MUSEO INFANTIL DE OAXACA
El acervo de Ferrocarriles Waldini Ortega
A
decir de Abdías Gerardo Paz García, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores Ferrocarrileros de la Republica Mexicana, Sección 22, la historia documentada del trabajador ferrocarrilero en Oaxaca puede dividirse en dos momentos: el primero registra la parte administrativa de sus labores, es decir, documentos que muestran el diario quehacer de la Estación del Ferrocarril Mexicano del Sur, terminal Oaxaca, y el segundo es aquel que registró su conducta dentro de la empresa ferroviaria. Este último en particular se diferencia del primero, principalmente, porque sobre él recaía la defensa del trabajador. Hablar de los derechos laborales en el ferrocarril es hablar de diversas organizaciones sindicales en México en los años 30, entre ellas, la Unión de Mecánicos, una de las más importantes, porque a partir de ella surge uno de los primeros sindicatos en Latinoamérica: el ferrocarrilero. En México, este sindicato nace en 1933, pero no es sino hasta 1952, en la actual calle de Crespo, entre Independencia y Morelos, en la ciudad de Oaxaca, que comienza la construcción de un edificio de tres plantas destinado a la operación de esta organización conformada en su delegación estatal por afanadoras, secretarias, tesoreros y pagadores, por mencionar algunos. La construcción de este edificio, culminada en 1953, fue posible en gran medida con la aportación de un día de salario de cada tra-
bajador, por ello se dice que este edificio es producto del sudor de los trabajadores ferrocarrileros, porque la mayor aportación provino de ellos, hablamos de poco más de mil trabajadores. Con esta organización comenzó la defensa laboral y se terminó un periodo de explotación que afectaba, principalmente, a los departamentos más vulnerables, en especial a los de vías y talleres, que eran los que concentraban a un mayor número de trabajadores. Era claro suponer que en algunos estados habría gente más aguerrida y dispuesta a luchar por sus derechos que en otros; sobresalían Aguascalientes, Veracruz y, por supuesto, Oaxaca, con la presencia de Matías Romero. Esta resistencia, y a su vez pertenencia, con la empresa de Ferrocarriles se daba porque para muchos trabajar entre las vías y los vagones era un orgullo, en palabras de más de uno, “era lo máximo”, porque desde su experiencia,
BOLETÍN DIGITAL DE LA FUNDACIÓN ALFREDO HARP HELÚ OAXACA • NÚMERO 04 • MARZO-ABRIL DE 2021 46