A mis obligaciones Cumpliendo con mi oficio, piedra con piedra, pluma a pluma. Pasa el invierno y deja sitios abandonados, habitaciones muertas: yo trabajo y trabajo. Debo sustituir tantos olvidos, llenar de pan las tinieblas, fundar otra vez la esperanza. (…) A todos tengo que dar algo cada semana y cada día, un regalo de color azul, un pétalo frío del bosque… Y ya de mañana estoy vivo mientras los otros se sumergen en la pereza, en el amor, yo estoy limpiando mi campana, mi corazón, mis herramientas.