El Árbol Alquímico La Gran Obra de la alquimia cabalista tiene dos grandes aproximaciones, una hace referencia a las Sefiroth del Árbol de la Vida y la otra a las letras del alfabeto hebreo y los senderos que interconectan las Sefiroth. El Árbol de la Vida es tanto un “mapa de conciencia” como una representación simbólica del macrocosmos (del cual el hombre es una imagen microcósmica). Cada Sefirah representa una emanación divina, en un proceso de creación, correspondiendo a los diferentes niveles de conciencia del hombre. Las emanaciones hacen un descenso desde Kether, la Corona de la creación, representada por la unidad, hasta Malkuth, el Reino manifiesto, representado por el número diez. Este descenso del uno al diez corresponde a un proceso por medio del cual las energías superiores y sutiles llegan al mundo físico del tiempo y la forma.
El Árbol Alquímico ** El orden de los elementos aire y agua en alquimia están invertidos con respecto al sistema cabalista tradicional.
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La asociación de los metales a las sefiroth es la siguiente: Sefirah Kether Chokmah Binah Daath Chesed Geburah Tifereth Netzach Hod Yesod Malkuth
Metal/Astrología Mercurio Alquímico Azufre / Zodiaco Sal / Saturno Plomo / Saturno Estaño / Júpiter Hierro / Marte Oro / Sol Cobre o Bronce / Venus Mercurio / Mercurio Plata / Luna La Raíz de los Metales Antimonio / Tierra
El trabajo alquímico con el Árbol de la Vida busca abrir canales psíquicos bloqueados, así permitiendo el libre descenso de estas emanaciones espirituales superiores. Esta obra permite una especie de desintoxicación psíquica en la que se disuelven patrones limitantes codificados en el subconsciente, tanto en sistemas de creencias, como en reacciones emocionales negativas que son reproducidas de forma automática y sin control. Las tres Sefiroth superiores representan aspectos más allá de la psique humana y requieren de un trabajo especializado conocido como la Alquimia de las Letras Madres. El bloqueo del flujo de las emanaciones divinas inicia en Binah, la tercera Sefirah, con la primera forma o condensación de las energías divinas, sin embargo, para fines de trabajo alquímico, sus correspondencias (Saturno y el plomo) se colocan simbólicamente en el área conocida como el “abismo”, en la estación de la no-sefirah de Daath. Es precisamente esta estación la que debe ser purificada, lo cual se logra con un elixir realizado con una planta de Saturno. El orden se desbloqueo sigue la numeración del Árbol de la Vida: 4-Chesed, 5Geburah, 6-Tifereth, 7-Netzach, 8-Hod, 9-Yesod y 10-Malkuth. En cada caso se debe fabricar un elixir de la planta apropiada para la influencia planetaria correspondiente. Fraternidad del Círculo Dorado
En L.V.X., Vida y Amor www.circulo-dorado.org correo@circulo-orado.org
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