Cómo recibir el espíritu santo

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C贸mo recibir el

Esp铆ritu Santo





Cómo recibir el

Espíritu Santo

Fabio Sepúlveda González Teléfonos 313 - 7591502 318 - 5219272

Pereira - Colombia 2014

Libro sin valor comercial


EL DERRAMAMIENTO DEL ESPÍRITU Joel 2,28-30

Venida del espíritu de Dios 28 “Después de estas cosas derramaré mi espíritu sobre toda la humanidad: y vuestros hijos e hijas profetizarán, los viejos tendrán sueños y los jóvenes visiones. 29 también sobre siervos y siervas derramaré mi espíritu en aquellos días. 30 mostraré en el cielo grandes maravillas.



INTRODUCCIÓN

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l Espíritu Santo es la fuente del amor divino, el instructor, gobernador y santificador de las almas. Por eso es necesario invocarlo con frecuencia. La devoción al Espíritu Santo arranca del Bautismo. En la gratuidad de gracia que recibimos nos hace “hijos” en el Hijo y “templos” en el Espíritu. Mantiene la sabiduría de las “cosas altas” en nosotros y el amor de Dios en la comunidad de creyentes. “Lo más importante es orar al Espíritu Santo para que descienda sobre nosotros. Cuando uno lo posee, lo tiene todo. Las personas cometen un error al invocar a los santos, debemos es invocar al Espiritu Santo”. La devoción al Espíritu Santo es de las más excelsas y preciosas entre todas las que puede practicar el cristiano. Él es Dios, es el Santifícador. Él ha de alumbrarnos, vivificarnos, guiarnos, fortalecernos, abrasarnos con el fuego del amor divino. Él nos hace santos apóstoles. El Espíritu Santo es la más ignorada de las tres Personas divinas. El Hijo se nos ha manifestado hecho hombre, y hemos visto su gloria (Jn 1,14). Y viéndole a Él, vemos al Padre (14,9). Pero ¿dónde y cómo se nos manifiesta el Espíritu Santo? (Hechos 1,8) mas recibiréis la virtud del espíritu santo que vendrá sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén y toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra. Por otra parte, la misión del Hijo es glorificar - manifestar y dar a amaral Padre: «yo te he glorificado sobre la tierra» (17,4). Y la misión del Espíritu Santo es justamente la de glorificar al Hijo - darle a conocer y a amar por el ministerio de los apóstoles y de toda la Iglesia-: «él me glorificará» Juan (16,14). Pero ¿quién se encarga de glorificar al Espíritu Santo? 4


(Juan 16,14) El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. (Juan 17,4) Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Aquella ignorancia de los primeros cristianos efesios, «Ni hemos oído nada del Espíritu Santo» (Hch 19,2), viene a ser ya una precaria tradición entre los cristianos hasta el día de hoy. (Hechos 19,2) les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. Es algo evidente, sin embargo, que la vida espiritual cristiana es la vida producida por el Espíritu Santo en los fieles de Cristo. Y que no podremos, por tanto, entenderla bien sino conociendo bien quién es el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, y cómo su continua acción en los cristianos.

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¿Quieres aceptar a Cristo como tu señor y salvador..? Si deseas aceptar a Jesús como tu único Señor y Salvador solo repite esta oración en voz alta y ten por seguro que desde este momento en adelante Jesús será el dueño y Señor de tu vida ¡Dios te bendiga grandemente!

ORACIÓN PARA ACEPTAR A JESÚS: Señor Jesús , en estos momentos te abro mi corazón y te acepto como mi único señor y salvador. Vengo a ti, oh señor reconociendo que soy pecador/a ; vengo a ti arrepentido/a a pedirte perdón por mis pecados, a pedirte que me limpies con tu sangre preciosa y me hagas una nueva criatura, hazme como tú quieres que yo sea. Gracias señor por haberme perdonado y por entrar en mi vida, mi alma es tuya ¡oh señor desde ahora y para siempre! Amén. ¡Felicitaciones has aceptado a Jesús como tu único Señor y Salvador! Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. (Juan 1:12) Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna. (Juan 3) Apocalipsis 3:20 He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.

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Oración al Espíritu Santo Mateo 3:11 11 »Yo los bautizo a ustedes con agua para que se arrepientan. Pero el que viene después de mí es más poderoso que yo, y ni siquiera merezco llevarle las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego.

¡Ven, Espíritu Divino! (Secuencia de Pentecostés) El himno más antiguo al Espíritu santo Ven Espíritu Santo, envía tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus Siete Dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén 7


Oración del perdón

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ración del perdón con los fallecidos, empezando desde la niñez, abuelos padres, hermanos, hijos, tíos, amigos y enemigos que hayan fallecido. Decir: En el nombre de Cristo Jesús le pido perdón a “el nombre de la persona” y en el nombre de Cristo Jesús le perdono. (Uno por uno con nombre propio). Y con todos los vivos con los cuales hayamos tenido inconvenientes igual desde la niñez hasta el día de hoy. 8


Decir: En el nombre de Cristo Jesús le pido perdón a “decir el nombre de la persona” y en el nombre de Cristo Jesús le perdono. (Uno por uno con nombre propio). Lo debíamos de haber hecho desde niños pero como nadie nos lo enseñó y no sabíamos que lo debíamos de hacer nos estamos desatrasando. Y a partir de hoy debemos tomar la oración del perdón como parte de la oración diaria en la noche. Hacer un examen de conciencia, qué paso en el día a quién ofendimos o quién nos ofendió o si falleció alguien. (En el día hacerla con cada uno de ellos). Este perdón con los fallecidos debemos de hacerlo uno por uno pronunciando el nombre. Explico: este perdón se debe hacer con ellos por la siguiente razón: porque muchos de ellos cuando mueren se quedan aferrados a nosotros o nosotros a ellos, si se hace este perdón con ellos en nombre de Cristo Jesús. Ellos automáticamente se desprenden de nosotros, y se van a descansar. Ellos descansan y nosotros nos sanamos y nos liberamos. Cada vez que oremos debemos ofrecer nuestra oración por todos los fallecidos. Madres que han perdido bebes en su vientre voluntaria o involuntariamente deben hacer oración por ellos. Dios padre en él nombre de Cristo Jesús te pido tenga misericordia de los niños y niñas abortados… Oración: “En el nombre de Cristo Jesús yo lo perdono y en el nombre de Cristo Jesús yo le pido perdón. Amen.” 9


4 razones por las cuales la mayoría de las personas están enfermas Hay 4 razones por las cuales la mayoría de las personas están enfermas. 1) Rencores: los rencores se vuelven ataduras espirituales y esto nos enferma o nos bloquea. ¿Cuál es la solución? - Oración del perdón. 2) Peticiones a muertos: las peticiones hace que los muertos no puedan descansar en paz y les afecta a ellos y nos enferma a nosotros. ¿Cuál es la solución? - Oración del perdón. 3) Peticiones a santos: Apocalipsis 22 - 8,9 Yo Juan soy el que oyó y vio

estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas. 9 Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.

Santo no es el que sea buena persona sino el que tenga el don del Espíritu Santo y muchos de los que creemos santos no lo son. ¿Cuál es la solución? - Oración del perdón (pág 8).

4) Visitar brujos, espiritistas y hechiceros: estas personas invocan espíritus atormentados y se los atan a las personas trayendo consecuencias muy graves en nuestra vida espiritual y material, y peor aún es desconfiar de Dios, de su poder y de su gracia. ¿Cuál es la solución? - Oración del perdón (pág 8). La única promesa que Dios y Jesús nos han hecho a través de toda su palabra es el Espíritu Santo. 10


No hacer oración de manipulación

No se debe hacer oración de manipulación por la sencilla razón que los demás no deben estar sometidos a nuestra voluntad sino a la voluntad de Dios. Por eso debemos encomendarlos a Dios y orar por ellos únicamente por la conversión. Juan 8: 31-32 La verdad os hará libres Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneceréis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. 11


No hacer oración de sanación por todas las personas No debemos hacer oración por sanación de todas las personas por la siguiente razón: cuando oramos por sanación compartimos y recibimos las enfermedades de las personas, y estas no se van a sanar porque no hay perdón y arrepentimiento; si no nos desprendemos de los fallecidos es muy difícil la sanación, por eso se debe enseñar primero a orar. Cuando la persona aprende a orar, automáticamente empieza la sanación y la liberación. A partir de hoy este perdón se debe tomar como parte en la oración de la noche porque esto nos va a ayudar a permanecer sanos, libres y en paz tanto espiritual como físicamente. 1 Timoteo 5:22 No impongas con ligereza las manos a ninguno, ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro.

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Oración de conversión Oración de conversión, hacerla unos por otros. Dios padre todo poderoso te pido en él nombre de Cristo Jesús tenga misericordia de… Pronunciar el nombre de la persona por la cual queremos hacer la oración de conversión y continuar...y muéstrale él camino de la conversión. Amén Leer y Meditar Carta del apóstol Santiago capitulo 5:13-20 Santiago 5: 13-20 13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. 14 ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho. 17 Elías era hombre sujeto a pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres años y seis meses. 18 Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto. 19 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver. 20 Sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados. Tener en cuenta que antes de orar por los enfermos se les debe enseñar lo que se debe dejar de hacer y lo que se debe empezar a hacer, para que la oración tenga sus frutos. 13


Jesús, el buen pastor Juan 10,7 -17

7 Volvió Jesús a decirles: “Os aseguro que yo soy la puerta por donde entran las ovejas.a 8 Todos los que vinieron antes de mí fueron ladrones y salteadores,b pero las ovejas no les hicieron caso.9 Yo soy la puerta:c el que por mí entra será salvo; entrará y saldrá, y encontrará pastos. 10 “El ladrón viene solamente para robar, matar y destruir; pero yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia. 11 Yo soy el buen pastor.d El buen pastor da su vida por las ovejas;12 pero el que trabaja solamente por el salario, cuando ve venir al lobo deja las ovejas y huye, porque no es el pastor ni son suyas las ovejas. Entonces el lobo ataca a las ovejas y las dispersa en todas direcciones. 13 Ese hombre huye porque lo único que le importa es el salario, no las ovejas. 14-15 “Yo soy el buen pastor. Como mi Padre me conoce y yo conozco a mi Padre,e así conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí. Yo doy mi vida por las ovejas. 16 También tengo otras ovejas que no son de este redil,f y también a ellas debo traer. Ellas me obedecerán, y habrá un solo rebaño y un solo pastor. 17 “El Padre me ama porque yo doy mi vida para volverla a recibir. 18 Nadie me quita la vida, sino que la doy por mi propia voluntad. Tengo el derecho de darla y de volverla a recibir. Esto es lo que me ordenó mi Padre

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La promesa del Espíritu Santo Hechos 1,1-5

1 En mi primer libro, al excelentísimo Teófilo, b escribí acerca de todo lo que Jesús había hecho y enseñado desde el principio 2 y hasta el día en que subió al cielo. Antes de irse escogió a sus apóstoles, y por medio del Espíritu Santo les dio instrucciones sobre lo que debían hacer. 3 Y después de muerto se les presentó en persona, dándoles así pruebas evidentes de que estaba vivo.c Durante cuarenta días se dejó ver de ellos y les hablaba del reino de Dios. 4 Cuando todavía estaba con los apóstoles, Jesús les advirtió que no debían irse de Jerusalén. Les dijo: –Esperad a que se cumpla la promesa que mi Padre os hizo y de la cual yo os hablé.e 5 Es cierto que Juan bautizó con agua, pero dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo.

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Jesús ora por sus discípulos

1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 2 Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. 6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti. 8 Porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.

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9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. 12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. 20 Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 21 Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. 26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. 17


La actividad del Espíritu Santo Juan 16 4,16

“No os dije esto al principio porque yo estaba con vosotros. 5 Pero ahora me voy para estar con el que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta a dónde voy; 6 al contrario, os habéis puesto muy tristes porque os he dicho estas cosas. 7 Pero os digo la verdad: es mejor para vosotros que me vaya. Porque si no me voy, el defensord no vendrá a vosotros; pero si me voy, os lo enviaré. 8 Cuando él venga, mostrará claramente a la gente del mundo dónde está la culpa, dónde la inocencia y dónde el juicio. 9 La culpa la mostrará en ellos, porque no creen en mí;e 10 la inocencia, en mí, porque voy al Padre y ya no me veréis; 11 y el juicio, en el que manda en este mundo, porque ya ha sido condenado. 12 “Tengo mucho más que deciros, pero en este momento sería demasiado para vosotros. 13 Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oye y os hará saber las cosas que van a suceder. 14 Él me honrará, porque recibirá de lo que es mío y os lo dará a conocer. 15 Todo lo que tiene el Padre, también es mío; por eso os he dicho que el Espíritu recibirá de lo que es mío y os lo dará a conocer. 16 “Dentro de poco ya no me veréis, pero un poco más tarde volveréis a verme.

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Llamado de Pablo a sus discípulos Recomendaciones generales Colosenses 4,2-6

2 Manteneos constantes en la oración, siempre alerta y dando gracias a Dios. 3 Orad también por nosotros, a fin de que el Señor nos abra una puerta para predicar el mensaje y anunciar el designio secreto de Cristo, por lo cual estoy preso. 4 Orad para que yo lo dé a conocer tan claramente cómo debo hacerlo. 5 Portaos prudentemente con los no creyentes y aprovechad bien el tiempo. 6 Vuestra conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y debéis saber también cómo contestar a cada uno. 4 Os digo esto para que, cuando llegue el momento, os acordéis de que ya os lo había dicho.

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Consagración al Espíritu Santo Recibe, ¡Oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago en este día para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi corazón. Yo me abandono sin reservas a tus divinas operaciones y quiero ser siempre dócil a tus santas inspiraciones. ¡Oh Espíritu Santo!, dígnate formarme con María y en María según el modelo de vuestro amado JESÚS. Gloria al Padre Creador; Gloria al Hijo Redentor; Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén

Ven Espíritu Santo Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de sabiduría: dame mirada y oído interior para que no me apegue a las cosas materiales, sino que busque siempre las realidades del Espíritu. Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de amor: haz que mi corazón siempre sea capaz de más caridad. Ven a mí, Espíritu Santo, Espíritu de verdad: concédeme llegar al conocimiento de la verdad en toda su plenitud. Ven a mí, Espíritu Santo, agua viva que lanza a la vida eterna: concédeme la gracia de llegar a contemplar el rostro del Padre en la vida y en la alegría sin fin. Amén. 20


Exhortación a la generosidad 2 cor 9.6-15

6 Acordaos de esto: el que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. 7 Que cada uno dé según lo que haya decidido en su corazón, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría. 8 Dios puede concederos con abundancia toda clase de bendiciones, para que, además de tener lo necesario, os sobre para ayudar a toda clase de buenas obras. 9 La Escritura dice: “Ha dado generosamente a los pobres y su justicia permanece para siempre.” 10 Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come,g os dará todo lo necesario para vuestra siembra, y la hará crecer y hará que vuestra generosidad produzca una gran cosecha. 11 Así tendréis toda clase de riquezas y podréis dar generosamente. Y la colecta que enviéis será motivo de que, por medio de nosotros, los hermanos den gracias a Dios. 12 Porque al llevar esta ayuda a los hermanos, no solamente les llevamos lo que les hace falta, sino que los movemos a dar muchas gracias a Dios. 13 Y alabarán a Dios, pues esta ayuda les demostrará que vosotros obedecéis al evangelio de Cristo, y también honrarán a Dios por vuestra contribución para ellos y para todos. 14 Además orarán por vosotros con mucho cariño, por la gran bondad que Dios os ha mostrado. 15¡Gracias a Dios, porque nos ha hecho un regalo tan grande que no tenemos palabras para expresarlo!

Palabra de Dios

Mateo 25-34,40 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

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Los siete dones del Espíritu Santo o carismas de Jesús Sabiduría: El don de la sabiduría nos permite ver las cosas de acuerdo a como Dios las ve. Entendimiento: La comprensión es el regalo que nos da una mejor y más profundamente visión de los misterios de la fe cristiana. Consejo: El don del consejo nos da la intuición de hacer lo correcto en circunstancias difíciles. Esto nos permite practicar y perfeccionar la virtud de la prudencia Fortaleza: La fortaleza es el don de la fuerza, la perseverancia y el coraje que nos permite obedecer y seguir la voluntad de Dios en todo momento. Nos ayuda a superar los obstáculos y a perseverar en nuestra fe, siempre confiando en la divina providencia de Dios para equiparnos con la virtud necesaria. Conocimiento: Con el don del conocimiento, somos capaces de discernir y descubrir la voluntad de Dios en todas las cosas y juzgar todo de acuerdo con esta perspectiva divina. Piedad: El don de piedad perfecciona nuestro amor a Dios. Desarrolla este amor instintivo por él como nuestro padre, lo que nos permite obedecer de forma más natural, ya que confiamos plenamente en su amor por nosotros. Temor del Señor: El temor del Señor nos equipa con un temor del pecado y de ofender a Dios. No es por miedo al castigo del Señor, sino que brota naturalmente de nuestro profundo amor y respeto por Dios. 22


Dones del Espíritu Santo 1ª de Corintios 12

• Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. • Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. • Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. • Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. • Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. • Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu. • A otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. • A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas. • Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. • Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 23


Ello muestra, que la vida espiritual cristiana alcanza su perfección solamente cuando llega a ser mística, es decir, cuando en ella predomina el ejercicio habitual de los dones del Espíritu Santo. Esta doctrina teológica enseña claramente que, si todos los cristianos estamos llamados a la santidad, todos - sacerdotes, religiosos o laicos- estamos llamados a la vida mística. Y que la vida mística, por tanto, entra en el desarrollo normal de la vida cristiana de la gracia. Hoy la Iglesia reconoce la veracidad de esta enseñanza con tan gran seguridad que la incluye en su Catecismo oficial: los dones del Espíritu Santo «completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben» (n. 1831). Según eso, las virtudes cristianas solo pueden hallar su perfección cuando la persona, por los dones del Espíritu Santo, llega a participar de la vida sobrenatural al modo divino. Con frecuencia los teólogos «tratan muy a la ligera las cuestiones referentes a los dones, tal vez porque no se han dado exacta cuenta de la importancia máxima que tienen, lo mismo en el orden especulativo, para la verdadera ciencia teológica, que en el orden práctico, para formarse una idea exacta de lo que es o debe ser la vida cristiana». La ignorancia de los dones del Espíritu Santo, y en general de la vida sobrenatural en su forma pasiva-mística, implica un desconocimiento de la verdadera vida cristiana. Si nosotros tratáramos de explicar qué y cómo es una rosa a una persona que desconociera esta flor, y le describiéramos con todo cuidado cómo es un botón de rosa, que apunta en un tallo, o un capullo apenas abierto, no lograríamos comunicarle el conocimiento de lo que de verdad es una rosa; para eso sería preciso que le describiéramos esta flor en su estado de pleno desarrollo. 24


Del mismo modo sucede con la vida cristiana. Quien sólo la conoce por las descripciones de su fase ascética inicial, ignora lo que la vida cristiana es en plenitud de los dones del Espíritu Santo.

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¿QUIÉN ES EL ESPÍRITU SANTO? El Espíritu Santo es Dios con nosotros. Nosotros somos templo, morada y casa del Espíritu santo. SOMOS MORADA DEL ESPIRITU SANTO

Para que haya morada del Espíritu Santo en noso-

tros tenemos que saber que no es fácil. No es solo estar en la iglesia; tú puedes haber estado veinte años en una iglesia y no tener conocimiento del Espíritu Santo.

Ahora, cuando nos disponemos a buscar de Él y a sumergirnos en sus aguas, Él nos llena. Es entonces que nos bautiza, recibimos una unción regia, somos capacitados para sanar toda enfermedad y a echar fuera todo demonio que venga en contra del pueblo por el cual un día en el calvario Jesús murió. Cuando tú llamas al Espíritu Santo y haces que habite en ti, El hace morada dentro de tu ser. Es por eso para que El habite en ti, todos los días debes de darle la bienvenida. Ezequiel 36:27 “Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.” Romanos 8:11 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 1 Corintios 6:19 19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1 Corintios 3:16 16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Efesios 2-22 22 en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.

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Siete ventajas preciosas para el que ha hecho la promesa de propagar la devoción al Espíritu Santo. 1. Se crea un lazo de amor entre nuestra alma y la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. 2. Un aumento notable de todas nuestras devociones, especialmente a la Sagrada Eucaristía, al Corazón de Jesús y a la Santísima Virgen. 3. Una seguridad de recibir en el alma más inspiraciones del Espíritu Santo y la fuerza para ponerlas en práctica. 4. Procurar, de una manera excelente, la gloria de Dios, trabajando cada día en hacer conocer y amar al Santificador de las almas. 5. Trabajar muy especialmente por el advenimiento del Reinado de Dios en el mundo por la acción del Espíritu vivificante. 6. Ser verdadera y prácticamente Apóstol del Espíritu Santo. 7. Atraer sobre el alma auxilios espirituales del Espíritu Santo; más intima unión con Dios por medio del Santificador; mayor progreso en la oración mental; más consuelo, y hasta alegría, en la hora de la muerte después de tan sublime apostolado. (El invocar a menudo al Espíritu Santo es prenda segura de acierto y ayuda en nuestros problemas y necesidades espirituales y temporales.) CORONA EN HONOR AL ESPÍRITU SANTO En el nombre del Padre, etc. Acto de Contrición Por ser Vos tan bueno me arrepiento, Dios mío, de haber pecado contra Vos, y prometo con vuestra gracia no ofenderos más en adelante. 27


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

V

en Creador Espíritu de los tuyos la mente a visitar, a encender en tu amor los corazones, que de la nada te gustó crear. Tú, que eres gran Consolador y Don Altísimo de Dios, Fuente viva y Amor, y Fuego ardiente y Espiritual Unción. Tú, tan generoso en dádivas, Tú Poder de la diestra paternal; Tú, Promesa magnificante del Padre, que el torpe labio vienes a soltar. Con tu luz iluminas los sentidos, los afectos inflama con tu Amor; con tu fuerza invencible fortifica la corpórea flaqueza y corrupción. Lejos expulsa al pérfido enemigo, danos pronto tu Paz, siendo Tú nuestro guía, toda culpa logremos evitar. 28


Denos tu influjo conocer al Padre; denos también, al Hijo conocer, y en Ti, del Uno y Otro, Santo Espíritu, para siempre crecer. A Dios Padre, alabanza, honor y gloria, con el Hijo, que un día resucitó, y a Ti, Abogado y Consuelo del cristiano, por, los siglos ser rinda admiración. Amén. V. Enviad vuestro Espíritu y las cosas serán criadas. R. Y renovaréis la faz de la tierra. Oremos: Oh Dios, que habéis instruido los corazones de los fieles por la luz del Espíritu Santo, concedednos por este mismo Espíritu el gustar lo que es bueno y gozar sin cesar del consuelo del que El es la fuente. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

27 MISTERIO * PRIMER

Jesús fue concebido de la Virgen María por virtud del Espíritu Santo. MEDITACIÓN. “El Espíritu Santo descenderá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por cuya causa, el fruto santo que de ti nacerá, será llamado Hijo de Dios.” (Lucas 1,35.). 29


AFECTOS. Pedir insistentemente el socorro del divino Espíritu y la intercesión de María, para imitar las virtudes de Jesucristo que es el modelo de las mismas, para que os hagáis conformes a la imagen del Hijo de Dios. Padre nuestro, Ave maría y Siete Glorias... * SEGUNDO MISTERIO El Espíritu del Señor se posó sobre Jesús. MEDITACIÓN. “Bautizado, pues, Jesús, al instante que salió del agua, se le abrieron los cielos, y vio bajar el Espíritu Santo a manera de paloma, y posar sobre El.” (Mateo. 3,16.) AFECTOS. Estimad soberanamente la inapreciable gracia santificante, que ha sido derramada en vuestro corazón por el Espíritu Santo en el bautismo. Guardad lo que habéis prometido y ejercitaos en continuos actos de fe, esperanza y caridad. Vivid siempre como conviene a los hijos de Dios y a los miembros de la verdadera Iglesia de Dios, a fin de que recibáis después de esta vida la herencia del cielo. Padre nuestro, Ave maría y Siete Glorias...

* TERCER MISTERIO Jesús fue conducido por el Espíritu Santo al desierto. MEDITACIÓN. “Jesús, pues, lleno del Espíritu Santo, partió del Jordán, y fue conducido por el Espíritu al desierto; y allí estuvo cuarenta días y fue tentado del diablo. “(Luc. 4,1-2.) 30


AFECTOS. Estad siempre agradecidos por los siete dones del Espíritu Santo, que habéis recibido en la confirmación: por el Espíritu de sabiduría y de inteligencia, de consejo y de fortaleza, de ciencia y de piedad y de temor de Dios. Obedeced fielmente al Guía divino, a fin de obrar varonilmente en todos los peligros de esta vida y en todas las tentaciones, como conviene a un perfecto cristiano y a un esforzado atleta de Jesucristo. Padrenuestro, Avemaría y siete Glorias... * CUARTO MISTERIO El Espíritu Santo en la Iglesia. MEDITACIÓN. “De repente sobrevino del cielo un ruido, como de viento impetuoso y llenó toda la casa donde estaban; y fueron llenos todos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar las maravillas de Dios.” (Hech. 11,2,4.11.) AFECTOS. Dad gracias a Dios porque os ha hecho hijos de su Iglesia, a la cual el Espíritu Santo enviado al mundo el día de Pentecostés, vivifica y gobierna siempre. Escuchad y seguid al Soberano Pontífice que por el Espíritu Santo enseña infaliblemente, y a la Iglesia, que es la columna y el sostén de la verdad. Guardad sus dogmas, propugnad su causa, defended sus derechos. Padrenuestro, Avem ariay siete Glorias...

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* QUINTO MISTERIO EL Espíritu Santo en el alma del justo. MEDITACIÓN. “No sabéis que vuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, que habita en vosotros?” (1 Cor. 6, 19.) “No extingáis el Espíritu.” (Tes. 5, 19.) “Y no queráis contristar el Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.” (Efes. 4,30.) AFECTOS. Acudid siempre al Espíritu Santo, que está en vosotros; vigilad cuidadosamente por la pureza de vuestra alma y de vuestro cuerpo. Obedeced fielmente a las divinas inspiraciones para obrar los frutos del Espíritu: caridad, gozo espiritual, paz, paciencia, bondad, benignidad, longanimidad, mansedumbre, fe, modestia, continencia y castidad. Padrenuestro, Avemaria y siete Glorias... Terminar la corona rezando un Credo.

ROSARIO DEL ESPÍRITU SANTO Recita el Credo y el Padrenuestro; después, lentamente: “Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”. Y la Jaculatoria: “¡Padre, Padre, envíanos a l Paráclito prometido por nuestro Señor!”. PRIMER MISTERIO: Honremos al Espíritu Santo y adoremos

al amor sustancial que procede del Padre y del Hijo y los une en una Caridad infinita y eterna. Luego diez veces: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. Y enciende en ellos e l fuego de tu amor. 32


SEGUNDO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu

Santo y adorémosle, porque hizo Inmaculada a María en su Concepción y la santificó con la plenitud de su gracia. Ven, Espíritu Santo... (10 veces). TERCER MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu San-

to y adorémosle, porque hizo a la Santísima virgen, Madre del Verbo divino en el Misterio de la encarnación. Ven, Espíritu Santo... (10 veces). CUARTO MISTERIO: Honremos la operación del

Espíritu Santo y adorémosle, porque dio la vida a la Iglesia en el día glorioso de Pentecostés. Ven, Espíritu Santo... (10 veces). QUINTO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu San-

to y adorémosle, porque reside de una manera permanente en la Iglesia y la asiste, según la promesa divina, hasta la consumación de los siglos. Ven, Espíritu Santo... (10 veces). SEXTO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque creó en la Iglesia al nuevo Cristo, que es el sacerdote, y confirió la plenitud del sacerdocio a los Obispos. Ven, Espíritu Santo... (10 veces). SÉPTIMO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle en la virtud heroica de los •santos en la Iglesia, obra secreta y maravillosa del “Santificador Omnipotente”. Ven, Espíritu Santo... (10 veces). 33


Para terminar: -Envía tu Espíritu y todo será creado. -Y renovarás la faz de la tierra. OREMOS. Oh Dios que con la luz del Espíritu Santo enseñaste a los fieles la verdad, concédenos conocerla en el mismo Espíritu y gozar siempre de sus consuelos celestiales. Por Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.

TRIDUO AL ESPÍRITU SANTO (tres días)

Creo en Dios Padre... ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS Padre de bondad, que nos has llamado a participar de la vida divina y para ello nos has entregado la presencia del Espíritu Santo, fruto del Sacrificio de Cristo Redentor. Te suplicamos, Padre, que derrames en nuestros corazones, en forma abundante, la efusión de tu Divino Espíritu, para que seamos dóciles a sus divinas inspiraciones y nos dejemos transformar por su santificadora acción. Te lo pedimos, Padre, por el amor que le tienes a tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén. ORACIÓN CONSAGRATORIA PARA TODOS LOS DÍAS ¡Oh Espíritu Santo! Recibe la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser... (Esta mas adelante en la Novena por los Siete Dones al Espíritu Santo. 34


DÍA PRIMERO Padre de Bondad, que nos has concedido la gracia de ser templos vivos del Espíritu Santo. Otórganos el privilegio de; valorar este insigne beneficio: experimentar en nosotros, tan fuertemente la presencia de este Divino Don, que impulsados por el fuego de la verdadera caridad, te sirvamos con este temor filial, que es delicadeza y correspondencia amorosa a todos tus beneficios. Te lo pedimos por Cristo, tu Hijo amado. Padre Nuestro, Ave María y Gloría…

DÍA SEGUNDO Padre de ternura y compasión, que sabes las dificultades en las que se realiza nuestra existencia, que conoces todos los peligros que nos asechan, que sabes lo que más nos conviene. Te pedimos envíes sobre nosotros la presencia de tu Santo Espíritu, de tal manera que no ejecutemos nada importante en nuestra vida, sin antes pedir su sapientísimo consejo. Que sea este Divino Espíritu el que nos guíe continuamente hacia Ti , inspirándonos y manifestándonos la forma de agradarte con mayor perfección. Te lo pedimos Padre, por el amor que le tienes a tu Hijo. Jesucristo ¡Vuestro Señor. Amén.

DÍA TERCERO Padre de las Misericordias divinas. Incendia nuestras vidas con el fuego inextinguible de tu divina caridad: tu Espíritu Santo. Que sea Él quien calcine nuestros egoísmos, quien doblegue nuestra soberbia y orgullo, quien acalle nuestros vanos deseos, quien dulcifique las penas y aliente la virtud, quien penetre nuestros corazones y los pacifique con su presencia amable, que es espiritual unción. Todo esto te lo pedimos, Padre, por el amor que le tienes a tu Hijo, tu Unigénito que vive y reina en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

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Señor, que la fortaleza del Espíritu Santo venga en nuestra ayuda para que se digne lavar las manchas de nuestros corazones y protegemos contra nuestros enemigos. Por Cristo Nuestro Señor Amén.

CONSAGRACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Espíritu Santo, divino Espíritu de luz y amor, te consagro mi entendimiento, mi corazón, mi voluntad y todo mi ser, en el tiempo y en la eternidad. Que mi entendimiento este siempre sumiso a tus divinas inspiraciones y enseñanzas de la doctrina de la Iglesia católica que tu guías infaliblemente. Que mi corazón se inflame siempre en amor de Dios y del prójimo. Que mi voluntad este siempre conforme a tu divina voluntad. Que toda mi vida sea fiel imitación de la vida y virtudes de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A El, contigo y el Padre sea dado todo honor y gloria por siempre. Dios Espíritu Santo, infinito amor del Padre y del Hijo, por las manos purísimas de María, tu esposa inmaculada, me pongo hoy y todos los días de mi vida sobre tu altar escogido, el Sagrado Corazón de Jesús, como un sacrificio en tu honor, fuego consumidor, con firme resolución ahora más que nunca de oír tu voz y cumplir en todas las cosas tu santísima y adorable voluntad. 36


NOVENA BREVE A EL ESPÍRITU SANTO La novena del Espíritu Santo es de suma importancia para todo cristiano ya que fue la primera que celebraron los Apóstoles con la Virgen María en el Cenáculo. Allí aguardaron con recogimiento y oración su venida y recibieron sus abundantes y maravillosos dones. ORACIONES PARA TODOS LOS DÍAS Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fíeles y enciende en ellos la llama de tu amor. Oh, Dios, que con la luz del Espíritu Santo iluminas los corazones de tus fíeles, concédenos que guiados por el mismo Espíritu, disfrutemos de lo que es recto y nos gocemos con su consuelo celestial. 1 Ven, Espíritu Santo, por tu don de Sabiduría, concédenos la gracia de apreciar y estimar los bienes del cielo y muéstranos los medios para alcanzarlos. Gloria... 2 Ven, Espíritu Santo, por tu don de Entendimiento ilumina nuestras mentes respecto a los misterios de 1; salvación , para que podamos comprenderlo: perfectamente y abrazarlos con fervor. Gloria... 3 Ven, Espíritu Santo, por tu don de Consejo, incline nuestros corazones a actuar con rectitud y justicia pan beneficio de nosotros mismos y de nuestros semejantes Gloria... 4 Ven, Espíritu Santo, por tu don de Fortaleza fortalécenos con tu gracia contra los enemigos de nuestra alma, para que podamos obtener la corona de la victoria. Gloria... 37


5 Ven, Espíritu Santo, por tu don de Ciencia, enséñanos a vivir entre las cosas terrenos para así no perder las eternas. Gloria... 6 Ven, Espíritu Santo, por tu don de Piedad, inspíranos a vivir sobria, justa, y piadosamente en esta vida, para alcanzar el cielo en la otra vida. Gloria... 7 Ven, Espíritu Santo, por tu don de Temor de Dios, hiere nuestros cuerpos con tu temor para así trabajar por la salvación de nuestras almas. Gloria... Oración: Oh Dios, que has unido las naciones en la confesión de tu nombre, concédenos que los que han renacido por el agua del bautismo, tengan la misma fe en sus corazones y la misma piedad en sus acciones. Oh Dios, que enviaste el Espíritu Santo a los apóstoles, oye las oraciones de tus fíeles para que gocen de la verdadera paz, quienes por tu gracia, han recibido el don de la verdadera fe. Te suplicamos, oh Dios, que tu Santo Espíritu encienda en nuestros corazones esa llama que Cristo trajo a la tierra y deseó ardientemente fuera encendida. Inflama, oh Señor, nuestros corazones con el fuego del Espíritu Santo, para que te sirvamos castos de cuerpo y limpios de corazón. Enriquece, Señor, nuestros corazones derramando con plenitud tu Santo Espíritu por cuya sabiduría fuimos creados y por cuya providencia somos gobernados. Te suplicamos, oh Dios Todopoderoso y Eterno, que tu Santo Espíritu nos defienda y habite en nuestras almas, para que al fin, seamos los templos de su gloria. Te pedimos, Señor, que según la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos lleve al conocimiento pleno de toda la verdad revelada. Por Cristo Nuestro Señor. Amén. 38


NOVENA AL ESPÍRITU SANTO DÍA PRIMERO Invocación inicial Ven Espíritu Santo (Secuencia de Pentecostés) El himno mas antiguo al Espíritu Santo Ven, Espíritu Santo, y envía desde el cielo un rayo de tu luz. Ven, padre de los pobres; ven dador de gracias, ven luz de los corazones. Consolador magnífico, dulce huésped del alma, su dulce refrigerio. Descanso en la fatiga, brisa en el estío, consuelo en el llanto. ¡Oh luz santísima!, llena lo más íntimo de los corazones de tus fíeles. Sin tu ayuda, nada hay en el hombre, nada que sea bueno. Lava lo que está manchado, riega lo que está árido, sana lo que está enfermo. Doblega lo que está rígido, calienta lo que está frío, endereza lo que está extraviado. Concede a tus fieles que en Ti confían tus siete sagrados dones. Dales el mérito de la virtud, dales el puerto de salvación, dales la felicidad etema. Amen. Lectura bíblica Gál 5,16.22-25 Andad según el Espíritu y no realicéis los deseos de la carne. El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Si vivimos por el Espíritu, marchemos tras el Espíritu. V. El Espíritu Consolador. Aleluya, aleluya. R. Os lo enseñará todo. Aleluya, aleluya. 39


Preces Bendigamos a Dios Padre, que con tanta generosidad ha derramado los dones del Espíritu sobre todos los pueblos, y pidiéndole que no cese nunca de derramar su gracia sobre el mundo digamos: Que la gracia del Espíritu Santo abunde, Señor, en el mundo. Señor, que nos has dado a tu Elegido como luz de los pueblos, - abre los ojos de los ciegos y libra de toda esclavitud a los que viven en tinieblas. Tú, que ungiste a Cristo con la fuerza del Espíritu Santo para que realizara la salvación de los hombres, - haz que sintamos cómo pasa de nuevo por el mundo haciendo el bien y curando a todos. Envía tu Espíritu, luz de los corazones, - para que confirme en la fe a los que viven en medio de incertidumbres y dudas. Envía tu Espíritu, solaz en el trabajo, - para que reconforte a los que se sienten fatigados y desanimados. Realiza la esperanza de los que ya han muerto. - y haz que cuando venga el Señor obtengan una resurrección gloriosa. Padrenuestro... ORACIÓN ¡ Oh Dios, que por la glorificación de Jesucristo y la venida del Espíritu Santo nos has abierto las puertas de tu reino!, haz que la recepción de dones tan grandes nos mueva a dedicamos con mayor empeño a tu servicio y a vivir con mayor plenitud las riquezas de nuestra fe. Por Jesucristo Nuestro Señor. “La Muerte es la compañera del amor, la que abre la puerta y nos permite llegar a Aquel que amamos”. 40


DÍA SEGUNDO Invocación inicial Se hace como en el díaprimero. Lectura bíblica Hech.5,30-32 El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen. V. El Espíritu Consolador. * Aleluya, aleluya. R. Os lo enseñará todo, * Aleluya, aleluya. Preces Oremos a Dios Padre, a quien pertenece el honor y la gloria por los siglos de los siglos, y pidiéndole nos conceda ir creciendo en la esperanza por la acción del Espíritu Santo, digámosle: Ven, Señor, en nuestra ayuda y sálvanos. Padre todopoderoso, envíanos tu Espíritu, que interceda por nosotros, - porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene. Envíanos tu Espíritu, luz esplendorosa, - y haz que penetre hasta lo más íntimo de nuestro ser. No nos abandones, Señor, en el abismo en que nos sumerge nuestro pecado, - porque somos obra de tus manos. Concédenos comprensión para acoger a los débiles y frágiles en la fe, - no con impaciencia y resentimiento, sino con auténtica caridad. Padre Nuestro... 41


ORACIÓN Dios todopoderoso, brille sobre nosotros el esplendor de tu gloria, y que el Espíritu Santo, luz de tu luz, fortalezca los corazones de los regenerados por tu gracia. Por Jesucristo Nuestro Señor. DÍA TERCERO Invocación inicial Se hace como en el día primero. Lectura bíblica lC o r.6 ,19-20 ¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? El habla en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡ glorificad a Dios con vuestro cuerpo! V. El Espíritu Consolador. * Aleluya, aleluya. R. Os lo enseñará todo, * Aleluya, aleluya. Preces Glorifiquemos a Cristo, bendito por los siglos, y pidiéndole que envíe al Espíritu Santo a los que ha redimido con su muerte y resurrección, digamos: Salva, Señor, a los que has redimido. Envía a la Iglesia el Espíritu de la unidad, - Para que desaparezcan todas las disensiones, odios y divisiones. Tú,, que libraste a los hombres del dominio de Satanás, - libra también al mundo de los males que le afligen. Tú, que, dócil al Espíritu, diste cumplimiento a tu misión, - haz que los sacerdotes hallen en la oración la fuerza y la luz del Espíritu, para ser fíeles a su ministerio. 42


Que tu Espíritu guíe a los gobernantes, - para que busquen y realicen el bien común. Tú, que vives en la gloria del Padre, - acoge a los difuntos en tu reino. Padre Nuestro... ORACIÓN Que tu Espíritu, Señor, nos penetre con su fuerza, para que nuestro pensar te sea grato y nuestro obrar concuerde con tu voluntad. Por Jesucristo Nuestro Señor. DÍA CUARTO Invocación inicial Se hace como en el díaprimero. Lectura bíblica Rom.8,10-11 Si Cristo está con vosotros, el cuerpo está muerto por el pecado, pero el espíritu vive por la justicia. Si el Espíritu del que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por el mismo Espíritu, que habita en vosotros. V. El Espíritu Consolador. *Aleluya, aleluya. R. Os lo enseñará todo, * Aleluya, aleluya. Preces Bendigamos a Cristo, el Señor, por quien tenemos acceso al Padre en el Espíritu Santo, y supliquémosle diciendo: Escúchanos, Señor Jesús. Envía tu Espíritu, huésped deseado de las almas, - y haz que nunca le causemos penas. 43


Tú, que resucitaste de entre los muertos y estás sentado a la derecha de Dios, - intercede siempre por, nosotros ante el Padre. Haz que el Espíritu nos mantenga unidos a ti, - para que ni la tribulación, ni la persecución, ni los peligros nos separen nunca de tu amor. Enséñanos a acogemos mutuamente, - como tu nos acogiste para gloria de Dios. Padre Nuestro... ORACIÓN Padre lleno de amor, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, dedicarse plenamente a tu servicio y vivir unida en el amor, según tu voluntad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. DÍA QUINTO Invocación inicial Se hace como en el díaprimero. Lectura bíblica Rom.8,26-27 El Espíritu viene en ayuda de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables. El que escudriña los corazones sabe cuál es el deseo del Espíritu y que su intercesión por los santos es según Dios. V. El Espíritu Consolador. * Aleluya, aleluya. R. Os lo enseñará todo, * Aleluya, aleluya. Preces Glorifiquemos a Cristo, el Señor, que nos prometió enviar el Espíritu Santo, que procede del Padre, y supliquémosle diciendo: Señor Jesucristo, danos tu Espíritu. 44


Que tu palabra, ¡oh Cristo!, habite con toda riqueza en nosotros, - Para que te demos gracias con salmos, himnos y cánticos inspirados por el Espíritu. Tú, que por medio del Espíritu nos hiciste hijos de Dios, - Haz que, unidos a ti, invoquemos siempre al Padre por medio del Espíritu. Haz que obremos guiados por tu sabiduría, - y que realicemos nuestras acciones a gloria de Dios. Tú, que eres compasivo y misericordioso, - concédenos estar en paz con todo el mundo. Padre Nuestro... ORACIÓN Te pedimos, Dios de poder y misericordia, que envíes tu Espíritu Santo, para que, haciendo morada en nosotros, nos convierta en templos de su gloria. Por Jesucristo Nuestro Señor. DÍA SEXTO Invocación inicial Se hace como en el díaprimero. Lectura bíblica Rom.8,14-17 Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios ésos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar” ¡Abbá! (Padre). Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio de que somos hijos de Dios y si somos hijos, también herederos, herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados. V. El Espíritu Consolador. * Aleluya, aleluya. R. Os lo enseñará todo, * Aleluya, aleluya. 45


Preces Unámonos en la alabanza y la oración a todos los que han sido justificados por el Espíritu de Dios, y digámosle: Que tu Espíritu, Señor, venga en nuestra ayuda. Señor Jesús, haz que nos dejemos guiar durante todo el día por el Espíritu Santo - y que siempre nos comportemos como hijos de Dios. Intercede, Señor, por medio del Espíritu Santo, ante el Padre - para que seamos dignos de alcanzar tus promesas. Convierte en generosidad nuestro egoísmo, - para que nuestro gozo esté más en dar que en recibir. Danos, Señor, el sentido de Dios, - para que, ayudados por tu Espíritu, crezcamos en el conocimiento de ti y del Padre. Padre Nuestro... ORACIÓN ¡Oh Dios, que por el misterio de Pentecostés santificas a tu iglesia extendida por todas las naciones! derrama los dones de tu Espíritu sobre todos los confínes de la tierra y no dejes de realizar hoy, en el Corazón de tus fieles, aquellas mismas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. DÍA SÉPTIMO Invocación inicial Se hace como en el díaprimero.

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Lectura bíblica 1 Cor.2,9-10 Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que le aman. Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu, y el Espíritu todo lo penetra, hasta la profundidad de Dios. V. El Espíritu Consolador. *Aleluya, aleluya. R. Os lo enseñará todo, * Aleluya, aleluya. Preces Bendigamos a Cristo, que nos prometip enviar el Espíritu Santo, que procede del Padre, y supliquémosle diciendo: Señor, danos tu Espíritu. Te damos gracias, Señor Jesús, y por medio de ti bendecimos también al Padre en el Espíritu Santo - y te pedimos que hoy todas nuestras palabras y obras sean según tu voluntad. Concédenos vivir de tu Espíritu - para ser de verdad miembros vivos de tu cuerpo. Haz que no juzguemos ni menospreciemos a ninguno de nuestros hermanos, - pues todos tenemos que comparecer para ser juzgados ante tu tribunal. Cólmanos de alegría y paz en nuestra fe, hasta que rebosemos de esperanza por la fuerza del Espíritu Santo Padre Nuestro... ORACIÓN Derrama, Señor, sobre nosotros la fuerza del Espíritu Santo, para que podamos cumplir fielmente tu voluntad y demos testimonio de ti con nuestras obras. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. 47


DÍA OCTAVO Invocación inicial Se hace como en el día primero. Lectura bíblica Hech.5,30-32 El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen. V. El Espíritu Consolador. * Aleluya, aleluya R. Os lo enseñará todo, * Aleluya, aleluya. Preces Glorifiquemos a Cristo, que ha subido al cielo para enviar el Espíritu Santo sobre sus apóstoles, y digámosle suplicantes: Envíanos, Señor, tu Espíritu. Señor Jesucristo, que has sido glorificado a la derecha del Padre, envíanos el Espíritu prometido, - para que nos veamos, revestidos de su fortaleza. Tú, que quieres que tus discípulos sean prudentes como la serpiente y sencillos corno la paloma, - enséñanos, por tu Espíritu, la verdadera prudencia y sencillez. Tú, que estás sentado a la derecha del Padre, intercede por nosotros como nuestro sacerdote, - y ora en nosotros como nuestra Cabeza. Concédenos que por nuestras tribulaciones compartamos tus sufrimientos, para que podamos compartir también tu gloria. Padre Nuestro...

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ORACIÓN Tu Hijo, Señor, después de subir al cielo, envió sobre los apóstoles el Espíritu Santo, que había prometido, para que penetraran en los misterios del reino; te pedimos que repartas también entre nosotros los dones de este mismo Espíritu. Por Jesucristo Nuestro Señor.

DÍA NOVENO Invocación inicial Se hace como en el díaprimero. Lectura bíblica Rom 8,1 1 Si el Espíritu del que resucité a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por el mismo Espíritu, que habita en vosotros. V. El Espíritu Consolador. *Aleluya, aleluya. R. Os lo enseñará todo, * Aleluya, aleluya. Preces Celebremos la gloria de Dios, quien, al llegar a su término, en Pentecostés, los cincuenta días de Pascua, llenó a los apóstoles del Espíritu Santo, y, con ánimo gozoso y confiado, supliquémosle diciendo: En vía tu Espíritu, Señor, y renueva e l mundo. Tú, que al comienzo de los tiempos creaste el cielo y la tierra y al llegar la etapa final de la historia quisiste que Cristo fuera cabeza de toda la creación, - por tu Espíritu renueva la faz de la tierra y conduce a los 49


hombres a la salvación. Tú, que soplaste el aliento de vida en el rostro de Adán, - envía tu Espíritu a la Iglesia, para que, vivificada y rejuvenecida, comunique tu vida al mundo. Ilumina a todos los hombres con la luz de Tu Espíritu y disipa las tinieblas de nuestro mundo, - Para que el odio se convierta en amor, el sufrimiento en gozo y la guerra en paz. Fecunda el mundo con tu Espíritu, agua viva que mana de Cristo, - Para que la tierra entera se vea libre de todo mal. Tú, que obra del Espíritu Santo conduces sin cesar a los hombres a la vida eterna, - Dígnate llevar, por este mismo Espíritu, a los difuntos al gozo eterno de tu presencia. Padre Nuestro... ORACIÓN Dios todopoderoso y eterno, que has querido que la celebración de la Pascua durase simbólicamente cincuenta días y acabase con el día de Pentecostés, te pedimos que los pueblos divididos por el odio y el pecado se congreguen por medio de tu Espíritu y que las diversas lenguas encuentren su unidad en la confesión de tu nombre. Por Jesucristo Nuestro Señor.

NOVENA POR LOS SIETE DONES AL ESPÍRITU SANTO Los 7 dones del Espíritu Santo son: Sabiduría, Inteligencia, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios. 50


ORACIÓN PARA PEDIR LOS 7 DONES DEL ESPÍRITU SANTO ¡Oh Espíritu Santo!, humildemente te suplico que enriquezcas mi alma con la abundancia de tus dones. Haz que yo sepa, con el Don de la Sabiduría, apreciar en tal grado las cosas divinas, que con gozo y facilidad sepa frecuentemente prescindir de las terrenas. Que acierte con el Don de Entendimiento, a ver con fe viva la trascendencia y belleza de la verdad cristiana. Que, con el Don de Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme. Que el Don de Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de salvación. Que sepa con el Don de Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, entre lo falso y lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado. Que, con el Don de Piedad, os ame como a Padre, os sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo. Finalmente, que con el Don de Temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración a los mandamientos divinos, cuidando con creciente delicadeza de no quebrantarlos lo más mínimo. Llenadme sobre todo, de vuestro santo amor. Que ese amor sea el móvil de toda mi vida espiritual. Que lleno de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la sublimidad de vuestra doctrina, la bondad de vuestros preceptos, la dulzura de vuestra caridad. Amén. 51


Instrucciones Para hacer la Novena 1.- Cada día se reza el siguiente Acto de consagración al Espíritu Santo Recibid ¡Oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza, y todo el amor de mi Corazón. Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas’ inspiraciones. ¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén. 2.- Después, cada día se reza la Oración por los 7 dones del Espíritu Santo Oh, Señor Jesucristo, que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en mi alma la obra de tu gracia y de tu amor. Concédeme el Espíritu de Sabiduría para que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las cosas que son eternas, el Espíritu de Entendimiento para iluminar mi mente con la luz de tu divina verdad, el Espíritu de Consejo para que pueda siempre elegir el camino más seguro para agradar a Dios y ganar el Cielo, el Espíritu de Fortaleza para que pueda llevar mi cruz contigo y sobrellevar con coraje todos los obstáculos que se opongan a mi salvación, el Espíritu de Conocimiento para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y crecer en la perfección de la ciencia de los santos, el Espíritu de Piedad para que pueda encontrar el servicio a Dios dulce y amable, y el 52


Espíritu de Temor de Dios para que pueda ser lleno de reverencia amorosa hacia Dios y que tema en cualquier modo disgustarlo. Márcame, amado Señor, con la señal de tus verdaderos discípulos y anímame en todas las cosas con tu Espíritu. Amén.

PRIMER DÍA ¡Espíritu Santo! ¡Señor de Luz! ¡Danos, desde tu clara altura celestial, tu puro radiante esplendor! El Espíritu Santo Sólo una cosa es importante: la salvación eterna. Por lo tanto, sólo una cosa hay que temer: el pecado. El pecado es el resultado de la ignorancia, debilidad e indiferencia. El Espíritu Santo es el Espíritu de Luz, de Fuerza y de Amor. Con sus siete dones ilumina la mente, fortalece la voluntad, e inflama el corazón con el amor de Dios. Para asegurarnos la salvación debemos invocar al Divino Espíritu diariamente, porque “el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; mas el Espíritu mismo intercede por nosotros” (Rom 8,26). Oración Omnipotente y eterno Dios, que has condescendido para regeneramos con el agua y el Espíritu Santo, y nos has dado el perdón de todos los pecados, permite enviar del cielo sobre nosotros los siete dones de tu Espíritu, el Espíritu de Sabiduría y de Entendimiento, el Espíritu de Consejo y de Fortaleza, el Espíritu de Conocimiento y de Piedad, y llénanos con el Espíritu del Santo. (Padrenuestro y Avemaria una vez, Gloria 7 veces, luego Acto de Consagración y Oración por los siete dones) 53


SEGUNDO DÍA ¡ Ven, Padre de los pobres. Ven, tesoros que sostienes. Ven, Luz de todo lo que vive! El don del Temor El don del Santo Temor de Dios nos llena con un soberano respeto por Dios, y nos hace que a nada temamos más que a ofenderlo por el pecado. Es un temor que se eleva, no desde el pensamiento del infierno, sino del sentimiento de reverencia y filial sumisión a nuestro Padre Celestial. Es el temor principio de sabiduría, que nos aparta de los placeres mundanos que podrían de algún modo separamos de Dios. “Los que temen al Señor tienen corazón dispuesto, y en su presencia se humillan” (Ecl 2,17). Oración ¡Ven, Oh bendito Espíritu de Santo Temor, penetra en lo más íntimo de mi corazón, que te tenga, mi Señor y Dios, ante mi rostro para siempre, ayúdame a huir de todas las cosas que te puedan ofender y hazme merecedor ante los ojos puros de tu Divina Majestad en el Cielo, donde Tú vives y reinas en unidad de la siempre Bendita Trinidad, Dios en el mundo que no tiene fin. Amén. (Padrenuestro Avemaria una vez, Gloria 7 veces, luego Acto de Consagracióny Oración por los siete dones) TERCER DÍA Tú, de todos los consoladores el mejor, visitando el corazón turbado, da la gracia de la placentera paz. El don de Piedad El don de Piedad suscita en nuestros corazones una filial afección 54


por Dios como nuestro amorosísimo Padre. Nos inspira, por amor a Él, a amar y respetar a las personas y cosas a Él consagradas, así como aquellos que están envestidos con su autoridad, su Santísima Madre y los Santos, la Iglesia y su cabeza visible, nuestros padres y superiores, nuestro país y sus gobernantes. Quien está lleno del don de Piedad no encuentra la práctica de la religión como deber pesado sino como deleitante servicio. Donde hay amor no hay trabajo. Oración Ven, Oh Bendito Espíritu de Piedad, toma posesión de mi corazón. Enciende dentro mío tal amor por Dios que encuentre satisfacción sólo en su servicio, y por amor a El me someta amorosamente a toda legítima autoridad. Amén. (Padrenuestroy Avemaria una vez, Gloria 7 veces, luegoActo de Consagración y Oración por los siete dones) CUARTO DÍA Tú, en la fatiga dulce alivio, refresco placentero en el calor, solaz en medio de la miseria. El don de Fortaleza Por el don de Fortaleza el alma se fortalece ante el miedo natural y soporta hasta el final el desempeño de una obligación. La fortaleza le imparte a la voluntad un impulso y energía que la mueve a llevar a cabo, sin dudarlo, las tareas más arduas, a enfrentar los peligros, a estar por encima del respeto humano, y a soportar sin quejarse el lento martirio de la tribulación aún de toda una vida. “El que persevere hasta el fin, ese se salvará” (Mt24,13). 55


ORACIÓN Ven, Oh Espíritu de Fortaleza, alza mi alma en tiempo de turbación y adversidad, sostiene mis esfuerzos de santidad, fortalece mi debilidad, dame valor contra todos los asaltos de mis enemigos, que nunca sea yo confundido y me separe de Ti, Oh mi Dios y mi máximo Bien. Amén (Padrenuestro y Avemaria una vez, Gloria 7 veces, luego Acto de Consagración y Oración por los siete dones)

QUINTO DÍA ¡Luz inmortal! ¡Divina Luz! ¡Visita estos corazones tuyos y llena nuestro más íntimo ser! El don del Conocimiento El don del Conocimiento permite al alma darle a las cosas creadas su verdadero valor en su relación con Dios. El conocimiento desenmascara la simulación de las creaturas, revela su vacuidad y hace notar sus verdaderos propósitos como instrumentos al servicio de Dios. Nos muestra el cuidado amoroso de Dios aún en la adversidad, y nos lleva a glorificarlo en cada circunstancia de la vida. Guiados por su luz damos prioridad a las cosas que deben tenerla y apreciamos la amistad de Dios por encima de todo. “El conocimiento es fuente de vida para aquel que lo posee” (Prov 16,22). Oración Ven, Oh Bendito Espíritu de Conocimiento, y concédeme que pueda percibir la voluntad del Padre; muéstrame la nulidad de las cosas de la tierra, que tenga idea de su vanidad y las use sólo para tu gloria y mi propia salvación, siempre por encima de ellas 56


mirándote a Ti y tus premios eternos. Amén. (Padrenuestro y Avemaria una vez, Gloria 7 veces, luego Acto de Consagración y Oración por los siete dones)

SEXTO DÍA Si tu apartas tu gracia, nada puro permanecerá en el hombre, todo lo que es bueno se volverá enfermo. El don del Entendimiento El Entendimiento, como don del Santo Espíritu, nos ayuda a aferrar el significado de las verdades de nuestra santa religión. Por la fe las conocemos, pero por el entendimiento aprendemos a apreciarlas y a apetecerlas. Nos permite penetrar el profundo significado de las verdades reveladas y, a través de ellas, avivar la novedad de la vida. Nuestra fe deja de ser estéril e inactiva e inspira un modo de vida que da elocuente testimonio de la fe que hay en nosotros. Comenzamos a “caminar dignos de Dios en todas las cosas complaciendo y creciendo en el conocimiento de Dios”. Oración Ven, Oh Espíritu de Entendimiento, e ilumina nuestras mentes, que podamos conocer y creer en todos los misterios de la salvación, y que por fin podamos merecer ver la eterna luz en la Luz, y en la luz de la gloria tener una clara visión de Ti y del Padre y del Hijo. Amén. (Padrenuestro y Avemaria una vez, Gloria 7 veces, luego Acto de Consagración y Oración por los siete dones)

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SÉPTIMO DÍA Sana nuestras heridas, renueva nuestra fuerza. En nuestra aridez derrama tu rocío. Lava las manchas de la culpa. El don de Consejo El don de Consejo dota al alma de prudencia sobrenatural, permitiéndole juzgar con prontitud y correctamente qué debe hacer, especialmente en circunstancias difíciles. El Consejo aplica los principios dados por el Conocimiento y el Entendimiento a los innumerables casos concretos que confrontamos en el curso de nuestras diarias obligaciones en tanto padres, docentes, servidores públicos y ciudadanos cristianos. El Consejo es sentido común sobrenatural, un tesoro invalorable en el tema de la salvación. :‘Y por encima de todo esto, suplica al Altísimo para que enderece tu camino en la verdad” (Ecl 37,15). Oración Ven, Oh Espíritu de Consejo, ayúdame y guíame en todos mis caminos para que siempre haga tu Santa Voluntad. Inclina mi corazón a aquello que es bueno, apártame de todo lo que es malo y dirígeme por el sendero recto de tus Mandamientos a la meta de la vida eterna que yo anhelo. Amén. (Padrenuestro y Avemaria una vez, Gloria 7 veces, luego Acto de Consagracióny Oración por los siete dones) OCTAVO DÍA Dobla la voluntad y el corazón obstinado, funde lo que está helado, calienta lo que está frío. Guía los pasos que se han desviado!

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El don de Sabiduría Abarcando a todos los otros dones, como la caridad abraza a todas las otras virtudes, la Sabiduría es el más perfecto de los dones. De la Sabiduría está escrito: “todo lo bueno vino a mí con Ella, y riquezas innumerables me llegaron a través de sus manos” Es el don de la Sabiduría el que fortalece nuestra fe, fortifica la esperanza, perfecciona la caridad y promueve la práctica de la virtud en el más alto grado. La Sabiduría ilumina la mente para discernir y apreciar las cosas de Dios, ante las cuales los gozos de la tierra pierden su sabor, mientras la Cruz de Cristo produce una divina dulzura, de acuerdo a las palabras del Salvador: “Toma tu cruz y sígueme, porque mi yugo es dulce y mi carga ligera”. Oración Ven, Oh Espíritu de Sabiduría y revela a mi alma los misterios de las cosas celestiales, su enorme grandeza, poder y belleza. Enséñame a amarlas sobre todo y por encima de todos los gozos pasajeros y las satisfacciones de la tierra. Ayúdame a conseguirlas y a poseerlas para siempre. Amén. (Padrenuestro y Avemaria una vez, Gloria 7 veces, luego Acto de Consagración y Oración por los siete dones) NOVENO DÍA Tú, en aquellos que siempre más te confiesan y te adoran, en tus siete dones, desciende. Dales alivio en la muerte. Dales vida contigo en las alturas. Dale los gozos que no tienen fin. Amén. Los frutos del Espíritu Santo Los dones del Espíritu Santo perfeccionan las virtudes sobrenaturales al pemiitimos practicarlas con mayor docilidad a la divina inspiración. A medida que crecemos 59


en el conocimiento y en el amor de Dios, bajo la dirección del Santo Espíritu, nuestro serv icio se toma más sincero y generoso y la práctica de las virtudes más perfecta. Tales actos de virtudes dejan el corazón lleno de alegría y consolación y son conocidos como frutos del Espíritu Santo. Estos frutos, a su vez, hacen la práctica de las virtudes más activa y se vuelven un poderoso incentivo para esfuerzos aún mayores en el servicio de Dios. Oración Ven, Oh Divino Espíritu, llena mi corazón con tus frutos celestiales: caridad, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Que nunca esté yo cansado en el servicio de Dios sino que, por continua y fiel sumisión a tu inspiración, merezca estar eternamente unido Contigo, en el amor del Padre y del Hijo. Amén. (Padrenuestro y Avemaria una vez, Gloria 7 veces, luego Acto de Consagración y Oración por los siete dones)

ORACIONES AL ESPÍRITU SANTO ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO (Si se Tiene Alguna Necesidad) Espíritu Santo, tu que me aclaras todo, que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal. Tu que me das el don divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen, y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo. Yo quiero en este corto dialogo agradecerte por todo y confirmar una vez mas que nunca quiero separarme de ti, por mayor que sea la ilusión material. Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gracia perpetua. Gracias por tu misericordia para conmigo y los míos. 60


(La persona deberá rezar esta oración tres días seguidos, sin decir el pedido o necesidad. Dentro de tres días será alcanzada la gracia por más difícil que sea)

ORACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA PARA PEDIR ALGUNA GRACIA AL ESPÍRITU SANTO ¡Oh María, Hija humildísima del Padre, Madre Purísima del Hijo, Esposa amadísima del Espíritu Santo! Yo te amo y te ofrezco todo mi ser para que lo bendigas. Madre admirable, Consuelo del que llora, Abogada dulcísima de los pecadores, ten piedad de todos aquellos a quienes amo; y por tu Inmaculado Corazón, Sagrario de la Santísima Trinidad, Asiento de tu poder, Trono de Sabiduría y Piélago de bondad, alcánzanos que el Espíritu Santo forme en nuestro corazón un nido en que repose para siempre. Alcánzame lo que con todo el fervor de mi alma te pido, por los merecimientos de Jesús y los tuyos, si es para gloria de la Trinidad Santísima y bien de mi alma ¡Virgen Santa, Esposa del Espíritu Santo, acuérdate de que eres mi Madre! Amén. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Oh Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo, Inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia Santificación. Espíritu Santo, Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar dirección al progresar y perfección al acabar. Amén. 61


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Espíritu Santo, inspíranos, para que pensemos santamente. Espíritu Santo, incítanos, para que obremos santamente. Espíritu Santo, atráenos, para que amemos las cosas santas. Espíritu Santo, fortalécenos, para que defendamos las cosas santas. Espíritu Santo, ayúdanos, para que no perdamos nunca las cosas santas. CONSAGRACIÓN DE LA FAMILIA AL ESPÍRITU SANTO ¡Oh Dios Espíritu Santo! Postrados ante tu divina majestad, venimos a consagramos a Ti con todo lo que somos y tenemos. Por un acto de la omnipotencia del Padre hemos sido creados, por gracia del Hijo hemos sido redimidos, y por tu inefable amor has venido a nuestras almas para santificamos, comunicándonos tu misma vida divina. Desde el día de nuestro bautismo has tomado posesión de cada uno de nosotros, transformándonos en templos vivos donde Tú moras juntamente con el Padre y el Hijo; y el día de la Confínnación fue la Pentecostés en que descendiste a nuestros corazones con la plenitud de tus dones, pera que viviéramos una vida íntegramente cristiana. Permanece entre nosotros para presidir nuestras reuniones: santifica nuestras alegrías y endulza nuestros pesares; ilumina nuestras mentes con los dones de la sabiduría, del entendimiento y de la ciencia; en horas de confusión y de dudas asístenos con el don del consejo; para no desmayar en la lucha y el trabajo concédenos tu fortaleza; que toda nuestra vida religiosa y familiar esté impregnada de tu espíritu de piedad; y que a todos nos nueva un temor santo y filial para no ofenderte a Ti que eres la santidad misma. 62


Asistidos en todo momento por tus dones y gracias, queremos llevar una vida santa en tu presencia. Por eso hoy te hacemos entrega de nuestra familia y de cada uno de nosotros por el tiempo y la eternidad. Te consagramos nuestras almas y nuestros cuerpos, nuestros bienes materiales y espirituales, para que Tú sólo dispongas de nosotros y de lo nuestro según tu beneplácito. Sólo te pedimos la gracia que después de haberte glorificado en la tierra, pueda toda nuestra familia alabarte en el cielo, donde con el Padre y el Hijo vives y reinas por los siglos de los siglos. Así sea. ORACIÓN DEL ESPOSO/ESPOSA POR SU FAMILIA Espíritu Santo, concededme para mí, para mi esposo(a) y para mis hijos, aquellos dones divinos con que fortalecisteis a los Apóstoles; aquella gracia poderosa que ilumina el entendimiento, mueve dulcemente la voluntad, y vence gloriosamente la concupiscencia. Concédenos el don de una clara inteligencia, el conocimiento del bien y buena voluntad de ejercitarlo. Tomad bajo vuestra divina protección a mis hijos; preservadlos de toda pasión vergonzosa; protegedlos, libradlos de caer en los lazos de la seducción con que el demonio intenta hacerlos caer en el pecado. Hacedlos humildes, obedientes, honrados y temerosos de Dios; amantes de la verdad y de la religión. Dadles gracia para vencer los vicios y pasiones. Y a mi concededme la gracia y el acierto necesario para educarlos y dirigirlos y hacerme obedecer de ellos.

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ORACIÓN PARA IMPLORAR EL ESPÍRITU SANTO Divino Padre Eterno, en nombre de Jesucristo, y por la intercesión de la Santísima Siempre Virgen María, envía a mi corazón El Espíritu Santo. Ven, Espíritu Santo, a mi corazón y santifícalo. Ven, Padre de los pobres, y alíviame. Ven, autor de todo bien, y constélame. Ven, luz de las mentes e ilumíname. Ven. dulce huésped de los corazones, y no te apartes de mí. Ven, verdadero Refrigerio de mi vida, y renuévame. Tres veces............. Gloria al Padre.......... Espíritu Santo, eterno Amor, Ven a nosotros con tus ardores, Ven, inflama nuestros corazones. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO Ven, Oh Espíritu Santo, atiéndenos, Espíritu del Padre, vivifícanos, Espíritu del Hijo, sálvanos. Oh Amor eterno, llénanos, Con tu fuego, inflámanos, Con tu luz, ilumínanos. Fuente viva, sácianos, De nuestros pecados, lávanos. Por tu unción, fortalécenos. Por tu consuelo, confórtanos. Por tu gracia, guíanos. Por tus ángeles, protégenos. 64


No permitas jamás que nos separemos de Ti, Dios Espíritu Santo, escúchanos. Con el dedo de tu gracia, tócanos. Vierte en nosotros el torrente de la virtud. Fortalécenos con tus dones, Y con tus frutos, refrigéranos. Líbrános del maligno enemigo, En la última batalla, úngenos, A la hora de la muerte, defiéndenos. Entonces llámanos hacia Ti, Para que con todos los santos Alabemos al Padre, al Hijo y a Ti, Consolador piadoso y eterno. Amén CONSAGRACIÓN Y PETICIÓN Espíritu Santo, Divino consolador y Huésped de mi alma, te adoro, te alabo y te bendigo, me Consagro hoy de nuevo a Ti, para que me invadas con tu gracia, ordenes mis facultades y sentidos, me ilumines, fortalezcas, serenes y bendigas. ORACIONES PARA RECIBIR LOS DONES Y FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO Envía Padre los dones del Espíritu Santo Eterno Padre, en nombre de Jesucristo y por la intercesión de la Siempre Virgen María, envía a mi corazón al Espíritu Santo. Ven, Espíritu Santo, y dame el don de Sabiduría. Ven, Espíritu Santo, y dame el don de Entendimiento. Ven, Espíritu Santo, y dame el don de Consejo. Ven, Espíritu Santo, y dame el don de fortaleza. Ven, Espíritu Santo, y dame el don de Ciencia. 65


Ven, Espíritu Santo, y dame el don de Piedad. Ven, Espíritu Santo, y dame el don del Santo Temor de Dios. Tres veces............. Gloria al Padre.............. ORACIÓN PARA PEDIR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO Ven, Espíritu Creador, visita las almas de los fíeles; e inunda con tu gracia los corazones que Tú creaste. Espíritu de Sabiduría, que conoces mis pensamientos más secretos, y mis deseos más íntimos, buenos y malos; ilumíname y hazme conocer lo bueno para obrarlo, y lo malo para detestarlo sinceramente. Intensifica mi vida interior, por el don de Entendimiento. Aconséjame en mis dudas y vacilaciones, por el don de Consejo. Dame la energía necesaria en la lucha contra mis pasiones, por el don de Fortaleza. Envuelve todo mi proceder en un ambiente sobrenatural, por el don de Ciencia. Haz que me sienta hijo tuyo en todas las vicisitudes de la vida, y acuda a Ti, cual niño con afecto filial, por el don de Piedad. Concédeme que Te venere y Te ame cual lo mereces; que ande con cautela en el sendero del bien, guiado por el don del santo Temor de Dios; que tema el pecado más que ningún otro mal; que prefiera perderlo todo antes que tu gracia; y que llegue un día a aquella feliz morada, donde Tú serás nuestra Luz y Consuelo, y, cual tierna madre; enjugas “toda lágrima de nuestros ojos”, donde no hay llanto ni dolor alguno, sino eterna felicidad. Así sea. 66


ORACIÓN PARA PEDIR LOS FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO Espíritu de Caridad, haznos amar a Dios y a nuestros semejantes como Tú quieres que los amemos. Espíritu de Gozo, otórganos la santa alegría, propia de los que viven en tu gracia. Espíritu de Paz, concédenos tu paz, aquella paz que el mundo no puede dar. Espíritu de Paciencia, enséñanos a sobrellevar las adversidades de la vida sin indagar el por qué de ellas y sin quejamos. Espíritu de Benignidad, haz que juzguemos y tratemos a todos con benevolencia sincera y rostro sonriente, reflejo de tu infinita suavidad. Espíritu de Bondad, concédenos el desvivimos por los demás, y derramar a manos llenas, cuantas obras buenas nos inspires. Espíritu de Longanimidad, enséñanos a soportar las molestias y flaquezas de los demás, como deseamos soporten las nuestras: Espíritu de Mansedumbre, haznos mansos y humildes de corazón, a ejemplo del Divino Corazón de Jesús, obra maestra de la creación. Espíritu de Fe, otórganos el no vacilar en nuestra fe, y vivir siempre de acuerdo con las enseñanzas de Cristo, e iluminados por tus santas inspiraciones. Espíritu de Modestia, enséñanos a ser recatados con nosotros mismos, a fin de no servir nunca de tentación a los demás. 67


Espíritu de Continencia, haznos puros y limpios en nuestra vida interior, y enérgicos en rechazar cuanto pudiera manchar el vestido blanco de la gracia. Espíritu de Castidad, concédenos la victoria sobre nosotros mismos; haznos prudentes y castos; sobrios y mortificados; perseverantes en la oración y amantes de Ti, oh Dios del Amor hermoso. Así sea. ENTREGA AL ESPÍRITU SANTO IMPLORANDO SUS DONES Y FRUTOS Espíritu Santo, Dios eterno, cuya gloria llena los cielos y la tierra, heme aqui postrado humildemente en tu presencia. Te ofrezco y te hago entrega de mi cuerpo y de mi alma. Adoro el resplandor de tu pureza, de tu justicia inmutable y del poder de tu amor. No permitas que te ofenda o resista a las inspiraciones de tu gracia; antes bien dirige mi entendimiento, a fm de que escuche dócilmente la voz de tus inspiraciones y las siga, hallando en tu misericordia un amparo contra mi debilidad. Espíritu de Sabiduría, domina todos mis pensamientos, palabras y obras. Espíritu de Entendimiento, ilumíname e instruyeme. Espíritu de Consejo, guíame en mi inexperiencia. Espíritu de Ciencia, ahuyenta mi ignorancia. Espíritu de Fortaleza, hazme perseverante en el servicio de Dios; dame fuerzas para proceder en todo con bondad y benevolencia, con mansedumbre y sinceridad, con paciencia y caridad, con alegría y longanimidad. Espíritu de Piedad, hazme afectuoso y filial en mis relaciones con Dios. Espíritu del Santo Temor de Dios, líbrame de todo mal. 68


Espíritu de Paz, dame tu paz. Espíritu de Santidad, adorna con las celestiales virtudes de pureza y modestia el templo que has elegido por tu morada y preserva siempre mi alma, con tu gracia omnipotente, de la ruina del pecado. Así sea. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO PARA PEDIR SUS DONES ¡Oh Espíritu Santo!, llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el don de sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas. Que sepa, con el don de entendimiento, ver con fe viva la importancia y belleza de la verdad cristiana. Que. con el don de consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme. Que el don de fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación. Que sepa, con el don de ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal. lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado. Que con el don de piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo. Finalmente, que, con el don de temor de Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado. Lléname, sobre todo, de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, lleno de unción sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo, la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y. la dulzura de tu amor. Amén. 69


Por qué debemos hacer alabanza a la Virgen Salmo 45 11-18 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído; Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre; Y deseará el rey tu hermosura; E inclínate a él, porque él es tu señor. Y las hijas de Tiro vendrán con presentes; Implorarán tu favor los ricos del pueblo. Toda gloriosa es la hija del rey en su morada; De brocado de oro es su vestido. Con vestidos bordados será llevada al rey; Vírgenes irán en pos de ella, Compañeras suyas serán traídas a ti. Serán traídas con alegría y gozo; Entrarán en el palacio del rey. En lugar de tus padres serán tus hijos, A quienes harás príncipes en toda la tierra. Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

Proverbios 31-30-31 30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Dios, ésa será alabada. 31 Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos. 70


María visita a Isabel (Lucas 1 39-56)

39 En aquellos días, levantándose María, fue de prisa a la montaña, a una

ciudad de Judá; 40 y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet. 41 Y aconteció que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo, 42 y exclamó a gran voz, y dijo: Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre. 43 ¿Por qué se me concede esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí? 44 Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. 45 Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor. 46 Entonces María dijo: Engrandece mi alma al Señor; 47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador. 48 Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. 49 Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre, 50 Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen. 51 Hizo proezas con su brazo; Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones. 52 Quitó de los tronos a los poderosos, Y exaltó a los humildes. 53 A los hambrientos colmó de bienes, Y a los ricos envió vacíos. 54 Socorrió a Israel su siervo, Acordándose de la misericordia 55 De la cual habló a nuestros padres, Para con Abraham y su descendencia para siempre. m 56 Y se quedó María con ella como tres meses; después se volvió a su casa.

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