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San Marcial, núm. 35 SUCURSALES:
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SEBASTIA
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RENTERIA
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REDACCI ON Y ADMI NI S T RACI ON
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^ D r e c io d e f e je m p fa r 0 , 8 0 p ía s .
No siempre trae el correo malas noticias. Para nosotros, no ña mucños días, ña sido portador de nuevas gratas, pues de ral caracter participan las cuartillas que se insertan a continuación, remitidas por un estimado y asiduo colaborador de esta Revista. El entusiasta renteriano—pues ña de saberse que “Joseba“ es ñijo de esta Villa—ña reflejado en su escrito con tal fidelidad los móviles y propósitos que inspiran $ guian esta publicación anual, que consideramos las pala bras del querido amigo como el más adecuado y oportuno proemio de las páginas que siguen. Escrita en vascuence la salutación, la ñemos vertido al castellano, para conocimiento de todos los lectores; siendo, de paso, un voto en pro del bilingüismo que se trata de extender en la futura región Vasco-Navarra y quien sabe también si Riojana. Sin exclusivismos ni prevenciones y sin mengua de tradición y costumbres, nosotros tenemos abiertos los brazos a todos los ñombres de buena voluntad. LA REDACCION
BETI B E Z E L A
C O M O S IE M P R E
Bai orixen; beti bezela esan nai det juandako urtietan b ezel-bezelaxen aurten ere argia ikusiko du «RENTERIA» ta em entxen daukazute jaio-berria, . txukuna, pollita, ederra, leguna ta maitekorra. Guzíentako egiña dago: langilleak aberatsak bezela: aberatsak apaizak bezela; apaizak berriz fede gabeak bezela eskuetan artu ta irakurri dezateke; guziai atseguin emateko» ta iñor gorroto erazteko eran egiña ta idatzia bai dago. Egiten eta idatzen dirán gauza guziazk onen bat egiteko egin bear dira: kalteren bat egitekotan obe bai da ezer ez egitea. Guro tx o k o ontan gauza asko ta onak egin ditezke: guziak uts egitea gurekin daramagun ezkero gero ta obeagoak egin gindezke ta; baño orie esan da uts egin guziak ditzakegula esan nai det. Gure Errenderi ontan on asko dago; ala ere on geiago egin diteke; uts batzuek kendu ditezke, erriak orrela geia go irabazi dezakela. Ez degul guk amak bezelakoak izan bear; amak bere sem e alabagan gauza onak goresgarriak besterik ez omen ditu ikusten; eta ontan ez daude zuzen; amak seme-alabari egia garbi esan bear diete ta. Errenteriak errenderitarrai gauzak argi-argi esango ta esaten dizkie, egia garratza bada ere, onurakorra danik ez diteke ukatu. Urteoro urteoro irakurri izandet, bete atsegin izan zaidala; ta egi azondiak esan egin dituela ez degù zalantzan jarri bearrik. Egalari juan egingo da mundu barrenera, ta guziak badakite zer dan, non dagon Errenderia; baita errenderitarrak zer nolakoak diian ere. Artu, irakurri, ta datorren urtean, ez dedilla izan REN TERIA idatziko ez duenik.
Si por cierto; decir com o siempre es expresar que al igual de todos los años, también éste ve la luz pública «RENTERIA»; y aquí la tenéis recién nacida, pulcra, bo nita y haciéndose querer de todo el mundo. Está hecha para todos; lo mismo para el trabajador que para el rico; igualmente pueden tomarla en sus manos gentes timoratas o gen tes descreídas; para dar gusto a to dos está hecha, así com o para eliminar de sus páginas cuanto sea causa de m olestia u odio para nadie. Todas las cosas que se dicen y se hacen deben estar encam i nadas al bien; para dañar a alguien es preferible no hacer nada.
Joseba
En este rincón nuestro pueden hacerse m uchas y buenas cosas; si elim inásem os nuestras pequeñas vanidades, cada vez se podrían hacer obras mejores. En esta nuestra Rentería hay mucho bueno, pero aún así hay que superarse y refinar paulatinamente la vida local en sus diferentes asp ectos para que gane la población. No debem os ser com o las madres, quienes cegadas por su amor no ven más que perfecciones en sus hijos. Al revés de ellas, hay que decir la pura verdad, para mejorar lo bueno y crear con fé lo que es necesario para la prospe ridad común. Los renterianos deben decir a Rentería las co sa s claras y limpias, aunque sean ásperas; que la valentía no hay que desmentirla en momento alguno. He leído, año tras año, esta revista lleno de pla cer, y no puedo m enos de confesar que ha dicho grandes verdades. En alas de su publicidad irá también este año por el mun do para que todos sepan donde está, cóm o es Rentería y las características de sus laboriosos y pacíficos habitantes. Tom adla, leedla y que el año que viene nadie ignore la labor fecunda de RENTERIA, esperándola com o a un viejo y noble am igo, a quien siempre abrazamos con ín timo placer.
José
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o r g a n i z a d o s p o r el Ilu s tre A y u n t a m ie n t o d e la V il la d e R e n t e r ía , en h o n o r d e S a n t a M a r í a p a tr o n o d e la m is m a p a r a los d í a s 21, 22, 23, 24 , 2 5 y 2 6 d e J u lio d e 1931.
M a g d a le n a
Día 2,1 de Julio-M artes
Día 24-V iernes
** # ' s. ■* v , Á la s 5 % 1 2 d e la ta rd e .— Los chistuíaris recorrerán las calles de la p ob lación. A la s 7.— La Banda M unicipal, con el tamboril y los gigantes y. cab ezu d os, alegrará al vecind ario, recorrien do entre el estruendo d e bom bas y coh etes las principales calles de la p ob lación. D e 9 a í i $ i 2 d e la noeñe.— La misma banda alternando con el tam boril am enizará la A lam eda con bailables, qu em án dose final m ente una traca y un herm oso toro de fuego.
A la s 7 d e ta m a ñ a n a .— D iana por lo s tam borileros. A la s 9.— Gran co n cu rso de ganadería. A la s 12 d e l m e d io d ía .— D escubrim iento de las lápidas de la A venida d e la República, del poeta v a sc o «Shem pelar» y d e la c a lle de D. F rancisco G áscue, asistiendo el C on cejo y Ja Banda Mu nicipal, celeb rán d ose en hon or del poeta d iversos a c to s religiosos y literarios d e carácter típico. A la s 4 d e la ta rd e .— R eparto d e prem ios a las reses del c o n curso de ganadería, y a continuación fiestas populares del país, c o m o co n cu rso d e bailes por parejas, versolaris, y bailes vizca ín o s por la cuadrilla de espata-dantzaris de E uzho-gaztedia. A la s 9 d e la n oeñe.— Alternarán en la plaza d e los F ueros la Banda Iruchulo y el tamboril, quem ándose en los interm edios la tercera c o le cc ió n de fuegos artificiales y un herm oso toro d e fuego co n final d e co h etes y bom Sas, term inando la fiesta a las 12 y m edia d e la noche.
Día 22«M iércoles A la s 7 d e la m a ñ a n a .— Diana por la Banda M unicipal. A l a s 8 —C orrecalles por los gigantes p reced id os por el tamboril A la s 8 y í\2 .— Reparto d e raciones d e pan, carne y con servas por el Ilustre A yuntam iento a las familias necesitadas. A la s 9 y / 2.—T raslación de la im ágen de Santa María M agda lena a la iglesia parroquial d esd e su hermita. A la s l o .—S olem n e misa m ayor, co n p an egírico de la Santa. A continuación se lec to c o n c ie rto clá sic o en la A lam eda por la Banda M unicipal. A la s 12 d e l m ed io d ía . Se servirá a lo s a c o g id o s en el A silo con una com id a extraordinaria. A lo s 4 d e la ta rd e .— Gran partido d e p elota a pala, en el que luchará la pareja cam peón d e G uipú zcoa, O yarzáb al-A rocen a c o n tra los navarros Saínz e Irurita. D e 5 a 8 .— Bailables en la Plaza de los Fueros por la Banda de Rentería, alternando c o n el tam boril. A la s 9 d e la n oeñ e.— La Banda M unicipal d e írún alternará con el tamboril en la P laza d e los F ueros hasta las 12 y 1/2, quem án d o se en los interm edios una preciosa c o le c c ió n d e fuegos de a rti ficio, que así co m o lo s restantes de las fiestas, han sid o co n fecio n a d o s por la C asa Espinosa d e Reus, term inando las fiestas de este día con un alegre y bu llicioso correcalles.
Día 2 3 -J u ev es A la s 7 d e la m a ñ a n a .— Diana por los tam borileros. A la s 9 y / t?.—Fiesta escolar. Misa, reparto de prem ios en las E scuelas Viteri con asistencia de la Junta de 1.a Enseñanza. A la s 12.— Carrera pedestre para jóvenes m enores d e 18 años. A la s 5 d e la tarde. Festival infantil en la Alam eda, con la ban da M unicipal, aurreshu de niños, reparto d e m eriendas, lanzam ien to de glo b o s g rotescos, etc. A l a s 6 .— Se celebrará en el frontón un gran partido d e pelota» o rgan izad o por el Touring-C lub. A la s 9 '— La Banda M unicipal d? Pasajes A ncho, y el tamboril am enizarán hasta las 1 -2 y m edia la plaza d e los Fueros, quem án d o se una vistosa c o le cc ió n d e fuegos artificiales.
Día 25-S á b ad o A la s 7 d e la m a ñ a n a .— Diana por la Banda M unicipal. A la s 8 y / /2 .— Kalegira por el tamboril y lo s gigantes y ca b e zu d os. A continuación carrera ciclista, organizada por el T ouring-C lub Después d e misa m ayor, c o n d u cc ió n d e la im agen de la Santa a su ermita. A la s 12 . —Gran carrera d e cam areros, co n el itinerario y pre m ios que oportunam ente se anunciarán, y a continuación gran c o n cierto en la Alam eda por la Banda M unicipal. Por la tarde c o in cid ie n d o c o n la pleamar, juegos a c u á tico s en el río O yarzu n , tales c o m o carreras d e patos, cucañas, carreras de natación, etc., etc. D e 5 a 8 — M úsica de bailables en la A lam eda, alternando con el tamboril. D e 9 d e la n oeñ e a 2 d e la m a d ru g a d a .— G ran verbena en la Alam eda grande co n profusas ilum inaciones. Alternará la Banda M unicipal con la Iruchulo, y actuarán asim ism o los tam borileros, «tribi-lishas», acord eon istas y la charanga «Los Incansables».
Día 26-D om inao A la s 5 d e la m a ñ a n a . G ran sorpresa. A la s l i s 1 — En la A lam eda grande, c o n cu rso d e toca, le vantam iento d e pesos, etc. A la s 2 d e la ta r d e .—Gran co n cu rso d e tiro al blan co en el frontón. D e 5 a 8 .— Bailables en la A lam eda por la Banda y los chistularis. Gran rom ería vasca. D e 9 a 12 d e la noeñe. Am enizará la A lam eda la banda de música de Pasajes A ncho, altern an d o co n los chistuíaris, corrién d o se un gran to ro d e fuego que terminará co n ram illetes de c o h e tes y bom bas de gran vistosidad , co m o últim o festejo d e los d e tallados en el presente program a.
El 24 de Noviembre de 1930 fue n o m b ra d o p a ra el c argo de Interventor de fondos municipales de este Ayuntamiento d o n j u á n José R u í e »Soler, Profesor mercantil y Oficial del C uerpo catastral. Rentería, por su desarrollo creciente, necesita, al frente de sus públicos servicios, personal c a p a c ita d o y competente, habiendo sido, p o r tanto, un positivo acierto dej Concejo la designación de este joven funcionario, en quien felizmente se aúnan, al par que un correctísimo trato social en el desem peño de su cargo, brillantes dotes p r o fesionales que le permiten una clara visión de los problem as económicos, base del crédito local Nuestra afectuosa felicitación al señor R uíe Soler, por su m erecido nombramiento, que es una garantía para la buena m archa de la Administración municipal renteríana-
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D. P I O D E E C H E V E R R I A S e g u n d o te nie nte de A lc a ld e y P r e s i d e n t e d e la c o m i s i ó n d e Fom ento
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El día 12 del pasado Abril, se celebraron en Rentería, c o m o en toda España, las ele cc io n e s m unicipales. Influida nuestra villa por las esp eciales circunstancias p o líticas, que dom inaban en la casi totalidad del area nacional, se preparó para el co m icio organ izan d o d o s frentes; uno d e derechas y otro d e izquierdas, integrado por republicanos, socialistas, obreros y liberales del C írcu lo d e la C oalición liberal. Por una y otra parte se trabajó con d en u ed o y actividad, pero con corrección y respeto mutuo. E levad o a dieciseis el núm ero d e con cejales de nuestro A yuntam iento, el bloq ue d e izquierdas con sig u ió o c h o pues tos y otros o c h o los nacionalistas d e la derecha. En el juego del ajedrez, esto se llama < ta b ia s»; pero en tal distracción o deporte, los jugadores suelen tirarse las pie zas ó trastos a la cabeza; y en las e le cc io n e s últimas de R en tería, no obstante su acen tuado caracter d e lucha excep cion al, n o se registró incidente, alteración ni protesta alguna. Progresam os políticam ente; nos en orgu llece consignarlo con fundam ento; no en balde se leen periód icos, se acude a los mítines y se ilustra el pueblo en el aprendizaje de los d e beres ciudadanos. D eseam os a los señores concejales eleg id o s en abril último sum o acierto en sus acuerd os y d ecision es y les expresam os cordial enhorabuena.
C o n c e ja l
D. A N T O N I O G A R C IA C o n c e j a l y P r e s i d e n t e d e la C o m i s i ó n de Luz y A g u a D. S I L V I N O L O P E Z
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D. A S C E N S IO D E LASA C o n c e ja l
D. A G U S T I N B A G U E S
C o n c e ja l
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El G uano Artificial de Fabricación Nacional
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Es ni más ni m enos, que un guano industrial obtenido por similares procedim ientos a los utilizados en las facto rías francesas y de otros países, cuyo objeto de fabrica ción es reducir los d esp ojos de las pescaderías a un pro ducto fácilmente conservable y de com posición siempre igual. Los restos de pescados varían según clase y calidad del pez a que pertenecen, y las manipulaciones del co c i miento y las reacciones quím icas lo transforman en un material cuyas diferencias de com posición cuantiativas son de oscilación muy reducida. A este producto se le d esig na por «conipost». Son, pues, guanos artificiales con eti queta española, porque en territorio nacional están las factorías pesqueras que los producen. Por su com posición química pueden entrar en la categoría de los fosfo-guanos, por dominar el fósforo »obre los dem ás elem entos quími co s, sin que falte el nitrógeno ni la potasa, y yendo acom pañados del m agnesio, cloruro sód ico, hierro, etc., e le m entos todos ellos estim ulantes de la vegetación a la cual son añadidos. El detenido exam en de estos guanos permite apreciar en ellos com o cualidades muy estim ables las de tener y presentar: G r a s a en muy reducida proporción. Y
gran dosis de
materia
orgánica.
P ulverización extrem ada. S a tu r a c ió n
conveniente
de
los
ácidos.
A d e c u a d a titulación d e principios.
GYPSfl, Abono de P escado «GYPSA»
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E s el sucedáneo de los guanos. La diferencia estriba en que el guano es fabricado sufriendo su s transformaciones a través de las visceras de anim ales vivos, y el ab o no de pescado sufriéndolas por procedimiento industrial. La materia prima es la misma, pues las aves productoras de aquellos eran ictiófagas y, por tanto, la sustancia de pescado es la que integraba sus d eyecciones. El abono de pescado tiene análoga com posición que aquellos, y es, por tanto, un estiercol concentrado. Su excelencia com o abo no orgánico no puede pues ser puesta en duda. La asim i labilidad de sus com ponentes puede ser algo menor que la del guano excrem enticio, pero tratados convenientem ente los residuos puede hacérsela subir a grado muy similar. Frente al estiércol de cuadra tiene la ventaja, adem ás de su concentración y de ser factible una más rápida transformación de sus elem entos, la de su fácil transporte y mejor distribución, ya que se expende com pletam ente pulverizado, así com o también la gran ventaja de carecer en absoluto de semilla de p la n ta s p a rá s ita s. La producción es inagotable y ello lia venido a reme diar la penuria que de elem ento orgánico iba sintiendo la tierra. Es la justa com pensación del estrago que hace el mar en las tierras labrantías, tragándose m iles de toneladas que las corrientes fluviales arrastran anualmente en los deltas de las desem bocaduras. Materias fertilizantes que el O céano devora v que los restos de la p esca devuelven a la tierra, de donde fueron al mar.
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N uestro dibujante Paco Argüelles Mal está que se elogie a uno de casa; pero no podem os m enos de hacerlo con este joven artista que por primera vez colabora en RENTERIA. Su lápiz ágil y elegante, impregnado de modernas estilizaciones, lia traído a nuestra publi cación una novedad que le presta un alado carácter frivolo y sutil, propio de época de fiestas. Argüelles tiene entusiasmo, juventud y arrestos para em presas de más fuste. Adem as de todo ello es un muchacho encantador en su trato, todo modestia y sencillez, y ha colaborado en este número con todo su juvenil entusiasmo para secundar la labor de la redacción que muy com placida le dedica estas líneas en las que deseam os no vea adulación, sino justicia seca a sus méritos que el lector será el primero en apreciar. Y adelantándonos a su juicio lo proclamamos nosotros, no cobrándole el reclamo que a sus cualidades personales hacem os, al que hem os de añadir, para las chicas solteras renterianas, que no tiene novia aún. C onque animarse, ricas.
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Siem pre que tengáis ocasión visitar mi surtidor de gasolina y lubrificantes.-Aquí teneis de todo lo necesario, hasta aire
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tengo un surtido sin com petencia hay de todo y para todos lo s grem ios
B A T E R I A DE C O C I N A , C R I S T A L V L O Z A
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Ya no es m o d a c a n ta r a la mujer, en d ecñ a s p a lp ita n te s d e emoción-, ro m a n ticism o lá n g u id o d e a y e r ñ o s sería ridicu la canción . T odo a q u e llo d e p e rla y d e rubí, d e a la b a strin a y n a c a ra d a p ie l y e l d e cir a un a cñica € B ella ñu rí rostro d iv in o y c o ra zó n infiel»
tra e ría a l p o e tra sto la aflicción d e un m eneíto m á s q u e regular: a p re n d a m o s, p o r tan to, la lección
Con m u cñ acñ os d e bu en a p o sició n
d e l m o d ern o m a n u a l d e p iro p e a r.
c o n sa g ra re is c o y u n d a a n te e l altar,
D e la s c u a tro c ñ a v a la s q u e a q u í veis
d e v á sta g o s tra e re is u n a porción;
m is ojos va n tra s d e una y o tra en p o s
m á s no o s debeis, p o r eso, d e a la r m a r
—E lija Vd. su tip o m e diréis;
y a q u e e l G obierno o to rg a su bven ción
— Con la s c u a tro m e q u e d o ¡ v iv e Dios!
s i se co n ju g a bien e l verbo a m a r
C u cia cjpam os
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Construcciones Mecánicas
V I U D A D E R. I L L A R R A M E N D I M a rc a
R egistrada
IL L A R R A M E NDI
RENTERIA (Guipúzcoa)
La Fiesta de los Veteranos de “Joko-Garbia“
A q u í te presen tam os, lector, a los a n tig u o s p e lo ta r is d e cesta corta q u e e l 2 / d e S e p tie m b re d e 1930 estrecñ a ro n la z o s d e a m is ta d in destru ctibles a d q u irid o s en tie m p o s ju ven iles. Su con tin en te, fu erte y a rro g a n te, d á id ea d e la eficacia q u e p a r a la con ser vación d e l o rg a n ism o tiene e l s p o r t p ra c tic a d o d u ra n te la ju v e n tu d .
En aquellos tiem pos felices de juventud y alegría, allá por el año 1896, no culminaba en Rentería otra afición que la de la pelota. A los chicos de entonces se nos veía, después de la jornada escolar, correr al frontón con la merienda en una mano, tirándole m ordiscos ininterrumpidos, y con la «chis tera» en la otra, ávidos de llegar a la plaza para ensayar nuestras actividades pelotísticas, cada vez más inflamadas con la contem plación de los partidos am istosos que por vía de entrenamiento jugaban en el frontón renteriano los Elícegui, Mardura, Samperio, Gamborena, M anco, P asieguito, Tandilero y otros muchos qu& seguramente figuran en la fotografía que encabeza esta plana. Yo tenía en ton ces com o preciado tesoro, una cesta casi plana, recom puesta en su punta algo deteriorada, pero que me permitía agarrar unas herm osas y eficaces boleas. Pro fesaba a aquel deficiente artefacto, encontrado en no se qué desván polvoriento y arruinado, un cariño singular. Y desp ués de terminar una porción de partidos con éxito diverso, al anochecer, con la cara al rojo vivo y el cuerpo encendido y sudoroso, era de ritual echar un largo trago de agua fresca en la fuente de enfrente de la casa de Bizcarrondo. hoy de don F. Loidi, sin que jamás, jamás tan reconfortante refrigerio alterara en lo más mínimo mi inconm ovible salud de muchacho sano. M ás tarde, aquella furia por la pelota pasó. Y con ella nuestra juventud, que la vida del hombre y sus gustos varían en una escala sorprendente. P ero siempre queda allá en el fondo de su psiquis, el recuerdo, el rescoldo inex tinguible de los juegos que apasionaron su niñez. Por ello, por los gratos recuerdos y aficiones primitivas que renacieron en mí al conjuro de una fiesta cordialísima que reunió en Rentería a más de cincuenta jugadores de
cesta antigua, tomé parte activa en la organización de aquel sim pático e inolvidable acto, de mem orable recuerdo para sus actores, quienes recibieron el homenaje que en cierto modo les debía la villa renteriana, cuna de tantos gallardos m antenedores de nuestro sport de raza. Ahí están los par ticipantes, demostrando en su faz la satisfacción que les causó verse reunidos al cabo de luengos años. Fué un día memorable para los «zarras» cuyas efigies y recuerdos fijó gráficamente una pequeña revista-folleto titulada «Pelotari-Zarrak» com o delicado homenaje a sus pretéritos m erecimientos. Y yo, no considerándom e aún en la reserva pelotística antes v desp ués del día de la fiesta, cosquilleado por aquel recuerdo infantil de mis boleas con aquella mala cesta, y convencido de lo necesario que es para quien hace vida habitual sedentaria la práctica de la pelota, he adquirido una hermosa «chistera» construida con arreglo al m odelo que usaba un célebre profesional, especialista en boleas únicas y elegantes, y mal que bien me entreno am enudo, para recordar, nada más que recordar, m odesta y m elancólica mente aquel tiem po feliz de mi niñez incansable. P ero ... aunque la cesta es indiscutiblemente mejor que aquella, el jugador no e s el mismo. Su brazo se cansa pronto, sus piernas le flaquean antes de lo que quisiera, su «fuelle» se fatiga, y com o para colm o de variaciones no existe ya la antigua fuente frente a la antigua también, pero hoy remozada casa de Bizcarrondo, e s preciso suplirla re mojando las seca s fauces con un traguillo de agua en el mis mo frontón para poder sostener un rato más las agitaciones producidas por el activo ejercicio. En suma, lectores, que com o dice el refrán, «en los ni dos de antaño no hay pájaros hogaño», aunque haya sobra de entusiasm o por el bello juego de «yoko garbia» o punta antigua, a cuyos m antenedores supervivientes dedicam os este recuerdo sentim ental. EFE
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Propaganda Republicana
oo mitin en Rentería
O rg a n iz ad o por el C írc u lo d e U nión y Juventud rep u b lican a, se celeb ró el d o m in g o 9 d e N oviem bre últim o, en el saló n d e l C írculo de C oalición liberal, un mitin de p ro p a g a n d a rep u b lican a p re sid id o p o r D. A nselm o Viñarás, en el q u e acluaron c om o o ra d o re s, D. R am ón Auz, d e Irún; D. M ariano A nsó, actual A lcalde y D iputado de P am p lo n a; un re p re sen ta n te d e Vitoria; D, Ram ón M.J A ld aso ro y D. F e rn a n d o Sasiain. El h e ch o d e haber sid o n o m brados, una vez in stau rad a la R epública. G o b e rn a d o r Civil d e G uipúzcoa, el Sr. A ldasoro, y A lcalde d e San Sebastián cl S r. Sasiain, presta sin g u la r in terés a la fotografía q u e o cu p a la p a rte su p erio r d e esta plana. C o n trib u im o s, en la m ed id a d e nuestras p o sib ilid ad es, a perpetuar a q u e llo s acto s d e proselitism o eficaz con el re c u e rd o gráfico d e la p resente página.
Junta D irectiva del C írc u lo re p u b lican o aco m p añ ad o s d e socios del m ism o y de num erosas com iiio n cs de los pueblos próxim os.
Nuestra «Revista» da p asos d e gigante. Z ancadas anuales: un núm ero por año. Hacer referencia a lo publicado en el núm ero anterior es obligar al lector a retroceder d o c e m eses en el cam ino de su vida: aludir a núm eros más lejanos es rem ontarse a tiem pos casi prehistóricos. Q uien traza estas líneas tiene a la vista la «Rentería de 1928>, abierta por sus oáginas centrales, que son un alarde de inform ación gráfica. La rotulación advierte: «N u evo abastecim iento d e aguas d e la Villa» «D epósito y canalización d e junto a l<?.s Agustinas» «Tubería d e condu cción»; y otro epígrafe m enos aguan oso: « A m aiketabo ser v id o durante la excursión». C om o com p lem en to del abastecim iento d e aguas, nos ocupam os h o y del serv icio d e lech e y vino. A gua, vino, leche, aceite, petróleo... líquidos indispensables e im prescindibles. El vinagre, el anis del M ono y el ácid o sulfúrico, no nos intere san tanto; y n o m encionam os el «líquido im ponible» de las con tri
b u cion es, por no traer m alos recuerd os al lector. Puesto que en los tiem pos actuales d e confusionism o, se nos pide a to d o s que nos definam os, la lech e no ha de ser m enos. Según un diccionario, heredado d e mi bisabuelo, «la leche es un licor b lan co que se forma en los p ech os de las mujeres y d e las hem bras d e los anim ales vivíparos para alim ento d e sus hijos o crías». La blancura d e la leche ya consta en aquella p oesía d e G a rc ila so de la Vega: «Flérida para mí, du lce y sabrosa más que la fruta del c er ca d o ajeno— más blanca que la leche y más herm osa—que el prado por Abril d e flores lleno. El a sn o pacífico se sabe de m emoria el cam in o y diríase que también sabe lo d elica d o d e su carga: no da un paso en falso; no acelera ni retarda su marcha uniform e hacia la villa. Este e p iso d io vulgar, el de la cam inata diaria del caserío al p o blad o. d e la gentil lechera, es el que ha fijado con arte ingenuo el lápiz fácil d e A rgüelles. N osotros hem os puesto la m úsica d e estos ren glon es, que Viene a ser c o m o un p asacalle de «Los Incansables».
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VINOS.
-----Este v in o es otro cantar, aunque c o n m úsica también d e <Los Incansables». La definición del c o n sab id o d iccio n a rio dice: Licor que se hace del su m o d e las uvas exprim ido y c o c id o naturalmente por la fer m entación . N o nos atrevem os al parangón de la leche y el vin o porque nos llevaría m uy lejos: la lech e es alim ento sano, dijerible y asim ilativo: bueno para el hígado para el b a so . El vin o revolu cion a la eco n o m ía orgánica, se m ete con el híga d o y n o deja m uy bien p arado al b a so . H ablando sim bólicam ente: la 'ech e es una ordenada y pacífica república conservadora; el vin o es el extrem ism o rojo. Del agua se d ice que a lg o tendrá cuand o la bendicen: p ero a lgo más que a lg o tendrá el rum o d e las uvas « c o c id o naturalmente, para ser objeto del esiu d io y preocu pación d e tantos hom bres de tan diversas c a taduras. C u ltivadores d e las viñas, fabricantes del vino, exportadores,
taberneros, ta ja d a s de todas las categorías, quím icos, m édicos, econ om istas, c o rp o ra cio n es por el ta n ti q u a n ti del im puesto, e s critores y poetas: ¡cuántos han can tad o y han catad o el vinazo! A cu d e a nuestra m emoria el fam oso D. Juan Ruis, A rcipreste de Hitla y Baltasar de A lcázar que d ice en e lo g io d e la taberna: «Porque allí llegó sediento pid o vin o d e lo n u evo, m ídenlo, dánm elo, b eb o — p á g o lo y v o y m e contento». Y la c o n o c id a g a n s a d a que se atribuye a un aguad or de la fuente del Berro: «Bueno es el v in o cu an d o el vin o es bueno-, pero si el agua es d e una fuente cristalina y clara...— mejor que el vin o es el agua». El abastecim iento no se h ace por tuberías subterráneas, si bien en algunos pueblos hem os visto fuentes de m o ra p io ; las existen cias d e lo s alm acenes se renuevan c o m o puede verse en el gratw do de nuestro colab orad or: un autocam ión cargad o d e b ocoyes, y unos guisonah a su servicio y descarga; c o lo c a d a en las cercanías, p ica rescam ente, una fuente d e agua.
ESTAMPA
NAVARRA
¡KABILEÑO, KABILEÑOOO...! A m i a m ig o , el sim p á tic o renteriano J o s é M.a A ran gtiren
Estaba en la ribera de Navarra; en el corazón de la hi II dalga tierra de los hondos quereres y del valor sin límites, Muy luego, nos echamos a dormir los cinco ocupantes cerca del soto donde las reses bravas de mis amigos Fer de la cabaña, cuyo local no tenía más comunicación con mín López y Alaiza pacen tranquilas, sin preocuparse del el exterior que un hueco a guisa de puerta, por el que en transeúnte que hace el recorrido de Valtierra, Arguedas, traba el resplandor de la luna de aquella magnífica noche, Tudela. así como el perfume bravio del campo y el rumor algo le —¡Eh, señor! ¡Párese por lo que más quiera, que en jano de los cencerros de los mansos de la vacada. ello le va la vida!—gritó una robusta voz a mi espalda. Yacía en mi lecho de hojarasca, cuando súbitamente Me vo'ví con presteza y a la dudosa luz crepuscular pude sentí en las proximidades' del modesto refugio el callado distinguir un pastor, típico ejemplar de la raza. rumor de unas pisadas: —Le he llamado, porque a poco si se topa con el toro Quedé yerto. Se apoderó de mí una especie de sopor, huido. que me impedía darme exacta cuenta de las cosas, y úni —¿Con el toro huido?,—inquirí. camente recuerdo que una mano asió la mía convulsiva Y me explicó que en ocasiones se suscitan luchas entremente por debajo de la manta. —¡No se mueva usted!, me ios machos de las vacadas, y el berrendo rencoroso y hu susurró una voz que más parecía un suspiro. millado se separa de los demás, dispuesto a desfogar su Y siguieron unos segundos pavorosos, de angustiosa an rabia contra lo primero que encuentra. • siedad, en los que a través de mis párpados cerrados tuve —Lo mejor s e r á ,—me dijo el pastor,—que se oculte us la sensación de que el siniestro visitante recorría uno por uno todos los petates, olisqueando a los durmientes y re soplando con fuerza el aire con sus vigorosos pulmones. Sentí, a través de mi manta el fuego de su aliento; sentí en el rostro el viscoso contacto de su baba., y por segun da vez tembló el suelo al peso de su andadura y de nue vo debió la luna dibujar una sombra monstruosa en el pa vimento de la cabaña. Puestos ya en pié los pastores, a gritos y certeras pe dradas de sus hondas, encauzaron hacia la manada a un magnífico toro, de fiera mirada y negro como la noche. ¡Kabileño, Kabileñooo...! Logrado su empeño al fin, se acercaron sonrientes, y el de más edad dijo:—Buen susto se habrá llevado V.; pero crea que mayor se lo hubiera llevado el Rojo si se encuen tra con nosotros esta noche...¡El toro «venia» por él! Comprendí. La venganza no es solamente una pasión humana, y tal vez por eso, deshonra a los hombres que la practican. ted detrás de aquél repecho, mientras veo de echarle ha «Kabileño». el toro huido, el vencido primero por un cia la manada. compañero y luego por un hombre, aprovechó la ocasión Y se dirigió, con la mayor tranquilidad hacia el animal, que se le brindaba para sorprender a su enemigo, valién llamándole: ¡Kabileño, Kabileño...! dose de su maravilloso olfato, cuando inerme, desprovisto Siguió una muda escena que me sobrecogió por su ho del temible garrote y de la blusa torera, solo podría ser un muñeco trágico entre sus mortales pitones. rrible grandez?. III El toro hundió su belfo en el suelo y braceando un ra to para lanzar torbellinos de polvo, sacudió los híjares con Al día siguiente reanudé mi excursión, satisfecho de la cola y partió como una flecha contra el pastor. haber salido indemne de dos peligrosas aventuras; pero hondamente preocupado por la suerte de esos héroes anó El mozo, impávido, habia hincado una rodilla en tierra nimos que, conviviendo con fieras y temibles bestias, se y oponía al peligro su brazo izquierdo, que únicamente protegía con la blusilla arrollada en él, mientras en su dies juegan también diariamente la vida. tra vibraba el garrote. R afael V alencia G o ic o e c h e a Fué tal mi espanto, que involuntariamente cerré los ojos, y al abrirlos de nuevo, esperando ver algo sangriento, ob servé al pastor, con sorpresa en la misma posición, mien tras «Kabileño» retrocedía bramando furioso. Vi de nuevo a la bestia prepararse para el ataque; vi aquel ojo sangriento, girar en su órbita, iluminado por si niestros fulgores, y...esta vez tuve la serenidad suficiente para mirar, viendo que cuando la bestia furiosa humillaba la cerviz para encornar al pastor, un golpe brutal del ga rrote de éste entre los cuernos detenía su ímpetu, obligán dole a retroceder, retroceso que aprovechaba el valiente navarro para ganar un poco de terreno a su feroz adversario. Y fué de esta manera, lenta, arriesgada y soberbia como cruzó el «huido» el camino, reuniéndose al fin con sus compañeros. Felicité conmovido al pastor quien me invitó a pasar la noche en su cabaña donde después de cenar en unión de los compañeros despidióse, borrando poco a poco la dis tancia el eco de la canción conque amenizaba su marcha.
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¿Es veneno el Alcohol? Jamás producto alguno ha sido tan agraviado y jamás la Humanidad se ha mostrado tan desagradecida como con respecto al alcohol. Al pensar en él, tan solo nos imagi namos al beodo insensato, que hecho una uva se revuelca en el suelo como si fuese una bestia.—Desde luego, es éste uno de los efectos del alcohol; pero, entre los innumera bles, el más raro. Comamos con exceso, de los manjares más valiosos y apreciados, por ejemplo, langosta y pronto veremos los efectos terribles que nos produce, aunque a nadie se le haya ocurrido clasificarla entre los venenos. La frase veneno, es un plasma del cual se sirvieron los apóstoles del movimiento antialcohólico y es exagerada en absoluto, como prueba el Dr. Brecina en la revista bioquí mica alemana. Según éste, asimila el cuerpo en el primer tiempo de ingerencia, de 70 a 100 mg. de alcohol por mi nuto y bajo ciertas condiciones el alcohol puede cubrir en las primeras 4 horas el 40/70 °/0 de la necesidad total de la energía del cuerpo humano. Ésto se deduce también por que el alcohol no se encuentra libremente acumulado en ninguna parte de la naturaleza, a pesar que se encuentra en casi todas las células de las plantas, a la respiración, como estado intermedio de desgregación del azúcar. Tam bién, donde aparece libre, no dura mucho tiempo o es res pirado y asimilado; es decir, consumido para el crecimiento del organismo, como la ciencia del Dr. Lidner demostraba. Si los apóstoles del agua apuntan a los que el alcohol ha arruinado, queda la pregunta de si éstos hombres no bebían tanto por haber estado enfermos y de lo contrario, si nó hubiesen muerto antes. Hay que reconocer que los hombres moralmente débiles y mentalmente anormales caen por su continuo estado de beodez en la más terrible desgracia, o se mueren. Y si el alcohol exige unas víctimas, ¿qué son éstas en comparación con el bien que produce a los demás? ¿A cuantos hombres no ha salvado ya el alcohol la vida? Pensad en los perros de San Bernardo que llevan cognac a los malogrados pe regrinos, en los médicos que prescriben vinos fuertes a los decaídos y en los que tienen graves pérdidas de san gre y otros casos incontables. Entre las más grandes eminencias médicas de todos los países, se encuentran buenos b ebedores.—Ahí están los tra bajos de Orth, de Berlín; Schottelius, de Friburgo; Hauser, de Erlangen; Ulrik Quensel, de Estokolmo; Ducleaux, de> Instituto Pasteur; los suizos Mennier y Secha, que prueban lo inofensivo del moderado consumo del alcohol.—En cuan to a la parte ética, oor qué desviarse en esta cuestión de lo normal?. —Porque una minoría no sabe beber modera damente; es'decir, se excede, la mayoría tiene que evitar toda bebida alcohólica por consideración a esa minoría, pa ra evitarles la tentación de beber. En una visita a Berlín, declaraba el jefe honorífico de los bomberos de Nueva York, el banquero Mainzer: «La prohibición es la vergüenza más grande preparada por Amé rica desde que existe.—Ha sido un éxito para que los ma yores ladrones se hicieran millonarios y, naturalmente, tra bajan con todos sus medios para evitar que desaparezca la Ley seca. En un ciclo de conferencias dado hace algún tiempo en la Asociación de la Cruz Roja del estado Wuttenmberg, por el famoso farmacólogo de la Universidad de Tübingen, Dr. Jacobi, habló sobre el tema «La cuestión del alcohol bajo el punto de vista medical». El orador, como farmacólogo, se metía con el tema tan delicado para círculos extendidos y determinaba la cuestión: ¿Es veneno el alcohol?.—El demostraba que el concepto «veneno» no es tan fácil de definir como parece y lo pro baba aduciendo una decisión del Tribunal Supremo, del año 1884, en la cual se renunciaba, tras de larga discu sión, a fijar la determinación del concepto.—Conforme la propia definición del orador, es veneno toda substancia tan pronto como su efecto químico daña el cuerpo de un in dividuo.—Después, daba el profesor Jacobi en breves características la composición química de los alcoholes, in dicaba su parentesco con los hidratos de carbono y gra sas y demostraba que el alcohol con relación a sus calorías se encuentra entre las grasas y los hidratos de carbono.
—Mientras estos dos no tienen ningún efecto secunda rio nocivo para el cuerpo animal, puede el alcohol obrar como veneno tan pronto llegue a reducir las funciones del cerebro y la médula espinal, es decir, las partes más im portantes de nuestro sistema nervioso— El orador, sin em bargo, acentúa que en pequeñas dosis no tiene lugar un tal efecto venenoso. —Si se compara el alcohol con el ve neno peor del corazón, el cloroformo, se demuestra que tienen que entrar en la circulación de la sangre 162 veces más moléculas de alcohol que de cloroformo para provo car la paralización del corazón. Pequeñas cantidades de alcohol encontramos, además, en la sangre de cada individuo, también en los que nunca prueban alcohol.—Este se forma en el estómago e intesti nos, por la actividad destructora de las bacterias de leva dura.—También el pan contiene alcohol y viene, por ejem plo, a l kilogramo de pan ordinario de 5 a 6 ccm. de al cohol.—Sin duda ninguna puede estar en nuestro campo una cierta cantidad de alcohol, sin efecto comprobable.— Solo el exceso de alcohol, se hace notar en el cuerpo, por su efecto narcotizante, sobre nuestro sistema nervioso, sien do perjudicial.—Determinar el efecto del veneno, es decir, el comienzo de la cualidad dañosa, de manera valedera en general, es imposible.—Es límite individual y depende de la cantidad de alcohol acogida, de su concentración, del alimento que se encuentra en el estómago y de la natura leza corporal, sobre todo de la cantidad de Lipoidos (gra sas) que se hallan en el cuerpo; por consiguiente de con d ic io n e s que pueden variar también en cada individuo. Es falso del todo designar el alcohol como veneno ab soluto. En ciertas cantidades limitadas individualmente no es nocivo y bajo ciertas circunstancias, especialmente en gente vieja, hasta se le puede denominar como alimento, porque liace más digestibles grasas e hidratos de carbono. A reconocer el límite para los dañinos efectos del alcohol, deja el orador al criterio de cada uno, pues al gozar de su uso, cada cual puede determinar justamente, en observación exacta de sí mismo, en qué momento comienza el efecto, el cual se manifiesta por un ligero embotamiento de los sentidos. Todo hombre culto tiene que cesar en este mo mento de ingerir alcohol, para evitar de esta manera un efecto de veneno. Mientras el orador acentuaba lo inofensivo de un goce moderado de alcohol, dominado por la voluntad y la ob servación de sí mismo, se manifestaba tanto más enérgico contra el consumo desenfrenado. Enérgicamente, sin embar go, desecha el orador los ensayos extremos, como los ha practicado América, porque en el caso de la Ley seca, son los daños mucho mayores que las ventajas. El quiere, con razón, atribuir la responsabilidad a cada uno y ve en ésto un excelente medio de educación, particularmente si el Es tado no considera, como hasta ahora, la embriaguez, como causa atenuante para el juicio de delitos, sino, como la ley penal militar de antes, como causa agravante de la pe na. Por último recuerda las sabias palabras de Platón, el cual prohíbe a la gente joven el alcohol, pero a los adul tos la borrachera. LEOPOLDO LANGER D ire c lo r de la U nión A lc o h o le ra E s p a ñ o la , d e R e n te ría .
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Eriñe beste gäbe Landare mardulak? Erosi em endih A zi indardunah.
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Correspondencia comercial y Mecanografía
RENTERIA
El nuevo ¡oca! de la Caja de Ahorros Provincial En Rentería, c o m o urbe fabril, la gente ahorra bas tante. N o to d o lo que d e biera, pero sí lo suficiente para que muchas familias tengan un p eq u eñ o fond o de previsión para ca so s ur gentes d e necesidad en las familias, etc., etc. La Caja d e A horros Provincial, institución de plena confianza en el pue b lo guipuH coano. por su so lv e n c ia y altruism o al revertir el capital que el ahorro deposita en sus a r c a s en préstam os a C orp oracion es para obras de u t i l i d a d pública, es la depositaría d e las pequeñas cantidades que el obrero, el com ercian te, la madre de familia h a c e n d o sa y el joven juicioso d e positan en sus oficinas c o n v e n c id o s de que aqu ello que corre el peligro de convertirse en gastos su peritóos, está m ejor y IT*ás seguro acum ulado a la su ma de la libreta de la Caja d e Ahorros; y no es raro ver siem pre im ponentes en las ventanillas de su ofici na, h oy coq u etonam ente instalada en la casa núm e ro 8, accesorio, d e la Plaza d e los Fueros, recientem ente adquirida por la Caja. El personal d e la misma, bajo la d irección del adm inistra io r subalterno don Ignacio A yerdi, se multipliea para atender al público que hacc sus op era cio n es en aquél C entro d e A horro, viriud cu yas e x c e le n c ia s se alaban por sí solas, con la grata perspectiva d e hallar en cualquier m om ento com p rom etid o del cotid ia n o vivir, ese íntim o so sie g o d e tener algún fon d o ahorrad o para afrontar las vicisitu d es que se presentan inesperadam ente. El ahorro es la base del hum ano bienestar, y si s ex celen cia s las propaga la Caja d e A h orros Provincial con sus instituciones d e be neficen cia social que redundan en favor d e to d o s los gu ip u sco a n o s, quienes cada v e s se sienten m ás v in cu lad os a esta fundación tan popular y favorecid a por las cla ses so cia les que piensan en un porvenir tranquilo, d esp u és d e una vida de trabajo. ¡O brero renteriano aoren d e v n o o lv id es el cam in o d e la Caja d e A horros, que no te pesará!-
T E S T I M Sra. S a b in a B eracierto
O N I O S
E P
I S T O JL
Señ ora d e ¡ieracierto: Viteri, 15. — R enteria.
Estimada am iga mía: ¿Se acuerda usted, por ventura la facha que y o tenía la cintura?
Pues, hija, c o n un corsé term inó mi desventura pues me ha co rreg id o usté h figura.
De su arte, por la virtud, ya no es mí cu erp o protervo; Sabina, ¡qué gratitud le c o n se r v o .
Q ue o tros éxitos consiga es mi d eseo m ayor. D isponga usted d e su amiga Teresa R u iz L a brador.
R ecu erde y tenga presente amiga d oñ a S a b in a corsetera insuperable, que un servid or no viv ía a causa del e x c e siv o desarrollo d e su tripa. ¡Qué m olestias las pasadas y qué indecibles fatigas! Usted, con sus m anos hábiles desp ués d e tom ar m edidas co n fe cc io n o m e una faja que es causa d e mis delicias. El abdom en se reduce se m oldea y se limita; he vuelto a tener con torn o y hasta p u ed o hacer conquistas. A usted se lo d eb o to d o señora doña S a b in a to d o , m enos el im porte d e la faja consabida.
R E S
que ab on é c o n m ucho gusto su m oderada tarifa. O rd en e a su servid or J u a n Fernandes. O lm edilla.
Me caso, am iga S a b in a m e caso; afronto el misterio; hágam e usted un c o rsé pintiparado a mi cuerpo, lujoso y bien ajustado. Su afectísim a, Consuelo.
Le ruego, d oñ a Sabina que con diligencia suma me c o n fe cc io n e un corsé; ¡me c a so en segun das nupcias! que la prenda sea holgada, pues 1 1 0 e sto y para apreturas. G racias y disponga usted, d e su buena am iga A ngu stias.
IN IC IA T IV A S
G Ü IP Ü Z C O A ÍÍA S
f o s provectos d e T ¡1 °E- '% ° P - 1 - auguran, un espCéncíido porvenir a ^ p a s a j e s de (i)a n J u a n Cí1
Era hasta hace poco, de los ires Pasajes, S. Juan el más alejado del tráfago mercantil, p o r su posición topográfica, y a que la larga carretera que le une con Lezo era a m o d o de aislante que hacía p arecer a San Juan en una quietud medieval, en ese reposo de las antiguas villas quietas y estáticas. Pero la clara visión de unos hom bres em prendedores com prendió la posibilidad de una transform a ción que a rr a n c a n d o de los terrenos de B ord a la b o rd a, d o n d e se asienta la antigua fábrica de piedra-vidrio G a rc h ey se corriese hasta el fondo de la ensenada de Lezo, p a ra lo cual se creó esta p o d e ro sa Sociedad. M. E. I. P. I. que e m p e z a n d o con miras al c a rb o n e o de los pesqueros, a c a b ó de com prender la necesi dad, la precisión más bien, de intensificar sus actividades p a ra lograr h a cer de este paraje un em porio de movimiento y riqueza comercial. En el p o c o espacio de que disponem os es imposible reseñar detalladam ente los planes todos de esta em presa titulada «Muelles e Instalaciones p a ra Pesca e Industria Pasajes-Lezo, S. L.» condensados en las ini ciales arriba enunciadas. Almacenes, muelles p a ra pesqueros y pa ra industria, fábrica de hielo, Casa del marino, vías férreas que enlacen con la vía del Norte en día no lejano, pabellones p a ra servicios derivados de la pesca, depósitos de carbón y cuanto sea inherente a estas actividades, se instalarán en esos 190.000 m. c u a d ra d o s que ia Socie d a d ha adquirido desde B o rd a la b o rd a hasta el fondo de la ensenada de Lezo. Pasajes de San Juan vislumbra un espléndido renacimiento. A las industrias del b a c a la o se une esta formidable em presa que ha de d a r impulso enorm e al Puerto de Pasajes. Así lo hacen esperar, y de ello nos felicitamos, por el a v a n c e de nuestros vecinos «Sanjuandarras,» los prestigiosos nom bres de los Sres. Ciriza, Arcelus, Laboa, y Cía. y C arrasco, beneméritos varones c uya inicia tiva y ardim iento industrial se apresta a engrandecer magníficamente con sus actividades el Puerto de P a sa je s florón de Guipúzcoa.
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A R B I T R I S M O
Yo, señores, soy un arbitrista. Es a saber, que perte nezco a cierta casta de hombres, que desde tiempo inme morial, han venido señalando y aconsejando a los Jefes del Estado Español, en los momentos de agobio económico, es decir, en todos los momentos, los arbitrios o proce dimientos más variados, pero todos ellos ingeniosos e in falibles, para, no solo descargar al Tesoro Nacional de sus abrumadoras cargas, sino aun poner en las poderosas pero vacías manos de los Monarcas, los recursos necesarios para la realización de magnos proyectos, casi siempre guerreros. Digo, pues, que soy arbitrista y no economista, ni financiero, que éstos son hombres de gran ciencia y asom brosas concepciones, basadas en teorías Smithianas, Ricardianas, Schmellerianas, &. &. necesitan de la ayuda de Aftalión y de Cassel y rinden supremo acatamiento a las inflexibles Leyes de Engel y de Schwabe, menospreciando en cambio las de Moisés. Un célebre precursor mío» propuso en memorable oca sión a su muy amado rey y señor, Felipe el Tercero, de las Españas, que hiciera ayunar un áía a la semana a todos los españoles y «deste modo, contando con que la manu tención de cada súbdito de S. M. cueste aunque no sea más que un real y medio, (que menos no puede ser aun que coman alholvas) sería seguro sacar para S. M. sin so caliñas ni enredos lo menos quince millones de reales, limpios de polvo y paja, contando los diez millones de españoles que podrían dar a S. M. esa prueba de lealtad y afecto, descontando de dicho número a los que no les conviniesen por razón de salud, hacer una reducción de su acostumbrado alimento. Hoy que felizmente no tenemos los españoles necesi dad de dar tales pruebas de afecto a nuestros reyes, los arbitrios tienen que ser naturalmente muy distintos, máxi me al considerar que si bien, en la actualidad la simple manutención cuesta diez veces más, en cambio ayunan, no solo un día sino siete a la semana muchos miles de espa ñoles, quienes a pesar del considerable ahorro que les per mite esa maravillosa facultad de poder vivir sin comer, no pueden permitirse el lujo de figurar en las listas de con tribuyentes. Confío, sin embargo, en que éstas amargas ironías, de jarán de ser oportunas para la fecha en que los ojos de mis lectores puedan recorrer éstas líneas, pues tenemos pruebas fehacientes de que el Estado español conseguirá implantar una nueva estructura económico-social que permi ta mitigar muy en breve y saciar más tarde el hambre cró nica y legendaria del bajo pueblo español. Mientras tanto, los arbitristas, gente por lo común pa cífica y soñadora, tenemos ancho campo donde pueda es paciarse nuestra fantasía tan fértil en soluciones para la economía pública, como árida en frutos de economía do méstica. La medida que yo preconizo, aunque profunda y radi calmente revolucionaria, está basada en sólidos fundamen tos económico-políticos, tanto que su adopción implicaría la fulminante solución del pavoroso problema monetario, así en lo que concierne a lo económico-político, como en lo que afecta (por dolorosa experiencia personal ¡ay! com probado) a lo económico-privado. Una de las más curiosas paradojas de la vida, es sin du da, el asombroso contraste entre la general ansia de rique zas y la ávida pugna por su posesión, por una parte y el tedio que causa el estudio de la ciencia que las define y las estudia, por otra. Es asombroso el desasosiego, las fatigas y los peligros que todos los desdichados humanos desafiamos hora por hora para adherir, acaparar y defender con continuo so bresalto, lo que es el objeto esencial de las más árida, abstrusa y aburrida de las Ciencias» la Economía Política.
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Si la Humanidad poseyese la menor lógica, aparte de la que figura en los Tratados, se consagraría con noble afán al estudio de los los fenómenos económicos y de las leyes que regulan la creación, distribución y productividad de la riqueza y escudriñaría ansiosa el concepto, nacimiento y funciones de la moneda, como medida común de los va lores, como medio de circulación, como medio de pago, como portadora de valor. Investigaría las clases históricas de moneda. El porvenir de los metales nobles como repre sentación del valor. El sistema nometalista o bimetalista. La depreciación monetaria. Sustitutivos monetarios y tan tísimas cuestiones tan interesantes, que nada puede supe rarles, excepto, sin duda, la ciencia infusa de saber llenar las arcas con el objeto material de tantas teorías, sistemas, elucubraciones y... mixtificaciones. Concretándome al problema actualmente agudizado en nuestro país, de la rarefacción monetaria agravada por la retirada de grandes masas por los capitalistas que se ausentan de la patria, llevándose el dinero con el gesto enfurruñado de unos nenes que se retiran del corro lle vándose los juguetes, he de decir, que precisamente este hecho me ha sugerido el remedio simplicísimo que por fin, interesados lectores, os voy a revelar. Sabido, es, por lo menos lo sabemos nosotros los ar bitristas (no nos llamamos economistas para que no se nos catalogue por confusión con los economizadores practico nes anticientíficos), que la masa de moneda que necesita un país está determinada por la intensidad de la circula ción, dándose el volumen o masa monetaria en razón in versa de la intensidad de la circulación. La peseta, por ejemplo, que hace al cabo de un año mil pagos, cumple la misma función que las mil pesetas que al cabo de un año se aplicasen a un solo pago. De aquí se deduce el peligroso estancamiento y el marasmo que producirá en el tráfico la brusca retirada de grandes masas de numerario, por atesoramiento u ocultación que las retrae de la circu lación, vivificadora del cuerpo económico. Por tanto, yo, en el pleno uso de mis facultades y con la lucidez que da el estudio de los curiosos problemas económicos, propongo al Gobierno de la _Nación, que in mediatamente mande”retirar de la circulación todos los ac tuales billetes, bajo pena de anulación sin la menor indem nización en caso de no ser presentados en un plazo muy perentorio y los sustituya por otros que se hallen impreg nados de alguna sustancia que tenga la particularidad de adquirir un olor nauseabundo a los 10 a lo sumo, a los 15 días de hallarse fuera del Banco de España y de sus su cursales, de tal intensidad que su hediondez haga imposible la retención de los codiciados papelitos por muy aficionado que se pueda ser a coleccionarlos. Claro que aun así ha bría individuos capaces de soportar todos los hedores y aún todos los tormentos dantescos, por no soltar lo que para ellos constituye el único fin de la vida, pero para ta les recalcitrantes se crearían algunas brigadas sanitarias que dotadas de máscaras protectoras y toda clase de mé todos antisépticos, podrían despojarles de su aromático tesoro aplicándoles una fuerte multa, por su criminal aten tado a la salubridad pública. Con este sencillo procedimiento se resolvería el difícil problema en un santiamén y en los tratados de Economía Política que se escribieran en lo sucesivo, figuraría mi has ta ahora modesto nombre, autorizando el término técnico que en sustitución del actual que dice que la v e lo c id a d d e la circulación escu pe la m on eda, sostendría sin posibilidad de refutación, que la fied io n d e z d e l billete v o m ita la m on eda. Rentería, Julio 1931 J o s é M .a ARRATIBEL Y LARRAÑAGA
Fábrica de batería de cocina y artículos de uso doméstico en cbapa de acero esmaltado. Esmaltes patentados en lodos los colores de gran calidad. Marcas registradas: Ciervo y Dos Elefantes
ESUIALTERIA GUIPUZCOAIIA S. A 1
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6.026
RENTERIA
CAPITAL SOCIAL, PTAS.: 4.500.000 Banco Guipuzcoano — San Sebastián Id. Id. — Rentería Id. de España — San Sebastián Id. de Vizcaya — Id.
CUENTAS CORRIENTES
CONSEJ O DE ADMI NI STRACI ÓN Presidente
—
D. Patricio Echeverría, de Legazpía.
Vice-Presidente — D. Pedro M .a de Vigu era, de Bilbao Vocal
—
D. Rom ualdo Echeverría, de Legazpia
Id.
—
D. Antonio Bereincua, de Bilbao
—
D. Pedro M enchaca, de Bilbao
—
D. Ram ón Anechino, de Pasajes
—
D. Francisco Ajuria, de Bilbao
Id. ,
Id. Secretario
Director Gerente
—
D. Anselmo de G orbea
r
L>a s
c o n e re n c ia s
irc u o
R e c re a tiv o
El Círculo Recreativo tuvo el acierto, en los comienzos del año, de elegir una Junta Directiva c o m puesta de socios que, por su diaria asistencia a los locales de la Sociedad y el interés que m ostraron p o r el fomento de la misma, representaban la máxima garantía, en la función directriz. A su vez, esta Junta directiva tiene com o cab ez a visible o Presidente a don R om án Pérez. Justo es reconcer que este distinguido señor no acepta cargos pa ra desem peñarlos con indiferencia o desánimo, sino p a ra poner en su cometido, buen deseo, inteligencia y actividad plausibles; lo mismo en la administración de I03 intereses municipales, cu a n d o ha sido concejal, que en los de un casino o sociedad de recreo, no acepta misión si no es pa ra poner en su servicio buenos propósitos y laudables iniciativas. Una de estas, que acredita el afán de extender la cultura, fué la de celebrar conferencias, p a ra lo cual se invitó a personalidades de la localidad, puesto que h ay en el seno d e la misma elementos c a p a c ita dos y tan generosos de su saber, que gustan de pro d ig a rlo en beneficio de los menos instruidos. C uatro han sido las conferencias celebradas y los disertantes lograron, con sus varios asuntos y te mas, cautivar la atención del concurso: «Tuberculosis»; «Alcoholismo»; he ahí dos de las materias tratadas p o r los facultativos señores Ichaso-Asu y Correas: «Poesía»; «Deportes» que desarrollaron los señores Los Santos y Sainz, respectivamente. Sin ponerse de a c u erd o los conferenciantes, acertaron a elegir temas, unos de enorm e transcenden cia social; y otros, c om o pa ra paliar y quitar el a m a rg o r de los primeros. Profilaxis y defensa contra terribles plagas invasoras: recreo del espíritu con el sueño de la poesía: enaltecimiento y disciplina de los deportes; salud del cuerpo y medicina p a ra el alma. C o m o recuerdo del curso p a s a d o y p a ra estímulo de los venideros, dam os a la estam pa —con la expresión de gratitud en nom bre de Rentería, villa y revista— las efigies de los señores conferenciantes y la del digno Presidente del Círculo Recreativo, al que anim am os con nuestro sincero aplauso a que siga llevan d o a la Sociedad que preside por los cauces de la ilustración y de la cultura. Se alcanza más popularidad o rg an iz an d o ruidosas fiestas y anim ados banquetes, pero estos m o d e s tos actos de las conferencias son, en el tiempo, de más lograda eficacia. Conferenciante: D. CARLOS ICH ASO-ASU
Conferenciante: D. JESU S LOS SAN TO S
Fecña: 7 M ar s o 1931
Fecña: 2 / M a m o 1931
Tema: / d e a s g en era les a cerca d e la
Tema: G u stavo A dolfo B écqu er
U tberculosis pu lm on ar.
“ La p oesía es ...aire, es ...luz, es ...rec u e rd o . Es el rum or del viento, el canto del ave, el m urm ullo del agua. P o e sía .,.se n las calladas ruinas del c astillo, las hojas del li bro viejo q u e el tiem po am a rille ó . P oesía ...e s el d o lo r. Poesía es el reír, el cantar, el soñar. Poesía ...es la m u jer. Poesía ...e s el niño. I.a poesía, en una palabra, lo inunda to d o y to d o lo encubre am orosam ente con su transparente gasa d e tu l..... “
" .... la profilaxis general exige q u e los enferm os d e tu bercu lo sis pu lm o n ar estén aislados en s an a to rio s o insti tu cio n es sim ilares; co m o esta m ed id a rad ical d e a is la m ien to . no es a seq u ib le a familias d e escasos recursos, se im pone la creación d el seg u ro d e en ferm edad ......“ ‘......luchem os c o n tra la ignorancia d el p u eblo, c o n tra el inicuo c o m ercio sexual, c o n tra el vicio, facto r y a y u d a n te de la tu b ercu lo sis......“
lllllllllllllilllllUIIIHIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIimilllllllllllllllllllllffllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllMIII imtiiciiiiiiiiiiimiiiiiiHHuuuiiiiiuiiniiiiiiiiiiuiiuuiuiuiiiiiiiinuituiiiiiiiiiiiiniutmuiiMiiiimiiiiuHiuiuiiiiiumiiiiuiiiiiiiiiiiii"
Conferenciante-, D. FERMIN SAINZ
Conferenciante-. D. VICENTE CORREAS Fecña: 28 M a m o 1931
D
Tem a: A lcoñ olism o y a n o r m a lid a d infantil.
Fecña-. 4 A b ril 1931
RO M AN P E R E I
Tema-. D iva g a cio n es so b re e l d e p o rte
P residen te d e l Circulo
iiiiiinniiiiiiiiiiminiiiiiiiiitiiiiiiiiiiiuüiiiiiiimiiiiiiiiiiiiiñniiiM iiniiiiM iiiiiiinitiiiiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiii
O &
iiiM iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinn
" ......esos niños raquíticos y escrofulosos pagan culpas ajenas. Son p ro d u cto del alco h o lism o d e sus progenitores Si la m uier se neg ase al acto am o ro so en m om entos d e an o rm alid ad alco h ó lica del esposo, se m ejoraría la ra z a .“ " ......C u an d o te d e c id a s a te n e r un hijo, piensa que ha d e s e r tu ob ra m ás perfecta y pon to d o s los m edios para c o n se g u irla .“
O “ ......se o bserva una m ayor co rd ialid ad en el tra to d e lo s c om ponentes d e los sectores de la políiica local. E s m uy posible que e lio o b ed ezca al cu ltiv o do los d e p o rte s ........ “......d e to d o s los spon's, é ste de p e rio d ista m e n o r o c o rresponsal de pueb lo , es el más p e lig ro so y c o m p ro m e ti d o , p o r lo difícil q ue es d a r gusto al m on stru o d e mil c a b ezas........
E S P E C IA L ID A D EN T IN T E S Y O N D U L A C IO N E S P E R M A N E N T E S
Rafael fiarmendla
o Depósito de tejidos de las fábricas de Rentería
Bar «LECUZARRA»
Lucio Salaverría V IN O S Y L IC O R E S D E LA S M A R C A S M A S A C R E D IT A D A S S e sirven m e r ie n d a s y c o m id a s a p re c io s e c o n ó micos, lo q u e h a c e q u e la c lie n te la sea n u m ero sa. C A L L E M A G D A L E N A (F r e n te al m e r c a d o )
R E N T E R I A
!V Lienzos a precios de fábrica
Pedro Iglesias Toballas, m an telería y s á b a n a s confeccionadas
TELEFONO OOOS
M e rc e ría - T e jid o s - C o n fe c c ió n d e to d a c la s e d e ro p a p a r a se ñ o ra , c a b a lle r o s y n iñ o s G ra n s u r tid o de f a r o lillo s y g u ir n a ld a s
P la z a Viteri, 4
RENTERIA
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fiemos de p o n d erar fa satisfacció n que nos
d o s en e sta pfana, no fian sido concejafes, ni fian
produce traer a n u cslras p d g in as re tra to s de d istin
d a d o conferencias, ni fian escri lo artículos fiterarios
g u id a s personafidad es de fa lo calidad; pero fiemos
o científicos; no o b stan te, son d ignos de p erp etu ar
de ser sinceros y en virtud c o n sig n ar que m ayor s a
se en n u estra revista, com o frutos de Bendición y
tisfacción y com placencia nos c a u sa d a r a fa es-
enfacc de fo. que fueron con fo que fia de ser.
lam p a fas efigies de fos pequeñuefos.
~ tn c an lo c ¡fusión de sus padres, liay famkién
Cfl1tislcrio def futuro; pro&fema def porvenir; ri su eñ a esp e ra n z a , siem pre g ra ta
tfiiicn los am a sin distinción de procedencia, casln
e sp e ran z a fiasla
o idiom a; liay quien los a d o ra , cuida y rcspela;
que l x re a lid ad impfaca&fc a c a s o extinga d e sg ra
quien de elfos e sp era fa superación de fo futuro; fa
ciadam ente lodo resquicio p a ra ef optim ism o. li s t o s inocentes seres que se cxfii&cn tan oron-
T^iffa m adre de lodos, fa insigne "T^cnlería, Xbfdo&ilc a
Hm az
LA VIDA LOCAL
Hablando con el Alcalde Abordamos a D. Paulino García, hombre llano y afable tajosamente las deficiencias de instalación, es, como digo, asunto a pensar con detención por las circunstancias ac si los hay, en momentos de trabajo intenso en la Alcaldía, y expuesto nuestro objeto, que no es otro que el de in tuales. —Pero 'os baños públicos y la biblioteca proyectada formar al público renteriano de la opinión y orientaciones por el Ayuntamiento anterior, serán un hecho ¿verdad? que como primera autoridad ha formado eñ su aún breve —Son el diablo los periodistas. Le tiran a uno insensi estancia en el sillón presidencial. Y como la base de un municipio es la hacienda comublemente de la lengua, y hay que andarse con pies de nal, a nuestra pregunta sobre este punto nos dice que la plomo para contestarles. Los baños públicos me parecen muy bien para la sanidad e higiene del vecindario. En encontró en un estado excelente que permite ir cumpliendo cambio no soy partidario de que la biblioteca vaya adobada las obligaciones contraídas por el presupuesto, sin ahogo a este servicio, pues estimo que no se gozaría por el lec alguno. En cuanto al problema del trabajo nos confiesa que se tor del recogimiento necesario para h lectura junto a los ruidos inherentes a un estableci:vie¡ to de baños y duchas ha sentido en Rentería algo de crisis, aunque no en grado tan agudo que haya dado lugar a candentes conflictos, ha públicas. Habría que buscar otro emplazamiento a la biéndose preocupad«» el Ayuntamiento en dar colocación a biblioteca. Pero para la realización inmediata de e.'-tos proyecte s y los obreros en paro forzoso de la villa en las obras del camino de Astigarraga. La Diputación ha puesto su buena los de la Alhóndiga y Escuela de Artes y Oficios "se en voluntad en este asunto, y confío—dice el Sr. García—en cuentra el Ayuntamiento conque la deuda de la villa, muy que todo se solucionará ahora en el verano en que hay respetable que gravita sobre el erario municipal, no con siente contraer más obligaciones en estos momentos en obras de construcción en Rentería. — ¿Y qué provectos de mejoras de ervicios, de la po que sería un acto de mala política recargar los impuestos, medida ésta que habría de imponerse de crear una nueva blación abriga Vd.? —Hombre, una cosa urgente es la reorganización equi deuda. Es el problema eterno de las poblaciones en in tativa del servicio de luz y agua, sobre todo el de la luz. tenso desarrollo. Los ingresos no crecen en la proporción Se hizo una inspección a las centrales, se tomó nota de de los nuevos servicios que hay que crear o ampliar. las mejoras que exigen para el mejor rendimiento, y todo —¿Entonces?... el esfuerzo de la Comisión corre?p mdiente se ha enfocado — Veremos si al confeccionar el nuevo presupuesto se en el sentido de que aprovechándose el máximo rendi encuentra algún medio o solución que permita renovar o miento pueda llegarse al abaratamiento del fluido en sus al menos mejorar los servicios hoy deficientes. aspectos de luz y fuerza, cuyas tarifas ciertamente no son —¿Y qué puntos de vista abriga respecto a higiene y más elevadas que en otras localidades. Actualmente tiene sanidad? la Comisión en estudio unas nuevas tarifas que dará a co —La Junta correspondiente se ha reunido últimamente para emprender una campaña de salubridad. Ha dictado nocer próximamente. —Y que nos cuenta de la insuficiencia de los locales de algunas medidas eficaces, y relacionándolo con lo que an tes le decía, se ha preocupado del cementerio actual, escuelas públicas, de la creación de una Escuela de Artes v Oficios y de la Alhóndiga Municipal? insuficiente dentro de poco. Convendría a mi ver, clausu —Todo ello es necesario de veras en Rentería. Estimo rarlo una vez lleno y establecer otro grande, muy grande, como de más urgencia el problema de las escuelas públi en terrenos alejados de la zona urbana, pues los actuales cas, insuficientes hoy a todas luces. De ello, así como de caen demasiado cerca. la creación o construcción de la Escuela de Artes y Ofi Algo más hubiéramos preguntado al amable señor Al cios, nos hemos de ocupar intensamente, pues son proble calde, pero otros trabajos reclaman su atención y nos mas vitales para un pueblo obrero como Rentería que ne despedimos de él atentamente, agradeciéndole muy de cesita que la juventud salga de las aulas lo mejor prepa veras el tiempo que nos ha dedicado, pensando al mismo rada que sea posible para luchar con ventaja en su tiempo en si muchos que creen una gran felicidad perfeccionamiento profesional, base del obrero moderno. ocupar la primera magistratura de un puebfo opinarían lo En cuanto a la Alhóndiga, es necesario efectivamente mismo sólamente a los seis meses de ocupar la poltrona el hacerla, pero por razones que le diré más adelante es alcaldicia, dulce y sabrosa a primera vista, pero frecuen asunto que exije meditación y cautela. Bien comprendo que temente ingrata y pesada aún para los que con grandísima tal como ahora funciona, es deficiente por el Kical lamen voluntad y discreción la desempeñan en cumplimiento de table que ocupa, y aunque el celo del personal suple ven deberes políticos ineludibles.
El selecto Restaurant Panier Fleuri
SALVADOR P b im ,
Entre el gran mundo que favorece a G uipúzcoa ccn su presencia en época estiva! e s punto de cita inigualable este elegante establecim iento, afamado merecidam ente por s u impecable servicio, com o co rresp o n d e a la refinada calidad de la cli< niela que lo favorece con su predilección. E s difícil c o n s e rv a r un prestigio en el ram o de restauran! durante m uchos años. La constante preferencia que el mundo aristocrático d ispensa a P anier Fleuri, está justificada por m ucho s motivos: por el inmejorable trato que en él recibe el cliente, por la corrección exquisita de su dueño D. Tim oteo Pombellida y por su arte singular en el servicio de teda clase de co nsum iciones, d esd e el sim ple refresco, al fastuoso ban q u e te de b o d a s integrado por delicados m anjares y rociado con bebidas selectas. P or e s o pod em o s a s e g u r a r que Rentería p o se e un restauran t de «primissimo carello» y e s e e s Panier Fleuri.
AZIJA
Co n t r a t is t a » k
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Obras
Telgfo v<> i n ím >»
S AIV SEIÌ A STI AIV
ANTONINO
AYLLON
A bogado P r o c iu a d o r
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De s p a c h o s :
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UNA
CALLE
DE
RENTERIA
El asunto es de actualídad palpitante. G A M O N EN KALEA C om o signos exteriores de impulsos honCALLE D E G A M O N dos, estamos en estos tiempos, quitando y poniendo nombres a las calles; com o quien dice «rompiendo el bautismo» a algunas vías urbanas p a ra rebautizarlas conform e al último figurín. Ello no obedece al capricho de las C orporaciones, sino al m an d a to de las circunstancias políticas, tan varías, agitadas y sorprendentes en la última próxim a d écada. ___ Los mortales aspiran a Id inmortalidad. La inmortalidad no se alcanza precisamente d a n d o el nom bre a una calle, porque el hom enaje es fácilmente revocable, com o estamos viendo, pero se consigue, desde luego y por el tiempo que dure, alguna m erced de p opularidad. C om o todas las cosas humanas, ésta de honrar a los varones esclarecidos, d a n d o su nombre a las vías, plazas o paseos, está sujeto a cierta posible injusticia; unas veces p o r c a rta de más y otras por carta de menos. Hay casos en que tal h onor es excesivo, d a d o s los m odestos merecimientos del favorecido; y a otros, en que resulta p o bre y escaso. Se puede conseguir el d a r nom bre a una calle por haber to c a d o el violín con singular maestría; por haber ju g ad o a la pelota estupendamente; por haber m a ta d o toros a la primera estocada. P ara las nuevas calles que se abran, h a b rá que reservar el nom bre de algún capitán... de equipos de fútbol o de algún p o rtero célebre, excluyendo por tener y a muchas dedicadas, el bendito San Pedro. No decimos que esté mal; p ero ante tales hechos, pare c e p a rv o tributo lo de «calle de Jesús», «plaza de Cervantes», «paseo de Colón».
Sí el c o nocido periodista A ntonio de la Villa, fue se objeto de tal honor, había que rotular su calle «calle de la Villa» lo cual en un pueblo que sea villa, no tiene saliente. Sí nuestro segundo apellido mereciera por un ca sual tal homenaje nos imaginamos lo que dirían los fjj traseuntes al leer «Callejón Mediano»; supondrían, y M con razón, que se denom inaba así por el mal estado |.i del pavim ento o por ser sus vecinos gentes de arm as tom ar o de d e c la ra d a deshonestidad. ^ Afortunadam ente, don Juan Ignacio G a m ó n es un % apellido no vulgar, corto, de fácil pronunciación y f¡ cierta belleza eufónica. ^ Suponem os que a c o m p a ñ a n d o a un forastero ¡j¡ adolescente (y decimos adolesesnte, porque esta e d a d M es la viva interrogación de todas las cosas) nos p re gunta: «¿Quién fué este señor de G a m ó n ? ¿jugador ffl de pelota?, ¿versolari?, ¿diputado provincial? Nos É otros le hemos contestado con los siguientes datos jj)j que nos pro p o rc io n a en las «Noticias históricas de ^ Rentería» (l) el d o c to y erudito archivero de la p r o M vincia don Serapio Múgíca. |Ji «Don Juan Ignacio de G am ón nació en Rentería el H j¡¡¡ 29 de Julio de 1753. Fueron sus p a dres don Josseph de G a m ó n y doña María Jossepha de Echeverría, na tu [j] rales y vecinos de la villa. Asistió a la escuela del maestro Josseph de SarbiM | de instalada en la casa solar de A m asa pegante a la casa palacio de Uranzu. Por haber d e sap a re cid o los papeles y biblioteca g}j [j| de don Juan Ignacio, no se conocen detalles de su vi fjl da hasta 1785 en que ap a re c e com o beneficiado de M esta p arroquia y empieza a ocuparse en el estudio | de la historia local de Rentería. Es un buen salto, de m unos cuarenta años, en que no se sabe n a d a de nues ¡j¡ tro historiador: una laguna dem asiado grande: ¿esta ||] ría en América c om o Iparraguírre?
Lo im pondrán las circunstancias; pero esto de and a r ca m b ian d o los nombres a las calles es algo perturbador; el pueblo se aferra a la costumbre añeja y entra a regañadientes por la nueva rotulación. El com ercio lo advierte y prevísoram ente sostiene durante algún tiempo el nom bre antiguo y el novísímo. En Madrid advertían los industriales: «calle de Echegaray, antes Lobo»; lo cual d a b a lugar a ciertos epigramas, en la é p o c a de decadencia del ilustre hom bre de ciencia y a utor dram a tic o d o n José Echega ra y . En este país se ha d a d o el paso y se d a rá freceuntemente de no parecer conveniente rotular una calle con el patroním ico de un hom bre insigne por apellídarse éste, p o r ejemplo: Aguirreburualdeguercica~ goitia. También se díó el caso de un señor, al que con sobrados títulos, se le honró d a n d o su apellido, Melón, a una calle en la que solían establecer sus puestos de fruta, los vendedores; casi to d o el m undo hacía el supuesto de que lo de «calle de Melón» aludía a la venta de frutas. Hay, a no dudarlo, apellidos sin relieve y otros ínadecuados p a ra estos menesteres del bautizo callejero. Un distinguido farm aceútíco de San Sebastián, el señor Calles, daría lugar a lo de «calle de Calles» esto es, la mejor de las calles, la flor y nata de todas las vías habidas y por haber.
La Real A cadem ia de la Historia tra tab a de publi É car un Diccionario Geográfico-Históríco de España; |¡ se lo dijo a la Diputación de G uipúzcoa, la Diputa ffl ción al Ayuntamiento de Rentería y éste, p o r acuerdo ¡j¡ de 25 de Febrero de 1785 e ncom endó a don Miguel j|j Manuel y a don Juan Ignacio de G am ón, am bos her M manos presbíteros, el encargo de contestar al interro | gatorio de la Academia. Los laboriosos herm anos cumplieron a las mil m a ffl ravillas su com etido contestando a las d o c e pregun [jjj tas de la consulta; pero debieron d a r gusto a la plu ¡j ma en cuanto a la extensión o incurrir en a p a sio n a M miento de a m or a su pueblo, pues la A cadem ia M publicó el anunciado Diccionario en 1802 y en él, el | tra b a jo de los herm anos G am ón a p a re c ió c ercenado m considerablemente y aún alte ra d a y reto c ad a su f}] esencia. Consuélense en su tumba los eruditos G am ón, M pues en la actualidad, después de lo que ha llovido M en este país, sigue ocurriendo tres cuartos de lo mis % mo con los escritos que de los pueblos se envían a los jj(¡ periódicos*, dicen éstos: «Hemos recibido un com uni c a d o que por su mucha extensión no pod e m o s p u M blicar...» y a p a re c e el escrito e x tra cta d o p o r el b o to M nes de la redacción.
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(l) Juan Ign acio G a m ó n . «N o ticias h istó ric a s d e R entería»; P ró lo g o v n o tas d e S e ra p io M úgica. O b ra e d ita d a p o r el A y u n ta m ie n to d e R en tería, p o r a c u e rd o d e 1.° d e A g o sto d e 1927 sie n d o A lc ald e d o n C a rlo s Ichaso-A su.
No fue lo peor el corte que díó la A cadem ia a la I reseña histórica de Rentería, sino que caciqueó un tal d a c to r Cam ino y a p a re c ió el trabajo con m arc ad a y favorable tendencia a San Sebastián en asuntos que M habían sido motivo de luchas y litigios con Rentería. I No es cosa de rem over el fuego de la p a sad a dis I cordia, pero hay que convenir en que Donostía con frecuencia ha sido el pez g o rd o que ha e n s a y a d o sus funciones digestivas con los peces chicos.
yores a nom bre de villa, que q u e d a tan satisfecha de Su a m or y propensión patriótica a instruir al público de sus antigüedades y derechos, que seguramente han contribuido al éxito que felicita a ésta y otras Provin cias del Reino». Con su peculiar clairvídencía de los hechos histó ricos, sospecha don Serapío Múgíca«que p robablem en te sería éste el único prem io que alcanzó G a m ó n de sus coterráneos, después de la labor inmensa a que t estuvo sometido durante tantos años y del grandísimo El teniente de navio don José de Vargas Ponce M beneficio que a su pueblo reportó libertándole en el recibió de la A c adem ia de la Historia, a la que p er I puerto de Pasajes de las trabas que le oprimían». tenecía el en c arg o de estudiar en nuestros archivos Los Jurados m ayores fueron a casa de G a m ó n a los asuntos de marina. darle las gracias personalmente y a lo mejor don Juan El A yuntam iento de Rentería en sesión de 16 de f Ignacio les obsequió con un luncñ, que le costaría lo Marzo de 1803 a c o rd ó en c arg a r a don José Manuel 1 suyo; pero consuélese el infatigable historiador rentede G a m ó n (sobrino de don Juan Ignancío, toda la M riano, esto de las g rac ias de real orden, sin más adítafamilia tenía, sin duda, vocación por la Historia) que men.os, viene ocurriendo desde los tiempos de HeroI escribiera «un papel fundado para reformar en la doto, p a d re de la Historia, hasta los actuales y acci nueva Historia, en la que p re p a ra b a Vargas Ponce, ;« dentados días. __________ aquellos errores de la primera y hacer relación e x a c i ta de la mucha antigüedad, mérito y continuos servi El a m or profundo que sentía G a m ó n p o r su pue cios de la Villa de singular distinción por mar y blo nativo, no le consentía transigir con nadie que tierra (l) con to d o lo que se descubra y es tan cons i tratase de merm ar en un ápice los muchos m ereci tante y sabido de su origen y progresos en hazañas mientos de Rentería y le inducía a enfrentarse contra ! de sus hijos que la han d ejado tanta gloría...» todos aquellos que intentaban rebajar sus prestigios en Firman esta com unicación ios Alcaldes don Ma una u otra forma. C o m o dicen ah o ra los deportivos: nuel A ntonio de G a m ó n y don Francisco Ignacio de 1 se partía el pecho defendiendo los colores de su club. lrigoyt n. Las rivalidades entre los pueblos que son tan anti A ntaño había, por lo visto, dos alcaldes: ho g a ñ o guas com o ese fenóm eno metereológíco que llam a I nos basta con uno; de lo bueno, poco. mos aguacero, traían a mal traer al bueno de don Juan Se ignora la causa por la que no tué el sobrino de Ignacio que, traiéndose de su Rentería, ha y que c o n su tío, sino el propio tío, nuestro biografiado, quien I venir en que tenía malas pulgas. escribió, por d e pronto, 36 capítulos que entregó al I Discutió a c alo ra d a m en te con su colega el presbí señor V argas Ponce. tero don José Ignacio de Lecuona, el historiador de A cusando recibo, dice el marino: "que don Juan O y a r z u n —com o le llamaba G a m ó n —pero historiador Ignacio de G am ón es el sujeto más sólidamente ins H parcial en favor de su pueblo, con m enoscabo y m er t ma del poderío y de la justicia de Rentería, lo que al truido en las cosas de su patria..,, C o n ta b a nuestro diligente historiador 74 años de M v= fiel hijo de O rereta le sacaba de sus casillas. e d a d y aún redactó 10 capítulos más o sea en total O tro tanto y aún más le ocurría con el Doctor C a 46 que contiene la obra, de la que se conservan dos w mino, también eclesiástico, defensor y en c o m íad o r del ejemplares manuscritos: uno en el archivo de Tolosa p o der absorbente de San Sebastián; pero don Juan no ♦ y o tro en el tomo VI de la colección V argas Ponce se a rre d ra b a y en su ardim iento dijo al citado d o c to r de la A cadem ia de la Historia, en Madrid. que «con su pluma e n s a ñ a b a a la A cadem ia v al M público». El marino Vasgas Ponce fué enviado a G uipúzcoa M Los renterianos pusieron esta breve y usual a p o s con una misión histórica relacionada principalmente tilla «chúpate esa». __________ con el puerto de Pasajes que había d a d o lugar a liti i gios y diversidad de cuestiones; con los informes y I Nos ha co n ta g iad o don Juan Ignacio no sólo el materiales históricos de G am ón pud o ilustrar su juicio % entrañable a m or a Rentería sino el afán de escribir el recto marino que le permitió presentar a la supe M largo y tendido: es preciso terminar aunque sea d a n rioridad informe secreto por virtud del cual una Real I d o un corte brusco a esta extractada biografía. Cédula d e s p a c h a d a en Aranjuez el \.° de Junio de Don Carm elo E chegaray (q. e. p. d.) cronista de las 1805 m an d a b a «que q u e d a ra abierto el puerto de P a M Provincias V ascongadas, emitió, entre otros, este juicio sajes p a ra el com ercio libre y franco, corno venían V definitivo: «El nom bre de don Juan Ignacio G am ón pidiéndolo desde tiempos muy lejanos los pueblos si M debe apa re c er en to d o futuro C atálogo de Escritores tuados en su orilla y especialmente Rentería, que era I G uipu?coanos com o el de uno de los más estudiosos el que más de cerca tocaba las consecuencias del investigadores de las antigüedades de la región que se m an d o de San Sebastián en el canal». extiende entre el Bidasoa y el Urumea». En nuestra villa se recibió la noticia con más ale Bien merecido tiene el honor de d a r nom bre a una gría que sí se hubiera g a n a d o el c a m p e o n a to de fút calle de su a m a d a Rentería y hasta sería cosa de ir bol; probablem ente saldría una ba n d a de música por ffi pensando en el próxim o segundo centenario de su las calles, com o c u a n d o se proclam ó la República úl I natalicio. __________ timamente; el Ayuntam iento celebró una sesión e x Murió don Juan Ignacio G a m ó n el día 4 de Febre traordinaria en la que se acordó: «Que siendo el celo ro de 1814, a los 81 años de edad, siendo Beneficiado v la laboriosidad de don Juan Ignacio de G am ón de esta p arroquia de Rentería, comisario del Santo dignos de que se le haga directamente expresión de las gracias que están a c o rdadas, pasen a este fin en I Oficio de la Inquisición y correspondiente de la Real persona y se aboquen con él los señores Jurados Ma- I A cadem ia de la Historia.
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(1) Las a g u as del c a n a l d e P asajes llegaban en m are as altas h a sta la calle d e R e n te ría.
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A1 invitarme mis buenos amigos, FEDERICO y SAINZ, taré, a los puntos principales de partida qu considero efi a escribir unas cuartillas en la REVISTA RENTERIA, no caces por ahora...... puedo menos que dejar correr la pluma, comprendiendo la EL NIÑO —frase preciosa que compendia un p o e m a gran divulgación de la REVISTA, y al ver en ello que la esperanza de las generaciones venideras—el germen so puede ser el punto de partida para divulgar en poco escial—su representante antropológico— el fruto de nuestros pació lo que yo deseo. ■ amores, y afecto purísimo de nuestro corazón—el conti Siendo la primera vez que escribo en es nuador de nuestra obra y la esperanza de la ta REVISTA RENTERIANA, quiero hacer re humanidad, reclama el cuidado de todos, y saltar la personalidad de dos seres por todos de aquí nace el deber social, de prestar apo queridos, y uno por desgracia, perdido ya. yo y protección a esta hermosa parte de la Dedicar dos recuerdos; uno, al de mi queri familia que representa la CELULA VIVIEN do compañero fallecido DOCTOR PENA (q. T E DEL PORVENIR— y si bien es verdad e. p. d.) y otro al de mi entrañable amigo y que todos los niños necesitan un apoyo y pro buen compañero, D O CTO R D. MARTIN tección, no menos cierto es el que reciairia a MOZO. gritos un punto de apoyo —una base firme Al D O CT O R PENA (q. e. p. d.) Uno de es el HIJO DEL O BRERO.— Aquel que aun los más humildes y creyentes de la ciencia dotado de cerebro vigoroso y capacidad inte Médica, dedica en tu memoria, breves, pero lectual, se le presenta en la vida, los ob stá sentidas frases. Si en vida fuiste un buen com culos que injustamente dan cara a los necesi pañero, ¿cómo olvidarte?. Fue el destino, su tados— injusticia que debemos de subsanar, voluntad ingrata la que nos obligó a separar todos los que vivimos en la IN DUSTRIAL nos - t r i s t e despedida para todos aquellos que VILLA RENTERIANA prestando apoyo a aque como yo te admiraban. llos obreros cuyo determinado hijo reuniendo Compañeros de profesión sentimos tu las aptitudes precisas para continuar una la muerte deseándote paz ETERNA, y si amigos bor intelectual tiene que dar un paso atrás a sinceros fuimos en vida, lo seguiremos siendo pesar de sus extremos socrificios al ver que su justa pre muerte. tensión de querer hacer de su hijo un hombre, no se en Al Dr. D. MARTIN M OZO; Seguramente que en estos cuentra con fuerzas económicos suficientes para poder des momentos, bien ajeno estarás a que un compañero tuyo arrollar la capacidad justificada de su pequeño ser. dedica un recuardo en vida al más viejo compañero, pero Muchas veces en mi visita diaria, me cuentan las ma es que cuando uno es médico y es joven, y ve tras la dres ios trabajos de sus pequeñuelos dibujos-escritos-vercortina de los años el resultado de una vida profesional sos-escayolas-construcciones-su afán a los libros-y siempre, agotada por el trabajo noble del sentir ajeno, justo es que tienen todas las mismas palabras ¡¡si podríamos darle una dediquemos todos con entusiasmo unos instantes como carrera!!...... ...... y con «así es la vida» salgo de aquella casa, p a justa recompensa a tus años de trabajo —VIEJO YA— y agotado, aconsejas a los médicos noveles, a seguir tu nor ra entrar en otra en la cual igualmente la fiel madre que ma ¡¡noble proceder!! —cuán ingratos fueron para ti los cuida al fruto de sus entrañas, tiene sobre su cama, los trabajos de su hijo, que mira como obra incomparable, años ensañándose con sus pesadas garras en tu trabajado como obra mirada por una madre ciega por su hijo al que cuerpo. Largas noches de insomnio y de trabajo digno de todo hombre de corazón han llegado a debilitar tu exis rer ver en él aptitudes no halladas en ningún otro peque tencia. ¡¡Cuántas bocas pronunciarán tu nombre al recor ño. No pretendo querer decir, que todos reúnan las mis dar tu gran labor!! Cuántos recuerdos pasarán por las ima mas condiciones —lejos de mi ánimo se encuentra tal i d e a ginaciones al verte despacito y solitario caminar por la vi pero si el decir que en calificación imparcial—justa y sin c era— he podido comprobar las aptitudes de ciertos niños, lla con paso lento y temblor senil, recordando tus años como bien pueden manifestarlos sus maestros. ¿COMO pasados de actividad profesional y de trabajador infatigable; PENSAR EN OBVIAR ESTA DIFICULTAD? bien justo es, que nos acordemos de ti, al verte agotado, Creando BECAS en favor del hijo del obrero—becas al verte aún luchando para vencer por la salud propia y que costeadas por el pueblo—por todos—cada uno donan por la ajena —justo es que te apoyemos la juventud y do lo que pueda, podemos llegar.. después de sometidos a deseemos tu alegría y bienestar, después de tan larga e determinados exámenes y comprobado con determinados ingrata vida profesional. ejercicios rigurosos y tribunal competente poder llegar al Justo es que públicamente haga esta petición y no se olvide nunca, que un humilde y joven GALENO suplica la ideal de que un HIJO de RENTERIA - HIJO DE UN OBRE R O - H I J O HECHO DEL TRABAJO y amante de los li atención enfocada, hacia un MEDICO VIEJO solicitando b r o s - s e a la bandera que honre esta VILLA INDUSTRIAL para él un premio a su vejez —un premio merecido a quien trabajó para calmar dolores— los sufrimientos, v evi en los CENTROS UNIVERSITARIOS - Centros en los tar t r a g e d i a s - UNA RECOMPENSA A TU LARGA VI cuales aprovechando la enseñanza - estimulando sus aptitu des y cumpliendo su deber podamos con orgullo decir que DA PROFESIONAL. Muchas veces, vienen a mi memoria, nombres de ca este HIJO DEL PUEBLO es el HIJO DEL OBRERO (de volviendo a la sociedad en su día, al pueblo, a la masa, lles que nada significan ni política ni socialmente, —y otras lo que de ella recibió, sin devolverle - odios por su indo tantas vienen a mi memoria, nombres de personas que lencia, - vicios por su ig n o ra n c ia -y crímenes por sus per bien pueden honrar no tan sólo el nombre de la callé, niciosos ejemplos). sino el de verdaderos monumentos nacionales y regionales; Bien podría organizarse en RENTERIA por todos los ¡¡esta es mi finalidad!! solicitar justicia en vida para dis frutarla en ella y poder con ello el interesado ver sus sa amantes del niño y simpatizantes con esta idea - un día en su h o n o r- d ía que al igual que los llamados “ La fiesta de crificios bien recompensados al comprender que cuando hallándose indefenso por su larga existencia, los corazo la for“ “ La fiesta del libro“ podríamos bien calificarla co nes juveniles reaccionan, al querer dar un premio a la ve mo DIA DEL HIJO DEL OBRERO. Mucho es lo que puede hacerse en favor del humilde jez —premio justo que no debe permanecer en olvido, y todos en masa trabajar para conseguir la alegría de un y por lo mismo que es MUCHO, debemos de empezar hombre que en otros tiempos sembró la tranquilidad lu por pedir lo justo - lo preciso - aquello que es de primera necesidad; y para terminar desearía que los Sres. que chando con el fantasma de la muerte en muchos hogares saliendo victorioso y hoy lo recordarán como mago de la constituyen el AYUNTAMIEMTO de esta invicta VILLA, estudiaran el problema, y a vosotros obreros Renterianos Medicina. simpatizantes con estas ideas expuestas en favor de vues Y ahora, una vez cumplido, no un capricho, sino en mi manera de pensar, un deber de compañero, voy a de tros hijos ayudadme a continuar esta labor y poder llegar jarme llevar por mis aficiones PEDIATRICAS enfocándome algún día a tener una satisfacción, satisfacción bien califi cada del DEBER CUMPLIDO. directamente en lo que bien pubiera hacerse en beneficio del HIJO DEL OBRERO. 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Banderas de paz y amor ¿Hay cosa más bella, lectores, que una bandera flameada por una hermosa muchacha? Un sentim iento de solidaridad humana impulsa a estas gentiles jóvenes a sostener con sus delicadas manos el sím bolo de la unión de la gran familia trabajadora; lema es también la bandera del mejoramiento a que aspira la digna clase obrera base hoy de la moderna sociedad. ¡ü s saludam os, jóven es y bellas obreras, hijas de obreros y nacidas, por tanto, en el seno del trabajo! Si hoy, vuestra juventud os hace pensar con preferencia en bailes, novios y diversio nes, albergáis el íntimo convencim iento de que el trabajo y la asociación fraternal del trabajador de am bos se x o s, encauzada por los cam inos de las leyes sociales, han de contribuir al mayor bienestar de la patria. Rentería, com o población obrera, ha avan zado y avanzará considerablem ente en el aspecto social. Para dar fé de este progreeso lento, pero constante, nuestra revista recoge en sus pá ginas esta nota gráfica del primero de Mayo día en que estas banderas fraternales, bajo cuyos pliegues florece la unión del obrero renteriano de am bos se x o s, pasearon enhies tas por la población en una mañana de sol, acom pañadas de una multitud serena y consciente que veía en sus bellas portadoras el emblema de una futura maternidad que ha de inculcar en su s descendientes el constante anhelo de dig
nidad y cultura que le capaciten en día no lejano para em presas de dirección social y responsabilidad ciudadana. ¡Hurra por las gentiles y herm osas abanderadas de un ideal de paz y :progreso!
Homenaje a un deportista Cuando un joven, pletórico de entusiasm o por un deporte al que ha consagrado largos años de su juventud, llega, en gracia de su destreza y facultades a ocupar un lugar distinguido entre la «élite» de aficionados a la es pecialidad deportiva de su pre ferencia, bien m erece un peque ño homenaje de admiración y simpatía, siquiera sea solamente por la constancia invertida en la consecu Jón de sus justos anhelos. Y si el galardón recae, com o esta vez, en un jugador de la di fícil especialidad de pala, de la talla de Miguel Arocena, elegan te y seguro zaguero, en quien concurren adem ás las circunstan cias, un p oco anómalas, de no habérsele tenido en cuenta, d es pués de alcanzado en reñida lid el honroso y codiciado título de campeón amateur de Guipúzcoa de 1931, para tomar parte en el cam peonato nacional celebrado en Bilbao, dicha queda implíci tamente, la com placencia con que dedicam os estas líneas al ex ce lente pelotari, representante legí timo de las tradiciones renterianas, en cuyo solar florecieron destacadas em inencias pelotísticas, cuyo abolengo recuerda este am igo nuestro, llevando honrosamente en los centros deportivos el nombre del pueblo que le vió nacer. No importa, Miguel, que por causas de g én esis obscu
ra y desconocida tu honrada constancia y desinterés en el deporte hayan servido únicamente para postergarte en el momento decisivo en que llegabas a alcanzar tu titulo de cam peón. La nobleza de nuestro carácter vasco no puede ensa ñarse en conductas parciales que quisieron ser explicadas hábilmente—sin conseguirlo—en la prensa diaria. Lejos por tanto en mi animo, insistir sobre lo que pasó, dejando sin embargo un amargor de boca en todo amante de las equi tativas normas del deporte. Q uédate, en cambio, la memoria qun d eseo con serves por m uchos años, de aquél m odesto homenaje, sentido y fraternal que te dedicam os un puñadito de com pañeros de tareas diarias, que indirectamente te desagraviam os, hacién donos intérpretes del sentir de la villa hacia quien enaltece su nombre deportivo. Y com o *R e n t e r í a » presta atención a cuanto signifique honor y prez de sus vecinos y favorecedores, he aquí que te dedica un m odesto homenaje en estas líneas salidas de la pluma de quien sien te tus mism os entusiasm os y aficio nes por el viril deporte, aunque practicado en distinta mo dalidad, y no hay que decir que con mucha m enos efica cia, pero sí la necesaria para percatarse de su convenien cia para la elasticidad del organism o. Ahora, que también es necesario para sustituir las fuer zas que se emplean en su práctica, la reposición de las mismas con ágapes tan suculentos com o el que con aquél fausto m otivo celebram os. ¡Que el año próximo venga a tu pala el título de cam peón nacional, y que «versallescamente» sea festejado en alegre compañía! E f e Ese.
Lo que cambia y lo que es inmutable
I Las muchachas de ayer iban de largo y bellas parecían, sin embargo. • Las chicas de hoy se visten tan de corto, que a uno le dejan atontao y absorto.
Signo «Je distinción y orgullo, era una larga y hermosa cabellera; eso pasó a la historia V hoy el rito es un corte de pelo de luanito.
Los chicos elegantes, que los hubo, llevaban por sombrero un largo tubo; ahora imponen la moda y el dandysmo un lema original: »sinsombrerismo».
o todo en este mundo son contrastes
IV El baile del ayer, limpio y honesto, de liviana intención, no era pretexto; pero hoy el agarrao es el que priva, danna un tanto infernal y algo lasciva.
V Antaño había am or y relaciones más la mamá tomaba precauciones; hogaño estamos viendo a los amantes solos y de bracete, tan ca upantes.
VI Perpétua variación de fondo y forma, todo cambia, señor y se transforma; todo... menos el pan de cada día, siempre falto de peso, vida mía!
P O R R U S A L D A Hacer labor reporteril todos los días del año o verificarla un día para to do el año recuerda lo de un kilogramo levantado a un metro de altura o un gramo a mil metros; o tam bién el chiste viejo del mí sero em pleado que no sa bía si tenía de sueldo cua tro mil reales al año o un real cada cuatro mil años. Pero este nuestro re portaje de un día no ha de consistir, en dar extracto de sesión municipal que es a v e c e s , peor que el más amargo extracto farmacéu tico, ni es seguir las vici situdes de una huelga obrera, ya que estam os en huelga general magdalenística de brazos y piés entregados a la coreografía; ni en jalear a las artistas frívolas del ca fé de La Paz; nuestra ‘‘Información de Rentería en el día de hoy ha de recoger enseñanzas de co sa s que fueron, ha de lanzar iniciativas que se estimen provechosas y ha de ser muestra evidente y palpable del buen d eseo que siem pre nos anima en pro del progreso renteriano.
Com o en estas latitudes, en las que por falta de ar bolado, según los técnicos, no llueve durante un sem estre y de repente cae una tromba o- manga de agua; aquí, en materia de eleccio n es, hem os pasado del ayuno im puesto y forzoso a la opípara comilona. El tema político ha ganado los ánimos y aún las inte ligencias más humildes. El día 28 de Junio, día de las eleccio n es generales, ya bien entrada la noche y quizá de madrugada, oiam os d es de el lecho la expresión vivaz de conciencias ciudadanas que se dedicaban a la controversia en pleno arroyo. «¡¡Viva la república Vasca.!! Y otro argüía; «¡¡Viva la república Española!!» y gritaba el primero; v contestaba desaforado el segundo; República V asca!...... República E s pañola!...... con la monotonía de los vivas, nos entraba el sueño y a punto de entrar en el reino de lo inconsciente, nos pareció oir aún las desinencias; «Viva la ta sca...... » Es to traerá cola ...... Aquí termina nuestro recuerdo electoral.
Una de las fiestas más simpáticas que se celebran en Rentería es la del día de Reyes; de los R eyes M agos, no abolidos hasta el presente. En los años anteriores se ha obsequiado a los niños recogidos en el Asilo con juguetes y golosinas; han coin cidido en la iniciativa diversas socied ades, pero sin aunar e se esfuerzo; y nosotros proponem os que la fiesta de Re yes del año próximo se celebre con mayor esplendor, de bido a un acuerdo de todas las socied a d es recreativas, culturales y deportivas de la Villa y que el beneficio se extienda a todos los niños de familias humildes y de e s casos recursos. 1E Ayuntamiento patrocinará la idea, segu ramente y concederá algunas pesetas a tal fin. El espectáculo de una brillante cabalgata com o hace años tenía pensado uno que en la actualidad e s concejal, sería celebrado y aplaudido por todo el vecindario. Para procurar la alegría de los niños, vale la pena de que hagamos la unión sagrada.
* * *
LO C A L
A contecim iento reciente ha sido la inauguración de la Casa del Pueblo, celebrada el 5 del m es actual. La creación de esto s edificios es fruto de la organi zación y disciplina de los trabajadores; simbolizan una in cruenta lucha en que las partes exhiben d os lemas opues tos. v «Ganarás el pan con el sudor de tu frente», que aca- , tan y cumplen los humildes trabajadores. «Ganarás el pan con el sudor de los dem ás,» que quieren hacer prevalecer los burgueses y plutócratas. La fiesta dé la inauguración de la Casa del Pueblo de Rentería, por la concurrencia extraordinaria, la elocuencia y sinceridad de los discursos y el orden admirable y entu siasm o, dejó imborrable recuerdo. No hay que decir que nosotros figuramos en la lista de los que se ganan su pan, no so lo con e! sudor de su frente, sino con el de la epi dermis en toda su extensión.
El corresponsal de “ La Voz de G uipúzcoa“ en Ren tería, que se significa por su amor inextinguible al depor te va sco , ha propuesto la creación de una sociedad y él, el corresponsal, ha dado lo más difícil; el titulo. «A tniíos de la Pelota», los miembros de tal agrupa ción se desvelarán porque el frontón se conserve en buen estado, por la celebración de partidos interesantes, fomen to de la afición entre la juventud y acordarán un nuevo homenaje para el pelotari renteriano que cumpla los cien añitos. Animo que los hay muy maduros.
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Registrando su ceso s im portantes, com eteríam os una omisión im perdonable, si no dijéramos que en las «M agda lenas» del año anterior apareció, elegantem ente editado, un colega titulado «Oarso». Reciba nuestro saludo; su aparición juntamente con la de nuestra veterana Revista dió margen a que por ahí afuera se hiciesen com entarios elo g io sc s de nuestro pueblo. ¡Qué vitalidad artística, científica y literaria! decían. ¡Hay que ver! dos revistas. Y las dos decentitas —agregam os n osotros— aunque nos esté mal el decirlo.
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B revem ente, pues se acaba el papel, quedará anota do: que se implantó con excelente éxito el cine sonoro en el teatro Victoria y que el activo em presario D. F élix Ro dríguez está dispuesto a sostener el bien ganado crédito de su cine.
Que a través de crisis y paros en otras partes, aquí hay florecim iento industrial, pues no sólo las fábricas si guen trabajando, sino que se instalan nuevas industrias, alguna de importancia excepcional com o la Papelera OAR SO y la de “ Cafeteras O m ega“ . Sea por m uchos años.
Que, entre otros acuerdos plausibles, ha adoptado dos, el Ayuntamiento que querem os destacar. Uno la ampliación y ensanche del Kiosco de la músisica, obra reformadora reclamada en nuestras correspon dencias desde antes del 13 de Septiembre de 1923; y otro, el mandar callar a los im penitentes curdas de los dom ingos y dias festivos. Bueno que se emborrachen, pero que las tengan silen ciosas com o las modernas máquinas Singer. Y con esto, que creo que es bastante, no canso más.
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Sí se ríe con gana, m enudo y lindo, hacien do e c o a su risa, y o también río: ¡son oro y bello el d ú o de la risa d e abu elo y nieto!
Si hay mutación y cam bio, si llora el niño, no diré que y o llore, p ero m e indigno; ¡qué m iserable es aquel que n o evita que llore un ángel!
Si siente mi gorgojo ganas de juego, juntos los dos, jugam os con sus m uñecos, con su pelota y con un tren que tiene locom otora
— «Q ue no es a sí—me d ice que tú no sabes: Ay! hijo que torpe eres;
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hay quien te aguante» Toma el m uchacho un aire imperialista d e ord en o y m ando
Me grita y me am enaza gruñendo firme, im itando a su m adre c u a id o a él le riñe; m ientras y o pienso: ¿es mi nieto? ¿es mi am igo? ¿ o es mi maestro...?
C uando se enfada, pon e la cara seria; le d o y satisfacciones, más no se entera, y de repente me dá b esos y abrazos fuertes, muy fuertes
M irando al cielo, pienso pienso o deliro; lo mejor que D ios ha hecho es este niño»; el Sol, el C osm os,
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el mar y las estrellas... m ejor que todo.»
C u and o el m undo me esquiva por mis achaques o m anías seniles inaguantables, mi cam arada, este nene precioso me entrega su alma
Me entrega su cariño lozan o y puro, sin el fiero egoísm o de los adultos; pues es m uy cierto que el niño es el encanto del U niverso
La madre tierra ansiosa ya me reclama; no te veré crecid o nieto de mi alma; ¡dulce tesoro para tí será la última luz d e mis ojos! M
M.
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Bajo el amplio alero de mí caserío, del viento implacable buscando el abrigo, crecía un rosal con dos capullítos. Capullos que un día, lozanos y altivos, serían dos rosas de aroma exquisito. De aquel rosal fueron orgullo legítimo, del céfiro novias, presa del Destino.
Una mano aleve destrozó su idilio. Cayeron dos lágrimas, aljófar divino que el sol tornasola; gotas de rocío que se resbalaron como dos gemidos, como dos sollozos, como dos suspiros. ¡Pobres florecíllas de tallos erguidos, qué triste, al marcharos, quedó el caserío! D
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a m a r b id e
REPORTAJES LOCALES
El nuevo Matadero municipal U n a r e p a r a c i ó n d e b id a
C u a n d o el am igo Federico me e n c argó una infor mación del m atadero, tentado estuve de encabezar este trabajo don un «Canto al carnicero». Aun a true que de concitar sobre mí las iras del «respetable». Porque ha y que ver el «cordial» o d io con que se le obsequia a aquel industrial. Se le acusa de todo: de que merma el peso, de que construye casas, de que eleva los precios, de ser el flagelador de la clase m o desta. . ¡Y que sé y o de cuántas cosas más! El fenómeno es notorio. El carnicero com parte su
dicho, es el orgullo de la Villa, y que, sin em bargo, tan p ocos conocen. Ningún m om ento más a d e c u a d o p a ra la visita del repórter. Certeros puntillazos hacen caer, con un rui d o seco, las reses propiciatorias, de golpe, c om o p e lotas. Más allá, en o tro departam ento, se pierden en el aire los gritos chillones de un gorrino que p r o testa la alevosía del que le clavó la argolla. Ya el cuchillo del t a s a j e r o se desliza rápidamente, seccio n a n d o con maestría la piel y la carne. ¡Fuera los despojes! Y pocos minutos después penden, iner tes, las carnes apetitosas. Al ver los cerdos col g a d o s diríanse sacos de cemento, a largados, blancos, muy blancos... Don Miguel Salaverría une a sus prestigios profesionales sim pa tía y llaneza en el trato. Con sen cillez que no excluye su indudable competencia, don Miguel nos va explicando, amable, las o p e ra c io nes de la m atanza. Entramos en la c á m a ra oscura en que funciona el triquiniscopio, severo censor de las carnes de cerda. Visitamos todo, lo vemos todo, inquirimos todo, p o r que en todo satisface nuestra c u riosidad este hom bre servicial y a te n to q u e e s d o n Miguel Salaverría. La ocasión es inmejorable, y h a y que a provecharla. Una charla sería sumamente interesante. Lo q u e d ic e el s e ñ o r S a l a v e r r í a
—¿Viene a llenar a d e c u a d a mente es*e m atadero las necesida des de la Villa? N a ve p a r a e l sacrifìcio d e g a n a d o vacu no —Rentería cuenta con un m a ta im popularidad con el pan a d ero . Y quizá sea ello d e d ero de los mejores de G uipúzcoa, que viene a satis bido a que am bos expenden artículos de tan prim or facer las necesidades de la Villa, en sus aspectos de dial necesidad c om o el pan y la c.^rne, siendo, por c a p a c id a d e higiene. tanto, más directo su contacto con el público. Sin Bajo el punto de vista de la c ap acid ad , no solo em bargo, y p o r lo que afecta al carnicero—otra vez llena las necesidades actuales, sino que se puede mirar tendrá que ser la ocasión del «Canto del p a n a d e ro » — con tranquilidad el porvenir; y aunque Rentería a l bueno sería que se tuvieran en cuenta la duración de cance una población de 40.000 habitantes se desenvol su jo rn a d a de trabajo (de cinco de la m añana a nue verá holgadam ente este establecimiento, debido a su ve de la noche), el hecho de que muchas veces se m oderna instalación mecánica. ocu p a una familia entera en el desenvolvimiento del Para ejecutar las faenas de m atanza, según las negocio y el peligro en que expone su dinero en prácticas m odernas disponem os de una completa especulaciones de com pra de ganado. instalación mecánica: una vía m onorrail a lo largo de ¡Mal m irado carnicero! ¡Ojalá sean estas líneas el las naves principales, tornos de seguridad, carros principio de tu rehabilitación! ¡A ver si llegas a c o n aéreos depósito de escaldar, mesas, básculas, a p a ra to graciarte con el público y se esfuma tu leyenda de diferencial p a ra la descarga, caldera de vapor, expoliadori Francamente, yo no tengo por tan «m a etc., etc. lo». O , a lo menos, p o r más «malo» que los demás Por su disposición general, las naves de m atanza comerciantes, no. com unican directamente, c om o V. puede verlo, con V is i ta n d o el M a t a d e r o la nave de oréo. Esta comunica a su vez con la gale ría de pesadas y descargas, de la cual parten para Amplias y bien soleadas naves. Mucha luz. Mucha el exterior las carnes y productos de la m atanza des limpieza. Magnífica instalación mecánica, lie ahí, en pués de haberse pro ce d id o a su pesaje. En cuanto a pocas palabras, lo que viene a ser el nuevo m a ta d e condiciones higiénicas, que es lo más interesante ro de Rentería, ese m ata d ero que debiera ser, mejor se halla d o ta d o de amplias ventanas y lucernas de
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ventilación, y la proxim idad del edificio al rio O y a rz u n facilita el d e sagüe. Por lo demás, dispone de locales destinados a vestuarios, retre tes, oficinas administrativas, y de un herm oso laboratorio con todos los elementos modernos, c om o microscopio, triquinoscopio de p r o yección, microtomo, etc. ¿ Q u é núm ero de reses se sacrifican al c a b o del año? Un prom edio de 1.500 cabezas vacunas y 1.100 de cerda. ¿Y se rechazan? Cuarenta reses vacunas y cuatro de cerda. A parte, se han inutili zado, después de sacrificadas, dos o tres de las primeras y tres o c u a tro de las segundas, adem ás de cuarenta hígados y veinticinco pulmones. ¿Causas? La inutilización obedece generalmente, por lo que al g a n a d o v a cuno respecta, a la presencia de la tubeiculosis. En cambio, las carnes de cerda se inutilizan por estar afectadas de triquinosis o cisticercosis. Seguimos c harlando. Nos hallamos en la nave de m atanza del g a n a d o de cerda, en d o n d e no se emplea todavía el m oderno dis positivo de la pistola, que hace más instantánea la muerte de la res. —La causa de que no se utilice este procedim iento—nos ac la ra el señor Salaverría—es que hasta el presente no e han fabricado en España de esas pistolas más que por vía de prueba, y estamos e sp erando a que salga al m erc ad o el m odelo definitivo.
C a ja d e c o m p e n s a c ió n d e d e c o m is o s
—Uno de los servicios que hace falta o rg a n iz a r—nos dice nuestro interlocutor—es la Caja de com pensasación de decomisos, p a ra indemnizar a los propietarios de las r?ses, de los decomisos que trae consigo la inspección veterinaria de las mismas. Dicha Caja tendría carácter municipal y obligatorio. La Caja de com pensación funcionaría con a u to n o mía absoluta en el m atadero, depe n d ie n d o directam ente de la Dirección, con un reglamento a p r o b a d o p o r el Municipio, cuya C o rp o ració n vendría a ser suprem o tribunal p a ra dirimir las divergencias que no pudieran solucionarse e n el m atadero. El seguro tendrá carácter obligatorio, es decir, no se m ataría ninguna res sin que se hubiese a b o n a d o previam ente la prima correspondiente a su clase, única forma de p o d e r establecer primas ap ro x im ad a s y d a r ca rá c te r de m utualidad al seguro. M u n ic i p a l iz a c i ó n
—La municipalización de los servicios del m a ta d e ro debiera llevarse a c a b o sin temor a ningún género de fracasos, máxime teniendo presen e la c a p a c id a d administrativa del A yuntam iento de Rentería; lo que redundaría en pro v ec h o de muchos intereses mirando, el asunto bajo distintos puntos de vista. A unque el A yuntam iento de Rentería fué el primero de la provincia que quiso d a r esa organización a los servicios del m atadero, p o r diversas causas no ha p o d id o llevarse adelante el proyecto. —¿Y juzga V. viable la municipalización de la venta de la carne? — En c uanto a la municipalización de la venta de la carne, estimo que debe ir precedida de la de los servicios del m atadero. Mientras tanto, sería prem aturo el intento. E p ílo g o
Esto es cuanto nos ha dicho el celoso veterinario e Inspector municipal de Sanidad, don Mi guel Salaverría. Y p o r juzgarlo interesante, te lo servimos, lec tor, p a ra que te distraigas un rato. Al regresar de nuestra visita, hemos divisado el hediondo edi ficio que antes «pretendía» p a sar p o r m ata d ero mun cipal. Y hemos pe n sad o que si el A y u n tamiento de la Dictadura tuvo sus errores, c o m o todos, es in dudable que estuvo sumamente a c e rta d o al acometer la co n s trucción del nuevo m atadero.
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lie m o s in te rro g a d o a l p o p u la r e x a lca ld e S. G oicoecñea a cerca d e los p ro b le m a s p a lp ita n te s d e la villa y a m a b le m en te nos re sp o n d e en la for m a qu e v e r á e l lector.
¿Qué opina Vd. de los servicios municipales de Ren tería? Opino que hay muchas cosas que hacer; y opino que hay que hacerlas sin pérdida de tiempo, porque algunas de ellas no admiten demora. ¿Y, cuales son esa^? 1.a —La construcción de la nueva Albóndiga, instalando en su pa te superior la escuela de artes y oficios con sus ta lle re s etc., etc. Pongo en primer lugar esto, porque dado el sistema de tributación q:ie rige en este país, que en sit gran parte los ingresos Municipales provienen de los arbitrios por consumos, y se n d o la Alhóndiga por donde debían de pasar todos los géneros gravados y depositarlos en ella cuando al almacenista no le conviene pagar los impuestos en el acto, si aquella no reúne las debidas condiciones, no se le puede obligar a nadie a que deposite en ella sus gé ñeros y estos tendrán que llevarlos a depósitos particulares. E^to trae consigo una dificultad administrativa, con gran perjuicio para el erario Municipal, como se despren de de la contestación que n.e dió el Sr. Administra dor dv‘ la Albóndiga un día del mes de Agosto último. Al preguntarle: ¿A qué atribuye Vd. la incomprens ble baja habida on ing-e^os p >r consumo de jabón? Me contestó. MIENTRAS LA ALHONDIGA ESTE EN EL LAMENTA BLE ESTADO EN QUE SE ENCUENTRA HOY, OCU RRIRAN ESTAS ANOMALIAS Y OTRAS. Ante e<ta declaración tan categórica surgió la idea de la construcción de la nueva Alhóndiga, sobre la que se
construirían la escuela de artes y oficios y otras dependen cias. 2.a—Construcción de otro edificio para baños públicos y biblioteca popular. Es evidente la necesidad que se siente en Rentería de un edificio de esta índole, pues dadas las medianas condi ciones de habitabilidad que reúnen la mayoría de las vi viendas, serían seguramente muy bien aprovechados por el vecindario, los baños públicos y la sala de lectura. 3.a—Construcción de un nuevo lavadero en la parte trase ra del Hospital. Señalo este punto para la instalación del nuevo lava dero, por considerar como el lugar más equidistante para el vecindario del barrio nuevo, parte alta de la calle de Viteri y barrio de Ondartxo. 4 .a—Reforma interior del mercado Esta reforma consistiría en construir un piso a una al tura conveniente en su parte central y en sentido longitudinal de la plaza, con escaleras de acceso en ambas cabezas, en cuyo piso se instalarían los puestos móviles para la venta de verduras, etc, etc., y su parte baja se destinaría a la instalación de puestos fijos, pues hoy apenas queda sitio para colocar de estos ni uno más. Esta obra sería de muy poco coste y de gran utilidad; y además, con ella quedaría resuelto para unos años el problema del mercado. Y 5.a -Transformación de la pavimentación de las calles sustituyendo los actuales adoquinados por hormigón asfál tico, (tal como se hizo el año pasado en algunas) con cu ya transformación salen beneficiados, el tránsito, los habi tantes de las casas inmediatas y los edificios; esta trans formación se puede efectuar sin grandes desembolsos ha ciendo cada año un tramo. Hay otras necesidades en Rentería, tal como el tras lado del Hospital a otro sitio menos céntrico y más sano de la población, pero como son problemas que requieren un estudio detenido, dejaremos para otra ocasión. ¿Y de qué medios dispone el Ayuntamiento para lle var a efecto estas mejoras? Dispone de los siguientes: Para la construcción de la nueva Alhóndiga, escuela de artes y oficios, baños públicos y otros trabajos, quedó aprobado un presupusto dt* 350.000 ptas. cuya cantidad fa cilita la Caja de Ahorros Provincial al 5°/0 de interés anual. Las demás obras se podrían ejecutar con ingresos or dinarios. Las obras que se citan en 1.° y 4.° lugar son repro ductivas en alto grado. Las señaladas en 2.° y 3.° lugar son de imprescindible necesidad. Y la señalada en 5.° lu gar aunque no es indispensable su realización inmediata, es muy conveniente su ejecución, aunque ésta se haga paulatinamente. Espero de mis amigos los componentes del actual Ayuntamiento no tomen a mal una advertencia: Si los provectos que dejó aprobados el Ayuntamiento anterior creen Vds. deben ser modificados, hagan las va riaciones que crean convenientes, pero procuren hacerlas, ampliándolas y nunca reduciénd< 1 ¡s; porque dado el aumento constante de población que se nota en Rentería, por mucha amplitud que se dé a los proyectos, siempre resultarán pe queños. R entería, Julio 1951.
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REMEMBRANZAS
Los liberales de Rentería y la juventud deportiva Con los dedos suspendidos sobre el teclado de la má quina de escribir, y con la vista fija en Ja alba cuartilla que sujeta su rodillo, veo en mi imbibición desfilar por la pantalla de los viejos recuerdos, aquellos buenos amigos de Rentería, liberales demócratas intachables, que la insa ciable Parca nos arrebató prematuramente: Ramón Illarramendi, León Larruscain, Mateo Goyenechea. . ¡Como olvidar los bellos gestos del culto munícipe e industrial inteligente; las inquietudes deportivas del animador de la «Gimnástica» y el humorismo sano y contagioso del consecuente orfeó nico!... El tiempo no ha borrado los recuerdos gratos de aque llas tardes de fútbol dominguero que compartíamos cor dialmente con los buenos liberales de la industriosa villa. En aquel entonces, los grupos políticos sentían cierta inquietud por el desvío de las juventudes entregadas de cuerpo y alma a las manifestaciones deportivas. La fuerza
coactiva del balón era superior a todas las banderías de partido. El fútbol presidía las más nutridas asambleas ju veniles. Solo vibraban en ellas la «política> del deporte, con un único matiz democrático, sin derechas ni izquierdas..* Los directorios políticos alarmados al ver exhaustas sus filas del porvenir, renegaban unos contra e! veneno exótico; otros más cautos o avisados, buscaban la captación de la juventud desperdigada por los campos deportivos para ofrecerles aquellos elementos de diversión «británica» que les aproximaran al ambiente político de sus patrocinadores o cuando menos, que les alejara de otros contagios peli grosos para la causa... El Círculo Liberal de Rentería, donde Illarramendi era batuta de alto prestigio, vió, naturalmente, con claridad meridiana este problema de <política deportiva». Y no dudó en ofrendar a la juventud renteriana su campo de expan sión futbolística, mientras el pueblo disfrutaba también de los beneficios del espectáculo.
Las puertas del sacrificio económico fueron abiertas en la generosidad de algunos liberales, hijos ejemplares del pueblo. Y un día nació la hijuela deportiva del Círculo: la «Gimnástica Renteriana» con Anechino (A), Garayalde, Vibarreal, Otero, Alonso, Basquesó, Insausti, etc., por pun tales de su equipo modesto y entusiasta: Iruneses y donos tiarras acudimos al campo de los renterianos a alternar amigablemente en contiendas balompédicas. Un club de nuestras «khoskas», el «Fortuna», era la visita más frecuente casi era considerado como «de casa». Y los que vestíamos la camiseta roja y azul de los «fortunistas»—nómadas del fútbol donostiarra, porque carecíamos de campo p r o p i o éramos unos renterianos honorarios con un robusto espíri tu de gratitud y de camaradería ampliamente liberal... Sin ceramente, los Illarramendi, Otegui, Urigoitia, Larruscain, Insausti. Zalacain, nos habían conquistado con su simpática hospitalidad y su caracter ampliamente democrático. En pleno sarampión deportivo, los libe rales de Rentería sintieron la fiebre del fútbol; ya no veían las «patadas» como un juego exótico y perturbador... Hombres curtidos en las luchas de la vida política, social, in dustrial, fueron mostrándose sensibles al calor e interés de las competiciones desarrolladas en el escenario renteriano. Alguna vez, deja ron de ser espectadores para saltar al campo a darle al balón... Y una tarde inolvidable, la llamada «Tonelada Renteriana»—un equipo «de fuerza» en el que la veteranía y los kilos constituían un handicap nominal, porque bien demostró en el campo su valor efectivo con un brío y entusiasmo ejemplares—haciendo honor a su gallardo desafío, nos venció a los «flakushkas» que salimos confiados en ganarles la pelea, sino por k. o. porque se trataba de «pesos pesados», por puntos cuando menos... Fué aquella una jornada digna de ser descripta por la pluma del mejor humorista literario y gráfico... Se jugó ai fútbol o cosa parecida; fueron retratados los «héroes» y se festejó el acontecimiento con una sabrosa «afari merienda rociada de un humor de la mejor cosecha liberal. Viejos (?) y jóvenes vivimos en cordial amalgama aquellas ho ras deliciosas en las que los sentimientos coincidentes—polí tica y deporte—flotaban en estrecho maridaje. Porque allí to dos éramos amigos de la libertad más democrática, que es uno de los principios básicos del deporte en función colectiva. Y aquella juventud deportiva y «apolítica» que el Círculo Liberal acogía en sus brazos amorosos, ha formado en esa vanguardia nacional que camina tras más ámplios horizontes democráticos. No hay que olvidar, que en cuerpos sanos, forjados en el yunque del deporte, solo vivifican las causas justas... Salvador DIAZ IRAOLA San Sebastián
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¿Q ué en can to tienen estas antiguas fotografías para quien las contem pla, que le hacen retrotraer sus p en sa m ien to sa la cp o ca q u e e v o can sus im ágenes, ya am arillentas por la a cción de los añ os? Asi ésta que aquí publicam os, del tiem po en que se reorgan izó la Banda municipal renteriana, h o y más del d ob le en su núm ero que los ven tiléis m úsicos, inclu so el director, que aquí aparecen Pero en com p en sación , véanse los entusiastas elem en tos que en 1917 la com p on ían , entre los que identificam os a los cuatro herm a n os M uguerza, entusiasta dinastía m usicófila, al veteran o C am acho, a José M.a Elustondo, a P aquito C ob os el actual platillero, a T eo d o ro G oñi, Ignacio O lascoaga, y A gapito G aztelum endi, los tres difuntos, así c o m o A n tonio Corta, Martín G oñi, Lacalle, V alle y R oca. Y no querem os olvid ar a F ran cisco Salsam endi ni a R eparado O laizola, h o y tod avía en a c tiv o c o m o veteran o incansable d e la brillante entidad. V em os asim ism o algunas caras d esco n o cid a s, y no querem os dejar en el tintero sin m encionarles a A belardo V elasco, actual d irec tor d e la Banda de Pasajes, antiguo y buen am igo nuestro, así co m o al entusiasta M anolo A nón, en to n ces m úsico y h o y c e lo so y respeta d o secretario de la asociación musical. En el cen tro del grupo figuran los d o s puntales de la que más tarde debía ser brillante banda renteriana. José M.a Iraola, su a c tual director, de quien el mejor e lo g io es oir tocar a la actual Banda que con su proverbial buen gusto dirige, y por últim o, en el lugar de h on or D. Luis Navidad, m aestro clarinetista, ya fallecid o por desgracia, que e d u c ó una falange de m uchachos, ejecutantes de clarinete inculcán doles con su m aestría el c o n c ep to h o m o g é n e o y p astoso que lo s instrum entos d e madera deben desem peñar en una banda para contrapesar las du rezas del metal. La Banda m unicipal de Rentería, «suena» de la m anera que quería D. Luis N avidad, y al e v o ca r estos pretéritos recuerdos hem os de hacer aquí justicia a los m éritos d e aquel excelen te y lab orioso profesor de instrumental, d ign o del recon ocim ien to de los renterianos am antes del divin o arte.
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JO V E N
U no d e lo s más im portantes fines que fiel* m ente cum ple nuestra «Revista» es el d e r ev e lar valores juveniles form ad os en el ám bito de esta villa. Estímulo para el que con entusiasm o em prendió cam inos d e actividad profesional; y m e recid o prem io para quien en Rentería su p o con magistral c e lo guiar los prim eros p asos del principiante. En carta que tenem os a la vista, nuestro qu erido am igo R od rigo Martínez Sáez nos da — co n fecha M ayo del corriente añ o y desd e V alparaíso— una relación sucinta d e su vida y m ilagros. «A Rentería la recuerd o —d ice— co n ver d ad ero cariño ya que en esa linda villa estudié; y lo p o c o que sé, lo d e b o a los principios de música que aprendí co n mi querido m aestro D. H ipólito G uezala, al cual en prueba d e cariñ oso recuerd o dediq ué mi primera com p osición mu sical. En esa villa también em p ecé mis estu dios d e clarinete continuad os y perfeccion ad os en San Sebastián. Se trata c o m o ven los lectores, de un joven em prendedor y an im oso que c on fiad o en su aplicación al trabajo y en su d e v o c ió n por el arte, bu scó derroteros por el an ch o m undo.
A R T IS T A C ontinuem os ley en d o su interesante carta. «Salí d e San Sebastián el 4 d e Septiem bre de 1925 c o n dirección a Inglaterra. Estuve en Londres, L iverpool, Cardiff y Manchester; salí para las Islas d e C abo Verde: d e allí a B uenos Aires, Islas M adeira, Inglaterra otra v e z, París, B urdeos..... D espués Panam á,H onolulú, Y okoam a, T ok íc, O saka, K ioto, Kola, China, Manila, Singapore, C olom bo, M adagascar, Sud-A frica, y vuelta a B uenos A ires, d on d e me inicié en las orquestas d e «jazz» c o m o saxofonista. Al añ o d e tocar el saxofón pasé a Chile c o n el «Diablo Fredevicksón». La prensa d e estas latitudes me considera c o m o un virtuoso del saxofón. Los viajes de este m uchacho artista son lec c io n es de G eografía descriptiva c o n el planis ferio a la vista. R od rigo ha contraíd o m atrim onio, y p ro m ete venir c o n su distinguida esp esa a nuestra villa en la que dará un concierto; el prim ero que ha d e celebrar en España. Nuestros brazos abiertos esperan al qu erido am igo, intrépido viajero, n otab le ejecu tan te m úsico inspirado y entusiasta de Rentería.
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Llegó a ser Rentería, el lugar más importante de la Ba hía de Oiarso (actual Pasajes), cuyos barrios de la embo cadura apenas si existían; los buques que en aquellas fe chas se dedicaban al cabotaje, a la pesca y tal vez algo a la piratería, arribaban a Viilanueva de Oyarzun, que llegó a alcanzar una grandísima importancia, sosteniendo grandes pleitos con San Sebastián, sobre la percepción de los de rechos de curso, por el río Oyarzun (Oarso), llamado en tonces Rio de Lezo, que en aquella época, era fácilmente na vegable en su desembocadura. La concor .'¡a de 1339, trató de zanjar esas diferencias, más como San Sebastián insis tiese en el cobro, Rentería en 1374, entabló un pleito, fa llado a su favor el 30 de Septiembre de aquel año, otra vez surgió la cuestión y un nuevo pleito duró de 1455 a 1475, en que los Reyes Católicos y la Junta de Guipúzcoa fallaron en definitiva a favor de la Villa. Soraluce, en su obra sobre Guipúzcoa, dice de Rentería: que sin embargo de no haberse conservado la memoria de sus distinguidos hijos, anteriores al siglo XVI, por su po sición y circunstancias, debieron ser. en no escaso número; varios autores, la tributan elogios por sus servicios, singu larmente marítimos, es pués la navegación, lo que dió fa ma a Rentería; pero así como el ardimiento náutico de sus hijos la llevaba a la historia, también contribuía a ello, el arrojo guerrero de los mismos; probado en las tres veces en que fué destruida por los franceses; que la incendiaron en 1476, cuando Aman de Albret, para defender los dere chos a la Corona de Castilla de Juana la Beltraneja, que se
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Decía el poeta Jorge Manrique; que, cualquiera tiempo pasado i'ué mejor. ¿Quies se atrevería hoy a afirmar semejan te cosa? ¿Fueron superiores a estos tiempos que vivimos, aquellos de hace siglos, cuando el obscurantismo, la bar barie, la negación de todo derecho humano y el imperio de la fuerza, eran únicas leyes? ¿Podrá decirse, que los tiempos de monarquía absoluta, en nombre de un preten dido derecho divino, eran mejores que los actuales en que la democracia alborea y se inicia en España, el lógico sis tema de gobierno, del pueblo por el pueblo? Con motivo de unos actos, llevados a cabo por Euzkal Zaleak, en Rentería, preguntaba uno de los señores que lo presidían, a. un chico que en ellos tomaba parte; que cosa era, la que actualmente, daba mayor fama a la villa y el pequeño, en su veraz inocencia, respondió, que las galletas; reflexionando sobre este hecho trivial, mi imaginación, me condujo, a establecer la diferencia entre el ayer y hoy, re cordando, que el pueblo que goza alguna fama, debido a sus galletas, allá, hace unos siglos, en aquella obscura épo ca a que antes nos referíamos, la tenía aun mayor... por sus marinos, afirmación que de no ser cierta, se tendría por humorística. El lugar de Orereta, del Valle de Oyarzun, de origen romano, constituía en remotos años, una barriada depen diente de Fuenter rabia; por el 1320, se le designó con el nombre de Villanueva de Oyarzun y pasado algún tiempo y por ser en él, donde se cobraban los derechos de adua na o rentas, se le llamó Rentería; con cuyo nombre, ya se le conocía en 1397, según lo prueban las actas de la Junta de Guipúzcoa de dicha fecha; por el año 1491 y des pués de muchas cuestiones, luchas y muertes, el actual Oyarzun, que era un barrio de Rentería, quedó segregado de
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los disputaba a Isabel la Católica, atravesó el Bidasoa; luego en 1512, después que el ejército inglés hubo embar cado en Pasajes, tras el intento de invasión de Guiena y Navarra, dos cuerpos de ejército, franceses, ocuparon par te de Guipúzcoa y finalmente, en 1638, que el Príncipe de Condé, con veinticinco mil hombres, llegó hasta San Se bastián; de las tres desolaciones, como nueva a v e -fé n ix , surgió Rentería de sus propias cenizas, castigando a sus destructores, en la medida de sus fuerzas. Entre otros de sus ilustres hijos, ha llegado hasta nos otros la memoria de Cristóbal de Gamón, notable poeta y literato, que fué consejero de Enrique IV de Francia; Martín López de Iturgoyen, Fiscal de la Inquisición de Lima, Juan de Erizurna y José de Imaz, que en 1834, ocupó el Ministerio de Hacienda. La biografía de todos los marinos notables, hijos de Rentería, haría demasiado extenso este trabajo; sólo pues, citaremos a algunos; e .tr e ellos, el notable cosmógrafo Martín de Zubieta, que a las órdenes del general don Diego Flores de Valdés, tomó parte en la desgraciada exploración del Estrecho de Magallanes, en los años 1581 a 1584, de la q.ie pocos lograron salvar la vida; Pedro de Zubiaur, general de Marina, en el reinadq de Felipe II, que sostuvo victoriosos combates con navios holandeses; juanes de Amasa, célebre por su comportamiento en el combate naval, contra cinco buques turcos, a la vista de la plaza de Orán, el 12 de junio de 1540, Martín de Irigoyen, almirante del general Zubiaur, fué célebre, por su combate contra una escuadra anglo francesa, en Blage, el año 1593, derrotando a la nave almirante inglesa y apo derándose de su bandera, ésta estuvo depositada en la iglesia de Rentería, hasta el incendio de 1638; Irigoyen murió ahogado en los mares de Filipinas, lo mismo que su hijo Martín también almirante y que sirvió en aquellos le janos mares; Juanes de Isasti asistió a la conquista de Orán, en 1509, distinguiéndose al frente de sus renterianos, en la toma de una torre de la fortaleza de Trípoli, por lo cual, la reina Juana La Loca, le hizo merced de un escudo de armas, alusivo al hecho; Martín de Uranzu, el célebre M a c fiin d e R en tería, cuyas glorias y fama de valor eclipsaban las del vizcaíno M artín d e Mung.uía; después de ser vencedor de varios combates, el día de Pascua de Pentecostés del año 1526, dirigiéndose de Alicante a Si cilia, trabó combate con una escuadra del famoso corsa rio turco Barbarroja, compuesta de más de veirte buques, de los que logró escapar, hundiendo antes alguno de ellos; por esta hazaña se le concedió también escudo de armas, y Carlos I. le nombró general de Marina, por Real Cédula, extendida en Barcelona el 6 de lunio de 1529; sú hijo Juan Pérez, emuló las hazañas paternas, acompañando a su progenitor en 1535 a la conquista de Túnez, y aquí damos fin, por no consentir más extensión, el espacio disponible. Poco pudieron figurarse aquello valerosos marinos, que la fama de sus proezas, pudiera un día ser sustituida por la de las galletas; bien dijo el filósofo, que todas las glo rias no son más que humo, y bien hacen, al recordar a los recién nombrados pontífices el SIC TRANSIT GLORIA MUNDI, símbolo de lo inestable de las terrenas vanidades. Rentería, Julio de 1931.
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El genio que duerme Ni una preocupación, ni un desmayo, ni un pesar, nada preocupaba mi espíritu; la luz de la alegría, de la tranqui lidad y de la esperanza, brillaba en mi frente con fulgores de vivo color, como las estrellas que iluminan por la noche el firmamento; solo, silencioso y rodeado de oscuridad no sé si soñaba o dormía en la visión de fantásticas imágenes, que en resumidas cuentas debían de ser el momento qUe separa la vigilia del sueño. Digo, porque me era posible escuchar el ritmo del reloj que con su monótono tic tac, rompía el silencio de la noche y mi corazón latía junta mente al compás de su acento. Paróse de repente ¡Válgame Dios, que no sé si vivo! Arrimé la mano al corazón y gracias que todavía funcionaba. Más no me convencía del efecto de su funcionamiento y en un suspiro entrecortado quise probar mi aliento porque podía ocurrir que aun después de muerto latiera el corazón por la fuerza de la inercia. No era el corazón el que se había paralizado; era el reloj de la mesilla, el que en un momento dado se calló por el agotamiento de cuerda. Nunca he observado pararse un reloj; tantas veces que habré tomado en las manos he visto en algunas de ellas parado y .otras veces funcionando, pero nunca en el momento de su agonía. ¡Caso raro tiene que ser en verdad! Pero esta vez coincidió que estando oyendo sus latidos dejó de existir. ¡Pobre reloj! Tam poco es fácil llegar a la observación de la aparición y caída de la hoja; parece que todos los días encontramos igual las copas de los árboles v llega un día en que se nos presentan sombreadas de rica y abun dante frondosidad; unos meses más y su ramaje se queda convertido en un triste esqueleto, sin que nadie se haya podido dar cuenta de Su transformación. El reloj en estas circunstancias no es el símbolo del árbol que pierde su frondosidad con maravilloso disimulo. En el reloj se advierte la transición, y por eso tiene más bien la figura de la muerte, y cuando la muerte sea repen tina mayor es la impresión que produce en nuestra alma. Así paró mi reloj y por eso su tipo reproducía la escena de la muerte: su esfera, el semblante de un cadaver, sus manecillas, los ojos negros hundidos en la concavidad, y el cristal, la tapa transparente que cierra el féretro... No pude resistir por más tiempo su cadavérica presen cia y haciendo un esfuerzo supremo lo tomé en mis manos no sin temor y precaución y poco a poco le fui dando Cuerda .hasta que recobró la vida. ¡Oh maravilla! ¡Milagro milagro! exclamé en lo profundo del alma. Nunca pude creer que yo tuviera el poder de resucitar a los muertos; ni a mí mismo podía darme crédito al ver que podía dar vida a los objetos. ¡Poder inaudito de la mano del hombre! y pensar que yo puedo dar vida y movimiento a los pro digiosos aparatos que surcan los inmensos espacios del aire! ¡pensar que yo puedo sostener la estabilidad de los grandes buques que flotan en la superficie del mar! y pen sar que está en mi mano el secreto de la telefonía, de la electricidad, de la astronomía, de la filosofía... ¿Y si tanto puede el talento del hombre, hasta donde llegará ¡oh Dios! el poder de tu omnipotente sabiduría? ¿No podrás tú crear el cielo y la tierra, las estrellas,
el firmamento, la mar, e infinidad de nuevos mundos que el cerebro humano no los podría imaginar? ¡Cuanta harmonía de notas se ocultan en las cuerdas del arpa abandonada y «cubierta de polvo» por no hallar «una mano que sepa arrancarlas», como dice Becquer: Del salón en el ángulo oscuro, de su dueño tal vez olvidada, silenciosa y cubierta de polvo, veíase el arpa. ¡Cuanta nota dormía en sus cuerdas, como el pájaro duerme en las ramas, esperando la mano de nieve, que sabe arrancarlas! ¡Cuantos genios ocultos en el cerebro del hombre es perando a una voz que los despierte de su sueño y salgan a la luz de la vida encumbrados sobre el lírico cisne de la gloria y admiración: «¡Ay pensé! cuantas veces el genio, duerme en el fondo del alma, y una voz como a Lázaro espera que le diga: «¡Levántate y anda!» ¿Quien es el feliz que descubrió el genio divino de Dante, el que penetró en el fondo del talento de Santo Tomás, q u t elevó el concepto teológico remontándose co mo el águila a las remotas regiones de la sabiduría, el que despertó el genio de Bethoven, el de Edisson, el de Des cartes, el iniciador de la tendencia crítica de la filosofía castcsiana? ¿Quien es el que encendió la llama del talento del in signe polígrafo Eleizalde, del glorioso Etxegarai, que dotó al país de una brillante literatura de la historia contrarres tando campañas inicuas de algunos perversos propaladores que quisieron denigrar con sus pinceladas él mérito de nuestra honradez y las glorias de nuestras puras tradiciones; del inmortal Usandizaga que recogió en su portentosa ins piración el rico caudal de la música popular vasca e im primió a sus obras el sello de una expresión esencialmente artística y vibrante de la raza. Esconde la tierra en su seno tesoros y riquezas admi rables que desconoce el hombre hasta que un hierro lace rante perfora su capa dura y penetra en el secreto de sus entrañas; contiene la calidad del agua seres invisibles, mi crobios que solo se pueden percibir con un sencillo apalato de biología; vagan a nuestro alrededor infinidad de notas, de sonidos de mil rumores extraños confundidos en tre los átomos del aire y solo un aparato receptor es ca paz de conseguir el fenómeno de poder ser escuchados por el oído humano. Así mismo ha distribuido Dios en el cerebro del hom bre el rico tesoro de su sabiduría infinita, y cuan poco se ha descubierto en la vida, cuantos nuevos fenómenos de la ciencia ocultos a la inteljgencia humana con la cortina que cubre la efigie de Isis! ¡Cuanta nota dormida en la ar monía maravillosa del mundo, cuanto genio sin aprovechar, cuanta sabiduría sin explorar esperando a una voz que como a Lázaro le diga: «¡Levántate y anda!» ¡La voz de la sabiduría Divina! T. GARBIZU
NUESTRO FOTÓGRAFO Se ha dicho hace mucho tiempo: «Arrojar la cara importa, que el espejo no hay porqué» o sea que no tiene el espejo la culpa de que uno sea más feo que Picio; análogamente, el mal fotogra bado procede por línea directa de una fotografía pésima. Como los fotograbados que aparecen en esta revista, son, en general, irreprochables, habrá que reconocer como causa y antecedente el esmerado arte, la escrupulosa conciencia artística de nues tro amigo y colaborador D. Eugenio Figurski, fotógrafo de tan extendida reputación que de muchos kilómetros a la redonda vienen buenas gentes a retratarse en el establecimiento de D. Eugenio, como si se tratase, por ejemplo, de aguas milagrosas. No es milagro el del amigo Figurski, sino método, perseverancia, buen instrumental, buenos reactivos, buen retoque, todo, en fin, lo que ha de atesorar una fotografía modelo. Que asi es la de nuestro amigo, convecino y buen artista D. Eugenio Figurski.
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R E N T E R IA
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NECROLOGIA T odos los a ñ o s d e d ic a «RENTERIA» itn cari ñoso recuerdo a n u estros a m ig o s fallecidos d u r a n te e l la p so q u e m ed ia e n tre la a p a ric ió n p erió d ic a d e n u estra revista. A l incluir en esta sección a D. L eoncio Lecuona y a IX A gu stín Irigoyen, fallecid o e l prim ero e l 26 d e N oviem bre d e 1930, y e l seg u n d o e l 11 d e A b ril d e 1931, re n o v a m o s e l buen recuerdo q u e d e ellos ten ía to d a la p o b la ció n com o excelen tes convecin os q u e en su s a c tiv id a d e s com erciales, a s í c om o en su tra to p a rtic u la r su pieron gran jearse, s im p a tía s y a m is ta d e s bien m erecidas.
D. A gustín Irigoyen
A m b o s eran con cejales en la feeña d e su d efu n ción, m u y se n tid a p o r to d o e l vecin dario, y a l re n o v a r su recu erdo ñ oy, n os a tre v e m o s a p e d ir a nu estros fav o rec e d o re s un a p le g a r ia p o r su eterno descan so, e n v ia n d o a su s a p re c ia b les fa m ilia s el testim o n io d e con dolen cia d e lo s e d ito re s d e esta publicación.
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D. Leoncio L ecuona
RECUERDO La bu en a a m is ta d d u ra m á s a llá d e e sta vid a ...
X
La multiplicidad y rapidez de las comunicaciones ha hecho desaparecer m uchas de aquellas tertulias clá sicas que a falta de otros centros de reunión existían en Rentería. Está muy próxima la gran urbe donostia rra, que absorve con su s diversas atracciones a mu chos de los habitantes que no encuentran el ambiente apropiado a sus horas de solaz en la paz de nuestra villa industrial y democrática por excelencia. Pero a pesar de esto, aún quedan algunas tertulias en el pueblo, y una de las más destacadas por el sitio céntrico que ocupa, era la de G arm endia. Quien no conoció a Rafael! Navarro de nacimiento y renteriano de corazón, acogedor y alegre, siempre tenía para to dos el gesto riente de s a s ojos claros, y la palabra agradable que salía siempre de su boca con la misma naturalidad y sencillez con que narraba algún sucedi do o nos endilgaba una historieta graciosa. Quiero recordar que fué por unas M agdalenas cuando le conocí y desde entonces fuimos buenos ami gos. Ya sabe V, me dijo en tono chancero: «aquí, en esta tienda irá V. conociendo a algunos amigos, pues nos reunimos todos los días de seis a nueve de la no che y a esta hora precisamente me doy el gustazo tam bién todos los días de echarles a Vds. a la calle.» Era por M agdalenas...ya sabíam os por los p rogra m as-anuncios de mano los festejos: toro de fuego, lu minarias de artificio, m úsicas, iluminaciones, etc. S e notaba esa peculiar alegría que reina siempre en los pueblos durante las fiestas de sus S a n to s Patronos; pero no era bastante, Rafael había de explicarnos con todo lujo de detalles lascostum bresrenterianas. El año tal...se hicieron unos festejos magníficos... La Banda municipal toca admirablemente; en tal época ganó un primer premio... Verá V-, verá V que animación. En estos días despierta Rentería... y con el calor y el fue go de un renteriano de corazón iba g anando nuestro ánimo para com penetrarnos con las costum bres del pueblo que tanto quería. P asaban las M agdalenas. En la tienda de Rafael empezaba la afluencia de m archantes veraniegos que venían en busca de los g é n 2 ros de hilo que han acre
ditado las fábricas de Rentería por toda E sp a ñ a y América, No había tertulia durante los m eses de estío. Todo el tiempo era poco para atender a los parroquia nos. El orden de la tienda en cuyas estanterías esta ban colocadas infinidad de cajitas blancas, se conver tía en magnífico desorden, y allí sobre el m ostrador reluciente donde nunca faltaba el búcaro de flores fres cas, se am ontonaban los juegos de fina holanda y las mantelerías bordadas que iban acariciando las m anos femeninas de las dam as de alta alcurnia. Rafael aten día a todos, se multiplicaba, irradiaba simpatía y para todos tenía el gesto riente de sus ojos claros. Después del tiempo veraniego volvían las a g u a s a su cauce. Quiero decir que volvía la paz y el orden a la tienda. Solía aprovechar este g a n a d o descanso R a fael, para ir a hacer su cura de ag u as, y era allá por Octubre, el mes que empieza coronado dé sol y acaba coronado de nieblas, cuando la tertulia volvía a tomar la peculiar animación que culminaba en los días grises del invierno. En cuanto sonaban las seis de la tarde íbamos lle gando uno a uno los amigos de Rafael, y quien de no sotros podrá olvidar aquellas h o ras am enas que nos proporcionaba su compañía? A pesar de las incom o didades que le proporcionaba su reuma, su humor era siempre igual, y jam ás se le notó el mal talante que engendran las dolencias, antes al contrario, alegre siempre y dicharachero, comunicaba a todos su pecu liar alegría e iba prendiendo de unas almas en otras la jovial simpatía de la risa. Multitud de anécdotas po dríamos citar que revivirían muchos, muchísimos re cuerdos de la villa renteriana. No querem os pecar de pesados. Ha sido sólo nuestro ánimo a v iv a ren v o s o tros solamente el recuerdo de él, del buen amigo, del renteriano de corazón que amó a esta villa con toda su alma. Y a vosotros su s am igos de la tertulia que sé de seguro que no le podéis olvidar ni un solo día, en é s tos de M agdalenas, quiero pediros para Rafael adem ás del recuerdo, el Padre Nuestro efusivo que recibirá de seguro con aquél agradecimiento que hará fijar en vuestra mente el gesto riente de sus ojos claros. Laguna.
O B R E R A E n p a rte a lg u n a fa lta n p ro b le m a s y q u e b ra d e r o s d e c a b e z a . E l d e la tie rra el m a g n o p ro b le m a en o tr a s re g io n e s; en la n u e stra no h a y la tifu n d io s , s in o m in ifu n d io s; la p ro p ie d a d e s tá a to m iz a d a y c o n stitu y e , de h e c h o , un p a trim o n io fa m ilia r. T ie r ra s a d s c r ita s al c a s e río , m iden un á re a c o m o la d e un p a ñ u e lo m o q u e ro ; no o b s ta n te , la c o n s ta n c ia d e la la b o r h a c e p ro d u c ir a e s ta s fie rra s la b ra n tía s q u e rin d e n s u s c o s e c h a s d e m aíz, a lu b ia y h o r ta liz a s , p rin c ip a lm e n te , c o n m á s, la o lo r o s a y n u tritiv a h ie rb a de lo s p ra d o s . De m uy a n tig u o el la b o re o a g ríc o la en e s te p a ís no ha s id o de la e x c lu siv a d e l v a ró n , p u e s la m u je r h a p a rtic ip a d o en él, re a liz a n d o in c lu s o fa e n a s d u ra s-
DEL
C A M P O
N u e stro d ib u ja n te , c u id a d o s a m e n te o c u lto , ha tra s la d a d o a e s ta p á g in a una casfiera en p le n o tra b a jo de c a m p o . No p e rtu rb a d su v id a b u c ó lic a y tra n q u ila , co n s u e ñ o s de a m b ic ió n . S i la h a b ía is , d e cid la q u e e n v id iá is su e x is tir sin in q u ie tu d e s: d e ja d la en el d u lc e r e p o s o de su a lm a , p u e s si a v iz o ra u na e x iste n c ia m e jo r y a b a n d o n a el c a m p o , e s ta m o s p e rd id o s . E s ia m o s p e rd id o s , si s e n o s h a c e m e c a n ó g ra fa .
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O B R E R A
DE
U na d e las m ás-im portantes causas d el b ie n e sta r e co n ó m ico que disfruta n ues tra villa, se debe al trab ajo d e la m ujer. Las v a ria d a s in d u strias estab lecid as en la lo calid ad dan o c upación, g en eral m ente a d ec u a d a , a las h ábiles m anos d e la co m pañera del ho m bre. ¡C on q u é destreza, rap id ez y m aestría em p aq u eta galletas, clasifica to rn illo s y se a d u eñ a y d om ina p ro n tam en te el m ecanism o del trab ajo a que se la som ete! Para cierto s trabavos, q ue, p o r su m o n o to n ía, exigen paciencia cu id ad o sa, la m ujer es insustituible. A cude puntual a su fábrica, no sin an tes h ab er e ch a d o una m ano a las tareas m añaneras d e su hogar; acu d e puntual, lim pia, d e ce n te m e n te p re sen ta d a y co n ten -
LA
FÁB RICA
ta, p o rq u e es una satisfacción d e d ig n id a d y d e o rg u llo legítim o para ella, co n tri buir con su tra b a jo al sostenim iento d e la vida propia y d e los suyos. Esta satisfacción se m uestra a la salida d e la fábrica: los rostros de las m ujeres m ás que cansancio, reflejan aleg ría: se buscan las am igas y form an sim páticos gru pos: charlan p o r los c o d o s las jó v en es y so lteras... "los zapatos no se los ha p o d i d o com prar e ste mes, p o rq u e se ha co m p rad o m e d ia s...“; “en tal tie n d a v e n d en un sus más b a ra to tal a rtíc u lo ...“; “...e l d om ingo bailó en la A lam eda con un chico q ue la dijo era b a rb e ro , bastante sim pático..." V iven felices y contentas; h ay conform ism o; un mi am igo, suele d e c ir, pegue o no pegue, q u e estas m ujeres de las fábricas son unas filósofas.
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Z u m á r r a g a y ‘Z u m a y a .
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Un sol de primavera, de espléndido día de primavera, refulgía, cual hostia de oro, en el cénit. Allá arriba, muy arriba, infinitamente arriba, el cielo recortaba en el firma mento su comba azul. El aire estaba impregnado de esen cias de vida. T o do parecía reir. Un camino tortuoso, sembrado de piedras y guijarros, me había llevado a la cima desde donde se contemplaba Rentería, mi pueblo querido. Abajo, encajado en una hon donada, se divisaba el abigarrado conjunto de los edificios de la Villa. Multitud de largas chimeneas—heraldos de in dustria—estiraban hacia el cielo su cuello de girafa. Sus negros pulmones expandían columnas de humo, diluidas, hasta perderse, en la diáfana inmensidad del espacio. Se deslizaba impalpable una brisa suave, entonando quedamente casi imperceptiblemente, su canción. Me pa recía escuchar murmullos de palabras misteriosas. Recon centrado en mí mismo, escuché atento. Decía así el rumor de la brisa: «Rentería, noble matrona, emporio de industria, soy la brisa que viene a secar, amorosa, el sudor de tu honrada frente. «Tú puedes erguir altiva la cabeza, pues amas el T r a bajo, que es ley de vida. Tú entonas un himno a la in dustria, que sigue, constante la ruta del progreso. Cada casa tuya es la mansión de un trabajador. Y todos los días sin desmayos ni vacilaciones, tus labios ennegrecidos musitan con fervor la plegaria del Trabajo». Un rumor más ronco, como el eco de un suspiro, me hizo volver a la vida. Veía dibujarse ante mis ojos las ne gras columnas de humo que subían sin cesar. El ruido que se alzaba de la Villa sonaba confusamente en mis oídos. Con los ojos abiertos, desmesuradamente abiertos, miraba sin ver. Como suspendido en el espacio, había perdido la noción de tiempo y de lugar. Otra vez el murmullo del viento, con su voz de miste rio, empezaba a sonar:
LITERARIAS
D
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L
T R A B A I O
«Rentería, laboriosa hija de Guipúzcoa, tú puedes mos trar con orgullo tus hijos, que son los hijos del Trabajo. Ellos son el pendón más honroso, la diadema brillante que orla tu cabeza. Con sus trajes de mahón, cuando cruzan tus calles para ir a la tarea, parecen como hormigas —grandes hormigas—que vuelven, previsoras, a su diaria labor. En tí aprendieron el ejemplo de la virtud. Y por eso cumplen fielmente el precepto divino: «Ganarás el pan con el sudor de tu frente». Ellos levantan las columnas de un templo. El templo del Trabajo. Y alzan sus altares y labran sus capiteles. El templo del Trabajo, bienamada Rentería, eres tú». Las ramas de los árboles se mecían en la hamaca del viento. Los pájaros desgranaban sus alegres trinos. Los rayos del sol se deshacían en reflejos de oro. Allá enfren te, como fúnebre contraste, dormía su apacible sueño la sagrada mansión del Camposanto. «En el libro de la vida está escrito tu nombre con le tras de oro. Y hay algo de venerable en tus manos enca llecidas qué se estrechan con emoción. «Rentería, noble y laboriosa, sigue trabajando. Que yo sabré estam par en tu honrada frente mi beso de amor. «Día y noche, noche y día, sigue recitando sin des canso tu plegaria, que suena como una canción. Continúa por la senda que elegiste, pues es la senda de la prospe ridad. Trabaja, que el trabajo conduce al bienestar. Yo vendré a escuchar todos los días el himno que sale de tí. Ese himno que es la CANCION DEL TRABAJO». El disco del sol comenzaba a ocultarse en lontananza. Las sombras llegaban para reñir su diaria batalla con la luz. Y abajo encajada en una hondonada, Rentería se guía trabajando.
Jesús Los Santos
D O S F IG U R A S D E L C L U B D E P O R T IV O E U Z K A L D U N A El deporte tiene en Rentería esforzados represen tantes. liien conocidas son en el campo amateur las siluetas de Romualdo O cáris que desde el año 1910 viene figurando en el sport pelotístico, primero con el AmaikaC-bat, conquistando el título de campeón re gional a mano en compañía de Mina e! año 1915. Luego juega defendiéndolos colores de la Gimnástica renteriana con Castelruis y más tarde ya en el Eus calduna conquista con Cecilio Guesala el cam peona to Guipuscoano. Ha conlinuado jugando hasta el año 1930. Excelente y seguro jugador de mano este Ro mualdo, de surda suelta y poderosa al par que temi ble por su malicia. losé María Mais es el capitán del equipo del Club Deportivo Euskalduna. Empesó a jugar en 1919 en las filas del «Estrella roja» con Luisito Gamborena y otros amigos y el año 1925 firmó la ficha con el Euscalduna. C on gran ilusión e m p e só este equip o el cam peonato regional de 1.a categoría en 1950-31. Pero habiendo sid o v e n c id o en su prim er enci en lro por un «score» que no reflejaba la diferencia existente entre los «teams», se a p o d er ó de ellos un pesim ism o que les d o m inó durante to d o el cam p eon ato.
R O M U A L D O O C A R IZ J O S E M A R IA M A IZ Sin embargo, llegado el partido de promoción, se han vengado con entusiasmo y actualmente ocupan un envidiable lugar, que han de mejorar, ya que la suerte es redonda como el balón y rueda por los campos, siempre que se la persiga con tesón y constancia como lo hacen estos bravos chicos del Euscalduna acaudillados por su valiente capitán José María Mais.
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A l empezar estas cuartillas, destinadas no más a poner de relieve una vida mo desta y laboriosa, hu milde en su sencillez, pero ejemplar cierta mente en su larga existencia, sentimos esa íntima satisfac ción que produce apreciar y dar a co nocer el mérito y c o n s t a n c i a de un ob re ro modelo, el más antiguo ex-tejedor de la más anti gua fábrica de Ren tería, que es la S o ciedad de Tejidos de Lino. Ved ahí a don Jo sé Luis Urbieta, más conocido por «Cas tro», detrás de su primitivo telar de mano, en el que ha trabajado sesenta y tres años consecutivos, y últimamente con el hilo más fino que se fabrica, tejiendo una finísima holanda, el mejor gé nero que sale de la factoría. Al visitarle en su casa «Echechiki», del barrio de Morronguilleta, nos recibe afable y sonriente, aunque un leve dejo de melancolía se advierte en sus palabras al relatar nos que cesó de trabajar, a causa de las leyes de retiro forzoso, el día 18 de Marzo del presente año; tiene ahora ochenta y uno de edad, y después de sesenta y tres años de trabajo ininterrumpido, aún se consideraba fuerte y con vista para seguir en su faena diaria. —¡Y ahora—nos dice—que tenía una hilatura magnífica, de Inglaterra, como jamás he conocido! A ruego del buen amigo Ramón Errazquin, quien ama blemente nos acompaña en nuestra entrevista con el an ciano, nos cuenta éste pormenores de su dilatada vida de tejedor. —Empecé a trabajar en una fábrica de tejidos que te nían los señores de Gamón en el punto denominado «Pe kín»; tenía entonces diecisiete años. Luego, al año siguien te se hizo la fábrica grande, (fábrica grande, en Rentería, es la de la Sociedad de Tejidos de Lino), entré allí, y hasta el 18 de Marzo de 1931, en que me jubilaron, du rante sesenta y tres años tejiendo piezas de lienzo. —¿Trabajaban entonces muchos operarios? —Muchísimos. Solamente de Oyarzun, mi pueblo natal, venían ochocientos, entre hombres y mujeres, y en Ren tería trabajaban en casa unas trescientas personas. Esto era hacia el año 1876, después de la guerra. —¿De qué tamaño eran las piezas que tejía? —De tres varas de ancho por ciento ocho de largo, y en cada una empleaba unos quince días de trabajo. —¿Y cuánto venía a ganar por término medio? —Pues al terminar la pieza, mi salario era de 12‘50ptas. —Pero bien, eso sería antes, en aquella época remota de su juventud... —Si, señor; ahora en mis últimos tiempos, venía a per cibir de seis a siete pesetas diarias por mi trabajo. Hay un momento de silencio en el que medito sobre el orden y la vida arregladísima de e s t e hombre mode lo para haber podido con tan exiguo jornal, después de sacar adelante le familia, hacerse dueño de una casita, pequeña, sí, pero con su huerta, su ternera, sus cerdos y gallinas que cui da amorosamente ahora en sus ocios de obrero retirado. Sin querer, acude a mi memoria la cuarteta del egregio poeta Calderón de la Barca:
T R A B A IO No el tener cofres bien llenos La riqueza en pié sostiene, Que no es rico quien más tiene Sino el que ha menester menos
Es este buen Ur bieta, por lo que ob servam os en el curso de la conversación, h o m b r e ingènuo y candoroso. Quizá la edad, que ha respe tado sano y fuerte su organismo, imprimió en su inteligencia ese optimismo—algo entristecido por su retiro—que le hace mostrar una confor midad jovial y tran quila. Indudablemen te cada profesión im prime un sello espe cial en quien la culFo to.
B a g íié s
tl Va.
¿No habrá alguna relación entre la inacabable albura de tantos lienzos, tersos y blancos siempre, que este hombre ha fabricado en su laboriosa existencia, y su mentalidad limpia, simplista de hombre feliz que vé culminar su vida en un vi vir modesto y sosegado? Tiene una excelente memoria. Recuerda perfectamente que la fábrica grande estuvo a punto de ser construida en el barrio de Ugaldecho, de Oyarzun. Una divergencia en el precio de los terrenos, hizo que se instalara en Rentería. Nos dice igualmente que jamás le han dado los amos una queja por su trabajo, y que esta labor de tejer a mano aunque, más cara, es más apreciada por la gente refinada. —¿Y en qué emplea su tiempo ahora?—le interro gamos. —Pues oigo todos los días mi misa, cuido los ani males domésticos y enredo algo en la huerta. Al princino podía hallarme, pasé bastantes días muy triste, y hasta llorá el día que me jubilaron, pero ahora estoy contento. Y como siempre he sido muy de casa y mi único vicio ha sido echar una partidita de mus los domingos con los amigos, y adoro a los míos, espero tanquilo el fin de mis días. —Claro está que la Sociedad de Tejidos atenderá decorosamente a sus necesidades... —Afortunadamente son pocas, y al ser el último, el más antiguo de los operarios de los telares de mano, justo es que me pase una pensión, y así vamos vi viendo... Estrechamos con emoción la mano laboriosa de este hombre feliz, fueite y sano en su vejez, que perfuma con su cariño la presencia de su anciana esposa, pen diente de sus palabras, así como su hija Faustina y los nietos. El yerno, hombre trabajador laya en la huerta. Deseamos a Urbieta y los suyos muchos años de feli c i d a d - b i e n ganada, ciertamente—, y en este crepúsculo primaveral, lleno de aromas campestres, no separamos de tan simpática y bien avenida familia pensando que la di cha es una cosa que todos llevamos dentro. Lo necesario es saber tejerla de día a día con la constan cia y el tesón que el buen «Castro» ha tramado tantas veces sus inacabables piezas de lienzo fino, tejiendo su vida ejem plar al compás del vaivén de las maderas y cuerdas de su telar con esos otros hilitos impalpables, finísimos, que se llaman ahorro, bondad y amor ardiente a los suyos. F. SAINZ.
No existe pueblo que a p a rte su estructura g e o La torre de la Iglesia parroquial en un esfuerzo gráfica no tenga también su fisonomía peculiar y de superación hacía el infinito, se h a b rá elevado por Rentería la tiene bien definida. lo menos tanto, que deje líbre la visión de las esferas Pero pa ra c a p ta r y reflejar después esa fisono del reloj. Pero bueno, esto en el caso de que una fo mía no es el más indicado un villano (nada de p a la gata revolucionaría no socave sus sólidas cim enta bras calderonianas me refiero a los oriundos de la vi ciones, confundiendo la tibieza con la prudencia de lla) p orque su descripción sería un tanto subjetiva. los feligreses. Por eso, esa tarea debe estar e n c o m e n d a d a a un ex Las pelotas serán o v a la d a s p a ra lograr que b o traño que, sin em bargo, h a y a convivido lo suficiente ten bien en los “tontorros“ de las losas del frontón p a ra estar c o m penetrado con las glorías y sinsabo municipal. res del pueblo. El autor del presente esbozo cree reu La abo g a cía n a d a tendrá que hacer, p orque las nir esas cualidades a falta de otras más esenciales. contiendas se dirimirán a m am p o rra z o limpio y en T odo el m undo repite incesantemente: “Rentería un santiamén. es un pueblo eminentemente industrial“. Exacto. Los limitadores seguirán absorbiendo sin límite O tros pueblos c om o T olosa-Eíbar-V ergara-M ondra- la corriente eléctrica y los contadores sólo p o d rá n gón-Beasain etc., lo son igualmente industriales, pero controlar la voluntad del usuario pe nsando que n a lo que caracteriza a Rentería es la diversidad de su da pueden contra el ingenio humano. industria. No en G uipúzcoa, ni en España ni en el ex No se h a b rá perm itido que se a g ra n d e el kiosko tranjero d u d o que h a y a otro pueblo que dentro de p a ra conservar la actual “estrecha unión“ de los m ú la relatividad de su población pueda presentar un sicos. mosaico de producción tan variada. Los en a m o rad o s del cam ino de C apuchinos irán Citemos someramente: papel-tejidos de líno-la- provistos de potentes focos automovilísticos. nas-aceros-m oldeados-galletas-alcohol y levaduraLa pueba final de los exámenes p a ra chóferes perfumes-botones-rosarios-muebles-tornillería y- m a consistirá en el m anejo del volante con una sola m a terial eléctrico-batería de cocína-alpargatas-lítograno, y mientras tanto con la otra deberá dem ostrar fías-m aderas-m árm oles-alambres y derivados-plom o palpablemente que sabe ceñir el contorno de un busto -zinc y pinturas-betunes, etc. femenino. Los alumnos que a c u d an a las Escuelas Viterí re T odo ello constituye un elogio bien merecido p a ra el personal técnico y o b rero renteríano y nadie c o rd a rá n con pena a las víctimas de la espantosa lo regatea hasta el punto de que basta citar el nom bre epidemia producida por aquella inverosímil conges de “RENTERIA“ para que el comercio en general tión escolar, y no obstante sabrán que tuvo que a c a e aceptecom oínsuperableslas m anufacturas de estavilla. cer la catástrofe, y a que de otro m odo no estarían y a g o z a n d o de tanta holgura ni tendrían el contento Y no solo están consolidadas las industrias, sino que las constantes ampliaciones de las principales de ver erigidos otros grupos escolares. Las convulsiones políticas y sociales de los últi factorías son un signo inequívoco del espíritu de em presa que anima a todos. Y de seguir este ritmo a c e mos años habrán sido tan hondas y fenomenales, que lerado quién puede vaticinar lo que Rentería será tan aquellos quiméricos comunistas del a ñ o 1931 form a rán el partido c onservador de la extrema derecha y solo dentro de 10 años? Dejemos que nuestra loca imaginación em p ren el pueblo, siempre mucho más a v a n za d o , pedirá que da vertiginosa ca rre ra y alcance los umbrales del sean desarm ados, pese a su obstinación. Así es la vi da, destructora y ren o v a d o ra , siempre superándose a a ño 1941. La estatua de los “hom bres ilustres“ será el o m sí misma en su d ram ático cam inar hacía el no sé yo bligo de Rentería y embellecida p o r la pátina del tiem d o n d e de la eternidad. po, sus turgentes senos ac o g erá n am orosam ente los El lector observará que habiendo em p e z a d o en nom bres de otra generación que inexorablemente serio, he ro z a d o después en poquitín la eutrapelia p a ra terminar en un interrogante trágico, pero no habrá rendido su tributo a la tierra. Las bobinas de papel p a ra los diarios y revistas, tengo yo la culpa de que sean los tres aspectos bási se c a rg a rán autom áticam ente en la carlinga de p o cos e inseparables del alma hum ana, ni de que el edi tentes a eroplanos que inmediatamente y en menos tor me h a y a pedido un trabajillo de donaire y jo c o de una hora nutrirán los rotativos de la Península. sidad y resulte a la postre una m ezcolanza de re a c O tra hora más tarde, los lectores, (ya no habrá a n a l ciones scnl'mentales. fabetos) d e v o ra rá n con avidez los acontecimientos TACHUELA más d e stacados del universo.
(Lonferencici
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(L írculo Hpepukl icario
In vitad o por l o s e le m e n to s jó v e n e s de la en tid a d r ep u b lica n a , d ió una c o n fe r e n c ia en la m ism a n u e s tr o q u e r id o a m ig o y c o la b o r a d o r D. M arian o M. M ed ia n o , lic e n c ia d o en C ie n c ia s . S e c e le b r ó el día 15 de D ic ie m b r e ú ltim o , a n te v ísp e r a d e l 15, c u y a fech a e s de grata r e c o r d a c ió n para t o d o s lo s b u e n o s r e p u b lic a n o s . P o r virtud de c la u s u r a d e l C ír c u lo d e c r e ta d a por la s a u to r id a d e s m o n á r q u ic a s, q u e d ó in terru m p id a la s e r ie de c o n fe r e n c ia s en p r o y e c to . La d e n u e s tr o a m ig o v e r s ó s o b r e « N eu tra lid a d en la e n s e ñ a n z a » y la im p o r ta n c ia y o p o r tu n id ad del tetfia q u ed a n d e m a n ifie s to p o r e l h e c h o de q u e una de la s p r im er a s d i s p o s i c io n e s d el m in istr o de In str u c ció n P ú b lica de la R e p ú b lica ha s id o p r e c isa m e n te e s t a b le c e r la d e s e a d a n e u tr a lid a d . S in q u e la p a s ió n de la a m ista d n o s o fu s q u e , c o m o im p a r c ia le s c r o n is t a s c o n s ig n a m o s q u e la d ise r ta c ió n d el ¿>r. M artínez M ed ia n o fue un trab ajo bien p e n s a d o fruto d e una larga v id a d o c e n te y de una o b s e r v a c ió n p e r sp ic a z del a m b ie n te e s p a ñ o l. Q u e d a r en o v a d a n u e str a e n h o r a b u en a .
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D e (a B ib lio te c a ¿ q u é ? Hay niños de tan extraordinario apetito que gozan cuando llega a la casa paterna un forastero y aún dos fo rasteros, pues presienten el opíparo banquete que se ave cina. La pobre mamá, con la máscara de la complacencia y del agrado, ha de hacer un gasto enorme en el mercado de las cosas de comer y de beber; pero los niños se des entienden de esos reparos de orden económico y están a lo suyo: al banquete, con sus pollos, arroz con leche y las consabidas frutas del tiempo y pasteles probablemente. Como esos niños glotones, nosotros en este asunto de la Biblioteca Municipal de Rentería, votaríamos por la Bi blioteca a todo trance, por encima de todo; aunque no haya para pan. Claro que pensándolo bien y con detenimiento, hemos de respetar las decisiones de quien manda; por hoy y, por lo visto, no hay dinero para eso de la Biblioteca. Bueno; pues algún día lo habrá y para la oportunidad de ese momento, queremos dejar sentadas algunas adver tencias relativas a la instalación y gobierno de la depen dencia pública susodicha. Es indispensable que el edificio se construya ad hoc: nada de utilizar o habilitar locales viejos; húyase como del demonio, de lujares excéntricos o apartados; la biblioteca ha de estar situada en sitio visible; que se meta por los ojos; que invite, por el aire de su modesta, pero elegante fachada, a entrar a visitarla. Siendo el edificio especialmente construido al objeto, no hemos de hacer prevenciones al arquitecto director de la obra sobre los interesantes requisitos de luz, ventilación y calefacción; sobre las condiciones especiales de resisten cia y comodidad de mesas y sillas y sobre la convenien cia de un pavimento especial y zócalos duraderos. Suponemos, con optimismo, que la sala de lectura va a tener muchos abonados y a pesar de esta concuriencia, es preciso que suelo, paredes y muebles no adquieran con facilidad la mugre del uso. En cuanto a gobierno o reglamento de la culta oficina, apuntaremos algo. El bibliotecario no tendrá otra misión que la bibliote ca: llevará cuidadosamente el índice de libros, propondrá nuevas adquisiciones y será en el funcionamiento de su cargo como el capitán en su barco. Dueño y señor: árbi tro inapelable. Hará observar silencio absoluto, pues las peticiones de libros se harán por papeleta; hará respetar la prohibición de fumar y tendrá la facultad de expulsar del local a quien no guarde ios respetos debidos, fijando en lugar visible el conocido rotulito: «Reservado el dere cho de admisión».
ClM
a L z a g iú p p c :
¡Quien hubiera creído que en el cuerpo menudo de Juanito habría un depósito de energía en estado potencial! La amabilidad, la simpatía de su trato nos agradaba so bre manera; su rostro, acaso sin parecido, nos recordaba el de D. Luis de Zulueta; y entrábamos en la peluquería de Jua
Colectivamente, así, en masa, nos entusiasman los renterianos y aún más las renterianas; pero, aquí en confian za, hay que reconocer que los hay algo bruscos, y bueno, es dotar al señor bibliotecario de un cúmulo de atribucio nes. Por lo que respecta al punto principal, esto es al con tenido, a los libros, se hara petición a los vecinos; de es. tas bibliotecas particulares pueden llegar ejemplares curio sos y útiles: otros,como folletines malos y novelas porno gráficas, serán devueltos a sus donantes. El presupuesto que se consigne para compra de libros debe atender en primer término, a adquirir obras elemen tales de Ciencias y Letras, así como manuales de oficios varios: después debe hacerse con las obras completas de los grandes escritores de la región: por ejemplo, las de D. Pió Baroja, que conquistan y hacen suyo al más reacio a la lectura: las de D. Miguel de Unamuno, de D. José M .a Salaverría; Baraibar, Brunet, Loyarte, etc., etc. Recordamos a este propósito la lista de obras que en una conferencia sobre «La lectura» recomendaba D. Pió Baroja, para los que, por sus estudios prévios, están en un plano de superioridad. He aquí la lista, interesante y selecta: C rític a de la ra z ó n p u ra -K a n t.—E l o rig e n de la s e s p e c ie s -D a rw in .—L o s n u e ve lib ro s de la H is to ria -H e ro d o to .—L o s C o m e n ta r io s - C é s a r .—La v id a de lo s m á s ¡lu s tre s filó so fo s -D ió g e n e s L a e rc io .—D ic c io n a rio C rític o -B a y le .— La C iv iliz a ció n en Italia d u ra n te el R e n a c im ie n to -B u rc k h a rd t.—El p o rv e n ir de la C ie n c ia -R e n a n .—H isto ria de la R e v o lu c ió n F r a n c e s a - C a r ly le .—L o s P e n s a m ie n to s -M a rc o A u re lio .—S ie te lib ro s- S é n e c a .—M a n u a l-E p ic te to -.A n a le s T á c ito .-L o s E n s a y o s - M o n ta f g n e .—E l O rá c u lo M a n u a l-G r a c ia n .—L a s M áx im as-L a R o c h e fo u c a u ld . - C a r a c te r e s y A n e c d o ta s -C h a m fo rt.—L o s a fo ris m o s s ó b r e la fe lic id a d en la v id a -S c h o p e n h a u e r .—H u m a n o ,d e m a s ia d o h u m a n o -N ie tz sc h e .—L a O d is e a -H o rn e ro .—L a s N u b e s-A risto fa n e s .—H a m le t-S a k e s p e a r e .—D on Q u ijo te -C e rv a n te s .—La v id a e s s u e ñ o - C a ld e r ó n .—E l A v a ro -M o lie re —R o b in só n C ru s o e -D e fo e .—R ob R o y -W a lte r S c o tt.—P ic w ic k -D ic k e n s .—L o s h e rm a n o s K a ra m a z o ff-D o sto ic w sk i.
Si hemos previsto la posibilidad de algunas infraccio nes del orden y su sanción, también es previsible el otor gamiento de premios y recompensas. Los lectojes asiduos y correctos, según rigurosa esta dística del bibliotecario, se harán acreedores al cabo del año, a recibir el parabién de su aplicación en la lectura: premios en metálico, regalo de libros, abonos al cine, id. al tranvía, estilográficas, etc., etc. Si contáramos con fondos sobrantes, pondríamos por nuestra cuenta, un bar con servicio gratuito para todo lec tor, después de haber leído......un refresco, un b o c k y hasta una ^chopera no vendría mal después de un hartazgo de M. M. M.
nito, en Rentería, con la obsesión de que nos iba a cortar el pelo el esclarecido escritor. La energía de Juanito ha consistido en no apoltronarse, en no conformarse, con el aurea mediocritas de los apáticos y en buscar y hallar más altos y dilatados horizontes. Suum cuique: a cada uno lo suyo y cada cual a lo suyo; luanito no se desvió de su profesión; no aspiró a ser autor dramático o novelista como otros barberos ilusos y fantas magóricos que hemos conocido: luanito, dentro de su arte, observó a su tiempo, que es cuando hay que hacer las cosas, a tiempo, que la peluquería ofrecía un porvenir brillante, en el ramo de señoras (un ramo delicioso que para mi quisie ra) y marchó a París en el mixto de Hendaya de la una y veinte, hora francesa. ¿Qné iba a hacer Juanito en París? Aprender concienzudamente el servicio femenino de peluquería; ondulación Marcel, permanente y acuosa; me lenas Garcconne, Ninón y demás mitologías; todo tan bien aprendido y ejecutado que se ganó un importante premio en un concurso parisién de artífices del cabello. El salto estaba dado; después, la instalación de un salón modelo en San Sebastián, la clientela que pide tur no por teléfono y el crédito que se desborda. luanito amigo, choque Vd. esos metacarpos.
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AM SEBASTIAN
La p resen te fotografía rep resen ta u n o de los gran d es c o m ercio s d e d o n A ntonio Zubíllaga con sus nu ev e escap arates, en los que la gente c o n tem p la los diversos artícu lo s q ue con sum o gusto se exponen en ellos Es tal la v aried ad d e d ich o s a rtícu lo s que, resu lta poco m enos que im posible e n u m e rarlo s torios, p o r lo q u e h arem os m ención de alg n u o s d e ellos. En tejid o s y co n feccio n es en cu en tra el cliente en este co m ercio , d esd e ei m o d esto tra je d e faena d el o b re ro hasta el e leg an te traje d e cab allero ; v e n co n feccio n es p ara señoras, d e sd e la h um ilde bata d e ta lle r hasel c ap rich o so y e leg an te tra je d e sed a; y com o adem ás, lo s c lien tes d e am bos sexos en cu en tran gran v a rie d a d d e ropas in te rio res, hasta los más exigentes p u e d en salir d e él satisfacto riam en te vestidos. R especto a la secció n d e calsad o s o cu rre lo propio, pues allí se en cu en tra d e sd e el to sco y só lid o “Borceguí,, hasta los finísimos sap ato s d e ch aro l. En lo que re sp ec ta a baterías d e cocina, servicios de c o m e d o r e ídem d e café, hay su rtid o s m uy v ariad o s, p ro p io s p a ra regalos. T odo esto se a p recia visitando los esc a p arates. En cu an to el clien te e n tra d e n tro del c o m ercio, (d o n d e to d o es o rd en ) n o ta a sim ple vista d ó n d e está la m ano hábil que dirige to d o ello, q u e es la d e d o ñ a C risanta Iturrald e d u eñ a del m ism o, quien mu\7 bien s e c u n d a d a p o r sus do s hijos m enores y las dep en d íen tas, se e n ca rg a d e h acer les h onores a la clien tela. La C asa C en tral d e este eran com ercio, se halla en la calle d e Santa C lara, al frente de la cual se en cu en tra el m ism o señ o r Z u b illaga con su hijo m a y o r d o n D iego. Estos son los c o m e rc io s d e don A ntonio Zubillaga, q u e h a b ien d o em p ezad o m o d esta m ente en m enos d e un cu arto d e siglo, se han puesto a la altu ra d e los m ejores d e este c o n to rn o .
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UNA
ENMIENDA ¿
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Psrsoua/es-' Usebío, perteneciente a los de agítese antes de usarlo y Jeolimo, de la cofradía de los tra n quilos. Iiora j lugar de la reunión : Dos de la m a d ru g a d a y con luna llena, muy llena, entre Pinto y Valdemoro. Objeto: Cuestión previa suscitada entre ambos sobre la conveniencia de presentar una enmienda d e fendiendo la «ley seca» en el nuevo Estatuto por el que ha de regirse la hum anidad toda. Usebío, aunque de nom bre más corto, más «largo» de letras que su com pañero, es el proponente. Los d e más, uno que parecen dos, escuchan. Continúa la sesesíón... Usebio: ...por que resultan que unos beben c h a m pán, licores finos y... Jeolimo; Amí tamién me gustan, licores pinos y así. U —C om o amí, pero nosotros los del p ro letariado hasta a h o ra no hemos p o d id o catar... J.—O ye, oye, y o no quiero c a p a r naríe, sabes. U.—No confundas, hombre, digo catar, que q u i c e decir, probar. " J.—Ah! U.—Pues bien, sí hasta a h o ra solo han bebido cham pán esos burgueses traidores... J.—Sí esos no traen nara, hombre, esos llevar toro hasdn. * U.—No interrumpas, com pañero. J.—Bueno, di pues. U.—C om o muy pronto seremos los amos, hay que tornar una determinación radical sobre é.te asunto. J.—C om porme. U.—Entonces presentam os esta inmienda en el Es-
tatuto: Se im pone la «Ley seca» o to d o dios bebe cham pán. J.—Y sínó le gusta? U.—Q u e beba también, p orque todos los c iu d a d a nos sernos iguales. J.—No, hombre, iguales toros no puere ser. G ar~ mendía, bien largo es y Joxe Potoko, más p equeño taravía que yo, no pueden ser iguales. U.—Pero hombre, quiero desír que sernos iguales de derechos.. J.—Calla, bobo, eso no me pasas. Yo sí derecho soy pero el giboso a q u e l de la tard e torsído bien ques. U.—Yo te digo que en el Estatuto Universal p rep a rao p o r los que sernos los más a v a n za o s del mundo, todos los ciu d a d a n o s son iguales y tienen los mismos derechos. J.—Y sínó lleva díes años tamién? U.—De qué tiene que llevar diez años? J.—Joño, pues no desían que pa tener derechos h ay que llevar díes años?1Pero a g o ra m acuerdo que no es verdá, po rq u e yo ya llevo más que veintísínco años y no tengo derechos. U —C óm o pue no tienes derechos? J.—No ves, los píes, bobo, los píes... La luna soltó una carc a ja d a . v Ambos elevaron sus m iradas a la luna, y... la luna de una vitrina, desecha p o r un c a b ez a z o ,.ca y ó al son de alegres y cristalinos tintineos a los píes de tan ren didos galanés.
D.liaiHla fltzgm y su mva Hcii
Depósito de carbón
Bien c o nocido es en Rentería y aun en to d a la p r o vincia D. Joaquín A ízpurua p o r sus actividades indus tríales ’ En la razón social «Barrenechea y Aízpurua», re cientemente disuelta, dem ostró su infatigable laborio sidad, y s e p a ra d o actualmente de su socio Sr. Barrenéchea, ha fundado un nuevo establecimiento de fun dición en c la v a d o en el barrio de Ulía de San Sebas tíán en el edificio d e n om inado «Indio-enea», d o nde se efcctúan to d a clase de trabajos en bronce, latón, aluminio y antifríccíón, siendo especialidad d e la casa la fundición de piezas en serie. D ados los elementos de que dispone, y p o r efec tuar una fundición diariamente, puede servir a los clientes cCn la m ay o r urgencia, entregando los p edi dos a domicilio con toda rapidez por c o nducto de las cam ionetas al servicio de la casa. . . No hay duda que la experiencia de los muchos años que en este negocio lleva el Sr. Aízpurua, unida a su actividad y perspíscacía que le permiten a b a rc a r los cam pos de acción de esta industria, han de hacer de esta fundición la más favorecida por su seriedad profesional y garantía de los esm erados trabajos que en ella se efectúan, a perfecta satisfacción de su c a d a vez más numerosa clientela.
X. X.
No es embuste ni licencia: . lectores, probaros quiero que no hay otro carbonero con más vísta y más conciencia que el amigo Villarreal, pues él estima posible y realmente compatible el carbón y la moral. Por su negocio se inquieta Hilario y con su corneta que suena más que una banda, pues el oído acribilla, realiza su propaganda por las calles de la villa. Recibe una expedición y a otra prepara acomodo; procediendo de este modo . no se le acaba el carbón. Seguid mí consejo leal y tendréis dicha completa: buen peso y clase ideal: os lo dice este poeta que conoce a Villarreal.
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¡Bar Versalles!
Te presentamos, lector, al ¡oven renteriano D. Clau dio Albisu, Licenciado en Medicina, cuya carrera re cientemente terminada con brillantez, ñace augurar una feliz actuación en el campo de la ciencia curativa, don de le deseamos los sólidos aciertos que prometen su ju ventud j cultura.
—Me quiere usted indicar, esto de Versalles ¿qué es? — Pues un bar... —¿Y para entrar es preciso hablar francés? ¿Hablar francés? no, señor; hay un vino superior que hace hablar ei Wolapuk y un anís que es lo mejor del país. Tiene cocina española, y a precios de desbarate sirve pollos con tomate Y bacalao con gramola. Por las cumbres y los valles Y de lugar en lugar dice el clamor popular .“¡Hay que ver el Bar Versalles!...
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