Reflexiones Dón. Árbol
Don Árbol
Os presento mi árbol, está en Bélmez de la Moraleda a la puerta de una fábrica de aceite. Nos hicimos amigos, allá por el año 1997,
cuando contrataron mis servicios cómo analista de sistemas para
crear un programa específico a sus necesidades y aún seguimos.
Cuando me desplazo , llego y me bajo del automóvil enseguida me
saluda:
“Hola ángel, que tal vamos?, le noto más viejete, lo digo por lo
arrugado y escaso pelo”,
“Hola Árbol, que tal?, tan simpático y adulador cómo siempre. Ud.,
no ha cambiado….”.
En verano no puedo aparcar debajo, a su sombra, pues me suelta
una sustancia oleosa desprendida por sus hojas y me pone el coche
hecho una porquería.
Cuando termino el trabajo, salgo de nuevo, enciendo un puro y me
pongo a su lado,....
“Que?, mucha faena Don árbol??”, “Si, cada día más por la
contaminación de los humanos”.
“Oye… , eres un flojo, no te mueves, siempre en el mismo sitio, eso ha
de ser aburrido y jodido. Cómo te arreglas para ligar??”.
(Me encanta meterle caña a ver por donde me sale)
“Je,je,je,..... que agudo eres ángel, desde cuando no te tomas las
pastillas que te regeneran las neuronas, has olvidado que nosotros
los árboles estamos anclados a la Tierra tal cual tu mente a la
ignorancia?”.
“Don Árbol muchas gracias por su amable observación…!!!”.
“….. Hoy no me mancha el coche no lo cobijé bajo sus tupidas y
generosas sombras”.
“Ja,ja,ja,.... Míralo bien…., le dije a las palomas que le dieran un
esmerado repaso después de comer en abundancia”.
“Don Árbol, he de decirle con todos mis respetos que es Vd., un
emérito mamón......”.
“Bueno, Don Árbol, me marcho, he de lavar mi cagado coche, me
espera un largo viaje, así que antes debo aligerar mi vejiga, y en
donde se lo imagina?…., Ja,ja,ja,…..
Aún así de estas guisas nos queremos, pues lo percibimos ambos, el humor irónico lo compartimos, es cómo un juego de ocurrencias. Así durante tantos años, vamos envejeciendo juntos y seguro que el
día que falte uno de los dos lo notaremos a pesar de todo. Esta vez dedico esta publicación y la banda sonora “Dim Dim Dom”, que compuse para mi séptima y no la última nieta Claudia, se lo debía, de camino a su mamá Aida y a su papá e hijo Javi.
Textos, fotografías y música de Ángel Ruiz Palomares (@) 2013