Este fanzine nace desde IFMSA Zaragoza para poder acercar las noticias que creemos que han de ser escuchadas. Es un proyecto libre donde todo el mundo está invitado a participar, porque pensamos que defender la opinión a través de la palabra es derecho de toda persona. A partir de aquí podréis contrastar vuestras ideas con las más disparatadas, afianzando opiniones o reconstruyendo nuevos ideales. Hace falta escuchar aquellas ideas de las que discrepamos para poder replantearnos las nuestras y hacernos más fuertes ante ellas. ¡Esperemos que funcione!
En caso de que ningún tema te convenza, pero tengas algo que aportar aprovecha la sección exprésate y al lio!
AUTORES: Ecologistas al poder Ecología y sentido común Decrecimiento sostenible Energías y combustibles alternativos para un desarrollo sostenible Monegros; "money city" Agro combustibles, ¿alternativa energética para el futuro? Leyendas y realidad de formigal Reciclaje literario
MAQUETACION: Fran Pastor
COORDINACIÓN: Sara Calderón y Sara Olariaga; de IFMSA Zaragoza.
IMPRESCINDIBLES: Carlota Sánchez Latorre y brigada Peromarta.
ECOLOGISTAS AL PODER
¿C
ómo es posible un mundo insostenible medioambientalmente con una población y una elite política y económica que, en su mayoría, se considera ecologista? Vivimos en un mundo donde las emisiones de CO2 aumentan cada año, la explotación de recursos va muy a menudo ligada a violaciones de derechos humanos, y el cambio climático nos muestra cada día su cara más cruda. Sin embargo, basta que miremos unos minutos la publicidad para darnos cuenta del carácter “verde” que tienen la mayoría de productos, o la implicación medioambiental que inspiran los discursos de los máximos dirigentes (salvando alguna excepción como el iluminado primo de Rajoy). Parece ser que la crisis medioambiental va en serio. Esta es la conclusión a la que han llegado tanto los grandes poderosos políticos como económicos. Y como hemos podido ver, no han llegado por sí mismos. Fue un debate que se introdujo de forma paulatina en la sociedad civil, un debate que iba calando cada vez que desaparecía un glaciar o la escasez de agua hacía temblar el sistema de administración de recursos hídricos. En este momento, cuando el ecologismo moderno adquirió una legitimidad hasta entonces ignorada, el poder se vio obligado a responder. El mejor ejemplo lo encontramos en el cambio climático -el problema ambiental por antonomasia-, el cual saltó a las portadas de los periódicos y las bocas de los políticos hará unos 10 años. A continuación se enumeran los puntos fuertes en que se basa ese “ecologismo del poder”:
1- Desarrollo sostenible y crecimiento Fueron los propios políticos quienes crearon una expresión que a día de hoy es su gran talismán: El desarrollo sostenible. Nunca algo tan utilizado ha querido decir tan poco. ¿En qué basamos el desarrollo sostenible? Tendríamos infinidad de parámetros: Distribución de riqueza, educación, conservación del medio, bienestar social… Las elites económicas lo tienen muy claro: el crecimiento económico. Al Gore lo deja patente en su famoso documental: “Podemos complementar nuestro sistema económico (el de USA) con la protección medioambiental”. Este planteamiento en sí mismo es un gran MITO. Si estableciéramos una gráfica con dos parámetros, crecimiento económico y protección ambiental, veríamos que tienen una relación de proporcionalidad inversa (por no explayarme en exceso, estos estudios vienen explicados en la amplia bibliografía de José Manuel Naredo). Por supuesto, tendríamos que definir la protección ambiental de forma compleja: agotamiento de recursos, emisión de gases nocivos, contaminación de suelos y aguas… La conclusión es clara, el crecimiento económico es intrínsecamente insostenible 1 medioambientalmente.
El mito del crecimiento nace a la par que la economía política, cuando los padres de esta disciplina –con Adam Smith a la cabeza- se basaban en los estudios geológicos y biológicos de la época, los cuales consideraban que los recursos naturales de nuestro planeta eran ilimitados. Esto les hizo abogar por el crecimiento como el garante de enriquecimiento sin límites para la población. Aunque posteriormente se haya descubierto el carácter limitado de nuestros recursos, la asociación de crecimiento y desarrollo se sigue arrastrando en la actualidad.
1
2- Energía y carburantes
3- Responsabilidad social corporativa
Es justo la perversión argumentativa del crecimiento la que defiende hoy el discurso pseudoecologista que nos ofrecen desde el poder. Seguro que todas hemos escuchado a Zapatero hablar sobre la apertura de nuevas centrales de energía renovable pero, ¿le hemos escuchado decir que se vayan a cerrar las térmicas, nucleares, o las hidroeléctricas de gran impacto, para ser sustituidas? El proyecto del gobierno y de las grandes del sector es el aumento del consumo, y han sabido integrarlo en un discurso moldeado a nuestro tiempo. En España las emisiones de CO2 han aumentado en un 49% desde 1990, y la propuesta de Kioto (ya de por sí tibia) de mantener los niveles de dicho año, sólo cabe en el campo de las ilusiones. Además, como abanderados de esa “energía verde” contamos con las transnacionales Endesa, responsable del 33% de las emisiones de CO2 del estado español, y Unión Fenosa, denominada Unión Penosa por las poblaciones de Latinoamérica donde los apagones en los barrios empobrecidos son el pan de cada día.
Se trata de otro término de moda. Mientras se ha demostrado la implicación de Repsol-YPF en violaciones de derechos humanos en Arauca (Colombia), y mientras un levantamiento popular en Bolivia contra de Repsol se reprimió con 67 muertos, la transnacional española nos habla de contribución al desarrollo (otra vez esta dichosa palabra) de las comunidades indígenas. (comparar repsolypf.com y repsolmata.ourproject.org) Cualquier multinacional dedica grandes secciones de sus páginas web a justificar sus actuaciones con este término: responsabilidad social, que suele consistir en contribuciones a ONG-s afines, y así de paso se libran de unos cuantos impuestos.
La reducción como proyecto es algo complejo y requiere un cambio en el modelo energético y económico, algo a lo que no están dispuestas las grandes corporaciones, pero tampoco lo están las clases medias y altas de los países enriquecidos. Por eso en cada familia tenemos 2 coches y nos desplazamos con ellos al trabajo consumiendo “bio”diesel, orgullosos de reducir nuestras emisiones, y despreocupados de que los agrocombustibles que nos ofrecen como alternativa ecológica –lo serían perfectamente en pequeñas producciones locales-, provienen de Uruguay, Argentina o Brasil, donde la deforestación amazónica y el desplazamiento de comunidades indígenas viene dada para la plantación de aceite de palma y soja transgénica, que consumirán los vehículos europeos.
4- Militarización social En los congresos más importantes de medioambiente (véase el CONAMA) podemos ver en primera fila el puesto del Ministerio de Defensa, que aparte de mostrarnos sus intervenciones en “ayuda humanitaria”, nos explica cómo sus numerosas bases situadas en España (el 33% de la provincia de Zaragoza está en posesión del ejército) sirven para “conservar el medio natural”. Después de hallarse uranio empobrecido procedente de pruebas de tiro, denunciarse la contaminación producida por plomo o arsénico, y reiterarse los incendios en áreas militares en el campo de tiro del Teleno han ardido 4800 ha de las 5900 ha que forman el total del territorio-, el ministro de defensa José Antonio Alonso no dudó en asegurar que “la presencia del ejército en áreas naturales asegura la conservación de fauna y flora”, relegando así en un 2º plano los mecanismos de conservación con los que cuenta el ministerio de medioambiente (parques nacionales y naturales, áreas Link y ZEPA…), y justificando así que el presupuesto
público destinado al ejército sea 10 veces superior al de medioambiente. El argumento que usan es cuanto menos curioso: “Construyendo complejos militares se evita la entrada de civiles y el riesgo de que depositen residuos en la zona”. No hay nada nuevo Pero, aún viendo todo esto, no estamos ante ningún fenómeno nuevo por parte del poder. Antes lo fue (y sigue siendo) la lucha contra la pobreza, con la que los políticos y banqueros diseñaron un sistema de créditos capitaneado por el Banco Mundial. El BM y sus instituciones (Corporación Financiera Internacional, Organismo Multilateral de Garantía de Inversiones…) han asegurado las inversiones de transnacionales en países empobrecidos (el OMGI tiene como objetivo explícito “fomentar la entrada de capital privado y cuidarlo de posibles peligros como nacionalizaciones […] o disturbios”, y se rige por un principio muy simple: a mayor dinero aportado por un país, mayor poder de decisión en el destino de las inversiones. Es por esto que el dinero vaya destinado a enormes represas (en India hubo 240000 desplazados a tierras sin agua potable debido a la presa Sardar Sarovar), o al desarrollo en el amazonas, que consiste en la deforestación por parte de empresas del Norte para que la población habite esos territorios y sirvan como mano de obra. Las deudas contraídas por los pueblos del Sur con los gobiernos del Norte (los préstamos hay que devolverlos, y con intereses), sumado a los Planes de Reestructuración Económica impuestos por el BM (privatización del agua, la electricidad o la vivienda) han supuesto, junto con las guerras, el mayor lastre para la superación de la pobreza. Hace ya 60 años de la creación del BM, y las diferencias Norte-Sur están lejos de combatirse.
Del mismo modo, hace 20 años de las primeras cumbres en las que se hablaba de cambio climático, agotamiento de recursos…, y nos encontramos con un mundo en el que el CO2 sigue en aumento (17% en los próximos 10 años, según la propia ONU), y la inversión en minería crece al ritmo del 90%. Mientras, nos siguen hablando de la apuesta por las renovables, los “bio”combustibles, la responsabilidad social corporativa, y sobre todo, mucho mucho desarrollo sostenible. Tan sólo tenemos que acercarnos a la rivera del Ebro para ver en qué consiste “la Expo del agua y el desarrollo sostenible”. A modo de conclusión, el poder sabe adaptarse a los tiempos, pero las alternativas ecologistas también. Su propuesta es clara: La apuesta por la producción local y la reducción del consumo en los países enriquecidos están en la base de problemas globales como el cambio climático. Esto no es sólo responsabilidad de las elites políticas y económicas, sino que implica (y hay que decirlo así) una rebaja en el nivel de vida de much@s. A parir de aquí podremos discutir de cómo abastecernos, qué proyectos apoyar…, pero sin una reducción real (en el sector energético oscilaría entre el 35% y el 50%) no hay sostenibilidad posible. Quizás sea hora de ir cerrando el grifo.
Bibliografía Naredo, José Manuel. Raíces económicas del deterioro ecológico y social. (2007) Siglo XXI. Martínez Alier, Joan. El ecologismo de los pobres. (2005) Icaria. Repsolypf.com y repsolmata.ourproject.org Bancomundial.org
ECOLOGÍA Y SENTIDO COMÚN
A
ndábame el otro día dando vueltas a una imagen que quedó grabada en mi mente de una forma en que lo suelen hacer aquellas cosas que de alguna forma inconsciente percibo como ilógicas, que no terminan de encajar… Mi vecina llegaba en coche con una gran bolsa de deporte, “Vengo del gimnasio” dijo con una enorme sonrisa, “¿Del gimnasio del barrio? Pregunté yo. “Sí”. En aquel momento no caí, pero más tarde una frase que oí me hizo reaccionar. “La mejor forma de hacer ejercicio es incorporándolo a la vida cotidiana”. “Elemental querido Watson”, me dije. El ejercicio igual que la ecología adquiere coherencia en su práctica cotidiana. Por supuesto que es válido ir en tu coche al gimnasio y estar dos horas pedaleando en la bicicleta estática para hacer ejercicio. Por supuesto que es válido participar en el día sin coches aunque el resto del año los uses para ir a comprar el pan. Pero, ¿es coherente? Es frecuente oír frases del tipo “El mundo no se va a acabar porque yo…no cierre el grifo mientras me lave los dientes”, por ejemplo. Es cierto. Seguramente es necesaria una respuesta global que incluya un cambio en el sistema de producción y consumo actuales, pero este hecho creo que no nos exime de una respuesta individual, insignificante si queréis, pero una respuesta que creo está íntimamente ligada al sentido común y la lógica. La ecología tal como su etimología indica (“eco”casa, logia “estudio”) tiene que ver con la forma en que el ser humano se relaciona con su hábitat, con su hogar, en éste caso un hogar compartido con otros 6 mil millones de individuos y de 7 a 25 millones de especies que se estima existen en el planeta. En la tierra hay 11.420 millones de hectáreas de terreno bioproductivo,
es decir, aquella superficie terrestre sin contar los océanos, los desiertos, los casquetes polares y el territorio urbanizado. Si ésta se divide entre 6 mil millones de personas, cada persona recibe para satisfacer sus necesidades una porción de 1,9 hectáreas. Así pues, queda claro que para que la Tierra pueda ofrecerme bienes, ser reabsorbidos mis residuos, y todos los demás seres humanos puedan recibirlos también, debo limitar mi consumo a lo que 1,9 hectáreas puedan proporcionarme. Pero veamos lo que en realidad sucede: los 2 mil millones de personas más ricas sobrepasan de tal manera su porción de terreno que absorben el rendimiento anual de toda la tierra2. Un español de media imprime un huella ecológica de 4,5 hectáreas, superando con creces lo establecido para el disfrute equitativo y duradero de la producción terrestre, de esta forma si todo el mundo consumiese a este ritmo harían falta dos planetas y medio3. Por todo ello creo que hay motivos para replantearse nuestro papel en el hogar que compartimos, motivos que van más allá de la mera sensibilidad hacia el medioambiente, son motivos que tienen que ver con conceptos como equidad, solidaridad, e incluso aspectos que rozan el ámbito de la filosofía: ¿realmente un mayor nivel de consumo equivale a una vida mejor si tenemos en cuenta que en Estados Unidos, uno de los países más ricos del mundo, sólo el 30% de la población afirma ser feliz? El debate ecológico lleva implícito el cuestionamiento de nuestros hábitos Datos extraídos del libro : Merkel, Jim, Simplicidad radical. Fundació Francesc Ferrer i Guàrdia, Barcelona 2005. 2
3 Datos extraídos de: Victor Amela, “La contra. Entrevista a Serge Latouche”, La Vanguardia, 16 de Marzo de 2007, contraportada.
de vida, hablar de ecología exige una revisión crítica de nuestra forma de estar en el mundo. Es aplicar el sentido común para no dejarse llevar por la avalancha de “ecos”, “bios” y “sostenibles” que las campañas publicitarias han absorbido desde que lo verde vende, para no caer en catastrofismos y pensar que toda acción es inútil… Y es que la práctica de la ecología sólo adquiere su pleno sentido desde una posición ética, forjada de forma íntima y personal, que nos ha de llevar a cada uno a una respuesta de acuerdo a nuestro convencimiento, a nuestras posibilidades, es plantearse a qué somos capaces de renunciar y qué vamos a ganar con ello, y sobretodo siendo coherentes. Solo así es posible establecer una base sólida capaz de crear una conciencia colectiva que
extrapole un cambio en los hábitos más ordinarios a un cambio en un modelo de vida incompatible con la convivencia entre especies, incompatible con la justicia social, incompatible con una vida saludable e incompatible con el buen futuro de las generaciones venideras. Información y libros para aquellos interesados en cuestiones planteadas en este artículo: Merkel, Jim, Simplicidad radical. Fundació Francesc Ferrer i Guàrdia, Barcelona 2005. Interesante libro en el que aparece mucha información respecto al concepto de huella ecológica y como calcular tu propia huella. Bigues, Jordi, Responsabilidad, Ed. GPS, S.L. Madrid, 2005. Guía práctica que propone interesantes medidas a nivel individual para evitar la crisis medioambiental. decreixement.net web en catalán sobre el movimiento por el decrecimiento, un movimiento que busca crear debate sobre el mitificado concepto de crecimiento sostenible. myfoodprint.org web en la que podemos descargarnos la calculadora de la huella ecológica para el hogar.
DECRECIMIENTO SOSTENIBLE
U
na vez que nace la idea del desarrollo sostenible, parece que se nos está permitido continuar con el crecimiento económico e industrialización que hasta ahora hemos mantenido y además hacerlo en total armonía con el medio ambiente. Dentro de esta sostenibilidad caben valores como la competitividad, el consumo insaciable y un egoísmo que se hacen cada vez más patentes en la sociedad de occidente. A su vez, se nos permite relacionar el crecimiento económico, con desarrollo, prosperidad y parece que ahora también como remedio contra las desigualdades. Es aquí donde se disparan las alarmas y las visibles contradicciones me hacen identificar este desarrollo sostenible con un desarrollo suicida.
Las catástrofes medioambientales son un buen ejemplo de la avaricia que nos impulsa a producir y a consumir por encima de los límites que este planeta permite. Explotamos los recursos naturales por encima de lo que podemos y necesitamos, creando a su vez una deuda ecológica con respecto a los países del sur, ya que son ellos los principales afectados tanto del cambio climático como de las diferentes explotaciones llevadas a cabo. Podríamos hablar por tanto de una deuda de crecimiento, por haberlo hecho a costa de los recursos que a ellos les corresponden. A partir de esta situación que parece estar guiándonos hacia un destino fatal y cuyas consecuencias ya estamos viviendo (o haciéndolas vivir)
nacen alternativas o vías de escape como el “decrecimiento”.
cambio hacia sostenibilidad.
Este movimiento está empezando a tener una mayor fuerza en países como Francia, de la mano de “Serge Latouche”, donde se está produciendo su desarrollo teórico y el nacimiento de partidos políticos en pro del Decrecimiento: PPLD (partido por el Decrecimiento).
A su vez, el decrecimiento no propondría cortar con el desarrollo, sino la modificación de los valores que en él predominan, así como sus objetivos. Un desarrollo no tiene que identificarse con el aumento de bienes materiales, sino con una mejora cuantitativa y cualitativa del acceso a la salud, a la cultura, educación y un crecimiento moral y cooperacional, coordinado a su vez con un menor consumo de materia y energía.
Son 8 los pilares del decrecimiento descritos por “Latouche” (las 8 “R”): Revaluar (indagar en valores actuales y rehacerlos); Recontextualizar (hace referencia a la visión o idea de la sociedad actual o de la realidad); Reestructurar (reconstruir la economía hacia un camino viable); Relocalizar (producción y consumo a un nivel local); Redistribuir (repartir recursos naturales de manera igualitaria y justa); Reducir (limitar el consumo); Reutilizar (como alternativa al consumo); Reciclar (como hábito en la vida cotidiana). Sin embargo, estos nuevos valores han dado lugar a voces críticas, a la hora de plantearse un decrecimiento en aquellos países que ni siquiera han alcanzado los niveles básicos de desarrollo en cuanto a salud, agua potable, educación… A su vez una disminución de la economía acarrearía problemas sociales como el desempleo… y las crisis económicas tienden a llevar consigo riesgos políticos, el peligro de la democracia etc., lo que conlleva replantearse si realmente merece la pena apresurarse en el cambio. Sin embargo es posible un descenso ordenado y partimos de que es algo necesario. Creo que es tarea y obligación de todos crear un ambiente de debate en el cual han de ser aceptadas todas aquellas ideas entorno a la reconstrucción de un futuro en armonía con el medio ambiente, partiendo de que se ha asumido el fracaso del modelo de desarrollo actual y la necesidad de un
la
verdadera
A partir de aquí veo imprescindible que cada uno acepte su responsabilidad como ciudadanos y también como culpables de la situación ecológica tan delicada a la que estamos enfrentados. Ideas como la agricultura agro ecológica, la soberanía alimentaria, el pequeño comercio local, el comercio justo, la relocalización de la economía, disminución del consumismo… pueden conducirnos hacia este nuevo decrecimiento que crece en ventajas y felicidad y es tarea de cada uno asumirlas y ponerlas en práctica. Bibliografía: Gisbert Aguilar, Pepa. Decrecimiento: camino hacia la sostenibilidad. García, Ernest. El cambio social más allá de los límites al crecimiento. (2005) Duch Guillot, Gustavo. El Decrecimiento.
ENERGÍAS Y COMBUSTIBLES ALTERNATIVOS PARA UN DESARROLLO SOSTENIBLE
O
ímos frecuentemente hablar en los medios de cambio climático, biocombustibles, coches híbridos, etc. En general no sabemos mucho de ellos, entre otras cosas, porque los que nos informan tampoco saben mucho. Sin embargo, muchos tenemos ya formada alguna idea: o “el cambio climático es un invento”, o “estamos destruyendo el planeta”, o “¡qué más da si yo no llegaré a ver esos efectos!” y otras parecidas, sin tener claro de qué hablamos y basándonos en lo que hemos oído en la televisión y, a veces, incluso en las tendencias políticas, ¿Qué tendrá que ver ser de izquierdas o de derechas, monárquico o republicano con respetar el entorno del que vivimos? Sabemos que el planeta se ha calentado en los dos últimos siglos, en especial desde los años cincuenta del siglo XX. Hemos demostrado que el efecto invernadero está principalmente condicionado por el CO2. También está claro que la concentración de CO2 ha aumentado por causa del ser humano, más concretamente por el uso de combustibles fósiles (carbón y petróleo) que no cierran el ciclo del carbono como ocurre con la madera. En lo que no nos ponemos de acuerdo es en la causalidad: ¿realmente es sólo el aumento del CO2 la causa de este calentamiento o se debe a uno de esos ciclos naturales como tantos otros que ya ocurrieron antes y después de nuestra llegada? Muchos piensan que no podemos tener ese impacto, que no podemos ser nosotros. Una idea: un coche de baja cilindrada a 80 Km. /h “respira” 1500 litros de aire por minuto, el equivalente a 180 personas1. No sabemos aún que parte del problema es debida al cambio de nuestras costumbres, pero podemos estar seguros de que si aún no somos, pronto seremos
su causa principal. Independientemente de eso somos los únicos en el planeta con capacidad para detener el cambio. Sea o no sea culpa nuestra nosotros vamos a sufrir las consecuencias si no lo evitamos. Ya tenemos intentos más o menos eficaces: la mayor parte de los coches gastan menos que los de hace diez años (aunque sean innecesariamente más potentes), algunos países han aumentado la producción de electricidad a partir de energías renovables como Alemania, en otros los biocombustibles están a la orden del día como en Suecia o en Brasil (donde la mitad del consumo de petróleo se ha sustituido por etanol de origen vegetal) y las casas nuevas en España tienen obligatoriamente paneles en los tejados para calentar agua desde 2007. Pero, ¿vamos a llegar a tiempo? La concienciación de la población ha llevado a que todo lo que tiene la etiqueta de “ecológico” se venda mejor y la falta de información ha permitido que mientras en EE.UU. la producción de etanol a partir de maíz consume más energía de la que genera (y se mantiene a base de subvenciones) en Europa han proliferado los vehículos turbodiésel que al gastar menos combustible emiten menos CO2 pero que debido a su ciclo de combustión emiten más óxidos de nitrógeno y muchísimas más partículas de pequeño tamaño (menos de 10 micras) que se quedan atrapadas en los alvéolos pulmonares y a las cuales ya se les están atribuyendo casos de cáncer de pulmón, considerando sólo algunos ejemplos. Esto nos lleva a la necesidad de evaluar las posibles actuaciones en términos de coste beneficio. Está muy bien la idea de dejar de consumir combustibles fósiles pero hay que saber cómo hacerlo. Si hoy prohibiéramos su uso las consecuencias serian
catastróficas: casas sin calefacción, hambruna por disminución de la producción alimentaria, hospitales saturados y sin electricidad (la mayor parte de la electricidad en España proviene de quemar carbón). Es sólo una hipótesis absurda para mostrar como el coste puede ser mucho mayor que el beneficio si no elegimos los métodos adecuados. Viabilidad de algunas de las medidas más importantes: 1. El hidrógeno: Es el combustible de moda, pero tiene algunos problemas. Su producción requiere mucha energía, y la mayor parte se obtiene de combustibles fósiles lo que no soluciona el problema. Ya hay equipos intentando catalizar la lisis del agua con luz solar para producirlo de una manera eficaz pero eso nos deja con el segundo problema sin resolver: su almacenamiento. El hidrógeno comprimido es muy peligroso, y el hidrógeno liquido se evapora si no se mantiene a menos 253º C. Almacena gran cantidad de energía en relación a su masa, pero su bajísima densidad hace que los volúmenes necesarios sean mucho mayores que con los otros combustibles. 2. Bioetanol: ya está en uso en algunos países. En EE.UU. lo producen a partir del maíz, en Brasil de la caña de azúcar. La producción de etanol de maíz a gran escala es inviable (EE.UU. necesitaría varias veces su superficie para producir el equivalente al petróleo que consume) y la mayor parte de países del mundo no tenemos las condiciones climáticas necesarias para sacar 2 rendimiento al alcohol de caña . Por eso se estudian otras opciones, hay quien investiga plantar bosques transgénicos de los que se obtenga más fácilmente alcohol3 y otros extraerlo también de la celulosa del maíz (actualmente se produce casi exclusivamente del
almidón). Hoy por hoy no parece viable en la mayor parte del mundo. 3. Biodiesel: Seguramente es la opción más fácilmente aplicable en nuestro continente ya que no necesita modificar los motores y su coste a partir de plantas como la colza es equivalente al del gasoil. Se fabrica por la reacción de transesterificación de aceite y metanol. Este proviene del petróleo pero puede ser sustituido por etanol vegetal. En los demás continentes hay muchos menos vehículos diesel por lo que su aplicabilidad es más difícil. También existe la posibilidad de usar aceite vegetal sin modificar (S.V.O.) que es mucho más barato. En este caso los motores sí han de ser modificados. Hay kits para modificar la mayor parte de los coches diesel vendidos en Europa por unos 1000 €4. Estos métodos no evitan totalmente los problemas del diesel (óxidos de nitrógeno y partículas) aunque si los disminuyen.
Biodiesel casero producido en un vaso.
4. La producción de electricidad de energías renovables es prometedora, todavía no se produce más que una mínima parte de lo que podríamos como demuestra el hecho de de Alemania, un país con un clima desfavorable produce mucha más que los países del sur. Los únicos inconvenientes de las centrales solares y eólicas son el impacto visual y la gran superficie necesaria. Las centrales hidroeléctricas sí que suponen una gran alteración al medio y a los habitantes.
5. La energía nuclear también es una alternativa. A pesar de su mala fama cada vez son más los científicos y ecologistas que la apoyan como un buen sustituto de los fósiles5, 6. Se investiga en los reactores reproductores rápidos (FBR) y en la fusión para conseguir energía económica y segura. Parece que el aumento de la población mundial lleva consigo un aumento en el gasto eléctrico mayor que el que podrían aportar las fuentes renovables. 6. Los vehículos eléctricos son una iniciativa importante. Hoy en día son totalmente viables. De hecho llenaron las calles de California entre el año 1997 y 2003, año en que el programa de alquiler de coches eléctricos de GM fue cancelado por presiones de las 7 petroleras . El único problema de estos coches era que su autonomía no pasaba de 200 Km. (más que suficiente para ciudad). Las baterías del EV1 de GM eran de plomo, hoy en día con baterías de níquel metal hidruro podría alcanzar bastante más autonomía. Aún más, algunas empresas ya han desarrollado baterías de aluminio-oxígeno, muy seguras, no contaminantes, con una alta densidad de energía que permite superar los 1000 Km. de autonomía y con un coste por kilómetro inferior al de la gasolina8. 7. Otras ideas, quizás las primeras a considerar son la reforestación y el ahorro energético. Cada planta necesita grandes cantidades de CO2 en su crecimiento que no son liberadas a la atmósfera salvo que se utilicen como combustible (si se pueden utilizar para construcción, papel, etc.). Hasta el punto de que un reciente artículo en Science9 afirma que la cantidad de CO2 evitado por hectárea es mayor plantando bosques que produciendo biodiesel. Y cada uno de nosotros puede vivir igual de bien con un menor gasto de energía:
compra un coche menos potente y no un 4X4, pisa un poco menos el acelerador, utiliza el transporte público cuando sea posible, camina o ve en bicicleta cuando te muevas por ciudad… Todos sabemos lo que podemos hacer y no es mucho esfuerzo. Por último resaltar nuestro papel como consumidores. En el sistema actual las empresas son esclavas de los compradores, esto es: tienen que fabricar e investigar lo que nosotros queremos comprar porque si no, no venden. Si nosotros queremos coches que no contaminen, energía renovable y bombillas de bajo consumo nos las van a dar, porque es la única forma de que les compremos. Por supuesto si intentan vendernos coches verdes y nosotros preferimos deportivos y todoterrenos se irán a la quiebra, por lo que no lo van a hacer. Para poder ejercer este poder necesitamos estar informados, sino nos venderán como ecológico cualquier cosa.
Bibliografía: 1. Manual de automóviles. Arias-Paz. 55ª edición. 2004 2. Sueños verdes. Joel K. Bourne. Nacional Geografic España. Nov 2007 3. How to Make Biofuels Truly Poplar. Science. Vol 315, 9 Febrero 2007 4. Elsbett: www.elsbett.com 5 . The Revenge of Gaia, James Lovelock, 2006. 6. Robert H. Socolow y Stepphen W. Pacala. Princeton University 7. Documental: Who Killed the Electric Car? Chris Paine 2006 8. Métalectrique: www.metalectrique.com y Electro-Chem-Technic: www.ectechnic.co.uk 9. Carbon mitigation by Biofuels or by Saving and Restoring Forests? R. Righelato y D. V. Spracklen. Science. Vol. 317. 17 Agosto 2007
E
MONEGROS; ``MONEY CITY``
l pasado mes de Diciembre presentaron en Orlando el plan de construir un mega-parque temático en Aragón, en el desierto de los Monegros. Este plan consta de 5 parques temáticos, 32 hoteles-casino, un hipódromo, una plaza de toros, un centro de convenciones, 232 restaurantes y 500 comercios. Toda esta macroconstrucción se llevará a cabo en el desierto de los Monegros y ocupará 2000 hectáreas. Este plan que parece aceptar el Gobierno de Aragón atenta contra el desarrollo sostenible y la conservación del medio ambiente, aparte de fomentar un ejemplo de sociedad basado en el juego y el gasto de dinero. Monegros es una de las zonas esteparias mejor conservadas y mayor importancia de Europa. Alberga 4500 especies, que es una de las mayores cifras de especies descritas en un hábitat europeo. Este paraje singular tiene zonas protegidas en las que se han paralizado planes de regadío para la agricultura durante muchos años. El proyecto dañaría indudablemente este paraje, y no permite la conservación del patrimonio natural de Aragón. Aunque de la poca información dada por parte de las autoridades se ha podido decir que el
complejo respetará la zona protegida, claramente podemos afirmar que una construcción de tal envergadura supondrá un impacto ambiental que marcará a toda la comarca; ya que una construcción tan grande produce residuos y gasta energía de manera excesiva. Además, el mantenimiento de tanta instalación supone un coste hídrico inasumible para una zona como ésa y este hecho es incoherente con la Expo 2008 que promueve el uso sostenible y racional del agua. El objetivo del mega-parque es el desarrollo económico de la comarca, el aumento de turismo traerá ingresos económicos y mayor número de puestos de trabajo. Es lógico que los pueblos de la zona quieran un mayor desarrollo, pero en una sociedad europea con una tendencia al respeto del medio ambiente, este es un proyecto superfluo, desarrollador y excesivo. El Gobierno de Aragón debería de promover un desarrollo menos agresivo y menos especulativo, ya que esta clase de propuestas de ocio suelen ser operaciones inmobiliarias para posteriores propuestas de construcción de viviendas en las que el precio aumenta considerablemente. También destacar que el proyecto de ocio es clasista y capitalista, ya que está dirigido a eventos en las que el gasto de dinero es excesivo y sólo unos
pueden acceder “diversiones”.
a
este
tipo
de
Todos estos motivos son suficientes para que mucha gente no estemos de acuerdo con que siga adelante este proyecto, ya que nos negamos a seguir modificando y destruyendo nuestro mundo y nuestra sociedad hacia un modelo de vida en el que la naturaleza ya no existe como tal, los que poseen
dinero se divierten y los que no trabajan para ellos. Bibliografía: Artículo del periódico El País www.ecologistasenaccion.com Fragmento de artículo de opinión de Adena
AGRO COMBUSTIBLES, ¿ALTERNATIVA ENERGÉTICA PARA EL FUTURO?
P
or si alguien se siente un poco desubicado con el concepto... bueno, igual de pez que yo, hasta no hace tanto, empezaré por el principio, definiéndolos como: Combustibles obtenidos a partir de la transformación química de semillas. Bioetanol, a partir de la semilla del maíz y biodiesel, a partir de aceites de semillas oleaginosas como girasol, colza, palma y otras. Si bien es cierto que constituyen una nueva alternativa energética renovable, son a la vez un nuevo producto comercial y por cierto bastante jugoso. Desde su "nacimiento", se empezaron a vender de cara al mercado internacional, y se siguen vendiendo, como una alternativa energética, ecológica y sostenible, que según algunos prometen, nos va a ayudar a “enfriar el planeta”. Bueno, pues si no nos dejamos engañar por esta primera imagen y ahondamos un poquito en sus cualidades vemos que su principal ventaja frente a los combustibles fósiles no es tan maravillosa. Es cierto que de su combustión la emisión es más limpia, con menor proporción de monóxido de carbono, partículas en suspensión y metales pesados... pero... hay más de algún pero que debatir y para poder enterarte tendrás que seguir leyendo...
La política de promoción de energías renovables de la UE establece como objetivo para el 2010 que, sobre el total de carburantes usados para el trasporte entre el 5 y el 10% sean agro combustibles. PERO para que Europa pueda autoabastecerse de semilla para su producción, entre el 11 y el 30% de la tierra actualmente cultivable tendrá que derivarse a producir para ello. ¿ Y qué piensan hacer para que los agricultores decidan hacerlo?. Pues hasta el momento, lo que han decidido es recompensarles con una pobre ayuda de 45 €/hectárea con un limita máximo de superficie subvencionable de 1.500.000 hectáreas para toda la UE. ¡¡Que majos, no!! Bueno, fuera de coñas y en otras palabras. Lo que esto quiere decir es que si no se produce un cambio radical en este planteamiento político, el suministro de materia prima para producir todo el agro combustible que se han propuesto, no será, o al menos no en su mayor parte, de origen europeo. PERO si se siembra lejos de donde se va trasformar, el trasporte, en algunos casos transatlántico y continuado que va suponer y su consiguiente contaminación carbónica o... espera, espera, eh?? Para trasportar esto que tipo de combustible pensaran usar, del fósil que emitía metales o de este nuevo tan ecológico
que se hace con semillas???? (Eso sin sumar el coste energético del procesado de las semillas hasta que se convierten en energía liquida... Ahh sí, estábamos preocupados porque en Europa no damos abasto para autoabastecer nuestra propia producción. PERO, que estarán haciendo mientras nuestras queridas grandes compañías energéticas, pues... pensar en ti... como saco de dinero sin cerebro eeh, perdón, como consumidor. Ya han comenzado a jugar en el juego del agro combustible y no precisamente moviendo las peores fichas. La elevada perspectiva de consumo que se ha propuesto la UE (por seguir centrándonos en o de lo que formamos parte), las ventajas fiscales de cara a su comercialización por ser energías renovables y más limpias, y la proximidad de los precios de los combustibles fósiles y los agro, han atraído a gigantes petrolíferos de todo el mundo. En España compañías como Iberdrola, Ebro Puleva, Duro Felguera y, cómo no, la alianza corporativa más importante del mundo en este sector, Repsol. YPF y Acciona, son las principales inversoras. Bueno, por fin empiezo a entender... y... a sí!! Seguimos sin saber de dónde viene la semilla que van a procesar nuestras colegas las petro. Pues, para suministrar de materia prima este mercado se están abasteciendo de forma que no solo contribuyen bastante poco a frenar el cambio climático sino que más bien van a conseguir aumentarlo. ¿Xq? Pues porque lo que ya están haciendo es comprar las semillas a las partes el mundo donde se producen más baratas, a costa de... PERO que sorpresa!!! Del medio ambiente y los derechos humanos. Y ahora prepárate porque te llevo de viaje, a grandes áreas de la región Asia Pacifico donde están asistiendo a la destrucción de sus bosques para usar esos suelos en el cultivo de palma destinada a la producción de biodiesel.
Entonces? Pero el objetivo no era frenar el calentamiento global que es lo que hacen las plantas cuando hacen la fotosíntesis? Me estoy liando o se están cargando parte de los pulmones de nuestro planeta, que por cierto también es mío y de los campesinos de esas y otras zonas como algunas regiones de Colombia donde ya existen casos documentados de campesinos que están siendo expulsados y expropiados de sus tierras. Condenados a la migración hacia las grandes urbes de sus países a vivir en chabolas hacinados en el extrarradio y sobreviviendo y/o muriendo como mendigos al verse arrebatados de su medio de subsistencia. Ellos y sus familias, porque aunque vivan lejos y cuando apagamos la tele desaparecen también tienen familia, como nosotros que casualidad. Aunque también está la opción emigrar de su país a los nuestros, en vuelos privados donde azafatos que están buenísimos les sirven copas de champán, a no, que era en patera, para toparse con una realidad que fíjate por donde ya si, vamos conociendo. Otras regiones donde se está desviando el cultivo hacia la producción energética son Ghana, Sudáfrica y Madagascar en África y, Argentina y Paraguay en Sudamérica (cultivos de soja transgénica). Todas ellas regiones donde la mano de obra es barata (o infantil o esclava...), la protección de los bosques es nula y el cultivo de transgénicos esta mas que implantado.................................................... ......................................................................... Un par de líneas para respirar hondo y seguir, pero no te preocupes porque ahora viene la fase en la cual nuestra conciencia de consumidor europeo estará tranquila y satisfecha creyendo que si llenamos nuestros tanques de gasolina con loa agro combustibles estamos contribuyendo a cuidar el medio ambiente cuando a lo que realmente estamos contribuyendo, cuales marionetas manejables de trapo,
a la deforestación masiva, la esclavización y el hambre, porque no olvidemos que esos países el suelo agrícola productor de alimentos se está viendo comprometido y usado para llenar los depósitos de nuestros coches...mientras allá, mueren de hambre.
Bueno, ya cabo la pesadilla, ahora ya no tienes porque preocuparte mas por ellos puedes aportar tus ojos de estas letras y todo seguirá como antes....aunque pensándolo bien, joder, si has seguido leyendo hasta aquí, si has llegado hasta aquí quiere decir algo. Piénsalo. Bibliografía: Ponencias de política agraria sobre los biocombustibles del XII congreso del sindicato agrario de Aragón U.A.G.A/ COAG.
LEYENDAS Y REALIDAD DE FORMIGAL
C
uentan que había una vez, en el principio de los tiempos, dos montes pequeños y pobres: Anayet y Arafita, aunque felices por su honradez y sencillez... y por su bella hija, Culibilla, la montaña más hermosa del Pirineo.
armonía. Esta feliz convivencia era debida en parte a Labal, un enorme caballo encargado de administrar los recursos del valle equitativamente entre todos sus habitantes.
Pero un día Balaitús, un monte fuerte y temido por todos, quiso quedarse con ella. Así que se plantó ante Culibilla, y ésta, que no amaba a Balaitús gritó “A mí las hormigas” y todas las hormigas blancas del Pirineo cubrieron a Culibilla para salvarla de Balaitús. Este, asustado, emprendió la huida. Culibilla, agradeció a las hormigas clavándose un puñal en su pecho para guardar allí a todas las hormigas (el forau de Peña Foratata, en forma de hormiguero), por eso no se encuentra ninguna hormiga en sus alrededores. Y Culibilla se hizo llamar desde entonces, en honor a las hormigas: Formigal. (Leyenda popular del Pirineo) Así, el valle de Formigal se fue transformando a lo largo de los años en un próspero valle, donde todos los seres que lo habitaban convivían en total
Labal era un hermoso caballo, con un brillante pelaje marrón y de unas dimensiones y fortaleza mucho mayores que el resto de los caballos que crecían y vivían en el lugar. Todos querían mucho a Labal, pues desarrollaba esa labor desde tiempos inmemoriales, y desde entonces no había existido una flor que no disfrutara de su ración de sol, una seta que pasara sed, o lobo o rabosa que no disfrutaran de su cena diaria… Así Formigal se convirtió poco a poco en la envidia de los habitantes de las tierras planas del sur, que en numerosas ocasiones sufrían sed o la furia del fuego. En cambio estas desgracias nunca
llegaban a las montañas, aquí nada podía alterar la dichosa vida de los seres formigalenses… y nada la alteró durante millones de años.
observarlo desde las alturas bramando a los cuatro vientos con su poderosa voz…cuentan que en ocasiones, estos gritos eran escuchados de mar a mar.
Sin embargo, hace escasamente unos años algo acabó con la tranquilidad de Formigal: un gigante, que ninguno de los animalitos ni plantas había visto jamás, irrumpió con fuerza y sin piedad en el valle: sarrios, marmotas, culebras y otros afortunados animales que podían desplazarse, huyeron rápidamente hacia valles más seguros, incluidos los caballos. Los seres que no tuvieron esa suerte, se quedaron resignados esperando su muerte, que no tardaría en llegar.
Formigal era ya la comidilla de todo el Pirineo, pues jamás una desgracia así había acontecido en la historia de esas montañas. En todo momento se podía observar a Anayet y Arafita llorando tímidamente, siendo obligadas a permanecer inmóviles mirando constantemente cómo ese despiadado ser acababa de matarlas por dentro y por fuera; Midi d’Ossau contemplaba desde la lejanía con los ojos desorbitados, pues jamás desde su seguro refugio francés hubiera imaginado una atrocidad similar. Desde enfrente se emitían los desgarradores gritos de impotencia de los mayores: Argualas, Balaitús y los Infiernos se sentían inmensamente pequeños ante ese gigante, que estaba torturando a su hermanita pequeña, sin que ellos pudieran hacer nada más que
Así este gigante, de cuerpo más duro que la más dura de las rocas; creció y se multiplicó a lo largo y ancho de todo el valle, expandiendo incluso su imperio por valles cercanos extendiéndose como un cáncer, sin que nada ni nadie pudieran evitarlo. Sus ataques eran muy diversos, agrediendo sin piedad todas las formas de la naturaleza que se le cruzaban en el camino: creaba enormes agujeros que inundaba de agua, excavaba laderas arrasando con la vegetación y fauna, crecían torres altas hasta el cielo, emergían hierros por doquier… en unos pocos años el valle estaba en completa decadencia: en la época de pastos el gigante dormía apaciblemente sobre su recién destruido e irrecuperable feudo, pero cuando las nieves comenzaban a cubrirlo todo, iniciaba su época de reproducción, y ese desierto de tierra y hierros en el que se había convertido Formigal, se llenaba de pequeñas criaturas que terminaban de arrasar con lo poco que quedaba en el lugar… Pero no todos los animales abandonaron el lugar: Labal resistió heroicamente durante los largos años de decadencia de su amada tierra, pues no concebía una vida en ningún otro lugar. Así, año tras año vagaba sin rumbo arriba y abajo de sus montañas, buscando pastos agujereando el
cemento, cobijándose al abrigo de las nuevas instalaciones, buscando a algún otro ser, que como él, no se hubiera resignado a la huída y quisiera luchar por esa tierra que fue suya durante tantos años; consumiéndose poco a poco… Ayer encontré a Labal. Yo paseaba casualmente por esos valles, con el corazón desgarrado y con la misma impotencia que he intentado
plasmar en esta historia. Yacía muerto ahorcado entre los hierros, no sé si accidental o intencionadamente. Nadie había velando su cuerpo, a excepción de enormes bandadas de buitres, que como un perfecto símil con la situación que vive el alto valle de Tena, se acercaban procedentes de todas las direcciones advirtiendo el olor a carne muerta y podredumbre, exigiendo su parte del botín.
Al fondo del valle, el nuevo administrador exhibía con orgullo su bandera:
Bienvenido a ARAMÓN Formigal , decía.
ARAMON: Encargado de la exposición “El Mundo de Hielo y la Montaña” en la Expo 2008.
Uno de tantos montañeros preocupados, Escrito en Sallent de Gállego, septiembre de 2006, durante las obras de ampliación de la pista de Espelunziecha
E
RECICLAJE LITERARIO
n estos tiempos en que las telecomunicaciones están a la orden del día, y en los que –parece ser- vamos tomando conciencia de las condiciones en que tenemos esta gran casa que es el planeta, ¿cómo es que ningún ecologista se ha acordado de la literatura? Tal vez debería formular la pregunta al revés: ¿cómo es que ningún escritor –o editor- se ha acordado de la ecología? No me malinterpretéis; lo que quiero decir es que nuestro material de curro son el papel y la tinta y, a veces, por comodidad, no nos gusta lo que acabamos de escribir (o imprimir) y, sin pensarlo más, arrugamos la hoja apenas manchada y la tiramos al cubo de la basura. A simple vista no parece mucho, pero vamos a recordar que somos bastantes haciendo lo mismo… sin mencionar la inconsciente costumbre de revisar los escritos sobre un papel impreso. Por muy pocos errores que corrijamos, después vamos a imprimirlo de nuevo… Pero no es esta la única causa, ni la más grave. Habrá, estoy segura, escritores que apenas utilicen el papel. No obstante, a la hora de sacar a la luz la obra (concursos, registro de propiedad...), se hace imprescindible la impresión y, con ella, empezamos a talar árboles a golpe de pluma. No exagero; analicemos, si no, las bases de cualquier certamen literario, y encontraremos, en definitiva, las mismas indicaciones: varios ejemplares impresos en papel DIN-A4, a doble espacio y por una sola cara, más lo que se le añada como particular. Un ejemplo muy corriente es no devolver los ejemplares una vez fallado el concurso, lo cual no tiene ninguna utilidad para nadie. ¿No se contradicen apoyando, por un lado la conservación de los bosques, y por otro exigiendo tales condiciones para poder concursar? Pensemos que
una novela, impresa tal como piden, pesará como media unos 300 g, y si se piden 4 ejemplares son ya más de un kg de papel. Veamos entonces cómo también los precios se disparan a la hora de enviarlo al lugar de la convocatoria. Comprobemos cómo se disparan aún más los números al multiplicar dicha masa de papel por el número de concursantes en un certamen nacional… ¿Realmente todos esos árboles tienen culpa de algo?
Talamos árboles a golpe de pluma. Entiendo que sea más cómodo para el jurado; que luego se destinen los no premiados al reciclaje, pero a veces olvidamos que el proceso de reciclado también contamina lo suyo, y que, por mucho que se recicle, sigue siendo papel desaprovechado. ¿Es realmente necesario utilizar tanto papel, pudiendo evitar precios tan elevados a la Naturaleza y a nuestra economía? ¿No sería más sensato –ya que el papel es un lujo, y su uso debería restringirse a aquello que queremos de verdad conservarmantener la obra digitalizada en un disquete o CD? Un documento de Word apenas ocupa espacio, y un soporte digital puede contener varios sin ningún problema. Hoy en día cualquiera puede acceder a un ordenador, de modo que se podrían pedir CDs en los concursos; incluso uno para cada miembro del jurado. Sería más económico, especialmente en los de novela y relato largo, ya que cuestan muy poco y, al ser ligeros, su envío es también más barato. Además, algunos pueden reutilizarse.
Cierto es que el número de hojas y todas las pautas que se exigen, son un modo de regular los escritos dentro de una extensión determinada; pero vuelvo al ordenador: ¿no contamos con la era de la tecnología? En el propio Word hay funciones para contar las páginas, líneas, palabras e incluso los caracteres de un escrito; además de que las pautas que se piden pueden mantenerse en un documento no impreso.
Hagamos, pues, un buen uso –y por tanto, una compensación a nuestra Madre Naturaleza por todo lo que le quitamos- del ordenador, entre otros “avances”. Pidamos a aquellas editoriales, entidades, etc, autores de certámenes, que los organicen respetuosamente, tanto hacia nuestros atacados bosques, como para el bolsillo de los escritores.
Sara Olariaga.
NO PUEDO SINO PEDIROS PERDÓN. Aun no os conozco, no habéis nacido, y os debo tanto, todos nosotros os lo debemos. Sois hijos de mis hijos y sus nietos nacidos; Y os pido perdón, perdón por el derroche. Perdón por la desidia. Perdón desde una sociedad rica y consumista que vive en una irreal abundancia a costa de lo que os pertenece a vosotros, los que estáis por venir. Perdón por contaminar vuestras aguas, por quemar vuestros bosques, por arrasar la tierra yerma que habéis de heredar. Perdón por no ser capaces de reaccionar, de ver más allá, de pensar en vosotros. No quisimos hacerlo, no quisimos pensar que arrancamos de la tierra la energía que os pertenecía y solo devolvemos humo, veneno en el aire, veneno en la tierra y veneno en el mar. No supimos darnos cuenta de que todo era un sueño irreal y estábamos quemando vuestro futuro. Pudimos hacerlo, gastar menos, vivir con menos, derrochar menos ¿Por qué no lo hemos hecho? Nuestra opulenta vida ha condicionado la vuestra. No sé qué será de vosotros no sé si os quedara algo. No sé, corazones que aun no laten, ojos que espero algún día puedan ver algo más que desierto y dolor en su tierra muerta. Por eso y mucho más hijos de mis hijos, sangre de mi sangre, no puedo sino pediros perdón.
Sara Calderón
Por qué soy vegano A veces, cuando tengo que comer con gente que no conozco, alguien me pregunta "¿No comes carne?" le respondo "No", "y pescado tampoco?". "Tampoco". "¿Y huevos o leche?", "No consumo nada de origen animal". Si veo que la persona sigue interesada le aconsejo que vea Earthlings, un documental ameno que explica los motivos de nuestra forma de vida y que se encuentra en Youtube doblado al castellano. Si esa persona me empieza a hacer observaciones tipo "pero los animales comen otros animales", "las plantas también sufren" o "tienes que tener muchas carencias", entonces le aconsejo que lean el libro Liberación Animal, de Peter Singer. El libro que cambió totalmente mi forma de ver al resto de animales. Pero, ¿Por qué soy vegano?, ¿Por qué alguien decide privarse de la “satisfacción” de comer carne, saborear el queso o llevar una cazadora de cuero? Hay tantos motivos que no se por cual empezar. En primer lugar diré que respeto profundamente el derecho a la vida y a la libertad de todo individuo capaz de disfrutar de esa vida y esa libertad. Todos los animales contamos con esa capacidad y por ello yo respeto a todos los animales como individuos, y no en función de los beneficios que aportan a los seres humanos. El movimiento por la Liberación Animal, al igual que el movimiento de liberación de la mujer o los movimientos contra el racismo, se apoya en el principio ético de igualdad. Este principio dice que “el sufrimiento de un individuo debe medirse según su intensidad y duración, no según la inteligencia, raza, o sexo del que lo padece”. O dicho de otra manera “Trata a los individuos por sus necesidades, no según sus capacidades, raza, sexo o especie”. La publicación del libro Liberación Animal, o más tarde el documental Earthlings, supuso un gran impacto social, ya que ponía al mismo nivel los intereses de los perros (por ejemplo) a los intereses de los humanos. Lo mismo ocurrió la primera vez que se dijo que los negros tenían que ser respetados igual que los blancos, pero poco a poco se ha ido asumiendo el principio ético de igualdad dentro de nuestra especie. Sin embargo, el especismo (la discriminación en base a la especie) no se cuestiona a escala social. Esto no se debe a que los individuos de otras especies no sufra la explotación a la que le someten los humanos, o a que no tengan interés en vivir, sino a otros dos motivos. En primer lugar el resto de especies no cuentan con la posibilidad de autodefenderse y en segundo lugar prácticamente la totalidad de la población humana obtiene un beneficio directo de la explotación animal, un beneficio al que pocos quieren renunciar. Empecé a reflexionar sobre todas estas ideas cuando leí el libro de Peter Singer y decidí hacerme vegetariano, para más tarde optar por una vida totalmente libre de explotación animal, el veganismo. Pero hoy en día mi concepto de veganismo es mucho más sentimental que filosófico. Cuando veo a mi perro jugar y disfrutar de la vida, pienso “cómo alguien puede comerse a un animal, simplemente por no pertenecer a su especie”. O cuando veo un camión de cerdos de camino al matadero pienso “ni el trozo de carne más sabroso del mundo compensaría el sentimiento de pensar que soy cómplice de lo que se les está haciendo a esos individuos. Aunque al principio me costó dar el primer paso hacia el veganismo, hoy me siento tremendamente afortunado de haber leído ese libro, y gracias a él haber roto con los prejuicios especistas con los que he sido educado y con los que me ha bombardeado la sociedad desde que nací. Me siento feliz por no ver a un cerdo como un filete sino como un individuo con capacidad de disfrutar de la vida, como un individuo capaz de amar a sus crías, capaz de jugar. Como un individuo igual a mí, pero diferente.
yo sostengo que el soñar continúa siendo una práctica subversiva, con una deliciosa, pero lícita, peligrosidad; un hábito difícil de erradicar, cuya ternura y perseverancia sigue teniendo la innata capacidad de conmover y abrir ranuras, por pequeñas que sean, en corazas bien armadas y aparentemente impenetrables. Gioconda Belli
Condiciones: 1- No simples reflexiones personales sino comentarios basados en una noticia objetiva: Especifica fecha, lugar, fuente de información, autor y título. 2- fecha límite de entrega: 2 de marzo.
Temas (con posibles modificaciones): 1ªedición: ecología; 2ª edición: globalización y consumo; 3ª edición: salud pública y sistema sanitario; 4ª edición: refugiados; 5ª edición industria farmacéutica y salud; 6ª edición: explotación animal.
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