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Achiote Formafatal

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OFICINAS BBDO

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Dos villas construidas sobre la ladera de una montaña, diseñadas con rasgos minimalistas y teniendo en cuenta su entorno salvaje.

Cerca del pueblo de Uvita, en un terreno de 11.000 metros cuadrados y a una altura de 300 metros sobre el mar, Formafatal diseñó dos pequeñas villas en una montaña cubierta de maleza. Ambas villas, que en parte levitan sobre la empinada ladera sur, están diseñadas para alquileres recreativos a corto plazo. La superficie construida de cada una de ellas es de 90 metros cuadrados y brindan vistas infinitas del Océano Pacífico. La construcción fue diseñada teniendo en cuenta la sostenibilidad y el entorno salvaje que la rodea.

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La intención era diseñar casas sostenibles con interiores biofílicos1, sofisticadamente pensados, con rasgos fuertemente minimalistas y simples. Ningún elemento adicional innecesario.

// Emplazamiento

Con sus líneas finas y afiladas, la arquitectura de las villas contrasta deliberadamente con la exuberante vegetación tropical, pero los materiales y colores elegidos coinciden perfectamente con el entorno.

Ambas villas son arquitectónicamente iguales. Los materiales, la disposición en planta o la orientación hacia los puntos cardinales también son idénticos. Sin embargo, se diferencia en el interior, sobre todo por su concepto cromático, que en parte se refleja también en los exteriores.

El concepto de color de los interiores responde a las energías que se percibían en la ubicación de las villas antes de su construcción. Jaspis Villa (jaspis = jaspe, villa brillante) es un reflejo de la energía yin. Está conectado con el océano y el cielo, no solo visualmente, sino también con sus vibraciones. Con un concepto de color en tonos arena, se responde a esta interconexión. Nefrit Villa (nefrit = jade, villa oscura) es un reflejo de la energía yang. En la villa Nefrit se percibe la conexión con la tierra y la selva. Aquí, también, el concepto de color elegido es una reacción a estas energías y el color rojo terracota del piso de concreto transmite la sombra del suelo local al interior de la casa.

Al llegar, ambas villas parecen muy discretas, humildes. A los lados están cubiertas por plantas tropicales recién plantadas. Desde las terrazas levitantes, después de unos pocos pasos, se abre la vista al océano y se encuentra el generoso espacio del dormitorio principal con terrazas adyacentes y piscina infinita.

Las paredes de tierra apisonada y el hormigón se complementan con las vigas en H de acero estructural, que soportan una losa de techo monolítica de hormigón. Las jácenas y anillo de la casa son visibles únicamente en la cara superior del techo, el cual está revestido con un par de perfiles en “U” de acero.

Todas las fachadas orientadas a las vistas infinitas del océano están diseñadas con vidrio sin marco. Los perfiles de las partes deslizantes y macizas de las fachadas de vidrio están empotrados en las ranuras de la losa de techo de hormigón. De esta manera también se aplicó la instalación de los rieles de iluminación interior y el riel de conexión para mosquitero y para las cortinas alrededor de la cama.

El forjado de hormigón se cubre con una solera de cemento estructurado antideslizante, diferente en cada villa. Las paredes interiores restantes, incluidos los muebles sólidos de hormigón diseñados a medida, también están en la superficie de soleras de cemento, pero aquí en un acabado mate liso.

Para realizar los muros de tierra apisonada se convocó a un especialista experimentado de Brasil, propietario de la empresa Terra Compacta, quien capacitó a varios artesanos locales para construir el primer proyecto en Costa Rica de estas características.

La arquitectura minimalista también se refleja en los interiores, donde no hay puerta salvo el panel corredizo en la sección de la ducha y el aseo. El equipamiento de los interiores fue hecho a medida, mientras que otros muebles, luminarias, accesorios y arte fueron cuidadosamente seleccionados. •

FICHA TÉCNICA

// Cortes

Estudio: Formafatal

Año: 2022

Superficie del terreno: 11.000 m²

Superficie construida de cada villa: 90 m²

// Elevación

// Elevación sur

// Elevación interior

FORMAFATAL

Dagmar Štěpánová es la arquitecta principal de Formafatal, fundado en 2015. El estudio cuenta actualmente con un equipo de 11 miembros. Tiene oficinas tanto en Praga como en Costa Rica.

El enfoque individual para cada proyecto se basa en la comprensión mutua con el cliente, el entusiasmo, la colaboración natural y las soluciones conceptuales unificadas. Resuelve proyectos de manera compleja desde el concepto creativo hasta la realización, con atención al detalle. A través de sus obras, el estudio busca motivar a otros arquitectos y a sus clientes a abordar los proyectos con respeto a la problemática ambiental.

En 2020, el estudio Formafatal se convirtió en el ganador del Premio Diseñador de Interiores del Año 2020, en la prestigiosa competencia internacional Dezeen Awards y, en el mismo año, ganó otro premio en los Architizer Awards.

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