Terra Stellae

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Publicación nº 4 del Centro de Estudios Tierra Estella/Lizarrerriko Ikerketa-Gunea C/ Monasterio Irache, s/n, Apdo. 17, 31200 Estella (Navarra) Página Web: www.cete-li.com Correo electrónico: contacto@cete-li.com

EDITA Centro de Estudios Tierra Estella/ Lizarrerriko Ikerketa-Gunea CONSEJO DE REDACCIÓN Merche Osés Urricelqui Elba Ochoa Larraona José Miguel Legarda Sembroiz Patxi Areta Salanueva Xabier Larreta Anozibar Antonio Ros Zuasti DISEÑO Y MAQUETACIÓN Calle Mayor www.callemayor.es DEPÓSITO LEGAL NA-3553-2009 ISSN 2171-1895 Agradecimiento a Begoña Martínez Lasheras (traducción al euskera) El Consejo de redacción del Centro de Estudios Tierra Estella/Lizarrerriko Ikerketa-Gunea no se identifica necesariamente con la opinión de los autores en uso del ejercicio de su libertad individual. Prohibida la reproducción total o parcial sin permiso de los autores y, en cualquier caso, citando su procedencia.

EDITADO CON LA COLABORACIÓN DEL AYUNTAMIENTO DE ESTELLA-LIZARRA. Ayuntamiento

ESTELLA-LIZARRA Udala


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PRESENTACIÓN

“Las grandes obras son hechas no con la fuerza sino con la perseverancia”. Samuel Johnson (1709-1784), escritor inglés.

Este año 2013 está siendo muy especial para el Centro de Estudios Tierra Estella/Lizarrerriko Ikerketa-Gunea (CETE-LI), ya que se cumple el 25º aniversario de su fundación.Y qué mejor forma de contribuir a la labor ejercida durante todos estos años, que difundir la gran riqueza cultural, científica e histórica que atesora Tierra Estella con la publicación del número IV de la revista Terra Stellae. Tras el parón sufrido en 2012 debido al enorme esfuerzo económico que para el CETE supone este proyecto, retomamos de nuevo esta publicación con la intención de seguir editándola en el futuro.Y seguro que lo conseguiremos, ya que la perseverancia es una de las cualidades que desde los inicios han tenido muchos de los miembros del CETE. Valga recordar que allá por la década de los años 80, cuando un grupo de profesores y alumnos del antiguo Instituto Oncineda de Estella, comenzaron a realizar sus primeras incursiones en el mundo de la arqueología por los parajes cercanos de la Merindad, no sabían que su perseverancia en seguir investigando sería el germen del Centro de Estudios Tierra Estella y se perpetuaría durante todo este tiempo. Cuando años más tarde ese grupo se consolidó en lo que hoy conocemos como CETE, se fueron uniendo personas con inquietudes similares en diferentes temáticas como la prehistoria, la historia, el arte, la botánica, la etnografía, la geología o la


PRESENTACIÓN

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filología, entre otras muchas; siempre bajo un denominador común, estudiar y dar a conocer, de forma totalmente altruista, todo lo que la Merindad de Tierra Estella nos ofrece. En este cuarto número de Terra Stellae podremos acercarnos a aspectos tan diversos como la etnología, a través del estudio de un trujal en Dicastillo; la etnografía, con el relato de diversas leyendas sobre el río Ebro en la zona de la Ribera; la historia, con la evolución de un palacio cabo de armería en Azcona y el experimento realizado durante la Ilustración con la fundación de la población de Noveleta; la prehistoria, con el hallazgo de las primeras herramientas líticas en la zona de Viana y el arte, con el análisis de una joya del románico tardío español, como es la portada de la iglesia de San Miguel de Estella. Una vez más queremos agradecer la colaboración de los autores de manera desinteresada, con la realización de estos trabajos que contribuyen a un mayor conocimiento de la historia de nuestra tierra.Y al mismo tiempo ponen en valor el rico e importante patrimonio que atesora nuestra Merindad. Agradecemos la colaboración prestada por el Ayuntamiento de Estella-Lizarra, sin la cual no hubiera sido posible la publicación de este cuarto número de la Revista Terra Stellae. Para terminar, queremos animar a todas aquellas personas interesadas en unirse al Centro de Estudios Tierra Estella a colaborar en cualquiera de las actividades que realizamos a lo largo del año y proponer otras nuevas. Entre todos podremos continuar con la labor que hace 25 años comenzó un pequeño grupo de jóvenes con ilusión y perseverancia. MERCHE OSÉS URRICELQUI Presidenta del CETE-LI


El trujal de la casa Gómez de Segura en Dicastillo Susana Irigaray Soto

Leyendas del Ebro Ángel Elvira Martínez y Mª Inés Sáinz Albero

El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII-XVI) Mª Elba Ochoa Larraona


La nueva población de Noveleta. Un experimento ilustrado Carmen Lacunza Astiz

Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra) Luis Julián Arazuri Izquierdo y Javier Armendáriz Martija

Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús Antonio Sola Alayeto y Xabier Larreta Anozibar


El trujal de la casa Gómez de Segura en Dicastillo autora: Susana Irigaray Soto*

* Museo Etnológico de Navarra “Julio Caro Baroja” Contacto: museo.etnologico.navarra@navarra.es

Resumen Este artículo pretende un doble objetivo: por un lado, dar a conocer una instalación de Tierra Estella dedicada al procesamiento de la oliva con métodos preindustriales; y por otra parte, llamar la atención sobre la precaria situación de los bienes que integran el patrimonio industrial de Navarra, actualmente poco conocido y amenazado desde diversos frentes y por distintas razones. El trujal que se encontraba ubicado en la conocida como Casa Gómez de Segura, en Dicastillo, fue localizado en la década de los 90 del siglo pasado, cuando ya se encontraba en ruinas, e inventariado en el marco de un trabajo de catalogación del Museo Etnológico de Navarra “Julio Caro Baroja” en 1997. En 2001 el museo adquirió las maquinarias del trujal ante el inminente derribo de la casa, desmontándolas y trasladándolas al museo, donde se guardan actualmente.

Laburpena Bi helburu ditu artikulu honek: alde batetik, olibagintzan prozedura aurre industrialak baliatzen zituen Estellerriko lantegi bat ezagutaraztea eta, bertzetik, arreta ematea Nafarroako industria ondarea pairatzen ari den egoera prekarioaz, arrazoi ezberdinengatik mehatxaturik baitago. Olio-errota Deikaztelun zegoen, Gomez de Segura izeneko etxean. Joan den mendeko 90. hamarraldian aurkitu zuten, hondatuta zegoela, eta 1997an haren inbentarioa egin zen “Julio Caro Baroja” Nafarroako Museo Etnologikoak abiaturiko katalogazio lanen artean. 2001ean museoak olio-errotaren makinak eskuratu zituen eta, etxea berehala eraitsi behar zutenez, desmontatu eta gaur egun dauden tokira eraman ziren.

BREVE HISTORIA DE LOS TRUJALES NAVARROS

En Navarra, se han encontrado restos arqueológicos que corresponden a trujales (“torculae”) en yacimientos de época romana de Cascante, Liédena y Sangüesa, entre otros. Los únicos elementos que se conservan suelen ser los grandes contrapesos de piedra que atestiguan, como también lo demuestran los testimonios gráficos y escritos de la época, la utilización generalizada desde el siglo I a.C. del sistema de palanca de

segundo género, superviviente en algunas de las instalaciones que más tarde describiremos y utilizado todavía mayoritariamente hasta los años 30 del siglo XX en las almazaras de las grandes zonas de producción aceitera de la Península Ibérica. El siglo XX asistió a una caída considerable en el consumo de aceite de oliva, con el consiguiente retroceso de su superficie cultivada en España a partir de la posguerra, fenómeno que también afectó a Na-


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Piedras de “torculae” de época romana en el yacimiento de Fillera-Campo Real. (Sangüesa-Sos del Rey Católico). (Imágenes cedidas por J. Armendáriz)

varra, aunque nuestra Comunidad ha sido siempre una zona marginal en cuanto a la producción de este “oro líquido”. Esto no impide que Navarra sea la cuna de una variedad de oliva, la “arróniz”, que supone todavía actualmente el 47% del cultivo de este árbol en la Comunidad Foral. De la década de los 70 hasta la actualidad, el prestigio renovado de la dieta mediterránea ha provocado un auge de la industria aceitera, aunque mediando una modernización de las instalaciones de producción. Las altas cotas de calidad e higiene que exige el mercado moderno han conducido al cierre acelerado en las tres últimas décadas de todas las almazaras tradicionales, dada la imposibilidad para mantener la rentabilidad de su producción y las trabas para la realización de su actividad por motivos de seguridad alimentaria.

La Comunidad Foral es la zona más norteña de elaboración de aceite de oliva de toda Europa. En Navarra la superficie dedicada al olivar es ahora de aproximadamente 2.600 hectáreas, con una producción de 2.800 toneladas de aceite, lo que supone sólo el 0,5% de la producción total nacional. El número de trujales, particulares o cooperativos, ha disminuido drásticamente en las dos últimas décadas. En la actualidad, la Denominación de Origen Protegida “Aceite de Navarra” agrupa la producción de oliva de 135 municipios navarros, todos ellos de la zona centro y sur de la Comunidad (Tierra Estella, Navarra Media y la Ribera del Ebro), que se procesa en seis trujales o almazaras ubicados en las localidades de Tudela, Cascante, Fontellas, Cintruénigo, Mendavia y Arróniz.


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ETNOLOGÍA

EL INVENTARIO DE TRUJALES DE TECNOLOGÍA TRADICIONAL DE NAVARRA

En 1997, la entonces Sección de Museos, Bienes Muebles y Arqueología del Gobierno de Navarra planteó la necesidad urgente de acometer el inventario exhaustivo de las instalaciones para la molienda y el prensado de la oliva por métodos tradicionales todavía existentes en la Comunidad Foral. El trabajo se propuso unos objetivos muy concretos: 1.- Llegar a conocer la totalidad de instalaciones de tipo almazara, electrificadas o no, en activo o fuera de uso, existentes en la actualidad en Navarra. 2.- Documentar del modo más amplio posible, tanto mediante entrevistas, consulta bibliográfica y de archivo, levantamiento de planos o croquis y fotografías, los tipos de instalación, maquinaria y funcionamiento de los trujales. 3.-Verificar el número y estado de conservación de los trujales “de sangre” o artesanales supervivientes en Navarra, de cara a procurar su conservación. 4.- Realizar una valoración del interés etnográfico de las instalaciones, de sus herramientas y maquinaria, que sirva para encauzar la política de adquisiciones del Museo Etnológico de Navarra en este tema. 5.- Detectar las posibles variantes tipológicas y, especialmente, de léxico entre las distintas zonas de Navarra productoras de aceite. 6.- Sentar las bases para un futuro inventario de inmuebles de interés etnográfico de Navarra, todavía por hacer y cada día más necesario, vistos el grado de deterioro y acelerada desaparición de estas instalaciones o, en el mejor de los casos, los pro-

yectos que surgen para su rehabilitación con distintos fines. Un equipo de la empresa Olcairum Estudios Arqueológicos S.L., de Pamplona, realizó la totalidad del trabajo de campo, documentación, recogida de imágenes y redacción de fichas y memoria en 1997. La supervisión técnica de estas tareas correspondió al Museo Etnológico de Navarra “Julio Caro Baroja”, donde se guardan las fichas y el resto de documentación fotográfica y planimétrica fruto de este trabajo. En total, el Inventario se compone en la actualidad de 50 registros y se puede considerar abierto, ya que van incorporándose las nuevas instalaciones localizadas o las que ya se conocían pero no pudieron ser visitadas en el transcurso de los trabajos de 1997. Resumiendo los resultados de esta investigación, diremos que una primera y fundamental distinción cabe hacerse entre las instalaciones particulares y las cooperativas, división que se refiere no sólo a la titularidad del local, sino que también suele corresponderse con la mayor antigüedad de las maquinarias y a la mayor proporción de sistemas motrices anteriores a la electrificación en el caso de las primeras. Puede afirmarse que hasta la década de los 40 del siglo XX prácticamente todos los trujales en activo en Navarra eran particulares y que existía una instalación de este tipo en todas las casas de agricultores pudientes dedicados a la producción de oliva. En el terreno del aceite no cuajó el fenómeno cooperativista, tan fecundo en los casos cerealista y vitivinícola desde comienzos del siglo XX. Hasta la posguerra, los propietarios particulares de almazaras procesaban en ellas cosechas propias y ajenas de oliva, a cam-


El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo

bio del pago de la “maquila” o parte proporcional en especie y de la propiedad de los subproductos derivados de la molturación, sobre todo el huesillo para obtener aceite de orujo o para utilizarlo como combustible. También era práctica extendida la compra de fruto para comerciar posteriormente con el aceite extraído. La decadencia de los trujales privados se aceleró a mediados del siglo XX por la incorporación de nueva tecnología y maquinaria, que suponía fuertes inversiones, además del auge del cooperativismo agrícola y de la recesión del olivar en amplias zonas de Navarra ante el avance de cultivos más rentables. Entre los tradicionales, el Inventario ha distinguido varias tipologías:

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Interior del trujal de la Marquesa, en Cabanillas, declarado Bien de Interés Cultural en 2005.

Trujales de sangre

Son aquellos en los que la energía motriz utilizada en las labores de molturación y prensado ha sido, exclusivamente, la fuerza animal o humana. De este tipo, se localizaron un total de diez almazaras, todas ellas de alto valor histórico por la antigüedad de su maquinaria, si bien algunas ya se encontraban entonces en situación de ruina. Tres se encontraban en localidades de la merindad de Estella: además del que nos ocupa de Dicastillo, existió un trujal de sangre en Morentin (Casa Vélez) y otro se conserva parcialmente en Allo (Los Monteros). El más importante de Navarra desde el punto de vista histórico y por su buena conservación es el Trujal de la Marquesa, en Cabanillas, que fue declarado Bien de Interés Cultural como monumento en 2005. También muy importante por su especial tipología es el trujal rupestre de Solchaga, descubierto y excavado entre 2007-2008.

Zona de molturación y prensado en el trujal rupestre de Solchaga. (Foto cedida por A. Duró).

Trujales con motor de gasolina

Esta innovación, que permitía el movimiento de toda la maquinaria del trujal por medio de un sistema de transmisión por poleas, evitando así la intervención de la fuerza de sangre, se detecta en un único trujal navarro, el de Casa Barbarin, en Morentin. Esta instalación del siglo XIX fue reestructurada en 1917, introduciendo esta novedad mecá-


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ETNOLOGÍA

- Trujal de Casa Buldáin (Riezu), actualmente desmantelado, funcionó con un molino de rodillos y una prensa hidráulica entre 1935 y 1981. Trujales electrificados de posguerra

Interior del trujal de Casa Barbarin, en Morentin.

nica junto con maquinaria más moderna, cosa que permitía el aumento del rendimiento y una reducción del número de operarios. Trujales hidráulicos

El empleo de la fuerza de una corriente de agua para mover la maquinaria de molturación y prensado, con ser norma casi exclusiva en los molinos harineros de Navarra, es excepcional en el caso de los molinos de aceite. Sólo dos trujales pueden considerarse hidráulicos: - Trujal de Estella, con dos molinos de una piedra cilíndrica y dos prensas hidráulicas. Se encuentra a orillas del Ega y posee un entorno de gran atractivo paisajístico, si bien su grado de conservación es muy precario.

Corresponden a este tipo, tanto algunas instalaciones privadas que decidieron continuar con su actividad y modernizarse, como los trujales que se abrieron en la década de 1940 por parte de sociedades cooperativas y que son la mayoría de las instalaciones. De los primeros se localizaron trece en el transcurso de la investigación de campo, si bien sólo seis de ellos pudieron ser inventariados. Los cooperativos son 37, aunque llegaron a existir unos 60 hacia 1960. Prácticamente todos han desaparecido como industrias productivas en el siglo XXI, aunque han seguido funcionando como juntas para la organización de la producción de oliva de sus socios en los trujales de última generación. Los trujales cooperativos de Tierra Estella que pudieron ser inventariados son los de Allo, Andosilla, Arellano, Arróniz, Cirauqui, Dicastillo, Lácar, Lerín, Los Arcos, Mañeru, Oteiza, Torres del Río y Viana. TRUJAL DE LA CASA GÓMEZ DE SEGURA EN DICASTILLO

La caída del tejado afectó durante unos años a la prensa de madera que se encontraba en el interior de la instalación, si bien afortunadamente sólo llegó a sufrir daños superficiales a causa de su exposición a la intemperie. El resto de los elementos que componían la sala de molturación y prensado del trujal se encontraban enterrados por los escombros de los derrumbes, circunstancia que provocó su relativa buena conservación,


El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo

Vista del antiguo trujal hidráulico de Estella.

Fachada del trujal cooperativo de Torres del Río, con su característico letrero de azulejo.

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ya que se trata en su mayoría de maquinarias y depósitos realizados en piedra. Por eso mismo, el trujal no pudo ser estudiado totalmente hasta el momento de su desescombro y desmontaje, operaciones que se llevaron a cabo en 2001 tras la adquisición del inmueble por parte de un constructor.Todas las maquinarias y depósitos del trujal fueron trasladados al Museo Etnológico de Navarra, que por entonces se ubicaba en el Monasterio de Iratxe (Ayegui). El único elemento que no pudo recuperarse fue la caldera de cobre que hasta el momento del derribo era inapreciable por estar empotrada en un horno de obra, y que fue sustraída en algún momento de las tareas de desescombro. En la actualidad, todos los elementos que pudieron ser recuperados de esta instalación preindustrial se encuentran incorporados a la colección estable del Museo Etnológico, con sede en Estella. Historia del trujal

Fachada de la casa Gómez de Segura en Dicastillo, antes de su restauración.

Aspecto que presentaba el interior del trujal en el año 2000.

Poco es lo que conocemos de la historia de la casa Gómez de Segura y, por lo tanto, del trujal que en ella había instalado. En el proceso de realización del Inventario no se pudieron localizar informantes que recordaran haber visto el trujal en uso y el rastreo de documentación histórica en archivos quedaba fuera de los objetivos y plazos de ese trabajo. Por otro lado, la particular situación legal del inmueble y las circunstancias de su compra y derribo no favorecieron el recabar la información que pudiera haber suministrado la familia propietaria, no residente en el municipio. El único dato cronológico con el que contamos es la fecha de 1896 grabada en la hembra del husillo del contrapeso, datación que por lo menos nos da probablemente el


El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo

momento de colocación de ese elemento de la prensa, aunque el conjunto pudiera tener una antigüedad mayor, pero no necesariamente muy anterior, ya que este tipo de prensas fueron las más numerosas en España hasta los años que precedieron a la guerra civil. La segunda mitad del siglo XIX y el primer tercio del XX coinciden seguramente con la época de mayor producción olivarera en el municipio de Dicastillo, ya que en 1847 se documenta la existencia de cuatro molinos aceiteros sobre el Ega, que exportaban 300 arrobas de aceite. En 1906, la superficie del término dedicada al olivo era de 314 Ha., ascendiendo a 369 en 1935 y cayendo hasta las 211 de 1950 y 186 Ha. en 1970. La existencia de trujales ubicados en casas particulares está suficientemente documentada por el propio Inventario realizado en 1997, en el transcurso de cuya elaboración se localizaron varias almazaras ubicadas en domicilios particulares, especialmente en los municipios de Aibar y Cascante, además de conocerse que en el pasado existieron muchas más ligadas al procesamiento de la producción familiar y que, obviamente, han ido desapareciendo. De hecho, el Inventario de trujales localizó en toda Navarra solamente tres antiguas instalaciones que conservaban la prensa del tipo más primitivo, una de ellas la de esta casa de Dicastillo. La rareza de esta supervivencia en nuestra Comunidad es una de las razones por las que la Administración Foral se planteó su recuperación y adquirirla para las colecciones del Museo Etnológico. Sistemas de extracción del aceite empleados en el trujal

Los sistemas de molienda y prensado que se emplearon en esta instalación son muy

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Molino de rulo tronco-cónico metálico, de fabricación industrial, en el trujal de La Casa Garro (Aibar).

arcaicos, con un molino o muela de piedra cilíndrica vertical, y una prensa de madera del tipo de viga y quintal. Ambas maquinarias eran movidas exclusivamente por fuerza animal, en el caso del molino, y humana, caso de la prensa, por lo que a este tipo de instalaciones se les denomina “de sangre”. Estos procedimientos hunden sus raíces en la época helenística, habiendo perdurado prácticamente sin variaciones desde la Edad Media hasta bien entrado el siglo XX. Hacia 1860 comenzó la progresiva sustitución de la muela cilíndrica vertical, que es la que se utilizó en este trujal, por las “rulas” cónicas primero y los “rulos” tronco-cónicos después. Para 1920, la muela cilíndrica era un vestigio del pasado, según afirma el especialista


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Croquis de la planta del trujal de Dicastillo, con indicación de la ubicación de cada elemento funcional. (Plano realizado por Olcairum).

Juan Francisco Zambrana. Por otra parte, el número censado de prensas de viga en España pasó de 9.045 ejemplares en 1857 a 940 en 1930. El proceso de obtención de aceite con este tipo de maquinarias ya fue descrito por el historiador romano Catón y constaba de dos operaciones básicas: la molturación y el prensado. En cuanto a la primera, se conocen desde antiguo varios sistemas de molienda de la aceituna. Hasta principios del siglo XX se utilizaban los “molederos”, formados por un largo cilindro arrastrado por un árbol en su giro. De este sistema no han quedado prácticamente ejemplares, pero sí sobreviven piedras molederas circulares, como la de Dicastillo, y cónicas, que eran arrastradas por caballerías, girando sobre la piedra solera, en lo que constituía un ejercicio interminable de vueltas alrededor de un eje giratorio. La forma tronco-cónica también es característica de molinos posteriores, ya que supuso un avance técnico porque con ella se con-

sigue una pasta más fina. En algunas almazaras, a partir de los años 40-50 se comenzaron a instalar trituradores o molinos de hierro fundido, además de batidoras eléctricas para dar mayor finura a la masa y evitar así problemas en el prensado. Estos elementos no se encontraban en el trujal de Gómez de Segura, al tratarse de una instalación ya abandonada para esa época. La operación de prensado comenzaba una vez que se tenía hecho el “cargo” o torre de capachas o esteras de esparto entre las que iba la masa de aceitunas molidas. La finalidad de esta fase era exprimir esa pasta hasta que soltase todo el aceite que contenía todavía la pulpa de la oliva. El sistema más antiguo era el que empleaba como elemento de fuerza la prensa de viga. Ésta es en realidad una palanca que se compone de un brazo, el cual puede alcanzar los 20 metros o más, uno de cuyos extremos está encajado en una pared maestra. El otro extremo está perforado en forma helicoidal, de manera que se aloja en este orificio un husillo del que


El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo

Eje vertical del molino emergente entre los escombros.

La prensa “in situ” en el año 2000.

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La viga desmontada en primer plano, donde se aprecia bien su forma en ahorquillada.Al fondo, el molino de piedra cilíndrica vertical ya desescombrado.

Aspecto de la “capilla” de la prensa en el proceso de desmontaje.

cuelga un contrapeso de entre 1.500-2.000 kilos. Para que la fuerza se ejerciese en el extremo embutido en la pared se hacía descender y luego subir manualmente el extremo opuesto, por medio de una tranca encajada en la base del husillo, a la que se daba vueltas. La fuerza del contrapeso pétreo se transmitía al extremo encajado, bajo el cual estaba colocada la torre de capachas. Estas prensas de antigua raigambre fueron siendo sustituidas desde principios del siglo XX por maquinarias metálicas de fabricación industrial como son las prensas de volante y, sobre todo, las hidráulicas. Un punto importante en la operación de prensado es el de verter agua hirviendo sobre la torre de capachas, para facilitar la extracción de aceite. Para ello existían, normalmente junto a la prensa, grandes calderas de cobre, que se encontraban embutidas en un horno de obra. Cerca se abría el pozo del que se extraía el agua para llenar la caldera. El aceite así obtenido, normalmente de poca pureza y gran acidez, se recogía en estos trujales antiguos directamente en pilas de piedra, desde donde se pasaba a tinajas cerámicas con tapa de madera o a grandes al-

cuzas metálicas, para proceder a su distribución. El alpechín o residuo del aceite se evacuaba a unos depósitos subterráneos, llamados “infiernos” o bien pasaba directamente a la corriente fluvial más cercana. Descripción del trujal

La zona de molturación constaba de un único molino, del tipo más arcaico, es decir, de rueda cilíndrica vertical, de 103 cm de diámetro y 37 cm de grosor. En el momento del hallazgo, se encontraba in situ pero oculta por el escombro acumulado. Sólo era visible la parte superior del eje sobre el que giraba la muela, una pieza de madera de sección rectangular en la que también iría colocada la tolva por la que vertía la oliva a la piedra solera, y que en este caso no se ha conservado. La solera o “empiedro” era una estructura circular de piedra enterrada en el piso del trujal, sobre la que giraba la muela vertical gracias a la almijarra o eje perpendicular del que tiraba una caballería. La prensa, de aproximadamente 10 metros de longitud, 70 centímetros de grosor y un peso de 2.100 kilos, se compone de una sola pieza de roble en forma de horquilla, so-


El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo

La cabecera de la prensa embutida en la “capilla”.

meramente trabajada de manera que conserva la apariencia arbórea original. El extremo fijo estaba empotrado en la “capilla” o hueco longitudinal en la pared, con sendas “vírgenes” o “bijerías” a cada lado de la cabecera. Estos postes presentan una ranura longitudinal que permite introducir las “lavijas”, piezas móviles de madera de encina que servían para fijar la viga en sus movimientos de ascenso y descenso. El extremo opuesto aloja un husillo o tornillo helicoidal vertical que se introduce en otra pieza perpendicular llamada “hembra” y está unido a un contrapeso de piedra (“quintal” o “pisón”) formado por tres grandes piezas circulares de piedra. En un punto medio pero más cercano a su cabecera, la viga

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Extremo de la viga, unida por la “hembra” al husillo y al contrapeso o “quintal”.

pasaba entre una pareja paralela de maderos o guías, perforadas también para fijar la prensa en sus distintos movimientos mediante la introducción de las “lavijas”. La zona propiamente de prensado era la más próxima a la cabecera y constaba de una pieza de piedra con acanaladura en círculo llamada “regaifa” sobre el que se colocaría el “cargo” de capachas y masa para prensar, sujeto con cuerdas o embutido en una cuba para evitar que se desbaratase. La regaifa de este trujal de Dicastillo comunicaba con otra pieza pétrea con canal en forma de “Y” que colaba el aceite a una doble pila, también labrada en la piedra local, cuyos pozos están comunicados entre sí por una canaleta.


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Piedra labrada con canal en forma de “Y”. Formaba parte de la “regaifa” de la zona de prensado.

El alpechín o residuo de la prensada, más pesado que el agua y el aceite, se evacuaba junto con el agua por los dos pequeños orificios que tienen estas piletas en el fondo directamente a los “infiernos” o depósitos inferiores. El aceite, flotante sobre el residuo y el agua, se recogía directamente de las pilas y se almacenaba, en tinajas o en recipientes metálicos (“zafras”), para su consumo o comercialización. En el caso del trujal Gómez de Segura, no se han encontrado evidencias de cuál era el sistema de almacenamiento, ni tampoco el destino que se daba finalmente a esta producción, aunque cabe suponer que sería destinada en su mayor parte a la alimentación de los propietarios. CONCLUSIONES: SITUACIÓN Y PERSPECTIVAS DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL DE NAVARRA

Lamentablemente, la conservación para las generaciones futuras del patrimonio de trujales en Navarra es sumamente problemática y plantea cuestiones de muy difícil solución que afectan, de forma general, a todas las instalaciones industriales en desuso y,

por lo tanto, a una parte importantísima de la historia de la tecnología y de las actividades económicas del pasado más reciente de las sociedades modernas. Por una parte, los escasos ejemplos de trujales preindustriales o artesanales supervivientes del cambio tecnológico acelerado desde la segunda mitad del siglo XX, se hallan en manos de particulares, ocupando locales que, en buena lógica, no tardarán en ser aprovechados para otros usos. La implicación para su conservación por parte de las instituciones públicas se presenta jalonada de obstáculos, dado el propio régimen de propiedad de estas instalaciones, por la falta de recursos económicos de las Administraciones Públicas y su falta de atractivo para la iniciativa privada. Ante este panorama que no es exclusivo, como hemos apuntado anteriormente, de los trujales sino que afecta a todo el patrimonio industrial de Navarra, no cabe más vía que acometer cuanto antes la elaboración de exhaustivos catálogos de estos inmuebles con vistas a salvaguardar la memoria de su existencia pretérita y, en los casos en que las circunstancias lo permitan, trazar planes viables para su conservación, in situ o desplazada, mediante su transformación en elementos integrados en las redes de infraestructuras culturales y turísticas.


El trujal de la casa Gomez de Segura en Dicastillo

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Leyendas del Ebro

autores: Ángel Elvira Martínez y Mª Inés Sáinz Albero

Resumen El río Ebro, que discurre por gran parte de la Península Ibérica, desde tierras cantábras hasta desembocar en el Mediterráneo, ha sido el escenario geográfico de numerosos sucesos históricos y de una colorida urdimbre de cuentos, mitos y leyendas tejidas con el paso de los siglos. Fuente de vida y emanador de una potente energía que ha saciado e inspirado relatos y fábulas a lo largo de las diferentes poblaciones que se ven regadas por sus copiosas aguas, donde se entremezclan seres mitológicos, mujeres misteriosas y milagros, cantos de sirena seductores para avispados oídos. Estas leyendas se acompañan de representaciones pictóricas.

Laburpena Ebro ibaiak Kantabriako lurretan sortzen denetik Mediterraneoan isuri arte Iberiar Penintsulako alde handi bat zeharkatzen baitu, gertaera historiko ugarien eta ipuin, mito zein kondaira sare koloretsu baten agertokia izan da, mendeetan zehar ehundu direnak. Bizitza iturri, energia indartsu baten sorburua izanik, kontu eta elezaharrak inspiratu ditu bere ur oparoak zeharkatzen dituen herrietan barrena. Izaki mitologikoak, emakume misteriotsuak eta mirariak belarri erneendako sirena-kantu erakargarriak dira. Kondaira hauek marrazkiez lagundurik aurkezten ditugu.

El Ebro antes de ser río, fue un gran lago a cuyas aguas acudían a beber numerosos animales que en la Era Terciaria dejaron sus huellas en delicadas losas de piedras, y a veces se deshojan como un libro, dejando ver en su interior marcas fósiles de oleajes, aves, mamíferos, gusanos, etc. Ya como un gran río caudaloso, desde Cantabria a Tortosa fue un camino abierto a las tribus nómadas que poco a poco se establecieron, dejando como testigos de su paso y asentamiento en numerosas piezas de arqueología, más perfectas, cuanto más modernas. Por sus útiles sabemos que eran cazadores, reco-

lectores, pescadores y poco a poco ganaderos y agricultores. En la época romana y quizás antes, la navegación por el Ebro hasta Varea (La Rioja), nos deja vestigios del paso de diferentes culturas: celtas, iberos, romanos hicieron sus poblados y villas en sus orillas aprovechando las ventajas que el río les ofrecía.Todos dejaron sus huellas en numerosas herramientas, vasijas, pesas para redes y de telar, armas cada vez más perfectas incluso fortificaciones, acueductos y pequeños puertos para embarcaciones, aprovechando sus meandros más suaves, etc. El Ebro el más caudaloso y a veces arrollador con sus inclementes crecidas une 10 pro-


Leyendas del Ebro

vincias: Santander, Burgos, Navarra, La Rioja, Huesca, Zaragoza, Teruel, Lérida, Barcelona y Tarragona. Sus orillas unen y separan haciendo frontera. El agua es fuente de vida y riqueza, los regadíos del Ebro producen vegas feraces, mueve molinos, comunica poblaciones y en nuestros tiempos, encauzado y equilibrado con diferentes embalses, es fuente de energía eléctrica y se aprovecha para disfrute y placer de deportistas. El Ebro como objeto de veneración, cuando cada día de San Roque, el pueblo de Mendavia acude en familia a comer a sus orillas, o cómo no es recomendable desafiarlo bañándose en sus aguas en grandes festividades, por miedo a ser engullido por los remolinos o “tinajas”, cosa que ha ocurrido en varias ocasiones. Cuando hay algún ahogado, en el pueblo se escuchan expresiones referentes a un tributo que se cobra el río a cambio de sus riquezas. En esta ocasión nos centraremos en el río como soporte de numerosos mitos y leyendas que desde muy joven Ángel Elvira se apasionó por recoger, a la vez que restos del paso de las diferentes culturas y de las “historias” que le contaban sus mayores. Con ese material pintó cuadros que fueron publicados por el Ayuntamiento de Mendavia y más tarde, trasformados en cerámica, pasaron a adornar la fachada principal del consistorio. Entre esas leyendas como es natural en una población ribereña del Ebro hay varias referentes a personajes fantásticos ligados al río. La Xana. Hermosa sirena que con sus cantos atrae a los muchachos deseosos de verla, pero su imprudencia les hace caer en profundos pozos de los que es imposible salir.

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El Bu. Enorme pájaro que anida en los altos de Castilla, planea desde el Ebro por los campos de Mendavia, al acecho de los rebaños o de los niños que en el campo se apartan de sus padres. El Barbo Gordo. Un pescador echó las redes al Ebro, de pronto vio una gran ola de la que surgía un enorme pez, que se tragó a pescador con barca y todo.Tres días estuvo en su interior como un nuevo Jonás, hasta que decidió dar fuego a la barca y abriéndole la tripa al barbo con una navaja, consiguió salir. El Ojanco. Si algún personaje es terrible y misterioso, éste es el Ojanco. Los Ojancos son gigantes de un solo ojo en la frente, de una estatura tal que poniendo un pie en los Altos de Castilla y otro en el Montón de Ruejos, pueden beber a “ambuestas” agua del río Ebro. Pelos Anguilas. Un anciano de Mendavia supo por fin de donde nacían las anguilas. Tenía una hermosa yegua que abrevaba en el Ebro, de su cola se desprendían pelos, que poco a poco engordaban hasta convertirse en anguilas. La Culebra de las Conchas. A las orillas del Ebro un poco más abajo de donde estaba la gran barca que cruzaba el río, en la selva impenetrable de árboles, matas, ortigas, piedras y badinas, aseguran que hay una gran culebra con su cuerpo cubierto de escamas convertidas en conchas durísimas. Un cazador se aventuró a entrar en aquel enmarañado soto y la encontró. Disparó su arma pero la bala rebotó en las conchas quedando el animal sin un rasguño.


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Llamadas por las Aguas. Las aguas del Ebro forman a veces remansos en los que se crean círculos concéntricos de agradable contemplación. Las madres recomiendan a sus hijos que no miren fijamente a las aguas de los ríos, pozos o estanques, en la creencia de que las aguas los atraerán hacia ellas, haciéndoles caer. El Rostro de la Badina. En las frondosas orillas del Ebro dejan las aguas invernales al retirarse a su cauce, pequeñas badinas de aguas transparentes. Son lugares solitarios de difícil acceso, de silencio solamente roto por los armoniosos cantos de los pájaros. Muchos pescadores aseguran que en las tranquilas aguas de la badina de las Arenosas, veían en ocasiones, un misterioso rostro de mujer. El Milagro de la Virgen de Legarda. La patrona de Mendavia hizo un milagro famoso en el contorno. Estando preso en Argel un lodosano llamado Tomás Ramírez, fue cargado de cadenas y metido en un arca por Zualí, su moro guardián, acostándose el moro encima para evitar que su Virgen a la que tanto rezaba lo liberara. Por mediación de Nuestra Señora de Legarda, el arca navegó por el mar Mediterráneo y remontándose Ebro arriba, en una sola noche, llegaron hasta la ermita, abriéndose el arca y rompiéndose las cadenas,Tomás quedó libre para asombro de los pueblos de Lodosa, Mues y Mendavia que al sonido de las campanas llegaron a contemplar el enorme prodigio. El General Zurbano. Tras la primera guerra carlista, cuando el General Zurbano tomó posesión de la Granja de Imas, perteneciente al monasterio de Irache, que le fue donada en premio por sus acciones de guerra, dicen que mandó arrojar al Ebro a los frailes que

la habitaban. Cierto día en que el General pasaba por el lugar donde los frailes se habían ahogado, un estruendo hizo elevarse las aguas descubriendo los cadáveres de los infortunados monjes. El caballo de Zurbano se espantó y corrió como un loco por los valles de la granja. En el Ebro Medio en la depresión central que discurre en su mayor parte entre La Rioja y Aragón se sitúan numerosas leyendas, algunas de ellas recogidas en un libro de Mitos, Leyendas y Tradiciones escrito por José Ramón Marcuello. Inspirándose en su lectura, Ángel decidió plasmar diez de ellas en unos pequeños cuadros, objeto de nuestro interés. SAN EMETERIO, SAN CELEDONIO, SAN FRONTINO

Emeterio y Celedonio eran dos hermanos soldados de la legión VII Gémina de los romanos. Se dice que nacieron en Calahorra a finales del siglo II. Por ser cristianos fueron encerrados en la cárcel ciega de Calahorra y martirizados para que abjuraran de su fe. Los dos hermanos permanecieron fieles a su credo y sacándolos de la cárcel fueron ejecutados a comienzos del siglo III, junto al riachuelo del Arenal, en las orillas del río Cidacos. Sus cabezas decapitadas fueron arrojadas al Cidacos, donde fueron arrastradas por sus aguas hasta el Ebro y río abajo hasta el mar. Una vez en el Mediterráneo empujadas por una corriente prodigiosa llegaron junto al Estrecho, costearon el litoral portugués, Atlántico arriba y pasando por Finisterre y la Estaca de Bares, se adentraron en el Cantábrico apareciendo en las arenas de la playa del Sardinero en Santander. En dicha capital fueron venerados, incorporándose a su escudo las cabezas de los dos santos. Los cuerpos de San Emeterio y San Celedonio sin sus cabezas habían sido enterrados


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con gran devoción en la iglesia de Calahorra, donde eran objeto de veneración y multitudinarias peregrinaciones en los días finales de agosto, obrando numerosos milagros a los fieles que por su mediación los imploraban, pero al llegar la invasión musulmana al instante sus cuerpos salieron de la tumba huyendo a ocultarse en los montes vecinos, donde permanecieron durante la ocupación sarracena hasta que en el año 1395, tras ser descubiertos, fueron llevados de nuevo a la catedral con grandes ceremonias litúrgicas y allí permanecen en la actualidad. Son patrones de la villa de Lodosa, donde se veneran sus bustos en una ermita cercana al pueblo. En Zaragoza entre los innumerables Mártires se destaca la figura de San Frontino, martirizado y decapitado a primeros del siglo IV. Su cabeza fue arrojada al Ebro, pero a diferencia de las cabezas de San Emeterio y San Celedonio, la de San Frontino, subió Ebro arriba hasta la desembocadura del río Jalón en Torres de Berrellén. Subiendo aguas arriba llegó hasta Épila, donde fue recogida por los presbíteros de Santa María la Mayor y trasladada con gran solemnidad a dicho templo, siendo colocada en un valioso relicario de plata sufragado por aportación popular. Su reliquia muy venerada en Épila, era sacada a las puertas de la iglesia ante la amenaza de tormentas con pedrisco. LA BARCA DEL PRÍNCIPE

Cuentan que en los tiempos de la ocupación musulmana de Zaragoza, los Banu Hud celebraban fastuosas fiestas en el Ebro, entre exquisitos manjares regados con vino, los poetas declamaban sus versos acompañados por el melodioso canto de una esclava. La barca del príncipe estaba acompañada por

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multitud de veleros en los que se escuchaban hermosas melodías de laudes más armoniosas que los cantos de los pájaros. Al sonido de la música, los peces salían del fondo del río, lo cual era aprovechado por los pescadores que llenaban sus redes sacándolas tan brillantes por las escamas que parecían racimos de perlas o lingotes de oro. EL PEZ DE LOGROÑO

Cuentan las crónicas que el año 1521, más de 30.000 soldados de las tropas de Francisco I, mandadas por el General Asparrot, habían asediado la ciudad de Logroño, débilmente defendida por unos pocos soldados del ejército del emperador Carlos V. Creyeron los sitiadores que podían rendir por hambre a los logroñeses, pero al llegar la noche varios pescadores salieron con gran peligro de sus vidas a pescar en el Ebro, cogiendo en sus redes un ejemplar de tan grandes dimensiones que bastó para alimentar a los pobladores. En conmemoración de aquel hecho se celebra el día de San Bernabé un reparto de peces fritos y vino con un trozo de pan, que se entrega a cuantos se acerquen a festejarlo. EL SANTO CRUCIFIJO. SANTA SUSANA

Muchas imágenes mantienen la fama de haber sido recogidas flotando en las aguas del Ebro, la Santa Cruz de Tudela, El Santo Cristo de Tortosa y el Santo Crucifijo de Gallur. De ésta última, venerada en la iglesia parroquial, se dice que es una imagen muy milagrosa recogida de las aguas del Ebro. Fue vista la imagen subir Ebro arriba, por varios vecinos del pueblo, que decidieron recogerla con la intención de llevársela cada uno a su casa, pero la imagen se resistía a ser recogida hasta que decidieron dar aviso al pueblo, que en


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solemne procesión encabezada por las autoridades civiles y eclesiásticas, la sacaron de las aguas llevándola hasta la iglesia donde se venera con gran devoción, llevándola en procesión en grandes festividades como el 3 de Mayo, bendiciendo con ella los campos y mostrándola contra las tormentas de pedrisco. No menos singular es el prodigio experimentado por Santa Susana, hija del rey de Hungría, que habiendo abrazado la religión católica, fue martirizada por su padre hasta que un ángel la llevó prendida por el cabello, hasta Macedonia, donde volvió a sufrir increíbles tormentos al ser crucificada, hervida en una gran olla de aceite, quemada con una reja de hierro candente, metida en un horno y por fin arrojada al mar atada a una muela de molino, pero de nuevo los ángeles trasportaron su cuerpo por el Mediterráneo hasta depositarlo en las orillas del Ebro, junto a Amposta.Allí vivió como eremita en una cueva durante 24 años, siendo atendida por los ángeles que le llevaban alimentos celestiales. Sufrió muchas tentaciones que vencía arrojándose sobre los zarzales cercanos a su cueva, hasta que por orden de un ángel y vestida de varón, fue encaminada al monasterio de San Benito que ocupaba el lugar donde hoy está la ermita de la Santa.

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EL MANTO SOBRE EL EBRO

Muchos relatos tradicionales cuentan el modo prodigioso de cruzar los ríos encima de un manto. San Isidro y su esposa Santa María de la Cabeza, cruzaban el río Manzanares de ese modo. En la villa de Tauste, un venerable fraile con fama de santidad, llamado Bernardo Lizabe, natural de Vizcaya, cuando se veía en precisión de pasar el Ebro y no había barca disponible, rezaba a Nuestra Señora de Sancho Abarca y alabando a la Santísima Trinidad, pasaba a la otra orilla sin mojarse la ropa. NUESTRA SEÑORA DE LA MUELA

En la ciudad de Tudela muchos de sus habitantes profesan devoción a Nuestra Señora de la Muela, que se venera en la ermita de la Santa Cruz. Cuenta la tradición que se llama así a la Virgen porque bajó flotando por el Ebro sobre una rueda de molino. Al pasar por las cercanías de la ermita de la Santa Cruz, se paró la Virgen en su improvisada barca, señalando así su deseo de quedarse en la ermita para ser venerada por todos los tudelanos. Al parecer la imagen lleva una inscripción en su pie que dice “Madre de Dios del Molino”, quizás por haber estado en alguna capilla de algún molino. LA DONA ENCANTADA

EL SALTO DEL EBRO

Numerosas leyendas refieren hechos portentosos de personas que han cruzado el Ebro de manera singular. En la guerra contra Castilla (1349?), mosén Martín Enríquez de Lacarra, era perseguido por los castellanos, y al llegar a las orillas del Ebro dio un gran salto cruzándolo de lado a lado, evitando así que la bandera de Navarra cayera en manos de sus enemigos.

El solsticio de verano, la noche de San Juan, acumula un sin número de creencias en todo el país, la mayoría se refieren a los poderes curativos de las aguas de fuentes y ríos, antes de la salida del sol. En el castillo de la villa tarraconense de Miravet la noche del 24 de Junio, en la torre más alta de la fortaleza, aparece una mujer encantada rodeada de un fuego cegador que refleja su imagen en las impetuosas aguas del Ebro.


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Para contrarrestar el encantamiento, esa misma noche deben de subir al castillo, cantando a voz en grito tres niños, un varón de nombre Juan y dos niñas que se llamen María. Así lograrán que ninguna desgracia caiga sobre el pueblo. LOS APARECIDOS

En la Ribera navarra se cuenta una leyenda que llaman “Los Aparecidos”. En Tudela está muy documentada gracias a los escritos de Fernández, el Anticuario, que la relata así: “El domingo 10 de enero de 1588, en las cercanías de Tudela, entre las dos y las tres de la tarde, junto a la marca de Castejón, mano izquierda en dirección a Corella, se aparecieron cuatro escuadrones de hombres grandes, vestidos de negro, que salían de la tierra. En otra de las apariciones, fueron unos cuarenta los aparecidos y se sumieron bajo tierra. Al poco, hacia la misma parte, volvió a salir otro escuadrón tres veces mayor que el primero y, en medio de los cuales, iba un hombre vestido de blanco, bastante mayor que los demás. Caminaron hacia el Ebro por espacio de un credo, desapareciendo como tragados por la tierra. Luego de un corto espacio, nuevamente apareció un ejército mucho mayor que los dos primeros, con una bandera azul muy grande, sumergiéndose de nuevo bajo tierra y hacia la misma parte, a trecho de dos tiros de ballesta del lugar en que estos se vieron, salieron de improviso otro ejército y multitud de gentes sin número y de mayor estatura. Caminaron hacia la mano izquierda, a la vuelta del río Ebro, por espacio de un cuarto de hora, y desaparecieron como antes. Lo que estos vieron fueron: Prudencio de Aybar, vecino de Valtierra, y la mujer de di-

cho Prudencio. De ellos dieron fe otras gentes de Alfaro que lo vieron”. LA OLA DE CRISTAL

La Virgen del Pilar ha sido protagonista de numerosos salvamentos de personas a punto de perecer ahogadas en el Ebro. Félix de Amada recoge la salvación milagrosa de una niña: En el año 1662, Jacinto Rapún y Matea Casanova, tenían dos hijas de tierna edad, llamadas Jusepa y Catalina Rapún, vecinos de la ciudad de Zaragoza. Catalina, que era la menor no pasaba de siete años. Con la vecindad de su casa al río Ebro, un día que lo hacía más caudaloso fueron entrambas hermanas a lavar unos paños por el postigo Sarreal y, mal acomodadas en su desconocida margen por la inundación de sus corrientes, oficiosas en su ocupación como inconsideradas niñas, se le soltó un paño a la menor de ellas y, alargando el brazo para cogerlo, impaciente la otra del descuido, le dio un embión que bastó para que, faltándole la seguridad de los pies, diera con el cuerpo en el agua y la arrebatara la corriente. Zozobrando en su profundidad, empezó a invocar a la Virgen del Pilar con providencia divina o por costumbre habituada con la educación y ejemplo de sus padres, que eran muy devotos de esta gran Reina, la cual estuvo pronta a su socorro, que no contenta con librarla del riesgo, quiso hacer a todos patentes el prodigio que, llevada del rápido curso del río, le sirviesen las olas de solido cristal a seguridad desde dicho postigo Sarreal, donde cayó, hasta el Puente de Tablas, donde la recogieron a vista de mucha gente que, a las voces del suceso y a la aclamación del prodigio, llenaron la ribera de plausibles y compasivas voces, alentando a la dichosa niña


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el Puente de Tablas y se la entregó a su afligido padre, que la lloraba ahogada, con suyo recobro, puesta en sus brazos, la llevó alborozado a la Santa Capilla, ofreciéndosela de nuevo a la Reina de los Ángeles, envuelta en copiosas lágrimas de reverente culto, en acción de gracias de tan milagroso favor.

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con la invocación de la Virgen del Pilar. Según después dijo ella aVicente Casanova, hermano de su madre y testigo examinado en la información recibida del milagro, afirmando que “desde que invocara a la Virgen, vio a su lado a una Señora que iba en su compañía, diciéndole que tuviese buen ánimo, que no se ahogaría”. Con este aliento y socorro anduvo tan gran distancia, entre sentada y de rodillas sobre sus pobres basquiñuelas que le sirvieron de seguro esquife, dando lugar a que Cristóbal García, pescador, avisado de la desgracia, fuese a buscar su barca y se pusiese al alcance de la niña, que fue el que la cogió en

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El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII-XVI) 1 autora: Mª Elba Ochoa Larraona

Resumen El presente artículo tiene por objetivo ofrecer cierta luz sobre el palacio de Azcona, sito en el Valle de Yerri, sus poseedores y herederos y cualquier otra vicisitud histórica que nos ayude a comprender la realidad de los palacios cabo de armería navarros en las diferentes épocas históricas. Nuestro texto se centra temporalmente en los siglos XIII al XVI cuando las fuentes documentales arrojan escasas informaciones pero que suelen ser muy reveladoras y del todo suficientes para explicar la base patrimonial que procuraba los intentos sucesivos de ascenso familiar hacia cotas más elevadas socialmente.

Laburpena Artikulu honetan Deierriko Azkonako jauregiaren,eta bere jabeen zein ondorengoen inguruan argibide batzuk eskaini nahi dira. Era berean gorabehera historiko batzuei buruz informatu nahi da, Nafarroako jauregien egoera garai ezberdientan zehar ulertze aldera. Gure testuak XIII.mendetik XVI.mendera bitarteko aroari helduko dio, dokumentazio iturriek emandako informazioa, urria izan arren, nahikoa eta argigarria izaten baita azaltzeko nolako ondarea eskaintzen zien familiei gizarte-mailatan gora igotzeko.

Los palacios cabo de armería del reino de Navarra disfrutaban de un estatus o categoría jurídica diferente y contaban con una serie de preeminencias que los distinguían y diferenciaban del resto de nobles y privilegiados. Partían de un punto diferenciado y es que su linaje era originario de su solar o casa, conceptos indisolubles todos ellos. Su casa “no portaban de otro”, era solar de origen de un clan, de su linaje, al cual le correspondía un apellido, en este caso y como era habitual, el apellido coincide con el toponímico de

“Azcona”. Este origen preclaro se concretaba en una serie de privilegios especiales y comunes a todos ellos: palacio con distinción de cabo o cabeza de armería, mayorazgo que vinculaba los bienes principales con llamamiento de primogenitura y una larga serie de exenciones económicas, sociales, de prestigio social y religiosas.Todas ellas conformaban un mundo separado, privilegiado, dentro de la nobleza rural, pues la mayor parte de ellos se emplazaban en localidades pequeñas2.

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Este artículo está dedicado a la familia poseedora del palacio de Azcona en la actualidad, el matrimonio HernándezSan Martín y sus descendientes, dignos defensores del patrimonio heredado de sus ancestros. Desde estas líneas mi gratitud más sincera por permitirme consultar su archivo familiar.

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Sobre las principales características que definen a estos palacios consultar: MARTINENA RUIZ, J. J., Navarra, casti-


El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI)

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Fachada principal del palacio cabo de armería de Azcona. (Foto S. Casi)

SEÑORES DEL PALACIO DURANTE LOS SIGLOS XIII, XIV Y XV

Los primeros dueños del palacio de Azcona de los que tengamos constancia fueron Martín Sánchez de Azcona y su mujer, María de Ciordia, “hija del palacio de Ciordia”, en el año 12403. El siguiente señor del palacio fue su hijo Gonzalo Martínez de Azcona quien casó el 13

de junio del 1309 en el monasterio de Santa Clara de Estella con Elvira Remírez de Arellano, hija del noble mosén Remírez de Arellano, caballero ricohombre, y Marquesa de Usa, su mujer. A este Gonzalo se le confiscó el palacio con todas sus pertenencias por haber sido desobediente a los mandatos del rey Carlos II. Su hijo Juan Martínez de Azcona, fue premiado por los servicios que prestó a dicho rey

llos y palacios, Caja de Ahorros de Navarra, Pamplona, 1980; y su reedición posterior: Navarra. Castillos, torres y palacios, Ed. Departamento de Cultura y Turismo, Institución Príncipe de Viana (en adelante Inst. PV) y Gobierno de Navarra, Pamplona, 2008. 3

Esta genealogía de los poseedores del palacio ha sido consultada en el Archivo del palacio de Azcona (en adelante APA) y en el AGN,Tribunales Reales, Proceso nº 12.808, Segunda Serie, Sec. Martínez, Segunda serie, año 1655, Sent., “Proceso de Bertol de Urdiain contra Joseph de Azcona sobre inhibición de nueva obra”, fol. 120 y ss.; Miguel de Azcona, señor del palacio de Azcona, el cual entró en posesión del mismo el día de la festividad de San Pedro Apóstol -29 de junio de 1624-, elabora una lista de los poseedores del palacio de Azcona desde 1240 has-


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HISTORIA

en la guerra que tuvo con el rey de Francia, al liberarle de la prisión en la que le tenía, en el castillo de Alleux4 y en el año de 1366 se le concedió la merced por la cual recuperó el palacio de Azcona con todas las pertenencias que anteriormente habían sido confiscadas a su padre. Desconocemos quien fue su mujer, pero dejó como sucesor a Martín Martínez de Azcona. Martín Martínez de Azcona casó con María de Celaya, hija del palacio de Jaureguizar, y dejaron por sucesor a su hijo Sancho Martínez de Azcona. Sancho Martínez de Azcona casó con Teresa López de Sarasa, hija de Gil López de Sarasa, señor de los palacios de Sarasa y Lácar. Se conserva el contrato matrimonial de ambos con fecha del 10 de enero del año 13975, donde aparece recogido un primer inventario de los bienes familiares y la primera referencia documental del palacio de Azcona. En

el dicho contrato Martín Martínez de Azcona, escudero y señor del palacio de Azcona, hace donación a su hijo Sancho Martínez del palacio de Azcona: “el qual se afrenta con su corral et hera de trillar et de todas partes con calles publicas” y de todas sus heredades en el término de Azcona6. Posteriormente, en pleno siglo XV, se fundó el mayorazgo familiar del palacio de Azcona con fecha del 9 de junio de 1442, por Martín Sanz de Azcona y su padre7. Martín Sanz de Azcona ostentó importantes cargos como maestre de hostal del rey don Juan de Aragón y Navarra y de la reina doña Leonor y también del obispo de Pamplona8. Sus meritorios servicios se vieron recompensados cuando el rey don Juan II le concedió merced de las pechas -reales hasta entonces- de Azcona, Arizaleta,Villanueva y Lezáun, mediante carta fechada en Zaragoza el

ta el 1629. La información la toma de unos viejos papeles que le entregó su primo Juan de Urra, señor de los palacios y lugar de Urra, que estaban en poder de su hermano el licenciado Domingo de Azcona, abad del lugar de Arizaleta, comisario del Santo Oficio de la Inquisición y arcipreste del Valle de Yerri, ya difunto.También YANGUAS Y MIRANDA, J., Diccionario de Antigüedades del Reino de Navarra, Tomo III y Adiciones, Ed. Diputación Foral de Navarra e Inst. PV, Pamplona, 1964, pp. 240-241; aporta datos de los señores de Azcona desde 1393 a 1513 extraída de los libros de Comptos. 4

GARCÍA GAÍNZA, M. C., HEREDIA MORENO, M. C., RIVAS CARMONA, J. y ORBE SIVATTE, M., Catálogo Monumental de Navarra, II**, Merindad de Estella, Ed. Inst. PV, Pamplona, 1983, p. 677.

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AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 114: la dote de la novia fue de “400 florines de moneda contando por cada florin 30 febles de dineros carlines prietos” y el contrato fue realizado en la villa de Estella por el notario Fernando de Miranda.

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Ibídem, fol. 114; otras propiedades son: “una torre palomar e cuerpo de casa de la parte misma del palacio teniente con el dicho corral et camino publico”, una era de trillar con su plaza y otros solares de casas en Azcona. En cuanto a terrenos: una huerta, dos piezas linar, treinta y tres piezas, cinco viñas, “la gran pieza de Salduman” y “la pieza llamada Joan Martre Soroa”; todas ellas sin especificar medidas de superficie.

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Ibídem, fol. 120: “Martin Sanz de Azcona quien y el dicho su padre hicieron mayorazgo perpetuo del palacio de Azcona”.

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IDOATE, F., Catálogo del Archivo General, Sección de Comptos. Documentos,Tomo XLVI, Ed. Aramburu, Pamplona, 1968, p. 46: Martín de Azcona, maestrehostal del obispo de Pamplona, recibe 1.125 libras en pago de 4 lanzas del año anterior, conforme a la ordenanza del rey. Tafalla, 8 abril 1451; original en papel firmada por dicho tesorero; y p. 421: Martín de Azcona, maestre hostal del obispo de Pamplona y capitán del valle de Yerri, reconoce haber recibido 540 libras de Juce de Rabidauit por sus hombres de armas, que se relacionan. Original firmado por el maestre en Estella, el 3 de enero de 1457.


El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI)

20 de octubre de 1459 y que posteriormente fue confirmada por la reina doña Leonor, su sucesora, en Estella, el 27 de julio de 14769. Todo parece indicar que por sus eminentes cargos debió llevar una vida muy próxima a la figura real y su corte, hecho que debió ser determinante para el entronque vía matrimonial de los Azcona con importantes familias del entorno real como eran los Agramont. Martín Sanz de Azcona contrajo matrimonio con María de Briscos y Agramont como consta por contrato fechado el 15 de junio de 1443. María era dama de la princesa de Navarra y sucesora y señora del palacio y lugar de Briscos. Dicho lugar en la actualidad es la parroquia francesa de “Briscous”, situada en el territorio histórico de Labort, cercana a la localidad de Bayona. Este matrimonio tuvo por hijo mayor y sucesor a Juan Martínez de Azcona, el cual fue capitán del valle de Yerri y casó con Janquaina de Beaumont, hija del Condestable de Navarra, pero murieron ambos sin descendencia10, por lo que sucedió su hermano Sancho Martínez de Azcona11. Con este enlace se puede vislumbrar cierto cambio en la estrategia matrimonial familiar pues el heredero casa con una hija del Condestable, en una fecha próxima al cambio de siglo cuando el poder de la figura del Condestable Luis de Beaumont en el reino era crucial e indiscutible. Sin embargo, las raíces con Ultrapuertos se mantenían vivas en el seno familiar pues el siguiente señor del pa-

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Fachada principal de la Casa Recayn de Obanos. (Foto Mª. E. Ochoa)

lacio de Azcona, el ya citado Sancho Martínez de Azcona, el cual ostentó el cargo de alcalde ordinario de los hijosdalgo del mercado de la ciudad de Estella y su merindad, tuvo por esposa a Ismona de Santa María, hija del palacio de Leta en Ultrapuertos. Este matrimonio dejó por sucesor, como parece por su testamento de hermandad firmado el 12 de agosto de 1517, a su hijo Martín Martínez de Azcona, el cual casó con Graciana de Recayn, hija de la casa principal de los Recaynes de Obanos.

AZCONA, T. de, Azcona de Yerri. El pueblo, su parroquia y sus ermitas, Ed. Lamiñarra, Pamplona, 2011, pp. 33-34.

10 AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 120: “como consta y parece del descargo de torna dote por haber fenecido sin hijas hijos (...)”. 11 APA, según el testamento de María de Briscos y Agramont, como heredera de su marido, efectuado en Azcona el 24 de febrero de 1499 ante el notario Diego de Luquiayn.


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HISTORIA

SEÑORES DEL PALACIO DURANTE EL SIGLO XVI

Los señores del palacio de Azcona a inicios del siglo XVI, el matrimonio formado por Martín Martínez de Azcona y Graciana de Recayn, lógicamente se vieron envueltos en los acontecimientos bélicos que se desarrollaron en Navarra a partir del año 1512 cuando los castellanos de Fernando el Católico entraron en Navarra siendo general el Duque de Alba. La familia Azcona siempre había sido muy cercana a los reyes navarros y su parcialidad agramontesa era innegable por lo que Martín Martínez con su padre Sancho Martínez se hicieron fuertes en el castillo de Estella. Sin embargo obtuvieron licencia por parte del rey castellano

Casa Escolar de Muruzábal. (foto Mª. E. Ochoa)

12 AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 120.

para salir con sus armas y “Martin Martiniz fue con su reguimiento y del rey don Juan, su rey propietario del reyno de Nabarra, a Francia donde todos andubieron con artos trabajos pero seguiole como fino agramontes y leal vasallo”12. Posteriormente, Fernando el Católico amnistió a los que se habían ido a Francia con su rey, instando a que volviesen a sus casas pues “les perdonaba la pena en que pudieron caer”. Martín Martínez se acogió al perdón real y regresó a su palacio de Azcona, sin embargo en 1513 le prendieron y llevaron preso a la mota de Medina donde estuvo tres años, confiscándole el palacio y todos sus bienes.Tras esos


El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI)

Escudo de la fachada principal de la Casa Escolar. (foto Mª. E. Ochoa)

tres años “bino con libertad a su palacio restituyendole todos pero quitaronle pechas y la bara de los hijos dalgo del mercado de Estella que era por polica del dicho palacio como consta de la merced”13. Martín Martínez de Azcona y su mujer realizaron testamento de hermandad el 20 de noviembre de 1521, en el cual dejaban por sucesor a su hijo Sancho Martínez de Azcona, quien casó con Joana Martín Ibáñez, hija de la casa llamada “del Escolar” en Muruzábal. Esta casa principal contaba con su propia capilla de enterramiento en la iglesia parroquial de San Esteban de dicha localidad -que se conserva en la actualidad- en el cual se ubica el fabuloso retablo medieval de los Santos Jua-

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Detalle del retablo de los Santos Juanes. Escudo armero. Iglesia parroquial de Muruzábal. (foto Mª. E. Ochoa)

nes. Este retablo sin duda fue debido a la promoción de dicha familia pues los dos escudos que figuran en él, coinciden exactamente con el ubicado en la fachada principal de la casa. A ambos les sucedió su hijo Martín Sánchez de Azcona quien casó en 1557 con María de Urra, hija de Juan Beltrán de Urra y Albizu y de Isabel de Anderaz, señores del palacio y lugar de Anderaz y de los palacios y lugar de Urra14. Este matrimonio realizó su testamento de hermandad el 4 de enero de 157715, y primeramente -y como es habitual- se procede a la fundación de misas y otros oficios religiosos por el alma de los testadores y de otros difuntos familiares con asignación de las cantidades de

13 Ibídem, fol. 120. 14 APA, el contrato matrimonial se firmó el 11 de mayo ante el notario Remiro de Ganuça. 15 APA, el testamento se realizó estando Martín enfermo ante el notario Diego de Alloz. (Ver Apéndice documental).


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HISTORIA

dinero para la cera, clérigos y cantores de dichas celebraciones. En ocasiones, los días para los oficios corresponden con fechas muy señaladas para la familia, como en este caso: los días concretos en que fallecieron su padre Sancho de Azcona que era el día de San Martín de noviembre y el día que murió su madre Joana Martín Ibañez, que era el día de la Visitación de Nuestra Señora. Esta fundación de misas ordenan se incorporen a la capellanía familiar que poseían en la iglesia parroquial de San Martín de Azcona, a la cual donan en compensación sendas cargas de trigo y un quintal de hierro para la construcción de una campana. Tras ello nombran por su heredero y sucesor en su mayorazgo y bienes a su hijo primogénito Martín Sanz de Azcona: “Itten ordenamos y mandamos, instituymos y señalamos por nuestro heredero subçesor a Martin Sanz nuestro hijo mayor de nuestros palaçios y de todos sus bienes, onores y pertenençias (...) conforme al binculo y mayorazgo antiguo d’este nuestra cassa y palacio”. Además de los bienes vinculados por mayorazgo dotan al sucesor de otros bienes conquistados por el matrimonio testador, como era un censo impuesto sobre la villa de Dicastillo de 200 ducados y los bienes que Sancho Lezáun le donó a Martín Sánchez de Azcona, antes de profesar como monje en el monasterio benedictino de Santa María la Real de Irache en Ayegui. Tras las misas y fundaciones pías por sus almas y la designación del heredero y sucesor, que eran los aspectos primordiales en todo testamento del siglo XVI, otro punto de preocupación era la dotación de otros familiares de-

pendientes del cabeza de familia, como era el hermano del palaciano y los hijos del matrimonio -que parece ser eran todavía menores. Todos ellos son encomendados a familiares cercanos y de confianza, sean hermanos o primos, los cuales ejercían de tutores y habitualmente de albaceas testamentarios, como en este caso, cuando el matrimonio nombra por los mismos a sus respectivos hermanos: Joan de Urra, señor del lugar y palacio de Urra, a el bachiller Joan Martínez de Azcona, rector del lugar desolado de Guerano o Guerán16 y beneficiado de la iglesia parroquial de Azcona, y finalmente a Pedro Martínez de Azcona, vecino de Dicastillo. Martín Sánchez de Azcona no debió fallecer porque posteriormente, el 15 de junio de 1580, elevó un inventario de bienes, ordenado por su padre Sancho Martínez de Azcona en su último testamento. Era usual tras la institución de mayorazgo familiar, al igual que tras contratos matrimoniales o testamentos, el elaborar una relación de los bienes muebles e inmuebles que se poseían de manera totalmente actualizada, donde se consignaba tanto los bienes incluidos en el mayorazgo a perpetuo, así como la herencia aportada por otros familiares y parientes al mayorazgo y los bienes libres o conquistados por los firmantes. En el presente inventario podemos señalar una de las primeras referencias documentales a su palacio familiar, que lógicamente aparece citado en primer lugar por ser la posesión más apreciada y consustancial a la esencia que caracteriza y define a estas familias navarras poseedoras de palacios cabeza de armería: “Primeramente el dicho palacio de Azcona se

16 IDOATE, F., “Poblados y despoblados o desolados en Navarra (en 1534 y 1800)”, Revista Príncipe de Viana, nº 108109, Pamplona, 1967, pp. 323 y 338; desolado situado entre Riezu y Arizaleta.


El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI)

afrenta de las dos partes de arriba con calles publicas y de la parte debajo con casa de Garcia Sanz o de su heredero Martyn Soles y con la cassa de la capellania que es del dicho Palacio y junto a la dicha casa de la capellanía de la parte de arriba una torre palomar con su cuerpo de cassa que tira asta la casa de Martyn de Yarca ya defunto que es del dicho palacio”17. El hijo primogénito de dicho matrimonio, Martín Sanz de Azcona no tomó estado y falleció en la ciudad de Córdoba ”con un cargo que le dio el Rey don Phelipe el segundo”18 y a éste le sucedió su hermano mayor, Juan de Azcona. Juan de Azcona, el heredero, casó con Isabel de Echarren, hija de Gastón de Echarren19 y de María de Rada, difunta, vecinos de la villa de Falces. Conservamos el referido contrato matrimonial donde Juan de Azcona figura como señor del palacio de Azcona y su mayo-

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razgo, como hijo legitimo de Martín Sanz de Azcona, ya difunto y de María de Urra20. Este contrato matrimonial se realizó en Mañeru el 25 de junio de 1598 y con la misma fecha se efectuó el habitual inventario de bienes con el palacio a la cabeza del mismo: “Primeramente la cassa y palacio de Maria de Hurra y de su hijo Juan de Azcona se afrenta con casas de M Sotes y de Pedro de Arguinano, labrador y pajero conocido que es del dicho palacio y de otra parte con plaza concejal de el dicho lugar y una puerta dentro en la dicha cassa y palacio afrontada con casa de M Sotes y con la cassa de la capellania del dicho palacio y mas frontero de la puerta principal una hera o plaza”21. La familia Azcona poseedora del palacio cabo de Armería disfrutaba de una serie de honras y preeminencias en los oficios religiosos, muy apreciadas por la hidalguía en la época pues era fiel reflejo de su estatus privilegiado

17 AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 48; otros bienes adscritos al mayorazgo son: “una era de trillar ante los portales del palacio afrontado de las dos partes con caminos publicos y de la parte debajo con casa de Martyn de Yarca”, otra casa, era y huerta en Azcona y en cuanto a piezas: 54 piezas de un total de 178 robadas y 4 viñas de un total de 49 peonadas. Junto a esto la vecindad de los lugares de Alloz, Lucinmendi, Ugar, Arizala, Arizaleta, Ciriza, Anaztur e Ylirica. 18 AGN, Proceso citado en nota 3, fol. 120. 19 AGN, Proceso citado en nota 3, fols. 56-62. Gaspar de Echarren da en dote a su hija 1.350 ducados, y establece que en caso de muerte vuelvan a su donador, y si ya hubiere fallecido, a Margarita y Maria de Echarren, hermanas de Isabel. Gaspar de Echarren pensamos pudiera descender del palacio cabo de armería de Echarren de Guirguillano, así en este contrato figura como testigos de la familia Echarren: “el Doctor Ximenez de Cascante, enfermero de la Madre Iglesia de Pamplona,Tomas de Echarren, señor del palacio de Echarren, Don Juan de Echarren, abad del mismo lugar de Echarren, y el licenciado Rodecillas, abogado en las Audiencias reales del Reino y vecino de la villa de Olite”. 20 Ibídem, fols. 56-62; como testigos por la familia Azcona figuran el licenciado Domingo de Azcona y Miguel de Azcona, sus hermanos, el bachiller Azcona, su tío, el bachiller Juan Martínez de Azcona, abad del dicho lugar, Juan de Urra, señor de Urra y vecino de Lezáun y Joan Fernández de Murugarren, vecino de Murugarren, cuya es la casa de Arburua. 21 Ibídem, fols. 56-62; disfrutaban de pecha en el lugar de Azcona en cada un año a perpetuo de 4 robos y medio de trigo y lo mismo de avena y en dinero 27 cornados; también sobre el lugar de Villanueva una pecha perpetua de 12 robos de trigo y sobre “el monte de Arrastia tienen de pasto en cada año a perpetuo quatro puercos y medio”. En cuanto a las vecindades foranas poseían las de los lugares de Ugar, Alloz, Burumendi, Ibiricu, Arizala, el desolado de Arrastia y el desolado de Ciriza.


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HISTORIA

y diferenciado respecto al resto. Estas calidades de sus personas tenían como escenario tanto en la iglesia parroquial como las basílicas del dicho lugar de Azcona y en el inventario anterior de 1580 no aparecían recogidas, si bien ello no es óbice para que no las disfrutasen desde tiempos inmemoriales. Así bien los propietarios del palacio y sus mujeres disfrutaban de asiento y ofrenda preferente: “Primeramente tienen asiento en la iglesia parroquial en los primeros bancos ante y primero y lo mesmo en el ofrecer y si son padre e hijo el padre tiene la parte de el Ebangelio y el hijo la parte de la Epistola siendo propietarios”. “Item la misma horden tienen las dueñas de el dicho palacio y sus hijas al lado d’ellas ante y primero que las otras dueñas del dicho lugar”22. En cuanto a las propiedades inmuebles, se puede observar claramente en comparación con el inventario anterior de 1580, que se han triplicado y además en un espacio de tiempo relativamente corto, a ambos inventarios les separa una diferencia de 18 años y la suma aproximada de propiedades a fecha de 1598 es de: 45

piezas de un total de 531 robadas aproximadamente y 5 viñas con un total de 242 peonadas. A modo de conclusión, diremos por un lado que la filiación familiar a la causa agramontesa en el siglo XV debido a cargos en el entorno real debió mantenerse oculta, mediada la conquista castellana del reino y motivada por la preocupación de la familia Azcona por recuperar los bienes confiscados entre los que se encontraba su valioso palacio familiar. Conseguido dicho objetivo y mediado el siglo XVI se puede rastrear fácilmente los intentos familiares por aumentar su patrimonio mediante ventajosos matrimonios con descendientes y herederas de otros palacios próximos. Finalmente hemos de reseñar que éste es el proceder habitual de todas las familias navarras hidalgas que pretendían el ascenso hacia capas más elevadas socialmente, donde se debía partir de una base patrimonial muy estable y que progresivamente debía ser aumentado por diferentes medios, siendo los más frecuentes los matrimonios, como hemos comprobado en este caso.

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APÉNDICE DOCUMENTAL I (APA, extracto del testamento de hermandad realizado por Martín Sánchez de Azcona el 4 de enero de 1577 ante el notario Diego de Alloz).

“Itten, por quanto se alla que don Graçian nuestro tio benefiçiado en la iglesia de Azcona dejo una fundaçion y capellania en la dicha iglesia, queremos y mandamos que estas missas que ordenamos en todo el año

22 Ibídem, fols. 56-62.

que dezimos (...) se ayan de juntar con la dicha capellanía (...). Itten, dezimos que tenemos dados dozientos ducados a censso sobre la villa de Dicastillo de los quales dozientos ducados man-


El palacio cabo de armería de Azcona y sus señores (siglos XIII - XVI)

damos que el sobrebibiente que de nosotros quedare pueda disponer y ordenar a su voluntad. Itten, yo el dicho Martin Sanz digo que por quanto esta por cassar y remediar mi hermano Francisco Mnz al qual mando y ordeno que se le den trezientos ducados (…). Itten, ordenamos y mandamos instituymos y señalamos por nuestro heredero subçesor a Mn Sanz nuestro hijo mayor de nuestros palaçios y de todos sus bienes onores y pertenençias (...) conforme al binculo y mayorazgo antiguo d’este nuestra cassa y palacio. Itten, ordenamos que con el sobrebibiente de qualquier de nos a una ayan de tener y tengan poder y facultad don Mn Ybanes de Muruçabal, benefiçiado y capellan de la yglesia de Muruçabal, nuestro primo, y Joan de Urra cuyo es el lugar de Urra nuestro hermano vezino de Leçaun de tener cuenta del remedio de nuestras creaturas (...). Itten, dexamos por legitimo herencia a nuestros hijos e hijas a saverse a Martin Sanz, mayor, a Joana, Domingo, Miguel y Maria y Madalena de Azcona (...). Itten, yo el dicho Martin Sanz digo y conffiesso que Sancho Leçaun hijo de Joan de Leçaun al presente residente en el monesterio de Yrache y donado en el dicho monesterio y que antes que hiziese proffesion ni entrase por donado en el dicho monesterio hizo testamento, çession y donacion de sus bienes a mi el dicho Mn Sanz por ante Joan

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de Ubalde, escribano real, vezino de Estella, para esto es mi voluntad y dexo el dicho erençio a mi hijo Martin Sanz, heredero y subcessor mio, los dichos bienes (...). Itten, yo el dicho Martin Sanz dexo para las barras de la canpana de Azcona que esta par poner el cabeçal un quintal de yerro y que esto se pague luego y mandamos marido y muger sendas cargas de trigo a la iglesia de San Martin de Azcona despues que finaremos el primer agosto y mas mando yo el dicho Martin Sanz que se digan en la yglessia parrochial del lugar de Muruçabal veynte missas por las aias de mis aguelos y de los que doy encargo y se paguen por cada missa a real”. Nombran por sus cabezaleros a: “Joan de Urra, nuestro hermano, señor del lugar y palaçio de Urra, y mi hermano, el bachiller, don Joan Martiniz de Azcona, rector del Lugar desolado de Guerano y beneficiado de la yglessia parroquial de Azcona, y a don Lope de Anderaz y Baquedano, beneficiado de la yglesia parrochial de Abarçuça, y a Joan de Subiça, menor de días, vezino del lugar de Leçaun, y a Pedro Mnz de Azcona, nuestro hermano, vezino de la billa de Dicastillo, y por sobre cabeçaleros a los ilustres liçenciados don Domingo de Labayen, abad perpetuo de Nuestra Señora de Yrançu, y a liçenciado don Pedro de Anderaz y de Baquedano, abad de Adios, y a don Martin Ybanes de Muruçabal, beneficiado y capellan de la yglessia de Muruçabal”.

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La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado autora: Carmen Lacunza Astiz

Resumen Manuel Joaquín Navarro decidió fundar una Nueva Población en el que durante varios siglos había sido “Lugar Desolado de Zarapuz”. Durante más de una década realizó multitud de gestiones de todo tipo en pro de la nueva repoblación, pidió préstamos para realizar diferentes obras en el término y mantuvo pleitos contra la ciudad de Estella intentando que se le reconociera la jurisdicción privativa sobre el “Lugar”. Tras innumerables dificultades, consiguió fundar la Nueva Población pero los primeros años en Noveleta fueron más duros de lo previsto.

Laburpena Manuel Joaquín Navarrok Zaraputz izandako eremuan herri berri bat sortzeko erabakia hartu zuen. Hamarkada luze batez aritu zen zuzemen anitz egiten birpopulatzea lortzeko, maileguak eskatu zituen inguruetan lanak egin ahal izateko eta auziak izan zituen Estella hiriaren kontra, “Tokiaren” jurisdikzio pribatua eskuratze aldera. Ezin konta ahalako zailtasun gainditu ondoren, herri berria sortzea erdietsi zuen, lehendabiziko urteak espero baino gogorragoak izan ziren arren.

INTRODUCCIÓN: LA NUEVA POBLACIÓN DE NOVELETA Y OTROS EXPERIMENTOS ILUSTRADOS

Manuel Joaquín Navarro y Vizcaíno, estellés adinerado, ilustrado y con iniciativa decidió “repoblar un lugarcito, eredado en Ruinas de sus Abuelos” (…) “(…) para que sus tierras estuvieran mejor cultivadas y rindieran más provecho”, fundando en él una Nueva Población: Noveleta1. Cuando Manuel Joaquín concibió la idea de hacer la Repoblación se inspiró sin duda

en Nuevo Baztán, primera nueva población ilustrada construida entre 1709 y 1713 cerca de Madrid por el baztanés Juan de Goyeneche, así como, salvando las distancias demográficas, en las Nuevas Poblaciones llevadas a cabo en los despoblados de Sierra Morena y la Baja Andalucía en las que se asentaron 6.000 colonos centro europeos2. Ambos experimentos, como el de Manuel Joaquín, se enmarcaban en una política de reformas económicas, políticas, educativas y sociales llevada a cabo a lo largo

1 Archivo de la Casa Grande de Noveleta (en adelante ACGN). Plan de Repoblación. 2 PALACIO ATARD,Vicente, “Las “Nuevas Poblaciones” de la Ilustración”, Cuenta y Razón, nº 29, 1987, p. 7.


La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado

de todo el siglo XVIII pero muy especialmente durante el reinado de Carlos III. ANTECEDENTES HISTÓRICOS 1490. LUGAR DESOLADO DE ZARAPUZ

En el que durante siglos había sido el pueblo de Zarapuz no quedaban sino ruinas. El término era propiedad del Monasterio de San Juan de la Peña y la Iglesia de San Pedro de La Rúa de Estella, dependiente de aquel, la llevadora de sus frutos. Ese año, el Prior (Pedro de Ordaniso), Clérigos Beneficiados “et Capitol de San Pedro Larrua” dieron el término a censo perpetuo enfitéutico (o infitiótico) a Pedro de Amburz (Estella, aprox. 1435-1518), abad de la parroquial de Garde en Roncal y Vicario General de la Diócesis de Pamplona. El censo enfitéutico era un régimen de tenencia de la tierra en el que el dominio directo correspondía al propietario y el dominio útil a quien usaba y aprovechaba la finca (el enfiteuta). Aunque la escritura recogía que el censo era perpetuo (para siempre) la falta de pago del canon llevaba consigo el comiso, es decir, que el titular del dominio directo recuperara el útil y la finca volviera a su situación inicial. Seguramente eso fue lo que pasó con Gil de Caratambor (notario) y Juana Fernández, viuda de Juan Martínez Guernica, a quienes en 1431 se dio el “Lugar” a censo perpetuo por 60 robos de trigo a pagar cada año al Prior y Beneficiados y con el compromiso de que en 10 años repararan la casa denominada “La Abadía” e hicieran 40

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peonadas de majuelos (viñas pequeñas) de amejoramiento, teniendo la posibilidad de dividir el término en dos3. Seguramente, los enfiteutas no habrían llegado a cumplir las condiciones exigidas en la escritura; ni se plantarían las viñas ni por tanto se pagarían los 60 robos de trigo al año y la casa de “La Abadía” se habría derrumbado definitivamente. No resulta extraño teniendo en cuenta lo convulsos que fueron aquellos tiempos. En la escritura de donación a Pedro de Amburz de 1490 se explicaba “que por guerras, mortandades etc. no pueden usufructuar dicho Lugar sino muy poco” y que lo daban con la esperanza de que pudiera ser rentable en el futuro. Condicionaban la dación a “que no podais dar, legar, vender” y a: - Hacer una casa. - Plantar una viña de 60 peonadas en el plazo de 8 años manteniéndolas “amejoradas y no apeoradas y dar a la dicha viña sus buenas labores en sus debidos tiempos”. - Defender el lugar. - Pagar al Prior y Beneficiados 50 robos de buen trigo limpio traídos al granero del hórreo de dicho Cabildo de Estella para el día de San Gil, en septiembre. Preveían que pudiera hacerse regadío en Noveleta, lo que supondría grandes gastos y grandes beneficios, y en ese caso la cantidad a abonar al Prior y Beneficiados se reduciría a 30 robos. - Décimo (o diezmo) y primicias de los frutos anualmente. - Una cena anual, honradamente, al Prior y sucesores con 3 compañeros.

3 RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, PABLO, Zarapuz y Noveleta. Navarra.Temas de Cultura Popular, nº 158, pp. 910. ACGN. Núm. 6. Descrito en la Escritura de reconocimiento del censo de 1626.


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HISTORIA

Juan de Amburz y Piedramillera Muere en Estella antes de 1509

María de Erviti Muere en Estella después de 1509

Pedro de Amburz y Piedramillera (Aprox. 1435- Estella,1518) En 1490 recibe Zarapuz Prior de San Pedro entre 1503 y al menos 1518

Juan de Amburz y Erviti (Estella 1486- dp de 1546) Hereda el Mayorazgo de Amburz, que incluye Zarapuz, en 1518

María Sánchez de Eguía (Estella, aprox 1489- ?)

Miguel de Amburz y Erviti (Estella, aprox. 1490- 1536) Prior de San Pedro entre 1518 y 1536

Juan de Amburz y Sánchez (Estella, 1518-1577) Prior de San Pedro entre 1536 y 1577

Priores de San Pedro de La Rúa pertenecientes a la familia Amburz.

- Renovar de 20 en 20 años el contrato de reconocimiento del censo ante sus verdaderos propietarios por medio de escritura ante escribano a costa del otorgante. LA FAMILIA AMBURZ PASA A SER PROPIETARIA Y POSEEDORA DEL TÉRMINO AL MISMO TIEMPO

En 1503 Alejandro VI otorgó el priorato de San Pedro a Pedro de Amburz (beneficiado perpetuo de dicha Iglesia) por libre resignación del prior saliente4 -el mismo que unos años antes le había dado Zarapuz-, de forma que Pedro pasó a ser propietario y enfiteuta al mismo tiempo. En 1509, Pedro donó el término “para despues de sus dias” a su sobrino Juan de

Amburz (Estella, aprox. 1486-dp de 1546), con motivo de la firma del contrato de matrimonio de este último. La escritura indicaba que, desde el día que previnieren en Juan de Amburz por muerte de Pedro “por siempre jamas hayan de ser he sean de Mayorazgo”5. Un mayorazgo era un conjunto de bienes vinculados que no podían enajenarse, venderse o repartirse en herencia y sí aumentarse. En el momento en que se establecía el Mayorazgo se fijaban sus condiciones como quién lo heredaría, generalmente el primogénito varón. Unos años después, Pedro resignó en el Papa León a favor de otro sobrino, Miguel

4 GOÑI GAZTAMBIDE, José. Historia Eclesiástica de Estella,Tomo I: Parroquias, iglesias y capillas reales, Departamento de Educación y Cultura, Pamplona, 1994, pp. 83-84. 5 ACGN. Núm. 1. Contratos matrimoniales de Juan de Amburz y María Sánchez de Eguía y Fundación del Mayorazgo de los Amburz. 17 de febrero de 1509.


La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado

de Amburz, hermano de Juan, que sería el prior a la muerte de Pedro. A Miguel sucedería como Prior otro Juan de Amburz (sobrino de Miguel e hijo del Juan que recibió el término de Pedro), que fue Prior hasta su muerte en 1577. Es decir, entre 1503 y 1577 tanto el Priorazgo de San Pedro como la posesión de Zarapuz estuvieron en manos de la familia Amburz. Seguramente el hecho de que el propietario y el poseedor del término fueran de la misma familia (e incluso la misma persona), determinara el incumplimiento de la obligación de renovar el reconocimiento del censo sobre el término, durante nada menos que 136 años, y es probable que tampoco las demás obligaciones se cumplieran. En todo caso, la familia Amburz siguió siendo la tenedora del término. En 1592 el Prior de San Pedro -primero en muchos años que no pertenecía a dicha familia- requirió judicialmente a la poseedora de Zarapuz, Magdalena de Amburz, para que le pagara tanto los 50 robos de trigo al año como el diezmo y la primicia sobre Zarapuz. En 1626 Magdalena se vería obligada a renovar el censo ante el Prior y Beneficiados de San Pedro de La Rúa6. Posteriormente, el censo lo reconoció al menos Gerónimo Manuel Navarro y Ladrón de Cegama en 1740. Entre al menos 1740 y 1810 el reconocimiento no se re-

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novaría. Así lo reflejó Joaquín Gerónimo Navarro y Gil (nieto de Gerónimo Manuel) en el “Imbentario de las escrituras censales y de otros papeles interesantes a su Mayorazgo” que elaboró en 1810 en el que, al lado de la anotación que recoge el reconocimiento de 1740, apuntó que era el último realizado hasta ese momento. En otro epígrafe anotó que se pagaban 30 robos de trigo al año “por un censo perpetuo en que se compró el término de Zarapuz y Noveleta”7. El canon había bajado de 50 a 30 robos porque se había hecho regadío. A pesar del censo que pesaba sobre el término, todos sus poseedores se intitularon Señores de Zarapuz y también en algunas escrituras aparecen como propietarios del término redondo (aquel sobre el que no pesa ninguna carga) de Zarapuz. MANUEL JOAQUÍN NAVARRO Y VIZCAÍNO: FUNDADOR DE NOVELETA

Nacido en Estella en 1740, fue el hijo primogénito de Gerónimo Manuel Navarro y Ladrón de Cegama (natural de Estella) y Fermina Vizcaino (natural de Miranda). Su abuelo paterno, Gerónimo Navarro y Tafalla (natural de Sangüesa), fue el primer Navarro que residió en Estella, a donde llegó en 1704 a raíz de su boda con Theresa Rossa Ladrón de Cegama, natural de Estella y heredera de los Mayorazgos de Ladrón de Ce-

6 ACGN. Sin núm. Reconocimiento del censo de 1626. Explica que las escrituras sobre Zarapuz se encontraron entre los papeles de Don Pedro Martínez de Morentin, abad de Metauten, heredero de Juan de Amburz (que fue Prior de San Pedro). 7 ACGN. Núm. 98. Acto de reconocimiento del censo perpetuo infiteusis (de Zarapuz) que hizo don Gerónimo Navarro al Cabildo Eclesiástico de San Pedro de la Rúa en 19 de noviembre de 1740 ante Manuel Joaquín Remírez.


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HISTORIA

GERONIMO NAVARRO Y TAFALLA Sangüesa, 1654 - Estella, 1727

THERESA ROSSA LADRÓN DE ZEGAMA Y AMBURZ Estella, 1672 - 1721 INÉS DE QUIXADA FERNÁNDEZ Los Arcos, 1705- Estella, 1732

GERONIMO MANUEL NAVARRO Y LADRÓN DE ZEGAMA Estella, 1705 - entre 1762 y 1769

FERMINA VIZCAINO Y ECHALAR Miranda de Arga, 1699 - Estella, ?

MARÍA JOSEPHA DE IRUJO Estella, aprox. 1740 - antes de 1761 MANUEL JOAQUÍN NAVARRO Y VIZCAINO Estella, 1740 - Pamplona, 1805

DOROTEA GIL DEL CASTILLO Y RAMÍREZ DE LA PISCINA San Vicente de la Sonsierra, 1743 - Estella, 1793 MIKAELA GOMERA Arguedas, 1728 - ?

Árbol genealógico de los tres primeros Navarros poseedores de Zarapuz y Noveleta y sus cónyuges.

gama (o Cegama)8 y Amburz. El abuelo de Manuel Joaquín, oidor del Consejo Real de Navarra en el momento de casarse con Theresa, tenía desde 1702 derecho de asiento en Cortes, por el Brazo Militar de los Caballeros o Nobles, por la casa de su apellido en Sangüesa compartido con su hermano Francisco Antonio9 “el uno en falta de otro y en falta de otros el sucesor y sus sucesores y descendientes, dueños y poseedores de su casa de los Navarro que tiene en Sangüesa”.

En el Archivo de la Casa Grande de Noveleta no aparece ninguna pista sobre los primeros años de la vida de Manuel Joaquín. Cuando contaba 18, sus padres y los de María Josepha de Irujo arreglaron la boda de ambos. Gerónimo Manuel donó a su hijo los Mayorazgos de la familia. También heredó Manuel Joaquín el derecho de asiento en Cortes siendo convocado a las reuniones de los años 1765, 1780 y 1794. Generalmente aparecía como Navarro Ladrón de Zegama,

8 ACGN. Núm. 2. Fundación del Mayorazgo de los Cegamas hecha por Juan Ladrón de Cegama y Beatriz Fernández de Guevara en 1623. 9 No confundir con Juan Francisco Navarro y Tafalla, nacido en Mélida a fines del siglo XVII que en 1760 consiguió el derecho de asiento en Cortes por su casa natal de Mélida siendo muy criticado porque decían que había comprado el título.


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siguiendo al apellido paterno el título del Mayorazgo de Cegama. Enseguida debió enviudar de su primera mujer porque desde 1761 estaba casado con Dorothea (Juachina) Gil del Castillo y Ramírez de Lapiscina, vecina de San Vicente de la Sonsierra de Navarra. Ambos vivían en la Casa Principal del Mayorazgo (de Cegama), sita en la Plaza del Mercado de Estella (hoy plaza de los Fueros). Era una gran casa de 3 pisos con 5 balcones en cada piso, con su bodega, jardín y caballerías.Tenían también otras casas al lado de la Principal (arrendadas a terceros) y otras 2 en la Calle de San Nicolás, frente a las escaleras de San Pedro (anteriormente era una sola casa, la principal del Mayorazgo de Amburz), una de ellas arrendada y la contigua cedida al “thio d. Fermin (Navarro) para que la use mientras viva”. Fermín era Presbítero. Hasta 1773, Manuel Joaquín y Dorotea tuvieron al menos 9 hijos e hijas. ESTADO DEL TÉRMINO UNOS AÑOS ANTES DE LA REPOBLACIÓN

Desde al menos 1624, había en Zarapuz una casita. Su casero la arrendaba con sus tierras y pertenecientes (probablemente buena parte de lo cultivado eran viñas) por 132 robos de trigo de buena calidad al año. La misma familia llevaba en la casa más de 50 años; primero la arrendaban Pedro Sánchez y Catalina Echauz y a ellos les sucedió una de sus hijas, María Sánchez, nacida en Zarapuz en 1713, casada con Miguel de Laca-

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Mapa del término en 1874.

lle10 y ya viuda para cuando Manuel Joaquín empezó con las obras de repoblación. En Noveleta había una gran casa de campo en la que la familia Navarro pasaba temporadas. Seguramente la construyó Gerónimo Ladrón de Cegama (bisabuelo de Manuel Joaquín) en la segunda mitad del siglo XVII, y Gerónimo Navarro y Tafalla (su abuelo) la mandó rehabilitar a principios del siglo XVIII e incluso pidió Parroquia. En ella vivía habitualmente una familia de domésticos que, además de llevar la casa cultivaban una parte de las tierras del término. Al menos desde 1772 Manuel Pinillos Zuasti y Polonia Las Navas Gaceta, naturales de Estella, eran sus caseros. Aparte, estaban arrendadas las yerbas así como muchas piezas pequeñas cultivadas por gentes que llegaban desde pueblos aledaños como Estella,Villatuerta o Ayegui. Gracias al

10 Archivo Diocesano de Pamplona (en adelante ADP). Libro de bautismos de la Parroquia de San Pedro de La Rúa. Miguel Lacalle era hijo de Miguel de Lacalle, natural de Aberin, y Catalina Bicuña (o Sainz de Vicuña), de Noveleta. Miguel y María tuvieron como mínimo 9 hijos.


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recibí de lo cobrado en concepto de diezmo por la Iglesia de San Pedro de la Rúa podemos saber que en 1777 Navarro tenía en el término corderos, trigo, mosto, maíz, avena, cebada, lino, así como algo de centeno, alubias, garbanzos, arbeja y olivas. Un guarda nombrado por el poseedor de Zarapuz y Noveleta defendía el lugar de ganados ajenos (como el del Monasterio de Irache), personas hambrientas o de que los vecinos de Ayegui no cortaran leña en Zarapuz11. Ya en 1520 había guarda en el término lo que fue motivo de pleitos con la ciudad de Estella durante generaciones. 1769 Y 1781. ACTUACIONES QUE PRECEDIERON A LA FUNDACIÓN. PRIMERAS OBRAS: PRESA, PUENTE, TRUJAL Y REHABILITACIÓN DE LAS CASAS EXISTENTES EN EL TÉRMINO

“Durante el siglo XVIII, especiamente en su segunda mitad, se aprecia la inquietud reformadora de ciertos espíritus ilustrados, preocupados por incrementar el rendimiento de sus tierras aumentando el abono animal o sustituyéndolo convenientemente. Los planes de estos hombres quiméricos, e incluso las realizaciones de los más emprendedores, nunca llegaron a generalizarse”. Eran “precursores de un mundo nuevo distinto del suyo muy apegado a esquemas tradicionales (…). Los planes y obra de Manuel Joaquín Navarro son sin duda los más significativos de las nuevas ideas que bullían en las cabezas de algunos estelleses de finales del XVIII”12. Al menos 12 años estuvo Navarro madurando su proyecto de establecer una

Nueva Población y realizando gestiones encaminadas a ello. En 1769, en su Casa de Noveleta, declaró ante el Escribano que iba a fabricar “una crecida presa en el paraje de “El bado” con diferentes obras de manpostería, silleria y dos vocales, el uno para poner la noria y el riego de sus tierras de dicho término de Noveleta y el otro con el fin de hacer un Molino Trujal de aceite, con el motivo de hallarse muy próximos los lugares del Valle de la Solana que son de mucha cosecha de olivas13. Sus abuelos habían mandado construir una presa en la muga de Noveleta con Villatuerta 66 años atrás, pero de la escritura aquí citada se deduce que ya no estaría en funcionamiento. Manuel Joaquín construyó la acequia pero, después de haber gastado “como 2.000 pesos”, ese mismo invierno, debido a “las grandes avenidas de agua que no se han experimentado mayores en estos muchos años (…) rompió dicho río por la parte de Zarapuz siendo preciso dilatar dicha presa (…) así como “(…) construir un paredón y al otro lado una noria para el riego de las tierras que pasan de 400 robadas y en el mismo lugar un Molino Trujal”. Encargó a Juan Baptista Eraso, cantero y vecino de Riezu, la construcción de un paredón para sostener el ribazo que da a la parte de Zarapuz sobre la presa y al otro lado mandó construir la noria y el molino trujal. En 1773 Navarro pidió y consiguió permiso para construir un puente de madera que uniera el secano de Zarapuz con el regadío

11 Archivo General de Navarra (en adelante AGN). Procesos. 111336/18004170. 12 FLORISTÁN IMIZCOZ, Alfredo. La Merindad de Estella en la Edad Moderna. Los hombres y las tierras, Institución Príncipe de Viana, Pamplona, 1982, p. 313. 13 AGN. Caja 3879/1. Notarios de Estella. Francisco Berastegui.


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Casa de la familia Navarro en Noveleta (Foto Miguel Lacunza).

de Noveleta, cargando un censo (préstamo) sobre su Mayorazgo (los bienes del Mayorazgo garantizaban que el préstamo se devolvería). Como no podía disponerse libremente de sus bienes, cuando se pedía un préstamo contra el Mayorazgo, con el fin de proteger el patrimonio del llamado a suceder, era necesario el permiso del Consejo Real de Navarra y el del heredero, al que si era menor de 25 le representaba un curador (persona nombrada para cuidar de los bienes de un menor). Simón Ignacio de Tarazona le prestó los 950 ducados que necesitaba14 y en 1777 se construyó el “puente Navarro”, que una gran riada destruyó al año siguiente.

En 1778 Navarro mandó rehabilitar (hizo casi nueva) la Casa de Noveleta, haciéndose 2 habitaciones (viviendas) separadas de la destinada a la familia Navarro para que pudieran vivir 2 familias y habilitó una nueva habitación (vivienda) en Zarapuz.Tras la reforma, empezaron a vivir en el término 2 familias más; en Zarapuz se independizó Miguel Lacalle, el hijo mayor de María Sánchez (casera de Zarapuz) y a Noveleta llegó a vivir una familia procedente de Lácar (Fausto Lezáun, Rosa Bergara e hijos), que probablemente llevara el recién estrenado molino trujal. Antonio Gallarza, natural de Estella, era el guarda del término.

14 AGN. Procesos. 111934. Obtenido el permiso del Consejo Real para imponer un censo de 950 ducados sobre el Mayorazgo para construir el puente, Simón Ignacio de Tarazona prestó el dinero a Manuel Joaquín.


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En 1779 hubo que ajustar de nuevo la presa del regadío, volvió a construirse el puente y una nueva riada lo destruyó. GESTIONES JURÍDICAS Y BUROCRÁTICAS

Paralelamente a las obras, Manuel Joaquín pleiteaba contra Estella tratando de que la ciudad le reconociera jurisdicción ordinaria y económica sobre el término. Paradójicamente, al mismo tiempo pretendía que Estella siguiera considerando exentos de pagar la alcabala forana (impuesto que se cobraba a gentes de otros pueblos que entraban con mercancías en la ciudad) a quienes vivían en Zarapuz y Noveleta. Es decir, por un lado pretendía que los habitantes de Zarapuz y Noveleta no estuviesen sometidos a los “Bandos, prohiviciones, ordenanzas, estatutos y mandatos de la ciudad, su Regimiento, Alcalde ordinario y juez de campo” ni a pagar las “cargas, cargos, repartimentos y grabamenes que tocaren a los vecinos de Estella” y en cambio quería que gozaran de los privilegios de los vecinos de Estella. Los jueces dictaron Sentencias favorables a sus intereses confirmándole tanto en su derecho a nombrar guardas para cuidar el término con derecho a imponer multas,

como en el derecho de sus habitantes a la exención de la alcabala15. En 1778 pidió permiso al Real Consejo de Navarra para imponer un censo de 4.000 ducados de plata sobre su Mayorazgo para continuar con las obras. El Real Consejo le negó el permiso y Navarro, en lugar de arredrarse, decidió cambiar de estrategia. En octubre de 1779 nombró un apoderado general para llevar sus asuntos, a quien encargó que el superávit se lo entregara a su tío Fermín Xabier de Navarro y Manuel Joaquín pasó sus dependencias y negocios a la Villa de Madrid, presumiblemente para “hacer pasillos” allí. En 1780 volvió a solicitar el permiso pero esta vez, en lugar de dirigirse a las Instituciones navarras, se lo pidió al “Rey don Carlos (III), por la gracia de Dios Rey de Castilla, de Navarra, de León, de Aragón, de las dos Sicilias de Jerusalen, de Granada (…)”16 “esperanzado en su paternal afecto y piedad”. Indicaba Navarro en su solicitud que en ese momento solo tenía un colono (lo que no era verdad porque para entonces tenía al menos 4) y que quería repoblar el Lugar Desolado con 25 o 30 familias. Además, pedía jurisdicción privativa sobre el lugar y la concesión a él y a su casa de “la merced (gracia) del título de

15 AGN. Núm. 152. Sentencia de la Corte Mayor en que se manda mantener y amparar en la posesión en que se halla don Manuel Joaquín Navarro de hacer los prendamientos, imponer y exigir penas en los montes, yerbas, pastos y demás que ocurra en su término de Zarapuz y Noveleta, sin intervención del Alcalde de dicha ciudad, ni de la ciudad misma ni de otra comunidad o particular alguno exigiéndolas por sí o por medio de sus guardas. 19 de enero de 1790. Escribano Antonio Ramón de Antoñana. 16 (…) de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Mallorca, de Sevilla, de Cerdeña, de Cordova, de Cordega, de Murcia, de Jaén, de los Algarbes de Algeciras, de Gibraltar, de las islas de Canaria, de las Indias Orientales y Occidentales, Islas y tierra firme del mar Oceano, Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Bravante, y Milán, Conde de Aspurz, de Flandes, Tirol y Barcelona, Señor de Vizcaia y de Molina”. ACGN. Núm. 137. Real Cédula de S.M. por la que se da a don Manuel Joaquín Navarro la facultad para repoblar el Lugar Desolado de Zarapuz o construir otro en Noveleta. Inserta en los contratos matrimoniales de Joseph Diego Navarro e Isabel de Pouver. Sobrecarteada por el Consejo de Navarra y asentada en los Libros de Cédulas a 14 de noviembre de 1780 ante el escribano Manuel Nicolás Arrastia.


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Castilla libre de lanzas (impuesto de 300 ducados al año que pagaban los títulos de Castilla) por su vida y la de su hijo”. Alegaba que la falta de jurisdicción privativa había sido una de las causas de la despoblación del Lugar y que concedérsela no ocasionaría perjuicios a tercero, porque únicamente consistiría en trasladar al Alcalde que se elija en la Nueva Población la jurisdicción del Alcalde del Mercado de Estella. Carlos III, tras dar audiencia instructiva a la ciudad de Estella, al Cabildo de la Parroquia de San Pedro de la misma ciudad, al inmediato sucesor (Joseph Diego), a la Diputación del Reino y a lo expuesto en vista de todo por el Fiscal del Consejo de la Cámara (de Castilla), mediante Cédula Real de 1 de noviembre de 1780, le concedió la facultad para la repoblación, autorizándole a imponer un censo sobre su mayorazgo al 3% en tres partes, construyendo 8 casas para 8 labradores “y así sucesivamente las demás si la experiencia manifestase corresponden sus efectos a las utilidades que se proyectan”. El monarca le pedía que no cobrara a los colonos en dinero sino en frutos y con moderación, conforme a la calidad del terreno, y que tuviera “presentes las prevenciones y reglas del fuero de las Poblaciones de Sierra Morena para adaptarlas en lo posible”. La concesión de la jurisdicción privativa sobre el Lugar y el título de Castilla quedaban pendientes hasta ver cómo avanzaba la Repoblación, debiendo dar noticia de ello a la Cámara Real

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por medio de su secretario, el escribano real Juan Francisco de Lastiri17. En las Cortes celebradas en Pamplona entre 1780 y 1781, los tres Estados arremeterían contra las pretensiones de Navarro por considerar un contrafuero que se hubiera dirigido a las instituciones castellanas en lugar de a las navarras. En realidad Navarro había dirigido su petición en primer lugar a las instituciones navarras pero estas le denegaron el permiso. CONSTRUCCIÓN DE 5 NUEVAS CASAS Y ARREGLO DEL MATRIMONIO DEL HIJO PRIMOGÉNITO

Durante el año 1781, se construyeron en Noveleta 5 casas de nueva planta. Sumando las 4 habitaciones (viviendas) ya existentes, había espacio para 9 familias. Las casas se hallaban “(…) unidas en línea recta con sus respectivas puertas hacia el medio día.Tienen dos suelos de alto, el uno a nivel de calle, y tierra firme, y el otro encima de este. En el piso o suelo firme de cada una de ellas hay una especie de granero y además caballerizas, pajar, y sitio proporcionado para el depósito de leña (…)”. Agobiado por las deudas, Manuel Joaquín consiguió arreglar la boda de su hijo varón primogénito, Joseph Diego, con una rica heredera de la Villa de Bilbao, en el MN y ML Señorío de Vizcaya, Isabel de Pouver y Echávarri18. El objeto del precoz matrimonio de Diego (aún no había cumplido 17) era sin duda resolver los problemas económicos de su padre.

17 ACGN. Núm. 137. Real Cédula de S.M. por la que se concede a Navarro la facultad para repoblar. 18 ACGN. Número 137. 20 de noviembre de 1781. Contratos matrimoniales entre Joseph Diego Navarro y Gil y María Isabel Pouver y Echávarri. Escribano José de Aranzatugoitia.


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Con motivo de los contratos matrimoniales, Manuel Joaquín y Dorotea hicieron inventario de los bienes de los que Josef Diego era el inmediato sucesor. Además del término de Zarapuz y Noveleta y las casas de Estella, los mayorazgos tenían un huerto arrendado frente a la Casa Principal (que en su día fue una casa en la calle carrera Luenga (hoy calle Mayor) derribada para dar vistas a las galerías de la Casa Principal), huertas en Zaldu, en los Llanos y en Villatuerta, otra junto al Santo Sepulcro con varios olivos, una pieza con olivos en San Phelipe y Santiago más la ermita19, otra con 12 o 14 olivos en Candelitera, piezas en el término de Valverde, otra junto al Batán, viña en el Fosal, una hacienda con su casal en el Lugar de Lácar, piezas en el término de Ibarra, el Puy,Valdelobos y Arrieta, etc. Además, los Mayorazgos tenían a su favor diferentes censos de particulares y de diferentes villas o ciudades como la de Estella, que debía uno de 4.200 ducados, además de una vara de escribano Portero Real arrendada por 100 reales. Entre las cargas que tenía contra sí había varios censos, cientos de misas dependientes de varias capellanías merelegas y los 30 robos por el censo de Zarapuz. Los padres de Isabel, Phelipe Pouver y Larrea y María Ignacia de Chabarri y Arechabalaga, vecinos y residentes en la villa de Bilbao, legaron a “su hija legítima” 20.000 pesos de a 15 reales de vellón cada uno en dinero y 1.000 pesos más de la misma especie en vestido y alhajas. En la escritura se concretaba cómo se invertiría la dote: 5.500 para concluir la repo-

blación y 1.500 para perfeccionar escritos de la misma en Madrid (como la solicitud de pasto espiritual para los colonos), 2.000 como entrático (dote para entrar al Convento) de María Josepha Navarro (la hija mayor) al Convento de Tudela, otros 2.000 para pagar deudas de la casa, etc. Manuel Joaquín y Dorotea mandaron desocupar para los futuros esposos una casa que tenían arrendada al lado de la principal, para que vivieran al lado pero “con entera independencia en avitacion, cozina y escaleras”. Dispondrían del ajuar, “omenage y demas correspondiente a sus distinguidas circunstancias”. Los padres del novio se comprometieron a pagar a los futuros esposos anualmente en cuartas partes “por via de Alimentos” 14.000 reales de vellón en dinero y 15.000 a partir de que tuvieran descendencia. En el momento en que se firmó el contrato Manuel Joaquín y Dorotea tenían al menos 7 hijas e hijos de entre 20 y 8 años. Sería Joaquín Gerónimo (de 14 años en 1781), el que seguía en edad a Diego, quien acabaría heredando gracias a lo cual podría casarse con una rica heredera. En 1793, con 26 años, se casaría con Manuela Pérez, de Autol en el Reino de Castilla, cuya dote ascendería a 8.000 pesos. El varón más joven, (Joseph) Plácido, de 13 años en ese momento, estudiaría Gramáticas en Ponferrada y moriría soltero en Noveleta en 1798 (con 30 años). Respecto a las hijas, María Josefa Navarro y Gil, de 20 años, entraría en un Convento unos meses después pagándose el entrático con

19 Antigua Ermita bajo la advocación de San Felipe y Santiago que existió en el término de Ibarra.


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parte del dinero de la dote de Isabel. En la escritura de obligación de dote se señalaba que “(…) tiene que tomar el hábito de religiosa en el Convento de enseñanza de religiosas de la ciudad de Tudela (…) con las fuerzas, seguridades y firmezas que sean necesarias”20, seguramente una frase hecha pero no muy tranquilizadora. La hija menor, Josefa (Teresa Phelipa), aún de 8 años, ingresaría novicia a los 18 profesando a los 20 como religiosa con el nombre de Sor María Josefa de Nuestra Señora del Puy, en el Convento de la Purísima Concepción de Religiosas Franciscanas Descalzas de la Vocación del Señor San Pablo, extramuros de la ciudad de Estella (Recoletas)21. Como buena parte de las mujeres de clase alta, la mayoría de las mujeres de la familia habían entrado durante generaciones en el Convento. Otras 2 hijas, las señoritas Joaquina y María (de 19 y 18 años) estaban según los contratos imposibilitadas de tomar estado (de casada o de religiosa) y siempre vivirían con su madre. Sin embargo, a la muerte de Dorotea, ambas vivirían juntas en una de las dos casas propiedad de la familia en San Nicolás, siendo Joaquina la tutora de su hermana. María fue la única de todos los hijos del matrimonio bautizada con un solo nombre (todos los demás tenían 4 ó 5), lo que parece indicativo de alguna peculiari-

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dad notoria desde el momento de su nacimiento como por ejemplo alguna grave minusvalía. Es decir, que seguramente solo María estaba imposibilitada de tomar estado y si Joaquina no podía hacerlo sería por estar obligada a cuidar de su hermana. La dote de Isabel sirvió para aliviar los problemas económicos de Manuel Joaquín pero la muerte precoz tanto de Diego como de Isabel de Pouver sin descendencia, acabaría generando la obligación de revertir la dote, no sabemos si en todo o en parte. Sesenta y siete años tardó la familia Navarro en saldar la deuda. En 1851 la terminaron de pagar Joaquina y Ecequiela Navarro, nietas de Manuel Joaquín. Es probable que la familia Navarro no hubiera tenido mucha prisa por pagar. NOVELETA 1781. NACIMIENTO DEL POBLADO LOS PRIMEROS COLONOS

El 23 de septiembre de 1781, en “el Lugar Despoblado de Zarapuz y Casa de Noveleta” Manuel Joaquín y cinco aspirantes a colonos firmaron un contrato de “arrendación de diferentes casas y tierras”22. Según el escribano los firmantes residían “(…) en diferentes pueblos de este Reino de Navarra” aunque lo cierto es que, si no todos, al menos 4 de los 5 estaban ya viviendo en

20 AGN. Caja 3984. Notarios de Estella. Blas Ruiz de Galarreta. 12 de febrero y 2 de mazo de 1782. Manuel Joseph Pastor, poderhabiente de Manuel Joaquín, da un poder sustituido a Lorenzo Estebán de Iriarte, vecino de Tudela, para hacer una escritura de obligación de dote de Doña Manuela Josepha Navarro. 21 ACGN. Núm. 131. Escribano: Manuel Antonio Ganuza. Josefa Teresa Navarro, con velo negro, en presencia de su hermano Joaquín Gerónimo renunció a todos los bienes maternos y paternos de su legítima a favor de sus padres y cuando mueran a favor de su hermana Joaquina a la que también dejaba todas las joyas y alhajas que le había dejado su difunta cuñada Isabel de Pouver. 22 ACGN. Núm. 171. El contrato se firmó ante el escribano de Estella Blas Ruiz de Galarreta.


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Casa Principal del Mayorazgo de Amburz (foto Domingo Llauró).

Zarapuz y Noveleta, algunos desde bastante antes de la fecha del contrato. Es decir, el fundador de Noveleta mintió acerca de la procedencia de los firmantes. Hay que recordar que en el permiso que para hacer la repoblación pidió al Rey le había explicado que solo tenía un colono. Los arrendatarios eran (en el orden en que eran citados en el contrato)23: 1. Fausto Lezáun Ulibarrena (Fausto), Rosa Bergara Yoldi y 3 hijos, naturales de Lácar y residentes en Noveleta desde al menos 1780. Es posible que fueran los molineros del trujal. 2. Miguel Pinillos (Pinillos), Polonia Las Navas Gaceta e hijos, naturales de Es-

tella y caseros de Noveleta desde al menos 1772. Aproximadamente 30 años. 3. Miguel Lacalle (hijo de María), de 30 años, natural de Zarapuz, residía con su esposa en la nueva habitación hecha en la antigua Iglesia unos años atrás. 4. María Sánchez (la María), viuda de Miguel Lacalle, nacida en Zarapuz 68 años atrás. Casera de Zarapuz e hija de los anteriores caseros. 5. Antonio Gallarza (alias Tillo) y Agustina Villanueva. Guarda del término desde al menos 1778. Unos días después firmó un contrato similar con otras cuatro personas proceden-

23 Aunque el documento solo nombra a los hombres en la presente relación se cita también a sus cónyuges.


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tes de Lerín24. Es probable que Manuel Joaquín hubiera escogido colonos de allí porque buscaba labradores conocedores de las particularidades del trabajo en el regadío debido a que Lerín era uno de los pocos lugares de Navarra donde entonces se cultivaba una considerable extensión25. De Lerín llegaron las siguientes familias: Julián de Ziordia (Ziordia), Antonio García (García) y Javiera Roldán; Miguel de Basarte Uriz y Josefa Alonso; y Julián de Urra Roldán (Julianillo) y María Ángeles Ramos. En realidad, la firma de los contratos no fue literal. De acuerdo a lo recogido por el escribano, “firmaron los que dijeron sabían”. Solo un colono firmó, Fausto Lezáun. Además de él firmaron el documento el escribano, un pariente suyo que actuaba como testigo habitualmente y el dueño de Noveleta. En los dos contratos, similares, se señalaba que “(…) cuasi todos son de una edad lozana y robusta, cual se necesita para el caso (…)”. 8 de los 9 titulares eran hombres y, por lo inhabitual de que firmara una mujer, en el propio contrato se justificaba: “Se le ha tenido esa atención por haber nacido en la única casa que hasta aquí ha habido de rentero y por su dilatada sucesión”26. María Sánchez, la casera de Zarapuz, era no solo la única mujer sino también, con gran diferencia, la de mayor edad de los firmantes; en el momento del contrato tenía 68 años. El contrato empezaría a ser vigente después de la Pascua de Navidad de ese

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año de 1781 y duraría 4 años, pasados los cuales se haría una escritura por 25 o 30 años a quienes quisieran continuar y el amo escogiera. ORGANIZACIÓN AGRÍCOLA Y GANADERA DE NOVELETA. CLÁUSULAS DE LOS CONTRATOS

Unido a las dos escrituras que firmaron Navarro y los colonos estaba el “Plan de Repoblación del Lugar Desolado de Zarapuz. Reino de Nabarra”. En el mismo decía haberse asesorado en técnicas de agricultura en periódicos ingleses y franceses así que es de suponer que dominara ambos idiomas. Afirmaba sentir gran admiración por los holandeses y considerar a los guipuzcoanos como los holandeses de los españoles. Manuel Joaquín previó multitud de detalles. Las cláusulas de los contratos indicaban que los colonos “solo” pagarían de renta por cada casa “(…) diez robos de trigo y un par de capones por Navidad”. A cada colono (a cada familia) se le darían y habría de cultivar las siguientes tierras: - 48 robadas de sequero con la obligación de sembrar cada año 24 dejando las otras 24 en barbecho (sin cultivar), aunque podían aprovechar las 24 de barbecho con lino, haba, maíz, etc.). Únicamente habían de pagar un robo por las cultivadas. - 12 robadas de regadío en las que debían plantar 2 árboles de fruta. Habían de pagar 2,5 robos por cada robada de superior ca-

24 AGN. Caja 3983. Notarios de Estella. Blas Ruiz de Galarreta. 27 de septiembre. Manuel Joaquín firmó el contrato de arrendamiento con los colonos procedentes de Lerín. 25 FLORISTÁN IMIZCOZ, Alfredo. La Merindad de Estella, p. 190. 26 ADP. Parroquia de San Pedro de la Rúa de Estella. Libro de bautismos. En la partida de nacimiento de María Sánchez Echauz consta que nació en Morentin en 1713. La explicación probable es que su madre, residente en Zarapuz fuera a dar a luz a casa de su madre.


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lidad, 2 por la de mediana y 1,5 robos por las de ínfima para que pudieran criar a sus hijos con comodidad. Aclaraba que era la misma renta que pagaban los de Estella y permitía que se hiciera más huerta mediante acuerdo con el “amo“. - 8 robadas para hacer viña debiendo volver la tierra a 2 clavadas de laya grandes por lo menos, estando obligado a plantar entre ella todos los olivos que se pudiera y que les daría el “amo”. Los 12 primeros años de goce de las viñas serían enteramente libres para el colono y el fruto de los olivos para el amo. - Al menos 1 robada de prado artificial por cada colono (para que el ganado estuviera estabulado, en el establo, y pudiera obtenerse la mayor cantidad de estiércol posible que se emplearía como abono). Así mismo, les daba la posibilidad de tener hasta 12 cabras sin pagar nada durante los cuatro primeros años y su intención era, más adelante, ceder todas las yerbas a una regulación muy baja, un almud por robada, quedando exento de pagar quien no estuviera en condición de hacerlo por desgracia o accidente. Además, tenían la obligación de: - Encargarse por turnos de un año del regadío, concretamente del manejo de la noria. - “(...) limpiar todas las acequias del regadío y componerlas 2 veces al año (en marzo y junio), en el día señalado por el amo o por la justicia que su S.M. sirva poner en el lugar o en su defecto por el colono encargado del cuidado del regadío” debiendo pagar una multa quien no lo hiciera. - Cada colono estaba obligado a plantar 100 álamos en la orilla de los ríos y sotos.

- Cuidar y limpiar el montecillo de roble. Cada año los vecinos echarían a suertes el “servicio de guardas de las mieses y demás en los campos”. El guarda era el responsable de custodiar y guardar los frutos, sembrados y arboledas del término. Entre sus funciones estaba controlar que no se atravesaran algunos caminos multando a quien desobedeciese. Los guardas se quedarían con el dinero de lo obtenido por las multas. El primer guarda de la Nueva Población sería Manuel Pinillos27, elegido en sorteo efectuado ante escribano en la Casa Grande de Noveleta. El guarda elegido estaba obligado a prestar juramento ante el Alcalde del Mercado de Estella. El “amo” se obligaba a hacer un horno grande (para hacer el pan) de su propio dinero que cedería en beneficio de los colonos. Así mismo, preveía un Montepío que recaudara las multas de los incumplimientos que sirviera para repartir a los colonos trigo para sembrar en un mal año. DICIEMBRE DE 1781 A FEBRERO DE 1782. PRIMEROS MOMENTOS DEL POBLADO

En diciembre de 1781 se instalaron en las casas recién construidas las familias de colonos que aún no vivían en el término (las que llegaron procedentes de Lerín). En ese momento había 2 casas en Zarapuz, la Casa Grande de Noveleta, en la que vivían 2 familias, y 5 casas nuevas en el mismo Noveleta.Vivían en ellas 9 familias que sumarían alrededor de 40 personas; 10 en Zarapuz y 30 en Noveleta. Además, había acopiados ladrillo, adobe, yeso y madera como para construir hasta 16 nuevas casas. En el término estaba el molino de aceite que Manuel

27 AGN. Escribano: Blas Ruiz de Galarreta. 8 de abril de 1782.


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Después de la Pascua de Navidad de 1781 se instalaron a vivir en Noveleta los colonos procedentes de Lerín. (Dibujo Aritz Zarranz)

Joaquín había mandado construir unos años atrás para administrar oliva y que producía de renta 50 ducados de plata al año. En cambio, no había puente que uniera Zarapuz con Noveleta desde que una riada se llevara el construido en 1778. Al margen de los contratos firmados con los 9 colonos, se arrendaba una viña de 80 peonadas en Zarapuz y como 80 ó 90 colonos venían de otros pueblos a cultivar pequeñas piezas. Así mismo, las hierbas de “Zarapuz y Nobeleta” estaban arrendadas con efectos desde mayo de 1783 por 90 ducados que debían pagar sus arrendatarios para el día de San Fermín. Podían usar las yerbas sin número determinado de ovejas pero en las del término de Noveleta no podían meter ganado cabrío. Los arrendatarios estaban obligados a pagar los daños que su ganado cau-

sase y el propietario se comprometía a hacer un corral capaz de acubilar 300 o 400 ovejas en el paraje que éstos le señalasen. En el Plan de Repoblación que Navarro había presentado al Rey explicaba que “en las inmediaciones del Lugar desolado ai una mediana iglesia ya profanada, se les hará otra proporcionada a la población, y por un estilo decente, cerca de las mismas casas (…) para que puedan tener en todo tiempo la comodidad que se desea y combiene con particularidad a Viejos y Enfermos”. Así que, en cuanto pasó la Pascua de Navidad, Manuel Joaquín presentó instancia ante la Real Cámara solicitando se diese pasto espiritual a los 9 colonos. La Real Cámara pidió a su Secretario, Juan Lastiri, un informe sobre el estado del término, que el escribano presentó en febrero de 1782; es decir, cuando los nuevos colonos apenas llevaban 2 meses viviendo en Noveleta.


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Informaba Lastiri haber 1.367 robadas capaces de cultivo y unas 300 incapaces de él y como 300 robadas propias de particulares de Estella que estaban cultivadas y producían el correspondiente diezmo, así como otra pieza de pan traer de 12 robadas propia de la encomienda de Aberin, rodeada y confinante por todos lados con heredades de este Navarro. Explicaba que se hacía el diezmo y la primicia por entero a la iglesia Parroquial de San Pedro de Larrua Mayor y que los productos a que ascendían anualmente los frutos decimales y primaciales del “Desolado”, regulados por un quinquenio, eran en dinero como 3.433 reales, 15 maravedíes y cuarto de plata a 16 cuartos poco más o menos. El diezmo que Zarapuz y Noveleta pagaban a la iglesia de San Pedro de Larrua se dividía en 25 partes. Un monje de San Juan de La Peña se llevaba 12 porciones y las 13 restantes entre los 12 beneficiados de San Pedro y el Vicario de la Parroquia del Santo Sepulcro. No opinaba que las cosas fueran muy bien en Noveleta “(…) según la misma opinión común de Estella, lejos de mejorar este Navarro las rentas de su mayorazgo, con el dispendio de sus caudales en la construcción de tantas casas y aumento de colonos en este nuevo Pueblo, se persuaden generalmente no podrán subsistir por mucho tiempo todos los que idea colocar allí, ni aún los nueve que hay de presente, fundando este concepto en que hallándose ya roturada y cultivada la mayor parte de tierra de su término o comprensión, no les queda el competente y necesario para pastar el ganado preciso y acopiar el estiér-

col que necesitan para verificar su heredades, faltándoles así mismo la leña y otros indispensables arbitrios al propio fin (...)”. Es posible que Lastiri no fuera una persona demasiado optimista porque opinaba que “el material de que se componen (las casas) es en la mayor adobe, ladrillos, yeso y madera de haya, advirtiéndose por los inteligentes ser los cimientos de ellas bastante someros”28 y, en cambio, hoy sabemos que los cimientos han resistido más de 200 años. Respecto a la petición de “pasto espiritual” para los colonos, Lastiri no lo consideraba una necesidad por estar los términos muy próximos a Villatuerta o a Ayegui y Estella en la que había “seis parroquias, cuatro conventos de religiosos, tres de monjas con número muy suficiente de sacerdotes seculares y regulares confesores, misas a cualquier hora desde el alba hasta medio día, infinidad de sermones, pláticas y otros muchos actos públicos de piedad que pueden cómodamente disfrutar por razón de la inmediación y buen camino”. Así mismo le sorprendía que la petición se dirigiera a “Su Majestad” en lugar de a la Parroquia de San Pedro, los llevadores de los diezmos. Explicaba que quienes habían vivido en Zarapuz y Noveleta siempre habían recibido los sacramentos desde la Parroquia de San Pedro. 1782- 1783. LAS OBRAS SIGUEN ADELANTE: CONSTRUCCIÓN DE 10 NUEVAS CASAS Y DEL PUENTE

En junio de 1782 Manuel Joaquín cobró la mayor parte de la dote de Isabel de

28 ADP. Parroquia de San Pedro de la Rúa de Estella. Libro de bautismos. En la partida de nacimiento de María Sánchez Echauz consta que nació en Morentin en 1713. La explicación probable es que su madre, residente en Zarapuz fuera a dar a luz a casa de su madre.


La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado

Pouver29 y pudo seguir adelante con las obras. Pronto se construyeron 10 nuevas casas y llegaron nuevas familias: eran las de Manuel Roldán, Ziprián Martínez, Ramón Tres (o Tresal), Joaquín Fernández (o Hernández), apodado el Garroso, y Manuel Adán, aunque éste último murió al poco de llegar, y en julio de 1783 Manuel Joaquín inició un litigio para declarar a Joaquín Fernández, que residía en Zarapuz, “comprendido en la ordenanza de leva de soldados por vago”. Se le embargó una caballería “para servir de seguridad al débito adeudado”30. Los colonos de Noveleta se quedaron de momento sin iglesia pero pronto (en 1783) el Obispado les requirió judicialmente que entregaran a San Pedro de La Rúa el diezmo y primicia en dinero de los frutos verdes y hortalizas que producían. Hay que tener presente que los requerimientos de la iglesia sumaban a la amenaza de las penas de este mundo las del más allá (concretamente la excomunión, si en 6 días desde la notificación no hacían caso del requerimiento). En agosto, Navarro encargó a Joseph Gil, maestro de obras y edificios de Corella, la construcción de un nuevo puente de madera con barandilla. Navarro pondría el material (yerro, madero y tablas) y pagaría la obra de mampostería, el trabajo y la construcción. Así mismo, cedió a Gil y criados una de las casas libres para que vivieran en ella durante el tiempo que les llevara la construcción del puente. La obra le costó 400 pesos pagando los 100 primeros pesos al comienzo de la obra, los “otros ciento”

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cuando acabaran de clavar los piquetes, “otros ciento” concluida la obra y hecha la primera entrega y los 100 restantes pasado un año y día después de la primera entrega. Se acordó que si en el plazo del año desde que se entregara la obra ocurriera desgracia o accidente su reparación correría a cargo de Gil. La primera entrega debía ser para el día de todos Santos (1 de noviembre) pero para el día de Nuestra Señora del Pilar (12 de octubre) estaba obligado Gil a dar paso cómodo y seguro para poder llegar desde Noveleta a Zarapuz a hacer la siembra31. De acuerdo con lo certificado por dos peritos ajenos a la obra el puente quedó perfecto pero una nueva riada se lo debió llevar en algún momento anterior a 1786. 1784-1786. LA NUEVA POBLACIÓN NO AVANZA SEGÚN LO PREVISTO

Manuel Joaquín no obtuvo el prometido título de Navarra ni tampoco el solicitado de Castilla, pero para junio de 1784 logró del Rey la concesión del título de Caballero del Real Orden distinguido de Carlos III, con el que firmaría en adelante. En la Nueva Población las cosas no iban muy bien. De las 25 o 30 casas previstas sólo se habían construido 15. Había espacio para 17 familias (contando Zarapuz y sin contar las 2 habitaciones de la Casa Grande) y de momento apenas vivían 12 en Noveleta más las 2 de Zarapuz. Seguía sin hacerse el proyectado molino de harina, el de aceite estaba averiado y de nuevo estaban sin puen-

29 AGN. Notarios de Estella. Escribano: Blas Ruiz de Galarreta. 21 de junio de 1782. 30 AGN. Procesos: 156165. 31 AGN. Caja 3985/12. Prot. Not. Blas Ruiz de Galarreta. 6 de agosto de 1784.


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te. Tampoco Manuel Joaquín había obtenido el permiso para hacer Oratorio Público. En un nuevo Informe elaborado por Lastiri y fechado en abril de 1786 afirmaba que las tierras de esos términos eran “muy delgadas y de poca sustancia y necesitan de mucho beneficio para que fertilicen. Los rozados y quemados que en los terrenos de Zarapuz desmontaron los de Estella y de otros pueblos rindieron buenas cosechas de trigo pero en el día van en decadencia y por tanto las dejan yermas. Carecen dichos terrenos de árboles para leña y pasto de ganado menudos de cerda y también de sotos para los de reja y de otros arbitrios muy esenciales para la manutención de las familias sin los cuales poco fomento puede tener su población (…)”. No serían muy buenas las condiciones cuando resultaba difícil encontrar colonos que llenaran las casas libres. Lastiri preveía complicado que las casas vacías se ocuparan e incluso opinaba que las ocupadas podrían acabar desocupándose por “la pobreza e infelicidad de los que las ocupan, pues entre todos no tienen ganados mayores de tira para la administración de tierras, ni siembran trigo y se mantienen la mayor parte a jornal, y sus familias en las puertas y porterías de los Conventos”. Manuel Joaquín acabó vendiendo al Real Monasterio de Irache y a Estella las 200 maderas de La Ribera que había acopiadas para construir nuevas casas32. Lastiri continuaba asegurando que “(…) las diecisiete familias ocupadas todas las casas plantificadas en esta repoblación no pueden mantenerse por la cortedad de arbitrios en sus términos (…) no puede llamase repoblación cuan-

do con comodidad se pueden laborear todas por los que antes lo hacían (…) y si Navarro hubiera aplicado el dinero invertido en estas casas a otros fines hubieran sido superiores su adelantamientos”. Así mismo, indicaba el escribano que, prueba de que Manuel Joaquín estaba “poco afianzado con la experiencia en sus adelantamientos” era que había dado en arriendo todas sus tierras, términos, casas y demás pertenencias de Zarapuz y Noveleta y también las que tenía en la ciudad de Estella a varios vecinos de dicha ciudad33. Efectivamente, en agosto de 1784 Manuel Joaquín dio en arrendación todas las rentas y derechos de sus Mayorazgos, “así de grano como de dinero y demás”, por tiempo y espacio de 4 años (desde el 1 de enero de 1785 hasta el 31 de diciembre de 1788) a Juan Baptista Oteiza, Manuel Joseph Pastor (el que era su poderhabiente desde 1779) y Silvestre Zudaire, vecinos de Estella, por 15.804 reales de vellón y 6 maravedíes al año adelantados, que habían de entregarse por mano de Manuel Joseph Pastor a quien Navarro dijera. El primer año podían descontar de la cantidad acordada las robadas de tierra aún no cultivada en Zarapuz debiendo pagar el total de lo acordado los 3 últimos años. El contrato constaba de 18 cláusulas. Cedía a los arrendatarios el trujal con la condición de que lo arreglaran, descontando lo empleado para repararlo a partes iguales durante los 4 años de arrendamiento. Dejaba a su opción que hicieran molino de harina y, si lo hacían, sería para los arrendatarios el aprovechamiento de los 4 años y al terminar el contra-

32 ACGN. Sin núm. Plan demostrativo de la variación del lugar de Zarapuz presentado a la Real Cámara el 8 de abril de 1786. Estado de lo antiguo. Escribano Juan de Lastiri. 33 AGN. Notarios de Estella. Blas Ruiz de Galarreta. 23 de agosto de 1784.


La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado

to se lo quedaría Navarro sin tener que abonarles nada. Se les dejaba que explotaran la huerta sin cobrar encargándoles a cambio que la cuidaran. Les daba el Granero Grande de obra nueva de “Nobeleta” y la tinajera. El arrendamiento incluía las casas de la Plaza Mayor en Estella (es de suponer que la Principal se la reservaría para él), si bien se reservaba los balcones para las fiestas para dejárselos a quien él quisiera en caso de que la ciudad trajera toros. Las cláusulas recogían que si su hijo y sucesor en los Mayorazgos (Josef Diego) o su mujer (Dorotea Gil de Castillo) fueran a pasar temporadas del verano a Noveleta podrían usar los frutos de la huerta y, en caso de no ir, los arrendatarios habrían de darles 8 “arrobas” de fruta cada año. Debían de pagar al Cabildo de San Pedro de La Rúa 30 robos de trigo de la mejor calidad (los del censo). Al contrato se adjuntaba el rolde de las deudas que se debían a los mayorazgos de Navarro, entre ellas las de los colonos de Noveleta. Tampoco el tiempo en que los Mayorazgos estuvieron arrendados habrían sido prósperos para los colonos porque en 1789, ya terminado el contrato, Manuel Joaquín intercedió ante los arrendatarios para que dieran unos años de espera a los caseros de Noveleta con el fin de que pudieran pagar con comodidad los atrasos, relegando lo que a él le adeudaban (deudas pendientes desde al menos 1784) para cuando los arrendatarios hubieran cobrado lo suyo34. Al ser cuasi todos los colonos, “de una edad lozana y robusta”, nacieron unos cuan-

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tos niños aquellos primeros años pero, en cambio, algunos colonos murieron al poco de llegar. Así Antonio García, Julián Urra (Julianillo) y Miguel de Basarte, tres de los cuatro colonos procedentes de Lerín murieron entre octubre de 1785 y octubre de 1786. Apenas vivieron 3 ó 4 años en Noveleta. Las mujeres e hijos de los dos primeros se marcharon del pueblo pero, en cambio, la viuda de Miguel Basarte, Josefa Alonso, también natural de Lerín, se quedó allí con sus hijos pequeños casándose de nuevo con otro colono viudo que llegaría de Luquin. Josefa sería la más longeva de los colonos. Murió en Noveleta en 183635 habiendo vivido en la Nueva Población 55 años. Aunque de acuerdo con su partida de defunción tenía 96 años lo más probable es que fuera más joven. Cien años después de la fundación del poblado, de entre los apellidos de los primeros colonos, Basarte sería el único apellido que quedaba en Noveleta. HIPÓTESIS DE LAS RELACIONES DE MANUEL JOAQUÍN CON EL CABILDO DE SAN PEDRO DE LA RÚA

Sorprende que Manuel Joaquín pidiera al Rey el “pasto espiritual para los colonos” en lugar de dirigirse directamente a la Parroquia de San Pedro. Este extraño proceder pudiera ser un indicativo de que sus relaciones con el Cabildo no fueran demasiado cordiales. Probablemente influiría en el malestar de Navarro los repetidos pagos exigidos por dicho Cabildo incluso por vía ju-

34 ACGN. Núm. 136. Escribano: Juan Francisco Berastegui. 35 ADP. Parroquia de San Pedro de la Rúa de Estella. Libro de defunciones.


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dicial. Por un lado, tenía que pagar los 30 robos de trigos anual por el censo enfitéutico que pesaba sobre el término y por otro lado, todos los diezmos y primicias. San Pedro requirió a Navarro en 1777 la primicia por los corderos no resolviéndose el litigio hasta agosto de 1805 (un mes antes de la muerte del fundador). En 1779 ambas partes nombraron perito para calcular el diezmo y primicia de la huerta de Noveleta. En el Archivo Diocesano de Pamplona existe una carta sin fecha que Manuel Joaquín Navarro envió a Antonio Belaz, Prior de San Pedro, en la que se mostraba muy enfadado porque el Prior había hecho que sus criados (los de Manuel Joaquín) volvieran al hórreo a buscar el trigo depositado alegando que no era de calidad. Las distintas iglesias pleiteaban ante los tribunales eclesiásticos por el cobro del diezmo tanto con los propietarios como con los arrendatarios de las tierras. También pleiteaban entre ellas sobre quién era competente para cobrarlo llegando a exigir distintas iglesias el mismo diezmo a las mismas personas. Por ejemplo, el Monasterio de Irache consideraba que tenía derecho a cobrar los diezmos del producto de Legardeta porque era su propietario y el Cabildo de San Pedro consideraba que era el competente para cobrarlo por ser los vecinos de Legardeta feligreses de San Pedro, así que en 1782 San Pedro reclamó a varios vecinos de Ayegui que arrendaban Zarapuz el abono de un diezmo que estos vecinos ya habían pagado al Monasterio de Irache. En 1783, el Obispado requirió a los nuevos colonos el pago de los diezmos y de la primicia y en marzo de 1784 pronunció una sentencia condenándoles a que de las

hortalizas y frutos en verde que “han cogido y cogieren de ella diezmen y primicien en dinero”. En otra Sentencia del mismo día condenaba a Manuel Joaquín a pagar cada año por la huerta 3 robos y 6 almudes de trigo. Manuel Joaquín nunca obtendría el permiso para hacer un Oratorio Público. Se concedería por fin en 1806 y curiosamente quien lo obtendría sería su hijo y sucesor, Joaquín Gerónimo Navarro. El permiso se concedió justo unos meses después de la defunción del fundador de Noveleta. CONCLUSIONES

Los antepasados de Manuel Joaquín Navarro llevaban explotando el “Lugar Desolado de Zarapuz y Noveleta” desde al menos 1502. Navarro habría previsto que fundando en el término una Nueva Población los beneficios que obtendría serían mucho mayores, aunque probablemente no solo buscaba beneficios materiales sino también otro tipo de satisfacciones, como la de ser el “amo” de un pueblo de colonos o la obtención de un título real como reconocimiento a la Fundación. Manuel Joaquín preparó un minucioso plan asesorándose en técnicas de agricultura y ganadería, hizo importantes inversiones materiales y realizó gestiones de todo tipo pero, al menos durante los primeros años, la realidad de la Nueva Población no cumplió sus expectativas. Como sucediera con los colonos de las Nuevas Poblaciones de Sierra Morena, los de Noveleta parecían sobre el papel destinados a llevar en la Nueva Repoblación una vida idílica y en cambio, desde el inicio, todo fue diferente de lo previsto. Primero se derrumbó la presa, el puente Navarro se caía una y otra vez y para


La Nueva Población de Noveleta: un experimento ilustrado

extraño que para agosto de 1784 -apenas 2 años y 8 meses después de que comenzaran a vivir los nuevos colonos- decidiera desentenderse de todo por cuatro años arrendando a terceros sus Mayorazgos, Nueva Población incluida.Tal vez después de haber invertido mucho tiempo, ilusión, dinero y esfuerzo en un proyecto que no le había producido sino quebraderos de cabeza, lo que buscaba era poner la mayor distancia posible con Noveleta, con los colonos y hasta con la ciudad de Estella. En todo caso, si Manuel Joaquín se habría disgustado ante el devenir de su soñada repoblación qué decir de los primeros colonos que, desde Lerín, se trasladaron a Noveleta soñando con una vida mejor y acabaron viviendo en penosas condiciones.

Bibliografía 4FLORISTÁN IMIZCOZ, Alfredo. La Merindad de Estella en la Edad Moderna. Los hombres y las tierras, Institución Príncipe de Viana, Pamplona, 1982.

4RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Pablo, Zarapuz y Noveleta. Navarra. Temas de Cultura Popular, nº 158, Diputación Foral de Navarra, 1973.

4GOÑI GAZTAMBIDE, José. Historia Eclesiástica de Estella, Tomo I: Parroquias, iglesias y capillas reales, Departamento de Educación y Cultura, Pamplona, 1994.

4USUNÁRIZ GARAYOA, Jesús Mª. “Mayorazgos, vinculaciones y economías nobiliarias en la Navarra de la Edad Moderna”, Iura Vasconiae, nº 6, 2009, pp. 383-424.

4PALACIO ATARD, Vicente, “Las “Nuevas Poblaciones” de la Ilustración”, Cuenta y Razón, nº 29, 1987.

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colmo el Consejo Real de Navarra denegó a Navarro el permiso que necesitaba para iniciar la repoblación sin que sepamos el motivo de ello. Ante la negativa del Consejo, Navarro pidió el permiso directamente al Rey y los 3 estados (Eclesiástico, Militar y el de las Merindades), reunidos en las Cortes en 1780 y 1781, le acusaron de contrafuero. Seguramente esto no le habría hecho muy popular entre la sociedad navarra del momento. No llegó a construirse el número de viviendas inicialmente proyectadas -25 o 30- de forma que la calle prevista se quedó en media calle y las 15 casas construidas tardarían bastantes años en ocuparse. Para colmo, la muerte sin descendencia de su sucesor obligó a revertir (devolver) la dote a los padres de la novia, que también murió prematuramente. Su traslado a la Villa de Madrid en vísperas de iniciarse la Repoblación puede explicarse por los adelantos burocráticos que ello pudiera reportarle. En cambio, resulta más

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Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra) autores: Luis Julián Arazuri Izquierdo y Javier Armendáriz Martija

Resumen La presencia del hombre del Paleolítico Inferior en Viana está probada por el descubrimiento de un buen número de toscas herramientas de piedra en la zona del río Ebro. En este artículo se dan a conocer 15, las más significativas, que culturalmente se pueden encuadrar en el Achelense. Probablemente las fabricó el Homo heidelbergensis hace más de 100.000 años para utilizarlas en el despiece de los grandes mamíferos de los que se alimentaba.

Laburpena Behe Paleolito garaiko gizakiaren presentzia Vianan Ebro ibaiaren inguruan aurkituriko hainbat lanabesen aurkikuntzak frogatzen du. Artikulu honetan 15 azalduko dira, esanguratsuenak bertzalde. Atxelentse arokoak dira eta Homo heidelbergensisek egin zituen duela 100.000 urte; elikagai gisa baliatzen zituen ugaztun handiak zatikatzeko.

"Estos objetos han visto la luz arrebatados a las ruedas de máquinas de cien caballos por las manos de un “chalao”, o cuando el agua del cielo les ha lavado la cara tras la vuelta de un bisurco, desmenuzados en mil partes bajo el peso de los rulos". (L. J. Arazuri, Catálogo de Exposición Arqueológica, II Semana de las Merindades, Estella, 1981).

INTRODUCCIÓN

Los orígenes del ser humano se remontan en el tiempo hasta hace dos millones de años. Desde entonces, el hombre ha sabido rodearse de herramientas con las que ha podido garantizar su subsistencia y compensar las limitaciones de nuestra especie. Esto ha sido una suerte para nosotros, pues como apenas se conservan restos humanos de los

primeros hombres de la Edad de la Piedra Antigua o Paleolítico, afortunadamente la mayor parte de las veces sus utillajes de piedra le han sobrevivido perdidos o abandonados en el campo, constituyendo hoy el único referente de su presencia en nuestra región. Por desgracia, el registro de cultura material del Paleolítico Inferior rara vez se encuentra estratificado en depósitos cerrados


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Conjunto de hendedores del yacimiento de Matamala.

susceptibles de excavación arqueológica y de análisis multidisciplinares, como sí ha ocurrido con las conocidas cuevas de la burgalesa sierra de Atapuerca, donde además aparecen los restos humanos de quienes hicieron o utilizaron estas herramientas líticas, y eso lo ha convertido en el primer yacimiento del mundo en su serie. La arqueología del término municipal de Viana destaca por atesorar un buen número de yacimientos arqueológicos, algunos de ellos de trascendencia suprarregional como el sepulcro neolítico de Longar o la ciudad berona de La Custodia. Los trabajos de investigación en esta jurisdicción los inició hace cuarenta años Juan Cruz Labeaga, dando a conocer en 1976 los primeros resultados con la publicación de 13 yacimientos en la Carta Arqueológica de Viana1. Desde entonces, han sido muchos los trabajos editados sobre esta materia; en la actualidad, el

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Inventario Arqueológico de Navarra cuenta con un registro próximo a los 90 yacimientos arqueológicos catalogados en Viana, que cubren una horquilla cronológica comprendida entre el Paleolítico Inferior y la actualidad. Precisamente con este trabajo vamos a dar a conocer una pequeña muestra de las piezas inferopaleolíticas más típicas encontradas en jurisdicción vianesa: cantos tallados, bifaces y hendedores; algunas son ya conocidas como las series publicadas por Irigaray y Labeaga respectivamente en Matamala (hendedor, cantos tallados y lascas levallois), Cabeza Redonda y La Custodia (bifaces), pero la mayoría son inéditas2. En cualquier caso, este artículo no puede ser exhaustivo por los parámetros editoriales de la revista Terra Stellae, por lo que el resultado completo del estudio se publicará en un medio de difusión especialmente dirigido a la comunidad científi-

LABEAGA, 1976. IRIGARAY, 1992; BEGUIRISTÁIN y LABEAGA, 1993 y LABEAGA, 1999-2000: 35, Fig. 37.


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de las veces en los ribazos y morcueros de fincas propiedad de su familia ubicadas en el sector meridional del término municipal (Francisco Aramayo también ha colaborado circunstancialmente en esta recogida casual de útiles en Cabeza Redonda). Dicha información se ha complementado con un reconocimiento en común del terreno y una clasificación tecno-tipológica de las principales piezas, que son una pequeñísima muestra de las miles de evidencias de la talla de la piedra que se pueden recoger en las terrazas del Ebro a su paso por Viana y zonas aledañas al pantano de Las Cañas. EL MEDIO FÍSICO

Vista del sistema de terrazas fluviales del Ebro en Viana y, al fondo, Monte Cantabria (Logroño). Detalle del corte de los depósitos de gravas de la segunda terraza.

ca. Todos estos objetos abandonados por el hombre del Paleolítico Inferior y Medio en lo que hoy es Viana han sido recogidos desde los años setenta por uno de nosotros (L. J. Arazuri) cuando realizaba labores agrícolas manuales a ras de tierra (trabajos de poda de vid y olivos, plantación de viña, recolección de uva y aceituna, etc.), la mayor parte

El término municipal de Viana se localiza al Norte de la Depresión del Ebro, en el ángulo sudoeste de Navarra, dentro de la comarca denominada Media Occidental o Tierra Estella. Ocupa una extensión de 78,6 km2 limitando al Norte con los municipios de Aguilar de Codés y Aras, al Este con Aras, Bargota y Mendavia, al Sur con La Rioja (río Ebro) y al Oeste con el País Vasco (municipios de Oyón, Moreda y Labraza). De Norte a Sur de esta jurisdicción existe una distancia de 15 km, que respectivamente desciende de los 834 m de altitud en la cumbre del Alto de Los Bojes a los 350 m del curso del Ebro. Ello determina un paisaje de fuertes contrastes geográficos con una sucesión en su relieve de ríos y barrancos que desembocan en el Ebro cortando transversalmente terrenos terciarios muy profundos del antiguo piedemonte de Codés, que están compuestos por arcillas, limos, areniscas y calizas que se formaron en el Oligoceno-Mioceno. Sobre estos materiales terciarios se han acumulado depósitos cuaternarios en los fondos de los valles y, muy es-


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Corte geológico del sector suroccidental del término municipal de Viana a la altura del pantano de Las Cañas.

pecialmente, una llanura aluvial paralela al Ebro constituida por un sistema de terrazas cuaternarias escalonadas en varios pisos, que están conformadas por arenas y gravas de litologías muy variadas (cantos de arenisca, caliza y cuarcita), como consecuencia de la gran diversidad de origen y la procedencia longitudinal de los aportes fluviales en la época de deshielo de las glaciaciones. El sistema de terrazas del río Ebro por su margen izquierda presenta en Viana 3 niveles escalonados de los 10 que se han identificado a lo largo de este valle: su lecho de inundación holocénico se encuentra a una cota aproximada de 350 m sobre el nivel del mar, por encima de él a 10 y 15 m se abre una primera terraza pleistocénica y, por último, a una cota superior (380 m aproximadamente) se levanta otra más antigua de la misma naturaleza pero con presencia de duras costras carbonatadas, a 25-35 m por encima del nivel de su corriente. Otra terraza más antigua aún y por tanto más elevada se conserva muy cerca de aquí en la cota 389, en el Monte o Cerro Cantabria de Logroño. Lamentablemente no disponemos de un estudio geomorfológico que determine la edad de estas terrazas pleistocénicas que en el fondo del valle sellan los niveles tercia-

rios oligomiocénicos; la inexistencia de dataciones absolutas impide, por ahora, situar con precisión los materiales en la escala general del Pleistoceno. Sin embargo, sabemos que los valles excavados por la red hidrográfica del Ebro comenzaron a formarse a comienzos del Pleistoceno, hace dos millones de años. Podría proponerse una edad general para estas terrazas, en el Pleistoceno Medio y Superior coincidiendo con la glaciación Riss, el interglaciar Riss-Würm y la cultura arqueológica Achelense del Paleolítico Inferior. Particular interés tiene para nosotros el Pantano de Las Cañas, también conocido por el nombre de Salobre ya que así se denomina el término donde se ubica al suroeste del municipio, junto al límite con La Rioja y cerca del logroñés Monte Cantabria. Se trata de una antigua laguna endorreica trasformada desde el siglo XVI como balsa de riego; fue mejorada en 1888 y 1944 como pantano para el riego con una capacidad para el embalse de agua de un millón y medio de metros cúbicos. Recibe aportes pluviales de las sierras de Lapoblación y Cantabria por medio de un canal derivado del río Perizuelas, lo que casi garantiza la presencia de agua durante todo el año. Por sus valores naturales (riqueza de vegeta-


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Mapa a escala 1:25.000 con indicación de la zona de hallazgos de las industrias paleolíticas.

ción y variedad de la fauna que la habita) fue declarada en 1987 Reserva Natural, formando parte de la red Europea de Zonas de Especial Protección para las Aves. Está inscrita en la lista del Convenio de Ramsar relativo a humedales de importancia internacional como hábitat de aves acuáticas. Sobre esta estructura geológica formada por el sustrato terciario, el sistema de terrazas

pleistocénicas del Ebro y los depósitos holocénicos de ladera, los lacustres y los de fondo de valle hay que añadir los efectos de la erosión que ha modelado el relieve resultante que hoy conocemos. Este paisaje se caracteriza, por un lado, por el amplio corredor natural del valle del Ebro y su llanura aluvial que está encajada en las rocas terciarias y que desde siempre ha sido para el hombre y animales una im-


Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra)

portantísima vía de comunicación; por otro lado, los barrancos transversales que descienden desde el Norte han generado la formación de pequeñas sierras, algunas mesetas y cerros preservados por plataformas de areniscas intercalados por valles que también suponen pequeños corredores naturales que desde el Ebro permiten la conexión con las sierras de Cantabria, Lapoblación y Codés. LA INDUSTRIA LÍTICA

Las terrazas pleistocénicas adquieren gran importancia en esta zona desde el punto de vista arqueológico por la presencia en ellas de restos de útiles líticos tipológicamente adscribibles al Paleolítico Inferior. Las industrias del Paleolítico encontradas en Viana están hechas en roca de tipo cuarcita de grano fino o grueso seleccionada en las gravas de las terrazas del Ebro, donde abunda en forma de cantos rodados. Por lo general la cuarcita utilizada es especialmente tenaz, de color gris verdoso; su propiedad de fractura concoidea la hace susceptible de talla centrípeta con percutor duro para la elaboración de este macroutillaje típico del Paleolítico Inferior. Su presencia se circunscribe de forma muy precisa a la mitad sur de su término municipal, a partir de una teórica línea que grosso modo coincide con el trazado de la antigua carretera Nacional 111. La densidad de artefactos paleolíticos reconocidos desciende exponencialmente a medida que nos alejamos del río Ebro, no por casualidad sino porque son en los paquetes de gravas de sus terrazas cuaternarias donde abundan los cantos rodados de cuarcita -llamados "cotes" en Viana- que sirvieron de soporte natural para tallar y crear cantos tallados, bifaces y hendedores, entre otras herramientas del hombre antiguo.

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Todos los materiales se han encontrado en la superficie tanto de la terraza pleistocénica más antigua como en la más reciente; ninguno aparece estratificado en la matriz de los paquetes de aluviones que la forman y fosilizan, por lo que en líneas generales podemos afirmar que se depositaron en una edad contemporánea o posterior a la formación de las mismas (lógicamente en los momentos de menor actividad sedimentaria del Ebro). La ausencia de marcas o señales de rodadura en las piezas líticas o restos de talla reconocidos también indica que se depositaron cuando estas terrazas ya se habían formado, pues no se vieron afectadas por la mecánica del medio fluvial sedimentario. Es decir, la presencia de aristas vivas en los útiles revela que son materiales que se encuentran en posición primaria o acaso ligeramente desplazados por los procesos postdeposicionales de tipo natural o antrópico del final del Pleistoceno y del Holoceno. Por último, un buen número de las piezas recuperadas presentan una costra calcárea formada con posterioridad al abandono por el hombre de las mismas, pues cubre tanto las zonas de córtex de los cantos como las superficies de los lascados de la talla. Aparte de las piezas paleolíticas encontradas en las terrazas cuaternarias (Matamala, Recajo, La Venta) otros útiles aislados se han hallado en contextos geológicos del terciario próximos al Ebro, como son las series localizadas en Cabeza Redonda, o las de los alrededores del Pantano de las Cañas (Salobre, Nopedrón y Altillo del Pago) o en la zona de La Custodia. Son terrenos con suelos arcillosos intercalados con bancales de areniscas y calizas carentes de depósitos fluviales más allá de los limos que cubren los fondos de los barrancos y la antigua zona endorreica de Salobre, que hoy se encuentra transformada artificialmen-


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PREHISTORIA

Bifaz del Altillo del Pago y hendedor de Nopedrón antes de la eliminación de las costras calcáreas que las cubrían.

te por el Pantano de las Cañas con fincas de regadío a su alrededor. En este caso las piezas localizadas por lo general son hallazgos aislados que no están asociados a otros restos de talla como lascas y núcleos de cuarcita que denotan trabajo in situ de la piedra, como así ocurre en la zona de aprovisionamiento de materia prima de las terrazas del Ebro en donde sí se detecta concentración y acumulación de este tipo de restos de la talla de la cuarcita para la elaboración de útiles sobre cantos o en soportes nucleares y lascares. Estas industrias inferopaleolíticas no estratificadas son casi el único indicio perdurable de la actividad humana pleistocénica al aire libre en Viana, pues este contexto geológico hace muy poco favorable la conservación de los restos orgánicos de aquella épo3 4

ca. No obstante no lejos de Viana, a poco más de un km del pantano de Las Cañas en dirección noroeste, durante el siglo pasado se localizaron en la explotación de una gravera de ladera septentrional del Cerro Cantabria (Logroño) a varios metros de profundidad restos fósiles de elephas antiquus (molares y restos de mandíbulas) que se dataron hace unos 300.000 años3. Más recientemente se ha señalado que este tipo de elefante pleistocénico también apareció en 1988 en la explotación de una gravera en la terraza del término de Matamala o del Soto Galindo (Viana), si bien no hay un estudio científico que determine que el gran hueso que se encontró era realmente de esta especie faunística4. Que sepamos, en ninguno de estos dos casos se han hallado asociados a los restos esqueléticos de

LÓPEZ AGÓs, 1948 y 1965. BEGUIRISTÁIN y LABEAGA 1993: 15, nota 2 y LABEAGA, 1999-2000: 13.


Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra)

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Canto tallado monofacial de cuarcita definido por cuatro lascados (Cabeza Redonda).

elefante los útiles paleolíticos que el hombre primitivo pudo haber utilizado para su despiece, como sí se encontraron en el siglo pasado en los conocidos yacimientos sorianos de Ambrona y Torralba. Estos proboscídeos sorianos pudieron datarse hace más de 300.000 años, lo mismo que las industrias del Achelense Medio Antiguo encontradas junto a ellos: bifaces, hendedores y cuchillos de dorso. Cantos tallados

El canto tallado o trabajado es un artefacto muy fácil de elaborar, por lo que es la pieza más vetusta que ha fabricado el hombre. Los más antiguos se han encontrado en el valle del Rift de África y son de hace dos millones de años. Por lo general es un guijarro natural que con-

serva en la base buena parte de la superficie o córtex del soporte al que mediante una sencilla talla se le han levantado varios lascados en su extremo distal (sobre una cara o en las dos, de ahí su definición de monofaciales o bifaciales) para crear una arista cortante, que es la parte activa de este útil multifuncional. Su sencillez tipológica lo convierte en la pieza más abundante de la Prehistoria, pues se documenta por todo el mundo. Desde sus comienzos (en la denominada cultura olduvayense o de los cantos tallados) hasta épocas históricas prácticamente no ha adoptado cambios técnicos, por lo que su morfología está determinada por el aspecto del canto-soporte. Por consiguiente, la determinación cronológica de los cantos tallados encontrados en superficie es suma-


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Canto tallado monofacial de cuarcita definido por tres lascados (Cabeza Redonda). Gran canto tallado monofacial de cuarcita (20x10x7 cm) configurado por múltiples lascados y definido por retalla que adopta la forma de bifaz (Altillo del Pago).También se podría considerar un bifaz "monofaz" o "unifaz" parcialmente trabajado y con la base reservada.

mente complicada si no está asociada a otro tipo de útiles dado que no se ha podido establecer un proceso evolutivo de los mismos. El canto tallado es una pieza frecuente en las series estudiadas en Viana. Por lo general, desde el punto de vista técnico y formal son muy sencillos, como mucho con tres o cuatro lascados que los definen. Pero también aparecen otros algo más elaborados a partir del refinamiento de la talla cuya morfología tiende hacia un tipo de útil más elaborado como el bifaz o el hendedor. De hecho, hay ejemplos donde es muy difícil establecer el umbral en-

Canto tallado monofacial de cuarcita definido por tener un extremo distal cortante mediante lascado destacado por los bordes laterales, que están abatidos por otros lascados (Matamala). En este caso adopta la morfología de un hendedor, que no lo es dado que incumple el requisito técnico que este último debe cumplir, que esté fabricado sobre lasca.

tre unos y otros, ya que las diferencias morfológicas son inaprensibles. Bifaces

El bifaz es un útil nuclear de cierto tamaño que ha evolucionado a partir de la talla y retalla cubriente de un canto tallado bifacial. De morfología almendrada, sigue un eje de simetría longitudinal por lo general con la base redondeada. Suelen terminar en punta, que es la parte más activa de este artefacto multifuncional, junto a los bordes cortantes si los tiene. Hasta que no fueron reconocidas como herra-


Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra)

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Bifaz de base reservada con silueta y perfil de estilo abbevillense (Cabeza Redonda).

mientas prehistóricas (lo que ocurrió a principios del siglo XIX) a las de talla perfecta se les atribuía un origen supersticioso, como a las hachas neolíticas, pues eran las "piedras del rayo" que según la tradición popular se formaban al caer un relámpago, de ahí que se considerasen amuletos protectores de las tormentas. Los bifaces más antiguos también se han documentado en África, hace más de un millón de años. En Europa se conocen desde hace unos 700.000 años en la cultura Abbevillense, pero no fue hasta el interglaciar Mindel-Riss y la glaciación Riss cuando esta pieza alcanzó su apogeo en el complejo cultural arqueológico denominado Achelense. En algunas zonas como la nuestra los bifaces perduraron hasta el interglaciar RissWürm y los primeros estados de esta últi-

ma en la facies arqueológica conocida como Musteriense de Tradición Achelense. Los bifaces reconocidos en Viana son técnicamente muy arcaicos -a caballo entre el canto tallado bifacial y el bifaz propiamente dicho- pues se trata de piezas corpulentas sobre cantos de cuarcita de grano grueso parcialmente tallados, por lo que suelen mostrar la base de córtex reservada y los bordes irregulares debido a que los negativos de los lascados tienen un contraconcoide muy pronunciado y carecen de retalla. Es el caso del primero de los bifaces de Cabeza Redonda, publicado por Beguiristáin y Labeaga, que lo clasificaron como de tipo abbevillense.Todos presentan talla centrípeta mediante percutor duro, el mismo que se utilizó para aquellos que tienen retallada sus aristas laterales.


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PREHISTORIA

Bifaz de base reservada con silueta y perfil de estilo abbevillense (Cabeza Redonda).

Bifaz tosco con silueta y perfil de estilo abbevillense (Cabeza Redonda). Presenta punta de secci贸n triangular similar a la de los triedros.


Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra)

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Bifaz amigdaloide muy elaborado de base reservada sobre cuarcita de grano fino (Cabeza Redonda). Presenta punta de sección lenticular, bordes simétricos y aristas laterales rectilíneas.

Bifaz lanceolado con base reservada de cuarcita de grano grueso (Altillo del Pago). Presenta punta de sección lenticular, bordes simétricos y aristas laterales rectilíneas.


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PREHISTORIA

Bifaz de silueta casi elíptica de base reservada sobre cuarcita de grano fino (La Custodia). Presenta punta de sección lenticular, bordes simétricos y aristas laterales rectilíneas.

Hendedores

El hendedor (también denominado hendidor en la bibliografía) es una pieza paleolítica tallada en piedra de medianas o grandes dimensiones que se caracteriza por su morfología alargada y mostrar un filo cortante en la zona distal transversal al eje morfológico de la pieza; también debe presentar los bordes laterales abatidos por varios retoques para matar el filo y facilitar su aprehensión manual o el enmangue. A diferencia con los bifaces, el soporte siempre es una gran lasca más o menos delgada extraída de un núcleo que conserva una arista viva cortante y recta en el lado corto, de ahí que esta herramienta paleolítica se asemeje en forma y función a la de un hacha (en Francia se denomina hachereau, diminutivo de hacha, "hachuela").

El hendedor es una herramienta paleolítica muy elaborada, con personalidad propia, tanto por su morfología como por los rasgos técnicos que la definen (siempre sobre una gran lasca, con filo cortante y laterales romos). Como los bifaces tiene un origen netamente africano y una vigencia de uso con una horquilla cronológica parecida, alcanzando su mayor apogeo durante el Achelense en el suroeste de Europa. En nuestra región perduraron en el Paleolítico Medio (Musteriense) en una facies regional que la historiografía la llama "Vasconiense", pues se extiende por el País Vasco francés y español y la cornisa cantábrica hasta Asturias. Todos los hendedores encontrados en Viana están hechos sobre grandes lascas de cuarcita trabajadas mediante percutor duro y cum-


Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra)

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Hendedor del tipo 0 de Tixier sobre lasca totalmente cortical con filo normal (Matamala). Presenta los bordes laterales suprimidos y regularizados por talla simple bifacial, así como un lascado reciente en el ángulo superior izquierdo de la cara dorsal que ha eliminado parte del filo (probablemente provocado por las rejas de algún arado).

Hendedor del tipo 0 de Tixier sobre lasca totalmente cortical con filo curvo en bisel (Matamala). Presenta los bordes laterales suprimidos y regularizados por talla simple, así como pequeños lascados modernos en el ángulo superior derecho de la cara dorsal que han eliminado parte del filo (probablemente provocados por el rozamiento de las rejas de algún arado).

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Hendedor del tipo 0 de Tixier (Variante 0.1 de Benito del Rey) sobre lasca semicortical (las franjas conservadas de córtex son las que definen el filo y la del talón) con corte recto en bisel (Matamala). Presenta los bordes laterales suprimidos y regularizados por talla simple en caras dorsal y ventral, así como pequeños lascados modernos en el extremo distal que han eliminado parte del filo (probablemente provocado por el rozamiento de las rejas de algún arado).

Hendedor muy elaborado del tipo 2 de Tixier sobre lasca con talón cortical y filo normal de ángulo muy agudo, predeterminado por un gran negativo de lascado y la cara ventral de la lasca (Matamala). Presenta los bordes laterales suprimidos y regularizados por talla simple en la cara dorsal.


Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra)

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Hendedor del tipo 0 de Tixier sobre lasca totalmente cortical con filo en bisel (Nopedrón). Presenta los bordes laterales suprimidos y regularizados por talla simple, con la particularidad de tener los negativos en la cara ventral de la lasca.

plen los parámetros técnicos que definen a este útil tan peculiar. Para su clasificación tipológica seguiremos los tipos definidos por el prehistoriador francés Jacques Tixier, quien los distingue a partir de la técnica de extracción de la lasca soporte y la predeterminación del filo cortante. RECAPITULACIÓN

Como en la mayor parte de los yacimientos pleistocénicos del alto y medio valle del Ebro, el registro de la cultura material del Paleolítico Inferior y Medio de Viana se restringe a lo lítico y es muy similar a las series estereotipadas de las industrias que el hombre pleistocénico europeo nos ha legado. Algunos artefactos (bifaces y hendedores) son más elaborados que otros (cantos tallados), aunque todos ellos han sido trabajados mediante percutor

duro en rocas tenaces locales de no muy buena calidad (fundamentalmente cuarcita, ya que no hay sílex). Por el análisis de la forma y la técnica de las piezas no podemos resolver su cronología, que es amplísima, como tampoco conseguimos datarlas por el estudio geológico de los sitios donde aparecen ya que no son series estratificadas. Solo en algunos sitios (Matamala, Altillo del Pago y La Custodia) se documenta la técnica "Levallois" de predeterminación de lascas, lo que marcaría una fecha post quem a partir del Achelense pleno y, sobre todo, en el Musteriense; pero tampoco esto es del todo determinante pues en estos conjuntos de superficie puede haber piezas de distintas épocas, como de hecho las hay, a pesar de su aparente homogeneidad. En términos generales los bifaces analizados son muy toscos, poco trabajados, de ahí que


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algunos estén a caballo con los cantos trabajados mediante talla bifacial. Tienen los lascados suficientes para destacar en ellos la punta, pero apenas muestran regularizados los bordes y la base, esta última las más de las veces reservada con el córtex del canto-soporte. Precisamente la punta de uno de ellos (el tercero de Cabeza Redonda) es de sección triangular, similar a los triedros. En este sentido, sorprende mucho que no hayamos encontrado ningún triedro o pico triédrico en jurisdicción vianesa teniendo en cuenta que es una herramienta de piedra que no suele pasar desapercibida, sobre todo porque es un tipo de útil muy habitual en las series paleolíticas europeas junto a bifaces y hendedores. Los hendedores estudiados son piezas sobre grandes lascas bien trabajadas, prototípicas podríamos decir. Solo uno está más trabajado (el cuarto de Matamala) muestra la cara dorsal totalmente tallada, dado que el resto están hechos a partir de lascas primarias (corticales) o que conservan el córtex parcialmente. En cualquier caso, resulta estéril intentar hacer un ejercicio de encuadre crono-cultural con cada una de estas piezas a partir de su estudio tecno-tipológico, algo que en la investigación tradicional tenía cierto credo pero que hoy no tiene refrendo científico. En este sentido, el aparente arcaísmo general de la industria vianesa (cantos tallados, bifaces de estilo abbevillense) no necesariamente se puede traducir en una mayor antigüedad de las muestras, porque por otros contextos arqueológicos hoy sabemos que piezas de aspecto arcaico aparecen en niveles tardíos del Paleolítico. Lamentablemente esto es algo que solo la estratigrafía podría demostrar y aquí de momento no la tenemos. Conviene recordar que todas las piezas analizadas han sido encontradas en la superficie del

terreno sin que haya mediado una prospección sistemática del territorio. Además, han sido recogidas por personas que no son especialistas en el análisis lítico pero que lo han hecho con exhaustividad; por eso, muchas de los piedras "sospechosas" acopiadas inicialmente han sido posteriormente desechadas cuando han sido sometidas a un análisis tipológico (de ahí que nos sorprende la aparente ausencia de triedros). En cualquier caso las series estudiadas son espacialmente selectivas, debido a que la mayoría han sido encontradas en el contexto de trabajos agrícolas en fincas familiares (caso de Matamala, Nopedrón, Salobre y Cabeza Redonda). Esta circunstancia se ha compensado en parte con el reconocimiento general que hemos hecho de las terrazas pleistocénicas del Ebro y en el perímetro de zonas endorreicas adyacentes (Salobre y prado de Cabeza Redonda) donde aparecen otros útiles; pero no se puede obviar. Todas las piezas que damos a conocer y otras muchas que permanecen inéditas (fundamentalmente restos de talla y nucleares, aunque también raederas) se han encontrado en posición primaria en la superficie de la segunda y tercera terrazas del Ebro, pues no muestran las huellas de haber sido sometidas a grandes procesos geomorfológicos de arrastre. En el análisis de los cortes de las graveras de estas terrazas de momento no hemos identificado ningún resto lítico estratificado en la matriz de cantos. Esta observación es importante pues si las industrias se depositaron cuando las terrazas ya estaban creadas o en proceso de formación, por consiguiente son más modernas que ellas. Sin embargo, este indicador geocronológico no nos sirve de mucho, pues no existe un estudio geomorfológico riguroso sobre estos depósitos fluviales, si bien creemos que estas dos terrazas del Ebro donde aparecen los materiales debieron


Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra)

formarse entre el Pleistoceno Medio y Superior durante los períodos interglaciares o interestadiales de las glaciaciones Riss y Würm (esta última en las fases I y II). Por consiguiente, todas estas evidencias permiten concluir que responden a una actividad humana desarrollada en este territorio durante el Paleolítico Inferior y Medio por los protagonistas humanos, respectivamente el Homo heidelbergensis y el Homo neandertalensis. Cuando menos podrían alcanzar una antigüedad de 300.000 años (al final del Achelense Medio) y tienen como mínimo una edad superior a los 45.000 (si alguna serie podría adscribirse a la facies Musteriense de Tradición Achelense). Probablemente, una clasificación cultural más acertada sea su adscripción al Achelense Superior y Final con conocimiento de la técnica levallois (entre los 250.000 y los 120.000 años) porque se ha documentado en la zona una industria en sílex típica y muy coherente del Musteriense (con puntas y raederas, en proceso de estudio) que poco o nada tiene que ver con el macroutillaje que presentamos aquí. La presencia de cantos tallados, bifaces y hendedores del Paleolítico Inferior en las terrazas del Ebro en Navarra no son exclusivas del término municipal de Viana pues, aunque inéditas, hemos reconocido este mismo tipo de industria en las formaciones de Mendavia, Lodosa, Sartaguda y Funes, entre otros sitios.También en Tudela hace años el arqueólogo Juanjo Bienes encontró un bifaz muy cerca del Ebro, en la zona de Las Labradas5. En La Rioja, son 5 6 7 8 9 10

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conocidas desde hace años las colecciones recogidas en estas mismas formaciones fluviales del Ebro en Calahorra, Pradejón y del valle del Najerilla6. En Tierra Estella conocemos el Paleolítico Inferior y Medio por los bifaces de cuarcita encontrados en las terrazas del río Ega a su paso por Estella7, Dicastillo y Allo8, así como las series en sílex del altiplano de Urbasa y Las Parcelas de Lezáun en zonas de taller9. Aunque, sin duda, la colección reconocida más significativa y numerosa es la recogida en las terrazas del río Arga, en la Cuenca de Pamplona, un conjunto tipológicamente muy coherente para el que se ha propuesto una cronología del Achelense Medio10. No nos cabe ninguna duda de que conforme avancen los trabajos de prospección arqueológica en estos medios aparecerán muchísimas más piezas, pues si estas series líticas en cuarcita no se han identificado hasta fechas recientes es debido a la escasa formación práctica que los arqueólogos tienen sobre las industrias del Paleolítico Inferior. Está clarísimo que el hombre paleolítico utilizó los cantos cuarcíticos de los depósitos fluviales del Ebro para fabricar sus herramientas y que lo hizo allí mismo, pues tanto en la terraza cuaternaria inferior de Viana como en la superior aparecen abundantes restos de los procesos operativos de la talla de la piedra (como lascas, cantos-núcleo y soportes nucleares). Estos restos de taller no aparecen si nos adentramos hacia el Norte en los suelos terciarios y los barrancos que desaguan en el Ebro, donde no hay materia prima, pues aquí las piezas se en-

BIENES, 2001: pp. 12-13. UTRILLA, 1984, 1985, 1986 y 2000 y DOMINGO y otros, 2001. VALLESPÍ y GARCÍA, 1974. ARMENDÁRIZ, 1998. BEGUIRISTÁIN, 1989. GARCÍA GAZÓLAZ, 1994.


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PREHISTORIA

Raedera lateral sobre lasca levallois (La Custodia).

cuentran aisladas aunque haya una cierta concentración en las antiguas zonas endorreicas de Cabeza Redonda (prado del mismo nombre) y Salobre (pantano de Las Cañas). El hombre del Paleolítico Inferior y el del Medio frecuentó esta zona cuando las terrazas se estaban formando por los materiales gruesos arrastrados en las oscilaciones climáticas provocadas por los glaciares y sus deshielos, en los momentos cuando el clima era templado con temperaturas más suaves y de mayor pluviosidad que la de ahora. Las habitó cuando el nivel de los ríos descendía y se encajaba entre ellas en una gran llanura abierta mal drenada con abundantes lagunas y charcas, probablemente siguiendo a los animales que buscaban en estos espacios el agua y los pastos imprescindibles para su subsistencia. No lejos de aquí en el Monte Cantabria (Logroño) sabemos que hubo elefantes hace unos 300.000 años; quizás también los hubo en Matamala, aunque el gran hueso examinado aquí perfectamente también podría haber pertenecido a grandes mamíferos herbívoros como ri-

noceronte, uro o toro antiguo, megalocero (ciervo gigante con grandes cuernos), caballo, ciervo, gamo, corzo etc., o carnívoros como león de las cavernas, hiena, o zorro. Estas especies, están bien estudiados en los depósitos lacustres de las excavaciones de los conocidos yacimientos de Torralba y Ambrona (Soria) o las últimas investigaciones realizadas en las terrazas pleistocénicas de los ríos Manzanares y Jarama (Madrid), en donde se han encontrado sus esqueletos asociados a parecidos artefactos líticos que los de Viana. En estos yacimientos se advierten sucesivas ocupaciones por seres humanos que montaban sus estaciones para cazar estos grandes animales, aunque las últimas interpretaciones de Torralba y Ambrona se orientan más a pensar en acciones de carroñeo y despiece in situ de los animales moribundos en una ruta de emigración estacional de animales por un valle plagado de charcas y lagunas, así como a la recolección de productos silvestres. Esta reconstrucción paeloecológica y humana establecida a partir de los yacimientos sorianos y madrileños probablemente sea muy parecida a la que hubo en el Pleistoceno Medio y Superior en esta parte del valle del Ebro: un paisaje abierto y húmedo tapizado por árboles y grandes praderas adonde acudían los grandes mamíferos, algunos de los cuales en época de sequía encontraban la muerte en masa (cementerios de elefantes). Las concentraciones de los útiles que hemos analizado en este trabajo se caracterizan por tener unos límites muy difusos en el tiempo y su densidad en el espacio probablemente responde a que el hombre del Paleolítico Inferior frecuentó repetidamente, con carácter estacional, las mismas zonas en busca de su sustento en un dilatado espacio de tiempo. Fabricó en piedra estas herramientas probablemente para darles un uso casual relacionado con


Cantos tallados, bifaces y hendedores. Primeras herramientas del hombre prehistórico en Viana (Navarra)

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diante una prospección superficial. Como ocurrió en su día en Torralba y Atapuerca, igual tenemos que esperar a la construcción de un ferrocarril u otra gran obra pública para dar con ellos, por lo que estaremos "ojo avizor" ante cualquier gran movimiento de tierras que se pueda producir en esta comarca.

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el despiece y aprovechamiento cárnico de los animales, abandonándolas después. Lamentablemente el análisis tecnotipológico de estas piezas por sí solo no da mucho más de sí a la Ciencia que su mera descripción, que no es poco. La clave para avanzar en el estudio de esta remota época prehistórica en el Valle del Ebro se resolverá si localizamos yacimientos estratificados en posición primaria como los arriba mencionados, que con mucha probabilidad los tenemos ocultos en las antiguas zonas endorreicas de Viana pero que es muy difícil determinarlos me-

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Bibliografía 4ARMENDÁRIZ MARTIJA, J. (1998): "Hallazgo de dos nuevos bifaces paleolíticos en el valle del río Ega", Trabajos de Arqueología Navarra, 13, Pamplona, pp. 349-357. 4BEGUIRISTÁIN GÚRPIDE, M. A. (1989): "Dos nuevos bifaces de tipología achelense en Tierra Estella (Navarra)", Actas del XIX Congreso Nacional de Arqueología, Zaragoza, pp. 37-48. 4BEGUIRISTÁIN M. A. y LABEAGA, J. C. (1993): "Pieza de tipología abbevillense procedente del término de Viana (Navarra)", Cuadernos de Arqueología de la Universidad de Navarra, 1, Pamplona, pp. 9-16. 4BIENES CALVO, J. J. (2001): “Desde la Prehistoria hasta el siglo IX”, El patrimonio histórico y medioambiental de Tudela: una perspectiva interdisciplinar, Ayuntamiento de Tudela, pp. 9-21. 4GARCÍA GAZÓLAZ, J. (1994): "Los primeros depredadores en Navarra: estado de la cuestión y nuevas aportaciones", Cuadernos de Arqueología de la Universidad de Navarra, 2, Pamplona, pp. 7-47. 4IRIGARAY SOTO, S. (1992): "Estudio del yacimiento de Matamala (Viana): los materiales paleolíticos y la industria holocena", Príncipe de Viana, anejo 14, Pamplona, pp. 75-86. 4LABEAGA MENDIOLA, J. C. (1999-2000): “La Custodia, Viana, Vareia de los Berones”, Trabajos de Arqueología Navarra, 14, Pamplona.

4 (1976), Carta arqueológica del término municipal de Viana (Navarra), Institución Príncipe de Viana, Pamplona. 4LÓPEZ AGÓS, E. (1948): "Restos de elephas antiquus en Cerro Cantabria (Logroño)", Berceo, 9, Logroño, pp. 592-594. 4(1965): "Nuevos restos de elephas antiquus Falc. en Cerro Cantabria", Berceo, pp. 74, 117. 4UTRILLA MIRANDA, M. P. (2000): "Prehistoria en La Rioja: del Paleolítico a la Edad del Bronce", La Rioja, tierra abierta, Catálogo de Exposición, Calahorra, pp. 69-86. 4(1986): "Nuevos datos sobre el paleolítico inferior y medio en La Rioja", Brocar: Cuadernos de investigación histórica, 12, Logroño, pp. 171-193. 4 (1985): "Notas sobre diez hendedores de La Rioja occidental", Caesaraugusta, 61-62, Zaragoza, pp. 5-24. 4(1984): "El Paleolítico en el curso medio del río Ebro", Calahorra y su entorno. Bimilenario de su Fundación, Madrid, pp. 11-23. 4DOMINGO, R., PÉREZ, A. y UTRILLA, M. P. (2001): "Cuarcitas talladas en Cantarrayuela (Pradejón, La Rioja): Los hallazgos de choppers en terrazas del río Ebro", Kalakorikos, 6, Calahorra, pp. 9-26. 4VALLESPÍ, E. y GARCÍA, R. (1974): "Bifaz achelense de Estella", Cuadernos de Trabajos de Historia, 2, , Pamplona, pp. 10-20.


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús autores: Antonio Sola Alayeto y Xabier Larreta Anozibar

Resumen En la restauración arquitectónica de San Miguel (1987-1992), se pudo acceder a varias piezas escultóricas cuyo análisis fue publicado en 2010. Su autor, Javier Martínez de Aguirre indicaba que su finalidad era darlas a conocer, por su importancia en la escultura española de finales del siglo XII. En el estudio iconológico del mismo autor de 1982 quiere demostrar que el conjunto escultórico de la fachada responde a un programa dirigido al rechazo de la herejía (sobre todo, albigense) y a la presentación doctrinal del camino de perfección. Por la relación de sus conclusiones con otras investigaciones relativas a la Portada Norte creemos de interés profundizar en algún aspecto de lo ya aportado mediante un examen más pormenorizado de los capiteles de la misma.

Laburpena San Miguel Elizako zaharberritze lanetan (1987-1992) eskultura batzuk ageri ziren eta 2010ean Javier Martinez de Aguirrek haien inguruko ikerketa bat argitaratu zuen. Ikerlariaren asmoa zen eskulturok ezagutzera ematea XII. mende bukaerako espainiar eskulturan duen garrantziagatik. 1982an egindako ikonografi-ikerketan egile berak frogatu nahi izan zuen fatxadako eskultura-multzoak heresiaren errefusatze-programa bat erakusten duela (batez ere albitar heresiarena) eta on-bidearen doktrina aurkeztu nahi duela.

El catálogo de las piezas descubiertas se centraba en los capiteles interiores del ábside central, en una imposta que lo recorre bajo las ventanas y en los relieves visibles tras el derribo del pórtico barroco que protegía la portada norte. El propio autor decía que se requiere un estudio más completo sobre la filiación estilística. Del mismo autor es otro escrito de 1982, parte de su Memoria de Licenciatura: “La Portada de San Miguel de Estella”, en el que hace un estudio iconológico de la Portada Norte de la iglesia y en el que brinda una serie de consideraciones

muy detalladas de carácter histórico, teológico y estilístico, no solo de la portada sino, también, del resto de la fachada que nos parecen muy aprovechables aunque no determinantes. En cuanto a la metodología, tenemos presente que: 1) El estudio va dirigido a cualquiera que tenga interés en el arte y no solo a eruditos. Ello no obsta para que el rigor científico sea el primer criterio de trabajo. 2) En atención a lo anterior y al espacio disponible, el objeto está acotado a unas po-


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

cas piezas ubicadas casi al nivel de los ojos del espectador de la Portada: los diez capiteles de ambas jambas. Nos detendremos en alguno que, por su peculiaridad y relación con los hallazgos del ábside citados anteriormente, ofrece mayores elementos de relación y comparación. Con el mismo fin, la descripción y análisis se realiza de forma visual mediante fotografías y detalles de las mismas, comentadas “a pie de foto”. Creemos que es cierto el dicho de que, en muchísimos casos, “vale más una imagen clara que mil palabras oscuras”.

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Las fotografías ampliadas ofrecen más opciones de acertar en la interpretación de lo representado porque se pueden apreciar mejor los detalles. VANOS DEL ÁBSIDE CENTRAL CAPITELES EXTERIORES E INTERIORES. LOCALIZACIÓN

El ábside central consta de tres ventanas abocinadas cuyos exteriores decoran capiteles de notable calidad, conocidos con anterioridad. Para su identificación se asigna numeración citada en el plano de planta adjunto y se transcribe seguidamente:

00

SAN MIGUEL DE ESTELLA. LOCALIZACIÓN DE CAPITELES EN EL ÁBSIDE CENTRAL

Plano de planta de la cabecera y transepto de San Miguel. - Coloreados en negro los muros del transepto. - En verde y rosa los tres ábsides destacables en su paramento exterior.

Capiteles (1-20) Se diferencian los del exterior, según sean vanos laterales del ábside central o vano central del mismo ábside. Especialmente, se distingue el capitel nº 20 (el asignado como de Herodes).


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ARTE

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Ábside lateral de la Epístola (un vano de medio punto)

02 03

Ábside central.Vanos apuntados. En el ábside del Evangelio, como en el de la Epístola, un vano de medio punto.

Izquierda (deteriorado): joven alancea a una gran arpía barbada.

04

Exterior.Vano Norte del ábside Central. Capiteles y arquivoltas.

Derecha: dos aves de presa de cuello largo enredadas por la maleza. En el paramento interno y correspondiendo al de las aves se encuentra el capitel historiado, al que se hace referencia con el nº 20 del plano de planta y con posible aunque dudosa ubicación, inicialmente prevista en la jamba derecha de la Portada Septentrional (Norte).


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

CAPITEL Nº 1

LOCALIZACIÓN. Paramento externo Ábside Central. Exterior. (Sur)

2

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DESCRIPCIÓN Dos leones devoran una cabra.

2

Dos aves devoran una liebre.

3

Músico flanqueado por bailarina y acróbata. Dos caballeros en combate.

4 Ábside Central. Exterior. (Centro) 5

Dos leones alados.

6

Dos “búhos maléficos”.

7

Ábside Central. Exterior. (Norte)

Dos aves de presa de largos cuellos.

8

ÁBSIDE CENTRAL. INTERIOR.

Los capiteles de mayor interés son los del abocinamiento interior de los vanos ocultos por el retablo mayor, que fueron temporalmente accesibles desde fuera cuando se retiraron las rejas de los vanos en la restauración de 1992. La trasera del retablo y sus anclajes obstaculizaron la toma de fotos. Como resultado, las fotografías obtenidas tienen mala calidad y no pueden apreciarse bien sus características para establecer un adecuado estudio comparativo pero no disponemos de CAPITEL Nº

LOCALIZACIÓN. Plano de planta

9 10

Joven alancea a una arpía barbada de gran tamaño (deteriorado).

otras mejores para poder hacerlo, cosa que, sin embargo, es subsanable para las exteriores, que se han tomado con los medios necesarios. Una moldura, decorada con piñas y roleos, completa la ornamentación de los vanos hacia el interior de la iglesia. Los capiteles son del mismo tipo que los exteriores y, por tanto, que los de la portada meridional, mayoritariamente figurativos, acompañados de alguno vegetal pero carecen de decoración en el cimacio. La identificación de los temas es la que sigue: DESCRIPCIÓN Dos híbridos afrontados.

Ábside Central. Interior. (Sur)

Dos leones afrontados.

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Vegetal de hojas de acanto.

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Lucha de jóvenes contra dragoncillos entre maraña de tallos.

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Pareja afrontada de cuadrúpedos.

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Ábside Central. Interior. (Centro)

Capitel vegetal con dos corolas de grandes hojas de acanto.

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Combate singular de dos personajes híbridos afrontados.

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Dos arpías “silenses” (capitel 41) de cabezas afrontadas.

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Dos grifos afrontados.

18 Ábside Central. Interior. (Norte)

Dos centauros sagitarios afrontados entre maleza.

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Dos grifos afrontados de tosca factura.

20

Único capitel que representa una escena en la que es posible reconocer un pasaje de la Historia Sagrada. ¿Orden de Herodes a sus soldados para la matanza de los inocentes?


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2

ARTE

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Detalle de (0). Al exterior existe una diferencia entre las ventanas laterales y la central. Ésta tiene cuatro capiteles y las otras sólo dos. Las tres ventanas muestran similar disposición interior, con cuatro capiteles en cada una. En todo caso, su análisis resulta suficiente para establecer algunas conclusiones verosímiles respecto a la localización, cronología comparativa y tipología, respecto a los capiteles de la portada septentrional. Destacamos, por su interés especial, la ubicación del capitel nº 20 (Opus cit. y elaboración).

VANOS DEL ÁBSIDE CENTRAL.VISTA EXTERIOR.

06

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Ábside central. Vano izquierdo

Ábside central. Vano central

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Ábside central. Vano derecho


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

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Se adjunta, con algún retoque y elaboración, la fotografía del capitel interior nº 20 descrito en el cuadro sinóptico anterior que se recoge en el artículo citado, por considerar que su consulta es poco accesible. Se trata de uno de los capiteles ocultos, situados entre el paramento interno del ábside central y el retablo mayor. Es imposible, por tanto, aportar otra fotografía que no sea una de las que se hizo en su momento.

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CAPITEL Nº 20. LOCALIZACIÓN: PARAMENTO INTERNO. ÁBSIDE CENTRAL. VANO NORTE.

La calidad de imagen de este, como del resto de los capiteles del paramento interno, es la que pudo conseguirse teniendo en cuenta su situación entre la parte interior del muro del ábside y el retablo mayor. No se pretende aportar detalles de cada una de ellas en este trabajo, ya que hay una labor de investigación general sobre esta Iglesia, en curso, en que serán objeto de estudio. Únicamente queremos destacar de manera especial, para su tratamiento, el capitel nº 20, el único que representa una escena en la que es posible reconocer un pasaje de la Historia Sagrada. No parece formar parte del programa de los ábsides y ¿pudiera acoplarse al de los capiteles de las jambas de la portada principal que tratan de la infancia de Jesús, quizá entre el dedicado a la consulta a los sacerdotes en Jerusalén y el de la matanza de los inocentes? ÁBSIDE CENTRAL. CAPITEL HISTORIADO Nº 20 (Javier Martínez de Aguirre)

Un rey situado en la esquina, coronado y portador de un cetro flordelisado, mira al frente flanqueado a su derecha por un personaje barbado que alza la palma, y a su izquierda por otro personaje también barbado

Capitel nº 20. ¿Orden de Herodes para la matanza de los inocentes? Dudoso ensamblaje en el conjunto.

que lleva una espada y parece tocarle el cetro. El rey señala a éste último con su mano diestra, sin mirarle. El guerrero, que lleva la espada desenvainada con la punta hacia arriba, viste un manto sujeto sobre el hombro derecho mediante fíbula. Parece tratarse de la escena del mandato de Herodes a sus soldados para que procedan a la Matanza de los Inocentes, pasaje evangélico que falta en el ciclo de la Infancia representado en los capiteles de la portada septentrional. Difiere de lo habitual en representaciones castellanas de esta escena en que la figura a espaldas de Herodes no está y en que el supuesto soldado que recibe la orden carece de loriga. Sin embargo, ninguno de los soldados que acometen la matanza de los inocentes en los capiteles de la portada septentrional estellesa lleva puesta una loriga. Además, el ciclo estellés, en su segunda parte, se encuentra desordenado (la Huida a Egipto precede a la consulta de los Magos a Herodes y existen dos capiteles de luchas de jó-


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venes contra dragoncillos que no se explican dentro del programa y tienen mejor cabida en la zona de los ábsides, por su temática. Quizá, en el desorden en el montaje que evidencia la portada, un capitel destinado a ella pudo haber sido colocado en el ábside, de modo que los capiteles con jóvenes luchadores hubieran pasado a ocupar un final del ciclo de la Infancia inicialmente no previsto.

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CAPITELES DE PORTADA. JAMBA DERECHA. CAPITEL 9-0 Compárese con la descripción del capitel nº 20). (Antonio Sola Alayeto)

El Rey situado en la esquina del capitel, con corona en flor de lis es portador de cetro inclinado de fuste cordado que sujeta con ambas manos. Mira a su frente (en diagonal respecto a las caras visibles del capitel). Flanqueado a izquierda y derecha por un guerrero y dos consultores de Jerusalén. A su izquierda (cara derecha del capitel): dos personajes pegados uno al otro para poder leer y consultar el libro que tienen apoyado en sus rodillas señalando los dos personajes al mismo tiempo, una página con sus manos derechas dando a entender que han hallado la respuesta al requerimiento de Herodes. Ambos barbados, distinguiéndose por su tocado, uno lleva cogulla de monje y sujeta el libro con su mano izquierda, y el otro tiene el pelo rizado y con barba puntiaguda, quizá queriendo significar a un sacerdote y un escriba, según el texto evangélico. A su derecha (cara izquierda del capitel), un soldado.También con barba pegada al rostro y de pelo corto. De pie y vuelto en tres cuartos hacia el rey, porta espada corta en su mano derecha, apoyada sobre el hombro con la punta hacia arriba, en posición de “armas

Consulta de Herodes a los sacerdotes y escribas del pueblo. (S. Mateo, II). Tratándose de un relieve románico y de las características que suelen tener estas obras, hay que destacar que, frente a la inexpresividad del guerrero y el frontalismo del rey, la actitud de los sabios es de cierto naturalismo y algo de movimiento, que se aprecia en la actividad de sus manos y en la posición forzada que debe adoptar el sabio con cogulla, tanto en su rostro vuelto como en el brazo y en la pierna en tres cuartos, para poder mirar en el mismo libro que está apoyado en las rodillas de su compañero.

al hombro” mientras con su izquierda sujeta el escudo en pico apoyado por su punta en el suelo, a la espera de recibir órdenes. El tratamiento de las telas es diferente en el soldado respecto a los otros tres personajes. El primero lleva telas planas visibles de medio cuerpo para abajo y angulosas en la pieza del brazo que aparece remangada, distinguiéndose otra pieza debajo, en el antebrazo, con pliegues menudos hasta la muñeca que sujeta la espada. Los otros tres personajes portan ropajes de pliegues más curvilíneos y algo más naturalistas.


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

En síntesis, el capitel está bien trabajado y con mucho detallismo, lo que denota a un maestro cantero de gran habilidad técnica de fines del siglo XII. De parecido tipo, en algunas de sus características, al capitel 20 del interior del ábside. El desorden cronológico se explica en el análisis de cada capitel.

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PORTADA NORTE. CONTEXTO: FACHADA

La portada fue pensada para la fachada Norte. El mensaje estaba dirigido a los feligreses, al mercado que se celebraba en la plaza ubicada delante y a los peregrinos del Camino. Su construcción como la de de los tres ábsides de la iglesia data de finales del siglo XII aunque hay noticias más recientes (1145). 11

Vista frontal de la fachada Norte desde la plaza de San Miguel, sobreelevada respecto al nivel de la iglesia en el transcurso del tiempo. En el centro, la extraordinaria portada. A ambos lados, los relieves laterales (iconografía de San Miguel; Apostolado; las tres Marías). Junto a la cabecera, la torre barroca sobre la fábrica del transepto. A los pies, la torre defensiva sobre la “Roca de San Miguel”, rebajada, cuyo rosetón partido se aprecia desde la calle “de las murallas”, actual calle de Chapitel.

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Parte del espacio en que se localizaba la plaza del mercado de San Miguel.


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2

ARTE

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Vista angular desde su izquierda. (Iconografía de San Miguel; Apostolado)

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Portada. Tímpano y arquivoltas

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Vista angular desde su derecha. (Apostolado y las tres Marías)

La línea de impostas apea en dos hiladas de cinco capiteles cada una. Al mismo nivel, bajo el tímpano, dos ménsulas con forma de leones andrófagos, desempeñan la función de soporte del mismo que consta de cinco arquivoltas, además de la moldura exterior o guardalluvias.


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

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Leones andrófagos. “Guardianes del templo”. Ménsula izquierda: se ha tragado a la persona por los pies. Se ve la cara. Derecha: se la ha tragado por la cabeza. Se ven las piernas. No impiden el paso al recinto pero advierten de que el umbral que está a punto de pasar separa el recinto sagrado del profano y debe preguntarse si se encuentra en condiciones de dar ese paso.

PORTADA NORTE. CAPITELES: CICLO DE LA INFANCIA DE JESÚS

Del análisis de los capiteles se deduce que están basados en los Evangelios de San Lucas, cap. I (Anunciación a Sta. Isabel, Anunciación a María; Visita de María a Isabel; Natividad; Presentación en el templo) y de San Mateo,

cap. II. (Reyes Magos) con las salvedades históricas y cronológicas de las que se hará mención. Existen algunas dudas en relación con la historiografía o con la carencia de datos en la misma. La vestimenta de los personajes se ve afectada de los anacronismos habituales en el románico. 18

Jamba izquierda de la Portada Norte. Del exterior al interior: 1 La Anunciación. 2 La Visitación a su prima Sta. Isabel y el parto (de S. Juan Bautista). 3 El Nacimiento de Jesús. 4 Los Reyes Magos. 5 La presentación en el templo y circuncisión previa.


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2

ARTE

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Jamba derecha de la Portada Norte. Del exterior al interior: 6 y 7 Dos capiteles de jóvenes que, con espadas y lanzas, luchan contra dragoncillos. 8 Matanza de los inocentes. 9 Herodes consulta a los sabios de Jerusalén. 10 Huida a Egipto.

JAMBA IZQUIERDA

Capitel 1: No es habitual la representación de la Anunciación en esta época. La primera vez que aparece es en este siglo, probablemente en Silos en que se pudo inspirar el artista. El Arcángel Gabriel –el mismo que había anunciado a Zacarías que tendría un hijo de su mujer Isabel- con un ala recogida y la otra extendida, arrodillado por acomodación al marco o como símbolo de respeto y San José, con la cabeza desproporcionada apoyada en su mano derecha semicerrada, aparentemente dormido –quizá es apreciación por erosión en el rostro como ocurre con muchas caras de esta y otras épocas-, en la parte derecha del capitel.

La Virgen tiene dañada la cara y no se ven sus rasgos. La posición del brazo y mano izquierda de los tres personajes es casi la misma y facilita la composición del grupo iconográfico. Buena calidad artística del autor aplicable a la mayor parte de los capiteles del conjunto de Portada. Capitel 2: La cara izquierda representa el abrazo de bienvenida de Santa Isabel a su prima (o tía, pues el evangelio, propiamente, dice “parienta”. Quizá Isabel era hermana de Santa Ana, madre de la Virgen María ya que era de edad avanzada), enmarcados bajo un arco rebajado y un elemento vegetal de entrelazo a su izquierda. 21

20

1.1

1 - Anunciación

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1.2


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

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2.1

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2 - Visitación y parto

Isabel vivía, al parecer, en Ain Karim, unos 7 kilómetros al sur de Jerusalén y cerca de Belén por lo que el viaje de la Virgen desde Nazaret, había sido de unos 120 Km desde la llanura de Galilea, atravesando Samaria y subiendo a cotas de 750 m. en las proximidades de Jerusalén. Es probable que fuera con algún grupo. En la otra cara visible del capitel aparece Sta. Isabel (no la Virgen, a nuestro entender, porque se acomoda mejor al relato del Evangelio de San Lucas y guarda relación temática directa con el episodio de la bienvenida) tendida de costado en un lecho alzado, mientras es atendida por la partera o, quizá, por la Virgen y arropada por su esposo Zacarías, bajo una especie de pequeño palio (está en una habitación, no en una cuadra con pesebre para los animales). La Virgen, según San Lucas, fue a visitarla al sexto mes de embarazo de Isabel y permaneció con ella durante tres meses por lo que debió marcharse tras atender el parto de su prima o probablemente, tía, en una estancia de la casa. La relación que pudiera guardar con el capitel interior de la jamba izquierda de la por-

2

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25

2.2

tada de San Pedro del monasterio de Irache, aducida en el estudio iconológico anteriormente citado, no sería, en todo caso, por el tema, aunque si por las características artísticas en el tratamiento de las telas, ya que dicho capitel representa el sueño de San Martín de Tours en la cara frontal y a San Martín partiendo su capa y dándola a un pobre en la otra cara (hay que reseñar que el patrono de la Iglesia parroquial de Ayegui, donde está el monasterio de Irache, es San Martín de Tours seguramente, desde su fundación, como otras muchas Iglesias en el Camino de Santiago. Capitel 3: A la izquierda, el Niño Jesús recostado en una cuna, es calentado por el aliento del buey y la mula. Sobre ellos, un ángel muy deteriorado con las alas extendidas, desciende tras haber anunciado en el campo el nacimiento de Jesús. A la derecha la anunciación del ángel a dos pastores enmarcada por sendos elementos vegetales. El ángel (hay que adivinarlo por estar muy erosionado) impone su mano derecha sobre la cabeza de uno de los pastores que porta un pequeño zurrón al costado y dirige hacia arriba el cayado. El pastor del ángulo está cubierto, desde la cabeza hasta las rodillas, con una piel de


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2

ARTE

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3.1

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3 - Nacimiento

oveja apoyándose en el cayado que sujeta con su mano derecha.También existe una desproporción de su cabeza (mucho mayor) con la del otro pastor, quizá para enmarcar la composición de la escena y separarla de la otra cara del capitel al estar ubicada en el ángulo. Jesús debió nacer seis meses más tarde que Juan Bautista ya que la anunciación se produjo a los seis meses de embarazo de Isabel y María fue a visitarla “sin más demora” por lo que cuando nació San Juan, María estaría de tres meses y le faltarían seis para el parto. Es curioso señalar que el ángel que se aparece a los pastores en el campo, según refiere San Lucas, es representado también en la estancia de la casa de Belén donde está el Niño, como tratándose de la continuación de la historia de la otra cara del capitel, sin que el evangelio haga referencia a él (como dos viñetas seguidas). El lugar fue una dependencia para animales según San Lucas (cap. I) en que no se hace referencia a ningún animal concreto que, sin embargo, por tradición, se representan en el capitel. No se representa la Virgen ni San José aunque San Lucas deja deducir que estaban allí (… lo acostó en un pesebre pues no había lugar para ellos en la sala principal de la casa) y

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3.2

San Mateo especifica que los Magos entraron en la casa y vieron al Niño con María, su madre (no cita a San José). Las casas solían ser de una sola planta cubiertas por una azotea apeada en un forjado de ciprés o cedro, paja y barro prensado con rodillo. Podían tener patio. Respecto a la historiografía, aunque ambos evangelistas citan como rey a Herodes (73 a.C. al 4 a.C.) San Lucas especifica que era Quirino (Publio Sulpicio Quirino -53 a.C. al 21 d.C.) gobernador de Siria y sabemos que éste llegó a Siria tras la destitución de Arquelao (hijo de Herodes) acompañado de Coponio (a quien sucedió, en el año 26, Poncio Pilatos) como procurador de Judea que había sido incorporada a Siria en el año 6 de nuestra era (37 años después de la batalla de Accium). También dice San Lucas que el decreto de Augusto para hacer el censo salió “por aquellos días” y que fue el primero. Hay quien dice que habría estado en Siria entre el 10 y el 8 a.C. y que habría hecho un censo en el año 8 a.C. ayudando al legado Saturnino, y otro el 6 d.C., es decir, con una diferencia de 14 años que indicaba el decreto de Augusto, pero, en ese caso, no se ajusta al hecho de que fuera el primero. Por tanto, Jesús pudo nacer del año 6 a. C. al año 6 d.C. ¿…?


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

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4.1

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4 - Sabios Reyes Magos

En todo caso, no es extraño el que hubiese cierta confusión cronológica e incluso de personajes para los evangelistas en el tiempo en que parece que fueron escritos estos evangelios –a comienzos de la 2ª mitad de siglo-, si tenemos en cuenta que Palestina era un auténtico “avispero” político y social y que los cambios se sucedieron muy rápidamente y fueron muchos o quizá que San Lucas hubiese querido decir: “Este empadronamiento [el que lleva a José a Belén] fue primero [anterior] al que tuvo lugar siendo gobernador de Siria Quirino” (Lc. 2, 2). Benedicto XVI en “La infancia de Jesús”, p. 76, en contra de casi todo lo publicado en medios de comunicación españoles, cree que es bastante lógico que hubiera animales junto al pesebre: “Como se ha dicho, el pesebre hace pensar en los animales, pues es allí donde comen. En el Evangelio no se habla en este caso de animales. Pero la meditación guiada por la fe, leyendo el Antiguo y el Nuevo Testamento relacionados entre sí, ha colmado muy pronto esta laguna, remitiéndose a Isaías 1, 3: “El buey conoce a su amo, y el asno el pesebre de su dueño; Israel no me conoce, mi pueblo no comprende”.

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4.2

Capitel 4: A la izquierda, los dos últimos reyes, ¿los reyes Gaspar y Baltasar de la tradición?, de pie, (apenas se aprecian las coronas, deterioradas por la erosión) parecen intercambiar algunas palabras vuelto el rostro del segundo hacia el tercero, conversando entre ellos y dando cierta agilidad a la composición. No parece discernirse ningún rasgo diferenciador de raza en ninguno de los tres (aunque la tradición que relaciona a los magos con sus antecedentes Sem, Cam y Jafet es muy antigua, la iconografía no los diferencia hasta el siglo XIV). En “La infancia de Jesús” el Papa Benedicto XVI cree que la historia de los Magos de San Mateo es verdadera. El grueso de la composición ocupa parte de esta cara y toda la otra cara visible: “Melchor” arrodillado, con corona decorada en flor de lis, ofrece al Niño Jesús, con una mano sujetando el libro abierto y la otra perdida, probablemente, en actitud de bendecir, (sentado sobre una de las rodillas de la Virgen que, a su vez lo sujeta con su mano izquierda por el hombro), su regalo. Entre las cabezas del Mago y la Virgen, la estrella (de ocho puntas) que les ha guiado hasta el Niño. Lo representado se corresponde con la narración de San Mateo (cap. II): Entraron en


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2

ARTE

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5.1

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5 - Presentación en el templo y circuncisión

la casa, vieron al Niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron sus cofres y le ofrecieron dones de oro (símbolo de realeza), incienso (símbolo de divinidad) y mirra (empleada para embalsamar, pues habría de morir por los hombres). Según esta interpretación, los Magos eran conscientes de no estar ante un rey terrenal. La Virgen coronada parece esbozar una velada sonrisa “arcaica”. San José, sentado y con la cabeza ligeramente reclinada sujeta su bastón que apea en el suelo, con su mano izquierda mientras con la mano derecha parece mostrar el conjunto de la escena que tiene lugar entre los Magos, la Virgen y el Niño. La apariencia de estar dormido o de parecer ciego puede ser engañosa, como en otras escenas anteriormente reseñadas por desdibujamiento y carencia de las pupilas. Esto es corriente en muchas figuras erosionadas. La mención a San José se hace en un versículo posterior para avisarle de las intenciones de Herodes de matar al Niño. Capitel 5: El conjunto escultórico está cobijado por arquillos geminados y columnas sogeadas de capitel corintio. En la cara frontal, el sacerdote/Simeón recibe de ma-

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5.2

nos de la Virgen al Niño (y lo coge en brazos) al tiempo que una figura femenina ¿quizá, la profetisa Ana o la partera de María? Simeón y Ana son santos para la Iglesia conmemorados el 8-X y el 1-IX. En posición forzada por la adaptación al marco, parece mostrar, con su mano derecha, que Jesús ha sido circuncidado. Somos conscientes de que la escena no está clara pero no parece descontextualizada. No vemos otra explicación más consistente, tras visualizar el capitel a gran tamaño. En todo caso, al tratarse de pasajes distintos aunque sincronizados en la representación escultórica, puede tratarse de mostrar que la circuncisión ha sido realizada previamente a la presentación en el templo. La figura de la cara interior muestra a un personaje masculino en actitud de tener entre sus brazos, de los que cuelga un paño, al Niño Jesús. Las partes sobresalientes han desaparecido (brazo y presumiblemente, el Niño). A sus pies un pequeño asiento en el suelo. Lo expuesto podría indicar que está referido a la circuncisión. Si nos atenemos a esta explicación, no aparece San José en el conjunto escultórico cosa que


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

ocurre aleatoriamente en las representaciones de este pasaje del Evangelio de San Lucas. Aunque son hechos distintos (a los 8 días de nacer, la circuncisión y a los 40 días, la presentación,) es frecuente que se representen juntos como parece ser el caso. Es difícil encajar cronológicamente estos dos acontecimientos en el contexto temporal que narra el evangelio de San Lucas y el de San Mateo ya que huyeron a Egipto la misma noche que los magos se volvieron a su tierra (100 km de distancia y con problemas desde Belén) y no volvieron hasta la muerte de Herodes. En consecuencia no se comparece con los 8 días para la circuncisión y los 40 días para la presentación en el templo de Jerusalén, procedentes de Nazaret como se desprende de San Lucas en su evangelio (… una vez que cumplieron todo –Presentación y Purificación- volvieron a Galilea a su ciudad de Nazaret). La alternativa podría ser que la Sagrada Familia se hubiese quedado en Belén, que está próximo a Jerusalén, hasta la presentación en el templo y que los Magos hubiesen llegado después, a pesar de que no es este el orden de acontecimientos narrados en el evangelio. Tiene su lógica que se quedaran ese tiempo en Belén para no tener que realizar el viaje de vuelta a Nazaret y volver a Jerusalén al cabo de poco tiempo, lo que suponía de ocho a diez días de viaje y más si tenemos en cuenta el estado de María y la presencia del Niño recién nacido. La circuncisión pudo haberse efectuado en Belén ya que podía realizarla cualquier persona en casa o en la sinagoga. En esta secuencia, la Adoración de los magos y la huida a Egipto serían hechos posteriores a la presentación en el templo y la purificación de la Virgen.

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JAMBA DERECHA

Capitel 6 y 7: La 6 y 7 son escenas muy similares, casi réplicas o copias con variantes. Dos capiteles de jóvenes que con espadas y lanzas luchan contra dragoncillos que aparecen a sus pies. El tema simbólico es el de la lucha del hombre contra animales maléficos, ampliamente utilizado en el románico, en general, y en Estella e Irache, en concreto. El tema representado es idéntico en ambos: personajes imberbes, vestidos con túnica, que luchan armados de lanzas, espadas y arcos, contra pequeños dragones situados tanto a sus pies como en el nivel situado junto a su cabeza.Todas las figuras están envueltas en un marco de floresta y roleos que tratan de aprisionarlos y dificultan su acción. Pueden querer representar la lucha del hombre contra sus propias oscuridades. Los personajes se hallan envueltos entre zarzas, están oprimidos. Los animales maléficos que tienen que cazar representan sus propios males de los que se tienen que liberar para llegar a ser hombres libres. Según el estudio iconológico citado no sería lógico que este fuera el sitio diseñado en el programa original para los dos capiteles porque podría faltar el capitel del ábside donde aparece Herodes ordenando la matanza (entre el capitel en que Herodes consulta a los sabios y el que representa la matanza de los inocentes), aunque parece excesivo dedicar tres capiteles a esta secuencia y su comprensión quedaba suficientemente “explicada” con los dos existentes. Funcionalmente parecen diseñados para ocupar dos lugares simétricos respecto a un eje situado en el punto medio de la luz de un vano que podría ser del ábside mayor ya que su temática no casa con lo representado en los que estamos comentando y sí en el ábside.


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6.1

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6 - Jóvenes contra dragones 38

7.1

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6.2 39

7 - Jóvenes contra dragones II

En síntesis, cabe la posibilidad de que, al menos uno de ellos, debiera estar ubicado en el ábside con cuya temática viene a coincidir. En todo caso no parece lógico ni natural que se reiteren dos capiteles muy parecidos y juntos, por lo que pudieron haberse pensado ambos para flanquear el conjunto iconográfico de la infancia de Jesús de la portada, uno en cada jamba como introducción y epílogo, con lo cual su ubicación no desentonaría estética ni temáticamente si introducimos el pensamiento moral en esta parte del evangelio. Capitel 8: El capitel narra, como si fuera un cómic, el sacrificio de las madres y la muerte de los niños inocentes a manos de los esbirros del rey Herodes. Las fases cronológicas se inician en la “vi-

40

7.2

ñeta” interna del capitel en la que, comenzada la odiosa operación ordenada por el rey, mientras una de las madres tiene a su hijo pequeño en brazos sujetándolo por el hombro y las piernas en tanto que el niño se sujeta al manto de su brazo izquierdo y colgando el derecho. El sicario con la espada empuñada (falta el mango y la mano que la empuña) se dispone a matarlo como, previamente ha ocurrrido, a juzgar por los restos humanos esparcidos a sus pies (se han perdido las cabezas de dos de estos niños –el que está sujetando y otro que yace en el suelo-). En la cara frontal continua la acción. La madre sigue agarrando el brazo izquierdo del esbirro que sujeta a su hijo mientras éste descarga un golpe fatal en el cuello del niño con


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

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8.1

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8 - Matanza de los inocentes 44

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8.2 45

9 - Consulta de los sabios

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9.2

Análisis y descripción previa (para su comparación con el capitel nº 20).

su espada. La madre se lleva su mano derecha al rostro en actitud desesperada.Varias cabezas de otros niños yacen a los pies de los tres personajes que componen este segundo conjunto iconográfico. En este como en otros capiteles anteriores y posteriores el cantero utiliza una referencia para su labra consistente en dejar en alguno de los ángulos, bajo el cimacio, constancia del paramento de la pieza en la que se trabaja, para facilitar el rehundido proporcional de las figuras. Capitel 9: No hay referencias historiográficas concretas a este hecho aunque hay que hacer notar que esta matanza, en todo caso, pudo afectar a pocos niños en la zona de Be-

lén que algunos concretan entre diez y treinta habida cuenta de la presumible población de Belén y sus alrededores en tiempos de Cristo y de la tasa de mortalidad infantil del momento en torno al 50 %. Para otros pudo ser eclipsado el hecho por otros crímenes cometidos por Herodes, especialmente en los últimos años de su vida y relacionados con su posible sucesión, como la muerte de algunos de sus propios hijos y una esposa, o la orden –que su hermana Salomé parece que no cumplió- de que, a su muerte, fuesen ejecutados los primogénitos de las familias judías encerrados en el hipódromo para que hubiera quien llorase cuando él hubiese muerto ¡…! –según Flavio Josefo-.


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ARTE

Este mismo hecho pudo ser motivo de confusión.También hay quien pone en entredicho la narración de San Mateo en este punto y en la huida a Egipto como acontecimientos para establecer relación con Moisés, de cara a su narración a los judíos. No obstante hay que añadir que, en 2008, la cadena de TV estadounidense History Channel sacó a la luz una investigación realizada por los arqueólogos de la universidad hebrea de Jerusalén, donde es posible observar excavaciones con muchísimos cadáveres de infantes datados en el siglo I, correspondiendo al período en que vivió Jesús y con el rango de edad que tendrían los niños a los que Herodes habría mandado matar. Si este fuera el caso, quizá Salomé habría cumplido la orden de su hermano Herodes. Capitel 10: A la izquierda, en la cara frontal del capitel, un ángel “en vuelo rasante” (dispuesto horizontalmente respecto a la composición), se ha aproximado velozmente (con el ala izquierda en posición de aleteo) a San José, sentado plácidamente, con su brazo derecho y mano extendida apoyada sobre su rodilla derecha y el brazo izquierdo y mano recogida apoyada en su mejilla izquierda y actitud beatífica de estar dormitando o en actitud pensativa. Su rostro, barbado y con patillas y bigote. La cabeza está cubierta con una pieza de tela de la que el ángel tira con las dos manos, sin miramiento, descubriendo parte de su cabello, en actitud de intentar desperezarlo para que escuche lo que le está comunicando (el intento de Herodes de matar a los niños de la zona). A su derecha, en la misma cara del capitel y parte de la contigua (conseguido, en la representación, mediante un giro de cabeza del burro), la Virgen montada en el pollino ajae-

zado con albarda y cabezal.Va sentada de costado con el Niño apoyado lateralmente en su pierna izquierda y embrazado para que no se caiga (se aprecia su mano izquierda en actitud de sujetarlo). El Niño ha perdido la parte saliente del conjunto, es decir, la cabeza y parte del tronco, aunque corserva su mano derecha en actitud de bendecir con los dedos índice y corazón rectos y el resto recogidos. Junto a la Virgen y el Niño se puede ver, en un segundo plano y de espaldas a San José con el báculo al hombro, un aparente bajorrelieve de figura de perfil vuelta hacia atras, que cubre su cabeza con un velo recogido, aunque, desde la otra cara –la interna- del capitel, se asemeja al nudo de un atillo que porta San José al hombro. En la cara interior, San José, vuelta la cabeza ligeramente, lleva el burro del ramal al tiempo que controla a la comitiva. No precisa tirar del animal (el ramal cogido del cabestro, del que se aprecia el sogueado, está flojo). La cabeza es desproporcionada, muy delgado y ceñido con cinturón ybroche sobre vestimenta que le cubre del cuello a las piernas con calzas hasta los pies. San Mateo cuenta que después de avisar a los Reyes Magos, el ángel dijo a José que huyera a Egipto con el Niño y su madre. El tomó de noche al Niño y su madre y se retiró a Egipto (¿Belén-Hebrón-Marheshá- Eglón-Cruce con la vía procedente de Jerusalén-GazaRafia-Rinocolura-Ismailia-BubastiHeliópolis/Matarieh?- y estuvo allí hasta la muerte de Herodes. En consecuencia se hace difícil articular los tiempos para la presentación del Niño en el templo de Jerusalén a no ser que los Magos llegaran después de ese evento a Belén donde seguían residiendo provisional-


Capiteles de la portada norte de San Miguel: la infancia de Jesús

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10 - Huída a Egipto

mente José y María. Es otro interrogante historiográficamente no resuelto. A la vista de los temas representados en los capiteles, se deduce que el orden de diseño de colocación de los mismos no fue el que ahora puede verse y pensamos que, cronológicamente, debió ser el siguiente: en la jamba izquierda 6; 1; 2; 3; 5; en la derecha 4; 9; 10; 8; 7.

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Somos conscientes de que existen dudas razonables sobre este particular pero no hemos encontrado otro orden que pueda insertarse cronológicamente con mayor verosimilitud en el contexto evangélico, en la historiografía y en el sentido común.

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Bibliografía 4BIURRUN, Tomás, El arte románico en Navarra, Pamplona, 1936. 4FERNÁNDEZ-LADREDA, Clara; MARTÍNEZ DE AGUIRRE, Javier; MARTÍNEZ ÁLAVA, Carlos, El arte románico en Navarra, 2ª Ed. Dpto. de Cultura, Gobierno de Navarra, Pamplona, 2005.

4MARTÍNEZ DE AGUIRRE, Javier, “Nuevas esculturas románicas en San Miguel de Estella”, Príncipe de Viana, 58, 1997, pp. 7-36. 4SOLA ALAYETO, Antonio Y LARRETA ANOZIBAR, Xabier, Irache en imágenes. Un viaje a través del tiempo, Graficas Lizarra, Estella, 2010.

4GOÑI GAZTAMBIDE, José, Historia eclesiástica de Estella, Tomo I, Departamento de Cultura, Gobierno de Navarra, Pamplona, 1994.

4UBIETA, José Ángel y otros, Biblia de Jerusalén, Edición revisada y aumentada, Nuevo Testamento, Ed. Vizcaína, Bilbao, 1977.

4LACOSTE, J, San Miguel de Estella, en “Homenaje a D. José Mª Lacarra”, Zaragoza, 1982, vol. V, pp. 101-132.

4URANGA, J. ESTEBAN, ÍÑIGUEZ, Francisco, Arte medieval navarro, Pamplona, 1973.

4MARTÍNEZ DE AGUIRRE, Javier, “La portada de San Miguel. Estudio iconológico”, Príncipe de Viana, 45, 1984, pp. 439-462.

4URRUTIA, José Luis, Todo el Evangelio ordenado y comentado, Madrid, 1984.


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De izquierda a derecha: Roldán Jimeno Aranguren, Jerónimo Gómez Ortigosa, alcalde de Los Arcos, José María Rodríguez Ochoa, homenajeado, y Merche Osés Urricelqui, presidenta del CETE.

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Homenaje del Centro de Estudios Tierra Estella a José María Rodríguez Ochoa Los Arcos, 25 de octubre de 2013

El 25 de octubre tuvo lugar en el Salón de actos de la Casa de Cultura “Carmen Tyssen Bornemisza” de Los Arcos, el homenaje a José María Rodríguez Ochoa. A través de este acto el Centro de Estudios Tierra Estella quiso reconocer la labor realizada por este arqueño, un erudito en temas hebraicos y en las Sagradas

Escrituras, cuya labor investigadora y divulgativa ha transcurrido desde la discreción y la humildad. Ambas cualidades fueron tenidas en cuenta para que el CETE homenajeara a un vecino de la merindad por su labor silenciosa y necesaria, a lo largo de toda su vida en pro de la historia de su tierra.


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Al acto acudieron el alcalde de Los Arcos, Jerónimo Gómez Ortigosa, Roldán Jimeno Aranguren, miembros el CETE, familiares, amigos y vecinos de la localidad, etc. El Ayuntamiento quiso sumarse a este reconocimiento y le hizo entrega de una placa con el escudo de la localidad. Fue Roldán Jimeno, conocedor de primera mano de la figura de José María Rodríguez Ochoa, quien realizó una semblanza al homenajeado, que se recoge a continuación: “Honra al Centro de Estudios Tierra Estella, y, por añadidura, al Ayuntamiento de Los Arcos, reconocer la trayectoria intelectual de sus paisanos. Y le honra de manera especial en este caso, pues José María Rodríguez Ochoa no es de esas personas que haya gustado forjarse una especial proyección pública a través de su labor profesional, especialmente en lo que respecta a su dimensión investigadora. Discreto y humilde, pero grande, muy grande, es merecedor, por tanto, de este reconocimiento a la trayectoria de una vida. Rodríguez Ochoa fue hijo de su tiempo y de Los Arcos. Como tantos navarros de su generación que creció en el nacional-catolicismo de la posguerra, tomó el camino del Seminario de Pamplona. Comenzó entonces su formación humanística, que completó, con la licenciatura en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca (1958) y con la de Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma (1961). Centrado, pues, en el estudio de las Sagradas Escrituras, continuó su especialización en la Escuela Bíblica de Jerusalén (1963) y se doctoró en Ciencias Bíblicas en la Pontificia Comisión Bíblica de Roma (1969). Por estas épocas comenzó también a investigar y a publicar el fruto de sus investigaciones en revistas especializadas como Estudios Bíblicos (1963), en el libro colectivo en homenaje a José

Zunzunegui (1975), o en su pequeña monografía publicada en El Escorial en 1970 dedicada a la Experiencia del mal y misericordia de Dios en la literatura sapiencial israelita. Huelga decir que además de formarse en el estudio bíblico y de iniciarse en la investigación en ese campo, iba atesorando un conocimiento extraordinario del latín y de lenguas semíticas, en concreto del hebreo y arameo. Luego se le unieron otros muchos idiomas, incluido el euskera. Francamente, creo no conocer en Navarra a nadie más políglota que José María Rodríguez Ochoa. Regresado a su tierra, fue profesor de Exégesis del Antiguo Testamento y de Hebreo en el Seminario Metropolitano de Pamplona (19681977) y en la Facultad Teológica del Norte de España, sede de Vitoria (1969-1976). En 1977 completó su formación académica con la obtención de la Licenciatura en lenguas semíticas (especialidad de Hebreo y Arameo) en la Universidad Central de Barcelona (1977). Secularizado y casado con Orfia, la familia se completó con la llegada al mundo de un hijo, Mikel. En su nueva etapa vital se dedicó a la docencia como catedrático de Latín en varios Institutos de Bachillerato navarros. Lo fue entre 1978 y 2000. Hizo un paréntesis entre 1991 y 1995 para hacerse cargo de la Dirección general de Política Lingüística del Gobierno de Navarra. Algún día se hará la historia de esta Dirección general, y no me cabe la menor duda de que los años en los que Rodríguez Ochoa estuvo al frente serán vistos, con mucho, como los más vigorosos y productivos de la institución. Su dedicación profesional y familiar le impidió seguir investigando, aunque encontró tiempo para realizar el artículo “Fragmentos de rollos sinagogales en Navarra. Descubrimientos recientes de Tafalla”, que dio a conocer en el Primer Congreso General de Historia de Navarra (publicado


NOTAS

en Príncipe de Viana, año XLIX, Anejo 8, 1988, pp. 615-624). Por aquel entonces ya había comenzado a trabajar en la obra de Menahem ben Zerah, su gran aportación a los estudios judaicos. Pero no fue hasta su jubilación cuando nuestro homenajeado gozó del sosiego y tiempo necesarios para acometer un proyecto tan ambicioso. Acabó el libro en 2011, y lo publicó el Gobierno de Navarra ese mismo año. Lleva por título Menahem ben Zerah, rabino estellés (1310-1385). Aproximación a una cultura que floreció en Sefarad. Me cupo el honor de prologarlo. Solo por esta obra Rodríguez Ochoa es merecedor de un homenaje como el que hoy se le tributa desde el Centro de Estudios Tierra Estella, pues Menahem ben Zerah y de su obra Tzeda la-Derek eran absolutamente desconocidas en Estella y en Navarra, a pesar de hallarnos ante uno de los autores hebraicos más destacados de Sefarad. Menahem ben Zerah no era un estudioso desconocido por los hebraístas, me refiero a los verdaderos hebraístas, los que estudian la cultura judía desde un conocimiento de la lengua, como es el caso del propio Rodríguez Ochoa. Sin embargo, en Navarra no se sabía bien quién era. Se trataba de una figura que nadie había reparado en ella o que, si lo había hecho, había sido de una manera muy superficial y arrastrando errores importantes. Nadie, hasta el trabajo de Rodríguez Ochoa, se había percatado de que ben Zerah contaba con dos voces distintas en la Gran Enciclopedia Navarra (1991), como si de dos autores distintos se tratase, con informaciones ciertamente contradictorias. José María Rodríguez Ochoa sacó del olvido a Menahem ben Zerah a través de dos vías. Por un lado, tradujo al castellano la introducción autobiográfica de Tzeda la-Derek, acompañada de la reproducción del texto original hebreo.Y, por otro, realizó un concienzudo estudio en el que recorrió

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la trayectoria vital e intelectual de este preclaro hijo de la judería de Estella. Pero José María Rodríguez Ochoa no se va a quedar en Menahem ben Zerah. Su curiosidad intelectual y su vigor le han llevado a adentrarse en un nuevo proyecto, igualmente ambicioso: la realización de una nueva traducción al castellano de la obra del judío navarro más conocido, Benjamín de Tudela, que irá acompañada de un estudio introductorio. Supongo que este homenaje le servirá de aliciente para proseguir con más empeño, si cabe, en ese cometido. Zorionak José Mari, felicitación que hago extensiva a tu mujer Orfia y a tu hijo Mikel”.


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25º Aniversario del Centro de Estudios Tierra Estella Alfredo y Xabier Larreta Anocibar

Y todo empezó por una actividad de aula… Corría la primavera del año 1982 cuando decidí con mis alumnos de 2º de BUP realizar una excursión a la zona de Inzura, concretamente a la cueva de Basaula. Quería que mis alumnos viviesen esa inolvidable experiencia de penetrar en las entrañas de la tierra y observar su fascinante panorama. Quedamos para un sábado a las 9 de la mañana en la estación. La excursión estaba programada ida y vuelta a pie. Nos salió un sábado muy desapacible, con txirimiri, lluvia.... El grupo se puso en marcha y yo me fui a preparar un buen calderete de patatas con chorizo. El llevarlo a la cueva fue toda una odisea, pero lo llevamos.Visitamos la cueva con sus galerías, reptamos a la entrada y a la salida, nos pusimos de barro como unos nazarenos, pero habíamos cumplido con nuestro objetivo. En el vestíbulo de la cueva dimos buena cuenta del abundante calderete preparado, y tras una agradable tertulia y asearnos para volver de nuevo a la civilización, emprendimos el regreso a Estella, por supuesto, andando. Reflexionando sobre lo acontecido en la excursión, me di cuenta que era un grupo decidido, valiente y entusiasta, con el que se podía iniciar cualquier empresa.Y así fue. Aquel grupo se constituyó en GRUPO DE AR-

QUEOLOGÍA del Instituto Oncineda y más tarde desembocó en lo que hoy es el CENTRO DE ESTUDIOS TIERRA ESTELLA. A partir de ahí fueron muchas las salidas a bordo de un 127 para prospectar yacimientos, aprender a distinguir la cerámica sigilata romana de otras cerámicas como las de la Edad del Hierro o del Bronce o las medievales. El Instituto nos cedió un aula para guardar en ella los materiales, clasificarlos, siglarlos, dibujarlos y hasta restaurarlos. El grupo de alumnos puso ilusión, empeño y responsabilidad. Estábamos tratando con materiales que pertenecían al patrimonio cultural de Navarra. Y llegó nuestra primera exposición de materiales en el Instituto Oncineda. A ella fueron invitados Román Felones, como Consejero de Educación y Cultura y también la Directora del Museo de Navarra Mª Ángeles Mezquíriz, profesorado, alumnos y otras instituciones municipales. Recuerdo que la cerámica estaba colocada sobre moldes de polispán. En el transcurso de la visita de las autoridades, Mª Ángeles Mezquíriz, tomó una cerámica de una de las baldas, la observó y quedó gratamente sorprendida porque cada cerámica tenía su correcta catalogación y sigladura. Se interesó vivamente y nos pidió que le avisáramos cuando hiciéramos algu-


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na prospección, sobre todo en el ALTO DE LA CÁRCEL, actual museo de las musas.Y así lo hicimos. En otoño, cuando los labradores aran sus campos y posteriormente llueve se puede observar con toda nitidez el material que aflora.Visitamos con ella el Alto de la Cárcel, y se quedó asombrada de la cantidad y calidad de la cerámica que afloraba. Viendo la riqueza de materiales nos alentó para que bajo su supervisión iniciáramos unas catas de prospección en verano, para ver la potencia del yacimiento, era el año 1985 y la campaña duró una semana. Y éste fue el origen de una serie de campañas sucesivas, donde, desde el principio, tanto alumnos como profesores del instituto, participamos activamente para sacar a flote algunas estructuras altamente significativas. Posteriormente se incorporaron técnicos y trabajadores, contratados por el Gobierno de Navarra.Y tras múltiples campañas y la colaboración inestimable del Ayuntamiento de Arellano, surgió el magnífico museo de LA VILLA DE LAS MUSAS. Mientras tanto, aquél grupo de arqueología, formado por profesores y alumnos emprendió la difusión, desde el instituto, de nuestro patrimonio arqueológico y cultural montando una exposición de arqueología que abarcaba desde la prehistoria hasta la época romana y que recorrió todos los rincones de la Merindad estellesa. Cada alumno tenía su responsabilidad propia en el montaje de la exposición. Unos, se encargaban de la Prehistoria, otros del Neolítico y la Edad del Hierro, otros de la romanización y así sucesivamente con todos los materiales que arrastraba dicha exposición. Con el tiempo se fue enriqueciendo con nuevos materiales, maque-

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Excavación Alto de la Cárcel, 1986. De izq. a dcha.: Alfredo Larreta y Antonio Sola.

tas, restauraciones, paneles, etc. Esta fue la primera de una larga cadena de exposiciones y actividades que primero como Grupo de Arqueología y después como CETE ha ido diseñando y montando para una mejor y más amplia difusión del patrimonio cultural y natural de la Merindad de Estella. Mientras estábamos inmersos en estas labores, pensábamos en la necesidad de transformarnos en una organización más oficial


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Excavación Alto de la Cárcel, agosto 1985. De izq. a dcha.: Xabier Larreta, Eugenio Tardienta y Agustín Azkárate.

y estable, que tuviese acceso a las subvenciones que el Gobierno de Navarra destinaba para estos menesteres. Nos fijamos en el Centro de Estudios Turiasonense, que estaba funcionando muy bien y con mucha eficacia en Tarazona.Visitamos a los responsables, nos explicaron su funcionamiento, nos dejaron sus estatutos y terminaron de aclararnos la idea que bullía en nuestras mentes. Teniendo como base dichos estatutos, elaboramos los nuestros, los presentamos, para su aprobación, al Gobierno de Navarra y en el año 1988 fuimos reconocidos como Institución cultural, sin ánimo de lucro, con el

nombre de CENTRO DE ESTUDIOS TIERRA ESTELLA-LIZARRALDE IKASTETXE y con las siglas CETE-LI. A partir de entonces iniciamos la nueva singladura como Centro de Estudios Tierra Estella (CETE-LI) dedicados al estudio, defensa y difusión de nuestro patrimonio cultural, utilizando para ello todo tipo de medios a nuestro alcance, exposiciones, conferencias, teatralizaciones, visitas guiadas, publicaciones, excavaciones, maquetas, restauraciones, etc. y que nos ha conducido hasta el momento actual en los albores del siglo XXI.




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