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¡Doctor Mi Mascota tiene ojeras! El constante lagrimeo A provoca la obstrucción de canales lagrimales, lo que da lugar un rebose de los ojos; también pueden influir las alergias, las infecciones, la edad y la raza
M. V. Elvis Colmenares
Atención Veterinaria Integral AVIERM
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lgunas mascotas. Sobre todo los perros de pelaje claro, tienden a tener ciertas manchas alrededor de los ojos parecidos a ojeras. Este defecto se le denomina síndrome de tinción lagrimal, es debido a un aumento en la producción de lágrimas (epifora).se presenta en edades tempranas y raramente se acompaña de otras afecciones importantes. Algunos animales pueden presentar una dermatitis localizada en el canto medial del ojo, la tinción se da por el derramamiento de lagrima con pigmentos similares a la lactoferrina (proteína que tiene afinidad a los iones d hierro) secundario a obstrucciones en el sistema de drenaje del aparato lagrimal. Puede participar muchos factores mientras q en otros casos no existe causa aparente. La epifora también es frecuente en los gatos persas debido a la obstrucción del conducto lagrimal. Como tratamiento primeramente indagar en la causa aparente para aliviar la epifora y la desobstrucción de los conductos nasolagrimales. Problemas como el entropión, una conjuntivitis purulenta, la infección en
(primera parte)
el conducto o la presencia de cuerpos extraños pueden llegar a obstruir este mecanismo de drenaje, provocando el desbordamiento de las lágrimas. Para comprobar si el conducto nasolacrimal está obstruido o no el veterinario puede instilar en el ojo fluoresceína. Si esta tinción no se elimina por la nariz podemos hablar de la existencia de una obstrucción. En ocasiones basta con lavar el conducto para desobstruirlo y mantenerlo abierto. El tratamiento, además, va a depender del trastorno subyacente. Pueden necesitarse antibióticos y antiinflamatorios. En algunos casos habrá que recurrir a la cirugía. El exceso de lágrimas rebosando el ojo y escurriendo desde él forma un reguero rojizo sobre la cara del perro. Así, si nuestro perro padece epífora y es de color blanco o claro, este manchado será muy evidente. En sí mismo no es motivo de alarma, no es sangre, solo es estético, pero requiere acudir al veterinario porque hay que averiguar por qué las lágrimas rebosan el ojo.