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Alternativamente Roberto Valadez Pineda Página

Por: Roberto Valadez Pineda Fotografía: Oskar Ruizesparza

rvp67@yahoo.com LA DESPEDIDA SIN BARRERAS

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Pareciera que en su corrida de despedida en la Plaza Nuevo Progreso de Guadalajara no hubo para el diestro de Sevilla, Antonio Barrera, realmente “Barreras” para otorgarle desde el Palco de La Autoridad 2 orejas en el primero de su lote, cuando a decir verdad del público conocedor y exigente de Guadalajara sólo había sido faena de 1 oreja.

Creo que el desmedido entusiasmo con el cual el Juez de Plaza levantó sus dos brazos, con un pañuelo blanco en cada puño, denotó una sobrevalorada despedida de Antonio quien no necesitaba realmente 1 oreja extra para premiar su valioso esfuerzo dentro del ruedo.

“Excesivas las dos orejas”, me comentó un aficionado en el tendido. “No era una faena para dos orejas”, me dijo otro personaje. “¿Sólo porque es el torero de la casa se le otorgan dos orejas?”, me cuestionó un hombre mayor

de pelo entrecano. Y en verdad creo que tenían razón porque hemos visto en esta temporada “Barreras” más fuertes para otorgar dos apéndices con faenas más completas y se han quedado en una oreja, y esta vez al torero de la casa se le otorgan con suma facilidad y entusiasmo los dos apéndices, uno bien merecido y el otro bien regalado.

Pero en fin, la inconsistencia en el biombo ha sido ya una característica en los últimos tiempos en la Plaza Nuevo Progreso de Guadalajara a la cual hoy no nos vamos a referir de manera específica.

Volviendo a la despedida de Antonio Barrera, se va con una relativa fuerza de Guadalajara. Aquí entregó sangre, sudor y lágrimas en su afán de ser figura de los ruedos y si bien es cierto que no llegó a trascender como un torero de época, si dejó muestra de su valor en cada tarde transparente en las que actuó en Guadalajara y a lo largo de su carrera.

Fue torero de temple y valor a toda prueba, profesional, serio, educado dentro y fuera del ruedo, amable siempre con la prensa y con sus seguidores, atendiendo a quien se lo pedía, siempre sonriendo, dando una foto, un autógrafo, carismático, torero hasta la médula, inspirado por su fe en pisar todos los ruedos del mundo taurino y triunfar en cada uno de ellos.

El 25 de noviembre se fue “Toño” de la Nuevo Progreso como el mismo día de su Alternativa en 1999 en Avila, España, cortando dos orejas. Y el público de Guadalajara supo reconocerle, sin excesos, su entrega en este coso no solamente de hoy, sino desde que hace más de 10 años vino a suelo mexicano a probar suerte y a hacer de Guadalajara su segunda ciudad.

Felicidades Antonio por tu carrera y ojalá que lo siga tenga mayor éxito para ti.

Nos leemos para la próxima.

Por: Roberto Valadez Pineda Fotografía: Oskar Ruizesparza

rvp67@yahoo.com DE LA EXPECTATIVA A LA INDIFERENCIA

Los contrastes que vive la fiesta brava hoy en día en nuestro país los pudimos constatar con tan solo 8 días de diferencia en la Plaza Nuevo Progreso de Guadalajara, como su propia esencia de sol y sombra, es decir, pasamos de la expectación enorme por ver a Morante de la Puebla a la indiferencia de ver a Alejandro Talavante y perderse además la mejor tarde de la temporada. Sin duda el pasado domingo tuvimos en lo que va de la temporada grande en el coso tapatío, la mejor tarde no solamente porque los tres matadores en turno tocaron pelo, que fueron Alejandro Talavante, Arturo Saldívar y Sergio Flores, sino porque además cuando se perfilaban Castella y Morante como los máximo triunfadores hasta el momento, sacó la cara por la baraja taurina nacional Arturo Saldívar para convertirse en el único matador de toros hasta lo que va de la temporada en cortar 2 orejas, mientras que los demás solamente han cortado un apéndice. Vimos una tarde redonda, con peligro cuando Sergio Flores estuvo a punto de ser cornado, o cuando un picador cayó a la arena y arremetió contra el caballo que perfectamente protegido con su peto, salvó la vida de milagro ante los derrotes del toro, qué podemos decir del arte de Alejandro Talavante que dejó plasmadas en el ruedo tapatío pinceladas de sus éxitos en Madrid y en diversas plazas del mundo, confirmando que pasa por un excelente momento. Y la pregunta obligada era ver en los tendidos que sucedía, nada que llenara la plaza sin duda alguna, nada que metiera a la gente al tendido, toda esa gente que se llenó de expectativas por ver a Morante brilló por su ausencia por ver a Talavante. Todos esos compadres, amigos de ocasión, sobrinos, yernos y agregados culturales que vinieron a la plaza a ver a Morante no fueron a ver a Talavante. ¿Dónde está pues esa afición, ese amor por la fiesta, ese “taurinismo” del que

presumen ocasionalmente?, simplemente no está. Pero entonces vienen a la menta otras interrogantes más serias: ¿Qué hacen las empresas por generar, además de buenos carteles, una expectativa en cada domingo de toros por promover, publicitar y difundir de una forma distinta e innovadora las corridas de toros como para que les sean atractivas a los que siempre vamos como a los que van de vez en cuando, para que esto se llene cada domingo? Me parece que ya es hora de comenzar a hacer cosas diferentes desde la trinchera de cada uno (empresa, aficionados, medios, mercadólogos, publicistas, ganaderos y todos los involucrados) para que esto cambie, para que esto se mueva de otra manera, para que la tradición y la cultura del toro esté accesible a todos los ámbitos para que evolucione y crezca. Ya es hora de hacer cosas distintas como Albero y Alternativa, como La Peña Taurina Guadalajara y como muchos esfuerzos más que trabajamos para que el toro tenga otra dimensión, la del Siglo XXI. Y me despido diciendo: “Yo sólo sé que no sé nada, por eso sé más que el que cree saber que todo lo sabe”. Nos leemos hasta la próxima.

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