La Universidad Nacional de Rosario a través de la Secretaría de Extensión Universitaria se propone fomentar el ahorro de energía gracias a una campaña que apunte a concientización acerca de esta problemática y en consonancia con la sostenibilidad del medio ambiente. En una primera etapa, la U.N.R. se compromete a disminuir sus índices de gastos energéticos mediante un trabajo de formación en la temática con los empleados de la Sede de Gobierno y luego que la misma se prolongue en otras dependencias. El uso racional de energía será centro de esta iniciativa interna que se apoyará luego en una segunda etapa con talleres de trabajos y charlas informativas – educativas tanto para personal de la U.N.R. como para el público en general. Con la repercusión y propagación de esta iniciativa intentaremos juntos cambiar los hábitos de consumo energético porque se trata no sólo de paliar la crisis energética que sufre parte del continente sudamericano, sino de prolongar la existencia humana de nuestro planeta, maltratado por el consumo excesivo de hidrocarburos y energía eléctrica.
La importancia de una vida con energía: La energía es imprescindible para nuestras vidas. Sin embargo, no todos somos totalmente conscientes del enorme valor que tienen los recursos que, convertidos en electricidad, calor o combustible, hacen más confortable nuestras vidas. Este enorme valor radica en que, además de su precio monetario, la energía tiene un costo social debido a que es un bien escaso y agotable que debemos compartir entre todos. Su uso indiscriminado produce impactos negativos sobre el medioambiente, el cual estamos obligados a cuidar y conservar. Actualmente en nuestro país, la oferta de energía proviene mayoritariamente de fuentes de energía no renovables (petróleo, carbón, gas, etc.), que producen residuos altamente contaminantes (emanaciones de gases, etc.).
Existen muchas formas de disminuir el impacto de éstas. Las acciones más importantes están relacionadas con la implementación de políticas de “producción energética sustentable y/o renovable” y de “consumo energético sustentable”. Sin embargo esto no implica que, desde nuestro lugar de ciudadanos comprometidos y responsables, no podamos generar un cambio significativo contra esta problemática. Todo esfuerzo individual para reducir el gasto innecesario de energía en el hogar puede ser muy importante, ya que a través de la sumatoria de estos esfuerzos se puede lograr un impacto más que significativo.
Cada uno de nosotros puede contribuir a reducir sustancialmente el consumo de energía, entendiendo que el uso conciente y eficiente de energía no implica un sacrificio en el nivel de confort en el hogar.
En relación a esto, existe una línea de acción directa que resulta relevante para este objetivo y se encuentra al alcance de todos nosotros: ahorrar energía en nuestros hogares, utilizándola de manera eficiente e inteligente.
El consumo energético en el hogar: El consumo energético en los hogares está en continua expansión, y se debe principalmente al incremento de los equipos y electrodomésticos presentes en cada uno de ellos. Es así que el concepto de “eficiencia energética” toma un importante valor, ya que implica mejorar nuestra calidad de vida, al permitirnos tener el mismo o mayor nivel de confort con un menor consumo energético.
Para esto debemos tener en claro que el nivel de consumo energético en nuestro hogar depende principalmente de: - las características climáticas de la región en donde se encuentra ubicada la vivienda - la orientación de la vivienda - las características constructivas - el nivel de aislamiento - el grado de equipamiento y el uso que se le da a los mismos
CONSUMO ENERGÉTICO DEL HOGAR
Consejos prácticos para el ahorro de energía en el hogar
1) INSTALACIÓN ELÉCTRICA El buen estado de la instalación eléctrica del hogar es indispensable, tanto para la seguridad familiar como para proteger la economía. Una instalación en mal estado gasta más energía y daña los aparatos eléctricos.
Consejos Prácticos: - Nunca conecte varios aparatos en un mismo contacto, ya que se produce sobrecarga en la instalación, provocando una operación deficiente y posibles interrupciones y daños a largo plazo.
- Compruebe con frecuencia que en la instalación no existan cortos circuitos o fugas eléctricas: desconecte el interruptor general (switch) y todos los aparatos eléctricos y verifique que el disco del medidor no siga girando. Si continúa girando, es necesario revisar la instalación. Recuerde que una fuga de corriente es una fuga de dinero. - En caso de corto circuito, desconecte inmediatamente el aparato que lo causó y todos los demás aparatos eléctricos. - Nunca utilice monedas, alambres o papel de estaño en lugar de fusibles. Use siempre los fusibles adecuados. - Si tiene diferentes circuitos en su vivienda, conviene desconectarlos en períodos de vacaciones.
2) ILUMINACIÓN Es una de las necesidades importantes del hogar.
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Para conseguir una buena iluminación hay que analizar las necesidades de luz en cada uno de los espacios de la vivienda, ya que no todos requieren la misma luz, ni durante el mismo tiempo, ni con la misma intensidad.
Consejos Prácticos: -
Apague la luz cuando no sea necesaria.
- Iluminar exclusivamente los espacios que requerimos con las lámparas y tubos adecuados (siempre con los artefactos catalogados como “de bajo consumo”). - Limpie los artefactos lumínicos, ya que el polvo bloquea la luz que emiten. - Mantenga las cortinas y persianas abiertas durante el día para aprovechar la luz solar. - En aquellos lugares donde no se requiere de mucha iluminación (habitaciones, pasillos, cornisas) pueden usarse artefactos de baja potencia. - Utilice colores claros en las paredes y techos: aprovechará mejor la iluminación natural y podrá reducir el alumbrado artificial. - Utilice una lámpara de mesa fluorescente cuando trabaje en un escritorio. - Reduzca al mínimo la iluminación ornamental en exteriores: jardines, etc. - Use tubos fluorescentes donde necesite más luz durante muchas horas: por ejemplo en la cocina.
3) ELECTRODOMÉSTICOS Para el ahorro de energía es fundamental conocer cómo funcionan los equipos y aparatos en el hogar, los diferentes tipos de energía que consumen y el distinto aprovechamiento que podemos obtener de ellos. Mantener en buen estado los aparatos electrodomésticos y usarlos adecuadamente contribuye al ahorro de energía y la reducción de gastos.
Consejos Prácticos: - Desconectar los aparatos eléctricos cuando no se estén utilizando. Desconectarlos desde la ficha, nunca tirando del cable. - Apagar los aparatos que producen calor antes de terminar de usarlos (plancha, pinzas para el cabello, parrillas, ollas eléctricas, calefactores) aprovechando el calor acumulado. - Mantener siempre limpios los aparatos eléctricos, principalmente los de la cocina (horno de microondas, tostador, extractor), esto prolonga su duración y reduce su consumo de energía. - Revisar cuidadosamente que los aparatos no produzcan chispas o calientan el cable al ser conectados. No usarlos hasta no resolver el problema. - Nunca deben dejarse conectados los aparatos de carga de baterías (para celulares, computadoras portátiles, afeitadoras, etc.) cuando no se encuentran cargando a su correspondiente equipo, ya que si bien no es elevado, consumen cierta cantidad de energía eléctrica.
Etiqueta de calidad Comprar un equipo eficiente es importante y sencillo de identificar, gracias a la etiqueta energética, la cual es una herramienta informativa para el comprador, y le permite conocer la eficiencia energética de un electrodoméstico. Existen distintas clases de eficiencia, identificadas por un código de colores y letras que van desde el color verde y la letra A para los equipos más eficientes, hasta el color rojo y la letra G para los equipos menos eficientes. Es muy importante saber que el consumo de energía de un aparato, para prestaciones similares, puede llegar a ser casi tres veces mayor en los electrodomésticos de la clase G que en los de clase A.
Heladera Es uno de los aparatos que consume más energía en el hogar. Su funcionamiento depende de las condiciones del lugar donde se ubique. Siendo necesario permitir la circulación de aire por su parte trasera y que esté alejado de focos de calor (estufa, horno, etc.) o de la radiación solar directa. La principal causa de la pérdida de frío de un refrigerador o congelador se debe al aislante. - Comprobar que la aislación de la puerta esté en buen estado y en su lugar, asegurando que cierre herméticamente. - Verificar que el termostato esté en perfectas condiciones y que los ciclos se completen.
- Graduar la temperatura, colocando el termostato entre los números 2 y 3 en invierno; y entre los números 3 y 4 en verano. Así se logra un enfriamiento adecuado. - Descongelar antes de que la capa de hielo alcance 3 mm de espesor (se pueden conseguir ahorros de hasta el 30%). Limpiarlo correctamente por lo menos cada dos meses. - Limpiar los tubos del condensador ubicados en la parte posterior o inferior del aparato por lo menos dos veces al año. - No guardar los alimentos en el refrigerador mientras estén calientes. - Tapar bien los líquidos para evitar evaporaciones y la formación de hielo en el congelador. - Abrir las puertas sólo cuando sea necesario y cerrarlas de inmediato para evitar que entre el aire caliente y se salga el frío.
Televisor Su potencia unitaria es pequeña, pero su tiempo de utilización es muy grande, lo que lo hace ser responsable de un consumo importante de energía. Actualmente existe una tendencia hacia una demanda de equipos de pantalla cada vez más grande y de mayor potencia. - No dejarla encendida cuando nadie la esté mirando. - Mantener bajos los niveles de iluminación en el lugar donde vea la televisión, así se evitarán los reflejos y ahorrará energía. - Conectar algunos equipos (televisores, minicomponente, DVD, decodificador digital, etc.) a “zapatillas” o bases de conexión múltiple. Al desconectar o apagar la “zapatilla”, se apaga todos los aparatos conectados a la misma. - Un televisor, en el “stand by” (piloto encendido) puede consumir hasta un 15% del consumo en condiciones normales de funcionamiento. Por ello, para ausencias prolongadas o cuando no se esté viendo la televisión, conviene apagarlo totalmente, apretando el interruptor de desconexión.
Computadora Los equipos informáticos han tenido un gran auge dentro de las viviendas, existiendo en la mayoría al menos un ordenador personal con impresora. La pantalla es la que más energía consume y tanto más cuanto mayor tamaño posee. Existen equipos que poseen la capacidad de pasar a un estado de reposo, transcurrido un tiempo determinado, en el que no se haya utilizado el equipo. En este estado (modo de baja energía) el consumo de energía es como máximo de un 15% del consumo normal. - Comprar equipos con sistemas de ahorro de energía, y apagarlos completamente cuando se
prevean ausencias prolongadas, superiores a 30 minutos. - Es conveniente comprar impresoras que impriman a doble cara - Cuando no se utiliza el ordenador durante períodos cortos, se puede apagar solamente la pantalla, con lo cual se ahorra energía, y al volver a encenderla no se tiene que esperar a que se reinicie el equipo. - Las pantallas LCD ahorran un 37% de la energía en funcionamiento, y un 40% en modo de espera. - El protector de pantalla que menos energía consume es el de color negro. - Se pueden conectar varios equipos a “zapatillas” o bases de conexión múltiple con interruptor. Al desconectar o apagar la “zapatilla”, se apagan todos los aparatos conectados a la misma.
Lavarropas Los que más energía consumen, son aquellos que poseen programas para el calentamiento del agua. En ellos, la mayor parte de la energía consumida (alrededor del 80%) se utiliza para calentar el agua, por lo que es muy importante recurrir a los programas de baja temperatura. - Utilizar los programas de baja temperatura, excepto para ropa muy sucia, dejando trabajar a los eficaces detergentes y jabones actuales. - Llenarlo con la carga de ropa apropiada según su capacidad. Si se pone menos ropa se gastará mucha agua y electricidad; si se sobrecarga, la ropa quedará mal lavada. - Utilizar sólo el jabón necesario; el exceso produce mucha espuma y hace trabajar al motor más de lo conveniente. - Remojar las prendas antes de lavarlas para evitar un doble lavado. - Disminuir la cantidad de sesiones de lavado por semana. - Utilizar la secadora de ropa sólo cuando sea indispensable; aprovechar el Sol.
Plancha La plancha es otro de los aparatos que consume mucha energía. - Revisar la superficie de la plancha para que esté siempre tersa y limpia; así se transmitirá el calor de manera uniforme. - Rociar la ropa ligeramente sin humedecerla demasiado. - Planchar primero la ropa que requiere menos calor y continuar con la que necesite más, a medida que la plancha se calienta. - Desconectarla poco antes de terminar para aprovechar la temperatura acumulada.
- Planchar la mayor cantidad de ropa en una sola sesión. Conectar muchas veces la plancha gasta más energía que mantenerla encendida durante un rato.
Cocina - Cerrar la llave del gas inmediatamente después de usarla. - Utilizar ollas y sartenes de diámetro igual o ligeramente mayor que el de la hornalla, y con el fondo totalmente plano. - Utilizar ollas de presión; los alimentos se cuecen más rápidamente en ellas. - Tapar bien las ollas; así no se desperdicia el calor. - Usar poca agua cuando se cocine a baño María para que el calor pase más rápidamente. - Sacar del congelador con anticipación los alimentos a preparar. Así se evitará consumir energía para descongelarlos. - Utilizar el horno sólo para preparar o calentar mucha comida. Se gasta menos energía cuando se usan las hornallas. - Apagar el horno un poco antes de que los alimentos estén listos. Éste conservará suficiente calor para terminar la cocción de los alimentos. - Controlar el tiempo para hornear cada alimento y abrir el horno el menor tiempo y la menor cantidad de veces posible para que no se escape el calor.
Microondas Es uno de los electrodomésticos cuya presencia en los hogares ha crecido mucho en los últimos años. Utilizar el microondas en lugar del horno convencional supone un ahorro entre el 60 y el 70% de energía y un ahorro considerable de tiempo.
Aire Acondicionado Su uso ha crecido rápidamente en los últimos años. Sin embargo, muy pocas viviendas se
construyen con instalaciones centralizadas de aire acondicionado. - Para lograr una temperatura de confort en verano, basta con programar el equipo a una temperatura de 24° C. - Al encender el aparato, no ajustar su temperatura a un valor más bajo del deseado, ya que no se logrará enfriar la habitación más rápido, y el enfriamiento podría resultar excesivo. - Colocar el exterior en lugares sombreados y donde haya una buena circulación de aire. - Revisar periódicamente si la unidad necesita gas refrigerante. - Cuidar que el motor, los alambrados y el termostato funcionen correctamente; en caso contrario, repárelos utilizando el accesorio adecuado. - Llevar a cabo una limpieza general del equipo, quitando todo el polvo y el moho. - Limpiar el filtro de aire cada 15 días. Los filtros sucios y los depósitos saturados de polvo provocan que el motor trabaje sobrecargado y reduzca su utilidad. - Dar mantenimiento a todo el equipo cada año. Los aparatos que tienen 2 años o más sin mantenimiento consumen el doble de energía. - Al comprar un equipo de aire acondicionado, verificar que tenga la capacidad necesaria y nunca superior a la requerida. - Se pueden conseguir ahorros de energía superiores al 30% a través de persianas, cortinas, polarizado de vidrios e instalación de toldos en las ventanas. También aislando adecuadamente muros y techos. Con esto se logra reducir el calentamiento dentro de la vivienda. - Los colores claros en techos y paredes exteriores reflejan la radiación solar y, por tanto, evitan el calentamiento de los espacios interiores. - En verano, ventilar la casa cuando el aire de la calle sea más fresco (primeras horas de la mañana y durante la noche).
4) AISLACIÓN TÉRMICA Tanto la calefacción como el aire acondicionado generan comodidades que permiten una estancia agradable en el interior de la vivienda. Sin embargo, lograr una temperatura de confort apropiada dentro del hogar y hacerlo de manera eficiente no es tarea sencilla. La cantidad de calor necesario para mantener una vivienda a la temperatura de confort depende, en gran medida, de su nivel de aislamiento térmico.
El calor se puede escapar a través de muchos sitios:
- ventanas y cristales - marcos y molduras de puertas y ventanas - cajetines de persianas enrollables sin aislar - tuberías y conductos - chimeneas, etc. Entre el 25% y el 30% de las necesidades de calefacción son debidas a las pérdidas de calor que se originan en las ventanas. El aislamiento térmico de una ventana depende de la calidad del vidrio y del tipo de carpintería del marco. Un buen aislamiento térmico ahorra energía y reduce gastos, permitiendo ahorrar hasta un 50% de la energía utilizada para calefacción o aire acondicionado.
Consejos Prácticos: - Instalar ventanas con doble cristal o doble ventana reducen prácticamente a la mitad la pérdida de calor con respecto al acristalamiento sencillo y, además, disminuyen las corrientes de aire, la condensación del agua y la formación de escarcha. - Los materiales como el hierro o el aluminio poseen alta conductividad térmica, permitiendo el paso del frío o el calor con mucha facilidad. Si es posible, utilizar marcos de madera para las ventanas. Son de destacar las carpinterías denominadas con rotura de puente térmico, las cuales contienen material aislante entre la parte interna y externa del marco. - Detectar las corrientes de aire que puedan filtrarse a través de puertas y ventanas, y taparlas con silicona, masilla o burletes. - Mantener puertas y ventanas cerradas. Abrirlas sólo cuando sea indispensable renovar el aire: el mejor momento para renovarlo es cuando el aire exterior está fresco. - Los árboles y las plantas también ayudan a mantener temperaturas más benignas si son plantados en lugares estratégicos, ya que ayudan a desviar las corrientes de aire frío en invierno y proporcionan sombra en verano.
5) AGUA CALIENTE El agua caliente sanitaria también produce un alto consumo de energía dentro del hogar.
Consejos Prácticos: - Instalar el calentador lo más cerca posible del lugar donde se usa el agua. - Cerrar la llave del gas cuando no se utilice. - Revisar que no haya fugas de gas ni de agua para evitar peligros y gastos innecesarios. Los goteos y fugas en los grifos pueden generar una pérdida de 100 litros de agua al mes. - Ajustar la temperatura al nivel mínimo necesario. - Utilizar agua fría cuando la caliente no sea indispensable. - Las tuberías de distribución de agua caliente deben estar bien aisladas. - Racionalizar el consumo de agua y no dejar los grifos abiertos inútilmente (durante afeitado, cepillado de dientes, etc.). - Una ducha consume aproximadamente cuatro veces menos agua y energía que un baño de tina. - Los cabezales de ducha de bajo consumo pueden reducir hasta la mitad el consumo de agua que los cabezales comunes. - Bañarse en la tarde durante épocas de frío, ya que en la mañana la temperatura es más baja y se necesita una mayor cantidad de gas para calentar el agua. - Tratar que los miembros de la familia se bañen uno después de otro; esto permitirá encender sólo una vez el calentador.