MANUAL DE REDACCIÓN PERIODÍSTICA: UNA COMPILACIÓN DOCUMENTAL

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MANUAL DE REDACCIÓN PERIODÍSTICA: UNA COMPILACIÓN DOCUMENTAL


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UNIVERSIDAD MAYOR DE SAN SIMÓN FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN CARRERA DE COMUNICACIÓN SOCIAL

MANUAL DE REDACCIÓN PERIODÍSTICA: UNA COMPILACIÓN DOCUMENTAL

DOCUMENTO

DE

TRABAJO

ESPECIALIZADO PRESENTADO EN CUMPLIMIENTO

DE

LOS

REQUISITOS, EN LA MODALIDAD DE EXAMEN DE GRADO, PARA LA OBTENCIÓN

DEL

TÍTULO

DE

LICENCIADO EN COMUNICACIÓN SOCIAL.

POSTULANTE: FABIO ILLANES GILMET TUTOR: MGR. FRANCISCO SOSA GRANDÓN

COCHABAMBA-BOLIVIA 2013


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Resumen El presente trabajo consiste en una revisión y compilación documental de diferentes manuales de redacción periodística, o también llamado manuales de estilo. En función a las necesidades del trabajador en prensa escrita, se recopiló información inherente a temas de gramática, ortografía, legislaciones e incluso códigos éticos y de conducta que el profesional requiere conocer o consultar en su labor cotidiana.

Se trata de una exploración bibliográfica que abarca manuales de estilo de los principales medios de comunicación escritos de América Latina y España. A través de la comparación de contenidos y pensando en las necesidades del periodista boliviano se elaboró un índice de temas esenciales para el adecuado tratamiento de la información y su correcta redacción.

El contenido fue seleccionado bajo los criterios de claridad, concisión y ejemplificación de cada uno de los casos. Como resultado de este trabajo se tiene un documento dividido en tres partes: una primera sección, de tipo histórica, que argumenta el trabajo periodístico en las diferentes etapas de la sociedad; en la segunda parte se presentan conceptos referidos al lenguaje y estilo periodístico; finalmente, en el tercer capítulo se expone la compilación documental propiamente dicha.


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ÍNDICE Pág. INTRODUCCIÓN.................................................................................................................1 1. HISTORIA DEL PERIODISMO....................................................................................4 1.1. Origen del periodismo.....................................................................................................4 1.2. Influencia del periodismo sobre la política y la sociedad..............................................5 1.3. Periodismo en Bolivia.....................................................................................................7 1.4. Periódicos de Cochabamba.............................................................................................8 2. REDACCIÓN PERIODÍSTICA: DEFINICIONES Y CARACTERÍSTICAS………………………………………............................................11 2.1. El periódico....................................................................................................................11 2.2. Géneros periodísticos....................................................................................................13 2.3. Lenguaje periodístico....................................................................................................15 2.4. El estilo periodístico......................................................................................................16 2.5. Manual de estilo periodístico........................................................................................17 2.5.1 Tipos de manuales................................................................................................19 2.5.2. Contenido de un manual de estilo........................................................................20

3. MANUAL DE REDACCIÓN PERIODISTICA: COMPILACIÓN DOCUMENTAL.................................................................................................................23 3.1. Código ético, responsabilidad profesional y leyes que rigen el ejercicio periodístico............................................................................................................................23 3.1.1. Decálogo de la ética periodística........................................................................24


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3.1.2. Responsabilidad periodística...............................................................................25 3.1.3. Leyes en el ejercicio del periodismo....................................................................26 3.1.4. Manejo de las fuentes de información.................................................................29 3.2. Elementos gráficos y presentación de la información.................................................30 3.3. Normas gramaticales.....................................................................................................32 3.3.1. Pronombres..........................................................................................................33 3.3.2. Preposiciones.......................................................................................................34 3.3.3. Adjetivos y adverbios…………………………………............………………...38 3.3.4. Mayúsculas, minúsculas, tratamiento y protocolo……………………………...40 3.3.5. Abreviaturas y símbolos………………………...................................................43 3.3.6. Números, horas y porcentajes…………………………………………………..46 3.4. Uso de imágenes............................................................................................................49 3.4.1. Principios generales…………………................................................................50 3.4.2. Restricciones y cuidados en el uso de imágenes…………………….………….51 3.4.3. Fuentes, créditos y firmas………………………………………………………51 4. CONCLUSIONES...........................................................................................................53 BIBLIOGRAFÍA.................................................................................................................54 ÍNDICE DE ANEXOS Pág. ANEXO 1...............................................................................................................................1 ANEXO 2...............................................................................................................................3 ANEXO 3...............................................................................................................................7


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INTRODUCCIÓN De principio, es importante precisar que el presente trabajo se centra exclusivamente en los medios de comunicación impresos, es decir, los periódicos que circulan en un soporte físico. Esta delimitación viene a razón de la gran cantidad de manuales de estilo que existen para satisfacer igual cantidad de formas de hacer periodismo.

En principio, las motivaciones que nos llevaron a desarrollar un trabajo de investigación sobre medios escritos parecen insuficientes, ya que muchos los consideran obsoletos; pero en el proceso de indagación, vamos abriéndonos paso por donde otros ven sólo ruinas. En este trayecto, la urgencia de un periodismo de calidad se hace evidente cuando analizamos el contexto actual de la comunicación social.

Para esto, inevitablemente debemos referirnos a la irrupción de las nuevas tecnologías en la sociedad; ya que en la última década han provocado cambios dramáticos la forma como interactuamos las personas. Consecuentemente, los medios de comunicación tuvieron que afrontar bastantes sobresaltos, pues esta nueva Era Digital halló a contrapié a los medios tradicionales y a sus periodistas.

En el caso boliviano, tanto medios audiovisuales como impresos aún intentan sobrellevar los vertiginosos cambios acaecidos, siendo estos últimos los más afectados, ya que el soporte que utilizan, el papel, gradualmente es reemplazado por el formato digital. Igualmente, las innumerables posibilidades que nos presenta la tecnología digital como ser blogs, páginas web, foros de discusión en línea e incluso documentos en el famoso formato PFD, parece relegar al periódico a un segundo plano.

Sin embargo, al contrario de minimizar la importancia del periódico o desahuciarlo como medio de información, las desventajas frente a su nueva competencia pueden consolidarlo como medio de comunicación imprescindible para el sostén y desarrollo de la sociedad. Este objetivo dependerá del correcto ejercicio de la profesión y el apropiado uso de su soporte.


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Ante la avalancha de información (y opiniones mimetizadas), imágenes apropiadas e inapropiadas y colores desbordantes que se muestran por internet y los medios audiovisuales, el periódico se convierte en el último bastión de la información confiable. Así también, el uso correcto del lenguaje hace la gran diferencia entre una comunicación educativa y “algo para leer”.

No en vano, muchos intelectuales han calificado al periódico como el reflejo de su sociedad. Tampoco es casualidad que las bibliotecas se den a la tarea de archivar diariamente las publicaciones más importantes como depositario, no solo de información histórica, sino también de la lengua española en si misma. De aquí surge la responsabilidad de cuidar delicadamente lo que se escribe.

Para lograr esto, un compañero imprescindible del buen periodista será su manual de estilo, el cual lo guiará en los momentos de indecisión, duda y malas tentaciones, cuya aparición es constante en este trabajo. Así mismo, ayudará a los medios de comunicación a establecer los cimientos de su identidad y responsabilidad social.

La contribución que esta investigación hace a estudiantes y profesionales está dada por la escasa existencia de documentos de este tipo; siendo que la mayoría de los medios de comunicación escritos en Bolivia utilizan como referencia manuales de medios extranjeros, como ser los españoles o argentinos, y por ende terminan copiando su estilo; mientras que otros resuelven prescindir de esta herramienta en último caso.

Los criterios para seleccionar el contenido fueron: la claridad con que se expone el tema; la concisión y la capacidad para ejemplificar cada caso, aunque en determinados puntos se tuvo que elaborar ejemplos propios para ilustrar el caso. Pero principalmente se valoró la pertinencia de cada tema para nuestro contexto, siendo ésta una tarea bastante ardua por la cantidad de información encontrada en cada manual, así como la diferencia entre uno y otro que, en ciertos casos, puede llegar a las cien páginas.


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En cuanto a la estructura del documento, se dividió en tres segmentos principales que correlativamente

contienen

una

breve

reseña

sobre

periodismo;

conceptos

y

caracterizaciones del periódico, estilo periodístico y manual de estilo; para finalmente exponer la compilación documental propiamente dicha.

Este documento pretende ser inteligible tanto para estudiantes como para profesionales. Por lo tanto, sin caer en obviedades; también cuidando de no incluir temas demasiado específicos o intelectualmente elitistas, a continuación se desarrolla el contenido de una manera bastante aprovechable.


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CAPÍTULO 1 HISTORIA DEL PERIODISMO El primer capítulo está dedicado al repaso de los orígenes y evolución de esta actividad comunicativa dentro de las distintas sociedades. De manera concisa se presenta una revisión de los hitos y hechos históricos que configuraron lo que hoy en día conocemos como prensa. Esto con el fin tener una idea clara de lo que es la actividad periodística.

Este repaso está estructurado de manera cronológica, iniciando en los albores de la comunicación escrita de civilizaciones antiguas, llegando hasta las primeras publicaciones en Europa. En este transcurrir se percibe la manera en que el periodismo se establece como actividad económica y su relevancia en el desarrollo de las sociedades. Finalmente, esbozamos el periodismo en Bolivia, desde la publicación del “Cóndor de Bolivia”, hasta las publicaciones más recientes.

Con este propósito, recurrimos a la revisión bibliográfica de autores latinoamericanos principalmente; dos de ellos bolivianos. Entre tanto que el chileno Emilio Filippi nos habla sobre el origen del periodismo en el desarrollo económico europeo y, más adelante, el boliviano Federico Sabat se refiere a su relevancia como forma de control al estado. Finalmente revisamos un artículo publicado por Mauricio Carrasco en la Agencia Boliviana de Información (ABI) sobre el periodismo boliviano y las principales publicaciones.

1.1.

Origen del periodismo

No se tiene una idea precisa sobre cuál fue el punto de partida de la actividad comunicativa, ya que ésta es relativa a los albores de las diferentes civilizaciones y, por supuesto, el desarrollo y utilización del lenguaje como la escritura jeroglífica y cuneiforme; luego vino la invención del alfabeto fonético (Cf. Sabat 2001:13), con el fin de transmitir acontecimientos de la realidad.


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Contrariamente a lo que se piensa, la cultura occidental tardó más en desarrollar sistemas masivos para difundir mensajes, pero en cambio dieron los pasos más importantes. Durante el siglo VI en China ya se imprimían textos de una sola pieza, “un poco más tarde Johann Gensfleisch, llamado Gutenberg, […] en 1456 consiguió imprimir una biblia en dos volúmenes tamaño folio, llamada de las 42 líneas” (Aguilera 1990: 18). Dicho sistema se expandió rápidamente por Europa y, en función a las necesidades, le fueron dando nuevos usos a esta práctica.

En lo que hace al periodismo como tal, muchos investigadores coinciden en que su nacimiento y desarrollo estuvieron vinculados al avance de las actividades comerciales. Por tanto, “el origen de lo que puede llamarse en sentido estricto una empresa periodística está en los banqueros Fugger que en Venecia, durante el siglo XVI, hicieron que la cartas noticiosas sirvieran como soporte para sus actividades comerciales” (Filippi 1997: 70). Es decir que, lo que comenzó como una herramienta del comercio se convirtió en una empresa por si misma.

Con la creciente demanda de este servicio, las personas que se dedicaban a la elaboración de manuscritos noticiosos tuvieron la oportunidad de desarrollarse autónomamente. Al mismo tiempo y de manera progresiva los empresarios y comerciantes, así como políticos y otras clases dominantes, se convirtieron en clientes ávidos de información para desarrollar sus negocios (Cf. Sabat 2001:15). Es así que se van perfilando los primeros periodistas, beneficiados por una amplia demanda de su mercancía: la información.

1.2

Influencia del periodismo sobre la política y la sociedad

Con la expansión del ejercicio periodístico su notoriedad dentro la sociedad también fue creciendo, hecho que atrajo la atención de personas públicas y/o políticas que se interesaron en dedicarse a esta actividad buscando reputación e influencia sobre los diferentes estratos de poder y la sociedad en general.


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De igual forma, diferentes grupos políticos decidieron hacerse de un medio de difusión propio como herramienta para dar a conocer sus ideas a la sociedad. Incluso la misma iglesia vio la posibilidad de contar con su propio órgano de prensa con el cual pudiera dar a conocer o, en algunos casos, complementar el sermón. “Políticos, religiosos y sindicalistas no formaron empresas periodísticas propiamente tales, sino centros de difusión para divulgar sus tesis a través de las prensa” (Filippi 1997: 74). Las publicaciones sectarias se multiplicaron tanto como corrientes políticas y pensamientos religiosos existían.

Sin embargo, existen autores que le otorgan al periodismo un poder ajeno al de las esferas dominantes, situándolo en una posición de instrumento de control social. En este sentido plantean que la capacidad de penetración de los medios de información en las esferas dirigentes de la sociedad hizo que se considere a éste como un “cuarto poder” (Cf. Aguilera 1990: 31). Se pensaba al periodismo como una manera de encontrar equilibrio entre intereses: de vigilancia a los poderosos.

Con esta multifuncionalidad del periódico, no pasaría mucho tiempo para que su producción, tanto intelectual como material, termine engranando en la lógica de la revolución industrial. ”Las grandes tiradas, la presencia de publicidad y la incorporación de reportajes realizados en el lugar de los sucesos, hicieron crecer a las empresas periodísticas” (Filippi 1997: 75). Tanto la forma de presentación como el mismo contenido cambiarían para siempre y el objetivo de informar estaría equiparado al de lucrar.

Pero más allá de la nueva lógica empresarial que adquirió el periodismo, la idea de informar y comunicar también logró mayor solidez, convirtiéndose en una necesidad requerida diariamente por la sociedad, a tal punto que se consagró como la institución encargada de asegurar la igualdad y libertad de las personas en una escala aún mayor a los años anteriores. Sobre este punto Alexis de Tonqueville escribía en el siglo XIX: El periódico es un consejero que no hay que ir a buscar, sino que viene por su propio acuerdo y te habla de todos los días brevemente del bien público, sin distraerte de tus asuntos privados. Por tanto los periódicos se hacen más necesarios conforme los hombres se igualan y el individualismo se hace más temible. Suponer que solo sirven para proteger la libertad sería disminuir su importancia, sostienen la civilización. Si no hubiera periódicos, no habría ninguna actividad común (Sabat: 2001: 30).


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Una vez enraizadas en la sociedad europea y con la ayuda de los procesos colonizadores, las publicaciones periodísticas llegarían al continente americano. Se tiene registros del “Pennsylvania Evening Post” de Estados Unidos, en 1783, como el primer periódico en el continente; en América Latina el “Diario de México” (1805) hace su aparición (Cf. Sabat 2001:21). Su expansión continuaría progresivamente y, veinte años después, llega a Bolivia.

1.3

El periodismo en Bolivia

Nace casi simultáneamente a la fundación de la República. Debido a los altos índices de analfabetismo en la población boliviana el periódico no participó ni aportó de manera importante en los procesos revolucionarios del naciente país (Cf. Sabat 2001: 39) y se limitó a ser un órgano de prensa del estado bajo la administración de Antonio José de Sucre.

La primera publicación se llamó “Cóndor de Bolivia” y comenzó a circular el 29 de Octubre de 1825. Se imprimía de forma semanal en papel tamaño oficio. El periodista e investigador Mauricio Carrasco refiere que en las 134 ediciones se aprecian, principalmente, temas referidos a la consolidación nacional, partes de guerra, el debate de ideas liberales, la divulgación de leyes, decretos y ordenanzas del Gobierno que configuraban la organización del nuevo Estado (Cf. Carrasco 2011).

A esta primera experiencia le siguieron otras publicaciones provenientes de Chuquisaca y La paz; pero su duración fue efímera pues en algunos casos llegó apenas a las dos publicaciones.

Ya en el siglo XX se fueron multiplicando las publicaciones con una lógica más empresarial y solidez institucional, lo que permitió al periodismo trascender más allá de las coyunturas políticas, aunque siempre mantuvieron una ideología por detrás. De estas nuevas empresas periodísticas se puede destacar como la pionera en su tipo a “El Diario”,


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fundado en 1904. Un periódico vespertino que salió a las calles un 5 de abril. Su fundador fue José Carrasco Torrico. Actualmente es conocido como el Decano de la Prensa boliviana (Cf. Carrasco 2011).

Otras referencias de periódicos que nacieron a principios del pasado siglo son “Ultima Hora”, fundado el año 1939 en La Paz; posteriormente hace su aparición “Presencia”, en 1947; “Hoy” y “Jornada”, en la década de 1960 y “La voz del pueblo”, en 1947. Actualmente ninguna de estos periódicos está en circulación.

De manera paulatina fueron apareciendo publicaciones en las diferentes ciudades del país, principalmente en el eje troncal. Actualmente los diarios de mayor circulación son “El Deber” y “El Día” de Santa Cruz, “La Razón”, “El Diario” y “Página 7” de La Paz. De igual manera Cochabamba contribuyó al desarrollo del periodismo y actualmente es sede de de dos importantes medios de comunicación con gran tradición como son “Los Tiempos” y “Opinión”.

1.4

Periódicos de Cochabamba

Algunos historiadores toman en cuenta ciertas publicaciones como ejemplos de periódicos cochabambinos, que en realidad eran órganos de difusión de partidos políticos, cuya duración fue bastante limitada dado su contenido, orientado a reflejar posturas o criterios sobre determinada coyuntura política. Por este motivo, en el presente estudio sólo se menciona las publicaciones que trascendieron los hechos noticiosos.

En 1887 aparece “El Heraldo”, circulando en las calles cochabambinas por primera vez el 13 de abril. Al inicio como semanario para luego transformarse en diario. Tuvo como fundador a Juan Francisco Velarde, que fue colaborado por otras personalidades entre las que se cuenta Nataniel Aguirre, Venancio Jiménez y Luis Quintín Vila. En su primera publicación el periódico prometía a sus lectores:


14 Llenar una necesidad imperiosamente reclamada en Cochabamba. El Heraldo será el publicador de cuanto interese al país, el pregonero del comercio, el estimulado del funcionario público, el censor de lo malo, y el registro del movimiento administrativo, judicial, agrícola, mercantil y de todo lo que concierne a la vida común. "Sus columnas, según León M. Loza han registrado artículos de todos o casi todos los pensadores cochabambinos". Cumplió sus enunciados en el tránsito más prolongado que alcanzara vocero alguno. Su desenvolvimiento se jalonó- como sucede con todos los diarios de larga existencia por períodos luminosos y caída; fue consejero a veces, guía de opinión, y otras muchas, militante dogmático (Carrasco 2011).

Varios de esto compromisos sociales de carácter progresista y fiscalizador sirvieron de principios para la posterior fundación de otros periódicos. Con la experiencia que brindó la puesta en funcionamiento de “El Heraldo”, el periodismo logró establecerse en un nivel más formal, especialmente en el aspecto empresarial.

En la década de los 40, según la página web oficial del diario “Los Tiempos” (2013), fue el mismo Demetrio Canelas quien fundó este medio de comunicación el 16 de septiembre de 1943. El 9 de noviembre de 1953 durante el gobierno del MNR sufre el asalto y destrucción de sus instalaciones por lo que deja de funcionar hasta 1967, cuando un 19 de julio reanuda sus ediciones.

Por otro lado encontramos al diario “Opinión”, fundado el 13 de enero de 1985 por el Dr. Edwin Tapia Frontanilla; según su página web oficial (2013). Nació como un semanario dependiente de la empresa COBOCE, en 1983; dos años después comenzó a circular diariamente, rompiendo el monopolio que hasta entonces mantenía la empresa “Los Tiempos”.

Actualmente los diarios “Opinión” y “Los Tiempos” son los que guardan mayor tradición y seriedad en lo que se refiere al trabajo periodístico en Cochabamba. Sin embargo en la última década aparecieron otras publicaciones como ser el periódico “Gente” (apéndice de Los Tiempos) y “La Voz” (independiente), que se autodefinen como “populares”, tanto por su línea informativa orientada a destacar temas de crónica roja como por su precio de venta, relativamente bajos en comparación a la competencia. Estas características los han llevado a tener mayor preferencia por parte de los lectores de diarios.


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De la misma manera, en los últimos años surgieron periódicos de carácter más regional. Un ejemplo de esto es el semanario “Tunari” que, desde febrero del 2011, circula de manera impresa sólo en la ciudad de Quillacollo; con la característica de priorizar los hechos noticiosos generados en este municipio. También existe una versión digital actualizada diariamente.


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CAPITULO 2 REDACCIÓN PERIODISTICA: DEFINICIÓN Y CARACTERÍSTICAS Teniendo una idea más clara de lo que es el periodismo, ingresamos al ámbito de los medios de comunicación impresos. Sin perder de vista el objetivo central del documento, se presentan diferentes conceptos que paulatinamente nos permitirán comprender el trabajo del profesional en comunicación y la utilidad del manual como herramienta para el desenvolvimiento y tratamiento adecuado de la información.

Primeramente una conceptualización de lo que es el periódico como medios de comunicación masiva y los elementos que lo definen. También se describen los géneros informativos, tema ligado al estilo periodístico. Finalmente se explica qué es un manual de estilo y la función que cumple dentro de un medio de comunicación.

Continuando con la investigación bibliográfica, la revisión de las obras del investigador español José Martínez Albertos nos permite adentrarnos al trabajo de los medios escritos, mientras que los investigadores Peralta y Urtasun nos ayudan a clasificar los géneros periodísticos. También se rescatan varias ideas de Emilio Filippi sobre lo que debe contener un manual de estilo. De igual manera la escritora y periodista Jacqueline Murillo nos muestra la importancia de este documento, no sólo para el periodista, sino también para la empresa de comunicación.

2.1

El periódico

En una idea amplia podemos afirmar que el periódico es una publicación de tipo regular, ya sea diaria, semanal, quincenal, etc. Su fin general es el de difundir información de interés para el público de una determinada sociedad y en un determinado contexto. En la actualidad, la mayoría de los medios impresos han adoptado formatos de diagramación que dividen las páginas por secciones, de acuerdo al interés del lector.

Se sabe que a finales del siglo XVII los periódicos comenzaron a aparecer como un


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instrumento de difusión de mensajes relacionados con relatos de hechos locales principalmente. El investigador Emil Dovifat se refiera a los periódicos como un instrumento que da a conocer los acontecimientos más recientes en los más cortos y regulares periodos (Martínez 2006:17).

Así mismo Martínez (2006: 17) nos plantea tres características que a su criterio son imprescindibles para que una publicación pueda ser considerada como periódico. Si bien pueden existir otros elementos que describan las particularidades del periódico éstas son las que más se adecúan a los objetivos del presente trabajo. 1) Actualidad: Porque como misión principal está la de informar las novedades más recientes para que sea de un interés general.

2) Periodicidad: Con su publicación regular se puede decir que hace un seguimiento continuo de los acontecimientos para cubrir la necesidad del público de conocer todo lo que ocurre a su alrededor periódicamente.

3) Máxima difusión: El periódico debe contar con un mínimo de equipamiento técnico que le sirva para llegar a un grupo de personas y con una perspectiva de llegar al mayor número de personas posible, lo que le confiere el calificativo de masivo.

En síntesis podemos afirmar que básicamente son estos elementos los que diferencian al periódico de otro tipo de publicaciones masivas como ser: boletines, panfletos, volantes, etcétera. Incluso las revistas, que cumpliendo dos de los tres requisitos, terminan siendo distintas en cuanto a su contenido, pues si bien tocan temas de actualidad estos no son novedades dada la periodicidad de sus publicaciones.

2.2

Géneros periodísticos

La identificación de los géneros periodísticos tiene que ver, principalmente, con el modo en que se organiza la información dentro de la nota, el armado de las frases y la distribución de su contenido (Cf. Peralta y Urtasun 2007: 5). Aún así, pueden existir muchas más variantes,


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dependiendo del redactor, ya que su experiencia, idiosincrasia y otros atributos personales pueden llevarlo a proponer nuevos géneros.

Incluso el contexto histórico es determinante para que el periodismo, como actor social pueda encontrar una identidad y responder a ciertas necesidades. En este sentido Raúl Clauso (2010: 149-150) nos propone tres momentos que definieron los géneros periodísticos. Se trata de la etapa ideológica, la informativa y la analítica. 1) Ideológica: Asociada al nacimiento del periodismo y su expansión la cual predominó en el siglo XIX. Relacionada con la difusión de ideas políticas novedosas. Se diferencia del periodismo ideológico actual porque el original impulsaba nuevas ideas sobre el estado, la política y la sociedad; en cambio el actual refleja ideas más sectarias. 2) Informativa: También llamada noticiosa, fue la que predominó en todo el siglo XX y continúa hasta nuestros días. Orientada a la presentación de hechos de actualidad en términos de objetividad. 3) Analítica: A partir de la década de los 80 esta tercera etapa del periodismo comienza a imponerse. Es un periodismo de carácter explicativo con el fin de otorgar al público un panorama más amplio y comprensivo de los temas.

En estas dos últimas etapas en que se viene desenvolviendo el periodismo, también se han desarrollado una variedad de géneros específicos con el fin de mejorar la calidad del producto noticioso. Los criterios para clasificarlos varían de autor en autor, pero la coincidencia está en la diferenciación entre la información y la opinión. Una de las clasificaciones más completas y concretas es la que nos presentan Dante Peralta y Marta Urtasun (2007: 6-7). Según estos autores, tomando en cuenta como parámetro la función comunicativa, encontramos tres grandes grupos de géneros: Informativos, de Opinión y entretenimiento.


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1) Informativos. Su función es transmitir datos, hechos y sucesos como información a los lectores. Forman parte de este género: 

Crónica

Nota informativa

Entrevista

Investigación

Portada o primera plana

Foto de prensa documental

Nota color

Secciones fijas (gacetillas, conferencias, pronósticos meteorológicos y obituarios)

2) Opinión. Busca transmitir y formar opinión sobre los datos, hechos sucesos. En esta categoría se encuentran: 

Editoriales

Columnas de opinión

Análisis o comentarios

Panorama (político y económico)

Reseñas (bibliográficas, de espectáculo, deportivas)

Foto-editorial

3) Entretenimiento. Busca distraer o entretener al público, estos son: 

Humor gráfico

Humor verbal

Juegos (crucigramas, laberintos, etc.)

Literatura (cuentos, fragmentos de novelas, etc.).

Aunque también existen otros criterios para clasificar géneros periodísticos, este conciso esquema presentado nos evitará entrar en discusiones engorrosas que desvíen la atención de nuestro objetivo central. Por otro lado resulta más sustancial entender cómo se construyen trabajos periodísticos, cualquiera que sea su género, utilizando el lenguaje periodístico.


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2.3

Lenguaje periodístico

El investigador José Luís Martínez considera que “debemos entender por lenguaje periodístico el lenguaje profesional usado por determinado expertos de la comunicación masiva para la producción de mensajes periodísticos, sea cual sea el medio o canal utilizado para su difusión” (Martínez 2006: 187). No obstante hay que dejar en claro que este lenguaje es distinto para la prensa escrita, radial o televisiva.

Previamente el autor (2006: 22) argumenta su pensamiento precisando que existen requisitos para la correcta elaboración de textos periodísticos. Se trata de dos componentes necesarios para conseguir calidad en la noticia. Además estos aseguran un mayor grado de ecuanimidad en la información entregada. 

Los datos que se comunican han de ser periodísticamente verdaderos (es decir, comprobables por los propios periodistas mediante fuentes fiables y contrastadas).

La codificación lingüística de éstos mensajes se debe hacer de acuerdo con una pauta y cánones establecidos por las convenciones profesionales, pautas que son objeto de estudio teórico y práctico en los manuales de enseñanza del periodismo desde hace tres cuartos de siglo, y que también suelen estar recogidas en la mayor parte de los libros de estilo de los diferentes medios de comunicación periodística.

Muchos periodistas prefieren considerar al lenguaje periodístico como un género literario más, esto por la cantidad de características que lo asimilan. En cambio otros hacen una diferencia pues, la nota periodística al suscribirse a hechos actuales y seguir ciertas reglas pierde la espontaneidad de la literatura.

“Si se siguen las reglas de más frecuente

aplicación, la noticia se redacta de mayor a menor y el cuento y la novela, de menor a mayor” (Filippi 1997: 58). En este sentido, las diferencias terminan siendo más de carácter académico que de fondo.


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2.4

El estilo periodístico

En una aproximación general podemos afirmar que el estilo periodístico es la forma en que se expresan los mensajes a través de los medios de comunicación. Según Emil Dovifat citado por Martínez Albertos “el estilo es la suma de los medios de expresión regulados de modo unitario y adecuado por las facultades personales” (Martínez 2004: 178).

Por otra parte, Cajamarca y León definen al estilo periodístico como la manera en que el profesional redacta la noticia para captar la atención del lector y mantenerlo hasta que termine la nota (Cf. Cajamarca y León 2010: 40). Asimismo proponen cuatro características que debe tener un estilo informativo, estas son: claridad, concisión, exactitud y vitalidad. Además hay que acotar que estas características deben aplicarse intentando conseguir un lenguaje coloquial y ameno para el lector.

Generalmente estas características son definidas en función a un determinado contexto. En este sentido Martínez nos propone tres factores que influyen en la creación de un estilo. Primero está la tradición, inscrita en una época determinada; también influye la personalidad del periodista e, inevitablemente, las exigencias o expectativas del destinatario (Cf. Martínez 2004:178). Este último factor es tal vez el de mayor importancia dado el carácter público del trabajo: En los periódicos se escribe, fundamentalmente, para que los textos sean entendidos de forma rápida y eficaz (…). En nuestros días, la vieja retorica – arte de dar al lenguaje suficiente eficacia para persuadir o conmover – se ha trasladado al campo del periodismo, o información de actualidad. ‘Aquel que se disponga a escribir en un periódico – dice el maestro Dovitaf – tiene ante todo que cuidar de hacer una lectura interesante y atractiva’ (Martínez 2004: 178).

Sin duda el periodista es influenciado por gran cantidad de factores, la mayoría de ellos externos, que harán sentir su peso en el producto final. No obstante serán las experiencias, criterio y valores del profesional los que le harán decidirse por uno u otro camino al momento de redactar. Para esto el periodista deberá contar con la mayor cantidad posible de herramientas y recursos.


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2.5

Manual de estilo periodístico

Con el objetivo de unificar criterios sobre los diferentes estilos de redacción que maneja cada periodista, además de la cantidad y diversidad de medios de comunicación en competencia por captar audiencia, es que surge la necesidad de un manual de estilo, el cual también busca crear una identidad institucional que vaya en función al lenguaje, modismos y demás aspectos culturales de su público.

Como refiere la autora Jacqueline Murillo, el manual de estilo no está diseñado para enseñar a escribir (estilo del autor), si no para normar las preferencias de la casa editorial con el fin de unificar su producción (Cf. Murillo 2010). En síntesis, se trata de un documento institucional de consulta rápida.

Apoyando esta afirmación encontramos al experimentado periodista chileno Horacio Hernández, citado en la obra de Emilio Filippi, opinando sobre el uso de los manuales de estilo en los diarios y revistas. Éste vas más allá que Murillo y afirma que el manual es más que términos generales para el uso del lenguaje periodístico. Éstos no sólo se refieren en términos generales a las condiciones que debe reunir el lenguaje periodístico (concisión, claridad, y sencillez), sino que abundan en una serie de pormenores acerca de qué palabras deben omitirse y cuales otras abreviarse: el empleo o no de ciertas frases de uso corriente, en qué casos deberá utilizarse, por ejemplo, la letra mayúscula, aparte de reglas gramaticales sobre la materia (Filippi 1997: 57).

Por tanto, un manual de estilo puede ser entendido como una matriz que proporciona un marco de uniformidad ética y estética de redacción. Las instituciones dedicadas a la comunicación utilizan esta herramienta para darle una identidad a su producto y fijar pautas sobre cómo usar el lenguaje dentro del medio para contar los hechos.

Para dar un ejemplo claro de la importancia que tiene un manual de redacción dentro de un medio de comunicación, en este caso escrito, rescatamos un fragmento del párrafo introductorio del manual de estilo que se utiliza en el diario “El Comercio” de Ecuador, el cual expresa: “La lengua española es el instrumento fundamental para el trabajo del


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periodista. Este Manual de Estilo pretende ser una norma unificadora en su léxico, sobre todo en la estructura y riqueza de sus giros, actualizar las acepciones de sus vocablos y agrupar ordenadamente el conjunto de nociones generales y reglas no escritas que regulan la labor profesional de los redactores” (El Comercio.com 2012).

Y advierte: “Las reglas generales expuestas son de cumplimiento obligatorio para los redactores del diario EL COMERCIO. Atenerse a estas disposiciones evitará publicar errores en nuestro producto” (El comercio.com 2012). Una sentencia tajante que da a entender la rigurosidad con que debe regirse el periodista al aplicar el manual.

Avanzando un poco más indagamos sobre los propósitos que persigue un manual de estilo ya sea dentro de una casa editorial o una medio de comunicación impreso. Para esto nos remitimos a la idea que presenta Judith A. Tarutz (1992), autora de “Technical Editing: The Practical Guide For Editors And Writers”, obra citada por Jacqueline Murillo que afirma: “En

síntesis, manual de estilo editorial es el nombre común y generalizado que se le da a

los estándares de publicación de la casa editora. Se caracteriza por evadir todo tipo de argumentación (a pesar de que todas las decisiones deben estar fundamentadas en investigación previa por parte del encargado o encargados de su redacción) y por centrarse en dar la norma” (Murillo 2012). Recapitulando, como resultado de la normalización se tendrá cierto grado de regulación en la salida del producto final con una imagen bien definida y que, con el transcurso del tiempo, le será cada vez más familiar al lector. Con esto se pretende formar una preferencia de la gente hacia el producto.

2.5.1

Tipos de manuales

La producción de manuales de redacción no se limita a los medios de comunicación escritos. En los últimos años han aparecido periodistas e instituciones interesados en darle más usos a esta herramienta de trabajo y diversificar su contenido para satisfacer demandas de determinados grupos sociales.


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La mayoría de estos documentos están abocados a mejorar el trabajo sobre temas específicos. Son presentados en forma de protocolos que complementen el trabajo del profesional relativo a cuestiones delicadas o áreas que aún no han sido desarrolladas completamente como es el caso del periodismo digital.

Un ejemplo de esto es el protocolo para el cubrimiento de la información sobre violencia contra las mujeres, publicado por la Federación Internacional de Periodistas (FIP) el año 2011 (anexo 1). Un trabajo realizado por profesionales que intenta combatir el uso de término sexistas o contraproducentes en los medios de comunicación.

De igual manera encontramos la “Guía de estilo periodístico para hablar sobre discapacidad” (2001), elaborado por la Asociación Colombiana Para el Desarrollo de Personas con Discapacidad (ASCOPAR). Es uno de los documentos más completos y rigurosamente trabajados que hasta la fecha se tiene y es referente para muchos medios de comunicación del continente. En dicho manual no sólo existen herramientas para medios impresos, sino también los hay para medios audiovisuales. (Para conocer el uso correcto de términos y normas de información sobre este tema ver anexo 2).

Otro ejemplo ilustrativo es el trabajo de Mark Briggs “Periodismo 2.0”, publicado el año 2007, el cual concede herramientas a los periodistas que intentan desenvolverse con el uso del internet. Cabe mencionar también la existencia de manuales para tocar temas de áreas específicas como son el derecho, la informática o la medicina.

2.5.2

Contenido de un manual de estilo

Varía considerablemente de un medio de comunicación a otro y de una institución a otra dependiendo del tipo de publicación que realice. Se puede encontrar desde los documentos más detallistas como el que utiliza “El País” de España, uno de los más completos en lengua española con 429 páginas, hasta los más escuetos con indicaciones puntuales sobre titulación y número de palabras dentro de una oración.


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Con la evolución que sufrió este tipo de obras, su contenido fue ampliándose a temas que van más allá de las normas lingüísticas. El profesor Hugo Aznar refiere que “los manuales han evolucionado con el paso del tiempo hasta incluir otros aspectos normativos del periodismo como: aquellos que hacen ética y deontológicamente correcta la elaboración y difusión de la noticia” (Rojas 2010: 54-55). De esta manera los manuales dejan de ser meras instrucciones gramaticales para tocar temas de fondo sobre el comportamiento del profesional sobre determinada circunstancia.

A este respecto José Luis Martínez nos propone dos temas centrales y claramente diferenciados que a fuerza deberían ser incluidos dentro de un manual, estos son: “1) Normas y consejos gramaticales para la redacción. 2) Normas orientadas a las prácticas discursivas de los periodistas: criterios relacionados con los aspectos deontológicos, derecho a la información, utilización de fuentes, con las pautas de comportamiento profesional, etc.” (Martínez 2006: 205). Cabe señalar que la tendencia a incluir temas del segundo punto es reciente, pero que en los últimos años se ha generalizado.

Para argumentar la propuesta, dentro de su investigación el autor cita un párrafo del prefacio que aparece en el Washington Post de 1989 el cual afirma que: “Un periódico es parte de la propia imagen de una sociedad. La edición de cada día vive en las bibliotecas y en los archivos electrónicos para ser consultada una vez más y otra por los estudiantes y los periodistas del futuro. El periódico es por tanto el depósito de la lengua […]”. Con esto queda claro que el objetivo final debe ser el tratamiento profesional del lenguaje y la información para una subsistencia a lo largo del tiempo.

Por tanto, podemos afirmar que un manual de estilo se divide en dos grandes bloques: El primero de orden más técnico que tiene que ver con el uso de reglas gramaticales, fotografías, los recuadros, la tipografía, etc. Mientras que en una segunda parte se tomará en cuenta aspectos de fondo, es decir, cuestiones referidas a la ética profesional como ser como ser el tratamiento de las fuentes, la intimidad y privacidad, la calumnia, la


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verificación y contrastación de información, entre otros aspectos, que necesariamente deben estar incluidos en una nota periodística.

A manera de síntesis afirmamos que el propósito último del libro de estilo es la construcción de la noticia con un estilo particular y determinado bajo normas éticas, morales y comunicacionales que satisfagan las necesidades del medio de comunicación y de su público, evitando de esta manera cualquier tipo de controversia sobre el producto final.


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CAPÍTULO 3 MANUAL DE REDACCIÓN PERIODÍSTICA: COMPILACIÓN DOCUMENTAL Siguiendo los conceptos expuestos en el anterior capítulo, a continuación presentamos una recopilación de diferentes manuales de estilo. Generalmente el contenido de un documento de este tipo debería ser establecido por el propio medio de comunicación o institución de acuerdo a sus necesidades y particularidades, pero en este caso rescatamos un contenido mínimo de cuestiones gramaticales, ortográficas, éticas, deontológicas e incluso legales a las que el periodista se enfrenta diariamente.

Esta recopilación la realizamos considerando la claridad y concisión con la que se presentan los temas en cada manual, en especial las cuestiones gramaticales. Así mismo se toman en cuenta las necesidades de consulta inmediata que tiene el periodista en su cotidiano. Finalmente adecuamos el documento al contexto nacional con sus respectivos ejemplos ilustrativos.

Para este cometido tomamos en cuenta los manuales de estilo de “El País” y “El mundo” de España, de Argentina “El Clarín” y “La Nación”, Perú “El Comercio”, Ecuador “El Comercio”, “La Prensa” de Panamá; “Página 7” de Bolivia; “La Prensa” de Nicaragua; adamas del manual de la Agencia de noticias EFE: “Manual de Español Urgente” y el manual de estilo del “Instituto de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa”.

3.1

Código ético, responsabilidad profesional, leyes que rigen el desempeño

periodístico y tratamiento de la información. El periodista, un agente social que actúa como mediador en los diferentes acontecimientos políticos y ciudadanos, a su vez está enmarcado dentro de ciertas normas que rigen su trabajo. Estamos hablando de responsabilidades profesionales, leyes, códigos legales, y cierto tipo de valores éticos. Cada uno de estos elementos es determinado por las legislaciones e idiosincrasia de su sociedad.


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Otro punto fundamental y bastante delicado es el tratamiento de la información, un tema ligado al manejo responsable de las fuentes. Siendo este un tema a veces ambiguo, en especial para los medios de comunicación escritos, es preciso señalar algunos principios que dan lucidez a los periodistas en función.

A continuación presentamos un decálogo de ética periodística, algunos principios sobre responsabilidad profesional, leyes referidas al trabajo en comunicación y elementos para un apropiado manejo de fuentes. Se trata de una selección que pretende ajustarse a las necedades inmediatas del comunicador boliviano.

3.1.1

Decálogo de la ética periodística

La mayoría de los manuales plantean procedimientos y reglas que los periodistas deben cumplir para no caer en errores o faltas técnicas. En contrapartida son pocos los que le dedican al menos un segmento a los consejos de tipo perceptivo que, en ocasiones, terminan siendo más útiles para encarar el trabajo de campo. Rescatamos el Decálogo de Ética Periodística que propone “La Prensa” de Nicaragua (2005), uno de los pocos en su género. I.

El principal compromiso del periodista es con la verdad. La verdad del periodista es la verdad de los hechos. Las opiniones personales se podrán expresar en la sección de opinión.

II.

Desempeñar la tarea periodística con el más alto sentido moral.

III.

Perfeccionar constantemente los instrumentos de percepción de la realidad.

IV.

Mantener la independencia profesional frente a grupos de poder.

V.

Representar a la sociedad con el fin de actuar como contrapeso a las instancias de poder.

VI.

Mantener frente a terceros la confidencialidad de las fuentes informativas, si éstas así lo solicitan.

VII.

Recopilar tantas versiones como sean necesarias para comprobar la veracidad a fin de lograr el equilibrio informativo.

VIII.

Rectificar los errores publicados con una fe de erratas.

IX.

Establecer una clara separación entre el anuncio y la noticia. El anunciante compra un servicio, no la adhesión del medio a sus intereses.

X.

Evitar los conflictos de intereses y, de haberlos, deberá informarlo a la Dirección del periódico.


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También puede ser considerado como una especie de código de ética que está por encima de cualquier norma institucional o ley nacional, ya que será el criterio del periodista que harán aplicables o no estos consejos. Al estar elaborado desde un punto de vista general no se aplica a aspectos técnicos, sino a conductas, eh ahí su flexibilidad.

3.1.2

La responsabilidad periodística

En el ámbito de la responsabilidad profesional la situación se torna más compleja, ya que el periodista constantemente debe lidiar con la tensión entre el respeto a los derechos de las personas y la libertad de prensa. Ante esta situación el trabajador debe asumir compromisos ante sí mismo, ante el medio en el que se desempeña y ante la sociedad que lo rodea.

Bajo este principio el diario peruano “El Comercio” (2006), con el objetivo de lograr una equidad informativa en sus páginas plantea una regla de oro: ponerse en el lugar del denunciado; pero también estar atentos a las amenazas de autocensura. Para complementar estas ideas extractamos los tres puntos bajo los cuales se funda la responsabilidad periodística, según “El País” (2002) de España: 

Que los redactores del periódico no deben hacer el vacío (no cobertura) a un personaje o a una institución sólo porque hayan tenido problemas para cubrir determinada noticia. El derecho a la información es sobre todo del lector, no del periodista. Si se encuentran trabas, se superan; si éstas añaden información, se cuentan; si no es así, se aguantan. Las columnas del periódico no están para que el redactor desahogue sus humores, por justificados que sean.

El periódico ha de ser el primero en subsanar los errores cometidos en sus páginas, y hacerlo lo más rápidamente posible y sin tapujos. Esta tarea recae de manera muy especial en los responsables de cada área informativa.

Todo redactor tiene la obligación de releer y corregir sus propios originales cuando los escribe en la Redacción. La primera responsabilidad de las erratas y equivocaciones es de quien las introduce en el texto, y sólo en segundo lugar, del editor encargado de revisarlo.

Queda claro de esta manera que la capacidad y voluntad del periodista para diferenciar entre información y opinión al momento de redactar, hará la diferencia entre un periodismo responsable y uno poco serio. En caso de omisión por descuido la rectificación inmediata será el paso a seguir.


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3.1.3

Leyes en el ejercicio del periodismo

Por otra parte existen diversas leyes, códigos y procedimientos normados a nivel nacional que rigen la actividad. A continuación se destaca el trabajo de compendio sobre artículos de la Constitución Política del Estado, leyes, códigos procesales y estatutos orgánicos que el periódico boliviano “Página Siete” (2013) de la ciudad de La Paz presenta en su manual de estilo. Entre estos destaca la Ley de Imprenta (anexo 3) que desde 1925 preside el trabajo del periodista boliviano. 1.- Constitución Política del Estado Artículo 21 Las bolivianas y los bolivianos tienen los siguientes derechos: 2. A la privacidad, intimidad, honra, honor, propia imagen y dignidad. 5. A expresar y difundir libremente pensamientos u opiniones por cualquier medio de comunicación, de forma oral, escrita o visual, individual o colectiva. Artículo 23 - II Se evitará la imposición a los adolescentes de medidas privativas de libertad. Todo adolescente que se encuentre privado de libertad recibirá atención preferente por parte de las autoridades judiciales, administrativas y policiales. Éstas deberán asegurar en todo momento el respeto a su dignidad y la reserva de su identidad. Artículo 106 II. El Estado garantiza a las bolivianas y los bolivianos el derecho a la libertad de expresión, de opinión y de información, a la rectificación y a la réplica, y el derecho a emitir libremente las ideas por cualquier medio de difusión, sin censura previa. Artículo 107 I. Los medios de comunicación social deberán contribuir a la promoción de los valores éticos, morales y cívicos de las diferentes culturas del país, con la producción y difusión de programas educativos plurilingües y en lenguaje alternativo para discapacitados. II. La información y las opiniones emitidas a través de los medios de comunicación social deben respetar los principios de veracidad y responsabilidad. Estos principios se ejercerán mediante las normas de ética y de autorregulación de las organizaciones de periodistas y medios de comunicación y su ley. 2.- Ley de imprenta Artículo 2 Son responsables de los delitos cometidos por la prensa o por cualquier otro modo de exteriorizar y difundir el pensamiento: 1º. Los que firmen como autores una publicación; 2º. Los directores de diarios, revistas y publicaciones periodísticas;


31 3º. Los editores. Si los que aparecieran firmando una publicación como autores de ella no fuesen personas jurídicamente responsables, o no tuviesen la solvencia necesaria para responder por los delitos denunciados, será el director y en su defecto, el editor, el responsable. A falta de estos, y en todos los casos, las responsabilidades penales o pecuniarias recaerán sobre las personas enumeradas en el artículo 1° siempre que sean distintas de aquellos. La responsabilidad de las personas señaladas no es conjunta ni mancomunada, sino sucesiva, y se establece en el orden determinado. Artículo 13 Se delinque contra las personas individuales o colectivas, en los impresos que las injurian directa o indirectamente, sean o no falsas las imputaciones injuriosas. 3.- Código Civil Artículo 17 Toda persona tiene derecho a que sea respetado su buen nombre. La protección al honor se efectúa por este Código y demás leyes pertinentes. Artículo 18 Nadie puede perturbar ni divulgar la vida íntima de una persona. Se tendrá en cuenta la condición de ella. Se salva los casos previstos por la ley. Artículo 287 El que por cualquier medio y de un modo directo ofendiere a otro en su dignidad o decoro, incurrirá en prestación de trabajo de un mes a un año y multa de treinta a cien días. Si el hecho previsto en el artículo 283 y la injuria a que se refiere este artículo fueren cometidos mediante impreso, mecanografiado o manuscrito, su autor será considerado reo de libelo infamatorio y sancionado con multa de sesenta a ciento cincuenta días, sin perjuicio de las penas correspondientes. 4.- Código penal Artículo 289 El sindicante de un delito contra el honor quedará exento de pena, si se retractare antes o a tiempo de prestar su indagatoria. No se admitirá una segunda retractación sobre el mismo hecho. 5.- Código niño, niña y adolescente Artículo 10 Las autoridades judiciales y administrativas tienen la obligación de resguardar la identidad de los niños, niñas y adolescentes que se vean involucrados en cualquier tipo de procesos, salvo los casos expresamente previstos por este código. Los medios de comunicación cuando publiquen o transmitan noticias que involucren a niños, niñas y adolescentes, no pueden identificarlos nominal ni gráficamente, ni brindar información que permita su identificación, salvo determinación fundamentada del Juez de Niñez y Adolescente, velando en todo caso, por el interés superior de los mismos. El incumplimiento de esta disposición dará curso a la acción legal correspondiente. 6.- Estatuto Orgánico del Periodista Boliviano Artículo 17 El periodista está obligado a ser veraz, honesto y ecuánime en el ejercicio de su profesión, así como observar en el desempeño de sus funciones respeto a las normas éticas.


32 7.- Ley Contra el Racismo y toda forma de Discriminación Artículo 16.- (de las faltas). Se consideran faltas de los medios de comunicación cualquiera sea su naturaleza la autorización de la difusión y publicación de ideas racistas y discriminatorias, que se traducen en las siguientes: 1.

Expresiones deliberadas y sistemáticas, consistentes en manifestaciones verbales o escritas, con el propósito de dañar la dignidad de determinada persona o grupo por motivos racistas o discriminatorios.

2.

Difusión sistemática de mensajes con contenidos racistas o discriminatorios, en propagandas, espacios pagados, avisos solicitados y publicidad, que inciten al odio, desprecio, violencia o persecución de una determinada persona o grupos de personas.

3.

Defensa o elogio de los actos de racismo o discriminación con el fin de justificar el odio, la violencia o la persecución de determinada persona o grupo.

1.

Artículo 17.- (sanciones). Las sanciones previstas para los medios de comunicación son las siguientes: Sanciones de primer grado.- Serán sancionados con diez (10) a ciento cincuenta (150) días multa, los medios de comunicación que hayan incurrido en las conductas de los numerales 1, 2 o 3 del Artículo 16 del presente Decreto Supremo, por primera vez.

2.

Sanciones de segundo grado.- Serán sancionados con ciento cincuenta y uno (151) a trescientos (300) días multa, los medios de comunicación que hayan incurrido en las conductas de los numerales 1, 2 o 3 del Artículo 16 del presente Decreto Supremo, por segunda vez.

3.

Sanciones de tercer grado.- Serán sancionados con inhabilitación temporal de funcionamiento de ciento cincuenta (150) a trescientos sesenta (360) días calendario, los medios de comunicación que hayan incurrido en las conductas de los numerales 1, 2 o 3 del Artículo 16 del presente Decreto Supremo, por tercera vez. En las posteriores reincidencias se aplicará directamente la máxima sanción establecida en el presente numeral. Artículo 18.- (daños, perjuicios y cumplimiento de obligaciones). I. Independientemente de la sanción administrativa impuesta, el medio de comunicación cubrirá el resarcimiento de los daños y perjuicios que pudiera haber ocasionado, que serán determinados judicialmente. II. Se salva el derecho de repetición del medio de comunicación. III. La aplicación de sanciones no exime a los medios de comunicación de la responsabilidad de cumplir con sus obligaciones laborales. Artículo 19.- (inicio directo del procedimiento sancionatorio). La ATT iniciará directamente el procedimiento sancionatorio, sin necesidad de intimación previa, cuando los medios de comunicación incurran en las faltas descritas en el Artículo 16 del presente Decreto Supremo. Artículo 21.- (conductas que no generan responsabilidad directa para los medios de comunicación). La publicación o difusión de ideas y mensajes racistas y discriminatorios no generará responsabilidad directa al medio de comunicación en los siguientes casos:

1.

Cuando se publiquen o difundan como parte de cobertura informativa o de las tareas propias de la comunicación, sin que constituyan defensa o elogio de acciones de racismo y discriminación.

2.

Cuando sean expresiones de terceras personas difundidas en programas en directo o con participación de la audiencia. En este caso, de conformidad a las normas de ética periodística, el medio de comunicación deberá advertir al público de abstenerse de expresiones de naturaleza racista o discriminatoria e interrumpir la declaración. En caso de que el medio de comunicación no aplique


33 su autorregulación y de persistir la infracción será pasible a las sanciones establecidas en el Artículo 17 del presente Decreto Supremo. 3.

Cuando corresponda a un programa independiente en espacios alquilados en radio y televisión, el responsable directo es el (la) director (a), productor (a), conductor (a) o el (la) que contrate el espacio del programa emitido. En caso de que el medio de comunicación no advierta y permita la infracción, será pasible a las sanciones establecidas en el Artículo 17 del presente Decreto Supremo.

Existen artículos dentro la Constitución Política del Estado y, por supuesto, la Ley de Imprenta que aseguran y protegen el trabajo del comunicador y el derecho de la sociedad a informarse. En contrapartida un gran número de leyes están abocadas a la sanción de quienes vulneren derechos de particulares, algo muy común en nuestros días. Por todo esto es obligación del periodista conocer a fondo todas estas normas o por lo menos tenerlas siempre a mano. 3.1.4

Manejo de las fuentes de información

La fuente puede ser el hecho, entidad o persona que origine noticia o suceso de interés general. Lo más recomendable siempre es identificar plenamente a las fuentes, pero en el ejercicio del periodismo sabemos que esto no siempre es posible. Por este motivo es necesario tomar en cuenta algunas recomendaciones sobre la correcta administración de nuestras fuentes de información.

En este sentido encontramos algunos criterios que actualmente operan en el diario “Clarín” (1997) de Argentina y que se exponen de manera sencilla en su correspondiente manual de estilo. Saltado el tema de tipos de fuentes (directa e indirecta), por ser bastante elemental, los criterios se centran en aconsejar sobre información vital que sólo se puede obtener sin citar directamente a las fuentes. 

No calificar a las fuentes con adjetivos del estilo "fidedignas", "confiables", etc.; puesto que si no tuvieran esas condiciones no serían fuentes;

Tratar de aproximar al lector lo mejor posible al origen y la identidad de la fuente, aunque no se mencione su nombre. Por ejemplo, si se trata de una información militar proporcionada por el jefe del Estado Mayor del Ejército, a condición de no nombrarlo, se puede citar como "una alta fuente del Estado Mayor del Ejército";


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No utilizar el recurso de atribuir la información proporcionada por una fuente a otra de un ámbito diferente. Por ejemplo, datos obtenidos en el ministerio del Gobierno adjudicados a "fuentes de la Asamblea Legislativa" como subterfugio porque no se puede mencionar la fuente;

No atribuir información con fórmulas tales como "según los analistas", "los observadores", "los expertos", etc. Lo más adecuado es dar a conocer quién avala o de dónde proviene la información.

1) El off the record. El uso del off the record se ha generalizado tanto que hay que tener en cuenta algunas diferenciaciones:  Una información que el periodista obtuvo a condición de no atribuirla a ninguna fuente y sólo disponer de ella como información propia no es utilizable para su publicación. Puede servir, en cambio, para iniciar una investigación; 

Es necesario tener en cuenta que el off the record sirve muchas veces a los intereses personales de la fuente que lo exige. En estos casos juega el sentido común de cronistas y editores para el tratamiento de esa información.

Queda claro que el objetivo es acercar lo más que se pueda al lector hacia la fuente de información. En este afán muchos periodistas caen el error de redactar la nota usando la primera persona (plural o singular), algo contraindicado en la mayoría de los medios de comunicación, salvo un previo acuerdo con el editor.

3.2

Elementos gráficos y presentación de la información

Después de redactadas las notas y elegidas la información que será incluida en la publicación, el siguiente paso consiste en organizar el contenido del periódico. Partiendo de la importancia que se le concede a determinada noticia se irán acomodando los textos, la disposición de éstos también estará en función de las secciones del periódico.

Además del texto, es preciso recurrir a elementos gráficos como recuadros, epígrafes e incluso el mismo título como recursos gráficos que le darán forma al producto final. Igual importancia tiene la tipografía, es decir, la clase de letra que se empleará tanto para los títulos como para el cuerpo de la nota, cada tipo cumplirá una función específica en la información. A continuación se presenta los recursos más usados en el diseño de un periódico (Cf. Clauso 2010: 24-27).


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1) Tipografía: Es la clase de letra empleada en la impresión de una publicación, tanto del texto como de los títulos y de otros elementos de edición. Las clases de letras dependen del diseño de cada diario que determinará el tipo de letra y su tamaño con el objetivo de buscar un atractivo visual y una fácil lectura. 2) Título: Es un resumen de la información contenida en un texto. El tamaño de sus letras, el número de páginas que ocupa, el número de líneas estará relacionado a la importancia de su información dentro de la página. 3) Volanta: También conocido como pre-título, es el texto que está ubicado sobre el título, el tamaño de la letra es menor. Sobre su contenido, éste presenta elementos informativos complementarios del título, aunque debe poder leerse de manera independiente a éste. 4) Epígrafe: En algunos medios de comunicación, en especial los del exterior, es conocido con el nombre de Copete. Es un resumen sobre el contenido de la información que usualmente no excede las dos líneas. En éste debe evitarse la repetición de conceptos con el título y la volanta. 5) Destacados: Son frases muy breves intercaladas en los textos con un tamaño de letra mayor al de éstos. Suele enmarcárselos entre líneas superiores e inferiores o asteriscos. Su contenido se refiere a una cita textual de la información. En algunas ocasiones puede incluir un título y hasta una fotografía o ilustración. Cuando es el caso suele tomar el denominativo de ventanas. 6) Grisados: Son textos de diferente dimensión con un fondo gris o de otro color, se incluyen para quebrar la monotonía de los textos en las páginas, o para diferenciar temas. Para su aplicación se debe contar con un amplio criterio para que no terminen confundidos con los destacados.


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7) Capitular: Es el nombre que se le da a la indicación de las secciones de un diario en el tope de las páginas. Su ubicación, una vez más, depende de los criterios de diagramación dentro de un medio. 8) Pastillas: Son la agrupación de informaciones breves, cada una con su título, reunidas bajo un bloque de color distintivo.

Es cierto que el uso y disposición de todos estos recursos dependerá directamente del estilo que haya adoptado cada medio de comunicación. Pero también es conocido que la mayoría de estos elementos (sino todos), son usados actualmente en los medios impresos de nuestro país.

3.3

Normas gramaticales

Hablar no es igual que redactar, ya que para el primero no hace falta tener una buena sintaxis e incluso se puede omitir algunas reglas y aun así ser entendible. En el caso de la redacción también se busca lograr la comprensión del público, pero para esto es necesario aplicar instrumentos gramaticales que aseguren una decodificación total y correcta del mensaje.

Una buena redacción parte de una buena sintaxis, es decir una coherente relación entre palabras, además de cierto tipo de normas gramaticales que serán aplicadas de acuerdo a las características de cada palabra. El uso u omisión de estas herramientas del lenguaje llevarán a producir un mensaje confuso o inentendible.

Para este trabajo omitimos las reglas ortográficas, pues estas constituyen un saber básico del profesional en periodismo. En cambio centramos nuestra atención en ciertas dificultades gramaticales con las que debe bregar habitualmente el periodista. Cada punto es debidamente ejemplificado para su cabal comprensión.


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3.3.1

Pronombres

Dentro de la redacción cumplen una función individualizadora, es decir, sustituyen al sustantivo, pero no describen la naturaleza de éste. En el caso del redactor de noticias, el pronombre le proporciona más variantes para no caer en la tediosa repetición de nombres propios u otro tipo de sustantivos, dependiendo del tipo pronombre que se utilice.

Una cabal exposición sobre lo que son los pronombres y sus funciones se encuentra en el manual de estilo de “El Comercio” (1997) de Ecuador. Este documento refiere que la manera de combinarse determinan la subdivisión del pronombre en varias subclases: personales, posesivos, demostrativos, relativos, interrogativos, indefinidos, cuantitativos. Así:

1) Pronombres personales: yo, tú, nosotros, ellos, etc. 2) Pronombres demostrativos: éste, ése, aquél, etc. 3) Pronombres relativos: que, cual, quien, cuyo, cuanto 4) Pronombres interrogativos: ¿qué?, ¿quién?, ¿cuáles?, ¿quiénes? 5) Pronombres indefinidos: alguien, alguno, nadie, etc. 6) Pronombres posesivos: mío, tuyo, nuestro, etc. Es imprescindible que el redactor de noticias maneje a la perfección el uso de los pronombres y la forma de combinarlos, así se logrará una mayor fluidez en la lectura del usuario. Más importante, una correcta aplicación evitará confusiones al momento de atribuir fuentes o referirse a temas delicados.


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3.3.2

Preposiciones

Al momento de formar una oración las preposiciones cumplen una función de nexo entre palabras o ideas. Se utiliza delante de palabras a las que rigen y le dan el sentido acorde a la ocasión, por este motivo no se las puede utilizar de manera aislada. Su uso en el habla cotidiana es tan frecuente como su mal uso. El empleo incorrecto de las preposiciones es tan habitual en nuestro medio, que con el paso del tiempo se fue naturalizando y permeó en la manera de escribir. En este sentido recuperamos las correcciones que nos presenta el manual de “La Prensa” (2005) de Nicaragua. La compilación muestra expresiones comunes de forma correcta e incorrecta y más adelante el uso apropiado de cada uno de los pronombres con sus respectivos ejemplos. Correcto

Incorrecto

A breve plazo A nivel de A la mayor brevedad posible Cocina a gas De acuerdo a De conformidad a De arriba a abajo En relación a En concordancia a Entrar a la casa Escapar al peligro Máquina a vapor A menos de que Diputado de la Asamblea Con tal de que Hagamos de cuenta Paso de peatones Quedó de venir Vino de casualidad Cumplo en decírselo Chocó en una pared En base a esto

En breve plazo En el nivel de Con la mayor brevedad posible Cocina de gas De acuerdo con De conformidad con De arriba abajo. En relación con En concordancia con Entrar en la casa Escapar del peligro Máquina de vapor A menos que Diputado ante la Con tal que Hagamos cuenta Paso para Quedó en Vino por Cumplo con Chocó contra Con base en


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En ocasiones, en nuestras expresiones cotidianas empleamos dos preposiciones continuas, es decir, las agrupamos. Veamos algunos ejemplos de combinaciones correctas:          

Salió de entre la gente. Fue su alegría de por vida. Le dijeron hasta de lo que iba a morir. Lo encuentro hasta en mis sueños. Hasta para eso necesita ayuda. Salió hasta sin su bolso. Lo vi, para de pronto entristecerme. Me subiré al árbol, para desde ahí poderte ver. Para en otra, ni siquiera te llamaré. Le pasó por entre las piernas.

Además de relacionarlos elementos de una oración, las preposiciones pueden indicar origen, procedencia, destino, dirección, lugar, medio, punto de partida, motivo, etc. Las preposiciones son: a, ante, bajo, con, de, desde, durante, en, entre, excepto, hacia, hasta, mediante, para, por, salvo, según, sin, sobre y tras. A

           

Dirección: Voy a casa. Tiempo: Llegué a las once de la noche. Precio: Las papas están a dos pesos el kilo. Día: Estamos a 1 de enero de 1999 Dirección: El balcón de mi casa da al sur. Periodicidad: Tómalo dos veces a la semana. Situación: Está a la derecha. Complemento directo: ¿Ves a Roberto? Complemento indirecto: Se lo di a José. Manera: Vamos a pie. Para indicar futuro: ¿Vas a viajar el verano que viene a Guatemala? Imperativo: ¡A callar!

ANTE  Situación: Estaba ante mí.  Preferencia: Ante nada, María.  Respecto: Ante lo que dice José, me callo.


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BAJO  Lugar: El libro estaba bajo la mesa.  Modo: Bajo la dirección de Manuel Sandino. CON     DE

        

Medio: Escribía con el lápiz. Modo: Hazlo con cuidado. Compañía: Fui con Inés. Motivo: Se enfermó con el frío que hizo anoche.

Procedencia: Soy de Cuba. Pertenencia: Esta camisa es de José. Dirección: Salí de la escuela a las 11. Materia: La mesa es de madera. Tema: Hablamos de la economía nicaragüense. Tiempo: Vamos, ya es de noche. Contenido: ¿Dónde está mi libro de historia? Tiempo: Abierto de 10 a 17. Modo: Estoy cansadísimo, vine de pie (parado) en el autobús.

DESDE  Tiempo: La clase es desde las 5 hasta las 6 y media.  lugar: Desde aquí se ven muy bien los músicos. DURANTE  Tiempo: ¿Qué vas a hacer durante la noche? EN

     

Lugar: Ella está en su casa. Medio: Vino en barco. Tiempo: En primavera me gusta montar en bicicleta. Precio: Vendió su yate en/por10 mil dólares. Dirección: Entró en su casa. Modo: Me lo dijo en un tono que no me gustó nada.

ENTRE  Hora: Entre las dos y las tres.  Lugar: Su casa estaba entre un cine y una farmacia.  Lugar impreciso: Estaba entre la multitud. EXCEPTO  Excepción: Iremos todos excepto José, él es un mentiroso.


41

HACIA  Dirección: Miré hacia la orilla y ya no había nadie.  Hora: Ella llegó hacia las dos de la mañana. HASTA  Límite: Llegó hasta La Dalia.  Hora límite: Estuve esperándote hasta las diez. MEDIANTE  Medio: Mediante estas reglas, lograremos mejores resultados. PARA    

Dirección: Salió para Masaya. Objetivo: Lo hace para salir bien en los exámenes. Tiempo: Para hoy estará hecho. Finalidad: Lo compré para Ernesto.

POR           

Lugar: Paseamos por el parque. Causa: Brindemos por Vicente, se lo merece. Motivo: Si lo hago, es sólo por ti. Tiempo indeterminado: Por la mañana, siempre tengo prisa. Precio: Se lo vendí por 15 mil còrdobass. Medio: Enviamos el paquete por avión. Tiempo aproximado: Nos veremos por el invierno. Modo: Por la fuerza no conseguirás nada. Distribución: Sale a dos lápices por persona. Velocidad: Iba conduciendo, por lo menos, a 180 kilómetros por hora. Periodicidad: Vamos al gimnasio dos veces por semana.

SALVO  Excepción: Todos irán salvo José. SEGÚN  Modo: Lo haremos según lo ha dicho Roberto. SIN 

Privación: Estaba sin conocimiento.

SOBRE  Lugar: El libro está sobre la mesa.  Hora aproximada: Llegaron sobre las dos.  Tema: Hablábamos sobre problemas actuales.


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TRAS  Tiempo: Tras haber dormido toda la mañana, se despertó feliz.

Algunos gramáticos discuten sobre la cantidad de preposiciones que existen, ya que unas son de mayor uso que otras y también existen nuevas. En este trabajo presentamos las más recurrentes para el periodista y a modo de complemento nombramos preposiciones poco usuales como son: versus, vía, cabe, so, etc.

3.3.3

Adjetivos y adverbios

Un error común entre los periodistas es creer que el uso de adjetivos y adverbios le da mayor énfasis al texto, pero al contrario termina siendo redundante, proyectando una apreciación personal de los hechos o demostrando falta de precisión en la información. Por tanto, en todos los sentidos, se recomienda mesura en su uso.

Pasando por alto las definiciones académicas, una vez más incluiremos segmentos del manual usado por diario español “El País” (2002), pues el abordaje que hace sobre este tema es bastante explícito. Más que fomentar el uso de estas palabras, lo que se busca es su correcta aplicación, pues en ocasiones es inevitable recurrir a ellas.

1) Adjetivos El uso de los adjetivos calificativos debe restringirse en los géneros más puramente informativos, en los que prima la objetividad. En estos casos, sólo se admiten los adjetivos que añadan información, y, en cualquier caso, es preferible sustituirlos por datos concretos. En otros géneros, como reportajes y entrevistas, los calificativos pueden ser un elemento enriquecedor. Veamos ejemplos de cada una de estas situaciones:  “El nuevo director general es un hombre muy joven” debe sustituirse por “el nuevo director general es un hombre de 29 años”.


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 “Víctor Valdez vuela hasta el palo izquierdo en una estirada felina y detiene el penalti decisivo”. 2) Adverbios Los adverbios modifican a los verbos, los adjetivos o a otros adverbios, y sólo así deben utilizarse. Es correcto escribir ‘va deprisa’, puesto que deprisa es adverbio y modifica al verbo. Pero no ‘trabaja duro’, porque duro es adjetivo y, junto al verbo, ocupa el lugar del adverbio. Lo correcto sería ‘trabaja duramente’. Los adverbios de tiempo deben ir siempre junto al verbo. Debe escribirse ‘el Presidente ha inaugurado hoy...’, pero no ‘hoy, el Rey ha inaugurado...’. En general, los adverbios se deben situar tras el grupo verbal, mejor que delante o en el medio. Veamos otro ejemplo:  “El presidente está claramente dispuesto a dimitir’ debe sustituirse por ‘el presidente está dispuesto claramente a dimitir”. La palabra inicial de una información jamás puede ser un adverbio (salvo ‘sólo’ o ‘solamente’ si su lugar altera el significado de la frase), como tampoco una locución adverbial o un complemento circunstancial. Los adverbios tienen como función gramatical modificar el significado de otras palabras. Por tanto, es una mala construcción periodística iniciar una noticia con una palabra que amplía, matiza o precisa algo que aún no se conoce. Y ello precisamente en el párrafo que debe atraer al lector y facilitarle la lectura. Cuando en una información se haga referencia a un día anterior, siempre que se trate de la misma semana, se preferirá la mención concreta de ese día (‘el martes pasado’) al uso de un adverbio (‘anteayer’). Si se precisa el día en que ocurrió un hecho, no se puede utilizar el pretérito perfecto (‘ha aprobado ayer’), sino el indefinido (‘aprobó ayer’). Veamos el siguiente ejemplo:  “El crimen ocurrió el anteayer en la zona de K’ara K’ara” debe sustituirse por “el crimen ocurrido el pasado lunes”.


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Se debe evitar, por sobre todo, proyectar un conflicto de intereses, ya que es fácil aparentar esto, aún cuando no sea la intención del redactor. Ningún adjetivo o adverbio es inofensivo, menos aún si se pone en un titular. Que el interés sea darle mayor color a la nota y no resaltar o disminuir algún personaje, situación o hecho.

3.3.4

Mayúsculas, minúsculas, tratamientos y protocolo

Se trata de un conjunto de reglas que buscan estandarizar el uso de mayúsculas, minúsculas y siglas en temas relacionados con instituciones, cargos, títulos, honores o acontecimientos históricos, entre otros. Una interesante explicación sobre la forma de proceder en estos casos es la que propone el diario “El Mundo” (2012) de España, que además contiene el tratamiento a personas regulares y autoridades. 1) Mayúsculas y minúsculas. Las instituciones, organismos oficiales y las razones sociales de empresas o instituciones privadas se escriben con mayúsculas cuando se cite su nombre propio, aun con una elipsis. Así, por ejemplo:  “El Gobierno”, “el Gobierno de Francia”, “el Banco Nacional de Bolivia”; se escriben con minúsculas cuando se citen con carácter genérico (“una coalición de gobierno”, “el banco emisor”) o en plural (“los gobiernos de la Unión Europea”). 

Los cargos, títulos y honores se escriben con minúsculas. Así:

 “el ministro», «el ministro de Defensa”. Cuando la referencia sea de forma genérica a una entidad que en sí no es obligatoriamente oficial, se hará en minúscula. De esta manera:

 “El Banco de Bolivia”, pero “el banco emisor”. 

Las guerras, tratados y demás acontecimientos históricos se escriben con mayúsculas de esta manera:


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 «La Primera Guerra Mundial», “Guerra del Agua”, “El Holocausto”. 

La palabra Derecho se escribe con mayúscula cuando se refiere al Derecho objetivo, es decir, al conjunto de normas jurídicas objetivas (leyes, reglamentos, códigos) que regulan una materia determinada. Así:

 Se habla de “Derecho civil”, “Derecho mercantil”, “Derecho procesal” y también de “Estado de Derecho”  La misma palabra se escribe con minúscula cuando se refiere a un derecho subjetivo, es decir, a la facultad de poder que el Derecho objetivo atribuye a una persona natural o jurídica: “derecho a la vida”, “derecho al honor” o “derecho de retracto”. 

Todas las mayúsculas irán acentuadas si la corrección ortográfica así lo exige, tanto en lengua castellana como en otros idiomas: Cervezas “El Águila”, “L’Équipe”, “Órgiva”, la canción “Ànima morta”.

2) Las siglas de tres letras o más que puedan leerse directamente en castellano empezarán por una mayúscula seguida de minúsculas cuando correspondan a empresas o marcas comerciales, salvo cuando puedan confundirse con un nombre común. Ejemplo:  “AVE”, no “Ave”. 

Las siglas que representen a organismos o asociaciones se escribirán siempre con mayúsculas, así como todas las siglas que no puedan leerse fonéticamente, sino que deban ser deletreadas por la coincidencia de varias consonantes. Algunos ejemplos de siglas según estas reglas:

 ABC, la Cope, la Ser, CCOO, la ONU, la OTAN, Casa, TDK.


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3) Los acrónimos son palabra que se forma a partir de las letras iniciales de un nombre compuesto y a veces por más letras, pero que suele ajustarse a las reglas fonológicas de la lengua española. Así:  SIDA por síndrome de inmunodeficiencia adquirida, o radar por radio-detection and ranging. Se escriben siempre en minúsculas, salvo la mayúscula inicial en los casos en que sea necesaria. 4) Los títulos, cargos o rangos militares extranjeros se traducirán al castellano siempre que sea posible. En ese caso, empezarán con minúscula de esta manera:  “conde” por el inglés Count (o Earl), “príncipe” por el alemán Fürst, “marqués” por el francés Marquis, “suboficial” por el italiano Maresciallo. 

Cuando esos títulos carezcan de traducción se mantendrán en su idioma y su grafía originales, incluidas las mayúsculas cuando vengan al caso, y se escribirán en redonda. En particular, los muy frecuentes títulos británicos Sir y Lord.

5) Tratamientos. Los tratamientos tradicionales de “don”, “doña”, “señor”, “señora”, así como los correspondientes en otras lenguas, no se utilizan en los textos

informativos.

Tratamientos

como

“magnífico”,

“excelentísimo”

o

“ilustrísimo” tampoco se utilizan en las informaciones.

El conocimiento de estas normas evitará el uso de mayúsculas con fines triviales, como el de poner énfasis a una palabra, y permitirán referirse correctamente a personas, instituciones o hechos, sin herir susceptibilidades. También facilitará la comprensión del lector en términos que pueden ser doblemente interpretados. 3.3.5

Abreviaturas y símbolos

Por la necesidad de ahorra tiempo y espacio en la comunicación escrita es que se recurre a la abreviaturas y símbolos. Normalmente se usan signos arbitrarios o las iniciales de la


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palabra que se quiere abreviar. Para evitar confusiones en esta práctica es aconsejable usar sólo los convencionalmente aceptados.

Apelamos

nuevamente

al

documento

de

“El

Comercio”

(1997)

de

Ecuador para explicar el uso de este recurso y algunas reglas que el periodista debe seguir para su escritura. Además se ejemplifica con un compendio de las abreviaturas y símbolos más usados en el periodismo.

1) Las abreviaturas. Son la representación escrita de una palabra reducida a pocas letras, para ganar espacio en un texto. Conviene evitar las abreviaturas. Si éstas se emplean en lenguaje técnico, pueden resultar incomprensibles para el lector común. 

Las abreviaturas no requieren mayúscula inicial, sino que siguen el régimen de lo abreviado. Las letras mayúsculas y minúsculas deben escribirse tal como se expresan a continuación, el cambio de una mayúscula con una minúscula puede variar el significado.

(a) - alias a. de C. - antes de Cristo aprox. - aproximadamente art. - artículo av. - avenida cap. - capítulo ctvo. - centavo(s) d. de C. - después de Cristo depto. - departamento Dir. - dirección ed. - edición ed. - editor Edit. - editorial izq. - izquierdo, izquierda k. o. - fuera de combate Lic.- licenciado, licenciada m. n. - moneda nacional máx. - máximo mín. - mínimo nro. - número p. ej. - por ejemplo

P. M. - policía militar pág. - página PC - computador personal Pdte. - Presidente Prof. - profesor Rev. - reverendo, reverenda S. A. - sociedad anónima S. E. - su excelencia S. P. - servicio público s. - siglo s/l - sin (indicación de) lugar s/n - sin número (en una vía pública) SOS - señal de socorro tít. - título TV - televisión USD - dólares V - voltio(s) Símbolo VIH (HIV) - virus de inmunodeficiencia humana vol. - volumen


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1) Los símbolos. No son lo mismo que las abreviaturas y las siglas. Están establecidos mediante convenios internacionales, nacionales o privados y siguen las convenciones recogidas en estos. Se representan con símbolos los puntos cardinales, los elementos químicos, las unidades de medida, etc. Sus principales características son: 

Nunca llevan punto, excepto cuando los sigue un punto y seguido o un punto final;

No se pueden escribir cambiando las mayúsculas por minúsculas y viceversa, pues podríamos así cambiar el significado del símbolo. Así:

 hay que distinguir entre Mg (megagramo) y mg (miligramo). Además, hay símbolos que comienzan con una minúscula y siguen con una mayúscula: kHz (kilohercio). 

Los símbolos no tienen plural; deben permanecer inalterables, sin tener en cuenta la cantidad que los antecede. (“Manual de Español Urgente” agencia EFE).

Ejemplos de símbolos de uso actual: 

Puntos cardinales: N - Norte S - Sur E - Este O – Oeste NE - Nordeste SE - Sudeste, Sureste NO - Noroeste SO - Sudoeste, Suroeste


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 Unidades de medida — Unidades de medida del Sistema Internacional. Ejemplos: m - metro kg - kilogramo s - segundo A - amperio mol - molécula gramo Hz - hercio N - newton Pa - pascal W - vatio V - voltio Ω - ohmio u - unidad de masa atómica — Unidades de medida de uso general incluidas en el Sistema Internacional: min - minuto h - hora d - día l - litro t - tonelada a - área ha - hectárea rpm - revoluciones por minuto — Las unidades de medida pueden combinarse entre sí: mm - milímetro km/s - kilómetro por segundo dm - decímetro MHz – megahercio 

Otros símbolos. Ejemplos: @ arroba (en las direcciones de correo electrónico) © copyright (derechos de autor) ® marca registrada # número % por ciento ‰ por mil $ peso (moneda oficial de algunos países); dólar (moneda oficial de los Estados Unidos de América) € euro (moneda oficial de la Unión Europea) £ libra esterlina (moneda oficial del Reino Unido) ¥ yen (moneda oficial del Japón)


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El pretexto de ahorrar espacio no debe llevar al uso abusivo de este recurso. Recordemos que para incluirlo dentro el texto noticioso es aconsejable mencionar la palabra completa junto con la abreviatura y no suponer que el lector ya sabe el significado. Puede llegar a ser un medio beneficioso si se usa correctamente.

3.3.6

Números, hora y porcentaje

Su escritura varía considerablemente de un medio de comunicación a otro, por eso es importante que el manual de redacción exprese en términos concretos cuál escritura adoptará. En este caso elegimos la formula que utiliza “La Prensa” (1992) de Panamá, pues es la que mayor aceptación tiene entre los diarios de Latinoamérica. 1) Números. Se escriben con todas sus letras sólo las cifras del cero al nueve, ambos inclusive. Las cantidades que pueden expresarse con dos números irán siempre con sus respectivos símbolos.

Para los millones no se emplearán los seis ceros correspondientes, sino la palabra “millón”. Así, las unidades de millón se escribirán con todas sus letras (“un millón”, “dos millones”), ay las decenas, centenas o millares parte con números y parte con letras (“50 millones”, “500 millones”, “500,000 millones”), salvo cuando la cantidad no sea un múltiplo exacto, en cuyo caso se escribe con todas sus cifras (“1, 598, 625 bolivianos”) o, siempre que no sea necesaria la precisión, podría emplearse las expresiones “alrededor de” o “aproximadamente”, redondeando la cifra según las reglas de la aritmética. 

Excepciones. En aquellas relaciones de cifras en las que unas deban escribirse con letras y otras con guarismos se optará por ponerlas todas con números. Así, por ejemplo:

 “3 ministros, 45 asambleístas, 100 concejales, 500 estudiantes”. 

Las cantidades aproximadas, así como las frases ya hechas o literarias, se escriben, sin embargo, con todas sus letras de esta manera:


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 “se lo dijo mil veces”, “seguir en sus trece”, “las mil y una noches”. 

Los números quebrados se escriben siempre con todas sus letras, salvo en las tablas o cuadros estadísticos. Ejemplo:

 “dos tercios”, “tres quintos”, “un octavo”.

Los números ordinales inferiores a vigésimo primero podrán escribirse con letras (“primero”, “undécimo”, “decimonoveno”). Conviene recordar que los ordinales correspondientes a 11 y 12 son “undécimos” y “duodécimos” (no “decimoprimero” ni “decimosegundo”), y que la partícula “avo” no indica orden de secuencia, sino las partes en que se divide una unidad (“piso decimosexto”, y no “dieciseisavo”).

Es incorrecto escribir frases como “de 40 a 45, 000 personas”, cuando lo correcto es “de 40,000 a 45,000 personas”.

Los millares se separan con comas (“3,200-43, 300”), mientras que los decimales se separan con puntos (“3.2 -89.5”).

2) La hora. En el caso de escribirse con letras, por tratarse de horas completas, se añadirá, según corresponda, “de la mañana” o “am.” (a partir de las seis); “de la tarde” o “pm” (a partir de la una); “de la noche” o “pm” (a partir de las seis); “de la madrugada” o “am” (a partir de la una). 

“Mediodía” o “medianoche” son periodos de imprecisa extensión en torno a las doce de la mañana o de la noche, respectivamente. Por tanto, sólo deben emplearse cuando se escriba de una hora con cierta vaguedad (alrededor del mediodía).

Cuando se empleen números, de acuerdo con las tres excepciones establecidas arriba, se adoptará el sistema de 12 horas, estipulando si corresponde a la mañana o la tarde.


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En los tiempos deportivos, las horas, minutos y segundos se expresarán, la primera vez, añadiendo las cifras, sin blanco de separación (espacio), la unidad de correspondiente unidad o fracción. Observemos el siguiente ejemplo:

 “La marca ha quedado establecida en 3h 25m 14s”; las subsiguientes veces se emplearán los dos puntos entre las unidades (3:25:14). 

Para las décimas, centésimas y milésimas de segundos se empleará el punto. Ejemplo: “batió el record con una marca de 3h 25m 14.3s”.

En los acontecimientos ocurridos en países con horario distinto al de Bolivia es preciso especificar si se trata de la hora local.

3) Los porcentajes. Se escribirán en guarismos, seguidos, sin separación, del correspondiente signo (%). Más allá de la utilidad que tiene esta práctica en la comprensión de la información por parte del lector, el adoptar esta forma única para todas las páginas de diario puede configurarse como una marca de identidad para el medio de comunicación, cumpliendo de esta manera uno de los objetivos del manual de redacción.

3.4

Uso de imágenes

Los primeros manuales de estilo solían referirse a la imagen como un mero complemento del texto. El avance de la tecnología facilitó su uso y multiplicó las posibilidades de aplicación. Actualmente es un elemento fundamental de la información a tal punto que la imagen por si misma puede constituirse en noticia, subordinando al texto a un plano complementario.

El uso de la imagen permite, además de servir para llamar la atención al lector, realizar un periodismo sintetizado, ya que ahorra al periodista la descripción detallada o información innecesaria. En este sentido se hace una diferenciación (Clauso 2010: 234-235) entre tres tipos de imágenes: Ilustración (historieta, ilustración alusiva), fotografías (apoyo de nota,


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foto reportaje) y la infografía (cuadros estadísticos, mapas conceptuales, cuadros comparativos, etc.)

Así mismo el uso de este recurso conlleva una gran responsabilidad por lo explicito que puede llegar a ser. En este sentido es importante proporcionar al periodista ciertos principios sobre el uso correcto de la imagen, restricciones y cuidados que se debe tener al momento de publicarlas y el respeto a las firmas, autores y fuentes.

3.4.1

Principios generales

Para un medio impreso, se convierte en una indispensable herramienta para cubrir y presentar las noticias. El diario “La Nación” (1997) de Argentina considera que la palabra escrita, la imagen fotográfica y la imagen icnográfica son complementarias entre si. Al ser un medio reconocido a nivel internacional por el manejo de las imágenes en sus páginas, rescatamos algunos conceptos sobre este tema que son expuestos en su manual de estilo. 

Se debe buscar anticipar las noticias, ya sean actualidad o que estén marcando tendencias de la sociedad.

Cada fotoperiodista debe estar muy bien informado sobre la materia de la noticia.

El fotoperiodista debe elegir las herramientas fotográficas (iluminación, equipo, etc.) para realizar cada nota; su objetivo es lograr las imágenes que muestren visualmente la noticia periodística.

Todo fotoperiodista debe actuar como “observador” de las noticias, realizar su trabajo en forma lo más neutral posible y adoptar siempre una posición objetiva durante la cobertura.

Las fotografías con retoques o montajes sólo serán acompañadas por noticia de conceptos y su carácter debe ser explicitado. Se utilizará con poca frecuencia y nunca en la primera página del diario.

Los epígrafes de las fotografías deben ser escritos casi como una noticia en sí misma, con los mismos valores informativos que busca el redactor.


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Todos los elementos que conforman el gráfico deben tener un propósito y contribuir al entendimiento del conjunto.

El mismo concepto de mesura y credibilidad que rige para la fotografía debe aplicarse en este caso; nunca se debe alterar la realidad en función de la estética o en la imaginación, pues se traicionaría así el espíritu informativo

Una apreciación cabal que hace este medio argentino sobre la fotografía habla de que debido a su uso conceptual, es preferente nombrar “fotoperiodismo” a esa actividad, recordando que el estilo de fotoperiodismo debe ser simple y profundo al mismo tiempo.

3.4.2

Restricciones y cuidados en el uso de imágenes

Las prohibiciones y cuidados en el uso de las imágenes están estrictamente relacionados con un tema de principios profesionales y respeto al lector. Si bien algunas disposiciones técnicas responden a la identidad del medio, en general lo que se busca es la probidad en la actuación periodística. Ejemplo de esto son las normas que impone el diario panameño “La Prensa” (1992) a sus trabajadores. 

Queda prohibida toda manipulación de la fotografía que no sea estrictamente técnica (edición periodística, eliminación de defectos de revelado o de transmisión).

Las fotografías con imágenes desagradables sólo se publicarán cuando de manera imprescindible añadan información.

Debe extremarse el cuidado con la publicación de fotos de archivo utilizadas como simple ilustración de contenidos de actualidad. Los actores han de velar por que la inserción de ilustraciones, al ser extraídas del entorno en que fueron tomadas, no dañe la imagen de las personas que aparezcan en ellas. En cualquier caso, deberá expresarse en el pié que es una “foto de archivo”.

Si bien estos principios pueden parecer básicos o de sentido común, existen medios de comunicación que vulneran estos criterios adrede con el objetivo lograr más ventas. Por


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este motivo, la diferencia entre un periódico serio y uno “sensacionalista” estará en el sentido de responsabilidad de cada uno.

3.4.3

Fuentes, créditos y firmas

Es imprescindible para un medio de comunicación serio el respetar los derechos de autor, al tratarse de un periodista especializado, su trabajo debe ser reconocido íntegramente. El formato de presentación para los créditos y firmas queda bajo estricta consideración del medio. Un ejemplo del acatamiento a estos principios son las normas que establece “El Comercio” (1997) de Ecuador. 1) Las fotografías publicadas por primera vez llevarán el nombre del fotógrafo y el medio de comunicación al que pertenece. 2) Los trabajos de ilustración y diseño que ameriten firma deberán decir el nombre del autor y el medio de comunicación al que pertenece. Ejemplo: Carlos Pérez - Diseño Editorial Opinión. 3) El material prestado deberá decir:  Si es prestado por una institución: Ejemplo Archivo FELCC.  Si es de una persona: Archivo particular.  Si esa persona solicita citar su nombre: Archivo y el nombre. 4) Las fotografías que sean del archivo del propio medio de comunicación, publicadas anteriormente o de fotógrafo que ya no haga parte de la nómina: Ejemplo: Archivo Los Tiempos. Como forma de respeto al público y de preservación de la credibilidad del medio, es vital que cada ilustración especifique el lugar y momento en que se obtuvo, ya que por omisión el lector podría asumir que una foto de archivo es actual. Más allá del malentendido se corre el riesgo de aparentar un fraude.


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CAPÍTULO 4 CONCLUSIONES Una contradicción entre identidad empresarial y creatividad personal se hace evidente al momento de revisar el contenido de los manuales de estilo. Al periodista se le indica cómo poner un acento y así evitar salir de los márgenes de la formalidad. Resultado de este cauteloso accionar se tiene notas periodísticas poco atractivas, no por su contenido noticioso sino por el estilo que emplean para escribirlo.

Una evidencia clara de que existen otras formas de presentar la noticia, son los periódicos “sensacionalistas”. Éstos hacen el menor esfuerzo posible por encajar en los “aburridos” parámetros del periodismo formal. Pese a aquello terminan beneficiándose de una gran aceptación entre el público hasta el grado de ser llamados populares.

En los últimos años una nueva corriente va tomando fuerza y está siendo adoptada por medios de comunicación que intentan refrescar su imagen. Sin llegar a los extremos del periodismo “amarillista”, jefes de redacción han optado por dejar de lado la obligación de usar géneros periodísticos predeterminados, y permitir que estos sean creados por el propio redactor de acuerdo a sus necesidades.

Por estos motivos vemos conveniente revisar el contenido de los manuales de estilo y reformularlo de manera que se prioricen temas relacionados a la precisión en los datos y además brinden herramientas al redactor para la construcción de una noticia, sin limitar su creatividad. Con estas bases la redacción de la nota puede hacerse más libremente, logrando un estilo espontáneo y atractivo.

Al consolidarse esta tendencia, los periódicos habrán dado un paso más para alejarse del desuso y acercarse a su consolidación como elemento imprescindible en la construcción de cualquier sociedad.


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ANEXO 1 Protocolo de la FIP para el cubrimiento de la violencia contra las mujeres 1- Identificar la violencia contra las mujeres con exactitud, apoyándose en la definición aprobada en 1993 por Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. 2- Utilizar un lenguaje preciso y no estereotipado. Ejemplos: Una violación o asalto sexual no deben ser calificados como actividad sexual habitual, y el tráfico de mujeres no se debe confundir con la prostitución. 3- Evitar el uso de la palabra 'víctima' durante la entrevista o en la información final. El uso de la expresión puede ser perjudicial. El término que mejor recoge la realidad de la mujer que ha sufrido la violencia es 'sobreviviente'. No use un lenguaje que sugiera que la sobreviviente es culpable de la agresión o de alguna manera provocó el ataque. 4- Usar estadísticas y antecedentes para situar el lugar del incidente dentro del contexto de violencia de la comunidad o conflicto armado. Proporcione a los lectores/audiencia el panorama completo. 5- Contar la historia completa: los medios usualmente informan el incidente, pero el abuso podría reflejar un problema social de larga duración (conflicto armado), o ser parte importante de la historia de una comunidad. 6- Garantizar que las preferencias de la sobreviviente sean cumplidas: siempre ofrecer una entrevistadora mujer y un escenario seguro y privado para realizar la entrevista. Tener en cuenta que podría existir un estigma social alrededor del caso y evite exponer a la entrevistada a mayor abuso. 7- Consultar grupos de mujeres y organizaciones expertas sobre las técnicas de entrevista más apropiadas, así como la reacción de la entrevistada. Es inaceptable


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que los camarógrafos hombres entren sin identificarse previamente. Es fundamental conocer las costumbres y contextos culturales donde labora y respetarlos. 8- Proporcionar los datos de organizaciones locales que puedan brindar apoyo a la sobreviviente, testigos y familiares. 9- Tratar a la sobreviviente con respeto. Respetar de igual forma la privacidad de la entrevistada. Brindar suficiente información sobre los temas que serán cubiertos durante la entrevista, el uso que se le dará al material y dejar claro el derecho de la entrevistada a rehusarse a responder alguna de las preguntas. 10- Mantener la confidencialidad: no publicar o emitir nombres o datos que puedan comprometer la seguridad, salud, posición en la comunidad o calidad de vida de la sobreviviente. Esto es particularmente importante cuando los responsables del crimen son agentes de la policía, funcionarios del gobierno, personas vinculadas a organizaciones poderosas o tropas en combate. La FIP recomienda también incorporar las siguientes ideas en el cubrimiento informativo: (Tomadas de Cubrimiento de la Violencia Doméstica: Guía para Periodistas y Profesionales de Medios de Comunicación. Kelly Starr. 2008) • No concluya que algunas culturas o clases son violentas y otras no. • Busque el aporte de expertos en violencia de género. Ellos ayudarán a ubicar el delito en un contexto más amplio e incluir información sobre prevención y reacción de la comunidad. • Ofrezca sus datos para que la entrevistada tenga la posibilidad de contacto posterior. • Evite tratar crímenes de violencia de género como una tragedia inexplicable que no puede ser tratada por la comunidad.


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ANEXO 2 GUÍA DE ESTILO PERIODÍSTICO PARA INFORMAR SOBRE DISCAPACIDAD PRESIDENCIA

DE

LA

REPUBLICA

DE

COLOMBIA

CONSEJERIA

PRESIDENCIAL PARA LA POLÍTICA SOCIAL PLAN NACIONAL DE ATENCIÓN A LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD PNAPD CONVENIO Oscar Saúl Cortés Cristancho Maria Stella Zorro Asesor Javier Darío Restrepo ASOCIACIÓN COLOMBIANA PARA EL DESARROLLO DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD ASCOPAR Marzo 1o. de 2001 Léala en http://www.pasoapaso.com.ve/sensi/sensi7.htm ¿CÓMO INFORMAR? 1.

La expresión discapacidad, por sí sola, genera actitudes inadecuadas en los

receptores. Por tanto, es necesario rescatar el valor de inclusión activa, mencionando al protagonista como una persona con discapacidad... No se debe desligar el término discapacidad del contexto persona con... Se trata de no utilizar la sustantivación del adjetivo que entraña la palabra "discapacitado", ni sus equivalentes gramaticales: deficiente, minusválido, impedido, etc. 2.

Si se quiere mencionar la condición de la persona, a partir del diagnóstico médico o

si se trata el tema, en términos eminentemente clínicos, se expresará la discapacidad física..., la discapacidad mental... Se usan también expresiones como la limitación auditiva es producto de...; la limitación visual genera... Siempre se buscará contextualizar la discapacidad como un evento social que se presenta antes del nacimiento o en el desarrollo de la vida, sin centrarlo en las causas patológicas, pues no debe asumirse como una enfermedad sino como una condición particular que conlleva a la reorientación de un proyecto personal de vida, mediante la rehabilitación. 3.

El lenguaje utilizado para comunicar temas relacionados con la discapacidad, deberá

ser de fácil comprensión para el común de los lectores.


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4.

Si se hace necesaria la utilización de términos poco usuales o técnicos, deberá

explicarse su significado en forma sencilla. 5.

Toda referencia a la persona con discapacidad se hará en forma que no atente contra

su dignidad o sentimientos, evitando el uso de expresiones de lástima, desprecio, fastidio, impresión, sorpresa, rechazo o cualquier otro tipo de prejuicio. 6.

Deben estar excluidos del lenguaje periodístico utilizado en los temas referentes a

las personas con discapacidad, los localismos, regionalismos y provincialismos que discriminen, maltraten o hagan alusión a la discapacidad. 7.

Son inaceptables las expresiones que puedan tener sentido ofensivo para una

persona o grupo de personas con discapacidad. Se preferirá, por ejemplo, personas con discapacidad visual en lugar de "los cieguitos", por acuerdo temático universal se hace referencia a las personas con discapacidad cuando se habla de todas ellas. 8.

Los adjetivos calificativos deberán ser usados con tal mesura y prudencia, que no

den a entender la posición, pensamiento, prejuicios o temores de quien escribe. Deberán ser remplazados por datos concretos que permitan al lector una ilustración seria de los hechos. 9.

Tanto la magnificación de la persona como el sobredimensionamiento de sus

características o la mengua de sus potencialidades, deben ser abolidas del lenguaje periodístico. 10.

La tendencia periodística debe inclinarse hacia el lado positivo de la discapacidad y

hacia las políticas concretas para atender necesidades, sin desconocer su realidad. 11.

El énfasis en la discapacidad de una persona deberá ser exactamente el necesario

para completar el retrato del personaje si el artículo periodístico lo amerita, sin añadirle aspectos de mal gusto o morbosos. 12.

El estilo, el vocabulario, la intensidad y el distanciamiento emotivo, la profundidad

o ligereza del detalle han de estar en consonancia con el resto de la noticia, tratada con toda naturalidad. 13.

En el título se evitará mencionar la discapacidad de la persona. Si ello fuese

absolutamente imprescindible, la referencia a la misma no se hará en la palabra inicial. 14.

En el "lead", párrafo de entrada o encabezado de la información y respuesta a las

seis preguntas básicas (qué, quién, cuándo, dónde, cómo y por qué) la mención a la discapacidad se justifica, si contesta, precisamente a alguno de estos seis interrogantes.


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15.

En el cuerpo del trabajo periodístico, se seguirán los criterios indicados en los

numerales 13 y 14, y se utilizarán términos apropiados, explicando su significado cuando sea aconsejable.16. El empeño por un trabajo periodístico de calidad se da por la intervención desde varias miradas: la persona con discapacidad, los profesionales de la comunicación y las personas especializadas en el tema. Las primeras, por su propia vivencia; las segundas, por su interés y competencia, y las terceras, por su conocimiento directo. EL LENGUAJE DE LA DISCAPACIDAD Se presenta a continuación una propuesta de términos a utilizar en las informaciones que tengan que ver con las personas con discapacidad. Aquí se referirán algunas expresiones y conceptos que serán de gran ayuda para abordar los trabajos periodísticos, pero la sugerencia es remitirse a los documentos de cada especialidad, según sea el tipo de discapacidad acerca de la cual se va a tratar. Expresión incorrecta

Expresión correcta

Defecto de nacimiento – Discapacidad congénita Deforme – Persona con discapacidad congénita Ciego (el) – Persona con discapacidad visual Semividente – Persona con baja visión Confinado a una silla de ruedas – Persona usuaria de silla de ruedas Mutilado (el) – Persona con amputación Lisiado (el) – Persona con lesión de médula espinal Tullido (el) – Persona con discapacidad de funcionalidad Cojo (el) – Persona con movilidad reducida Sordo (el) – Persona con discapacidad auditiva. Cuando se hace referencia a la población sorda y a su cultura es aceptable usar "el sordo". Sordomudo – Persona sorda Mudo – Persona con discapacidad del habla


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Hipoacúsico (el) – Persona hipoacúsica. Estas personas no son sordas; pueden compensar su pérdida auditiva con un sistema o mecanismo de amplificación. Epiléptico (el) – Persona con epilepsia Insano, demente, loco, lunático, maníaco (el) – Paciente mental, Enfermo mental. Neurótico (el) – Persona con neurosis Sicótico (el) – Persona deprimida Esquizofrénico (el) – Persona con esquizofrenia Inválido – Persona con discapacidad física Retardado mental – Persona con discapacidad intelectual Anormal – En ningún caso se comparará entre normal y anormal. La condición de discapacidad que involucra a una persona no debe ser objeto de símiles que refuercen el rechazo u otros valores excluyentes. Niño que padece - Menor con discapacidad (especificarla) Paciente – Persona con discapacidad (se especifica cuál) a menos que la relación a que se refiera sea entre un médico y su cliente. Espástico – Persona con espasmos Sufre de, Afectado de, Afligido por, Golpeado por - Persona con discapacidad (se especifica) Víctima de parálisis cerebral – Persona con parálisis cerebral Minusválido (el) – Persona con discapacidad física Víctima – Persona que experimentó (se especifica) Aquejado por – Persona que tiene...


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ANEXO 3

LEY DE IMPRENTA DE 19 DE ENERO DE 1925 BAUTISTA SAAVEDRA PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPUBLICA

Por cuanto, el Honorable Congreso Nacional, ha sancionado la siguiente Ley: EL HONORABLE CONGRESO NACIONAL, A: 19 de Enero de 1925. D E C R E T A: “

LEY DE IMPRENTA ARTICULO 1. — Todo hombre tiene el derecho de publicar sus pensamientos por la prensa, sin previa censura, salvo las restricciones establecidas por la presente ley. ARTICULO 2. — Son responsables de los delitos cometidos por la prensa o por cualquier otro modo de exteriorizar y difundir el pensamiento: 1º Los que firmen como autores una publicación; 2º Los directores de diarios, revistas y publicaciones periodísticas; 3º Los editores. Si los que aparecieran firmando una publicación como autores de ella no fuesen personas jurídicamente responsables, o no tuviesen la solvencia necesaria para responder por los delitos denunciados, será el director, y en su defecto, el editor, el responsable. A falta de éstos, y en todos los casos, las responsabilidades, penales o pecuniarias, recaerán sobre las personas enumeradas en el Art. 2º, siempre que sean distintas de aquéllos. La responsabilidad de las personas señaladas no es conjunta ni mancomunada, sino sucesiva, y se establece en el orden determinado. ARTICULO 3. — Los diarios, revistas y publicaciones periodísticas, consignarán en sus primeras páginas, pena de ser considerados como clandestinos, los nombres de los editores y directores responsables. Para ser director o editor responsable es necesario estar en el goce de los derechos civiles. ARTICULO 4. — Los folletos, libros, cuadernos, papeles u otras publicaciones eventuales llevarán al pie de ellos, el nombre del establecimiento y el del editor propietario. Las publicaciones que no lleven este requisito se consideran clandestinas. ARTICULO 5. — La clandestinidad de un establecimiento de impresión o de una publicación, será penada con una multa de 200 a 500 Bs., que se aplicará a los propietarios, administradores o editores. La responsabilidad penal de los delitos cometidos por publicaciones clandestinas recaerá mancomunadamente sobre los propietarios, administradores y editores del establecimiento donde se hubiese hecho la publicación. ARTICULO 6. —Son responsables de las transcripciones, para los efectos penales de esta ley y para los de propiedad literaria, los directores de publicaciones y a falta de éstos, los editores. De las publicaciones impresas en el exterior, son, responsables aquéllos que las pusiesen en circulación. ARTICULO 7. — No hay delito de Imprenta sin publicación. Se entiende realizada la publicación, cuando se distribuyen tres o más ejemplares del impreso, o ha sido leído por cinco o más individuos, o se pone en venta, se fija en un paraje, se deja en un establecimiento, se remite por correo u otros casos semejantes.


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SECRETO DE FUENTE ARTICULO 8. — El secreto en materia de imprenta es inviolable. ARTICULO 9. — El editor o impresor que revela a una autoridad política o a un particular el secreto anónimo, sin requerimiento del Juez competente, es responsable, como delincuente, contra la fe pública, conforme al Código Penal. SANCIONES ARTICULO 10. — Se delinque contra la Constitución en los escritos que se dirijan a trastornar, destruir o inducir a su inobservancia, en todo o en parte de sus disposiciones. ARTICULO 11. — Se delinque contra la sociedad, en los que comprometan la existencia o la integridad de la Nación, o expongan a una guerra extranjera, o tiendan a trastornar la tranquilidad y el orden público, o inciten o sostengan conmociones o desobediencias a las leyes o a las autoridades, o provoquen la perpetración de algún delito, o sean obscenos o inmorales. ARTICULO 12. — No se comete delito, cuando se manifiestan los defectos de la Constitución o de los actos legislativos, administrativos o judiciales, con el objeto de hacer conocer sus errores o la necesidad de su reforma, siempre que no contengan ofensas de otro género. ARTICULO 13. — Se delinque contra las personas individuales o colectivas, en los impresos que las injurian directa o indirectamente, sean o no falsas las imputaciones injuriosas. ARTICULO 14. — Nadie puede ser admitido a probar la verdad de hechos difamatorios, sino contra los funcionarios públicos o gerentes de sociedad anónima o en comandita por acciones sobre imputaciones relativas al ejercicio de sus funciones. La prueba de los hechos imputados pone al autor al abrigo de toda pena, sin perjuicio de la que corresponde por la injuria que no fuere necesariamente dependiente de los mismos hechos. ARTICULO 15. — Las penas por delitos cuyo conocimiento corresponda exclusivamente al Jurado, son pecuniarias, y en ningún caso puede exceder de 400 bolivianos. ARTICULO 16. — Los delitos calificados de personales, obscenos o inmorales, se castigarán con una multa de cuarenta a doscientos cuarenta bolivianos. Los delitos contra la sociedad o la Constitución, de ochenta a cuatrocientos bolivianos. ARTICULO 17. — En los delitos de que conozca el Jurado sólo podrá imponerse pena corporal a los que no puedan exhibir la pena pecuniaria, computándose cada día de reclusión por el valor de Bs. 3:20. ARTICULO 18. — Son faltas de Imprenta las contravenciones a cualquiera de las disposiciones de esta ley, no comprendidas en la clasificación de delitos. ARTICULO 19. — Las faltas de Imprenta se castigarán con una multa que no exceda de 170 bolivianos. ARTICULO 20. — La acción penal se prescribe en 4 meses, corridos desde el día de la publicación del impreso; y en los clandestinos, desde que hubiesen llegado a conocimiento de la autoridad. Si el ofendido estuviere fuera de la República, el término correrá desde su regreso a ella. TRIBUNALES DE IMPRENTA ARTICULO 21. — El cuerpo de jurados se compone de cuarenta individuos en las capitales de Departamento y de veinte en las provincias, que serán elegidos por los Concejos y Juntas Municipales, respectivamente, prefiriéndose a los abogados más notables, miembros de Universidad y propietarios con residencia fija en el lugar. ARTICULO 22. — Para ser jurados se requiere tener vecindad en el lugar y estar en el ejercicio pleno de los derechos civiles y políticos. ARTICULO 23. — Las funciones de jurados son incompatibles con las de Presidente y Vicepresidente de la República, Ministro de Estado, Prefecto, Vocal de Corte, Fiscales, Jueces y funcionarios de Policía.


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ARTICULO 24. — Son excusas para ser Jurado las designadas en el Art.13º de la Ley Orgánica de Municipalidades de 21 de noviembre de 1887. ARTICULO 25. — En caso de ausencia indefinida, muerte, inhabilitación o empleo incompatible de un jurado, la Municipalidad nombrará inmediatamente otro, procurando que nunca esté incompleto el número. ARTICULO 26. — Los Jurados son inviolables en el ejercicio de sus funciones y sólo son responsables por concusión o soborno, ante los tribunales comunes. ARTICULO 27. — Los delitos de calumnia e injuria contra los particulares quedan sujetos a la penalidad del Código y su juzgamiento pertenece a los tribunales ordinarios, a no ser que el ofendido quiera hacer valer su acción ante el Jurado. ARTICULO 28. — Corresponde al Jurado el conocimiento de los delitos de Imprenta, sin distinción de fueros; pero los delitos de calumnia e injuria contra los particulares serán llevados potestativamente ante el Jurado o los tribunales ordinarios. Los funcionarios públicos, que fuesen atacados por la prensa en calidad de tales, sólo podrán quejarse ante el Jurado. Mas, si a título de combatir actos de los funcionarios públicos, se les injuriase, difamase o calumniase personalmente, podrán éstos querellarse ante los tribunales ordinarios. Cuando los tribunales ordinarios conozcan de delitos de prensa, aplicarán las sanciones del Código Penal, salvo que el autor o persona responsable diera ante el Juez y por la prensa satisfacción plena y amplia al ofendido y que éste acepte los términos de la satisfacción, y, en caso de ausencia o muerte, a cualquiera de sus herederos o deudos. ARTICULO 29. — Compete también conocer a los tribunales ordinarios de las calumnias e injurias al Jurado, de las faltas de Imprenta y de las acciones civiles procedentes de los juicios por Jurado. ARTICULO 30. — No hay reciprocidad en las injurias y calumnias inferidas por la prensa; y el Jurado no podrá conocer, a un mismo tiempo, de dos publicaciones respectivamente injuriosas o calumniosas. ARTICULO 31. — La acción penal por delitos y faltas de Imprenta corresponde al Ministerio Público. La denuncia a cualquier individuo. ARTICULO 32. — La querella por delitos personales sólo compete al ofendido con la que quedará cubierta la penalidad. ARTICULO 33. — La denuncia o querella se hará por escrito ante el Juez de Partido, quien mandará a citar en persona o a domicilio al autor, editor o impresor, si fueren diferentes, al Fiscal y partes interesadas, señalando día, hora y lugar para el sorteo de jurados. Si no concurriesen a juicio ninguna de las personas responsables, el Presidente del Jurado o el Juez ordinario nombrarán un defensor del establecimiento denunciado para los efectos de las responsabilidades pecuniarias. ARTICULO 34. — Si el impreso fuese clandestino el Juez de Partido deberá, antes del sorteo, practicar todas las diligencias necesarias para su averiguación a requerimiento del Fiscal y sin recurso alguno. ARTICULO 35. — En el caso previsto por el Art. 14º de esta ley, deberá el Juez de Partido recibir a prueba, en pro y contra, con el término perentorio de ocho días y todos cargos, citándose a los interesados. Vencido el término procederá al sorteo según al artículo siguiente: PROCEDIMIENTO ARTICULO 36. — En el sorteo se procederá de este modo: 1º. El Juez de Partido, a presencia de los citados, si estuvieren presentes y en público, insaculará en una urna las papeletas que contengan los nombres de todos los jurados, leyéndolas en alta voz el secretario una por una. 2º. El querellante o cualquiera de los ofendidos o, en su defecto, un individuo del público, extraerá hasta 24 papeletas que se anotarán por el orden numérico.


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3º. El denunciado u ofendido podrá recusar hasta seis, sin exponer causal alguna; igual derecho tendrá el denunciado o persona responsable. 4º. Cuando fueren varios los denunciados, dividirán entre si el uso del derecho de recusación; lo mismo harán los ofendidos. 5º. Los doce primeros, no recusados, formarán el tribunal; y serán suplentes los seis que siguen en numeración. 6º. A falta de ellos se sortearán del mismo modo otros doce, de los cuales podrá cada parte recusar tres, quedando los seis de los restantes por suplentes. De todo se sentará actas circunstanciadas. ARTICULO 37. — El Juez de Partido mandará citar a los Jurados y suplentes, señalando día, hora y lugar para el juicio de Imprenta. Los Jurados nombrados sólo podrán excusarse por enfermedad u otro impedimento legítimo debidamente comprobado, a juicio del Presidente, de acuerdo con los jurados sorteados asistentes. ARTICULO 38. — Si legalmente citados faltaren sin justa causa, se les impondrá una multa de Bs. 20 a 40, sin recurso alguno en el día. ARTICULO 39. — Se tendrá por inasistente al que no concurra a la hora citada, y al que abandonare su puesto antes de terminado el juicio. ARTICULO 40. — Siempre que por cualquier causa no hubiera suficiente número de Jurados en el día y hora señalados, se postergará el juicio para el siguiente, y así en lo sucesivo hasta que se organice el tribunal. ARTICULO 41. — Reunidos los doce jurados, prestarán juramento ante el Juez de Partido con esta fórmula: "Juráis y prometéis por Dios y por esta señal de Cruz, juzgar en justicia y con bsoluta imparcialidad, según vuestra libre conciencia e intima convicción, sin dejaros conducir por ningún interés, odio, afección ni pasión alguna. Cada Jurado responderá uno por uno: "Sí, lo juro" Luego hará nombrar un Presidente del seno del Jurado, a pluralidad de votos, a quien pasará las pruebas producidas en el caso determinado por el Art. 14º de ley y declarando instalado el jurado se retirará. ARTICULO 42. — El Presidente del Jurado declarará abierto el juicio y advertirá a las partes que no pueden decir nada contra el respeto debido a las leyes, y que deben expresarse con decencia y moderación. Advertirá igualmente al público que no es lícito hacer manifestación alguna de aprobación o desaprobación y mandará leer los Arts. 56, 57, 58 y 59. (NOTA. — Los artículos citados en esta disposición corresponden a los marcados con los números 54, 55, 56 y 57 de la ley actual, por haberse suprimido en el original el 29 y estar refundidos el 37 y 38). ARTICULO 43. — El Fiscal hará una relación sucinta de la causa. ARTICULO 44. — El secretario leerá el impreso denunciado, el escrito de denuncia, los Arts. de esta ley y que se suponen infringidos y las piezas de los autos que mandare leer el Presidente a solicitud de los interesados. Luego informaran sucesivamente el querellante o acusador o su defensor, y el acusado o su defensor; el Fiscal fijará sus conclusiones. No habiendo querellante, el Fiscal hará primero la acusación. Se permitirá la replica y la contrarréplica. ARTICULO 45. — Cuando el juicio deba abrirse sobre hechos difamatorios imputados a los funcionarios públicos o Gerentes de sociedad anónima o en comandita por acciones en el ejercicio de su cargo el Juez de Partido hará citar con anterioridad a los testigos para su comparecencia, y en lo demás se procederá con arreglo a las disposiciones de los Arts. 233 y siguientes hasta el 249 de la Ley de Procedimiento Criminal Compilado. ARTICULO 46. — En sesión secreta se discutirá y resolverá, por mayoría absoluta de votos, inclusive del Presidente, sobre estas cuestiones: 1º. ¿N. N. es o no culpable del delito acusado? 2º. ¿Hay circunstancias agravantes? 3º. ¿Hay circunstancias disminuyentes?


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ARTICULO 47. — En caso de ser dos o más los delitos acusados, la primera pregunta recaerá sobre cada uno de ellos. ARTICULO 48. — La votación se hará indudablemente contestando cada uno a la pregunta general. En seguida pasará el Jurado a aplicar la pena en proporción a la gravedad declarada. Cuando se declare que hay circunstancias agravantes, se impondrá la pena en razón ascendente desde la mitad del máximum hasta el máximum de la pena señalada en los Arts. 15, 16, 17, 18 y 19 de esta Ley. Si por el contrario declarase que existen circunstancias atenuantes, se impondrá la pena en escala descendente, desde la mitad del máximum hasta el mínimum de las penas señaladas en los citados artículos. ARTICULO 49. — En caso de empate se estará a lo favorable. ARTICULO 50. — La declaración del Jurado será firmada por todos los jurados, sin salvar los votos de los que hubieran diferido en la sentencia y no dará lugar a recurso alguno. ARTICULO 51. — Cuando el tribunal estuviere reunido ocho horas seguidas, podrá suspenderse el juicio para continuarlo y terminarlo precisamente en el día inmediato. ARTICULO 52. — Luego que se firme la sentencia continuará la sesión pública, y cualquiera de los jurados leerá el veredicto en voz alta y el Presidente declarará disuelto el tribunal. ARTICULO 53. — El proceso se pasará al Juez de Partido para que mande cumplir la pena conforme al Artículo 66 (hoy 65) de esta Ley. ARTICULO 54. — En caso de presentarse recurso de nulidad después de notificada la sentencia, el Juez de Partido tramitará la demanda y la elevará a la Corte Suprema para los fines del caso. ARTICULO 55. — El juicio por jurados sólo podrá ser secreto cuando la publicidad pueda causar escándalo u ofender las buenas costumbres y perturbar el orden público. ARTICULO 56. — Si uno de los contendores perturbase el orden de la audiencia, cometiese desacato a la autoridad del tribunal o injuriase, el Presidente lo llamará al orden por primera vez y por segunda mandará su arresto, requiriendo al Fiscal para su juzgamiento. ARTICULO 57. — Si el público hiciese manifestaciones de aprobación o desaprobación, el Presidente llamará al orden por primera vez; por segunda, mandará el arresto de los culpables y por tercera ordenará su expulsión, celebrándose la sesión a puerta ARTICULO 58. — El Presidente podrá requerir la fuerza pública en caso necesario. ARTICULO 59. — Siempre que el Presidente permitiese el desorden, contra lo prevenido en esta ley, pagará una multa de Bs. 16 a 40, a juicio del Juez de Partido, a denuncia hecha por el Ministerio Público o cualquier individuo. ARTICULO 60. — La falta u omisión de las prescripciones de cualquiera de los siguientes artículos: 33, 34, 35, segunda parte del 36, 39, 41, 42, 43, 46 y 47, de esta ley, dará lugar al recurso de nulidad que debe interponerse dentro de los tres días siguientes de haberse pronunciado la sentencia. El Juez de Partido, previo traslado a la otra parte que deberá contestarlo dentro de otros tres días, remitirá el proceso por el primer correo a la Corte de casación. ARTICULO 61. — Los impresores pueden ser editores responsables, llenando las condiciones exigidas por los Arts. 2º y 4º de esta ley. ARTICULO 62. — Son obligaciones de los editores responsables, y en su caso, de los impresores: 1º. conservar los manuscritos garantizados durante el tiempo señalado por el Art. 20; 2º. conservar una colección ordenada de todas las publicaciones hechas por el editor o por la imprenta; 3º. publicar las vindicaciones y defensas de las personas ofendidas en el mismo periódico, cobrando media tarifa. Esta inserción se hará en cuanto a la persona ofendida o a su encargada que la reclame dentro del término de la prescripción. ARTICULO 63. — El impresor no podrá rehusar a precio corriente la edición de ningún escrito, sino cuando sea ofensivo a su persona, a un pariente suyo dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, o a su protector, o cuando tenga motivos fundados de


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decencia, o cuando el autor o editor no ofrezca garantía suficiente. Esta obligación no comprende al editor responsable de un periódico. ARTICULO 64. — En ningún caso podrá decretarse la clausura de una imprenta. ARTICULO 65. — Las formalidades de la prueba testimonial y penas imponibles a los testigos inasistentes sin justa causa, serán, en su caso, las prescritas en la Ley del Procedimiento Criminal. ARTICULO 66. — El producto de las multas impuesta por delitos y faltas de Imprenta será empozado en el Tesoro de la Municipalidad respectiva, para que ésta la aplique a obras de beneficencia. ARTICULO 67. — Impuesta una multa, se pondrá inmediatamente en conocimiento del Prefecto para que la realice, y también de la Municipalidad para que haga los requerimientos que sean necesarios. ARTICULO 68. — Todas las actuaciones se harán por el secretario del Juez de Partido, y gozará por cada juicio, ante el Jurado, la suma de Bs. 10. — , abonables por la parte que pierda. ARTICULO 69. — La edición de la Constitución del Estado, de los Códigos vigentes, de las Compilaciones de Leyes y de las colecciones oficiales en general, bajo cualquier denominación, requiere, para ser legal, la licencia previa del Gobierno. ARTICULO 70. — La contravención a lo dispuesto en el precedente artículo dará lugar a que los impresos sean secuestrados, imponiéndose, además, una multa proporcional si hubiese dado ya a la circulación algunos ejemplares. ARTICULO 71. — Quedan derogada la ley de 17 de enero de 1918, Decreto Supremo de 22 de febrero del mismo año y todas las disposiciones que estuvieren en oposición a las de la presente ley, cuya numeración de artículos será la única que deberá citarse en lo sucesivo. Comunicase al Poder Ejecutivo, para fines constitucionales. Sala de Sesiones del H. Congreso Nacional.” La Paz, 19 de Enero de 1925 Por tanto, la promulgo para que se tenga y cumpla como Ley de la República. Palacio de Gobierno de la Ciudad de La Paz, a los diecinueve días del mes de enero de mil novecientos veinticinco años. Fdo. BAUTISTA SAAVEDRA. Presidente Constitucional de la República.


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