altivez de su corazón, él y los habitantes de Jerusalén, y la indignación de Jehová no vino sobre ellos en los días de Ezequías. *** w05 15/10 pág. 25 párr. 20 Evitemos desarrollar un corazón altivo *** 20 Comparemos el caso del rey Uzías con el de otro rey, Ezequías, quien en cierta ocasión estuvo a punto de manchar su excelente reputación “porque su corazón se hizo altivo”. Afortunadamente, “Ezequías se humilló por la altivez de su corazón” y recobró el favor de Dios (2 Crónicas 32:25, 26). Observemos que el remedio contra su altivez fue la humildad. En efecto, la humildad es lo opuesto a la altivez. Por lo tanto, en el siguiente artículo analizaremos cómo cultivar y mantener la humildad cristiana.


Busquemos perlas escondidas (8 mins.):

2Cr 29:11. ¿Cómo podemos imitar a Ezequías al establecer nuestras prioridades? (w13 15/11 pág. 17 párrs. 6, 7). (2 Crónicas 29:11) 11 Ahora, hijos míos, no se entreguen al descanso, porque ustedes son aquellos a quienes Jehová ha escogido para estar de pie delante de él para ministrarle y para continuar como sus ministros y hacedores de humo de sacrificio”. *** w13 15/11 pág. 17 ¿Quiénes son hoy los siete pastores y ocho adalides? *** UN NUEVO PASTOR ACTÚA DE UN MODO DIFERENTE 6

A la muerte de Acaz, ocurrida en el año 746 antes de nuestra era, su joven hijo Ezequías heredó un reino de Judá totalmente arruinado, tanto en sentido material como espiritual. ¿Cuál sería su prioridad? ¿Sacar al país de la pobreza? No. Ezequías era un hombre espiritual, un valioso pastor para aquel rebaño compuesto por toda una nación. Lo primero que hizo fue restablecer la adoración pura y ayudar a aquella nación rebelde a recuperar su relación con Jehová. Comprendía lo que Dios esperaba de él y actuó con decisión. ¡Qué magnífico ejemplo para nosotros! (2 Crón. 29:1-19.) 7

Los levitas tendrían un papel clave en la importante tarea de restaurar la adoración pura, así que Ezequías se reunió con ellos para garantizarles que podían contar con su apoyo. Imagínese a los levitas fieles presentes, con lágrimas de emoción cayéndoles por las mejillas, escuchando a su rey decir: “Ustedes son aquellos a quienes Jehová ha escogido para estar de pie delante de él para ministrarle” (2 Crón. 29:11). En efecto, los levitas tenían encomendada la misión de promover la adoración verdadera.

pueblo empezó a apoyarse en las palabras de Ezequías el rey de Judá. *** w13 15/11 pág. 20 párrs. 17-18 ¿Quiénes son hoy los siete pastores y ocho adalides? *** 17 Los ancianos que están leyendo este artículo pueden sacar algunas conclusiones útiles de lo que acabamos de estudiar. 1) La medida más práctica que pueden tomar para prepararse ante el cercano ataque del “asirio” es fortalecer su fe en Dios y ayudar a los hermanos a hacer lo mismo. 2) Cuando “el asirio” ataque, los ancianos tendrán que estar totalmente convencidos de que Jehová nos librará. 3) En ese momento, las instrucciones que reciban de la organización de Jehová quizás no les parezcan aconsejables desde un punto de vista estratégico o humano. Pero todos nosotros debemos estar listos para obedecer todas las instrucciones que se nos den, nos parezcan o no prácticas, pues obedecerlas nos salvará la vida. 4) Ahora es el momento de que cualquiera que esté poniendo su confianza en la educación seglar, las posesiones o las instituciones humanas cambie su modo de pensar. Por eso, los ancianos deben estar listos para ayudar a todos los que ahora estén tambaleando en la fe. 18

Llegará la hora en que los siervos de Dios de nuestros días pareceremos tan indefensos como los judíos atrapados en Jerusalén en tiempos de Ezequías. En ese momento será importante que todos nosotros cobremos ánimo de las palabras de aquel rey fiel. Recordemos que con nuestros enemigos “está un brazo de carne, pero con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas” (2 Crón. 32:8). ¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana? *

2Cr 32:7, 8. ¿Qué es lo mejor que podemos hacer a fin de prepararnos para las dificultades

¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana

futuras? (w13 15/11 pág. 20 párr. 17).

pueden servirme en la predicación?

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(2 Crónicas 32:7, 8) “Sean animosos y fuertes. No tengan miedo ni se aterroricen a causa del rey de Asiria ni debido a toda la muchedumbre que está con él; porque con nosotros hay más que los que hay con él. 8 Con él está un brazo de carne, pero con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas”. Y el

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Lectura de la Biblia: 2Cr 31:1-10 (4 mins. o menos)

SEAMOS MEJORES MAESTROS

(2 Crónicas 31:1-10) 31 Y tan pronto como acabaron todo esto, todos los israelitas que se hallaban [allí] salieron a las ciudades de Judá, y procedieron a quebrar las columnas sagradas y a cortar los postes sagrados y a demoler los lugares altos y los altares de todo Judá y Benjamín, y en Efraín y Manasés, hasta que hubieron acabado; después de lo cual todos los hijos de Israel regresaron a sus ciudades, cada cual a su propia posesión. 2 Entonces Ezequías estableció las divisiones de los sacerdotes y de los levitas en sus divisiones, cada una en conformidad con su servicio para los sacerdotes y para los levitas en cuanto a la ofrenda quemada y los sacrificios de comunión para ministrar y para dar gracias y alabanza en las puertas de los campamentos de Jehová. 3 Y hubo una porción del rey, de sus propios bienes, para las ofrendas quemadas, para las ofrendas quemadas de la mañana y de la tarde, y también las ofrendas quemadas para los sábados y para las lunas nuevas y para los períodos de fiesta, conforme a lo que está escrito en la ley de Jehová. 4 Además, dijo al pueblo, los habitantes de Jerusalén, que dieran la porción de los sacerdotes y de los levitas, a fin de que estos se adhirieran estrictamente a la ley de Jehová. 5 Y tan pronto como la palabra prorrumpió, los hijos de Israel aumentaron las primicias del grano, vino nuevo, y aceite y miel y todo el producto del campo, y el décimo de todo lo trajeron en abundancia. 6 Y los hijos de Israel y de Judá que moraban en las ciudades de Judá, sí, ellos mismos [trajeron] el décimo de las reses vacunas y las ovejas y el décimo de las cosas santas, las cosas santificadas a Jehová su Dios. Lo trajeron y así dieron montones sobre montones. 7 En el tercer mes ellos dieron principio a los montones colocando la capa de más abajo, y en el séptimo mes acabaron. 8 Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, procedieron a bendecir a Jehová y a su pueblo Israel. 9 Con el tiempo Ezequías inquirió de los sacerdotes y los levitas respecto a los montones. 10 Entonces Azarías el sacerdote principal de la casa de Sadoc le dijo, sí, dijo: “Desde el tiempo en que comenzaron a traer la contribución a la casa de Jehová ha habido comer y quedar satisfechos y ha habido un sobrante en abundancia; porque Jehová mismo ha bendecido a su pueblo, y lo que ha sobrado es esta gran copia”.

Preparemos las presentaciones de este mes (15 mins.): (Vea la Guía de Actividades para la Reunión) Análisis con el auditorio. Ponga el primer video Ideas para presentar La Atalaya y comente los aspectos más importantes. Destaque cómo el publicador preparó el terreno para la revisita. Haga lo mismo con la segunda presentación de la revista La Atalaya y la del folleto Buenas noticias. Mencione algunas ideas del artículo “Cómo dirigir cursos bíblicos con el folleto Buenas noticias”. Anime a los publicadores a escribir sus propias presentaciones. NUESTRA VIDA CRISTIANA

Canción 127  “Es un honor construir y cuidar nuestros lugares de reunión” (Vea la Guía de Actividades para la Reunión) (15 mins.): Análisis con el auditorio. Pida a los que han participado en la construcción de un Salón del Reino que cuenten cómo se han sentido. Entreviste brevemente al hermano que coordina la limpieza y el mantenimiento sobre las tareas que se hayan organizado para cuidar el Salón. (1 Crónicas 29:2-9) Y conforme a todo mi poder he preparado para la casa de mi Dios el oro para la obra de oro, y la plata para la obra de plata, y el cobre para la obra de cobre, el hierro para la obra de hierro, y las maderas para la obra de madera; piedras de ónice, y piedras que han de encajarse con argamasa dura, y piedrecitas de mosaico, y toda piedra preciosa, y piedras de alabastro en gran cantidad. 3 Y puesto que me estoy complaciendo en la casa de mi Dios, todavía hay una propiedad especial mía, oro y plata; la doy en efecto a la casa de mi Dios además de todo lo que he preparado para la casa santa: 4 tres mil talentos de oro del oro de Ofir, y siete mil talentos de plata refinada, para revestir las paredes de las casas; 5 del oro para la obra de oro, y de la plata para la obra de plata y para toda la obra por la mano de los artífices. ¿Y quién hay que ofrezca voluntariamente llenar su mano hoy [con una dádiva] para Jehová?”. 6 Y los príncipes de las casas paternas y los príncipes de las tribus de Israel y los jefes de millares y de centenas y los jefes del negocio del rey procedieron a ofrecer voluntariamente. 7 Por consiguiente, dieron para el servicio de la casa del Dios [verdadero] oro que valía cinco mil talentos y diez mil dáricos, y plata que valía diez mil talentos, y cobre que


valía dieciocho mil talentos, y hierro que valía cien mil talentos. 8 Y las piedras que hallaron en su poder cualesquiera personas las dieron al tesoro de la casa de Jehová bajo el control de Jehiel el guersonita. 9 Y el pueblo se entregó al regocijo por haber hecho ofrendas voluntarias, porque fue con corazón completo que hicieron ofrendas voluntarias a Jehová; y aun David el rey mismo se regocijó con gran gozo. (2 Crónicas 6:7, 8) Y llegó a estar junto al corazón de David mi padre el edificar una casa al nombre de Jehová el Dios de Israel. 8 Pero Jehová dijo a David mi padre: „Por motivo de que resultó estar junto a tu corazón el edificar una casa a mi nombre, hiciste bien porque resultó estar junto a tu corazón. (2 Reyes 22:3-6) Y aconteció que en el año dieciocho del rey Josías, el rey envió a Safán hijo de Azalías hijo de Mesulam el secretario a la casa de Jehová, diciendo: 4 “Sube a donde Hilquías el sumo sacerdote, y que él complete el dinero que se está introduciendo en la casa de Jehová que los guardas de la puerta han recogido del pueblo; 5 y que ellos lo pongan en la mano de los que están haciendo el trabajo, los nombrados, en la casa de Jehová, para que lo den a los que están haciendo el trabajo, que están en la casa de Jehová para reparar las rajaduras de la casa, 6 a los artífices y a los constructores y a los albañiles, y para comprar maderas y piedras labradas para reparar la casa. (2 Crónicas 28:24) Además, Acaz recogió los utensilios de la casa del Dios [verdadero] e hizo pedazos los utensilios de la casa del Dios [verdadero], y cerró las puertas de la casa de Jehová, e hizo altares para sí en todo rincón de Jerusalén. (Salmo 127:1) A menos que Jehová mismo edifique la casa, de nada vale que sus edificadores hayan trabajado duro en ella. A menos que Jehová mismo guarde la ciudad, de nada vale que el guarda se haya quedado despierto. (Revelación 7:15) Por eso están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y El que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. *** lv cap. 8 págs. 92-93 párr. 18 Dios ama a las personas limpias 18 Nuestro Salón del Reino. Tratamos con mucho respeto este lugar, pues es donde adoramos a nuestro amado Dios. Queremos que

siempre esté impecable y dé una buena impresión a quienes nos visiten. A fin de conservarlo en buen estado, hay que seguir cuidadosamente un programa de limpieza y mantenimiento. Cuando cooperamos en estas labores, demostramos verdadero aprecio por nuestro centro para la adoración pura. Ciertamente, es un privilegio limpiar, “componer y reparar” nuestro salón (2 Crónicas 34:10). Por supuesto, los mismos principios son aplicables a los lugares donde celebramos nuestras asambleas. (Marcos 12:41-44) Y se sentó con las arcas de la tesorería a la vista, y se puso a observar cómo la muchedumbre echaba dinero en las arcas de la tesorería; y muchos ricos echaban muchas monedas. 42 Luego vino una viuda pobre y echó dos monedas pequeñas, que tienen muy poco valor. 43 Entonces él llamó a sí a sus discípulos y les dijo: “En verdad les digo que esta viuda pobre echó más que todos los que están echando dinero en las arcas de la tesorería; 44 porque todos ellos echaron de lo que les sobra, pero ella, de su indigencia, echó cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir”.  Estudio bíblico de la congregación: ia cap. 6 párrs. 1-14 (30 mins.) CAPÍTULO 6 Le abrió su corazón a Jehová 1, 2. a) ¿Por qué no se siente feliz Ana mientras prepara el viaje? b) ¿Cómo nos puede ayudar el relato de Ana? ANA está atareada con los preparativos del viaje, tratando de mantener la mente ocupada para no pensar en sus problemas. Elqaná, su esposo, tiene por costumbre llevar cada año a toda la familia a adorar a Dios en Siló, donde está el tabernáculo. Supuestamente, estas ocasiones deberían ser motivo de alegría. De hecho, Jehová espera que todos estén felices (lea Deuteronomio 16:15). Y, sin duda, ella las ha disfrutado desde pequeña. Pero las cosas han cambiado en los últimos años. (Deuteronomio 16:15) 15 Siete días celebrarás la fiesta a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escoja, porque Jehová tu Dios te bendecirá en todo tu producto y en todo hecho de tu mano, y nada sino gozoso tendrás que llegar a estar.


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Sí, es cierto, Elqaná la ama, y eso es una bendición. Pero él tiene también otra esposa: Peniná, quien por lo visto está empeñada en hacerle la vida imposible a Ana. Tanto es así que incluso ha convertido estos viajes anuales a Siló en una tortura. ¿Cómo lo logra? Y más importante aún, ¿cómo consigue Ana, con la ayuda de su fe, afrontar lo que parece una situación insoportable? Si usted está pasando por problemas que lo desgastan y le roban la alegría de vivir, la historia de Ana le resultará muy animadora. “¿Por qué lloras [...] y por qué se siente mal tu corazón?” 3, 4. ¿A qué dos problemas se enfrenta Ana, y por qué son tan difíciles de soportar? 3 La Biblia nos revela dos grandes problemas en la vida de Ana. Sobre el primero tiene poco control, y sobre el segundo, absolutamente ninguno. El primero es que forma parte de un matrimonio polígamo y tiene que soportar el odio de la otra esposa. El segundo es que no puede tener hijos. Esto de por sí es muy frustrante para cualquier mujer que anhele ser madre. Pero en los días y la cultura de Ana, ser estéril era fuente de amargo dolor, pues los hijos permitían que el nombre de la familia no se perdiera. Por eso, la esterilidad se consideraba un motivo de gran deshonra y vergüenza. 4 A Ana se le haría más fácil sobrellevar su dolor si no fuera por Peniná. Es evidente que la poligamia no puede crear un buen ambiente en ninguna familia. Las competencias, las peleas y los disgustos son el pan de cada día. Y no es de extrañar, pues esta costumbre no tiene nada que ver con la norma que Dios estableció en el jardín de Edén para el matrimonio: la monogamia (Gén. 2:24). El cuadro que pinta la Biblia de la poligamia está siempre cargado de amargura, y la triste historia de esta familia lo confirma. (Génesis 2:24) 24 Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne. 5. ¿Por qué quiere Peniná hacer sufrir a Ana, y cómo lo hace? 5 En realidad, Elqaná quiere más a Ana. Según cuenta la tradición judía, ya llevaban algunos años casados cuando llegó Peniná. Sea esto cierto o no, lo que sí está claro es que, cegada por los celos, Peniná encuentra mil formas de hacer sufrir a su rival. Su gran ventaja son los hijos. Ha tenido uno tras otro, y su arrogancia crece con cada niño que trae al mundo. En vez de compadecerse de Ana y consolarla, Peniná aprovecha para hurgar más en la herida. La Biblia dice que la irrita con el único fin de “hacer que se [sienta] desconcertada” (1 Sam. 1:6). Sus actos son deliberados: quiere lastimar a su rival, y no hay duda de que lo logra. (1 Samuel 1:6) 6 Y la esposa que era su rival también la irritaba penosamente a fin de hacer que se sintiera desconcertada porque Jehová le había cerrado la matriz. . .

6, 7. a) A pesar de los intentos de Elqaná de consolar a Ana, ¿qué razón podría tener ella para no contarle todo lo que le pasa? b) ¿Era Ana estéril porque Dios la estaba castigando? Explique su respuesta. (Vea la nota.) 6 Año tras año, el viaje al tabernáculo de Siló presenta una oportunidad ideal para que Peniná haga sufrir a Ana. ¿Cómo? Lo que suele ocurrir es lo siguiente: Elqaná le da una porción de los sacrificios ofrecidos a Jehová a cada uno de los muchos hijos de Peniná, “a todos los hijos e hijas de ella”. Pero a Ana no le da más que una porción: para ella sola. Peniná entonces aprovecha para recordarle su esterilidad con tanta malicia que la pobre Ana se echa a llorar y hasta pierde el apetito. Elqaná, obviamente, se da cuenta de que su amada esposa está muy angustiada y no quiere comer, así que intenta consolarla. Le dice: “Ana, ¿por qué lloras, y por qué no comes, y por qué se siente mal tu corazón? ¿No soy yo mejor para ti que diez hijos?” (1 Sam. 1:4-8). 7 Un punto a favor de Elqaná es que se da cuenta de que la tristeza de Ana tiene que ver con su infertilidad, y ella de seguro valora sus muestras de cariño*. Pero Elqaná no menciona la malicia de Peniná, y el registro tampoco indica que Ana le haya hablado del asunto. Tal vez ella considera que hacerlo solo empeoraría las cosas. ¿Realmente podría su esposo cambiar la situación? Además, si hablara con él del problema, ¿no avivaría eso el odio de Peniná, así como el de sus hijos y sirvientes? Probablemente, lo único que conseguiría es sentirse cada vez más aislada y sola en su propio hogar. *Aunque el relato bíblico dice que Jehová “había cerrado la matriz” de Ana, no hay indicios de que estuviera descontento con esta fiel y humilde mujer (1 Sam. 1:5). A veces la Biblia atribuye a Dios sucesos que simplemente ocurrieron porque él así lo permitió por un tiempo. (1 Samuel 1:4-8) 4 Y llegó a haber un día en que Elqaná procedió a ofrecer sacrificio, y dio porciones a Peniná su esposa y a todos los hijos e hijas de ella; 5 pero a Ana dio una sola porción. Sin embargo, era a Ana a quien él amaba, y, en cuanto a Jehová, él había cerrado la matriz de esta. 6 Y la esposa que era su rival también la irritaba penosamente a fin de hacer que se sintiera desconcertada porque Jehová le había cerrado la matriz. 7 Y así hacía ella año por año, siempre que ella subía a la casa de Jehová. Así la irritaba, de manera que ella lloraba y no comía. 8 Y Elqaná su esposo procedió a decirle: “Ana, ¿por qué lloras, y por qué no comes, y por qué se siente mal tu corazón? ¿No soy yo mejor para ti que diez hijos?”. 8. Cuando nos tratan con maldad, ¿por qué nos consuela recordar que Jehová es un Dios de justicia?


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No sabemos si Elqaná estaba enterado de la crueldad de Peniná hacia Ana. Pero una cosa es cierta: Jehová sí lo sabía todo. De hecho, el relato prueba que a Jehová no se le escapa nada, lo cual es una seria advertencia para quienes, por celos y odio, se valen de actos aparentemente inofensivos para herir a los demás. Por otro lado, las personas sin malicia y pacíficas, como Ana, pueden sentirse aliviadas al recordar que el Dios de la justicia arreglará todo cuándo y cómo él lo considere mejor (lea Deuteronomio 32:4). Parece que Ana también lo sabía, porque es a Jehová a quien acudió por ayuda. (Deuteronomio 32:4) 4 La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él. “No volvió a mostrar preocupación” 9. ¿Qué nos enseña el hecho de que Ana hace el viaje a Siló a pesar de saber lo que le espera? 9 Este año, como siempre, la familia se levanta temprano para preparar el viaje. Todos están muy ocupados, hasta los más pequeños. Para llegar a Siló, tendrán que recorrer más de 30 kilómetros (20 millas) por las montañosas tierras de Efraín. A pie, tardarán un día o dos. Ana ya sabe lo que puede esperar de Peniná, pero aun así, no se queda en casa. Con esto nos da un excelente ejemplo: nunca debemos permitir que la mala conducta de otras personas estorbe nuestra adoración a Dios. Si dejáramos que eso pasara, nos perderíamos precisamente las bendiciones que nos darían las fuerzas para aguantar. 10, 11. a) ¿Por qué se dirige Ana al tabernáculo en cuanto puede? b) ¿Cómo es la oración que Ana le hace a Jehová? 10 Después de un largo día de andar por caminos serpenteantes, la numerosa familia por fin alcanza a ver la ciudad de Siló. Allí está, sobre una colina rodeada de otras más altas. Al irse acercando, Ana de seguro piensa detenidamente en lo que le dirá a Jehová cuando le ore. Una vez que llegan, todos se sientan a comer. Pero Ana se retira del grupo tan pronto como puede y se dirige al tabernáculo de Jehová. Sentado junto a la puerta se halla el sumo sacerdote Elí. Es probable que Ana ni siquiera lo vea, pues está concentrada en lo que le dirá a Jehová. Aquí, en la casa de Dios, siente la confianza de que será oída. Aunque nadie más pueda entender su dolor, su Padre en los cielos sí puede. Está tan afligida que le resulta imposible contener las lágrimas. 11 Rompiendo en sollozos, le habla a Jehová para sus adentros. Sus labios se mueven mientras va formulando en su mente las palabras que expresan su angustia. Se toma su tiempo para desahogarse con su Padre celestial. Pero hace más que simplemente pedirle que le conceda su intenso deseo de tener un hijo. Ana no solo está interesada en lo que pueda recibir de Dios, sino también en lo que pueda darle. Así que le promete que,

si tiene un hijo varón, se lo entregará para que le sirva toda su vida (1 Sam. 1:9-11). (1 Samuel 1:9-11) 9 Entonces Ana se levantó, después que hubieron comido en Siló y después del beber, mientras Elí el sacerdote estaba sentado sobre el asiento junto a la jamba de la puerta del templo de Jehová. 10 Y ella estaba amargada de alma, y se puso a orar a Jehová y a llorar profusamente. 11 Y pasó a hacer un voto y decir: “Oh Jehová de los ejércitos, si miras sin falta la aflicción de tu esclava y realmente te acuerdas de mí, y no te olvidas de tu esclava y realmente das a tu esclava prole varón, yo ciertamente lo daré a Jehová todos los días de su vida, y no vendrá navaja sobre su cabeza”. 12. ¿Qué nos enseña el ejemplo de Ana sobre cómo debemos orarle a Dios? 12 El ejemplo de Ana nos muestra cómo desea Dios que le oremos. Jehová bondadosamente nos invita a hablarle con franqueza, sin reservas, a desahogarnos con él tal como un niño lo haría con su padre que lo ama (lea Salmo 62:8 y 1 Tesalonicenses 5:17). El apóstol Pedro escribió por inspiración estas consoladoras palabras relacionadas con la oración a Jehová: “Ech[e]n sobre él toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes” (1 Ped. 5:7). (Salmo 62:8) 8 Confía en él a todo tiempo, oh pueblo. Delante de él derramen ustedes su corazón. Dios es refugio para nosotros. Sélah. (1 Tesalonicenses 5:17) 17 Oren incesantemente. 13, 14. a) ¿A qué conclusión apresurada llega Elí, y por qué? b) ¿Qué ejemplo de fe nos da Ana por la manera en que reacciona cuando Elí la acusa? 13 Lamentablemente, los seres humanos no somos tan comprensivos como Jehová. Mientras Ana ora con lágrimas en los ojos, una voz la interrumpe. Es Elí, el sumo sacerdote, quien la ha estado observando. “¿Hasta cuándo te portarás como una borracha? Aparta tu vino de ti”, le dice. Elí ha visto cómo le tiemblan los labios a Ana, sus sollozos, su agitación. Pero en vez de preguntarle qué le pasa, se apresura a concluir que está borracha (1 Sam. 1:12-14). 14 ¡Qué doloroso debe ser para Ana que, en estos momentos de angustia, la acusen de algo así! Y para colmo, el que la acusa es nada menos que el sumo sacerdote. Con todo, Ana nos vuelve a dar un precioso ejemplo de fe. No permite que las imperfecciones de ningún hombre se interpongan en su adoración a Jehová. Le contesta a Elí con respeto y le explica su situación. Elí, quizás un tanto avergonzado, responde en un tono más suave: “Ve en paz, y que el Dios de Israel conceda tu petición que le has pedido” (1 Sam. 1:15-17). (1 Samuel 1:12-14) 12 Y sucedió que, mientras ella oraba prolongadamente delante de Jehová, Elí estaba observándole la boca. 13 En cuanto a Ana, ella estaba hablando en su corazón; solo sus labios


temblaban, y no se oía su voz. Pero Elí la tomó por borracha. 14 De modo que le dijo Elí: “¿Hasta cuándo te portarás como una borracha? Aparta tu vino de ti. . . (1 Samuel 1:15-17) 15 Por lo cual Ana contestó y dijo: “¡No, señor mío! Soy una mujer duramente oprimida de espíritu; y no he bebido vino ni licor

embriagante, sino que derramo mi alma delante de Jehová. 16 No tomes a tu esclava por una mujer que no sirve para nada, porque es por la abundancia de mi preocupación y mi irritación que he hablado hasta ahora”. 17 Entonces Elí contestó y dijo: “Ve en paz, y que el Dios de Israel conceda tu petición que le has pedido”.

 Repaso de esta reunión y adelanto de la próxima (3 mins.)  Canción 142 y oración 142 Predicamos a toda clase de personas (1 Timoteo 2:4)1. Felices imitamos a Jehová, que no distingue raza ni color. Con alegría él aceptará a quienes buscan su aprobación. (ESTRIBILLO) Siempre es el corazón lo que cuenta para Dios; a todos les ofrece la verdad. Él creó la variedad, todos pueden aspirar a ser amigos del gran Dios Jehová. 

2. Ni posición ni nacionalidad son importantes para nuestro Dios. Jehová prefiere ver el corazón, la intención y la sinceridad. (Estribillo) 3. Recibiremos a quien quiera hoy dejar atrás el mundo y su mal. Al predicar a todos por igual, imitaremos al Creador Jehová. (Estribillo)

Nota: La música se debe reproducir una vez de principio a fin. Luego, el auditorio cantará la nueva canción.

4 - 10 DE ENERO _ 2 CRÓNICAS 29- 32

ESTUDIO DE LA ATALAYA


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