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STANLEY, UN CASO DE JUSTICIA
El Show, serie documental sobre la muerte de Paco Stanley, no solo se ha convertido en un fenómeno viral; también arroja luz sobre los problemas sociales puntuales. Conversamos con su director, el cronista Diego Enrique Osorno.
Por Jonathan Saldaña
Diego Enrique Osorno es un cronista que pensó que podría ser poeta. Ha encontrado en la no ficción audiovisual, una plataforma para contar las historias que le interesan: la violencia, la justicia, la política y el contexto que los abraza.
Sus dos últimos proyectos audiovisuales coinciden en su semana de estreno: La montaña, largometraje sobre el viaje junto al Ejército de Liberación Nacional Zapatista por el Atlántico, el cual se estrenó en México en FICUNAM; mientras que El Show: crónica de un asesinato, serie documental sobre el caso de la muerte de Paco Stanley, llegó a la plataforma de streaming ViX. La ocasión que buscábamos para conversar con él.
El Show, ¿fue una invitación directa?
Sí, estaba terminando la edición de La montaña en Berlín y otra de un libro. Me reuní con Marie Jeanne Kushfe y Dayana Rodrigues, ejecutivas de ViX, y me plantearon el proyecto. No sabía lo interesante que era el tema hasta que me metí.
¿Hubo elementos de censura?
Al contrario, fue un acompañamiento creativo. Tenía esa sensación de que alguien podía intervenir; no lo hubiera permitido. Quería contar su historia en los términos que yo creía.
¿Qué hilo de la madeja jalaste para decir: la historia va más allá?
Para mí, el tema de la justicia es el tema de fondo de El Show: crónica de un asesinato, en un momento desafiante para la democracia y el cuestionable manejo mediático y de la ciudadanía. Creo que si ese caso se hubiera resuelto, hubiera marcado un precedente.
¿Cómo hilas los personajes con el contexto social?
Empieza planteando un crimen que desafía a las autoridades de la alternancia y un evento mediático. Ahí el punto de vista es este dispositivo que hicimos con una caja negra, un pequeño forito modes- to –medio punk– que montamos en la Colonia Roma.
¿Qué objetivo tenía?
Ese cuarto de investigación, se vuelve foro de televisión y una especie de diván. También la representación teatral del mundo de la televisión. Crear ese espacio para que los personajes, distintos entre sí, no se cargaran con información del lugar.
¿Cómo se pactan estas entrevistas?
Saben que detrás de esa solicitud hay una inmersión, conocimiento e interés genuino. Transmito esa fuerza que me da la investigación periodística. Puedo tener mi opinión pero procuro respetar el testimonio y no traicionarlo. No soy un fiscal.
¿Es fácil desprenderse de ese juicio?
Creo que sí. Me gusta analizar a las personas más allá de juzgarlas. Necesito recono-
Mario Bezares
Amigo de Stanley. El día del asesinato recibió una llamada y por eso no estuvo cerca del ataque. Continúa dentro del medio en un entorno más local en Monterrey con shows en vivo y redes.
Paco Stanley
Fue uno de los conductores más relevantes de la televisión en México. Alcanzó su máxima popularidad en los 90, años en los que murió víctima de un ataque armado afuera del restaurante El Charco de las Ranas. Con los años, su figura se ha analizado como un ejemplo concreto de prácticas y vicios de la televisión mexicana como el machismo, la misoginia y, presuntamente, nexos con narcotraficantes.
Paola Durante
En 1999, pisó la cárcel acusada del asesinato. Ella era edecán en el programa de televisión de Stanley. Actualmente genera contenido en sus redes sociales.
VERÓNICA
Mac As
Comenzó su carrera en programas de televisión y tomó el pulso de la comedia junto a Paco Stanley. También ha participado en telenovelas. Aún participa en proyectos de Televisa.
cer mi ignorancia, puedo tener una opinión pero en verdad no sé quién eres, ni qué pasó. Voy a preguntar y te voy a escuchar. Hay algo que también es importante: soy escéptico, mi manera de ejercerlo es cuestionar. Construí relatos corales contradictorios que reflejan la preocupación que tengo.
¿Alguien se negó a las entrevistas?
Sí, un chingo.
Y eso ¿cómo cambia el rumbo?
Las entrevistas que más extrañé fueron la de Jorge Gil (amigo cercano) y la de Samuel del Villar (el procurador a cargo de las averiguaciones previas).
¿Y sobre el rumbo?
Los procesos cinematográficos son más impermeables a la sorpresa y a la improvisación y el periodismo a veces es pura improvisación. Me gusta que se generen estas tensiones.
¿Cuál fue el giro más significativo?
Descubrir a Mario y Brenda Bezares, Paola Durante y Erasmo Pérez Garnica, alias “El Cholo” (presunto sospechoso). Una historia humana en ellos me hizo incorporar una nueva línea narrativa. Fueron las entrevistas más difíciles de realizar.
¿Por qué?
Son personajes de la farándula que fueron víctimas de un proceso irregular. No
Brenda Bezares
Pareja de Mario. Durante la polémica, se especuló sobre la paternidad de su hijo. Actualmente tiene un canal de YouTube junto a su esposo y familia y ha lanzado algunos temas musicales.
estaba acostumbrado a entrar a fondo a su psique.
Terminado el proyecto, ¿te genera una sensación de plenitud?
Es raro, las últimas notas fueron semanas antes del estreno. Veo la serie con cierta distancia. Ahora que llegue a Sonora la veré.
¿Cómo has visto las reacciones?
No me he metido mucho, pero me interesa. En el nuevo proyecto que estoy haciendo está presente el tema de las redes.
Y los personajes entrevistados ¿te han escrito?
La mayoría me ha escrito y el consenso es de reconocer que es una serie hecha con mucha seriedad y sin morbo. La línea del morbo era muy delgada. Me ha sorprendido, siento que los entrevistados no estaban acostumbrados a ser tratados así.