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Empleo turístico en México asciende a 4 millones

Ciudad

de México.- El titular de la Secretaría de Turismo (Sectur) indicó que en el periodo octubre-diciembre de 2022, el empleo turístico representó el 8.8% del empleo nacional.

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Destacó que continúa la recuperación en el empleo turístico, mostrando, de octubre a diciembre de 2022, un crecimiento de 1.1%, equivalente a 51 mil 659 personas empleadas más, comparadas con las 4 millones 552 mil personas del trimestre previo.

Torruco Marqués señaló que en su comparativo anual, se observó un incremento de 339 mil 635 personas empleadas en el sector productor de bienes y servicios turísticos, equivalente a un crecimiento de 8% respecto al cuarto trimestre de 2021.

Subrayó que el empleo turístico al cuarto trimestre de 2022, superó en 2.6%, esto es 116 mil 406 personas, a la cifra histórica registrada del personal ocupado en el sector turístico al primer trimestre de 2020, previo a la pandemia, cuando se registraron 4 millones 487 mil personas empleadas.

El cálculo del Empleo Turístico al cuarto trimestre de 2022, se realizó con base en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo(Nueva edición) (ENOEN) del INEGI y a la metodología aprobada por el Comité Técnico Especializado de Estadísticas

Económicas del Sector Turismo (CTEEEST), integrado por el INEGI, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y Sectur.

Al enfatizar sobre el crecimiento del empleo turístico en México, el titular de Sectur resaltó la importancia de la micro, pequeña y mediana empresa, que junto con las grandes compañías songeneradoras de plazas laborales formales, que a su vez contribuyen agenerar derrama económica en los destinos, y de esta manera cumplir con la premisa del presidente Andrés Manuel López Obrador, de hacer del turismo una herramienta de reconciliación social.

El Promeza contribuye a preservar icónicas estructuras de la Zona

Arqueológica de Dzibilchaltún, en Yucatán

Arqueología

Dzibilchaltún, la icónica ciudad maya ubicada al norte de Mérida, Yucatán, es uno de los 26 sitios patrimoniales que la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en colaboración con el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, atiende con el Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), derivado del proyecto Tren Maya.

Desde octubre pasado y hasta los últimos días de marzo próximo, una veintena de especialistas en restauración y conservación interviene tres icónicas estructuras de la urbe precolombina: la Subestructura 1 o Templo de las Siete Muñecas, la Subestructura 44 y la Capilla Abierta.

La importancia de estas edificaciones radica en que son las últimas del área visitable de la zona arqueológica, que conservan restos de estucos modelados y de aplanados arquitectónicos, apunta la restauradora de la Sección de Conservación y Restauración del Centro INAH Yucatán, María Fernanda Escalante Hernández.

“Los estucos y aplanados son el soporte de grafitis, pinturas, relieves modelados, mascarones y otras decoraciones asociadas a los inmuebles, pero también son los elementos más sensibles a perderse debido a la acción del tiempo y a los fenómenos naturales”.

mos, estuvieron recubiertas por delicados estucos y decoraciones, a menudo pintadas o con modelados”.

Así, con la finalidad de protegerlos, agrega la restauradora, dentro del Promeza se emprenden diversas acciones de conservación preventiva: impermeabilizaciones, consolidaciones, resanes, readhesiones y limpiezas de sales y de microorganismos, entre otras.

“La finalidad es evitar que los monumentos mismos se vuelvan agentes de deterioro. Es decir, si permitimos que el agua se filtre a los interiores, no importará cuántas veces adhiramos los estucos a las superficies, pues la humedad excesiva continuará desprendiéndolos”.

Dzibilchaltún, indica María Fernanda Escalante, tuvo su apogeo durante el periodo Clásico Tardío (650-950 d.C.), no obstante, se sabe que desde el Preclásico (2500 a.C.-100 d.C.) y hasta la actualidad se ha mantenido poblada.

Un ejemplo de esta continuidad es la Capilla Abierta, la cual data de los inicios de la evangelización en la península de Yucatán y que al estar desplantada en la zona nuclear del sitio se reusaron muchos materiales de las edificaciones mayas para su construcción.

Si bien la gran mayoría de los decorados en la capilla se han degradado, los registros de exploraciones como la del investigador de la Universidad de Tulane, Wyllys Andrews, quien trabajó en el sitio de 1956 a 1962, consignan la existencia de ornamentos como un arcángel, un obispo y otras figuras con color dentro del templo. “Precisamente, estamos consolidando y estabilizando los restos de estuco y algunas zonas con decoraciones en colores azules y rojos que se preservan en puntos como el altar principal de la capilla”, subraya.

En el caso de la Subestructura 44, la finalidad del equipo de conservación es garantizar la durabilidad de un conjunto de grafitis arqueológicos hechos por los antiguos mayas con carbón y mediante la rayadura de los muros.

Finalmente, concluye la restauradora, en el Templo de las Siete Muñecas se estabilizarán y recuperarán los remanentes estucados de un friso que prácticamente ha desaparecido, el cual, según consignó Andrews, al liberarlo, aludía a una escena con motivos acuáticos.

En este sentido, la relevancia de preservar tales restos es que son testimonios que permiten a los visitantes imaginar cómo lucían antiguamente los edificios, y entender cómo era Dzibilchaltún en su esplendor.

“Estos elementos nos recuerdan que las grandes edificaciones de piedra que hoy ve-

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