¡No quiere el biberón! ¿qué hacer? El paso del pecho al biberón no siempre es fácil para todos los bebés. Acostumbrados a recibir la leche en contacto directo con la piel de su madre, a algunos les cuesta aceptar el cambio. Si estás a punto de dar ese paso, presta atención a estos consejos. Pueden ayudarte a que la transición resulte más fácil. Los expertos en nutrición infantil recomiendan que los niños sean amamantados hasta los seis meses. Es lo ideal, pues la leche materna provee al bebé de todos los nutrientes necesarios durante esta etapa y le protege de muchas enfermedades. Sin embargo, por diferentes motivos, no siempre se puede cumplir ese objetivo. En esos casos, hay que recurrir a las leches infantiles. Aunque es raro que suceda antes del primer año de vida, algunos bebés pueden mostrar rechazo al pecho. En esos casos, el paso al biberón es más fácil.
4
&
Pautas para un destete sin problemas El destete es un momento muy delicado para el niño, por eso conviene hacerlo de manera sosegada y sin improvisar. ¡Aquí tienes algunas ideas! Sin prisas. Es conveniente planificar cuándo se hará el paso al biberón para hacerlo paulatinamente y sin prisas. De este modo, el cuerpo de la madre se irá adaptando poco a poco a la menor demanda de leche, lo que la protegerá de futuros problemas, como las retenciones de leche y la mastitis.
crecer
Una toma menos cada semana. Lo mejor es que las tomas al pecho se vayan sustituyendo por las de biberón con una cadencia de una por semana. Así, el bebé irá aceptando mejor el cambio.
Un extra de mimos El destete es un periodo complicado en la vida del bebé, de modo que no estará de más un extra de cariño, mimos y atención.
Primero las tomas centrales. Para ir sustituyendo el pecho por el biberón es mejor empezar por las tomas centrales del día, ya que la primera de la mañana y la última de la noche son a las que más les cuesta renunciar.
No hacerlo coincidir con grandes cambios. No sería acertado que el destete coincida con algún cambio significativo en la vida del niño, como la entrada en la guardería, el nacimiento de un hermano… Si hay alguna modificación importante en su vida, el cambio tendrá que ser antes o después, pero no en ese momento.
?
Esperar si el bebé está enfermo. No conviene pasar al biberón en un momento en que el niño se encuentre enfermo, pues en esas circunstancias tiende a buscar el pecho para consolarse.
Además, para muchas mujeres, el vínculo afectivo y el sentimiento de intimidad que supone la lactancia es tan grande, que al interrumpirla pueden tener una sensación de pérdida o de tristeza. Suele ser una situación pasajera. Sigue ofreciéndole momentos de ternura y él, al tenerte cerca, se sentirá tranquilo y protegido.
Buscar un lugar distinto para alimentarlo. Es posible que el bebé asocie el pecho a distintos momentos y lugares, por eso, para evitar el rechazo, es mejor cambiar el escenario cuando se empiece con el biberón. Probar con distintas tetinas. La forma de succionar del pecho y de la tetina son diferentes. Éste es otro de los motivos por los que el bebé puede rechazar en un primer momento el biberón. Ves probando con distintas tetinas hasta que se encuentre a gusto con una. Intentarlo con otra persona. El niño siempre asocia su madre al pecho. Por este motivo, si es ella la que le da el biberón, hay más probabilidad de que lo rechace. En estos casos, lo más indicado es que sea el padre (u otra persona) quien le ofrezca los primeros biberones.
¿Qué tipo de leche elijo?
?
Una buena leche infantil es aquella cuya composición se parece mucho a la de la leche materna, de manera que puede reproducir al máximo sus efectos beneficiosos. El pediatra te orientará sobre el tipo de leche que tu hijo necesita según su edad. Así se clasifican: Leche de inicio (leche 1). La más parecida a la leche de la madre. Alimento único de 0 a 6 meses. Leche de continuación (leche 2). Se ofrece a los niños a partir de los seis meses que ya toman alimentación complementaria. Leche de crecimiento (leche 3). La toman los niños de corta edad, de 1 a 3 años, antes de empezar con la leche de vaca. También encontrarás leches especiales para los casos de problemas digestivos, de alergias, etc.
BLEMIL PLUS 2 FORTE UNA GRAN ELECCIÓN Si no te resulta posible alimentar a tu hijo con leche materna, a partir de los 6 meses puedes ofrecerle Blemil plus 2 forte. A esta edad su organismo requiere un plus, no sólo de calorías, proteínas y hierro, sino también de otros ingredientes como los fructooligosacáridos, las proteínas del suero altamente purificadas y los ácidos omega 3 y omega 6. La innovadora fórmula Nutriexpert de Blemil plus 2 forte los contiene, por lo que favorece el óptimo crecimiento de tu bebé: Ayudando en la formación de sus defensas Favoreciendo la maduración cerebral Interviniendo en el desarrollo del sistema digestivo
www.blemil.es & 5