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Desafíos de la medicina ante las personas transgénero – rol de la atención primaria
Desafíos de la medicina ante las personas transgénero
– rol de la atención primaria –
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Dra. Cristina Alonso
Especialista en Endocrinología. Médico Internista.
Ex Profesora Adjunta de Endocrinología y Metabolismo
Facultad de Medicina. Universidad de la República.
Consultante de Clínica Medpoint
Montevideo, Uruguay
Resumen. El acceso al cuidado de salud de las personas transgénero se ha visto incrementado en los últimos años, por lo que el médico general y el internista deben encarar adecuadamente algunos aspectos particulares de esta población. El conocimiento de los efectos deseables y adversos del tratamiento hormonal y la detección precoz de morbilidades asociadas, propias de la situación de vulnerabilidad de esta población, son de gran relevancia en el encare clínico y terapéutico. Abstract. Access to health care for transgender people has increased in recent years. For this reason the general practitioner and internist must consider some particular aspects of this population. The knowledge of the desirable and adverse effects of hormonal treatment and the early detection of associated morbidities typical of the situation of vulnerability of this population, are both of great importance for the clinical and therapeutic approach.
Palabras clave: persona trans, identidad de género, tratamiento feminizante, tratamiento masculinizante. Key words: transgender, gender Identity, feminizing hormone therapy, masculinizing hormone therapy.
Introducción
Las personas transgénero (o abreviadamente trans) incluyen un amplio grupo de individuos cuya identidad de género es diferente al asignado al nacimiento por sus genitales. Por el contrario, en las personas cisgénero la identidad de género es congruente con el sexo biológico. Nos referimos como mujer trans a aquella persona que habiendo sido asignada con sexo masculino, se identifica con el femenino y quiere vivir como mujer; y como hombre trans la situación inversa. Algunas personas no se identifican como mujer ni hombre o se identifican con ambos; este grupo suele denominarse no binario o “genderqueer”. La orientación sexual en la población trans (al igual que en la cis) puede ser homo, hetero o bisexual.
Prevalencia
La información disponible actualmente es poco precisa. La prevalencia informada en diferentes estudios varía según la definición usada para calificar a la persona como transgénero. En informes estadísticos poblacionales, esta población queda excluida porque muchas veces no se incluye otra opción que masculino/femenino. La mayoría de las investigaciones publicadas, suelen referirse a aquellos pacientes que solicitaron atención para tratamiento hormonal o cirugía, sin considerar que un alto porcentaje de personas transgénero se automedican hormonalmente y no asisten a centros de salud(1,2) . En los últimos años, varios reportes sugieren que entre el 0,3-0,6% de la población adulta es transgénero(3-5) . Es muy probable que estos valores subestimen la prevalencia real. Si se consideran aquellos estudios basados en el autoreporte, la población trans podría alcanzar aproximadamente a 871 individuos por 100.000(2) . En Uruguay, el Primer Censo Nacional de Personas Trans realizado en el 2016 por el MIDES (Ministerio de Desarrollo Social), relevó un total de 937 personas trans.
Rol del médico general/internista
Las consultas de las personas trans en los centros de salud han aumentado paulatinamente en los últimos años, tanto en Uruguay, como a nivel internacional. Por este motivo, es importante que el médico de primer nivel conozca la terminología empleada, tenga un trato médico legal adecuado y conozca el tipo de seguimiento médico integral que requieren. Estas personas tienen derecho a ser llamadas por su nombre social y de acuerdo con su identidad de género en los servicios de salud, independientemente de que tengan o no hecho el cambio de nombre y sexo registral. Este nombre deberá ser escrito en la historia clínica(6-8) . No todos los individuos trans solicitarán tratamiento hormonal. Algunos logran conformidad con un abordaje cosmetológico solamente. Otros requieren la hormonización, y un porcentaje menor puede necesitar intervenciones quirúrgicas; genitales, mamarias o faciales. Se debe indagar acerca de la automedicación, ya que existe un importante grupo, sobretodo de mujeres trans, que se autoadministran anticonceptivos vía oral u otros preparados estrogénicos parenterales. Frente a la solicitud de la persona trans para realizar tratamiento hormonal, si el médico no está formado en esta área, lo derivará a endocrinólogo o médico entrenado en este manejo, pero es importante que mantenga el vínculo para el cuidado integral de la salud del individuo. También se debe preguntar acerca de uso de inyecciones de siliconas, práctica que muchas veces se realiza fuera de centros de salud sin las medidas de asepsia adecuada, y por ende, con mayor riesgo de infecciones. La historia de salud sexual debe iniciarse gradualmente en las diferentes consultas. Es necesario conocer las conductas sexuales para evaluar el riesgo de infecciones de transmisión sexual y así poder determinar qué tipo de screening de infecciones es el adecuado.
Contraindicaciones del tratamiento hormonal feminizante (10-12) • Enfermedad tromboembólica • Cáncer de mama • Hepatopatía severa • Cardiopatia isquémica • Enfermedad cerebrovascular • Macroprolactinoma • Hipertrigliceridemia severa
Cuadro 1
Si se constatan elementos de ansiedad-depresión se debe realizar la interconsulta correspondiente con el equipo de salud mental. También se debe estar alerta ante el uso de sustancias tóxicas(9).
Son varias las organizaciones de profesionales que han redactado guías de manejo de individuos transgénero: Sociedad de Endocrinología (Endocrine Society) (12), Asociación Mundial de Profesionales para la Salud Transgénero (World Professional Association for Transgender Health-WPATH-)(13), Centro de Excelencia para la Salud Transgénero, Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, entre otras. Antes de iniciar cualquier tratamiento hormonal, es importante: • conocer las contraindicaciones (ver cuadro 1 y 2), • realizar una valoración paraclínica inicial (ver cuadro 3), así como la • lectura detallada y firma del consentimiento informado. El tratamiento se focaliza en dos aspectos: la eliminación (o atenuación) de los caracteres sexuales secundarios y la inducción de los caracteres del sexo con el que se identifica. Es importante conocer a priori cuales objetivos pueden ser alcanzables, para no generar falsas expectativas con el tratamiento.
Tratamiento feminizante
Los cambios aparecen luego de semanas o meses de iniciado el mismo. El incremento del tamaño de la glándula mamaria es progresivo y alcanza el máximo después de los 18-24 meses. El desarrollo mamario es variable, dependiendo de factores genéticos. El efecto es juzgado como insatisfactorio en cerca del 50%, por lo que recurren a implante mamario. En estos casos, es preferible esperar al menos un año de tratamiento antes de recomendar la cirugía(12-16) .
Contraindicaciones del tratamiento hormonal masculinizante(10-12) • Eritrocitosis (Hto>50%) • Cáncer de mama o útero • Hepatopatía severa • Cardiopatía isquémica • Enfermedad cerebrovascular
Cuadro 2
La reducción del vello andrógeno dependiente es bastante efectiva en el tronco y miembros, pero tiene un efecto limitado en cara. En la mayoría de los casos debe complementarse con tratamientos cosmetológicos (depilación por electrólisis, láser o luz pulsada)(17) . Se ha demostrado incremento en la grasa visceral y subcutánea, pero los cambios en el tejido adiposo son a menudo insuficientes para conferir un verdadero hábito femenino. El peso suele aumentar(18). Suele constatarse mayor emotividad. No se observan cambios en las propiedades de la voz, por lo que en algunos casos recurren a foniatría para terapia del habla. Puede haber reducción de la libido y disfunción eréctil. Algunas mujeres transgénero optan por reducir las dosis de hormonas para equilibrar el grado de feminización con el nivel de la función sexual, mientras que otras informan que no es necesario realizar ajustes de dosis. El volumen testicular se reduce en 25% dentro del primer año, y con el tiempo, se produce un deterioro de la espermatogénesis. Por este motivo, se debe discutir la eventual criopreservación de esperma(12,14,15) . El tratamiento incluye la asociación de estrógeno y antiandrógeno (ver cuadro 4). El estrógeno de elección en nuestro medio es el valerato de estradiol. Dosis altas de estrógenos generan mayores efectos secundarios y no determinan mejores resultados(8,12,14,19-21). Por ello, hay que ser prudente y no utilizar más dosis de las aconsejadas. En mayores de 40 años puede optarse por disminuir la dosis de estrógenos en aquellos pacientes con factores de riesgo para eventos tromboembólicos, o en su defecto considerar presentaciones de aplicación tópica (ungüentos, cremas, etc). El etinilestradiol (estrógeno de la mayoría de los anticonceptivos) no debe emplearse porque aumenta el riesgo cardiovascular y de tromboembolismo venoso(22) . Los antiandrógenos disponibles son la espironolactona y acetato de ciproterona. Ellos se suspenderán en las mujeres trans gonadectomizadas(12,14,16) .
Tratamiento masculinizante
Los primeros efectos suelen verse al cabo de 2 o 3 meses de tratamiento. La piel se vuelve más sebácea, incluso con lesiones de acné, y empieza a aparecer vello grueso y oscuro de disposición masculina(23) . La menstruación cesa en los primeros meses. El clítoris aumenta de tamaño, pero solo en algunas personas tiene un crecimiento muy marcado. La mayoría de los sujetos notarán un aumento en el deseo sexual(24) . El tratamiento prolongado con andrógenos determina una atrofia del endometrio, generalmente menos intensa que la observada en el útero de la postmenopáusica. El aspecto macroscópico del ovario es de tipo poliquístico. La voz se vuelve más grave(12-16) . La grasa subcutánea disminuye, pero aumenta la grasa abdominal. El aumento en la masa corporal magra es en promedio de 4 kg, y el aumento en el peso corporal puede ser mayor(16) . El efecto androgénico completo puede tomar 2-4 años y a veces más tiempo. Los resultados individuales dependen de factores genéticos, familiares y raciales(15,25) . La testosterona puede administrarse por vía intramuscular o transdérmica. No se recomiendan preparaciones vía oral por su eventual hepatotoxicidad(26) (ver cuadro 4).
EVALUACIÓN INICIAL(12,14) • Hemograma, glucemia, lipidograma, creatinemia, funcional y enzimograma hepático. • FSH, LH, testosterona, estradiol • Prolactina • Ecografía pelviana • PSA (en mujer trans, igual que en hombre cis)
Cuadro 3
Seguimiento
En las consultas se debe controlar peso y presión arterial, junto al examen físico completo. Se evaluarán posibles efectos adversos y se titulará el tratamiento hormonal. La mayoría de las pruebas de detección y prevención de enfermedades crónicas en pacientes transgénero son las mismas que las realizadas en la población general; pero existen algunas peculiaridades que deben conocerse, sobretodo vinculadas al uso prolongado de tratamiento hormonal feminizante o masculinizante.
Riesgo cardiovascular
Si bien suele mencionarse el incremento de riesgo vascular con el tratamiento hormonal, en realidad, los efectos a largo plazo de estos tratamientos en la enfermedad cardiovascular no están claros. Existe alguna evidencia de que el tratamiento feminizante genera efectos perjudiciales sobre factores de riesgo (lípidos y resistencia a la insulina)(22) y podría estar asociado a un aumento de la morbi-mortalidad por enfermedad cardiovascular (16.27). Sin embargo, es posible que estos estudios no hayan controlado otros factores de riesgo, como la edad avanzada y el tabaquismo. Por otra parte, no se ha constatado un aumento en los eventos cardiovasculares con el tratamiento masculinizante(16) . Varios estudios han demostrado un incremento de riesgo de enfermedad tromboembólica, sobretodo en
MUJER TRANS
• Estrógenos ű Valerato de estradiol v/o 2-6 mg/d
ű Parches transdérmicos 0,025-0,2 mg/d
• Antiandrógenos ű Espironolactona v/o 100-300 mg/d ű Acetato de ciproterona v/o 25-100 mg/d HOMBRE TRANS • Enantato de testosterona i/m 100-250 mg c/2-4 semanas • Undecanoato de testosterona i/m 1000 mg c/10-12 semanas • Gel de testosterona 50-100 mg/día
Cuadro 4
mujeres trans recibiendo estrógenos(12), complicación que era significativamente mayor cuando se utilizaba etinilestradiol a dosis de 50 mg o más por día(28). La edad mayor de 40 años, el tabaquismo, sedentarismo y obesidad incrementan esta probabilidad. Aunque no disponemos de datos fehacientes acerca de la conducta a tomar en mujeres trans que se someten a cirugía, se sugiere suspender los estrógenos 2-4 semanas antes de una cirugía mayor con inmovilización y reanudarlos una vez que deambule. La incidencia de trombofilias parece ser la misma que la población general. El screening pretratamiento no se sugiere(12) .
Metabolismo glucídico
El cribado es el mismo que para la población no transgénero, recordando que las mujeres trans que reciben terapia con estrógenos pueden tener un mayor riesgo de diabetes debido al aumento de la resistencia a la insulina, el aumento de peso y aumento de la grasa corporal. Asimismo, los hombres transgénero con síndrome de ovario poliquístico (SOP) tienen más prevalencia de diabetes y el uso de testosterona aumenta la grasa visceral(12,27) .
Metabolismo lipídico
Es conocido el efecto del tratamiento estrogénico sobre el aumento de triglicéridos, motivo por el cual debe evitarse en las personas con hipertrigliceridemia
familiar(8,12,29) . La terapia con testosterona en hombres transgénero suele disminuir el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL); sin cambios o, más comúnmente, con aumento en el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL)(15,30) .
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Enzimas hepáticas
Al inicio del tratamiento puede observarse un aumento de las transaminasas. Tal movimiento enzimático es generalmente transitorio y se resuelve espontánea-
mente(11,15,26) . Complicaciones graves son excepcionales(14) .
Masa ósea
La pérdida de masa ósea es más probable después de la gonadectomía en aquellos pacientes con otros factores de riesgo y en los que no están totalmente adheridos a la terapia hormonal. Para la detección de osteoporosis se utilizan escáneres de absorciometría de rayos X de energía dual (DXA). Las mediciones de densidad ósea para hombres transgénero deben compararse con los estándares masculinos (y las mujeres transgénero con estándares femeninos). En individuos con bajo riesgo se sugiere realización de DXA a partir de los 60 años(12) . Los que se hayan sometido a una gonadectomía y tengan un historial de al menos cinco años sin reemplazo hormonal deben someterse a exámenes de detección, independientemente de la edad(31) .
Las recomendaciones para la detección de infecciones de transmisión sexual (ITS) son las mismas que para los individuos no transgénero. En la población trans es particularmente importante tener una buena historia sexual, ya que la evaluación debe basarse en la anatomía (esta puede variar si se realizó genitoplastia), los comportamientos y el número de parejas sexuales.
Fertilidad
El tratamiento hormonal a largo plazo puede deteriorar la fertilidad en mujeres y hombres trans. Por esta razón, es conveniente analizar antes de iniciar cualquier terapia, la criopreservación de esperma o la crioconservación de ovocitos respectivamente.
Consideraciones específicas en mujeres trans
Las concentraciones de estradiol deben monitorearse para evitar niveles suprafisiológicos. En los que están recibiendo espironolactona debe controlarse el nivel de potasio. El uso concomitante de otros diuréticos ahorradores de potasio puede acentuar el riesgo de hiperpotasemia. La prolactina puede aumentar por la ingesta de estrógenos. La resonancia magnética de cráneo con enfoque selar solamente está indicada si la hiperprolactinemia persiste a pesar de la suspensión del tratamiento(10,14) . Se han descrito casos de prolactinoma con el uso de altas dosis de estrógenos, aunque no puede inferirse una relación directa entre la terapia y la inducción de prolactinoma(32) . Se recomienda autoexamen mamario y mamografía en aquellas mujeres trans ≥ de 50 años, con tratamiento
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Consideraciones específicas en hombres trans
Las concentraciones séricas de testosterona deben mantenerse en el rango fisiológico masculino. El efecto más comúnmente observado con el tratamiento androgénico es la eritrocitosis. Un hematocrito superior al 50% debe alertar a la suspensión de la testosterona, disminución de dosis, o cambio de vía de administración, optando por presentaciones tópicas. El screening de cáncer de mama se realiza según las mismas recomendaciones que para la mujer biológica. Los hombres transgénero que se han sometido a una mastectomía no requieren mamografía, pero el examen mamario puede ser importante para una vigilancia adecuada(10,31) . El screening de cáncer de cuello uterino, si es posible, debe realizarse como está pautado en la población no transgénero. No hay evidencia de que la testosterona aumente o reduzca el riesgo de cáncer cervical. Sin embargo, la testosterona puede afectar el rendimiento de la prueba de Papanicolaou ya que genera cambios similares a la displasia atrófica en el epitelio cervical; por este motivo, el patólogo debe ser informado del estado hormonal del paciente(35) . La colpocitología puede ser traumática para muchos hombres transgénero. Para aquellos sin antecedentes de actividad sexual que implique penetración vaginal, es razonable informar sobre los riesgos de diferir el examen de detección del cáncer cervical, que puede variar según los comportamientos sexuales.
Conclusiones
Asistimos a una mayor consulta de la población trans; por este motivo, el médico de primer nivel debe conocer aspectos generales de tratamiento y seguimiento, que redunden en el mejor manejo de esta población. Si bien hasta el momento, los datos acerca del impacto hormonal en la enfermedad cardiovascular son contradictorios, hasta no disponer de mayor información, el objetivo es controlar los factores de riesgo vascular y estimular un estilo de vida saludable (cuidados nutricionales para mantener el normopeso, realizar actividad física y evitar consumo de tabaco u otras sustancias tóxicas).
Recibido: 19/04/19 Aprobado: 20/05/19
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