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HOTELES 10 m谩s caros del mundo Espectaculares

playas y volcanes:

Polinesia

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Ranking de los mejores lugares

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del mundo




EDITORIAL

Más que un simple cambio de estación, el equinoccio de primavera es un ritual natural que da paso a la transformación, al florecimiento. Y si hacemos caso a la hipótesis de que lo que pasa afuera, pasa en el interior, esta época trae entonces consigo la promesa de llenarnos también por dentro de colores y renovada vitalidad. Por ello, puedo imaginarme perfectamente que al ver el primer brote de cerezos en Japón, el escritor Kobayashi Issa plasmara su conocida frase: “En este primer amanecer de primavera incluso mi sombra está repleta de vigor.” Cuando se abre una flor, parece que es primavera en todo el mundo, y siguiendo el camino de flores nos aventuramos desde Países Bajos, en busca de tulipanes, hasta por los senderos alfombrados de flores en el monte Fuji; nos dispusimos a disfrutar del clima cálido armando un picnic con recetas frescas (maridadas por nuestro sommelier consentido Miguel Ángel Cooley) y aprendimos a respirar profundo, a ritmo pausado, en Nelson, la Isla Sur en Nueva Zelanda. Esta vez, para recorrer Mérida nos pusimos en manos de Pedro Evia, quien nos convidó a saborear el estado de la mejor manera. Así nació nuestra nueva sección Tras los pasos de… que invita a conocer diversos destinos desde el punto de vista de los locales, de aquellos que disfrutan de sus tierras todos los días, degustan sus ingredientes naturales, conocen sus secretos y sus rincones más privilegiados. Desde la redacción de Food and Travel, recibimos el inicio de los 93 días de primavera con ganas de comernos al mundo, con un montón de mordiditas que harán florecer los recuerdos.

Cecilia Núñez cecilianuñez@viajero.com DOS · VIAJERO



VIAJERO Mayo de 2014

EDITORIAL Eduardo Scheffler Director editorial Angel Gallegos Editor

Vol.1 · Num. 1

MX

2 EDITORIAL 5 APPS QUE RESULVEN EL VIAJE 8 HOTELES MÁS CAROS DEL MUNDO

DISEÑO Octavio Ruiz Director de arte Apolo Castrejón Diseño web VENTAS Mary Sol Morales Directora de cuenta Andrea García Coordinadora comercial RevistaViajero Beatriz Quintanar Directora editorial

14 POLINESIA: TAHITÍ Y BORA BORA

Beatriz Santos Editora Alejandro Ortiz Director de arte Jaime Esquivel Editor gráfico GRUPO MEDIOS José Maria Trillas Director general Juan Carlos Ruiz Director administrativo Ulises Navarro Director de relaciones corporativas

18 RANKING DE LOS MEJORES LUGARES DEL MUNDO

Guillermo Díaz de Rivera, Javier Sáenz Padilla y Jorge Villaseñor Asesoría legal Rosaleda No. 34, Col. Lomas Altas. Deleg. Miguel Hidalgo, México DF, 11950 Tel.: 01 (55) 5267 0544/ Suscripciones: 5267 0500/ 01 800 901 2900. www.grupomedios.com.mx / suscripciones@grupomedios. com.mx CUATRO· VIAJERO


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CIINCO 路 VIAJERO




Los diez hoteles más lujosos del mundo El Burj Al Arab, en Dubai Es el hotel más caro del mundo. Sólo tiene suites dobles y la suite real cuesta 28 mil dólares por noche. El edificio está construido con la forma de un velero de 321 metros de altura, paredes de oro, ocho restaurantes (uno de ellos submarino), cuatro piscinas, un parque acuático propio y habitaciones de hasta 780 metros cuadrados.

La decoración interior del edificio la hizo la china Khuan Chew bajo instrucciones del jeque de Dubai. Tiene cantidades ingentes de mármol de Statutario (el mismo que empleó Miguel Angel para sus esculturas) en la recepción; mármol de Carrara para paredes y pisos, piedras preciosas del norte de Italia, mosaicos árabes, terciopelo, 8 mil metros cuadrados de láminas de oro de la India y unas 30 mil luces.

OCHO · VIAJERO


Hotel Ritz de París Este hotel del siglo XIX está situado a pocos metros del Louvre y la Opera House. Tiene 2 restaurantes, 3 bares, un salón de convenciones, una piscina interior, un gimnasio, una escalinata estilo Luis XV, salones con mármoles de Carrara con mobiliario y decoración de fines del siglo XVII, jardines del estilo Luis XIV, lámparas de de araña, edredones acolchados para

las enormes camas, llaves de oro, tapices y alfombras y hasta un salón Monumento Histórico Nacional en la suite Imperial.

NUEVE · VIAJERO


The Atlantis en Nassau

Palms Casino de Las Vegas

Este complejo fue construido por el multimillonario sudafricano Sol Kerzner. El hotel tiene el acuario más grande del mundo, con 11 albercas, más de dos mil habitaciones, 17 restaurantes, puerto deportivo, campo de golf y un casino.

Propiedad de la familia Maloof, este hotel es considerado uno de los más lujosos de Las Vegas. Cuenta con excelentes habitaciones y uno de los casinos más grandes de la ciudad.

DIEZ · VIAJERO


Hotel Four Seasons George V de París Ubicado en los Campos Elíseos está en el Triángulo de Oro de París, la zona de compras más selecta de París. Tiene 245 habitaciones y 59 suites, ocho salones donde se llevan a cabo los mejores eventos europeos y en la decoración se incluyen alfombras del siglo XVIII y una bodega con 50 mil botellas seleccionadas de las mejores regiones del mundo.

The Fairmont Kea en Maui Situado en la playa virgen de Wailea es un resort de lujo frente al mar en Hawaii. Un refugio de lujo en uno de los lugares más pintorescos en la tierra, a sólo 17 km del aeropuerto de Kahului, pero a un mundo de distancia del ajetreo y el bullicio de la ciudad.

Hotel De Glace en Canadá Construído en nieve y hielo, los plafones miden más de 5 metros de alto y las paredes están totalmente recubiertas de obras de arte. Con numerosas habitaciones y suites temáticas, dos salones de exposiciones, un majestuoso vestíbulo, un cine, una magnífica capilla, un gran salón, cabañas de madera, tina caliente y el célebre bar de hielo Absolut. Tiene 3.000 metros cuadrados y se necesitaron 11 mil toneladas de nieve y 350 toneladas de hielo para su construcción.

ONCE · VIAJERO


Hotel Mandarin Oriental de Nueva York Tiene vistas a Central Park y está a pocas calles de la Quinta Avenida, Broadway y Lincoln Center. Con 248 habitaciones y 46 suites con ventanales del suelo al techo, ofrecen vista al río Hudson y Central Park. Seis salas de tratamiento y una sala de yoga tailandés, suite VIP del spa con chimenea, y ducha y baño de vapor privados. Instalaciones de calor independientes para hombres y mujeres, con piscinas y salas de baño de vapor de cristal de amatista y clases privadas de yoga.

Alvear Palace Hotel de Buenos Aires El Alvear Palace Hotel se encuentra ubicado en el barrio de La Recoleta, la zona más distinguida de Buenos Aires, Argentina. La majestuosidad de su arquitectura y decoración hace que se distinga como único en su estilo.

Park Hyatt París Lujo y tecnología de punta son dos aspectos que caracterizan a este hotel ubicado en el corazón de la Ciudad Luz. Las 162 habitaciones de este hotel fueron diseñadas por Ed Tuttle; sin embargo, la de más prestigio y costo es la Suite Imperial, la habitación más grande del hotel.

DOCE · VIAJERO



Cinco archipiélagos Sociedad, Marquesas, Tuamotus, Australes y Gambier agrupan las 118 islas (4.000 km cuadrados) de este estado anclado en pleno océano Pacífico.

Polinesia

Tahití y Bora Bora

Viaje a las islas polinesias, cuyas espectaculares playas y volcanes cautivaron a numerosos artistas. Tahití, Bora Bora, Tahaa y Moorea son nombres esta fruta. Su corazón es el Mercado Municipal, un con una capacidad de evocación incomparable y solo hace falta pronunciarlos para imaginar las maravillas de los Mares del Sur. A menudo se dice, con razón, que se debe llegar a las islas por mar para saborear la aproximación, pero el avión ofrece el regalo de contemplar sus espectaculares paisajes –escarpadas montañas cubiertas de selva, barreras de coral que encierran aguas de color turquesa– como si de una pintura se tratase. Al aterrizar o al desembarcar, una flor y una sonrisa reciben siempre al viajero, acompañadas del musical idioma de los polinesios: iaorana y maeva, hola y bienvenidos, palabras mil veces repetidas. Tahití, la más grande, está casi dividida en dos por un itsmo que separa Tahití Nui (la Gran Tahití) de Taihití Iti (la Pequeña Tahití). Papeete, la capital, se halla en el extremo noroeste. Con sus casi 130.000 habitantes, es la gran ciudad de la Polinesia, bulliciosa, abarrotada y con un tráfico considerable pero, a la vez, acogedora, acariciada por el alisio y perfumada por el aroma de coco que emana de la cercana fábrica de aceite de

gran edificio que guarda las maravillas del paraíso en forma de flores, frutas, verduras, pescados y artesanía. El mercado abre a las cuatro de la madrugada para aprovechar las horas frescas. Es el momento para deambular libremente entre los puestos, comprar un coco verde para saborear su dulce agua o sentarse a comer en alguno de los pequeños locales o puestos que ofrecen la deliciosa comida local. El día de más actividad es el domingo al amanecer, cuando la gente de la isla hace las compras y pasea.

A pocos kilómetros de Papeete se encuentra el Museo de Tahití y sus Islas, en el que se exhiben objetos de artesanía y uso cotidiano antes de la llegada de los europeos. Hay algunas embarcaciones como las que usaron los polinesios para colonizar cada una de las islas de este inmenso océano, llevando a cabo una epopeya sorprendente si tenemos en cuenta que desconocían el uso de los metales y la cerámica. Las vitrinas rebosan de anzuelos de nácar o hueso, nasas de pesca de fibra vegetal, herramientas de coral y adornos de

CATORCE· VIAJERO


conchas. Desde Papeete la larga carretera costera alcanza la bahía de Tautira, que era el fondeadero preferido del escritor y navegante Robert Louis Stevenson (1850-1894), afincado en Samoa y conocido como Tusitala, el contador de historias. Ante las pendientes tapizadas de selva que acaban en playas negras, uno siente la atmósfera de la genuina Polinesia, la misma que vivió el escritor. Tahití está cuajada de sitios ligados a visitantes famosos. Los navegantes Louis Antoine de Bougainville y James Cook pisaron las islas en el siglo XVIII, Herman Melville, creador de Moby Dick, llegó a bordo de un ballenero hacia 1842, y Paul Gauguin halló allí su inspiración en 1891. James Norman Hall, uno de los dos autores de El motín de la Bounty (1932) se casó con una polinesia y su casa cerca de Papeete es ahora un museo. Bora Bora, a 50 minutos de vuelo desde Tahití, es de una belleza tan espectacular que parece producto de la imaginación de una mente exagerada. Es el modelo perfecto de isla polinesia, con su montaña volcánica tapizada de selva de la que sobresale el puntiagudo pico de Otemanu, de más de 700 metros de altitud. Toda ella está rodeada por una barrera coralina recubierta en parte por islotes bajos y arenosos (motus) que

encierran un gran lagoon (laguna), cuyas aguas viran del azul cobalto al turquesa más claro. De hecho, la mayor atracción de Bora Bora son las aguas de ese lagoon interior, en el que es posible nadar rodeado de grandes mantas marinas o hacer submarinismo en sus arrecifes de coral. Cerca se sitúa Tahaa, encerrada en el mismo anillo de arrecifes que su vecina y sagrada Raiatea, cuna de la civilización polinésica. Es una isla pequeña, con menos de 5.000 habitantes y su nombre está asociado a la vainilla, ya que el 80% de toda la producción de la Polinesia se concentra en ella. La isla está cubierta por una densa selva tropical y en sus profundas bahías uno puede contemplar todas las tonalidades del verde reflejadas en al agua. Al atardecer, la luz rasante del sol se refleja en la cubierta vegetal y le da al agua un verde brillante, efímero y bellísimo, festoneado por flores amarillas de hibisco que flotan en la superficie. Antes de abandonar Tahaa es aconsejable alquilar un vehículo con conductor para visitar alguna plantación de vainilla en la que observar la delicada polinización manual de las flores. Además, los guías muestran los usos que tradicionalmente se daba a hojas y frutos, con los que se cocinaba y se elaboraban recipientes ante la falta de barro cocido y cerámica.

Maravillas naturales Las perlas negras, los fondos coralinos y la vegetación tropical (arriba, una flor de tiaré) han contribuido a comparar la Polinesia con un edén.

QUINCE · VIAJERO


Dormir en la laguna Las cabañas instaladas sobre palafitos son excelentes miradores de la fauna que habita las lagunas: mantas, pequeños tiburones, tortugas y peces multicolores.

De regreso a Tahití, se impone una escapada a la bella isla de Moorea, accesible en transbordador desde Papeete. Es otra isla rodeada por una laguna de aguas calmas encerradas en un anillo de coral, con montañas cubiertas de selva que terminan en desnudos picachos basálticos, negras columnas que emergen del verde de los cocoteros y las plantaciones de piña. Tiene dos profundas bahías, Opunohu y Paopao, esta última también conocida como bahía Cook en honor al navegante y explorador inglés. Entre ambas se erige el alto de Rotui (900 m), el monte más alto de la isla pero no el más legendario, calificativo que corresponde al Mouaputa (830 m), que fue traspasado por la lanza del guerrero Pai en su lucha contra el dios Hito. En esta isla, igual que en las otras, es fácil coincidir con alguna celebración y asistir al bello espectáculo de los cantos y danzas tradicionales. Desde hace unas décadas los polinesios están viviendo un renacimiento cultural encaminado a recuperar su identidad, parcialmente anulada por la occidentalización. Ello les ha llevado a revitalizar el tatuaje, la artesanía y, sobre todo, los cantos y danzas corales, la expresión más genuina de estas gentes nacidas en el paraíso.

MÁS INFORMACIÓN Documentación: pasaporte electrónico. Idioma: francés y tahitiano. Moneda: franco CFP. Horario: 11 horas menos. Cómo llegar y moverse: El aeropuerto internacional se halla en la isla de Tahití. Tiene conexiones con Los Ángeles (EE.UU.) y Santiago de Chile, la capital chilena. Desde España hay vuelos directos a Santiago de Chile y con escala a Los Ángeles. Para viajar entre islas existen vuelos de Air Tahiti, transboradores y barcos cargueros con camarotes. Las islas de la Sociedad (Tahití, Moorea, Tahaa, Raiatea, Bora Bora y Huahine) tienen autobuses, taxis y coches de alquiler.

DIECISÉIS · VIAJERO




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