CA5_P03_ESTHER GARCÍA GUZMÁN
[PANTEÓN NUBE_MANUEL CLAVEL] /
APROXIMACIÓN II CHRISTIAN NORBERG-SCHULZ COMETIDO DEL EDIFICIO
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Crítica sobre el control físico
El panteón está pensado para que al cerrarse no pueda abrirse ni desde dentro ni desde fuera, sólo tiene la combinación
para abrir las puertas el propietario, por lo tanto la renovación de aire se dará a través de los huecos que dejan las puertas pivotantes, a través de las juntas perimetrales entre cada puerta. De tal forma la única posibilidad de que entre aire, viento, lluvia en cuanto a clima será a través de esos huecos, esas juntas que dejan las puertas pivotantes.
El panteón por sus tres caras tiene un aspecto cúbico, en su fachada principal rompe con la planeidad a través del
elemento puerta que constituyen una fachada en sí mismas, tienen una geometría trapezoidal que recuerdan a los
retablos o tablas medievales, además se encuentra rodeado por sus tres caras por otros edificios destinados a la misma
función y hacen de protección al mismo. Esto significa que el viento y la lluvia no van a ser relevantes en este proyecto, ya que inciden en él como un bunker a excepción de la fachada principal que en su caso podrá filtrarse lluvia si incide sobre la misma con suficiente ángulo.
La luz se recibe por su fachada posterior, se trata de un paño de ónix blanco que cubre la totalidad de su fachada
posterior y a través de él se filtra la luz y de esa forma introducirla en el panteón. En cuanto al sonido, se trata de un
emplazamiento bastante reservado, no hay tráfico, ni multitud de personas alrededor, puesto que no se considera. El olor se encierra en cada nicho particular del panteón y puede renovarse el aire a través de las oquedades que generan las puertas.
En relación al polvo, humo e insectos solo es posible su filtración por los ya citados huecos usados para la renovación de aire y cambio de temperatura. Y en cuanto a las personas y animales solo podrían acceder al interior del panteón con el consentimiento del propietario aunque se puede visitar por fuera si se desea.
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Crítica sobre el marco funcional 2
El edificio abarca casi 40 m distribuidos en tres plantas. Desde el exterior da una apariencia de uniformidad en tres de sus caras y rompe con esa planeidad de aspecto de “caja” desde su acceso, disponiendo de sus ya citadas puertas trapezoidales. Dispone tres espacios, tres niveles, destinados cada uno a una función.
El nivel “sótano” se llega bajando unas escaleras desde el nivel intermedio, el de acceso desde la calle, y es de geometría ortogonal para generar un contraste con el nivel superior.
Al segundo nivel, el intermedio, se accede desde la calle atravesando unas puertas pivotantes trapezoidales , este nivel es el que encuentra de frente la “nube” siendo un desplegable de cientos de piezas triangulares.
El tercer nivel es el destinado a la colocación de los nichos, a este se accede desde el nivel intermedio subiendo unas escaleras.
Se genera un recorrido en espiral desde el sótano hacia el último nivel del panteón, adaptándose en geometría y forma el uno al otro, encajando sus usos y recorridos, en donde el espacio de uso es más ortogonal para hacerlo más funcional y el espacio de recorrido es más complejo en cuanto a geometría.
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Crítica sobre la condición social
El panteón es un edificio particular al que solo pueden acceder los familiares en vida o muerte, ya que se trata de una tipología de proyecto no asequible a toda condición social su imagen pretende ser destacable en cuanto a sus
edificaciones vecinas, usa un lenguaje respetuoso con el entorno usando materiales de aspecto pulcro y geometrías que emulan elementos religiosos, como la combinación de puertas en forma de retablo y la “nube” geométrica del interior. Tiene una estructura de uso jerarquizada por niveles, del descenso al ascenso siguiendo las creencias del usuario y
materiales de calidad como es el granito, mármol , la gran cantidad de ónix presente en la total extensión de la fachada posterior y las grandes puertas de vidrio negro en laja además de sus otros elementos que le otorgan al proyecto de un coste considerable que el usuario está dispuesto a pagar por su deseo.
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Crítica simbólica
El edificio tiene una gran carga religiosa en cuanto a la simbología de la formación de las puertas como un retablo y su volumetría pura como gran cubo blanco que demuestra una técnica ortodoxa en cuanto al exterior se percibe. No
obstante en el interior sigue manteniendo esa simbología religiosa a través de sus recorridos, ascendiendo desde el sótano a la plataforma superior de forma espiral, como metáfora de la ascensión al cielo, pasando desde “la tierra” hueco
excavado en suelo a pasar por la nube geométrica a la que atraviesan los rayos de sol provenientes de la luz que deja incidir el ónix blanco de la parte posterior, donde al finalizar el recorrido se sitúan los nichos y alcanzan el cielo metafóricamente.
CRÍTICA FORMAL
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Análisis de los elementos
Desde el exterior se plantea un elemento cúbico blanco que forma una piel continua, sin fisuras, totalmente opaco y de textura homogénea el cual se encuentra en su parte posterior con un paño de ónix perfectamente alineado en plano,
siendo un material traslucido que deja pasar la luz natural al interior. A su vez en la fachada de acceso este cubo está tallado triangularmente de forma que ayuda a un perfecto ensamblaje en la colocación de sus puertas trapezoidales,
dejando estas al ser pivotantes unas juntas perimetrales en cada una de ellas generando una discontinuidad en el plano. En el interior se perciben materiales luminosos y oscuros según se vea la parte de “tierra” o “cielo”. La nube geométrica
forma un elemento totalmente cohesionado desde el ascenso de su primer tramo de escalera hasta el último. Al igual que la superficie intermedia “tierra” con el sótano forman parte del mismo conjunto, se podrían diferenciar los materiales claros que forman un todo con los oscuros que forman otro compuesto diferente.
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Relaciones
Los elementos del interior, la nube geométrica está claramente fusionada con el espacio ya que hace una clara distinción entre el “cielo” y la “tierra”, la escalera está separada unos centímetros del suelo en el que arranca pero a partir de ahí
forma un conjunto desde el arranque de la escalera hasta la plataforma superior al igual que la plataforma inferior con la intermedia que forman la parte de la “tierra”. En cuanto al exterior se puede apreciar también una calara envolvente blanca y una división, unos fragmentos que son las puertas que dan acceso al interior. •
Organización estructurante de las formas
Se plantean 3 espacios o tres pequeños recintos con la jerarquía de la ascensión, de la primera plataforma enterrada a la plataforma superior en la que se encuentra envuelta por una “nube”. Como ya se ha citado anteriormente la parte de la
“nube”, la que pasa del nivel intermedio al superior, rompe con la continuidad de la plataforma inferior-intermedia y se
hace continua en su totalidad. Se tratan de elementos coherentes en su simbología haciendo referencia a la nube del cielo y al hueco de la tumba. Su interior está marcado por un recorrido dominante por la geometría de las múltiples piezas triangulares de la “nube” las cuales no te dejan ver más allá del recorrido que marcan y te guían marcadamente por su forma.
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Contexto cultural
Sus aportaciones u originalidad está en que, en relación a otros panteones y estilos de proyecto, añade o tiene en cuenta
el aspecto religioso no sólo en cuanto a metáfora empleando elementos de iglesia como son las cruces, si no que va más allá y desde el principio te hace adentrarte a la obra a través de sus puertas que hacen alegoría a los retablos de las
iglesias, únicamente con capacidad de abertura y cierre por el usuario y en su interior tiene en cuenta el aspecto de la ascensión al cielo y marca ese recorrido físicamente desde el subterráneo, “la tumba”, hasta “el cielo” que es donde descansan los cuerpos.
CRÍTICA TÉCNICA En cuanto a su condición estructural se trata de dos muros laterales de hormigón armado y cubierta plana que forman la apariencia del cubo en su totalidad, pero esta forma es solamente una apariencia exterior, ya que en su interior se hacen claramente tres particiones definidas por la geometría triangular de aspecto ligero y con forma de “nube”. El conjunto trata geometrías simples pero que en su ensamblaje forman una complejidad bastante lógica y leal a su simbología, rompen con el estereotipo de panteón a dos aguas o con múltiples ornamentos, cruces y estatuas.
CRÍTICA SEMÁNTICA Su apariencia exterior es la de una volumetría pura, un cubo que se inserta entra las edificaciones vecinas con una parte
frontal de similitud a los retablos de las iglesias. Su aspecto es respetuoso en cuanto a su entorno pero a su vez llamativo
por la calidad de los materiales y la pureza que emanan los mismos además de por su geometría exterior que se sale de lo rutinario como se ha explicado en el apartado anterior. Tiene bastante coherencia la carga simbólica y su forma descrita. EL OBJETO COMO CONJUNTO Cada aspecto analizado es relevante en su conjunto ya que nada está colocado por casualidad, todo tiene una jerarquía, una función y un sentido simbólico o icónico tanto para el propietario como para el proyectista que ha hecho posible establecer tanto un recorrido físico como metafórico de las creencias del usuario y del significado del edificio.
LECTURA CRÍTICA DEL MARCO TEÓRICO En cuanto a la metodología empleada en el marco teórico de Christian Norberg-Schulz describe correctamente la
función del edificio porque resalta aspectos técnicos aunque no profundamente, los tiene en cuenta pero no los describe de una forma muy inflexible, te da pie a tener en cuenta aspecto más subjetivos como la complejidad de sus elementos,
sus funciones, simbologías. Es un equilibrio entre la primera aproximación más objetiva de Antonio Miranda y la parte
más abstracta o subjetiva de Steven Holl. Este modelo por lo tanto es perfectamente capaz de describir el edificio ya que tiene ambas partes, la subjetiva y la objetiva, se trata de un edificio en equilibrio con su funcionalidad y su objetivo de preservar los cuerpos y la proyección de su simbología. Su función no condiciona su forma de recorrer el espacio.