2 minute read

En 1ª persona HABLEM S DEL

Next Article
L T I M A H O R A

L T I M A H O R A

Desde los años de la revolución empresarial, la mujer ha tenido que luchar siempre por un puesto de trabajo y un salario digno en igualdad de condiciones respecto al hombre. Con la llegada de la Revolución Industrial, la masiva incorporación de la mujer a la escena laboral por la deprimente situación económica familiar la hace encontrarse inmersa en un juego de doble moralidad. La necesidad de contribuir a la supervivencia familiar se encuentra con una sociedad que recrimina la salida de la “guardiana del hogar” al trabajo, porque puede caer en los peligros de la prostitución y perder su labor reproductiva, de acompañante y complaciente esposa, además de considerarla con una condición fisiológica inferior que le impediría un desarrollo laboral exitoso.

Advertisement

su lugar siempre ha sido quijotesca, desde tiempos remotos. A la mujer no solo se le ha negado el acceso al saber, también a ejercer su libertad y a decidir en la vida social y política con la privación del voto.

Impedimentos en el acceso a los estudios en igualdad de condiciones y a recibir una educación hecha a medida para el cuidado y sus labores, han sumado para limitar su progreso en las diferentes carreras estereotipadas para hombres

La presencia de la mujer en las aulas universitarias fue la culminación victoriosa de una batalla educativa que libraron las mujeres y un triunfo sobre facultades y aptitudes consideradas como patrimonio exclusivo del hombre Todo un proceso emancipador cuya resistencia social iba a ser más férrea Primero se les niega hasta la asistencia a las clases para aprender, incluso como medio de vida; después se les permitirá ilustrarse pero en modo alguno podrán hacer uso remunerado de ese saber al negársele el grado. Además, sus títulos universitarios no siempre las habilitan para ejercer la profesión considerándose su trabajo, desde la economía política, como una patología social Se entendía en España como un factor de desestructuración de las formas familiares y, en consecuencia, como un problema social. El centro del debate no era el trabajo de las mujeres, sino las repercusiones del mismo en la familia, en los roles, en la educación de los hijos e hijas y, sobre todo, en las relaciones de poder De ahí que no fue fácil para las primeras universitarias españolas establecer la conexión entre estudios realizados y ejercicio profesional.

El 8 de marzo, en su inicio, fue declarado Día Internacional de la Mujer Trabajadora con el fin de no olvidar la lucha de las mujeres para adquirir los mismos derechos que los hombres. Posteriormente, en el año 1977, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución por la que se declaró el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer. Desde esa proclamación, el 8M es una fecha “clave” en los calendarios de la mayoría de los países del globo. Un día para reivindicar una igualdad que, según nos demuestran las cifras, todavía no existe.

Aún así, viendo la evolución de la historia de las mujeres y llegado ya el siglo XXI, sigue habiendo personas que preguntan por qué se celebra el Día de la Mujer el 8 de marzo. Incluso sobre la no celebración del día del hombre, un recurso fácil que es usado para intentar desconcertar y mandar mensajes contradictorios, fomentando igualmente el odio e incrementando más aún las diferencias La respuesta es que al igual que celebramos el Día Mundial de Medio Ambiente, el de la Familia o el de la Felicidad, también hay un Día Internacional del Hombre que es el día 19 de noviembre y es poco conocido Este se estableció en 1992 con el objetivo de poner el foco en la salud masculina, resaltar las aportaciones de los hombres a la sociedad y promover la igualdad de género, la tolerancia y la paz La gran diferencia en la repercusión de su celebración con respecto al 8 de marzo es que ellos nunca han tenido que reivindicar, luchar y pelear por sus derechos como las mujeres, cuya pelea llevan manteniendo durante siglos y en la que aún estamos inmersas

This article is from: