MAGAZINE Revista de circulación gratuita Nº3
¿Cuidamos realmente los humedales de nuestra región? La realidad vista desde los ojos de un estudiante de intercambio
Chile,
Capital mundial de la astronomía
Una solución a la sequía: Planta de desalinización marina en base a la energía solar
Cuando el aprendizaje también puede ser un juego
El Explorador Magazine Edición Nº 3 Publicado en enero de 2017 Una publicación de PAR Explora de CONICYT Coquimbo Contacto PAR Explora de CONICYT Coquimbo (51) 22 09 786 difusión.explora@gmail.com Editor y Desarrollo de Contenidos: Juan Ignacio Martin Neira Diseño Daniel Esquivel Escobar Se autoriza la reproducción parcial o total de los contenidos para fines no comerciales citando la fuente.
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INDICE
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Notas PAR Explora de CONICYT Coquimbo. Una solución a la sequía: Planta de desalinización marina en base a la energía solar. Responsabilidad Social Empresarial: una ventaja competitiva. UCN y Sacyr firman convenio que apoya la búsqueda y registro de los restos del vapor Itata. Las potencialidades de los hongos endófitos para sobrevivir a la escasez hídrica regional. Científicos buscan mejorar métodos productivos agrícolas y aportar a la mejoría de ambientes con contaminación mineral. Acuáticos: Cuando el aprendizaje también puede ser un juego. La investigación científica escolar como una herramienta para el desarrollo del aprendizaje.
Chile, capital mundial de la astronomía. Cierre Proyecto FIC: La ciencia al servicio del turismo para el desarrollo de las comunidades del Parque Nacional Bosque Fray Jorge. Columna de opinión: “Con la ciencia uno gana valores que servirán de por vida”.
¿Cuidamos realmente los humedales de nuestra región?.
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NOTAS PAR Explora
de CONICYT Coquimbo Profesor Mario Bascuñán “La FRECyT es la oportunidad para que las instituciones muestren lo que se hace en ciencias”
Firman acuerdo en pro de educación para la sustentabilidad del periodo 2017-2020
Una veintena de docentes del Limarí se capacitaron en metodologías en investigación científica escolar
Niños y niñas de Huentelauquén participan de serie de televisión libres Con-Ciencias
Ya están abiertas las postulaciones para participar de primera feria regional de ciencia para estudiantes de 1ero a 4to básico
Estudiantes de Coquimbo aprendieron de astronomía tras visita al Observatorio Interamericano Cerro Tololo
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Una solución a la sequía: Conozca la iniciativa que lidera el Dr. Rodrigo Poblete, que busca potenciar las energías renovables en la zona y con ello poder ir encontrándole una solución a la escasez hídrica en la región.
Por más que el año 2016 haya sido un periodo con abundantes precipitaciones de agua y nieve, que permitieron que los embalses de la región puedan “llenarse” y con ello darle un respiro a los problemas de sequía que hay en la zona, eso no quiere decir que todo se haya solucionado por completo. Hora tras hora, la agricultura, la ganadería y sobre todo el diario vivir de miles de personas de la región de Coquimbo, se ve afectada por la escasez hídrica, que amenaza a siembras, animales y el desarrollo normal del ser humano. Es por esto que iniciativas, como las que lidera el Dr. Rodrigo Poblete Chávez, son un gran respiro para los que viven el tormento de no tener agua para desarrollar su vida cotidiana de forma adecuada.
El académico de la Universidad
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Católica del Norte, con un Doctorado en Ingeniería Ambiental cursado en el Departamento de Ingeniería Química y Ambiental de la Escuela Superior de Ingeniería de la Universidad Sevilla, ha estado elaborando un proyecto vinculado a las energías renovables con una clara misión: Buscar alternativas de agua potable en la zona. Poblete cuenta que su proyecto “surgió como una solución o alternativa a un problema de la región, en realidad buscando una estrategia al problema de la sequía y a la necesidad de obtener agua a partir del mar, empezamos a pensar con mi colega Ernesto Cortés, cómo hacerlo más eficiente, en el término de costo de producción”. Es ahí donde nació la iniciativa que operacionalmente podría tener un costo menor y en donde la energía solar es el “gran combustible” para generar una cantidad de
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Planta de desalinización marina en base a la energía solar
agua considerable. El académico de la UCN afirma que “creo que el gran plus es que usa energía solar como fuente de energía térmica, para calentar el agua y también energía solar, como fuente para producir electricidad”. Sobre su funcionamiento declara que “usa colectores solares térmicos y paneles fotovoltaicos. En ningún momento se está consumiendo o utilizando combustibles fósiles, ni tampoco estamos utilizando energía eléctrica de la red tradicional; todo lo contrario, si existiera un exceso de electricidad generada, que no esté consumida, podría inyectarse a la red eléctrica tradicional”.
El proceso de desalinización
En palabras propias del investigador, la idea radica acá en “el principio de calentar el agua, para que esta agua caliente, genere vapor y éste condensarlo. Entonces para calentar el agua tú necesitas calor, nuestra fuente principal
en este caso es el Sol…Esto es aportar a lo renovable”. Aunque todo va a depender de cómo se comporte el clima. Ya que en un día nublado el proceso se va a demorar, pero en la zona hay una mayor cantidad de días despejados y permitirán realizar el proceso, que “es un goteo, que a veces es más frecuente. Depende mucho de la temperatura del proceso de condensación, entre menor es, por un lado tenemos que calentar mucha agua y hacer circular agua fría. Mientras más fría circula esa agua, mejor es la condensación”. Por el momento, el proyecto que se encuentra ubicado en Caleta El Toro, Provincia de Limarí, permite desalinizar 60 a 70 litros de agua por día, una cifra menor, pero que para la pequeña comunidad ha sido un gran alivio. “La gente de la caleta se ha mostrado muy agradecida. En invierno hay 20 a 30 personas y en verano aumentan a 200 o 300 personas, ya que llegan los familiares. Los niños nos preguntan si pueden tener una piscina en ese lugar, si será de agua destilada, lamentablemente les decimos que no, que el objetivo es otro. Cada vez que vamos para allá son muy amables con nosotros y abiertos”, afirma Poblete.
El futuro de la iniciativa
En este proyecto, el 90% de los recursos los puso el Gobierno Regional, un 5% lo puso la empresa Talinay, que además cedió el terreno para el desarrollo
de la iniciativa. Y el otro 5% lo puso la Universidad Católica del Norte, por medio de recursos no pecuniarios. Para Rodrigo Poblete “La idea es que el Estado o la empresa privada empiecen a replicar esta iniciativa u otras innovadoras y hacerla más repetible a lo largo de la costa de Chile”. Ya que ese parece ser el camino para encontrarle solución a una sequía que avanza cada año y que amenaza hasta a zonas del sur de Chile. Por lo mismo, depurar aguas contaminadas, desalinizar agua de mar, generar iniciativas renovables es la misión de la ciencia y la tecnología en la actualidad en torno a la escasez hídrica. El investigador está de acuerdo y refuerza “Yo creo que hoy uno busca en la bibliografía científica y se encuentra con un montón de artículos interesantes, que son sustentables y sostenibles con la economía. Yo creo que la labor del científico ya está hecha, mejorable, pero está hecha. De la universidad que lo apoya, también. Pero quizás falta que eso se concretice y que se materialice en algo real, aterrizar esas ideas científicas, las construcciones que están y puedan usar. Pasar de lo teórico a lo real. Seguir trabajando para que aquellas soluciones que se presenten sean amigables con el medio ambiente, que no esté de por medio hacer uso de los animales, que muchas veces probamos en ellos, para ver si es algo tóxico o no. Eso no me parece adecuado”, explica el Dr. Poblete.
tomando, el ver cómo esto se puede replicar en otras zonas de Chile, ya sea con energía solar o por ejemplo, mareomotriz, son otros de los desafíos. Más allá de esas variables, lo importante es poder seguir financiando ideas de este tipo, poder buscar nuevas iniciativas y sobre todo tener conciencia con el medio ambiente y con el agua, un bien escaso en nuestra región.
Creo que el gran plus es que usa energía solar como fuente de energía térmica, para calentar el agua y también energía solar, como fuente para producir electricidad
Aún hay mucho por mejorar y por adaptar en esta tecnología. Optimizar procesos, retos de Ingeniería que hay que ir
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Responsabilidad Social Empresarial: una ventaja competitiva En un mundo globalizado, tecnológico y cambiante, las empresas necesitan validarse en la comunidad donde interactúan. Los grupos de interés (stakeholders) con los cuales se relacionan, tienen expectativas sociales, económicas y medioambientales hacia ella y, por ende, deben producir sustentablemente aportando a la calidad de vida de los trabajadores y la comunidad local. Entonces, el gran dilema al que se enfrenta una empresa es ¿cómo crecer de manera sostenible?
la calidad de vida del entorno y el país, por ejemplo. Lo que se reconoce como buen negocio para la empresa, debe ser validado como buen negocio para la sociedad. No es menor la presión a la que está sometida una empresa en la era de la información digitalizada, tecnológica y globalizada, donde el consumidor y potencial cliente es muy exigente con ella y su(s) marca(s). Al público, hoy no sólo le importa cuánto gana una empresa sino “cómo lo gana”.
La Organización Mundial del Trabajo (OMT) entiende que la RSE debe reflejar la manera en que las empresas realizan sus actividades, así como de los principios por los que se rigen sus métodos y procesos, voluntariamente.
Entonces, la RSE es un intangible que otorga credibilidad y permite gestionar la buena reputación de una marca y/o empresa. Es un valor que bien comunicado otorga ventaja competitiva y aceptación por parte de sus stakeholders.
Desde esta mirada, la RSE debiera ser un eje estratégico en la Cultura Organizacional, respaldada por el Gobierno Corporativo y la alta gerencia. Si la entendemos como un modelo de gestión, es “una manera de hacer las cosas” comprometidamente y por sobre el marco de la ley.
La RSE considera aspectos como la ética, calidad de vida, marketing responsable, compromiso con la comunidad y procesos amigables con el medio ambiente, utilizando para ello tecnologías limpias, normativas medioambientales y desarrollando sistemas de gestión basados en calidad y eficiencia.
Vulnerabilidad ante crisis y agentes externos e internos, obligan a las empresas no sólo a “parecer” sino también “ser” entidades que produzcan bienes y/o servicios necesarios a la comunidad, de manera sustentable. El aporte que hagan las empresas a través de la Investigación y Desarrollo I+D vinculando a las comunidades y la academia es una arista que puede ser potenciada con miras a mejorar
Desde esta mirada, el valor de una empresa radica en la riqueza y bienestar que genera en la comunidad donde interviene o ejerce influencia. Esta es la base del triple Bottom Line, cuyos aspectos Socio-EconómicoAmbiental deben equilibrarse adecuadamente para generar un desarrollo sustentable y sostenible en el tiempo.
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Las empresas modernas debiesen considerar la RSE como un eje importante de la naturaleza corporativa, e invertir en especialistas capaces de diseñar y ejecutar un plan con acciones debidamente identificadas en diversas dimensiones y sobre todo, comunicadas de manera estratégica. Sólo así, la RSE se podrá transformar en un activo que agregue valor a la empresa, ventaja competitiva y traducida en reputación corporativa, que es mucho más que la marca y no es lo mismo que imagen. Sin embargo para el público, la imagen es la verdadera identidad y allí radica el principal objetivo que persigue una empresa: credibilidad, la que se manifiesta en mayores ventas y confianzas.
Por Maritza Blanco Vidal
Jefa de Vinculación y Extensión Cultural, Universidad Católica del Norte Máster en Dirección de Comunicaciones Corporativa, UAB-España Especialista en Responsabilidad Social Empresarial, PUC-Chile Periodista, Docente, Consultora e Investigador @mariangel1980_8
UCN y Sacyr firman convenio que apoya la búsqueda y registro de los restos del vapor Itata Nota por Comunicaciones UCN La Universidad Católica del Norte y Sacyr Chile S.A. firmaron un convenio marco en virtud del cual la empresa compromete su apoyo para las labores de búsqueda y registro que esa casa de estudios, a través de la Facultad de Ciencias del Mar y con el apoyo de la Armada de Chile, realiza para ubicar los restos del naufragio del Vapor Itata.
del viaje estará determinada por las condiciones meteorológicas para el uso del multihaz”, precisó Bordones, aclarando que este equipo “permite tener una imagen certera del fondo marino y de sus anomalías electromagnéticas, mediante 16 haces de sonido a una frecuencia de 12kHz, emitidos por proyectores montados bajo el casco del buque de exploración”.
El hundimiento de esta embarcación, ocurrido el 28 de agosto de 1922, es considerado del mayor naufragio de la historia naval de Chile y costó la vida a 374 compatriotas, que se habían embarcado con la esperanza de un futuro mejor en las faenas salitreras del norte del país.
El financiamiento de estas operaciones de sondaje contará con el apoyo de Sacyr Chile S.A., según quedó establecido en el acuerdo, ratificado por el vicerrector de sede, Francisco Correa Schnake, y el gerente general de Sacyr Chile S.A., Juan Antonio Marín Ródenas. Este último, destacó la importancia de colaborar con la Universidad Católica del Norte, señalando que la empresa Sacyr inició sus andaduras en Chile hace 20 años precisamente en esta región, con el proyecto Los Vilos- La Serena, “y nos hemos mantenidos siempre muy atados a esta comarca y queremos seguir haciéndolo por muchos años, y estamos muy interesados en entablar relaciones estables con la comunidad y especialmente con la universidad”, manifestó el ejecutivo.
Hasta ahora, los restos del vapor no han podido ser ubicados y ese es justamente el desafío que se han propuesto Ricardo Bordones, líder del proyecto, Carlos Cortés, director audiovisual, y Paula Needham, productora ejecutiva, quienes, con el apoyo de la Facultad de Ciencias del Mar y a bordo del buque oceanográfico Cabo de Hornos, realizarán una expedición con sonar multihaz, a 8 millas al sur de Isla Choros y a una profundidad mayor a los 200 metros. “La duración
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“La tragedia del Itata, ocurrida hace ya 92 años, constituye el naufragio que más vidas ha cobrado en la historia marítima de Chile. Por lo mismo, ubicar sus restos y recuperar esa historia representa un aporte al patrimonio marítimo nacional y también una oportunidad para poner en valor el patrimonial material e inmaterial de la región”, afirmó el vicerrector de la UCN, Francisco Correa. La presente expedición se suma a otras acciones que han llevado adelante los mismos profesionales y que también incluyen la reedición del libro “La tragedia del Itata”, que registra las memorias de uno de uno de los sobrevivientes de este fatídico suceso, publicación que estuvo a cargo de las Ediciones Universitarias de la Universidad Católica del Norte y que fueron apoyadas por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. “Nuestras exceptivas ahora son las de encontrar el Vapor Itata y recuperar una historia que da cuenta de la peor tragedia marítima en la historia de Chile”, comentó Ricardo Bordones.
Foto por : María José Guevara
Las potencialidades de los hongos endófitos para sobrevivir a la escasez hídrica regional Investigación local en la Aristolochia chilensis, ha permitido conocer cómo es su comportamiento en zonas con mayor o menor aridez, lo que ha permitido proyectar los beneficios que puedan tener determinados hongos endófitos en el desarrollo agrícola actual. Muchas veces nos quedamos con lo superficial, con lo que se ve. Como sociedad nos conformamos con lo “visible” y no buscamos más allá. Y eso ocurre en diversos espectros de situaciones, desde la vida misma, las situaciones personales, lo laboral y sobre todo el medio ambiente. Creemos que el ambiente es lo que está frente a nuestros ojos, pero es una mínima parte de la realidad de la naturaleza. En particular, las especies se conforman por millones de características que las hacen únicas y que nosotros obviamos. Pero existen científicos que las analizan, que buscan conocer sus composiciones y proyectan los beneficios que le puede generar a la sociedad. En parte, eso es lo que busca la investigación de la profesora de ciencias naturales y biología de educación media y hoy estudiante de Magíster en Biología y Ecología en Zonas Áridas en la Universidad de La Serena, María José Guevara. María José, en conjunto con los profesionales Marcia González y Víctor Escobedo, están realizando
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una investigación que busca conocer la diversidad de hongos endófitos radiculares, en Aristolochia chilensis (Familia: Aristolochiaceae) a través de un gradiente de aridez.
temperaturas. Eso sí, el vivir cercano al océano fue perjudicial para el desarrollo de esta investigación. El tsunami del 16 S afectó a una población que estaba siendo estudiada y mermó meses de trabajo.
En palabras más simples, lo que se busca investigar “es saber qué honguitos tiene la planta a lo largo de un gradiente, o sea de un lugar seco a menos seco. Y cómo varía su abundancia, riqueza y diversidad. Quiere decir en qué sector de la planta hay más hongos y quiénes son”, afirma María José.
Pero los desastres naturales no son la única variable que hacen que su presencia en la zona se vea amenazada. La escasez hídrica es algo que la afecta y que puede terminar con la extinción de esta especie. “Por lo que he podido observar en terreno, he visto que el porcentaje de las poblaciones que están son las que se han logrado adaptar, pero están destinadas a desaparecer por la escasez hídrica. El año pasado fue “año niño”, cuando fui a mis poblaciones todas tenían hojas, flores. En cambio este año están todas muertas, ni siquiera la raíz estaba suculenta. Todo por la escasez hídrica”, declara la investigadora de la ULS.
La Aristolochia chilensis fue escogida por ser un buen modelo de estudio y por encontrarse en los tres puntos de aridez seleccionados para la investigación. Esta se ubica en el norte de Chile y se caracteriza por su fuerte olor y en algunos lugares es usada como hierba medicinal. Es una planta que crece en el valle y en la costa, pero es en este último lugar donde María José se concentró, debido a que es una zona con mayor estabilidad de
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El beneficio para la agricultura Así como en la vida hay vivencias buenas y malas, también hay hongos buenos y hongos malos que afectan a los organismos. Eso es lo que está investigando María José,
el poder determinar qué agentes son los que pueden ayudar en el crecimiento y desarrollo de la Aristolochia chilensis. Pero la proyección es mucho mayor y puede tener un gran impacto en la labor agrícola regional. “Saber qué hongos son, me da futuras proyecciones agrícolas. Si yo consigo un hongo que es resistente a la sequía, me está diciendo que si yo llevo este hongo a otras plantas de interés agrícola, puedo decir que esos se pueden dar en zonas más áridas. La proyección es que la región de Coquimbo sea una zona hiperárida y saber quiénes componen y tienen resistencia y tolerancia al estrés hídrico y la salinidad, me podría permitir inocular a estas plantas con perspectiva en la agricultura”, afirma María José. La investigadora cree que no se le da la importancia necesaria a la investigación de los hongos y la trascendencia que tienen para su diario vivir “tendemos a pensar en nosotros y nuestro entorno más cercano, pero estos microorganismos son igual de importantes que una planta. Muchas veces sin los hongos ellas se mueren”, declara.
No obstante, este trabajo y esta investigación aplicada al desarrollo agrícola no es algo que se pueda dar de un día para otro. Guevara cree que esto es un proceso de años el que permitiría conocer si un determinado hongo ayuda al crecimiento de una planta.
que podría ser un gran descubrimiento gracias a la Aristolochia chilensis, conocida coloquialmente como la planta Oreja de Zorro.
“Lamentablemente no he hecho ese lado aplicado de la investigación, porque necesitaría mínimo un año más. Imagina que llevo dos años trabajando para saber “quiénes están ahí”. Porque hay que ir, sacar la raíz, esterilizarla, hacer un lavado especial para sacar todos los bichitos que están afuera, para que uno después corte y salgan sólo los honguitos de su interior. Después hay que sacarles el ADN para saber quién es, te llega la secuencia y vas analizando en programas. Y recién ahí vas investigando y experimentando entre hongos y plantas. Entonces son procesos de años”, acota María José Guevara.
Así como en la vida hay vivencias buenas y malas, también hay hongos buenos y hongos malos que afectan a los organismos.
Una realidad que permitiría modificar el panorama agrícola de la región de Coquimbo y con esto lograr un respiro a la sequía. María José continua con sus investigaciones y finiquitando lo
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Científicos buscan mejorar métodos productivos agrícolas y aportar a la mejoría de ambientes con contaminación mineral Nota por: Ceaza En la Región de Coquimbo, el centro científico CEAZA ha estado desarrollando tecnología a partir de microorganismos locales, tomados de las mismas tierras de cultivo agrícola. Texto y fotografías por Patricio Jofré, periodista de CEAZA. No todos los microorganismos son malignos para los humanos. Algunos de ellos inclusive nos pueden ayudar a producir comida o a descontaminar terrenos. El estudio de este tipo de tecnología lleva décadas en el mundo, pero solo hace algunos años en Chile ha tomado importancia su aplicación en cultivos agrícolas tradicionales como la vid, lechuga, tomate, pimentones, inclusive producción de flores. En esos productos los microorganismos generan mejores tamaños, mejor absorción de nutrientes de la tierra y el agua; y además pueden mejorar sus posibilidades de sobrevivencia frente a plagas, entre otras cualidades. En la Región de Coquimbo, el centro científico CEAZA ha estado desarrollando tecnología a partir de microorganismos locales, tomados de las mismas tierras de cultivo agrícola. A juicio de la Dra. Alexandra Stoll, investigadora del CEAZA, estas bacterias pueden aportar a una producción hortícola más limpia y de calidad, debido a que se adaptan a las condiciones locales de suelo y clima. “En nuestra experiencia utilizando microorganismos nativos de
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la zona, en ensayos de maceta y campo, hemos reducido el uso de fertilizantes y agroquímicos para control de plagas… Por otro lado, hemos comparado nuestros prototipos con productos nacionales e internacionales de la misma índole y hemos observado que las cepas de origen regional han tenido igual o mejor desempeño en la productividad de los cultivos”. Similar opinión presenta Walter Draghi, investigador del CONICET argentino, especialista en microbiología. El científico destaca las pequeñas diferencias generadas entre microorganismos inclusive de un mismo lugar geográfico por la influencia de elementos como la luz. “Cuando uno tiene una montaña y extrae dos muestras de un mismo microorganismo de las laderas opuestas, una con más influencia del sol que la otra, se puede ver que los microorganismos evolucionan de manera distinta. La ‘regionalización’ de ese microorganismo será una adaptación a ese ambiente”. El Dr. Jaime Bravo, científico del Instituto Tecnológico de Tepic, México, refuerza la importancia de trabajar con microorganismos locales para el desarrollo de esta tecnología, a fin de
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mejorar inclusive probabilísticamente su efectividad. “Para un trabajo de este tipo, comenzaría aislando bacterias de mi zona, para compararlas con productos existentes. En este sentido, nos hemos llevado la sorpresa de que hay productos microbianos que funcionan al mismo nivel, e inclusive un poco mejor, que los que están reportados comercialmente”. Pero no todos los investigadores tienen la misma opinión. El biólogo colombiano, Dr. Camilo Ramírez, de la Universidad de Antioquia, señala que algunos microorganismos provenientes de lugares distintos al de aplicación también pueden tener un buen desempeño, dependiendo de cuán similares puedan ser las características de clima y suelo de origen. “Hasta el momento realmente no encontramos que la relación sea tan específica y, más bien, se pueden encontrar bacterias en algunas partes que son funcionales en otros ambientes. Si hay reportes de que en sitios áridos se encuentran bacterias más adaptadas a sobrevivir en ese tipo de medio”. El científico destaca que la puesta en el mercado de estos productos ya es un hecho, pero aún están en desarrollo. Además, explica que los bioproductos no buscan reemplazar a los agroquímicos
tradicionales sino ayudar en su uso más eficiente. “Las líneas de productos que se vienen consolidando son aquellos que en su interior tienen la mezcla del fertilizante químico y presencia de la bacteria”. Otro de los usos novedosos que plantea esta tecnología basada en microorganismos, beneficiosos tanto para la misma naturaleza como para las personas, es la recuperación, al menos parcial, de terrenos con exceso de metales pesados a través del método conocido como fitorremediación. Así lo explica el Dr. José Javier Pueyo del Instituto de Ciencias Agrarias de España, quien agrega que este trabajo se realiza en combinación con variedades vegetales, especialmente leguminosas del tipo forrajera como la alfalfa o el lupino, cuyo crecimiento puede ser estimulado por bacterias. “Las plantas utilizadas en fitorremediación son de dos clases: las fitoextratoras pasan el metal a la parte
aérea, la que es posible recoger, quemarla y reducir a cenizas; las otras plantas son las fitoestabilizadoras que retienen el metal en las raíces o mantienen el metal en el suelo sin pasar hacia la parte área de la planta y, a su vez, sin ser un riesgo para el ganado que ocasionalmente puede alimentarse de ellas”. La visita de los científicos a la Región de Coquimbo se dio en el marco del Taller de Biodiversidad Microbiana Nativa, organizada por el proyecto “Transferencia tecnológica de bioproductos nativos funcionales para optimizar el riego, la fertilización y la inocuidad de la industria hortícola regional bajo escenario de cambio climático”. La iniciativa, dirigida por la Dra. Alexandra Stoll, es financiada por el Gobierno Regional de Coquimbo, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC).
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Una agricultura más productiva, segura y compatible con el medio ambiente es signo de desarrollo, bienestar social y liderazgo
Acuáticos:
Cuando el aprendizaje también puede ser un juego Hace algunos meses se lanzó el videojuego Acuáticos, una herramienta pedagógica que mezcla la entretención con la difusión de conocimientos marinos. Conversamos con su productora y directora de contenidos, para conocer un poco más los alcances de esta plataforma.
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Desde que las tecnologías se hicieron parte de nuestra vida diaria, en la que nadie ha quedado ajeno a dicha revolución, hombres y mujeres han buscado las mejores estrategias para que éstas no afecten el aprendizaje y no se conviertan en un foco de distracción. Porque sí. Los computadores, los celulares, Youtube y las miles de aplicaciones que nos rodean son buenas, siempre y cuando su uso no nos afecte y cambie para mal los hábitos con que nos desenvolvemos en la sociedad. Por lo mismo, la búsqueda de la alineación entre tecnología-ciencia, enseñanza y entretención, es uno de los grandes desafíos de profesionales del área de la educación, para así adaptarse a los contextos de desarrollo de los jóvenes del mundo. Siendo este uno de sus objetivos, el Proyecto Científicos de la Basura de la Universidad Católica del Norte, lanzó durante el mes de agosto el videojuego Acuáticos, un ecojuego que busca calcular la huella ecológica en el océano. Conversamos con Magdalena Gatta, productora y directora de contenidos de Acuáticos, para que nos cuente sobre la historia y desarrollo de esta iniciativa. ¿Cómo nace la idea de generar un juego con temáticas marinas? Nace a partir de la iniciativa de Annie Mejaes, quien tuvo la idea de generar
una calculadora tal como las que existen de dióxido de carbono y que calculan cuál es el impacto directo en el océano. A raíz de eso, fuimos desarrollando la idea y para no ser tan aburrido el hecho de hacer un cuestionario, hicimos algo más entretenido, como un videojuego y así calcular el impacto en el océano, aprendiendo cuánto y cómo se puede mejorar el impacto en el océano, con actividades prácticas y al alcance de un niño de cualquier edad. ¿Quiénes participaron en el desarrollo del proyecto? El equipo central lo conforma el director del Proyecto Científicos de la Basura, Dr. Martin Thiel, y el profesional Ulyses Urtubia, y yo. Después hay un equipo de producción específica, Cangrejo Ideas, quienes hicieron el juego. Sumado al asesor creativo, Sven von Brand y asesores en el desarrollo del juego, de la empresa LOF. El proceso de producción duró un año, con fondos del Programa Explora de CONICYT. ¿Fue un gran desafío el hecho de plasmar todo el conocimiento e información de los Científicos de la Basura y llevarlo a esta aplicación? De todas maneras. Lo más difícil fue unir la variante de la entretención y los conocimientos científicos, porque debe haber rigurosidad en la información que estamos entregando, además de que tiene que ser educativa, fácil para el alcance de un niño. Entonces fue difícil unir estas diferentes aristas para terminar con el videojuego.
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¿Con qué temáticas se encuentra la gente que va a jugar Acuáticos? La idea es hacer “transparente” al océano. Que todos nos “metamos al agua” y nos mojemos con el mar, nos acerquemos, conozcamos sus especies, el daño que le ocurre y los ecosistemas que existen. Los niños se encontrarán con un juego con todas estas características, que es entretenido, que genera una “adicción” momentánea y en donde se encuentra con contenidos científicos y en la que el docente también se encuentra con una herramienta de aprendizaje y que va a tener a los niños entretenidos.
la búsqueda de la alineación entre tecnologíaciencia, enseñanza y entretención, es uno de los grandes desafíos de profesionales del área de la educación, para así adaptarse a los contextos de desarrollo de los jóvenes del mundo.
Según la experiencia que han tenido ¿Las tecnologías son buenas para la enseñanza? Dentro del aula y la sala de clases, las herramientas tecnológicas pueden ser una buena forma de aprender, teniendo en cuenta que estén al nivel de lo que los niños y niñas están usando hoy en día. Tampoco es que jueguen Acuáticos todo el día, pero dentro de la sala de clases es una buena opción y una nueva forma de enseñar, dándole una ayuda a los profesores que ven a sus niños felices jugando y aprendiendo el contenido. Ya llevamos casi 3 meses del lanzamiento, ¿cómo ha sido la recepción por parte de los estudiantes y de la comunidad en general? Tenemos unas 400 evaluaciones de satisfacción. En general les entretiene muchísimo, hay comentarios muy buenos. Todos están conscientes de lo importante que es cuidar el océano. No sabemos cuánto va a durar el nivel de conciencia, pero aportamos para ello. También están muy agradecidos los niños, por el hecho de salir de la rutina del pizarrón, y que cuando los invitas a jugar, ellos pueden aprender a cuidar el océano. ¿A cuánta gente han llegado con
Acuáticos y que se viene para el proyecto? Hemos hecho más de 50 presentaciones en colegios y ferias de ciencia de 6 regiones diferentes, como lo es Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, Los Ríos y Magallanes. Todas esas presentaciones suman más de 2 mil participantes. Además, tenemos más de 5 mil visitas en el juego y más de 800 usuarios que han contestado la encuesta de satisfacción. Tenemos usuarios de casi todos los países de Latinoamérica, más usuarios de Rusia, Alemania, Estados Unidos. Esto responde a que el juego está traducido al inglés y el alemán y que a pesar que aún no lo lanzamos oficialmente, se puede acceder a estos idiomas, sumado a que el juego se puede jugar en Tablet y celular. El juego hoy queda disponible como una herramienta para el Proyecto Científicos de la Basura y también como una herramienta de divulgación científica, en relación a que el 2017 es el año de los Océanos para el Programa Explora de CONICYT. ¿Cuál es la invitación a la comunidad a que descarguen el juego y puedan disfrutar y aprender en estas vacaciones? Al hacer la aplicación nos tratamos
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de vincular con niños que siempre están conectados con su computador y que a la vez que estén aprendiendo sobre las especies marinas. Obviamente que la idea es que los niños y niñas salgan a la playa y se acerquen al océano, pero con este juego también pueden hacerlo. La idea es explorar y conocer el entorno y si bien lo estás conociendo desde un computador, el mejor laboratorio natural es desde la playa.
La investigación científica escolar como una herramienta para el desarrollo del aprendizaje Por Marjorie Ibacache Plaza
Docente, Colegio Raúl Silva Henríquez de Ovalle. En el colegio Raúl Silva Henríquez desde el 2014 y con la adjudicación de los fondos para los Clubes de Apoyo a la Investigación Científica Escolar, CAICE, que el PAR Explora de CONICYT Coquimbo de la Universidad Católica del Norte entrega año a año, se creó la academia de ciencias “Carlos Jiles Pizarro”. Esta academia comenzó su primera investigación en torno a la fabricación de un filtro de carbón y los respectivos análisis de las muestras de agua filtrada. Este primer acercamiento a la investigación escolar fue una experiencia enriquecedora para mis alumnos ya que ellos en ese momento cursaban la especialidad de laboratorio químico y lograron reforzar ciertos contenidos que no aparecían en el currículum, teniendo tal efecto en ellos que presentaron una actividad similar en la carrera universitaria que hoy cursan. Durante el año pasado y éste, los estudiantes trabajaron en el manejo de relave minero, lo que les ha permitido ampliar sus conocimientos frente a los problemas medioambientales, considerando que las carreras que este establecimiento imparte corresponden a la Explotación minera y Laboratorio químico.
La investigación realizada este
año lleva por título “Reutilización de relave minero del tranque nº3 de la minera Altos de Punitaqui como sustrato para las especies endémicas Prosopis chilensis, Cryptocarya alba y Quillaja saponaria” y con ella mis estudiantes participaron en los congresos provincial, regional y nacional que son organizados por el PAR Explora Coquimbo y por el Programa Explora de CONICYT. Si bien las primeras experiencias fueron enriquecedoras y fortalecieron a mis estudiantes, este último proyecto fue muy diferente a los años anteriores, ya que mis alumnos tomaron un mayor protagonismo en todo el desarrollo de la investigación, formando 2 grupos de trabajo en los cuales se encargaron de completar y mantener al día sus respectivas bitácoras, así como definir a sus propios líderes, donde el trabajo en equipo fue fundamental para el desarrollo de su investigación. Además, aprendieron técnicas de análisis que no son aplicadas en clases, por lo que al final de este proceso, este grupo de estudiantes pudo adquirir conocimientos superiores en comparación al resto de sus compañeros del establecimiento. Trabajar en los Clubes de Apoyo a la Investigación Científica Escolar, CAICE,
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es una buena oportunidad, ya que nos ha permitido implementar el laboratorio químico que se usa en esta Academia y realizar análisis que en lo común del aprendizaje que se les entrega a nuestros alumnos, no es posible llevar a cabo. Gracias a la investigación científica escolar, mis estudiantes han mejorado sus conocimientos frente a técnicas como la volumetría ácido-base y complexometría, determinación de nitrógeno por Kjeldahl, digestión ácida, demanda química de oxígeno (DQO), y destilación entre otras. Pero además, han robustecido diversas habilidades blandas como la responsabilidad, puntualidad, trabajo en equipo y liderazgo, que les ayudarán en su desarrollo profesional futuro.
Chile,
capital mundial de la astronomía
Gemini Observatory/AURA/ Foto por Manuel Paredes
“Chile se afianzará aún más como capital mundial de la astronomía, y esto significa que se volcará mucho conocimiento tecnológico, astronómico y, en definitiva, cultural en el país. El futuro no podría ser más prometedor”.
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Por Manuel Gómez Jiménez,
especialista en operaciones de ciencia en el telescopio Gemini Sur Una de las maravillas de la región de Coquimbo es, sin lugar a dudas, su cielo nocturno. Las mejores condiciones posibles para la observación astronómica se dan en sus cerros, haciendo que Chile concentre en las regiones de Coquimbo, Atacama y Antofagasta un gran porcentaje de los mejores y más competitivos observatorios astronómicos del planeta.
Gemini Observatory/AURA/ Foto por Manuel Paredes
Pero, ¿qué condiciones se dan en los cerros del Norte Chico y Grande para que sean tan preciados por la comunidad astronómica? El hecho de estar en el desierto de Atacama, el más árido del planeta, hace que nuestros cielos tengan una gran cantidad de noches despejadas al año y pocas precipitaciones, además de la escasa contaminación lumínica y radioeléctrica. El vapor de agua atmosférico, que absorbe parte de la luz, es casi nulo debido a la aridez y altura de sus cerros. Otro factor es la gran cantidad de espacio disponible, que permite la instalación de extensos observatorios. Finalmente, la tranquilidad de la atmósfera y sus corrientes de aire a distintas alturas, junto al gran tamaño de los telescopios, hacen que la calidad de los datos sea óptima.
Las condiciones de los cielos de la región son tales que existen organizaciones que los protegen. A nivel nacional se encuentra la Oficina de Protección de la Calidad del Cielo del Norte de Chile (OPCC); a nivel internacional, la Asociación para Cielos Oscuros Internacionales (IDA) y la Fundación Starlight, que buscan el resguardo y conservación de la oscuridad en los cielos de todo el mundo. En este sentido, en agosto de 2015, la IDA declaró el cielo del Valle del Elqui como el primer santuario de estas características, reconociendo la oscuridad y sus excepcionales condiciones para la observación astronómica. La importancia de estas instituciones es tremenda, ya que con el crecimiento de las ciudades, los cielos oscuros están amenazados. Hablamos de oscuridad, tiempos de exposición y otros términos relacionados con la luz, y es que la astronomía es una ciencia observacional. Casi todo lo que sabemos del universo lo sabemos por la luz que llega a nuestros telescopios. Los astrónomos no pueden moverse libremente por el universo, y cambiar las condiciones de éste a su antojo, como si
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de un laboratorio se tratase. Por ejemplo, no se puede pulsar un botón, y hacer que la presión, temperatura o composición química de una estrella cambie. No podemos crear agujeros negros o galaxias. De hecho, el universo es el laboratorio más impresionante que existe, donde es difícil imaginar las condiciones tan extremas que se dan en el interior de una estrella, o la cantidad de energía que se libera en una explosión de supernova, condiciones imposibles de recrear en laboratorios aquí en la Tierra. En definitiva, solo podemos mirar a través de los distintos tipos de telescopios, y crear secuencias temporales a través de distintos objetos en distintos lugares del universo. Para ello, los instrumentos de trabajo son los telescopios. Son máquinas fascinantes, donde las ingenierías óptica, mecánica, informática y electrónica se combinan para capturar imágenes, que posteriormente serán analizadas por la comunidad astronómica. El telescopio enfoca la luz, y los instrumentos juegan con ésta para extraer toda la información que nos llega del universo. Por ello, una de las características esenciales de un telescopio
es el tamaño de su espejo primario, que podemos asemejar a un gran ojo. Cuanto más grande sea nuestro ojo, más luz y resolución tendremos en las imágenes. Esto significa que seremos capaces de ver objetos menos brillantes u objetos más lejanos. En esta región existen tres grandes observatorios: el Observatorio de La Silla, el Observatorio Interamericano de Cerro Tololo, y los telescopios Gemini Sur y SOAR (telescopio de Investigación Astrofísica del Hemisferio Sur), estos últimos en Cerro Pachón. En la región de Atacama, pero con sede en La Serena, se encuentra el Observatorio de Las Campanas. El Observatorio Gemini, donde trabajo, está formado por dos telescopios gemelos, uno en el volcán Mauna Kea, en Hawái, y el que está en Cerro Pachón. Son llamamos Gemini Norte y Gemini Sur respectivamente, en alusión al hemisferio donde se ubican. Por esta razón, ambos telescopios ofrecen la cobertura total del cielo nocturno. El tamaño del espejo primario de Gemini es de 8.1 metros. Quizás esta cifra diga poco al lector, pero este tamaño hace que la superficie colectora del telescopio sea equivalente a
más de seis millones de pupilas humanas. Hablando de resolución, usando la técnica de óptica adaptativa, podríamos resolver las luces frontales de un auto que estuviera alejado a más de veinte mil kilómetros… ¡Aproximadamente dos veces la distancia entre Santiago y Madrid! El observatorio es un consorcio formado por cinco países: Estados Unidos, Canadá, Chile, Argentina y Brasil. Solo en Gemini Sur se emplea a más de ochenta personas, entre el grupo de operaciones, astrónomos, ingenieros, divulgadores, prevencionistas, personal administrativo, de recursos humanos y de servicio. Un gran grupo multidisciplinar y multicultural, en el que cada persona pone su grano de arena para hacer que el telescopio funcione lo mejor posible. En definitiva, el futuro de la astronomía en la región de Coquimbo, Atacama y Antofagasta es bastante interesante. Tres de los proyectos más ambiciosos del futuro de la astronomía se están construyendo ya. En la región, el LSST (Gran Telescopio para Sondeos Sinópticos) en Cerro Pachón, es la gran apuesta. Esto está atrayendo, y lo seguirá haciendo en el futuro, una inversión enorme,
Gemini Observatory/AURA/ Foto por Manuel Paredes
acompañada de la creación de muchos puestos de trabajo de diversa índole. Chile se afianzará aún más como capital mundial de la astronomía, y esto significa que se volcará mucho conocimiento tecnológico, astronómico y, en definitiva, cultural en el país. El futuro no podría ser más prometedor.
los instrumentos de trabajo son los telescopios. Son máquinas fascinantes, donde las ingenierías óptica, mecánica, informática y electrónica se combinan para capturar imágenes, que posteriormente serán analizadas por la comunidad astronómica
Foto por B. Courtney-Barrer
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Foto por CEAZA
Cierre Proyecto FIC: La ciencia al servicio del turismo para el desarrollo de las comunidades del Parque Nacional Bosque Fray Jorge Beneficios para elaborar un turismo sustentable son los que entregó este proyecto y que pretende beneficiar a los habitantes del sector, como a los miles de turistas que llegan cada año al parque. Por CEAZA Instalación de tecnologías de información como cámaras web, conexión a internet y códigos QR, la elaboración de textos útiles para conocer la flora y fauna, además de un guión turístico, son parte de las nuevas herramientas que se implementaron en el Parque Nacional Bosque Fray Jorge (PNBFJ). Esto son algunos de los productos que entregó el proyecto: “Aplicación de un modelo de innovación basado en el conocimiento científico, las tecnologías de la información y la educación para el desarrollo de una industria del turismo sustentable de la Reserva de la Biósfera Fray Jorge”. La iniciativa financiada por el Gobierno Regional de Coquimbo, a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC), ejecutada por el Centro Científico CEAZA en conjunto con el Observatorio Interamericano Cerro Tololo (CTIO). Los beneficiarios de todo este trabajo han sido los habitantes de las localidades de Buenos Aires de Punilla, Valdivia de Punilla, Lorenzo Peralta de Punilla y Peral Ojo de Agua, la mayoría comuneros, que por razones como el avance del desierto, la falta de recursos para desarrollar agricultura durante todo el año, entre otros, se ven obligados a diversificar su fuente de financiamiento con otras actividades productivas, transformándose en operadores y pequeños emprendedores turísticos de las localidades aledañas a la también conocida como Reserva Starlight.
Existe un alto flujo de visitantes del Parque Fray Jorge, del orden de los 18.000 visitantes promedio por año, y a pesar de los esfuerzos públicos por concentrar las prestaciones turísticas fuera del mismo sector, los habitantes locales no han logrado generar las condiciones adecuadas como para transformarse en actores del turismo empoderados en su territorio. El Intendente Claudio Ibáñez, destacó la importancia que tiene el proyecto financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo, “porque estamos aprovechando la tecnología y aplicando la innovación, al servicio de uno de los motores de nuestra economía. No basta contar con grandes condiciones naturales, necesitamos avanzar en la calidad de los servicios que ofrecemos a los visitantes. Ese es el desafío permanente, más aún si estamos concentrando los esfuerzos para posicionarnos como la capital mundial del astroturismo”. Por su parte, el Dr. Christopher Smith, director AURA, sostiene que para su institución y su división CTIO, es importante el alcance y la colaboración construida con CEAZA y con la comunidad alrededor del parque. “Estamos preocupados por ser parte de la comunidad y ayudar al desarrollo de la Región de Coquimbo. Un desarrollo sustentable, respetando a la naturaleza y protegiendo los cielos, que son verdaderos laboratorios naturales, importantes para la ciencia, y sobre todo para las próximas generaciones”.
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En tanto Claudio Vásquez, gerente corporativo del CEAZA, enfatizó que “parte del trabajo del CEAZA no es sólo hacer ciencia de primer nivel, sino también poner en valor el conocimiento y los territorios. En ese contexto, es que este proyecto nos permite destacar las particularidades y riqueza de este ecosistema y provocar un cambio cultural en la comunidad regional y local, a través de las actividades de divulgación y de transferencia del conocimiento”. Puedes leer más de la noticia en http: //www.ceaza.cl/20 16/1 2/09/cierreproyecto-fic-la-ciencia-al-servicio-del-turismopara-el-desarrollo-de-las-comunidades-delparque-nacional-fray-jorge/
Columna de opinión:
“Con la ciencia uno gana valores que servirán de por vida” Esta es la historia de Nicolás y del cómo fue acercándose a la ciencia escolar durante el 2016. Sus sensaciones luego de un año de trabajo y los desafíos que se le vienen, escritos con sus propias palabras. Por: Nicolás Castillo Olmos Estudiante del Colegio Alemán de La Serena Yo me involucre en la ciencia escolar recién el presente año, ya que después de una presentación de nuestros compañeros fundadores de la academia, me interesé en trabajar e investigar con las aves. La adaptación que tuve al participar de la academia fue muy rápida y me volví uno más del grupo. Esta presencia me hizo apreciar cómo nuestro trabajo iba creciendo e involucrando muchos más aspectos, lo que me alegraba y motivaba a seguir adelante. No obstante, el tiempo se convirtió en un factor fundamental y nos comenzamos a ver mitigados a medida que pasaban los días, convirtiéndose en nuestro peor enemigo, por todo lo anterior, comenzamos a debatir y reflexionar, para así descartar algunas partes de nuestro trabajo. Tras estas experiencias que nos hicieron cohesionarnos como equipo, participamos del Congreso Regional Escolar de Ciencia y la Tecnología. Con mi compañero, Jan Riegel Rivas, estábamos muy nerviosos (más para la defensa oral), sin embargo, ese sentimiento no nos afectó
y nos agradó la experiencia, pudiendo conocer a muchos niños y niñas muy simpáticos y que igual habían trabajado duro. Cuando fuimos a la premiación, veíamos que no habíamos ganado nada y estábamos a punto de irnos con las manos vacías, pero para nuestra sorpresa, nos eligieron como representantes regionales en el Congreso Nacional Escolar de Ciencia y Tecnología, que se realizaría en Santiago. Entre la euforia y la celebración, nos comprometimos a hacerlo lo mejor posible en este encuentro nacional. Durante el mes de noviembre, participamos del Congreso en Santiago. Mi compañero y yo conocimos gente nueva, de todas las regiones y también estudiantes que provenían del extranjero, siendo ellos muy simpáticos con nosotros y nos juntábamos con ellos en los tiempos libres. Además, se realizaron diversas actividades después de las presentaciones, como por ejemplo hablar con científicos o visitar museos de la capital que son muy interesantes. Aunque nuestro trabajo no ganó, fue felicitado y aplaudido por mucha gente,
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desde evaluadores, hasta los estudiantes que se encontraban. Lo calificaban como “interesante” hasta “importante para la sociedad”. Por todo esto, participar del Congreso Regional y Nacional fue una muy bonita experiencia que recomendaría a todos, sobre todo a los que todavía no se han incorporado en la ciencia, ya que estas oportunidades no son muy frecuentes. A este último grupo de personas me gustaría invitarlos a participar en la ciencia escolar, ya que uno gana valores y experiencias que servirán de por vida, además invito a todos los interesados, a fomentar la divulgación de todas estas academias, que generalmente no son muy conocidas y que valen totalmente la pena.
ÂżCuidamos realmente los humedales de nuestra regiĂłn? La realidad vista desde los ojos de un estudiante de intercambio
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Samuel Ángel Jacinto es de México y lleva cerca de un año estudiando en Coquimbo, perfeccionándose en el área de los humedales. Y durante este tiempo, el universitario ha configurado una mirada crítica del cómo estamos protegiendo nuestro entorno. Vivimos en una sociedad que no está midiendo las consecuencias de sus actos. La vorágine diaria producto de la competitividad y del individualismo, nos hace muchas veces olvidarnos de las demás personas, pero por sobre todo del planeta en que vivimos. Creemos que por el sólo hecho de habitarlo, tenemos la potestad de contaminarlo, agotar sus recursos y destruir todo lo que nos entrega. No confundamos los términos. Podemos crecer, merecemos vivir en un entorno mucho más cómodo, no nos podemos abstraer de la modernidad, pero es necesario que sea con una visión sustentable. Sin embargo, en la actualidad dicha mirada es bastante pesimista. Y no sólo es un pensamiento nacional, extranjeros que llegan a la zona y que se convierten en habitantes cotidianos de esta región, tienen una idea similar. Eso es lo que cree Samuel Ángel Jacinto (22) estudiante de la carrera de Ingeniería en Prevención de Riesgos y Medio Ambiente de la UCN, quien proviene de la ciudad de Acapulco, México, tras participar en un programa de movilidad estudiantil de la Universidad Autónoma de Guerrero. Durante su estadía, que comenzó en febrero del 2016 y se extenderá hasta aproximadamente marzo del 2017, ha tenido que trabajar en actividades propias de su formación profesional, pero también en prácticas y actividades de divulgación científica, con un especial énfasis en el trabajo con aves y humedales. Son estos últimos los que más le han llamado la atención y en especial el Humedal el
Culebrón, inmerso en el corazón de la ciudad de Coquimbo. “Uno menciona humedal y piensa en un lugar muy bonito, en aves, animales, flora y fauna. Y llegar al Culebrón fue encontrarme con grandes contaminaciones, tanto de agua, suelo y desaparición de especies. Lees artículos y te aparece que hay gran cantidad de especies y llegas al lugar y no es así”. Samuel afirma que le tocó conocer otros humedales de la zona y la realidad no es similar “pude conocer el humedal de La Herradura y Tongoy y son lo que tú te esperas de lo que es un humedal. Es una contradicción”. Las críticas que esgrime el estudiante de México, traspasan a la sociedad y dirige parte de sus dardos a las autoridades, quienes son los que toman las decisiones para proteger el humedal El Culebrón “me sorprende mucho el descuido de las personas. He recorrido casi todo el humedal y es increíble con la contaminación que te encuentras, tanto la basura, como desperdicios caseros, sorprende mucho eso. Pero los gobiernos y los municipios son los encargados de velar por esto. No podemos darle la culpa sólo a las personas”. A Samuel esto lo apasiona y por algo realiza estas críticas. Él cree que el Humedal es un sector maravilloso de la ciudad y en sus observaciones ha encontrado situaciones maravillosas. Hay más de 25 especies que pude caracterizar, hay unas muy lindas. Hay churretes acanelados, una especie pequeña y veraniega, es una especie linda… Acá encuentran gran alimentación, pero podrían encontrar mucho más si el humedal estuviese mejor cuidado y con un plan de protección efectivo, que no sólo sea para cuidar el bien turístico, hay que cuidar el bien de las especies, las plantas. Al haber plantas, hay insectos y gracias a eso las
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aves pueden encontrarse con alimentación, un hogar, un lugar para reproducirse. Si existiese una protección adecuada, habrían mucho más especies acá”. Al oriundo de Acapulco le quedan pocas semanas en la región. Luego volverá a su natal México y aplicará los conocimientos aprendidos en el área de los humedales y el avistamiento de aves “ver la gran cantidad de aves que hay en el humedal me llamó la atención y eso hizo que me atraiga más para seguir investigando. Me motivé, traté de hacer lo mejor para encontrarlas, caminé y recorrí mucho para investigarlas. Fue una buena experiencia”. A pesar de las críticas que esboza, el mensaje final de Samuel Ángel Jacinto es de esperanza. Él cree que con el esfuerzo de todos podemos recuperar este pulmón verde y no será de un día para otro, pero aunando criterios y acciones conjuntas, ´piensa que este sector tendrá una nueva y mejor cara. “Yo diría que si hay un gran esfuerzo, si le ponemos las ganas y nos unimos como ciudadanos junto a la municipalidad, este humedal se puede recuperar. No en un año, ni en dos, ya que este humedal ha recibido mucho daño para decir que lo podremos recuperar pronto, hay mucha contaminación. Hay que hacer estudios de agua y de suelo, que son los factores más importantes de este humedal. Debemos contribuir más y crear un plan de manejo, no tirar basuras las personas… debemos preocuparnos todos. Este humedal es representativo para la región de Coquimbo y debemos estar conscientes de eso, fomentando la investigación en niños y jóvenes y que se vaya divulgando, para que las generaciones futuras puedan disfrutar del paisaje que hay acá”, finalizó.
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