BIBLIOTECA FRANCISCO DE BURGOA
Proyecto de la primera universidad en Oaxaca Selene García Jiménez
E
n 2001, la familia de Jorge Fernando Iturribarría donó a la Biblioteca Francisco de Burgoa la colección de este político, académico y escritor oaxaqueño que vivió de 1902 a 1981. En enero de 2020, el equipo de la Biblioteca Burgoa, encabezado por la maestra Elvia Acosta, del Departamento bibliográfico y de atención a usuarios, inició la catalogación del Fondo Iturribarría, conformado por alrededor de 2,609 ejemplares. Conforme ha avanzado el proceso catalográfico de este enorme acervo se han descubierto materiales muy llamativos. Uno de ellos es Sobre la erección de universidad de Oaxaca, libro de Jacobo Dalevuelta, publicado en 1934. Cabe señalar que Dalevuelta era el seudónimo utilizado por el periodista oaxaqueño Fernando Ramírez de Aguilar, quien había estudiado en el Instituto de Ciencias y Artes de Oaxaca. Radicado en la Ciudad de México, Ramírez de Aguilar publicó en varios diarios, entre ellos El Universal, del que fue jefe de información; además, fue corresponsal de guerra durante la revolución. Interesado por la historia, Dalevuelta publicó, entre otros, Oaxaca: de sus historias y sus leyendas, La odisea de los restos de nuestros libertadores y Nicolás Romero: un año de su vida. En su obra, Ramírez narra que, en el siglo XVIII, más específicamente en 1746, el originario de Burgos, España, Felipe Gómez de Angulo, quien desde 1745 era obis-
po de Antequera del Valle de Oaxaca, pretendió crear la primera universidad de la diócesis, pues, hasta ese momento, la única institución de estudios superiores en la urbe sureña era el Seminario de la Santa Cruz. Sin embargo, el proyecto se vio frustrado por la falta de apoyo del rector de la Real y Pontificia Universidad de México, quien consideró que una nueva universidad disminuiría la matrícula de la universidad que él representaba. Ahora bien, el libro de Ramírez nos remite a otro fondo de la Biblioteca Burgoa, se trata de la Colección Biblioteca Estudiantil, inaugurada en 1941, y que recibió el nombre del obispo Felipe Gómez de Angulo. Sin duda, se trataba de un homenaje al obispo Gómez de Angulo, pero también de una forma de manifestar que seguía vivo el anhelo por contar con una universidad en Oaxaca. Dicha empresa no se lo-
BOLETÍN DIGITAL DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA • NÚMERO 04 • MARZO-ABRIL DE 2021 14