Rentería1945

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JULIO

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LAS

XXIII

MAGDALENAS

NUM.

1945

23

2

PTAS

DESPUES DE NUESTRA REAPARICION...

¿o n

L/ .c i j

vcLu tetaá

¿ t t t

r D esd e nuestra reaparición, en 1942, estas son las

En

las M agdalen as de

1945,

a u e t t a

t

R en tería habrá de

prim eras M agdalenas sin guerra. D u ran te tres años, en

sonar las cam panas de su parroquia

m edio

d el histórico a co n tecim ien to ; y lo s renterianos todos

del alborozado

jo lg o rio

de

nuestras

clásicas

en celebración

fiesta s patronales, h em os estado oyendo, a intervalos

acudirán

— valga la m etáfora— , el eco del lejan o retum bar de

D io s por la inefa ble ventu ra que acaba de p rop orcio­

lo s

nar al m undo.

cañones

h o m icid a s...

Y,

de

m anera

inevitable,

nuestro corazón sensible, íntim am ente a fectad o por la

E s te

a su

tem plo

q u erid ísim o

a dar gracias a

año ya no nos rem orderá la conciencia

en

horrible tragedia que v ivía n otros seres hum anos, no

m edio de nuestras alegrías y d iversiones. Y a no reso­

podía gozar en su p le n iu id la alegría de las fiestas

nará en n uestros oídos el eco del cañón lejan o. N u estr o

tra dicion a les...

egoísm o ya podrá v iv ir tranquilo. R entería p u ed e de­

H a llegado, al m enos para lo s cam pos y ciudades de E u rop a, la p a z tan ansiada. E n las M agdalen as de este año ya no se oirá el eco del estam pido d el cañón. Y a no tendrem os, en m edio de n u estros fe s t e jo s patro nales, la p reocupación de que a aquella m ism a hora, otros hom bres, otras m u jeres y otros niños— herm anos

jarse arrastrar, optim ista y despreocupada, en el v é r ­ tigo in fa n til e inocente de su s fe s te jo s p atron ales.. C om o otros años, hace ya— con éste— 23, la villa tendrá la revista de las M agdalenas. L o s vendedores, al vocearla, pondrán en s u v o z, tam bién, un d ejo de alegría, ante la era de paz que a m a n ece...

nuestros en Jesucristo m u ch ísim os de ellos— se abra­ saban, entre trem endos su frim ie n to s fís ic o s y m orales, en el in fiern o de la g u erra ... P reo cu p a ció n aquélla que

N u estra

revista,

tradicional

Julio, es ya com o un plato f ij o

en

estas fe c h a s

de

en el m enú de las

■no era otra cosa sino la v o z de nuestra conciencia, que

fiesta s. A s i lo entiende el pueblo de R en tería y, obe­

nos reprochaba el egoísm o— hum anísim o egoísm o, al

d ien tes a la opinión popular, así lian de aceptarlo sus

fin — de nuestras horas fe lic e s y alegres, que eran para

editores,

otros seres de desgracia y tristeza, de desolación y

encontradas en su cam ino, sorteándolas unas v e ce s y

de m u erte...

a frontá nd olas otras, han sabido salir airosos de ellas,

C esó la guerra y com enzó la paz. L o s pueblos del m undo em piezan a rehacerse, restañando su s heridas,

que,

pese

a

las

considerables

d ificu lta d e s

p reocu p ad os tan sólo con p od er seguir siendo dignos de la con fia n za del pueblo renteriano.

tratando de levantar, nuevam ente, su vida y .ni econo­

S ó lo una cosa p id en al lecto r en correspondencia

mía y, lo que es m ás im portante que todo, pretendiendo

de los d esv elo s y trabajos que la em presa les im pone:

restablecer la confia nza m utua sobre la base del amor

que ni lo s unos ni los otros sean olvidados en el m o­

y de la ley de D ios. B ien ven id a sea la paz si ésta ha

m ento de adquirirla. C o n ello y con la sa tisfa cció n del

de ser ju sta y cristiana.

deber cum plido tienen bastante.


A s p e c t o íntimo d e n u e s t r a Villa

La Rentería sentimental cjue llevamos dentro del alma C ad a p a raje, cad a rincón d e él, es recu erd o co n s­

S iem p re q u e se habla de R e n te ría , a la im agin ació n de quienes lo evocan acu d e la idea de un pueblo em i­

tante de v iv id a s horas. Ju n to a la fon tan a escondida,

nentem ente in d u strial, d esp ro visto de o tra .personalidad

b a jo un dosel d e v e rd e fo lla je , n u estros cu erpos han

q u e la que le dan sus innúm eras fa cto ría s y la v a r ia d í­

sentido en m ú ltiples ocasion es la sedante frescu ra que

sim a colección de ob jeto s para todos m en esteres que

los to n ifica , y al aire lib re hem os recib id o la caricia

en él se fa b rica n .

del sol, q'ue h acía a ñ o ra r las b risa s d e las cu m bres, tam bién,

a tala y as de ilu sión , d esd e las cuales el ensueño de

ex iste o tra fa ce ta en la v illa que, presentad a ante los

fa n ta sía d e n u estros m ontes co rría a raudales, e x u b e ­

S in

em bargo,

p reciso

es

p u n tu a lizarlo

o jo s de los fo ra stero s, q u iz á pueda p a sa r in d ife ren te ;

rante, com o la b elleza incom p arab le que contem plá­

pero no así ante los renterian os, puesto que su p ercep ­

b a m o s... L ig a d a a la cam piña está n u estra v id a en sus d i­

ción no d e ja de a d q u irir la gra n d eza que en esencia

verso s períod os y ocasiones.

y po ten cia requiere. b u có lico,

L a s prim eras a u d acias in fa n tiles, al aban d o n ar e.

c am p estre; al R e n te ría g o zad o en n u estros prim eros

regazo m aterno, la tu viero n por escenario. M á s tard e,

años, en que, libres los esp íritu s de las ideas m ate­

supo de n u estros p rim ero s balbuceos de a d o le sc e n te s;

Me

r e fie r o

a la

estam pa del R e n te ría

rialistas que con la p u b ertad com ien zan a inquietarnos,

al am paro de su m a je stu o so silencio hem os d esg ra n ad o

sentim os m ás intensam ente las b ellezas de sus m ontes

o sentido d esg ra n ar en nu estros oídos la su ave m elodía

y cam pos, lu ga res d e ex p la y a m ien to en las jo rn a d a s

del a m o r; y hoy, v iv ie n d o o tra v e z recu erd os in o lv i­

lib res

dables, al ad m irarla, sentim os cóm o su contem plación

escolares,

y

cu yo s

rincones

con stitu yen

una

n os a rra stra a Un m ístico ensueño, d orm id as las fa c u l­

p á g in a v iv ie n te de n u estra existen cia. ¿Q \iién, al con tem plar, .pongo p o r caso, el m a ra v i­

tades m ateriales, y d ejan d o al alm a in m o rtal p erd erse

lloso v a lle en c u y o fo n d o co rre la cinta de plata del

• en los esp acios ilim itad os de ilu sorias q u im era s q u e nos

O y a rzu n , d esd e el o tero que se eleva ante el caserío

llenan d e

“ C en to len ” , no v e re g istra d a s a n tig u as em ociones a

m undo podam os g o zar, todo ello d en tro del m arco de

tra v é s

este R en tería , o rg u llo y g lo ria de sus h ijo s ...

del esp lén did o p a isa je donde, sobre la verd e

felicid a d , q u izá la m ás p u ra q u e en este

cam p iñ a, sím bolo de esp eran za, se alza el a za h a r de J u l io G i l .

los caseríos, em blem a cierto d e ven tu ro sa p a z ?

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S IG N O S

DEL T IE M P O

Tab ernas C on la ve n id a de los buenos tiem pos, p arece que

y

sidrerías

q u é” . ¿ C u ál es el m otivo

de que aquellos

esp íritu s

la sid rería , el p o p u la r “ sa g a rd o to k i” , v u e lv e a resu rgir.

citad os se alegren por el re su rg ir d e las sid rería s, si

C on el a rd o r y la a le g ría de q u ien v a a p a sa r una

las tabern as son sólo m eros p asa tiem p o s?

ta rd e en tretenid a, los cam in os q u e trep an on d u lan tes

La

colin as a rrib a , a le já n d o se del casco u rban o d e la po­

necesitaría

blación, ven p a sa r n u trid os gru p o s h eterogéneos, entre

lejos, puedo a d u cir que, m ien tras las tabern as son algo

los cuales h a y d esd e los que va n en m an gas de cam isa

ex ó tico en el am biente va sco , las sid rerías son todo lo

ex p an d ien d o po r los a ires sus vo ces esten tóreas, hasta

co n tra rio , o sea, qu e son el m ás gen u in o de los esta ­

los de p o rte com edido, zap ato y corb ata, sin fa lta r las

b lecim ien tos pú b lico s del país. P e ro no es esto todo.

típ ica s fa m ilia s con su prole bullente y preg u n ton a que

E l vin o, tinto o claro, igu al da, tiene la v irtu d

m oscon ea

poseer cualidades m u y a p ro p ia d as para los en am orados

alred ed o r

del

clásico

capazo

pletòrico

de

cosa es b astan te com pleja.

P ara

filo s o fa r p ro fu n d am en te.

d e fin irla

M a s sin

se

ir tan

de

en b an carrota, p a ra los fra c a s a d o s de la vid a , para

o d o rífico s e flu v io s a “ c ash u elita ” . C ierto s esp íritu s o b je tiv o s observan encantados este

los n á u fra g o s de ilusiones, y a que en tu rbia las ideas y

renacim iento de' las sid rerías que tiende a d esv irtu a r

hace co n fu so s los p esares e inclu so los b orra ante la

el v a lo r de la “ ta sca ” com o cen tro de la v id a popular

m ás p ráctica o b jetiv id a d de im pon er al bebedor fr e ­

renteriana. Y a es m u y a n tig u a la a firm a ció n de que el

cu entem ente la búsqueda

in d u strialism o en gendra el alco h o lism o ; pero, para mí,

ex cu sa d o o de una “ b rú ju la ” que le a yu d e a en d erezar

a toda

p risa

de un

lu gar

siem pre am an te de la id io sin crasia de mi pueblo, esta

sus rum bos. D e la reacción, no hablem os. ¡ A s é b u ru k o

a firm a ció n no ha tenido v a lo r en R en tería , donde los

m iñá, a m á!

varon es, lam entablem ente, no tendrán am or a las b i­

C la ro que en quien busca ch arlar y p asar el rato,

de su prop ia

el vin o no llega a o ca sio n a r tan a cu sad os e fe c to s ; pero

estim ación, lo cu al y a es algo, si bien caben, com o es

aun a éstos siem pre da una viv eza a la len gua, una

n atu ral, las in evitab les excep cion es. ¿ P o r qué, pues,

c la riv id en cia a las id eas y un a rd o r al corazón , que

b liotecas, pero

tienen

el

sen tid o nato

los problem as qu e estrem ecen a este v ie jo m undo c a r­

•tienen tanto a u ge las tabern as y los b ares? ¡O h , ésta es una cuestión a p a rte ! ¿ Q u é d iversion es,

com ido, tienen fá cil solu ción p ara e llo s; los problem as

q u é en tretenim ien tos hay en

R e n te ría

que

puedan

a p a rta r al m asculin o ele­ m ento del m ostrad or del bar?

D esgraciad am en te,

bien pocos, y

esta re a li­

d ad, acom p añad a cualid ad es n u estro

de las

clim áticas

pueblo,

h ace

de de

las exp en d ed u rías de bebi­ das los centros de toda la vid a popular, no tanto por ser tales com o po r ser los únicos

establecim ientos

d onde se pued e ch arlar a p lacer y h acer que las te ­ d iosas

h oras

se

deslicen

raudas entre las espirales de

hum o

ahora

del

su rge

tabaco. otro

Y

“ p o r­

PEDRO CAREAGA :a™ I c?o Barrio Pontica

R E N T E R I A

Teléfono 60-54


po líticos y sociales no son tales en la ta b e r n a ; la estra ­

“ V ” m o r tífe r a s ; v o la rá “ hecho m igas” hasta el ú ltim o

tegia de po rrón se ríe de la de N im itz y M o n tg o m ery ,

m u ro de T o k io y la E scu a d ra y an q u i tra za rá sin gla­

los cuales son unos p a rv u lillo s que a d m iraría n atón itos

d u ra s glo riosa s en el lejan o P a c ífic o ; pero a la sid re ­

cóm o una m ancha de vin o en la m arm órea y vetead a

ría estos sucesos no llegarán si no es en com en tario

su p e rfic ie de una m esa de bar, se co n v ierte en una

banal, pron to olvid ad o a n te el tin tin ear de la “ toca” ,

serie de ejército s a co ra za d o s d otados de tan m ágico

el estrép ito de los bolos al caer o el “ o rd a g o ” to n a n te

po d er que si fo rm an tenaza no h a y quien escape de

de un m us, que a su v e z d eja n paso a los sostenidos

su presión y ,si cuña, rom pen hasta la hilación de las

bem oles d e un “ B o g a , b o g a ” o de un “ A g u r , ja u n a k ”

id eas <le los im p ro visa d o s estrategas.

q u e su rja de entre las incon m ovibles cu p ela s; a fin a d o s

C o m o se ve , el vin o, el am biente de taberna, va

p o r la “ salsh a” de un gu iso m a ra villo so y acom p añad os

bien a los m elan cólicos, a los pensad ores, a los embuí-

po r el pen etran te olo r de un ch ich a rro asado que ser­

dos en las g ra v e s ideas de la g u erra y para aquellos

v irá n , m agn íficam en te, p ara que tem plen sus vo ces lo s

que estim an q u e v iv im o s en un m undo asqu eroso que

com ponen tes del im p ro visa d o e insu stitu ib le orfeón,,

no m erece la pena de ser o b serva d o a la luz d iáfa n a

m ás o m enos arm ónico.

de una m añana de p rim av era o de una tarde de veran o

S í, la sid rería es m ejo r que la “ ta sca ” , m ás com ú n r

y, sobre todo, para los p a rticu la ristas. ¿ H a y n ad ie m ás

adem ás, a todas las clases sociales. N o h a y sid re ría s

p a rticu la rista que un asiduo al “ b a r” ?

de lu jo que se reserven el derecho de adm isión, com o

E n tr a éste en el estab lecim iento y tiene su m esa

h a y bares ex clu siv o s p ara los a fo rtu n a d o s.' N o b u sca n r

p r e fe rid a y sus dos o tres am igos ex clu sivo s. P a ra

com o las tabernas del pueblo, las calles escondidas y

pocos h a y un saludo, p a ra nad ie una in vitación . S i la

oscu ras, pu esto que cuan do m ás escon dida y o scu ra es

m esa está ocupad a, una o jea d a alred ed o r en b usca de

m a yo r la “ p a rro q u ia ” , sino que salen de las som b ras

o tra vacía. E l a ju a r de un a tabern a co rrien te obedece

de las ed ificacio n es u rban as para asom arse al cam p o

a este carácte r del sem piterno ta b e r n a r io ; se com pone

en a n títesis com pleta de aquéllas. L a sid rería, cu an d o

de sillas in d ivid u a les y m esas pequeñas, p a ra cuatro

m ás cam po y lu z, m ás con cu rrid a está, pues la sid ra

a lo sum o. E n éstas se en castilla con aire de con sp ira­

está m ejo r fren te a los cam pos v e rd e s y a l cielo pálid o

d or y se su m erge en co n v ersa cio n es con sordina. E l

o azu l con las v io lá cea s m asas del J aizq u íbel, del B ian-

po rrón , sólo v e cu a tro m anos en el rito pagan o de

diz o de las P eñ a s en fren te, com o recortad o lím ite

circ u la r

en tre am bos.

en

torn o

a

la

m esa.

¡ C u án

d iferen te

esta

estam pa con la de la s id r e r ía !

S on tard es d e cam po las a u tén ticas tardes de sid re­

E sta es el tem plo de los caracteres eu fó rico s. L a

ría y el o x íge n o , ju n to al d orad o líquido, n o pu ed e

en o rm e; los bancos, p rop orcion ad os.

m enos que p ro d u cir esas m a ra villo sa s sin fo n ía s q ue,

N o h a y sillas in d ivid u ales. T o d o es com ún, gen eral.

a la vu e lta, estrem ecen de n o sta lgia a los secu lares

¡ C ash o, ja u n a k !, el saludo es p a ra todos. L a ronda

árb oles d el cam ino. ¿ Q u ié n d ijo que la raza v a sc a era

gen eral,

una ra za m ela n có lica ? E l que tal a fir m ó no se dió un a

m esa

a la rg a d a,

una

Aquí

costum b re in violab le.

no h a y problem as.

La

h u m an id ad

seg u irá

vu e lta por C h ip i tos o C h iq u i-erd i...

siendo buena o m a la ; se d esa n grarán las naciones en M. A

d esa ta d as b a ta lla s; su rgirán subm arinos fa n ta sm a s o

ra cam a .

I I I I I I I I t ! i l l U l i l l l ! I I Í ! l l l l l l l l l l ! ! l l l l f ! l |{ l ! n i l t l i l l ! ¡ l l l 1 ( l l í l ! t ¡ ! ! i ! l ! ! i l l M l t ¡ i ¡ ! ‘ M i l i l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l I t l I l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l W l l t U i i i l t i l l l l l l l l H I M i H J I I M H t U i m M m t f l ^ ^

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Francisco Olaizola *

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Conlratista de

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U ft

l¿ ■ jjo ta tta

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Ú Ji

p c u t L c e

ij

u a e u io

L it e t a t a

A las nueve de la m añana, m inu to m ás o m enos, del

de

cuan

fa llecim ien to , de espaldas y con la cabeza a p oyad a en

28 de feb rero d e 1872, el acad ém ico d e la E sp a ñ o la

la m ano izqu ierd a. U n cron ista d e la época, don A n ­

don E u g e n io O ch o a , acom etid o traid o ra m en te por una

tonio

en ferm ed a d com p leja y m isteriosa, sucum bía.

razón de aqu ella p o stu ra tan inad ecu ada al a c t o :

M a ría

S e g o v ia ,

se en carga

de exp licarn

la

N a c id o en L e zo al fin a liz a r la lucha española por

“ D on E u gen io O ch o a , agob iad o prem aturam en •e, a

la ind epen d en cia, en 18 15, desde m u y niño se dedicó,

la edad de apenas cincu en ta y siete años, por d olen cias

con

ansiosa

a vid ez, a

los

estudios.

C u an d o

en

los

física s y dolores m orales, tenía un agu d ísim o pad ecer

alb ores de la ju v e n tu d m arch ó a P a rís , y a fa m ilia ri­

de

zad o con la len gu a fran cesa, a sistió de alum no a la

a u gu rab an

E scu e la

som etidos por la rg o s años a tan intensas y asid uas

de A r te s y

O fic io s , llegan d o

su aplicación

los

o jo s,

terrible

por

los m éd icos,

las

consecu encias

pero

nada

ex tra ñ o

que

!e

en o jo s

h asta el en tusiasm o, y pu ed e d ecirse que desde en ton ­

tareas, y m o rtifica d o s con tan am argo llanto. P ad ecía

ces hasta los últim os d ías de su vid a , emprendió-, sin

ad em ás de la cab eza por las m ism as cau sas, y am bos

in terru m p irlo, el sistem a de a p ren d er y de p ro d u cir

pad ecim ientos le habían hecho co n tra er el hábito de

con stan te sim ultáneam ente.

sosten erse la tren te con la m ano y d e fe n d e r de 1 1 luz

A m p lia n d o en la cap ital de F ra n c ia sus estudios

los casi cerrad os o jo s ” . E n la z ó O ch o a m atrim on ialm ente con la fa m ilia d e

literariosi, p ren d óse de las ideas, entonces en b oga, del rom an ticism o fran cé s, y ad m iran d o

a V íc to r H u g o ,

los M a d ra zo , qu e desde dos o tres gen eracio n es antes,

se prop uso, a su regreso a E sp a ñ a en 1834. d ifu n d ir

tan buen nom bre habían a d q u irid o en las artes y en

su lab or gig a n te sca p o r los p aíses de la len gua espa­

las letras. De

ñ ola, trad ucien d o a ese fin sus p rin cip a les obras. P e ro su la b o r d e v e rsió n no se lim itó a tra b a ja r

ingen io

in stru cció n y

clarísim o, de esp íritu estudios sólidos,

elevado, va¿t3

sob resalía

ante todo

sob re la p rod ucció n d el poeta fra n cé s, sino que trad u jo

p o r' su índole bond ad osa, po r su con d ición apacib le y

tam bién a W a lte r S c o tt y otro n ovelistas ingleses. Sus

p o r su am eno trato. Q u ería n le sus m aestros, y entre

trad u ccion es, en un a p alab ra, han sido in fin ita s y de

ellos con p red ilecció n los célebres L is ta y H erm o silla ,

m u y v a ria d o s g é n e ro s; lo cu al no im pid ió que brotase

d e quienes, fu é d iscíp u lo en el a n tig u o colegio de M a ­

d e cuando en cu an d o alg u n a p ro d u cció n o rig in a l de

d rid , titu lad o de S an M a te o .

su lo za n o ingenio. S u y a s son, p u b licad as en P a rís, el celeb rad o “ A u to

de F e ” , “ E c o s , del alm a” , “ T e so ro

R e firié n d o s e a este aspecto del lezo tarra , escribía el citado c r o n is ta : “ N o era el m érito de O ch o a de los q u e excitan

del T e a tr o esp añ ol” , “ R o m a n ce ro s y can cio n es esp a­ ñ o las” , “ E stu d io s sobre C a ld e ró n ” , “ T ir s o y

L ope” ,

y -otras m ás. Los

cillas sean tan com unes en E sp a ñ a , y m ás en tre gente

cu ltiva d o re s de la

resantísim o

en vid ia y riv a lid a d es, pues aun cu an do estas pasion ­

“ C a tá lo g o

h isto ria

razon ado

de

inte­

que se d isp u ta los fa v o re s de las n u eve H erm an as,

m an u scritos

q uedaba toda em u lació n d esarm ad a, y aplacad o todo

débenle un los

españoles ex isten tes en la B ib lio teca d e P a r ís ” y la

h u m or celoso, ante la can d oro sa y sin cera m ansedum ­

trad u cció n de la “ H isto ria d e In g la te rra ” , de D a v id

b re

John, y el “ J u lio C é s a r ” , de N ap o leó n I I I .

su p erio rid a d , ni q u ería eclip sar a nadie, ni o fe n d ía

C om o p e rio d ista fu n d ó la revista “ E l A r tis ta ” , de la que fu é d irecto r.

hom bre

que,

en

m edio de tan

evidente

a los dem ás con el tu fo de la van id ad p etu lan te, ni los hería con esas púas de que está revestid o y que

E n el cam p o de la po lítica fu é v a ria s veces d ip u ­ tado a C ortes, o cu p ó el go b iern o y je fa tu r a p o lítica de H u esca, y

de un

llegó a d esem peñ ar la D ire cció n

G en eral

d e In stru cció n P ú b lic a y la C o n sejería del E sta d o . F u é m iem b ro de la A c a d e m ia E sp a ñ o la h asta su

suele lan za r com o el pu ercoesp ín el van o y ja c ta n ­ cioso orgu llo. ’ ’ M u y lejos d e esto, si algo p erd ía d e su a u to rid a d la crítica de O ch o a , quien la e je rc itó en inn um erables escritos sobre m aterias literarias, era precisam en te por

m uerte, siendo la ú ltim a sesión a q u e a sistió aquella

su benignid ad e x c e s iv a ; la in d u lgen cia de su c arácte r

que fu é p resid id a po r el em p erad or del B ra sil, don

le incapacitaba p ara el o fic io de ju e z ; era en él, com o

P e d ro II. M em o ra b le sesión que fu é m inuciosam en te

en n u estro com pañ ero H a rtzen b u sch , una especie de

cro q u iza d a p a ra una de las revistas de la época.

en ferm ed ad cró n ica ” .

En

C olom bo.

un d ib u jo ap arece O ch o a , horas antes de su

Sucesores de J U A N G A B A R A IN P la z a del General

M ola, 5

V IN O S

Y L IC O R E S

SELECTO S

R E N T E R I A


LAS CUEVAS

LANDARBASO

i

H a sta n u estros días no se ha creíd o en el país que

blico M r. H a r lé el resu lta d o de sus in vestig acion es,

la s n um erosas caverna^ que se encuentran en n u estras

que, p o r p ro v en ir de tan ilu stre esp eleólogo, tienen

m on tañas, p u d ieran conten er nada que fu ese d ign o de

ve rd a d e ra im portan cia. E m p ie z a M r. H a r lé po r d ecir

estudio p ara el hom bre. N a d ie sospechó que en estas

que las g ru ta s son tres su p erp u estas. L a

•cuevas hubiese en cerrado s, b a jo

el légam o d ilu via l,

una g a lería sin im p o rta n cia , al n ivel del a r r o y o ; la

restos an teriores al d ilu vio, de especies de anim ales

central es una g ru ta con sid erable, y la su p erio r, una

q u e d esap areciero n

v a sta y p ro fu n d a

en aquel

cataclism o u n iversal

y

q u e desd e entonces no existen , y nadie suponía ta m ­

in fe rio r es

ca v ern a de la rg o s p asillos que se

em palm an sobre las ga lería s p rin cip a les, hacien d o so s­

p o co que en estos antros pu d ieran en con trarse h erra

p ech ar que estas tres g r u ta s se com u n ican entre sí.

m ien tas y o b jeto s del uso del hom bre, qu e v iv ió en

Al

a q u ello s

se

c av ern a , señ ala en tre los p rim eros alg u n o s del “ u rsu s

c re ía que las c a v ern a s pu d ieran se rv ir para o tra cosa

sp eloeu s” y de la H ió en a sp eloea” . D el “ león de las

su b terrán eos en edades tan

lejan as. N o

c la s ific a r

los huesos y

conchas que h alló én la

m e jo r que p ara fu n d a r sobre su ex iste n cia leyen d as

ca v ern a s”

fa n tá stica s de seres sob ren atu rales que en ellas per­

p rem olares y una p rim era fa la n g e , que a ju z g a r por

h alló un tro zo de m an d íbu la con los dos

m an ecían con las fa u ces abiertas p ara trag a rse a todos

su tam año, p rovien en de un in d iv id u o de talla m uy

los curiosos que les im portu n aban con sus visitas.

gran d e. “ S u s ’/ , un m olar q u e perten ece a un cerd o o a

H o y la^. circu n stan cia s han v a riad o com pletam ente

un jab alí. “ B iso n et B o s ” , n u m erosos resto s que p e r­

y el sabio penetra en aqu ellos antros, con la a n to rch a

tenecen a b óvid os, sin que sea po sible a firm a r, po r los

en una m ano, bu scan d o en las paredes las fig u ra * que

caracteres de estas m u estras, si son de bisontes o de

p in tó

b u e y e s; pero se in clin a a creer q u e-lo s huesos v ie jo s

el

hom bre

p reh istórico

que

v iv ió

en

aquella

p étrea m orada, y con la azad a en la o tra, p a ra lev an ta r

son de bisonte, porqu e en esta p a rte d e E u ro p a , todos

el légam o que dep ositaron las a gu a s d ilu via le s y b u scar

los restos com pletam ente determ in ab les que él ha visto

d eb ajo los u ten silios que em p leara el hom bre y los

son de bisonte, y todos los g ra b a d o s y p in tu ras rep re­

restos de los anim ales que q u ed aron cu biertos por e1

sentan bisontes. “ C e rv u elaph u s” , d os dientes, num e­

lodo hace m ás d e 4.000 años.

rosos p ed azos de m adera y otras m u estras corresp on ­

“ C a v ern a s de A itz -b ita rte , en L a n d a rb a so ” .— Perle^ nece a la ju risd ic ció n de R e n te ría (G u ip ú zcoa). D esde q u e el benem érito señ or C on d e de L ersu n d i p racticó, en 1892, con tanto fru to , las ex cav acio n es que dieron p o r resu ltad o el h a lla zg o de la m a g n ífic a colección de fó siles y ob jeto s tra b a ja d o s que se ven a ctu alm en te en el M u seo M u n icip al de S a n S eb astián , p erfectam en te c la sific a d o s po r el em inente espeleólogo-osteólogo fr a n ­ cés, d e reputación

europea, M r.

E d o u a rd

H a rlé ,

el

renom bre de estas cu eva s ha ido en aum ento, habiendo con trib u id o tam bién en gra n p a rte a que se exten d iera su ju sta fam a, la p rop ag an d a que a ficio n a d o s en tu sias­ tas de esta clase de estudios han hecho d e aqu ellas cu evas. Las

d ientes todas al cierv o o rd in ario. T a m b ién h alló resto« de R en o, de R eb ezo y de G am u za. L o s ob jetos tra b a ja d o s de A itz -b ita rte que posee el M u seo M u n icip al de S a n S eb astián son m u chos e interesantes. E n tre ellos se cuen tan cinco arpones con dos filas de dientes, tres de lo s cu ales corresp on d en a tres buen as piezas ; posee tam bién d iez o doce p u n ­ tas de flech as o d e saetas y un b ru ñ id o r. T o d o s estos u ten silios son d e m adera de c é rv id o s o de hu eso

y

pertenecen a u n a o v a r ia s de las su b d ivision es :íe la época llam ad a m a gd alen ian a, com o el lecho p reh istó ­ rico de A lta m ira . C ree M r. H a rlé que los huesos y o b jeto s trab a ja d o s de

A itz-b ita rte , pertenecen

a

tres

épocas.

Los

m ás

v ie jo s son prob ab lem en te los hu esos de “ U r s u s specu evas de L an d arb a so , po r h alla rse a corta

lo eu s” , “ H io en a sp eloea” y “ F e lis sp eloea” ., D esp u és

d ista n cia de S an S eb astián , suelen ser v isita d a s con

vienen los resto s de cierv o y de reno, con los u ten silios

frecu en cia por m uchos cu riosos y hom bres de ciencia.

m agd alenianos. P o r fin , los h u esos d e cab ra o de car­

E n tre éstos, sabem os q u e han revisa d o las cavern as

nero, m u ch os de los h u esos de b óvid os y a lg u t.o s de

de referen cia , don T e le s fo r o A r a n z a d i, em inente a n tro ­

los de caballo, perten ecen , con los o b jeto s de b ron ce,

p ó lo go y etnólogo y docto cated rá tico de la F a cu lta d

a tiem p os m u y p ró x im o s a los n u estros, y resultan,

de F a r m a c ia en B a rce lo n a ; don E m ilio R o to n d o de

p o r tanto, b astan te m odernos.

N ico la u ,

sabio

D ire cto r

del

M u s eo

P re h istó rico

de

E sp erem o s que n u evas in v estig a cio n es nos den a

M a d rid ; M r. H a rlé , el 11 de feb rero de 1908, aco m ­

conocer otros restos y otros o b jeto s de edades p asad as,

pañ ado de v a rio s en tusiastas señores del país.

que sin du d a alg u n a se gu a rd a n en las p ro fu n d id a d es

C om o con secuen cia de la v is ita re fe rid a , hizo p ú ­

de las g ru ta s de L an d arb a so .


Fútbol entre productores

El ec/uipo de “Qrájicas Urezbea", vencedor del torneo E l 1 7 de A b r il pasad o d ió com ien zo, en el cam po d e L a r z á b a l, el I I I torneo fu tb o lístico in terp ro d u cto ­ res, o rga n iza d o p o r la D e ­ leg ació n de E d u ca ció n y D escan so . E n él tom aron parte los d iez

eq uipos

in scripto s,

d istrib u id o s en d o s gru p o s d e cinco. E ste torn eo había d es­ p ertad o

en

la

v illa

una

e x tra o rd in a ria cu riosid ad , vién d o se, com o con secu en ­ cia de ello, m u y c o n c u rri­ d os todos los p artid os. T ras

una

com petición

m u y n iv ela d a , resu lta ro n ven ced o res d e los resp ectivo s g ru p o s los equipos r e p r e ­ sen ta tivo s d e las in d u stria s “ G. E c h e v a rría y C om p a­ ñ ía” y “ G r á fic a s U r e z b e a ” .

peón y ad ju d icán d o se el tro te o o fr e c id o : una copa. A los subcam peones les fu eron regalad as once m e­ d allas a legó ricas de su m a g n ífico esfu erzo .

L a fin a l tu vo lu g a r el 19 de Junio. A m b o s “ on ces”

C om o dato que habla m u y en fa v o r del esp íritu de

riv a liza ro n d ign am en te en ju g a d a s plenas de en tu sia s­

com pañ erism o im peran te en el re fe rid o cam peon ato,

m o y acierto , q uedan do, fin alm en te, em patados.

d irem os que, de a cu erd o am bos fin a lista s, i a

A

la v ista d e este resultado, y teniendo necesidad

d e reso lv erse este em pate, rep itió se el en cuentro el 6 del actual. E s ta v e z , tr iu n fó el equipo d e “ G r á fic a s U r e z b e a ” , p o r 3 a 1, q u ed an d o, po r lo tanto, proclam ad o cam ­

sela los conten dientes, qu ed ó a b en e ficio de un ju g a d o r del equipo

“ R ie g o s A s f á ltic o s ” , lesionado de cierta

consid eración en uno de los partidos. N u estra

fo to

se re fie re al “ on ce”

cam peón

del

torneo.

Jlstilleros en Rentería y U n escritor via jero que visitó nuestra P rovincia

taquilla

ín tegra del en cuentro d ecisivo, en lu ga r de d istrib u ír­

£ezo

en el lím ite de H e rn an i, era conocida con el d icta d »

a principios del 800, decía de este modo al referir las

d e “ R eal fá b rica de a n clas” .

impresiones reco gid as: “ H allarás dos fru tos en esta tierra vasca: que son

p ro v in cia no pu ed e o lv id a r aquellos tiem pos en q u e

hombres y hierro” . L as antiguas herrerías que se extendían en las

llam aron “ N u e stra S eñ o ra del P ila r ” y “ S a n tia g o ” y

márgenes del U ruinea eran conocidas con el nombre

que sirviero n d e cap itan as en la A rm a d a del O c é a n o ;

Q u ien

evoq u e el

se con stru ían

p restigio

en L e z o

m a rin ero d e

n uestra

los célebres galeon es que se

de O la k ; y a los ferrones u oficiales de sus talleres

aquellos a stillero s que estu vieron en clavad os en el sitio

de fuego se les llamaba por el nombre compuesto de “ ola-gizonak” .

d en om inado B o rd a , la B o r d a ; y las cord elerías, de q u e

T u v o extraordinaria im portancia la fabricación de

fin a les de sig lo se fa b rica ro n ja rc ia s, calabrotes, m a­

apenas queda algu n a com o recu erd o , donde hasta casi

anclas, que se exportaban, en grandes cantidades a

rom as, cables y dem ás utensilios de la m arin ería.

Am érica y a muchísimos arsenales de Europa. Para que se vea la distinguida significación que

•— co n firm a n las m ás docu m en tad as in fo rm acio n es p re­

En

los

alred edores

de

R en tería

se

alb ergab an

esta ram ificación de la industria del hierro tenía, dire­

té rita s—

m os que una de las ferrerías— industria, al fin y al

v a r io s astilleros q u e ex istiero n en el térm ino d e dich a

cabo, relacionada con la construcción naval— existente

villa.

m iles de m arin ero s que se ocupaban en los


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" C H U L I " ¡V e n , C h uli, perro a m ig o ; a cércate a mi la d o !... Puesto que es cosa d ecid ida que te asom es a estas p á ­ gin as, colócate bien, así, para que todos aqu ellos que te

adm iran ,

porque

saben

c alib ra r tus

virtu d es, al

verte ahora sientan una gran d e a legría, y para los que, d escon ociéndote o pecando de ju ic io ligero al conside­ rarte cosa vu lg ar, rectifiq u en tam año desp ropósito y puedan, desde hoy .sa lu d arte con una son risa al verte p a sa r... Y o sé— y te pido an ticipad o perdón por d io — que al hablar de ti, de tus cosas y de tus p rod igios, voy a herir en lo hondo de tu acriso la d a m od estia; pero tiem po es y a , mi buen C h u li, d e q u e a rro jes por la borda sem ejan te com p lejo de in fe rio rid a d , y sepas, de una vez, que no h a y m a y o r m o tivo para ello. E n ú lti­ mo extrem o, g o zas de unas m ejilla s lo su ficientem en te peludas para que no trascien d a a ellas n in gu n a clase de rubor. C ad a día aum enta el núm ero d e tus am igos y por eso vienes a estas págin as, a esta ventan a q u e se abre una sola v e z al año, y a la qu e se asom an todas las gran d es y p equeñ as cosas que han pasad o en el p u e­ blo. U n o s am igos— los ú n icos am igos— som os los qu e fu im os gan ad os desde el p rim er m om ento p o r tu ale­ gría , po r tu corazón ap asion ad o y por tu jo v ia l su m i­ sió n ; y otros, bien d istin tos, C h u li, los q'ue no saben hacer o tra cosa que asom b rarse ante ti y e x a lta r fr ív o ­ lam ente

tus

portentos,

echándote

sobre

el

húm edo

hocico, sobre tus agu d ísim os o jo s, el insulto incon s­ ciente de com pararte con un perro de circo. C on n os­ otros, C h u li, estás a s a lv o ; pero, con estos ú ltim o s ...; a éstos perelónalos, porque no saben lo que ven ni son responsables de lo que dicen. ¡ T ú , perro de c ir c o ! ... P erd ó n alos,

perdónalos.

¡C u á n ta

m irada

inquieta,

cuán to ladrido de rebeldía contenido, C h u li, en esos herm anos d esg raciad os que evolucionan sobre la a lfo m ­ bra de la p ista! Y , ¿en el trasfo n d o , allá, al otro lado de las lo n a s ? ... ¡C ó m o restalla el lá tig o ; qué p r iv a ­ cio n e s; cuán ta m iseria y esclavitu d , y qu é d u reza de corazón la del d o m a d o r! ¡ Y total, por unos a p la u s o s !... P e ro tú, no, C hu li. E sa s cosas tu yas, inusitadas en un perro, q u e tanto pasm o lleva a quien las con ­

servicio d e creerm e cap az, a m í, de inten tar rom per ese tu p ido e inconsútil velo que en vu elve a tu propia céd u la personal. N a d a m ás a le ja d o de mi intención. V iv e s sin am o, sin casa, sin o fic io ni b en e ficio y, por ende, sin bozail y sin collar. ¡ Q u é g ra n d e debió de ser aquel día fa u sto en el cjue, de una vez y p ara siem pre, su p iste ga n ar la a n siad a

lib e rta d !...

D esde

entonces te conocem os acá, cam pechan o, ju gu e tó n y p a rle ro ; d evoto inatacab le de ciertos gu sto s y p r e fe ­ rencias y , sobre todo, rendido c u ltiv a d o r de tu m ás ancha, típ ica y cla ra f a c e t a : la buena y desprendida am istad, ¿ v e rd a d

q u e sí?

S ob re

todo, la de ese tu

am ig o d e las g a fa s velad a s, a xelm u n th ia n o p o r tantos conceptos, que tanto te q u ie re y que tan hondo ha sabido cala r en tu corazón . ¡ C ó m o go zas tú m archand o a su la d o !... T ú 110 sabes h ablar con palab ras, n atu ­ ralm ente, y al no saberlo, tam poco sabes fin g ir ni in v o ­ lucrar, d e aquí el q u e sea tan fá cil, a p o ca p e rsp ica cia que se posea, el leer e in terp retar tus d iá fa n o s pen sa­ m ientos. ¡ Q u é bien os entendéis los d o s ! E s una d eli­ cia ve rte con él a las h oras d e com er y d e cen ar, en ese popu lar

resta u ra n te de la

calle V it e r i;

los dos

apoyad os sob re el alb o m a n te l; tú, subido a una silla y con la servilleta hecha lazad a p o r detrás del peludo cuello. E l, com o a m ig o de verd ad , com parte contigo su y a n ta r y tú com es a ritm o pau sad o, plá cid a y d elei

tem pla, esas las haces tú porqu e sí, p o rq u e te salen

tosam ente, sin sa ca r nada fu e ra del plato, tod o esm ero

de dentro en a rran q u e espontáneo, en g ra cia a tus

y pu lcritu d . E n lo s descansos, tu am ig o te habla de

am igos del alm a, a esos que visitas a d iario en busca

todo, d e las c o sa s del día, y tú le con testas con calor,

de un rato de com pañía, d e un con sejo, o en dem anda

con esos sonidos gu tu ra les que tan estupendam ente

de a yu d a y a p oyo en un m om ento d e an g u stia, de

sabes hacer resb alar p o r la ga rga n ta. ¿ C u án to s asiduos

agu d a perp lejid ad . Y esto, m i querido C h u li, sí que no

com en sales se han q u ed ad o de un a ire al v e rte de esa

es circo, ¿ v e rd a d ?

gu isa y con tanta seried a d ?

P e ro vayam o s al gran o. ¿ Q u ié n eres tú ? ¿D e dónde

R e cu e rd o aquel día en q u e tu a m ig o ca y ó en ferm o.

has v e n id o ? ... C o n serva com o oro en paño, C h uli, este

F u iste casi el p rim ero en su b ir las escaleras de su

m isterio insoborn able que te rodea, porqu e la ge n te es

casa. E n tra s te sin llam ar, tem eroso, inquieto y trém ulo.

así, siem pre dispuesta a levan tar un pedestal de la

T e acercaste a él callad am en te y o lfa te a ste intensa­

m ayor fam a a todo aquello q u e se escu rre por los

m en te po r tod a la h abitación. A s í te v i yo . Y vi tam ­

en tresijos d e lo m isterioso. Y

bién cóm o, ante su c a ricia a gra d e cid a po r fu e ra del

no me h a ga s el fla c o


em bozo, tus o jo s se a le g ra b a n , esos o jo s húm edos, ui;

P e ro , o y e, C h u li: ¿d ó n d e p asas esas horas de las

poco ve lad o s p o r la n eblin a a zu le n ca q u e o s d an los

q u e n ad ie sabe d a r razón , p o rq u e n ad ie te v e ni supone

añ os de con tin u o trotar. E m itiste un sem ilad rid o de

don d e p u ed es e s ta r ? ... A c a s o ten ga y o la clave d e este

a le g ría y tu a m ig o y y o son reím os sin que nos v ie r a s ...

secreto : que tú eres un «poco rom án tico y q u e te gu sta

O tr o d ía , d e m u y cru d o in v iern o , con un helado

la poesía. H e visto m u ch as veces algo en tu m irad a

y a to m iza d o “ sirim iri” en el e x te rio r, a lg u ien se q u e­

que m e ob liga a p en sar así. Y

ja b a en u n a m esa c e rca n a del restau ran te que os da

n eblin a que da v a g u e d a d a tu s p u p ilas. A ti tus o jo s

no es solam en te esa

c o b ijo d e la p o ca ed u cación d e aqu ellos que, al en trar

no te p u ed en en g a ñ a r; ni a ti ni a los que te c o n o ce­

en la p ieza, se d eja b a n la p u e rta a b ierta co n un palm o

m os,

d e ren d ija . E fe c tiv a m e n te , era ¡pesada ta re a el levan ­

enorm e exp resión. T o d a tu conscien cia, tod as tus em o ­

ta rse d e continuo p a ra c e rra r. H u b o p rim ero un co­

ciones y todo tu pàlpito, se concen tran en ellos, p orq ue

p o rq u e

hay

a lgo

qu e

los

re fu e rz a ,

d án d oles

m en tario, lu eg o un a d iscu sió n y , com o siem pre, una

tú no posees m ás que un rid ícu lo v e stig io de rabo.

a p u esta

No

al

fin a l.

p a rec ía s

in d ife ren te

a

todo.

Yj cu an d o tu am igo, el de la s g a f a s o scu ras, a firm ó

si

por

fen óm en o

con gèn ito

o

por

alevosa

am pu tació n , te en cu entras p riv a d o de él, y , p o r esto,

rotu n d am en te que tu ed u cación e r a m u y su p erio r a la

n u nca m ás a ce rta d o q u e repetir aqu ello d e q u e “ los

d e aquellos asid u o s al b a r q u e se d eja b a n la pu erta

o jo s

abierta, el h u m o ap elm a zad o d e los c ig a rrillo s hubo

apén d ice m a ra villo so , inquieto y v iv a z que, un id o al

d e h acerse a un lad o p a ra d a r com p leta cab id a a la

corazón p o r in v isib le cordel, se co n v ierte a cad a sístole

son el esp ejo

del a lm a ” . T e

fa lta , C h u li, ese

e x p ecta ció n q u e llenó el e x ig u o recin to. E l se levan tó

en la v e le ta de todas vu e stra s em ociones. Y y o he visto

y c e r ró la p u erta. T o d a s las m ira d as se cen traro n en

v a r ia s v e ce s en tu m ira d a a lg o q u e acaso sea la clave

el p ic a p o r te ; el silen cio era absolu to. T ú te p a sa b a s la

d e esa sospechosa e v a s ió n ...

len gu a p o r

T e n g o casi la evid en cia de q u e cuando el tiem po

el b igote, in ten tan d o cap ta r las últim as pronto,

es p rop icio, subes al trote la c a lle de A r r ib a y reb asas

a lg u ien entró.’ H u b o un salu d o d el recién llegad o, que

d e la rg o el C o n ven to de las A g u stin a s, para perd erte

q u ed ó sin réplica, y tod o s los o jo s se vo lv iero n a ti.

p o r los senderos q u e te lleva n al alcor. E n esta lom a

E n to n ces tú, len ta y d esp aciosam en te, te apeaste de la

h a y u n pin o solitario , y sobre su som bra, C h uli, es

•rem iniscencias d e la a cab ad a p ita n za y , d e

silla y , con p aso tran q u ilo, recreán d o te en e l lan ce, te

donde tú te vu e lca s, la x o e indolente, a g o z a r del cielo

fu iste d erecho a da p u erta y ¡ ¡ z á s !!, co n las dos m anos

y , sobre todo, de esas esp on josas nubes b lan cas, com o

sobre ella, la c e rra ste d e u n solo golpe, q u e h izo re­

vo lu ta s de chantylly, q u e v a n bogan do p o r el m ar del

tem blar el ta b iq u e ... ¡Q u é “ a a a h ”

a ire a tod a ve la y en dulces em popadas. E sto , C h u li

de ad m iración se

apod eró d el c o m e d o r ! ¡ Y q u é lecció n d e buena crian za

rom án tico, ¿ q u é p u ed e ser en ti sino p o esía ? L a sospecha m e vin o cierta noche, en la que, al

d iste a tanto con cu rren te d e sp re o c u p a d o !... C a d a v e z se conocen m e jo r p o r el p u eb lo tus actú a

ve rte, m e colm aste de felicid a d .

ciones, tus reb otado s y h a sta tus d iscu rso s, y po r ello,

A n d a b a y o p o r aqu ella h o ra m u y c e rca d e la F an-

cad a d ía que p asa se a g re g a un n u evo tro zo de m á r­

d ería, cuando v i cóm o una lu n a enorm e subía con len ­

m ol al obelisco d e tu p ro p ia fa m a. P e ro , a p esa r de

titu d p o r en cim a de las P eñ a s de A y a . M e d etu v e a

ciertas cosas y d e tu atuen do e x te rio r, un tan to b ohe­

con tem plar su ascensión p o rq u e el espectáculo era m a­

m io y u ltram on tan o , eres un p e rro ord en ad o y serio,

rav illo so . E n la n och e clara, aq u ella luna p arecía un

que ha llega d o a d istrib u ir sabiam en te todas las horas

fa n tá stic o d isco d e oro, un “ g o n g ” g ig a n te sco .’ Y cu an ­

del día.

do di en p en sar en la vib ra c ió n espantosa q u e sa cu d iría

E n la calle S an ch oen ea po sees buen as a m istad e s;

al m undo si una m aza a p rop iad a se a b a tiera sobre aquel

a llí d u e rm e s p o r la s m añanas en una casa en la que

m etal im pon en te colgad o d el cielo, te vi a ti, C h u li, al

h a y un a m u llid a a rp ille ra p a r a t i; a llá es d on d e te

b o rd e del cam ino y asom ado a un g ra n ch arco q u e la

fa b rica s tus m ejo res su eños y , p o r n o p riv a rte d e nada,

llu v ia del d ía a n te rio r h abía p osad o en el suelo. F u i a

h a sta has co n segu id o q u e unas m an os fem enin as te

llam arte, pero m e contuve. ¿ Q u é hacías allí, m irando

aca ricien el lom o antes de salir. E n la m ism a calle,

p rim ero al ch arco y al cielo d e s p u é s? ... M e acerqué,

un os po rtales m ás ad elan te, don de es d e tu g u sto m o n ­

quedo, sin que tu percib ieras m is pasos. ¡ Q u é abstrac­

tar g u a rd ia , te dan de m e re n d a r; y p o r las noches, sin

ción la tu y a ; q u é fu lg o r en tu m irad a ! E n to n ces lo

q u e n ad ie te lo h a y a p ed ido ni se sepa el p o r qué

com pren dí todo. A l cabo d e un ra to m iraste a la luna

aco m p añ as h oras y h o ra s a lo s seren os que an d an de

y

ronda.

tenías, p e ro con una delectación q u e era pu ro é x ta sis,

E re s , C h u li, u n p e rro jo v ia l y hon rad o, p a rco en el lad rid o y n ad a rocero , p o rq u e ¿ q u ién te h a v isto a

son reiste co n b eatitu d .

Y

sin sed, p o rq u e no la

te d iste un a h a rtu ra d e p oesía, p o rq u e fu iste bebiendo, un a a una, todas las e stre lla s...

ti m etid o en u n a ju e r g a de esas b aratas, una ju e rg a

M e aco rd é d e P la te ro , el incon m en surable borri-

p e rru n a q u e v a llen an d o ca lles y p la zas d e h orrísono

q u illo del p o eta m ogu ereño J u an R a m ó n Jim én ez, y

g u ir ig a y ? N a d ie , C h u li; a b so lu tam en te nadie. C am in as

m e vin e a casa sin d ecirte nada, d e já n d o te a solas con

siem p re d erech o, sin d a rte al zig z a g u e o ni a la rebusca

tu felicid a d , y trayén d om e y o la m ía a cuestas.

o b cecad a y com in era en b ald es de b asu ra, ni a la e x p lo ­ ració n d e esq uinas m iste rio sa s, q u e os ob ligan a o lf a ­

Y a te había visto p a ra entonces, m i buen C huli, a lg o ra ro en tus húm edos o jo s ...

tear, a letean tes, y o s d e ja n lu eg o a tres patas. T u eclecticism o no s u fr e q u ieb ra s ni n a u fra g io s.

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y juegos

re n t e ri a n o s

!7Vlikela -Zulo, lugar de leyenda E n los lienzos de costum bres típ icas, los pin tores vascos n os p in tan

siem p re

en

las a rcad a s y

al rosario, las v ie je c ita s lo va n ga sta n d o , p o co a poco,

atrios

con el roce d e sus m a n tilla s ... ¡ V ie jo s m u ros carco m i­

cercanos a las iglesias, junto" a los gran d es pilones,

dos y a g u je re a d o s p o r esa cosa tan v ie ja , pero eterna,

dos o tres v ie je c illa s beatas, n a rig u d a s y d ich arach eras,

que es el tiem p o! L a s n o ch es de v ie n to y llu v ia no se

a rro p a d a s en sus n egros m antones, apretan d o entre sus

puede p a ra r en su a rca d a p o rq u e es la en c ru c ija d a

huesudos d ed os las enorm es cu en tas d e sus rosarios.

fa ta l, donde chocan y se revu elven , en lo c o rem olino,

M ik ela -zlilo n unca lo han p in ta d o así.

el a gu a y el v ie n to ...

S ien d o niño, he visto m u chas veces en la esquina de la calle

p in tores de aires

C ierta noch e de torm en ta m e v i p recisa d o a p asar

bohem ios, con tr a je s que fu eron negros y chalin as ver-

San cho-en ea, a

po r M ik ela-zu lo . L a llu via caía a to r r e n te s ; y el viento,

d u zca s y a ja d a s, m on tar sus trípodes, sa ca r sus p in ­

qu e p o r el túnel se en filab a, no m e d e ja b a ava n za r.

celes y em pezar a p la sm a r en sus lien zo s ese rincón

D esp u és de v a rio s intentos y e sfu e rz o s, aga rrán d o m e

renteriano. L o han pin tad o siem pre com o es. S iem pre

a las toscas paredes, em pecé a d ar unos p asos, tropecé

oscuro,

en la o scu rid a d y c a í...

siem p re

solitario ,

va rio s

ad h erid o

al

pétreo

suelo,

sim u lan d o el enorm e p ie de un g ig a n te que se apoya

S en tí un golpe seco en la fren te y aún zu m baba en

en un d eclive y se e sfu e rz a p o r m antener sobre sus

m is oídos el tim baleo de los le ja n o s truenos, cuando

hom bros la enorm e m ole de una to rre con sus cu atro

v i ante m is o jo s una m u ltitu d de chicos que corrían

relo jes y sus gran d es ca m p a n a s ...

h acia m í con alo cad o a f á n ; traían los o jo s m u y a b ier­

¡ T íp ic o rin cón r e n te ria n o ! C u an ta s veces lo co n ­

tos, las caras descom puestas, se acercab an jad ean tes a

tem plo, m e p a rece m ás v ie jo ; p arece que al pasar, día

un a g u je ro que en una de las pared es ex istía y , com o

tras día, a m isa po r la m añana, y noch e tras noche,

evocan d o a un orácu lo, grita b a n con tod as sus f u e r z a s : “ ¡ J au n go ik o a a ize a u n d iy a egin !” “ ¡D io s m ío, que so­ ple un fu e rte v ie n to !” ... Y después de la n z a r un agudo “ irrin tz i” , corrían , veloces, cu esta a b a jo , cu brían sus cabezas con sus largo s d elantales, que se hinchaban con el vien to sim u lan d o gro tesco s globos, e iban a r e fu ­ g ia rse en los cerca n o s p ortales. A l poco rato, com o obedeciendo al c o n ju ro de a q u e­ llos feroces grito s, arreciab a la torm en ta y la llu via abu n d an te era un ju g u e te q u e se m ovía a m erced del viento . C u an d o desperté de mi letargo, m e encontré bien a rrop ad o entre las b lan cas sában as de mi cam a. C erca de mí, mi abuelita m e h acía com pañía, y entre punto y punto d e calceta, cabeceaba acom p asad am en te, ven ­ cid a

p o r el su e ñ o ...

D esp ertó ,

sob resaltad a, cuan d o

sin tió que m e m ovía, y m ien tras cariñ osam en te m e tapaba y a rreg la b a la vend a que cu bría la herid a de mi fren te, m e p r e g u n tó : — ¿ Q u é te p asó en M ik e la -z u lo ? Y o le conté lo que había visto en mi estram bótica visión. E lla , creyen d o ser cosa de b ru ja s, se san tigu ó ráp id a m en te;

pero,

q u ed án d ose

a lg o

p en sativa,

me

d ijo : — E so que has soñado, ¿n o m e lo has oído contar a m í? A n te mi n egativa, m ascu llan d o una ja c u la to ria , oí que m u r m u r a b a : — T u s sueños de niño fu ero n un día r e a lid a d ... L a m iré, y vi que sus o jo s se em pañaron, b rillan d o en ellos la añ oran za de un v ie jo re c u e rd o ... R a m u l e i.


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"Q u ie n canta, su

m al

e sp an ta"

Un ochote Dicen que decía P lutarco que “ el hombre cumple

renteriano

— ¿C oncierto a la vista?

un deber elemental dando gracias a los dioses que le

— Sí y no— nos contestan. P ero eso no quiere decir

han dotado con el privilegio de la voz articulada” .

nada— . N osotros ensayamos a diario aunque no sea

N o dudamos de que el que esto decía era un señor

más que para m antenem os a punto. E n

despabilado. No. Pero se nos antoja que debía haber

cuarteto vocal, es de tina im portancia vital el ensayar a menudo.

hecho una salvedad. Creem os cfue debe estar agrade­ cido todo aquel individuo que haya recibido desinte­ resadamente algo que valga la pena. Poseemos voz, pero no por el mero hecho de poseerla debemos dar todos gracias a los dioses de Plutarco, Y si no, que se lo pregunten a cualquiera de esos que tienen un

un doble

— ¿ O s reunís siem pre los ocho? — Casi siempre. D e lo único que andamos sobrados es de afición y de una más que buena dirección. — ¿Contentos con vuestro director?

pedazo de ladrillo por cam panilla.

— Encantados. Respecto a nosotros, encaja mu) bien aquello de “ a rey m u e rto ...” ; pero si aplicásemos

P ero no vam os a hablar aquí de los de esa especie. N os dirigirem os a los que deben estar agradecidos.

el refrancito a nuestro director, el pobrecito iba a salir m'uy malparado. E l tener que prescindir de D. Bautista,

V am os a ponernos en contacto con los de la acera de

significaría la desesperación del ochote. Y que no se

enfrente; con los que hacen con sus gargantas verd a­

sientan por esto ofendidas las demás personalidades

dero A rte. Y para ello, nos entrevistamos con nuestro

m usicales del pueblo. Porque la verdad es que para

Ochote “ O arso” , representante y continuador de la

nuestro director la tiene secretos.

gloriosa tradición orfeónica renteriana. L es encontramos en su propia salsa. U na sala espa­

especialidad que cultivam os no

N os dicen todo esto muy bajito, para que D. B au ­

ciosa: un piano, ocho cantores y su director. Papeles

tista, que está m uy ocupado en hacer cantar un doble

pautados en las manos y enfrascados en la interpre­

fa sostenido a un ochotista, no les haga callar al sentir herida su habitual modestia.

tación de una bellísima co m posición: los últim os com ­ pases del “ T x e r u ” , de Guridi, s'urgen, fielmente in­ terpretados, de templadas

las

bien

gargantas

de

los ochotistas. Como la puerta de la habitación no chirría y el caminar sobre las puntas de

los

pies

resulta

un

andar muy silencioso, el grupo no se entera de la presencia del in tru so ; pero un

inoportuno

tropezón

con una silla delata la in­ tromisión del “ cuscusero” . Los cantores callan, al re­ pórter se le sube el pavo y después de los corres­ pondientes saludos y

de

interesarnos por nuestras correspondientes saludes, entablamos la charla.

Director y cantores del ochote renteriano “ O a rso ”

Planos p ara Patentes de Invención

P. Viteri, número 24

M o d e lista y Delineante m ecánico

O TEGUI R E N T E R I A

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— ¿ M u c h a s actu acion es en v u e stro h isto ria l?

to ro s desde la b arre ra y lo s cán ticos a tono. Y o , po r

— O fic ia le s , solam en te cinco. C o n cu rso s de P a s a je s

m i parte, m e o fr e z c o — e in v ito a los dem ás a h a cer lo

y R e n te ría ; un a cto religioso en P a s a je s d e S a n P e d r o ;

m ism o— p a ra m a ta r un toro cantando. L e suelto aq u e­

en el C in em a R en tería en una v e la d a m ú sico-vocal y

llo de “ S o y la calan d ria que llo r a ...” y segu ro que el

en el aún reciente h o m en a je a D . H ip ó lito G u ezala.

toro se m uere d e pena al sen tir llo ra r a la caland ria.

A p a r te

N o m e n egaréis qu e esta m od alid ad de m atar es m ás

de

esto,

hem os

a ctu ad o

en actos

religio so s

alegre, m ás lírica y m enos p elig ro sa q u e la estocada.

cu an ta s veces hem os sid o requeridos. — ¿ Q u e r é is darm e la “ alin eació n ” del och ote?

N o s con ven ció a todos.

— A h í v a : tenores p rim eros, R a m ó n L in a z a so ro y

El

ochote

está perd ien d o

un

tiem po

p recioso y

A n to n io S á in z ; tenores segu n do s, J a v ier O la s co a g a y

optam os por d eja rlo s ya. A n te s de hacerlo m e d irijo

B o n ifa c io O la iz o la ; b aríton os, R am ón M ú g ica y A n ­

a s'u d ire cto r— que y a h a consegu id o lo qu e quería

tonio Tdiazábal, y b a jo s, L u is A r o c e n a y Ju an P olo.

respecto al doble fa sostenido— p ara despedirm e de él

T o d o s p egam os el p rim er b errid o en R en tería , excep to

y hacerle tina preg u n ta.

éste— y

señalan

a

L in a z a so ro — , qu e

suponem os

— ¿ S a tis fe c h o de sus m u chachos?

lo

— M u y sa tisfech o . S on unos chicos con a fició n por

h aría en P a s a je s ... Y

el “ in te rfe c to ” , altam ente ofen d id o, pero con un

“ h u racá n ”

terrib le d e g u a sa , d ice que aún está poi

soltar el p rim er b errid o. Y

se lo creem os.

C on tin ú a la charla.

A n te s de trasp a sar la p u erta qu e m e d e ja rá en la — ¿ V u e s tr a m a yo r asp iración com o can tores?

— Sin m eternos con los gran d es, G u rid i y A lm a n d o z. — E l m ío, M an olete. L a salid a del och otista m ás alto— :u n o ochen ta, pui lo m enos— es aco gid a con son oras c a rca ja d a s. — P e ro , ¿ q u é ? ¿ T a m b ié n to r e r o s ? ... — T a m b ié n ... H a y quien a seg u ra que en estas M a g ­ se v a

a en carg a r d e liq u id a r un

M iu ra. — No

U n apretón d e m anos y le dejo. calle, preg u n to a 'un o c h o tis ta :

— ¿ V u e s tr o s co m p o sito res p r e fe rid o s ?

dalenas el ochote

arro b as y otras m u y buenas cualidades.

lo creas— m e d ice el “ m a n o letista ” — . H a y

— Un

g ra n deseo y una m á xim a a s p ir a c ió n : oir

can tar a los ¡monjes de Solesm es en su abad ía y v e r a R e n te ría con vertid o en un pueblo c a n to r; v o lv e r a poseer una m asa coral com o en los tiem pos d el g lo ­ rioso O r fe ó n R e n te ria n o ; resu citarlo , para ca n ta r m u ­ cho— m ucho y bien — , p a ra pod er así a ñ a d ir a la leyen ­ da del escudo de n u estro pu eblo una p a lab ra m á s: “ N ob le, L e a l y C an to ra V illa de R e n te ría ” . Y

continúa el ensayo.

cu atro casados en el ochote y . . . todos con h ijo s. L o s

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D EL " U R D A B U R U "

La leyenda

negra que

sobre

pesaba

dejado

existir

ha

de

nosotros

Nuevam ente este año, los editores de la simpática

cumbres evocan: el arroyo cantarín y los cien balidos

Revista R E N T E R I A tienen la amabilidad de brindar­

de oveja que corta el agudo silbido de algún joven

nos las páginas de la misma para que en una de ellas tenga cobijo el nombre de nuestro Grupo. A grad ece­

“ artzai” ... entre otras.

mos, como se merece, el atento gesto y, al igual que

V an siendo legión los que, abandonando la ciudad, se entregan a la práctica del deporte montañero, con­

en números anteriores, es uno de los nuestros el encar­

siguiendo que nuestro “ G rupo” vaya subiendo en el

gado del lío de pergeñar unas líneas y con ellas nada

concepto de nuestros conciudadanos, los Cuales saben

menos que un artículo. ¡Señor, qué castillo! P e ro ...

ya ahora que pueden d ejar a sus hijos en nuestras m a­

manos a la obra, y a ver cóm o nos sale.

nos. L a leyenda negra que sobre nosotros pesaba ha d ejado de existir. N o hay sino vernos llegar al regreso de un día pasado al aire y al sol, en íntimo contacto

N uestro “ Grupo de M ontaña Urdab'uru” va, ésta es la verdad que nos congratula, asentando su prestigio sobre la base firm ísim a del deportivism o de sus com­

con la m ontaña: sana alegría reflejad a en el rostro radiante y en los labios una abierta sonrisa, claro espejo de la m aravillosa jo m a d a pasada en las alturas.

ponentes que, insensiblemente, van infiltrando en la juventud renteriana el am or al deporte de la montaña' y llenando los huecos que en el mismo están dejando

E l pasado invierno hizo su aparición en el “ G rupo”

los semi-vetustos que, por razones de tranquilidad (¿vejez?), no ascienden ya al A ra la r y al A itzgorri.

la valiente sección de “ esquiadores” , y com o el tiempo les fué propicio, hubo verdaderos alardes de patinaje.

E s la eterna ley de “ ¡paso a la ju ven tu d !” , si bien

A lgu n os participaron en competiciones oficiales, lo­

los muchachos del “ Grupo” no necesitan que se le:

grando los primeros lauros en ram a tan espléndida de

abra paso, sino que ellos mismos se lo abren siguiendc

nuestro deporte.

los jalones que les m arcan los buzones de nuestras

E ste año seguram ente que se doblará el número de

cumbres. A cambio de tina tarjeta que nuestros jóvenes

los “ chirristalaris” , pues conociendo de cerca este de­

depositan en ellos, la cumbre les devuelve, con creces,

porte, se habrán de anim ar a dejarse deslizar sobre la

el entusiasmo derrochado en la subida por la áspera

helada nieve, calzándose las “ tablas” y fam iliarizán­

pendiente; premiando su voluntad y esfuerzo con la

dose con los nombres nórdicos...

incomparable serenidad que transpiran nuestros mon­

A nim arse, m uchachos; que es muy bonito ver des­

tes, siempre verdes, y que le hacen pensar a uno en

lizarse la nieve bajo las botas, m ientras la mirada,

los insondables tesoros de paz y tranquilidad espiritual

clavada en la lejanía, no cesa de buscar una meta

que encierra esa bella N aturaleza, tan pródiga en esta

imaginaria, y encontrarse, de pronto, con un respeta­

región, verdaderamente ideal para el montañero. Tranquilidad y paz

I

i i í r '| T H ] 'T

i" ~

que, cual sedante de nuestra agita­ da y

preocupada existencia, n o ;

hacen,

amando

infinitam ente

lo

bello, elevarnos en nuestro propio espíritu e interpretar en su justa grandeza la obra del C reador; y allá donde las nubes se confunden con las heladas cimas de nuestro; montes, entonan un canto d cias al

A u tor de tanta

g ra ­

inefable

grandeza... M as... dejem os la lírica. La ima­ ginación vuela y la torpe pluma, aguijoneada por el fuerte tema del montañismo, desbarra, sin duda, impotente de no poder plasmar lo que el pensamiento sugiere. A sí pueden los amables lectores librar­ se

de

otras

mil

cosas

que

las

I M archa social.— L o s m ontañeros hacen un alto en la Venta de Arlepo


b le ... coscorrón . P e ro a rrib a o tra v e z , q u e la n ieve es

v e rse a un gru p o de m on tañeros descansand o en la

blanda.

V e n ta d e A rle p o , pu n to d e p a rad a y com ida en nuestra I M a rc h a S ocial, que este año, D io s m ediante, tendrá una segu n d a edición y

N u e stra

en la

cual no d u d am o s que

fie sta de fin a lista s en A r r a tz a in y O rio

tom ará p a rte cerca del m edio cen ten ar de patru llas,

tu v o caracteres de apoteosis. A llí, ju n to con los am igos

p ro cu ra n d o ,<por n u estra p arte, que sea m ás benigna

del

qu e otras pru ebas o rg a n iza d a s este año, para q u e los

“ A m a ik a k - B a t” ,

felicitam o s

a. la

trein ten a

de

va lien tes que acab aron sus co n cu rso s. T o d o s fu ero n

p apás pierdan el m iedo a las m ontañas, m iedo que no

calurosam en te aplau d id os por los tres centenares de

com parten — dich o sea, d e paso — los m u chachos de

m on tañeros que nos Honraron con su presencia. C o n ­

n u estro pueblo.

cu rren cia ésta que p ru eb a la c a teg o ría que ha obtenido y a n u estro “ G ru p d ” .

N u e stro dep orte no es esp ectacu lar ni de com p e­ tición. N a d a de osten tacion es ni de rivalid ad es. N u e s­

L a im posición de m edallas se celeb ró en un a cre­ ditado resta u ra n te de O rio , en m edio de un excelen te

tro lem a es “ F ra te rn id a d

y c am a ra d ería ” . N u estro s

éx ito s n o son, p o r ejem p lo, com o los de un equipo de

hum or, com o es p e cu lia r en todos n u estros actos. F u é

fú tb o l, ni se festeja n del m ism o m odo. T r a s de una

un d ía de im pereced ero recu erd o para cu an tos lo pre

d u ra m archa, no se nos recibe con cohetes y chupi-

senciaron.

nazos. P e ro en n u estro in terio r b rilla el entusiasm o de

M á s tard e tu v o lu g a r la trad icion al excu rsió n ai

los “ L a g u n A r te a ” , “ E u s k a ld u n a ” , “ T o u r in g ” , “ R a p id ”

T x in d o k i, que estu vo co n cu rrid ísim a, siendo su nota

y tantos o tro s nom bres que supieron pospon er el suyo

m ás sim pática la presen cia en ella d e bellas señoritas

al d e n uestro q u erid o R en tería, elevánd olo a envidiable

de la localidad. D estacam o s, com placid ísim os, el ere*

a ltu ra en el terren o d ep ortivo.

cíen te interés del sex o débil po r cu an to se relaciona con el m ontañism o.

E s a es, y no otra, n u estra m e t a : que n u estro pueblo tenga, entre los dem ás de la p rovin cia, el ran go que

N u estra s a ctiv id ad es, en fin , se ven acom pañada?

le corresponde.

siem pre del éx ito m ás com pleto. E n la “ fo to ” que acom p añ a a estas líneas puede

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H u sm ean d o pretéritos papeles, hem os captado la sigu ien te h isto rieta o c u rrid a en un a d e esas fe ria s tan frecu en tes en n u estro p a í s : T e n ia el buen hom bre d e A n tó n de Z u b iga in entre sus ga n ad os d e labor, una y e g u a veterana que había dado h asta d iecisiete po tro s al acervo cab allar. H a b ía sido siem pre un herm oso anim al, dócil y m anejable, com o no h ab ría otro, tal ve z, en la com arca. E l p ro p ieta rio A n tó n , con leg íti­ m o o rg u llo , solía d e c ir : “ E s ta y e g u a , m enos h a ­ blar, sabe de tod o” . A lte rn a n d o cría y laboreo y a d e ­

E s ta puso el g rito en el cielo. ¡ Q u e no y que n o ! Q u e

lan te el calen d ario, la y e g u a era m u y v ie ja al cu m plir

la y eg u a tenía que m o rir en la cu ad ra d on d e había

los .veintiuno. L o s dientes extrem ad am en te largo s, poco

viv id o . E l m arid o v o lv ió d e su acu erd o , y se a p resu ró

v iv a s las pequeñas o rejas, m u y hondos los hoyu elos

a com u n icar a su am igo el d isgu sto con yu gal. P a c h i,

encim a de los o jo s. T o r p e para an d ar, d istraíd a a las

ponién d ose serio, e x c la m ó : — P ues

vo ces de sus dueños. C om ía con d ificu lta d , y a fu e rz a d e lam e r una bola de sal en el pesebre, h asta había

m ira,

el

trato

es

t r a t o ; no

te

puedes

vo lv er.

o lvid a d o el relincho, otro ra vib ra n te. E r a a lg o trad i­

— P e ro , rep ara en q u e v o y a estar de “ n o” con

cion al en la V ida d e su especie, pero casi inservible.

R o sh ario . Y adem ás, a h o ra m e en tra a mí la “ cariñ a-

“ ¿Q ué

d a ” po r la y eg u a . S i sé, no te la ven d o, ¡ p a la b r a !

harem os

con esta y e g u a ? — d ecíase el buen

A n tó n — . M e da pena v e rla m o rir y m e da pena m a­

— S i tanto te pena, te la vu e lv o a v e n d e r ... y en paz.

tarla, y m e d olería ven d erla a los gitan os ta m b ié n ...”

— E n to n ces, deshacem os el trato.

S e a p ro x im a b a la fe ria de R en tería . P e ro , ¿qu ién tenía cara p ara sa ca r “ a qu ello” a la ve n ta ?

— ¡ N o , hom bre, n o ! M e das trein ta d u ros, y tu y a es tu y e g u a .

Y he aq u í que, el día d e la feria , uno de los chicos

— ¿A

d e casa llevab a a a b re v a r los gan ad os. En

el

cam ino,

un

“ c ase ro ”

se

eso te v a s a poner, en tre n o so tro s?

— Y a te has puesto tú.

fijó

en el fla co

anim al.

— P u e s ... ig u a l; te d o y los trein ta d u ro s. P e ro q u e no se entere mi m u jer.

— ¿ D e quién es esta y e g u a ?

— D escu id a.

— N u estra .

— T ú y a has “ sacao” el jo rn a l.

— ¿ N o q u erría s v e n d e rla ?

— S i con cin co d u ro s h a ría la sie m b ra ...

— ¿ V e n d e r la ? E l p a d re sabrá.

El

de Z u b ig a in

en tregó al d e A la r r e ciento cin ­

— ¿ Y dónde está tu p a d re ?

cuenta pesetas, qu ed an d o la y e g u a en p o d er del p ri­

— N o lo s é ; p o r ahí anda.

m ero.

Y

a p ro ve ch ó una d istració n d e su am igo p a ra “ filtra r le ”

P a c h i, el de A la rr e , y A n tó n de Z u b ig a in , se

F u e ro n

a

“ ech a r un

tra g o ”

ju n to s, y

P achi

en con traro n a p o c o ; y aquél com pró a éste la y eg u a,

en el bolsillo de la blu sa un billete d e ve in ticin co . E l

sin apen as reg a te a r (eran buenos am igos), p o r v e in ­

no sabía h a ce r u n a m ala p a rtid a a un am igo.

ticinco d u ro s. Sem b ran d o, el día a n terior, un cria d o

R o sh a rio en contró casu alm en te los cinco d u ro s al

había cla vad o la r e ja en el casco a uno de los bueyes,

“ reco ger la ro p a ” d e su m arid o. L e p reg u n tó sobre

y no le q u ed ab a a P a c h i otro rem edio que em p areja r

aquel d in e ro ... y entonces a d iv in ó A n tó n la o cu rren cia

su g a n ad o p a ra term in ar la siem bra. A prop ósito era

de

la y e g u a de A n tó n . D esp u és de term in a r 'el quehacer,

m en te” .

P a ch i.

Y

ex p licó

todo

a

su

R o sh a rio

“ su m isa ­

aún v a ld ría p a ra u tiliza rla en la P la z a de T o ro s. A n tó n fu é a casa y contó a su m u je r lo sucedido.

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A le t e a d o * aj,

d a fn e n a fe

s io J a M e ' m ú fu c o ^

a e te / u m o -

M # U & U cu n &

D. H ipólito Guezala, el notable músico renteriano,

s e nt i da , el

recibió el domingo i de A b ril el homenaje, cariñoso y

o f re d i m iento del homenaje.

merecidísimo, de los Grupos A rtísticos-M usicales de la villa. Desde bien temprano, el pueblo pudo darse cuenta de que el acto preparado por amigos y adm iradores del

Luego t u v o lugar un con­

ilustre profesor iba a revestir caracteres de aconteci­

cierto, que re­ sultó m agnífi­

miento.

co, ajustado al

U na alegre diana recorrió la villa, despertando al vecindario.

siguiente

A las diez, la banda de “ chistularis” , juntam ente con la de música y una representación de los veteranos

P rim era parte:

del O rfeón Renteriano, con sus banderas, acompaña­

(zortzico), de M . O ñ ate; “ Rapsodia I I ” , de L uis U rteaga; “ Donos-

pro­

gram a : “ J a iz k íb e l”

ron al homenajeado, desde la Academ ia de M úsica, a la iglesia parroquial, donde se celebró una solemne

tiya” , de Sorozábal, y “ A lborada” , de Guridi. (P o r.la

M isa M ayor, durante la cual el Coro de aquélla inter­

banda de “ chistularis” .)

pretó a m aravilla una hermosa página de V . Goicuechea a tres voces masculinas. En el ofertorio, ei ochote “ O arso ” interpretó, también de modo m agis­ tral, el “ A v e M aría” , de L uigi Botazzo. Term inada la ceremonia religiosa, el homenajeado, en medio de grandes ovaciones, hizo un recorrido

S eg u n da parte:

“ Beti Penetan” , del P. D o n o sti; “ A rtzai-A beztia” , de A lm a n d o z; “ G oizian-G oiztik” , de Guridi, y “ Cam i­ no del baile” , de M. Torner. (P o r el ochote “ O arso” , bajo la dirección de D. Juan Bautista Olaizola.)

triunfal acompañado por las bandas de tam borileros y

T ercera parte:

de música, así como de orfeonistas antiguos del “ La-

“ P ozaldi” , de F . S istiaga; “ L as Golondrinas” — pantomima— , de U san d izaga; “ Sansón y D alila” .

gun A rte a ” de Rentería, Desde la puerta de la iglesia uniéronse a ésta los

de Saint-Saens, y “ Poeta y aldeano” , de Suppe.

señores Rezóla, Gorostidi y M acazaga, presidente, di­

L a prim era de estas t cuatro composiciones, por los

rector y socio honorario del O rfeó n D onostiarra, res­

chistularis y la banda; las tres siguientes, por la ban­ da, sola, antes y ahora dirigida por el competentísimo

pectivamente. La

com itiva

dirigióse al

Salón. V ictoria,

dando

com ienzo en él seguidamente el acto preparado. E n prim er término, don Ram ón M úgica, de la Com isión

organizadora,

hizo,

con

palabra

fácil

y

maestro Ira o la; y “ Poeta y aldeano” , por la banda, bajo la dirección del homenajeado. Los

aplausos

sonaron con verdadero calor.

Term inado el (concierto, el m aestro Iraola hizo en­ trega al maestro Guezala de un magnífico obsequio que,

como

recuerdo

del

acto, le regalaban sus an­ tiguos discípulos. E n el restaurante “ T o ­ qui-Alai” celebróse a me­ diodía una comida, a cuyos postres fueron leídos los incontables telegramas de adhesión e n v i a d o s por renterianos residentes en diferentes puntos de E s­ paña. L a revista R E N T E R I A se complace en adherirse con entusiasmo a este ho­ m enaje y en

felicitar a

D. H ipólito Guezala, de­ El hom enajeado, a la salida d el tem p lo , ro d ead o d e elem en to s d e la banda y de an tiguos com pañ eros d el O rfe ó n R en teiian o . Entre estos: U rigo itia, Sáez, E lizo n d o , Jáuregui, O la iz o la , Zalacain, C o rta, E ch eveste G u eza la (Em ilio), Roca, C o b o s, etc.

seándole muchos años de vida.


C a ra s

co n o cid as

de

R en tería ,

(Apuntes de caricatura p o r Víctor M a g a ñ a )

A unq ue el farol ha tapado la cara del angulero, nadie ignora que se trata de un servicial barrendero.

“ A rtista s” que bien se entienden en P a rís o Astigarraga... Chapartegui con el chistu, y Daniel con la guitarra.

Dentro del laboratorio gran parte del día pasa para sacar adelante la “ p role”, que no es escasa.

Con las arm as de combate con que suelen trabajar, marchan solos, con cautela, la “ cashuela” a preparar.

A q uí tenem os a Albero, conocido por “ P e ro lo ” , industrial aceitunero y algo... bastante “ p ocho lo”.

Si me viese ahora “ S h a c u ” en semejante actitud... Diría que eres un caso de limpieza y pulcritud.


AYUNTAMIENTO D IA

2 i, S A B A D O .

M A R IA

M AGDALEN A

A las seis de la mañana. — D ia n a p o r la banda de F . E . T . y de la s J. O . N . S. A las seis y m edia.— E m o cio n a n te en cierro, po r las p rin cip a les calles de la p o b la c ió n ; y a continu ación, em bolados p ara los a ficio n a d o s, en la P la z a de los F u eros. A las ocho. — R e co rrerá n las calles de la v illa los “ G ig a n tes y C a b ezu d o s” , acom p añ ad os p o r la banda de ch istu laris. A las nueve y media. — L a C o rp o ració n M u n icip a l y el C le ro P a rro q u ia l, aco m p añ ad os po r la banda de F . E . T . y de las J. O . N . S. y el gru p o de “ M a k ild a n tz a ris” , se d irig irá n a la E rm ita de la M a gd a len a para fo r m a r la trad icion al procesión qu e h a de co n d u cir la Im a gen de la S an ta P a tro n a a la P a rro q u ia . A las dies. — Solem n e M isa M a y o r ca n ta d a p o r el n u trid o C o ro P a rro q u ia l, estando el p a n egírico de la S a n ta en com en dado a un notable y elocu en te o ra d o r sagrad o. A las once y cuarenta y cin co.— G ran con cierto p o r la renom brad a banda de ch istu laris de S an S eb astián , d ir ig id a p o r el notable m aestro A n so re n a , en la P la z a d el G en eral M o la . A las d o ce.— C o n cierto p o r la ban da d e F . E . T . y d e las J. O . N . S ., que ejecu ta rá un selecto p ro g ra m a en la m ism a P la za . A las doce. — S e serv irá a los a co gid os en la S an ta C a sa de M ise ric o rd ia , según trad icio n a l costu m b re, una com id a e x tra o rd in a ria . A las do ce y m e d ia .— E n la P la z a d e los F u e ro s, g ra n c a r re ra c iclista con obstácu los, en la cual solam ente p o d rá n p a rtic ip a r quienes tengan resid en cia en la v i l l a ; se o b seq u ia rá a los g a n ad o res con preciosas cintas b o rd a ­ d a s p o r gen tiles señ oritas d e la lo calid ad y dos p rem ios esp eciales en m etálico. A las cin co.— E n el F ro n tó n M u n icip a l y a b en e ficio del S a n to H o sp ita l de la M ise ric o rd ia d e esta villa , se ju g a r á n dos in teresan tísim os p artid os de pelota a m ano en tre los ren om brad os p e lo ta ris de la esp ecialid ad. 1.°

A R R IE N ATAÑO

2.°

RENTERIA

con los cuates el Ilustre Ayuntcmiento de Rentería solemnizará a la festividad de su

A las siete y m edia.— L a ban da de ch istu laris, p reced id a p o r los “ G iga n tes y C a b e zu d o s” y la banda d e F . E . T . y d e las J. O . N . S ., re c o rre rá las p rin cip a les calles de la po b lación , entre el a le gre vo lteo de cam p an as, d isp aro de cohetes y chupinazos, an u n cian d o al v e cin d a rio el cocom ien zo de la s trad icion ales fie sta s p atron ales. D e nueve y .m ^ d ia a d oce.— L a ban da d e F . E . T . y d e las J. O . N . S. d ará, en la A la m e d a de G am ón, su p rim e r con cierto de b ailables m odernos, quem ándose, en su in term ed io, el trad icio n a l y clásico “ Z e ze n -zu sk o ” . D e once a dos de la m adrugada. — G ran V e rb e n a , o rg a n iza d a p o r la J u n ta del A s ilo , en el F ro n tó n M u n i­ cip a l, a m en izad a p o r una renom brad a orqu esta y una a fa m a d a banda de m ú s ic a ; h a b rá puestos d e ch u rro s, am bigú , etc., etc. D I A 22, D O M I N G O . F E S T IV ID A D D E S A N T A

DE

y

GALLASTEGU I contra V II y C O R T A B IT A R T E .

CARRAL y ALTU N A con tra ECH AVE V y LEGARRA.

Patrono, Santo Maríc Magdalena, los cías 21, 22, 23, 24 y 25 de Julio de 1945

D e cinco a ocho y m edia.— A c tu a r á en la A la m e d a de G am ón una n otable banda con un escogido p rog ram a de bailables. D e cinco a siete y m edia.— E n la P la z a de los F ueros, la b an d a de F . E . T . y de las J. O . N . S . interpretará b ailab les. A las siete y media. — E n la P la z a de los F u eros, em bolados p a ra los a ficio n ad o s. D e d iez o, una de la m adrugada.— E n la m ism a plaza, la lau rea d a banda de In gen ieros, con corn etas y tam bores, d ará un exten so co n cierto de m od ernos b a ila b le s ; y en su interm ed io se q u em ará una h erm osa colección d e fuegos a rtific ia le s de la ren o m brad a C a sa O roq u ieta, de P a m ­ plon a, con el consabido disparo de cohetes y chupinazos.

A las cuatro y m edia de la tarde.-— E n la P la z a de los F ueros, va ria d o s ju e g o s in fa n tiles. A las seis y cuarto.— E n la m ism a p laza, g ra n con ­ curso d e bailes del p a ís po r p a re ja s, siendo indispensable q u e los p articip an tes se presen ten a ta v ia d o s con los tra jes típ ic o s; se o to rg a rá un prem io especial de 50 pesetas a la p a re ja m ejo r atav iad a . A las siete y m edia.— E n la m ism a p la za, em bolados para los a ficio n ad o s. D e d iez a una de la m adrugada. — B a ila b les en la P la za de los F u e ro s por la ban da de F . E . T . y de las J. O . N . S. D IA 24, M A R T E S .

D I A 23, L U N E S .

A con tin ua ción .— E n el m ism o lu gar, una sesión de “ b erso laris” . A las seis y cuarto. — E n la P la z a de los F u ero s, g ra n exh ib ición del g ru p o de “ M a k il - d a n tza ris” de la villa. A las seis y m edia.— E n el F ro n tó n M u n icip a l y a b en eficio de la S a n ta C a sa d e M ise ric o rd ia , se c eleb ra rá n los siguientes e s p e c tá c u lo s: i.° E x h ib ic ió n del p o p u la r fo rzu d o E c h á n iz, “ L a G rú a H u m a n a ” , en d iv e rso s aspectos de su esp ecialid ad. 2.0 G ran C o n cu rso de A c o rd e o n ista s, a d ju d icá n d o se va lio so s prem ios. 3.0 G ran R o m e ría V a s c a a m en izad a po r los chistulatis y aco rd eo n ista s h asta las n u eve y m edia de la noche. A las siete y m edia.— E m b o la d o s p a ra lo s a ficio n a d o s en la P la z a de los F u ero s. D e n u eve y m edia a doce. — B a ila b les p o r la B an d a de F . E . T . y de las J. O . N . S. en la P la z a de los F u eros. D e once a dos de la m adrugada.— G ra n V e r b e n a P o ­ p u la r o rg a n iza d a p o r la J u n ta d el A s ilo y a b e n e ficio d e la S a n ta C asa de M ise ric o rd ia , a m en izad a p o r una renom ­ b rad a O rq u e sta y una a fa m a d a banda.

A las siete de la mañana.— G ran “ so k a -m u tu rra ” .

A las d iez.— G ran c a rre ra p ed estre para m enores de 1 4 añ os q u e residan en la v i l l a ; sa lid a y m eta, en la P la z a del G en eral M ola.

A las once y m edia.— G ra n partid o de pelota en el F ron tón M u n icip al entre p a reja s de p elotaris a ficio n a d o s de la p ro v in cia.

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D I A 25, M I E R C O L E S F E S T IV ID A D D E S A N T IA G O , PA TR O N DE ESPAÑ A A las seis y m edia.— E m o cio n a n te en cierro. A continuación. — E m b o la d o s en la P la z a de los F u e ro s p ara los a ficio n a d o s. A las ocho y m edia.— L o s “ G iga n tes y C a b ezu d o s” re c o rre rá n las ca lle s de la v illa , a co m p añ ad os p o r la b an d a d e “ ch istu laris” . A las d iez.— S o lem n e M isa M a y o r ; y a con tin uación , lo s dos C ab ild o s se d irig irá n p rocesion alm en te, aco m p a ­ ñ ad os p o r la b a n d a de F . E . T . y d e las J. O . N . S ., a la E rm ita d e la M a g d a le n a p ara r e in te g ra r a la m ism a la Im a gen de la P a tr o n a de la villa . A las once y media. — G ra n con cu rso de toca en la A la m e d a de G am ón. A las doce.— E n el S a ló n R e in a V ic to r ia , o rga n iza d o p o r E d u c a ció n y D esca n so y p a tro cin a d o p o r el ilustre A y u n ta m ie n to , se celeb ra rá un g ra n con curso de O ch o tes, en el que se a d ju d ic a rá n v a lio so s prem ios. A las cuatro de la tarde.— E n el F ro n tó n M u n icip al, gra n con curso de tiro al blan co, a d ju d icá n d o se al ga n a d o r un a v a lio sa C o p a d on ad a p o r el E x c m o . A y u n ta m ie n to de la v illa y o tro s v a lio so s prem ios. A las siete. — E m b olad os p a ra lo s a ficio n a d o s en la P la z a d e los F u ero s. D e cinco a ocho.— B aila b les en la A la m e d a de G am ón po r la b an d a de F . E . T . y de la s J. O . N . S. D e d iez a una y m edia de la m adrugada■ — B a ila b le s en la A la m e d a de G am ón p o r la b an d a d e F . E . T . y de las J. O . N . S ., d á n d o se fin a la s fie s ta s d eí p resen te año con el clásico “ zeze n -zu sk o ” . N O T A S . — S e a d ju d ic a rá n v a rio s p rem ios a lo s b alco­ nes m ás b ellam en te ad orn ad os, p o r un a C o m isió n d esig ­ n ad a al efe cto , el d ía d e S an tia go . L a C o m p a ñ ía d e T r a n v ía s h a o rg a n iza d o servicio s especiales p a ra tod as la s n och es de fiestas. R en tería, a 15 de Ju n io d e 1945* E l A lc a ld e , I O S E L U I S C A R R E R A .


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Sharia y

G a ïte \u m

EntiAue

f o r a n t e ,

Carmen

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M I S I O N E S E N RENTERIA

Trunca vio nuestra 'Villa manifestación de fe semejante a la del día de San José Cuatro Misioneros Paules, de Pamplona — los Padres Albístur, Paisán, Elduan y Langarica— fueron los encargados de presidir y dirigir las memorables y solemnísimas ¡ornadas N o ha de olvidar Rentería, en mucho tiempo, las

rroco había de celebrar

la santa M isa. E l templo

solemnes jornadas misionales de M arzo pasado, d u ­

parroquial hubiera sido pequeño para el gran número

rante las cuales nuestro pueblo dió patentes muestras,

de fieles que se esperaba.

una vez más, de su acendrada religiosidad. Cuatro fervorosos M isioneros, de Pam plona, H ijos

L a grandiosidad de aquel acto no tiene posible descripción. M iles de fieles se acercaron a la M esa

del gran apóstol San V icente de P aul— los Padres L an ­

Eucarística. Y terminada la Com unión Pascual, orga­

garica, Elduan, Paisán y A lbístu r— fueron los encar­

nizáronse cuatro procesiones, presidida cada una por

gados de d irigir en Rentería la Santa M isión.

un P adre M isionero y acom pañadas por grupos num e­ rosísim os de fieles, para llevar a nuestros enfermos el Santo V iá tico y hacer­ les, de tal modo, partíci­ pes de la inefable felicidad que todos disfrutaban. P o r la tarde, y en el mismo lugar, f'ué supera­ da todavía, si ello fuera posible, la concurrencia de /

De izquierda a derecha: los Padres M ision e ros Paisán y Elduan; el párroco D. Roberto A g u irre y los M isioneros Padres Langarica y Albístur.

Dondequiera que dichos P adres misionaron, antes de visitar nuestra villa (Sevilla, L a s Palm as— Cana­

fieles, viéndose

m uchísi­

mos de los pueblos limí­ trofes. E l Santísim o fué

paseado procesionalm enie por nuestras calles en m edio de un verdadero océano de fieles.

rias— , V ig o , L a Coruña, León, San Sebastián, Tolosa

E l joven renteriano Javier O lascoaga dió lectura

y P asajes), su palabra evangélica había arrebatado de

de la promesa de la juventud al A ltísim o ; luego, a

entusiasmo a las muchedumbres. M iles de alm as reci­

requerim ientos de un P ad re M isionero, el pueblo ren­

bieron a sus pies el regalo inapreciable de la bondad

teriano, unánimemente, hizo idéntica prom esa y, por

infinita de Jesucristo.

último, nuestro am antísim o párroco, con visible emo­

A su llegada a Rentería, el m artes 6 de M arzo, a las siete de la tarde, la población renteriana les tributó,

ción, bendijo a la muchedum bre. E l joven artista renteriano F é lix L avilla, a cuyo

com o a enviados de Dios, un caluroso recibimiento. E l éxito de las jornadas m isionales culminó en los actos, espléndidos de so­ lemnidad,- del día de San José, patrono universal de los obreros. Com enzó aquella memo­ rable fecha con una albo­ rada cantada por jóveaes de uno y otro sexo, en que éstos entonaron el santo rosario.

Form áronse dos

m anifestaciones que fue­ ron a converger en las plazas de los Fueros y el Ferial, en euya confluen­ cia se levantaba el altar en que nuestro virtuoso pá­

El Santísim o, tras de ser paseado por las calles de la Villa, seguido de un verdadero océano de fieles


cargo corrió la parte m usical del memorable día, evi­

haya tenido proporciones parecidas a las de aquel 19

denció, una vez más, ser un consumado maestro del

de M arzo, grabado

armonio.

amor a Dios Todopoderoso en el corazón de los cre­

Los actos todos fueron presididos por las autori­ dades locales. Y los jóvenes de A cción Católica riva­

yentes de la vieja Oarso. Los Padres Elduan, Langarica, A lbístu r y Paisán

lizaron con los Luises en d ar realce a los solemnes

abandonaron

actos celebrados.

resultado de las jornadas misionales.

con

el pueblo

el inextinguible

satisfechísim os

del

fuego del

brillante

X o se recuerda en Rentería acto público de fe que

u e n a m ig o cíe

i ¿ 'en te ría

Pío A rtola, el gran

E n su modestia, llevó A rto la a su Banda 'por cam i­

donostiarra, popularísimo director de la no menos popular y ya

nos de honestidad artística. Creó un núcleo donde con­

desaparecida

Banda

hermanas, llegando hasta V itoria. Fué maestro que,

“ U nión Bella Iruchulo” , falleció, en su dom icilio de San Sebastián, el 27

al cultivar las aptitudes de sus músicos, hizo sentir en ellos la necesidad de m ejorar sus medios expresivos;

de M arzo de este año.

y así, fu é popular una suscripción donostiarra, de la

H acía mucho tiempo— varios años— que Pío A rtola no era ya Pío A rtola. Querem os decir que su fortaleza

que salió un instrumental, exponente de la capacidad

sum ió sus energías y con él llevó el nombre de San Sebastián por toda Guipúzcoa y aun a las provincias

física, agobiada por grave dolencia, estaba quebranta­

artística Banda.

dísim a. Q uienes le conocimos y tratamos en sus m ejo­ res tiempos sentíamos una pena invencible al verle,

pular músico y m otivos ciertos de una buena memoria

por las calles de la vieja Donosti, casi arrastrando los

nacida de

pies

que

dem ostraron

los

componentes

de

su

Los renterianos teníamos gran simpatía por el po­

.demacrado y hasta ausente de sí mismo, del

un

íntimo

agradecim iento.

No

podemos

olvidar su gesto altruista de venir a actuar, espontá­

brazo de una de sus hijas.

neamente con su Banda al quiosco de nuestra P laza

L o que no llegó a enflaquecer en P ío A rtola, ni

en los días que siguieron a una de nuestras más trá­

aún en los días más críticos de su larga enferm edad,

gicam ente memorables inundaciones.

fueron su hum or y su bondad, genuinamente populares y donostiarras.

P o r esto sentimos como propia la desgracia de su m uerte:

La fotografía preferida para retratarse bien es la de

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las

aaui

Áanj as Áivetsas

ocanon

se

rtacticaLan

en la

conmemoraciones

La de los gitanos, la de las libreas, la "a le ro -d a n t z a ", la "a g a i- d a n t z a ", etc. Fechas de su celebración. criminal por colisión entre "d a n tz a ris". La personalidad del tamborilero.

- Causa

E n tre las fiestas o rego cijo s de los ren terian os,

una

en tre los re g o cijo s de R en tería . A c a s o la “ d an za de

ocupa lu g a r preem inente el eje rc ic io de la danza. E n

los

la procesión del C orp u s, y en cu alq u ier con m em ora­

fu esen

ción o solem nidad religiosa o p ro fa n a , in terven ían Io í

llam ad as “ a la s” , m u y com u n es en las agitas renteria-

“ d an tza ris” , ejecu tan d o las d an zas

nas, com o que en ellas se tran sp o rtab a la ven a de Ir:

trad icion ales

del

a le ro s”

p od ría

m arin eros,

p ro v en ir de qu e trip u lan tes

de

sus

las

ejecu tan tes

em b arcacion es

país, entre las que en contram os den om inaciones e x tra ­

ferra rías. M á s sa tis fa c to ria parece la ex p licació n de

ñas que no hem os sabido exp licarn os, y c u y a in terpr

la

tación o id en tificació n con o tras m an ifestacion es cono

“ m akil-d an tza” , y a q u e vem o s en el D iccio n a rio d

“ a ga i-d a n tza ” ,

sup oniénd ola

una

v a ria n te

de

1 •.

cidas de n uestras d an zas, la b rin dam os a los especia­

“ A z k u e ” que “ a g a i” es el va ra l que se em plea para

listas. T a l nos suced e con la “ danza d e los g itan o s” ,

sacu d ir del árbol las m anzanas. P e ro , de todos m odos

que y a en 1599 se bailaba, con sus instrum entos, el

q uede lo d ich o lim itad o a u n a leve su gestión , sin que

día de la M agd alen a, y con la “ d an za de la s lib rea s” ,

preten d am os a sen tar d efin ició n alguna.

la “ alero-d an tza” y la “ a ga i-d a n tza ” , m uy frecuente^

A veces, los “ dantzaris'* am pliaban la a ctiv id ad de su

arte,

com o

o c u rrió

en

1599, en que, p ara solem nizar la

fiesta

de

la

M agd alen a,

una d ocen a de m ozos d an zó en su día y representó en e' sigu iente la con versión y pe­ niten cia de la S an ta P atro n a de la v i l l a ; y en el año si* gu íen te, los m ozos que dan zarori d u ra n te d os d ías, p ro ­ bablem en te en la

festivid ad

de S a n Juan, representaron tam bién, la “ v id a y lo a s” d este S an to. P e ro

la

ejecu ció n

de las

d a n za s 110 era activid ad e x ­ clu siv a en d eterm in ad os g r u ­ pos. B aila b a n al uso del país

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m ozos y v ie jo s , go b ern ad o s y gobern an tes. N o o tra

C om plem ento n ecesario d e las d a n za s es la p a rtici­

cosa se desp rend e de una cu rio sa cau sa crim inal que

pación d e los “ ch istu laris” p a r a

se sig u ió en 1688 a con secu en cia de una colisión entre

E l ta m b o rilero era un asala ria d o de la villa , com o el

v a r ia s c u a d rilla s de “ d a n tza ris” q u e se estorbaban m u

m aestro, el m édico y el b oticario, es d ecir, com o un

tuam en te. B aila b a n casi al m ism o tiem p o tres g r u p o s ;

titu la r d e cu yo s servicio s n o se puede p rescin d ir en

com o que la d isp u ta fu é o rig in ad a p o r p e rtu rb arse k

recta ad m in istración de los intereses del com ún.

ejecu ció n d e su s d a n za s dos d e las cu ad rilla s, una ('

eje c u ta r sus sones.

E n 1602 se p a g ó a M a rtín de C h ip rés d o ce ducad os

las cu ales había y a sim u lta n ead o sus com pases con el

“ por su ocu pación del instru m ento d e tam b o ril” en

g ru p o que acab ab a d e retirarse. U n gru p o estaba for­

r e g o c ija r las fie sta s de P a scu a , C orp u s, S a n Juan, San

m ado po r gen te m o z a ; o tro , p o r los ju ra d o s y re g id o ­

P e d ro y otras del año, m ás o tro s seis d u cad os por

res, q u e no tenían recato en d a n za r, sin e x ig írse lo

re g o c ija r los d ías d e “ a n tru e jo ” o carn aval. E l m ism o

n in gu n a solem nidad. Y todo su ced ió en una ta rd e vu l

p ago ex tra o rd in a rio p o r la ocu pación de las tiesta s de

g a r y corrien te, no fa v o re c id a p o r una conm em oración

c arn a va l lo hallam os en 1606, con la p a rticu la rid a d de

especial del calen d ario. P ru e b a evid en te de la b o g a que

que se p ag aron , adem ás, dos d u cad os a N ico lá s V i-

a lca n zó en tiem pos a n tig u o s esta inocente y delicada

d assoro “ p o r lo c(ue tra b a jó con su rabel en r e g o c ija r

d iversión .

la fie sta de los a n tru ejo s” .

I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I M I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I lI t lI lllilllllllllllllllllllllllllllllllllllllllllü M llllllllllllllllI lt tlI llllllilt lI llllllllllI t lI lllillü lllllllllllllI t lI lllllllllllim ilim illlll { | | l ll | | | | ll| | | | l ll | ] il l i l ! | l l U I ¡ ! l l ! l ! i m ] ] l l l l i n i l i n i l t l l l l l l l l l l l l i m i H I I I ! l l l l l l l l l l l l l l l l l ! l ! l l ! ! l ! l l l l l ! l l l ! l ! l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l i i l l l l l l i l l i n i l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l t t l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l ! l l

fliiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiimiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiuiiiiiiimmmiiiiiiiiiiiiiiiiiimiiimiim

A ho ra que llegan las fiestas...

La nostalgia de los renterianos ausentes de su inolvidable pueblo E l su elo fa b r il e h istó rico d e la N o b le y L ea l V illa

a ficio n a d o s a estas exp an sion es, p refe rim o s un día de

de R en tería , reliq u ia d e trad ición , sign o de evocacion es

éstas a otro s m u chos placeres y esp ectácu los, los m ás

m em orables y p á g in a s sublim es donde b rillan lim p ia ­

b rillan tes, p ero q u e no inun dan el co ra zó n de sa tis fa c ­

m en te sus encantos b ellos y característicos, en tra en la

ción tan ín tim a cu al se siente en unas fiestas de pueblo,

fa se p o p u la r d e fiestas.

ve rd a d eras reuniones de fa m ilia s, p arien tes y am igos,

L a s fie sta s d e S an ta M a r ía M a g d a len a dem uestran q*ue se repiten con cariñ o an u a lm en te an tiq u ísim as c o s ­ tum bres sin decadencia ni desalien to. R e n te ría ,

p ro fu n d am en te

q u e se co n fu n d en en un m ism o sentim iento, en un solo deseo y a sp iración com ún. N a tu ra l es, pues, que n ad a sien tan los h ijo s de

sentim ental

y

realista,

esta in d u striosa v illa com o el no pod er tom ar p arte en

d e ja p o r unos d ía s la s g ra n d eza s fa b rile s, las m agn í­

sus fa v o rita s d iversion es, en sus anim ados y clásicos

fic a s, m ú ltip les y n unca bien p on d eradas a ctiv id ad es

b ullicios, y a n ad a renu n cian co n m ás sen tim ien to que

de la in d u stria , y se en trega de lleno, en olead as de

a las llam ad as de su inolvidable p u e b lo ; p o r esta razón,

en tu siasm o, a h o m e n a jea r con todo

cuan to m ás lejan o se en cu entra uno del pun to en que

esp len dor a su

ven era d a P a tro n a , S a n ta M a r ía M a gd a len a.

v ió la lu z prim era y p asó sus in fa n tiles años, y en el

H o y que en E u ro p a andan su eltas toda clase de

que aún q u ed an los caros ob jeto s que am a con en tra ­

ira s y m alas pasion es, lo s hom bres d e esta tierra, con ­

ñable d elirio, sin pod er, en una palabra, estrech ar entre

servan d o c ierto ap eg o a las clásicas costum bres, han

sus b razos los seres q u erid os, m a y o r es su n ostalgia.

q u erid o u n ir a los a ctos religioso s o tra s fie sta s p r o fa ­

S e debe de sen tir el corazón presa de indecible

n as, com p agin an d o así unos y o tr a s en estos fe ste jo s

in q u ietu d y soledad sem ejan te a las a ves sin rum bo

p o p u la res q u e co n serv a n un in exp licab le encanto y un

que cam in an a tra ve sa n d o la rg a s d istancias, y que, al

a tra c tiv o sin gu lar, m erced al ca rá cte r p e cu lia r y a las

fin , g u ia d a s de su instinto, buscan en otras regiones

sen cillas costum b res de este p riv ileg ia d o suelo, q u e es

una n u eva p r im a v e r a ...

a d m iració n y a la b an za de cu an to s nos visitan . H e m o s dich o p o p u lares, p o rq u e n o h a y en todas las

A y e r com o h oy, y m añana com o siem pre, en que la alegría y la paz fa m ilia r reinen en nosotros, segu i­

p ro v in c ia s v a sc o n g a d a s, cap ital, v illa , pueblo o aldea,

rem os, in fa tig a b les y sin desm ayos, p ara ejem plo de

q u e no celeb re an ualm ente sus fie sta s con m ás o m enos

los d esesperad os y fa lto s d e hu m or, recom endando a

pom pa y solem n id ad , pero con v e rd a d era a le gría, con

éstos que ad qu ieran el n ecesario p ara no en tristecer las

indecible en tusiasm o, el d ía q u e se con m em ora la fe s ­

clásicas M a g d a len a s y el nom bre de R E N T E R I A . . .

tiv id a d del P a tró n , o S a n to tu telar d el pueblo. L o s ren terian os, com o todos lo s v a sco n ga d o s, tan

ERRIKO - SHEME,


Las comunicaciones en la Villa

Con la Capital, con Alza, con Oyarzun Historia del camino de Pontica. - Los Reyes inauguraron la carretera de Irún a Sa n Sebastián. La señora que vió un auto por primera vez.... - Los tranvías eléctricos y el teléfono. - El piim er aparato que puso en com unicación directa a la capital con el Ayuntamiento de Rentería.

E l an tigu o cam ino de R en tería a S an

S eb astián

se d irig ía, d esd e P o n tica , por G a ltzarab o rd a, M a leo y

en con m o ción a

los pu eblos m ás

im p o rta n tes de la

p ro v in cia, que entonces se a gita ro n en c o n tra d e R e n ­

A tañ ed o, a ju n ta rse, en Bo.rdazar, con el ca m in o que

tería. P ro p u g n a b a esta villa

v a d e Z am alb id e p o r S a rea b u ru , A r tx ip i y A m e tza -

una v ía d e com u n icación d esd e Goizue^a a su juris-'

gañ a, y sale, por el alto d e A lc o le a , al P ase o de A to ch a ,

d icción , con él in ten to d e’ h a ce r a flu ir

h o y D u q u e de M a n d as, de S an S ebastián .

P a s a je s el com ercio de lan as d e N a v a r r a . E ste p ro ­

P a r a ir a A lz a se tom aba el m ism o cam ino hasta

e n 1540, la a p e rtu ra de al can al de

p ó sito había de ten er, n atu ralm en te, la en em iga de los

M aleo, y desde allí se a tra ve sa b a la hondonada y se

pu eblos com erciales

subía a d ich a p o b lación , su jeta antes a la ju risd ic ció n

m a n ife sta rse

la

de la p ro v in cia, y

resuelta

o p osició n

de

n o ta rd ó en F u en terra b ía,

S a n S eb astián , T o lo s a y O y a r z u n a la a p ertu ra del

de la capital. E n la p a rte del cam ino situ ad a entre B o rd a z a r y

n u evo cam ino, q ü e lesionaba gra vem e n te los intereses

A m e tza g a ñ a h a y úna ca lza d a con piedras grand es, que

de las dos p rim eras, al p e rju d ica r el m o vim ien to c o ­

a lgu n o s creen que es una c alza d a rom ana.

m ercial del p u e rto de P a s a je s en lo que fu ese priva-

La

ex isten cia

de

este

cam ino, d esd e P o n tic a S an

S eb astián ,

d ata

a de

m u y antiguo. E n 1539 se llam aba c alza d a n u eva, y en ese m ism o año se pa garon

cincuen ta

y .cinco

jo rn a le s a otras tan tas m u ­ jeres que se o cu p aron de a ca rre a r p ied ra

“ p ara el

cam in o q u e h acía p a ra San S eb astián , a razón de v e in ­ tiún m a ra ve d ís p o r cada jo rn a l,

to d o

lo

cual

es

indicio d e que el cam ino se planteó p o r entonces, si no en s\i con ju n to, en bue­ na o a rte d e él. O tr o

cam in o,

que

no

llegó a con stru irse, puso

< M ° SUMINISTROS Calle Alfonso X I

,9-Telf. 6 2 6 2

Telegramas: A R G O N

INDUSTRIALES RENTERIA (Guipúzcoa) ■•MinnHfUHiNnNimi;


tiv o de R en tería , y d e 'la s d os ú ltim as, al p ro m o v er la dism inución de su tr á fic o , d esvian d o los gén ero s de

L a ca rre tera entre M end i-on do y O y a rzu n se abrió en 1853. Y

la d e L e z o a R en tería , en 1867.

su ju risd icció n . D e una y d e o tra p a rte m ed iaron las in flu en cias, m ás e fic a ce s del lad o de los en em igos d e R e n te r ía ; pero no se d u rm ió tam poco la v illa , que en vió carta s de recom endación p a ra d ife re n te s person ajes.

Im p o rtab a m ucho a la p ro v in cia que al efectu arse el

traza d o

del

fe r ro c a r ril

que

se

p ro yecta b a

entre

M a d rid y la fro n tera se in clu yese su paso po r térm i­

L a s J u n tas de H e rn an i, d e N o v ie m b re de 1542, se

nos de ella. O tr o s intereses, d ifícile s de con ciliar, se

inhibieron en el asunto y éste q u ed ó sin resolverse, con

oponían

a

ese

gran

aten d er

a

con ven ien cias

sa tisfa cció n , por consiguien te, de los enem igos

resultaban

del fru stra d o proyecto.

cu al, a L a n u eva carretera que, con c aracte re s de em presa

traza d o , preten d ien d o d esv iarlo

co n tra ria s

a

propias la

para

qu e,

naturalm ente,

de n u estra

provin cia, la

fin d e tr iu n fa r, com o triu n fó , en la pugna

entablada, fu v o

que

apelar a

resortes

eficaces.

R en tería

resu ltó

No

de altos vuelos, se trazó entre A n d o a in e Irú n , p asan ­

p a rece

do p o r S an S eb astián , h izo d ism in u ir n otablem ente el

b en e ficia d a con el establecim iento de esta línea fe r r o ­

tr á fic o d e la c a rre tera de S a lin a s a Irú n , con evidente

v ia ria q u e le a cercab a con sid erablem en te a la fro n tera

b e n e ficio para R en tería , p o r a tra v e sa r la n u eva ruta

y

p a rte de su zona urbana. N o sa tisfic ie ro n a los rente

d esa rro llo d e sus a ctiv id a d es in d u striales apenas ini­

ríanos los p rim itivo s planos, según los cu ales habían

ciadas.

le

n ecesario

situaba

señ alar que

m uy

ve n tajo sa m en te

p a ra

un

m uy

fu tu ro

de o b stru ir d o s p la zas p rincipales, la del A r ra b a l y la

L a s obras del n u evo fe rro ca rril se ejecu ta b an en

M a y o r, y ejecu ta rse desm ontes y so ca va cio n es en las

los térm in os d e la ju risd ic ció n m u n icipal a lred ed o r del

cercan ías de los cim ientos de la Ig lesia P a rro q u ia l, y

año 1858. L a s de m ás d ificu lta d fu ero n las d e cons­

que

tru cción del túnel y puente co n tig u o de C ap uch in os.

de

E s te últim o, c u y a c a ja resu ltaba d em asiad o estrecha

R en tería. L a s ob ras d e la carretera, en la zona ju ris­

y daba ocasión a fa ta le s acciden tes, fu é su stituido en

se

ad optó,

arm on izó

po r

fin ,

una

solución

co n ciliato ria

los intereses d e la em presa y

la villa

diccional d e la v illa , se eje c u ta ro n p o r el año de 1846. L a a n g o stu ra de la calle d e V ite r i, a g ra v a d a p o r el paso

del

tran vía ,

en torpecía

la crecien te

circulación

po r la tran sitad a ru ta de F ra n cia , y fu é cau sa d e que se ejecu ta ran ob ras d e d esviación , que dieron lu g a r a la A v e n id a d e A lfo n s o X I I I , h o y d esap arecid a casi po r com pleto, in a u g u ra d a con asisten cia de los R e ye s, y en presencia del A y u n ta m ie n to , p resid id o por don

fech a po sterios, con la p a rticu la rid a d de que el ún ico tram o de qu e consta fu é colocad o sin apenas in terru m ­ p ir la circu lación . E n 1890 se in a u g u ró el tran vía,-en ton ces de tracción anim al, q iie un ía a la v illa de R en tería con S an S e ­ bastián. E n 19 12 , el F . C. de S an Seb astián a la F ro n te ra F ra n ce sa , con p aso p o r la villa.

C osm e E c h e v e rría , a lcald e a la sazón , el 21 de Ju lio de 1915 . A ñ o s m ás tarde oím os contar, cu an d o el paso de

A lg u n a s entidades in d u striales d e la localid ad ins­

un au tom óvil p o r la nueva c arre tera constitu ía la n o ve­

talaron , en 1887, redes te le fó n ica s p articu lares. T a m ­

dad del día, el susto y las vo ces de una b u en a señora

bién este n u evo ad elan to tiene su a n e c d o ta r io ; algunos

que ve ía, po r p rim era ve z en su v id a , p a sa r la obra

lo llam aban “ so rgifi-gau sa” (cosa de b ru ja s). P e ro nos

de a rte m ecá n ica : — ¡ O r r a ... O r r a ...

harían

A te ra saiteste.

fa lta

m u ch as c u artillas

para

r e fe r ir

algunos

ori ga u sa, sa ld iy ik ga b e d iju ra , e n e ... b a k a rik di ju r a ...

ch ispean tes su ced id os, y y a hem os tentado b astan te la

a te r a ... a te r a ...!

paciencia del lector.

T o d o esto, d esp u és d e haber a rro ja d o la c a rg a d e leña que llevab a, y

a gra n d es grito s, con

la con si­

gu ien te h ilarid ad de los q u e presen ciaron la escena. O tr o tanto o cu rría al v e r el p rim er tran vía eléc­

C om o n ota cu rio s a , d irem os, p a ra term inar, que el 10 d e M a y o d e 1894 se instaló en la S ecre ta ría del A y u n ta m ie n to el p rim er ap a ra to telefó n ico com unicado con la estación central de S an Seb astián de la C om ­ pañía T e le fó n ic a del C an tábrico .

trico , y no pocos com entaban, a su stad os, el paso del Un

p rim er v e h ícu lo sin cab a llo s ni cochero.

r ep ó r t er

.

M; I

Pastelería "PAQUI

//

Viteri, 4 RENTERIA

E s p e c ia lid a d en T a rta s, P a s te le s , P o s tre s y H e la d o s iü I :Ü I


Acerca del Asilo -Hospital

Cada día se evidencia más la urgente necesidad de su traslado a lugar menos céntrico y más sano Pero, eníre lanío ello llega, sería muy de desear un mayor interés de la Industria local en íavor de la benéfica institución. R eco gien d o la am able in vitación que m e hacen los editores de la R e v ista

R E N T E R IA ,

esta

sim pática

tal piensan y obran , una d e las p rin cipales O b ra s de M is e r ic o r d ia !

publicación anual, exp onente d e la cap acid ad ind u strial

M a s este d esvío, con ser m u y lam entable en los

de n uestra v illa y d el esp íritu a le gre y jo v ia l de sus

p articu lares, lo es doblem ente, y no tiene ex p licació n ,

h ijo s, me d ecid o a em b orron ar u n as c u artillas p ara

en la in d u stria, la cual, a ex cep ció n d e a lg u n a que

exp on er ni opinión d e “ cosas v e redes” , am igo S an ch o,

otra, q u e regala p rod u ctos ap rovech ab les de su fa b r i­

relacion ad as con el A silo -H o sp ita l.

cación o hace d on acion es en m etálico, el resto, que es

S o cio

p rotector,

en cariñ ad o

con

d ich a

b en é fica

la m a y o ría ...

in stitución , cu ya m arch a y d esarrollo sig o de cerca, no puedo d e ja r d e reconocer que, a p esa r d e los m u-,

N o es ex cu sa , no debe ser al m enos, el que los C o n sejo s de A d m in istra c ió n resid an fu e ra d e la lo ca ­

chos A y u n ta m ie n to s y Ju n tas a d m in istrativ as q u e llevo

lidad, pues aun sien do ello cierto con respecto a m u­

conocidos,

chas, no lo es m enos q u e las in d u stria s c u yo s destin os

nunca

hubo al fren te d e l m ism o m ás celo­

sos ad m in istrad ores.

rigen , rad ican aquí, en n u estro pueblo, y q u e sus ob re­

P o r lo que respecta al M u n icip io , la asign ación eco ­

ros (estos ob rero s q u e con sus e sfu e rz o s con trib u yen ,

nóm ica p resup uestad a es fran ca m en te im portante, h a­

si el n ego cio es prósp ero, a la obtención de un bene­

biendo así estim ulad o a la E x c m a . D ip u ta ció n P r o v in ­

ficio , son los q u e en u n m om ento d e d esg ra cia o en el

cial, que, a su vez, aum entó la irriso ria can tid ad que

ocaso d e sus vid a s, a esas altu ra s, llenos d e lacras y

por estan cia ven ia d estinando a cada asilado. E n cuanto

achaq u es, d ifíciles d e sobrelle' i r po r el resto de los

a la Junta A d m in is tra tiv a , de todos son sobradam ente

fam iliares, si es q u e quedan) tienen qu e ir a p a ra r allí,

conocidos sus desvelos por a lle g a r recu rso s e in tro d u cir

al A s ilo . P o r lo tanto, el d estin ar una pequeña p arte

m ejoras, d ebiendo reconocerse que las llevad as a cabo

de

en estos ú ltim os tiem pos no son nada despreciables.

A silo , es p reo cu p arse p o r los ú ltim os d ías d e su p e r­

E s de ju stic ia

reconocer qu e ah o ra se n ota una

m a yo r corrien te d e in terés de n u estros con vecin o s en

sus ga n an cia s a m e jo ra r los serv icio s d e d ich o

son al; cristia n a ob ligación qu e a las em p resas en que aqu éllos a gostaron su vid a corresponde.

p ro del A silo , com o se desp rend e d e las d istin tas fu n ­

N o d eja , por lo tanto, d e ser una pena q u e el

ciones en su b en eficio celebrad as y de las d on acion es

d esv ío de lo s unos y la fa lta de ap oyo d e los o tro s

anónim as recib id as, d e las qu e, para conocim iento de

im posibilite que R e n te ría tenga un A s ilo com o co rres­

todos, se hace m ención en la M em o ria anual que la

ponde a su can tid ad y ca lid a d d e h abitan tes, con todo

citad a Júnta presenta. P e ro no es m enos cierto que la

gén ero d e m odernas in stalacio n es y esp ecialid ades y en

inm ensa m a yo ría del pueblo está al m argen y com o

sitio m ás ad ecu ad o q u e el q u e en la a ctu alid ad ocupa.

d esligad o

m ism o.

M as, a ce rca d e la u rgen te necesidad de su traslad o

B asta o je a r la M e m o ria a q u e antes h ago m ención

de

sus

ob ligacion es

para

con

el

a sitio m ás sano y a le ja d o d el casco d e la población,

p ara com pren der la razón de m i a n te rio r aserto.

plum a m ás a u to riza d a q u e la m ía y a trató el año p a ­

S o n m uchos los vecin os con posibilid ad es cu yo s

sa d o ; m e ad h iero a cu an to entonces se d ijo , p orq ue en

nom bres no fig u ra n en tre los su scrip tores, siendo los

in sistir no h a y p ecad o cu an d o se trata d e cosa nece­

tales, si a m ano viene, los q u e creen qu e con a d q u irir

saria y u rgen te. P e r o ... ¿ lle g a rá a e fe ctu a rse tal tr a s­

una o v a ria s localid ad es -para las fu n cion es b en éficas

la d o ? M u ch o m e tem o q u e no, com o no ex ista m ás

tienen así com pletam ente cu b iertas sus ob ligacion es de

interés h a cia esta b e n é fica institu ción.

herm andad y carid ad cristia n a para con los asilad os y d esam parad os. ¡ E n buena p arte queda, para los que

C

h o m in .

¡ VIAJES M A R S A N S , S. A. Peñaflorida, 5

SA N SEBASTIAN

Teléfono 15895


EL P R O Y E C T O

DE V IV IE N D A S

P R O T E G ID A S

Serán construidas éstas en terrenos de A la v e rg a y su coste glob al será de 18 millones de pesetas U n as 5 0 0 viviendas, con

escuelas,

frontón,

lavad e ro

público y un a p e a d e ro p a ra el ferrocarril de la Frontera. El 15 del mes en curso concluyó el p la z o de adm isión de anteproyectos; y el 4 de a g o sto se h ará público el fallo del Ju rad o

H u b iera sido n u estro d eseo haber pod id o d ar al

P rescríb e se en el pliego de condicion es del con cu rso

lector m ás con cretos d eta lles d e este interesante tem a;

q u e las ob ra s d e u rb an izació n , redes d e agu a y alcan ­

cuales son, p o r ejem p lo, el n ú m ero ex a cto de a rq u i­

tarillad o , así

tectos a u to res d e an tep ro yecto s p resen tad os al concurso

escolar,

y el nom bre d e los con cu rsan tes g a n ad o res de los tres

serán p o r cuenta del A y u n ta m ie n to .

el

como' las d e con stru cción

fron tón

de pelota y

d el e d ific io

el la v a d e ro pyfclico

p rem ios establecidos. P e ro com o el térm ino del c e rta ­

L a c o n fig u ra c ió n del terren o d e A la v e r g a lo p r e ­

men era el d ía 15 d el m es en cu rso y h ab íase a n u n ­

sen ta d ivid id o en u n a zon a a lta y h orizon tal qu e d es­

ciad o el fa llo del m ism o p ara vein te d ías después, es

ciende, en d ire cc ió n O este-tEste, a o tra h orizon tal baja,

d ecir el 4 d e A g o s to p ró x im o , n u estro deseo— p o r este

la cual establece con tacto con el lím ite e d ific a d o de

año, al m enos— no puede q u e d a r sa tisfech o .

la villa.

E l asu n to es de g ra n en v e rg a d u ra , y a que su rea li­ zación im plica un desem bolso de unos 18 m illones de pesetas.

b astián , servid a p o r el tra n v ía urbano, pu n to ob ligad o

S e trata d e co n stru ir, al a m p aro de los b en eficio s o to rg ad o s al e fe cto po r el In stitu to N acio n al de la V iv ie n d a , un g ru p o de V iv ie n d a s P ro te g id a s en te rre ­ nos de la fin c a d en om in ad a A la v e r g a , sitos a la entrada de la v illa , a la m ano d erech a según se lle g a a ella desde P a sa je s. E l A y u n ta m ie n to de R en tería , en colab oración con la O b r a S in d ica l del H o g a r, con vocó, en A b r il últim o, el op ortu n o con cu rso de a n tep royectos. C om pren d en los terren os de A la v e r g a cu atro lotes a p rovech ab les— 500, cu ad rad os,

E l lado N o rte d el p erím etro del terren o linda, en su p arte h orizon tal b a ja , con la carretera d e S a n S e ­

2.985,

13.245

resp ectivam en te— y

un

y

80.189

cam in o

de

m etros otros

5.700. T o ta l d e m etros cu ad rad os, 102.619.

de en trad a a l poblado, donde se estab lecerá una p e­ queña zona ve rd e , y a señ alada en el pla zo del E n s a n ­ che d e Reíntería y

r a tific a d a en la a ctu alid ad en el

Plan d e O rd en a ció n d e G u ip ú zcoa. E n el lado S u r pasa, b ord ean d o el perím etro, el F e rro ca rril a la F r o n te r a ; v e n ta ja ésta que será a p ro ­ vech ad a para el em p lazam iento d e un apead ero, del cual a rra n ca rá n v a ria s a rte ria s d e acceso al poblado. E n la p a rte cen tral del terreno de A la v e r g a existe una hon d on ad a, la cual h abrá d e ser c o n v e rtid a en una pequeña plaza, lu g a r recatad o y

seg u ro destin ado a

recreo de los niños.

E l n úm ero d e viv ie n d a s que fo rm a rá n el poblado

L a parte S u r, lindante, com o h em os d ich o, con el

— un n u evo R e n te ría , va m o s al d ecir, ju n to al casco

F e rro c a rril d e la F ro n te ra , y que, p o r su acu sad o d e­

clá sico de la v illa — o sc ila rá entre 400 y 500, in clu y én ­

clive, n o p erm ite ser d estin a d a a terren o d e e d ific a c io ­

d ose en éstas los estab lecim ientos necesarios p a ra el

nes, se d estin a rá a p arq u e co n arbolado.

d esen volvim ien to co m ercia l y a rtesan o de un núcleo de

S ab em o s que se han presen tad o h asta el m om ento

unas 2.500 p e rso n a s; así com o un e d ific io d estin ad o a

de red acta r estas líneas v a rio s p ro y ecto s, seis com o

la en señ an za esco la r p a ra tres seccion es de alu m n os

m ínim um .

(p á rvu lo s y

en señ anza elem ental p a ra am bos sex o s),

m ás un fro n tó n y un la v a d e ro p ú b lico que, p r e c is a ­ m ente, había de q u e d a r em p lazad o en el lu g a r m ás a p a rta d o del co n ju n to urbano. L a s ed ific a c io n e s h abrían d e c o n star de planta b aja y tres p iso s, con un tro zo de h u erta o ja rd ín incluso p ara las viv ie n d a s situ a d as en los pisos altos. E l coste d e cad a v iv ie n d a se calcu la en unas 30.000 pesetas, no in clu yén d o se en esta c ifr a ni el -valor del terren o, ni el d e las o b ra s de u rb a n iza ció n ni los hon o­ rario s d el a rq u itecto y el a p a re ja d o r.

L o s p rem ios

del concu rso, según adelan tam os al

prin cip io, son tr e s: los dos p rim ero s d e 15.000 pesetas, y el tercero d e 5.000, p asan d o los an teproyectos p re ­ m iados a “ ser y a d e la prop ied ad del M u n icip io. E l J u ra d o lo in te g ra rá n : técn icos d esign ad os por los organ ism o s com petentes y rep resentan tes del A y u n ­ tam iento d e R e n te ría y de la O b ra S in d ical del H o g a r y del C o leg io d e A rq u ite c to s de G u ip ú zcoa. E l p ro y ecto , com o bien p u ed e a p re c ia r el lector, tiene e x tra o rd in a ria im p ortan cia p ara n u estra villa.


Rentería va a ser J u zg a d o Com arcal

Ventajas que en el orden jurídico proporcionará este hecho a los renterianos A l aumentar, c onél, la importancia de la Villa, se hacen más patentes la im propiedad y falta de condiciones del A p ro vech a n d o , gu stosam en te, la ocasión brin da la R e v ista

que no

edificio d e d ica d o

a Juzgado.

se en cuentran en períod o de ex tin ció n . N o podem os

R E N T E R I A , vam os a tra ta r de

e n trar en un ex a m en d etallad o de las fu n cio n es q u e a

exp oner, siq u iera sucintam en te, la idea que encabeza

los J u zg a d o s C om arcales corresp on d en , pues lo im p i­

este apresu rad o artícu lo.

den los lím ites que se' han señ alad o a este tra b a jo en

R en tería es h o y com arca a los efecto s ju d icia les.

su fin a lid a d v u lg a riz a d o ra . P o r ello, sólo in d icarem o s

E n plazo b reve em p ezará a fu n cio n a r el J u zga d o co­

que los J u zga d o s C o m a rcales conocen en m ateria civ il

rrespon diente, co n fo rm e a la L e y de b ases de 14 de

de reclam acion es cu ya cu an tía no ex ced a de tres m il

J u lio de 1944 y O rd en del M in isterio de J u sticia del

pesetas, cu alq u iera que sea la índole de la m ism a, salvo

24 de M a rzo de 1945. E l hecho en sí tiene im p o rta n ­

en los ju ic io s ejecu tiv o s en los que conocerán, com o

cia ind ud able, no

hasta la fech a , los J u zg a d o s de P rim e ra In stan cia.

sólo

p o r las v e n ta ja s

q u e en

el

orden ju ríd ic o p ro p o rcio n ará a esta v illa el estableci­ m iento de u n Ju zg a d o C o m a rcal, al ev ita r a los ¡renterianos, en una p o rción de casos, los gasto s y m olestias que ocasion a

el d esp lazarse a

San

S eb astián ,

sino,

tam bién, porque, o fic ia lm en te y con ju stic ia , se viene a reconocer la catego ría d estaca d a que, económ ica y ge o g rá fica m en te, d en tro del P a rtid o J u d icial de S an S eb astián , osten ta n u estro

M u n icip io . E n

e f e c t o : la

com arca cu ya cap italid ad es R e n te ría se extien d e a L e zo , P a s a je s y O y arzu n .

E s lo m ás d estacable, y tiene sum a im p ortan cia, el aum ento q'ue en la

cu an tía

ju z g a d o s

C om arcales.

c o n flicto s

ju ríd ic o s

B a s ta

a trib u y e

a

los

con sid erar q u e en

los

en gend rad os

entre

la

Ley

lo>s pequeños

in d u striales h a y un núm ero con sid erable d e recla m a cio ­ nes que no sobrepasan a la in d icad a c ifr a de tres mil pesetas y q u e ex ced ien d o de m il siem pre tenían las partes que h acer la reclam ación en el J u zg a d o d e P r i­ m era In stan cia, lo que, a p a rte de m olestias, origin ab a a las m ism as con sid erab les gastos, p o r ser el p ro ced i­

P o r todo lo ind icad o, v a m o s a tra ta r d e v u lg a riz a r, co n fo rm e corresp on d e a la orien tació n de la R evista ,

m iento d e m en or cu an tía m ás la rg o y costoso que el que la n u eva L e y establece.

algunos concep tos q u e exp on e la L e y de 14 de Julio de

1944. A

los efe cto s de la exp resad a d isp o sición

legal, existen los J u zg a d o s de P a z , los M u n icip ales y

J u zga d o s C o m a rcales po r co n sid erarlas inútiles, y sólo, y p a ra term in a r rápidam en te, vam os a re fe rirn o s, pues

los C om arcales. E x is tir á n J u zg a d o s de P a z allí donde no existan J u zga d o s M u n icip ales, C om arcales o de P rim era In s­ ta n c ia ; o sea, en este caso, en L e z o , P a s a je s y O y a rzu n . S u com petencia queda lim itad a a entender en los actos de con ciliación y de los ju ic io s verb a les h asta la cu an ­ tía de doscientas cincu en ta pesetas en m ateria civil, y de las fa lta s en lo penal (salvo las com etidas p o r m edio de la im pren ta y e sta fa ). S u b sisten los J u zga d o s M u ­ n icipales, que actu alm en te están

A h o rr a m o s a l lecto r o tras ind icacion es sobre los

con stitu id os en las

cap itales de p ro v in cia y en los M u n icip ios de m ás de 20.000 habitan tes, o sea, en n u estro caso concreto y d en tro del P a r tid o Ju d icial d e S a n S eb astián los J u z ­ gad os M u n icip ales ex isten tes en la cap ital d on ostiarra, los que en m ateria d e com peten cia asum en todas las atrib ucion es q u e corresp on d en a los J u zga d o s C o m a r­ cales. E n sustan cia, e x iste la con tin u ació n d e un n om ­ b re que, históricam en te, ha tenido, y tiene, p ro fu n d a in flu en cia en n uestro sistem a leg isla tivo . L o s J u zga d o s C o m a rcales se constitu irán , c o n fo r­ me se indicó, d e a cu e rd o con la p recita d a L e y de 1944, con los M u n icip io s q u e sean cap itales de com arca. S on v a ria d a s las atrib uciones que a estos J u zga d o s co rres­

la ocasión es pro p icia , a un prob lem a de sum a im por­ tan cia q u e tien e planteado n u estra v illa y cu ya solución es esencial p a ra el d eco ro d e la m ism a. N o s referim o s, en concreto, al e d ific io en el q u e se en cu entra instalado actu alm en te el J u zg a d o M u n icip al. N o se d ic e n in gun a cosa n u eva al a fir m a r q u e d ich a e d ific a c ió n carece de cond icion es p a ra el fin a q u e está d estinada. N o basta con q u e ex ista un p erso n al escru p u loso en el cu m p li­ m iento de su d eb er, com o e x iste ; es preciso, es com ­ p letam ente indispensable, q u e la J u sticia ten ga un m a r­ c o apropiad o, y ello no sólo p o r el respeto que im pone al que ten ga q u e a cu d ir al J u zga d o , sin o tam bién p o r­ qu e a la a ltísim a fu n ció n socia l qu e en la v id a de los pueblos tiene la J u sticia, h a y q u e a g r e g a r la algo que no d esd iga d e esa m isión y que, d esd e lu eg o , no puede ser un ed ific io inadecuado. P o r ú ltim o, si el ed ificio de los J u zg a d o s y T rib u n a le s ha d e estar en con son an ­ cia con la je ra rq u ía de los m ism os, no olvid em os que R e n te ría pasa a ser de J u zg a d o M u n icip al a C o m a rcal, que su im p ortan cia en este a sp e cto es m u y su p erio r y , p o r consigu ien te, que el prob lem a del e d ific io se acen tú a con una m a yo r intensidad.

ponden y su com peten cia queda n otablem ente aum en­ tad a con respecto a los J u zga d o s M u n icip ales q u e h oy

A

rturo

A

rm esto .


DIVULGACION

SANITARIA

:

Honro por primera vez las pá- sigu ien te a tra b a ja r” que esto, sin el título propiaginas de la revista RENTERIA, m ente dicho, no d e ja d e ser un ejercicio físico de Luis C om endador, inteli- m ayo r o m enor en ve rg ad u ra, pero que es de ineludible gente practicante afecto a la ritm o. P o sterio rm en te he sabido que el m encionado "V ictorio Luzu ria ga ". jo ven tu v o q u e aten der a su «alud, un tanto q ueb ran ­

D. G. Coso

tada por ese tren fo rza d o a q u e m archaba, y ¡o ja lá le A cep ta n d o , con sum o gu sto, la am able in vitación

h aya servid o d e a viso para lo su cesiv o !

que se me ha hecho para co la b o ra r en la sim pática

H a y que d esen g añ a rse; el deporte es m u y exigente,

R e v is ta R E N T E R I A , v o y a h ilva n a r unos renglones

y es n ecesario p ara co n sag ra rse a él, ap arte el entu-

con el ún ico a fá n d e a p o rta r mi g ra n ito de arena, si

siasm o, cond icion es qu e, a m i ju icio , estriban , prim ero,

a lg o vale, en b en e ficio de la j'uventud d ep o rtiva ren-

en el con ocim ien to individual de sí m ism o, haciendo un

teriana. H a ré , pues, en este m i p rim er a rtícu lo , unas

cálcu lo d e lo que puede d a r su poten cialidad

cla ra s a d verten cia s, fr u to d e aten tas ob servacion es q u e

sin a u to su g estio n a rse con m eros pareceres, re fle ja d o s

física,

han p ersistid o constan tem ente en m i esp íritu , d án d ole

en el esp ejism o de Jo q u e hacen otros. E l ideal sería

un c o lo rid o de cierto d eb er m oral el d eclararlas en

q u e los clubs y com ision es o rg a n iza d o ras de cam peo-

cu a lq u ie r m om ento o circu n stan cia o p ortu n a.

natos, torneos, etc., fija r a n un control m é d ic o : esto

L a ju v e n tu d , ansiosa y con desm ed id o deseo natural p rop io de la edad, d e tr iu n fa r en las lid e s a tléticas

se sobreentiende, es para los a ficio n ad o s, pues en los fed era d o s y o tras o rga n iza cio n es d e tipo nacional, no

y, por ende, cosech ar todo gén ero d e galard on es, no

ign oro que pasan por su buen reconocim ien to m édico

repara en sa crificio s que, a d e c ir ve rd a d , a m ás de

y se les h ace su corresp on d ien te fich a sanitaria. P ero

uno han costad o bien c a r o : m e re fie ro , naturalm ente,

va yam o s con estos razon am ientos a los jó ve n e s y re­

al e sfu e rzo físic o q u e tienen q u e r e a liz a r en cad a una • su lta rá u n a can tin ela, p o rq u e es condición de la ju ven de las d iferen tes ram as del deporte. S í, señor, el de-

tud el o ir sin atender.

p o rte : nad ie o sa rá n egarlo. E n él tiene q u e fo r ja r s e

O tr a cond ición tam bién prim ordial es la sobreali-

toda la p u ja n te en ergía de los pechos jó ven es, hom bres

rpentación. H o y , en la clase ob rera, p o r ejem p lo, se

del m añana y o rgu llo de n u estra P atria. T o d o el m iindo

com e lo ord in ario y . . . nada m á s: sigam os sum ando y

lo sabe y , p o r tanto, nadie ign ora su doble com etido,

verem os otro s inconvenientes, com o son el fu m a r y el

tanto en lo físico , com o en lo m oral. E s a x io m á tic o

beber. U n buen d ep o rtista debe ser egoísta de su salud,

que, a m ucho d ep orte, m enos v ic io y , co n éste, el inse-

y la bebida, sobre todo, es a n tagón ica al deporte, a pesar

p arab le c o rte jo

de lo qu e crean m uchos ign oran tes de las m ás elemen-

de

innum erables

en ferm ed a d es,

que

paso en silen cio p o r no d esviarm e un ápice d el asunto

tales regla s de la h igien e d el cuerpo. A n tig u a m en te , y

de que estoy ocupán dom e. P e r o ... ¡ a y ! : tam bién en la

m e rem onto retrosp ectivam en te a los tiem pos de los

va riad a gam a del deporte se esconden fin ísim o s esti-

glad iad ores

letes que se c la v a n en el corazón del im pru d en te jo ven

c u id a n d o d e su cuerpo escru pu losam en te y ungiéndose

rom anos, el atleta hacía una vid a sana,

d e p o r tis ta : cual es la fa lta d e conocim ien tos precisos

con aceites y bálsam os d e rara com posición antes de

d e orden in d iv id u a l o p a rticu la r que necesita todo el

lan zarse a las pistas circen ses, donde lucía su a rte y

q ue q u iera ser d e p o rtis ta ; y para ser m ás c la ro y con-

po ten cia m u scu lar y física con sa lva je s fieras y con

ciso, iré al detalle m inuciosam en te, sin o m itir n ada que

hom bres m u chas veces m ás feroces que las m ism as

m erezca d ecirse, p a ra q u e el am able lector que se tom e

bestias.

el tra b a jo de leerm e, ju z g u e bien m is razones.

Q u ed e bien sentado, pu es, q u e el D ep orte es noble

C o m en zaré re firie n d o lo que no hace m ucho tu ve ocasión d e oir de lab io s de un m uchacho que a

la

sazón cuen ta 18 a ñ o s ; es cien p o r cien d ep ortista y

y e fic a z en toda la ex te n sió n d e la p a la b r a ; pero, aunque abre sus b razos a todos, no todos podem os cob ijarnos en ellos. Y

sépase, p a ra term inar, q u e todo ejer-

posee en su h aber d ep o rtivo m arcas y tr iu n fo s d e res-

cicio físico lleva d o sin ord en ni m edida, conduce m ás

petable va lo r, que no es p reciso señ alar. D ecía a s í :

tard e o m ás tem pran o a la ruina d e la salud y , en su

“ Y o he p a rticip ad o últim am ente en un cam p eon ato de

consecuencia, a au m entar, en tre otras, la tara de esa

c arre ra s pedestres de och o k iló m etro s y a los d o s d ías,

en ferm ed ad tan típ ica y tan tristem ente d e m oda en

otra de igu al d ista n cia, de la que, fran cam en te, ter-

estos tiem p o s...

m iné a g o ta d o .” Y y o a ñ a d í: “ Y lu ego tan fresco , al día

G. L u is C o m e n d a d o r .

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LA NOCHEBUENA E sta b a ju g a n d o en el p a tio , b a jo la c a ricia de un sol d e invierno, y cap itan eab a, con el p restig io d e sus siete años, revu elta p an d illa d e m ocosos, cuan do le llam ó la S u p eriora. — ¡J e s ú s ! a

¡C ó m o d e c ir

EXPOSITO

le asaltab a un te m o r: A lo s siete años, ¿ s e a co stu m ­ b ra ría a su n u eva v id a ? L a S u p e rio ra a p resu ró la d esp ed id a p a ra no llorar. U n d ilu v io d e . besos a l ch ico , un a d ocen a d e en cargos

te has

p u e sto !

P e ro ,

hom bre,

¡q u e no ha de haber ch a rco donde no te m e ta s !... — em pezó

del

la

excelen te

m u jer,

en m aternal

m atern ales al a ld e a n o ... y a llá se fu ero n c o gid o s de la m ano. L a buena m u je r se asom ó p o r v e rle salir. ¡ E r a n tantos los que h abía v isto p a rtir sin qu e v o lv ie ra n el

regaño. L uego

se a co rd ó de qu e se lo llevab an , ¡a

é l !,

rostro, con la in d ife re n c ia d escu id ad a q u e hace del niño

¡a la a lh a ja que había lo g ra d o reserv a rse tanto tiem po

planta sin raíces, que el v ie n to a rran ca sin e s f u e r z o !...

p ara a legría d e la C a s a ! Y

P e ro aquel era el m a y o rcito de a qu ellos h ijo s, q u e a su

le besó con lágrim as.

— O y e , P e r ic o : te va s a m arch ar. (A q u í le tem bló la v o z un poco). V a s con un hom bre m u y bueno, m uy

reg a zo traía el m isterio y se llevab a el a z a r ... ¿ S e r ía com o los o tro s, o lv id a d iz o

e in d ife re n te ? N o había

bueno, que te q u ie re m ucho, y te v a a lleva r a una

llorad o, ni respond id o a sus b e so s; p e ro ella a d iv in ó

casa m u y herm osa, d o n d e h a y hu ertas y V acas y co r­

su pena, en el im pu lso q u e le h izo a p reta r su ca rita

d e r o s ...

co n tra los labios qu e le acariciab an .

(E sto , en el tono p o n d era tivo

con qu e las

m adres prom eten ju g u e te s al n iñ o en ferm o p ara que

A l d o b lar la esquina, el ald ean o sin tió en su m ano

tom e las m edicinas). Y a v e rá s qué bien estará s a llí:

callosa el tirón d e la m enuda m a n e z u e la ; el chico se

te darán le c h e ... ¡a ti que te g u sta tanto la le c h e !...

había v u e lto y m iraba al A s ilo con o jo s tristes de hom ­

y

te

b recillo p recoz, y hubo en ellos un asom o de llanto,

subas a los á r b o le s !... V e r á s el m ar, y un cam po h e r­

m ien tras, a b rien d o y cerra n d o la m ano libre, repetía

m oso, lleno de flo res y de p á ja r o s : ¡ no les qu ites nunca

la in fa n til d esp ed id a que le habían en señ ado a llí dentro.

ca sta ñ a s; m uchas c a s ta ñ a s ...

¡ C u id ad ito

com o

lo s n id o s !...

Y

V e stía le con a presu ram ien to cu id ad oso el tra jec illo

n ad a m á s; y en el tren (sentado con tiesu ra de

m aniquí en el asien to, con las p ie m e c illa s colgand o)

abrigad o y fu e r te ; sobre él la la r g a b lu sa de cuadro 9

la ca rita seria, q u ietu d absolu ta, el estu por sin asom bro

m enudos, blancos y a z u le s ; los zap atos recios sobre

de los n iños, aco stu m b ra d o s a v e r cosas in exp licables,

la m edia gru esa, y c u b rió su cab eza con la boina a z u l :

y un silen cio hondo y p ertin a z, al q u e no arran cab a

parecía un a ld e an ito de ca se río rico. E n

el ald ean o con sus p re g u n ta s: — ¿ Q u ie re s m ás p a n ?

el recib i­

m iento esperaba el ad optan te, el tipo h erm oso y tra n ­

¿ P a s te l q u ie re s? ¿ F r ío

q u iliza d o r del ald ean o vasco. D ab a vu eltas, entre sus

secos, sin m over los lab ios.

tien es?, m ás q u e : — N o , no,

m anos de gig an te , a la boina, lleno d e insuperable

C a ía la noche.

tim idez, y son reía con va g u ed ad , fu e rte y bonachón

P o r la ven tan illa, sob rad o a lta p a ra él, veía des­

com o un H é rc u le s adolescente.

fila r postes del te lé g ra fo , cam p an arios y te ja d o s, en

— ¿ T ie n e usted h ijo s ? — le preg u n tó la S u p eriora.

d e sa fo ra d a

E s la p regu n ta de r ig o r : se tem e que, en su n uevo

repente, y el tren ru g ía sacu d ién d ose en co n v u lsió n de

h og ar, el h ijo p o stizo ten g a que d isp u tar un sitio a los h ijo s verd ad eros.

c a r r e r a ; #o tra s v e ce s se h a cía n och e de

espanto. Y a l d e noche, b a ja ro n en una estación . G en te p resu ­

— N o , señ o ta, no.

ro sa se aglom eraba en torn o su yo, m ás a p reta d a cad a

N o tenía h ijo s. H a b ía tenido tres y los tres se los

vez,

h ab ía llevad o D ios. Y

a gitá n d o se

sin

avanzar

apen as,

con

oscilación

lenta. L e estrech aron tanto, q u e no p o d ía v e r ni m o­

con tab a en d esh ilvan ad as frase s, no su pena (dev erse, en cogid o en el hu eco d e v a r ia s p iern as en orm es

eso no habla nunca el ald ean o), sin o la de su m u jer,

que le em p u jab an . T u v o m ied o, y tiró co n fu e r z a de

triste y sin consuelo en el caserío solitario , que y a no

la m ano q u e a sía la suya.

a legrab an las risas de un niño. — Y a sabe usted, pu es, las m u jeres cóm o son y . . .

V i ó en san charse un hueco sob re su cab eza, y p o r él, asom aron la

cab eza p rim ero, y

los robu stos b ra zo s

— añ ad ía a m anera d e ex p licació n de aqu ella tristeza

luego, de su p r o te c to r; sin tióse levan tado en el aire,

co n tag io sa , q u e le h a cía tem er el fin del tra b a jo , por

y vió se, al fin , con

m ied o de v o lv e r a v e r a qu ellos o jo s en ro jecid o s en la

h om b ro h ercúleo, d om inan do las a p iñ ad as cab ezas que

c a ra pálida de D olorosa.

ya no le daban m ie d o ... ¡ Q u é buena cosa tener p a d r e !...

in e x p lica b le consu elo, sob re

el

L a idea de p r o h ija r a un exp ósito se les o cu rrió

S u bieron a un c a r ru a je , en cu yo fo n d o o scu ro se

a la v e z y se h izo en ella u n a m onom anía. E lla no

h acin ab an som bras n egras. ¡ Q u é g u sto a n d a r en c o c h e !

esp erab a aún al n iñ o : ¡q u é conten ta se iba a p o n e r !...

A llí sonaba a le gre el cascabeleo cad en cioso, m arcan d o

M ira n d o al ch ico tan g ra n d ecito y g ra v e , con su

el ritm o d e la m arch a, y n u n ca estru end o, ni silbidos.

t r a je n uevo y lim pio y su tez fin a d e n iñ o d e ciu dad ,

L a lu z de la lu n a, que en u n a revu elta le bañ ó de


pron to, le cau só la g ra ta sorp resa de ro stro conocido.

Y al chico se le a le g ró el alm a cuando, en el m arco

E r a la m ism a caro ta b onach on a qu e lo s m iraba con tal

d e la pu erta, llen a de clarid ad , se d ib u jó una form a

d u lzu ra cuando, en el veran o, les d e ja b a n ju g a r un

fem enin a. U n niño recon o ce en toda m u je r un aliado.

p o c a d esp ués de cen ar. L a

estu vo contem plando un

S e ab raza ro n los a ld e an o s; él d ijo u fa n o :

buen rato. E r a la m ism a, au nqu e m ás f la c a ... L u e g o

— A q u í tienes el chico.

no estaban tan le jo s del A s ilo com o pensaba.

Y

P a sa ro n p o r pueblos d orm id o s, que alin eaban sus

ella le preg u n tó al oído.

— ¿ C ó m o se llam a ?

casas en el cam ino. L a noch e iba ejercien d o en Pericc

C om p ren d ía con fem enil d elicad eza que la m adre

la acción d ep rim en te con que so b reco ge a los niños y

de un n iñ o no pu ed e ig n o ra r su nom bre, y que era

a los p á ja ro s. Iba tan q u ietecito que el aldean o le

m en ester recib irle com o a un ausente a quien se espera

c re y ó d o rm id o ; pero al inclinarse p a ra a b riga rle m ejo r,

con a fán .

le v ió con los o jo s f ijo s y abiertos.

S ería p reciso poner en so lfa el m u sical “ P e r ic o o ! . . . ”

E l ald ean o dió u n a vo z, go lp ean d o los vid rio s, y se d etu vo el coche. Y

b a jó : ¡q u é m iedo de qú ed arse

sin él! Y p id ió el p a r a g u a s ... y un lío ... y o tro lío ... ¿ L e d e ja ría allí, entre aqu ellas som bras n egra s?

p alab ra can tad a lo d ecía to d o : “ ¡C u á n to has tardado! ¡ Q u é guapo eres! ¡C u á n to te q u ie ro !” ... esas ternezas que g u a rd a el pecho d e m adre ausente, y p u gn an por

A l fin d i j o : — Y a harán

de la aldeana al co ge r al n iño en sus brazos. A q u e lla

sa lir a la vez, entre besos apretados. ustedes el fa v o r de d arm e el chico,

¿ e h ? D o rm id o o así d ebe de estar. C on cuidado, ¿ e h ? ... U n a s m anos le asieron suavem ente, y p asó a otras, y a o tras luego, que le d ep ositaro n en los b razos del aldeano. Y a en el suelo, o y ó re sta lla r el látigo, y los caballos a rr a stra ro n el coche, entre c ru jid o s y cascabeleo, por el cam in o b la n co ... C u an d o trasp u so la lom a, les c a y ó encim a un silen ­ cio enorm e. T o m a ro n p o r un sen dero a la izq u ierd a, y se h un d ieron en una oscu rid a d tem erosa, que rom pía apenas, en el cielo, y a sin nubes, el p a rp a d e a r de las

A r d ió cru jien d o en v iv a s llam arad as la leña seca en el h o g ar lam iendo con len guas r o ja s , feston ead as de hum o, la enorm e cam pana. ¡O u é

a legre,

a su

luz, la

cocin a del c a s e r ío !...

A un lad o el “ a z p iri” (artesa de m a d e ra en la q u e la ald ean a

am asaba

ven tru d o

los

sabrosos

“ ta lo s” )

se

apoyaba

en dos c ab a lletes; al otro, el “ escapolote”

(a rm a rie jo encim a y ga llin ero d eb ajo), y en la “ b ald a ” , a p a ra d o r cam p esin o relu cien te de pu ro lim pio, la lo za basta, que la d e cerem on ia ad orn a, p o r inm em orial costum bre, la alcoba con yu gal. D el techo colgaban sartas de chorizos y “ ch arri

estrellas. ¡ Q u é triste aquel a n d a r entre som bras, tropezan do siem pre, vien d o, con

el

ciente.

árboles, y a n im á le jo s

La

los o jo s m u y

espanto, gig an tes que resu ltan

q u is” ; todos los sabrosos d esp o jo s de la m atan za re­

abiertos po r

ald ean a a rrim ó a la lum bre la m esa de dos

sin fo rm a que se a g a rran a la blusa con g a rra s de

palm os de alto y tan estrecha que la llenaba la fuen te,

e s p in a s ...!

y se sentaron en torno, en tabu retes, com iendo len ta­

Y

cu an d o al v o lv e r del sen dero, en la cresta de-m ente, todos d el m ism o plato, acom p añand o con el pan la cu ch a ra llena, p a ra d e fe n d e r el suelo del

una lom a, sa lió de la n egru ra un ru id o sordo y a co m ­ pasad o com o la resp iración de un g ig a n te asm ático, le fa ltó m u y poco p a ra ech arse a llorar.

ch o rrea r de la salsa. ¡Q u é fe s tín !...

Iba así, d e já n d o se rem olcar, con el corazón hecho

P rim e ro

la

ensalada

cocid a

a b rilla n tad a

po r

el

un o v illo , cu an d o a trein ta pasos b rilló u n a luz, y el

a ce ite ; lu ego b aca la o

ald ean o d ijo a le g re :

besugo y pollo asado. Y d esp u és, a los postres, el “ in-

fr ito esp olvoread o con a zú car,

— M ir a , ¿ v e s ? ¡N u e s tr a c a sa !

ch o rsaltza ” (pasta de nueces con filam en to s de b a ca ­

L u e g o lla m ó :

lao, a zú ca r y can ela), a rro z co n leche, castañ as asad as

— ¡ M a r i- J u a n a ...!

en el “ tam bolín ” , y m an zan as “ m a tr» lla g o rris” colofifís iiíww^MMMMMywMWW I

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b a jo la m ira d a g r a v e y d u lce de la va c a (proto tipo

reinetas d e a risto crá tica palid ez.

de serena d u lzu ra en tre los b u có lico s grieg o s) viendo

El

niño

com ió

conteniéndose

al

p rin cip io ,

con

r e g o cija d o b ro ta r la lech e de las h en ch id as ubres hasta

la

reb osar espum osa en la escu d illa, la m u je r y el niño

aldeana. A l fin a l de la com ida, la reacción de la con­

se un ieron en m u tu o am or. E l chico, a ca ricia n d o a la

fia n z a tras el tem or pasado, el g ra to calo rcillo de la

va ca, se a tre v ió a p reg u n tar con ansia c o d ic io s a :

fra n co

llam a

apetito

y

lu eg o ,

a lgu n o s

anim ado

tra g o s

de

por la

chacolí,

ch arla

de

d ev o lviero n

— ¿ P a r a m í es ?

el

le n g u a je de la risa a sus o jo s se rio s; pero tod os los

— S í, q u erid o, p a ra t i... T ú la lleva rás al cam po,

e sfu e rzo s de la buena M a ri-J u a n a no lo g ra ro n hacerle

¿ e h ? , y la o r d e ñ a r á s ... Q u e s o s “ tam ién ” a “ h a ser” y o

sa lir de sus m onosílabos. E l m atrim on io, a flig id o por

te e n señ a ré... P o r p rim era v e z el chico corresp o n d ió a las c a ri­

tal silen cio, cam biaba m irad as de d esco n su elo ... D e pronto, a trav és d el tabiq u e de tabla, se o yó un m ugid o su ave y' prolon gad o, lleno de sin g u la r d u lzu ra. ¡L a

cias de la ald ean a

m inó de súbito, y d ijo con v o z a le g r e :

¿ya

quieres

M ari-J u a n a , a legre com o un as P a scu a s, le contestó entre dos b e s o s : •

ve r?

¿Leche

cuando,

— D im e “ ¡ am achu !” (¡ m ad recita m ía !).

— ¡ B e y e !... ( ¡ L a v a c a !). — S í, 'P erico ,

son oro; y

— T ú , ¿ có m o te llam a s?

fie ra am enaza del toro sa lv a je , hecha suplicante

p o r d om esticid ad secu la r! L a ca rita d e P e ric o se ilu ­

con un beso

d esp arp a jad o y resu elto, la p re g u n tó :

q u ie re s?

¡Q u é N och eb u en a p a ra P e r ic o ! ... ¡Q u é bien d u rm ió, p erd id o en la enorm e cam a de

— d ijo la ald ean a, en tu siasm ad a ante el b ru sco d e s ­

m adera, entre las ásp eras

p ertar de la in fa n til alegría.

soñando q u e tenía m adre, y q u e co rría po r los cam pos

— ¡ S í !— d ijo g o zo so el chico, con la vo z y con el gesto, sacudiendo la cab eza y saltan d o de la silla. Y allí, en el tibio establo, ju g a n d o con el te m erillo ,

sában as d e lienzo casero,

ve rd e s, p ersig u ien d o a las v a c a s que, al

ser alcan ­

zad as, lam ían la m ano de su p a s to r ...! /. A .


l l l l l l l l l l l l l l l l l i l l l l l l l l i i l l l l l l ! l l l l l l l l l i l l l l l l l H l l l l l l l l l l i l l l l l ! l ! l l [ I I I I I I I I I l D l l l l l l l l i n i l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l 1 l l l ¡ l i l l l l l l l l l l [ ! i n i l l l l l l l l l l l ! l l l l i n i l l l l l l l i n i l l l l l l t I M I H ! l l l i r K l l l l l l i l l l l l l f I I I I I I I I I I I I I I H I I I I I I I ! ! l l l l l l ! I H I I t l l l l l l l l l l l l l t n ! l K i H I U H I I I I I I t l U i l l l i l l l l l i H l l i l l M l l l l l l l l i i l l l l l l l l i i l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l l i l l l l i l l l l l l l l l l l l l i l l l l l f l l l l l i l i n i n i l l l l l l l t ^ 'M l l l l l l l l l l l l l l l l t i l l i l l l U l l l l l l l l i l l l l l l l l i n i l t l P

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Este número ha sido editado en los talleres

GRAFICO - EDITORA, S. L.

- Miracruz, 9

- SAN

SEBASTIAN


Un convento fundado hace cuatro siglos

(^ / cle la

¿le J^^en^tetía

Lo o c u p a n treinta y una r e l i g io s a s a g u s t i n a s e r m i t a ñ a s y en él s e d e d i c a una intensísima d e v o c i ó n a S a n t a Rita, A b o g a d a d e los Im pos ib les . un C on ven to

1544, p o r tres jó ve n e s virtu o sas, C a ta lin a , B á rb a ra y

situad o ju n to al antigu o cam ino real, que para nos­

H a y en nuestra

noble y

leal

villa

M a ri Ju an a de A ste a su , según algu n o s h ija s d e R e n ­

otros debe consid erarse com o m onum ento insigne por

tería, pero, probablem ente, h ija s del pu eblo d e A ste a su ,

haber celebrado el pasad o año 1944 el cu arto cen te­

pues consta q u e a la tom a de velo d e las fu n d a d o ra s

n ario de su fu n dación . E n él viven en la actu alid ad ,

y otras jó ve n e s se esperaba m u cha gen te d e A ste a su

siguiend o la escondida senda que conduce a la san ti­

y otros pueblos vecin os.

ficación , b ajo la R e g la del m ás sabio de los santos,

P rim eram en te estu v o establecido en el llam ad o h o y

el G ran ’ P a d re y D o cto r de la Iglesia San A g u stín ,

B a rrio d e S an ta C la ra , y hacia e f a ñ o 1588, sus m on-

trein ta y una religiosas, que todos los días, con sus

jita s ob tu viero n , por m ed io del P . P ro v in c ia l d e los

cam p an itas de glo ria, recuerdan a los renterian os que,

A g u stin o s de C a stilla , la a u to riza c ió n del R e y para

au n q u e ocu ltas de las m irad as del m undo, están allí

trasla d arse al M o n a sterio de la B a sílic a de la M a g ­

p a ra pedir a D ios g ra cia s y bendicion es especiales para

dalena. P areció les d esp u és m ás con ven ien te el lu g a r

el pueblo de R entería, de cu yo s bondadosos habitantes

llam ado

reciben tantos fa vo res.

terrenos necesarios, y

F u é fu n dad o este C on ven to a principios del año

can tería

de F r.

S an

B artolom é,

M ig u el

d on d e

ad qu iriero n

los

el gra n tra za d o r de ob ras d e de

A ra m b u ru ,

fra n cisca n o

de

C erain , se o cu p ó d u ran te seis d ías “ en d a r las tra ­ z a s de lo que d e p restad o se ha d e h acer p a ra b a ja r las M o n ja s donde se p re­ tende tra s la d a r d ich o M o ­ n asterio ” . F u é e d ific a d o el que ac­ tualm ente ex iste según los planos d e F r . M ig u el d e A ra m b u ru en el año 1605, y a él se traslad aron las religio sa s y , a u n q u e d ich o m on asterio era pobre de bienes tem porales, era, sin em bargo, rico en virtu d es y h abitad o p o r religiosas de gra n d e esp íritu y m u y retirad a s d el m undo. E n él flo re c ió , p o r sus v ir tu ­ Interior del Convento de la Santísim a Trinidad

Casa

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LA RON

des, la V e n e ra b le M a d re

Y

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IMMUIIUIUMlMlllllUaUtUUIIUMIMUIIIIIIIUtltltttMHMIIKUamniH IH lM « U U tU N n > IM IU IM U N ItillU U I» m i lU llttM N n m H tM U M M iM U T N I

T eléfo n o 56-21

P A S A J E S


M a r ía M a rtín d e O lá iz , de F u en terra b ía , de quien se

q u eriend o d arn os a en ten d er q u e se necesita en estos

dice q u e po r espacio de m u chos años v iv ió retirad a en

ú ltim os tiem pos d e p ag an izació n de costu m bres una

una erm ita, teniendo p o r cam a el d u ro suelo y m u ­

santa que sea p a ra todos en general, y en p a rticu la r

riendo, en o lo r d e santid ad , el año 1600.

p ara la m u jer, un esp ejo d e san tid ad en todos ios

A

cau sa d e

las g u erra s

h u bieron d e

aban d on ar

estad os de la v i d a ; y p ara esto, n in gú n m odelo m ejo r

rep etid as v e ce s las religiosas el C on ven to. E n el año

q u e S an ta R ita , que fu é santa de virgen , de esposa

1873, p o r el m es de N o v ie m b re, se re fu g ia ro n en el

y m adre, d e v iu d a y de religiosa.

C o n ven to de R e lig io sa s C arm elita s de L a zc a n o (a ctu al­

A

A

u r e l io

g u s t ín .

m en te h abitad o p o r los P P . B en ed ictin o s), de don de reg resa ro n en 1875. D e este C o n ven to salieron , en 189 1, para la fu n ­ d ación

del

C o n ven to

de

la

S an tísim a

T r in id a d

de

R e lig io sa s A g u stin a s E rm ita ñ a s de A ld a z (N a v a r r a ),

LAN-ONA,s.a.

cu atro religio sa s d e C o ro , dos H e rm a n a s legas y una n o v ic ia , sob rin a d e los p iad osos S re s José M a ría y J uan a J o se fa J u an m artiñ en a, fu n d a d o res del referid o C o n ven to e in sign es b ienh ech ores del de R entería. P e ro la n ota caracte rística que hace cada v e z m ás

FUNDICION

conocid o este C on ven to, es la d evoción inten sísim a que

DE H I E R R O S

se tiene, d e m uchos años a trás, a la A B O G A D A D E

Y

I M P O S I B L E S , la g lo rio sa S a n ta R ita , co sa evid en te p a ra quien h a y a leído su v id a y fija d o su aten ción en

METALES.

• F A B R IC A C IO N

la serie in term in able d e estupendos m ilagros que D ios ha hecho y está hacien d o por intercesión de esta San ta,

DE

ARTICULOS

m od elo d e san tid ad en todos los estados d e la vid a.

DE FERRETERIA

A su solem ne n ovena acu d en no sólo los renterianos, sino

tam bién de los pueblos de Irú n , P a sa je s,

O yarzu n , L ezo y

aun

del m ism o

S an

S eb astián ,

a

p ed ir su a y u d a en los casos d ifícile s, y en su m ayo ría, a testim o n ia r a la S a n ta su agrad ecim ien to

por los

fa v o r e s recibidos. P o r las fiestas celeb ra d as este año en hon or de la S an ta , podem os testim on iar que es tal la devoción de estos pueblos a S an ta R ita , que no reparan en sacri­ ficio s, y levan tán d ose m u y de m a d ru g ad a , vien en d u ­ ran te su n oven a

a o ir la

S an ta

M isa y

T ELE FO N O 60-07

recib ir la

A P A R T A D O 24

S a g ra d a C om unión. R E N T E R I A

E l in m o rtal L eó n X I I I , que can on izó a S an ta R ita , d ijo de e lla : “ E s la S an ta de los tiem pos m od ern os” ,

50 años de Director-Gerente

una

cariñ osa

felicitació n ,

acom pañada,

en

m uchos

casos, de un d elicad o obsequio, producto, generalm ente,

L a s B o d a s d e U ro p r o fe s io n a le s d e D. T o m á s G a s ta m in z a

de la especial fa b rica ció n de cad a C asa. F u é éste, un m odo origin al y , al m ism o tiem po, d iscreto d e ren d ir pú b lico testim on io de ad m iración y com pañerism o al señor G astam in za, m od elo d e ge re n ­ tes

E l m artes día 27 de F e b re ro pasado celebró n uestro d istin g u id o y bon d ad oso a m ig o D . T o m á s G astam in za sus B o d a s de O ro con el c argo de D ire cto r-G e ren te de la im p ortan te em presa “ S o cied ad d e T e jid o s de L in o de R e n te ría , S. A . ”

inteligen tes,

— au tén tica

lab oriosos

m odestia— del

y

buenos.

d istin gu id o

La

m odestia

ingen iero,

no

h u b iera aceptad o, de fijo , n in gú n osten toso hom enaje. L a R e v ista R E N T E R I A , ab iertas sus págin as a tod os los h echos de la v id a ren terian a, no podía silen­ ciar un acto sem ejan te. Sabem os que hem os herid o en

E l señor G a sta m in za — decano del m illar de je fe s

lo m ás v iv o la tem peram ental hum ild ad d e D. T o m á s

de E m p re sa s a filia d a s a la L ig a G u ip u zco a n a de P r o ­

y su esp ecialísim o a fá n de p a sa r in ad vertid o. L a fu n ­

d u cto res— fu é o b jeto , con tal m otivo, de un sim pático

ción p eriod ística es, en cierto m odo, cru el con hom bres

h o m en a je p o r p a rte d e sus coleg as. T o d o s éstos, de R e n te ría y d e los pueblos de G u i­ p ú zco a , rem itiéron le, el d ía que cu m p lía los 50 años com o D ire cto r-G e ren te de la im p ortan te em presa textil,

com o el señ or G astam in za, en los que el m érito y la m od estia están en fra n co desacuerdo. Y

su m am os n u estra felicitación a las incontables

recib id as con el fa u sto m otivo ind icad o.


De

la v id a

religio sa

de

Rentería

El Obispo irlandés que llegó a la villa huyendo de la persecución del tirano Cronwel alcan zó

h uido de la p ersecu ción d esa rro lla d a en tiem po de la

esp ecial resonancia en G u ip ú zco a . P ro clá m a lo la soli­

La

m uerte

del

p ru d en te

rey

F e lip e

II

tiran ía de Crontwell, fu é aten tam ente req u e rid o p o r el

c itu d del organism o en carga d o de regir los negocios'

C ab ild o de la

de la P ro v in c ia en req u erir a los pueblos a que hiciesen

p a ra

celeb rar

26 d e

ob ispad o, su p lien d o así la au sen cia del O b isp o d on

O c tu b re de 1598 y en in v ita rle s a c o n cu rrir al lev an ­

F ra n cisco de A la rc ó n , que se en con traba en M a d rid a

tam ien to del pendón en nom bre de G u ip ú zco a . R e n ­

llam am iento de S u M a je sta d .

hon ras

fú n eb res

en

los

d ías

25

y

que

S a n ta

Ig lesia

b en d ijese los

C a ted ra l de P am p lo n a ,

san tos óleos

y

c rism a s

del

tería ob servó fielm en te y puso en ejecu ción las m edidas

L a e x tra o rd in a ria solem n id ad se celebró el 29 de

con d ucen tes a que el servicio religioso se llenase con

M a rzo de 1657, día de J u ev es S an to. E l O b isp o irla n ­

el esplendor debido. V é a s e cóm o reseña la solem nidad

dés celebró M isa P o n tific ia l, asistid o de tod a la cle re cía

un docum ento de la é p o c a :

de la circu n vecin d a d — cerca de cu aren ta , en tre sacer­

“ L a orden de ve n ir a la hon ra fu é que el dicho

dotes y religio so s— ; b e n d ijo a con tin u ació n los santos

regim ien to ju n to con sus lu tos, con todos los dem ás

óleos, a d m in istró la com u nión y en cerró el S an tísim o

vecin os de d ich a villa, m uchos de ellos con sus lutos,

en el m onum ento. Y

se ju n taro n en la pu erta de la casa del C o n ce jo de

b en d ijo la pila b au tism al y la lu m bre y celeb ró M isa

d ich a v illa , adonde ju n tam en te con ello vin o la clerecía

P o n tific ia l, sirvién d o le la to a lla y

d e ella y , dem ás de ello, m uchas m u jeres viu d a s y no

a lcald es d e la villa .

el S áb a d o S an to , 31 de M a rzo , el agu a m an o s los

viu d as, haciendo d em ostración de su tristeza con llan ­ tos

m od erados,

y

fu ero n

en

esta

m anera

todo

el

pueblo adelante, y en pos d e ella la clerecía y lu eg o

C om o su ced ía en todos los pu eblos de la p ro v in cia,

el regim ien to, los dos A lc a ld e s p o strero s y lu eg o los

se h ace rod ear de m u cho esp len dor a las procesion es

dos Ju rad os y los dos R e g id o res y P reb o ste ejecu to r

del día del C orp u s. D esd e m u y a n tig u o — tenem os n o ­

y el E scrib a n o fiel, y d etrás de todos, las m u jeres y

ticias qu e se

po r esta fo rm a se fu ero n a la iglesia y

en ella se

p rocesión una c u a d rilla de dantzaris, en la q u e se fo r ­

ju n to s en dos

m aban ord in a ria m en te a lred ed o r de q u in ce m u chachos,

prim eros ban cos d e ella. Y esto se hizo así en dom ingo

a quienes p ro v eía de za p a to s y se alim en tab a p o r cu en ­

asen taron

los dich os d el

R egim ien to

refieren

a l año

15 7 3 — c o n c u rría

a

la

a vísp eras, com o el lunes a m isa e vísp eras. E d e s ­

ta del A y u n ta m ie n to , m ien tras d u rab an las lecciones

pués, otra v e z, acab ad os los o fic io s así de v ísp eras

d e la d a n za d adas p o r el tam b o rilero asala ria d o de la

com o de m isa, se fu ero n acom p añad os d e la clerecía

v illa . D isp a ra b a las sa lv a s aco stu m brad as una co m p a ­

a la d ich a p u erta d e la casa co n cejil y lo prop io las

ñ ía de m osqueteros, m and ada o rd in a ria m en te p o r el

m u jeres, donde la dicha

clerecía dió sus responsos.

C o n que se dió fin a las d ich as h on ras y obsequios,

reg id o r en calid ad d e c a b o ; se les p ro v eía de p ó lv o ra y cu erda y se les obsequiaba con un refre sco .

en los cuales el lunes en la m isa p red icó el P . F r a y

E n las p rocesion es del C o rp u s q u e actu alm en te se

G a sp a r de F alen cia, P rio r del C on ven to de S an T elm o

celebran, colocan los vecin o s en tod o el tra y e cto lien zo

d e la O rd e n de S an to D o m in g o ,

q u e es pisad o p o r el sa cerd o te q u e lleva el S an tísim o.

tem a: H o d ie

el cual tom ó po r

est R e x , eras m o r ie tu r ...; y o tro día,

m artes sigu ien te, la d ich a clerecía h izo otro a n iv e rsa ­ A lc a n z a ro n

rio con la p rop ia intención de fa v o r e c e r al alm a de S . M . estando en pie el dicho túm ulo y lu m in a ria a

tam bién a R e n te ría la s d ispo sicion es

restrictiv a s que tend ían a c e rce n a r los e x c e siv o s gasto s

su costa, con que todo se acabó, d e que otros se sirvan.

d e los bau tizos. S e dice, en 1606, que en la v illa se

E l a ltar en que se d ijo la m isa se p u s o al p ie de dich o

•cometían g ra n d es ab u so s p o r la circu n sta n cia d e que

túm ulo, p ara que fu ese m e jo r visto de todo el pueblo,

las com adres que se elegían p a ra sa ca r de (pila a las

porque el dicho túm ulo, con la altu ra que tenía, qu itaba

c ria tu r a s , iban aco m p áñ ad as d e m u ch as m u jeres, que

la vista d el a lta r m a y o r ...”

llam aban la aten ción p o r su n ú m ero, y o rd en aron que no se pu d iese lle v a r m ás de seis m u jeres, so pena de c u atro reales a la ^comadre y dos reales a cad a m u jer,

C ara cteres

m ás

gran d ioso s

revistió

tod avía

una

solem n id ad que h izo g o z a r a la iglesia p a rro q u ial de

con destin o a las ob ras de la iglesia y del h ospital. En

1607, decía el alca ld e que era un abu so lo que

la v id a d e los hon ores cated ra licio s. F u é el caso que,

a co n tecía en los b au tizo s, con los com pad res, com ad res

resid ien do accid en talm en te en R e n te ría “ el Ilu strísim o

y asisten tes, c o n tra lo q u e estaba m andado, en el ú ltim o

señor don N ico lá s F re n s, O b isp o de la ciu d a d F ern en -

sínodo, p u es los p rim ero s o fre c ía n ve in ticu a tro reales,

se en Irla n d a ” , quien, en un ión de v a rio s sacerd otes

h acien d o osten tación de ello, y las co m ad res, adem ás

así bien irlan d eses, había d esem b arcad o en P a sa je s,

de o tra s co sa s de v a lo r, o fre c ía n a un escu d o, y los


co n v id a d o s a c u a t r o . reales cad a u n o ; el A y u n ta m ie n to

fu n d a d a en 15 6 9 ; la de la S an ta V e r a ^ r u z , que se

ord en ó que en lo su cesivo ni el com p ad re ni la com a­

tratab a de establecer, com o efe ctiv a m en te se estableció

d re, o fr e c ie r a n m ás de och o rea les, ni los con vid ad os

en 1573, y. la del R o sa rio , de la qu e se con servan libros

m ás de dos reales.

d e asien tos desde la fe c h a d e 1723. *

*

M o d ern am en te se han erigid o m ás c o fra d ía s y a so­

*

L a s cu estio n es de p reced en cia eran o b ligad as en a qu ellos tiem pos sa tu rad o s de a fa n e s p leiteistas, que

ciacion es religiosas qu e con trib u yen al m antenim iento del espíritu de piedad. *

p ro m o v ían una ex a g e ra d a d efo rm a ció n del sentim iento de d ign id ad . E l C o n ce jo tu vo qu e a d o p ta r v a ria s d is­ p o sicio n es,

en

1556, co n tra

los

q u e alegaban

tener

derecho d e p re fe re n c ia en los asientos de la .iglesia y d e c la ra r que los asien tos eran com unes a todos. E ste fa llo no fu é in con ven ien te p a ra que en 1701 alegase el m ism o C o n c e jo que, en v ir tu d del P atro n ato que la v illa ten ía en la p a rro q u ia , corresp on d ía .2 los alcaldes o cu p a r el puesto m ás p reem in en te en las sillas y asien ­ tos, en. el acto de la o fre n d a de la p az y en las p re si­ d en cias de d uelos, aunque fuesen sacerd otes en ellas. Y añ ad ía que, si alg u n a v e z , se había d eja d o por co rte­ sía q u e fu ese p rim ero el sacerdote, p ara que no creyese que . p o r ello aband onaba su derecho, se prop u siera al cab ildo a m igablem en te su reconocim ien to an te e s c r i­ bano. T o c ó tam bién a las m u jeres d em o stra r cierto n er­ vio sism o e x a g e ra d o en el señ alam ien to del orden en que h abían de p rese n ta r sus o fre n d a s y dió esto m o ­ tiv o a un ruid o so y la rg o pleito, cu yo s au tos se d icta ­ ron en 1572.

*

*

S ab id o es que antaño los reos re fu g ia d o s en las iglesias g o z a b a n .d e inm un idad m ien tras perm anecían en sagrad o . E s te d erecho de inm un idad oponía algun as trab as a la acción de la ju stic ia y fu é restrin g ién d o se la p re rro g a tiv a a con tad as iglesias y hasta cercenándose su n atu ra leza h asta el pu n to de qu e en m uchos caso s llegó a ser un m ero derecho de am paro. E s p articu larm en te interesante, en este orden de o cu rren cia s, lo que sucedió en R e n te ría el día 2 de D iciem b re de i849. F u é el caso que, habiendo un c a r a ­ b in ero d isp a ra d o un tiro— el docum ento no señala las con secu en cias del d isparo— a su cabo, en O y a rz u n , vin o lu eg o a r e fu g ia rs e en el arco de la pu erta p rin cip al de la iglesia. L o s ejecu to res de la ju s tic ia quisieron pren d erlo, pero se opuso tenazm en te el vica rio , m ien ­ tras no le d iesen una caución. D iéro n sela, prom etiendo que el reo no sería o fe n d id o “ en su vid a y m iem bros, m ediante h ab erse a co gid o el re fe rid o a silo ” y sólo así se ob tu vo que la a u to rid a d eclesiástica se a vin iera a la ex tra d ició n .

*

*

*

R e su lta c u rio so co n sig n a r esa su p erv iven cia, cuan ­

L a s C o fr a d ía s que con trib u ían a las solem nidades

do iba a m ed iar y a el sig lo pasad o, de una p ráctica

del culto en la iglesia p a rro q u ial f u e r o n : la del C risto ,

que estu vo m u y en boga en los tiem pos m ed ievales.

Cosos

de

lo

V illo

Un dilecto y asiduo colaborodor, versificador ágil y a m e n o , comenta, seguidamente, en fáciles cuartetas, algunos prob emos que afectan p r o ­ fundamente a la Villa.

Hablo del tranvía de la carretera, que llega a la villa y pára en... Herrera. Cómo viene vemos desde Zubillaga; y la prueba empieza de “ cross” , salto y valla. Por montar, corremos, perdiendo la facha... y por unos metros, no espera y se marcha...

Vivimos unos tiempos de tal velocidad, que, raudo, el sufrimiento como viene se va...

En tanto, sufre el pueblo, y protesta y se agita, y aburrido y cansado, pues... censura y critica,

¿Qué nos pasaría yendo a paso lento, como, simplemente, va el encauzamiento?

Contemplamos a diario una gran obra donde máquinas y hombres están de sobra...

ostentando en el rostro de un gran disgusto arrugas, viendo cómo las obras caminan cual tortuga...

Nos burla el tranvía de la “ blusa” blanca, pues donde él se queda la ría no alcanza...

Haciéndose está un muro de encauzamiento para que el río Oyarzun no sea travieso...

pues ve que proporciona un trabajo tan lento a nuestra villa toda perjuicios más de ciento.

Lo que estorbaba, pronto nos lo quitaron sin pedirnos permiso: árboles, quiosco y bancos...

Ya ni al Ayuntamiento le es dable comenzar nuestra nueva Alameda... que algún día se hará.

Y en catorce lugares la obra magna empezaron, aunque en ninguno de ellos a acabarla llegaron...

Mas hay otro asunto que voy a tocar; y al que' le atañare, no lo tome a mal.

Y si la obra pronto no queda resuelta, ya el tranvía nunca ha de dar la vuelta. Mas, en la Alameda, triste y mutilada, sin quiosco ni ría, ni árboles, ni nada... hay todavía algún banco donde poder esperar, y en tanto que en él se espera, hay tiempo de meditar...

M.


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ALMACEN n.° 1 ALMACEN N.

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