Torrecárdenas abre la nueva Unidad de Hemodiálisis

Ahora se atiende a 120 pacientes en hemodiálisis, pero la nueva unidad eleva la capacidad a 180

El director gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Diego Vargas, ha inaugurado las nuevas instalaciones del área de Hemodiálisis, perteneciente a la Unidad de Nefrología, del Hospital Universitario Torrecárdenas situadas en la planta cero del centro hospitalario referente de la provincia de Almería, en la que se ha realizado una inversión de más de 226.000 euros. Diego Vargas ha estado acompañado por el delegado territorial de Salud y Consumo, Juan de la Cruz Belmonte, el director gerente del hospital almeriense, Manuel Vida, y por el jefe de la Unidad de Nefrología, el doctor Francisco González. Según ha detallado el doctor González, la nueva Unidad de Hemodiálisis Hospitalaria puede atender hasta 180 pacientes semanales y “actualmente tenemos 120 pacientes en hemodiálisis ambulatorios en nuestra unidad, además de contar con cinco puestos de hemodiálisis para pacientes ingresados en la

3ºC del Hospital Universitario Torrecárdenas”. Estas nuevas instalaciones cuentan también con una zona para pacientes infecciosos, con dos puestos, ante un posible rebrote de enfermedad por COVID. “Y para completar nuestros servicios contamos con la mayor unidad de hemodiálisis domiciliaria de Andalucía con once pacientes y una de las mayores unidades de Diálisis Peritoneal, atendiendo a 30 pacientes”.

La ejecución de la reforma ha supuesto un cambio sustancial en las instalaciones del servicio, tras llevarse a cabo una mejora integral de toda la configuración estructural del área asistencial y servicios auxiliares del mismo. Con el fin de no entorpecer la actividad del servicio y compatibilizando obra y actividad asistencial, se ha acometido en dos fases diferentes, con la intervención de diferentes empre- sas, así como de los propios servicios de ingeniería y mantenimiento del hospital. Por este motivo, la reforma y acondicionamiento se ha realizado en dos fases con el fin de evitar que tanto pacientes como profesionales sufrieran las consecuencias de una reforma en paralelo con el mantenimiento de la actividad sanitaria.