Historia del Santo Rosario El rosario (del latín rosarium «rosal») es un rezo tradicional católico que conmemora veinte «misterios» de la vida de Jesucristo y de la Virgen María, recitando después de cada uno de ellos un Padre nuestro, diez Ave Marías y un Gloria. Comenzó a usarse alrededor del año 800. En los monasterios se suele recitar los 150 Salmos en la liturgia de las horas al igual que lo hacen los judíos. Los fieles en este entonces no podían seguir esta devoción porque la gran mayoría no sabían leer, entonces se les enseñó una practica mas sencilla; la de recitar 150 aves Maria. Esta devoción tomo el nombre de Salterio de la Virgen. Su popularidad se desarrollo en el siglo XIII cuando surgió el movimiento albinguense. Santo Domingo de Guzman, fundador de la orden de los predicadores (conocidos como dominicos) difundió el rezo del rosario de una forma primitiva (salterio de la virgen). Entre los predicadores, esto se les facilito por estar siempre entre la gente. Se hizo popular generando cofradías y grupos de devotos por doquier, junto con relatos de milagros que acrecentaron aun mas su fama. Durante el siglo XIV decayó la devoción, pero los predicadores siguieron fomentándola. Según la historia, Nuestra Santísima Madre la Virgen María le enseñó en persona a Santo domingo de Guzmán a rezar el Santo Rosario en 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la fe. La Virgen se le apareció en la capilla. En su mano sostenía un rosario y le enzeñó a Domingo a recitarlo, le dijo que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores se convertirían y obtendrían abundantes gracias. Domingo salió de allí lleno de celo con el rosario en la mano, efectivamente lo predico y con gran éxito porque muchos albinguenses volvieron a la fe católica. Para el siglo XVI ya el Santo Rosario estaba con su forma manejada hoy: Contemplación de los misterios, credo, padre nuestro y ave Maria como oraciones principales y las cuentas como medio de llevar la oración. Sobre el Ave Maria es preciso señalar que la seguda mitad (Santa Maria) fue añadida en el siglo XIV, pero su uso se hizo universal cuando el Papa Pio V promulgo el Brevario Romano (algo sobre la lectura de los salmos) y mando que se rezase al principio de cada hora del oficio divino, después del padre nuestro. Luego de la batalla de Lepanto fue que se celebro la fiesta anual a la señora de las victorias, ya que el papa Pio V atribuyo la victoria sobre los turcos a la intercesión de la Virgeen Maria mediante el rezo del Santo Rosario. La fiesta fue instituida el 7 de octubre, mas tarde el Papa Gregorio XIII modificó el nombre de la solemnidad por el de Nuestra Señora del Rosario. Un fenómeno muy importante en torno a esta devoción fue el de los rosarios públicos o callejeros, que surgieron en Sevilla en 1690 y se extendieron muy pronto por España y sus colonias americanas. Eran cortejos precedidos por una cruz y que constaba de faroles de mano y asta para alumbrar los coros y estaban presididos por la insignia mariana denominadaSimpecado. Fue la principal referencia de la devoción y en Sevilla llegó a haber en el siglo XVIII más de 150 cortejos que diariamente hacían su estación por las calles rezando y cantando las avemarías y los misterios. Los domingos y festivos salían de madrugada o a la
aurora. Al principio eran masculinos, pero ya en el primer tercio del XVIII aparecieron los primeros Rosarios de mujeres que salían los festivos por la tarde.
Apariciones de Fatima En Fátima (Portugal), en 1917, un grupo de niños alegó haber experimentado una aparición de laVirgen María, quien les habría revelado que cada vez que se reza un Ave María es como si se le ofreciera una rosa, de tal suerte que cada rosario completo sería una corona de rosas. El 16 de octubre de 2002, el papa Juan Pablo II promulgó la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae, en la que aprobó que se añadieran cinco nuevos Misterios al rosario, los misterios luminosos. La introducción de estos misterios ha sido la única reforma sustancial en este rezo después de varios siglos.
Las quince promesas de la Virgen María La Iglesia católica señala quince promesas que el beato Alano de la Roca (en francés, Alain de La Roche) declaró recibir de la Virgen María, destinadas a quienes recen devotamente el rosario. Fue Alano de la Roca quien restableció la devoción al rosario enseñada por santo Domingo de Guzmán apenas un siglo antes y olvidada tras su muerte. Las promesas son las siguientes:
1.
El que me sirva, rezando diariamente mi Rosario, recibirá cualquier gracia que
me pida. 2. Prometo mi especialísima protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario. 3. El Rosario será un fortísimo escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los pecados y exterminará las herejías. 4. El Rosario hará germinar las virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevarán a desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se santificarán! 5. El alma que se encomiende por el Rosario no perecerá.
6.
El que con devoción rezare mi Rosario, considerando misterios, no se verá
oprimido por la desgracia, ni morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en las gracias si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna. 7. Los verdaderos devotos de mi Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.
8.
Quiero que todos los devotos de mi Rosario tengan en vida y en muerte la luz y
la plenitud de la gracia, y sean partícipes de los méritos de los bienaventurados. 9. Libraré pronto del purgatorio a las almas devotas del Rosario.
10. 11. 12. 13.
Los hijos verdaderos de mi Rosario gozarán en el cielo una gloria singular. Todo lo que se me pidiere por medio del Rosario se alcanzará prontamente. Socorreré en todas sus necesidades a los que propaguen mi Rosario. Todos los que recen el Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte
a los bienaventurados del cielo. 14. Los que rezan mi Rosario son todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús. 15. La devoción al Santo Rosario es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.
Misterios del Santo Rosario] Cada serie de misterios comprende cinco temas distintos para la meditación, cada uno de los cuales representa un momento de la vida de Jesús y de la Virgen María, la madre de Jesús.
Tradicionales] Tradicionalmente, el rosario estaba dedicado a una de tres series de «misterios» que debían ser recitados secuencialmente, uno por cada noche. Según aquella praxis corriente, el lunes y el jueves estaban dedicados a los «misterios gozosos», el martes y el viernes a los «dolorosos», el miércoles, el sábado y el domingo a los «gloriosos». 1
Gozosos (Lunes y jueves, y también en el tiempo deAdviento y Navidad) Dolorosos (Martes y viernes, y en el tiempo de Cuaresma) Gloriosos (Domingo, miércoles y sábado, y en el Tiempo de Pascua)
Actuales El 16 de octubre de 2002, Juan Pablo II promulgó su carta apostólica Rosarium Virginis Mariae (es decir, Rosario de la Virgen María), a través de la cual se incorporó al rosario los llamados «misterios luminosos». Para que pueda decirse que el Rosario es más plenamente 'compendio del Evangelio', es conveniente pues que, tras haber recordado la encarnación y la vida oculta de Cristo (misterios de gozo), y antes de considerar los sufrimientos de la pasión (misterios de dolor) y el triunfo de la resurrección (misterios de gloria), la meditación se centre también en algunos momentos particularmente significativos de la vida pública (misterios de luz). Esta incorporación de nuevos misterios, sin prejuzgar ningún aspecto esencial de la estructura tradicional de esta oración, se orienta a hacerla vivir con renovado interés en la espiritualidad cristiana, como verdadera introducción a la profundidad del Corazón de Cristo, abismo de gozo y de luz, de dolor y de gloria. Juan Pablo II, Carta apostólicaRosarium Virginis Mariae sobre el Santo Rosario, 19
En el mismo documento se sugiere el indica el orden semanal de los mysteria lucis (misterios de la luz o luminosos): ¿Dónde introducir los «misterios de la luz»? Considerando que los misterios gloriosos se proponen seguidos el sábado y el domingo, y que el sábado es tradicionalmente un día de marcado carácter mariano, parece aconsejable trasladar al sábado la segunda meditación semanal de los misterios gozosos, en los cuales la presencia de María es más destacada. Queda así libre el jueves para la meditación de los misterios de la luz.2 Juan Pablo II, Carta apostólicaRosarium Virginis Mariae sobre el Santo Rosario, 38
Por lo anterior, el rezo del rosario en el presente sigue el orden detallado a continuación:
Gozosos o de gozo (Lunes y sábado)
•
La anunciación del ángel a la Virgen María y la encarnación del Hijo de Dios
•
La visitación de la Virgen María a su prima Santa Isabel.
•
El nacimiento de Jesús en Belén.
•
La presentación de Jesús en el Templo.
•
El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo.
Luminosos o de luz (Jueves) •
El bautismo de Jesús en el río Jordán.
•
La autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná.
•
El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.
•
La transfiguración del Señor.
•
La institución de la Eucaristía.
Dolorosos o de dolor (Martes y viernes) •
La oración de Jesús en el huerto de los Olivos.
•
La flagelación del Señor.
•
La coronación de espinas.
•
Jesús con la cruz a cuestas.
•
Crucifixión y muerte del Señor.
Gloriosos o de gloria (Domingos y miércoles) •
La resurrección del Señor
•
La ascensión del Señor.
•
La venida del Espíritu Santo sobre la Virgen María y los apóstoles.
•
La asunción de Nuestra Señora a los cielos.
•
La coronación de la Santísima Virgen como reina de todo lo creado.