Cuando las almas no tienen pies • Toma mi mano, caminemos. › El camino es muy largo. • no debemos tener miedo, sabes que están mis brazos. › ¿y Si al llegar al final el mar se ha secado? • Al menos nos habremos mojado lo suficiente para sonreír al recordar. › No quiero después de mojarme, ahogarme en aire. • Sabes que dentro de mí puedes respirar. › Pero tu sabes que yo no puedo caminar, solo vuelo. • Y de ahí te he capturado, en vuelos cercanos. › ¿alguna vez has visto mis pies? • Solo debes bajarlos, ahí están y tú eres quien no los ve. › ¿Es que no lo entiendes?, No quiero caminar. • Solo toma mi mano. › Déjame Volar. • Hazlo, si quieres desaparece, yo estaré aquí, me sentaré a esperar, sé que volverás. › No lo sé, todo es tan extraño, no quiero volver a caminar. • Toma mis manos, yo sé que después querrás caminar. › ¿Porqué no me acompañas a volar? • Por que tal vez tú no deseas compartir tu cielo. › Entonces solo podremos esperar. • Si, y sabes que aquí estaré, hasta que tu alma tenga pies. › Hasta que quieras volar. • No importa, lo que queremos es llegar.