Guía Básica para principiantes: ¿Cómo escribir una novela o historia de ficción?

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Introducción.

Escribir una novela no es sencillo, en lo más mínimo, (si lo sabré yo). Para escribir una historia se necesitan muchos elementos que considerar y lograr poner en práctica, se necesita de empeño y determinación, y sobre todo de una buena historia digna de ser contada. No sé a la perfección sobre técnicas o elementos para cómo escribir y concebir una gran historia; pero se lo sencillo que quizá, todo principiante deba considerar. Pequeños factores que se pueden ir desarrollando hasta construir algo verdaderamente extraordinario. Como escritor uno debe tener en cuenta algo sumamente importante; escribes para varios fines, pero el más importante de ellos, es escribir para ti, para comunicar una idea o dar a conocer algo magnifico. Estos pequeños, pero simbólicos concejos buscan ser una herramienta que ayude y oriente a tu historia. Y aplicarlos de manera correcta dará muy buenos resultados. De ante mano, cabe aclarar, que lo primero para escribir una historia, es saber escribir, y estar conscientes de tener este talento, y que, como cualquiera otra habilidad este se debe perfeccionar para lograr nuestro objetivo. Si en verdad no crees servir para esto, solo inténtalo, perfecciona, crece, comete errores y aprende de ellos; ser escritor es un martirio que deja muy gratos placeres y buenos desahogos a una realidad a la que vivimos. Ahora bien, debemos tener en cuenta que en nuestro mundo existen muchos tipos de historias, y que, para este articulo nos enfocaremos esencialmente en las noveles, principalmente de ficción, aquellas que naces meramente de la imaginación, que a veces pueden surgir de una noche de desvelo, o acompañadas de una taza de café mientras tomas o esperas un tren. Esas historias que nacen y viven únicamente en la mente de su creador. Muchos creen que el hecho de escribir una historia de ficción es sencillo, quizá porque no se ve intervenida por factores a acontecimientos reales, o porque el escritor tiene el amplio poder dentro de lo ocurre con sus personajes, pero la verdad es que mucho más complejo y complicado de lo que cualquiera pudiera asimilar. Sin más que decir, comencemos con estos doce pasos para poder escribir una novela o historia de ficción.


La Historia. Para poder escribir una novela de ciencia ficción, es importante primero tener una buena historia que contar. Un evento que atrape al lector y tenga un fin de promedio con él, ya sea dejarle una enseñanza, o quizá hacerle reflexionar sobre algo, algunas veces solo buscamos entretenerlo y ayudarle a tener un pequeño escape de lo que conoce como una fiera realidad. Podemos definir a la ficción (de acuerdo con la real academia española de la lengua) como: “3. f. Clase de obras literarias o cinematográficas, generalmente narrativas, que tratan de sucesos y personajes imaginarios. Obra, libro de ficción.” (Española, s.f.) Por lo tanto entendemos que todo lo que ocurra en una obra de ficcion esta predeteminada por el autor y que, por consiguiente el debe definir varios aspectos de su obra. Para poder crear una trama se necesita de varios elementos, y para facilitar esto utilizaremos el metedo “Pixa” compartido por Emma Coats, conjuntado de la siguiente manera: 1. Admiras a un personaje por sus intentos, más que por sus éxitos. 2. Debes tener en cuenta qué es lo que es interesante para ti como público, no como escritor. Pueden ser cosas muy diferentes. 3. Definir un tema es importante, pero no verás de qué trata la historia hasta que no la veas terminada. Ahora, reescribe. 4. Había una vez_____. Todos los días______. Un día_____. Por eso_____. Por eso_____. Hasta que finalmente____. 5. Simplifica. Focaliza. Combina personajes. Esquiva los desvíos. Sentirás que estás perdiendo cosas valiosas pero te dará libertad. 6. ¿Con qué está cómodo tu personaje? Lánzalo al polo opuesto. Desafíalo. ¿Cómo lo va a superar? 7. Crea el final antes siquiera de saber cómo será tu mitad. En serio. Los finales son duros, enfréntate al tuyo. 8. Termina tu historia y abandónala aunque no sea perfecta. En un mundo ideal tendrías las dos cosas, pero continúa. Lo harás mejor la próxima vez. 9. Cuando te atasques, haz una lista de las cosas que NO van a ocurrir a continuación. Muchas veces el material que te desatascará se te mostrará solo. 10. Disecciona las historias que te gustan. Lo que te gusta de ellas es parte de ti, tienes que reconocerlas para poder usarlas.


11. Ponerlo en un papel te permitirá perfeccionar. Si una idea perfecta se queda en tu cabeza, nunca podrás compartirla con nadie. 12. Desconfía de lo primero que te venga a la cabeza. Y de lo segundo, lo tercero, lo cuarto, lo quinto… apártate de lo obvio. Sorpréndete a ti mismo. 13. Dales opiniones a tus personajes. La pasividad y maleabilidad pueden quedar bien cuando escribes, pero son veneno para la audiencia. 14. ¿Por qué debes contar ESTA historia? ¿Qué es lo que te quema dentro y te impulsa a contarla? Ése es su corazón. 15. Si fueras tu personaje, en esa situación, ¿cómo te sentirías? La honestidad dota de credibilidad a las situaciones increíbles. 16. ¿Qué es lo que está en juego? Danos una razón para empatizar con el personaje. ¿Qué ocurre si no tiene éxito? Acumula las probabilidades en contra. 17. Ningún trabajo se desperdicia. Si no funciona, déjalo y sigue adelante. Volverá más tarde, cuando sea útil. 18. Tienes que conocerte a ti mismo: diferenciar cuando lo estás haciendo lo mejor posible o estás irritable. La historia es testear, no perfeccionar. 19. Las coincidencias que ponen a los personajes en problemas son geniales; las coincidencias para sacarlos son tramposas. 20. Ejercicio: desarma una película que no te gusta. ¿Cómo la rearmarías para hacer algo que SÍ te gusta? 21. Debes identificarte con las situaciones y personaje, no puedes escribir en frío. ¿Qué te llevaría a ti a actuar de esa manera? 22. ¿Cuál es la esencia de tu historia? ¿Cuál es la forma más económica para contarla? Si sabes eso, puedes construirla desde ese punto. (Coats, 2013)


Elementos para crear una historia de ciencia ficción. Bien, ahora tienes tu trama, y para que esta pueda funcionar debes contar con un conjunto de elementos que la compongan y hagan crecer. Personajes protagónicos, secundarios y terciarios. Lugares, espacios y tiempos. La construcción de estos elementos funciona de manera importante dentro de nuestra historia, porque principalmente estos desarrollaran la trama o en su defecto la harán llenarse de un montón de lagunas que el lector pocas veces está dispuesto a perdonar. 1. La Narración. Es la sucesión lógica o causal de hechos producidos en un tiempo determinado. En una estructura tradicional, la situación inicial se ve digerida por los acontecimientos que suceden a lo largo del relato y finaliza con una transformación de la situación. Sin embargo, hay muchas otras estructuras en las que se juega cronológicamente con los hechos. (Reis, 2002). En las novelas de ficción, es el narrador quien desempeña el papel dentro de la historia, y es que transmite al lector todos los sucesos que van aconteciendo. Es una entidad meramente desarrollada por el autor, y debe tener una buena construcción y función dentro de la historia, se deben considerar tanto su participación en los hechos que narra, la persona gramatical que emplea y cuán amplio es su conocimiento sobre los hechos que está narrando. Un narrador puede estar constituido de dos formas, el narrador en tercera persona que es cuando el narrador relata los hechos que le ocurrieron a un personaje de la historia. O bien en primera persona, cuando es el mismo protagonista quien cuenta todo lo que yace aconteciendo. 2. Personajes. De acuerdo con la real academia española un personaje se puede definir como: 2. m. Cada uno de los seres reales o imaginarios que figuran en una obra literaria, teatral o cinematográfica. (Española, s.f.). Son aquellos viven todo lo que la narración va exponiendo, Un “personaje tipo” es un modelo humano o animado que reúne un conjunto de rasgos físicos, psicológicos y morales prefijados y reconocidos por los lectores o el público espectador como peculiares de una función o papel ya conformado por la tradición. Los personajes tipo son instantáneamente reconocibles por los miembros de una cultura dada, de tal forma que "el espectador de una película o el lector de una historieta, desea, quiere y espera que el "bueno" ponga cara de bueno, y el "malo" ponga cara de malo". (Blasco, 1966) En una historia siempre encontraremos tipos de personajes definidos como lo es el personaje primario, que es el indudable protagonista o personaje


principal. A este se le añaden el personaje secundario, quien es el que sigue en importancia o como un deuteragonista1. Continúa el personaje terciario como el personaje con menor importancia. Y el antagonista que funge como el villano, o bien enemigo del protagonista. La construcción de un personaje es complicado, y esto se dificulta aún más cuando no solo dependes de un personaje si no de varios que interactúan con diversas identidades y personajes dentro un mismo plano. Para ello, es recomendable que al momento de crear un personaje, se elabore una ficha, la cual ira brindando ciertas características que puedan ayudar a definirle como lo son:  Tipo de personaje (protagónico, secundario, terciario, antagónico).  Fecha de nacimiento.  Edad.  Género.  Lugar de nacimiento.  Residencia.  Apariencia (Altura, color de ojos, color de pelo, color de piel, rasgos físicos notables).  Carácter: (incluye virtudes, defectos, habilidades, carencias, aficiones, miedos, fobias, manías, sueños u objetivos)  Profesión o estudios.  Familia  Sus relaciones.  Amistades.  Lema personal. Esto ayudara en gran manera a hacer que tu personaje tenga una identidad propia y no sea un personaje más dentro de la trama, un personaje compuesto cuya función en la trama en verdad sea relevante y que no solo este ahí para llenar huecos. Nota: puedes inspirarte de personaje de otras obras o bien de personas en tu vida real. 3. El tiempo y espacio. En un texto narrativo, el tiempo nos permite indicar el momento en que sucede cada uno de los acontecimientos, también señala la duración de esos acontecimientos; mientras que el espacio es el lugar físico en el que se desarrollan los acontecimientos (playa, campo, monte, etc...) O el ambiente 1

es el segundo personaje más importante de una obra, después del protagonista y antes del tritagonista


en el que transcurre la vida de los personajes (ambiente de alegría, tranquilidad, etc...). El tiempo y el espacio siempre deben estar ligados, y ayuda al lector a imaginar mejor los eventos que ocurren durante la obra, de esta manera es presiso agregar descripciones para poder proyectar lo que yace dentro de nuestras mentes. Es recomendable usar lugares que existen o conoces, para darle cierta precisión. Sin embargo, también está la posibilidad de crear un lugar o mundo enteramente nuevo para poder desarrollar tu historia. Y en el caso de crear un nuevo mundo para tu trama, entonces debes de considerar lo siguiente. La Teoría de los mundos posibles La Teoría de los mundos posibles, desarrollada principalmente por Lubomír Doležel realiza un acercamiento semántico al hecho ficcional, es decir, a través de su significado y no de su forma externa (como hacía, principalmente, la narratología). Basándose en planteamientos apuntados por autores como Leibniz, la teoría de los mundos posibles sostiene que toda ficción crea un mundo semánticamente distinto al mundo real, creado específicamente por cada texto de ficción y al que sólo se puede acceder precisamente a través de dicho texto. Así, una obra de ficción puede alterar o eliminar algunas de las leyes físicas imperantes en el mundo real (como sucede en la ciencia ficción o en la novela fantástica), o bien conservarlas y construir un mundo cercano -si no idéntico- al real (como sucede en la novela realista. Según esta teoría los únicos ‘requisitos’ para crear un mundo posible es que éste pueda ser concebido y que una vez concebido mantenga una congruencia interna. Esta aproximación semántica a la ficción tiene la ventaja de explicar, además, cómo es posible realizar juicios de verdad o falsedad acerca de afirmaciones ficcionales: serían verdaderos aquellos enunciados que cumplen con las reglas propias del mundo posible creado por la ficción (ejemplo: "Los robots no pueden dañar al ser humano" en las novelas de Isaac Asimov); son falsos aquellos que las infringen (ejemplo: "Los hobbits tienen alas" en El Señor de los Anillos). El tipo de verdad que se maneja en una semántica de mundos posibles es del tipo coherencia, es decir que toda afirmación será verdadera, al interior de un mundo posible (en este caso un libro, pero también una película, o cualquier ejercicio en el que se conciba un mundo distinto al fáctico) cuando mantenga coherencia con el resto de las afirmaciones que se hagan respecto a ese mundo. Así mismo la semántica de mundos posibles mantiene una teoría de la identidad, para Saul Kripke lo que nos permite identificar a cualquier sujeto es su nombre propio, como designado de todas sus coordenadas espacio-temporales en todos los mundos posibles, de este


modo podemos identificar, a manera de ejemplo, a Adolf Hitler aun en un ‘mundo’ en el que los nazis lograron expandir su dominio a todo el planeta. Secundariamente, la "Teoría de los Mundos posibles" también es útil para explicar los argumentos establecidos en las fanfictions, en el que los autores de determinada fandom interiorizan las reglas de ese "mundo posible" en concreto y, conservándolas o modificándolas a su vez, crean nuevas ficciones dentro del mismo mundo posible. (Albadalejo Mayordomo, 1986) Ahora bien también existen maneras de crear un mundo basándonos en ciertas reglas o cuestiones que el autor debe crear y hacerse valer en todo momento. Pero para ellas es presiso un espacio más amplio de exploración y análisis.

Inspiración. Ahora, suponiendo que tienes la trama, los personajes, y el mundo o espacio donde la historia desarrollara es importante comenzar a plasmar todo para ir formulando una trama. Para ello es recomendable primero hacer un “esqueleto de la historia”; donde, quizá a manera de resúmenes, vayas construyendo lo que escribirás. Por ejemplo “Capítulo uno, Thomas conoce a Evangeline en el baile de invierno” Después, al pasarlo al papel, deberás desarrollar toda la idea del capítulo uno. Aunque ten conciencia de que tu esqueleto puede estar en constante modificación y alteración, pasando por un sinfín de ediciones que deberás hacer. Ahora, para poder escribir mejor, es recomendable que tengas un espacio propio para desarrollar tus ideas, un lugar único donde te enfoques únicamente a poder escribir. Tu cuarto, una ventana, las escaleras, la sala de estar una biblioteca. Un espacio para ti y tu historia. Por ejemplo, J.K. Rowling siempre iba a un pequeño café para poder escribir Harry Potter. Lo segundo que debes hacer es poner perseverancia y compromiso en tu historia; establecerte retos dentro de tu construcción, dictaminar cuantas hojas o palabras escribirás por día, semana o mes. Por ejemplo, Stephen King se propone un número limitado de palabras que debe escribir al día, y hasta no cumplir con ese parámetro no está conforme con su trabajo. Si te llegas a bloquear, continua con otra idea o despeja tu mente. Lee otros libros, ve películas, sal, conoce lugares. Busca la inspiración incluso en los lugares que menos te puedas imaginar. Y sobre todo, el consejo más importante, es date tiempo. Busca una historia que te tenga satisfecho, y sobre todo, nunca dejes de escribir.


Bibliografía Albadalejo Mayordomo, T. (1986). Teoría de los mundos posibles y macroestructura narrativa : análisis de las novelas cortas de Clarín. Alicante : Secretariado de Publicaciones, Universidad, D.L. Blasco, J. y. (1966). Cómo dibujar historietas. Barcelona, España.: Parramón Ediciones S. A. Coats, E. (7 de Marzo de 2013). Aerogramme Writers' Studio. Obtenido de https://www.aerogrammestudio.com Española, R. A. (s.f.). Real Academia Española. Obtenido de http://www.rae.es/ Reis, C. (2002). Diccionario de Narratología. Salamanca, España. : Almar.


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